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Sol Amaya
Tras la negativa del gobierno de Evo Morales , el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales
, ratificó hoy en Salta su decisión de cobrar la atención de salud a los extranjeros, para lo
cual anticipó que en dos semanas enviará un proyecto de ley a la Legislatura provincial.
En esta nota, analizamos algunos de los mitos y realidades sobre el impacto que tienen
los inmigrantes en la Argentina.
¿Inmigración descontrolada?
La inmigración que más creció en los últimos años proviene de países latinoamericanos,
principalmente de Paraguay, Bolivia y Perú, que en conjunto representan el 75% de la
migración latinoamericana.
"La cultura inclusiva de Argentina dista de ser un problema. Lo que deberíamos hacer,
en todo caso, es mejorar la calidad, el marco, las normas y las políticas públicas en
función del modelo de país que queremos ser", sostuvo Gonzaló Lantarón, coordinador
del Programa de Ciudadanía del Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de
Políticas Públicas (Iadepp).
En ese sentido, sostiene que al considerar la población que realizó alguna consulta
médica durante los 12 meses anteriores a la realización de la encuesta, se constata que
de los individuos que acudieron a ser atendidos al hospital público o a los CAPS, solo
alrededor de un 4% corresponde a miembros de la población migrante sudamericana.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), señalan que "los escasos datos
que existen dan cuenta que el uso de los hospitales o centros de salud no supera el 8 %
de la población que asiste a esas dependencias, de acuerdo a la investigación de la
Secretaria de Población del Ministerio del Interior, del año 2014". En ese sentido,
destacan que "el dato cobra importancia además si se tiene en cuenta que los migrantes
en general desarrollan actividades laborales en sectores menos calificados, como la
construcción, la industria textil o el trabajo doméstico con altos grados de informalidad
laboral".
En tanto, el CELS sostiene que "la incidencia de los migrantes en el uso de presupuestos
públicos es indiferente. Por ejemplo, se estima que hay 70.000 niños, niñas y
adolescentes que están excluidas de la Asignación Universal por hijo por no tener una
residencia «legal» superior a los 3 años, cuando en realidad ese programa alcanza a casi
4.000.000".