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Se decide la impugnación del fallo de tutela proferido por el Tribunal Administrativo del Meta, en
sentencia del cinco (5) de diciembre de 2000, que declaró improcedente la acción de tutela
instaurada contra la Sala Civil Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio.
ANTECEDENTES
Los hechos que sirvieron de fundamento a la petición de tutela, serán sintetizados así:
Señala el accionante, que el señor WALTER KLEIN ANDRADE, presentó demanda laboral ante
el Juzgado Segundo Laboral del Circuito de la ciudad de Villavicencio, en contra de su
representada COASERV Ltda. pretendiendo el pago de la indemnización moratoria por el
incumplimiento en el pago de salarios y prestaciones sociales, profiriéndose sentencia
desfavorable a las pretensiones del demandante, quién interpuso recurso de apelación, siendo
revocada la decisión de primera instancia por la Sala Civil -Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Villavicencio y, en consecuencia, condenando al demandado al pago de una
indemnización moratoria tasada en la suma de ($6.344.538.74.).
Indica que la estimación del fallador de Segunda Instancia es equivocada y sin fundamento,
cuando señala que su representada "pretendió evadir obligaciones prestacionales que por
mandato de la Ley debe cumplir", por cuanto no se probó que la sociedad demandada haya
actuado de mala fe.
Asegura, que el accionado con su actuar vulneró el art. 83 de la Constitución Política que
consagra la presunción de la buena fe, pues expresa que la mala fe debe probarse, pero no con
base en suposiciones, como ocurrió en el presente caso.
Agrega, que en este evento la tutela es procedente cuando las sentencias judiciales no
concuerdan con lo dispuesto en normas de orden Constitucional y legal, quebrantándose así la
presunción de legalidad, haciendo desaparecer la institución de cosa juzgada.
EL FALLO IMPUGNADO
LA IMPUGNACION
El accionante, impugnó el fallo del Tribunal, advirtiendo que en su sentir" ...El Juzgador laboral
de segunda instancia incurre en una vía de hecho al ejercer un arbitrio absoluto en la
trascendental función de aplicar la norma en abstracto a situaciones que no están probadas
dentro del proceso. El debido proceso implica no sólo desarrollar en un caso concreto el
conjunto de normas procedimentales previstas, sino principalmente, al momento de resolver la
cuesti6n sometida a su conocimiento, basarse en lo que la verdad procesal enseña de acuerdo
con las directrices legales sobre valoración de pruebas. El apartarse de estas, dando por
demostrado lo contrario a lo que la tozudez de los hechos refleja, alcanza la connotación de vía
de hecho que atenta contra el Derecho Fundamental del debido proceso, entendiendo éste
como sendero establecido para garantizar el derecho sustancial." (fl.150)
CONSIDERACIONES DE LA SALA
De acuerdo con las disposiciones legales que regulan la acción de tutela, Decreto 2591 de 1991
y Decreto 306 de 1992, dicha acción puede ejercerse con el objeto de reclamar ante la
jurisdicción, a través de un procedimiento preferente y sumario, la protección inmediata de los
derechos constitucionales fundamentales, cuando éstos se vean amenazados o vulnerados por
acción u omisión de cualquier autoridad pública o de los particulares, frente a estos, en los
casos previstos en el artículo 42 del decreto 2591 de 1991.
Para la Sala, el fallo de primera instancia deberá confirmarse, por las siguientes razones:
En primer lugar, se comparte lo señalado por el a quo al aducir que la acción de tutela
impetrada resulta improcedente, dado que ha sido reiterada la jurisprudencia de la Corporación
al considerar improcedente la acción de tutela contra decisiones judiciales, posición sostenida
aún antes de la declaratoria de inexequibilidad del artículo 40 del Decreto 2591.
Así mismo, y por cuanto el actor alega la configuración de una vía de hecho procedente del
actuar de la autoridad demandada, la Sala reitera lo precisado por la Sección primera de esta
Corporación providencia de octubre 10 de 1996, Expediente AC 3944, Consejero Ponente Dr.
Juan Alberto Polo Figueroa, siguiendo el criterio de la Corte Constitucional, en el sentido de
que para la configuración de una vía de hecho dentro de una actuación judicial, debe
presentarse una operación material o un acto que superen el ámbito de la decisión, un juicio
sobre la actuación que desnaturaliza su carácter jurídico y una grave lesión o amenaza de un
derecho fundamental, aspectos que no se observan en el caso sub. judice, toda vez que, como
ya se dijo, las diferentes interpretaciones que efectúa el juez, respecto de la normatividad
aplicable para decidir un caso concreto no constituyen por sí solas una vía de hecho.
De otro lado, advierte la Sala, que el Tribunal Superior de Villavicencio Sala Civil Laboral
resolvió declarar no probadas las excepciones de mérito planteadas con " la contestación de la
demanda, utilizando como argumento, la doctrina de la Corte Suprema de Justicia al determinar
que “los jueces laborales deben valorar en cada caso, sin esquemas preestablecidos, la
conducta del empleador renuente al pago de los salarios y prestaciones debidos a la
terminación del vinculo laboral, para deducir si existen motivos serios y atendibles que lo
exoneren de la sanción moratoria, pues de acuerdo a lo dicho por la Jurisprudencia de la
Corte, el contenido del artículo 65 del C. S. T. Introduce una excepción al principio general de la
buena fe, al consagrar la presunción de la mala fe del empleador que a la finalización del
contrato omite pagar a su extrabajador los salarios y prestaciones que adeude..."(Sentencia de
julio 15/94)"(fl.36).
Por lo expresado, la Sala concluye que en el sub. lite no se evidencia vía de hecho alguna,
porque no se presentaron decisiones abiertamente contrarias a derecho o de manifiesta
transgresión a la Ley, al contrario, se advierte que la accionada fundamentó su decisión con
base en el ordenamiento, y simplemente emitió conceptos valorativos, permitidos por el mismo.
Cabe agregar que la autonomía funcional del juez debe ser respetada, es así como esta
Corporación ha sostenido en casos como el presente:
La sutil y compleja distinción que pudiera hacer el propio que tutela, sin apoyo en ley
alguna que la establezca, según su propio criterio, sin intervención del autor de la
providencia, de la en mano del primero la posibilidad de hacer una calificación que le
permite interferir la autonomía del otro juez y lo que es peor, impartirle instrucciones de
como actuar o como fallar, sistema con el cual se transgreden todos los principios
mencionados anteriormente le han dado sustento a la tesis de la improcedencia de la
acción de tutela contra providencias judiciales en todos los casos que esta Sala
comparte íntegramente" ( Subraya fuera del texto) .( Expediente AC- 1762, Actor Álvaro
Trujillo A., Consejero Ponente Dr. Jaime Abella Zárate, Mayo 27 de 1994.)
FALLA
CONFIRMASE la providencia impugnada del cinco (5) de diciembre de 2000, proferida por el
Tribunal Administrativo del Meta.