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Universidad de Murcia
1998, vol. 14, nº 1, 95-104 Murcia (España). ISSN: 0212-9728

Dependencia, personas mayores y familias. De los enunciados


a las intervenciones
Mercè Pérez Salanova1 y José Javier Yanguas Lezaun

Diputació de Barcelona, Diputación foral de Gipuzkoa

Resumen: La tendencia de las políticas sociales a priorizar Title: Dependency, elderly and families. From principles to
los cuidados de las personas mayores en la comunidad y su interventions.
incidencia en los cuidados que el apoyo informal lleva a ca- Abstract: The tendency of the social policies to priorize
bo, refuerzan el interés por comprender la atención a las the elderly care in the community and their incidence in the
personas mayores dependientes en el marco comunitario y informal support activities, reinforce the interest to
por profundizar en aquellas intervenciones que favorecen understand the dependence elderly care in the community
la mejora en su calidad de vida. and go deeply into those interventions wich allows the
En este artículo se presentan diversos enfoques y líneas de improvement of their quality of life.
intervención relativos al cuidado informal en las situaciones This paper presents different views and intervention lines
de dependencia, señalándose algunas de las cuestiones que related to the infformal care in dependence situations,
requieren una mayor profundización en aras a que las in- remarking some questions wich demands a deeper view
tervenciones se adecuen a la complejidad de situaciones just to make the interventions be adequated to the
que deben abordar. complexity of the situations they treat.
Palabras clave: Dependencia; apoyo informal; interven- Key words: Dependency; informal support; intervention.
ción.

1. Introducción una vida independiente, se ha constituido como uno


de los campos más importantes de investigación e
Uno de los retos más importantes, a los que tienen intervención en gerontología. Estas actividades in-
cluyen las denominadas “actividades instrumentales”
que hacer frente las políticas en favor de las personas
mayores en la actualidad, es sin duda la cuestión o el como son el transporte, la cocina, las compras, la
fenómeno de "la dependencia". Es decir, el conjunto realización de los trabajos de casa, el manejo de di-
nero, etc.; así como las “actividades personales” co-
de personas que necesitan algún tipo de ayuda para
desenvolverse en su vida diaria, tanto por su comple- mo son el baño, el vestido, la higiene en general, etc.
jidad en el abordaje, como por las implicaciones
personales, sociales, de salud (en un sentido amplio), 2. El fenómeno de la dependencia
económicas..., que entre otras presenta.
El fenómeno de la dependencia, entre otros, ha El aumento del número de personas que necesitan
reforzado un debate fundamental en el mundo geron- ayuda para la realización de actividades de vida diaria,
tológico, como es la importancia del apoyo informal, constituye quizá el mayor reto al que el mundo de la
que ha sido, es y será sin duda alguna, el principal gerontología debe de hacer frente en la actualidad.
proveedor de cuidados a estas personas dependientes, Algunos datos pueden ser significativos a la hora de
así como a otros grupos de edad. analizar esta cuestión. El porcentaje de toda la
El cuidado informal entendido como las inter- población mayor de 65 años, con problemas de
acciones entre un miembro de la familia (general- dependencia grave se sitúa entre un 10 y 20% en todos
mente son familiares los proveedores principales de los países desarrollados según Dooghe (1993), pero si
apoyo) que ayuda a otro de una manera regular (di- nos referimos al grupo de mayores de 80 años, esta
ariamente o con una intensidad cercana a la anterior) cifra se multiplica por 3 ó 4 veces.
a realizar actividades que son necesarias para llevar La cuestión de la dependencia puede ser analizada
y estudiada desde diferentes niveles que aportan visio-
nes y acercamientos complementarios:
1 Dirección para correspondencia: Mercè Pérez Sa- • Un macronivel de análisis desde aspectos más
lanova. Diputació de Barcelona. Londres, 55 3ª pl. cualitativos pudiera llevar a analizar por ejemplo,
08036 Barcelona (España). E-mail: perezsm@diba.es

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si el estado del bienestar produce dependencia res juntos o separadamente, pueden generar de-
de sus ciudadanos (Baltes y Silverberg, 1994); o pendencia.
en términos cuantitativos pudierase hablar, por • A nivel funcional y habiéndose considerado la
ejemplo, de "ratios". dependencia como algo intrínsecamente negati-
• Un mesonivel de análisis desde aspectos cuanti- vo en las sociedades occidentales, no tiene por-
tativos se puede plantear estudiar, por ejemplo, que tener en absoluto una única función, ni el
la proporción de personas que no cubren sus carácter general de irreversibilidad, con la que a
necesidades básicas en residencias; o desde as- veces es tratado el concepto. La dependencia
pectos más cualitativos, se pudiera analizar si la bien pudiera tener también una función adapta-
existencia de dependencia ha supuesto un cam- tiva, o bien formar parte de un proceso de ma-
bio en las filosofías de las residencias (Moos, duración,....
Lemke y David, 1987) en cuanto a atención e in-
tervención se refiere. Hay una idea clave, que quisiéramos recoger nue-
• Un micronivel de análisis (interacción de con- vamente: la dependencia es un fenómeno complejo,
ductas y ambiente social de las personas mayores que presenta diversas dimensiones, causas y funciones
dependientes) podría desde aspectos cualitativos y que difícilmente es reducible a una única configura-
preguntarse sobre la posible identificación de ción.
patrones (patterns) de conducta dependiente y La dependencia o dicho de otra manera: la nece-
desde aspectos más cuantitativos, el total de sidad del individuo de ser ayudado o apoyado pa-
conductas dependientes en las que se producen ra ajustarse a su medio e interaccionar con él pue-
interacciones entre la persona mayor dependien- de ser analizado desde diversos puntos de vista. Así
te y el cuidador. desde una aproximación funcional, se puede definir la
dependencia a partir del ajuste de los individuos a las
Siguiendo alguno de los modelos teóricos más en demandas de su medio físico y social.
boga dentro del campo de la gerontología en estos El ajuste se ha medido tradicionalmente a través
momentos, la dependencia se puede enfocar desde de escalas que hacen referencia a una serie de áreas que
tres conceptos fundamentales: la multidimensionali- integran la vida cotidiana en la sociedad actual (Yan-
dad, la multicausalidad y la multifuncionalidad guas et al, 1998). Las cuatro áreas de funcionamiento
(Horgas, Wakl y Baltes, 1996). que más atención han recibido hasta el momento son
• La idea de multidimensionalidad evoca que la las siguientes:
noción de dependencia tiene múltiples domi- • Dependencia económica: ocurre cuando una
nios: mental, físico, económico,. así como cual- persona pasa de ser un miembro “activo” eco-
quier combinación de los anteriores. Estos do- nómica y laboralmente hablando, a cuando pasa
minios pueden ser analizados desde diferentes a formar parte de la población “inactiva”, “pasi-
niveles, en función especialmente del tipo de va” o “dependiente”.
acercamiento teórico y metodológico que se • Dependencia física: pérdida del control de sus
aplique: conductual, personal, situacional, de de- funciones corporales y de su interacción con los
pendencia interpersonal,... Si este enfoque es co- elementos físicos del ambiente.
rrecto, consecuentemente hay que afirmar que la • Dependencia social: asociada a la pérdida de
dependencia no es un fenómeno unitario que personas y relaciones significativas para el indi-
exhiba una única configuración. viduo.
• Si analizamos la idea de multicausalidad, una • Dependencia mental: cuando el individuo pierde
primera cuestión significativa, es que la depen- su capacidad para resolver sus problemas y to-
dencia no es sinónimo de vejez. Todas las per- mar decisiones propias.
sonas mayores no son dependientes y además
hay personas dependientes que no son mayores. La mayoría de los autores se han centrado en una
Tanto factores biológicos, como socioculturales, de esas áreas funcionales, frecuentemente en la físi-
económicos y ambientales juegan un papel en el ca, para evaluar el nivel de dependencia, así como el
desarrollo y mantenimiento de la dependencia. tipo y grado de cuidado necesario para paliarla. De
Igualmente, la "ausencia de", por ejemplo de re- hecho, muchos estudios epidemiológicos citan el
cursos económicos, puede hacer surgir situacio- término dependencia como “incapacidad funcional”
nes de dependencia. Lo mismo se puede decir en relación a las Actividades de Vida Diaria, que
de factores psicológicos. En general estos facto- son el conjunto de conductas que una persona ejecu-

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ta todos los días o con frecuencia casi cotidiana, para yoría de personas en situación de fragilidad o de-
vivir de forma autónoma e integrada en su medio pendencia viven en el domicilio propio o familiar.
ambiente, y cumplir con su rol social. Por lo tanto, Esta cuestión deviene en que los cuidados que
una persona discapacitada es la que presenta limita- precisan las personas mayores dependientes son
ciones en la ejecución de una o más de estas conduc- asumidos por familiares y allegados en el 72% de los
tas y que depende de otras personas para su realiza- casos, siendo las mujeres quienes realizan esos cui-
ción. dados en el 80% de los casos; y de ellas más del
Desde una perspectiva multidimensional, el aná- 60% declara que no recibe ayuda de nadie para la
lisis de los factores antecedentes de las situaciones realización de dichas tareas. Este grupo de cuidado-
de dependencia permite la determinación de factores res se sitúa en un rango de edad entre 45 y los 69
físicos, psicológicos y contextuales, tal como se ex- años, lo que implica en muchos casos que no solo
hibe en la Tabla 1. tienen que hacer frente a las situaciones de depen-
Por último destacar que la importancia que se dencia de las personas mayores, sino también tienen
concede al fenómeno de la dependencia, no es debi- que atender a otras personas dependientes no mayo-
da a que se trate de una situación nueva o descono- res (hijos,…).
cida sino a como se configura en sus vertiente cuan- Es interesante retener otros datos que configu-
titativa y cualitativa. El elevado número de personas ran el perfil de los cuidadores. Respecto al estado ci-
que precisan ayuda de otros para su vida cotidiana y vil, el 76,6% están casados y el 15,8% son viudos. La
las limitaciones del sistema de ayuda informal recla- convivencia es permanente en el 58,7% de los casos
man una nueva perspectiva en la que las interven- y temporal en el 12,9%. Los niveles de enseñanza
ciones referidas a las personas mayores y sus familias son bajos, en el 65,6% de los casos sin estudios con
ocupan un lugar clave. estudios primarios y sólo el 6,1% de los cuidadores
tiene estudios universitarios. En lo concerniente a la
3. El cuidado informal y los cuida- actividad laboral, el 75% no tiene actividad laboral,
siendo el 50% amas de casa, el 15% jubilados y el
dores informales 9,7% parados. Solamente el 18,5% del total de cui-
dadores realiza un trabajo remunerado que compati-
El cuidado informal, como se ha destacado, consti- biliza con los cuidados.
tuye en la actualidad el sistema principal de provi- La importancia del sistema informal de provi-
sión para las personas que necesitan ayudas en su vi- sión de ayuda no se circunscribe a los países del sur
da diaria. Esta situación se refleja claramente en los de Europa, aunque es en éstos donde se produce
resultados obtenidos en una investigación respecto con mayor intensidad y con mayor amplitud. Y, a la
al apoyo informal en el estado español (INSERSO, vez, es en estos países en los que las iniciativas de
1996). cuidado de los cuidadores están menos desarrolla-
En dicho estudio se destaca que en un 12% de das, ya se trate de recursos formales o de programas
las viviendas familiares se lleva a cabo algún tipo de psicosociales. En la práctica esto significa que habi-
ayuda informal y un 5% de las personas adultas de- tualmente las tareas de cuidado son realizadas por
finen el de cuidador como uno de sus roles. los cuidadores informales de forma continuada y que
Por otra parte, los datos obtenidos de la citada en el desarrollo de dicha actividad es escaso el apoyo
investigación y los proporcionados por la última En- formal recibido.
cuesta Nacional de Salud cifran en un 26%, el núme- La frecuencia y la duración de las actividades de
ro de personas mayores que presentan algún grado cuidado son aspectos expresivos de la amplitud de
de dependencia. las tareas y especialmente de como su realización
Las actividades para las que se precisan ayudas compromete la vida cotidiana del cuidador y por ex-
con mayor frecuencia son: bañarse o ducharse que tensión de su entorno relacional. El cuidado infor-
afecta al 14,2% del conjunto de los mayores de 65 y mal es realizado a diario de forma mayoritaria. Dicha
más años, realizar tareas domésticas que afecta al frecuencia es señalada en el 85% de los casos. En la
11,2% y subir y bajar escaleras que afecta al 9% de la realización del cuidado se emplea bastante tiempo:
población con problemas de dependencia. Estos más de 5 horas en el 53% de los casos y entre 3 y 5
porcentajes se incrementan, como se ha indicado, horas en el 20% de casos.
en la medida que avanza la edad, especialmente a Ciertamente, la producción de cuidados realiza-
partir de los 80 años. Si se ponen en relación dichas da por la denominada “protección social invisible”
cifras con el ratio de 2,8% correspondiente a la ofer- (Rodriguez y Sancho 1995) permite en la actualidad
ta de plazas residenciales en 1.994, vemos que la ma-

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una cobertura muy elevada de población atendida. curso conduce a considerar las cuestiones relativas a
Sin embargo, el cuidado informal encarado como re- su disponibilidad cuantitativa y cualitativa en el futu-
ro.

Tabla 1: Factores antecedentes de situaciones de dependencia (adaptado de Montorio, 1997).


El deterioro de sistemas biológicos del organismo (cardiovascu-
lar, respiratorio, muscular,etc) provocan deterioro de fuerza física,
movilidad, equilibrio, resistencia, etc. que se asocia a una disminución
Fragilidad física de las Actividades de Vida Diaria instrumentales.
Es importante hacer constar las diferencias individuales en este
declive biológico, que puede ser prevenido, retardado e incluso resta-
blecido.
Algunas enfermedades físicas crónicas que se dan en la vejez co-
Enfermedades mo son la osteoporosis, osteoartritis, ACV, etc., así como las limita-
Factores crónicas ciones sensoriales contribuyen al aumento de discapacidad y depen-
físicos dencia física.
La alta prevalencia de enfermedades entre las personas mayores
provoca, elevados índices en el consumo de fármacos, que conlleva
en ocasiones importantes efectos secundarios, así como interacciones
Utilización de farmacológicas no deseadas.
fármacos Ejemplo: confusión, deterioro cognitivo, aplanamiento afectivo,
etc., son síntomas conductuales que pueden venir derivados del con-
sumo de fármacos. Esta cuestión, tiende a aumentar la dependencia
física y contribuyen a la dependencia conductual.
Algunos trastornos mentales, como la depresión cuya sintomato-
logía es frecuente en personas mayores, contribuyen significativamen-
te a la dependencia en las personas mayores.
Además, la sintomatología depresiva se asocia a aislamiento so-
Trastornos cial, quejas físicas, declive cognitivo y funcional, factores que contri-
mentales buyen a la dependencia conductual.
Especial atención requiere la demencia en general y la enferme-
dad de Alzheimer en particular, ya que se calcula que al menos un
tercio de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer en
Factores sus estados iniciales y medios, pueden sufrir problemas de depresión.
psicológicos Como es sabido, las experiencias y aprendizajes a lo largo de la
vida influyen en diferencias en cuanto a las demandas y aceptación
Factores de de ayuda de los demás ante las distintas situaciones de la vida cotidia-
personalidad na, lo cual hace que sean más o menos dependientes.
Algunas características de la “personalidad dependiente” pueden
aumentar el riesgo de padecer trastornos de salud física y mental, y
por lo tanto, aumentar la dependencia.
Un ambiente físico rico a nivel estimular, con suficientes ayudas
protésicas, que conjuguen adecuadamente la autonomía y la seguri-
dad, contribuyen a que las personas mayores funcionen en unos nive-
Ambiente físico les óptimos de ejecución. Al contrario, se puede incrementar la de-
Factores pendencia conductual.
contextuales Relacionados con el ambiente social que puede favorecer, o por
el contrario, prevenir situaciones de dependencia.
Ambiente social Ejemplos: interacciones que se establecen entre la personas ma-
yor y sus cuidadores; así como expectativas y estereotipos sobre la
dependencia, el cuidado, etc.

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Para ello es pertinente considerar los datos rela- señalar la necesidad de un trabajo en red que incor-
tivos al grupo ”potencial cuidador”, constituido, de pore tanto las intervenciones profesionales como las
acuerdo al perfil anteriormente comentado, por mu- que efectúan los familiares o personas próximas y las
jeres entre 45 y 69 años. Este grupo está disminu- realizadas por el voluntariado organizado. Difícil-
yendo en términos demográficos, tratándose de una mente pueden plantearse esta pluralidad de interven-
disminución que afecta al conjunto de países euro- ciones y su funcionamiento en red desde una forma
peos. A dicha disminución, hay que añadir los efec- de entender las situaciones de dependencia como
tos de la incorporación de la mujer en el mundo la- una cuestión de responsabilidad individual exclusi-
boral, en el caso español efectuada más tardíamente vamente, tal y como desde algunos sectores se enfa-
que en otros países europeos. La importante presen- tiza en la actualidad.
cia de las mujeres en los distintos niveles de estudios
y los datos relativos a la población activa ponen de
manifiesto el arraigo del interés de la mujer en su in- 4. Investigaciones sobre el apoyo
corporación a la vida pública. A estos aspectos, cabe informal y sus consecuencias
añadir los efectos que en la vida cotidiana tienen, y
tendrán, las situaciones de cambio y discontinuidad 4.1. Del concepto de carga
ocupacional, así como los ocasionados por la distan-
cia entre los lugares en que viven las distintas gene- El cuidado informal (Woods, 1996) se ha entendido
raciones de las familias. como las interacciones entre un miembro de la fami-
El conjunto de elementos señalados conduce a lia (generalmente son familiares los proveedores
pensar en las modificaciones que se irán producien- principales de apoyo) que ayuda a otro de una mane-
do en la provisión de ayudas por parte del sector in- ra regular (diariamente o con una intensidad cercana
formal y comporta ineludiblemente la reflexión so- a la anterior) a realizar actividades que son necesarias
bre las diferentes vías de apoyo a los cuidadores in- para llevar una vida independiente.
formales. Se trata pues de pensar en escenarios dis- Las consecuencias que el cuidado a una persona
tintos a los actuales en los que habitualmente el cui- mayor dependiente tienen para el cuidador ha sido
dado informal constituye el único recurso aplicado conceptualizado como carga (burden). En los últi-
para atender las necesidades de ayuda de las perso- mos quince años aproximadamente, se ha trabajado
nas mayores. intensamente en acotar y definir las consecuencias
Si en la actualidad la complementariedad entre del cuidado de una persona dependiente para los
los recursos informales y los formales es reconocida cuidadores. El término carga fue elaborado como un
como un elemento clave para garantizar la atención, estado subjetivo asociado al grado de incomodidad o
en los futuros escenarios dicha complementariedad molestia originada por la prestación de cuidados, en
debe ser aun más enfatizada. Todo ello requiere los que posteriormente se introdujo también una
adaptaciones tanto de los sistemas formales como de parte objetiva (por ejemplo, restricciones en el tiem-
los informales que faciliten la cooperación entre am- po libre).
bos. Este proceso de adaptaciones presenta distintas Con el paso del tiempo, la definición del cons-
dimensiones que conciernen tanto a las formas de tructo de carga se ha multidimensionalizado, de tal
organizar la provisión de ayudas como a las formas manera que hoy existen medidas de carga social,
de entender las responsabilidades individuales y co- emocional, psicológica, etc. En otras palabras, la
lectivas en relación a las situaciones de dependencia. responsabilidad de proveer cuidados a personas de-
En lo que atañe a la organización de la provisión de pendientes por parte de sus familias, tiene efectos en
las ayudas, es útil considerar las diferencias relativas diversos aspectos de la vida diaria del individuo y no
a los modos de atender correspondientes a uno y a únicamente como una cuestión subjetiva.
otro sistema. Dichas diferencias no radican única- No obstante se ha ido aumentando el reconoci-
mente en la posición remunerada/no remunerada miento de que el mantenimiento del rol de cuidador
sino que atañen también a los valores. El abordaje tiene que ver con los beneficios personales que él
de estas diferencias constituye una cuestión básica mismo obtiene por el hecho de cuidar a una persona
en aras a la complementariedad. En lo relativo a la dependiente (Genevay, 1994).
cuestión de las responsabilidades, además de consi- Es necesario destacar que la carga es percibida
derarse las diferentes perspectivas con las que se por los cuidadores de muy diferentes maneras, espe-
analiza la continuidad del Estado del Bienestar y el cialmente en función de cómo es definido ese rol de
equilibrio entre equidad y eficiencia, es pertinente cuidador: para algunos la realización de algunas tareas

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incluidas en el cuidado (lavar, vestir,...) aparecen como ciones unidimensionales del concepto de carga u
extremadamente estresantes para el cuidador; para otros constructos.
otros cuidadores son las conductas agresivas, la Con el fin de explorar estas diferencias indivi-
deambulación, las ideas delirantes, la incontinencia,....; duales, diferentes autores han formulado diferentes
para otros el cuidar es una experiencia emocional modelos explicativos. La mayor parte de ellos se han
satisfactoria y una parte más de la vida vivida en concebido a partir de la relación entre tres compo-
común, con esa persona que en este momento puede nentes principales: estresores, consecuencias o resul-
ser dependiente (Thompson y Gallagher-Thompson, tados del cuidado y variables moduladoras.
1996). Los estresores bien pudieran ser representados
En la actualidad se dispone de un extenso por demandas y tareas que se realizan al cuidador,
background sobre investigaciones referidas al apoyo tanto por la persona cuidada, como por la propia si-
informal. Existen una gran cantidad de modelos sobre tuación que el cuidado crea (ayuda en las AVDs,
el cuidado informal, no siempre compatibles, en los hacer frente a problemas de conducta,etc.).
cuales se han ido introduciendo desde la década Los resultados o consecuencias se refieren a los
anterior un mayor número de variables. Todo ello ha que la experiencia del cuidado hacen surgir en el
producido una gran ampliación del conocimiento cuidador. Aquí se pueden destacar las consecuencias
disponible sobre el cuidado. a nivel de salud física y de salud psíquica (depresión,
Es necesario tener en cuenta, que los modelos trastornos psicosomáticos,….).
han sido diseñados, algunas veces, desde planteamien- El tercer componente esencial, de todo proceso
tos teóricos diferentes y desde diferentes definiciones de estrés, son las variables moduladoras: el apoyo
de los constructos que toman parte en dichos social y el afrontamiento, especialmente. Las varia-
modelos los cuales corresponden, en definitiva, a muy bles moduladoras son aquellas que regulan los efec-
diversas situaciones de cuidado. tos de los estresores que aparecen a la hora de des-
arrollar el cuidado.
4.2. Investigaciones relativas al apoyo informal Aunque la mayor parte de los modelos se basan
en los tres componentes antes reseñados, las investi-
Las múltiples investigaciones existentes sobre apoyo gaciones sobre apoyo informal han tendido a una
informal, ofrecen un mosaico cada vez más diverso. mayor complejización. Así es, que se han ido intro-
Ante intentos reduccionistas de entender el cuidado duciendo nuevas variables en dichos modelos y bus-
de una persona dependiente como un proceso simi- cando relaciones entre las mismas, a fin de poder
lar en una gran mayoría de los casos, es necesario analizar las múltiples diferencias individuales obser-
destacar la complejidad del mismo. vadas en los procesos de cuidado informal. Variables
Las investigaciones (Woods, 1996) han demos- como amenaza percibida, presencia o ausencia de
trado que no existe un único patrón de adaptación y conflictos familiares, disminución de autoestima del
afrontamiento ante las diversas situaciones de cuida- cuidador, efectos del cuidado en la red de apoyo, re-
do, sino que existe una gran variación individual en cursos psicológicos, sociales y emocionales, etc., dan
cada una de las fases y momentos del mismo. Las una idea de cómo ha aumentado la complejidad de
diversas familias y cuidadores difieren en el tipo de dichos modelos.
deseo o circunstancias que les lleva a cuidar a una De la revisión de los diferentes modelos existen-
persona dependiente, en sus habilidades para el cui- tes se pueden obtener las siguientes consecuencias
dado, en el tipo de sentimientos que les lleva a reali- (Woods, 1996):
zar este rol (desde la obligación al acto voluntario), • Las relaciones de parentesco y género entre el
en los recursos disponibles. cuidador y la persona cuidada matizan el tipo de
Por otro lado, existe un gran variabilidad del ti- sentimientos y las obligaciones del cuidador.
po de cuidado de las personas mayores dependien- Igualmente se señala la importancia de la historia
tes, en función del tipo de dependencia que se pre- común y la calidad de relaciones anteriores al
senta, la personalidad de la persona mayor, la histo- inicio del cuidado.
ria común de los cuidadores, la posibilidad de que • El nivel socioeconómico se relaciona con la car-
acepten el cuidado de una u otra manera, etc. ga experimentada por los cuidadores, de tal ma-
Desde esta tesitura, no es posible aceptar visio- nera, que a menor estatus socioeconómico me-
nes reduccionistas e ingenuas, que se plantean cono- nores recursos y mayor carga.
cer la variabilidad de situaciones, aplicando defini- • Respecto a los estresores: las ayudas en activida-
des de vida diaria tienen menores consecuencias

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en el cuidador que los problemas conductuales o frentar las situaciones de incapacidad de uno de los
emocionales de las personas mayores cónyuges (Clement, Grand, Grand-Filaire y Briand
dependientes. En general la dependencia física 1992).
ocasiona menor estrés al cuidador que la Respecto a la organización cotidiana en la distri-
dependencia de origen psíquico, siendo los bución de papeles y tareas se analiza su carácter
problemas conductuales y emocionales de la igualitario o desigualitario, mientras que la cohesión
persona mayor, los que ocasionan mayor nivel interna se considera a partir del concepto de contra-
• de
Lasdistrés.
consecuencias del cuidado más comunes to tácito. La existencia de dicho contrato se corres-
son: los conflictos familiares (asociados a una ponde con una forma de organización consensuada
carga excesiva), los problemas laborales y la en la pareja. De este modo, las parejas pueden defi-
disminución del tiempo libre y de las redes so- nirse como contractuales o no contractuales y en
ciales (disminución de la autoestimay del senti- ambas puede establecerse una relación igualitaria o
miento de bienestar…). Así mismo, se han ob- desigualitaria. Si se articulan ambos aspectos, se
servado un aumento de trastornos clínicos en pueden establecer dos tipos de continuum que per-
los cuidadores (depresión, ansiedad, así como miten situar a las parejas, ya que aunque algunas pa-
síntomas psicosomáticos). rejas pueden corresponder a una de las tipologías, en
• Respecto a las variables moduladoras: el apoyo otros casos pueden presentar características que os-
social es considerada como la más importante al cilan entre uno u otro tipo. La existencia o no de
disminuir la carga subjetiva, los problemas de sa- contrato y el tipo de beneficio, mutuo o unilateral,
lud y la sintomatología depresiva. Respecto al así como en este último la posición, como prestata-
afrontamiento, el de tipo cognitivo y la resolu- rio o beneficiario, de la persona dependiente confi-
ción de problemas son especialmente señalados guran diversas probabilidades en las formas de en-
por sus efectos en la disminución del nivel de frentar la necesidad de cuidados.
distrés en los cuidadores. La relación entre la persona mayor y su familia
ha sido analizada también desde la perspectiva sis-
Además este tipo de investigaciones antes men- témica, en la cual la familia es definida como un sis-
cionadas, existen otro tipo de investigaciones que tema organizado de elementos en interacción que
han abordado el apoyo informal desde otros pris- evolucionan en el tiempo en función de sus finalida-
mas. Algunos de estos enfoques en el estudio del des y del entorno (Ausloos 1981).
apoyo informal se han centrado en el análisis de las Cada sistema familiar presenta unas característi-
dinámicas familiares. Partiendo de la necesidad de cas y unos comportamientos que no pueden enten-
avanzar más allá de las constataciones de lo que derse reductivamente como la suma de las caracterís-
acontece en la familia, estos enfoques tratan de iden- ticas individuales y generacionales. Es necesario in-
tificar qué características aparecen relacionadas con corporar el principio de totalidad. Ello nos permite
las distintas formas de enfrentar los cuidados. considerar las reacciones familiares frente al enveje-
En este tipo de enfoques se concede una posi- cimiento , la dependencia o la muerte como vías pa-
ción relevante a la historia familiar en términos de la ra mantener el equilibrio que se ve alterado por estos
configuración y la estructura de relaciones, enten- acontecimientos y a los que el sistema debe adaptar-
diendo que las actividades de cuidado son expresivas se, dependiendo dicha adaptación de la funcionali-
de un trayecto familiar. En dicho trayecto, previa- dad del sistema. A menudo, las demandas de la fami-
mente a la situación de dependencia actual, se han lia referidas a las personas mayores, centrando en
producido otras situaciones en las que a través de la ellas la situación de dificultad, presentan un compo-
distribución de papeles, la implicación y la comuni- nente de demanda de ayuda para la familia. La des-
cación entre los miembros se ha ido estableciendo atención a esa demanda de ayuda, aunque la persona
una configuración del sistema familiar. Y es en esa mayor esté siendo atendida, repercute negativamente
configuración en la que se inscriben los modos de en ésta y dicha repercusión se traslada a la familia,
enfrentar la situación de dependencia actual. plasmando el proceso de circularidad.
Los trabajos del GRIVSS (Groupe de Recherche En la familia cada miembro tiene sus propios
Interdiscilinaire: Viellissements, Santé communitaire proyectos que permiten definir las finalidades en
et Socialisation) aportan una interesante forma de términos individuales. A la vez la familia como con-
estudiar las características de la pareja, en términos junto tiene unas finalidades familiares. La funciona-
de la organización cotidiana y la cohesión interna, lidad del sistema precisa que exista compatibilidad
relacionando ambos aspectos con las formas de en- entre unas y otras finalidades. En el transcurso de la

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vida las finalidades individuales se modifican, bien cimiento social de la figura del cuidador en aquellos
por el acontecer de nuevas situaciones, bien porque países que los han aplicado más extensamente. En
la persona establece una nueva orientación. Si las este sentido, en algunos condados de Gran Bretaña a
nuevas finalidades individuales no son compatibles la par que este tipo de servicios se han desarrollado
con las del sistema se produce una situación de crisis asociaciones y foros de cuidadores que permiten,
de adaptación que requerirá la modificación de las además del reconocimiento antes mencionado, una
finalidades individuales y/o de las familiares. Las forma de participación e influencia en la configura-
formas de enfrentar esas crisis de adaptación confi- ción de los servicios.
guran la historia del sistema familiar que puede ser Dichos programas son percibidos de forma po-
entendida como una sucesión de minicrisis en las sitiva por los cuidadores, señalándose como benefi-
que el/los problema/s pueden haber sido resueltos ciosos en la medida que reducen la carga y el estrés,
o desplazados. En no pocas ocasiones, la interven- aunque debe señalarse que no se ha encontrado evi-
ción relacionada con las situaciones de dependencia dencia empírica al respecto. Asimismo, cabe apuntar
pone de manifiesto que la solución establecida resul- las dificultades manifestadas por algunos cuidadores
ta inadecuada para la persona mayor y para la fami- en relación a los diferentes momentos del proceso:
lia. La solución aparece entonces como problema a en el inicio con el ingreso en el centro, durante la es-
resolver encubriendo la situación de crisis y la dis- tancia y en el retorno a casa. Estas dificultades, así
función del sistema en la forma de enfrentarla. como las observaciones efectuadas a partir de nues-
Los enfoques comentados, además de otras tra práctica, nos hacen subrayar la necesidad de evi-
conceptualizaciones, han dado lugar a una variada tar la asimilación entre programas de apoyo a cuida-
gama de modalidades de intervención con las perso- dores y la utilización temporal de plazas residencia-
nas mayores y las familias. les. La estancia temporal en una residencia requiere,
además de la disponibilidad de plazas, una interven-
5. Programas de apoyo e interven- ción cuidadosa con la familia y con la persona mayor
en todos los casos y, más especialmente si se preten-
ción con familias cuidadoras de favorecer la continuidad de cuidados en la comu-
nidad.
La importante ayuda que realizan las familias en la Por otra parte, no existe evidencia, aunque una
atención de las personas mayores dependientes a la lógica de intervención así lo aconseje, que la co-
vez que la orientación de las políticas sociales desti- nexión entre el sistema formal e informal de apoyo a
nada a favorecer los cuidados en la comunidad y a través de este tipo de programas, aumente la calidad
retardar la institucionalización son algunas de las ra- del cuidado. Aumenta la variedad del cuidado que se
zones que han sustentado el desarrollo de las inter- aporta a las personas dependientes, pero ello no
venciones con familias, entre ellas los denominados permite concluir que aumente también la calidad.
programas de apoyo. Ciertamente, en la medida que este tipo de progra-
Los programas de apoyo a familiares tienen co- mas se apliquen más ampliamente y que incorporen
mo objetivo general el de influir sobre algunas de las de forma sistematizada programas de intervención,
dimensiones que modulan los efectos negativos del probablemente dispondremos de información sobre
cuidado o el de intervenir eliminando tales efectos sus efectos en los distintos planos, entre ellos la cali-
(Montorio, Díaz e Izal, 1995). dad del cuidado o las formas de acoplar los progra-
Aunque se presentan con modalidades diversas, mas a la diversidad de situaciones de dependencia.
de acuerdo con el análisis efectuado por Knight y Los programas psicosociales tienen como obje-
colaboradores (1993), se pueden considerar dos tivos generales, reducir la carga que experimentan
grandes grupos de programas: los recursos formales los cuidadores, así como el estrés y el malestar aso-
y los programas psicosociales. ciados, y también mejorar la calidad de los cuidados
Los recursos formales en su origen se relacionan que reciben las personas mayores (Montorio, Díaz e
con el síndrome del “burn out” del cuidador. Se tra- Izal, 1995). En el desarrollo de estos programas se
ta de programas -”respit care”- cuyo objetivo princi- aplican una variada gama de procedimientos, estra-
pal es el de aliviar o disminuir la carga que comporta tegias y modalidades de intervención. Entre ellos,
el cuidado de una persona dependiente. Este conjun- pueden citarse: grupos de apoyo, autoayuda y de
to de actuaciones y servicios se inscriben en la lógica ayuda mutua, entrenamientos en técnicas cognitivo-
de favorecer el mantenimiento en la comunidad y re- conductuales como la solución de problemas, de
trasar o evitar la institucionalización. Cabe señalar manejo de estrés y programas de formación y de
que este tipo de programas es expresivo del recono-

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Dependencia, personas mayores y familias. De los enunciados a las intervenciones 103

asesoramiento. De forma habitual, se basan, en la in- mayor como a su familia en el proceso. En este sen-
formación, el aprendizaje de habilidades y el apoyo tido, es pertinente identificar las características del
emocional. sistema familiar y las percepciones relativas a las
La eficacia de este tipo de intervenciones está cuestiones que se formulan como problema, así co-
confirmada en términos generales, identificándose mo las respuestas que la familia ha ido desarrollan-
los resultados positivos de su aplicación (Knight et do, su valoración de éstas y de los efectos en la vida
al, 1993). Es oportuno mencionar, aún considerando de la familia. También es necesario conocer cuál es
las limitaciones metodológicas para su evaluación, la distribución de roles en la estructura familiar en
que estos programas, tanto en lo relativo al diseño y relación a la función de cuidados y de qué manera
desarrollo como en lo concerniente a la investiga- dichas funciones se acumulan o se comparten entre
ción, se formulan de forma independiente y no rela- sus miembros, así como cuál es el estilo de toma de-
cionada con los efectos de su aplicación en las per- cisiones. Resulta también relevante valorar la atmós-
sonas mayores. En esta dirección, Zarit (1989) plan- fera familiar actual y sus anteriores experiencias de
teó la recomendación de incorporar una evaluación y adaptación a nuevas situaciones y entre ellas las rela-
valoración rigurosa de los resultados de estos pro- tivas a la vejez de sus miembros. Finalmente, es im-
gramas en las personas mayores dependientes, en- portante detectar cuáles son las creencias y atribu-
tendiendo que la mejora de la calidad del cuidado ciones de la familia respecto a la vejez, la posición en
debe tener una repercusión en la persona cuidada. la que se sitúa la persona mayor y las expectativas
Considerar los efectos de la aplicación de los pro- respecto a ella.
gramas psicosociales en las personas mayores, signi- A menudo las entrevistas con los familiares, es-
fica, por otra parte, mantener -en ocasiones, recupe- pecialmente si están orientadas a la utilización o a la
rar- una posición de sujeto para la persona mayor. asignación de recursos, dejan de lado bastantes de
En la medida que esta posición se diluye o se anula, estos aspectos, centrándose en la dimensión instru-
la persona pasa a ser objeto, receptor de cuidados. mental de cuidados y en la presencia o ausencia de
En relación a este tema cabe señalar las formulacio- capacidad para su realización, dejando al margen la
nes, desarrolladas especialmente respecto a las per- dimensión sistema del grupo familiar. Ello comporta
sonas afectadas de demencia, que señalan la perti- además de un sufrimiento añadido, mayores dificul-
nencia de un nuevo enfoque epistemológico y ético tades para que el sistema se adapte a la nueva situa-
en aras a incorporar la dimensión interpersonal entre ción. Descontentos, malentendidos, insatisfacción
el cuidador y la persona cuidada y a evitar que las respecto a los servicios asignados o distanciamiento
personas con demencia deban adaptarse los cuida- son, muy a menudo, la expresión de un abordaje
dos (Kitwood; 1990, 1992 y 1993) (T.T.S., 1997). segmentado y parcial. Ciertamente, en muchas oca-
Así pues tanto respecto a los recursos formales siones las personas, y también las familias, se mues-
como a los programas psicosociales se plantea la ne- tran reticentes a tratar cuestiones íntimas, dolorosas
cesidad de profundizar con el fin de mejorar su ade- y encubiertas en un “discreto silencio familiar”. Por-
cuación para las diferentes personas implicadas y de que a pesar de que todo ello produzca sufrimiento,
que ésta pueda ser evaluada. éste aparece relegado o encubierto por los proble-
Las intervenciones psicosociales en relación a la mas que la situación de fragilidad y de deterioro
familia de las personas mayores dependientes no se plantean y por tanto no constituyen “el problema”a
ciñen a los programas de apoyo a familiares en las tratar. A menudo, además, los familiares han sido in-
modalidades comentadas anteriormente. Frecuente- terrogados, en más de una ocasión, desde una pers-
mente dichas intervenciones se realizan simultánea- pectiva instrumental y limitada al “problema”, refor-
mente al proceso de preparación del ingreso en una zándose el replegamiento y la segmentación. Por to-
residencia o de la asistencia a un Centro u Hospital do ello, a nuestro entender, resulta clave desarrollar
de Día. Es habitual que dichas intervenciones se un abordaje claro que ofrezca a los miembros de la
produzcan después que la familia haya realizado un familia y entre ellos a la persona mayor un espacio
recorrido, más o menos largo, en solitario o contan- de comunicación en el que puedan conectar con sus
do exclusivamente con la asistencia sanitaria, prima- dificultades, aun a sabiendas de que esta propuesta
ria o especializada. pueda ser discordante con las expectativas de la fa-
En estas intervenciones tiene un papel clave el milia y provocar el rechazo de unos u otros de sus
análisis y evaluación del sistema familiar con el fin de miembros.
establecer los objetivos y las modalidades de aten-
ción adecuadas y de incorporar tanto a la persona

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104 M. Pérez y J.J. Yanguas

6. La posición de los profesionales zan relegando la singularidad o el desarrollo de


abordajes que segmentan limitándose a la dimensión
A lo largo de este artículo hemos tratado las situa- instrumental -aspectos frecuentes en el campo de la
ciones de dependencia y el apoyo informal centrán- intervención- son expresivos de la construcción so-
donos en los efectos de dichas situaciones y en las cial vigente. Y además la refuerzan. Por ello enten-
formas de abordarlas. Las maneras de enfrentar por demos que es necesario incorporar en el debate una
parte de las personas mayores y de las familias las si- perspectica crítica a próposito de las intervenciones
tuaciones de dependencia se inscriben, tal y como profesionales y concretamente de las concepciones y
hemos señalado, en la dinámica familiar y, a la vez, valores que alientan. Evidentemente, las prácticas
se inscriben en el entorno comunitario. Por ello las profesionales no estan exentas de condicionantes y
formas de considerar la vejez y las situaciones de sería absurdo negar su incidencia en las intervencio-
dependencia en cada familia no son ajenas a las nes. Pero, la posibilidad de “tomar distancia” y pen-
construcciones sociales vigentes en cada época. Las sar qué valores propugnamos es una opción abierta a
intervenciones profesionales tampoco lo son. En es- nuestra decisión.
te sentido, la utilización de categorías que uniformi-

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