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SISTEMA URINARIO

El sistema urinario, por medio de la orina, ayuda a desechar


sustancias químicas, tóxicas y desechos que producen las célula
y son transportados por la sangre. Se desechan también restos
de medicamentos.
Este último es el aparato excretor propiamente dicho, que está
formado por un complejo órgano, los riñones, y por los uréteres, la
vejiga y la uretra, que constituyen las vías urinarias.

El aparato urinario o excretor filtra la sangre y elimina los residuos del metabolismo, es
decir, de las transformaciones que experimentan los alimentos que hemos tomado hasta
que se convierten en sustancias asimilables.

Las células obtienen así la energía necesaria para llevar a cabo sus funciones y las
sustancias nocivas, a través de la sangre, pasan a los riñones.

LA SANGRE, ELEMENTO ESENCIAL


En el trabajo realizado por las Células para nutrirse con los componentes básicos de los
alimentos que ingieres se producen residuos. Los hidratos de carbono y las grasas se
transforman en dióxido de carbono y agua, y las proteínas; en nitrógeno, fósforo, azufre,
etc.
La sangre se encarga de transportar las sustancias tóxicas originadas, como amoníaco y
sales, cuya acumulación sería muy peligrosa para tu organismo.
Son los riñones los órganos que habrán de eliminar de la sangre estas sustancias
perjudiciales. Para ello, la sangre entra por las arterias renales y, a través de una red de
vasos y capilares sanguíneos, se dirige a las nefronas de cada riñón, que purifican una
gran parte de la sangre separando de ella el exceso de agua, la sal, la urea y, otras
sustancias de desecho que forman la orina.
La sangre-filtrada vuelve al corazón a través de la vena cava inferior y luego, a los
pulmones, donde se oxigena nuevamente.

LOS RIÑONES
Los riñones son dos órganos de color rojo oscuro y de forma parecida a una habichuela,
de unos 12 cm. de longitud, que están situados en la cavidad abdominal, a la altura de las
últimas vértebras dorsales.

En cada riñón se pueden distinguir las siguientes partes:


 Cápsula exterior, recubre el riñón y es de color blanquecino.
 Zona cortical: parte externa, lisa y de color amarillento.
 Zona medular, parte interna, de color rojizo. Presenta 10 o 12 estructuras piramidales,
las pirámides de Malpighi, cuyos vértices o papilas se orientan hacia el interior del
riñón.
 Pelvis renal: parte del riñón que comunica con el uréter; es un receptáculo donde se
agrupan unas pequeñas bolsas llamadas cálices, que recogen la orina que sale de las
papilas.
 Glándulas suprarrenales: no son una parte del riñón, sino dos glándulas endocrinas,
es decir, que producen hormonas, la cortisona (regula sobre todo el metabolismo de
los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas) y la adrenalina (regula el
funcionamiento del corazón y la dilatación o contracción de los vasos sanguíneos).
La nefrona es la unidad funcional del riñón (hay más de un millón de nefronas en cada
uno). En cada nefrona existen numerosos vasos sanguíneos que se ramifican hasta
convertirse en delgadísimos capilares.

URÉTERES
El organismo ha de desprenderse de las sustancias
nocivas a través de un sistema de conductos
excretores o vías urinarias.
Los uréteres, órgano inicial de las vías urinarias, son
dos conductos, de unos 25-30 cm, que unen cada uno
de los riñones con la vejiga.
Sus paredes están formadas por dos capas:
 Capa mucosa: recubre su parte interna.
 Capa muscular, su tejido muscular liso permite que
el uréter pueda contraerse y, mediante movimientos peristálticos, impulsar la orina
hacia la vejiga.
El extremo superior del uréter es la continuación de la pelvis renal de cada riñón, y el
extremo inferior comunica con la vejiga, donde queda almacenada la orina.

VEJIGA
La vejiga es un órgano muscular elástico,
ubicado en la parte inferior del abdomen, cuya
función consiste en almacenar la orina que
desciende por los uréteres.
El tejido muscular que la forma le otorga una
gran elasticidad para que sea posible retener
un considerable volumen de orina, unos 300-
350 cm3.
En la vejiga hay dos músculos, llamados
esfínteres, que impiden la salida de la orina
hasta que la vejiga está llena.
Un esfínter se encuentra dentro de ella, alrededor del orificio de la uretra, y el otro está en
la uretra, unos 2 cm más abajo. Este segundo esfínter, o esfínter extremo, es el que
podemos contraer a voluntad.
La distensión de la vejiga cuando está llena provoca la contracción del músculo y la
relajación del esfínter interno. Si, de forma voluntaria, relajamos el esfínter extremo,
entonces la orina desciende por la uretra.

URETRA
Las uretras masculina y femenina son diferentes debido a la distinta estructura de sus
órganos de reproducción.
La uretra masculina es un conducto de unos 18 cm de longitud destinado a conducir la
orina y el líquido espermático al exterior. En ella se abren los conductos eyaculadores y
termina en el meato urinario del glande.
La uretra femenina tiene una longitud de 3-4 cm y comprende desde la vejiga hasta el
orificio inferior o meato.

La orina es un líquido transparente, de color amarillento, y lleva disueltas varias


sustancias. Un litro de orina contiene normalmente agua, 10 mg de cloruro de sodio y dos
productos tóxicos: la urea (25 g) y el ácido úrico (0,5 g). La urea es elaborada en el
hígado con los productos procedentes de la combustión de las proteínas y llevados allí
por la sangre.

FORMACIÓN DE LA ORINA

La orina se forma básicamente a través de tres procesos que se desarrollan en los


nefrones. Los tres procesos básicos de formación de orina son:
Filtración
Es un proceso que permite el paso de líquido desde el glomérulo hacia la cápsula de
Bowman por la diferencia de presión sanguínea que hay entre ambas zonas.

El líquido que ingresa al glomérulo tiene una composición química similar al plasma
sanguíneo, pero sin proteínas, las cuales no logran atravesar los capilares glomerulares.
Bajo condiciones normales, la porción celular de la sangre, es decir, los glóbulos rojos,
los glóbulos blancos y las plaquetas, tampoco atraviesan los glomérulos. La razón
anatómica fundamental por la que se produce la filtración del plasma en los glomérulos
se debe, en primer lugar, a la permeabilidad del capilar glomerular; y en segundo lugar, a
que la arteriola eferente tiene un diámetro ligeramente menor al de la arteriola aferente,
por lo que se crean así en el interior del glomerulo las presiones necesarias para que se
produzca la filtración del plasma.

A través del índice de filtrado glomerular, es posible inferir que cada 24 horas se filtran, en
ambos riñones, 180 litros aproximadamente. Los factores que influyen en la filtración
glomerular son: flujo sanguíneo y efecto de las arteriolas aferente y eferente.

Reabsorción
Muchos de los componentes del plasma que son filtrados en el glomérulo, regresan de
nuevo a la sangre. Es el proceso mediante el cual las sustancias pasan desde el interior
del túbulo renal hacia los capilares peritubulares, es decir, hacia la sangre. Este proceso,
permite la recuperación de agua, sales, azúcares y aminoácidos que fueron filtrados en el
glomérulo.

Secreción
Una vez formada la orina en los glomérulos, discurre por los túbulos hasta llegar a la
pelvis renal, desde donde pasa al uréter y llega a la vejiga, lugar donde es almacenada.
Cuando el volumen supera los 250-500 cm³, sentimos la necesidad de orinar, debido a
las contracciones y relajaciones del esfínter, que despierta el reflejo de la micción. La
necesidad de orinar puede reprimirse voluntariamente durante cierto tiempo. La
frecuencia de las micciones varía de un individuo a otro debido a que en ella intervienen
factores personales como son el hábito, el estado psíquico de alegría o tensión, y el
consumo en mayor o menor medida de bebidas alcohólicas. La cantidad de orina emitida
en 24 horas en el hombre es de aproximadamente 1500 cm³. En caso de retención se
puede acumular hasta 3 litros y con cistitis aparecen ganar de orinar hasta con 50 ml. El
aumento por encima de esta cifra se denomina poliuria y la disminución oliguria.
La orina contiene lo siguiente:

 agua
 Urea, un producto residual que se forma cuando las proteínas se descomponen
 urocromo, un producto sanguíneo pigmentado que le da a la orina su característico
color amarillento
 sales
 creatinina, un producto residual que se forma con la descomposición normal del tejido
muscular
 derivados de bilis hepática
 amoníaco

CUIDADOS DEL SISTEMA URINARIO

Diariamente puedes realizar las siguientes pequeñas acciones para cuidar tu sistema
excretor:

Toma abundante agua, por lo menos seis vasos por día. El agua disuelve las sustancias
que están en exceso en nuestro organismo y así es más fácil eliminarlas.

✍ Orina cada vez que tengas ganas. No retengas demasiado tiempo la orina, porque se
pueden producir infecciones.

✍ Mantén limpios los genitales, porque pueden infectarse con hongos y bacterias que
causan inflamaciones y a veces enfermedades graves.

ENFERMEDADES DE LOS RIÑONES:

 CALCULOS RENALES.- Consiste en la formación de cuerpos sólidos al


precipitarse el ácido úrico, los fosfatos y los sulfatos de calcio.
 UREMIA.- Se produce cuando se encuentra en la sangre sustancias
nitrogenadas, debido a la anuria.
 RETENCIÓN.- Pérdida de la facultad de expeler la orina desde la vejiga,
debido al mal funcionamiento de los centros reflejos.
 OLIGURIA.- Cuando la cantidad de orina formada es muy reducida.
 ANURIA.- Cuando los riñones dejan de producir orina.
ENFERMEDADES DEL SISTEMA URINARIO

LA NEFRITIS, o inflamación del riñón, es una de las enfermedades renales más


frecuentes. Sus características principales son la presencia en la orina, en el examen
microscópico, de albúmina (lo que se denomina albuminuria), hematíes y leucocitos, y
cilindros hialinos o granulosos. Es mucho más frecuente en la infancia y adolescencia
que en la edad adulta.

La forma más común de nefritis es la glomerulonefritis, que aparece con frecuencia entre
las tres y las seis semanas después de una infección estreptocócica debido al
mecanismo inmunológico (anticuerpos frente al estreptococo que dañan proteínas
específicas del glomérulo) (véanse conceptos básicos del sistema inmunológico). El
paciente sufre escalofríos, fiebre, cefalea, dolor lumbar, hinchazón o edema de la cara, en
especial alrededor de los ojos, náuseas y vómitos. La orina puede ser escasa y de
aspecto turbio. El pronóstico suele ser positivo y la mayoría de los pacientes se
recuperan sin secuelas, aunque en algunos casos evolucionan hacia una nefritis crónica.
En este tipo de nefritis la lesión renal progresa durante años en los que el paciente está
asintomático.

LA HIDRONEFROSIS es el resultado de la obstrucción del flujo de orina en la vía


excretora, que casi siempre es consecuencia de anomalías congénitas de los uréteres o
de una hipertrofia prostática. La nefroesclerosis, o endurecimiento de las pequeñas
arterias que irrigan el riñón, es un trastorno caracterizado por la presencia de albúmina,
cilindros, y en ocasiones hematíes o leucocitos en la orina (hematuria y leucocituria). Por
lo general se acompaña de enfermedad vascular hipertensiva. La lesión fundamental es
la esclerosis de las pequeñas arterias del riñón con atrofia secundaria de los glomérulos y
cambios patológicos en el tejido intersticial.
LOS CÁLCULOS RENALES, o piedras en el riñón, se pueden formar en éste o en la
pelvis renal por depósitos de cristales presentes en la orina. La mayoría de ellos son
cristales de oxalato de calcio. La infección o una obstrucción, pueden desempeñar un
importante papel en su formación. En algunas ocasiones aparecen cuando el nivel de
calcio en la sangre se eleva de forma anormal como en los trastornos de las glándulas
paratiroides. En otros casos aparecen cuando el nivel de ácido úrico en la sangre es
demasiado alto (véase Gota), por lo general debido a una dieta inadecuada y un
consumo excesivo de alcohol. La ingestión excesiva de calcio y oxalato en la dieta, junto
con un aporte escaso de líquidos, pueden favorecer también la aparición de cálculos. Sin
embargo, en la mayoría de los casos la causa es desconocida. Los cálculos pueden
producir hemorragia, infección secundaria u obstrucción. Cuando su tamaño es pequeño,
tienden a descender por el uréter hacia la vejiga asociados con un dolor muy intenso. El
dolor cólico producido por los cálculos requiere tratamiento con analgésicos potentes o
espasmolíticos, y puede aparecer de forma súbita tras el ejercicio muscular. Una vez que
el cálculo alcanza la vejiga, es posible que sea expulsado por la orina de forma
inadvertida, desapareciendo el dolor. Si el cálculo es demasiado grande para ser
expulsado, es necesario recurrir a la cirugía o a la litotricia, procedimiento que utiliza
ondas de choque generadas por un aparato localizado fuera del organismo, para
desintegrar los cálculos.

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