Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El asma es una afección en la que se estrechan y se hinchan las vías respiratorias, lo cual produce
mayor mucosidad. Esto podría dificultar la respiración y provocar tos, silbido al respirar y falta de
aire.
Para algunas personas, el asma es una molestia menor. Para otras, puede ser un problema
considerable que interfiere en las actividades cotidianas y que puede producir ataques de asma que
pongan en riesgo la vida.
El asma no tiene cura, pero sus síntomas pueden controlarse. Debido a que el asma cambia con el
paso del tiempo, es importante que colabores con el médico para controlar tus signos y síntomas, y
para ajustar el tratamiento según sea necesario.
Prevención
Aunque no exista forma de prevenir el asma, tú y tu médico pueden colaborar para diseñar un plan
detallado a fin de vivir con tu afección y evitar que ocurran ataques de asma.
Sigue un plan de acción para el asma. Con la ayuda del médico y del equipo de atención
médica, redacta un plan detallado para tomar medicamentos y para controlar un ataque de
asma. Luego asegúrate de seguir ese plan.
El asma es una enfermedad permanente que requiere control y tratamiento regulares. Tener el
tratamiento bajo control puede hacerte sentir que tienes más control de tu vida en general.
Vacúnate contra la influenza y contra la neumonía. Estar al día con las vacunas puede evitar que la
influenza y la neumonía desencadenen ataques de asma.
Identifica y evita los desencadenantes del asma. Muchos alérgenos e irritantes del exterior (desde el
polen y el moho hasta el aire frío y la contaminación atmosférica) pueden desencadenar ataques de
asma. Descubre qué causa y empeora el asma y toma las medidas para evitar esos desencadenantes.
Identifica y trata los ataques a tiempo. Si actúas con rapidez, es menos probable que tengas
un ataque grave. Tampoco necesitarás muchos medicamentos para controlar los síntomas.
Cuando las medidas de flujo máximo disminuyan y te alerten sobre un ataque inminente, toma
tus medicamentos tal como esté indicado y deja de hacer inmediatamente cualquier actividad
que pudiera desencadenar el ataque. Si no mejoran los síntomas, obtén ayuda médica tal como
esté indicado en tu plan de acción.
Toma tus medicamentos según las indicaciones. No importa si parece que el asma está mejorando;
nunca modifiques nada sin antes haber hablado con el médico. Es una buena idea llevar los
medicamentos contigo a cada consulta médica para que el médico pueda volver a revisar que estés
tomando correctamente los medicamentos y que estés tomando la dosis que corresponde.
Presta atención al incremento en el uso del inhalador de alivio rápido. Si dependes del inhalador de
alivio rápido, como salbutamol, esto significa que el asma no está bajo control. Consulta con el médico
acerca del ajuste del tratamiento.
Síntomas
Los síntomas del asma varían según la persona. Es posible que tengas ataques de asma con poca
frecuencia, síntomas solamente en ciertos momentos, como cuando haces ejercicio, o síntomas en
todo momento.
Falta de aire
Problemas para dormir causados por falta de aire, tos o silbido al respirar
Un pitido o silbido al respirar que puede oírse al exhalar (el silbido al respirar es un signo
frecuente de asma en los niños)
Tos o silbido al respirar que empeora con un virus respiratorio, como un resfrío o influenza
Los signos que indican que probablemente el asma esté empeorando comprenden:
Aumento de la dificultad para respirar (se calcula con un medidor de flujo máximo, el cual es un
dispositivo que se utiliza para verificar el funcionamiento de los pulmones)
Para algunas personas, los signos y síntomas del asma se exacerban en ciertas situaciones:
Asma provocada por el ejercicio, que puede empeorar con el aire frío y seco
Asma alérgica, desencadenada por sustancias que se encuentran en el aire, como el polen, las
esporas de moho, los residuos de cucarachas o las partículas de la piel y la saliva seca que
pierden las mascotas (caspa de las mascotas)
Tratamiento
Tratamientos del asma: medidas no farmacológicas
El objetivo de estos tratamientos es evitar, en la medida de lo posible, las causas que producen o
desencadenan la enfermedad.
Pólenes: los días de viento, secos y soleados, que es cuando hay una concentración mayor
de polen, es mejor no salir, salvo que sea imprescindible, y en ese caso permanecer al aire
libre el menor tiempo posible; evitar salir al campo y hacer ejercicio al aire libre, viajar con las
ventanillas del coche cerradas y utilizar filtros antipolen en el aire acondicionado; usar gafas
de sol con protección lateral para evitar el contacto del polen con los ojos; y ventilar la casa
durante 15 minutos por las mañanas, para que el resto del día permanezca cerrada.
Ácaros del polvo: disminuir, siempre que sea posible, la humedad ambiental; evitar las
alfombras, moquetas, cortinas, tapicerías, así como un exceso de objetos decorativos, ya que
todos estos elementos acumulan polvo; escoger muebles que se limpien fácilmente con un
paño húmedo; lavar la ropa de cama al menos dos veces por semana; utilizar aspirador
controlando la limpieza de los filtros, y usar fundas antiácaros para el colchón y la almohada.
Hongos: no pasear por terrenos húmedos en otoño y en invierno tras la caída de la hoja,
ventilar asiduamente las estancias oscuras y húmedas de la casa, eliminar las posibles
manchas de humedad de las paredes, techos y ventanas y utilizar pinturas anti-moho, evitar
el exceso de plantas dentro de la vivienda y no visitar graneros, bodegas, sótanos, o lugares
similares donde puedan prosperar estos organismos.
Animales: sacar al animal de la vivienda y realizar después una limpieza exhaustiva. Si esto
no es posible, impedir que el animal entre en el dormitorio, y lavarlo una vez por semana.
Existen, además, productos que disminuyen la “carga alérgica” mejorando así los síntomas.
Fármacos: alrededor del 10% de las personas con asma tienen intolerancia al ácido acetil
salicílico (aspirina) y sus derivados, por lo que debe evitarse su ingestión.
Se presenta sobre todo en personas con una larga historia previa de tabaquismo (se
estima que el 90% de los casos de EPOC son consecuencia directa del humo del
tabaco), y sus principales síntomas son la tos y expectoración, y la dificultad para respirar
o disnea. El uso en el interior de los hogares de combustibles sólidos (leña, carbón…)
para cocinar y calentar el habitáculo también eleva el riesgo de sufrirla.
Los últimos datos hablan de 210 millones de afectados en todo el mundo, alrededor de
2,9 millones de ellos habitan en España. Este problema se estima que es el causante
de más de 29.000 muertes anuales en nuestro país, según datos de la SEPAR, siendo la
cuarta causa de muerte en España, y la quinta en todo el planeta, y las estimaciones para
el 2030 apuntan que podría ser la cuarta e incluso la tercera
Prevención
Como en muchas enfermedades respiratorias, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) se puede prevenir. La principal causa de la EPOC es el tabaco por lo que la primera medida
que debes tomar es dejar de fumar.
Dejar el hábito del tabaco es un gran reto, ya que no es una tarea fácil, pero recuerda que hoy en día
existen muchos medios que te ayudan en este proceso. Pedir ayuda a tus familiares y amigos, a tu
médico o incluso a grupos de apoyo te servirán de impulso para cumplir con tu objetivo de
abandonar el tabaquismo.
¿No fumas? ¡Qué excelente noticia! Sin embargo, recuerda que el humo de las personas que fuman
a tu alrededor también te puede perjudicar. En este caso, serías un fumador pasivo y sufres los
efectos del tabaco de los demás. Pídele a tus seres queridos que fumen fuera de tu casa y que
eviten fumar a tu alrededor, de esta manera evitarás inhalar el humo expulsado por ellos.
Además del tabaco, también debes evitar inhalar otras sustancias que son irritantes para tus
pulmones, como por ejemplo ambientes contaminados, vapores químicos, etc.
Tomando estas medidas preventivas reducirás las probabilidades de desarrollar EPOC en el futuro
¡No dejes de cuidarte
Síntomas de la EPOC
Los principales síntomas de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) son la tos,
habitualmente con moco, y la dificultad para respirar o disnea. En estadios más iniciales,
aparecen sobre todo al hacer ejercicio, y en estadios más avanzados y en las reagudizaciones
pueden afectar incluso a actividades de la vida cotidiana como vestirse, asearse o comer.
Tratamiento
Los principales objetivos para el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC) consisten en disminuir la progresión de la enfermedad, aliviar y tratar los
síntomas y las reagudizaciones, mejorar la calidad de vida de los pacientes, y disminuir la
mortalidad.
Dejar de fumar es la medida más importante para disminuir el riesgo de desarrollar
EPOC y para frenar la progresión de la enfermedad, incluso después de una larga
historia de tabaquismo. Existen, además de las medidas de apoyo psicológico,
varios medicamentos que ayudan a controlar la ansiedad que produce el abandono
del hábito tabáquico, como terapia sustitutiva con nicotina (en forma de chicles,
parches transcutáneos, tableta sublingual, grageas…), y algunos antidepresivos o
sustancias de reciente aparición, que actúan en el organismo de forma similar a la
nicotina.
Menos frecuentes son los tratamientos quirúrgicos para la EPOC, como la cirugía de
reducción de volumen pulmonar (en algunos casos de enfisema severo), la bullectomía
(muy poco utilizada, elimina las partes del pulmón que están dañadas por la formación de
bullas o aumento de tamaño de los bronquios más pequeños), o el trasplante pulmonar.
Nunca se utilizan de primera elección.
Todos los pacientes con EPOC deben vacunarse anualmente contra la gripe estacional, y
cada cinco años contra el neumococo, bacteria implicada de forma frecuente en
infecciones que afectan al pulmón (neumonía). De esta forma se intenta disminuir la
frecuencia e intensidad de las reagudizaciones.
Toc
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tiene un patrón de pensamientos y miedos irracionales
(obsesiones) que te hacen tener comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y
compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucha angustia.
Tal vez intentes ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta la angustia y la ansiedad.
En última instancia, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés.
A pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan,
estos vuelven una y otra vez. Esto produce un comportamiento más ritualista: el círculo vicioso del
TOC.
El TOC suele centrarse en determinados temas, por ejemplo, un miedo a contaminarse con
gérmenes. Para aliviar el miedo a contaminarse, puede que te laves las manos compulsivamente
hasta que estén doloridas y agrietadas.
Si tienes TOC, tal vez sientas pena y vergüenza por la enfermedad, pero el tratamiento puede ser
eficaz.
Prevención
No existe una manera segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, obtener
tratamiento tan pronto como sea posible puede ayudar a prevenir que este trastorno empeore y
altere tus actividades y tu rutina diaria.
Síntomas
El trastorno obsesivo-compulsivo en general incluye obsesiones y compulsiones. Sin embargo,
también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de compulsión. Puedes darte
cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o no razonables, pero te
consumen muchísimo tiempo e interfieren en tu rutina diaria y en tus actividades sociales o
laborales.
Tratamiento
El tratamiento para el trastorno obsesivo compulsivo puede no resultar en la cura, pero puede ayudar
a controlar los síntomas para que no controlen tu vida diaria. Algunas personas necesitan tratamiento
durante toda la vida.
Los dos tratamientos principales para el TOC son la psicoterapia y los medicamentos. A menudo, el
tratamiento es más efectivo si se combinan ambas cosas.
Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de psicoterapia efectiva para
muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo. La exposición con
prevención de la respuesta (EPR), un tipo de terapia cognitivo conductual (TCC),
implica tu exposición gradual a objetos temidos u obsesiones, como la suciedad y
enseñarte maneras saludables para hacer frente a tu ansiedad. La EPR implica
esfuerzo y práctica, pero podrás disfrutar de una mejor calidad de vida una vez que
aprendas a controlar tus obsesiones y compulsiones.
Medicamentos
Clomipramina (Anafranil), para adultos y para niños a partir de los 10 años
Prevención
En la prevención de la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) son fundamentales las
siguientes medidas:
Hay que tener en cuenta que las vacunas PCV13 y PPSV23 no se deben administrar al mismo
tiempo. Si se recomiendan las dos vacunas, se debe recibir primero una dosis de la PCV13, seguida
de una dosis de la PPSV23 en otra visita médica, en general al cabo de 6 meses.
La vacuna antigripal o vacuna contra la gripe (influenza). La gripe o influenza es una enfermedad
que en algunos casos puede llevar a la hospitalización y, en ciertas ocasiones, incluso provocar la
muerte. En España, la epidemia gripal ocurre desde el final del otoño hasta el principio de la
primavera. En general, la gripe afecta al 1–5% de la población, sin embargo, en casos de epidemia,
puede llegar afectar al 40–50% de las personas mayores de 65 años.
La vacuna antigripal se debe administrar a todas las personas con un mayor riesgo de
complicaciones (ancianos, personas con enfermedades crónicas, embarazadas) o en personas
sanas que estén en estrecho contacto con personas de alto riesgo de desarrollarlas (personal
sanitario).
Se recomienda a las personas alérgicas al huevo, hablar con su médico de cabecera antes de recibir
la vacuna.
Dejar de fumar. Fumar incrementa por 4 el riesgo de tener una NAC. En los pacientes jóvenes, esto
aumenta el riesgo de sufrir una NAC invasiva (bacteremia). El abandono del hábito tabáquico
disminuye a la mitad el riesgo de NAC en los siguientes 5 años.
Reducir el consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol está asociado con el mayor
riesgo de que la neumonía sea más grave, debido a que afecta a componentes esenciales del
sistema inmune. A esto se le añade que las personas alcohólicas, con frecuencia, desarrollan daño
hepático, así como malnutrición, lo que incrementa el riesgo de tener neumonía.
Evitar el contacto con niños enfermos. Evitar el contacto con niños que estén enfermos, sobre
todo con aquellos que tengan una infección respiratoria. Esta recomendación, sobre todo, va dirigida
a las personas adultas mayores no vacunadas y que sufran de alguna enfermedad crónica que les
haga más vulnerables a las infecciones.
Mantener una adecuada higiene bucal. Una mala higiene bucal incrementa el riesgo de tener una
neumonía. La mala higiene bucal contribuye a la formación de placa y colonización de la boca por
microorganismos que pueden alcanzar los pulmones cuando ocurren microaspiraciones. La mayoría
de los estudios que demuestran esta asociación entre la mala higiene bucal y el riesgo de neumonía,
se han enfocado especialmente en el paciente adulto mayor y en aquellas personas que están en
una residencia. Por ello, se recomienda a estas poblaciones en especial, la visita al dentista, como
mínimo una vez al año
Síntomas
Los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y dependen de varios factores,
como el tipo de germen que causó la infección, tu edad y tu salud en general. Los signos y síntomas
moderados suelen ser similares a los de un resfrío o una gripe, pero duran más tiempo.
Fatiga
Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor
Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años y personas con un
sistema inmunitario débil)
Puede que los recién nacidos y bebés no muestren signos de estar sufriendo la infección. O bien,
pueden vomitar, tener fiebre y tos, parecer inquietos o cansados y sin energía, o presentar dificultad
para respirar y comer.
Tratamiento
Para decidir cuál es el tratamiento adecuado de una neumonía hay que clasificar a los pacientes
según el riesgo que presenten y, en función de la gravedad de los síntomas, se instaura un
tratamiento ambulatorio, o se deriva al paciente para ingreso hospitalario. Parara ello se suelen
utilizar algunas escalas que valoran estos aspectos y que permiten a los médicos de manera objetiva
decidir el lugar de tratamiento según la probabilidad de complicaciones (Escala de Fine y escala de
CURB-65):
Pacientes que no requieren ingreso hospitalario: Pacientes sanos que presentan una
neumonía adquirida en la comunidad sin datos de gravedad inicial, pacientes jóvenes sin
factores de riesgo, menores de 65 años sin factores de riesgo añadidos. Estos pacientes
realizarán tratamiento y seguimiento ambulatorio.
Pacientes que requieran ingreso en unidad de hospitalización convencional: mayores de 65
años o con patologías añadidas o factores de riesgo asociados, y todos aquellos en los que la
gravedad de la presentación de la sintomatología o la presencia de otros factores de riesgo de
complicación, ya expuestos en el punto anterior, hagan aconsejable el ingreso hospitalario.
Pacientes que requieran ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos: necesario ante
situaciones de extrema gravedad como insuficiencia respiratoria severa, pacientes inestables
con alteración de las constantes vitales, fallo en el funcionamiento del riñón, alteración del
sistema de coagulación, meningitis o estado de coma.
Bronquitis
La bronquitis es el resultado de la inflamación de los conductos que transportan el aire al interior de los
pulmones y de ellos de nuevo al exterior, para así llevar a cabo la respiración. Estos conductos, que se
conocen como bronquios (y conectan la tráquea a los pulmones), son también el canal de salida de las
secreciones que se forman a este nivel.
Cuando los bronquios están inflamados o infectados entra menos aire a los pulmones y también
sale menos cantidad. Como consecuencia, se tose mucho expulsando esputo o flema.
Se dice que la bronquitis es crónica cuando este tipo de tos es persistente y cuando no hay otra
enfermedad subyacente que pueda explicar su origen.
Prevalencia e incidencia
La bronquitis aguda es más frecuente en otoño e invierno, ya que los microbios que las ocasionan
sobreviven y se multiplican más fácilmente en un ambiente frío. Es complicado saber su incidencia es difícil
porque cuando los síntomas son leves los pacientes no consultan en los centros de salud, dificultando así
el cálculo pormenorizado de los casos.
Prevención
"La prevención se centra, fundamentalmente, en proteger la vía aérea en los ambientes fríos y
cumplir las normas explicadas anteriormente para evitar el contagio
Síntomas
La bronquitis se manifiesta habitualmente con tos, mucosidad con salida oral y, en
ocasiones dificultad respiratoria como consecuencia de la reducción del calibre de los
bronquios. Puede acompañarse también, en ocasiones, de febrícula, a partir de 37ºC, o fiebre,
a partir de 38ºC.
Los síntomas de la bronquitis crónica empeoran cuando aumentan las concentraciones
de dióxido sulfúrico y de otros contaminantes en el aire, y lo hacen aún más cuando los afectados
fuman. A menudo, las personas no prestan atención a la bronquitis crónica hasta que la
enfermedad está en una etapa avanzada, porque creen erróneamente que la bronquitis no
supone un riesgo importante. Cuando el paciente finalmente va al médico, muchas veces sus
pulmones ya están lesionados y el riesgo de padecer problemas respiratorios graves o de
sufrir un fallo cardiaco es elevado.
Tratamientos
El tratamiento va dirigido al control y mejoría de los síntomas, así como a la causa
sospechada:
Hidratación: es importante la ingesta de líquidos, preferiblemente de agua.
Antibiótico: solo si se sospecha que la causa es una bacteria y únicamente prescrito por el
médico. En los niños, la amoxicilina es el fármaco de elección habitual.
Prevención
La principal acción para prevenir la rinitis es evitar el polen. Las recomendaciones que dan desde el
Servicio Madrileño de Salud son:
Evitar las horas del día donde las cantidades de polen son más altas, especialmente las horas de la
mañana.
Cuando los árboles, las flores y el moho están floreciendo los especialistas recomiendan no realizar
actividades al aire libre.
Mantener las ventanas cerradas de casa para evitar que entre el polen. La primera hora de la mañana es
la mejor para ventilar.
Viajar en coche con las ventanillas cerradas y evitar utilizar la bicicleta y la moto.
No realizar o intentar no practicar actividades al aire libre los días calurosos de verano.
Evitar objetos que pueden almacenar polvo: cortinas y alfombras, sobre todo en los dormitorios.
Si el paciente tiene una mascota que suelte pelo debe aspirar la casa con frecuencia y evitar que el animal
esté cerca de cortinas, alfombras y los dormitorios.
Síntomas
La rinitis estacional aparece con la llegada del polen. Los afectados pueden notar en la nariz, el paladar, la
parte posterior de la garganta y los ojos un picor que empieza de forma gradual o bruscamente. Por lo
general, los pacientes presentan ojos llorosos, estornudos y la caída de agüilla clara por la nariz.
Algunas personas pueden tener dolor de cabeza, tos, y jadeos. Además pueden estar irritables y
deprimidas; pierden el apetito y tienen dificultades para conciliar el sueño.
Si la rinitis viene acompañada con conjuntivitis los pacientes pueden tener también picor ocular, lagrimeo
y ojos hinchados y enrojecidos.
"Se puede diferenciar fácilmente de un simple resfriado ya que éste suele durar de 7 a 10 días y a
veces se acompaña de otros síntomas como fiebre y malestar general",
Tratamiento
Si el origen de la rinitis se asocia a un alérgeno concreto, como por ejemplo los ácaros del polvo
doméstico, el tratamiento de la rinitis sería evitar que el alérgeno entre en contacto con el paciente.
En el caso de los ácaros, por ejemplo, unas buenas medidas preventivas ayudan a reducir su impacto,
como poner fundas especiales en el colchón, lavar semanalmente con agua a más de 60 grados
centígrados la ropa de la cama y quitar las moquetas y alfombras de la casa.
Sin embargo, no siempre es así de sencillo rehuir el foco de riesgo –entre otras razones, porque la persona
alérgica lo suele ser a varias sustancias a la vez, no todas ellas fácilmente controlables-, por lo que en la
mayoría de los casos y más en aquellos en los que la causa de la rinitis es intrínseca o desconocida, la
acción terapéutica debe sustentarse en el empleo de medicamentos.
Los expertos señalan que el tratamiento farmacológico debe adaptarse a los síntomas y a la gravedad de
los mismos. En la actualidad, los más utilizados son los fármacos tópicos y los orales.
En el caso de los tópicos, éstos son más eficaces para tratar de forma aislada el órgano afecto. En esta
categoría se incluyen antihistamínicos, descongestionantes y los más efectivos en rinitis alérgica,
los corticoides intranasales.
En cuanto al tratamiento oral, los más utilizados son los antihistamínicos orales y los corticoides
intranasales para controlar la congestión nasal.
“Siempre que sea posible es recomendable utilizar un antihistamínico de segunda generación debido a
razones de seguridad, ya que producen menos efectos secundarios”, añaden.
A estos tratamientos Rodríguez Jiménez añade la inmunoterapia específica que "en muchos casos es el
único tratamiento que cambia el curso de la enfermedad". En este caso "la duración del tratamiento es de 3
a 5 años".
El tratamiento en niños "será el mismo pero con las dosis adecuadas a la edad del paciente". La
inmunoterapia "generalmente se administra a partir de los 5 años".
Diabetes
La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy
altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a
que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no
produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de
manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. Puede dañar
los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas,
derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas también
pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional.
Un análisis de sangre puede mostrar si tiene diabetes. Un tipo de prueba, la A1c, también puede
comprobar cómo está manejando su diabetes. El ejercicio, el control de peso y respetar el plan de
comidas puede ayudar a controlar la diabetes. También debe controlar el nivel de glucosa en sangre
y, si tiene receta médica, tomar medicamentos.
Prevención
Si está en riesgo de desarrollar diabetes, es posible que pueda evitarla o retrasarla. La mayoría de
las cosas que debe hacer implican un estilo de vida más saludable. Si realiza estos cambios,
obtendrá además otros beneficios de salud. Puede reducir el riesgo de otras enfermedades y
probablemente se sienta mejor y tenga más energía. Los cambios son:
Perder peso y mantenerlo. El control del peso es una parte importante de la prevención de la
diabetes. Es posible que pueda prevenir o retrasar la diabetes al perder entre el cinco y el 10 por
ciento de su peso actual. Por ejemplo, si pesa 200 libras (90.7 kilos), su objetivo sería perder entre
10 y 20 libras (4.5 y 9 kilos). Y una vez que pierde el peso, es importante que no lo recupere
Seguir un plan de alimentación saludable. Es importante reducir la cantidad de calorías que
consume y bebe cada día, para que pueda perder peso y no recuperarlo. Para lograrlo, su dieta debe
incluir porciones más pequeñas y menos grasa y azúcar. También debe consumir alimentos de cada
grupo alimenticio, incluyendo muchos granos integrales, frutas y verduras. También es una buena
idea limitar la carne roja y evitar las carnes procesadas
Haga ejercicio regularmente. El ejercicio tiene muchos beneficios para la salud, incluyendo
ayudarle a perder peso y bajar sus niveles de azúcar en la sangre. Ambos disminuyen el riesgo de
diabetes tipo 2. Intente hacer al menos 30 minutos de actividad física cinco días a la semana. Si no
ha estado activo, hable con su proveedor de salud para determinar qué tipos de ejercicios son los
mejores para usted. Puede comenzar lentamente hasta alcanzar su objetivo
No fume. Fumar puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que puede llevar a tener diabetes
tipo 2. Si ya fuma, intente dejarlo
Hable con su proveedor de atención médica para ver si hay algo más que pueda hacer para
retrasar o prevenir la diabetes tipo 2. Si tiene un alto riesgo, su proveedor puede sugerirle tomar
algún medicamento para la diabetes
Síntomas
Los síntomas de la diabetes incluyen:
Tratamiento
Según el tipo de diabetes que tengas, el control del nivel de azúcar en sangre, la insulina y los
medicamentos orales pueden influir en tu tratamiento. Una alimentación sana, un peso saludable y la
actividad regular también son factores importantes en el control de la diabetes.
Una parte importante de controlar la diabetes, al igual que tu salud en general, es mantener un peso
saludable a través de una dieta sana y un plan de ejercicios:
Alimentación saludable. En contra de la creencia popular, no existe una dieta específica para
la diabetes. Tendrás que seguir una dieta con más frutas, verduras y granos integrales
(alimentos que son muy nutritivos y ricos en fibra, y con bajo contenido de grasa y calorías) y
reducir el consumo de grasas saturadas, hidratos de carbono refinados y dulces. De hecho, es
el mejor plan de alimentación para toda la familia. Los alimentos azucarados están permitidos
de vez en cuando, siempre y cuando formen parte de tu plan de comidas.
Sin embargo, entender qué comer y en qué cantidad puede ser un desafío. Un especialista en
nutrición certificado puede ayudarte a crear un plan de comidas que se adapte a tus metas de
salud, tus preferencias alimenticias y tu estilo de vida. Es probable que ese plan incluya un
cálculo de hidratos de carbono, en especial si tienes diabetes tipo 1.
Actividad física. Todos necesitan hacer ejercicio aeróbico con regularidad, y los diabéticos no
son la excepción. El ejercicio disminuye el nivel de azúcar en sangre al trasladar el azúcar a las
células, donde se utiliza como fuente de energía. El ejercicio también aumenta tu sensibilidad a
la insulina; esto quiere decir que el cuerpo necesita menos insulina para transportar el azúcar a
las células.
Obtén la aprobación de tu médico para hacer ejercicio. Luego elige actividades que disfrutes,
como caminar, nadar o andar en bicicleta. Lo más importante es que incorpores la actividad
física en tu rutina diaria.
Trata de hacer al menos 30 minutos o más de ejercicio aeróbico la mayoría de los días de la
semana. Los periodos de actividad pueden ser de tan solo 10 minutos, tres veces al día. Si no
has hecho actividad durante un tiempo, comienza despacio y aumenta gradualmente.
Hipertensión arterial
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida
que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir la
presión arterial alta.
Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas
incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los
ojos y otros problemas de salud.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se
denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por
ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg).
Uno o ambos números pueden ser demasiado altos. (Nota: estas cantidades aplican a personas que
no están tomando medicamentos para la presión arterial y para quienes no están enfermos).
Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las
veces.
Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son
mayores de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número
inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
Prevención
Si tiene presión arterial normal
si usted no tiene presión arterial alta, puede tomar medidas para prevenirla. los hábitos saludables
pueden ayudarle a mantener una presión arterial normal.
Cumpla el plan de tratamiento que el médico le recete para controlar la presión arterial. este
tratamiento puede servir para prevenir o retrasarla la enfermedad coronaria, los accidentes
cerebrovasculares, las enfermedades de los riñones y otros problemas de salud.
Niños y adolescentes
Un estilo de vida saludable puede servir para prevenir la presión arterial alta en niños y
adolescentes. recomendaciones:
Síntomas
La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas, incluso si las
lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente elevados.
Algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar o
sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan
hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal.
Tratamiento
Diagnóstico y tratamiento
Cambiar el estilo de vida es muy importante en el control de la presión arterial alta. El médico puede
recomendar los siguientes cambios en el estilo de vida:
Se da en cualquier edad, pero, con mayor frecuencia en los lactantes y niños menores de cinco
años, quienes pueden presentar complicaciones como sepsis, deshidratación y muerte.
Al año en el mundo mueren cerca de 2 millones de niños menores de cinco años a causa de la EDA.
En Colombia es la tercera causa de muerte en niños menores de cinco años y la cuarta en menores
de un año.
Desde el año 2009 el Ministerio de Salud y Protección Social incluyo el EDA entre las enfermedades
prioritarias para el desarrollo de una guía de atención integral. Que tiene como objetivo la
prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad
Prevención
Promover la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida.
Desinfección, manejo y conservación del agua.
Cocer los alimentos, sobre todo pescados y mariscos.
Lavar frutas y verduras con agua y jabón; utilizar agua potable.
Lavarse las manos antes de la preparación e ingesta de alimentos, después de ir al baño,
cambiar pañales o manejo de basura.
Síntomas
Los signos y síntomas asociados con la diarrea pueden ser los siguientes:
Calambres abdominales
Dolor abdominal
Fiebre
Hinchazón
Náuseas
Prevención
No hay vacuna para prevenir el dengue. La mejor medida de prevención para residentes que viven
en áreas infestadas con el Aedes aegypti es eliminar los lugares donde el mosquito pone sus
huevos, principalmente los envases artificiales que acumulan agua.
Síntomas
El dengue se caracteriza por el desarrollo rápido de una fiebre que puede durar entre cinco y siete
días, con dolores intensos de cabeza, articulares, musculares y erupción. La erupción se desarrolla
en los pies o las piernas, entre tres y cuatro días después de haber aparecido la fiebre. La forma
hemorrágica del dengue es más grave y se asocia con pérdida del apetito, vómitos, fiebre alta, dolor
de cabeza y dolor abdominal. Pueden ocurrir shock e insuficiencia circulatoria. El dengue
hemorrágico sin tratamiento causa la muerte hasta en el 50 por ciento de los casos.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para el dengue. Con frecuencia, se utilizan líquidos intravenosos
y terapia de oxígeno en los pacientes que sufran un shock durante su enfermedad.
Dengue clásico
El dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos que ocurre en zonas tropicales y
subtropicales del mundo. El dengue leve ocasiona fiebre alta, erupción cutánea, y dolor muscular y
articular. Una forma grave del dengue, también llamada «fiebre hemorrágica del dengue», puede
ocasionar sangrado intenso, descenso repentino de la presión arterial (choque) y la muerte.
Millones de casos de infección por dengue ocurren anualmente en todo el mundo. El dengue es más
frecuente en el sudeste asiático y las islas del Pacífico occidental, pero la enfermedad ha aumentado
rápidamente en América Latina y el Caribe.
Los investigadores están trabajando en vacunas contra el dengue. Por el momento, la mejor
prevención es reducir el hábitat del mosquito en zonas donde el dengue es frecuente.
Prevención
Una vacuna contra el dengue, Dengvaxia, está aprobada para su uso en las personas de 9 a
45 años de edad que viven en zonas con alta incidencia de dengue. La vacuna se administra en tres
dosis a lo largo de 12 meses. La vacuna Dengvaxia previene las infecciones de dengue en poco más
que la mitad de las veces.
La vacuna está aprobada únicamente para niños mayores porque los niños más pequeños que la
reciben parecen tener un mayor riesgo de presentar dengue grave y requerir hospitalización dos
años después de recibir la vacuna.
La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization) hace hincapié en que la vacuna no
es una herramienta efectiva, por sí sola, para reducir el dengue en las zonas en donde la
enfermedad es frecuente. Controlar las poblaciones de mosquitos y la exposición de los seres
humanos sigue siendo la medida de prevención más importante.
Así que, por ahora, si vives o viajas a un área afectada por el dengue, la mejor manera de evitar el
dengue es evitar las picaduras del mosquito que transmite la enfermedad.
Síntomas
Muchas personas, especialmente los niños y los adolescentes, pueden tener signos o síntomas
durante un caso leve de dengue. Cuando los síntomas se presentan, por lo general, comienzan entre
cuatro y siete días después de la picadura de un mosquito infectado.
El dengue provoca fiebre alta, de 104 °F (40 °C), y, por lo menos, dos de los síntomas que se indican
a continuación:
Dolor de cabeza
Náuseas
Vómitos
Glándulas inflamadas
Erupción cutánea
Tratamiento
Tratamiento del dengue. Para tratar los síntomas del dengue se puede tomar paracetamol,
abundantes líquidos y guardar reposo. No existe ningún medicamento en la actualidad dirigido a
combatir el virus del dengue, por lo tanto sólo se puede realizar un tratamiento para aliviar los
síntomas
Infecciones urinarias
Una infección de las vías urinarias es una infección que se produce en cualquier parte del aparato
urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones ocurren en las
vías urinarias inferiores (la vejiga y la uretra).
Las mujeres son más propensas a contraer una infección urinaria que los hombres. La infección que
se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta. Sin embargo, puedes tener consecuencias graves
si la infección urinaria se extiende a los riñones.
Por lo general, los médicos tratan las infecciones de las vías urinarias con antibióticos. Pero puedes
tomar medidas para reducir las probabilidades de contraer una infección urinaria en primer lugar.
Prevención
Puedes adoptar las siguientes medidas para reducir el riesgo de infección de las vías urinarias:
Bebe mucho líquido, especialmente agua. Beber agua ayuda a diluir la orina y garantiza que
orinarás con mayor frecuencia, lo que permite expulsar las bacterias de las vías urinarias antes
de que pueda comenzar la infección.
Bebe jugo de arándanos rojos. Si bien los estudios no son concluyentes sobre las
propiedades del jugo de arándanos rojos para evitar las infecciones urinarias, probablemente no
sea dañino.
Límpiate desde adelante hacia atrás. Hacerlo de esta forma después de orinar y evacuar los
intestinos ayuda a evitar que las bacterias de la región anal se propaguen a la vagina y la
uretra.
Vacía la vejiga poco después de tener relaciones sexuales. También bebe un vaso lleno de
agua para ayudar a expulsar las bacterias.
Cambia tu método anticonceptivo. Los diafragmas o los preservativos sin lubricante o con
espermicida pueden contribuir al crecimiento de bacterias
Síntomas
Las infecciones de las vías urinarias no siempre causan signos y síntomas, pero cuando lo hacen,
estos pueden comprender:
Orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (un signo de sangre en la orina)
Dolor pélvico en las mujeres, especialmente en el centro de la pelvis y alrededor de la zona del
hueso púbico
Tratamientos
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las infecciones de las vías
urinarias. Los medicamentos que te receten y el tiempo de uso dependen de tu estado de salud y del
tipo de bacterias que se encuentren en la orina.
Infección simple
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones urinarias simples comprenden:
Fosfomicina (Monurol)
Cefalexina (Keflex)
Ceftriaxona
Infecciones frecuentes
Si tienes infecciones urinarias frecuentes, el médico puede darte ciertas recomendaciones
relacionadas con el tratamiento, por ejemplo:
Antibióticos de dosis baja, inicialmente durante seis meses, aunque a veces por más tiempo
Una sola dosis de antibiótico después de tener relaciones sexuales si las infecciones están relacionadas
con la actividad sexual
Infección grave
Si la infección urinaria es grave, es posible que necesites tratamiento con antibióticos intravenosos
en un hospital.
Celulitis
La celulitis es una infección cutánea bacteriana común y potencialmente seria. La piel afectada tiene
un aspecto inflamado y rojo, y suele ser dolorosa y caliente al tacto.
Por lo general, la celulitis afecta la piel en la parte inferior de las piernas, pero puede presentarse en
el rostro, los brazos y otras zonas. Esta enfermedad sucede cuando entran bacterias en la piel a
través de una fisura o rotura.
Si no se trata, la infección se puede diseminar a los ganglios linfáticos y al torrente sanguíneo, con
rapidez puede poner la vida en riesgo. Por lo general, no se contagia entre personas.
Prevención
Para no tener que recurrir a estos tratamientos lo mejor es intentar anticiparse a la aparición de
celulitis. Aunque no hay soluciones mágicas, manteniendo hábitos saludables es más difícil
desarrollar celulitis. Estas medidas preventivas son:
Dejar de fumar, evitar el café, el alcohol, los alimentos refinados, fritos y altos en grasas, la
ingesta excesiva de sal y el déficit de fibra en la dieta.
Síntomas
Los signos y síntomas posibles de la celulitis, que suele ocurrir en un lado del cuerpo, incluyen los
siguientes:
Hinchazón
Sensibilidad
Dolor
Sensación de calor
Fiebre
Manchas rojas
Ampollas
Piel de naranja
Tratamiento
Dentro de los tratamientos médicos para combatir la celulitis existen varias alternativas:
Prevención
La escabiosis es muy contagiosa y se transmite con facilidad mediante el contacto de piel a piel. Por
lo tanto, la única forma de prevenir la sarna es no tener contacto íntimo cercano con nadie. También,
debes evitar tocar o compartir ropa con personas infectadas antes de que hayan
finalizado su tratamiento.
Usar condón es excelente para la prevención de otras ETS (como el VIH), pero no te protege contra
la sarna. La sarna puede asustar un poco, en especial porque es muy contagiosa. No obstante,
intenta no obsesionarte con el contagio. Lo bueno es que la sarna es fácil de tratar y usualmente no
causa problemas graves de salud.
Síntomas
El síntoma principal es el intenso prurito, que clásicamente empeora a la noche, aunque el
momento del día no es específico de la escabiosis.
Tratamiento
Permetrina o lindano tópicos
El tratamiento primario es con escabicidas tópicos u orales (ver Opciones terapéuticas para la
escabiosis). La permetrina es el fármaco de primera elección.
En los niños mayores y los adultos, debe aplicarse permetrina o lindano en todo el cuerpo, desde
el cuello hacia abajo y lavar luego de 8 a 14 horas. A menudo se prefiere la permetrina porque el
lindano puede ser neurotóxico. Es necesario repetir el tratamiento a los 7 días.
Conjuntivitis
La conjuntivitis es una inflamación de la cubierta delgada transparente de la parte blanca del ojo y
del interior de los párpados (la conjuntiva).
A pesar de ser transparente, la conjuntiva contiene vasos sanguíneos que recubren la esclerótica
(parte blanca) del ojo.
Cualquier agente que desencadene una inflamación, causará la dilatación de los vasos sanguíneos
de la conjuntiva, provocando unos ojos rojos e inyectados en sangre.
Prevención
Ahora que conoce lo fundamental de la conjuntivitis viral y otras formas de conjuntivitis, ¿qué puede
hacer para protegerse a usted y sus hijos?
Aquí tiene 10 precauciones simples que puede tomar en cuenta para reducir significativamente el
riesgo de contraer conjuntivitis:
1. Nunca comparta elementos de higiene personal como paños, toallas para las manos y
pañuelos.
2. Cúbrase la nariz y la boca al toser y estornudar, y evite refregar o tocar los ojos.
3. Nunca (JAMÁS) comparta sus lentes de contacto de color o lentes para efectos especiales
con amigos.
4. Lávese las manos con frecuencia, especialmente cuando se encuentra en escuelas u otros
lugares públicos.
5. Lleve siempre con usted un desinfectante para manos y úselo con frecuencia.
6. Limpie con frecuencia superficies como mesadas de cocina, artefactos de baño, canillas y
teléfonos compartidos, con un limpiador antiséptico apropiado.
7. Si sufre de alergias estacionales, consulte a su médico qué puede hacer para minimizar los
síntomas antes de que comiencen.
8. Si usa lentes de contacto, asegúrese de que sigue los consejos de su optometrista u
oftalmólogo para su cuidado y recambio; utilice correctamente las soluciones de lentes de
contacto, o considere cambiarse a lentes de contacto desechables diaros.
9. Si va a nadar, utilice gafas de natación para proteger sus ojos de bacterias u otros
microorganismos que se encuentran en el agua y que pueden causar conjuntivitis.
10. Antes de ducharse, usar un jacuzzi o meterse en agua de cualquier tipo, quítese los lentes de
contacto para evitar retener bacterias entre sus ojos y los lentes.
Síntomas
El síntoma principal de la conjuntivitis es una apariencia rosada del ojo. Los otros síntomas
dependen del tipo de conjuntivitis que se contraiga:
Conjuntivitis viral. Lagrimeo y picazón en los ojos; sensibilidad a la luz. Pueden estar
afectados uno o ambos ojos. Es altamente contagiosa; puede propagarse por la tos o
estornudos.
Conjuntivitis bacteriana. Se observa una secreción del ojo amarillenta o verde-amarillenta y
pegajosa en la angulo interno del mismo. En algunos casos, esta secreción puede ser tan
abundante que provoca que se peguen los párpados al despertarse. Pueden verse afectados
uno o ambos ojos. Es contagiosa (usualmente por contacto directo con las manos infectadas o
elementos que hayan tocado el ojo).
Conjuntivitis alérgica. Lagrimeo, ardor, picazón en los ojos; puede estar acompañado de
mucosidad y congestión nasal, así como sensibilidad a la luz. Ambos ojos se ven afectados.
No es contagiosa.
Tratamiento
Como es de esperar, el tratamiento también depende del tipo de
conjuntivitis contraída:
Conjuntivitis viral. En la mayoría de los casos, la conjuntivitis viral seguirá su curso en un
período de algunos días sin necesidad de un tratamiento médico. Un remedio casero es el
aplicar paños mojados fríos en los ojos, varias veces al día, para aliviar los síntomas. (Debido
a la naturaleza altamente contagiosa de este tipo de conjuntivitis, ¡asegúrese de no compartir
estos paños con otras personas!).
Conjuntivitis bacteriana. Su optometrista u oftalmólogo usualmente le prescribirá gotas de
antibiótico para los ojos o pomadas para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana.
Conjuntivitis alérgica. Los antialérgicos suelen ayudar a evitar o acortar los brotes de
conjuntivitis alérgica. Algunas veces es necesario comenzar este tratamiento antes de que
comience la temporada de alergias o de brotes alérgicos. Consulte a su médico por detalles
Gripe
La gripe es una enfermedad infecciosa del aparato respiratorio producida por el virus de la
influenza. Si algo caracteriza a este microorganismo es su capacidad de contagio. El virus pasa con
mucha facilidad de una persona a otra a través de las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, toser o
estornudar. El contacto con manos u objetos contaminados también supone una vía de infección.
Todos los años se producen epidemias de enfermedades respiratorias en nuestro país causadas por la
gripe durante el final del otoño o el comienzo del invierno. A pesar de que muchos virus respiratorios
pueden causar síntomas de gripe, los virus A y B de la gripe suelen ser responsables de las epidemias
hacia el final del otoño o el invierno. En el hemisferio norte, la gripe aparece todos los años entre los meses
de noviembre y abril, siendo más agresivo de diciembre a marzo. En cambio, en el sur, el virus aparece en
el periodo de mayo a octubre.
Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), la proporción
de personas afectadas durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y el 15 por ciento en la población
general y es superior al 50 por ciento en grupos de población cerrados, como los asilos.
Prevención
Según Seimc, la principal prevención para la gripe es la vacunación. El periodo idóneo de vacunación
es entre septiembre y octubre en el hemisferio norte y entre marzo y abril en el hemisferio sur, puesto que
el efecto protector aparece a las dos semanas de administrarla.
A partir de los 13 años de edad, la vacuna se administra mediante una inyección intramuscular (hay
también intradérmicas o nasales). Además, está contraindicada en alérgicos al huevo (anafilaxia) y en
personas con fiebre de más de 38ºC. Un cinco por ciento de los vacunados sufren reacciones a la misma
que consisten en fiebre, malestar general y alteraciones alérgicas en la zona donde se ha administrado la
inyección. Generalmente desaparecen a los dos días.
Otros métodos preventivos que tienen que tener en cuenta los pacientes son el mantenimiento de una
buena higiene, que incluye lavar frecuentemente las manos, y llevar un estilo de vida saludable. Los
expertos aconsejan seguir una dieta equilibrada y variada que incluya cereales integrales, verduras,
marisco y sustancias como el ajo; también se comenta el beneficio de consumir hierbas como la
equinácea, el saúco, astrágalo y milenrama y aumentar la ingesta de vitamina C.
Beber mucho líquido y dormir las horas necesarias también pueden ayudar a evitar complicaciones.
Síntomas
El cuadro clínico inicial de la gripe suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos que aparecen
junto con dolor de cabeza, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares y tos seca.
Con la fiebre los síntomas respiratorios se hacen visibles: congestión nasal, enrojecimiento e
inflamación en la garganta.
La fiebre y los dolores musculares suelen durar de 3 a 5 días y la congestión y la falta de energía puede
prolongarse hasta dos semanas.
Una de las características de la gripe es que se propaga con mucha facilidad y puede llegar a afectar a un
grupo de personas en un periodo de tiempo muy corto.
Aunque la mayoría de los síntomas son comunes a todas las edades hay algunos que se manifiestan sólo
en determinados grupos de edad.
En los ancianos, por ejemplo, es frecuente que los pacientes tengan dificultad para respirar y la
producción de esputo. En el caso de los niños, es común la otitis media y molestias abdominales
(náuseas, vómitos, diarrea).
Tratamiento
El virus de la gripe no tiene cura. Las terapias son sintomáticas y van enfocadas a mejorar y aliviar los
síntomas que produce esta patología.
Las recomendaciones de los facultativos son:
Descansar.
Tomar medicación que mejore los síntomas de la gripe (como medicamentos para bajar la fiebre).
La gripe está causada por un virus, así que los antibióticos no mejoran los síntomas ni aceleran la
curación.
No dar aspirina a niños ni adolescentes (podría provocar un síndrome raro pero grave que se denomina
Síndrome de Reye).