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Revista Geológica de América Central, 40: 111-122, 2009

ISSN: 0256-7024

GEOLOGÍA DE LA HOJA SAN ISIDRO, COSTA RICA

Guillermo E. Alvarado1,2*, Rafael Barquero1, Waldo Taylor1, Mauricio Mora2,


Giovanni Peraldo2, Guillermo Salazar2, Teresita Aguilar2

Área Amenazas y Auscultación Sismológica y Volcánica, Instituto


1

Costarricense de Electricidad. Apdo. 10032-1000, San José, Costa Rica


2
Escuela Centroamericana de Geología, Universidad de Costa Rica
*Autor para contacto: galvaradoi@ice.go.cr

(Recibido: 12/02/08; aceptado: 20/07/09)

INTRODUCCIÓN enriquecidos en este elemento fueron urbanizados,


cubriendo un posible recurso mineral para futuras
El área que cubre la hoja topográfica escala generaciones. Otros sectores interesantes y poco
1: 50 000 denominada San Isidro, ubicada en el estudiados, son los prospectos de cobre (porfídico
flanco pacífico de la Cordillera de Talamanca, y polimetálico) en el área (Castillo, 1997).
constituida principalmente por rocas ígneas y La zona es hoy día muy visitada por tres ra-
sedimentarias, son en su mayor parte Terciarias zones fundamentales: 1) Posee la ciudad de San
(Fig. 1). Los depósitos cuaternarios, producto Isidro de El General, con un importante desarrollo
de la erosión y meteorización de las rocas más socio-económico, siendo la principal ciudad de la
antiguas, se encuentran formando terrazas y región Brunca, 2) Es lugar de paso de la carrete-
abanicos aluviales como el Valle de San Isidro, ra Interamericana, y 3) es ruta hacia el reconoci-
enriquecidos en bauxita. Estos depósitos fueron do sector de turismo ecológico y geo-glaciar del
motivo de acaloradas disputas al final de la década Parque Nacional Cerro Chirripó, y áreas vecinas.
de los sesentas a raíz de una eventual explotación No obstante, desde el punto de vista geoló-
del aluminio por parte de una compañía privada gico, es una región tectónicamente activa y con
llamada ALCOA. La bauxita, mena del aluminio, procesos erosivos y depositacionales importan-
finalmente no fue explotada y los sectores más tes, producto del abrupto relieve, clima lluvioso

ALVARADO, G.E., BARQUERO, R., TAYLOR, W., MORA, M., PERALDO, G., SALAZAR, G. & AGUILAR, T., 2009: Geología
de la hoja San Isidro, Costa Rica.- Rev. Geól. Amér. Central, 40: 111-122.
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correlacionar adecuadamente con las formacio-


nes descritas en la literatura, particularmente las
sedimentarias y las volcánicas.
El presente trabajo es el resultado en sínte-
sis de una investigación geológica realizada por
el ICE para el Proyecto Hidroeléctrico Chimirol,
por el momento sin miras a construirse, y de dos
proyectos de Investigación de la Vicerrectoría de
Investigación de la Universidad de Costa Rica
bajo los proyectos 113-99-239 “Geología de los
ríos Chirripó y alrededores, Pérez Zeledón, Costa
Rica”, 113-A4-108 “Dinámica y deformación de
fallas activas mediante técnicas geodésicas: im-
plicaciones para la geodinámica externa y mitiga-
ción del riesgo sísmico en el área piloto de la falla
Buenavista, distrito de Rivas, San Isidro de Pérez
Fig. 1: Mapa de ubicación de la hoja San Isidro Zeledón” y “Estratigrafía y tectónica de áreas cla-
ves de Costa Rica”, número 830-A5-047.
y cálido, profunda meteorización de las rocas, y
mal uso de la tierra. Por ello, un estudio de la
geología será particularmente importante para
efectos de la planificación, necesaria para una MARCO GEOLÓGICO Y TECTóNICO
adecuada transformación del medio por parte del GENERAL
ser humano.
Algunas investigaciones se han realizado La tectónica regional está caracterizada por
en el área de estudio, entre las que sobresalen sistemas de fallas y de fracturas producto tanto de
los mapas geológicos compilativos de Escalante los esfuerzos generados por el proceso de subduc-
(1978), Dengo y Escalante (1980) y Mora (1983) ción de la placa del Coco bajo la placa Caribe,
y el levantamiento geológico parcial de la carre- como por los cuerpos intrusivos que conforman
tera Interamericana (Weyl, 1957, 1961, 1969). la cordillera. En la zona se observan patrones de
Estudios geológicos con cierto grado de detalle, en fallamiento principales de orientación NW-SE,
su mayoría a 1: 50 000 y en parte son a 1: 25 000; NE-SW y NNE-SSW.
existen los de Leandro et al. (1983), Alvarado et En las cercanías de San Isidro del General
al. (1998), Peraldo et al. (2001). Nuestros estudios existe una fuente sismogénica activa que originó
involucran la revisión de esta literatura y su control el terremoto de Pérez Zeledón en julio de 1983
de campo en casi todos los caminos y un número (magnitud 6,2 Ms), el cual provocó daños impor-
importante de ríos y quebradas, realizándose mo- tantes en casas y edificios de la zona (Boschini
dificaciones substanciales a los estudios previos. et al., 1988). Además, existen otros sistemas de
La información geológica referente al macizo fallas que serán tratados más adelante, que aun-
del Chirripó y del Cementerio de la Máquina fue que no han mostrado actividad reciente, son po-
compilada en trabajo de gabinete con base en los tencialmente activos por lo que deben ser investi-
trabajos de Calvo (1987) y Tournon y Alvarado gadas con mayor detalle.
(1997), con comprobación parcial de campo por La zona que abarca la hoja San Isidro se ca-
parte del primer autor. El presente mapa es la sín- racteriza por una topografía abrupta de fuertes
tesis de toda esta labor, dejándose en blanco las pendientes (15º a 50º) y cañones profundos ex-
áreas no interpretadas o visitadas. cavados por ríos y quebradas, que se comportan
Uno de los mayores problemas claro está, como torrentes de montaña. Las montañas presen-
fue la relativa pobreza de dataciones radiomé- tan elevaciones que varían entre los 2000 y 3820 m
tricas y paleontológicas específicas, para poder s.n.m. y zonas bajas entre los 700 y 1300 m s.n.m.
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Dicha topografía es fiel reflejo de las condiciones ubicados en las altas cumbres de Talamanca (so-
litológicas propias de la cordillera de Talamanca, bre los 3000 m) y estos cauces (ubicados a unos
caracterizada principalmente por grandes cuerpos 1000 m de elevación inicial), b) los cauces efecti-
intrusivos granitoides y rocas sedimentarias, lo- vamente poseen bloques estriados, transportados
calmente metamorfizadas, así como lavas (posi- por los debris flows desde las altas cumbres, pero
bles cuerpos subvolcánicos) subordinadas en la nunca una roca aborregada comprobada in situ,
secuencia estratigráfica. dado que perfectamente podrían ser megalitos
La zona es drenada por 6 ríos principa- estriados re-depositados y cubiertos lateralmente
les: División, Pacuar, Pedregoso, San Isidro, por sedimentos. Situaciones similares se observan
Buenavista y Chirripó. El río División corre cerca de Rivas y Herradura. Sin embargo, más in-
hacia el SW, en tanto que los restantes drenan vestigación es necesaria al respecto.
hacia el sur para formar el río General. Los pa- Las fuertes pendientes, la deforestación, el
trones de drenaje en las partes altas, están domi- sobrepastoreo y la presencia de suelos lateríticos
nados por las estructuras tectónicas principales y areníticos, son factores que han favorecido la ac-
(fallas, fracturas, planos de estratificación, etc.) ción erosiva, los deslizamientos, la reptación y la
originando patrones de drenaje subangulares remoción del escaso suelo, hecho que se vio acre-
y subparalelos. En las partes bajas, los patro- centado por el pasado terremoto de Buenavista en
nes predominantes son subdentríticos. Los ríos 1983. Además de todo lo anterior, la presencia de
principales muestras un perfil en V de su valle, cuencas profundamente afectadas por un mal uso
debido al rejuvenecimiento por el levantamien- de la tierra, se comprueba en Peraldo (2004), quien
to de la cordillera de Talamanca. reconoce desde el punto de vista de la geografía
Los paleo-abanicos del Valle de El General dos geocoras (unidades de paisaje): la cuenca del
están representados por antiguos conos de deyec- río Buenavista y la del rió Chirripó Pacífico, que
ción con diferentes grados de disección y conser- se comportan de manera diferente a la erosión.
vación, preferentemente ubicados a lo largo del
valle del río Buenavista y en las cabeceras del río
Blanco, producto de frecuentes deslizamientos ac- ESTRATIGRAFÍA
tivos o por la subsecuente erosión del río General,
en donde se tienen los llanos interfluviales con re- Se han reconocido en la zona siete unidades
llenos aluviales de tributarios del General. litológicas principales, que de más antigua a re-
Referente a otras geoformas recientes, en- ciente son: A) Rocas sedimentarias: 1. Lutitas ne-
contramos al menos cuatro diferentes niveles gras, areniscas y conglomerados (Fm. Térraba), 2.
de terrazas aluviales y coluvio-aluviales a los Lutitas y areniscas (Fm. Caraigres?), 3. Brechas
largo de los ríos principales de la región (p.ej. volcano-sedimentarias (Fm. Pacacua), 4. Lutitas y
Chirripó Pacífico), indicios de las pasados pe- areniscas (Fm. Peña Negra), 5. Conglomerados y
ríodos de agradación/erosión aluvial por los pe- areniscas aluviales y 6. Depósitos aluviales, colu-
ríodos interglaciares y glaciares, así como por viales y glaciáricos. B) Las rocas ígneas, se divi-
avenidas fluviales. dieron en dos grandes grupos: 1) Cuerpos intrusi-
Algunos cauces abandonados logran aún ob- vos (Grupo Comagmático de Talamanca), y cuer-
servarse claramente tanto en las fotografías aéreas pos volcánicos (Fm. La Cruz). C) Finalmente, se
como en el campo (p.ej. quebrada Caño y cerca tienen las cornubianitas, producto del metamor-
del poblado de Montecarlo). Fueron justo estos fismo de contacto.
cauces a los que Protti (1996) les asignó un origen Sin embargo, se ha de aclarar que la relación
por lenguas glaciares. Sin embargo, un reconoci- estratigráfica entre varias de estas unidades no es
miento detallado en el campo de los mismos per- clara, ya sea por problemas de cobertura vegetal,
mite concluir que ambos cauces fueron originados suelos, ausencia de afloramientos o por ser con-
por debris flows profundamente erosivos y no por tactos por falla. La misma distinción entre algunas
lenguas glaciares. Lo anterior se fundamente en: rocas intrusivas básicas y lavas (sector occidental)
a) la inexistencia de valles glaciares entre aquellos no siempre fue fácil en el campo, lo mismo entre
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coladas de lava y cuerpos subvolcánicos, dado Relaciones estratigráficas: Aunque nunca


que existen muchos cuerpos intrusivos de grano se llegó a observar directamente en el campo el
medio así como cuerpos hipoabisales menores de contacto entre esta unidad con la Unidad de luti-
grano grueso (porfiritas) a fino, que se confun- tas y areniscas, se infiere que las infrayace, tal y
den con verdaderas coladas de lavas. El grado de como se desprende del mapa geológico.
fracturación, meteorización y los afloramientos Edad geológica: Los microfósiles plantó-
no ayudan a su discernimiento. Más estudios de nicos cercanos al techo (tajo cercano a 366,0-
detalle focalizados sobre este problema, son ne- 492,0), tales como Globigerina praebulloides
cesarios. praebulloides, G. ciperoensis ciperoensis, G. am-
pliapertura y G. opima opima, nos indican una
edad de Oligoceno Medio temprano (acrozona
UNIDAD DE LUTITAS NEGRAS, concurrente, Fig. 2), claramente correlacionable
ARENISCAS Y CONGLOMERADOS (FM. en edad, litología y por cercanía geográfica con la
TÉRRABA) Formación Térraba, ampliamente extendida hacia
Dominical y Palmar.
Descripción: Constituida por interestratifica- Aspectos específicos: La presencia de estra-
ción de areniscas finas a gruesas, claramente con tos negros medianamente estratificados y con po-
una estratificación decimétrica, intercaladas con cas estructuras sedimentarias y pobres en fósiles,
bancos de conglomerados, brechas y niveles cen- sugiere un ambiente relativamente “tranquilo” y
timétricos de lutitas. Las lutitas hasta limolitas son algo anóxico, de quizás plataforma abierta que
negras a café y constituyen estratos de espesores rápidamente varió a más somero dada la influen-
entre 5 y 100 cm o pueden presentarse masivas. cia del continente evidenciado por la presencia de
Pueden ser calcáreas. Las areniscas finas, medias y troncos de madera y trazas de carbón, así como
gruesas, gris claro verdosas, silíceas a ligeramente canales conglomerádicos y estructuras de corrien-
calcáreas, presentan laminación paralela, cruzada, tes bidireccionales.
bidireccional, en algunos casos presentan fuertes
variaciones laterales en el espesor. Los granos son
subredondeados a redondeados, moderadamente UNIDAD DE LUTITAS Y ARENISCAS
clasificados. Los conglomerados hasta brechas son (FM. CARAIGRES?)
verdosos, con fuerte influencia volcánica, eviden-
ciada por la composición de sus clastos. Se pre- Descripción: Constituida por interestratifi-
sentan como bancos y rellenos de canal. También caciones de lutitas y areniscas (areniscas y gra-
se determinó la presencia de niveles enriquecidos ywackes líticas), con laminación paralela, cruza-
en troncos fósiles y trozos de carbón (río Pacuar). da, bidireccional, posibles briozooarios y globige-
Fragmentos fósiles casuales de bivalvos fueron ob- rinoides, con fuerte influencia volcánica (clastos
servados en grandes bloques al lado del camino. de rocas volcánicas: 3-70%, mayoritariamente
Localidad: Los principales afloramientos se alrededor de un 60%).
localizan a lo largo del río Pacuar. Localidad: Los principales afloramientos se pre-
Aspectos regionales: Forma parte de la sentan en los alrededores de San Ramón Norte y Sur.
secuencia sedimentaria que se extiende a lo lar- Aspectos regionales: Forma parte de la se-
go de toda la Fila Costeña. El espesor máximo cuencia sedimentaria que se extiende a lo largo de
aflorante comprobado de esta unidad supera los toda la Fila Costeña.
1000 m, dado que nunca se llega a observar su Relaciones estratigráficas: Aunque nun-
base ni su techo en el área estudiada, ya que este ca se llegó a observar directamente en el cam-
último está limitado por falla y cubierto por de- po, se infiere que sobreyace a la unidad de
pósitos más recientes. Lutitas Negras, areniscas y conglomerados

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UNIDAD DE VOLCANO-SEDIMENTARIA
(FM. PACACUA)

Descripción: La secuencia está conformada


por lutitas, areniscas (graywackes líticas) y bre-
chas, verdosas y rojizas a moradas, así como con
niveles enriquecidos en pisolitos, constituyen-
do verdaderas tobas de lapilli acrecional (p.ej.
Tajo Chimirol, 503,4 – 376,6), generalmente
al tope de las secciones observadas. Las bre-
chas son rocas duras cuando están sanas, poco
o nada estratificadas, gris-violáceas o verdosas,
con clastos angulares a subangulares de origen
volcánico (andesitas, algunas escorias) en una
matriz de grano fino (contacto flotante o soporte
por granos) constituida por feldespatos y piríbo-
les cloritizados. Su granulometría varía desde
bloques decimétricos (unos 25 cm de diámetro)
en contacto puntual hasta fragmentos centimétri-
cos (25-70%), subangulares a subredondeados,
en una matriz volcarenítica. También pueden
presentarse como brechas de grano fino (pocos
centímetros a milímetros de diámetro). Dentro
de las brechas, en la fila Helechal se localizó una
ignimbrita epidotizada. Una descripción de esta
secuencia es mostrada por Peraldo et al. (2001).
Localidades: Se les observa entre las pobla-
ciones de Rivas y Guadalupe, incluyendo el Tajo
Chimirol camino a San José de Rivas. Se pueden
observar en algunos cortes recientes de la carrete-
Fig. 2: Rangos de edades de los microfósiles de Térraba ra interamericana (entre las coordenadas 494,6 –
en el área de estudio. 378,0 a 494, 5 – 372,0) generalmente asociada a los
deslizamientos rotacionales de ruptura profunda.
previamente descrita, y subyace a la de Brechas Aspectos regionales: Su litología indica un
volcano-sedimentarias. vulcanismo cercano. Algunas brechas podrían ser en
Edad geológica: Dada su posición estra- su mayoría brechas intrasedimentarias por intrusio-
tigráfica y litología, se puede asignar una edad nes de cuerpos hipoabisales en sedimentos (peperi-
Oligocena Media a Superior. tas); otras son tobitas de lapilli (volcano-ruditas).
Aspectos específicos: Algunas facies pare- Relaciones estratigráficas: Su espesor es
cen ser de ambiente profundo, tipo turbidítico, difícil de estimar, pudiéndose conjeturar un espe-
tales como aquellas presentes en el camino que sor mínimo de 260 m. Por su posición estratigrá-
comunica San Ramón Norte de Pérez Zeledón fica y litología, se correlaciona con la Formación
con Savegre (377,98-491,65). Se encontraron Pacacua, descrita por Denyer y Arias (1991) para
icnofósiles del tipo Chondrites isp., indicadores el Valle Central.
de un ambiente bajo en oxígeno, generalmente Edad geológica: En vista que las rocas pre-
del talud continental. sumiblemente sobreyacentes son intruidas por los

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granitoides de Talamanca (12-8,5 Ma), ésta co- Relaciones estratigráficas: Aunque nunca
rrespondería teóricamente con la edad mínima de se llegó a observar directamente en el campo el
dichas rocas, por lo que se podría especular una contacto entre esta unidad con la Unidad volca-
edad Oligocena Superior a Miocena Inferior para no-sedimentaria, se infiere que la sobreyace con-
los eventos volcánicos y sedimentarios que les cordantemente. Dada su posición estratigráfica y
dieron origen. litología, se puede correlacionar con la Formación
Aspectos específicos: La presencia de esta uni- Peña Negra, descrita por Denyer y Arias (1991)
dad correlacionable con la Fm. Pacacua, nos habla de para el Valle Central.
una volcano-sedimentación extendida desde el ac- Edad geológica: Fósiles casuales de bivalvos se
tual Valle Central hasta este sector de la Zona Sur de han llegado a observar in situ, o como niveles fosilí-
Costa Rica, tal y como lo sugiere el Mapa Geológico feros enriquecidos en forma de cantos aluviales en los
de Costa Rica (Denyer y Alvarado, 2007). ríos. Se observaron fósiles casuales (502,75-378,50
y 504,35-376,60) de la clase Bivalva Propeamusium
(Parvamusum) sp. Indet., Echinodermata del género
UNIDAD DE LUTITAS Y ARENISCAS (FM. Clypeaster sp. (espinas y placas de erizos irregulares,
PEÑA NEGRA) observadas cerca de San José de Rivas en 504,35-
376,60), y de la clase Rizopoda representados fora-
Descripción: Constituida por interestratifica- miníferos planctónicos preservados como moldes.
ciones de lutitas, limonitas y areniscas. Las lutitas El ambiente del género Propeamusium es de aguas
hasta limolitas son negras a café y constituyen es- profundas (especies actuales viven a más de 2000 m),
tratos de espesores entre 5 y 15 cm o pueden pre- y su rango de edad fósil varía del Eoceno-Oligoceno
sentarse masivas con pirita; pueden ser calcáreas. (Panamá) al Mioceno Medio en la Fm. Peña Negra
Las areniscas finas, medias y gruesas, gris claro (Peraldo et al., 2001).
verdosas, silíceas, presentan laminación paralela Por su posición estratigráfica, litología, los
y cruzada, y en algunos casos presentan fuertes fósiles descritos, y dado que están intruidas por los
variaciones laterales en el espesor, con acuña- granitoides de Talamanca (12-8,5 Ma), edad míni-
miento lateral de las capas, contactos ondulados. ma de dichas rocas, por lo que podría especular
Los granos son subredondeados a redondeados, una edad Miocena Inferior a Media Temprana.
moderadamente clasificados. El espesor varía en- Aspectos específicos: La presencia de estratos
tre 5 y 80 cm, y generalmente se presentan muy negros medianamente estratificados y con pocas
fracturadas. Se observa la estratificación y lami- estructuras sedimentarias, y pobre en fósiles, sugie-
nación original, con estratos tabulares de 5 a 40 re un ambiente relativamente tranquilo y anóxico.
cm de espesor que contienen pirita y pátinas de
manganeso. El espesor máximo aflorante de esta
unidad es de unos 800 m. CONGLOMERADOS Y ARENISCAS
Localidades: Los principales afloramientos FLUVIALES (FM. VALLE DE EL
se localizan en el camino a San Ramón Sur, Santa GENERAL)
Eduviges, Carretera Interamericana, Pueblo
Nuevo y camino a Palmital, Rivas, Chimirol y Antecedentes: Dóndoli (1943) la define
Canaán. como “Terrazas compuestas por materiales alu-
Aspectos regionales: Forman una faja de ro- vionales en su mayoría de origen volcánico”.
cas sedimentarias fuertemente afectadas por rocas Henningsen (1965) hace también mención de
volcánicas, hipoabizales e intrusivas (principal- la presencia de abanicos aluviales en el flanco
mente gabroides) aunado a las fallas del pie de pacífico de la cordillera de Talamanca. Castillo
la cordillera de Talamanca. Todo ello complica el (1978) la define por primera vez como Formación
esquema estratigráfico. Valle de El General y estudia estas áreas desde el

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punto de vista económico para la explotación de DEPÓSITOS ALUVIALES, COLUVIALES Y


sus depósitos bauxíticos. Madrigal (1977) identi- GLACIÁRICOS
fica que algunos de ellos han sido basculados por
efectos tectónicos del Cuaternario. Dicha unidad Descripción: Se trata especialmente de blo-
fue posteriormente descrita por Alán (1983). No ques métricos de rocas intrusivas y gran cantidad
obstante, Kesel (1983) amplio el ámbito de co- de aluviones de medios a gruesos, provenientes de
bertura de los depósitos que componen a esta uni- las estribaciones de la Cordillera de Talamanca.
dad, a la cual le sumó los de la Unidad Brujo de Localidades: Se observan especialmente en
Mora (1979), redenominando ambas (Valle de El los ríos Buenavista, Chirripó Pacífico, General,
General y Brujo) como Formación Brujo, dándo- Quebradas y Pedregoso. Frente a la población de
se una evidente confusión. Canaán, por el drenaje del río que desciende del
Descripción: Esta unidad está representada cerro Chucuyo, se presenta un abanico de bloques
por abanicos de deyección aluvial formados por y detritos ígneos, incluyendo arenas, producto de
fanglomerados de guijarros y bloques de rocas íg- un deslizamiento que ocurrió en la década de los
neas de hasta 4 m de diámetro, flotantes hasta en setentas del siglo pasado.
contacto puntual en una matriz de arcilla y arena Relaciones estratigráficas: Sobreyacen a
(Mora, 1979; Alán, 1983). El alto grado de lateriza- todas las unidades pues son los materiales más
ción bauxítica que muestra en algunos sectores ha recientes.
ocasionado el interés por la explotación de alumi- Edad geológica: Cuaternario.
nio (Alán, 1983). Kesel (1983) ha reportado sobre-
todo materia orgánica (troncos, plancton, hojas).
Localidades: Los mejor desarrollados
ROCAS ÍGNEAS
del área son el de Buenos Aires, Platanares,
Helechales, Sábalo y Blanco (Mora, 1979). Su es-
CUERPOS VOLCÁNICOS (FM. LA CRUZ)
pesor máximo estimado es de 400 m (Mora, 1979)
hasta 600 m (Kesel, 1983).
Aspectos regionales: Se trata de abanicos Descripción: Está constituida por lavas de
coalescentes que se presentan desde San Isidro de tipo andesítico hasta basáltico y brechas. Las la-
El General hasta por lo menos Buenos Aires. vas son de color gris oscuro a negro con textura
Relaciones estratigráficas: Según Mora afanítica-porfirítica, fenocristales de plagioclasa
(1979), los abanicos aluviales de la Formación y piroxenos. Son rocas densas con fracturamien-
Valle de El General sobreyacen parcialmente y en tos de tipo prismático. Muchos de ellos podrían
forma posiblemente discordante a la mayoría de corresponder con cuerpos hipoabisales (probable-
las unidades previamente descritas y solo es so- mente ante la ausencia de brechas de progresión)
breyacida por los depósitos recientes. múltiples, y menos probablemente de coladas de
Edad geológica: Kesel (1983) asigna una lava, aunque en su mayor parte, los afloramientos
edad Pliocena-Cuaternaria a esta formación, sien- no permitieron una mejor definición.
do su edad más reciente verificada con base en Localidades: Las lavas y brechas afloran
dataciones de carbono 14. principalmente en las partes altas como Alto Jaular
Aspectos específicos: Los abanicos están y cerro Chinga, en Rivas, Pueblo Nuevo y Santa
juxtapuestos y son coalescentes. Su origen es el Eduviges afloran principalmente las brechas. Un
producto de la destrucción erosiva de la cordillera afloramiento notorio es La Piedra o el Cristo, que
de Talamanca durante su emplazamiento y por el resguarda al Valle El General.
deshielo de glaciares pleistocénicos. A causa de Edad geológica: Dos dataciones radiomé-
ello, es posible distinguir varias generaciones de tricas específicas para la hoja San Isidro se pre-
abanicos y se nota que por lo general su tamaño sentan (Jackson, 1991; de Boer et al., 1995): una
disminuye con la juventud relativa (Mora, 1979). para un basalto olivínico por La Ese (21,65 ±

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1,08 Ma) y otra para una dacita por Las Juntas (se Kussmaul (1987) hace una síntesis sobre la pe-
desconoce si se trata de un bloque: 11,79 ± 0,59 trología de las rocas intrusivas Neógenas de Costa
Ma), abarcando un rango del Mioceno Inferior Rica y propone el nombre “Grupo Granito-Gabro
al Medio. La mayoría de las lavas y cuerpos hi- de Talamanca”.
poabisales con textura lávica datados en el Cerro Descripción: Las rocas en el área predominan-
de la Muerte, aportan edades entre 10,50 y 13,00 tes corresponden con gabros (gabros cuarzosos con
Ma (MacMillan et al., 2004), es decir más anti- anfíbol, gabros cuarzoso con clinopiroxeno uraliti-
guas y coetáneas con las intrusiones y en parte zado y gabro leucocrático con augita), y monzoga-
con los sedimentos. bros cuarzosos con clinopiroxeno uralitizado (p. ej.
Relaciones estratigráficas: Los contactos no Catarata del río Blanco: 383,26-505,65), o monzo-
fueron observados con claridad de modo que se nitas cuarzosas con anfíbol cloritizado con transi-
desconoce si están intercaladas dentro de la secuen- ción a granito y granito leucocrático (puente frente
cia sedimentaria, si son cuerpos hipoabisales o si es- al Templo católico de Herradura: 381,40-505,55).
tán sobreyaciendo discordantemente. Se les asocia, Una diorita con biotita se observa en la localidad
sin embargo, con la Formación La Cruz. Algunas de Herradura (380,45-507,30). Un dique gabrói-
lavas parece que subyacen a las Brechas volcano- co leucrático intruye a los sedimentos morados
sedimentarias, situación que parece estar clara en de Pacacua (501,19-376,37). Inclusiones comag-
la secuencia estratigráfica del río Blanco (503,4 – máticas, brechas magmáticas y los microdiques
374,0 a 504,0 – 373,2, ubicación aproximada). también están presentes. Las rocas más leucocrá-
Antecedentes: Ya Malavassi et al. (1971) y ticas se presentan hacia el núcleo de los batolitos,
MacMillan et al. (2004) dejan entrever la existen- mientras que hacia la periferia y cuerpos menores
cia de un vulcanismo (coladas de lava y cuerpos (stocks) suelen ser melanocráticos.
hipoabisales) intercalados e intruyendo respecti- Localidades: En la literatura no se ha defi-
vamente, a una secuencia de sedimentos marinos nido ninguna localidad tipo. Excelentes aflora-
coetáneos. mientos se observan en la ruta al parque Nacional
Cerro Chirripó.
Aspectos regionales: El Intrusivo de
CUERPOS INTRUSIVOS (GRUPO Talamanca forma stocks y batolitos de diversa for-
COMAGMÁTICO DE TALAMANCA) ma y extensión, en su mayoría con un eje aproxi-
madamente orientado NW-SE. Los más extensos
Antecedentes: En escritos de W. Gabb del si- afloramientos ocurren en el eje más elevado de la
glo XIX se hace referencia a las rocas intrusivas cordillera, en superficies superiores a los 100 km2
de Talamanca (Gabb, 1875). La construcción de y desniveles de hasta 2000 m, como por ejemplo
la carretera Interamericana en la parte norte de la en los macizos de los cerros Chirripó, de la Muerte,
cordillera y las ascensiones a los diversos cerros Dúrika, Kamuk (Tournon y Alvarado, 1997).
de dicha cordillera, puso en evidencia la diver- Relaciones estratigráficas: Estas rocas in-
sidad petrográfica de esos conjuntos intrusivos. truyen principalmente a las lavas y rocas sedi-
En efecto, Weyl (1957, 1961, 1969) menciona mentarias. La cornubianitas se encuentran tanto
rocas y cuerpos plutónicos de tamaño muy va- en posición lateral como superior.
riable en la Cordillera de Talamanca que intruye- Edad geológica: Para el área de estudio pa-
ron a las series sedimentarias, lavas y tobas del recen existir algunas dataciones que nos indican
Eoceno hasta el Mioceno Inferior. Idem (1969) un rango entre 9,8 y 7,8 Ma (de Boer et al., 1995;
incluye análisis químicos de muestras en la ca- MacMillan et al., 2004). Datos K/Ar y 40Ar/39Ar,
rretera Interamericana Sur. Dengo (1962) comen- en especial sobre los macizos calco-alcalinos de
ta algunos aspectos de la “Serie Comagmática Tapantí, Cerro de la Muerte, División y Kamuk,
de Talamanca”, mientras que Berrangé y indican edades entre 12 y 7,8 m.a. (Berrangé
Whittaker (1977) introdujeron el nombre “Grupo y Whittaker, 1977; Bellon y Tournon, 1978;
Comagmático (intrusivo) de Talamanca”. Appel, 1990; de Boer et al., 1995; MacMillan

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ALVARADO et al.: Geología de la hoja San Isidro, Costa Rica 119

et al., 2004), es decir en su mayoría Mioceno Edad geológica: Contemporánea con las in-
Superior. trusiones.
Aspectos específicos: La perturbación tectó-
nica es mínima, existiendo incluso estratificación
horizontal en las capas sedimentarias intruidas, GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y
lo que evidencia velocidad constante y uniforme- NEOTECTÓNICA
mente distribuida de los cuerpos plutónicos. Las
texturas, así como el tipo de las rocas encajantes, Con base en el análisis de fotos aéreas y ob-
sugieren un emplazamiento en niveles estructura- servaciones de campo se determinaron 3 sistemas
les superficiales (Tournon y Alvarado, 1987). principales de fallamiento (Leandro et al., 1983;
Alvarado et al., 1998; Denyer et al., 2003):
Sistema N-S: Se deduce por el trazado
CORNUBIANITAS rectilíneo de los cauces de los ríos San Ramón,
Quebradas, Buena Vista y parte del río Blanco.
Descripción: Los sedimentos metamorfiza- Sistema NE-SW: Controla el curso de los
dos (cornubianitas) poseen tonos gris claros a os- ríos y quebradas División y Páramo y la quebrada
curos, endurecidos y suelen presentar pirita (p.ej. Blanca, entre otras.
en el sector de Monterrey) y pátinas de mangane- Sistema NW-SE: Al igual que el sistema an-
so, además de cloritización, silicificación, serici- terior controla el curso de muchos ríos y quebra-
tización, epidotización, carbonatización y matriz das como por ejemplo los ríos Chimirol, Blanco
filomórfica, producto de una alteración hidroter- y quebradas Boquete, Aristides y Seca. La falla
mal incipiente. Se presentan como un halo alre- Aristides-Quebrada Seca fue comprobada en el
dedor de las intrusiones y en relación con la roca campo con un cambio litológico a ambos lados
caja (generalmente sedimentarias). de las quebradas y una zona de falla de 2 m en la
Localidad: Los principales afloramientos se carretera Interamericana.
localizan cerca de las cabeceras de los ríos Chirripó Diaclasas: En general las rocas aflorantes en
Pacífico y Buenavista, así como a lo largo de cier- la zona presentan gran cantidad de diaclasas ori-
tos tramos de la carretera Interamericana. ginadas probablemente por el emplazamiento del
Aspectos regionales: Las intrusiones provo- plutón de Talamanca o por cambios térmicos. En
caron en las rocas caja diferentes tipos de alte- las rocas intrusivas los patrones de diaclasamien-
raciones y metamorfismo. Cerca de los contactos to presentan dos direcciones predominantes de
con las rocas sedimentarias, éstos han sido trans- N20ºW-N05ºW y N05ºW-N20ºE con ángulos de
formados en cornubianitas. Weyl (1957) describe inclinación entre 40º y 90º. Las fracturas presen-
una epidotización de las lavas y tobas: frecuente- tan superficies lisas y son en general abiertas.
mente se encuentra una transformación parcial de Los sedimentos aluviales (terrazas y aba-
los minerales primarios a epidota, pero también nicos) de la Formación Valle de El General, no
se observan vetillas de epidota y cuarzo o hasta muestran indicios fotogeológicos ni en el campo
una epidotización total, como en el tajo km 121 de grandes desplazamiento tectónicos, al menos
de la carretera Interamericana Sur o en las faldas en los recorridos realizados durante la corta inves-
del cerro Chirripó. Otros tipos de alteración hi- tigación de campo.
drotermal son piritización (Cañón del Guarco y En la localidad de Herradura existen aguas
km 92,5), seritización (Tajo Fuentes), alteración termales (380,45-507,30) en una serraría ubicada
potásica a biotita y feldespatos potásicos secun- al oriente del río Blanco, asociadas con un sistema
darios y por último unas aureolas muy anchas de de falla N32ºE; 85ºNW.
alteración propilítica (epidota, cuarzo, calcita, Dóndoli et al. (1968) sugieren la probable
clorita) (Kussmaul, 1987). existencia de un pliegue sinclinal a lo largo del
Relaciones estratigráficas: Se presenta al Valle de El General. Sin embargo, fue Madrigal
contacto visible o no con los cuerpos intrusivos. (1977) quién describe por primera vez con cierto

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grado de detalle, que los abanicos aluviales so- REFERENCIAS


bre la Fila Costeña presentan cierto plegamien-
to (basculamiento o inclinación) contrario a su ALÁN, M.A., 1983: Geología y estudios de la-
pendiente original de depositación, sugiriendo teritas en el extremo noroeste del Valle de
que algunos de ellos han sido perturbados por El General. Costa Rica.- 123 págs. Univ.
efectos tectónicos del Cuaternario, a modo de Costa Rica.[Tesis Lic.]
una estructura monoclinal (en realidad él quiso
decir homoclinal, es decir una estructura con ALVARADO, G.E., BARQUERO, R. &
un buzamiento extendido en un único sentido). TAYLOR, W. 1998: Informe geológi-
No obstante, deberá de evaluarse en futuras in- co del P.H. Chimirol para la etapa de
vestigaciones si se trata de una estructura sin- Estudios Preliminares.- 15 págs. [Inf.
clinal, dado que la contraparte en los flancos de interno ICE].
Talamanca corresponde más bien con el ángulo
de depositación original de los abanicos prove- APPEL, H. 1990: Geochemie und K/Ar-
nientes. Lo importante es que en el sector de los Datierung an Magmatiten in Costa Rica.
abanicos, existen dataciones radiométricas que Zentralamerika.- 149 págs. Univ. Mainz,
indican edades entre más de 37 000 y unos 8800 Alemania [Tesis Ph.D.]
años (Kesel, 1983). Por lo menos tres edades
comprendidas entre 17 000 y 8000 años, si pa- BERRANGÉ, J.P. & WHITTAKER, J.E., 1977:
recen estar efectivamente afectadas por el bas- Reconnaissance Geology of Tapanti qua-
culamiento. drangle, Talamanca Cordillera, Costa
Rica.- Inst. Of Geological Overseas Div.,
British Museum rep. 37: 136-142.
AGRADECIMIENTOS
BELLON, H. & TOURNON, J., 1978:
Varias personas colaboraron en diferentes Contribution de la géochronométrie K-Ar
momentos en diferente grado, entre ellos los co- a l’étude du magmatisme de Costa Rica
legas Allan López y Gerardo Soto, los asistentes et América Central.- Bull. Soc. Geol. de
Francisco Arias, Raúl Rodríguez, Ronald Monge, France. 20(6): 955-959.
Jorge Quesada, Rigoberto Torres, German Arce,
Fernando Quesada, Rosa Vázquez, Ronald BOSCHINI, I., ALVARADO, G.E. & ROJAS,
Brenes, Luis Madrigal y María Ester Torres, to- W., 1988: El terremoto de Buenavista de
dos ellos del ICE. Pérez Zeledón (julio 3, 1989): Evidencia
Los resultados del presente trabajo se nutrie- de una fuente sismogénica intraplaca des-
ron en su última etapa del proyecto de investiga- conocida en Costa Rica.- Rev. Geol. Amér.
ción 113-A4-108 “Dinámica y deformación de fa- Central, 8: 111-121.
llas activas mediante técnicas geodésicas: impli-
caciones para la geodinámica externa y mitiga- CALVO, G., 1987: Geología del macizo del
ción del riesgo sísmico en el área piloto de la falla Chirripó, Cordillera de Talamanca, Costa
Buenavista, distrito de Rivas, San Isidro de Pérez Rica.- 37 págs. Escuela Centroamericana
Zeledón” de la Vicerrectoría de Investigación de la de Geología, Univ. Costa Rica [Inf.
Universidad de Costa Rica, a través del Programa Campaña Geológica].
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605-A3-952, así como “Estratigrafía y tectónica CASTILLO, R., 1978: Geología regional preli-
de áreas claves de Costa Rica”, número 830-A5- minar de una parte del Valle de El General,
047, y del Instituto Panamericano de Geografía Costa Rica.- Departamento de Desarrollo
e Historia (IPGH) mediante su proyecto GEOF Geológico y Recursos Minerales,
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