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PRIMERA CARTA DE PEDRO

MAURICIO REYES MEDINA

trabajo de investigación

Docente
Wilson
Presbítero

SEMINARIO CONCILIAR SAN CARLOS BORROMEO


ASIGNATURA: CARTAS PAULINOS
SAN GIL
2019
INTRODUCCIÓN
En el acercamiento a la primera carta del apóstol San Pedro, encontramos de entrada algunas
cuestiones que la rodean y que siguen abiertas. Dichas dudas tienen que ver con su autoría y
su fecha exacta de composición. Además, podemos preguntarnos lo siguiente con relación a
su contenido: ¿supone una situación de persecución, o refleja simplemente discusiones entre
vecinos? ¿Hay que situarlo en el ámbito Paulino o bien sus analogías con el apóstol siguen
siendo superficiales? ¿el vocabulario del extranjero, tan característico de 1 P (1,1. 17; 2,11),
es puesto al servicio de una espiritualidad del homo viator (hombre viajero) en camino hacia
su patria verdadera, la patria celestial, o bien indica de entrada la dura condición de personas
que no se sienten en su casa allí donde viven? Pues bien, estos elementos mencionados serán
nuestra guía para poder comprender, analizar y estudiar mejor nuestra carta en el desarrollo
de cada uno de ellos1.

Teniendo en cuenta que el escrito en cuestión toma su nombre de san Pedro, es necesario
hacer una breve alusión a la biografía del apóstol. Al respecto estos son los datos de mayor
importancia: Su nombre primitivo era Simón, hijo de Juan, oriundo de Betsaida de Galilea.
Con su hermano Andrés ejercía el oficio de pescador en el lago Tiberíades. En un principio
ambos hermanos fueron discípulos de San Juan Bautista. Pero pronto siguieron a Jesucristo,
del cual recibió el nombre de Pedro.

Cuando Jesús escogió a los doce apóstoles dio el puesto de honor a Pedro. Cerca de cesárea
de Filipo le prometió el primado de gobierno en su Iglesia. Rogó por él para que no
desfalleciese su fe, y le garantizó la infabilidad del magisterio, ordenándole que confirme en
la fe a sus hermanos. Jesucristo resucitado le confirió el poder de apacentar, es decir de
gobernar a los fieles. Los fieles y las comunidades judías lo consideran como el jefe de la
Iglesia naciente; el mismo Pablo rinde homenaje a la autoridad principal de Pedro en medio
de los notables de la Iglesia Jerusalén.

La misión encomendada del primado no era puramente personal y temporal, si no perpetua y


que se irá transmitiendo a sus sucesores, los pontífices romanos; indica Oscar Cullmann.
Hacia el año (42-43), Pedro abandonó Jerusalén y se fue a Roma con motivo de la
persecución de Héroes. Así lo afirman varios autores antiguos: Eusebio, san Jerónimo,
Osorio, y muchos autores modernos. Sin embargo, los testimonios de la tradición no son muy
fuertes, ya que San Jerónimo y Osorio parecen depender de Eusebio; y la frase del Act 12,17:
“y salió, yéndose a otro lugar,” es demasiado vaga para apoyarse en ella. Lo más probable
es que el apóstol no se haya alejado de Palestina, sólo de las regiones que pertenecían a
Herodes. Vivió durante cierto tiempo en Antioquía, de donde una antigua tradición le hace
obispo. En el año (49 – 50) estuvo presente en el concilio de Jerusalén.

En la actualidad casi todos los autores, admiten que San Pedro llegó a Roma bajo el dominio
del emperador Nerón (54 – 68). La fecha de su martirio debió de ser probablemente del año
67, ya que señala el año 14 de Nerón como fecha del martirio de san Pedro y San Pablo 2

1.1 AUTORÍA, DESTINATARIOS Y GÉNERO LITERARIO

1 MARGUERAT, Daniel. Introducción al Nuevo Testamento. Ed, Desclée de Brouwer. Pág., 419
2 Cf. AUTORES VARIOS. Biblia comentada, introducción a Pedro. Pág., 88
De entrada, la epístola hace la declaración de haber sido escrita por Pedro (1,1) fue aceptada
desde Eusebio hasta el siglo XIX. Investigadores modernos, no aceptan la autoría
petrina. Autores como Best Goppelt Elliot, explica la epístola como la obra tardía de una
escuela Petrina. Por su parte, Brox la considera como una obra puramente seudónima 3. Los
argumentos que encontramos contra la autenticidad de la carta son los siguientes:

En primer lugar, diversos hechos históricos permiten constatar que la carta fue escrita entre
los años 70 y 90. Entre estos hechos, está la crueldad de los emperadores posteriores a Nerón,
que le dieron al autor la posibilidad de comparar a Roma con la gran Babilonia, como lo
menciona la carta (5,13). Estos hechos son posteriores a la muerte de Pedro. En segundo
lugar, algunas referencias a los hechos de Jesús presentes en la carta, reflejan el contacto del
autor con la tradición evangélica, y no la experiencia de un testigo ocular que hubiese sido el
caso de Pedro. Finalmente, la carta usa la Escritura de los LXX con un método exegético
muy refinado que difícilmente hubiese sido elaborado por el mismo Pedro4.

“En definitiva, los datos relativos a la fecha, a la lengua de la carta y a la exégesis practicada
favorece la hipótesis de que la carta es obra de un miembro judeo – cristiano de la comunidad
de Roma. Éste revindica el patrocinio de Pedro, escribe como representante de la comunidad
Romana, cuya denominación, la «elegida como vosotros» (5,13), señala la solidaridad con
las comunidades de Asia Menor”5

En lo referente a los destinatarios, la carta da a conocer un perfil socio religioso donde existen
unos rasgos precisos que establecen una procedencia pagana, marcada, según la terminología
tradicional por la ignorancia, la inmoralidad y la idolatría (1,14.18; 2,25; 2,10). El recurso
importante del AT, que hace alusiones, sirve como base a la argumentación, ha llevado a
algunos críticos a admitir que las comunidades destinatarias eran mixtas (paganos – cristianos
y judeo cristianos); esta no tendría nada extraño en Asia Menor territorio donde vivían. 6

En cuanto al género literario existe la hipótesis de que este escrito pueda ser una homilía. Sin
embargo, por lo que respecta al texto, no es así. En efecto, en esta carta son fácilmente
identificables algunas características formales análogas a las que las cartas Paulinas, tanto el
comienzo (remitente, destinatarios, saludo) como al final del escrito (saludos, indicaciones
biográficas, deseo de paz). Según (5, 12) Pedro escribió su carta circular para exhortar y
atestiguar. Estos dos verbos expresan bien el contenido y el aspecto de la carta, que mezcla
la exhortación ética y el recuerdo de los grandes ejes del Kerigma cristiano 7.

1.2 CONTENIDO

3 BROWN Raymond, A Joseph, ROLAND E Fitzmyer. Murpus. Nuevo comentario bíblico San Gerónimo. Ed,
verbo divino. Pag, 467.
4 Cf. MARGUERAT, Daniel. Introducción al Nuevo Testamento. Op.cit., p.423-424.
5 Ibíd., p. 425.
6 Ibíd., p. 422.
7 Cf. Ibíd., p. 419.
1.2.1 ¿Persecución o discusiones?

Hay que decir que las comunidades se enfrentan a una hostilidad difícil de identificar. El
autor se refiere a ella regularmente como un «sufrimiento» a través del verbo (). En
muchos textos manifiestamente de injusticias: los siervos sobre las injusticias de sus amos
(2,12; 3,16), las calumnias, golpean a los cristianos. Este tipo de hostilidad del medio
circundante se deriva sin duda del hecho de que los cristianos no participan en los excesos
ligados a la celebración de las grandes fiestas del paganismo (4,3s), de este modo
cuestionando no sólo la religión tradicional sino también el orden social. En pocas palabras,
causa perturbaciones y sus compatriotas se lo hacen sentir; hay una discriminación social.
No obstante, algunas indicaciones hacen pensar en una oposición más oficial: es posible que
la palabra  (defensa) remita a una acción judicial (3,15); nadie sufre «como
homicida o ladrón» si no ha sido condenado por un tribunal; ahora bien, una de las
acusaciones consideradas no es otra que el hecho de ser cristiano (4,14s). Entonces ¿hay que
hablar persecuciones?

En rigor, no es correcto hablar aquí de «persecución» en el sentido preciso de este


término en la historia del cristianismo, porque las persecuciones masivas y organizadas
por el poder central empiezan con Decio en los años 249-251. No obstante, el término puede
designar también una acción, oficial pero circunstancial, que puede llevar a la muerte de los
cristianos. Este es manifiestamente el caso de la represión de Nerón contra los cristianos en
el año 64; esta persecución, de carácter únicamente local, no puede ser utilizada para datar 1
de Pedro8.

1.2.2 Su relación con el ámbito Paulino

“La cuestión del paulinísmo de Pedro sigue siendo planteada. 1 Pedro utiliza términos o
expresiones teológicamente significativas que parecen provenir del mundo de Pablo; por
ejemplo, «en Cristo» (1P 3,16; 5,10.14), gracia () apocalipsis () llamar
() obediencia (). Se pueden observar también, rasgos más generales, la
reflexión acerca del sufrimiento de los cristianos como participación en el sufrimiento de
Cristo (24.4) o la dialéctica entre el indicativo de la salvación y el imperativo que llama a la
acción (por ejemplo, 1 Pedro 1, 17s; 1,22s). Sin embargo, las diferencias siguen siendo
considerables. Por ejemplo: la metáfora eclesial del cuerpo, importante en Pablo, está ausente
de 1Pedro. La cuestión de la Ley y la relación con Israel no aparece en 1Pedro. Tal vez sea
correcto situar 1Pedro en el ámbito Paulino, pero habrá que evitar hacer de ella un
escrito casi Paulino”9.

1.2.3 Connotación del termino «extranjero»

8 Ibíd., p. 423.
9 Ibíd., p. 427.
La interpretación en otro tiempo dominante del vocabulario del extranjero se apoyaban
diferentes paralelos para privilegiar una lectura espiritualizante: ya los cristianos no tienen
aquí abajo una verdadera ciudad, porque nos espera una patria celestial. En la propia carta
esta interpretación puede apoyarse en la en la utilización muy intensa de algunas categorías
veterotestamentarias, ante todo las que reflejan el tema del éxodo. La travesía de Israel hacia
la tierra prometida tiene su elemento correspondiente en la peregrinación de los cristianos
hacia la ciudad celestial. El vocabulario del extranjero fue elegido a partir de su utilización
en los LXX, para ilustrar aquello en lo que se han convertido los destinatarios al adherirse al
Evangelio y hacer de sus exigencias la norma de su vida ética: ya no se puede vivir como
antes, y la consecuencia es la marginación 10.

1.3 EXEGESIS.

V 13 ¿quién os hará mal?: El mal en este caso es el debilitamiento o pérdida de la fe cristiana.


v 14 si tuvierais que sufrir: El si no da a entender que la posibilidad de sufrir sea remota; es
más bien una introducción suave a un tema doloroso, dichosos: cf. Mt 5, l0 -11. v 15
reverenciad a Cristo como Señor: El Señor de 1s 8,13 es Dios; en este caso el título se aplica
a Cristo, una defensa: Esto no supone un tribunal, la esperanza que hay en vosotros: cf. Col
1, 27. V 16 queden confundidos: El acusador pagano, al quedar confundido», desistirá de
acosar a los cristianos. v 17 mejor es padecer por obrar el bien, que por obrar el mal: En este
texto, mejor significa más conveniente, no moralmente mejor. El autor es consciente del
hecho de que algunos cristianos pueden, con su mala conducta, dar pie a la hostilidad
pagana11. v 18 Recordando ahora el ejemplo de sufrimiento dado por Jesús, Pedro pone de
relieve los efectos redentores de su muerte y resurrección. (A estos versos, entre los más
difíciles del Nuevo Testamento, se les ha dado diversas interpretaciones. La que aquí se da
es la más comúnmente aceptada). Al padecer injustamente el cristiano imita, en alguna forma,
a Jesucristo, el Justo por excelencia, que murió por todos los pecadores. Su muerte, padecida
una vez por todos (en contraste a los sacrificios repetidos de la ley antigua), era señal de
purificación de aquellos cuya unión con Dios había sido rota por el pecado. Pero su muerte
medicinal no significaba el fin de su actividad. Porque, por razón de la vida divina que
infundía a su alma humana, continuaba viviendo. v 19 Y en este estado anunció la buena
nueva de salvación a aquellos del Antiguo Testamento que, hasta ahora, habían estado
privados de los frutos de la redención. V 20 Entre éstos estaban los contemporáneos de Noé,
que hablan seguido pecando contra Dios y perecieron en el diluvio, mientras Noé y su familia
se salvaron. Pedro menciona a éstos en particular, porque esto le ofrece la oportunidad de
acentuar una figura especial de salvación en el Antiguo Testamento. V 21 Del mismo modo
que las aguas del diluvio conservaron en alto el arca, y fueron en cierto sentido, el instrumento
de salvación para Noé, también las aguas del bautismo son medios de salvación para los
cristianos que viven de nuevo por medio de los méritos de Cristo resucitado. Porque el
bautismo no es un mero lavado del cuerpo, éste incluye la entrega a Dios de una conciencia
limpia, una renuncia al mundo y al demonio. V 22 Pedro termina este sublime pasaje

Ibíd., p. 429.
10
Cf. BROWN Raymond, A Joseph, ROLAND E Fitzmyer. Murpus. Nuevo comentario bíblico San Gerónimo.
11
Op.cit., p. 473.
Cristológico con los artículos de una antigua confesión de fe: la ascensión, el sentarse a la
derecha del Padre y la sumisión a Él de toda clase de espíritus. 12

CONCLUSIÓN

Hay que decir, de manera especial que la carta primera de Pedro nos ilustra e ilumina a los
cristianos y a nivel general en su escrito a hacer una interpretación verdadera de sufrimiento.
El sufrimiento es una realidad presente en el ser humano, y en la mayor parte incomprensible
puesto que es difícil encontrar bondad en él. Con la nueva interpretación que le da el apóstol
podemos comprender de una manera más clara el sentido del sufrimiento, el valor y la
dignidad de la existencia cristiana a los ojos de Dios. En este sentido la carta en su esencia
propone un vínculo o una íntima unión con la persona de Cristo, puesto que el mismo da
testimonio de esto. El sufrimiento no merecido debe ser aceptado porque esta fue la actitud
de Cristo, es importante tener la misma convicción para aceptar la necesidad de pasar por el
sufrimiento; sobre todo, y es aquí donde Pedro se aproxima más a Pablo (Flp 3,10), las
pruebas sufridas son una participación en los sufrimientos de Cristo, y este camino
desemboca la gloria al igual que sucedió en la persona de Cristo, este es el consuelo de quién
lleva sus padecimientos en Él.

• Me llama la atención el hecho de la atribución de esta carta Pedro. Que, aunque no


sea su autor, su figura y lo que representa en la Iglesia se ve resaltada al ser atribuida.
• Tal vez sea correcto situar 1Pedro en el ámbito Paulino, pero habrá que evitar hacer
de ella un escrito casi Paulino”.

12EUGENE P. MALY H. Conoce la biblia, Nuevo Testamento. Ed, SAL TERRAE, SANTANDER España. Pag,
73, 74, 75.

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