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ELECCIONES REGIONALES EN COLOMBIA, 2019

Juan Carlos Arenas Gómez


IEP – U de A
El próximo 27 de octubre elegiremos en Colombia gobernadores, alcaldes e integrantes de
los diversos cuerpos colegiados a nivel departamental y municipal. La lista de aspirantes
asciende a la no despreciable cifra de 117.822 candidatos, que se disputan alguno de los
20.428 cargos de elección popular.
Tabla 1: Cargos y número de candidatos
Cargos Número de puestos Número de Candidatos Promedio de candidatos por cargo

GOBERNADOR 32 176 5,5

ALCALDE 1.101 5.187 4,7

DIPUTADO 418 3.583 8,6

CONCEJAL 12.063 95.487 7,9


EDIL 6.814 13.389 2,0

Total 20.428 117.822 5,8

Fuente: elaboración propia con datos de la Registraduría General de la Nación


Como lo muestra la Tabla 1, las Asambleas y los Concejos son los más codiciados, se
postulan 9 candidatos por cada silla disponible en la primera y 8 por cada curul en el segundo.
En contraste, el cargo de edil, es decir, el de mayor proximidad con los ciudadanos en los
barrios, es el que menos ambición despierta. Las gobernaciones y las alcaldías, por su parte,
están en una situación intermedia con 5 aspirantes por cada cargo a proveer. Y si miramos
las capitales departamentales, se hace más evidente la fragmentación de los aspirantes a estos
cargos. De las 32 capitales del país, 26 tienen entre 6 y 15 candidatos en contienda. Este
patrón confirmar que los puestos mejor dotados tanto de recursos como de influencia son los
más codiciados y que los partidos políticos hacen poco por evitar que en estos casos se
produzca una explosión de aspiraciones.
En medio de una competencia de esta magnitud, se esperaría que los partidos políticos
cumplieran con su función de ordenar la oferta electoral. Esto significa presentar un número
razonable de alternativas y abogar por que tales alternativas ostenten algunas ideas claras y
distintas respecto a otros competidores, de tal manera que los electores tengan ante sí
opciones reales para escoger. Siguiendo este criterio, esas opciones deben representar una
pluralidad de visiones sobre la conducción de los destinos de aquellos lugares que se
pretenden gobernar y, desde una perspectiva más general, el sistema debe garantizar que el
debate en la opinión pública sea amplio, razonable y sin estigmatización.
Incluso, desde un punto de vista estratégico, los partidos y los políticos que los integran
aumentan sus chances de éxito cuando las alternativas que representan puedan sumar apoyos,
coordinar distintas fuerzas, superar los umbrales de dispersión y constituirse en opción
significativa también por el respaldo político subyacente. Pero si los partidos no logran
acuerdos mínimos entre sus integrantes, las elecciones siempre serán más caóticas, avalarán
más políticos, pero no necesariamente presentarán mejores alternativas para los ciudadanos.
Los casos más extremos a los que nos referimos están ejemplificados por ciudades como
Medellín, Cartagena, Cúcuta, Popayán, Manizales, Bucaramanga, Riohacha, Villavicencio y
Yopal, en los que la disputa por la alcaldía se da entre 10 y 15 aspirantes.
Ahora, detengámonos en el respaldo que los candidatos reciben de un partido, de una
coalición o de un grupo significativo de ciudadanos. La Tabla 2 muestra que los 17 partidos
que actualmente tienen personería jurídica le concedieron el aval a más del 93% de los
candidatos, mientras que el 4.8% inscribió su candidatura por una coalición que integra dos
o más partidos y sólo el 2.1% de los aspirantes respaldó su candidatura a través de firmas.
Tabla 2: Candidaturas por cargos y respaldo partidario

FIRMAS COALICIONES PARTIDOS


GOBERNACIÓN 5,1% 40,3% 54,5%
ALCALDIA 2,5% 25,4% 72,1%
ASAMBLEA 1,3% 14,1% 84,6%
CONCEJO 2,2% 3,4% 94,4%
JAL 1,1% 4,2% 94,7%
Total 2,1% 4,8% 93,1%
Fuente: elaboración propia con datos de la Registraduría General de la Nación
Quienes más usaron el mecanismo de firmas fueron los candidatos a la gobernación; quienes
menos, los aspirantes a las JAL y a las Asambleas departamentales. La conformación de
coaliciones como estrategia fue más recurrente en cargos uninominales: 40% de quienes se
postularon a gobernación y 25% de quienes lo hicieron a las alcaldías. Mientras que el reino
en el que los partidos aun controlan la mayor parte del juego político son los cuerpos
colegiados. En los concejos y las JAL, por ejemplo, por cada 100 inscritos, 94 recibieron el
respaldo de algún partido político.
A esta descripción hay que agregar dos hechos más. En primer lugar, la participación de
mujeres. Los partidos, las coaliciones y los grupos significativos de ciudadanos propician
esta participación de manera diferencial como se muestra en la Ilustración 1. Para los cargos
uninominales, esta participación tiene un techo del 15% en candidaturas a las alcaldías y del
12% para la gobernación. De otra parte, los partidos están obligados a integrar sus listas para
cuerpos colegiados por lo menos con el 30% de mujeres, lo que ha permitido que, al menos
en términos formales, esta participación se sostenga por el orden del 37% para los casos de
Asambleas y Concejos, y del 43,7% en las listas que compiten por las JAL. Este panorama
deja abiertas tre preguntas, ¿Qué porcentaje de esta participación se concreta efectivamente
en elección de mujeres en cargos de representación o de gobierno? ¿Por qué la participación
de las mujeres se concreta en mayor medida en los cargos que tienen más proximidad a la
comunidad? ¿Qué significa que tales cargos sean los que está más desprovistos de recursos
y capacidad de influencia?
Ilustración 1: Porcentaje de mujeres candidatas

48.0
44.0
40.0
36.0
32.0
28.0
24.0
20.0
16.0
12.0
8.0
4.0
0.0
COALICIONES FIRMAS PARTIDOS

JAL CONCEJO ASAMBLEA ALCALDÍA GOBERNACIÓN

Finalmente, ¿Qué pasa con la participación de los jóvenes? En el caso de la gobernación no


hay candidatos menores de 25 años y para la alcaldía solo representan el 0,8% de los
postulados. De otra parte, los jóvenes entre 18 y 25 años tienen mayor opción de participar
en los cuerpos colegiados y dentro de estos en las JAL (11,5%) y en los Concejos (10,7%).
Esto se explica seguramente porque la ley estatutaria 1475 de 2011 ofrece estímulos
económicos a los partidos políticos de acuerdo con la proporción de jóvenes que resulten
electos en los cuerpos colegiados, al tiempo que este tipo de postulación constituyen el inicio
típico de una carrera política que ayudará, en el futuro, a postularse a otro tipo de cargo
electivo, para los que se requiera mayor experiencia y trayectoria en la lucha política.
Ilustración 2: Distribución por grupos de edad de las candidaturas

40.3%
36.6%
31.5% 29.9%
28.4% 28.0%
24.2%
22.6% 24.3%
22.2% 22.9%
22.6%
20.3%
14.4% 14.1% 17.0% 16.4%
13.5% 11.5%
9.1% 10.7% 11.1%
0.8% 2.4%
0.1% 0.0% 5.1%
0.0% 3.0%
0.3% 6.8% 3.2%
0.2% 5.7%
0.6%

ALCALDÍA GOBERNACIÓN CONCEJO ASAMBLEA JAL

18-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66-75 76-92

Una observación final. En los últimos años se ha incrementado el número de partidos


políticos con personería jurídica, muchos de los cuales carecen de respaldo visible,
plataforma y estructuras organizativas serias. Lo inconveniente es que la situación empieza
a configurar un nuevo riesgo de hiperfragmentación, situación que había sido superada
después de la reforma política de 2003 y a la que resulta muy inconveniente retornar.

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