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Muchas veces pasamos buena parte del día atendiendo a demandas de otros
que no son realmente importantes, postergando tareas que, pese a ser
importantes, no nos apetece realizar, viviendo en base a imprevistos o
“apagando fuegos”. Esto suele suceder porque no tenemos definido qué es
realmente lo prioritario, es decir, lo importante, lo que nos ayuda a alcanzar
nuestros objetivos.
# 3. Evita la multitarea
Los imprevistos son tareas importantes que debes hacer y con las que no
contabas.
Es normal que estés más concentrado y seas más productivo cuando los
plazos apremian (por la reacción natural de estrés de nuestro organismo). Sin
embargo, este tipo de estrés no es beneficioso a medio y largo plazo.
Admite que hay veces que las circunstancias están fuera de tu marco de
suficiencia (aquello que depende de ti) y readapta tu gestión de la
agenda a esta realidad. De este modo no te frustrarás ni te desmotivarás
tan pronto por algo que no estaba en tus manos.
Organizar una agenda es muy útil para tener anotadas todas las cosas que
debes hacer durante el día, de manera que ya no dependes de tu memoria
para realizar todo lo que tienes que cumplir.
También, sirve para recordarte cosas importantes que debes hacer un día en
particular, durante la semana, el mes o el año.
Te ayuda a administrar mejor tu tiempo, para que así puedas hacer más de lo
que prefieras.
Es simple en realidad.
Lo Principal
Ten un horario semanal. Con este, tu trabajo ya se hace mucho más fácil dado
que ya sabes las principales cosas que debes realizar diariamente para el
cumplimiento de tus metas.
Al finalizar o comenzar cada día, anota todas las cosas que debes realizar desde la hora
en que te levantas hasta cuando te vayas a dormir.
Te recomiendo que lo hagas al finalizar el día para que así tengas tiempo para pensar en
todo lo que tienes que hacer al día siguiente.
Un Ejemplo
7:30 pm – 9:30 pm: Cosas del trabajo, tiempo para aprender, estudios, hobbie, etc.
Usa tu creatividad a la hora de hacer tu horario para que el tiempo te alcance para hacer
lo que desees.
Consejos
Prioriza
Siempre anota los tiempos (inicio y fin de cada actividad), es fundamental para que
puedas terminar con todo lo que te propongas en el día.
No seas tan rígido con las horas. En vez de dedicarle 10 o 15 minutos a desayunar,
ponle 30 minutos. Y así con las demás cosas que tengas que hacer. Esto es para que al
final del día tengas más tiempo para hacer lo que te apetezca o para cubrir cualquier
imprevisto que suceda (que casi siempre hay).
Si no cumples
Si por algún imprevisto no cumples con algo un día, pásalo para el siguiente
reemplazándolo por algo no tan prioritario.
Enfócate
No intentes hacer varias cosas a la vez. Esto disminuye tu productividad dado a que no
te puedes concentrar lo suficiente.
Hay algo más importante que puedes hacer para que tu agenda sea excelente y tu
productividad explote.
5. Dedícate por entero, en los momentos que tengas destinados para este proyecto a
la tarea número uno de tu lista. Si logras terminarla antes de los días que tenías
planeados, habrás ganado tiempo parab lo que sigue.
6. Calcula tus tiempos de manera que termines el proyecto antes del tiempo en el
que es requerido, para que puedas revisar calmadamente, si todo ha sido concluido
como lo planeaste. En caso de alguna omisión o problema, tendrás todavía tiempo
para solucionarlo.
9. Lleva tu agenda siempre contigoy apunta en ella todas las ideas que surjan, todo
lo que recuerdes que no habías anotado en tu planeación. Cuando vas manejando se
te vienen a la mente muchas cosas, yo te recomiendo que lleves siempre una
grabadora de mensajes que te permitirá captar esa idea que le puedes añadir a tu
proyecto, y llegando a tu oficina o al hogar, la anotarás en tu agenda y en tu lista.
10. Revisa contínuamente tu mapa mental y tu lista de tareas, para atacar todos
los puntos hasta el último detalle.
Tu proyecto quedará tan completo y tú tan satisfecho que a partir de ese momento,
estos serán los pasos que realizarás para cualquier actividad que debas desarrollar. Si
deseas aprender cómo lograr organizar tus pendientes en la agenda, toma nuestro
taller, abajo encontrarás más información al respecto.
Maca
Lo primero que necesitamos es tener una agenda, llevarla siempre encima y, sobre
todo, decidir para qué queremos utilizarla. No se trata de apuntar sin criterio todo
aquello que necesitemos o se nos pase por la cabeza, si no que tenemos que decidir
cuándo y dónde: Controlar el cuándo y el cómo de nuestras actividades.
Las más comunes suelen ser los registros de llamadas telefónicas que tenemos que
hacer, fechas importantes, manejar gastos y pagos pendientes, compras… No nos
olvidemos que lo más importante es ganar tiempo con una buena organización de
nuestra vida, y nuestra agenda.
1) Las agendas suelen tener una zona donde puedes ver el listado de todo el mes,
utiliza esta para apuntar aniversarios, cumpleaños o eventos importantes.
4) Utiliza post-its para aquellas notas muy importantes, pueden ser de esos que tienen
formas, o los tradicionales cuadrados para añadir datos en caso de que no entren.
5- Las cosas no siempre salen como las tenemos pensadas y pueden salir tareas imprevistas.
Haz que tu agenda sea flexible y no te agobies con los imprevistos, simplemente déjales un
pequeño hueco en el día a día.¡Por lo que pueda pasar
No tiene que ser la agenda más moderna, ni la más cara, ni la más grande. Debería ser la
agenda que más se ajuste a tus necesidades. Hay muchas opciones en el mercado.
Hoy te compartimos ideas prácticas para ser más productiva con una agenda en
papel.
Aunque tengas una muy buena memoria, una agenda es un excelente elemento de
trabajo. Si no estás acostumbrada a utilizar una, te sugerimos que pienses seriamente
en empezar una vida NUEVA en su grata compañía.
Una agenda te ayudará a organizar tus actividades diarias, a tener presente tus
obligaciones como ama de casa o como mujer trabajadora. Te ayudará a tomar nota de
aquellas cosas que surgen durante el día y no sabemos dónde registrarlas o… bien lo
hacemos en decenas de papelitos que luego no sabemos dónde están. Será tu aliada para
mantenerte en control de tu tiempo y no al revés.
Veamos algunas ideas prácticas para ser más productivas con una agenda en
papel.
Tip:utiliza una sola agenda para ser más productiva con tu tiempo. De lo contrario
estarás cargando información en varias agendas, anotadores, etc. y esto no resulta
productivo. Si te olvidas de registrar algo en una de ellas, ya estarás perdiendo el
control de tu tiempo.
Utiliza una agenda de bolsillo si eres de las personas que no necesita registrar en
detalle sus actividades o únicamente necesita un “ayuda memoria” para desempeñarse
durante la jornada. También es una cuestión de practicidad para movernos. Muchos
caballeros prefieren las agendas pocket -o de bolsillo- porque son fáciles de trasladar. Y
muchas mujeres también las prefieren por el mismo motivo. De pronto, si no eres de las
que gustan ir cargando un gran bolso de mano o la guardas en un delgado portafolios,
pues ve ahora mismo detrás una agenda pequeña.
Tip: compra una agenda mediana a grande si eres más detallistas con el registro de tus
actividades y si te sientes cómoda integrando TODAS tus actividades en un solo lugar.
Nada mejor que tener un panorama del año siempre a mano. La mayoría de las agendas
trae un calendario anual pero verifica este detalle antes de comprar una. Coloca el
calendario inmediatamente después de la carátula, así será más sencillo consultarlo.
Ponle color a tu agenda y a su vez, sé más productiva. Utiliza diferentes colores para
tus diferentes actividades. Facilítate las tareas del día encontrando más fácil qué hacer
cada día. Utiliza lapiceras, fibras o bien, post-it o etiquetas adhesivas.
Tip: compra un folio fuerte que resista todo el año y que sujete bien tus papeles.
La mayoría de las agendas traen algunas hojas sueltas al final para tomar notas. Si no es
así, compra algunas en tu librería. Te servirán para registrar tus ideas. Tu agenda NO
es un cuaderno de notas. Pero las ideas nos llegan en cualquier momento, por ello, sé
previsora y déjales un espacio TAMBIÉN en tu agenda diaria.
Tip: intercala la hoja con tus anotaciones en el día correspondiente. Al flinalizar el día,
al igual que con tus papeles, decide qué hacer con estas notas. No dejes que se
acumulen. Haz algo con ellas.
En el caso de que te sientas cómoda trabajando en Internet, sólo en este caso, utiliza la
aplicación más simple y que realmente aporte a tu sistema de organización. No
queremos pasar nuestro tiempo dilucidando cómo usar un complejo método de
organización. ¡Todo lo contrario! Busca un método que facilite registrar tus actividades.
Recuerda: si lo tuyo no es Internet, manéjate únicamente con tu “aliada” en papel.
Tip: utiliza tu agenda en papel para registrar tus actividades semanales y diarias, y
tu agenda online, para tus eventos mensuales y anuales. Estas aplicaciones suelen
permitirte crear recordatorios que llegarán uno, dos o varios días -según lo crees-
previos al evento en cuestión. ¡Son MUY útiles para no perderte nada!
Semanalmente revisa tu agenda para ver cómo vas con tus actividades. Fíjate que te
quedó de la semana anterior y deberás pasarlo a la siguiente. Vacía tu folio y haz algo
con tales papeles. Revisa tus anotaciones con frecuencia y registra las actividades que
sean necesarias realizar en consecuencia. Mantén al día tu agenda y ¡disfruta una vida
más productiva!
Algo tan sencillo como no saber llevar una agenda puede ocasionar problemas
desastrosos en el rendimiento profesional de las personas y, de manera directa, en la
productividad de las empresas. Lo importante de tener un organizador, es delimitar
tiempos y espacios para tus actividades, pero sobre todo, cumplir con ello.
¿Cuántos de ustedes podrían asegurar que saben manejar su agenda? Para lograrlo se
debe tener una definición bien estructurada de tus quehaceres para estar a un paso
adelante a las circunstancias: te anticipas a las reuniones, sabes cuáles son tus objetivos
primordiales del día, adelantas tareas imprescindibles y respetas tus tiempos libres.
Es decir, saber controlar una agenda e impedir que las circunstancias controlen tus
tiempos y al final de cuenta, tu vida, posibilita el tan anhelado equilibrio. En ese
sentido, Juan Sherwell, director de la Escuela de Graduados en Alta Dirección de
Empresas Business School del Tecnológico de Monterrey, ofrece 10 consejos básicos
para que ejecutivos y altos directivos puedan tener el control de su vida a través de su
agenda:
1. Organízate
“Lo más importante para tener una agenda bien estructurada es la organización, es
necesario aprender a priorizar las actividades de tu día a día, a saber diferenciar entre
aquellas tareas que pueden esperar y aquellas que es necesario tratarlas al instante”,
comenta Sherwell. Realiza una lista de los pendientes a realizar al día siguiente, marca
aquellos que se deben de tratar con urgencia, separa los que puedes realizar en el
transcurso del día y aquellos que puedes realizar si te da tiempo.
3. Aprende a delegar
4. Aprovecha la tecnología
5. Aprende a decir NO
La vida social de un directivo casi siempre está saturada, sin embargo, también es bueno
aprender a priorizar estas reuniones. Aclarar cuándo es importante asistir y en qué
momento decir NO, agilizará tus tiempos en la agenda y así podrás contar con espacios
que te permitan realizar tareas trascendentes. Evita atender personas no agendadas, esto
quita mucho tiempo y te distrae de tus tareas más importantes.
Adelantarte a los horarios de trabajo podría ayudarte a realizar tareas de manera más
eficiente, así evitarás distracciones causadas por tus colaboradores y asistentes. Se
recomienda aplicarlo por las mañanas, no por las noches.
Si dices que va a durar una hora la reunión, tiene que durar una hora. Evita extender
tiempos que sean innecesarios en tu agenda, el respeto a estos horarios son los que te
darán el éxito para llevarla al pie de la letra y para concluir cada uno de los objetivos
diarios. La puntualidad también es una forma de respetar tu tiempo y el de los demás.
Ya sea con la familia, con tu esposa o sólo para ti, es importante apartar un tiempo
específico para liberarte del estrés laboral y de la rutina diaria, esto te ayudará a iniciar
mejor el siguiente día y así hacer más eficiente tu trabajo. Y estos espacios también se
agendan.
¿Conoces otros puntos que podrían ayudar a hacer de tu agenda algo exitoso?
¿Cómo organizas tu agenda?
El mundo va muy deprisa, y no tenemos tiempo para preocuparnos del tiempo y sin
embargo lo perdemos con mucha más frecuencia de lo que somos conscientes.
¿Cuántas veces nos hemos parado a pensar en los últimos años si estamos dedicando el
tiempo necesario a las actividades que son importantes en nuestro puesto de trabajo?
¿Acabamos el día habiendo realizado todas las tareas que nos habíamos propuesto?
¿Trabajamos demasiadas horas porque son otros los que manejan nuestro tiempo?
Quien gestiona bien su tiempo, gestiona bien su vida. Quien no encuentra tiempo para
reflexionar, planificar o programar, es difícil que saque adelante un proyecto de cierta
envergadura. Seguramente no encuentre tiempo ni para si mismo.
Cuando hablamos de gestión del tiempo, nos referimos a todas aquellas actividades de
planificación y organización que tenemos que hacer para conseguir los objetivos que
nos hemos propuesto.
¿Por qué crees que muchos de nosotros no somos capaces de gestionar nuestro
tiempo correctamente?
La gestión de nuestra atención y el compromiso que nos imponemos hacia ciertas tareas
es algo que no nos han enseñado ni en el colegio, la universidad o en escuelas de
negocio y resulta que estas son habilidades personales que marcan la diferencia en los
resultados profesionales.
No es tan difícil en el sentido que requiere tener unos conocimientos sobre cómo
gestionar objetivos, proyectos y tareas que hay que aprender utilizándolos. Lo que más
nos cuesta a las personas es el esfuerzo de incorporar esas actividades y convertirlas en
rutinas.
Es como si me preguntas si es difícil hacer 30 minutos de ejercicio todos los días. Habrá
una componente que sea conocer cómo debo hacer correctamente el calentamiento, los
estiramientos y las tablas de ejercicios, pero normalmente el principal obstáculo va a ser
mi motivación para cada día hacer el esfuerzo de ponerme a hacer ejercicio. Cuando
esto lo logro durante un tiempo, empieza a convertirse en una rutina y resulta menos
difícil.
Wunderlist
EverNote
Capturar (Anotar, registrar) las cosas que nos pasan por la cabeza y se pueden convertir
en tareas.
Organizarlas y priorizarlas
Asignarles fecha
Plantear objetivos y hacerlos trozos más digeribles como son los proyectos y tareas
Darte estadísticas de tiempos empleados y tareas hechas por día, semana, etc.
Sirven para relajarnos sabiendo que hemos capturado una cosa y dejar de preocuparme
por esa cosa para poder centrarme en lo que estoy haciendo ahora. Y también ayudan a
gestionar tareas y proyectos igual que lo podemos hacer en papel pero con la ventaja de
que está accesible en la nube, lo puedo sincronizar en varios ordenadores, tablet o
móvil, lo puedo compartir con otras personas de mi equipo incluso que estén a
distancia.
Estas herramientas son más a nivel profesional, ¿pero a nivel personal, qué nos
puedes aconsejar? (¿las mismas?)
Si nos vamos a ir un fin de semana de turismo rural con la familia, seguramente unos
días antes tendré que definir a qué destino, buscar casa u hoteles en la zona, hacer una
llamadas para ver precios y disponibilidad, reservar, pagar una señal, buscar en internet
cosas chulas que ver en la zona, buscar un restaurante, hacer la maleta, comprar alguna
cosa que me hace falta para llevarme al sitio, etc., son una serie de cosas para asegurar
que el fin de semana va a ser un éxito. Y esas cosas a hacer las tendré que organizar en
mi agenda unos días antes si no quiero llegar al día de irnos de fin de semana rural y
tener un estrés tremendo porque me faltan muchas cosas por hacer. Si me ocurre ésto,
ya no estoy disfrutando con ese fin de semana. Es el mismo proceso que cuando abordo
cualquier tarea o proyecto en el ámbito profesional.
Hay personas que argumentan que es quitarle espontaneidad a tu faceta personal, pero
yo creo que saldrá mejor un fin de semana y lo disfrutaré más si lo preparo un poco que
si lo dejo todo al azar y la improvisación.
Los mismos que cuando quieres hacer cualquier cambio. A las personas no nos gusta
cambiar porque implica un esfuerzo de aprendizaje y eso cuesta.
Si lo pintamos como un cambio tal cual, no triunfa, tenemos que ayudar a las personas a
visualizar los beneficios que reporta utilizar estas herramientas. Cuando vean en
concreto cada persona, en qué les va a ayudar y lo traducen en un beneficio “con
nombre y apellidos”, entonces tendrán interés por el cambio.
Por ejemplo, si yo veo que por utilizar una herramienta de este tipo voy a bajar mi nivel
de estrés porque tengo visibilidad de todas las tareas pendientes, querré utilizarla.
Otro ejempo, es que si puedo compartir las tareas de un proyecto con un compañero de
trabajo y eso hace que no nos tengamos que reunir para actualizarnos porque ya lo
vemos a través de internet, eso hace que ahorremos tiempo para dedicarlo a otras tareas
o para terminar antes de trabajar. Si termino antes en el trabajo puedo hacer otras cosas
que también me gusten.
Todos somos diferentes y es válido que las personas quieran organizar su agenda de
manera semanal o quincenal, sin embargo, lo ideal es que aun seas de estas personas, la
revises y actualices a diario. El seguimiento de la misma te permitirá avanzar en
concreto hacia las metas que en ella coloques.
El momento del día que dediques para esto es indiferente. Elige el que mejor te funcione
según tus preferencias, lo ideal es que todos los días sea a la misma hora, así se volverá
un hábito.
2.- Establece horarios
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También si quieres ser un poco más flexible contigo mismo puedes colocarte metas un
poco más espaciadas a lo largo del día, tipo una lista de actividades y un límite de
tiempo para cada una de ellas sin ponerlas en un momento del día ya establecido.
Las ventajas de los horarios es que te harán ser más consciente del tiempo que le
dedicas a tus tareas y esto te volverá más productivo, procurándonos más tiempo libre
para invertir en otras actividades. Te sorprenderás de la cantidad de tiempo que puedes
perder al no fijarte en el reloj. Por supuesto, no es convertirte en el conejo blanco de
Alicia, que vaya el equilibrio por delante.
3.- Se realista
Cuando escribas el tiempo que utilizarás para cada actividad es recomendable que dejes
cierto margen para realizarla con holgura. Si calculas que una tarea pueda llevarte 20
minutos, coloca 30, así tendrás espacio para chequear que esté bien hecha y si sobra
tiempo podrás emplearlo en alguna otra tarea en la cual se te haya presentado algún
inconveniente o hayas tenido que tardar más de lo previsto.
Algo que también tiene mucha importancia es la cantidad de actividades que asignes por
día. Hazlo con realismo, aunque quieras, tengas las ganas y el empuje, colocar más de
20 actividades en un día hará que te sientas frustrado si no logras realizarlas todas. Lo
más saludable es que se coloque una cantidad prudencial, la cual tú irás descubriendo a
medida que le des un uso responsable a la agenda. Tal vez para ti sí funcione agendar 20
tareas diarias, mientras que para otros el número ideal será 8 y para otros 25.
He escuchado de personas que se quejan al seguir una agenda porque dicen que siempre
están realizando actividades cotidianas y esto no les deja tempo para realizar cosas
extraordinarias. Esto ocurre cuando la persona no organiza bien las prioridades o
cuando dejan que el tiempo se les escurra entre los dedos sin hacerse responsables de
tomar el control.
Los días de todas las personas tienen 24 horas, está en cada quien el administrarlas
eficazmente o no. Es importante el primer truco de la lista porque cuando dedicas un
tiempo a revisar tu agenda podrás clasificar a diario tus tareas por prioridad, sin dejar de
lado las cosas que también son importantes, pero no urgentes, pon a funcionar ese
criterio objetivo que tal vez ni sabías que existía. Si no tienes claro cómo hacerlo, mira
estos consejos para establecer prioridades en Gananci.
Si crees que es prioritario ir al cine, ¡mételo en tu agenda! Así cumplirás ese objetivo.
Las cosas que escribas en ella no tienen solo que ser de trabajo o estudios, se trata de un
manejo más eficiente y productivo de tu propio tiempo en todos los sentidos.
El estrés en sí no es malo, es una respuesta del organismo que nos activa y nos pone en
alerta ante cualquier situación que nos está presionando. En cantidades bajas nos
permite trabajar con cierta concentración y actividad, pero, en exceso, produce el efecto
contrario. Y un estrés continuado en el tiempo nos traerá, seguro, serios problemas de
salud.
Organizar nuestro día a día, tanto en el trabajo como en la vida diaria, nos permite
establecer unos objetivos claros y realistas, asumibles. Escapamos así de la
incertidumbre y la frustración, además nos permitirá realizar las tareas más relajados y
dando lugar a la creatividad: no podemos pensar bien si estamos atareados, nos
bloqueamos. No debemos olvidar que para el éxito en el ámbito laboral, de estudio y
también el personal, el tiempo dedicado a despejar la mente y el cuerpo, así como a
dormir y alimentarnos correctamente, son tan importantes como el tiempo dedicado en
sí a las tareas. Nos permitirá trabajar más rápido, con mayor concentración y con las
ideas más claras, y la única forma de comprobarlo es probando.
En el ámbito laboral y/o escolar/universitario, este orden deberá ser más minucioso que
en la vida personal, porque no debemos poner horarios a las personas de nuestro
alrededor, pero cierto orden sí que nos ayudará en muchas tareas. Sobre todo, nos
permitirá disfrutar de horas de descanso, que de otra manera es muy probable que
ocupáramos con más trabajo u obligaciones.
1. Hazte con una agenda
Claramente, este es el primer consejo para ordenar nuestro día a día. Puede ser una
clásica agenda de papel, una app del móvil, un programa del ordenador o cualquier cosa
que nos permita organizarnos de la manera que sea más cómoda para nosotros.
Hay actividades que programaremos a medio plazo, por ejemplo, lo que haremos
durante el resto de la semana. Sin embargo organiza y readapta tu horario al inicio de
cada jornada para adaptarlo al nuevo día, y los cambios imprevistos que hayan surgido.
Por ejemplo, los horarios de descanso, de comida, de trabajo, de tareas del hogar, etc.
Tener unos horarios más o menso marcados es muy beneficioso para el cuerpo y para la
mente, nos adaptamos a ese ritmo y, así, nos facilita ir cumpliéndolo día a día,
combatiendo a nuestra enemiga la pereza.
En el trabajo, limpia tu escritorio de cosas que no necesites y ordénalo, cada cosa tiene
un lugar y saber dónde se encuentra te hará perder menos tiempo buscándolo. En casa
igual, no podemos estar relajados en un hogar desordenado, así como tampoco podemos
estudiar en una habitación caótica. Nos distrae y no permite tener bien a mano e
identificadas las cosas que necesitaremos para nuestro rato de estudio.
7. Establece prioridades
Para las diferentes tareas que tengamos que realizar, piensa cuáles son más
significativas y urgentes y dales más importancia. No pospongas tareas importantes
aunque sean más tediosas, descubrirás que cuando las quitas de en medio pronto, la
satisfacción es mayor.
8. Subdivide las tareas más complejas en subtareas
Si eres tú quien se prepara la comida, dedica tiempo a cocinar platos nutritivos y que te
aporten todo lo que necesitas para tener energía, sobre todo en el desayuno. Huye de las
comidas pre cocinadas, hay un sinfín de platos rápidos y nutritivos esperándote.
Alimentarse bien es clave para tener éxito en todo.
Dedícalas a actividades de ocio, como jugar con tus hijos, charlar con tu pareja o
alguien de tu hogar, leer, ver la televisión, escuchar música, realizar ejercicios de
relajación, etc. Cualquier cosa placentera y que, además, te relaje. Esto te ayudará a
dormir mejor y a tener la mente más despejada.
No podemos acapararlo todo, aunque pensemos que nosotros manejamos mejor las
situaciones. Pide ayuda, si es posible, a compañeros en el trabajo o a otras personas de
tu hogar para hacer aquello con lo que no puedas. También debemos aprender a
rechazar peticiones de los demás que no puedas cumplir, haciéndelos entender que no
tenemos tiempo.
Sentirás una enorme satisfacción, tranquilidad y alivio. Si ha quedado alguna tarea sin
realizar, no sentirás la ansiedad que se te generaba antes, porque ahora sabes lo que
hiciste, por qué, y por qué era imposible cumplir hoy todo lo que tenías programado.
Verás que, habiendo organizado el día, en realidad tienes mucho más tiempo del que
esperabas. Te proponemos, entonces, introducir alguna actividad deportiva, aunque sea
poco tiempo: caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, etc. Si no, deja estas actividades
para el fin de semana, pero el ejercicio es, junto a la organización, el mejor remedio
para el estrés.