María Rosa Neufeld, es una antropóloga Social.

Profesora titular de Antropología Sistemática

(UBA). Coordina el Programa de Antropología y Educación de la Sección Antropología Social
del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). El texto el
cual se centrará esta parte del ensayo, pertenece a esta autora y se llama “CRISIS Y VIGENCIA
DE UN CONCEPTO: LA CULTURA EN LA ÓPTICA DE LA ANTROPOLOGIA”.

Las ideas que la autora nos da en este texto giran en torno a la construcción del término
“Cultura”, desde una mirada epistemológica y antropológica en un recorrido histórico, y al
final nos presenta la problemática de este concepto.

Inicia que “cultura” es un concepto incorporado al sentido común, y que se usa la misma como
una característica de un determinado sector social, también como una justificación de
diferencias. La autora se hace una pregunta que resulta interesante en el marco de la
explicación: “La cultura es distinta... ¿Distinta a quienes?”

Se toma a l cultura como producto de una herencia social, donde un grupo determinado ha
recibido en un proceso de transmisión un conjunto de pautas o valores que serán conservados
de forma inmutable, o sea que existe una reproducción de lo mismo.

Menciona de cultura es un concepto central de la antropología, y que además puede ser

tomada como una referencia globalizadora a la totalidad del modo de vida de un pueblo.
Según Valentine, el concepto de cultura reunía 3 aspectos:

1. Universalismo: Aquí menciona que todos los hombres tienen culturas, lo cual ayuda a
definir su común carácter humano.
2. Énfasis en la organización: Todas las culturas poseen coherencia y estructura, desde
las pautas universales comunes a godos los modos de vida, hasta los modelos
peculiares de una época o lugar específico.
3. Reconocimiento de la capacidad creadora del hombre: Alega que cada cultura es un
producto colectivo del esfuerzo, el sentimiento y el pensamiento humano.

La definición anteriormente mencionada fue desarrollada con la negación de la base biológica

de estos comportamientos. Según Linton, el comportamiento humano se caracterizaba por el
predominio de lo aprendido, y esto lo denomina como “Herencia social de la humanidad”,
misma que recibe de igual manera el nombre de cultura. Y finaliza la autora esta parte de la
centralidad y polisemia del concepto de cultura diciendo que las sociedades o comunidades
son posibles por la existencia de una serie de pautas culturales que contribuyen a su
organización y existencia.

Dentro del siguiente capítulo, analiza los problemas de investigación de la antropología clásica
y el concepto de cultura. Habla sobre el investigador y que es preferible que sd realice su
estudio de forma general y no delimitarlo porque perjudicarían a la investigación. La
antropología que estudiaban en la primera mitad del siglo XX a las sociedades primitivas o
simples, en cambio ahora se las estudia hasta como sociedades complejas. Dicho esto, es
donde menciona un concepto aún un poco sin profundidad de cultura, y dice que es “un
conjunto de la herencia social de un grupo humano que era transmitida por el proceso de
endoculturación a las generaciones siguientes”.

Con el concepto anteriormente presentado, se comienza a construir dicho concepto. Y la

autora inicia siendo clara al momento de asegurar que el término no es neutro. Dentro del
contexto económico-político, marcado por el ascenso de la burguesía, se produce el
desarrollo de una serie de conceptos interconectados: sociedad, civilización, economía y
cultura.

Esto da inicio al análisis histórico del término y cita a Williams, quien menciona que la cultura
fue el crecimiento y la marcha de las cosechas, los animales y por extensión, el crecimiento y
la marcha de las facultades modernas. Esto sucede en el siglo XVIII. Aquí se relaciona un
término que inicia siendo parecido: civilización. Civilización es un término próximo y diferente
a cultura; además se refiera a hechos muy diversos: tanto al grado alcanzado por la técnica,
como al tipo de modales reinantes, al desarrollo de conocimiento científico, a las ideas
religiosas y a las costumbres. El concepto resume todo aquello que la sociedad occidental de
los últimos dos o tres siglos cree llevar de ventaja a las sociedades anteriores o
contemporáneas primitivas. Esta moción de civilización se desarrolló en Inglaterra, y reúne el
orgullo que produce la importancia de la nación propia en el conjunto del progreso de
occidente.

Se inicia dentro de este capítulo una separación entre dos corrientes que han interpretado al
termino cultura. La cultura antropológica es relativista, homeostática, plural y todos los
hombres tienen cultura por igual. Afirma que la validez por igual de las costumbres y valores
de otros pueblos; por otro lado, la corriente humanista no separara el concepto de cultura y
civilización, incluso los usa como sinónimos y como claro ejemplo la autora cita a Tylor, quien
alega que la cultura o civilización, en un sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo
que incluye el conocimiento las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y
cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la
sociedad.

La clara diferenciación presentada por la perspectiva antropológica nace en el romanticismo

que hace que la cultura se aleje ce la civilización. Desde aquí, son cultura los productos de la
vida de un pueblo. El lenguaje y la vida social organizada generan a la herencia social que es
la cultura, y se la llega a tomar, al igual que sociedad, son entidades suprapsiquicas.