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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Experimental Del Yaracuy

Guama, Mnpio Sucre – Edo. Yaracuy

Bachilleres:

Gisel Morillo C.I: 26.137.336

Jesús Antías C.I: 25.584.354

Claudia Pérez C.I: 16.824.362

Cesar Hernández C.I: 25.455.203

Gheison Trejo C.I: 25.456.909

Sección 1-3
Técnicas e instrumentos de investigación y recolección de datos según
autores

Es de particular importancia otorgar y no olvidar el valor que tienen las


técnicas y los instrumentos que se emplearán en una investigación. Muchas veces
se inicia un trabajo sin identificar qué tipo de información se necesita o las fuentes
en las cuales puede obtenerse; esto ocasiona pérdidas de tiempo, e incluso, a
veces, el inicio de una nueva investigación. Por tal razón, se considera esencial
definir las técnicas a emplearse en la recolección de la información, al igual que
las fuentes en las que puede adquirir tal información.

Sabino (1996), expone que, los instrumentos de recolección de datos son


los recursos del que puede valerse el investigador para acercarse a los problemas
y fenómenos, y extraer de ellos la información: formularios de papel, aparatos
mecánicos y electrónicos que se utilizan para recoger datos o información, sobre
un problema o fenómeno determinado.

En opinión de Rodríguez Peñuelas, (2008:10) las técnicas, son los medios


empleados para recolectar información, entre las que destacan la observación,
cuestionario, entrevistas, encuestas.

De la misma manera, Hurtado (2000:164), plantea que, la selección de


técnicas e instrumentos de recolección de datos implica determinar por cuáles
medios o procedimientos el investigador obtendrá la información necesaria para
alcanzar los objetivos de la investigación.

Efectuar una investigación requiere, como ya se ha mencionado, de una


selección adecuada del tema objeto del estudio, de un buen planteamiento de la
problemática a solucionar y de la definición del método científico que se utilizará
para llevar a cabo dicha investigación. Aunado a esto se requiere de técnicas y
herramientas que auxilien al investigador a la realización de su estudio.
En este sentido, Las técnicas son de hecho, recursos o procedimientos de
los que se vale el investigador para acercarse a los hechos y acceder a su
conocimiento y se apoyan en instrumentos para guardar la información tales
como: el cuaderno de notas para el registro de observación y hechos, el diario de
campo, los mapas, la cámara fotográfica, la grabadora, la filmadora, el software de
apoyo; elementos estrictamente indispensables para registrar lo observado
durante el proceso de investigación.

Técnicas e Instrumentos en la investigación cualitativa

En la Investigación Cualitativa , aparte del planteamiento del problema y los


objetivos de investigación, también se necesita recabar y procesar la información
para transformar el plan inicial, hacer los cambios necesarios y avanzar en las
diferentes etapas del proceso, en especial para la producción de conocimientos,
mediante la explicación y transformación de la realidad con un sentido
multidimencional e interactivo. Cabe aclarar que existen técnicas para recolectar y
técnicas diferentes para procesar y analizar la información. Entre las técnicas
básicas para recabar información que proponen los especialistas destacan las
siguientes: observación participante, entrevistas, encuestas, cuestionarios, grupos
focales, grupos de discusión, análisis de documentos, círculos de reflexión y
testimonios focalizados, entre otras.

Entre tanto los instrumentos son los elementos, herramientas, utensilios,


artefactos, aparatos, máquinas, materiales o dispositivos con los cuales se ayuda
y apoya el investigador para utilizar una determinada técnica, o un grupo de ellas y
recabar la información de la manera más completa, precisa y confiable. Entre los
instrumentos más utilizados en la investigación cualitativa se encuentran: diario de
campo o libreta de anotaciones, cámara fotográfica (de película o digital),
grabadora de audio, grabadora de video, lista de preguntas, lista de proposiciones
o enunciados, lista de cotejo, entre otros.
La Observación

Según las recomendaciones hechas por Elliot (1990), Murcia (1994), López
de George (1997), Arellano (2003) y Martínez (2004), una de las técnicas más
utilizadas es la observación participante, la cual se emplea para obtener
información directa, real y verídica, de manera detallada y suficiente de las fuentes
de información. El investigador se debe involucrar y comprometer diariamente en
la cotidianidad académica del contexto de su propio trabajo, o bien, con cada
situación de los coinvestigadores en sus actividades en general.

En este sentido, Anguera (1992) hace énfasis que a través de la


observación participante el investigador entra en contacto directo con el grupo en
estudio. En vista que, la observación como tal, implica la utilización de todos los
sentidos, como medio para percibir la realidad, los hechos, sucesos o los
fenómenos naturales del contexto de la investigación; se entiende que el
investigador pueda recoger los fenómenos de tipo auditivos (sonidos, palabras,
discursos, ruidos), visuales (imágenes, colores, formas, símbolos), kinestésicos
(movimientos, gestos, energías, sensaciones mecánicas) y hasta químicos (olores,
sabores) de una sola vez, en su intento por descubrir y recabar las evidencias y
testimonios de una manera más completa y precisa.

En consecuencia, el investigador(a) puede utilizar en la observación, todo


tipo de instrumento que se preste para percibir la realidad de forma detallada,
sistemática y rigurosa. Para este fin, se recomienda como instrumentos
primordiales en la observación participante: un diario de campo o libreta de
anotaciones, grabadora de audio y/o video, cámara fotográfica y hasta una lista de
cotejo o preguntas, que sirva como guía de observación para proporcionar pautas,
comparaciones, interrogantes, relaciones y descripciones de los sucesos o
incidentes más importantes.

Según Hurtado y Toro (1997), Buendía, Colás y Hernández (1998) y


Martínez (2004), la observación participante tiene la particularidad de introducir al
investigador en el contexto o comunidad que se desea estudiar, como un miembro
participativo y natural del ambiente, lo cual implica participar en las acciones o
entorno comunitario y observar, a la vez, lo que sucede a su alrededor.

La Entrevista

Las entrevistas y el entrevistar son elementos esenciales en la vida


contemporánea, es comunicación primaria que contribuye a la construcción de la
realidad, instrumento eficaz de gran precisión en la medida que se fundamenta en
la interrelación humana.

Sabino, (1992:116) comenta que la entrevista, desde el punto de vista del


método es una forma específica de interacción social que tiene por objeto
recolectar datos para una investigación.

El investigador formula preguntas a las personas capaces de aportarle


datos de interés, estableciendo un diálogo peculiar, asimétrico, donde una de las
partes busca recoger informaciones y la otra es la fuente de esas informaciones.
Por razones obvias sólo se emplea, salvo raras excepciones, en las ciencias
humanas.

La ventaja esencial de la entrevista reside en que son los mismos actores


sociales quienes proporcionan los datos relativos a sus conductas, opiniones,
deseos, actitudes y expectativas, cosa que por su misma naturaleza es casi
imposible de observar desde fuera. Nadie mejor que la misma persona involucrada
para hablarnos acerca de todo aquello que piensa y siente, de lo que ha
experimentado o proyecta hacer.

Hernández (2003), expone que las preguntas del cuestionario pueden ser
estructuradas o semi estructuradas, para ésta investigación se llevan a cabo éstas
últimas para obtener información cualitativa. Las entrevistas semi-estructuradas,
se basan en una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene la libertad de
introducir preguntas adicionales para precisar conceptos u obtener mayor
información sobre temas deseados.

A su vez, Sabino (1992), agrega que, una entrevista semiestructurada (no


estructurada o no formalizada) es aquélla en que existe un margen más o menos
grande de libertad para formular las preguntas y las respuestas.

La técnica de la entrevista se utiliza en esta investigación aplicando el


enfoque cualitativo a los resultados de la investigación.

La Encuesta

La encuesta es un procedimiento que permite explorar cuestiones que


hacen a la subjetividad y al mismo tiempo obtener esa información de un número
considerable de personas, así por ejemplo:

Permite explorar la opinión pública y los valores vigentes de una sociedad,


temas de significación científica y de importancia en las sociedades democráticas
(Grasso, 2006:13)

Al respecto, Mayntz (1976) citado por Díaz de Rada (2001), describe a la


encuesta como la búsqueda sistemática de información en la que el investigador
pregunta a los investigados sobre los datos que desea obtener, y posteriormente
reúne estos datos individuales para obtener la información que se busca, durante
la evaluación datos agregados.

Para ello, el cuestionario de la encuesta debe contener una serie de


preguntas o ítems respecto a una o más variables a medir. En este sentido,
Gómez (2006), refiere que básicamente se consideran dos tipos de preguntas:
cerradas y abiertas.
Las preguntas cerradas contienen categorías fijas de respuesta que han
sido delimitadas, las respuestas incluyen dos posibilidades (dicotómicas) o incluir
varias alternativas. Este tipo de preguntas permite facilitar previamente la
codificación (valores numéricos) de las respuestas de los sujetos.

Las preguntas abiertas no delimitan de antemano las alternativas de


respuesta, se utiliza cuando no se tiene información sobre las posibles respuestas.
Estas preguntas no permiten precodificar las respuestas, la codificación se efectúa
después que se tienen las respuestas.

El mismo autor agrega que las preguntas del cuestionario de la encuesta


deben contemplar ciertos requerimientos:

1. tienen que ser claras y comprensibles para quien responde;


2. debe iniciar con preguntas fáciles de contestar;
3. no deben incomodar; deben referirse preferentemente a un solo
aspecto;
4. no deben inducir las respuestas; no hacer preguntas innecesarias;
5. no pueden hacer referencia a instituciones o ideas respaldadas
socialmente ni en evidencia comprobada;
6. el lenguaje debe ser apropiado para las características de quien
responde;
7. de preferencia elaborar un cuestionario de instrucciones para el llenado;
8. elaborar una carátula de presentación donde explique los propósitos del
cuestionario; garantizar la confiabilidad y agradecer al que responde.

Adicionalmente señala las distintas formas en que puede administrarse o


aplicarse un cuestionario: autoadministrado o respondido por los entrevistados;
por entrevista personal (el entrevistador anota las respuestas); por entrevista
telefónica; por correo postal o electrónico.
Testimonios Focalizados

Se obtienen básicamente mediante una pregunta, proposición o enunciado


interrogativo o de opinión. El instrumento más adecuado para recabar testimonios
focalizados es una lista de preguntas abiertas y dirigidas hacia un tema o
propósito específico de interés primordial para el investigador. Entonces, las
respuestas serán también específicas, abiertas y focalizadas, las cuales se
transformarán en testimonios escritos o evidencias dirigidas. Los cuestionarios con
preguntas abiertas, que impliquen respuestas amplias y profundas, también sirven
para recabar testimonios escritos, de tipo focalizado.

Según González y Hernández (2000a) y Canelón (2000), los testimonios


focalizados se utilizan con el propósito de lograr un mayor acercamiento a los
significados, experiencias, percepciones, opiniones y concepciones que los
profesionales o informantes le conceden a la praxis diaria o el contexto
pedagógico cotidiano. Generalmente se solicitan a estudiantes, coinvestigadores,
profesores o colaboradores de la investigación, para que expresen una opinión
escrita o versionada de la experiencia vivida, los sentimientos, las reflexiones y las
conclusiones finales de un proceso.

Una modalidad que plantea Bermejo (2005) es la técnica de representación


de papeles, la cual se usa en ocasiones para estudiar actitudes y normas de
comportamiento. En esta técnica, el investigador redacta una historia escrita, un
problema o una secuencia de imágenes sobre una situación social o educativa
hipotética o real, entonces el participante debe continuar la historia o resolver el
problema de cualquier manera que le parezca apropiada. De forma alternativa, al
participante se le solicita que imagine los acontecimientos que preceden o que
explican las imágenes y la expliquen de forma escrita.
Grupos de Discusión

Según León y Montero (2003) la entrevista que se realiza a un grupo de


sujetos es un grupo de discusión, sin embargo, Taylor y Bogdan (1990),
simplemente lo denominan entrevistas grupales. Pero, Delgado y Gutiérrez (1999)
enfatizan que no se deben confundir con entrevistas grupales, puesto que en las
mismas las respuestas de los informantes no alcanzan el nivel de conversación
interactiva, sino como diálogo individual con el investigador ante un grupo que
escucha; “se escucha en grupo pero se habla como entrevistado aislado”. Por
tanto, en el grupo de discusión es fundamental la interacción de los participantes,
los diálogos deben ser dinámicos e interactivos.

Taylor y Bogdan (ob. cit.) puntualizan dos factores importantes en esta


técnica: (a) las preguntas deben ser abiertas y el grupo heterogéneo conformado
por varios integrantes y (b) la actividad la dirige exclusivamente el investigador,
quien debe ser dinámico y ameno para recoger suficiente información en el tiempo
que dura la reunión, puesto que se recomienda no pasar de 50 a 90 minutos
máximo con el grupo.

Una modalidad que ha experimentado por Teppa (2012) en la aplicación de


la Investigación Acción Participante se denomina Discusiones Grupales, o
conversaciones con un grupo, las cuales se producen de manera espontánea, sin
planificación, en los momentos que se hacen comentarios o preguntas dentro del
aula, o fuera de ella. En el caso de investigaciones con grupos de docentes o
coinvestigadores, el investigador-mediador debe propiciar discusiones,
conversaciones y diálogos participativos sobre los temas de la investigación para
grabar y/o anotar las respuestas y debates.

El mismo autor sugiere que cuando los grupos de coinvestigadores o


participantes se encuentren reunidos en los lugares de descanso, o salones
especiales para conversaciones o reuniones, el investigador debe estar preparado
en todo momento con sus instrumentos más necesarios: la libreta de anotaciones,
la grabadora de audio y la cámara fotográfica, con el fin de recolectar la
información que producen las conversaciones y comentarios espontáneos entre
los coinvestigadores. Estos grupos también suelen conformarse por un equipo de
trabajo docente o un equipo de estudiantes. Básicamente, son discusiones
grupales dirigidas a través de una o varias preguntas amplias y específicas sobre
el tema de interés.

Grupos Focales

El grupo focal, según Hugentoler, Israel y Schurman (1999), típicamente se


compone de un grupo de 8 a 10 personas con características especiales,
específicas y homogéneas. Se forman generalmente con voluntarios escogidos
entre los colaboradores conocidos del entorno educativo, la comunidad o de los
estudiantes participantes del estudio, quienes se invitan a discutir las expectativas
sobre la investigación, disertar sobre las experiencias con una determinada
estrategia didáctica, o problemas existentes en el entorno educativo.

El procedimiento en el grupo focal es predeterminado y anticipado, lo que


permite preparar por adelantado material para facilitar el trabajo. Por tanto, se
puede incluir un discurso de apertura para explicar los objetivos, la agenda de la
reunión, o las descripciones preliminares del propósito y fines de la investigación,
también se puede presentar material audiovisual preparado con una computadora
o láminas de transparencias cuando el grupo y el tiempo lo permiten. La discusión
se registra generalmente con la grabadora de audio o vídeo. El investigador o
coinvestigadores pueden utilizar más adelante los registros para hacer un
resumen de opiniones significativas. Después, este resumen se discute una vez
más con los participantes originales o con otro grupo focal.

En ocasiones, en un grupo grande generalmente algunos miembros


participan la mayor parte del tiempo, mientras que otros son callados y no
expresivos. Si la intención del estudio es describir la dinámica auténtica del grupo,
se permite elegir aceptar y registrar todas estas asimetrías en la conversación. En
cambio, si la finalidad es recolectar y/o producir opiniones sobre un asunto en
particular, se debe dirigir la discusión, con el cuidado de no desviar al grupo lejos
del tema, así como también, implementar estrategias para que los tímidos o
callados participen activamente en la discusión.

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