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fundamental, tanto para la vida profesional docente, como para la vida personal.
Sabiendo manejar estas nuevas herramientas los docentes podemos
comunicarnos con los alumnos en su mismo lenguaje y con sus mismos medios.
La mayoría de estas herramientas son muy intuitivas, situación que permite que
incluso los docentes mayores o sus estudiantes muy niños puedan beneficiarse de
estas tecnologías para mejorar sus procesos de enseñanza aprendizaje. Además,
las interfaces claras y Las redes sociales y todos los recursos digitales pueden
hacer mucho por dinamizar las clases.
Atendiendo estos requerimientos y lo expuesto en el módulo, los docentes
debemos adquirir competencias en los siguientes ámbitos:
REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS
diversos autores que se han ocupado de las funciones que debe desarrollar el
profesor en los ambientes de aprendizaje que explotan las posibilidades de la
comunicación mediada por ordenador. Mason (1991), al igual que Heeren y Collis
(1993), habla de tres roles: rol organizacional, rol social y rol intelectual. Berge
(1995) los categoriza en cuatro áreas: pedagógica, social, organizacional o
administrativa y técnica. Se trata de una visión de la enseñanza en la que el
alumno es el centro o foco de atención y en la que el profesor juega,
paradójicamente, un papel decisivo. El profesor actúa primero como persona y
después como experto en contenido. Promueve en el alumno el crecimiento
personal y enfatiza la facilitación del aprendizaje antes que la transmisión de
información. La institución educativa y el profesor dejan de ser fuentes de todo
conocimiento, y el profesor debe pasar a actuar como guía de los alumnos,
facilitándoles el uso de los recursos y las herramientas que necesitan para
explorar y elaborar nuevos conocimientos y destrezas; pasa a actuar como gestor
de la pléyade de recursos de aprendizaje y a acentuar su papel de orientador. En
otros trabajos (Salinas, 1997; 1998) nos hemos ocupado de los requerimientos a
los profesores en este ámbito. Todo ello requiere, además de servicios de apoyo y
asesoramiento al profesorado, un proceso de formación que conduzca a cambios
en el rol de alumno. Es indudable que los alumnos en contacto con las TIC se
benefician de varias maneras y avanzan en esta nueva visión del usuario de la
formación. Esto requiere acciones educativas relacionadas con el uso, selección,
utilización y organización de la información, de manera que el alumno vaya
formándose como un maduro ciudadano de la sociedad de la información. El
apoyo y la orientación que recibirá en cada situación, así como la diferente
disponibilidad tecnológica, son elementos cruciales en la explotación de las TIC
para actividades de formación en esta nueva situación; pero, en cualquier caso, se
requiere flexibilidad para pasar de ser un