Ensayo Jeanette

El paradigma positivista ha sido el referente epistemológico predominante en el ámbito científico,

especialmente durante la edad moderna y el establecimiento de la filosofía hegeliana. A partir de
la existencia de este esquema conceptual, se ha prefigurado un tipo de realidad con características
determinadas, cuya influencia en la existencia humana es fundamental. Yapu (2007) ha indicado
que la filosofía de la ciencia y la práctica investigativa está íntimamente relacionada con el
contexto social y político de una época. De esta forma, se puede plantear una cuestión
fundamental al respecto: “Para Hegel, el Estado encarna la organización racional de la libertad (…)
esta tendencia conlleva una búsqueda de un instrumentalismo más racional, mediante el cual el
Estado podría controlar su dominio (…)” (Yapu, 2006). La tendencia racional que ha determinado
la sociedad moderna, entonces, busca la hegemonía instrumental y permite el ascenso de una
lógica investigativa.

El tipo de logica investigativa, inscribió una realidad determinada en los sujetos de este tiempo, la
misma que ha sido determinada por ciertos criterios filosóficos. El mas fundamental de ellos es la
hegemonía de los hechos facticos, comprobables y verificables. Ander Egg (1993) indica que el
positivismo es aquel proceso de producción del saber que esta basado, íntegramente, en el
método científico, caracterizado por ser: factico, fenoménico, basado en reglas metodológicas
formales, verificación empírica y cuyos resultados están sometidos a la generalización de la ley
científica, de corte universal (págs. 43-44). Este tipo de perspectiva teórica favorecen, desde la
ideología, los soportes industriales de la sociedad actual.

Por ejemplo, si se remite al ámbito psicológico, el surgimiento del conductismo, el cual establecía
como objeto de estudio a la conducta, como unidad verificable y reproducible, tuvo una gran
aceptación a nivel institucional. Sin embargo una de los reproches más feroces, hechos a la
disciplina conductual puede ser el siguiente: “Una de las criticas surge de la idea que el hombre
fuera considerado en un futuro como un robot y no como personas con metas, valores y
sentimientos (…) pensando que las personas actuamos siempre y cuando obtengamos una
respuesta posterior (…) los seres humanos podemos aprender de una manera errónea al esperar
recibir siempre algo a cambio para actuar (…) (Miranda Ceron, 2019) De esta forma, la linealidad
planteada por el conductismo, permite el control estatal. Se cuenta, a manera de anécdota,
ilustrativa de este proceso, que el fundador de l teoria conductual Jhon B. Watson interrogo a los
gobernantes que tipo de ciudadanos esperaban, garantizando la producción de los mismos
mediante el empleo de la técnica conductual.

Dentro del mismo esquema conductual, se han esgrimido profundas criticas a los postulados
iniciáticos de dicha corriente. Según Ribes (1983) estas limitantes se agrupan en tres categorías: 1)
la insuficiencia del esquema mecanico estimulo- respuesta como modelo explicativo de la
conducta; 2) la hegemonía de un solo proceso para entender la subjetividad humana y 3) la
carencia de una teoria evolutiva (págs. 25 -37)

Por su parte, el pensamiento sistémico introduce una nueva forma de concebir la realidad y sus
fenómenos. Más allá de los criterios de neutralidad y cientificidad que legalizan las producciones
de la epistemología positiva, la cuestión reside en plantear un enfoque que ponga énfasis en el
aspecto relacional, esencial en la construcción permanente de la identidad humana. Los sistémicos
revelan las limitaciones del positivismo: “Nos han enseñado a pensar de manera lógica, a
comprender mediante el análisis, descomponiendo los sucesos en partes para luego volver a
unirlas (…) surgen problemas cuando intentamos aplicarlo de forma indiscriminada (…) ni las
personas, ni los acontecimientos se rigen por las reglas de la lógica, no son tan fáciles de predecir
o resolver como ecuaciones matemáticas” (O' Connor & McDermott, 2005, pág. 20)