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1 “No es posible concebir nuestro vigente sistema laboral sin la referencia al papel desempeñado por
la jurisprudencia constitucional”. CASAS BAAMONDE, M.E., “Jurisprudencia constitucional y relaciones
laborales”, en A.V. SEMPERE (Dir) y R. MARTÍN (Coord.), El modelo social en la Constitución española de 1978,
MTAS, Madrid, 2003, p. 1507.
2 Por mencionar un ejemplo, la primera persona que ha formado parte de la Corte Constitucional italiana
como iuslaboralista es la profesora Silvana Sciarra, en noviembre de 2014.
16 La protección de los derechos fundamentales por el Tribunal Constitucional Español: auge y declive de la función de tutela
bunal, alguna durante un largo período que amplió su mandato originario, como
fue el caso de Maria Emilia Casas. En los primeros momentos de andadura del
Tribunal Constitucional, fueron asimismo letrados del mismo personas muy
relevantes, como Javier Matía, Fernando Valdés –que ahora es magistrado– o
Maria Fernanda Fernández López, a título de ejemplo. La presencia de juristas
del trabajo no se corresponde sin embargo con el actual peso específico de los
recursos planteados ante el Tribunal constitucional, que han ido reduciendo su
importancia en términos muy drásticos a partir de inicios del nuevo siglo. En
las estadísticas de 2013 –las últimas de que se dispone3– , se aprecia que de 7.314
recursos de amparo ingresados en el TC, sólo 293 corresponden a un motivo
laboral o social, es decir apenas un 4% de los mismos, mientras que la materia
penal y penitenciaria –también muy abundantes en el inicio del TC– suman un
49 %. Pero resulta un ejemplo de la importancia que desde su inicio tuvo en el
despliegue de la jurisprudencia constitucional el derecho del trabajo y la segu-
ridad social.
En cualquier caso, es notoria la trascendencia de esta jurisprudencia a la hora de
enunciar los derechos laborales, dejando de lado en este trabajo la contempla-
ción de sus aportaciones en materia de seguridad social. No es posible, natural-
mente, proceder a un análisis sintético de los contenidos que aborda la doctrina
del TC, cuestión que no entra entre los objetivos del presente texto. Es fácil sin
embargo realizar un pequeño recordatorio de carácter muy genérico.
Ante todo la relevancia de la jurisprudencia constitucional respecto de los dere-
chos fundamentales de carácter colectivo. Se trataba de una novedad constitu-
cional que se confrontaba directamente con el pasado autoritario de la dictadura
franquista y con una cultura jurídica cuyo centro era el contrato individual del
trabajo. El Tribunal Constitucional procedió a construir institucionalmente el
modelo sindical y a explicar, corregir y mediar el modelo legal de negociación
colectiva y de representación en la empresa. Algunos elementos se pueden des-
tacar en esta línea instituyente. Posiblemente los más patentes son, en primer
lugar, la “invención” de la noción de la representatividad sindical a partir de la
negociación colectiva y de las consecuencias derivadas de la fuerza vinculante
del convenio colectivo, seguida de la construcción pluridireccional de la libertad
sindical, individual y colectiva, que se desplegaba tanto en espacios institucio-
nales privados, como la empresa, como en determinaciones públicas, en especial
mediante su inserción en el proceso laboral y en el desarrollo de las instituciones
procesales del orden jurisdiccional social. Junto a ello, la doctrina constitucio-
nal fundó de manera muy clara la relación entre las figuras de la representación
colectiva de los trabajadores y la libertad sindical, dando un peculiar sentido al
modelo dual de representación en la empresa, y formalizó de manera abierta
el propio modelo legal de negociación colectiva diseñado en el Estatuto de los
4 PALOMEQUE LÓPEZ, C., “Derechos fundamentales generales y relación laboral: los derechos laborales
inespecíficos”, A.V. SEMPERE (Dir) y R. MARTÍN (Coord.), El modelo social en la Constitución española de
1978 …cit., pp. 229 ss.
5 RODRÍGUEZ–PIÑERO Y BRAVO FERRER, M., “La integración de los derechos fundamentales en el con-
trato de trabajo”, A.V. SEMPERE (Dir) y R. MARTÍN (Coord.), El modelo social en la Constitución española de
1978 …cit., pp. 207 ss.
6 Cfr. las SSTC 173/2013, 31/2014 y 66/2014, respecto del primero de los temas –igualdad y no discrimina-
ción– y las SSTC 241/2012, 29/2013, 170/2013 y 212/2013 sobre derechos de la persona y relación laboral fun-
damentalmente ante manifestaciones de las tecnologías de la información y comunicación que colisionan
con aquellos.
18 La protección de los derechos fundamentales por el Tribunal Constitucional Español: auge y declive de la función de tutela
naciones por los tres poderes del Estado” y que tiene como efecto propio de sus
resoluciones “corregir las decisiones de esos tres poderes”7.
En el primero de los niveles mencionados, la jurisprudencia constitucional ha
orientado al legislador especialmente en materia colectiva, y ha anticipado
algunas de las indicaciones más relevantes que luego habrían de ser desarrolla-
das mediante una ley. Algunos casos son emblemáticos, como la Ley Orgánica
de Libertad Sindical, pero también y de manera muy decisiva, la Ley de Proce-
dimiento Laboral –y la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social en su primera
versión del 2011– la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres,
o las modificaciones de la Ley de Extranjería. Más en general ha corregido y
convalidado aspectos importantes de las políticas legislativas de los sucesivos
gobiernos, desde una relativa distancia crítica que sin embargo se ha reducido
de manera ostensible en los años 2013–2014, como luego se tendrá ocasión de
analizar.
En un segundo lugar, “el carácter jurisdiccional que siempre acompaña al Tri-
bunal Constitucional”, ha hecho que sus decisiones corrijan y moderen las deci-
siones de los tribunales ordinarios. La peculiar estructura del recurso de amparo
y la forma indirecta de lograr la eficacia directa de los derechos fundamentales
entre particulares a través de la imputación a la decisión judicial –órgano públi-
co– del acto de vulneración de derechos8, sobrecarga el ámbito de la interpreta-
ción judicial como lugar privilegiado de influencia de la doctrina constitucional.
Es una fórmula que quiere seguir manteniendo una visión arcaica de los dere-
chos fundamentales como espacios de libertad de los ciudadanos frente a las
intervenciones del poder público, sin admitir su eficacia horizontal entre priva-
dos. Por eso el subterfugio legal implica no sólo la judicialización obligada de la
garantía de los derechos y libertades constitucionalmente protegidos, de forma
que la acción y reclamación ante la justicia es condición indispensable para la
reparación de la vulneración del derecho, sino que ésta ha necesariamente de
continuarse “hasta agotar la vía judicial correspondiente” (art. 43.1 LOTC) sólo a
partir de lo cual queda abierta la vía del recurso de amparo.
7 Cfr. ATC 180/2013, de 17 de septiembre, que resolvió sobre la recusación del presidente Pérez de los
Cobos por su militancia no declarada en el Partido Popular. En el Auto se resalta la especial naturaleza del
Tribunal Constitucional, “con la limitación temporal del mandato de sus miembros, con el carácter político
de sus designaciones por los tres poderes del Estado y con el efecto de las propias resoluciones del Tribunal,
susceptibles de corregir las decisiones de esos tres poderes”, que lleva a concluir a la mayoría del TC “que la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional no impide que los Magistrados constitucionales puedan pertenecer
a partidos políticos y solo les impide ocupar cargos de carácter directivo dentro de los mismos, pues una afi-
nidad ideológica no es en ningún caso factor que mengüe la imparcialidad para juzgar los asuntos que según
su Ley Orgánica este Tribunal debe decidir”.
8 El art. 41.2 LOTC preceptúa, como es sabido, que “el recurso de amparo constitucional protege, en los tér-
minos que esta ley establece, frente a las violaciones de los derechos y libertades a que se refiere el apartado
anterior, originadas por las disposiciones, actos jurídicos, omisiones o simple vía de hecho de los poderes
públicos del Estado, las Comunidades Autónomas y demás entes públicos de carácter territorial, corporativo
o institucional, así como de sus funcionarios o agentes”, por lo que era necesario introducir la mediación de
la decisión del juez como condición para el acceso al amparo.
Antonio Baylos Grau 19
9 RIVERO LAMAS, J., “La garantía de los derechos y libertades constitucionales”, en J.L. MONEREO, C.
MOLINA, N. MORENO (Dir.), Comentario a la Constitución socio–económica de España, Comares, Granada,
2002, pp. 1993–1994.
10 RIVERO LAMAS, J., “La garantía de los derechos y libertades constitucionales”…cit., p. 1994.
11 Es esta una tendencia que se manifiesta desde el inicio de la jurisprudencia constitucional. Cfr. el
artículo clásico de CRUZ VILLALÓN, J., “Constitución y proceso de trabajo”, ahora en J. CRUZ y F. VALDÉS,
Lecturas sobre la reforma del proceso laboral, Ministerio de Justicia, Madrid, 1991, pp. 5 ss.
12 También desde los inicios de la elaboración doctrinal del TC. Cfr. I. GARCÍA–PERROTE, La prueba en el
proceso de trabajo, Civitas, Madrid, 1994, pp.73 ss.
13 Declaración del Pleno del TC 1/2004, de 13 de diciembre.
14 CRUZ VILLALÓN, P., “Unos derechos, tres tribunales”, en M.E. CASAS, F. DURÁN y J. CRUZ (Coords.),
Las transformaciones del Derecho del Trabajo en el marco de la Constitución española. Estudios en homenaje al
profesor Rodriguez–Piñero y Bravo Ferrer, La Ley/Wolters Kluwer, Madrid, 2006 pp. 1007 ss.
20 La protección de los derechos fundamentales por el Tribunal Constitucional Español: auge y declive de la función de tutela
15 LÓPEZ GUERRA, L., “El diálogo entre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los tribunales nacio-
nales. Coincidencias y divergencias”, UNED, Teoría y realidad constitucional nº 32 (2013), p. 141.
16 Cfr. SCIARRA, S., L’Europa e il lavoro. Soliedarietà e conflitto in tempi di crisi, Laterza, Bari, 2013, pp. 92 ss.
17 Cfr. CRUZ VILLALÓN, P., “Unos derechos, tres tribunales”, …cit., pp. 1014–1016.
18 STC 133/2013, de 5 de junio, que concluye que “la eventual responsabilidad civil en que pudieran incurrir
los Magistrados del Tribunal Constitucional en ningún caso podrá deducirse del enjuiciamiento de las reso-
luciones jurisdiccionales que el mismo dicte”.
Antonio Baylos Grau 21
19 CARBONELL, M., (Coord), Teoría del neoconstitucionalismo. Ensayos escogidos, Trotta, Madrid, 2007.
20 FERRAJOLI, L., Derechos y garantías. La ley del más débil, Trotta, Madrid, 1999.
21 Corresponde a J.L. MONEREO el uso de la expresión “el derecho flexible del trabajo” que empleó en su
libro Introducción al nuevo derecho del trabajo: una reflexión crítica sobre el derecho flexible del trabajo, Tirant
Lo Blanch, Valencia, 1996, y que luego ha ampliado y desarrollado sobre el marco constitucional. Así, su
artículo “Nuevas tendencias del Derecho del Trabajo postconstitucional: el modelo de constitución flexible
del trabajo”, en A.V. SEMPERE (Dir) y R. MARTÍN (Coord.), El modelo social en la Constitución española de
1978 …cit., pp. 1544 ss.
22 La protección de los derechos fundamentales por el Tribunal Constitucional Español: auge y declive de la función de tutela
a comienzos de la década del nuevo siglo. La Ley Orgánica 6/2007, que modifica
la LOTC, cambia el art. 50 de esta norma en materia de admisión del recurso
de amparo y establece como requisito del mismo “que el contenido del recurso
justifique una decisión sobre el fondo por parte del Tribunal Constitucional en
razón de su especial trascendencia constitucional, que se apreciará atendiendo
a su importancia para la interpretación de la Constitución, para su aplicación o
para su general eficacia, y para la determinación del contenido y alcance de los
derechos fundamentales”.
A partir de entonces no basta al demandante de amparo explicar los hechos y
los preceptos constitucionales infringidos, solicitando preservar o restablecer
el derecho o libertad que se considere vulnerado, sino que es preciso justificar
además la “especial trascendencia constitucional” de la demanda, sin lo cual no
podrá procederse a la admisión del recurso. Este es un requisito a cuya explica-
ción se dedicó la STC 155/2009, de 25 de junio, subrayando el “perfil abierto” tanto
del concepto en sí como de los tres criterios que lo acotan legalmente, e insis-
tiendo en que éste se concreta en “una proyección objetiva del amparo solicitado
que traduzca en el plano formal (art. 49.1 LOTC) la exigencia material y formal
de la especial trascendencia constitucional del recurso de amparo establecida
por el art. 50.1 b) LOTC como requisito de procedibilidad de la demanda”22. El
filtro legal busca la expulsión del amparo constitucional de supuestos que se
consideran “menores” o que están mal defendidos y argumentados, pero ha sido
profusamente empleado más allá de estos casos.
En efecto, la aplicación de este criterio ha tenido unas importantes consecuen-
cias en la exclusión de un buen número de recursos de amparo, como se des-
prende del cotejo de los datos estadísticos que se ofrecen a continuación.
23 Cfr. URRUTIKOETXEA, M., “Tasas en el orden social: ¿el fin de la justicia gratuita de los trabajadores?”,
Revista de Derecho Social nº 63 (2013), pp. 57 ss.
24 La reducción de la tasa de resolución y los incrementos de las de pendencia y congestión, muestran que
la situación global de la Jurisdicción Social se ha deteriorado en el 2013. Las duraciones medias más altas
para los asuntos terminados en 2013 se dieron en Illes Balears (16,4), Murcia (13,2), Andalucía (11,9), Castilla la
Mancha (11,4) y C. Valenciana (11). Las duraciones más bajas se dieron en la Rioja (4,9), País Vasco (5,8), Astu-
rias (6,1) y Rioja (6,3 meses). En cuanto a procesos especialmente significativos, la duración media más alta
para los conflictos colectivos se ha dado en Illes Balears, 20,3 meses, seguida de Murcia, 10,7, y Cataluña, 9,9.
Para los despidos, también Illes Balears, con 12,2 meses, ha presentado la mayor duración, seguida de Aragón,
7,9, y Andalucía, 7,1 meses. Las más bajas en la Asturias, 3,6, y País Vasco, 4,4. Para las Reclamaciones de Can-
tidad, las mayores duraciones se han dado en Illes Balears, 20,8, Murcia, 17,4, Andalucía, 15,5, y C. Valenciana,
13,9. Las menores duraciones se dieron en la Rioja, 6,1, y País Vasco, 6,7 meses. Cfr. CGPJ, Panorámica de la
Justicia 2013, http://www.poderjudicial.es/stfls/CGPJ/ESTAD%C3%8DSTICA/DATOS%20DE%20JUSTICIA/
FICHERO/20141121%20Panor%C3%A1mica%20de%20la%20Justicia%202013.pdf.
25 La duración medida de los procesos de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas fue de
4,2 meses de media en el 2012, y ha aumentado en 2013 a 6,1 meses. La tendencia en el 2014 es a incrementar
este tiempo de resolución.
24 La protección de los derechos fundamentales por el Tribunal Constitucional Español: auge y declive de la función de tutela
26 Cfr. BAYLOS, A., “Derecho de huelga, crisis económica y gestión sindical del conflicto”, Revista de Dere-
cho Social nº 66 (2014), pp. 28–30.
27 Fundamentalmente la muy contestada STC 31/2010 de 28 de junio, que está en la base de los aconteci-
mientos políticos posteriores que han conducido a la extensión de planteamientos soberanistas en Catalunya.
Antonio Baylos Grau 25
28 Por ejemplo, en las STC 241/2012, de 17 de septiembre, sobre la que se puede consultar un comentario
crítico de CARDONA RUPERT, B., “Reinterpretación de los derechos de intimidad y secreto de las comuni-
caciones en el modelo constitucional de relaciones laborales: un paso atrás”, en Revista de Derecho Social nº
60 (2012), pp. 169 ss., o la STC 170/2013, de 17 de octubre, analizada críticamente por APARICIO TOVAR, J.,
“Los derechos fundamentales y el juicio de proporcionalidad degradados a pura retórica”, Revista de Derecho
Social nº 64 (2013), pp. 135 ss.
29 STC 173/2013, de 10 de octubre, sobre la que puede consultarse el comentario crítico de LOUSADA
AROCHENA, J.F., “Prohibición de despido de las trabajadoras embarazadas y período de prueba”, Revista de
Derecho Social nº 63 (2013), pp. 143 ss.
30 Se trata del Auto TC 43/2014, de 12 de febrero que inadmite a trámite la cuestión de inconstitucionalidad
planteada por el Juzgado de lo Social nº 34 de Madrid contra el RDL 3/2012, la STC 119/2014, de 16 de julio, que
resuelve el recurso de inconstitucionalidad planteado por el Parlamento de Navarra, y la STC de 22 de enero
de 2015, aun no publicada al escribir este texto, que resuelve el recurso de inconstitucionalidad planteado por
los Grupos parlamentarios Socialista y de la Izquierda Plural, contra la Ley 3/2012.
Antonio Baylos Grau 27
31 Cfr. Declaración conjunta de CC.OO y UGT ante la STC de 22 de enero de 2015. http://www.ugt.cat/valo-
racion–de–ugt–y–ccoo–de–la–sentencia–del–tc–sobre–la–reforma–laboral/