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Ecobarrio

Nerea Morán Alonso


Madrid (España), 9 de junio de 2008.[1]

Índice General

 Consideraciones previas sobre el término


 Definiciones
o Building the 21st Century Home. The Sustainable Urban Neighbourhood
(Rudin y Falk, 1999)
o «De la sostenibilidad a los ecobarrios» (Verdaguer, 2000)
o Ecobarrios en Europa. Nuevos entornos residenciales (EMVS, 2005)
 Criterios de definición
o Sostenibilidad ambiental
o Modelo urbano
o Sostenibilidad social
 Presentación de caso: Vauban (Friburg, Alemania)
o Descripción general. Historia y objetivos
o Actuaciones específicas
o Proceso de participación
o Vauban y la definición de ecobarrio
 Adenda marzo de 2011
 Referencias bibliográficas
o Recursos en internet
 Bibliografía sobre ecobarrios

Consideraciones previas sobre el término


En primer lugar hay que precisar que no existe una definición oficial del término ecobarrio
propuesta por las instituciones u organismos competentes y consensuada en foros de
debate. Aunque sí contamos con las aportaciones de diferentes expertos que han
configurado un contexto teórico en el que nos basaremos en la presente definición. Si
acudimos por otro lado a las realizaciones físicas presentadas como ecobarrio, la confusión
aumenta, pues las actuaciones que se denominan de tal forma se están multiplicando en los
últimos años y tienen características bastante diversas. Para aclarar estas contradicciones se
intenta hacer un rastreo de el origen del término y las diferentes definiciones o usos que se
le ha venido dando.

A primera vista parecería fácil distinguirlo de otros términos cercanos, como ecociudad por
ejemplo, pues por lógica relacionaremos ecobarrio con una actuación realizada dentro de
una ciudad existente o en su periferia, pero integrado en el sistema urbano, y en cambio
pensaremos que ecociudad se refiere a una realización autónoma con entidad propia. Sin
embargo en la práctica estos términos se confunden y lo mismo se denomina ecobarrio a
actuaciones que por su lejanía del núcleo urbano de referencia realmente no actúan como
tales, como se llama ecociudad (por ejemplo en relación con el programa Ecocity de la UE)
a actuaciones realizadas dentro de terreno urbano consolidado y que incluyen incluso
rehabilitación de patrimonio construido.

Por otra parte, atendiendo a la escala de las realizaciones, en principio no debería ser lo
mismo una actuación de una escala reducida, que desarrollos que por su extensión o
ocupación de terreno natural podríamos entender más bien como ecoPAUs. Efectivamente,
encontramos proyectos urbanos de este tipo que, más allá de su carácter experimental y sus
bondades como repertorio de mecanismos ecológicos, están contraviniendo los principios
más claros de la sostenibilidad, al mantener un modelo expansivo de ocupación del
territorio y extensión de la urbanización.

Una de las ideas que generalmente se relaciona con el término ecobarrio es el de nuevo
desarrollo, debido a que parte de los proyectos más espectaculares que llevan este nombre
se han realizado de esa manera; pero la asociación no es del todo correcta, ya que existen
igualmente realizaciones en terrenos urbanos, basadas en la recuperación y rehabilitación
de construcciones existentes. Este punto es muy importante, pues en él se encuentra la clave
de que el término adquiera unas connotaciones de transformación radical del modelo
urbano o se quede en el tipo de actuaciones más simples que se tiñen de verde pero no
inciden en los problemas básicos.

En ese sentido hay que destacar que en la actual coyuntura de extensión de la urbanización
por el territorio es vital disminuir la presión sobre el suelo no ocupado y preservar el paisaje
cultural y los usos productivos tradicionales así como los ecosistemas naturales. Por otro
lado en cuanto al modo de vida de los nuevos desarrollos verdes, se da por supuesto que las
relaciones y las redes sociales van a surgir de una configuración física y una variedad
tipológica de las viviendas. Esto puede ser así, pero el proceso para que llegue a ocurrir es
lento, pues en estos nuevos barrios se establecerán personas sin una historia o unos
referentes comunes que les den el sentido comunitario. Por el contrario, en la reforma y
adaptación de los barrios históricos ya se cuenta con una complejidad social y una identidad
compartida claves para la acción comunitaria.

Aunque las acciones encaminadas a lograr mayor eficiencia energética en el ámbito urbano
están en pleno desarrollo, en parte porque las exigencias de las normativas europeas así lo
requieren, y por tanto se han desarrollado métodos de control y certificación, es necesario
ampliar el análisis y realizar una contabilidad ambiental de todo el proceso constructivo,
desde el movimiento de tierras, al transporte de materiales y maquinaria, puesta en obra,
etc. En este sentido sería interesante realizar un análisis comparativo de lo que supone la
adaptación en términos de sostenibilidad de un barrio existente frente a la construcción de
uno nuevo.

En las definiciones de los siguientes autores constataremos que el aspecto ambiental (el
puro metabolismo urbano) y el diseño físico, sólo son uno más entre varios de los factores
que definirían un ecobarrio. Los aspectos sociales y económicos: de diversidad y
participación, de gestión de lo público, de desarrollo local; modos de vida: consumo,
alimentación, creatividad, uso del tiempo, implicación... son tanto o más importantes.
Desde esta perspectiva de la complejidad todos están relacionados y pueden influirse
potenciándose mutuamente, es decir de una manera sinérgica.

Aunque este marco teórico viene construyéndose desde hace unos diez años (el primer
texto de referencia que citamos data de 1999), no ha sido trasladado en toda su extensión a
las realizaciones físicas, tan de moda en los últimos años, que están absorbiendo el
significado del término.

Por tanto se puede considerar que el término ecobarrio es un término en proceso y también
en conflicto. Al no contar con una definición oficial consensuada, aún depende de la
defensa que se haga de sus aspectos radicales que no sea empobrecido y se extienda su
interpretación más débil. El modelo de ecobarrio tal como lo entendemos, al igual que el de
sostenibilidad, requerirá un cambio en el modelo de consumo y en la gestión de los
recursos. Más allí de actuaciones puramente técnicas debe ampliarse e incluir los procesos
sociales, la participación y la autogestión, y los estilos de vida caracterizados por diversos
aspectos como el empleo, o los modos de alimentación.

Definiciones
Building the 21st Century Home. The Sustainable Urban
Neighbourhood (Rudin y Falk, 1999)
Los autores inciden en la importancia de cada una de las palabras del término utilizado
Sustainable Urban Neighbourhood (barrio urbano sostenible). La idea es que se trata de un
entorno construido sostenible, que forma parte de una ciudad y que las actuaciones se
refieren a la escala de barrio y se sitúan dentro de esos límites. El barrio sería el entorno lo
bastante extenso como para acometer transformaciones amplias y lo bastante reducido
como para que sus habitantes se sientan implicados en ellas. Consideran que el modelo
teórico de asentamientos sostenibles conformado por pequeños núcleos densos
interconectados, como podrían se el modelo defendido por las ecoaldeas, no se puede
generalizar en un territorio ya ocupado y apuntan que el reto de la sostenibilidad urbana
está en la recuperación de las ciudades existentes. Siguiendo los epígrafes utilizados por los
autores, veremos cuáles son los elementos que conformarían un barrio urbano sostenible.

Sostenibilidad

Los principios fundamentales de la sostenibilidad urbana serían la reducción de las entradas


de energía y materiales, mediante el uso de recursos locales (energía solar, agua, y los
propios residuos generados); la reducción de salidas en forma residuos y la puesta en valor
de las economías locales. Dentro de las actuaciones encaminadas a lograr la sostenibilidad
urbana priorizan las relacionadas con la consolidación del territorio ocupado frente a la
ocupación de terrenos naturales. En ese sentido una de las medidas fundamentales sería la
recuperación de terrenos ya transformados pero abandonados o infrautilizados (que incluso
podrían estar contaminados), como instalaciones industriales o militares. Destacan también
la importancia de la compactación urbana, es decir, el aumento de la densidad de las áreas
urbanas existentes mediante la construcción de nuevas viviendas y equipamientos en los
vacíos urbanos, teniendo como referencia la elevada densidad de la ciudad medieval,
aunque en este sentido hay que tener en cuenta el contexto de los autores, puesto que en
Inglaterra el modelo tradicional de los asentamientos es el disperso. En segundo lugar
sitúan un modelo de movilidad basado en la accesibilidad peatonal y ciclista. Para lograrlo
es necesario que el diseño urbano ofrezca una variedad de rutas seguras y atractivas para el
peatón, que el espacio sea permeable, y también legible, que sea fácil orientarse y recuperar
la ruta. La movilidad peatonal requiere un espacio público en el que la escala y las
proporciones de calles, edificios y plazas ofrezcan un carácter urbano a escala humana; y
una densidad elevada que junto a la mezcla de usos haga posible la cercanía de oficinas,
comercio, equipamientos... En cuanto al tráfico, no se trataría tanto de eliminarlo como de
reducirlo, con acciones disuasorias como la disminución de carriles y espacio de
aparcamiento para introducir arbolado, y recuperar la calle para ciclistas y peatones.
También se destaca la importancia de un sistema de transporte público. Otro de los pilares
de la sostenibilidad urbana sería el ahorro y eficiencia energética. Reducir el uso de energía
aplicada a la construcción de infraestructuras y edificación, para ello vuelve a surgir la
necesidad de priorizar la reutilización, tanto de carreteras y suelo, como de edificios,
adaptando el patrimonio existente y pensando en la capacidad de adaptación y reciclaje de
las nuevas construcciones, teniendo en cuenta desde las primeras etapas del diseño los
gastos asociados a todo el ciclo de vida de un edificio. En cuanto a la generación de
electricidad se propone disminuir la ineficiencia y las pérdidas debido al consumo de
electricidad generada a largas distancias, mediante plantas menores y cercanas.

Respecto a los residuos, más allá de los sistemas centralizados de recogida separativa, se
deberían aprovechar las actividades económicas relacionadas con la reutilización y el
reciclaje como elemento de desarrollo local. En el ciclo del agua, las acciones estarían
encaminadas a reducir los gastos asociados al sistema lineal de distribución y depuración,
cerrando localmente los ciclos, mediante materiales y sistemas que faciliten la absorción o
evaporación de pluviales, o su aprovechamiento para riego y otros usos secundarios. En
cuanto a las aguas grises y negras, el uso de sistemas de depuración por filtrados, lagunaje,
algas, plácton... relacionándolas también con los residuos orgánicos para la obtención de
compost. Además destacan la importancia de los espacios verdes dentro del barrio,
destinados a aumentar la calidad ambiental y el bienestar de los habitantes, y como espacios
de biodiversidad. Se propone la introducción de la agricultura urbana en esos espacios
verdes, como una actividad relacionada también con el reciclaje de los residuos y el agua.

Estructura urbana

En el texto se defienden especialmente el modelo de ciudad tradicional densa y con mezcla


de usos, frente a aquel del movimiento moderno y las periferias difusas. Los elementos
característicos de este tipo de estructura urbana serían la calle corredor y la manzana,
capaces de configurar un espacio público de calidad, que proporcione lugares de estancia
diseñados a una escala abarcable, en el que se desarrollen las actividades de vecinos y
extraños. La identidad de estas áreas la daría la estructura compacta, con hitos de referencia
asociados a espacios públicos y una sucesión de vistas y situaciones urbanas que generen
recorridos, permitan la orientación e individualicen los espacios. Para obtener este tipo de
espacios es fundamental la escala de actuación. La variedad tradicional en la línea de
fachada se debe a que no toda ella es desarrollada por el mismo diseñador, sino que se
produce en lo que Alexander llamaría crecimiento lento posibilitado por parcelas de
pequeño tamaño desarrolladas en diversos momentos por distintos diseñadores.

Sostenibilidad social

Para que una comunidad sea sostenible socialmente es necesario que mejore la calidad de
vida de sus habitantes, y que el entorno sea agradable para vivir y para visitar. Para lograr
la complejidad requerida es necesario el paso del tiempo para que se desarrolle el sistema
urbano en todos sus aspectos. Para conseguir la diversidad no es sólo importante la mezcla
de usos y la existencia de distintos modelos de alojamiento: en compra, alquiler, etc. La
simple mezcla de rentas en el mismo espacio no es suficiente para lograr que funcione
como una comunidad compleja. La diversidad y cooperación social sólo se puede lograr
mediante una comunidad de intereses y objetivos. El carácter urbano al que se hacía
referencia en el anterior epígrafe facilitaría el sentimiento de apropiación y responsabilidad.
Además mediante los procesos de participación en el diseño de proyectos de vivienda
social o la creación de cooperativas de gestión, se responde a las necesidades y deseos de
los habitantes y además se crea una estructura comunitaria, en la que los participantes
desarrollan un sentimiento de responsabilidad hacia el grupo y el edificio o espacio. Las
actuaciones urbanas realizadas en extensiones reducidas, parcela a parcela, pueden corregir
mejor los fallos al tener mayor capacidad de reacción y adaptación a los cambios. La
diversidad favorece la evolución en tiempos lentos.

Crecimiento natural

El modo de asegurar el éxito de una estructura local de este tipo tiene que ver con la
capacidad de decisión de la comunidad que la habita. Será sólo desde el conocimiento, el
respeto y el cariño al del lugar, a su gente y a su historia como se podrá actuar mejorando el
todo. El modo en que tradicionalmente se creaban las ciudades estaba basado en esa
capacidad de transformación de sus habitantes, un crecimiento y transformación natural que
no puede ser planificado sino que requiere un espacio de libertad de acción. Según C.
Alexander una estructura urbana de este tipo sólo puede generarse mediante un crecimiento
a pequeñas dosis, realizado a lo largo del tiempo. La morfología total se constituirá
naturalmente a partir de las decisiones en lo local. Las personas poseen el conocimiento
instintivo de lo que encaja bien en los entornos que habitan, por la simple experiencia y
conocimiento del lugar. El espacio urbano es entendido en positivo en estas actuaciones.
Aunque los autores asumen que los principios del modo intemporal de construir definido
por Alexander parecen responder más al modo en que se construyeron históricamente las
ciudades y no es fácil de compatibilizar con el modo de planificación actual, destacan
algunos ejemplos de diseño urbano en los que se ha trabajado con guías y códigos de diseño
más o menos restrictivos que pretendían favorecer la variedad de actuaciones y el
crecimiento natural.

«De la sostenibilidad a los ecobarrios»


(Verdaguer, 2000)[2]
La concepción de la ciudad como un conjunto de piezas a la vez interconectadas y con un
alto grado de autonomía, que funcionan como escenario cotidiano de articulación entre lo
local y lo global, por una parte, y la idea de la regeneración ecológica de la ciudad como
marco fundamental de actuación, por otra, son los dos pilares fundamentales sobre los que
descansa la idea de ecobarrio.
Verdaguer (2000)

Uno de los criterios que el autor destaca como fundamentales en relación con el ecobarrio
es su modo de inserción en la ciudad. El concepto de ecobarrio centra la atención en la
importancia del barrio como ámbito físico local en el que se desarrollan los procesos
urbanos. No se trata de un elemento aislado, sino integrado en una ciudad y un territorio
concretos con los que interactúa. Por una parte debe producirse una conexión adecuada del
barrio con el resto de la ciudad, de modo que sus habitantes puedan acceder a los servicios
y equipamientos centrales, pero además se debería potenciar la importancia del propio
barrio dentro de los flujos urbanos, localizando en él equipamientos o elementos atractores.
En palabras del autor:

rasgos distintivos de un ecobarrio serían también el respeto a las preexistencias y los hitos
considerados signos de identidad cultural local, el respeto y la integración de los
elementos paisajísticos y la preservación de las áreas naturales [...] Sin embargo, si
hubiera que resumir en tres rasgos esenciales la imagen de un ecobarrio éstos serían la
densidad, la mezcla de usos y el predominio del transporte público, ciclista y peatonal
sobre la movilidad basada exclusivamente en el vehículo privado. En efecto, en estos
criterios confluyen y se solapan sinérgicamente muchos de los factores que contribuyen a
la sostenibilidad de un sistema urbano.
Verdaguer (2000)

El espacio público debe ser concebido como lugar de encuentro y contar con valores
simbólicos con sentido para sus habitantes; además debe ser diseñado atendiendo a su
seguridad y a la diversidad de usos. Un sistema de movilidad sostenible será el que facilite
el acceso a los servicios y equipamientos y al trabajo, consiguiendo la reducción de
desplazamientos en coche. Una movilidad de este tipo sólo es posible si está ligada a una
estructura con una densidad adecuada y en la que se produzca la mezcla de usos urbanos.

En relación con el metabolismo urbano, la escala del barrio resulta especialmente apropiada
para hacer frente a la gestión de los recursos, uno de los criterios fundamentales del
urbanismo sostenible. En efecto, es en esta escala intermedia donde se pueden aplicar
sistemas más controlados de gestión del agua, de los residuos y sistemas de energías
renovables. Dicha gestión deber introducir criterios de ahorro y reducción de la demanda,
así como asegurar la eficiencia en la distribución.

La nueva edificación ha de realizarse con criterios bioclimáticos, teniendo en cuenta el


ahorro de recursos durante todo su ciclo de vida. En consecuencia se valorará la utilización
de materiales ecológicos, y la eficiencia energética, así como la posibilidad de reciclaje de
los materiales.

En un ecobarrio se debe hacer patente la situación de la ciudad dentro del ecosistema,


mediante la visibilización de los ciclos naturales. En el caso del agua, por ejemplo, son muy
interesantes los proyectos de su incorporación en el espacio público.
Un modelo de barrio como el que estamos definiendo debería facilitar las interrelaciones
sociales, generando un aumento de la comunicación, que facilitaría una toma de conciencia
sobre la comunidad y el entorno habitado. De ese modo se crea una estructura comunitaria
con una identidad propia y se posibilita la acción conjunta. Además en un ecobarrio se
debería potenciar la participación directa de los habitantes en la gestión del entorno,
mediante diferentes mecanismos de participación.

Ecobarrios en Europa. Nuevos entornos residenciales


(EMVS, 2005)[3]
En el primer capítulo de este libro Salvador Rueda define el término ecobarrio basándolo en
cuatro ejes fundamentales: la compacidad, la complejidad, la eficiencia y la estabilidad
social; que pueden aplicarse al diseño, nueva construcción o remodelación de barrios.

Compacidad

La compacidad hace posible la accesibilidad a los distintos servicios y usos de la ciudad,


permite un sistema de transporte público eficiente, y la posibilidad de realizar
desplazamientos a pie. En la ciudad compacta tradicional se produce una diversidad de
rentas que es otro elemento fundamental de la convivencia y la fortaleza de las
comunidades locales. Mediante la compacidad y mezcla de usos se facilita el intercambio
entre los habitantes de la ciudad, su comunicación y relación. En ese sentido es
fundamental la función del espacio público, en el que «toma sentido la vida ciudadana». El
modelo de ciudad sería el estructurado por la calle corredor continuada por los diversos
equipamientos.

Complejidad

A primera vista, la complejidad es un fenómeno cuantitativo, una cantidad extrema de


interacciones e interferencias entre un número muy grande de unidades. Pero la
complejidad no abarca solo cantidades de unidades e interacciones, abarca también
incertidumbres, indeterminaciones, fenómenos aleatorios. En cierto sentido, la complejidad
siempre está relacionada con el azar.
Rueda (2005)

La complejidad estaría relacionada con la acumulación de información que porta cada uno
de los actores del sistema urbano. La diversidad de actividades económicas, instituciones y
asociaciones urbanas, la mezcla de usos y funciones en el marco del ecobarrio posibilitan el
aumento de la relación y contacto entre estos actores y «proporciona una de las
características básicas de las ciudades complejas: la creatividad» (Rueda, 2005), que será
lo que le permita influir en el presente y controlar el futuro, reaccionando ante distintas
situaciones para adaptarse a ellas.

Eficiencia

En cuanto al metabolismo urbano, en el ecobarrio se debe tender a la autosuficiencia


energética y de agua, y respecto a los flujos materiales reducir los residuos, mediante una
gestión basada en las 3R (reducir, reutilizar, reciclar). El objetivo es aumentar la eficiencia
del sistema urbano, aumentando el grado de información y conocimiento, y disminuyendo
el consumo de recursos, buscando el mínimo impacto sobre los ecosistemas naturales.

Cohesión social

Aparte de la diversidad y la mezcla de usos que posibiliten los intercambios de información


de un sistema complejo, que genera estabilidad al autorregularse, es necesario «consolidar e
incrementar las estrategias de cooperación entre el sector público y el sector no lucrativo, a
fin de promover la participación cívica, el voluntariado y la coordinación de esfuerzos»
(Rueda, 2005). Por tanto deberá potenciarse el asociacionismo y el desarrollo de las redes
ciudadanas en un contexto participativo. Para lograr la cohesión social y la fortaleza del
sistema urbano además deben asegurarse las necesidades básicas: el trabajo, la vivienda, la
educación, la sanidad, la cultura, la seguridad...

Criterios de definición
A continuación intentaremos hacer una síntesis de las definiciones de los diferentes autores.
agrupando en lo posible los criterios que mencionan. Aunque la terminología utilizada en
cada caso no coincide exactamente y en ocasiones se producen diferencias sobre los
diferentes aspectos constitutivos de un ecobarrio, y el grado de importancia que se les
otorga, consideramos que hay ciertos conceptos fundamentales que se repiten y que
intentaremos ordenar de acuerdo al siguiente esquema:

 Sostenibilidad ambiental: atenderá a la ocupación del territorio y al modelo de


transporte, así como al metabolismo urbano: cerrando los ciclos de energía y
materiales.
 Modelo urbano: modelo de ciudad, referido no sólo al diseño físico sino también a
las actividades económicas y al proceso de crecimiento.
 Sostenibilidad social: aspectos relativos a las redes y relaciones sociales y al modo
de gestión de lo público.

Aunque éste es un buen instrumento para identificar los factores clave que definirán el
ecobarrio, eso no quiere decir que se pueda trasladar directamente a la realidad como un
listado de actuaciones que se pueden ir sumando para obtener la máxima puntuación. La
suma de muchas acciones aisladas no puede tener el mismo valor que una concepción
compleja, con acciones que actúen de manera transversal y sinérgica entre los diferentes
procesos urbanos. Será el sentido que se dé a cada una de esas acciones y su relación e
interacción con las demás lo que defina un modelo verdaderamente fuerte de ecobarrio.

Sostenibilidad ambiental
Inserción en el entorno (urbano y natural)

Primando la reutilización de suelo y patrimonio construido sobre los nuevos desarrollos.


 Ocupación de suelos consolidados y abandonados: áreas industriales, militares o
cualquier otra infraestructura en desuso serán preferibles a la ocupación de nuevos
terrenos. El objetivo será reducción el consumo de suelo no urbanizado.
 Respeto a las preexistencias, tanto urbanas (edificios, trazados, infraestructuras)
como al paisaje cultural (usos tradicionales del entorno próximo) y a las áreas
naturales (protección).
 Presencia de la naturaleza en la ciudad. Zonas verdes que visibilicen los ciclos
naturales en el entorno urbano. Vegetación adaptada al clima y utilizada para lograr
el confort ambiental en el espacio público. Elemento de educación ambiental,
implicación ciudadana y producción local (agricultura urbana).

Metabolismo urbano

Energía

 Actuar sobre las pautas de consumo y educación ambiental.


 Uso de energías renovables.
 Eficiencia en el uso de los recursos. Atendiendo a las instalaciones y redes de
distribución.
 Edificación bioclimática. Basada en medidas pasivas: forma, orientación
(soleamiento y ventilación); inercia térmica por masa y materiales. Y en medidas
activas: colectores solares para ACS, paneles fotovoltaicos, otros sistemas de
generación.
 Atención a todo el ciclo de vida de la edificación. Teniendo en cuenta los costes
asociados a la extracción, producción y transporte de los materiales; los de
climatización y mantenimiento del edificio durante su vida útil; los derivados de su
demolición y la reposición o reutilización de los residuos generados. De igual modo
se deberían contabilizar los impactos por contaminación asociados a todos estos
procesos.

Transporte

 Modelos de movilidad sostenible. Basados en los desplazamientos a pie o en


bicicleta y no en el automóvil privado.
 Medios de transporte colectivo.
 Acciones relacionadas con el consumo. Potenciación de proyectos de agroecología
en los que se ligue la producción al consumo local.

Agua

 Gestión del agua destinada a distintos usos según sus exigencias de calidad.
 Eficiencia en la distribución.
 Sistemas de recuperación de pluviales: evitar su llegada al alcantarillado, mediante
sistemas separativos, favoreciendo la evaporación o absorción (pavimentos porosos,
zonas verdes), la recogida o el uso (cubiertas aljibe, depósitos, cisternas).
 Sistemas de reutilización de aguas grises (inodoros, riego).
 Sistemas de aprovechamiento de aguas negras (elaboración de compost, plantas de
biogás).
 Sistemas de depuración local mediante filtrados por gravas, humedales artificiales:
lagunas de decantación, algas y macrofitas, otros tipos de organismos.
 Elemento de confort climático: uso en el espacio público mediante canales, fuentes,
láminas de agua...
 Elemento de disfrute: interacción y juego.
 Elemento educativo: visibilizando las distintas fases de su ciclo.

Materiales

Siguiendo la jerarquía Reducción, Reutilización, Reciclaje.

 Reducir el uso de materiales y la generación de residuos. Desde los procesos


productivos hasta los hábitos de consumo.
 Reutilizar. Como oportunidad de fortalecer las actividades económicas locales
(coordinación entre actividades económicas aprovechando los residuos generados
por unas como recursos para otras; fomento de empresas relacionadas con la
recuperación de enseres o materiales). Actividades de trueque, compostaje...
Reutilización de patrimonio y atención en el diseño de nuevos edificios a su
durabilidad y versatilidad. Reutilización de materiales de derribo y movimiento de
tierras.
 Reciclar. Separación de residuos sólidos urbanos.
 Uso de materiales ecológicos, análisis de su consumo energético y emisión de
contaminantes a lo largo de su vida: desde la producción al reciclaje. Atención a los
valores de durabilidad y reciclabilidad.

Modelo urbano
 Barrio con autonomía y a la vez conectado.
 Densidad y mezcla de usos (residencial, equipamientos, empleo).
 Distancias cortas.

Desarrollo endógeno: actividades económicas

 Multiplicar las posibilidades de trabajo en el entorno próximo.


 Actividades económicas ligadas a las dinámicas locales.

Espacio público / carácter urbano

 Calidad de vida.
 Espacio multifuncional, legible, seguro (trazado, iluminación, control visual).
 Presencia de ciclos naturales (vegetación, agua), confort ambiental.
 Presencia de equipamientos.
 Elementos de identidad: hitos, recorridos, variedad de situaciones urbanas. Inserción
de elementos atractores de mayor escala.
 Valores representacionales y simbólicos.
 Transición de lo público a lo privado

Modo de crecimiento, regeneración y evolución


 Diseño desde el conocimiento y el respeto a lugar, historia, habitantes.
 Diseño a escala humana.
 Control colectivo. Sobre el modo de crecimiento y transformación de la ciudad.
Dando lugar a la capacidad ciudadana de influir en el espacio habitado, mediante
mecanismos participativos de diseño de lo público y lo privado.
 Capacidad de acción colectiva sobre el espacio: el crecimiento lento y en pequeñas
dosis.
 Tipologías adaptadas a nuevas estructuras familiares.

Sostenibilidad social
Lugar de encuentro, participación, e iniciativa social. El barrio como organización
compleja, que acumula información y debido a ello tiene capacidad de adaptación y de
transformación. En relación con la secuencia: relaciones sociales --comunicación --
concienciación -- asociación -- acción.

Diversidad y cohesión

 Diversidad. Mezcla de población de edades y rentas distintas. Diversos modos de


tenencia de vivienda.
 Relaciones sociales. El espacio público como lugar de encuentro, en el que realizar
distintas actividades, con una elevada calidad ambiental y adecuado confort
climático.
 Intereses y objetivos comunes. Para lograr la cohesión social no basta con la
diversidad, es necesario un espacio de consenso.
 Tiempo para el desarrollo de la comunidad. Valor añadido de los barrios existentes
que ya cuentan con una complejidad social y una identidad compartida.

Participación

 Apropiación, pertenencia. El barrio como espacio en el que reconocerse. Los


procesos participativos tienen mayor capacidad para responder a las necesidades y
deseos de los habitantes y de crear una estructura comunitaria, basada en la
responsabilidad hacia el grupo y hacia el espacio.
 Organizaciones sociales. La comunicación y coordinación entre diversos colectivos
sociales y la definición de objetivos comunes es un elemento fundamental del
desarrollo comunitario, que facilita la capacidad de respuesta del sistema urbano.
 Gestión participada del espacio y los equipamientos.

Autocontención

 Mentalidad del ahorro. Comprensión de las dinámicas globales y las implicaciones


del modelo de funcionamiento del sistema urbano. Escenario de crisis energética y
deterioro ambiental.
 Responsabilidad. La elección personal de renunciar a determinadas opciones que se
presentan habitualmente como necesidades básicas en la sociedad de consumo es el
factor que puede dar un impulso decisivo a los procesos de sostenibilidad urbana,
teniendo en cuanta que la sociedad civil generalmente va por delante de las
determinaciones institucionales.

Presentación de caso: Vauban (Friburg,


Alemania)
Descripción general. Historia y objetivos
El distrito Vauban es el resultado de la recuperación de una base abandonada de la OTAN,
utilizada por el ejército francés desde 1945, en la ciudad de Friburg. En 1993 el
ayuntamiento compra los terrenos a las autoridades federales con la intención de desarrollar
en él un nuevo distrito de 42 ha, concebido como barrio residencial para 5000 habitantes,
con 600 puestos de trabajo, oficinas, comercio y equipamientos de cercanía.

Friburg es considerada la capital ecológica de Alemania, gobernada por los verdes, se la


llama el pequeño Berlín, por elevada presencia de movimientos sociales alternativos.

La idea básica del proyecto era la de un de diseño urbano denso, con criterios de consumo
mínimo de energía para las viviendas, espacios verdes y accesible en transporte público.
Mediante el proceso participativo liderado por la asociación local de vecinos Forum
Vauban se introducen en el planeamiento nuevos objetivos: el concepto de ciudad sin
coches, la construcción de viviendas pasivas, el fomento de la autopromoción,
construcción, mantenimiento y gestión de los edificios a través de grupos cooperativos; la
inclusión de un centro comunitario y la participación de los vecinos en el diseño de
espacios públicos.

En cuanto al respeto a las preexistencias, en el proyecto se mantiene el trazado de las calles,


se conservan los árboles septuagenarios y la zona natural del arroyo. Debido a la presión
del colectivo SUSI se realiza también el proyecto de rehabilitación de 10 cuarteles,
destinados a viviendas, talleres y centro social.

Tres grupos principales intervienen en el desarrollo del proyecto:

 El Grupo Proyecto Vauban, del ayuntamiento es órgano administrativo.


 El Comité Vauban, en el que participan partidos políticos, la administración y
representantes de los vecinos a través de Forum Vauban. Es un espacio consultivo,
de debate y propuesta.
 El Fórum Vauban se encarga del proceso participativo y del trabajo social del
barrio.

Además existen otros grupos implicados, como la Asociación de Coche compartido y los
30 grupos y cooperativas de vivienda. Las empresas constructoras son 153, y los pequeños
constructores 233, de los cuales 185 son grupos de autopromoción.

Actuaciones específicas
Movilidad

Mediante las iniciativas Barrio sin coches y Barrio sin aparcamiento, se introduce un
modelo de movilidad basado en los desplazamiento peatonales o en bicicleta. El 40% de los
habitantes del barrio no tiene coche. En el plan se prohíbe la construcción de aparcamientos
en las parcelas, delimitando un aparcamiento común en el perímetro del área residencial.
Sólo se permite la entrada de coches para reparto y recogida, con una velocidad máxima de
circulación en el distrito de 30 km/h, y en las áreas residenciales de 5 km/h, priorizando la
movilidad peatonal.

En el diseño la distribución de los servicios, equipamientos y lugares de trabajo se ha hecho


de modo que los desplazamientos puedan realizarse a pie o en bicicleta. En cuanto al
transporte público, dos líneas de autobús conectan con el centro de la ciudad, y una línea de
tranvía atraviesa el barrio que también cuenta con una parada de tren de cercanías. Se ha
organizado una asociación de coche compartido, que dispone de cinco coches y una
furgoneta en el aparcamiento común, sus usuarios además obtienen descuentos en el
transporte público.

Energía

En el plan se obliga a las viviendas a consumir menos de 65 kWh/m2 anuales, para ello
recomienda el uso de energía solar mediante colectores y placas fotovoltaicas. Se introduce
una planta de cogeneración que funciona con astillas, destinada a proveer de calefacción a
todo el distrito.

Los distintos grupos de vivienda incorporan diversas medidas para lograr el consumo de
energía marcado por el plan. Uno de los proyectos más destacados en este sentido es el de
Passiv Haus (Viviendas Pasivas), de las que se han construido 100 unidades; en ellas las
necesidades de calefacción son casi cubiertas con ganancias pasivas y mediante un sistema
técnico de recuperación de calor. También el proyecto de viviendas Energía Plus centra sus
innovaciones en sistemas de ahorro energético, son diez unidades de viviendas pasivas
mejoradas, que producen más energía de la que consumen.

Agua

En cuanto a los mecanismos de recuperación del ciclo natural del agua, se mejoran las
infraestructuras existentes en el barrio, introduciendo un sistema de alcantarillado
separativo. Mediante la distribución de espacios verdes se consigue una filtración de
pluviales al terreno natural en el 80% del área residencial.

Además en una de las cooperativas de vivienda, Wohnen und Arbeiten [Habitar y trabajar],
se ha desarrollado un proyecto piloto de inodoros al vacío, en el que las aguas negras son
conducidas junto a los residuos orgánicos a una planta de biogás en la misma parcela, la
energía obtenida se utiliza en las cocinas. Las aguas grises por su parte, se depuran en una
plantas de filtrado biológico y se devuelven al ciclo natural.

Construcción
Además de las determinaciones relativas al bajo consumo energético el plan de desarrollo
incluía otros criterios relacionados con la edificación, como la obligación de conservar los
árboles existentes y plantar otros nuevos, el uso de materiales ecológicos, de cubiertas
verdes, o de sistemas de filtración de pluviales. Las cooperativas y grupos de vivienda por
su parte han incorporado determinaciones más exigentes en algunos aspectos y han añadido
nuevos criterios como el uso de materiales locales.

Proceso de participación
El proceso participativo organizado por la asociación Fórum Vauban abarca aspectos
informativos, formativos (talleres, visitas, jornadas, festivales) y de decisión (talleres de
diseño).

La asociación ha impulsado la creación de iniciativas como la cooperativa de alquiler


Genova, y la gestora Buergerbau, que se encarga de la formación de los diversos grupos de
vivienda colectiva, y les apoya en el proceso de construcción. También surge de la
asociación la idea del centro comunitario.

Se realizan talleres de formación sobre temas relacionados con la edificación: construcción


ecológica, ahorro de energía, energía solar; cubiertas y fachadas verdes, uso de pluviales;
construcción con materiales locales, diseño ecológico de espacios verdes; así como de
formación básica para cooperativas: gestión, trámites y financiación.

Otro tipo de talleres realizados con los vecinos son los de diseño de espacios públicos, en
concreto las calles y las zonas verdes y de juego; y el taller para la rehabilitación de un
cuartel como centro comunitario, utilizando el método Planning for Real.

La asociación Fórum Vauban continúa con el trabajo en el barrio, celebrando reuniones,


editando una revista local, y realizando presentaciones y publicaciones. Además tiene
activos cuatro grupos de trabajo: trafico/movilidad; energía; coordinación de cooperativas y
grupos de construcción; asuntos sociales (comité de iniciativas sociales en colaboración con
el gobierno local y diversas instituciones).

El trabajo comunitario realizado en el proceso de desarrollo del proyecto urbano (mediante


los talleres y actos) y de las viviendas (dentro de las distintas cooperativas y grupos de
vivienda) favorece las relaciones entre los vecinos y crea estructuras vecinales fuertes. De
estas estructuras seguirán surgiendo iniciativas en relación con el barrio, como la tienda
cooperativa de alimentos, el mercado de productos ecológicos, el centro de madres, el
centro social, los jardines comunitarios o la organización de fiestas.

House37

Es el nombre que se le ha dado al centro comunitario. Alberga servicios sociales, como una
guardería, y locales para trabajo comunitario, en los que se reúnen diversos grupos de
jóvenes, mujeres, y relacionados con iniciativas ecológicas y sociales. También actúa como
centro de actividades culturales: teatro, conciertos, conferencias, cine y diversos actos.

Genova (Wohn-Genossenschaft Vauban)


La cooperativa de alquiler autogestionada Genova fue fundada en 1997. Se ha desarrollado
en dos fases, en cada una de las cuales se construye un edificio con 36 y 40 viviendas
respectivamente. Los habitantes son predominantemente jóvenes y ancianos, así como
grupos desfavorecidos con rentas bajas.

Los cooperativistas han participado en la definición del proyecto mediante diversas


reuniones y talleres en el diseño de los edificios, desde los aspectos más generales como la
orientación, los accesos, el diseño de las fachadas y de los espacios colectivos, hasta la
escala de las viviendas. En la edificación se incorporaron diferentes medidas de
construcción ecológica, como el uso de materiales locales que además aportaran inercia
térmica, o paneles solares y sistemas de recogida de pluviales. La cooperativa gestiona las
propiedades colectivas: la casa comunitaria, un albergue, y una lavandería.

SUSI: Selbstorganisierte Unabhangige Siedlungsinitiative [Asentamiento


Independiente y Autoorganizado]

Es un grupo constituido en un principio básicamente por estudiantes, pero a los que pronto
se unen desempleados y madres solteras debido al interés del proyecto. Aprovechando el
plan Vauban, proponen la conservación y rehabilitación de los cuarteles, y finalmente
consiguen que se les asignen cuatro para un proyecto de vivienda social en ayuda mutua,
que alberga a unas 260 personas.

Ellos mismos rehabilitan los edificios mediante 24 equipos de construcción. Organizan las
viviendas en 10 apartamentos por edificio, en los que se alojarán de 1 a 10 personas. En las
rehabilitación se procura demoler lo mínimo y las reformas se realizan con materiales
naturales del entorno. El aislamiento de cubiertas y fachadas se realiza mediante celulosa o
planchas de corcho. Se incorporan sistemas de recogida de pluviales mediante cisternas y se
desarrollan diferentes sistemas de reciclaje. Entre las mejoras del entorno que realizan
destaca el campo de juegos para niños, los locales destinados a talleres de trabajo y el
centro social que se sitúa en los antiguos calabozos.

SUSI se define como una asociación basada en la vivienda, el trabajo la cultura y el


espacio. Se organiza mediante asambleas semanales, y cuenta con una junta directiva y
distintas comisiones de trabajo. Desarrolla diversos proyectos de autoempleo, para los que
cuenta con locales de trabajo: taller de carpintería, taller de forja, edita una revista. Tiene
también un taller de bicicletas, otro de cerámica, un laboratorio de fotografía...

La vieja prisión rehabilitada como centro comunitario funciona como lugar de encuentro,
en el que se realizan las asambleas, y reuniones de diversos grupos, como la cooperativa de
alimentos ecológicos, también tiene una biblioteca, salas de exposiciones, y una cafetería,
en la que se realizan diversos actos lúdicos, como proyecciones de cine.

Se ha prestado especial atención a asegurar la continuidad del proyecto a lo largo del


tiempo y a evitar posibles procesos especulativos dentro de la cooperativa, el modo de
tenencia es común y ningún cooperativista puede vender su parte obteniendo beneficio
económico.

Vauban y la definición de ecobarrio


Recapitulando vemos que el distrito de Bauvan cuenta con todos los factores que hemos
considerado fundamentales para definir un ecobarrio.

Atiende de diversas maneras a la sostenibilidad ambiental, procurando cerrar localmente los


ciclos de materia y energía, mediante las determinaciones del plan sobre la estructura
urbana, y sobre las propias edificaciones. Se realizan actuaciones concretas en materia de
energía, tanto relativas a la arquitectura bioclimática, como al modelo de movilidad. En
cuanto al ciclo del agua también son diversas las actuaciones y directrices para lograr
cerrarlo localmente.

Por otra parte ha introducido un amplio proceso de participación, mediante el que se ha


enriquecido el proyecto, gracias a la implicación personal de los vecinos, que han ido más
allá de lo planificado y finalmente han superado el plan de desarrollo, creando su propia
estructura y continuando con el día a día del proyecto. Una debilidad del barrio es la falta
de diversidad social en el perfil de sus habitantes.

En cuanto al modelo de ciudad, aunque no se han conservado y rehabilitado todos los


cuarteles, como proponían algunos grupos, el plan de desarrollo ha mostrado cierta
sensibilidad hacia las preexistencias de la zona, conservando el trazado viario, el arbolado,
y algunas construcciones que funcionan como hitos de referencia y memoria del origen del
barrio.

Frente al tipo de actuaciones extensivas que generalmente desarrollan las promotoras


comerciales, se han fomentado los proyectos de grupos de autopromoción y cooperativas.
De este modo las promociones comerciales ocupan áreas específicas pero no tienen una
presencia demasiado fuerte en el conjunto del distrito. El carácter del barrio viene dado por
la diversidad de soluciones que han desarrollado los diferentes grupos de construcción, no
sólo en los propios edificios, mediante colores, tipos de fachada y de acceso, sino también
en los espacios comunitarios, como plazas, jardines y campos de juego, y en el mismo
espacio público, al participar los vecinos en el diseño y mantenimiento de las calles,
aportando murales, señales viarias y otros elementos.

Aunque no puede decirse que la formación de la ciudad haya seguido un modelo de


crecimiento lento, suma de distintas aportaciones a lo largo del tiempo, se ha producido una
aproximación a él, al dar cabida a la diversidad de actuaciones de los habitantes, no sólo en
lo relacionado con la acción coordinada sobre los espacios públicos, sino también en las
actuaciones individuales sobre los edificios, los habitantes del barrio no deciden pensando
sólo hacia dentro de sus viviendas y espacios privados, sino que también lo hacen hacia lo
colectivo, aportando al paisaje urbano. Así, de una manera informal se general una
colaboración entre los grupos e individuos para configurar un todo común.

Adenda marzo de 2011


Desde la redacción del texto en el curso de doctorado 2007-2008 hasta la actualidad ha
aumentado considerablemente la documentación sobre ecobarrios en nuestro país (y en el
ámbito internacional), con la edición de publicaciones, la realización de jornadas y
congresos [4] o el desarrollo de proyectos concretos. Ese es el motivo por el cual no
aparecen en el cuerpo del trabajo textos o actuaciones que hoy se pueden considerar de
referencia.

Ante la duda de reescribir el texto incorporando nuevas referencias teóricas o prácticas, la


autora ha considerado que si bien su estructura es apta para incluir nuevas fuentes de
definición, el resultado final no variaría considerablemente, dado que no consiste en una
recopilación de metodologías y herramientas concretas, ni en una definición aportada por
un único autor, sino que apunta a una serie de criterios esquemáticos ordenados en tres
dimensiones (sostenibilidad ambiental, modelo de ciudad y sostenibilidad social) que
permiten incorporar todos los aspectos que pueden contribuir a la conformación de un
ecobarrio. Este esquema mantiene su vigencia en la actualidad, y es compatible con las
aportaciones teóricas más recientes y aplicable al análisis de proyectos y actuaciones.

También se constata que en el tiempo transcurrido no se ha solucionado la indefinición del


término, y ha continuado la tendencia hacia su interpretación débil en muchas actuaciones
urbanísticas que se suman al discurso de la mezcla de usos, la compacidad, la variedad, la
proximidad, la movilidad sostenible...para seguir planteando nuevos crecimientos de
grandes dimensiones. Las principales carencias que presenta la mayor parte de proyectos
tienen que ver con el modelo de crecimiento urbano, con los mecanismos reales de
participación, y con el fomento de nuevos modos de vida menos insostenibles.

Por último es necesaria una referencia explícita al desarrollo del proyecto ECOCITY y a la
publicación de sus materiales de difusión, proceso en el que ha participado Carlos
Verdaguer, autor de uno de los textos de referencia utilizados para ilustrar el término
ecobarrio. El proyecto ECOCITY fue patrocinado por la Comisión Europea en el 5º
Programa Marco, y aunque en sus inicios se orientó al estudio de alternativas de movilidad
y transporte sostenibles, fue ampliándose hasta convertirse en un programa integral sobre
sostenibilidad urbana, que ha aportado un marco analítico y conceptual amplio, y ha
desarrollado nuevas técnicas y herramientas para la planificación. Entre 2002 y 2005 se
realizaron los siete proyectos piloto, y en los años siguientes se comenzaron a difundir los
resultados, con la publicación de la versión original del libro en 2008, y su traducción al
castellano en 2009. El libro Proyecto Ecocity. Manual para el diseño de ecociudades en
Europa, consta de dos tomos, el Libro I. La ecociudad: un lugar mejor para vivir, expone
el marco conceptual, la descripción de los proyectos y su evaluación. El Libro II: La
ecociudad: cómo hacerla realidad, expone las directrices para el diseño de una ecociudad,
describiendo indicadores, técnicas y herramientas concretas utilizadas y desarrolladas
durante el proyecto.

En la revisión del texto se ha decidido incorporar una bibliografía básica de referencia en


torno al concepto de ecobarrio, puesto que el trabajo original sólo incluía las referencias
bibliográficas citadas y los recursos digitales correspondientes al estudio de caso.

Referencias bibliográficas
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Municipal de Vivienda y Suelo, Ayuntamiento de Madrid.
Forum Vauban e.V. (2002) Construcción del barrio sostenible de Freiburg-Vauban
(Friburgo, Alemania), Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2002, y catalogada como BEST. En Catálogo de Buenas
Prácticas de la Biblioteca CF+S. http://habitat.aq.upm.es/dubai/02/bp312.html
Rudin, D. Falk, N. (1999) Building the 21st century home. The Sustainable Urban
Neighbourhood. Architectural Press
Torres, V. (2006) «Urbanismo sostenible en Friburg», El Ecologista, 50, diciembre
2006. Madrid
Verdaguer, Carlos (2000) «De la sostenibilidad a los ecobarrios», Boletín CF+S, 14.
Hacia una arquitectura y un urbanismo basados en criterios bioclimáticos. Diciembre de
2000. http://habitat.aq.upm.es/boletin/n14/acver.html

Recursos en internet
 ECO-City project: http://www.ecocity-project.eu
 Vauban: http://www.quartier-vauban.de
 Forum Vauban: http://www.vauban.de / http://www.forum-vauban.de
 Passiv Haus: http://www.passivhaus-vauban.de
 GENOVA: http://www.genova-freiburg.de
 SUSI: http://www.susi-projekt.de/
 Haus 37: http://www.haus037.de

Bibliografía sobre ecobarrios


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publicado el domingo 14 de marzo de 2010. Consultado en marzo de
2011:http://elblogdefarina.blogspot.com/2010/03/hammarby-sjostad-barrio-eco-
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relaciones ecosociales y cambio global, 111, 2009. Pp 167-173
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Salvador Palomo, P. J. (2003) La Planificación verde de las ciudades Gustavo Gili,
Barcelona

Notas

[1]: Este artículo forma parte del trabajo de documentación Glosario de términos clave
relacionados con un urbanismo y una arquitectura más sostenibles realizado en
Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Madrid, desarrollado a lo largo del curso de doctorado Por una Ciudad
más Sostenible. El Planeamiento Urbano frente al Paradigma de la Sostenibilidad bajo la
tutela de Agustín Hernández Aja
[2]: Para un trabajo más reciente de Verdaguer sobre ecobarrios ver Adenda marzo de 2011
en este documento.
[3]: Publicado con motivo de las jornadas del mismo nombre celebradas en Madrid en julio
de 2005.
[4]: Desde 2008 se han lanzado tres ediciones del congreso internacional Ecocity
Conference Ecocity World Summit, en 2011 en Montreal http://www.ecocity2011.com/, en
2009 en Estambul, y en 2008 en San Francisco

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