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Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano; míranos humildemente postrados ante tu altar.
Envía Señor tu Santo espíritu sobre nosotros, para que obre en la intimidad de nuestros corazones,
Tuyos somos y tuyos queremos ser; y, para que podamos hoy unirnos más íntimamente contigo,
cada uno de nosotros se consagra a tu sagrado corazón. Creemos que en esta HOSTIA SANTA,
están verdaderamente tu cuerpo, sangre, alma y divinidad, te adoramos humildemente y
agradecemos todos tus beneficios.
Reina Señor, no solamente sobre los fieles que jamás se apartaron de TI, sino también sobre los
hijos pródigos que te abandonaron, y haz que estos prontamente regresen a la casa paterna, para
que no perezcan de hambre y miseria.
Otorga Señor la paz a las naciones y haz que del uno al otro polo de la tierra resuene esta sola voz,
por quien nos vino la salud: a ÉL sea la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.
REFLEXIÓN:
La primera palabra que dices Señor Jesús mientras te clavan las manos y los pies y te crucifican en
medio de insultos y burlas, es una palabra de perdón. Tú que nos mandaste orar por los que nos
ofenden, nos estás dando ejemplo. Tú sabes que en todo pecado hay un poco de ignorancia, de
debilidad y de falta de reflexión y aprovechas para pedir perdón por los pecadores, Tú has dicho:
“Padre perdónalos”, Señor: que esta sea nuestra oración en los ataques de cólera ante las ofensas
que recibimos. Tú sabes que la prontitud en perdonar a los que nos ofenden es el termómetro
que marca la santidad que tenemos y el grado de nobleza de quien perdona y deja las ofensas
atrás. La reconciliación es ante todo obra de Dios. El perdón es el gran don de Dios para con la
humanidad.” La sangre derramada por nuestro Señor Jesucristo es la que nos purifica de todos
nuestros pecados”.
Y nosotros que nos llamamos hijos de Dios, nosotros que seguimos al divino crucificado,
cumplimos acaso esta doctrina del perdón?. El cristianismo es amor, la caridad es la gran virtud
cristiana, la tolerancia es una hermosa manera de la divina caridad. Pero dónde está nuestro amor
al prójimo, la verdadera caridad, la tolerancia cristiana? Vivimos nosotros como hermanos?
Nuestro corazón ha sido capaz de perdonar todas las injurias?
En las sagradas escrituras nuestro Señor Jesucristo en varios momentos nos enseña y nos muestra
su inmensa misericordia para perdonar, debemos seguir su ejemplo.
Has que el reino que por Ti se dio, llegue pronto a nuestro corazón,
Que el amor, que Tú Hijo nos dejó, ese amor… habite ya en nosotros.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa;
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.
¡Oh Dios¡ Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme;
El ángel del señor se le apareció a José en sueños y le dijo: “José descendiente de David, no tengas
miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo,
tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás JESÚS, porque el salvará a su
pueblo de sus PECADOS. Palabra del Señor…
El nombre de Jesús significa “EL QUE SALVA DE LOS PECADOS”. El vino al mundo para salvarnos del
pecado, y nada desea tanto como que nos esforcemos por no pecar.
Cada vez que en la iglesia recibimos el sacramento del PERDÓN, encontramos a Jesucristo mismo,
al salvador que intercede, y al padre que perdona. Jesús desde la cruz intercede por los pecadores,
hoy resucitado y glorificado, Jesús sigue siendo “ El único mediador entre Dios y los hombres.
El perdón es una forma de amor. Jesús pide al Padre su amor, ama con plena lucidez perdonando
al que ofende, se olvida de sí, para concentrarse en la petición del perdón que llenará al mundo de
una lluvia de gracia. Amén.
COMO UN ENFERMO, ante el médico que no ha venido a buscar a los que están sanos sino a los
que están enfermos. CÚRANOS.
COMO UN DISCÍPULO, ante el que ha dicho: “Uno solo es vuestro Maestro, Cristo”, ENSÉÑANOS.
COMO UNA OVEJA EXTRAVIADA, ante el pastor que deja las noventa y nueve y va a buscar a la
oveja perdida y se pone muy contento cuando la encuentra. CONVIÉRTENOS.
COMO UN SIERVO O EMPLEADO a quien su jefe le ha dicho:” estar alerta porque vendré a la hora
menos pensada”…QUE NOS ENCUENTRES PREPARADOS A LA HORA DE TU VENIDA.
Padre de bondad, te bendecimos, te alabamos y te damos gracias porque por tu amor nos diste a
tu hijo Jesús. Gracias Padre porque a la luz del Espíritu Santo comprendemos que Él es la Luz, la
verdad y el Buen Pastor que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
Señor Jesús, tú eres el Pan vivo, tú eres el Pan que desciende del cielo, tú eres el Pan para ser mi
alimento espiritual. Cuando me acerque a ti en la comunión, haz que comprenda la profundidad
de este misterio. Tú siempre estás listo para encontrarme; haz que yo camine siempre hacia Ti,
haz que yo permita ser atraído por Ti.
Cuando vienes hacia mi en la comunión, ilumíname para entender que estoy sometiéndome a tu
Acción Divina. Dóname la capacidad de descubrir el misterio de tu amor por mí.
Viva Jesús Sacramentado, viva y de todos sea muy amado. Oh Sacramentado Jesús, ten piedad de
nosotros. Amén
Oh, Jesús mío te ruego por toda la iglesia! Concédele el amor y la luz de tu Espíritu y da poder a las
palabras de los sacerdotes para que los corazones endurecidos se ablanden y vuelvan a ti, Señor.
Señor danos sacerdotes santos, tu mismo consérvalos en la santidad. Oh divino y Sumo Sacerdote
que el poder de tu misericordia los acompañe en todas partes y los proteja de las trampas y
asechanzas del maligno, que están siendo tendidas incesantemente para las almas de los
sacerdotes. Que el poder de tu misericordia, oh Señor, destruya y haga fracasar lo que pueda
empañar la santidad de los sacerdotes, ya que Tú lo puedes todo.
Señor Jesús te agradecemos por nuestro sacerdote Álvaro Franky tu servidor y administrador de
los misterios divinos, te rogamos que le des fidelidad y perseverancia en este humilde servicio y a
nosotros la fe viva para que veamos en él a tu mensajero. Lo has constituido nuestro guía y padre
espiritual, dale espíritu de sabiduría y de consejo, sinceridad de amor paterno, y a nosotros el don
de respeto y entrega para que con fe podamos escuchar sus palabras y con alegría nos
acerquemos en torno a su altar, sobre el cual realiza los santos misterios. Danos a nosotros y a él
paciencia y mutua comprensión. Dale salud y fortaleza en su cargo de responsabilidad. Llénalo
con el espíritu de fervor y santidad, para que siempre sea nuestro buen pastor, y para que nos
conduzca al cielo. Amén, amén, amén…
No dejes de orar por los sacerdotes, recuerda que sin sacerdotes no hay eucaristía.
ORACIÓN:
Jesús Hijo de David ten piedad de nosotros, devuélvenos el amor, para que podamos soportar el
dolor como Tú mismo lo soportaste, lávanos Señor de nuestros pecados, límpianos de toda
iniquidad. Gracias por tu infinito amor y misericordia para nosotros. Te adoramos, Te bendecimos
Santísimo señor Jesús, porque con tu santa cruz, redimiste al mundo.
PORQUE YO SOY LA VIDA, YO SOY EL AMOR. ¡HOY SEÑOR NOS REUNIREMOS EN TU AMOR!
Cristo rompe las cadenas, Cristo rompe las cadenas del pecado
Ninguno quede aprisionado por el mal, para acercarse bien confiados a Jesús,
Que ningún miedo paralice nuestros pasos, ni nos impida recibir su absolución.
CRISTO ROMPE LAS CADENAS, CRISTO ROMPE LAS CADENAS DEL PECADO. CRISTO ROMPE LAS
CADENAS, Y NOS DA SU LIBERTAD.