LA GLOBALIZACIÓN DE LA CULTURA: REGIÓN, diversidad cultural.
Por tanto, también indagamos en las condiciones en las
DESARROLLO Y POLÍTICAS SOCIALES
“La globalización está en boca de todos (…) La globalización divide en la
misma medida que une: las causas de la división son las mismas que
promueven la uniformidad del globo” Zygmunt Bauman1
Introducción : Las sociedades contemporáneas están experimentando
diversos cambios debido al proceso de globalización o mundialización, que
también puede ser entendido como el desarrollo del capitalismo en su fase
global. En términos de Immanuel Wallerstein la globalización no es otra cosa
que la manifestación del “sistema-mundo”2, el cual es resultado de una
construcción histórico-social que hoy ha llegado a su apogeo. Nuestro mundo
global no se dio de la noche a la mañana, se ha construido lentamente en un
proceso que se ha vuelto inevitable, y tal punto de que no podemos escarpar
de este hecho social. Por más que no lo queramos somos parte de la
globalización, está presente en nuestra vida cotidiana y en todo lo que
hacemos, en términos regionales y territoriales somos locales y globales a vez,
esa es nuestra realidad social actual, y sus efectos se visibilizan en diferentes
esferas de la sociedad: economía, educación, cultural, salud, política,
ideología y medio ambiente. En este específico sentido, en el presente ensayo
nos enfocamos básicamente en el aspecto cultural, es decir, en la
globalización de la cultura y sus consecuentes efectos, lo cual desde nuestro
punto de vista, y como lo demostraremos, se puede visibilizar en los cambios
que vienen atravesando los contextos regionales. La globalización de la
cultura es por un lado hegemonía y homogeneidad social, pero también es la
manifestación de las diferencias y distinciones que provocan conflictos,
enfrentamientos y fragmentación social. La globalización une pero también
divide, porque es un fenómeno cultural. La globalización en su dimensión
cultural incide de diversas formas a nivel local y global, no obstante, aquí
bosquejamos el espacio y tiempo de una región, específicamente, nos
explayamos en los enfoques de desarrollo y su relación con la libertad y
1 Ver; Zygmunt, Bauman: “La globalización. Consecuencias humanas”
(México – 2017) pág. 8.
2 Al respecto se puede revisar el clásico libro de Immanuel Wallerstein
“Análisis de sistemas-mundo” (México – 2013).
cuales se encuentran las políticas sociales en el marco del proceso de
globalización, el desarrollo humano y el capital cultural regional. En
términos puntuales, el estudio devela la relación sociológica subyacente de
las categorías globalización, cultura, región, desarrollo y políticas sociales,
porque estos son dispositivos, que desde nuestra perspectiva, nos permiten
explicar, comprender e interpretar lo global y local en la sociedad
contemporánea. Es así que, el texto se ha dividido de la siguiente manera: 1)
región y desarrollo en la globalización, 2) cultura, desarrollo y políticas
sociales, y para terminar se hace una reflexión final para sintetizar los
planteamientos dados a conocer en el ensayo.
Región y desarrollo en la globalización La globalización tiene
consecuencias directas en las sociedades contemporáneas, es así que sus
efectos también se pueden visibilizar en cada pequeño territorio o región del
mundo, nadie se puede salvar, de un modo u otro, todos somos parte de lo
mismo, de la aldea global. Hoy en día las regiones están pasando por un
proceso de des-territorialización, las fronteras, muros y puntos divisores se
están volviendo difusos, no importa en qué lugar vivamos y donde nos
encontremos, es posible estar comunicados con personas de diversas partes
del globo. Si bien es cierto de que no interactuamos físicamente o cara a cara,
no obstante, a nivel virtual o mediado por algún dispositivo comunicativo,
nos podemos conectar en tiempo real. Podemos ver entonces que la
globalización ha permitido el fortalecimiento y la expansión, de la sociedad
del conocimiento e información, a diferentes lugares o regiones a nivel
mundial. La distancia física nos separa pero la información, que se imparte
por medio de las TICs y la galaxia del internet –en términos de Manuel
Castells3–, nos puede llegar a unir con los Otros –como también nos puede
dividir–, en algún sentido estamos ensamblados. Lo local y global es parte de
nuestra vida social. Por tanto, es necesario reflexionar y estudiar a la región
en tiempos de globalización, para así poder comprender sus transformaciones
en la dimensión cultural. La región ha cambiado, ya no es la misma de antes.
Son muchos los cambios que hoy podemos observar, pero como ya lo hemos
3Al respecto se puede revisar el póstumo trabajo de Manuel Castells, “La era
de la información: economía, sociedad y cultura” (2005), específicamente el
primer volumen “La Sociedad Red”.
señalado queremos cavilar básicamente en las mutaciones y el desarraigo que
seda a nivel cultural. Ahora bien, para realizar un correcto bosquejo actual de
la problemática de los pequeños territorios o comarcas en un mundo
globalizado, tenemos primero que definir que es una región.
Sociológicamente la región es un espacio y tiempo en donde interactúan
diversos individuos con objetivos personales y sociales; es decir, que es un
territorio particular en donde las personas se desenvuelven con fines diversos
pero también compartidos. Existe aquí una homogeneidad social más o menos
establecida que por lo general busca el progreso y desarrollo de sus
integrantes. La gente se reúne en un determinado lugar para buscar mejores
condiciones de vida, esto es un hecho histórico y cultural; desde las bandas,
tribus, hordas y clanes de antaño se puede observar que la vida cotidiana del
hombre se realizaba en determinadas regiones que tenían el potencial natural
que les permita sobrevivir y llevarles por un derrotero de progreso,
civilización y desarrollo. Para profundizar nuestro análisis recurrimos a un
trabajo clásico sobre la sociología de las regiones. En 1969 la ONU organizo
un primer programa para entender la región desde la sociología, dicho evento
se denominó Seminario sobre Aspectos Sociales del Desarrollo Regional, en
donde se expuso un sugerente trabajo por el sociólogo polaco Janusz
Ziólkowski titulado “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (1969), en donde se trata de estructurar una propuesta
para la construcción de una Sociología Regional. De ahí que para Ziólkowski
la región en términos sociológicos puede ser definida como “Un grupo de
personas que viven en una misma zona en condiciones de dependencia mutua
y sometidas a las mismas influencias y que, por consiguiente desarrollan
ciertos rasgos similares y comparten un sentido de comunidad” 4. En otras
palabras, el agrupamiento, la dependencia, el mismo espacio geográfico y la
identidad comunal son propios de una región. La región por lo tanto tiene
como agentes protagónicos o principales a las personas, ellos son los sujetos
de cambio social de la región. Bajo esta perspectiva, una región tiene una
homogeneidad e identidad social que es la esencia que une o cohesiona a las
personas. No basta con las condiciones geográficas y naturales, es necesario
crear un cosmos de interacciones interpersonales, es decir, una región es
social. Entonces, una región no solo es natural, sino también es social, y es
4Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 4.
justamente este aspecto, y su relación con el primero, lo que debemos
explicar, ya que tanto lo social como lo natural construyen la cultura de un
individuo y colectivo, y es la matriz de problemas sociales diversos. Teniendo
en cuenta esta realidad existencial Ziólkowski sostiene que el objeto o campo
de estudio de la sociología regional “es básicamente el hombre en sus
relaciones con su medio”5, es decir, con su entorno geográfico y social
inmediato. En efecto, son las relaciones de la persona y su territorio contiguo
los que garantizan el fracaso o éxito de ambos; es aquí en donde cobra mayor
importancia la sociología regional, porque sus estudios permiten un
diagnostico en ambos niveles, y por lo mismo políticas más integrales. Se
trata de una construcción social en un espacio y tiempo específico, pero a la
vez relativo, múltiple y variable, porque no hay regiones iguales. Es así que,
Ziólkowski hace una tipología de las regiones, los cuales son:
 Región Geográfica.- Tiene una homogeneidad con características
físicas como el suelo, la vegetación, recursos minerales, agua, etc.
 Región Económica.- Tiene una homogeneidad con características
financieras de las actividades, producciones y los recursos que
maneja.
 Región Sociocultural.- Tiene una homogeneidad con características
culturales, de idioma, costumbres, religión, historia, etc.
 Región Metropolitana.- Tiene una homogeneidad con características
urbanas y de mercado, que hacen posible una interdependencia,
reciprocidad y conexiones internas y externas políticas, económicas,
educativas, etc.
 Región Administrativa.- Tiene una homogeneidad con
características propias al contexto organizacional y empresarial,
tales como industria, reforestación, construcción, etc.
Al igual que esta tipología, también existen regiones a nivel local,
nacional, internacional y mundial, los cuales son estructurados en
función a las determinantes sociales, históricas, geográficas, culturales,
económicas y políticas de las mismas. En el sistema mundo en el cual
vivimos las regiones son a la vez bien complejas y diferentes pero
también homogéneas, sin embargo, de un tiempo a esta parte, por la
misma influencia de la globalización, la Región Sociocultural viene
5
Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 4.
 cobrando mayor relevancia en la escena contemporánea, ya que las
similitudes son fundamentalmente culturales, de ahí que aseveremos que
vivimos en tiempos de la globalización de la cultura, lo cual no implica
necesariamente la hegemonía de una cultura, es decir, no se trata de la
dominación de una cultura sobre otras, sino más bien de una lucha
cultural a nivel regional y global. Hoy todos los Estado-Nación, pueblos,
ciudades, comunidades y grupos humanos exaltan su cultura, y buscan
que esta sea mejor, o al menos más reconocida, que las otras. La
globalización de la cultura no es otra cosa que la diversidad cultural en
un conflicto mundial. Ya Ziólkowski en los años 60 aseveraba la
importancia del estudio de la cultura en la sociología regional, el cual
también “indica el estudio de los fenómenos sociales en relación con su
ubicación en las regiones y con referencia al medio natural, así como a
la cultura de la región”6. Aquí podemos entender que hoy en día la
investigación sociológica sobre las regiones debe abordar el espacio y
tiempo sociocultural, es decir, lo natural, social y cultural, lo cual nos
lleva a comprender que una región es básicamente un territorio en donde
viven grupos humanos que tienen un bagaje cultural diverso. Siguiendo
con esta explicación Ziólkowski afirma que “Se trata de determinar en
la interdependencia mutua, la naturaleza de las relaciones existentes
entre ciertas características culturales de una zona determinada (región)
y ciertas condiciones del medio natural”7. Entonces de lo que se trata es
de observar y estudiar el ámbito sociocultural que posibilita las relaciones
de interdependencia en una determinada región, lo cual como venimos
exponiendo no se limitan a lo local sino también trascienden a lo global,
es decir, en la actualidad las regiones están conectadas al mundo a través
de la Sociedad del Conocimiento y la Sociedad de la Información, los
cuales giran en torno a los sistemas-mundo o globalización. Ahora cada
región busca exportar su cultura, busca llegar a más personas con su
repertorio cultural, su derrotero es ser locales globalmente a través de la
cultura. En este específico sentido, el sociólogo –como también otras
ciencias sociales– se enfoca fundamentalmente en lo social y cultural
antes que en lo económico, político, geográfico o natural, ya que como
bien sabemos es en las relaciones sociales en donde se gesta todas las
6
Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 10.
demás actividades que se realizan los individuos en las regiones. Lo
social es la base para lo económico, político, educativo, ecológico, etc.
De ahí que hoy se habla de “conciencia regional”, “sentimiento de
comunidad”, “identidad colectiva”, “identidad cultural”, entre otros
que hacen referencia a la dimensión sociocultural de una región para
hacer frente a la globalización. Otra cuestión que es en parte
consecuencia de la globalización son los regionalismos y movimientos
sociales que se gestan en torno una serie de propósitos culturales ligados
estrechamente con su territorio de socialización, que a partir del sentido
de pertenencia los empodera y moviliza en pos de fines compartidos. Los
movimientos sociales son en principio movimientos regionales, que
posteriormente por efectos sociales diversos pueden llegar a otras
latitudes territoriales, mas hoy en día en la era de la información, que
permite establecer lazos mediáticos digitales que traen mayor alcance
social a los movimientos regionales, que ahora lógicamente son también
globales. Desde la mirada de Manuel Castells la “La Sociedad Red” ha
hecho posible la conexión de cientos de millones de personas en todo el
mundo, los cuales tejen una malla social en torno a diversas similitudes,
que surgen después como movimientos socio-virtuales, pero que tienen
como base de gestación una región específica, es decir, se originaron en
un contexto espacio-temporal particular, pero que paulatinamente se
extendieron a diferentes partes del globo. Hoy los movimientos
regionales pueden ser globales gracias al mundo virtual, que poco a poco
des-territorializa a las personas y los sumerge en el ciberespacio. Este
fenómeno social no es otra cosa que la globalización de cultura.
Así mismo, hoy en día las regiones en pleno siglo XXI han encontrado su más
grande núcleo de extensión en las grandes urbes, en otras palabras, la gran
ciudad es el foco de la región moderna. Aquí estamos hablando de una Región
Metropolitana cuya base de desarrollo es el proceso de urbanización a nivel
regional, este fenómeno puede ser denominado como las megalópolis de la
globalización o las ciudades globales. No obstante, no se trata solo y
específicamente de una Sociología Urbana, ya que la Sociología Regional
abarca el aspecto rural y urbano de un territorio, porque estudia la relación
entre los sistemas territoriales naturales con los sistemas sociales. Bajo esta
7
Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 8.
lógica, los estudios sociológicos de las regiones buscan básicamente el
progreso, desarrollo y mejores condiciones de vida de las poblaciones en su
interacción permanente entre lo social y lo natural. Es así que, lo que nos
plantea Janusz Ziólkowski, y los especialistas en este campo, es que la
sociología regional tiene como tema principal estudiar la cuestión del
desarrollo regional; sociología, región y desarrollo van de la mano.
Específicamente, Ziólkowski se enfoca en “El desarrollo regional
planificado”8, porque efectivamente la planificación es la garante por
excelencia de la consecución de más metas, objetivos, proyectos y políticas
publicas regionales. La gestión pública o social contemporánea hoy en día no
pueden ser centralistas sino más bien descentralizadas en función a las
realidades o contextos regionales particulares, solo así se podrá afrontar con
mayor eficacia los problemas sociales adyacentes. La planificación regional
hoy en día debe ser ante todo local pero también tomando en cuenta los
cambios globales actuales.
Para este propósito se es necesario una Sociología del Desarrollo, el cual,
según el sociólogo polaco, básicamente busca “La finalidad última de éste es
el hombre, todo progreso económico y tecnológico no es más que un medio
para lograr un fin: la estructuración de una sociedad prospera y feliz, basado
en la justicia social, y que permita a sus miembros desarrollar plenamente
sus aptitudes”9. La Sociología del Desarrollo en este sentido se concentra en
las capacidades y potencial de las personas; ese es su inicio y fin, ya que bajo
los aportes de este bagaje o recurso sociocultural se puede hacer mucho en el
espacio y tiempo regional que nos ha tocado vivir. En ese sentido, el
desarrollo comienza con la particularidad personal, con cada individuo que
pertenece a un determinado grupo social, comunidad, ciudad, región y
sociedad, porque es justamente en el capital humano en donde históricamente
se han iniciado todos los cambios, transformaciones y mejoras que nuestras
civilizaciones han conseguido hasta la actualidad. El entorno natural,
ambiental y ecológico ha sido transfigurado, para bien y para mal, por la
acción individual y social, de ahí la vital importancia que la Sociología
Regional le da al desarrollo, como un proceso integral, complejo y sostenible
8 Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 11.
9 Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 9.
a nivel social, cultural, económico, político, educativo, y, sobre todo, como
bien lo señala Mario Bunge, científico y tecnológico 10.El Desarrollo como
una categoría sociológica es un término integral, es decir, un proceso general
y sistémico que involucra todas las áreas o esferas de una sociedad. Desde la
perspectiva de Ziólkowski “El desarrollo es el crecimiento más el cambio; el
cambio es a su vez tanto social y cultural como económico, y tanto cualitativo
como cuantitativo”11. Bajo esta lógica, el desarrollo va más allá que el
crecimiento económico; no es lo mismo crecimiento y desarrollo. El
desarrollo debe ser integral, complejo y sostenible, y es primero lo social y
cultural, y después lo económico. A la luz de esta explicación es posible
observar que el Perú y sus regiones vienen experimentando en algunos casos
crecimiento pero más no necesariamente desarrollo. En este escenario social
la globalización del aquí y del ahora hace que el desarrollo regional este
estrechamente ligado a la dimensión cultural como un componente casi
determinante, este sería el potencial y derrotero a seguir para el progreso de
nuestras sociedades contemporáneas. Al respecto se pueden ver los múltiples
trabajos en estudios culturales que actualmente existen, y como han influido
tanto en la academia de las ciencias sociales y las humanidades. Sus
postulados básicamente sostienen que la cultura tiene el poder para
encausarnos hacia el tan anhelado desarrollo. En otras palabras, cultura y
desarrollo van de la mano. Sabemos muy bien que la actualidad en nuestro
país existe aún una desigualdad en el crecimiento, desarrollo y progreso de
las regiones, ya sea en el plano económico, tecnológico, educativo o político;
la realidad es que las problemáticas de cada región no se vienen abordando
contextualmente, porque los políticas, programas y proyectos sociales no
toman en cuenta la cuestión cultural y sus variabilidades como componente
determinante en el desarrollo regional. Sin duda alguna, filósofos, pensadores,
intelectuales, académicos, escritores y científicos en toda la historia de la
humanidad han estudiado desde distintas perspectivas, teorías, enfoques y
paradigmas el desarrollo de los pueblos, comunidades, ciudades y sociedades.
En América Latina y el Perú de la misma manera el tópico del desarrollo ha
sido una preocupación constante hasta nuestros días, ya que como bien
10 Al respecto se puede revisar el libro de Mario Bunge “Ciencia, técnica y
desarrollo” (1007).
11 Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 10.
sabemos tenemos una economía de nivel primario exportador, sin una
industria fuerte y tecnológica, con grupos empresariales que poco o nada les
interesa el bienestar del país, con una clase política y de gobierno sectaria y
corrupta, y, con ciudadanos poco comprometidos con el progreso del Perú.
Resultado de esta encrucijada social es que hoy vivimos en condiciones
periféricas y en una situación subalterna. Bajo esta lógica, la tendencia que
históricamente los países de nuestra región han seguido es, en términos
sencillos, copiar, imitar y adaptar modelos de desarrollo de otros contextos
europeos, accidentales y norteamericanos, y como bien sabemos estos no
pueden funcionar correctamente en nuestra región porque no responden a la
realidad, el contexto, las necesidades y características de la misma. Sin
embargo, desde fines de la década de los sesenta, se gesta la denominada
Teoría de la Dependencia, sus principales representantes fueron Andrè
Gunder Frank, Fernando Cardoso, Enzo Falleto, Raúl Prebisch, Theotonio
Dos Santos y Samir Amin. Una teoría contextual, original y novedosa para su
tiempo y con trascendencia hasta nuestros días. Según refiere la intelectual
mexicana Rita Segato han sido básicamente cuatro teorías sociales las que se
han gestado en el suelo latinoamericano: la Teoría de la Dependencia –en
estrecha relación con la Teoría de la Marginalidad–, la Teología de la
Liberación, la Pedagogía del Oprimido y la Colonialidad del Poder12, este
último del destacado sociólogo peruano Aníbal Quijano. La Teoría de la
Dependencia es un paradigma que intenta explicar la pobreza y el
subdesarrollo en América Latina; considerando las formas que adquiere el
sistema económico capitalista mundial contemporáneo. Es un conjunto de
teorías, enfoques y modelos que tratan de explicar las dificultades que
encuentran algunos países, específicamente latinoamericanos, para el
despegue y desarrollo económico. En otras palabras, es una teoría del centro-
periferia o del intercambio desigual, es decir, es una versión ampliada de la
tesis de la causalidad acumulativa, que explica la relación centro-periferia
viene dado por un sistema colonial en donde los recursos (trabajo, capital,
materias primas y bienes intermedios) fluyen directamente de la periferia al
centro, lo que lleva a determinar que la tasa y la pauta de desarrollo de la
periferia están controladas por el centro con el fin de lograr sus objetivos
económicos, políticos, ideológicos y sociales. El centro lo controla todo, tiene
el poder sobre sus contornos, y por lo tanto obstaculiza el desarrollo de las
12Ver; Segato, Rita: “Aníbal Quijano y la perspectiva de la colonialidad del
poder”, en Des/colonialidad y Buen Vivir (Lima – 2014) pág. 35.
regiones periféricas, los reduce a la pobreza y los mantiene en condiciones
subalternas. Ahora bien, hay que señalar que la Teoría de la Dependencia
tiene una perspectiva histórica, es decir, su matriz de gestación viene de atrás,
de nuestro pasado. En efecto, la dependencia se inicia en el proceso colonial,
aquí se realiza un “pacto colonial” bajo el sistema de economías de enclave,
en donde agentes capitales extornos explotan, extraen y producen nuestros
recursos, se llevan la riqueza sin redistribuirla con los internos, los nativos
son despojados de su potencial natural y quedaron así atados a un circulo de
dependencia económica, política y hasta ideológica. Este tipo de economía es
el fundamento para la dependencia y subdesarrollo actual. El desarrollo es un
imposible bajo dependencia. Es así que, la dependencia y situación de
subdesarrollo implica socialmente una dominación de unos sobre otros, bajo
un sistema económico en donde unos son productores y otros consumidores,
y en donde la redistribución de la riqueza no es equitativa y en igualdad. Es
así que, las economías centrales o dominantes y las economías periféricas o
dominadas tienen una diferencia básica cuyo núcleo se encuentra en el
sistema productivo capitalista y su expansión histórica y global.
Este paradigma fue sin duda alguna de gran relevancia en su explicación sobre
el desarrollo, sin embargo, se enfocó sobre todo en la dimensión económica,
lo cual lo sumió a un reduccionismo y determinismo economicista, ese fue su
graso error, porque esta línea teórica no le permitía abordar otras esferas de
la sociedad y su desarrollo. Se nublo y no podía ver, y menos entender y
explicar, el desarrollo de forma compleja, múltiple e integral. El desarrollo no
se limita a la cuestión económica, es más que eso, tiene que ver también, y
sobre todo, con otros aspectos, como cultura, educación, ciencia, tecnología
y política. Ahora bien, estudiar este cosmos social es una ardua labor, de ahí
que en este texto nos limitamos en bosquejar básicamente algunos puntos
centrales de la dimensión cultural en el desarrollo regional en un mundo
global. En este específico sentido, de un tiempo a esta parte se han venido
dando estudios, investigaciones y debates sobre la importancia de las
especificidades culturales de cada continente, país, región y localidad para
recién plantear propuestas óptimas de desarrollo. Hay que gestar modelos de
desarrollo bajo plataformas epistemológicas contextuales, es decir, constituir
un paradigma de conocimiento científico acorde a las realidades regionales
de cada país, y no seguir de forma lineal la lógica de la globalización y su
orientación mundial de desarrollo.
Cultura, desarrollo y políticas sociales La cultura es quizás el elemento
más importante a tomar en cuenta para el progreso de un grupo humano, ya
que muchas veces las variables económicas, educativas, de salud, de
alimentación, políticas, etc.; están determinadas hasta cierto punto, como hace
mucho lo sostuvo Max Weber –con sus estudios sobre racionalidad y
sociología comprensiva–, por el factor cultural, por el mismo hecho de que la
cultura es resultado de una formación histórico – social constituida por un
individuo y grupo de individuos. Es así que, en esta línea de explicación hace
algunos años atrás el científico social Raúl Romero hizo un estudio ha pedido
de la PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y la
UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura). Dicha investigación se titula “¿Cultura y Desarrollo?
¿Desarrollo y Cultura?” (2005). Ahora bien, hay que mencionar también que
el bagaje, recurso o “capital cultural”13 como un componente importante en
el desarrollo están inmerso o se encuentra de forma implícita en el “enfoque
de desarrollo humano” que históricamente ha diseñado el PNUD (Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Sin embargo, los fundamentos
teóricos han sido elaborados por Amartya Sen (Premio Novel en Economía)
y Martha Nussbaum (filosofa de reconocimiento internacional), quienes
prefieren denominarlo “enfoque de capacidad” y “enfoque de capacidades”
respectivamente14. Bajo sus postulados el desarrollo solo se puede dar con la
expansión de las libertades y capacidades de las personas. Sin libertad no hay
desarrollo, más aun en las condiciones actuales de la globalización de la
cultura en su diferenciación y conflicto permanente. Raúl Romero sigue el
enfoque tanto de Amartya Sen como de Martha Nussbaum. Es así que, el
13 Esta categoría sociológica ha sido acuñada por Pierre Bourdieu. Según
Bourdieu; “La institución escolar contribuye (insisto sobre este término) a
reproducir la distribución del capital cultural (...) La reproducción de la
estructura de la distribución del capital cultural se lleva a cabo en relación de
las estrategias de las familias y la lógica especifica de la institución escolar”.
Esto nos quiere dar a entender que la institución escolar constituye el capital
cultural, es decir, te permite ser intelectual, obtener una posición educativa y
tener una formación cultural especifica. Ver; Bourdieu, Pierre: “Razones
Prácticas. Sobre la teoría de la acción” (Barcelona – 1997) Pág. 33.
desarrollo como una condición o status de integración social, no solo tiene
que ver con la dimensión económica, política o ideológica, sino sobre todo
debe abordar el bagaje cultural de los individuos, ya que si no conocemos las
características culturales de las personas, grupos, comunidades y regiones, no
podremos saber cuál es la forma más eficaz, eficiente y efectiva para alcanzar
el desarrollo dentro de los marcos de entendimiento sociocultural de los
mismos. Al respecto sostiene Romero “Las políticas de desarrollo deben
respetar los estilos de vida de las personas sin caer necesariamente en
orientaciones dirigidas a la modernización y occidentalización que han
caracterizado la imposición de este tipo de proyectos (…) Un modelo de
desarrollo es el que se adapta a las características de las distintas
sociedades, sus historias y expectativas”15. En efecto, las políticas, programas
y proyectos de desarrollo deben girar entorno a los estilos de vida y las
características culturales de las personas en función a la región en donde viven
y se desenvuelven, para que con este conocimiento constituir políticas
públicas contextuales y por lo tanto efectivas directamente y con mejores
resultados sociales. No existe desarrollo sin respeto y libertad a las
diferencias culturales.
Muchos especialistas en desarrollo han sostenido que las tradiciones y
costumbres culturales son obstáculos para el desarrollo de los mismos, creen
que hablar de cultura es hablar del pasado, de una historia oscura, errática y
perpetuarlo de un modo u otro. Esta explicación es reduccionista en el sentido
de que no explora la dimensión cultural de forma integral, porque cultura no
es sinónimo de pasado; sino de trascendencia y proyección a futuro. Al
respecto Romero “Es decir, la cultura no solo representa el pasado, sino que
es dentro de la dimensión cultural, donde se diseña la visión de futuro. La
cultura encierra entonces la capacidad de aspiración, y es allí donde podrían
14 Sus postulados sobre el tema en cuestión lo explican en “Desarrollo y
libertad” (2000) y “Nuevo examen de la desigualdad” (1995) de Amartya Sen,
y “Crear capacidades” (2012) de Martha Nussbaum. Así mismo, ambos
autores editaron un libro juntos, en donde también participaron diversos
especialistas en el tema, dicho texto es “Calidad de vida” (2004).
15 Ver; Romero Cevallos, Raúl: “¿Cultura y Desarrollo? ¿Desarrollo y
Cultura?” (Lima – 2005) pág. 24.
encontrarse tanto los estudios de la cultura como los promotores del
desarrollo”16. Todo el bagaje, recurso o capital cultural de los pueblos,
comunidades, ciudades y regiones tienen un gran potencial para cambiar la
realidad social, porque el cosmos cultural involucra tanto el pasado, el
presente y sobre todo el futuro, la cultura trasciende el espacio y tiempo, no
nace ni mure, se transformar porque se trata de un absolutismo del relativismo
cultural. Entonces, la cultura más que hablar solo del pasado puede elaborar
discursos del aquí y ahora que se han de ser de inspiración para el futuro, cuyo
derrotero es el progreso. Con este planteamiento cultural se entiende que el
desarrollo no es una cuestión que debe venir necesariamente de afuera, de los
otros y de experiencias foráneas, ya que lógicamente estas realidades son
diferentes a las nuestras. Vivimos en un mundo globalizado en donde la
diversidad cultural es un hecho social, y como tal las iniciativas, enfoques y
paradigmas de desarrollo deben ser distintas, y no seguir simplemente el
método de uniformidad global, que si bien es cierto estamos inmersos en
políticas económicas mundiales, no obstante, no pueden absorber las
decisiones regionales. La meta es ser locales globalmente y globales
localmente. Hay que interpretar y comprender entonces los diversos estilos
culturares nacionales, regionales, locales y comunales para recién plantear
políticas, programas y proyectos de bienestar para los mismos. Solo así
podremos pensar en un desarrollo integral y sostenible para todos, tal como
afirmar Raúl Romero “La diversidad cultural, lejos de ser una fuente de
división, une a los individuos, a las sociedades y a los pueblos, permitiéndoles
compartir el caudal constituido por el patrimonio del pasado, la experiencia
del presente y la expectativa del futuro. Dicho caudal del que cada uno es a
la vez, contribuyente y beneficiario, es lo que garantiza la sostenibilidad de
un desarrollo para todos”17. La diversidad no debe traer división sino por lo
contrario unidad, porque en las diferencias se puede aportar de mejor manera
a los otros, podemos aprender de la Otredad y viceversa. Pensar en el otro es
en este caso determinante, ya que en un mundo globalizado todos nos
necesitamos, no solo debemos enfocarnos en competir y rivalizar con los
otros, sino por contrario debemos cooperar y participar juntos en el desarrollo
integral de nuestras regiones. Por tanto, la globalización de la cultura no solo
es uniformidad y hegemonía, tampoco se refiere solamente a la exaltación de
las diferencias socioculturales, sino también es una cuestión de cooperación
16Ver; Romero Cevallos, Raúl: “¿Cultura y Desarrollo? ¿Desarrollo y
Cultura?” (Lima – 2005) pág. 25.
y trabajo compartido. Una idea utópica claro está, pero a la vez un ideal social
que aún no muere, porque hoy en día muchos tienen esperanza en un mundo
mejor.
Debido a que en la actualidad no se toma en cuenta el enfoque de la diversidad
cultural para el desarrollo, las políticas sociales o públicas para el desarrollo
fracasan, por ser foráneos y no contextuales en términos culturales. Por lo
tanto, cultura y desarrollo no debe ir por separado sino juntos; de la misma
manera ya en el plano básicamente regional de cada país, en este caso del
Perú, todas las políticas, programas y proyectos tienen que elaborarse y
ejecutarse no de forma general y homogénea en todas las regiones. En otras
palabras, no hay que meter a todos en el mismo saco. Se es necesario en este
sentido hacer investigaciones sociales para conocer cada contexto de forma
detallada, compleja e integral, para así construir propuestas de desarrollo que
se ajusten a las realidades de cada pueblo, comunidad, localidad y región.
Racionalmente las metodologías, planificación y estrategias sociales para el
desarrollo deben de seguir la lógica simple, pero necesaria, de que antes de la
intervención social debe haber una investigación social, y no nos referimos
aquí solamente a diagnósticos, líneas de base o acumulación de datos e
información, sino estamos hablando de estudios con rigurosidad científica.
Este proceso nos permite tener un fundamento epistemológico para recién
abordar nuestra realidad de forma más efectiva y con mejores resultados
sociales. Nuestro mundo social es bien complejo, y en el nivel cultural hay
mucho espacio y tiempo por estudiar. En efecto, en cada región, localidad,
pueblo y comunidad existen diversos estilos de vida y capitales culturales que
orientados o encausados racionalmente establecen puentes o derroteros para
el desarrollo. Cada grupo cultural da valor a las cosas de forma diferente y
por lo tanto cualquier iniciativa de desarrollo no tendrá éxito sin antes
asemejar y adaptar sus propuestas a dichas realidades. Al respecto dice
Romero “La cultura es relevante para el desarrollo, pues determina qué tiene
valor en una sociedad, es decir, cómo influencia sobre los individuos y
comunidades, y cómo responden éstos a los cambios resultantes del
17Ver; Romero Cevallos, Raúl: “¿Cultura y Desarrollo? ¿Desarrollo y
Cultura?” (Lima – 2005) pág. 39.
desarrollo”18. Es decir, la cultura como un constructo socio – histórico es
determinante en el aquí y el ahora de las personas, y como tal tienen una
incidencia directa en cualquier política, programa y proyecto del Estado, ya
sea de forma positiva o negativa, pueden rechazarlo o aceptarlo, pueden ser
apáticos o empoderase. Por tanto, es importante conocer la axiología cultural
de los grupos humanos de cada región, a que le dan valor y porque, cuál es su
moral y ética para el progreso, y así entender sus condiciones culturales como
base para construir propuestas de desarrollo en donde ellos y ellas se sientan
identificados, tengan sentido de pertenencia y se conviertan en agentes
protagonismos en el desarrollo social. En este sentido, desde las ciencias
sociales se necesitan emprender estudios culturales que se enfoquen en el
desarrollo regional, bajo la premisa de que cultura y desarrollo o desarrollo
y cultura, van de la mano; no pueden ir por separado. No podemos construir
modelos de desarrollo con criterios de integración social sino abordamos
antes las especificidades culturales de cada región. El derrotero del desarrollo
debe partir primero y ante todo de la dimensión cultural, sino es así esta
inevitablemente fracasara, porque el éxito de toda iniciativa social no pasa
solamente por el trabajo técnico y estratégico de la gestión pública, sino sobre
todo implica el empoderamiento de la población beneficiaria, y esto solo se
logra al valorar, reconocer y tomar en cuenta sus características culturales.
Podemos estudiar, analizar, aprender y seguir los pasos de desarrollo de otras
realidades foráneas, pero esto no significa que lo que les funciono a ellos nos
va a funcionar a nosotros; seguir este camino es una limitación y solo nos
mantendrá en condición de subalternos y dependientes como históricamente
hemos sido. En la imitación siempre hay limitación. Necesitamos seguir
nuestro propio camino en libertad, con un sendero cuyo punto de partida sea
las profundidades de nuestra realidad actual, sin camisas de fuerza que otros
nos impongan.
Bajo los postulados de Amartya Sen podemos afirmar que no puede haber un
real desarrollo sino bajo la condición de la libertad cultural de los pueblos,
comunidades, regiones y naciones. En términos literales Sen nos dice “El
18 Ver; Romero Cevallos, Raúl: “¿Cultura y Desarrollo? ¿Desarrollo y
Cultura?” (Lima – 2005) pág. 34.
19 Ver; Sen, Amartya: “Desarrollo y libertad” (Barcelona – 2000) pág. 19.
20 Ver; Sen, Amartya: “Desarrollo y libertad” (Barcelona – 2000) pág. 34.
desarrollo puede concebirse, como sostenemos en este libro, como un
proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los
individuos”19. En efecto, la libertad es el principio más importante que tiene
o debe tener todo ser humano, es el génesis de todo logro, progreso y
desarrollo. Sin libertad no hay desarrollo. Por tanto, toda política social o
pública debe apuntar justamente a generar las condiciones necesarias para que
las personas busquen en libertad –sin coacciones políticas, ideológicas,
económicas, etc.–, los medios, mecanismos y estrategias para alcanzar su
progreso. La libertad debe estar por encima de la igualdad y hegemonía social,
porque tanto a nivel individual y sobre todo en la dimensión grupal, existen
diferencias culturales de todo tipo, estas distinciones deben tomarse en cuenta
a la hora de construir políticas, programas y proyectos de desarrollo. Los
modelos de desarrollo regional no pueden ser impuestos, tienen que ser
constituidos con participación cultural. En síntesis, todo paradigma de
desarrollo debe tener en el fondo un enfoque de libertad cultural contextual;
es decir, la cultura debe ser la base para el libre progreso y desarrollo de los
pueblos. Entonces, cultura y desarrollo, desarrollo y cultura, no pueden estar
separados sino juntos por siempre. En este sentido, según el paradigma de
Amartya Sen la libertad es la matriz del desarrollo, es el génesis, el medio y
el fin en sí mismo. Se debe eliminar toda limitación o falta de libertad que
tenga el individuo, para que así pueda acceder a más opciones u oportunidades
de progreso, de acuerdo o en función a su capital cultural, es decir, en torno a
sus valores, habilidades y capacidades que culturalmente ha construido en su
socialización o educación, ya sea está institucional o no. Específicamente Sen
se refiere a la libertad que deben tener las personas para desplegar sus
capacidades. Desde esta perspectiva “las libertades de los individuos
constituyen la piedra angular. Por lo tanto, prestamos especial atención a la
expansión de las capacidades de las personas para llevar el tipo de vida que
valoran y que tienen razones para valorar”20. La libertad para el desarrollo
se orienta sobre todo en el libre albedrío de las personas para Ser y Hacer 21,
es decir, para pensar, decidir y actuar conforme su axiología cultural y estilos
21 Sen sobre la capacidad nos dicen lo siguiente: “quizá se hubiera podido
elegir una mejor palabra cuando hace algunos años traté de explorar un
enfoque particular del bienestar y la ventaja en términos de la habilidad de
una persona para hacer actos valiosos, o alcanzar estados para ser valiosos.
Se eligió esta expresión para representar las combinaciones alternativas que
de vida socialmente construidas. Las capacidades como bien sabemos no
nacen de la noche y la mañana, sino se forman lentamente en el tiempo y
espacio de socialización y educación, resultado de este hecho social es el
bagaje, recurso, capital, o en términos de Sen, las múltiples capacidades que
en el aquí y ahora tiene el individuo y todo colectivo. Se trata de la expansión
de la libertad de las capacidades de las personas, en donde la matriz es la
cultura y el derrotero y la meta es el desarrollo. Para ampliar nuestra
perspectiva veamos que es una capacidad. Aquí es relevante recordar que
viene de la palabra griega “dunamin”, que incluso el mismo filosofo
Aristóteles lo utilizo como una virtud del ser humano, de ahí que su traducción
original se entiende como “potencialidad”, es decir, aquel potencial latente
que naturalmente y culturalmente tiene toda persona22. Otra traducción
sostiene que la capacidad es para existir y actuar, es decir, es el potencial o
poder que tiene el individuo para Ser, Saber y Hacer. Bajo esta lógica,
capacidad y potencial significan lo mismo. Siguiendo estos rudimentos
gnoseológicos Amartya Sen y Martha Nussbaum diseñan sus presupuestos
teóricos sobre las capacidades, no obstante, Nussbaum –siguiendo los
postulados de Sen– lo explica de forma más clara y compleja en su clásico
libro “Crear capacidades” (2012). Entonces, “¿Que son las capacidades?
Son las respuestas a la pregunta: ¿Qué es capaz de hacer y de ser esta
persona?. Por decirlo de otro modo, son lo que Sen llama libertades
sustanciales, un conjunto de oportunidades (habitualmente
interrelacionadas) para elegir y actuar (…) La capacidad viene a ser, por lo
tanto, una especie de libertad: la libertad sustantiva de alcanzar
combinaciones alternativas de funcionamiento”23. La capacidad es el Ser y
lo que puede Hacer un individuo de forma particular y también a nivel grupal,
su identidad personal y su acción social. Es tener libertad para poder desplegar
sus principales o sustanciales capacidades –sin limitaciones o coacciones–,
para que así se extiendan las oportunidades, alternativas y autonomía
individuales que les lleven por el derrotero del progreso. Hay que respetar,
colaborar y exaltar el libre albedrio que tienen las personas para alcanzar, a
una persona puede hacer o ser: los distintos funcionarios que puede lograr”.
Ver; Amartya, Sen: “Capacidad y bienestar”, en Nussbaum, Martha y
Amartya, Sen: “La calidad de vida” (México – 2004) pág. 54.
partir de su propio potencial y funcionamiento cultural, el desarrollo. Ahora
bien, Amartya Sen, Martha Nussbaum y Raúl Romero no se quedan en el
análisis meramente teórico, sino por lo contrario como bien se puede observar
en su trayectoria profesional y académica, han llevado a la praxis sus
postulados. Su intervención social en las políticas públicas ha sido de gran
valor para el enfoque de desarrollo humano que desde hace muchos años atrás
y sobre todo hoy en día se viene aplicando casi a nivel mundial. Empero,
como todo enfoque o paradigma ha tenido dificultades en su procedimiento
técnico e instrumentalización social debido a que muchas instituciones
estatales o gubernamentales no han hecho estudios culturales y contextuales
para comprender e interpretar de forma real y racional las libertades y
capacidades de cada pueblo, comunidad, región y país. Al respecto Sen
sostiene que “Un enfoque general puede emplearse de muy diferentes
maneras, dependiendo del contexto y de la información de que se disponga.
En esta combinación de un análisis fundamental y de un uso pragmático la
que permite que el enfoque de las capacidades tengan un alcance tan
amplio”24. En efecto, el enfoque de desarrollo basado en la libertad de las
capacidades debe ser contextualizado, para conseguir este objetivo es
necesario realizar estudios e investigaciones que nos permitan disponer de
información real y diversa para que las políticas públicas sigan este paradigma
de desarrollo de forma idónea y con resultados sociales eficientes, eficaces y
efectivos. Bajo esta lógica, es que el estudio de las regiones y su
desarrollo socioeconómico son hoy en día parte de la agenda pública del
Estado, y como tal se diseñan, implementan, ejecuta y monitorea una serie de
iniciativas con este propósito. Es decir, se construye políticas sociales o
públicas cuyo derrotero es el desarrollo nacional, regional y local. El Estado
peruano si bien es cierto de que históricamente ha tenido un carácter
centralista, no obstante, gracias a diversas reformas políticas, su proyección
y redistribución de la riqueza ya no se enfoca solamente en la capital, sino
también se prioriza a las regiones y sus problemáticas particulares. En
términos sencillos podemos afirmar que el famoso “chorreo”, al cual hacen
22 Este argumentación sobre la capacidad lo he tomado de Amartya Sen en:
“Capacidad y bienestar”, en Nussbaum, Martha y Amartya, Sen: “La calidad
de vida” (México – 2004) pág. 54.
23 Ver; Nussbaum, Martha: “Crear capacidades” (Barcelona – 2012) pág. 40.
24 Ver; Sen, Amartya: “Desarrollo y libertad” (Barcelona – 2000) pág. 113.
referencia los economistas, aparentemente ahora se viene efectuando a través
de las políticas, programas y proyectos estatales, ya que a través de estas se
puede visibilizar de mejor manera la redistribución del tesoro público. Así
mismo, las políticas sociales permiten tejer vínculos tangibles entre el Estado,
la Sociedad Civil y las personas en su totalidad; es decir, se plantea desde
estas instancias llegar a toda la población del país y atender sus problemas
más urgentes, sus requerimientos diversos y necesidades básicas del aquí y
ahora. Empero, ¿Que es una política social o pública? Según Juan Podestá
Arzubiaga es “Un instrumento de trabajo mediante el cual se pretende
alcanzar desde el Estado, en forma sistemática y coherente, ciertos objetivos
de interés para el bienestar de toda la sociedad civil”25. En otras palabras,
son iniciativas sistemáticas y estratégicas que parten del Estado para atender
los problemas y necesidades de la sociedad civil y así garantizar su bienestar
social, quizás no en su totalidad pero si de forma significativa y trascendente.
Sin embargo, en la actualidad existen posiciones críticas sobre la dirección
que hoy en día tienen muchas políticas públicas, tres puntos son los que
básicamente se cuestionan: 1) por un lado, se sostiene que no llegan a toda la
población beneficiaria en su totalidad porque existen malos manejos internos,
ya sea técnicos o por intereses personales y de grupo, 2) así mismo, desde las
ciencias sociales algunos intelectuales han señalado que la tendencia de
muchos programas sociales es directamente asistencialista, paternalista y no
generarán capacidades para el progreso de los ciudadanos, por tal motivo solo
apalean la pobreza y no la reducen, y finalmente, 3) incluimos la perspectiva
que venimos manejando en el presente texto, de que muchas veces no se
toman en cuenta las condiciones y diferencias culturales del contexto social,
lo cual obviamente limita las libertades y capacidades de las personas y nos
les permite su desarrollo y progreso integral. En este sentido, las
políticas públicas deben tener un mejor procedimiento estratégico, y una
planificación y organización contextual, regional, cultural y en condiciones
de libertad individual y social. Para este fin el diseño de las mismas debe ser
participativa, concertada, intercultural, multisectorial y que empodere a los
ciudadanos de cada región, localidad y comunidad. De ahí que siguiendo la
perspectiva de Podestá las políticas públicas constituyen "el vector que
sintetiza el conjunto de proposiciones, decisiones y operaciones dinámicas e
interdependientes entre actores políticos, sociales e institucionales, a través
25Ver; Podestá Arzubiaga, Juan: “Problematización de las políticas públicas
desde la óptica regional”, en Última Década N° 15 (Chile – 2001) pág. 163.
de las cuales se busca desde el gobierno imprimir un determinado rumbo a
la sociedad y el Estado que se gobiernan"26. En efecto, su base o
fundamentación gira en torno a cuál es la visión de país que se tiene desde el
Estado, el cual lógicamente busca la solución de problemas públicos urgentes,
de gran afectación social y básicos o vitales para la ciudadanía en general.
Ahora bien, en necesario mencionar aquí que las políticas públicas tienen
como marco de referencia el Cuerdo Nacional. El C.N. viene a hacer un
conjunto de políticas de Estado elaboradas y aceptadas sobre la base del
diálogo y del consenso, se construyen a partir de una serie de talleres y
consultas a nivel nacional, con el propósito de delimitar un derrotero para el
desarrollo sostenible del país y aseverar así su gobernabilidad democrática.
Por otro lado, y quizás lo más importante sobre esta cuestión, es que las
políticas públicas deben fundamentarse en un corpus teórico – filosófico; es
decir, debe tener un enfoque o paradigma epistemológico para orientar y
dirigir sus acciones y decisiones sociales. Lo idóneo que primero se lleven a
cabo investigaciones con rigurosidad científica, eso lamentablemente hoy en
día no se hace, o en todo caso es mínimo este tipo de trabajo intelectual. Sin
embargo, se construyen diagnósticos y líneas de base para que en función a
la información y datos que estos arrojen se implementen de forma objetiva las
políticas públicas. Es así que, toda política social tiene objetivos determinados
en favor del bien común y de las mayorías sociales; los cuales se traducen en
objetivos específicos: transformaciones estructurales, resolución de
problemas sectoriales o temáticos, asignación de recursos y optimización de
situaciones. Por lo tanto, deben organizarse de forma sistemática en función
a la realidad y el contexto de cada región teniendo en cuenta los criterios
culturales. Aquí está el meollo del asunto, ya que la formulación y ejecución
de políticas públicas para las regiones no responde a cada realidad social de
forma compleja. En este aspecto aún falta mucho por hacer, ya que la
articulación entre Estado – Región es una relación difícil, ya que
históricamente el Estado como institución central y las regiones como
periféricas no tienen relaciones directas y estrechas. Sabemos que hasta el día
de hoy existe –hasta cierto punto– un centralismo político y socioeconómico
que no permite el diseño y ejecución contextual de las políticas públicas a
nivel de las regiones, y es que muchas veces estas no responden a la realidad
y las necesidades urgentes de las poblaciones vulnerables. O en todo caso
26Ver; Podestá Arzubiaga, Juan: “Problematización de las políticas públicas
desde la óptica regional”, en Última Década N° 15 (Chile – 2001) pág. 165.
dichas políticas sociales no tienen relación con los planes, metas y estrategias
que a nivel regional se han construido; escapan o están fuera de la realidad
regional. Existe una conexión débil entre el Estado como institución central y
el aparato estatal de las regiones, esto se traduce o se pueden ver en la mala
comunicación, concertación y acuerdos a nivel institucional de las políticas,
programas y proyectos desarrollados dentro de esta dinámica social. Es por
esta razón que en la actualidad, sostiene Podestá, “las políticas públicas no
cumplen las funciones institucionales, sociales, políticas y/o administrativas
que la sociedad espera de ellas, y son un factor de desequilibrio y fuente de
permanentes conflictos entre el nivel del estado y sus regiones antes que de
equilibrio, articulación e integración”27. Las relaciones entre el Estado y sus
representaciones institucionales a nivel regional no es directa y estratégica,
entonces es lógico que la relación del Estado y la sociedad civil de cada región
sea mínima y en algunos casos inexistente. No hay una comunicación fluida
entre el gobierno, sus ministerios de trabajo y las representaciones
institucionales –provincial, distrital y centros poblados– de cada región. Por
eso mismo no toman en cuenta la diversidad cultural en la elaboración de las
políticas sociales para el desarrollo regional. Así mismo, con la globalización
o mundialización las políticas sociales para el desarrollo debe tomar en cuenta
la libertad cultural de las capacidades de las personas, prestando especial
atención a lo local pero también la vez a lo global. Las políticas públicas
deben tener un marco de referencia contextual pero también global. En
términos más clásicos y comunes se trata de un desarrollo endógeno y
exógeno funcionando al mismo tiempo, algo que con la globalización no es
una opción sino un hecho sociocultural del cual no podemos escapar. La
globalización es ante todo un proceso cultural, ya que coexisten, interactúan
y se interrelacionan diferentes culturas, se trata de un choque cultural de lo
local en su diversidad y lo global en su complejidad. A este fenómeno lo
denominamos la globalización de la cultura, lo cual no necesariamente
implica la hegemonía y homogeneidad total sino también las diferencias y
distinciones que provocan conflictos, enfrentamientos y fragmentación
social. Entonces, la globalización une pero también divide, porque es ante
todo y principalmente un fenómeno cultural, y la cultura en su variabilidad y
complejidad es un mundo aun sin explorar en su totalidad, ya que no es finito
sino infinito. Su carácter sempiterno y relativo nos lleva por un derrotero que
27
Ver; Podestá Arzubiaga, Juan: “Problematización de las políticas públicas
desde la óptica regional”, en Última Década N° 15 (Chile – 2001) pág. 170.
puede fraccionar o articular a las personas, es una encrucijada cultural que
solo puede comprenderse indagando tanto lo global como lo local, lo regional
y lo mundial, y, lo particular con lo general.Es así que, la globalización de la
cultura en la sociedad contemporánea nos exige investigar la realidad social
a nivel local y global. Sin embargo, como ya lo hemos señalado, en los
modelos de desarrollo se debe seguir primero y ante todo las especificidades
culturales de cada región. El desarrollo se construye en base a la libertad
cultural de las capacidades de las personas de cada pueblo, comunidad,
localidad, región, país y también a nivel continental. En consecuencia las
políticas públicas o sociales, que como es lógico tienen como objetivo a portar
en el desarrollo humano, se deben elaborarse en función a este principio
cultural. La matriz de las políticas sociales –sobre todo a nivel regional– son
el desarrollo y la cultura. La globalización de la cultura nos exige que los
enfoques de desarrollo sean locales y globales a la vez. Por tanto, las políticas
sociales para el desarrollo tienen que tener una planificación estratégica,
metódica, integral, compleja y contextual, solo siguiendo este proceso se
podrá abordar la diversidad cultural de cada región. De ahí que según Janusz
Ziólkowski el desarrollo regional nos lleva a construir una nueva sub-
disciplina, “la Sociología de la Planificación”28, el cual tiene como objetivo
indagar las condiciones sociales, los procesos de interacción social, las
fuerzas sociales y las consecuencias sociales de cada región, para que así la
planificación de las políticas, programas y proyectos gubernamentales para el
desarrollo, se han eficaces, eficientes y efectivos.
Reflexiones finales
Después de hilvanar el presente ensayo sociológico denominado “La
globalización de la cultura: región, desarrollo y políticas sociales”, hemos
llegado a las siguientes reflexiones finales.
 La globalización o mundialización es un hecho social histórico que
comprende diferentes dimensiones: política, educación, económica,
cultura, medio ambiente, salud, etc. Sin embargo, en la sociedad
contemporánea el tópico de la cultura ha cobrado mayor relevancia,
porque cada grupo humano, comunidad, pueblo, ciudad, región, país
y continente, en el contexto de la aldea global, comunican, exaltan y
hacen brillar sus recursos, bagaje y capital cultural. Se trata de la
28
Ver; Ziólkowski, Janusz: “Problemas metodológicos en la sociología del
desarrollo regional” (Chile – 1969) pág. 23.
 globalización de la cultura, que es el choque cultural de lo local con
lo global, este encuentro divide y une a la vez, trae uniformidad pero
también preponderan las diferencias culturales y por lo mismo
genera conflictos culturales. Hoy en día los sistemas-mundo
producen una fragmentación social.

 La región y las regiones en tiempos de globalización son un

dispositivo fundamental para comprender y explicar el mundo social
contemporáneo, ya que históricamente las sociedades se organizan
en torno a las mismas. En la globalización de la cultura es perceptible
observar que cada región busca exaltar y exportar su cultura, busca
llegar a más personas con su repertorio cultural, su derrotero es ser
locales globalmente y globales localmente a través de la cultura. El
capital cultural regional es determinante en la ruta para el progreso
de nuestras sociedades, ya que los modelos de desarrollo deben
fundamentarse bajo plataformas epistemológicas contextuales, es
decir, constituir un paradigma de conocimiento científico acorde a
las realidades socioculturales de cada región.

 En el mundo global que nos a tocado vivir es necesario forjar una

Sociología Regional y a la vez una Sociología del Desarrollo, que
aborde la complejidad cultural de cada región y así se construya
modelos de desarrollo en función a cada contexto social. El
desarrollo es más que solo variables económicas, políticas y medio-
ambientales, es también y sobre todo cultural, ya que es integral,
complejo y total. Se trata del desarrollo cultural. Bajo este paradigma
el desarrollo es promover la libertad cultural de las personas, para
que así encuentren, a partir de sus capacidades o potencial, su
derrotero de progreso regional. Entonces, cultura y desarrollo van de
la mano. A nivel regional las políticas sociales deben adoptar este
enfoque e investigar la diversidad cultural para que su
instrumentalización e intervención sea cada vez más efectiva.