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Visión histórica de las

constituciones de 1998 y 2008


Por Juan José Paz, Miño Cepeda
noviembre 2008
PROGRAMA LEGITIMIDAD Y ARRAIGO DEL PODER

CUADERNO LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE: CONTEXTO, FUNCIONAMIENTO Y ESTRATEGIA DE ACTORES


Palabras clave : Estado ; ciudadanos Constitución ; Derechos Ecuador ; América del Sur

E l autor pone en perspectiva a los tres procesos constitucionales de 1979, 1998


y 2008, con énfasis en las dos últimas. Sostiene que la Constitución de 1998
presentó avances en términos de derechos y garantías pero consagró un modelo
neoliberal, dando apertura a las privatizaciones. En este sentido, la Asamblea
Constituyente de Montecristi abre un nuevo ciclo histórico para el Ecuador y su
Constitución reafirma principios sociales a favor de amplios sectores de la sociedad.

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CONTENIDO
 1. LA CONSTITUCIÓN DE 1998

 2. LA CONSTITUCIÓN DE 2008

En 1978 se inició la fase constitucional más larga de la historia de la República del Ecuador.
Surgió de un proceso inédito organizado por el Consejo Supremo de Gobierno, dictadura
militar que gobernó entre 1976 y 1979. En lugar de convocar a una asamblea constituyente
conforme lo exigían los sectores políticos tradicionales, la dictadura integró tres comisiones:
una para preparar el proyecto de Nueva Constitución; otra para realizar reformas a la
Constitución de 1945; y la tercera para que proponga la nueva Ley de Elecciones y Partidos
Políticos que organice el proceso de retorno a la constitucionalidad.

En el referéndum de enero de 1978 triunfó el proyecto de Nueva Constitución.


Inmediatamente se organizó el proceso electoral para elegir presidente, diputados y
autoridades de los organismos seccionales. Por primera vez en la historia nacional se realizó
un proceso electoral de doble vuelta para elegir en binomio, al presidente y vicepresidente
de la república. También por primera vez participaron como candidatos solamente los
afiliados a los partidos políticos. La nueva Ley de Elecciones estableció aquello, además de
exigir la inscripción de los partidos en el Tribunal Supremo Electoral, con declaración de
principios y programa de acción, demostrando tener una estructura nacional y un mínimo de
afiliados. Se inscribieron, por entonces, una veintena de partidos.

En la segunda vuelta triunfó Jaime Roldós y su posesión como Presidente de la República fue
el 10 de agosto de 1979. Así se iniciaron los gobiernos constitucionales, al mismo tiempo que
entró a regir la Constitución aprobada en referéndum.
La Constitución de 1979 trajo una serie de innovaciones en la vida política del Ecuador. Ante
todo, no fue fruto exclusivo de un concilio de abogados y legisladores que la redactaran y
aprobaran, como había ocurrido con las diecisiete constituciones anteriores del Ecuador
desde que se separara de la Gran Colombia en 1830 para constituirse como Estado
independiente. La Constitución de 1979 se originó en un grupo reducido de personas que la
redactaron, y su contenido resultó ser progresista para los momentos históricos que vivía el
Ecuador al salir de la dictadura. Pero, sobre todo, fue aprobada en referéndum, lo cual le dio
una legitimidad social innegable frente a todas las Constituciones anteriores del país. La
Constitución de 1869 también había merecido un referéndum aprobatorio, aunque en
circunstancias absolutamente distintas, pues durante la época garciana (por el caudillo
conservador Gabriel García Moreno, quien predominó en la vida política del Ecuador entre
1860-1875) la ciudadanía estaba severamente restringida y limitada a un sector socialmente
minoritario.

La Constitución de 1979 otorgó el voto a los analfabetos, consagró amplias libertades y


avanzó en materia de derechos sociales. Reconoció la unión libre de parejas sin necesidad de
vínculo matrimonial. Consagró un rol importante para el Estado, pues garantizó la
planificación, el monopolio estatal en la producción y provisión de bienes y servicios llamados
estratégicos (particularmente las minas y el petróleo), el papel estatal de las políticas
sociales y algunos principios como el de la redistribución social de la riqueza. La Constitución
de 1979 se orientó a favor de las clases medias y populares, y consagró cuatro sectores de
la economía: estatal, privado, mixto y autogestionario.

El carácter reformista y democrático de esa Constitución no fue del agrado de las altas capas
del poder económico y político de Ecuador. Por ello enfilaron contra su aprobación desde el
momento previo al referéndum, y una vez en vigencia, resistieron a las instituciones
constitucionales, y en varias ocasiones procuraron reformarla. Inevitablemente las reformas
se sucedieron, veintidós en total, entre reformas de artículos o parciales, interpretaciones y
codificaciones, hasta el año 1998.

En sus orígenes, la Constitución de 1998 no fue -en estricto rigor- una nueva Carta Política,
puesto que el referéndum que convocó a la Asamblea Constitucional hablaba de “reformas a
la Constitución de 1979”. Lo que ocurrió, como lo ampliaremos luego, es que dicha Asamblea
se auto proclamó “Constituyente” de modo que la Carta Política de 1998 resultó ser,
finalmente, una nueva Constitución, pues se alejó del reformismo progresista que había
inspirado a la Constitución de 1979.

Si bien aquella Constitución fue respetada y aplicada por los presidentes Jaime Roldós
(1979-1981) y Osvaldo Hurtado (1981-1984)1, la llegada del socialcristiano León Febres
Cordero (1984-1988) implicó la directa influencia de los intereses empresariales en el
Estado, al mismo tiempo que se puso al orden del día la práctica del autoritarismo como
fórmula de gobierno, con sistemáticas violaciones a la Constitución. Esto fue tan evidente
que el propio Congreso Nacional, en una resolución sin precedentes, solicitó la renuncia del
Presidente Febres Cordero el 21 de enero de 1987, entre otras causas por sus constantes
violaciones a la Constitución.
Después del gobierno del socialdemócrata Rodrigo Borja (1988-1992), el gobierno de Sixto
Durán Ballén (1992-1996) volvió sobre la Constitución de 1979 procurando reformarla.
Mediante un referéndum se dispuso que las candidaturas no fueran necesariamente
partidistas, sino que pudieran contar con la participación de “candidatos independientes”. El
gobierno de Sixto Durán dio continuidad a la visión empresarial de Febres Cordero e influyó a
favor del aperturismo neoliberal, alentado por el FMI y el Consenso de Washington. Durante
su periodo se intentó garantizar un esquema neoliberal para el país, con sustanciales
recortes a la actividad del Estado y particularmente con la posibilidad de avanzar en las
privatizaciones.

Si en los primeros diecisiete años de régimen constitucional se habían sucedido cinco


gobiernos, a partir de 1996 sobrevino la inestabilidad gubernamental del país, y en apenas
una década hubo siete presidentes y un intento dictatorial. En efecto, los tres únicos
presidentes electos en este periodo: Abdalá Bucaram 2(1996-1997), Jamil Mahuad3 (1998-
2000) y Lucio Gutiérrez4 (2003-2005) fueron derrocados a consecuencia de una serie de
factores que provocaron la reacción ciudadana, movilizada en impresionantes
manifestaciones que se dieron particularmente en la Sierra y especialmente en Quito. Esos
fueron los síntomas de una reacción social contra la edificación de una economía cada vez
más excluyente e injusta, contra la clase política inoperante e irresponsable frente al país y
contra la desinstitucionalización del Estado colocado en situaciones críticas por el
desgobierno y las políticas neoliberales.

1. La Constitución de 1998

La Constitución de 1998 debe entenderse, por consiguiente, como la culminación exitosa de


un proceso de reacciones y cambios contra la Constitución de 1979, en oposición al ejercicio
del tibio reformismo como política de Estado bajo las presidencias de Roldós, Hurtado y
Borja, y sobre todo contra las demandas sociales subvaloradas con el avance de lo que en
Ecuador se identifican como “derechas económicas y políticas”.

También hubo otros condicionamientos al proceso constitucionalista de 1998, entre los


cuales destacamos los siguientes: el giro mundial aperturista y globalizador tras el derrumbe
del socialismo soviético; la difusión en América Latina del neoliberalismo como ideología
económica modernizadora, que acompañó durante las décadas de los ochenta y noventa a
muchos gobiernos del continente; el problema de la deuda externa en toda la región y la
crisis económica en distintos países. También el Ecuador fue condicionado por ese
movimiento mundial aperturista, por las acciones y políticas del FMI para asegurar el pago
de la deuda externa y por la crisis provocada por el derrumbe del auge petrolero, que había
sostenido la economía nacional bajo un esquema estatal-desarrollista durante la década de
los setenta.

Después del derrocamiento de Bucaram 5


fue nombrado Presidente Interino Fabián Alarcón
(1997-1998) luego de una serie de arreglos políticos. Alarcón convocó a una consulta
popular para reunir una Asamblea Constitucional que reformara la Constitución de 1979 y
que legitimara el proceso que condujo a su presidencia 6.
La Asamblea Constitucional de 1998 inició sus actividades el 20 de diciembre de 1997.
Inicialmente fue presidida por Osvaldo Hurtado y concluyó con la presidencia de Luis Mejía
Montesdeoca. La mayoría de sus miembros decidió ante sí transformar la Asamblea
Constitucional en Constituyente, con lo que tuvieron el campo abierto para dictar una nueva
Carta Política. El 5 de junio de 1998 fue aprobada la Constitución en Riobamba, la misma
que entró en vigencia en agosto de ese año con la posesión presidencial de Jamil Mahuad.

En el creciente marco neoliberal de los últimos veinticinco años, la Constitución de 1998 tuvo
una posición dual: en materia de derechos y garantías avanzó en los derechos humanos de
tercera y cuarta generación, reproduciendo una serie de preceptos que provenían de otras
constituciones del siglo XX. Por primera vez en la historia, el Ecuador fue declarado país
pluricultural y multiétnico. Además contiene un amplio capítulo sobre los pueblos indígenas y
afroecuatorianos, a quienes reconoce su derecho sobre las tierras ancestrales, sus formas
tradicionales de organización y relaciones comunitarias, el patrimonio histórico, sus
conocimientos, educación y administración de justicia indígena, respetando la ley. La
Constitución de 1998 también incorpora la protección del medio ambiente con participación
de la comunidad. Asegura la defensa del consumidor, el hábeas data, el amparo y la
defensoría del pueblo. Por el contrario, en materia económica, la Constitución de 1998
consagró el neoliberalismo y retrocedió en relación con el papel del Estado en la economía,
principio movilizador del desarrollo nacional desde la Constitución de 1929.

La Constitución de 1998 partió de definir a la “economía social de mercado” como modelo del
país. Tal declaración fue retórica. Habló genéricamente de la concurrencia de los sectores
público y privado en la economía, incluso reconoció la existencia de las empresas y
propiedades pública, privada, mixta y comunitaria o de autogestión (Art. 245 y 246). Pero
abandonó el concepto de “áreas de explotación reservadas al Estado” que tuvo la
Constitución de 1979. Estas reformas viabilizaron los procesos privatizadores, quedando
vulnerables los recursos del subsuelo, servicios de agua potable, energía eléctrica,
comunicaciones y empresas estratégicas, que la Constitución consideró factibles de
concesión.

La Constitución de 1998 señalaba que son de “propiedad inalienable e imprescriptible” del


Estado los recursos naturales no renovables y, en general, las riquezas del subsuelo y de las
áreas cubiertas por el mar territorial. Añadía que su exploración y explotación “podrán ser
llevadas a cabo por empresas públicas, mixtas o privadas”; que el Estado podrá hacer la
“concesión” del uso de frecuencias electromagnéticas; y que el aprovechamiento y uso de las
aguas corresponderá al Estado “o a quienes obtengan estos derechos, de acuerdo con la ley”
(Art. 247).

También el medio ambiente y su diversidad biológica podían involucrar a la “iniciativa


privada” (Art. 248)7. Se sostiene que los servicios públicos de agua potable y riego,
saneamiento, fuerza eléctrica, telecomunicaciones, vialidad, facilidades portuarias y otros,
pueden ser “delegados” a empresas mixtas o privadas “mediante concesión, asociación,
capitalización, traspaso de la propiedad accionaria o cualquier otra forma contractual de
acuerdo con la ley” (Art. 249). La seguridad social proclamada como un “deber del Estado y
derecho irrenunciable de todos sus habitantes” también se abrió a la participación del sector
privado (Art. 55) 8.

La Constitución de 1998 estuvo a tono con la época de privatizaciones y retiro estratégico del
Estado. Los congresos posteriores expidieron las leyes que volvieron aplicables esos
principios para los buenos negocios. En adelante, el alto empresariado y las cámaras de la
producción jugaron roles determinantes con sus demandas para que los sucesivos gobiernos
sigan sus directrices. Una fusión Estado-Empresa Privada que no podía sustentarse en el
largo plazo.

Otro ámbito que abordó la Constitución de 1998 también demuestra las orientaciones que
afectaron la institucionalidad del Estado central. Por primera vez en la historia se
introdujeron conceptos tales como “autonomía”, “desconcentración” y “descentralización”, así
como el de “regímenes especiales” por consideraciones demográficas y ambientales (Arts.
224 hasta 241) para generar sus propios recursos.

2. La Constitución de 2008

A partir del año 2006 se evidenció la reacción nacional contra los tres procesos cruciales de
los últimos veinticinco años, es decir, la edificación de una economía empresarial excluyente,
el dominio estatal de la clase política (Estado de partidos) y la desinstitucionalización del
Estado Nacional.

Entre 2007 y 2008 se sucedieron cinco procesos electorales que demostraron ese viraje del
país. Uno, la primera vuelta electoral, en la que el candidato de Alianza País, Rafael Correa,
logró pasar a la segunda vuelta; dos, el triunfo de Correa, en la segunda vuelta, sobre Álvaro
Noboa; tres, el triunfo, con el 82 % de los votos, de la tesis de convocatoria a una Asamblea
Constituyente de plenos poderes para que dicte una nueva Constitución; cuatro, el triunfo de
una amplia mayoría de candidatos de Alianza País para integrar la Asamblea; y, cinco, la
votación mayoritaria (64%) a favor de la nueva Constitución que había sido presentada a
consideración del pueblo por la Asamblea Constituyente, a efectos de que sea aprobada
mediante referéndum, el mismo que se realizó el 28 de septiembre de 2008.

En todo el proceso constituyente, las fuerzas sociales se polarizaron: partidos de derecha


junto a la clase política tradicional, más las cámaras de la producción y los principales
medios de comunicación, se pusieron a la cabeza de la oposición al proceso constituyente y a
la Constitución. En el otro sector se ubicaron los partidos de izquierda, lo esencial de las
clases medias y amplios sectores populares de trabajadores, indios, campesinos, barriadas
urbanas. La polarización dejó en evidencia que a fin de cuentas lo que estaba en juego era el
poder construido en los últimos 25 años, sobre la base del modelo económico empresarial.

El punto central de los debates fue el papel del Estado en la economía, de manera que las
derechas económicas y políticas defendieron a la empresa privada y al mercado libre
absoluto. Por consiguiente, la Constitución de 2008 ha provocado un giro completo en este
punto, pues parte de otro modelo: la “economía social y solidaria” y un activo papel del
Estado en la economía, que incluso recupera una serie de principios nacionales que se
formularon en las Constituciones de 1929, 1945 y 1979.

La nueva Constitución tiene una serie de innovaciones entre las cuales vamos a destacar las
siguientes:


Termina con la vigencia de la neoliberal Constitución de 1998;


Plantea un nuevo modelo de economía, que recupera el papel del
Estado, reintroduce la planificación, garantiza para el país los sectores
estratégicos: energía, telecomunicaciones, recursos naturales no
renovables, transporte y refinación de hidrocarburos, biodiversidad,
patrimonio genético, espectro electromagnético, agua y otros que la ley
incorpore.9


Institucionaliza las políticas económicas estatales: la política fiscal
sobre el endeudamiento, tributaria, monetaria, cambiaria, crediticia,
financiera, comercial, que se centralizan en el Estado, por sobre los
supuestos del mercado “libre”.


Fija responsabilidades al sector privado empresarial, pues reivindica
la “función social” de la propiedad, establece la democratización de los
factores de la producción, declara al sistema financiero como “un servicio de
orden público”, garantiza la intervención estatal para regular las formas
abusivas del mercado.


Reconoce diversas formas de propiedad: pública, privada,
comunitaria, estatal, asociativa, cooperativa, mixta. Se avanza con respecto
a lo que establecía la Constitución de 1979.


Recupera y amplía los principios y derechos laborales, precarizados o
conculcados en los últimos 25 años; ubica al Trabajo Humano como eje en
el proceso productivo; garantiza los derechos de los trabajadores que
venían desde la Constitución de 1929 y que la Constitución de 1998 los
“flexibilizó”; y ante todo prohíbe la precarización laboral y expresamente la
tercerización y el trabajo por horas, que fueron las dos modalidades de
trabajo aprovechadas por el sector empresarial para expoliar a los
trabajadores.


Reinstitucionaliza al Estado Nacional, no solo por las claras funciones
que competen al Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino por que crea una
nueva función, de Transparencia y Control Social a cargo del Consejo de
Participación Ciudadana y Control Social, que en adelante tiene la
responsabilidad de nombrar a los titulares de la Defensoría del Pueblo,
Contraloría del Estado, Superintendencias, Consejo Nacional Electoral y
Tribunal Contencioso Electoral (organismos electorales), Procuraduría del
Estado, Fiscalía de la Nación, e incluso forma parte para la integración de la
Corte Constitucional. De esta manera se “despartidiza” y “despolitiza” las
principales instancias del poder estatal, antes sujetas a las conveniencias de
los partidos políticos a través del Congreso.


Crea la Corte Constitucional.


Centraliza y regula el régimen de autonomías y competencias,
estableciendo la necesaria tipificación de las funciones autonómicas y
descentralizadas que el Estado transferirá.


Fortalece al Ejecutivo que a lo largo de la historia nacional ha sido el
eje del modelo presidencialista, cuyo papel quedó seriamente restringido
por la Constitución de 1998. Al Ejecutivo le corresponde el manejo
institucional del Estado central, la planificación y la fijación del presupuesto;
a su cargo está el régimen tributario y el manejo de las principales políticas
económicas.


Por primera vez queda establecido que el Presidente podrá disolver la
Asamblea Nacional por una sola ocasión, en un sistema denominado “de
muerte cruzada”, pues en ese caso al mismo tiempo habrá que llamar a
elecciones de asambleístas y de Presidente de la República. Igual ocurre si
la Asamblea destituye al Ejecutivo. Además, solo habrá la reelección
presidencial por una sola vez.


Avanza en materia de derechos no solo los individuales, sociales,
económicos, laborales y colectivos, sino que da un paso adelante en cuanto
a los principios del Buen Vivir y la proclama de los Derechos de la
Naturaleza, algo inédito en el mundo, y otros derechos tales como el Agua,
la Soberanía Alimentaria, la Biodiversidad, los derechos de los Migrantes y
derechos específicos de los jóvenes, niños, adolescentes, adultos, adultos
mayores, discapacitados, mujeres embarazadas, usuarios y consumidores,
detenidos y otros grupos minoritarios. Propugna la jubilación universal y la
seguridad social universal.

En cuanto a derechos comunitarios, garantiza la propiedad comunal,
la consulta comunitaria para la explotación de recursos no renovables, la
conservación de las formas propias de convivencia y organización, respeto a
las tierras ancestrales, la conformación de circunscripciones territoriales.


Introduce el voto facultativo para los jóvenes entre 16 y 18 años, así
como para las Fuerzas Armadas y la Policía. También reconoce el derecho a
elegir autoridades locales a los extranjeros residentes por algún tiempo en
el país.


Afirma el poder ciudadano no sólo a través de la función de
Transparencia y Control Social, sino por los mecanismos de la democracia
directa: elecciones, consulta popular, remoción del mandato, iniciativa
popular en las leyes, veedurías y otros controles; reconoce el derecho a la
resistencia; la participación directa mediante audiencias públicas,
asambleas, cabildos populares, consejos consultivos, observatorios y otros;
en los organismos seccionales se introduce la figura de la “Silla
Vacía”10 para que allí esté representada la ciudadanía en las sesiones
respectivas.

Resumiendo, la Constitución de 2008 consolida la apertura del nuevo ciclo histórico político
del Ecuador. Su vigencia ha paralizado a los grupos de poder que la confrontaron, que han
quedado desarmados en los intentos por preservar el antiguo régimen que tanto les
benefició.

La derecha económica y política no perdona el cambio de paradigmas y los nuevos rumbos


de un gobierno sobre el cual ya no ordenan. Como lo han venido haciendo a lo largo de todo
el proceso constituyente, persistirán en la desestabilización y en múltiples mecanismos de
acción para deslegitimar el proceso vivido y tratar de revertir los cambios sociales. Como en
otras épocas históricas, solo la movilización y el empuje de las capas medias y populares
pronunciadas a favor del proceso constituyente del Ecuador serán el mejor soporte y
garantía para que el avance social se imponga y logre crear las bases para un país con
amplio bienestar ciudadano.

http://www.institut-gouvernance.org/es/analyse/fiche-analyse-449.html
Derecho Ecuador
lunes, 14 de junio de 2010
comparacion entre la constitucion de 1998 y 2008
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL

ECUADOR

PREÁMBULO

NOSOTRAS Y NOSOTROS, el pueblo soberano del Ecuador

RECONOCIENDO nuestras raíces milenarias, forjadas por mujeres y hombres de distintos pueblos,

CELEBRANDO a la naturaleza, la Pacha Mama, de la que somos parte y que es vital para nuestra existencia,

INVOCANDO el nombre de Dios y reconociendo nuestras diversas formas de religiosidad y espiritualidad,

APELANDO a la sabiduría de todas las culturas que nos enriquecen como sociedad,

COMO HEREDEROS de las luchas sociales de liberación frente a todas las formas de dominación y
colonialismo,

Y con un profundo compromiso con el presente y el futuro,

Decidimos construir

Una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen
vivir, el sumak kawsay;

Una sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las personas y las colectividades;

Un país democrático, comprometido con la integración latinoamericana –sueño de Bolívar y Alfaro-, la paz y la
solidaridad con todos los pueblos de la tierra; y,

En ejercicio de nuestra soberanía, en Ciudad Alfaro, Montecristi, provincia de Manabí, nos damos la presente:

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL

ECUADOR

TITULO I

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO

Capítulo primero

Principios fundamentales
Art. 1.- El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de
manera descentralizada.

La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los
órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución.

Los recursos naturales no renovables del territorio del Estado pertenecen a su patrimonio inalienable,
irrenunciable e imprescriptible.

Art. 2.- La bandera, el escudo y el himno nacional, establecidos por la ley, son los símbolos de la patria.

El castellano es el idioma oficial del Ecuador; el castellano, el kichwa y el shuar son idiomas oficiales de relación
intercultural. Los demás idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos indígenas en las zonas donde
habitan y en los términos que fija la ley. El Estado respetará y estimulará su conservación y uso.

Art. 3.- Son deberes primordiales del Estado:

1. Garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el
agua para sus habitantes.

2. Garantizar y defender la soberanía nacional.

3. Fortalecer la unidad nacional en la diversidad.

4. Garantizar la ética laica como sustento del quehacer público y el ordenamiento jurídico.

5. Planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución


equitativa de los recursos y la riqueza, para acceder al buen vivir.

6. Promover el desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante el fortalecimiento del proceso de
autonomías y descentralización.

7. Proteger el patrimonio natural y cultural del país.

8. Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad
democrática y libre de corrupción.

Art. 4.- El territorio del Ecuador constituye una unidad geográfica e histórica de dimensiones naturales, sociales
y culturales, legado de nuestros antepasados y pueblos ancestrales. Este territorio comprende el espacio
continental y marítimo, las islas adyacentes, el mar territorial, el Archipiélago de Galápagos, el suelo, la
plataforma submarina, el subsuelo y el espacio suprayacente continental, insular y marítimo. Sus límites son los
determinados por los tratados vigentes.

El territorio del Ecuador es inalienable, irreductible e inviolable. Nadie atentará contra la unidad territorial ni
fomentará la secesión.

La capital del Ecuador es Quito.

El Estado ecuatoriano ejercerá derechos sobre los segmentos correspondientes de la órbita sincrónica
geoestacionaria, los espacios marítimos y la Antártida.

Art. 5.- El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de
instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas
armadas o de seguridad extranjeras.
Capítulo segundo

Ciudadanas y ciudadanos

Art. 6.- Todas las ecuatorianas y los ecuatorianos son ciudadanos y gozarán de los derechos establecidos en la
Constitución.

La nacionalidad ecuatoriana es el vínculo jurídico político de las personas con el Estado, sin perjuicio de su
pertenencia a alguna de las nacionalidades indígenas que coexisten en el Ecuador plurinacional.

La nacionalidad ecuatoriana se obtendrá por nacimiento o por naturalización y no se perderá por el matrimonio o
su disolución, ni por la adquisición de otra nacionalidad.

Art. 7.- Son ecuatorianas y ecuatorianos por nacimiento:

1. Las personas nacidas en el Ecuador.

2. Las personas nacidas en el extranjero de madre o padre nacidos en el Ecuador; y sus descendientes hasta el
tercer grado de consanguinidad.

3. Las personas pertenecientes a comunidades, pueblos o nacionalidades reconocidos por el Ecuador con
presencia en las zonas de frontera.

Art. 8.- Son ecuatorianas y ecuatorianos por naturalización las siguientes personas:

1. Las que obtengan la carta de naturalización.

2. Las extranjeras menores de edad adoptadas por una ecuatoriana o ecuatoriano, que conservarán la
nacionalidad ecuatoriana mientras no expresen voluntad contraria.

3. Las nacidas en el exterior de madre o padre ecuatorianos por naturalización, mientras aquéllas sean menores
de edad; conservarán la nacionalidad ecuatoriana si no expresan voluntad contraria.

4. Las que contraigan matrimonio o mantengan unión de hecho con una ecuatoriana o un ecuatoriano, de
acuerdo con la ley.

5. Las que obtengan la nacionalidad ecuatoriana por haber prestado servicios relevantes al país con su talento o
esfuerzo individual.

Quienes adquieran la nacionalidad ecuatoriana no estarán obligados a renunciar a su nacionalidad de origen.

La nacionalidad ecuatoriana adquirida por naturalización se perderá por renuncia expresa.

Art. 9.- Las personas extranjeras que se encuentren en el territorio ecuatoriano tendrán los mismos derechos y
deberes que las ecuatorianas, de acuerdo con la Constitución

http://daniela-derechoecuador.blogspot.com/2010/06/comparacion-entre-la-constitucion-
de.html
El Ecuador nació constitucionalmente en 1830 La Constitución política de
1830 es la partida oficial de nacimiento de la República del Ecuador, que
había sido Reino de Quito por cerca de tres siglos, Real Audiencia de Quito y
Distrito del Sur de Colombia. El artículo 1 establece claramente: “Los
Departamentos del Azuay, Guayas y Quito quedan reunidos entre sí formando
un solo cuerpo independiente con el nombre de Estado del Ecuador”. De ahí
que se reconozcan hasta ahora solo 20 Constituciones del Ecuador y no 21,
si bien como país Ecuador tuvo su primer estatuto constitucional en 1812,
con la Constitución del Estado de Quito del 15 de febrero de 1812. Cierto, el
13 de mayo de 1830 hubo una asamblea de corporaciones y padres de familia
de Quito que se reunieron en la Universidad Santo Tomás de Aquino, hoy
Universidad Central, de la que salió el anuncio de la unión de los
departamentos de Ecuador, que constituían el Distrito del Sur, y que se
separaban de la Gran Colombia, pero bajo un régimen confederado. Decisión
que tenía que ser refrendada por una constituyente. (Ver en anexo el acta).
El general José Flores quedó encargado, como Prefecto General, del mando
supremo, civil y militar con el mandato de convocar inmediatamente un
congreso constituyente. Este se instaló el 14 de agosto de 1830 en la sede
del convento de los Padres Dominicos en la ciudad de Riobamba, con la
asistencia de 20 diputados, bajo la presidencia de José Fernández Salvador, y
la vicepresidencia de José Joaquín Olmedo. La Constituyente adoptó una
Constitución que mantuvo el carácter de confederación: Artículo 2.- “El
Estado del Ecuador se une y confedera con los demás Estados de Colombia,
para formar una sola Nación con el nombre República de Colombia”. Según
el historiador Jorge Núñez, fue con la Constitución de Ambato convocada por
Vicente Rocafuerte en 1835, tras la experiencia federal fallida, cuando nació
formalmente la República del Ecuador, como un Estado unitario libre e
independiente de todo poder extranjero. Téngase en cuenta además, que la
historia constitucional ecuatoriana tiene hitos fundamentales anteriores a
1830, que parten de la firma del Acta de la Independencia en 1809, se
concretaron con la Constitución del Estado de Quito en 1812, y se fueron
consolidando con el Reglamento Constitucional de Guayaquil, de noviembre
de 1820, la Constitución de la República de Cuenca 1820 del mismo mes y
año, hasta llegar a la Constitución de Riobamba de 1830, modelada, como lo
fueron las cartas constitucionales de Nueva Granada y Venezuela, sobre la
Constitución Colombiana de Cúcuta de 1821, que creó la Gran Colombia, La
Constitución de 1830 fue la culminación de un parto doloroso, en medio de
múltiples adversidades, cuando agonizaba la Gran Colombia, fundada por
Bolívar, a pesar de sus esfuerzos por evitar su desintegración, y quien
desilusionado, el 8 de Mayo de 1830 había salido de Bogotá y viajaba a
Cartagena de Indias de paso para Europa en autoexilio, cuando el 13 del
mismo mes se promovía en Ecuador la reunión para proclamar la separación
de la Gran Colombia. En el mes de marzo precedente, el general José Antonio
Páez en Caracas había hecho la proclama autonomista, anti bolivariana,
conspirando contra Bolívar, quien moriría el 17 de diciembre de ese año en
Santa Marta. Además, esta primera Constitución heredaba de la
Constitución del Estado de Quito de 1812 grandes divisiones regionales y
partidistas, que fueron tan nefastas por las luchas entre montufaristas y
sanchistas. Con Flores se aseguró una suerte de pacto de no agresión entre
grupos terratenientes de la sierra y grupos agroexportadores de la costa,
dentro de un sistema elitista de gobierno entre terratenientes y militares, en
el que hubo muchas conspiraciones que fueron minando los logros de la
primera Constitución y empoderando desde Guayas a Vicente Rocafuerte
como Jefe Supremo de la República, lo que culminó en la convocatoria de
una segunda Constitución a cinco años de la primera, esta vez de tinte
liberal. El jurista Juan Larrea Holguín en su ensayo La Constitución de 1830
y su influencia en la formación de la nacionalidad, (1) señala que la
experiencia colombiana significó para Ecuador un complejo de resultados
positivos y negativos. Positivo que hubiera recibido unas leyes republicanas
forjadas al calor de la lucha independentista e inspiradas en los ideales de la
Revolución Francesa. El resultado más negativo, la Ley de División Territorial,
que desmembró del Departamento del Sur los territorios que llegaban hasta
el Valle del Cauca y al río Caquetá. Pasto había pedido su incorporación al
Departamento del Sur y tuvo el respaldo del General Flores. Respecto a la
autoría de la Constitución, cabe señalar que en la primera sesión de la
Constituyente, el 14 de agosto, fueron designados para preparar el proyecto
de Constitución Manuel Matheu, diputado por Pichincha, José Joaquín
Olmedo, y Vicente Ramón Roca, diputados por Guayaquil. Nueve días
después en la sesión del 23 de agosto presentaron el proyecto. La rapidez en
presentarlo puede explicarse porque se inspiraba en la Constitución de
Cúcuta de 1821, que tomaron como modelo, y con razón. La Constitución de
Cúcuta, es un admirable texto político en el que se fijaban las líneas
maestras de la futura vida republicana: el carácter y organización del Estado,
los derechos y deberes de los ciudadanos, el sistema de representación
electoral, la jurisdicción y competencia de magistrados y jueces, etc. Así,
resulta acertado que al menos las disposiciones generales y la división de
los poderes de la Constitución de Riobamba son idénticas a la de Cúcuta, si
bien no es ajustado a la verdad sostener, como lo han hecho algunos
historiadores, que la Constitución de Riobamba es idéntica a la de Cúcuta
Consta por las Actas de la Constituyente que el 23 de agosto se leyó el
proyecto de Constitución, y que, con la sola observación de que la religión
debería garantizarse mejor, “explanando sus fundamentos”, se puso en
votación y quedó admitido el proyecto. La segunda discusión tuvo lugar en
las sesiones del 26 y 27 de agosto, cuando se hicieron algunas
modificaciones a algunos artículos; y la tercera tuvo lugar a partir del 30 de
agosto. Finalmente el 11 de septiembre fue designado para la última lectura
del proyecto de la Constitución, redactado, según las modificaciones y
alteraciones que se habían hecho. La Constituyente culminó el 28 de
septiembre, 20 años después de la Independencia.

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constitucionalmente-en-1830

EL PRESIDENTE acariciaba la idea de someter a las provincias bajo la égida


del poder central Ángel Emilio Hidalgo, Historiador A raíz de la crisis de 1859-
1861 que casi desintegra el país, el guayaquileño Gabriel García Moreno se
erigió en el caudillo a quien le correspondió el rol de fortalecer el Estado,
consolidar el incipiente sentimiento nacional y ordenar la administración
pública. Se elaboró una nueva Constitución (1861), la que, curiosamente,
sería una de las más liberales promulgadas hasta ese momento, por su
indudable ascendente marcista. Como sostiene el historiador Juan
Maiguashca, la Constitución de 1861, “en lo que a división política se refiere,
fue de amplia inspiración federal. En efecto, aunque se mantuvo el estado
unitario, este garantizó gran autonomía a los poderes locales”. No obstante,
esta misma Constitución dispuso que el número de diputados se eligiese
sobre la base de la población, tesis que desde los inicios de la república
había abrigado la clase política quiteña. La reacción de Guayaquil fue
aislada, a lo sumo, circularon hojas volantes que llamaban a oponerse a ese
acto jurídico; no obstante, un movimiento político federalista no era viable,
por los últimos sucesos que había vivido el país. El único que manifestó
públicamente su desacuerdo fue Pedro Carbo, quien no acudió a la
convención en señal de protesta; pero resultó a la postre una voz aislada,
pues no tuvo el suficiente respaldo a nivel corporativo. A pesar del carácter
liberal de la Constitución de 1861, García Moreno incluyó una disposición
transitoria que le serviría para sentar las bases del régimen unitario
centralizado que logró imponer, entre 1860 y 1875. Esta dejaba
prácticamente sin efecto el artículo 95 que mandaba a que los gobernadores
de las provincias fueran elegidos “por sufragio directo y secreto”. La
disposición transitoria, en cambio, modificaba sustancialmente el
mecanismo de nominación de estos funcionarios: “Art. 137.- En este primer
período constitucional, los Gobernadores de las provincias serán de libre
nombramiento del Poder Ejecutivo”. Asimismo, según el artículo 94, le
correspondía al Ejecutivo dictar las leyes concernientes al régimen
municipal. Por ello, el Senado y la Cámara de Diputados aprobó en 1863 una
“Ley de Régimen Municipal” que se convertiría en el primer instrumento
jurídico destinado a organizar el régimen seccional. Pero García Moreno y
sus funcionarios siempre se mostraron reacios a las facultades que la ley
entregaba a los municipios: en su informe de 1863, el ministro del Interior,
Rafael Carvajal, calificaba de “peligroso y de fatales consecuencias” el
proyecto de régimen municipal que sancionó la Constituyente de 1861, por
considerarlo opuesto “a los intereses de la nación”: “Casi no ha habido
cantón que, abusando de las atribuciones que les concede el artículo 60 de
la ley de régimen municipal, no hubiese querido hostilizar a los demás
cantones imponiendo odiosas contribuciones sobre el consumo y transporte
de todos los efectos de tráfico y de consumo. Sin el vigilante cuidado que ha
tenido el Gobierno en conservar el orden interior y hacer que se cumplan la
Constitución y las leyes, cada cabecera de cantón se habría convertido en
una especie de aduana con facultades omnímodas para gravar la importación
y exportación, el consumo y el simple tránsito o pasaje de los artículos de
riqueza, y sin otra norma que el deseo de satisfacer intereses mal
entendidos”. García Moreno fustigaba la inestabilidad que, según él,
originaban “leyes anárquicas” como las de régimen municipal, porque
fomentaban “las odiosidades, el desorden y la anarquía”. Por eso, uno de los
caballos de combate del caudillo fue la abolición definitiva del sistema
administrativo departamental y la creación de nuevas provincias, como la de
Los Ríos, cercenada de Guayas, para neutralizar los impulsos centrífugos de
los poderes regionales. García Moreno acariciaba la idea de someter a las
provincias bajo la égida del poder central, asegurándose así el control
político, económico y administrativo, cuanto la cohesión del territorio
nacional. Contrario a lo que, a simple vista, podría parecer una dispersión y
fragmentación del poder central, la creación de nuevas provincias favorecía
la emergencia de nuevos poderes subregionales y locales, y el
correspondiente debilitamiento político de las regiones. Podemos entender el
espíritu que animó a García Moreno, convencido como estaba de su misión
salvífica en la conducción del Estado. Además, el caudillo recibió el respaldo
de una opinión pública que presionaba para que el país se fortalezca
interiormente, a fin de evitar cualquier peligro de invasión externa. (O)

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y-la-constitucion-de-1861
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1861
CONSTITUCIÓN DEL ECUADOR 1906

LA CARTA LIBERAL DEL PUEBLO

La situación del país en 1906 se encontraba divida en dos bandos irreconciliables: el alfarismo y
el placismo. Esta escisión política causo muchos males, durante medio siglo.

Como era necesario legalizar la nueva situación política, fue convocada la Asamblea
Constituyente, Alfaro resultó nombrado Presidente Constitucional de la República la misma que
fue conocida como la Carta de Liberal.

La Asamblea dicta una serie de normas legales referentes a la educación; también se reforma el
Código Penal para ponerlo de acuerdo a la Constitución ; dicta una nueva Ley de División
Territorial, que actualmente la sigue siendo, pues no se ha expedido otra ley en ese sentido; el 25
de junio de 1908 se inaugura el ferrocarril entre Guayaquil y Quito, meses después se expide la
“Ley de manos muertas”, bajo la cual se confiscan los bienes inmuebles del clero para el
beneficio de la asistencia pública se expide la Ley Orgánica de Instrucción Pública; la Ley
Orgánica del Poder Judicial; la Ley de Régimen Administrativo Interior, y, Ley de Registro Civil.
Prohíbe la imposición de contribuciones sin existir ley que lo permita, no reconoce empleos
hereditarios, mayorazgos y vinculaciones; prevé la libertad de enseñanza al ordenar que la
educación oficial o la municipal son seglares y laicas, disponerse también que la enseñanza
primaria y la de artes y oficios sean gratuitas, declara como derecho que el padre tiene decisión
de elegir la educación que desea para sus hijos. Se implantó el matrimonio civil y el divorcio.

La religión quedaba fuera del estado por consiguiente se establece la separación entre los credos
religiosos y el Estado, así fue como nación el laicismo estatal.
La declaración de la libertad de conciencia, de cultos e imprenta abolió el monopolio ideológico
del clero y ensanchó el espacio de la opinión pública.

Alfaro y sus hombres fueron apresados y conducidos a Quito, donde se los asesinó sin
misericordia alguna, arrastrándolos, mutilándoos e incinerándolos en el parque El Ejido, el 28
de enero de 1912. El nombre de Eloy Alfaro es recogido por la historia, pues fue el padre del
Liberalismo ecuatoriano y uno de los hombres más relevantes de la vida republicana.

ARTICULOS DE LA CONSTITUCIÓN SOBRE CIUDADANÍA Y COMUNICACIÓN


Los derechos referentes a la ciudadanía son:
En la época de 1906, cuando se desarrollo esta constitución; para ser ciudadanos se debía tener
la edad de 21 años y saber leer y escribir, por lo tanto aquellas personas que no cumplían con
estos requisitos, no podían gozar de la ciudadanía. Esto se reflejaba en el Articulo 13 del Titulo
cuarto de los ciudadanos.
Se dejaba de ser ciudadano ecuatoriano cuando se ponía al servicio de la nación enemiga, y
aquel que se naturalizaba en otro Estado. Aquellos que realizaban fraudes, o actos de violencia
en las elecciones populares, o los que compran votos, corrupción. Finalmente aquel que haya
sido declarado en quiebra fraudulenta y en los demás casos determinados por las leyes.

Los derechos referentes con la comunicación son:

Los artículos referentes con la comunicación se encuentran en el Titulo VI. De las garantías
individuales y políticas.
Se tiene libertad de conciencia en todos sus aspectos, mientras estas no sean contrarias a la
moral y al orden público. Se puede manifestar sobre algún derecho o necesidad mientras estos
no provoquen daños morales y causes malestar en el orden público. Se debe respetar todo
criterio sin perjudicar a aquellas personas que no tengan que ver con la manifestación.

La inviolabilidad de correspondencia epistolar y telegráfica, la misma que no hará fe en causas


políticas, tampoco se deberá abrir ningún papel o de la propiedad privada, esto ocurrirá en casos
necesarios y que estén señalados por la ley. La privacidad de cada persona es un derecho el cual
se debe respetar y no se debe irrespetarla solo en casos de que la ley lo necesite se lo realizara y
estos se encofrarán prescriptos en la leyes correspondientes.

La libertad de pensamiento, expresado de palabra o por la prensa, se tiene derecho de decir o


pensar sobre algo, esta sea oralmente o escrita. La injuria, insultos, y calumnias que sean
emitidas por los medios anteriores, podrán ser acusados en forma y modo prescritos por las
leyes. Se tiene el derecho a tener expresión sobre algo, la opinión es aceptada siempre y cuando
esta no perjudique alguna persona y si es así se tendrá que someter a lo que diga la ley
prescripta sobre este tema.

En los derechos de ciudadanía y aquellos artículos que corresponden a la comunicación se basan


a lo de esa época, se han ido reformando con el transcurso del tiempo y del avance tecnológico.

BIBLIOGRAFIA:

http://www.congreso.gov.ec/historia/historia4.aspx

http://www.presidencia.gov.ec/modulos.asp?id=130

Historia Constitucional Ecuatoriana, pag 62 y 63

Constitución de Ecuador de 1979

Constitución de Ecuador
Función Constitución Nacional para restablecer el orden
democrático

Creación 23 de diciembre de 1976

Ratificación 27 de marzo de 1979

Autor(es) Plan de Reestructuración Jurídica del Estado

Ubicación texto

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La Constitución de Ecuador de 1979 fue la décimo novena constitución que rigió en


la República del Ecuador. Esta constitución fue la primera en establecerse luego del
retorno del país al ejercicio democrático de poderes, a partir de la decisión de la salida del
poder por partes de las juntas militares.
El texto constitucional fue sometido a referéndum el 15 de enero de 1978, en la cual se
decidió entre un texto con base en la Constitución de 1945 y un texto totalmente nuevo. En
el referéndum ganó la opción del texto nuevo, y fue publicada en el Registro Oficial el 27
de marzo de 1979. Tras la promulgación de esta constitución, se desarrollaron
las elecciones presidenciales en las cuales resultó electo Jaime Roldós Aguilera, y a partir
de la toma de posesión del cargo por parte de éste, el 10 de agosto del mismo año,
empezó a regir la constitución.

Índice
[ocultar]

 1Historia
 2Véase también

 3Referencias

 4Bibliografía

 5Enlaces externos

Historia[editar]
Jaime Roldós Aguilera

Tras la caída definitiva del velasquismo, se instauró el régimen militar dictatorial del
general Guillermo Rodríguez Lara a partir de 1972. En el gobierno de Rodríguez Lara se
abolió la constitución de 1966, y se reinstauró —por motivos ideológicos y nacionalistas—
la constitución de 1945 que se había redactado luego de la Revolución del 28 de mayo. Al
finalizar el gobierno de facto de Rodríguez Lara, asumió el control del Estado una junta
militar denominada «Consejo Supremo de Gobierno» desde el 11 de enero de 1976, que
se estableció con el objetivo de devolver el poder político a los civiles, teniendo
previamente una etapa de transición.
El Consejo Supremo de Gobierno tomó una política represiva en contra de varias protestas
civiles. La comunidad internacional presionó al gobierno militar para que viabilice el retorno
a la democracia, con lo cual se designaron tres comisiones jurídicas: la primera con la
misión de redactar un nuevo texto constitucional, la segunda con el objetivo de plantear
reformas a la constitución de 1945, y la tercera para que reestructure el sistema de
partidos. Se decretó la Ley de Referéndum y posteriormente se creó el Tribunal Supremo
del Referéndum, el cual convocó para el 15 de enero de 1978 una «consulta popular» para
que el pueblo decida entre el nuevo texto constitucional o la reforma de la constitución de
1945.1 Los resultados oficiales determinaron que la opción A -correspondiente al nuevo
texto constitucional- ganó con un apoyo del 43%, frente al 32% de apoyo hacia la opción B
(constitución de 1945 reformada).
La junta militar decretó que el nuevo texto constitucional entraría en vigencia el mismo día
de posesión del futuro presidente de la República. También se decretó la Ley de
Elecciones, redactada por la Comisión Jurídica de Civiles que nombró la propia dictadura.
En dicha ley se impidió participar en las elecciones a los políticos José María Velasco
Ibarra, Carlos Julio Arosemena Monroy y Assad Bucaram.
Las elecciones presidenciales se desarrollaron en su primera vuelta el 16 de julio de 1978,
en la cual quedó en primer lugar Jaime Roldós Aguilera con 27.70% de votos válidos, y en
segundo lugar Sixto Durán Ballén con 23.9%. El balotaje se realizó al año siguiente, el 29
de abril de 1979, en la cual ganó oficialmente las elecciones el doctor Jaime Roldós
Aguilera con un apoyo de 68.49% de los votos válidos.
Jaime Roldós tomó posesión de su cargo como presidente de la República el 10 de
agosto de 1979, y el mismo día entró en vigencia la constitución aprobada en referéndum
el año pasado.2
https://es.wikipedia.org/wiki/Constituci%C3%B3n_de_Ecuador_de_1979
La Constitución de 1998
LA ASAMBLEA NACIONAL
CONSTITUYENTE EXPIDE LA
PRESENTE
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA
REPÚBLICA DEL ECUADOR EL
PUEBLO DEL ECUADOR

" El Congreso se desvela en dar


leyes sabias y justas, y los
ejecutores las vuelven
abominables, y echan la
odiosidad sobre el
Congreso" José Mejia
Lequerica

"Pero, no basta que sean


imparciales las leyes si no s
. aplican
imparcialmente,..." José
Mejia Lequerica

Inspirado en su historia milenaria, en el recuerdo de sus héroes y en el trabajo de


hombres y mujeres que, con su sacrificio, forjaron la patria; fiel a los ideale
libertad, igualdad, justicia, progreso, solidaridad, equidad y paz que han gui
sus pasos desde los albores de la vida republicana, proclama su voluntad de
consolidar la unidad de la nación ecuatoriana en el reconocimiento de la
diversidad de sus regiones, pueblos, etnias y culturas, invoca la protección d
Dios, y en ejercicio de su soberanía, establece en esta Constitución las norm
fundamentales que amparan los derechos y libertades, organizan el Estado
instituciones democráticas e impulsan el desarrollo económico y social.
http://www.historia.ec/1/marzo/consti.htm

Rafael Correa
(Guayaquil, 1963) Político ecuatoriano, presidente de Ecuador desde
2007, tras vencer en las elecciones de 2006 como candidato del
movimiento Alianza País. Consiguió la victoria tras una acelerada carrera
política, ya que hasta abril de 2005, cuando pasó a ocupar la cartera de
Economía y Finanzas del gobierno de Alfredo Palacio, era una figura
prácticamente desconocida en el ámbito político. Durante la campaña
electoral se definió como un izquierdista cristiano e ironizó con su
apellido al afirmar que, de ganar los comicios, daría "correazos" a la
corrupción.

Rafael Correa nació en la ciudad costera de Guayaquil el 6 de abril de


1963. Miembro de una familia de clase media trabajadora y cristiana, él
y sus dos hermanos quedaron huérfanos de padre a temprana edad, por
lo que su madre, Norma Delgado, debió afrontar la educación de los
hijos por si sola y con los escasos ingresos de su empleo.

Rafael Correa

Sus primeros estudios los realizó en el colegio San José La Salle de


Guayaquil, donde en ocasiones jugaba con sus compañeros a recrear el
mundo de las altas esferas del gobierno, en el que él representaba el
papel de presidente de la República. La escasez de recursos no le
impidió avanzar en su formación académica, y siempre que pudo
consiguió perfeccionarse mediante la obtención de becas, tanto dentro
como fuera del país.
En 1987 se graduó como economista en la Universidad Católica de
Santiago de Guayaquil, donde presentó la tesis titulada Evaluación de
los Programas de Apoyo al Sector Informal en Guayaquil. En 1991
obtuvo un master de Artes en Economía en la Universidad Católica de
Lovaina la Nueva (Bélgica), en 1999 otro master de Ciencias en
Economía en la Universidad de Illinois (Estados Unidos) y en 2001
finalizó el doctorado en Economía en ese mismo centro académico
estadounidense.

Durante el período en que recibió su formación académica, Correa se


dedicó paralelamente a la docencia; en 1983 comenzó trabajando como
asistente de cátedra y en 1993 fue nombrado profesor principal del
departamento de Economía de la Universidad San Francisco de Quito
(USFQ). Entre 1997 y 2001 se desempeñó como instructor del
departamento de Economía en la Universidad de Illinois, y entre ese año
y 2005 ejerció como director del departamento de Economía de la USFQ.

Durante su etapa de formación combinó la actividad estudiantil y


docente con la militancia universitaria; posteriormente, entre 1987 y
1988 participó de la Misión de los padres salesianos en Zumbahua,
provincia de Cotopaxi, donde estuvo a cargo del diseño, implementación
y control de proyectos de desarrollo rural integral para las comunidades
indígenas de esa parroquia. En reiteradas ocasiones ha trabajado
también como profesor invitado en otras universidades, entre ellas la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la
Universidad Andina.

La carrera política de este joven académico católico se inició en abril de


2005, cuando el Ecuador intentaba salir de una grave crisis institucional.
El 20 de ese mes, el entonces vicepresidente de la República, Alfredo
Palacio, se hizo cargo del gobierno después de que el Parlamento
destituyera al presidente Lucio Gutiérrez, como consecuencia de una
gran movilización ciudadana en la que tuvo gran protagonismo el
movimiento indígena.

El nuevo mandatario convocó a Correa para ocupar la titularidad del


Ministerio de Economía y Finanzas, una cartera para la cual el
guayaquileño contaba con una sólida formación. En ese cargo
permaneció hasta el mes de agosto, cuando emprendió la actividad
como consultor independiente y comenzó a perfilarse como un posible
líder de gobierno. Su figura fue creciendo ante los ciudadanos, sin más
desgaste político que el de los prolegómenos de la contienda electoral,
sobre la base de una ideología de izquierdas y cristiana, que mostraba
cierta comunión con el modelo chavista de Venezuela.
Una vez confirmado como candidato a la presidencia del movimiento
Alianza País, Correa lanzó su campaña bajo la consigna irónica de que
daría "correazos" a la corrupción, en alusión a su apellido. Entre los
puntos de su programa que atrajeron la atención de los ciudadanos
estuvo la férrea oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC) de Ecuador
con Estados Unidos y a la renovación del acuerdo que permite el
funcionamiento de una base estadounidense en la localidad de Manta.
Entre las promesas expuestas por el mandatario electo estaba la
reestructuración del Parlamento a través de una Asamblea
Constituyente.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el 15 de


octubre de 2006, Correa consiguió quedar en segundo lugar después del
empresario bananero Álvaro Noboa, representante del Partido
Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN). La segunda vuelta,
que tuvo lugar el 26 de noviembre, lo confirmó como presidente electo
del Ecuador al obtener el 56,67 % de los votos, frente al 43,33 %
conseguido por Noboa. El 15 de enero de 2007 juró el cargo.

BIOGRAFÍA DE RAFAEL CORREA

Biografía breve de Rafael Correa

Nombre Completo: Rafael Vicente Correa Delgado.

Nacimiento: 6 de abril de 1963 en Guayaquil, Ecuador.

Edad en 2012: 49 años.


Correa es descendiente del político chileno Rafael Correa de Saa y Lazón, Rafael Correa,
viene de una familia de clase trabajadora que vivía en Guayaquil. Su padre fue Rafael
Correa Icaza, nacido en la Provincia de Los Ríos, Ecuador, 23 de marzo de 1934 y
fallecido 10 de junio 1995, y su madre es Norma Delgado Rendón, nacida el 01 de
septiembre 1939. Sus padres tuvieron tres hijos más:. Fabricio Correa, Pierina Correa y
Bernardita Correa.

Cuando Rafael Correa alcanzó los 25 años de edad, su padre fue capturado haciendo
contrabando de drogas (cocaína) en los EE.UU. y fue declarado culpable y condenado a
cinco años y medio de cárcel por su delito. Rafael tuvo una infancia conflictiva y difícil con
su familia luchando para llegar a fin de mes.

Realizó sus estudios primarios y secundarios los estudios de San José La Salle de
Guayaquil. Durante su juventud formó parte y dirigió grupos de Scouts de la Asociación de
Scouts del Ecuador, así como una tropa del Grupo 14 San José-La Salle y el Grupo 17
Cristóbal Colón. Rafael es ahora un economista educado en Ecuador, Bélgica y Estados
Unidos.

Fue elegido presidente a finales de 2006 y asumió el cargo en enero de 2007. En


diciembre de 2008, declaró la deuda pública ilegítima de Ecuador, con base en el
argumento de que se trataba de la deuda odiosa contraída por regímenes anteriores
corruptos y despóticos. Anunció que el país dejaría de pagar en más de $ 3 mil millones en
bonos; luego se comprometió a luchar contra los acreedores en tribunales internacionales
y tuvo éxito en la reducción del precio de los bonos en circulación en más de un 60%.

Rafael introdujo a Ecuador en la Alianza Bolivariana para las Américas, en junio de 2009.
Hasta la fecha, la administración de Correa ha logrado reducir los altos niveles de pobreza,
indigencia y desempleo en el Ecuador.

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