Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Hay, pues, que hablar del amor. Y es preciso, como hemos hecho con sus dos antecesores,
definirlo. Mas aquí los criterios son, aún, más variados y contradictorios; nuestros recursos,
más limitados; los peligros de teorizar sin base experimental, mayores. Porque, en efecto,
el miedo y la ira son emociones que se manifiestan fundamentalmente del mismo modo en
los mamíferos superiores, pero el amor adquiere matices sumamente peculiares en la
especie humana y se presta menos al control de laboratorio o al estudio objetivo. Por ello
sus definiciones siguen siendo tan distantes o divergentes, incluso cuando se elige, para
cotejarlas, un mismo punto de observación.
Todo ello nos impone circunspección y modestia en las afirmaciones y severo rigor en las
inducciones y deducciones. Una vez más, para no perdernos, vamos a seguir la pauta
evolutiva y estudiar al amor desde sus remotos orígenes biológicos con el fin de asistir a
sus diversas ascensiones de complejidad, hasta alcanzar el volumen que presenta cuando
reina y tiraniza a un individuo humano, adulto, culto, pasional e idealista.
El miedo y la ira
En la expresión ‘’bajo su piel suave y rosada, su mirar triste y su mirar triste y su efébica
apariencia oculta energías capaces de vencer a sus tres hermanos, compañeros de
caverna’’ el escrito hace referencia a
El amor