Sie sind auf Seite 1von 1

UN HOGAR SIN VIOLENCIA, HACE UN MUNDO MEJOR

Partiendo desde la premisa de que son los padres los responsables de proporcionar
educación y valores en sus hijos es indispensable mencionar que no se debe atribuir de
forma errónea, esta gran responsabilidad a las escuelas y maestros que tiene como
función fomentar la formación cultural en los alumnos. Por ello, es importante la toma
de conciencia sobre la importancia de inculcar valores en nuestros hijos y no llenarlos
de maltratos psicológicos, físicos y emocionales que afecten su desarrollo y aprendizaje.
En la actualidad la violencia se ha convertido en un problema social, el cual puede
observarse de distintas formas y en diferentes lugares, sin distinguir edad, etnia, religión,
nivel sociocultural o género. Por ello, es importante reconocer en que formas se
presenta, como y cuando se manifiestan. A esto, debo añadir que no es un hecho
justificable y de cualquier forma es un acto de cobardía.
Las burlas, las humillaciones, el acoso, las privaciones, los silencios entre muchos más,
forman parte del maltrato y la violencia, y con frecuencia se presentan entre los
miembros de la familia, se identifican también a través de sentimientos o pensamientos
que parten de la educación que nos brindan y de un sistema de valores personal. Por
ello, considero que es de vital importancia el abordaje psicológico en nuestra
comunidad, ya que es uno de los problemas con mayor incidencia en nuestro país, pues
es muy frecuente ver abusos en niños como métodos de educación y control, donde el
adulto utiliza el castigo corporal como un método de disciplina y corrección. Ante esto
me pregunto ¿qué estamos haciendo para detenerla? ¿Nos damos cuenta o nos
preguntamos qué es lo que la origina? Lastimosamente no hay conciencia del daño que
se causa, mucho más si es un niño el maltratado. Además, se pasa por alto cambios
físicos y emocionales inmersos a ellos, así mismo omitimos que las familiar requieren
fortalecer sus vínculos y no tomamos la importancia debida que esta necesita para tener
su propio espacio y un tiempo libre para convivir. Del mismo modo, se ha dejado de lado
la vida de pareja que se encuentra enfocado al sostenimiento y a cuidado de los hijos,
sin darnos cuenta que estas son situaciones que generan violencia intrafamiliar.
Lo cierto es que quienes la viven, son personas temerosas a los cambios porque se
encuentran en un mundo aterrador y sin salida. Sabemos de ante mano y como ya lo
había mencionado antes la gran responsabilidad que conlleva convertirse en padre o
madre. Hoy en día los padres suelen caer en cuidados excesivos, malas crianzas o
engreimientos con la intención de que nada les falte, luego, con el tiempo estas
situaciones se les escapan de las manos y en el intento por controlar la situación,
además de sentir o desahogar frustraciones no solo generadas por esta situación, cae
en agresiones verbales o físicos hacia los hijos, lo que causa además de forma
inconsciente otros daños psicológicos. Por otro lado, lo que busca la mayor parte de
padres es brindar un hogar en el cual no falte ninguna figura ya sea materna o paterna,
lo que provoca que muchos de ellos callen y toleren por largo tiempo el maltrato físico,
verbal o psicológico.
Ante lo antes mencionado, llego a la conclusión que si las personas tomáramos mayor
conciencia y compromiso para involucrarnos en este problema social, crearíamos
formas y estrategias de cambio, nos preocuparíamos por establecer un lugar adecuado
donde brinden orientación y pautas para la crianza de los hijos, un lugar donde se brinde
el soporte que requieren las familias más vulnerables independientemente de su nivel
socioeconómico y cultural.

Das könnte Ihnen auch gefallen