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Al observar una marrana (cerda), la primera impresión que el común de las personas puede tener
es que dicho animal no necesita de ningún cuidado, debido a que solo se lo ve comer y dormir. Sin
embargo, lograr un animal sano y con crías fuertes y de calidad conlleva una mezcla de paciencia,
cuidado y trabajo.
Para cuidar a la cerda durante la gestación, lo primero que se debe saber es si está preñada. La
manera más práctica de averiguarlo es cuando la marrana no repite el celo después de los 21 días
de su último servicio, lapso que puede disminuir o aumentar entre 18 a 25 días; pasado este
tiempo, ya se puede considerar a la chancha preñada o gestante.
La gestación en cerdas se divide técnicamente en dos etapas: los primeros 75 días luego de la
monta abarca el tiempo denominado Gestación 1 (G1); mientras que los últimos 39 días, se señala
con el nombre de Gestación 2 (G2). En total, dura un promedio de 114 días, también conocido
como 333 (3 meses, 3 semanas, 3 días).
Durante los 75 días de gestación, la marrana no requiere cuidados especiales, pues seguirá
consumiendo sus balanceados normalmente, a razón de 2 kilogramos por día.
Durante toda esta etapa, la cerda permanecerá en su piquete, el cual deberá estar bien
empastado, de modo que las marranas consuman mucho verde. Si no se tiene acceso a piquetes,
es conveniente suplementar con algún tipo de verde.
Cuidar siempre que tengan agua fresca y limpia a voluntad. En época de verano, se debe cuidar
que las cerdas se encuentren bajo sombra gran parte del día, porque el calor sofocante de nuestro
país puede enfermarlas y matarlas rápidamente.
Para el segundo periodo de gestación o G2, etapa en donde los fetos comienzan a desarrollarse
rápidamente, movilizando grandes cantidades de proteína y otros nutrientes dentro de sus
madres, se aumentará el alimento de la marrana a 3 kilogramos por día. El agua nunca debe faltar.
Quince días antes de la fecha probable de parto, se deberá efectuar la limpieza y desinfección de
las jaulas de parición, que puede hacerse con cal o cualquier otro desinfectante químico como
iodóforos o soluciones de amonio cuaternario.
Una semana antes de la fecha probable de parto, la cerda debe entrar a la paridera, es decir, debe
ser trasladada de los piquetes o las jaulas de parición. Esta operación es muy fácil de realizar en las
adultas; sin embargo las primerizas, por lo general, no quieren salir del sitio al que están
habituadas; por ello, con mucha paciencia se le debe señalar el camino con la ayuda de una vara y
un bastidor que la guíe hacia la zona donde se la quiere llevar.
Una vez en el sitio adecuado, se debe bañar a la marrana con agua, cepillo y jabón, insistiendo en
la zona vulvar y mamar. Es necesario pesar a la cerda y aplicarle, vía subcutánea, un antiparasitario
interno (a base de levamisol = 1 cc por cada 20 kilogramos de peso vivo).
Si existiesen parásitos externos, ese es el momento de realizar el baño antiparasitario (no olvidar
seguir las instrucciones del prospecto de modo a evitar cualquier tipo de problemas).
Así como también se justifica su uso cuando existe presencia de parásitos que no son atacados por
levamisol.
Tres días antes del parto se debe comenzar a dar a la cerda alimento laxativo (afrecho de trigo,
salvado), a fin de que el aparato digestivo se encuentre lo más alivianado posible para el momento
del parto.
LA LACTANCIA
A la cerda no debe dársele de comer durante las 24 horas siguientes al parto, desde donde
gradualmente se comenzará a darles la ración que les corresponde, la cual se calcula de la
siguiente manera: 2 kilogramos de mantenimiento + 300 a 500 gramos por cada lechón que
amamante. De acuerdo al tamaño de la cerda, deberá consumir 5,2 kilogramos de balanceado en
una primeriza; en cerdas de mayor peso esta cantidad aumenta; este balanceado debe ser con
15% de proteína bruta.
Es durante la lactancia cuando a la madre no debe faltarle agua, ya que de ello depende la
producción láctea; la misma puede llegar a consumir hasta 25 litros de agua por día. El agua debe
ser limpia, fresca y en abundancia, de modo que ella misma regule la cantidad que desee
consumir.
Durante los primeros días posteriores al parto es conveniente tomarle la temperatura dos veces
por día, esto con el fin de detectar a tiempo cualquier enfermedad que la cerda pudiera sufrir. Es
importante recalcar que la fiebre produce agalactia=ausencia de producción de leche; si esto pasa
se debe consultar inmediatamente con un profesional, ya que este problema puede significar la
pérdida de todos los lechones.
“seco”, pues la humedad ambiental es causa frecuente de enfermedades en los lechones. Es decir,
sacar primero toda la cama, cepillar cuidadosamente y reponerla nuevamente, sin derramar agua,
independientemente de la temperatura ambiente; es decir, en ninguna época del año las jaulas de
parición son limpiadas con agua, sólo cambio diario de cama.
CERDAS
En la reproducción porcina el periodo de gestación de la cerda presenta muy poca variación, sin
embargo la los partos se desencadena entre el día 112 y 116 de haber iniciado la gestación con un
promedio de 114 días, siendo bastante constante, en las diferentes razas. Desde el punto de vista
endocrino, la cerda es ovario dependiente en el cuanto al mantenimiento de la gestación se
refiere.
Gestación de la cerda
La placenta de la cerda es de tipo difuso, llamada epitelio-corial y está formada por 6 membranas
que separan la circulación materna de la del feto y bloquea el pasaje de anticuerpos de la madre a
los fetos.
Una vez que la cerda ha quedado gestante suspende sus ciclos estrales, cambia su
comportamiento y gana peso; la oclusión de los labios vulvares y el desenvolvimiento gravídico de
las mamas con signos tempranos de gestación.
Durante esta época, la cerda entra un tren un estado llamado anabolismo gravídico que
corresponde a un proceso anabólico en la cual la cerda utiliza mucho mejor los nutrientes que
cuando está vacía. Por tanto puede ganar peso con un consumo de alimento muy restringido. A
partir del Tercer mes se puede observar abultamiento del vientre y tumefacción de las mamás.
Desde el punto de vista didáctico la gestación podría dividirse en tres períodos: preimplantación,
embrionario y fetal.
El periodo fetal transcurre desde el día 36 hasta el momento del parto de la cerda. Durante él
tiene lugar la diferenciación y el desarrollo de tejidos y órganos de modo que conforme avanza la
gestación los fetos van incrementando su tamaño y peso. A los dos meses el feto mide unos 11 cm
y pesa 60 gramos; a los 105 días, 25 cm y 750 gramos y en los últimos días de preñez la ganancia
de peso de los fetos puede alcanzar alrededor de los 100 gr/día.
Detección del celo de la cerda: Consiste en pasar diariamente un macho recela, desde el día 18 al
25 postcubrición, por las cerdas que se presuponen gestantes. Si se opera así el porcentaje de
cerdas «falsas positivas» puede aumentar debido al alargamiento del ciclo estral en cerdas con
mortalidad embrionaria, con celos silenciosos y con conducta de celo anómala.
Resulta interesante complementarlo Con otros métodos de diagnóstico (Doppler, ecografía etc.).
Ecografía tipo A: Los aparatos basados en la ecografía tipo A constan de un cabezal transductor
unido a un analizador ultrasónico de modo que el aparato detecta la diferente impedania acústica
entre líquidos y tejidos abdominales. La superficie del cabezal del aparato, previamente lubrificada
con aceite o gel, se coloca en la región derecha del abdomen de la cerda por encima de la
penúltima mama a 5 cm de la línea de telinas, dirigiéndolo hacia el útero.
El objetivo primordial que busca el porcicultor en la cerda gestante es que lleguen, al final de la
gestación, el máximo número de fetos con un desarrollo tal que permita su viabilidad como
lechones después del parto. Para ello es recomendable:
a) Respetar las necesidades, ambientales de la cerda durante esta fase procurando evitar en el
alojamiento temperaturas superiores a 30 °C, humedades relativas inferiores al 30% y
fotoperiodos Cortos.
b) Alojar a la cerda gestante individualmente en jaula enclaustrada sin atar con una anchura de
plaza superior a 60 cm y regulable en longitud. En jaulas de este tipo las cerdas permanecen más
tiempo en posición decübito lateral, más confortable que otras posturas como la decúbito ventral
y semiventral, de pie etc.)
Si la cerda consume mucho alimento durante la gestación pueden aparecer problemas al parto y
disminuye la ingestión durante la lactación que es precisamente cuando más interesa que la
reproductora coma.
e) El programa sanitario se diseñará bajo consejo veterinario ya que el calendario de tratamientos
y vacunaciones es variable según zona de explotación y situación coyuntural de la sanidad porcina
de cada país.