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EL PSICOANÁLISIS VS LAS NEUROCIENCIAS

Por Fernando García Godos Salazar.

Resumen.

Es conocido ya desde algunas décadas la importancia que han ganado las neurociencias en buscar
los correlatos anátomo-fisiológicos a la psicología, desde la aparición de mejores técnicas para
explorar el sistema nervioso por los finales del siglo XX como son los scanner cerebrales, todo se
fue sometiendo a una comprobación de neuroimagen; algo que trajo, trae y traerá muchos
enfrentamientos entre las teorías psicológicas y las neurociencias. La psicología tiene en el
psicoanálisis quizá la máxima expresión de la explicación de lo que somos nosotros, los seres
humanos. Desde sus conceptos iniciales como el inconsciente-consciente, las pulsiones, los
mecanismos de defensa, la estructura del aparato psíquico, la psicodinámica de la personalidad
hasta la explicación de la psicopatología. Esta explicación del ser humano por parte del
psicoanálisis ha hecho que las neurociencias le presten mucha atención, lo que de alguna manera
pensamos llevan a un “versus”. El presente ensayo revisa las principales confrontaciones entre
psicoanálisis y las ciencias del cerebro, los resultados de las confrontaciones a lo largo de las década
pasadas permiten plantear una postura que se basa en hipótesis comprobadas e hipótesis a
comprobar en un futuro no muy lejano; haciendo esto nos acercarnos a la parte neurocientífica del
psicoanálisis Freudiano; finalmente concluimos que las neurociencias permiten llevar al terreno de
la ciencia: a la explicación neuronal a la teoría psicoanalista, lo que puede enmarcar aparentemente
un punto de reduccionismo entre la psicología y las neurociencias, haciendo un punto de partida a
un marco ilimitado de investigación profunda de la psicología del ser humano y su dinamismo
social.

Palabras clave: Psicoanálisis, neurociencias, scaner cerebral, incosciente-consciente, aparato


psíquico, personalidad, Freud.

Abstract.

It is known for some decades the importance gained neuroscience searching the-physiological
anatomical psychology, correlates since the advent of better techniques to explore the nervous
system by the end of the twentieth century such as brain scanner, everything was subjecting a check
neuroimaging; something that brought brings and will bring many clashes between psychological
theories and neuroscience. Psychology has in psychoanalysis perhaps the ultimate expression of the
explanation of what we, humans. Since its initial concepts as the unconscious-conscious, drives,
defense mechanisms, structure of the psychic apparatus, psychodynamic personality to an
explanation of psychopathology. This explanation of the human being by psychoanalysis has made
neuroscience pay much attention, which we somehow lead to a "versus". This paper reviews the
major confrontations between psychoanalysis and brain science, the results of confrontations over
the past decade permitted to make a stance that is based on proven hypotheses and hypotheses to be
tested in the near future; doing this we approach the neuroscientific part of Freudian
psychoanalysis; Finally we conclude that the neurosciences allow lead the field of science: a neural
explanation for the psychoanalyst theory, which apparently can frame a point of reductionism
between psychology and neuroscience, making a point to unlimited frame depth research the
psychology of human beings and their social dynamism.

Keywords: Psychoanalysis, neuroscience, brain scanner, unconscious-conscious, psychic


apparatus, personality, Freud.

INTRODUCCIÓN

Es algo que se dio inicio hace mucho tiempo, no justo en el momento de los más grandes avances
de las neurociencias y sus técnicas de neuroimagen sino más bien una corriente de todos los tiempos
donde siempre las ideas psicológicas eran puestas en tela de juicio por la ciencia que se considera
pura o válida, confrontar lo que decíamos y decimos nosotros los psicólogos contra ellos, hombres
de ciencia que comparten intereses como los biólogos, médicos, neurólogos, psiquiatras, genetistas,
neurofisiólogos, y podríamos mencionar muchos más; la idea es que la psicología en muchos
aspectos no se muestra como una ciencia exacta, salvo excepciones como el behavorismo y sus
métodos experimentales, otras escuelas se mantienen en un estado entre la comprobación y la
aceptación social de sus métodos como científicos, esto ocurre con el psicoanálisis Freudiano.
Durante la experiencia en neurociencias, hemos encontrado diverso material de investigación
usando las mejores técnicas como son las neuroimágenes que buscaban y al final demuestran la
validez de muchos de las ideas del psicoanálisis, este ensayo hace una revisión de los hallazgos que
refuerzan y ponen de manifiesto científico lo dicho por Freud (Freud, S. 1993) hace más de un siglo
atrás, algo impensado ya que él había perdido la esperanza de encontrar la forma de demostrar el
correlato anátomo-químico en los inicios de sus más importantes publicaciones y que después casi
al final de sus ideas adquirió una motivación debido a los primeros hallazgos científicos de la
psicología, a la actualidad se vería como ríe Freud o al menos demostraría una sonrisa de
tranquilidad y de que finalmente comprendieron todo lo que decía sobre el ser humano y su aparato
psíquico, y su personalidad; algo que él ya sabía pero no tenía como mostrarlo.

Así encontramos un “versus”, basado en la posibilidad de que exista una base neurocientífica para
el psicoanálisis, nosotros pensamos que sí existen muchas posibilidades. Las neurociencias han
logrado encontrar de alguna manera lo que Freud decía en sus teorías, un ejemplo de ello es lo
dicho sobre el consciente e inconsciente. En el inconsciente sucede que mucha de la información
que guardamos ahí es inaccesible para el nivel consciente, por ejemplo recuerdos traumáticos de
nuestra infancia se hacen inaccesibles; por entonces está información traumática está bloqueada,
inhibida por el nivel consciente, este nivel maneja una información a un nivel más superficial y
conectado al medio externo, esto es necesario para tener una mente sana, ya que el consciente
permanece sin llegar a esas zonas profundas del inconsciente y esto permite nuestro equilibrio
mental. Los conceptos de inconsciente y consciente fueron quizá los más importantes aportes del
psicoanálisis a la psicología, en el pasado y en el presente. Otro concepto psicoanalítico derivado de
los conceptos mencionados anteriormente es la represión, la cual también tiene una explicación
basado en el funcionamiento cerebral. La represión sería la creación de circuitos neuronales que
permitan que una información pueda quedar en un lugar de la mente a la cual no tenemos acceso: el
inconsciente (Freud, S.1993), esta información permanecería guardada y bloqueada por la
represión, esta no es rescatable, al menos no de una forma voluntaria y vigil es decir consciente, si
quizá con otros métodos psicoanalíticos.

Los mecanismos de defensa también han sido sometidos a escáner cerebral, los resultados
nuevamente pude ser interpretados de una manera que validan la idea Freudiana, pero a su vez
pueden ser usados de manera contraria, por ello este “versus”, pensándolo psicoanalíticamente
quizá esta manera contraria de usarlos también sería una forma de negación, al final un mecanismo
de defensa. También encontraremos correlatos a los sueños, la estructura del aparato psíquico y sus
tres divisiones: Id, Ego y Super Ego (Freud, S. 1993) como partes de la personalidad, el desarrollo y
la maduración de la personalidad, los instintos y las pulsiones, y la psicopatología.

Al final concluimos en que sí existe la base neurocientífica del psicoanálisis, desde nuestra
perspectiva el “versus” se va más para el lado de la validez, nos llevan a un reduccionismo entre
ambas ciencias: el psicoanálisis y las neurociencias lo que significaría un punto de apoyo a
continuar develando los velos del ser humano y su mundo social.

CONTENIDO
Freud inició este camino largo para encontrar las bases neurocientíficas del psicoanálisis, en 1895
cuando hizo el proyecto no publicado “Proyecto de una psicología para neurólogos” (Freud, S.
2010) donde intentó darle un sentido científico a las ideas psicológicas que ya planteaba, pero era
obvio que no las encontraría en esos tiempos del siglo XIX, por lo que abandonó el proyecto. Se
conoce que la profesión de Freud era médico-neurólogo, aunque sus estudios nos dicen que se
pegaban más hacia un modelo psicofisiológico; el tiempo que pasó en el hospital de Viena y sus
estudios con Charcot en Paris, Breuer en Viena; reforzaron su interés en la mente humana y cómo
tratar sus problemas, por lo que el enfoque y sus conocimientos neurocientíficos formaron una base
importante para que sus ideas se edifiquen de alguna manera en base a circuitos cerebrales, química
cerebral y organización estructural.

Freud quería que sus teorías fueran aceptadas, pero recibió una gran tormenta de críticas y ganó una
lista grande de detractores del mundo científico a todas sus publicaciones y sobre todo a la primera:
“La interpretación de los sueños” (Freud, S. 1993) donde aparecen conceptos que alertaron a toda
la sociedad de entonces como los conceptos de inconsciente, consciente y represión. Él buscó una
forma de poder acallar esas voces de críticas a través de ese proyecto no publicado y como lo
mencionó “desaparecerían (las críticas) con seguridad si en lugar de los términos psicológicos
podríamos emplear fisiológicos y los químicos” (Freud, S. 2010). Esto como sabemos no se puedo
lograr en los tiempos de Freud. Entonces empecemos a revisar y a confrontar al psicoanálisis y a las
neurociencias, esperando poder desaparecer las críticas que recibió Freud.

Inconsciente vs huella, consciente vs plasticidad, la memoria.

Kandel (Kandel, 2001) y su estudio en el fenómeno de la memoria, parte de esta investigación


significo ganar el premio Nobel de fisiología o medicina del año 2000. Deja una propuesta
definitiva entre la biología y el psicoanálisis, además de mostrarnos la dirección hacia donde deben
ir ambos para la revitalización de todo lo dejado por Freud. De esta manera nos ayuda a ver al ser
humano y su mente no como algo económicamente rentable sino como una base para entender el
aparato psíquico y posiblemente cómo poder tratarlo; algo que él refiere como deshumanización de
la mente, para Kandel esta es la mejor forma, sino la única forma de entendernos.

La huella y la plasticidad (Ansermet, F. & Magistretti, P., 2006) son conceptos que pueden
desprenderse de los estudios de Kandel y que al demostrarlos pueden relacionarse a los conceptos
de la maduración del ser humano social, de las influencias del ambiente sobre los genes y de cómo
una huella de memoria puede alterar los químicos de interacción de los genes en un individuo lo
que conlleva a que la expresión genética del individuo cambie, todo esto gracias a la huella y
plasticidad causada por las experiencias de su vida. A toda esta explicación del funcionamiento de la
memoria podríamos asociar incluso los conceptos tan complicados del psicoanálisis como
inconsciente, desarrollo y maduración del aparato psíquico, y la psicopatología. De esta manera los
circuitos de la memoria representan entonces una vía para que nuestra mente funcione saludable y
este correctamente conectada y socializada. Las representaciones en la memoria determinan lo que
hacemos en nuestro medio ambiente, estas representaciones son las huellas que vamos grabando a
lo largo de nuestra vida y que inicialmente se situarán como el eje principal de nuestros
comportamientos durante ese instante, pero que mientras crecemos y maduramos se convertirán en
huellas que tendrán que estar sin acceso al momento actual presente para darnos salud. Por tanto
nuestras huellas pasadas quedarían sin acceso para dejar paso a las huellas actuales necesarias para
la cubrir las demandas del siguiente paso hacia nuestra madurez cerebral completa. Esto nos suena
muy conocido, claro, las huellas son las representaciones que según el psicoanálisis vamos
guardando en nuestra infancia que forman parte de nuestro inconsciente, las cuales tiene una
asociación importante relacionada al aspecto emocional y somático, es decir cada huella
inconsciente se quedaría grabada solo si ha tenido un evento emotivo y somático importante. Esto
significa entonces que cada representación o huella es un tipo de comportamiento emocional
impactante grabado en nuestro inconsciente. El hipocampo en la subcorteza se encarga de guardar
esta información inconsciente que es muy importante para guiarnos emocionalmente ya que nos
permitirán evaluar y qué hacer frente a diversas situaciones; pero a su vez el hipocampo también se
encarga de relegar o inhibir ciertas huellas que podrían causarnos una respuesta emocional y
somática muy dolorosa o patológica que complicarían nuestra adaptación y nuestra salud mental,
por lo que el hipocampo evita usar esa huella bloqueándola, dejándola sin conexión a nivel
consciente por lo que quedaría sepultada en los confines de nuestra zona sin acceso o sea el
inconsciente. La idea principal se puede centrar en que el hipocampo con sus circuitos de memoria
a corto plazo y a largo plazo hacen que nuestro aparato psíquico tenga dos niveles uno consciente y
otro inconsciente.

Kandel fue más allá cuando postula hasta 8 áreas donde el psicoanálisis puede unirse a la biología
(Alonso del Campo, U. & Brettini, M., 2000), la unión radicaría en conocer el cortex prefrontal y su
importante funcionamiento y su maduración estructural para el dinamismo del aparato psíquico
humano, es pues el cortex prefrontal el gran controlador, regulador y ejecutor del hombre social,
esta estructura ejerce un control de la información, un control de las huellas de memoria en todas
sus modalidades: sensoriales, motoras, de asociación y emocionales sobre todo. Este control del
cortex prefrontal significa la creación de circuitos cerebrales para ejercer una forma de supremacía
de la mente humana, controlando su energía, su química y su organismo. La corteza prefrontal
entonces maneja los hilos de la conciencia y de lo que sería el principal estrato del aparato psíquico
freudiano el consciente. Todas las funciones de este estrato como son el control emocional,
cognitivo y conductual al hacer conexiones a través de las vías órbito-cíngulo-límbicas que
permiten el razonamiento de las emociones. Es que nuestro encéfalo tiene una gran energía
emocional o pulsional si le preguntan al psicoanálisis que nos llevan a tener que regularlas antes de
salir a posicionarse en el mundo externo, ya que sin regulación la socialización estaría en juego.
Este proceso de regulación por parte de la corteza prefrontal tiene mucha similitud con los
conceptos de mecanismos defensa del Yo (Freud, A. 1980), en este caso específico con la
racionalización sería más acorde para este circuito, un punto a favor del lado Freudiano, lo que
revisaremos a continuación.

Los mecanismos de defensa.

La corteza prefrontal y sus circuitos podrían ser el sustrato anátomo-funcional de los mecanismos
de defensa psicoanalíticos. Algunos estudios adicionales a los que hizo Kandel sobre cómo se
maneja la información en los circuitos de la memoria y cómo existen huellas a las que no tenemos
acceso a nivel consciente, serían la base neurocientífica de lo que Freud menciona como la
represión. Anderson (Anderson, S., Bechara, A., Damasio, H., Tranel, D., & Damasio, A., 1999)
encontró a través de técnicas de neuroimagen funcional los circuitos cerebrales bloqueados e
inhibidos, para no tener acceso a recuerdos indeseados de nuestra memoria en el estado consciente.
A este circuito lo llamaron “pensar/no pensar”, una mayor actividad demostrada en la neuroimagen
en la corteza prefrontal dorsolateral y menor en el hipocampo, incluso reconociendo las dos áreas
del hipocampo en los dos hemisferios como responsables y sus conexiones con la corteza insular
posterior y el cuneus bilateral demostraban que este circuito se encarga de evitar la evocación de
eventos desagradables para nosotros, eventos que se almacenan en las profundidades del iceberg de
nuestra estructura de personalidad según Freud, a esto él lo llamó la represión, este mecanismo de
defensa reprime en palabras nuestras bloquea e inhibe a nivel cortico-subcortical las memorias
inconscientes. Recordemos que el primer mecanismo de defensa citado por el psicoanálisis fue la
represión y es el gran responsable de los niveles conscientes e inconscientes del aparato psíquico.

Los estudios en cerebros escindidos (Gazzaniga, 1988) son claramente un ejemplo de cómo se
aíslan las representaciones emocionales dolorosas, la separación de funciones de ambos hemisferios
cerebrales por una desconexión del cuerpo calloso, cortan el circuito que conecta dichas emociones
con el nivel consciente del cortex prefrontal izquierdo (Dawson, 1994), lo que demuestra que el
cerebro humano tiene circuitos para el mecanismo de defensa de la represión, es una represión
cerebral.

Sobre los otros mecanismos de defensas que tiene nuestra psique, podríamos identificar sus
circuitos con mayor facilidad, debido a su relación con las funciones del cortex prefrontal, al
funcionamiento de la cognición y la capacidad de razonar. Por ejemplo buscar explicaciones a
eventos que vemos o vivimos se conoce en psicoanálisis como el mecanismos de defensa de
racionalización. Hay experiencias que permiten reconocer el circuito cerebral de dar explicaciones
o racionalizar, ya es conocido que se hace uso de la corteza prefrontal dorsal izquierda (Dawson,
1994) al encontrar justificaciones a algo. Paniagua menciona que el cerebro dividido o escindido
puede cumplir funciones aisladas de racionalización, por lo que el hemisferio izquierdo al no estar
enterado de lo que ocurre en el medio externo, no se conforma con un “no se” sino muy por el
contrario logra dar explicaciones que no tienen nada que ver con lo ocurrido, visto de esta forma el
cerebro prefrontal dorsal izquierdo siempre busca razonar acerca de lo que hacemos incluso así no
tenga idea de lo que ha sucedido; a pesar de que esto puede verse como una falla, de hecho no lo
es, ya que es de vital importancia el poder racionalizar para la adaptación del ser humano en su
sociedad, sino pongámonos a pensar que pasaría si no racionalizaríamos todo, diríamos las cosas tal
cual suceden y esto llevaría a tener muchos conflictos con los demás.

Finalmente en el aspecto de los mecanismos de defensa podemos analizar a la sublimación (Freud,


A.,1980). Es una forma en que el YO logra depositar los instintos o pulsiones hacia una actividad
que no tiene relación con el mismo instinto, es decir utiliza la energía del instinto para buscar su
satisfacción pero lo hace con un comportamiento adaptativo. Por ejemplo un niño que busca el
afecto (instinto y pulsión sexual) de la maestra puede dedicarse a esforzarse mucho en el deporte
para que ella lo resalte, al ver respuesta afectiva en ella, él deposita energía del instinto y la pulsión
en esa actividad lo que llevaría a que se vuelva un especialista en ello y tener un comportamiento
adaptado. El cortex prefrontal se encarga de los procesos cognitivos entre ellos los que han
permitido al ser humano ser un ser social, permitió crea un sistema social, basado en leyes, reglas,
normas y constructos sociales como son los valores morales y religiosos, estos parten de
representaciones de ambos hemisferios cada uno con un tipo diferente de representación, el
izquierdo a través de su cognición verbal y textual, es el intérprete (Gazzaniga, M. 1998) ; el
derecho con el aspecto emotivo, libre. Ambos crean texto y contexto de las representaciones y al
final permiten que estructuremos nuestro mundo y como manifestarnos en el. Cada representación
considerada como un constructo más complejo puede ser entendida como una forma de sublimar la
energía pulsional, es decir al inicio cuando bebés somos todo instinto pero poco a poco construimos
comportamientos para ser gratificados o darle satisfacción a nuestros instintos, y creamos
comportamientos adaptados. Entonces por ejemplo una de las sublimaciones más importantes del
ser humano sería el “amor” en la sociedad, este que lleva a formar una familia, núcleo de la
sociedad humana. Podemos ampliar un poco, el amor usa el instinto y la pulsión sexual, esta pulsión
al no alcanzar una satisfacción en este mundo social busca de una forma adaptativa para llegar a la
satisfacción y lograr el equilibrio, para ello asume diversos comportamientos, información social
que le permitirán lograr su liberación. Es el cortex prefrontal que se encarga de encontrar la forma
adaptativa y realizar la sublimación.

Sueño, ensueño y su objetivo.

Bien, con respecto al sueño, La Interpretación de los Sueños (Freud, S. 1993) fue la obra suprema
del psicoanálisis Freudiano, en ella además de explicar una técnica de cómo llegar al inconsciente y
tratar a un paciente a través de las asociaciones libres, se da el lanzamiento de una teoría acerca de
la mente humana. Freud menciona “todo sueño aparece como un producto psíquico provisto de
sentido al que cabe asignar un puesto determinado dentro del ajetreo anímico de la vigilia.
Intentaré aclarar los procesos que dan al sueño el carácter de algo ajeno e irreconocible, y desde
ellos me remontaré a la naturaleza de las fuerzas psíquicas de cuya acción conjugada o contraria
nace el sueño”. El tener la idea del sueño como la de un producto psíquico con sentido, con una
razón, es la posibilidad que tenía el inconsciente de superar un conflicto resultante de una represión
durante la vigilia, por tanto los sueños producirían una gran cantidad de representaciones
inconscientes durante el estado de sueño en el momento justo cuando las defensas del conscientes
bajaban y entramos en la inconsciencia, estas representaciones buscarán superar el conflicto pero no
de una manera lógica ni racional. Por el contrario estas colindan con los más profundos e irreales de
las representaciones de nuestro mundo externos e interno, estas son pues: nuestras emociones,
memorias, instintos, pulsiones, fantasías, temores, deseos, etc. Ahí en ese mundo de la inconsciencia
nos dice Freud es que superaremos el conflicto de nuestra mente. Visto esto pasemos al terreno de
las neurociencias y comparemos. El sueño es considerado el estado inconsciente del sistema
nervioso, en este estado todo sistema se encuentra en nivel bajo de actividad cerebral en la mayor
parte del tiempo, en otras la actividad cerebral puede elevarse y representar un funcionamiento
cortical importante, pero en ambas la respuesta física del cuerpo se encuentra en descanso y estamos
en la inconsciencia.
El sueño según el tipo de esta actividad nerviosa se clasifica en dos: el sueño REM (Pinel, 2009) de
movimiento ocular rápido (por las siglas en inglés rapid eye movement), también conocido como
sueño “paradójico” debido a que en este estado tenemos una activación cerebral muy elevada en
ondas cerebrales tan igual o más que durante el estado vigil. La paradoja recaen en la idea de tener
un cerebro despierto pero sumido en la inconsciencia. El otro tipo es el sueño NO REM o de no
movimiento ocular rápido, este que incluye hasta 4 fases, entre las cuales aparece el conocido sueño
profundo donde las ondas cerebrales decaen en sus niveles más bajos, igualmente decae el
funcionamiento de la mayoría de los órganos del cuerpo. Las funciones del sueño están actualmente
relacionadas a muchos aspectos del funcionamiento cognitivo del ser humano, Pinel (2009)
menciona al sueño como básico para la consolidación de la memoria, refiere que es en este estado,
particularmente en el sueño REM cuando empezamos a ensoñar inconscientemente y tenemos una
suerte de repeticiones de la información que hemos ingresado durante el estado vigil, estas se
conectarán con en el hipocampo lo que permitirán que estas representaciones se impriman a largo
plazo, es decir se consoliden, este proceso es ideal para lograr el aprendizaje. Sucede que la
información que ingresamos en el estado vigil puede alcanzar según el grado de asociación al
funcionamiento emocional un estado previo a la consolidación de la información. La consolidación,
debido a muchos factores relacionados al uso del estado consciente y su censura no puede hacer la
consolidación en esos momentos, por lo que al entrar en sueño, en la inconsciencia, tenemos una
acceso a dichas representaciones, en ese momento la censura es menor y permite compartir las
representaciones en todo el cerebro y con el hipocampo, de esa manera sí podemos llegar a
consolidar la información. Así llegamos al aprendizaje. Como vemos el uso de la información
inconsciente resulta como una forma de superar un problema que no se soluciona en el estado
consciente, además de eso, resulta claro que durante el sueño REM donde ocurren las
representaciones oníricas con mayor intensidad es cuando nuestra corteza cerebral trabaja más
conectándose a niveles subcorticales, con el hipocampo. El estado de sueño o inconsciencia tanto
REM como NO REM persiguen el equilibrio y le dan descanso a la gran activación de la vigilia. Al
final el sueño permite la consolidación de la información y el equilibrio emocional, lo dice el
psicoanálisis lo dicen las neurociencias.

La personalidad: desarrollo y madurez del aparato psíquico.

Entremos ahora al terreno de la teoría de la personalidad, del aparato psíquico según el


Psicoanálisis. Formada por tres divisiones el Id, Ego y super Ego (Freud, S. 1978 ). Para analizar y
comparar esta teoría de personalidad revisaremos lo estudiado y publicado por el Dr. Pedro Ortiz
Cabanillas (1994) con el punto de vista neurocientífico del sistema de personalidad del individuo,
vamos a relacionar el desarrollo, la estructura de la personalidad y psicopatología.

Ortiz menciona que la personalidad se estructura según la información social, esto es algo que
también menciona el psicoanálisis cuando se refiere que la búsqueda de satisfacciones a las
pulsiones llevan al individuo a fijar la pulsión en el objeto externo a él (información social),
creando una relación objetal (relación social), de esta relación y relaciones el ser humano va
madurando y formando su aparato psíquico, su personalidad. La forma de relacionarse con el medio
social y que permite la estructuración de la personalidad del ser humano, se pueda dar gracias que
podemos modificar nuestras redes neuronales por influencia del medio social. Esto debido a nuestra
capacidad de “neuroplasticidad”.

Son dos los procesos que influencian el desarrollo y la maduración de la personalidad, estos son los
procesos epigenéticos y sociocinéticos (Ortiz, 1994) que forman la personalidad del individuo en su
sociedad durante su historia de vida. Durante el proceso epigenético la influencia social es a un
nivel casi en su totalidad de orden genético. Lo que indica que empieza desde el momento “0” de
inicio de la vida, desde la fecundación en adelante los cambios a niveles celulares, luego tisulares
que se van formando durante la gestación, desde ahí ya estamos formando estructuras encefálica de
nuestra personalidad. Luego en la primera infancia una vez que el individuo puede tener una pre-
independencia en su entorno social, es decir ya puede interactuar en su medio externo y esta
interacción lo llevan a continuar desarrollando las estructuras encefálicas responsables de la
personalidad, en ese momento el proceso es el sociocinético. Este último proceso llevará a que la
personalidad madure sus circuitos y estructure la personalidad del individuo, según Ortiz esto
sucederá en la adolescencia. Aproximadamente entre el término de la adolescencia y en la juventud
se alcanzará la madurez completa de la personalidad, cabe mencionar que las últimas zonas en
manifestar madurez son las del cortex prefrontal, esta zona cerebral una vez madura regula,
controla y ejecuta todo el funcionamiento consciente del ser humano y que le permite usar un
sistema de personalidad y tener lo que muchos llaman un libre albedrio de su funcionamiento
cognitivo.

La influencia social moldea entonces el cerebro humano esto es neuroplasticidad, y es donde


también las neurociencias y el psicoanálisis concuerdan. El psicoanálisis lo dice y no solo Freud, ya
que también lo ha encontrado Regina Pally (2001). El ambiente nos crea, nos modifica y nos
establece anátomo-funcionalmente. Pally en diversos estudios reconoció estas relaciones cuando
menciona que el desarrollo cerebral depende de la experiencia adquirida y de sus sentimientos de
apego en la infancia. La neuroplasticidad se sabe está en todo nivel y es influenciada por el
ambiente. La influencia ambiental modifica y estimulan el crecimiento de dendritas para crear
circuitos cognitivos, entrelazando todos los sistemas cortical, límbico y autónomo por las
experiencias del vida (Abdala, 2002) y esto nos libera del determinismo genético (Andreasen,
2001). Así como menciona Freud las tres partes del aparato psíquico (Freud, S.,1978) Ello, Super
Yo y Yo; Ortiz (1997) también habla de tres estructuras que se activan evolutivamente para lograr
la madurez completa de la personalidad estas son: el temperamento, el intelecto y el carácter, cada
una de estas estructuras implica un factor de la personalidad, el dinamismo de estos factores sería la
dinámica del aparato psíquico, tan igual como en el psicoanálisis. El Ello es la parte más profunda
del aparato psíquico, donde se encuentran las pulsiones inconscientes, las que nos permiten vivir y a
su vez que nos llevan a la agresión o autodestrucción, el Ello representa la herencia y todo lo innato
carente de lógica y organización, solo permite la satisfacción de necesidades pulsionales, solo
quiere satisfacerse y lograr superar el castigo que le puede causar las necesidades sexuales, de
hambre, de agresión. El vínculo materno representa entonces lo primordial y es con el cual
empiezan las relaciones para satisfacer el Ello, luego pasaría a distintos niveles de maduración
psíquica que permitirán al individuo a usar la energía pulsional para su adaptación al medio social.
Comparando estas características del Ello, a la formación del temperamento de Ortiz, tienen
muchos puntos en común como por ejemplo, que viene de un factor herencia y que se encuentra en
las profundidades del circuito de la personalidad, en las profundidades del encéfalo, esta en las
zonas subcorticales. La primera estructura en activarse son pequeños núcleos en el hipotálamo que
permiten activar la vida de una manera inconsciente. A esta etapa se le denomina afectivo-emotiva
porque en ella se desarrollan las emociones y los afectos con el medio externo. Estas emociones y
afectos primero maduran de manera inconsciente por la activación únicamente de las zonas
subcorticales (sistema límbico) en los primeros meses de vida (apego-vínculo materno) y luego al
conectarse con la corteza cerebral (lóbulos temporales) se eleva a un nivel ligeramente consciente
las emociones. Acá el individuo será capaz de tener conocimiento de lo que siente y puede
expresarse ejecutando dichas emociones, antes era todo de instintos para mantenerse vivo y seguir
creciendo como cuando lloraba para ser alimentado por su madre. Esta etapa es importante para los
primeros vínculos o relaciones emocionales y la maduración de estas estructuras todo depende de
cómo es atendido el infante por su madre o sus cuidadores, si lo atienden produciendo traumas estas
zonas conectaran disfuncionalmente y se quedarán inmaduras lo que llevaría a tener emociones
instintivas poco controladas, terminando en una psicopatología en la juventud y adultez, esto de los
traumas también es la misma explicación que da el psicoanálisis acerca de la aparición de una
psicopatología.
Luego de la aparición del temperamento, le continuaría el intelecto etapa donde las conexiones
posteriores de la corteza cerebral ganan nuevos circuitos y van a formar nuestro mundo externo en
la corteza cerebral, llenándolo de representaciones, asociándolas a la información social que
recibimos. Acá se forman los valores personales, morales, sociales, religiosos y todos los que
formará parte de un sistema encargado para la adaptación social actual y futura. Esto ocurre en la
niñez y en la pubertad. La conciencia moral diría Freud, el Super Yo. Consecuencia de la interacción
con la figura de autoridad, la del padre.

La finalización y la madurez del circuito cerebral de la personalidad se alcanzan cuando las


conexiones y estructuras de la corteza prefrontal terminan por mielinizarse. Ortiz (1996) llamó a
esta última etapa “carácter” en la cual una de sus características es la mielinización completa del
circuito cortex prefrontal y sus conexiones con la sub corteza, o sea con las áreas límbicas, donde la
amígdala es la estructura activadora de las emociones pre-conscientes. Esta etapa se da durante la
adolescencia y en algunos en la juventud, el sistema maduro tanto en estructura y funcionamiento
pasará a tomar el control total del estado consciente de la corteza cerebral. El carácter es conocido
como el estado conativo-volitivo, además de completar la superioridad de todos los procesos
cognitivos, la personalidad logra tener un estrato que se gobierna por su interacción con el medio
social. El carácter actúa sobre todo el funcionamiento cerebral y lo domina a voluntad, a eso se
refiere cuando se habla del funcionamiento consciente del individuo. Por el lado psicoanalítico es el
Yo quien gobierna los hilos de la personalidad y actúa por propia voluntad bajo el llamado principio
de la realidad. El Yo de Freud es entonces el carácter de Ortiz.

Por todo esto podríamos fácilmente ilustrarnos y pensar en ubicar cada parte del aparato psíquico
psicoanalítico en el encéfalo, poniéndonos en ese plan tendríamos algo parecido a esto:
Un poco difícil, claro está, no podemos localizar circuitos funcionales de manera perfecta pero
hablando de funciones de una manera más amplia es una buena aproximación.

Psicopatología.

¿Cómo el psicoanálisis y las neurociencias pueden explicar la psicopatología?. Diversos estudios


con neuroimágenes han demostrado los circuitos afectados en algunos trastornos mentales.
Amoruso (2010) en una perspectiva neurocientífica de la histeria y Donoli (2010) en su estudio
del desarrollo post natal y esquizofrenia ambas investigaciones ponen de manifiesto las teorías
psicoanalíticas y su sustento físico-químico.

Veamos acerca de la histeria. Lo que para Freud significó una prueba a su tratamiento
psicoanalítico, cuando a través de su terapia psicoanalítica curó una parálisis histérica a una
paciente; para otros no fue así ya que sin pruebas científicas de por medio quedaba en el aire. Pero
las neurociencias han intervenido para comprobar si el tratamiento de Freud realmente curó, y si
realmente su teoría de las causas de la histeria tiene base neurocientífica. Amoruso sometió a iRMf
personas con los síntomas de la histeria específicamente los conversivos, los de parálisis motora sin
daño cerebral. Freud mencionaba que el conflicto sexual inconsciente llevaría de alguna forma a la
parálisis y a somatizaciones en el individuo histérico, y que al traer el conflicto sexual al nivel
consciente y tratarlo con terapia curaría el síntoma paralítico. Se pudo analizar primero los circuitos
que activan el movimiento en sujetos sanos estos son: la corteza prefrontal dorso lateral (CPFDL) la
cual envía la orden del movimiento hacia las zonas pre centrales motoras para la ejecución del
movimiento; en cambio cuando observaron en las personas con histeria y su parálisis motora, la
activación se daba también primero en la CPFDL que envía la orden, pero a diferencia del circuito
sano a continuación se activan otras zonas que harían un bloqueo de la orden del movimiento, estas
zonas eran la de la corteza pre frontal orbital (CPFOF), la corteza cingulada anterior (CCA), la
corteza de la ínsula y áreas límbicas como el hipocampo. Al activarse estas áreas la corteza pre-
central motora no recibía la orden del movimiento, por lo que el movimiento no se realizaba, estaba
con parálisis; cabe mencionar que esas áreas que bloquean la orden como la CPFOF, CCA, la ínsula
y las límbicas tienen funciones de activar las emociones a niveles inconscientes y preconscientes.
Por tanto la hipótesis a considerar es que una serie de recuerdos emocionales indeseados en estas
áreas serían los responsables de la inhibición motora, es la misma hipótesis que tiene el
psicoanálisis, obviamente lo hizo hace más de cien años antes y sin neuroimagen.

Donoli (2010), plantea como una de las causas de la esquizofrenia al trauma post natal, estos
traumas infantiles evitarían la maduración de las estructuras responsables de la regulación
emocional y conductual del sistema de personalidad, y que los síntomas de la esquizofrenia se
presentarían al finalizar la adolescencia debido a que en ese momento el circuito de personalidad se
activa completamente. Estos eventos formativos de la personalidad a través del ambiente los hemos
tocado en líneas anteriores y también hemos comprobado su relación entre las neurociencias y el
psicoanálisis. Son las zonas de la sub corteza: sistema límbico, las primeras en la activación y
estructuración del sistema de personalidad, esta primera activación es en la formación del
temperamento inconsciente (Ortiz, 1994), debido a los traumas y conflictos en las relaciones
afectivas materno infantiles, durante el establecimiento del apego (Pally, 2001), este trauma,
perjudicaría primero funcionalmente y luego estructuralmente el cerebro. Lo que causaría que las
zonas límbicas: emotivo-afectivas inconscientes queden inmaduras y descontroladas, esto llevaría a
un individuo a desarrollar la esquizofrenia cuando sea adulto. Freud hace más de un siglo mencionó
que la enfermedad mental son símbolos de conflicto psíquico reprimido de origen infantil. Como
vemos Donoli ha encontrado la misma respuesta. Por otro lado Schore (1994) asegura que existe un
periodo crítico entre los seis y doce meses para el desarrollo de circuitos pre frontales que regulan
los estados afectivos y su expresión, para que esta regulación se desarrolle normalmente es
importante la interacción del bebé con la madre, el contacto materno infantil, es decir el apego que
Pally ya ha mencionado como responsable de la maduración cerebral. Esta relación de apego
promueve el crecimiento de los axones dopaminérgicos desde el giro del cíngulo del sistema
límbico hasta el cortex prefrontal.

Psicoterapia.

Finalmente la psicoterapia también puede ser considerada en este “versus”. A la actualidad los
conceptos de psicoterapia y plasticidad están unidos para explicar cómo se logra el éxito
psicológico en pacientes. Gabbard (2000) ve a la psicoterapia como una forma de aprendizaje, que
producirá cambios en la expresión genética y sinápticas. La activación del cortex pre frontal a través
de la psicoterapia y su neuroplasticidad representan el cambio de una personalidad patológica a una
sana. La psicoterapia ingresa al cortex prefrontal por medio de la comunicación, usando el lenguaje
que es de un nivel cognitivo alto, mediante la palabra para producir el cambio y superar el trastorno.
El tratamiento mediante la palabra, usando cualquiera de los modelos psicoterapéuticos luego de
varias sesiones modifica los circuitos cerebrales que causan la psicopatología. Esto fue comprobado
por Paniagua (2004) que usando neuroimagen funcional con Tomografía por emisión de positrones
(PET) observó que pacientes con depresión y sin fármaco terapia lograron cambiar sus niveles de
captación normal de serotonina en la corteza órbito frontal, lo que hizo que mejoraran su estado de
ánimo y superen la depresión.

La psicoterapia cambia los sistemas cerebrales superiores como el aprendizaje, memoria y emoción,
el cerebro llega a aprender nuevas formas de responder y adaptarse lo que significa que puede
curarse.

CONCLUSIONES

- La comprensión del funcionamiento de la memoria por Kandel ha sido una confirmación


estructural-fisiológica a lo que se hablaba sobre lo inconsciente y consciente, sus conceptos de
huella y plasticidad dan a entender la existencia de los circuitos cerebrales que nos permiten
manejar la información cognitiva presente, la que nos permite permanecer en el nuestra realidad
social. Es decir cómo podemos tener información nueva cada día y poder relacionarla con la
información guardada en nuestro pasado. También cómo no usar una información que es
innecesaria para el estado presente, ya que usar una información de ese tipo resultaría dañina o
alteraría el funcionamiento saludable socialmente, por ejemplo el porqué mi cerebro no debe
conectarse a mis traumas infantiles.
- Los mecanismos de defensa, después de lo de Kandel resultan fáciles de entender cómo funcionan,
por ejemplo la represión el principal mecanismo de defensa del estado consciente, trabaja a nivel
inhibir deseos o instintos. La memoria también lleva a darnos cuenta que tenemos que inhibir o sea
reprimir información que nos pueda afectar, como los traumas. Los otros mecanismos son
entendibles comprendiendo y analizando como funcionamos a nivel consciente, en el cortex
prefrontal. La racionalización tiene circuitos en el cortex prefrontal dorsal izquierdo, funciona a
diario, por ejemplo cada vez que mentimos o inventamos sobre algo activamos nuestra
racionalización ya que inhibimos información y solo elegimos la información correcta y necesaria
para estar bien socializados.
- El sueño es un producto psíquico de la vigilia y de las fuerzas psíquicas internas, busca dos
objetivos comprobados neurocientíficamente y psicoanalíticamente, el primero dar estabilidad
emocional al individuo, debido al estrés de la vigilia, el sueño funciona como un equilibrio para el
estado consciente. Segundo consolida la información ayudando así al proceso de aprendizaje en el
desarrollo del sistema nervioso central, una de esas formas es rememorar lo vivido durante el estado
vigil y conectarlo a otros procesos cognitivos del cortex prefrontal logrando una imaginería llena de
información pasada, nueva y fantasiosa como creativa, al final ese es el producto llamado ensueño.
- En los temas de personalidad es donde más pueden coincidir el psicoanálisis y las neurociencias,
tanto Ortiz, Freud, Pally y Andreasen demostraron cómo el medio ambiente y su información social
forman, modifican y reprograman todos los circuitos cerebrales del aparato psíquico humano tan
igual como en el psicoanálisis. También coinciden en los factores de personalidad, ambas teorías
nos hablan de tres, tanto a nivel neurocientífico como psicoanalítico, los cuales se identifican
claramente en el temperamento como el Ello, donde se entretejen los hilos de las emociones
instintivas, preconscientes y pulsionales, los primeros afectos creados por el apego que darán la
base emocional de todo el sistema de personalidad. El segundo factor o estrato del aparato psíquico
humano: el intelecto es como el Super Yo, donde toda la información del medio social como
regulador del comportamiento, mantiene el uso de modelos sociales como pre selectivos de lo que
debemos hacer y que no, de cómo actuar a nivel social. Finalmente el carácter es el Yo, el regido
por el principio de la realidad, la estructura más consciente, la que se conecta el medio social a
través del uso de la percepción y todos los procesos cognitivos, gobierna el aparato psíquico maduro
y le da estabilidad a los tres factores.
- Algunas de las causas para diversas psicopatologías se pueden encontrar comprendiendo el
psicoanálisis, ahora con las neurociencias se nos permite clarificar lo que sucede para que se
modifiquen los circuitos cerebrales de una personalidad y se torne patológica. La visión mediante
escáner cerebral de lo que pasa en los casos de los síndromes conversivos o del trastorno histriónico
de la personalidad, específicamente en las parálisis, repite de alguna manera lo que Freud ya
mencionaba hace mucho tiempo la causa no orgánica pero si funcional en el bloqueo del
movimiento en la corteza prefrontal orbital, cingulada anterior y de áreas límbicas. Por otro lado en
el caso de la esquizofrenia o de las psicosis las causas claramente se encuentran en los traumas en el
de desarrollo de un cerebro y en la formación de su aparato psíquico a niveles funcionales y
estructurales. Los traumas infantiles tal cual el psicoanálisis lo explicó, esto se da en relación del
trauma y la inmadurez de las zonas límbicas.
- Comprobada la modificación sináptica a través de la psicoterapia, no solo psicoanalítica, sino de
todas las psicoterapias existentes, vale de todas maneras indicar que el método para que la
psicoterapia tenga forma de modificar los circuitos cerebrales de la psicopatología es usar el
lenguaje y a través del lenguaje llegar a los procesos cognitivos el cortex prefrontal y crear nuevos
circuitos y mejorar los síntomas de la psicopatología. El psicoanálisis es el que más se acerca a
modificar las psicopatologías y sus procesos cerebrales.
- En definitiva, los continuos hallazgos de las neurociencias mediante sus diversas técnicas de
neuroimagen han llegado a confrontarse y a tener muchos “versus” con el psicoanálisis y la
psicología en sí, lo que nos deja claramente que lo que se llega a encontrar, corrobora lo dicho por
nuestras teorías y van construyendo sino una nueva disciplina neurocientífica, sí un nuevo campo de
investigación a desarrollar.

REFERENCIAS

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Jersey.

NOTAS ACERCA DEL AUTOR

CARLOS FERNANDO GARCIA GODOS SALAZAR

(a)Trabaja en el programa de educación inclusiva de la Policía Nacional del Perú con 12 años de
experiencia en neuropsicología infantil y de la niñez.

Catedrático en el área de neurociencias de la UIGV desde el 2006, docente investigador en el área


de neurociencia cognitiva.

(b) Fondos de investigación y apoyo económico: propio, de casuística e infraestructura servicio de


apoyo y asesoramiento para la atención de las necesidades educativas especiales (SAANEE PNP).

(c) Grado de Magister y Licenciado en psicología del niño y adolescente en la UIGV, Especialista
en Neurociencias – Neuropedagogía en CEREBRUM, Neuropsicología en IRIEE.

(d) email: fernandogarciagodos@hotmail.com

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