Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Número 36
XXI.
3 €. S i g l o
PRESIDENTE DE HONOR
Teatro a la carta
Antonio Buero Vallejo JESÚS CAMPOS GARCÍA
PRESIDENTE
4. Escribir teatro en tiempos de guerra
Jesús Campos García
MOTTI LERNER
VICEPRESIDENTE
Domingo Miras Molina 11. El río
SECRETARIO GENERAL MARCO ANTONIO DE LA PARRA
Santiago Martín Bermúdez
TESORERO 14. ¿Por qué escribo teatro?
José Manuel Arias Acedo SABINA BERMAN
VOCALES
Fernando Almena Santiago 16. ¿Por qué escribo teatro hoy?
Ignacio Amestoy Eguiguren EDUARDO ROVNER
María Jesús Bajo Martínez
David Barbero Pérez 20. De aquí y de allá
Poli Calle Soriano SELECCIÓN DE MIGUEL SIGNES
Ignacio del Moral Ituarte
Salvador Enríquez Muñoz 22. Entrevista
Miguel Murillo Gómez
Paloma Pedrero Díaz-Caneja
Arístides Vargas
Alfonso Plou Escolá MIGUEL ÁNGEL GIELLA
José Sanchis Sinisterra
Virtudes Serrano García 25. Cuaderno de Bitácora
Miguel Signes Mengual Siempre fiesta
Rodolf Sirera Turó
LUIS GARCÍA-ARAUS, SUSANA SÁNCHEZ Y JAVIER GARCÍA YAGÜE
CONSEJO DE REDACCIÓN
Ignacio Amestoy Eguiguren 29. Libro recomendado
Jesús Campos García
Ignacio del Moral Conversaciones con David Mamet,
Salvador Enríquez de Leslie Kane
Santiago Martín Bermúdez
SANTIAGO MARTÍN BERMÚDEZ
Domingo Miras
Virtudes Serrano 36. Testimonios
Miguel Signes Mengual
EDITA
Guanajuato: las palabras, los maestros
AAT ITZÍAR PASCUAL
DEPÓSITO LEGAL
M-6443-1999
39. Reseñas
ISSN Los impresentables, de Tomás Afán. Por Domingo Miras
1575-9504 José Luis Alonso de Santos. Obra Teatral 1 y 2,
DISEÑO, MAQUETACIÓN E ILUSTRACIONES de José Luis Alonso de Santos. Por Ignacio del Moral
Martín Moreno y Altozano
www.mm-atriana.com 43. El teatro también se lee
IMPRIME La honradez del teatro leído
J. A. C.
JESÚS HERNÁNDEZ LOBATO
PRECIO DEL EJEMPLAR
3€ 44. Dentro de la tierra, de Paco Bezerra,
SUSCRIPCIÓN ESPAÑA (4 NÚMEROS ANUALES)
9€
Premio Nacional de Literatura Dramática
IGNACIO DEL MORAL
OTROS PAÍSES
12 €
REDACCIÓN, SUSCRIPCIÓN Y PUBLICIDAD
C/ Benito Gutiérrez, 27-1.º izq. 28008 Madrid
Tfno.: 915 43 02 71. Fax: 915 49 62 92
E-mail: aat@aat.es
http://www.aat.es
S
(Viene del número anterior.)
TEATRO A LA CARTA
i a día de hoy —con el 9% José, y esa longevidad, unida al hecho de que para
del siglo transcurrido— su práctica resulte imprescindible conocer el oficio
hubiera que inventariar los de dramaturgo, ha dado lugar a que tanto para los
activos de nuestra ficción exquisitos como para los marginales este sea el tea-
escénica, nadie podría decir tro más denostado. Aun así, el pueblo llano, como
Jesús Campos García que esta es reiterativa, cló- no lee las revistas especializadas, sigue disfrutándo-
nica o monocorde, que si lo en su ignorancia.
de algo adolece es de diversa o de falta de canon. Cier- El teatro físico, en cambio, renuncia a las palabras
to que hay capillitas en las que puede darse el ombli- y, aunque subyacen débiles conexiones argumenta-
guismo, pero con una mirada más amplia el paisaje que les, son los impactos —generalmente sonoros y vi-
se observa es muy variopinto e incluso promiscuo, suales— lo que atrapa la atención del espectador.
que nuca se dio tanto mestizaje como el que ha propi- No obstante, la necesidad de que estos efectos se
ciado la posmodernidad. De ahí que las alternativas atengan a un orden previamente establecido evi-
que ofrece el teatro frente a los productos estándar de dencia una estrategia de autor. Por lo general, sue-
las industrias culturales, propicien un ocio más a la me- len ser propuestas festivas que responden a las
dida, más personal y, en consecuencia, menos alienan- demandas de las comisiones de festejos —cabalga-
te. Son las ventajas de la artesanía. Y aunque no faltan tas o «Gigantes y cabezudos» de vanguardia—, lo
intentos de someter la expresión dramática al «canon» que no es óbice para que en no pocas ocasiones sur-
de la rentabilidad, por mucho que el teatro se indus- jan espectáculos de altísimo interés.
trialice, siempre habrá francotiradores que se expre- El teatro pedante no hace distingos entre pala-
sen a su aire y no al dictado. bras e imágenes; de hecho su idiosincrasia no la de-
Tampoco toda diversidad tiene su origen en la ex- termina los medios que utiliza, sino sus fines. Como
presión, no nos engañemos. Nuestros escenarios están es irrelevante que las obras sean cómicas o dramá-
sometidos al mercado y cualquier contenido por el ticas —aunque mejor dramáticas—, lo importante
que un representante pueda cobrar una comisión aca- es que transmitan un sentimiento de excelencia cul-
bará haciéndose hueco en la cartelera: ballets rusos, tural. Tras asistir a su representación, con indepen-
mariachis mejicanos, tambores japoneses… son el dencia de que le guste o no, el espectador debe sentir
ejemplo de una diversidad folclórica que podría aca- que pertenece al grupo de los elegidos. De ahí el in-
bar confundiendo al espectador. Menos obvio es el terés social de este teatro, pues eleva la autoestima
mercadeo festivalero, aunque todo abunde en la tanto de los políticos como de las clases medias.
misma dirección. Por eso hablo de ficción escénica, El teatro multidisciplinar es lo mismo pero con
por acotar el drama frente a los mil negocios que pue- vídeo (y esto vale para todos los apartados). La in-
den llevarse a cabo sobre un escenario. corporación de la videoproyección a un espectáculo
Son muchos los géneros, los estilos, los «ismos» le confiere un grado de modernidad incuestionable
que nutren nuestra escena. Sabidurías antiguas de las —de hecho, en la antigüedad jamás se utilizó—; de
que nos valemos para ser modernos. Y podría utili- ahí la protección y fomento de esta modalidad por
zar ese vademécum para establecer un inventario al las administraciones. A diferencia de los grupos an-
uso, mas voy a permitirme una nomenclatura más teriores, y a la espera de que su uso reiterado acabe
personal para así ser coherente con lo que aquí pro- por generar una demanda, de momento los más in-
pugno, y no transitar por autovías pudiendo hacer- teresados en este tipo de teatro, al que auguro un gran
lo por caminos más intrincados. porvenir, son los fabricantes de videoproyectores.
Dicho con todos los respetos —de hecho yo prac- Huelga decir que esto en ensalada, que es como
tico, más o menos bastardamente, todas las varian- suele servirse, es aún más variado. Las propuestas son
tes—, actualmente conviven en grato contubernio tantas que parece imposible que exista un mecanis-
cuatro grandes teatros: el teatro carpintero, el teatro mo con el que se pueda condicionar el devenir es-
físico, el teatro pedante y el teatro multidisciplinar. cénico. En democracia, digo; al socaire de la libertad.
El teatro carpintero cuenta historias con perso- Aun así, y como no hubo jamás poder que se inhi-
najes, y utiliza las palabras para transmitir las infor- biera en tales cuestiones, sino que, muy al contrario,
maciones siguiendo una estrategia trazada por el siempre trataron de acercar el agua a su molino, con-
autor. La carpintería teatral es anterior incluso a San vendría dedicarle una pensada. (Continuará.)
Foto: Gordon Joseph Weiss, Dan Manning y Jeffrey Ware (en primer plano) en El asesinato de Isaac, de Motti Lerner. Puesta en escena de Irene Lewis. Cencerstage, estreno en América.
ncluso cuando las guerras concluían con ¿Qué es lo que puede hacer un drama-
I
Motti Lerner
acuerdos políticos, en la mayor parte de turgo para que todos seamos más sensatos,
los casos se podría haber alcanzado unos más tolerantes, más comprensivos y sepa-
acuerdos similares antes de que estallaran, y mos perdonar?
desde luego sin ellas. La guerra del Yon Kip-
pur es un buen ejemplo que ilustra esta pa- 1. El dramaturgo tiene que revelar las men-
radoja: a lo largo de 1972 representantes de tiras diseminadas entre nosotros sobre la
Israel y de Egipto mantuvieron un diálogo naturaleza de la guerra. A lo largo de innu-
político en Washington con mediación nor- merables centurias hemos glorificado la
teamericana. El diálogo se interrumpió cuan- guerra y la hemos descrito como ese mo-
do Israel rechazó la petición egipcia de una mento en que se ponen de manifiesto la va-
retirada completa de la península del Sinaí. lentía del hombre, su voluntad de sacrificio
© Gohar Barseghyan
Durante el Yon Kippur de 1973, Egipto y y su obstinación en vencer. Hemos alabado
Siria atacaron Israel, y a pesar de las venta- el espíritu de cuerpo de los luchadores. La
jas de Israel en la guerra, se retiró por com- emoción de la batalla ha sido siempre un
pleto de la península del Sinaí, tal como momento de elevación espiritual que supe-
Egipto había pedido antes de la guerra. Pero ra en todo los momentos banales de nuestra
mientras tanto murieron más de 2.700 sol- vida. El propio Shakespeare enalteció la
dados israelíes y unos 10.000 egipcios. ¿Eran guerra, según vemos en el famoso monólo- La batalla ha sido siempre
necesarias esas muertes? Da la impresión de go de Enrique V (acto IV, escena III):
que no. ¿Se podrían haber evitado? Es evi- un momento de elevación
dente que sí. Un estudio complejo y profun- Este día es el de la fiesta de San Crispín.
espiritual que supera
do de las necesidades humanas, sociales y El que sobreviva a este día volverá sano y
nacionales de ambos lados podría haber in- salvo a sus lares, en todo los momentos
ducido otras posibilidades de solución del se alzará sobre las puntas de los pies cuando
conflicto, unas posibilidades que no fueran me mencione esta fecha, banales de nuestra vida.
tan letales. y se crecerá por encima de sí mismo ante el El propio Shakespeare
El dramaturgo que examina el entorno en nombre de San Crispín.
que vive puede sugerir ese tipo de posibili- El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, enalteció la guerra.
dades. Puede descubrirlas mediante un exa- cada año, en la víspera de esta fiesta, invita-
men preciso, perceptivo y en profundidad del rá a sus amigos
proceso humano que tiene lugar alrededor y les dirá: «Mañana es San Crispín».
suyo. Examinar tal proceso y encontrar al- Entonces se subirá las mangas y, al mostrar
ternativas a la guerra es algo que tiene que sus cicatrices,
hacer antes de abrir fuego. No pretendo decir dirá: «He recibido estas heridas el día de
que los dramaturgos se comprometan en ne- San Crispín»1.
gociaciones políticas, sino más bien que los
dramaturgos se comprometan en investigar Esta descripción del recuerdo de una
la infraestructura sicológica, ideológica, míti- guerra es un tejido de mentiras. La mayor
ca y política de su sociedad, y probar con ello parte de la gente que ha participado en una
que esas otras posibilidades realmente existen. guerra la recuerda como una experiencia
Es verdad que muchos de nosotros pa- terrible, fea y humillante. Cuando piensas
recemos convencidos de que el hombre no en ella todo es terror, horror, repugnancia,
es más que un predador sediento de san- ni orgullo ni satisfacción. Saben todos que
gre, fanático en lo que se refiere a su tribu, el dolor que vivieron nunca cesará. Cien-
su pueblo y su raza. No vacilará en masa- tos de miles de entre nosotros son incapa-
crar a millones ni en verter su propia san- ces de llevar vidas normales a causa de
gre. Por mi parte, no puedo vivir mi vida sin nuestras experiencias de la guerra, y tam-
la esperanza de que los seres humanos sean bién nuestros vecinos viven pesadillas simi-
capaces de cambiar, de que su sed de san- lares. El dramaturgo tiene que recordarnos
gre se vea aliviada, de que puedan ser más todo eso, de manera que los que no han ex-
1 Tomado de la traducción de
sensatos, más tolerantes, más comprensi- perimentado la guerra no sientan deseos de Luis Astrana Marín. Aguilar, Obras
vos, que sepan perdonar más. participar en ella. completas, ed. de 1961, p. 552.
Esta mañana abrí ese papel y en la primera 4. ¿De qué manera puede el dramaturgo
página vi los rostros sonrientes de unos sol- exponer la infraestructura de causas —so-
dados jóvenes. Y ahora ya no sonríen, de ciales, sicológicas, míticas, políticas— que
ninguna manera. Sus cuerpos, enterrados en son susceptibles de llevar a la guerra?
la tierra, han empezado a descomponerse. Creando personajes que se enfrentan a las
Sólo quienes han visto cuerpos corrompién- razones de la guerra. Tiene que centrar tra-
dose saben qué espantosa visión es ésa. Coges mas, relaciones, tiene que mostrar las ca-
a tu camarada de la mano y se descompone tástrofes de esos enfrentamientos para ver
en pedazos allí mismo… Y los gusanos, que dónde se encuentran las bases mismas que
están ocupadísimos, se ponen a la caza de provocan la guerra. Tiene que examinar el
otro trocito de carne… Y los ojos, muy abier- flujo de acontecimientos en la conciencia y
tos, resulta que están cerrados… ¿De veras en el inconsciente de sus personajes. En lo
hay algo que justifique una muerte así? ¿Hay más profundo de sus estratos emocionales
algo más grande que nuestras propias vidas tiene que revelar el miedo, la desespera-
por lo que merezca la pena morir así? ción, el odio, el mal y el fanatismo, cuya
acumulación colectiva provoca la guerra.
3. Muchos políticos presentan soluciones Como sabemos, los héroes de la tragedia
simplistas al miedo que sus pueblos sienten siempre fracasan cuando tratan de cumplir
antes sus enemigos: prometen que van a pre- sus deseos, y terminan su vida en una ca-
venir la guerra con medios disuasorios. Estos tástrofe. Los héroes de nuestras piezas po-
líderes no ven que la acumulación de fuerza líticas también fracasarán en sus esfuerzos
espolea a sus enemigos, los anima a acumu- por contrarrestar las razones de la guerra.
lar una fuerza aún mayor y más destructiva. También ellos fracasarán en el intento de
El dramaturgo puede señalar soluciones más prevenir el titánico choque a cuya sombra
complejas y más efectivas: si quieres pre- vivimos. Pero su fracaso es una señal de ad-
venir la guerra, tienes que revocar las ra- vertencia para el público. Su fracaso en es-
zones para la guerra. Mientra subsistan cena fuerza a la audiencia a enfrentarse con
razones para la guerra, tendremos encima las razones para la guerra vigentes en su
nuestro el peligro de la guerra. Los análisis propia realidad política.
© Gadi Dagon
El talento de escribir es la relación entre ocupación y violencia en
nuestro medio; la relación entre la ocupa-
un don, no solo para
ción y nuestra actitud hacia los débiles en
expresar lo que sucede nuestro medio; y la relación entre la ocupa-
ción y nuestra actitud hacia los trabajadores
en su mundo interior, extranjeros en nuestro medio. Día y noche,
sino también para crear el dramaturgo tiene que preguntarse si el
menoscabo de nuestra calidad de vida es un
Hanoch Levin. Joshua Sobol.
un profundo cambio precio que merece la pena pagar por nues-
tros logros en esa ocupación. El auténtico la cual apoya la idea también gracias a las
social y político.
debate sobre esta cuestión está sin duda en obras de Hanoch Levin, Joshua Sobol, Jo-
cómo inducir un cambio en la posición del seph Mundi, Hillel Mittelpunkt y otros.
público ante las concesiones necesarias para Desgraciadamente, la contribución de los
conseguir un acuerdo político estable. dramaturgos al proceso político que ahora
Pese al sentido de autopersuasión evi- tiene lugar no es excesiva. Hay demasiados
dente en lo que llevo escrito, no estoy del que guardan silencio. Hay demasiados com-
todo convencido de la capacidad de los dra- prometidos en otras cuestiones. Es muy po-
maturgos para cambiar la realidad política, sible que estén cansados de comprometerse
y mucho menos en tiempos de guerra. en política. Es muy posible hasta que hayan
Todos los días me surgen dudas nuevas, y desesperado. Siento que no podemos per-
todos los días me veo obligado a luchar con- mitirnos el cansancio, y que escribir sobre
tra ellas para conseguir creer que la in- otros asuntos es un lujo. Mi esperanza es que
fluencia del dramaturgo no es una ilusión. surja una nueva generación de dramaturgos
Todos los días me repito a mí mismo que israelíes que aporte una mayor contribución
aunque el dramaturgo, acaso, es incapaz de que la nuestra al proceso de reconciliación
traer un cambio inmediato, tal vez pueda en Oriente Próximo, una generación cuyo
hacerlo a largo plazo. Quizás está creando compromiso con su público y consigo misma
una corriente de conciencia que se expande sea mayor que la nuestra. Una generación
de manera paulatina, alcanzando gradual- de dramaturgos que reconozca que el talento
mente rincones ocultos, y en no muchos años de escribir es un don, no solo para expresar
descubriremos todos su influencia. Me es- lo que sucede en su mundo interior, sino
fuerzo en fortalecerme a mí mismo con el también para crear un profundo cambio so-
conocimiento de que el dramaturgo en Is- cial y político que nos redima a todos. La
rael ha tenido una influencia significativa ilusión de que podemos salvar el mundo es-
en la actitud de la sociedad israelí hacia la cribiendo es vital para que subsista el im-
idea de un Estado palestino, la mayoría de pulso de escribir.
Motti Lerner. Dramaturgo israelí. Este artículo se basa en una conferencia que pronunció en octubre de
2006 en la Universidad Nacional de Los Andes, Bogotá, Colombia.
Traducción de Santiago Martín Bermúdez.
1. ¿Qué otra cosa se puede escribir? ¿Men- 2. Yo escribo porque no puedo hacer otra Marco Antonio de la Parra
sajes de texto? ¿Correos electrónicos? cosa. Y escribo teatro porque no puedo es-
¿Hay sitio para la novela en medio de los cribir poesía ni ensayo ni crónica ni una
salvajes depredadores del mercado cada novela menor ni mayor, y lo he intentado y
vez más reacios a la indagación y el juego? he perdido todas las batallas, y cada vez que
¿Y los poetas? ¿Qué ha sido de los poetas, me siento ante un papel en blanco, una pan-
custodios secretos de la lengua, cada vez talla en blanco, incluso cuando leo y lo hago
más secretos? ¿Dónde vamos a parar los tendido, el cuerpo recostado, no me sale otra
dramaturgos, los escritores para la escena? cosa más que voces, no me sale otra cosa más
¿Cuál es nuestro verdadero oficio? ¿Somos que cuerpos en pie, movimientos, la tensión
pintores, cantaores, bailarines? En medio infinita entre el gesto y el espacio, la aventu-
de la escena contemporánea, ¿nos hemos ra, la crisis, la energía que es historia, un cuen-
acaso extraviado? to, una serie de peripecias y también la voluta
El río 11
del verso libre, y a veces la rima, que me vi- bis, la novela que ha muerto, el libro que ha
El teatro al mismo tiempo sita como una antigua enemiga que alguna muerto, el teatro que ha muerto, la religión
vez se fue a la cama conmigo y no lo pasa- que ha muerto, Marx que ha muerto, Dios
está muerto y también
mos mal, pero me parece irritante su mane- que es el más muerto de todos, el que ha
está desperdigado ra de comportarse al desayuno y por eso el muerto más veces y más veces se ha trasves-
verso libre, el más libre, y la construcción de tido de Dios, una vez más, y así vamos resu-
porque hacen teatro personajes levantados en punta de pies sobre citando todos en fila como haciendo una cola
en todas partes y todo la cuerda floja del argumento como si no se para entrar en el Paraíso, que para uno es lo
necesitaran estructuras sino composiciones, más parecido al teatro el día de ensayo, como
es representación. sutiles trazos del dedo sobre el agua. Ah, y es el infierno el día de estreno y la muerte la
la música, qué haría yo sin la música. ¿Se representación, y la resurrección el caer del
puede acaso escribir sin música? cortinaje. Ay, no sabemos hacer otra cosa.
Yo escribo teatro porque no puedo es-
3. Si tenemos sitio en este mundo de hoy…
cribir otra cosa. Y lo he intentado, ya lo
Eso es otro tema.
dije. Y las novelas me salían argumentos
para la escena, y los ensayos prédicas, y los 4. Los tiempos son duros para todo lo hu-
poemas diálogos, y los relatos monólogos, mano, los humanistas se esconden en los tem-
y los bocetos esquemas, y poco a poco he plos a copiar a mano medievales todo el saber
ido entregando la oreja y el rabo, me doy del mundo esperando un renacimiento que
por vencido, lo he dicho, y le entrego al tea- en el bucle de la temporalidad que mezcla
tro mi secreto, que con él nací; soy de ahí presente con pasado y futuro; el porvenir ya
y ese sitio existe porque existen los baríto- está aquí y todo está obsoleto antes de nacer,
nos y las mezzosopranos, como existen los y el teatro al mismo tiempo está muerto y
futbolistas hábiles y los astutos del bricolaje, también está desperdigado, porque hacen
y como existen todos los talentos y hay teatro en todas partes y todo es representa-
quien siempre da en el blanco con la flecha ción, nada es lo que es y hemos terminado
y quien siempre se equivoca. componiendo ruedas de prensa, eventos para
Yo escribo teatro porque recibí el don y grandes marcas, y pequeñas también, que el
me resistí como un lobo herido, yo quería ser fin de mes casi no llega y si las cosas hoy no
cantante de rocanrol o escritor del boom o fut- son diseño son dramaturgia y todo lo que su-
bolista, y los talentos son los talentos, y canté cede es actuación, puesta en escena, y no hay
en un coro y en un grupo de vodevil, y dibu- mejor trabajo que el regisseur.
jé afiches y hasta pinté un poco, muy poco, y
5. El tema es el sitio de la escritura teatral
algo zapateé al estilo americano e intenté ca-
hoy en día.
minos esotéricos del saber, y aun así, lo juro,
no podía dejar de pensar en la escena y el tea- 6. Que no estamos en ninguna librería, y si lo
tro, se me arrancaba de la piel, se me caía entre estamos, la librería quiebra y la editorial se
los dedos, se me atascaba en la garganta. arruina, y es mejor abrir la página de Internet,
Yo escribo teatro porque no tengo reme- y el papel ya no es nuestro territorio y sin em-
dio y me tocó vivir en el fin del mundo, y po- bargo existimos como un secreto a voces, casi
dría haber sido plomero, cirujano o psiquiatra, como se aprendían de memoria sus poemas
que lo soy también y es lo más parecido al tea- Mandelstam o la Ajmátova para esconderse
tro que hay, sobre todo la psicoterapia, pero de la policía política, así de clandestinos, es-
me salió la dramaturgia y me pillé escamas de perando en la lectura de otros locos, otros
dramaturgo, garras de dramaturgo y lengua dementes, otros marginales, que quieren co-
de dramaturgo, y ojos de dramaturgo, que meter el improperio de convertir en escena
todo lo ven en acción y no cesan de proferir estas palabras nuestras que son más que pa-
imágenes ni despierto ni dormido, y no co- labras, son sueños, y son menos que palabras,
nocen la diferencia entre dormir y soñar; mira son cuerpos, son relicarios de dolor, de amor,
que son zombis los dramaturgos, son los de miedo, de rabia, son sangre, son agua, son
muertos vivos, los vivos muertos, están siem- vino, son vísceras, son heridas de origen des-
pre resucitando, aunque les digan una y otra conocido, estigmas que portamos no sabe-
vez que el teatro murió; ahí vienen los zom- mos por qué sobre la palma de las manos.
El río 13
Sabina Berman
escribir teatro. Me alejaron del teatro una cierta aburrición, luego de 20 años de hacer teatro como
autora, directora y productora, y un ansia crecida de aprovechar otras oportunidades que se me abrían.
RIBO TEATRO?
circunstanciales y no predeterminados. El Ambas obras me gustaron. Cada obra
teatro dice: la vida es invento puro. Ahora, duró dos años en escena; por cierto, que al
en el siglo XXI, lo propio dice el posmoder- mismo tiempo. Pensé: ¿ahora qué?
nismo. Nunca hemos estado los teatristas más Me fui a escribir cine y a hacer televi-
de acuerdo con el zeit-geist. sión, porque se me abrieron las dos opor-
Pero precisamente por ello el teatro en- tunidades, pero no las hubiera tomado si
cerrado en un foro, con una boca escena hubiera seguido apasionada del escenario.
hacia un público sentado en butacas, me pa- Pero, repito, sobre todo en lo del cine,
reció hace tres años aburrido. Insuficiente. no siento haber dejado de hacer teatro, aun-
Pido disculpas a los teatristas que esto que sí deploro la tardanza del proceso.
lean. Hablo en primera persona y no quie- Ahora estoy terminando mis compro-
ro descartar el buen trabajo de los que en- misos de cine y de televisión. Regresaré al
cuentran suficiente todavía la arquitectura teatro, lo presiento. Como presiento que
del teatro que heredamos de la tradición. no al teatro de la bocaescena que da al pú-
Solo digo que a mí, muy en lo íntimo, hace blico sentadito en butacas.
tres años me aburrió hacer teatro de la
forma convencional.
escribir. Creo que para explicar cualquier conducta, las razones siempre son múltiples y de diferente índole:
Eduardo Rovner Fue alrededor de cuando tenía 30 años. amigos a comer. Varios me dijeron: «¿Y si
Ya tenía distintas profesiones: ingeniero elec- te dedicás a otra cosa…, por ejemplo, a es-
trónico, psicólogo social y músico. Pero sen- cribir teatro?». Es posible que esa observa-
tía, de todos modos, a pesar de que me iba ción (y la baja calidad de la mozzarella) haya
razonablemente bien en el desarrollo de mis definido mi futuro.
trabajos, una cierta insatisfacción. Sentía que Intentaba, cerca de los 30 años, como dije,
no me estaba expresando de la manera que de- escribir y hacía (debo reconocer mi poca ori-
seaba y creía que mi lugar en mi medio social ginalidad) poemas. Hasta que uno de ellos
pasaba por otro lado. Creo firmemente no se alargó demasiado. Pensé: «esto ya es otra
solo en la necesidad de expresar los conflic- cosa». Y como siempre me atrajeron las si-
tos sociales y personales entre los cuales vi- tuaciones teatrales y los diálogos, intenté es-
vimos, sino también en el propósito de cribir una pieza de teatro, y salió mi primera
hacerse un lugar de reconocimiento desea- obra. Para mi desconcierto, fue un éxito que
do como factor importantísimo para deci- marcó la decisión de seguir. Seguramente, si
dir el futuro personal. Por otra parte, iba hubiese pasado inadvertida, hoy estaría de-
seguido al teatro. Me conmovía, me divertía dicándome a otra cosa. Es así. La vocación
y reflexionaba. Y después del teatro iba a es una mezcla de lo que a uno le apasiona y
comer pizza, claro. Y quizás sea el hecho de el lugar que le reconoce la sociedad.
que el teatro era, ya en ese momento, un área Por otra parte, considero que el artista,
de reconocimiento importante en Buenos a través de toda su trayectoria, tiene una
Aires, la razón por la que decidí ser autor de necesidad de crear mundos nuevos, dife-
teatro en lugar de pizzero. Creo que hice rentes a aquellos en los que sufre injusti-
bien. Una vez hice pizza e invité a algunos cias, falta de libertad y desconsideración.
Tiene esa poco modesta pretensión de ser tido del arte es estimular la sensibilidad y la
un dios que cambie la sociedad a través de imaginación. Estimular la sensibilidad para
su expresión. Y ese deseo de crear bella y que el espectador o contemplador se iden-
virtualmente otros mundos más libres, jus- tifique con quien sufre e imaginar, a partir
tos y solidarios genera un enorme placer y de esto, mundos donde no se produzca ese
la sensación de estar haciendo «algo» para sufrimiento. Este sentido incluye el conteni-
cambiar lo instituido. do y la forma, entidades que independientes
Con el paso del tiempo, el peso de algu- y por sí solas no cumplirían el objetivo de la
nas razones cede en beneficio de otras. La creación artística.
trayectoria, la edad y cierta mirada más com- Esto me impulsa, en este momento de mi
prensiva nos hace entender que las ansias de vida, a escribir teatro que emocione, divier-
trascender, reconocimiento y prestigio, son ta y haga reflexionar. A la usanza de los vie- El sentido del arte es
vanidades que cumplen su cometido de ser jos autores que escribían para reír, llorar y
motores de la creación, pero no son esen- pensar. Si el espectador queda afuera, sen- estimular la sensibilidad
ciales, como lo es el deseo de crear en liber- siblemente, de lo que ve, es imposible que
para que el espectador
tad y la expresión de lo que nos conmueve. pueda reflexionar acerca de ello. Todos ne-
Necesito, en este momento, compartir cesitamos una emoción, ese movimiento que se identifique con quien
mi concepción acerca del sentido del arte. nos permite trascender la cotidianeidad y
A través de la historia ha habido diferentes nos hace pensar y cuestionar cómo vivimos. sufre e imaginar mundos
teorías. Algunas, contenidistas, considera- Ni el «mensaje» directo y frío, ni la forma donde no se produzca
ban fundamental lo que expresaba la obra. bella por sí sola nos conmueven.
Otras, formalistas, eran defensoras de «el Una imagen de una mujer llorando ya tiene ese sufrimiento.
arte por el arte». Mi opinión es que el sen- significación personal, social, económica y
esperanza de ser comprendido y compartir- cadas por el artista, concretadas en una obra
las. En última instancia, con la profunda ex- que lo acerca al mundo, y las evocadas en el
pectativa de «encontrarse», aunque algunas contemplador por la obra. En última instan-
veces lo aparente sea el desencuentro. cia, la belleza es, también, la búsqueda del en-
Creo, además, como escribí en el artículo cuentro entre el artista y el mundo».
«La obra de arte como encuentro entre el ar- Me preocupa hoy, asimismo, la búsque-
tista y el mundo», que «la obra de arte con- da de nuevas formas que no me aburran.
tiene, también formalmente, un aspecto Sucede que tengo escritas unas 35 obras y
seductor del autor hacia el mundo. Podría- varias versiones y no me siento bien cuan-
mos hablar de una actitud inmanente a la obra do me parece que me repito. Este senti-
misma, la que sin ese intento de seducción miento hace que en los últimos tiempos haya
sería diferente. ¿No deberíamos pensar, en- ido pasando de un teatro que mezcla el re-
tonces, teniendo en cuenta los tres elemen- alismo con el absurdo y lo mágico, a obras
tos esenciales del fenómeno artístico: el autor, históricas, el libreto de una ópera, versiones
la obra de arte y el contemplador, que la be- para musicales, obras para títeres y hasta
lleza es, también, la concreción del encuen- para ballet y títeres. Diría que esta búsqueda
tro deseado por el artista y el mundo a través es un nuevo motor con bastante potencia,
de la obra de arte, forma expresiva de las emo- ya que, como me gusta decir, abre una puer-
ciones, pasiones y conmociones de ambos? ta al infinito. Las formas estéticas posibles
De esta manera, la belleza no sería solo la ex- son múltiples y parecería, por suerte, que
presión de la emoción del artista, como dice no tienen fin. Deben comprender que, a al-
E. F. Carrit en Introducción a la Estética, ni gunos, el paso del tiempo nos hace inven-
solamente el resultado de un juego libre de la tar nuevas estrategias que nos permitan
mente humana, como la definía Kant, sino seguir sintiéndonos jóvenes. Intentos inúti-
también el encuentro entre las imágenes evo- les, ¿no? Seguramente, pero mientras…
v
Selección de Miguel Signes
20
Primer Coloquio Internacional de Literatura que lleva de Antoine a Brecht, es decir, de una represen-
BERNARD DORT, PARÍS, 1964
tación teatral cerrada en una imitación escrupulosa, fan-
Condición sociológica de la puesta en escena teatral tástica, de una realidad fragmentaria y petrificada, a la
[…] evocación amplia y no fantástica de la realidad en sus cons-
Becq de Fouquières, parafraseando también en ese caso tantes transformaciones.
a su enemigo Zola, habla acertadamente de la «introduc- Es fácil comprender que la vocación historicista de la
ción de lo relativo en el teatro, que constituye precisamente puesta en escena moderna se manifiesta ya en sus mismos
la riqueza del arte moderno». La aparición de la puesta en orígenes […]. Su aparición coincide, en efecto, con el mo-
escena concreta este fenómeno. Y precisamente a causa mento en que la heterogeneidad del público rompe el
de esto, de que, frente a un público que cambia, la obra acuerdo fundamental entre la sala y el escenario, esa es-
no tiene ya un significado eterno sino relativo, supeditado pecie de consensus mutuo gracias al cual se entienden con
al lugar y al momento, se ha hecho necesaria la interven- «medias palabras», sin que sean necesarias las «circuns-
ción del director de escena. Antes, un cierto orden regía tancias». La puesta en escena sustituye, pues, este recuer-
las relaciones entre la sala y el escenario; ahora este orden do mediante la mediación de un «director de escena» que
varía con cada espectáculo y es el director de escena el que procura, en primer lugar, materializar estas circunstancias
debe establecer, determinar, de qué forma la obra ha de y que, a continuación, adoptando la solución de la distan-
ser recibida y comprendida por el público. cia entre la obra y el público, hallará en el teatro un medio
Quizá es esto lo que he llamado, de una forma un poco de hacernos tomar conciencia de nuestra historicidad
ambiciosa, «la condición sociológica de la puesta en es- (según Brecht)…
cena». […] esta última no ha surgido sólo de la transfor-
mación y multiplicación de las técnicas escénicas; tampoco Literatura española del siglo XIX. De Moratín a Rivas
ha sido impuesta ex nihilo por un solo hombre (en Fran- ANTONIO ALCALÁ GALIANO (1789 -1865)
cia, Antoine). Su aparición coincide con una profunda
Una clase de escritores dramáticos que con propiedad
transformación de la demanda del público teatral y con la
no pueden llamarse autores originales ni traductores, una
introducción en la representación teatral de una nueva di-
especie de intermediarios o revendedores, si se nos per-
mensión: la de lo relativo, que es de orden histórico. En
mite el término, comparten el dominio de la escena espa-
un principio —por ejemplo, con Antoine— se trataba fun-
ñola. Son los refundidores de obras antiguas españolas. Su
damentalmente de precisar el medio y la época, es decir,
trabajo consiste en reducir los dramas antiguos al patrón
de insertar claramente la obra en su realidad histórica y
del código de Aristóteles o de Boileau, torturándolos para
social. Antoine decía: «la puesta en escena debe cumplir
acomodarlos a las unidades de tiempo y lugar, eliminando
en el teatro la misma función que las descripciones en la
a todos los pesonajes que se consideran inútiles y expur-
novela». En este sentido podría pensarse que las puestas
gando todos aquellos pasajes en donde el gusto de una
en escena naturalistas se conforman con reconstruir en
época pasada entra en flagrante oposición con el tiempo
torno a la pieza el ambiente exacto de los personajes y de
presente. Conseguir todo esto exigía el empleo generoso
la acción. Pero hacen más que esto: entre la obra y el es-
de las tijeras; tras muchos cortes y tajos implacables, solían
pectador introducen la mediación de un espectáculo his-
unir las diferentes piezas con algunos parches de la propia
torizado. En el Odeón, bajo la dirección de Antoine, no
cosecha; la obra, una vez acabada, mostrabla visibles señales
sólo se interpretan obras clásicas con trajes del siglo XIX
de la tosca mano que había realizado la operación. El re-
(ya se había dejado de hacer desde principios de siglo), sino
sultado de estos esfuerzos fueron las más absurdas com-
que se trata de interpretar alguna de éstas tal como lo ha-
posiciones, aunque algunas de ellas gozaron en su tiempo
bían sido, en el momento de su creación, en el siglo XVII:
de gran aprobación por parte del público. Esta práctica
así por ejemplo, un Cid con candelas y falsos marqueses
prevaleció en España desde fines del pasado siglo y ha du-
en el escenario y una Psyché montada como comedia-
rado hasta nuestros mismos días.
ballet. El espectador está llamado a gozar menos de la se-
mejanza de la obra con la «imagen que [de ella] posee en
sí mismo» que de la distancia que le separa de la obra y
de la singularidad de ésta. Aquí está ya trazado el camino
Arístides
Vargas
«Yo trabajo sobre obras inacabadas…»
Arístides Vargas nació en Córdoba, Argentina, en 1954. Con veinte años se exilió a Ecuador. Junto con la
actriz española Charo Francés fundó, en 1979, el Grupo Malayerba, donde además de actuar y dirigir
espectáculos comenzó a investigar la escritura dramática como respuesta a la necesidad de conformar una
dramaturgia que expresara los intereses específicos de la formación. Ha escrito numerosas obras de teatro,
entre las que se encuentran La edad de la ciruela, Donde el viento hace buñuelos, Pluma, La razón
blindada, Nuestra señora de las nubes. De la puesta de esta última, y de la actuación a cargo de Charo
Francés y Arístides Vargas, señalamos, en otro lugar, que «el carácter intimista de la pieza se concreta en la
brillante interpretación de los dos actores, que desarrollan una técnica teatral basada en una gran precisión
de gestos, movimientos y desplazamientos. El espectáculo es una llamada a la solidaridad con todos
aquellos que, por razones ajenas a su voluntad, se han visto obligados a abandonar su tierra». La mayoría
de sus textos giran alrededor de la solidaridad, el exilio y la memoria. Sus obras han sido traducidas al
inglés, portugués, francés e incluso euskera. Universidades de Alemania, Estados Unidos, Puerto Rico y
España estudian la propuesta poética de su dramaturgia. En 1997 recibió el Premio Nacional de la Cultura
de Ecuador. Asiduo invitado al Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, es allí donde tuvo lugar el
23 de octubre de 2008 la siguiente entrevista.
w w w. a a t . e s
© ESF
La bendición de la mesa. (De izquierda a derecha) Frantxa Arraiza, José Melchor, María Antón, Pep Sánchez, Asu Rivero, Javier Pérez-Acebrón (de rodillas).
La reflexión sobre el trabajo hecho en el pasado, por sus plazas y parques, alrededor de los cubos de basura de
muy reciente que sea, me produce la sensación de hallar- los supermercados. La idea era contar que aunque inten-
me en un bucle temporal. Abro el archivador donde guar- tes aislarte de los males del mundo, finalmente la realidad
do todos los documentos generados, los cuadernos de notas, invade el salón de tu casa. Cuando empezamos a escribir
las distintas versiones… Y cada vez me sorprende la canti- no sabíamos en qué iba a quedar esta crisis de la que em-
dad de papel que empleo en estos tiempos de tecnología te- pezaba a hablarse, una crisis que ha superado la peor pre-
lemática. Cuando cierro una obra ya estoy en otra, a menudo visión y que da a nuestra obra una dimensión más profunda.
en más de un proyecto, y revisar el material es como hacer La insensibilidad como norma de comportamiento se con-
arqueología, obligarme a hacer balance, es un trabajo extra virtió en el primer motor de búsqueda para acotar el terri-
salir de las historias que me ocupan y volver a aquellas. Y torio dramático. Debemos ser solidarios con todas las
siempre, invariablemente, me sorprende que me sorpren- personas que sufren, pero no podemos dedicarnos per-
da lo lejano que me queda. No hace tanto me llamó Javier sonalmente a paliar el sufrimiento de las catástrofes que
García Yagüe para proponerme escribir la nueva obra para suceden diariamente en el mundo: los terremotos, las ham-
Cuarta Pared. Me envió un relato de Heinrich Böll titula- brunas, las guerras, toda la devastación que la televisión
do No sólo en Navidad, y al día siguiente quedamos para ha- nos obliga a conocer nos insensibiliza, nos hace ser cons-
blar del proyecto: una obra que reflejara nuestro mundo cientes de que no podemos hacernos cargo de todo el dolor
de nuevos ricos, donde el consumismo se ha impuesto como del mundo. Vivir en grandes ciudades, cuyo crecimiento
nueva forma de vida y el verdadero Tercer Mundo está en conlleva una transformación vertiginosa, donde apenas
conocemos a nuestros vecinos, nos hace tomar distancia. Y nozca la novela y haya visto nuestra obra sabrá que no tie-
como ejemplo, una anécdota con la que Javier ilustraba el nen nada que ver. Pero es uno de los hitos de la nueva nove-
tipo de insensibilidad que vamos generando: la realista italiana, dato que ya tenía cuando me encontré
con el volumen y empecé a fantasear sobre su contenido
Por megafonía anunciaron que el metro sufriría retrasos por-
antes de ojearla. Demasiados paraísos: Realismo. Por ahí
que una persona se había tirado a las vías en una estación pró-
han de ir los tiros. Aunque se cuente en tono de fábula.
xima. Los comentarios de los viajeros fueron del tipo: «ya
La Navidad es el momento en que cristalizan en armo-
estamos», «otra vez tarde», «siempre igual», «¿a estas horas se
nía los buenos deseos, el consumismo desmesurado, la hi-
tienen que tirar?».
pocresía, la burbuja protectora de la familia, los conflictos
¿Cuál es el mecanismo que nos permite aislarnos y hacer soterrados y la insensibilidad más exasperante en la obliga-
una lectura de la realidad en función de nuestras necesida- ción de ser feliz y demostrarlo. El salón de la casa familiar
des inmediatas? ¿Cómo construimos la burbuja que habita- se convierte en un mundo feliz en miniatura, al margen de
mos? Vale que no podamos hacernos cargo de todo el dolor lo que pueda estar pasando un poco más allá. Y el relato de
del mundo, pero ¿me puedo permitir llegar quince minutos Böll nos sugería una estructura dramática que funcionase
tarde? ¿No existe algo así como un duelo razonable? como los ejercicios de estilo, a base de variaciones sobre el
¿En qué consiste la felicidad? ¿Cómo se forman las mismo tema, algo que, como autores dramáticos, constitu-
creencias individuales acerca de lo que nos hace felices y ye un reto porque se pone a prueba la propia escritura como
de lo que nos impide disfrutar de la felicidad? ¿Cómo elemento generador del hecho teatral. Sin un proceso de
hemos llegado a creer que tenemos derecho a ser felices? ensayos paralelo al de escritura nunca habríamos llegado no
Como escribe Joan Margarit: ¿Qui t’ha fet creure que has ya a un espectáculo, sino al propio texto.
de ser feliç? Hay una campaña publicitaria en marcha en La sala de ensayos se convirtió en el laboratorio foren-
la que un anciano saluda el nacimiento de un bebé di- se donde diseccionamos el rito de las celebraciones navi-
ciéndole que va a ser feliz. ¿Quién nos hace creer que te- deñas. Dividimos cada escena en cinco bloques: 1. La
nemos que ser felices? Ahora mismo, Coca-Cola: la llegada de los invitados, saludos, felicitaciones, dejar los
chispeante burbuja de la vida. Pero es solo una manifes- abrigos, entrega de regalos. 2. Preparación de la cena: poner
tación más de un fenómeno planetario. la mesa, sacar la comida, sentarse a la mesa. 3. La cena:
Cuando la felicidad consiste en una burbuja, en lo que alabanzas de la comida, chistes, anécdotas, recuerdos…; la
realmente nos hemos convertido es en seres frágiles y teme- vida de cada uno, las opiniones políticas, etc. 4. Sobreme-
rosos de que la burbuja explote. Entonces, el comporta- sa: recoger, cafés y dulces, las demostraciones: canto y baile,
miento empieza a dirigirse hacia la conservación de la burbuja, lo que hacía cada uno cuando era pequeño, lo que hacían
no hacia el desarrollo de las personas. Y la burbuja exige los demás, lo que se ha aprendido nuevo. El álbum de
grandes cuidados, exige sacrificios, exige una dedicación fotos. Los villancicos. 5. Recogida y despedida.
cada vez más exclusiva. La burbuja es una especie de mela- El deterioro de la familia va apareciendo según se van
za pegajosa, como esas masas informes de las películas de sucediendo las repeticiones de la cena, que tienen un valor
terror alienígena. La burbuja es un miedo, una tarea. La bur- terapéutico y, por tanto, propiamente ritual. Pero a cada
buja es negación de la realidad y va contra la vida real. repetición, la situación se degrada, el deterioro se hace evi-
Tenemos demasiados paraísos. El concepto proviene del dente, los intentos de poner fin a la situación se extreman,
título de la novela de Walter Siti Troppi paradisi. Quien co- la solución implica decisiones drásticas: los lazos que unen
a los familiares se deshacen y rehacen de otro modo.
Como se entenderá, una de nuestras mayores preocu-
paciones era no ser redundantes. Todos hemos vivido las
celebraciones de Navidad, no hacía falta «recontarla», y
nos centramos en buscar acciones elocuentes, sintetiza-
doras, evitando insistir en lo que es común y dedicando el
texto a lo que no es común.
Me gusta de Javier García Yagüe y de Cuarta Pared
que en cada obra se plantean retos, propuestas novedo-
sas, se hacen propuestas para investigar cuestiones que
no hemos trabajado anteriormente. En el caso de Siem-
© ESF
© ESF
El espíritu navideño. (De izquierda a derecha) José Melchor, María Antón, Javier Pérez-Acebrón, Pep Sánchez.
Página anterior, La situación laboral. (De izquierda a derecha) Frantxa Arraiza, José Melchor, María Antón, Pep Sánchez, Javier Pérez-Acebrón, Asu Rivero.
serie de personajes con los que el espectador no se senti- dos, desarrollar, trabajar por separado, analizar, poner en
ría identificado y desde el principio supimos que debería común, intercambiarse a veces las tareas, ir creando el ma-
haber un narrador —dicho con toda la prudencia que el terial a partir de reflexiones individuales y colectivas. ¿Que
término merece— que nos contara la historia, que diera el material con el que trabajamos es informe, abstracto,
su punto de vista, con el que el espectador sí pudiera iden- resbaladizo? Sí. También es a menudo demasiado íntimo,
tificarse. Superando los primeros recelos hacia ese tipo también hay que renunciar a aspectos personales cuando
de figura en el teatro, decidimos convertirlo en la figura se llega a conclusiones sobre la trama, los personajes, el
más relevante de la función, ahondando en la investiga- tono. Claro. Hay autores que confiesan abiertamente que
ción sobre las interferencias de personajes de otro nivel jamás renunciarían a su visión personal. Yo, sin embargo,
dramático (temporal, espacial o por la función que ejer- soy de la opinión de que, en el trabajo en colaboración, a
cen) en una situación en la que no deberían lógicamente la visión personal se llega al final del proceso, en vez de
estar presentes. Este tipo de personajes ya aparecieron en ser algo de lo que se parte desde el principio, y ese ente abs-
Café (sobre todo en los ensayos) y en Rebeldías posibles. tracto que es el autor de una obra escrita en colaboración
Y es posible que vuelvan a aparecer en futuros montajes es algo más que la suma de los autores tomados como in-
por las posibilidades de teatralización que ofrecen, aun- dividualidades. Se trata, pues, de un viaje. Viajar solo es es-
que obligan a los actores a desdoblamientos sucesivos, a tupendo, pero también lo es viajar acompañado. Lo difícil
situarse en distintos estratos respecto a la situación pro- es encontrar buenos compañeros de viaje, que aporten algo
piamente dramática. al viaje en sí. Cuando los encuentras, la experiencia es muy
A menudo nos preguntan cómo se hace esto de escri- gratificante. Y no es de extrañar que se repita. Por lo menos,
bir una obra a cuatro o, como en este caso, a seis manos. de vez en cuando.
Yo no le veo ningún misterio. Como cualquier trabajo en
equipo, se trata de repartir tareas, proponer, llegar a acuer- Luis García-Araus
Siempre fiesta 27
Cuaderno
de bitácora
Siempre fiesta
[ fragmento ]
(MARÍA anuncia:) MARÍA.(A JOSÉ y MATEO.) Despedíos bien, que sois familia.
Daos un abrazo.
MARÍA. El café.
(Se dan un abrazo.)
NARRADOR. La medianoche. El café, el licor, el cava. Los turro-
nes, duro y blando. El de yema, los de sabores. Los polvoro- EVA. ¡Menos mal que es una vez al año!
nes, los mazapanes, las peladillas, las frutas escarchadas, las NARRADOR. Las cero cero cuarenta y seis. José y María disponen
glorias, las supremas; las nueces, las avellanas… de asistenta. No hace falta recoger. Comienza la ceremonia
EVA. Se me va a atragantar el turroncito. de los adioses, los besos, los abrigos, las bufandas, los rega-
los abiertos y los «abrigaos bien». Se acaba. Se acaba el rito.
JOSÉ. Imposible. Cuando es bueno de verdad, no se atraganta.
(MARÍA y JOSÉ despiden en la entrada a los demás. Cuando se
(MATEO coge la botella de cava. Le cuesta abrirla. Cuando lo
quedan solos, JOSÉ la besa, se abrazan. MARÍA recuesta la
consigue, el cava sale volando, como un sistema de aspersión.
cabeza en el hombro de JOSÉ.)
Todos protestan.)
NARRADOR. Cero cero cincuenta y dos.
NARRADOR. La torpeza ha salvado infinidad de situaciones en la
historia de la humanidad. Los focos del enfado se desplazan, (Él la abraza por los hombros, y ella lo abraza por la cintura.
la culpa se diluye. Es el viejo principio de pellizcarse una mano Se van a dormir. Las luces se van apagando. Salen.)
para que dejen de doler las muelas. Pasan tres minutos de
NARRADOR. Cero cero cincuenta y tres.
la medianoche.
(Oscuro en el escenario. Sólo quedan las luces que se apagan y
(Con cierta resignación y ánimo de superar el mal trago que han
se encienden en el árbol.)
pasado, elevan sus copas y emiten sus brindis. Las copas
hacen chin-chin. Desganadas, eso sí.) NARRADOR. Cero cero cincuenta y cuatro.
MARÍA. Por la familia. (Chinchín.) (Oscuro total.)
Conversaciones con
David Mamet
de Leslie Kane
Dos décadas y media claro. Además, Brook puede dar mucha en- Santiago Martín Bermúdez
de David Mamet vidia a los directores, con esos montajes en
Persia y cosas así. Lo que nos faltaba. A
¿Otra vez Mamet? Sí, de nuevo este dra- Persia, chicos, a ver un brook, antes de que Conversaciones
con David Mamet
maturgo y cineasta estadounidense que tanto tengan la bomba.
nos gusta a tantos autores españoles, y que co- Mejor, Mamet. Este libro que propone- de
nocemos solo parcialmente porque sus obras mos y recomendamos es una recopilación Leslie Kane
se publican poco y sus estrenos en nuestro de entrevistas hechas a Mamet en publica-
país han sido casi siempre en pequeños y ciones periódicas y en cadenas de televi- Edita
apartados formatos, o no han gozado del sión. Son veintiséis, y van desde 1975, año Alba Editorial. Barcelona,
favor del público. Oleanna, una de sus me- en que Mamet cumple veintiocho, estrena 2005. 320 páginas
jores obras, no funcionó en Madrid ninguna una de sus grandes obras, su primer exita- Traducción
de las veces que se puso. Y la primera vez zo, American Buffalo, y recibe el Premio Isabel Ferrer Marrades
tenía como protagonistas nada menos que a Obie por Sexual Perversity in Chicago; y así
Santiago Ramos y a Blanca Portillo (María hasta 1999, el año de Boston Marriage. La
Guerrero, dirección de José Pascual, 1994). recopilación, un trabajo considerable, y pro-
Ya hemos reseñado en esta sección su bablemente muy duro, es de la profesora
libro Los tres usos del cuchillo, también de Leslie Kane, del Westfield State College,
esta colección, refinada y elegante, de Alba gran conocedora de la obra de Mamet.
Editorial. Confesaré que mi intención era Si alguien me pregunta qué obras de
reseñar y recomendar Conversaciones con Mamet tendría que leer o tratar de ver, así,
Peter Brook, de Margaret Croyden, tam- para empezar, le diría: American Buffalo,
bién de Alba. Pero la lectura continuada Edmond, Glenngarry Glen Ros, Métele caña,
de ese libro, que conocía yo de manera par- Oleanna y Boston Marriage. Todas se han
cial, me echó para atrás. Contiene cosas sa- representado en nuestro país, y Fermín
bias e interesantes, pero también mucha Cabal fue el que trajo la primera; además,
disculpa, mucha coartada para directores su versión sirvió para el doblaje de la pelí-
que van más por el shock que por el con- cula (dirigida por Michael Corrente en
cepto. ¿De qué sirve que Brook haga bue- 1996). Atención, eso de Boston Marriage
nos montajes si sus enseñanzas al final sirven tiene doble sentido: es como referirse a una
para disculpar desaguisados como el de pareja pero del mismo sexo.
cierto Hamlet feísimo y hortera que vimos Mamet empezó pronto a escribir guio-
hace unos meses en el Matadero con firma nes para el cine: The Postman Always Ring
importada? Allí invocaban a Brook en una Twice (El cartero siempre llama dos veces),
pantalla, antes de la segunda parte. En vano, dirigida por Bob Rafelson, 1981; The Verdict
29
Libro recomendado
© Chicho.
Oleanna. Teatro María Guerrero, Madrid, (Veredicto final), dirigida por Sydney Lumet, trar lo bueno o lo malo que es algo. Porque
1994. Blanca Portillo y Santiago Ramos.
Dirección: José Pascual. 1982; The Untouchables (Los intocables de le gusta ir por delante, no que se le adelan-
Eliot Ness), dirigida por Brian de Palma, ten. «Vaya, eso sí que es una idea grande y
1985. En 1987 rodó su primera película bella, ya lo sabía yo antes de que acabara».
como director, House of Games (Casa de jue- Que un espectador pueda decir algo así es
gos), a las que siguieron Things Change (Las más de lo que Mamet puede soportar.
cosas cambian, 1988), Homicide (Homicidio, Decimos que a Mamet le gusta ir por de-
1990), Oleanna (1994), The Spanish Priso- lante del público. Dice que no le gusta que
ner (La trama, 1997), The Winslow Boy (El la gente se sepa el chiste antes de haberlo
caso Winslow, basada en la celebérrima obra contado él. Esto resulta muy eficaz sobre
de Terence Rattigan, 1999), State and Main todo en algunas de sus películas, como
(2000), Heist (El último golpe), Spartan House of Games, pero a veces le lleva a ha-
(2004). Redbelt (2008) es su última pelícu- cernos trampas, como en The Spanish Pri-
la, por el momento, aparte de cierta serie de soner y también, aunque no tanto, en Heist.
televisión en la que anda metido, a pesar Pese a sus protestas, Mamet es el pro-
de sus viejas ideas sobre la tele. Claro, que las ducto de una sociedad dinámica que quie-
cosas cambian, y hoy la televisión, que está re autores y los reconoce. No sé si por allí
en todas partes, ya no tiene aquel poderío. habrá algún gilipollas que diga que «no hay
Que siga así. autores». Si lo hay, no tiene la audiencia
Mamet ha escrito otros muchos guiones que en otros paraísos de directores medio-
para otros directores, desde luego. Men- cres subvencionados y aliados siempre con
cionamos sus películas porque casi todas el poder (a veces fingiendo que no te lleva
las hemos visto aquí. La película Oleanna, cogido de la mano). Olé por Mamet.
por desgracia, solo se vio unos cuantos días No reproducimos sus declaraciones
en Barcelona, pero no en Madrid. sobre qué autores le han influido. ¿Quién va
Su origen es judío, y a veces construye a influirle? Pues Pinter, naturalmente. Y
personajes judíos, como el de Boby Gold en Beckett, desde luego. Y algunos así. Ade-
Homicide, un policía que «no ejerce» y que más, lo que a un dramaturgo le influye más
de pronto se encuentra en medio de un tema, es una serie de cosas que no tienen nada que
una trama y un lío totalmente judíos: a ver ver con los colegas autores, mayores o clá-
qué hago ahora. O como el protagonista y la sicos: tu subcultura consumida en la infan-
trama de una de sus novelas, La vieja reli- cia y adolescencia, el cine que has visto, la
gión. También le recomiendo al lector esta radio que has escuchado, las coplas, las can-
novela. El antisemitismo también es cosa de ciones, los bailes, los tebeos, la tele, todo
Estados Unidos, y la paranoia persecutoria eso. A los de ahora les influirán los video-
de la gentuza de extrema derecha no hizo su- juegos, supongo. Pero hay escritores que sí
frir en ese país solo a negros y a hispanos. De te influyen, y no tienen por qué ser colegas,
todas maneras, Mamet huye siempre de lo ni haberte enseñado a escribir una escena,
edificante, de las obras que quieren demos- pero tus escenas a menudo vienen de ellos.
© Pilar Cembrero.
Sorprende que Mamet insista en su interés de su experiencia en Hollywood. En cual- El búfalo americano. Teatro Alfil, Madrid,
1990. Mario Pardo y Jorge Roelas.
por determinados escritores, como Thors- quier caso, estamos en un medio cinema- Dirección: Fermín Cabal.
tein Veblen, autor de un libro ahora ya cen- tográfico poderoso y adulto, aunque haga
tenario, que es sociología y es ironía, Teoría basura a menudo, como dice Mamet. Es
de la clase ociosa (el golf goza de predica- decir, que un director no necesita firmar
mento porque necesita un terreno muy am- contigo el guión solo porque le haya hecho
plio y muy caro que no está al alcance de los cambios propios de un rodaje. Cada
casi nadie, no por otra cosa: resumen de medio tiene sus mezquindades. El nuestro
una de sus ideas, así, de memoria); y de las tiene así. Lo de Hollywood y Mamet es
Konstantin Sergéievich Stanislavski, el gran- una historia de amor y de rabia, o de odio,
dísimo director que todos conocemos de si quieren, que hasta el momento ha dado
oídas o de haber leído algo, como Un actor unos cuantos resultados espléndidos.
se prepara. Pero es cierto que determina- De todas maneras, el espacio de que dis-
dos directores, cuando no se ponen «inte- ponemos tiene un límite. Así que, después
resantes», como decía el propio Stanislavski de leernos el libro, subrayarlo, sacar citas y
según se verá, o cuando no son «entrome- diálogos, después de volver a leer algunas
tidos», como decía Corpus Barga ya de los obras de Mamet y vernos algunas películas
de su tiempo, en fin, directores así, cono- suyas que no siempre habíamos visto antes
cen bien el teatro y te pueden ilustrar e ilu- (qué maravilla es Things Change, por ejem-
minar mucho más que uno de esos cursos plo, con el viejo Don Ameche y el joven Joe
en los que se enseña a escribir teatro (por Mantegna, amigo y colaborador de Mamet
cierto, vean más abajo que Mamet no cree desde siempre), tenemos que quedarnos
que eso se pueda enseñar). con lo que sigue. Que no es poco, pero la
Todas las entrevistas del libro tienen in- lástima es que hay mucho más.
terés. Pero en unas habla más de cine que Por eso hay que recomendar el libro, por-
de teatro. En especial a medida que avan- que hay mucho que subrayar y cavilar aquí.
zamos en el tiempo. No carece de interés Es que ha valido la pena. El arriba fir-
para el dramaturgo lo que dice el cineasta mante lo ha pasado de maravilla.
31
Libro recomendado
Fragmentos
Un hombre de pocas palabras comienzas a formar frases, por Ernest Leogrande. 1977
«Cabe señalar que Mamet también incluye en sus obras palabras de varias sílabas y frases largas. Sin embargo,
los intercambios de palabras secos y rápidos son un rasgo distintivo de su obra y lo que ha concitado los elogios
de la crítica por su habilidad para captar ritmos, entonaciones y las peculiaridades idiomáticas de la lengua viva».
«“He estudiado música toda mi vida —explicó—. He tocado el piano, y he estudiado teoría y composición, y mi
escritura está influida por las ideas, la resolución y el fraseo musicales. Creo que cuanto más lo hago, soy cada
vez menos consciente”».
33
Libro recomendado
35
Testimonios
GUANAJUATO
LAS PALABRAS, LOS MAESTROS
Itziar Pascual Guanajuato, una ciudad mexicana y cer- rio, que recogió no pocas preguntas de los
vantina por antonomasia, que ha transitado participantes en unas sesiones dinámicas y
de su origen minero a su actual identidad tu- plenas de rigurosos debates.
rística y cultural, ha sido el escenario de un Una de las intervenciones más celebra-
apasionante encuentro: el Congreso Interna- das fue la del dramaturgo valenciano José
cional Siete Caminos Teatrales, realizado el Sanchis Sinisterra, que inició su participa-
pasado mes de agosto por Jeito Produccio- ción dando cuenta de las tres conferencias
nes y organizado por la Fundación Cervan- que no iba a leer, resumiendo así las dene-
tista Enrique y Alicia Ruelas, la Universidad gadas intervenciones, para dar paso a su
de Guanajuato, CONACULTA y la colabo- cuarta y definitiva propuesta.
ración del INAEM del Ministerio de Cultu- La primera conferencia denegada, que
ra de España. De este modo la ciudad que debería haber tenido por título Un trayecto
acoge anualmente el Festival de Teatro Cer- rizomático, pretendía relatar, en palabras del
vantino, ciudad de calles estrechas y ado- propio Sanchis, «el trayecto de mi deriva tea-
quinadas, de teatros históricos como el Benito tral desde el año 1977, en la deriva de Brecht
Juárez o el Cervantes y testigo de la inde- y con el consiguiente cuestionamiento de la
pendencia mexicana, se ha abierto a una ini- forma dramática». Este viaje daría cuenta
ciativa novedosa y de resultados más que del encuentro con el universo beckettiano y
satisfactorios, que esperamos tenga conti- la poética de la sustracción, con los cuatro
nuidad en nuevas y próximas ediciones. puntos cardinales de dicha poética: «silen-
Durante tres sesiones un público apa- cio, vacío, oscuridad y quietud». En este re-
sionado de más de trescientos asistentes, corrido se abordaría, asimismo, el encuentro
congregados en el Teatro Principal de la ca- con las nociones y principios de incerti-
pital del estado mexicano de León, han es- dumbre y polisemia y sus consecuencias ideo-
cuchado y compartido las intervenciones lógicas en el contenido político de su teatro
de Eugenio Barba y Julia Varley, del Odin —«intento no dogmatizar, sino pregun-
Teatret, de Dinamarca; Luis de Tavira, di- tar»—, así como el hallazgo de la estética de
rector de la Compañía Nacional de Teatro la recepción, instrumento teórico y cogniti-
de México; Tapa Sudana, actor, pedagogo vo decisivo para Sanchis, del que Apostillas
y colaborador habitual de los montajes de a El nombre de la rosa, de Umberto Eco, es
Peter Brook; Paolo Magelli, director de es- un célebre ejemplo, y la vindicación de la
cena italiano, afincado en Croacia; José San- búsqueda de un lector/espectador concebi-
chis Sinisterra, dramaturgo, pedagogo, do como sujeto pensante activo. «Es decir,
director de escena y fundador de la Sala lo opuesto del televidente».
Beckett de Barcelona, y el director de es- Este trayecto, asimismo, incluiría el des-
cena brasileño Aderbal Freire, que partici- cubrimiento de la lingüística pragmática,
pó a través de una teleconferencia, ante la lo que implica un decir que significa hacer.
imposibilidad de hacerlo presencialmente Una cuestión que le interesa especialmen-
por problemas burocráticos de última hora. te a Sanchis como una oportunidad de re-
La moderación de las intervenciones corrió flejo de la comunidad: la presencia hoy en
a cargo del director de escena y director de escena de lo coral y de la coralidad, conce-
Arteria, de Fundación Autor, Ramiro Oso- bida como el lugar del ser en común.
37
Testimonios
puesta, finalmente, «unas personas que jue- teracción entre espectáculo y público, ha-
El espectador cuenta con gan para que otras las miren». Definición blamos «de la interacción fundamental, de
que no estaba lejos, como él mismo seña- la relación entre la escena y la sala, de lo que
una creatividad propia; laba, de la doble necesidad de los huma- queremos que pase» y, a la vez, de la exis-
es importante crear nos, recogida por Aristóteles, de representar tencia de un campo de fuerza, «que implica
y gozar de las representaciones. una transmisión de información y energía».
huecos y sombras, Y así, Sanchis puso su atención en este Para Sanchis es decisivo comprender la
concepto, interacción, que hoy le resulta más importancia de la línea múltiple de pensa-
que se inscriben a partir
interesante que la noción misma de acción. miento: «Llevamos 100 años de subtexto y
de lo inacabado, Un concepto que para él impregna lo dra- todavía mucha gente trabaja con la literali-
mático, por lo que recomienda a los acto- dad. Es interesante impregnar el texto de
lo no dicho. res que atiendan no solo a lo que dice o una polisemia inicial, comprendiendo lo
piensa su personaje, sino sobre todo a lo que el texto permite y lo que el texto pro-
que hace; que analicen en qué medida su híbe». Por ello, Sanchis Sinisterra defiende
personaje afecta a otros personajes o se ve algunas pautas de trabajo para que ese in-
afectado pos estos. Porque, lejos de un prin- tercambio sea fructífero: «Creo que el es-
cipio único de lo causal —existe una causa pectador cuenta con una creatividad propia;
de la que proceden unas consecuencias—, es importante crear huecos y sombras, que
Sanchis sostiene un principio de multicau- se inscriben a partir de lo inacabado, lo no
salidad: «La causa de algo es todo lo demás. dicho; la pausa abre un hueco. Creo tam-
No cabe hablar de una única causa». bién en la importancia de aceptar el no
«Todo, desde el átomo al cosmos, todo saber autoral; no decirlo todo, no expli-
es interacción. Y, a pesar de lo que Herácli- carlo, no enseñarlo todo», matizó Sanchis,
to planteaba —todo lo que existe, existe en que se confesó interesado cada vez más por
contienda o batalla—, no todas las interac- el trabajo de dramaturgia actoral, en el que
ciones son polémicas; algunas son asociati- trabaja con pautas muy coercitivas, y en el
vas. De hecho, hoy sabemos que la vida que se permite como estrategia de investi-
existe gracias a la cooperación entre bacte- gación el trabajo con pautas de interacción
Eugenio Barba, director y fundador del
Odin Teatret, de Dinamarca. rias, como demostró la biopaleontóloga Lynn anómalas. Un Sanchis que recuerda el valor
Margulis; realmente toda acción es, en rea- de un trabajo como El actor y la diana, de
lidad, interacción. Y también sabemos que Declan Donnellan, que recomienda al joven
el teatro es un trasunto de la vida y también actor «que lea al otro mal», que se permi-
un modelo reducido, acotado y pautado de tan la comprensión múltiple de lo causal y
distintos sistemas de interacción», señaló el de la lógica y que anima a incorporar la cao-
autor de El cerco de Leningrado. ticidad al teatro.
Sanchis, que considera esencial una cita Y si debemos hablar de la interacción
El director de escena, y responsable de la
de El último Stanislavsky, de María O. Kné- entre espectadores y maestros, la transmi-
Compañía Nacional de Teatro de México, bel: «No busquen nada dentro de sí mismos. sión de energía e información fue vehemen-
Luis de Tavira.
Dentro de sí mismos no hay nada. Busquen te. Un público apasionado siguió con todo
en el otro y en lo otro», y que invita a pre- el interés sus intervenciones. Entre las pre-
guntar al actor qué hay en el otro que le lleva guntas de los más jóvenes asistentes a este
al estímulo de decir lo que le dice —«el actor Congreso, una sobresalió en la velada de
siempre tiene que estar al acecho, vigilando clausura: qué esperan los maestros de los
lo que el otro dice»—, destacó la existencia más jóvenes. La respuesta de todos ellos fue
de tres niveles de interacción que operan en apasionada. «No esperen, ¡Hagan!», espe-
el hecho teatral: el nivel textual —la escri- tó Eugenio Barba. «No esperen la respues-
tura—, el nivel escénico —la puesta en es- ta de sus administraciones o de sus políticos.
cena— y el nivel representacional —que Busquen a sus espectadores. En el Odin Tea-
acontece entre espectáculo y público—. A su tret hemos conquistado a cada espectador,
vez, cada uno de estos niveles cuenta con di- uno a uno. Y luchen contra el enemigo de
versos planos. El nivel de la escritura cuen- la indiferencia». José Sanchis Sinisterra res-
El dramaturgo, teórico y director de escena
ta con el plano ficcional y el plano discursivo pondió con una sola frase que provocó el
José Sanchis Sinisterra. o composicional. Y cuando hablamos de in- aplauso del teatro: «Que no nos olviden».
Los Impresentables
de Tomás Afán
El poderoso faro de la patrística San Cle- jese en esta reseña que su obra Los Impre-
mente de Alejandría solicitó de las alturas sentables no me ha gustado, así que me Domingo Miras
la oportuna información sobre la época en guardaré mucho de hacerlo. Debo decir
que el reino de Dios se establecería sobre que es buena y lo diré, pero antes quiero
la tierra, y obtuvo la siguiente respuesta: reflexionar otro poquito. Los Impresentables
«Eso será cuando dos no sumen más que Dice José Ángel Valente en su libro Las
uno, cuando lo de fuera se parezca a lo de palabras de la tribu, hablando del poeta de
dentro, y cuando no haya macho ni hem- Ángel González (y lo decía hace mucho Tomás Afán
bra». A la vista de tales señales, Voltaire en- tiempo, como se ve por el contexto): «Un Premio
tendió que tal cosa no sucedería nunca. poeta joven es, sin duda, tan sensible al elo- VIII Premio de Teatro
Pero nosotros, en nuestra modestia, ocu- gio como cualquiera. Pero tal vez no sea el Serantes
pamos una oposición histórica que nos per- elogio lo que más agradece si hay algo de
Edita
mite la osadía de contradecir al castellano verdad en él, sino el haber ganado un lec-
Artezblai
de Ferney para proclamar gozosos que el tor atento». Si consideramos que un dra-
reino de los cielos ya está entre nosotros. maturgo es también un poeta a su manera Colección
Sus arcangélicas avanzadas llegaron tal (así se llamaban en el Siglo de Oro y así se Textos Teatrales. Bilbao,
vez con el cubismo hace cosa de un siglo; les incluye en la Poética) y que Tomás Afán febrero 2008. 88 págs.
luego vinieron las sucesivas oleadas de su- nació en el año 68, lo que le da una edad de ISBN
rrealismo, dadaísmo, escritura automática, cuarenta y un primaverales añitos, la cita 978-84-935646-6-7
abstraccionismo, conceptismo, sin hablar de Valente le viene al pelo. Quería yo decir
de la antimateria, la cuántica, las cuerdas, y con esto que he leído su obra atentamente,
demás celestes milicias que fueron ocupan- pero ahora caigo en que lo que a Afán le
do el mundo de manera que ya hace tiem- sobran son lectores atentos, pues ha gana-
po que podemos decir que las condiciones do muchos premios cuyos jurados, sin
que San Clemente recibió como señales cier- duda, le han leído con tanta atención como
tas de la venida y establecimiento del reino pueda ser la mía, así que yo he sido tan solo
de Dios en la tierra están plenamente cum- uno más y, sin duda, el más modesto.
plidas y dan fe, por tanto, del felicísimo es- Leámosle, pues, con atención. Ya, desde
tado del mundo que habitamos. el principio, su prologuista Carlos Gil Za-
La gozosa proliferación de lenguajes ar- mora nos hace saber que el autor «quizá esté
tísticos ha hecho posible que nuestras vidas cazando renacuajos o lanzando con un ti-
estén permanentemente bañadas en belle- rachinas a los pajarillos del cable de la luz».
za, la hermosura nos rodea dondequiera Si lo dice su prologuista, será verdad, pero
que vayamos, puesto que todo es arte: in- la vida privada del autor con sus cacerías de
cluso se ha inaugurado hace poco un museo renacuajos debe permanecer al margen de
que está totalmente vacío, y el visitante debe nuestra labor, que por ahora se ciñe, como
admirar ese vacío precisamente, pues en el decía, a la atenta lectura de su obra.
vacío consiste la expresión artística que el Lo primero que nos encontramos es un
museo exhibe. Se podría tal vez pensar que prólogo terrible (no, no es el de Carlos Gil
hay productos que hubieran estado mejor Zamora) sobre la enfermedad terminal. Y
en estado de nonatos, y ese vacío que pudo luego se presentan tres actores que también
ser y no fue es el representado en el museo son los autores del prólogo precedente y de
huero; no sé, tal vez, quién sabe, es muy todo lo que vendrá después: «Somos un
probable que lo que yo hago hora mismo grupo de autores y creadores que queremos
está rebajando el valor del papel en blanco revolucionar el arte y la cultura del siglo XXII
que estropeo, por qué no. Eso pensaría pro- (el XXI se nos ha quedado ya chico)», y a con-
bablemente mi colega Tomás Afán si yo di- tinuación se califican a sí mismos de Impre-
39
reseñas
41
reseñas
son ejercicios de lenguaje y reflexión sobre el de ellas emprenden caminos por los que
teatro y sobre la literatura medieval. Reflexión después no se vuelve a transitar. Pero en
que se extiende a su primer texto infantil, La todas es perfectamente posible rastrear un
verdadera y singular historia de la princesa y el estilo, un rastro inconfundible. El reciente
dragón, y que reencontramos en Besos para estreno de La noche de los generales nos
la Bella Durmiente o La sombra de Tenorio. permitió escuchar de nuevo el deje inequí-
Pero también hay rarezas que, sin embar- voco, el sentido del humor inconfundible
go, entroncan perfectamente con el resto de de uno de nuestros autores capitales, clási-
sus obras: desde el introspectivo Álbum fa- co vivo, como lo llama Andrés Amorós en
miliar hasta el lírico Profundo corazón del bos- su presentación.
que (protagonizado por ¡gatos!), pasando por La edición de Castalia ofrece, además
la excéntrica Última pirueta o los desprejui- de la posibilidad de tener reunidas esas
ciados Cuadros, la tensa y abiertamente polí- 30 obras que muestran la trayectoria de
tica Trampa para pájaros, que en su reciente Alonso de Santos hasta la fecha, otros va-
reposición demostró un valor añadido como rios alicientes: además de la citada presen-
reflexión sobre un momento político a la que tación de Andrés Amorós, un estudio
el tiempo ha dotado de más contundencia riguroso y —no podía ser de otra forma—
al ser vuelta a ver desde la actualidad, lo amoroso de Margarita Piñero, en el que se
que confirma que una de las cualidades más recogen y explican las claves del teatro del
acusadas del teatro de Alonso de Santos es autor. Cada obra, además, viene precedida
el de estar, en su mayor parte, profunda- de su respectiva «Nota del autor», que ofre-
mente, y no solo de modo circunstancial, ce información y reflexión acerca de las cir-
enraizado en el presente en que ha sido es- cunstancias de cada texto, además de
crito. De ahí su valor, antes comentado, de algunas ilustraciones (fotografías, facsími-
crónica del devenir social desde el punto les de programas, carteles…) que son un in-
de vista de los derrotados. teresante e infrecuente complemento.
Algunas obras de Jose Luis están, lógi- Una estupenda ocasión para redescubrir
camente, más logradas que otras, y unas —y para algunos recién llegados quizá des-
gustarán más que otras. Responden a dife- cubrir— a Alonso de Santos, nuestro com-
rentes momentos y motivaciones y algunas pañero; nuestro amigo. Mi maestro.
Sección autónoma
de la Asociación
Colegial de Escritores
C/ Benito Gutiérrez 27, 1.o izqda. 28008 Madrid. Telf.: 915 43 02 71. Fax: 915 49 62 92. http://www.aat.es
El teatro leído es probablemente la forma literaria más Pero la desusada honradez del teatro leído no solo ra-
honrada y autoconsciente de cuantas existen. Cuando uno dica en su lúcida conciencia de producto in fieri, en su hu-
se aproxima al libreto de una pieza teatral, tiene siempre milde vocación de boceto. En ninguna otra forma de arte
la certeza de estarse enfrentando a un producto inacaba- el lenguaje humano se nos muestra más consciente de sus
do, una obra de arte embrionaria llamada a generar infini- propias limitaciones ni más orgulloso de su auténtica gran-
tas obras de arte en cada una de sus realizaciones escénicas deza. En las páginas de un texto teatral el lenguaje repro-
concretas. Casi todas las demás modalidades de literatura duce lo único que es capaz reproducir: el propio lenguaje.
se afanan continuamente por intentar engañar a sus lecto- El resto de los aspectos de la realidad, acaso verbalmente
res, presentándose a sí mismas como objetos autosuficien- inasibles, quedan púdicamente «irrepresentados» e «in-
tes y conclusos, que parecen desdeñar con despreocupada expresados», a la espera de que la osadía de un lector o un
frialdad el imprescindible papel del receptor en la consu- director de escena se decida a dibujarlos con instrumen-
mación de la experiencia estética y en la concreción de las tos más adecuados para ello. El texto teatral se conforma
infinitas indeterminaciones del texto literario. El texto tea- únicamente con palabras que se representan a sí mismas,
tral, por el contrario, reconoce sin aspavientos ni disimu- segmentos verbales que —a diferencia de todas las demás
los la necesidad de descargar sobre los hombros de sus modalidades literarias— han renunciado a la arrogante
potenciales lectores una tarea tan estimulante como com- pretensión de aprehender lo que se encuentra más allá del
pleja: la de erigirse en imaginarios directores de escena y abismo infranqueable de lo lingüístico. Si Aristóteles de-
aportar al sugerente armazón de la palabra dramática todo finía la tragedia como la imitación de una acción comple-
aquello que esta voluntariamente omite o silencia: la luz ta (mimesis praxeos), el texto teatral, haciendo gala de su
que baña los rostros de los personajes, el mundo por el que embarazosa humildad, se empeña una y otra vez en con-
deambulan, el timbre preciso de su voz, la velada visuali- tradecir al genio griego, al presentarse a sí mismo como
dad del conjunto… Dar vida en el palco escénico de la una simple mimesis lexeos: como palabras que imitan pa-
mente a toda esa maraña de indeterminaciones y silencios labras. No es, por tanto, de extrañar que el lenguaje dra-
en que consiste el texto dramático supone uno de los pla- mático, liberado de la tiranía de intentar abrazar lo
ceres y desafíos inherentes a leer teatro, un placer que la pre- inabarcable, haya legado a las letras universales algunas
ciosa humildad del libretista no hurtaría jamás a sus lectores. de sus páginas más hermosas e imperecederas. Y es pre-
Estos, súbitamente elevados a la categoría de cocreadores, cisamente el teatro leído —mucho más que el representa-
pasan a formar parte de una interminable cadena de ac- do— el que nos permite saborear mejor la dimensión
tualizaciones «escénicas» del texto escrito, compartiendo literaria de muchas de sus grandes obras, al concedernos
un único aliento con aquellas pocas que han llegado algu- la posibilidad de volver una y otra vez sobre determinado
na vez a encarnarse sobre las tablas de un teatro. Así pues, pasaje, hasta terminar de apurar en nuestra mente el con-
la brillante desnudez del teatro leído nos brinda como nin- centrado potencial de su lirismo. Acaso en la humildad y
guna otra forma de arte el placer de lo inacabado, el goce la honradez de ese teatro hecho de papel resida, a fin de
de lo potencial, el vértigo de lo infinito. cuentas, buena parte de su grandeza y su misterio.
43
DENTRO DE LA TIERRA
de Paco Bezerra
PREMIO NACIONAL DE LITERATURA DRAMÁTICA
Ignacio del Moral
El día 15 de octubre le fue concedido a Paco Bezerra, flexión sobre los nuevos desafíos y situaciones que carac-
joven autor almeriense (joven de verdad, no lo que en esta terizan nuestra época, son los elementos que determinaron
profesión se entiende por joven —término que abarca hasta que Dentro de la tierra se abriera camino en las votaciones
le edad de la jubilación—, ya que nació en 1978), por Den- con paso firme desde el primer momento.
tro de la tierra, un texto que ya había merecido el Calderón El premio podía haber recaído dignamente, cómo no,
de la Barca en su convocatoria de 2007. No sé si es un caso en muchas de las otras obras finalistas, cómo no. Pero sin
único, pero sin duda es infrecuente que el mismo texto re- duda la obra de Paco Bezerra fue una buena ganadora, ya
ciba un año un premio destinado a autores jóvenes y sin es- que revela una voz que sería imperdonable dejar perder,
trenos en su haber y el año siguiente se alce con otro, esta como por desgracia ha ocurrido con tantas otras que tu-
vez en competición con textos de autores consagrados. vieron brillantes inicios y que fueron apagándose en medio
No es, además, el primer premio que nuestro compa- de la indiferencia o el ninguneo.
ñero recibe, si bien esto no ha supuesto para él la oportu- Y aquí procede, un vez más, reflexionar sobre los pre-
nidad de estrenar. Esperemos que el resonante enunciado mios, el papel del teatro institucional, el cuidado de los
de este galardón (¡Premio, emio, emio…! ¡Nacional, cio- nuevos dramaturgos (sin que esto signifique que haya que
nal, cional…! ¡De Literatura, tura, tura…! ¡Dramática, descuidar a los no tan nuevos). Un texto que obtiene dos
ática, ática…!) le valga a su autor el ser estrenado en con- premios del Ministerio de Cultura, primero el destinado
diciones dignas. Puede que esta vez se abra a su obra al- a autores jóvenes e inéditos, y después a la mejor obra edi-
guna de las puertas a las que infructuosamente llamó tras tada el año siguiente, con jurados diferentes (solo quien
recibir el Calderón. esto firma participó en ambos jurados, sin que de esto
Premios aparte, Dentro de la tierra es un texto sugesti- deba inferirse mérito ni demérito ni relación causa-efec-
vo, rico, que revela un talento que aún tiene que dar fru- to al respecto) y con rivales de muy diferente talla, no debe
tos muy apreciables. Para ello, y aprovechando el símil que quedarse sin representar en un teatro de titularidad esta-
la propia obra nos brinda (se trata de una historia am- tal: si esto ocurre, expresaría de forma elocuente una pro-
bientada en el insólito ámbito de los invernaderos alme- funda distorsión: o bien los premios están mal dados, o
rienses), solo necesita un terreno y los cuidados adecuados; bien no inspiran ningún respeto ni compromiso en las ins-
a saber, la oportunidad de confrontar su creación literaria tancias que los convocan. Tiendo a pensar que se trata
con la realidad escénica y la recepción del público, sin los más bien de esto último. Si es así, es una actitud que ha-
cuales la literatura dramática se queda en eso, en literatu- bría que corregir. Ya hemos vivido impotentes la caída de
ra, sin llegar a ser teatro. Creo que obra y autor se han la cláusula de estreno en las bases del Premio Lope de Vega.
hecho merecedores de un destino mejor que pasar a for- Al tiempo que debemos luchar por su restitución, debe-
mar parte de ese contigente cuasifantasmal de los más pre- ríamos perseverar en hacer entender la necesidad de que
miados y menos representados. los premios de teatro estén vinculados a una voluntad por
El testimonio de una realidad próxima y desconocida, parte de sus convocantes de impulsar o colaborar en su
la del campo almeriense y sus invernaderos, las considera- puesta en escena. Esperemos que el doble premio obte-
ciones ecológicas y sociales, con elementos que bordean el nido por Paco Bezerra mueva a reflexión a nuestros res-
terror o la ciencia ficción, más el tema de la emigración, ponsables teatrales.
más una potente historia familiar de fuerte raigambre mí- En todo caso, estoy seguro de que este premio ha hecho
tica…, un tratamiento singular y novedoso de temas que muy feliz a su ganador, al tiempo que ha dado un respiro
nos son comunes a todos, que encierra una ambiciosa re- a su economía. No es poco para un año de crisis.