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llenos de monstruos?
Capitulo 1- El encuentro
-¿estás seguro que lo viste por aquí? Decía un hombre de alrededor de 50 años
-lo juro, estaba pasando por aquí hace un rato, ¿Por qué te mentiría? Decía su
acompañante
Y otras muchas voces decían -entonces busquemos de una vez- -si aquel demonio debe
morir- - hoy acabaremos con nuestra desgracia-
-por fin nos desharemos de esa mierda- -si¡¡¡¡¡ tengo que llegar a tiempo para celebrar
el cumpleaños de la hija del hokage- - estoy de acuerdo vayamos de una vez-
Naruto al oír esto simplemente se puso a temblar pensando “me mataran y ahora que
hago? Tengo que escapar”. Empezó a moverse de su escondite lentamente para que
no lo descubrieran paso a paso, pero el destino o la mala suerte hizo que naruto pise
un laton que produjo mucho ruido haciéndose descubrir.
Ni siquiera lo pensó, naruto corrió con todo lo que tenia agitaba sus brazos y piernas,
pero no puede hacer mucho un niño de seis años, su mismo cuerpo no le permitía
continuar. Corrió por mas de media hora tratando desesperadamente de escapar, uso
todos los conocimientos que había adquirido durante los meses que vivió en las calles,
atajos, refugios, cada cosa que sabia la puso en practica dejando de lado el terror que
le causaba ser atrapado. Cuando la mayoría de la turba se cansó y además de que se
hacia tarde para ir ala celebración, se retiraron entre ellos el líder con su acompáñate,
naruto solo se quedo quieto por un poco mas de tiempo negándose a salir de su
escondite, cuando por fin se relajo porque al parecer no había nadie salió lentamente,
pero eso no duro mucho pues alguien lo había visto, era un aldeano que lo agarro por
la camisa y lo golpeo sin mediar palabra poniendo un rostro que demostraba asco.
-aquí te escondias demonio, jajaja hoy moriras por mi mano y todos me agradecerán
por lo que hice, liberar ala aldea de ti maldito demonio asqueroso- decía mientras lo
golpeaba el pecho y rostro dejandole heridas graves.
-jajaja, porfavor no me hagas reir tu no mereces nada ni mucho menos vivir, hoy
moriras y eso es todo- agarrando de nuevo al niño.
El aldeano sin pensarlo mucho llevo al niño a un bosque frondoso que estaba cerca de
ahi, equel sitio estaba fuera de la aldea y la habitaban monstruos de un nivel medio-
bajo, aquel hombre pensaba llevarlo al acantilado que se encontraba en su interior
para arrójalo ahí para que muera lenta y dolosamente, naruto lloraba, pero el hombre
ni se inmuto. Paso otra media hora y por fin llegaron al sitio un lugar deshabitado con
olor a sangre que causaría nauseas a cualquiera, el hombre agarro por el cuello al niño
llevándolo al acantilado para tirarlo dentro pero del boque salió un monstruo, parecía
un lobo pero mas grotesco con ojos brillantes color blanco que lo hacían parecer mas
espeluznante, el aldeano temblaba de miedo.
Se suponía que no iba haber monstruos cerca porque habían aumentado la seguridad
al punto que cubría este boque y que era seguro
Soltó al niño bruscamente y sin pensarlo empezó a correr con todo lo que tenia, aquel
monstruo vio a naruto tirado en el piso medio muerto y simplemente lo ignoro,
corriendo detrás de esa presa que era mas interesante y que al menos le daría
emoción a su caza.
Al ver esto naruto se desmayo, al pasar algunos minutos despertó con el cuerpo
adolorido, pero aun asi se levanto, y empezó a llorar amargamente.
-porque nadie… ni nada me quiere????- sus ojos estaban rojos por llorar
tanto y sus ojos claros estaban empañados de lagrimas
-jaja- una risa amarga surgió de el -tal vez es asi tal vez soy un demonio… y
nunca merecí nacer, supongo que tenían razón creo que les hare un favor y me
matare al menos eso no me lo reprocharan o si? - sus pensamientos lo invadían
mientras estaba parado al borde del acantilado con olor a sangre.
Estaba a punto de dar el paso que lo llevaría a una muerte segura y algo lo interrumpió
sonaba como un estallido explosiones pequeñas, levanto la mirada y un montón de
fuegos artificiales se podían ver en el cielo de todos los colores posibles estaban ahí,
claramente no eran para el o por su cumpleaños o algo así pero a él le hizo pensar de
nuevo, al ver aquello naruto retiro el pie que tenia en el acantilado.
-¿¿¿¿¿y si soy un monstruo que importa????.. .. … . yo soy el que decide lo que soy- se
decía mientras se limpiaba las lagrimas -solo yo soy el que puede cambiar, si soy un
demonio que importa?? Yo decido mi propio destino y si tengo que probar que soy
digno de vivir y nunca caer, lo hare no importa lo que pase o como lo pase yo
simplemente lo afrontare- levanto el rostro viendo al cielo con todos esos fuegos
artificiales que lo llenaban y siguio pensando mientras se levantaba una sonrisa en sus
labios -no me rendiré jamás, nadie me vera caer y si alguna vez lo ven será por
que yo quise caer- se puso sus manos a cada lado de su boca recuperando su
semblante y grito con todas sus fuerzas ya no le importaba que alguien lo escuchara -
!!!! nunca nadie me vera caer y si alguna vez lo hacen será porque yo quise caer ¡¡¡¡¡
siempre me levantare me oyeron, jamás mataran lo que soy, yo naruto uzumaki lo
juro ¡¡¡¡¡
Tal parece que nadie lo oyo por supuesto los fuegos artificiales tapaban toda su
pequeña voz, bajo los brazos y vio el acantilado con sus ojos y una sonrisa brillante
diciendo
Pero tal parece que el destino no lo acompañaba ni la suerte tampoco pues la parte en
la que estaba parado ese pedazo especifico cedió y cayo sin previo aviso sin apenas
tiempo para reaccionar naruto con sus ojos perplejos no sabiendo si reir o llorar
agarro una roca que estaba a su lado que no habia cedido aun, naruto estaba por caer
al acantilado colgando solo agarrado de una roca pequeña, si no fuera porque lo
golpearon hubiera podido salir de ahí pero estaba con extremo dolor y heridas y
simplemente grito
-jaja, enserio? Mi vida esta tan jodida que hasta el destino me quiere muerto?--
esas palabras surgían en la mente de naruto, rápidamente siendo reemplazadas por
otras -pues no como dije nadie me vera caer y en este caso nada jaja.- saco sus
ultimas fuerzas y empezó a subir lentamente apoyándose sobre la rocas, pero como
si hubiera sido maldito, la roca principal de su agarre se rompió y sin previo aviso cayo
al acantilado.
-diablos como odio vivir aquí, como un dios puede terminar así?- se decía mientras
maldecía - al menos no será por mucho-
De pronto escucho algo, sonaba como la voy de un niño “nunca nadie me vera caer y
si alguna vez lo hacen será porque yo quise caer ¡¡¡¡¡ siempre me levantare me
oyeron, jamás mataran lo que soy, yo naruto uzumaki lo juro”
El hombre puso una sonrisa mientras pensaba - pobre niño jaja me recuerda ami,
te compadezco si es asi supongo que estará bien- pero no mucho después se oyó un
grito que lo alerto, no sabia porque pero fue a ese sitio sin pensarlo, al llegar vio a un
niño colgado de un acantilado apenas sosteniéndose de una roca, se quedo escondido
para ver lo que pasaba, quería saber si pedía ayuda o se levantaría y continuaría, no
esperaba mucho de aquel niño pelirrubio pero grande fue su sorpresa que este
después de ese grito no grito de nuevo solo lo vio esforzarse aun mas para poder subir,
ya casi lo lograba al ver esto el hombre se procedió a ir lentamente para que nadie lo
escuchara.
De pronto se escucho el sonido de una piedra rompiéndose y una pequeña voz que no
gritaba sino mas bien hablaba
-- jaja te permitiré verme caer por esta vez pero sabes que me levantare— con
una sonrisa en el rostro.
Al ver aquella determinación, voluntad sin rastro de duda, se lanzo a salvarlo, dio un
gran salto desde donde estaba y agarro al niño inconsciente antes de que cayera al
suelo, agarro una de sus espadas y la clavo en la pared del acantilado para aligerar la
caída.
Unas horas pasaron. Y un naruto inconsciente estaba frente a una fogata, poco a poco
abrió los ojos y dijo en voz baja
-soy el que te salvo, crei que estaba claro, porque mas estarías vivo? – respondio
aquel hombre con voz neutral pero que aun asi causaba miedo en naruto
-te escuche. Solamente te ecuche gritar al cielo tus ganas de enfrentarte a tu destino-
el hombre saco uno de los palos con un animal puesto sobre el fuego y empezó a
comer y continuo
El rostro de naruto se mostro aun mas sombrio al oir esto retrayéndose en si mismo
-pero es por algo estúpido que estoy aquí atrapado en este mundo- el
rostro de naruto se levanto viendo ala dirección del hombre
-como lo oíste, estoy atrapado hace mucho tiempo aquí, per oeso no te concierne-
aclaro el hombre. Al ver esto naruto solamente se callo y decidio no preguntar mas.
-esta bien, no preguntare mas pero quisiera saber algo porque decidiste
salvarme? No soy nada para ti y no recuerdo haberte conocido antes- termino de
hablar naruto y hubo un silencio de un par de minutos y luego el hombre hablo
- solo estaba por este lugar por casualidad para pasar la noche cuando oí tu
grito y tu declaración me pareció como dije lo mas absurdo que jamás oí,
pero lo que verdaderamente me sorprendió fue que no dudaste en cada una de tus
palabras eras como uno de los guerreros que alguna vez comande soldados fieles
a su promesa con una voluntad inquebrantable dispuestos a morir por lo que desean,
solo por esa razón te salve- dijo el hombre aun cubierto con el manto
-soldados? Comandaste? Quieres decir que eras un general de guerra? O
algo asi? - pregunto naruto espectante
-pero un dia no pude ganar una batalla e hice un trato que prácticamente me mando al
infierno-
-solo por aquello todo lo perdi, solo por obtener poder para ganar. Algo totalmente
absurdo-
Sorprendido por la pregunta que fue hecha por un niño pequeño solo respondió
-por supuesto que no… lo que me dejo asi fue la búsqueda de poder pero sin un
objetivo en especifico- dijo el hombre mientras veía el fuego y volvía a tomar la
carne que había dejado
-no dijiste que tu objetivo era ganar?? - siguió con sus preguntas lleno de curiosidad
-claro que fue asi… pero eso no lo es todo eso no es nada - un largo silencio
siguió después de eso
Aquel hombre hace mucho que ya no sentía aquel sentimiento que lo hacia acercarse a
las personas, pero había algo en este niño que el hombre no podía evitar pasar, no
sabia si era por que el se parecía a el o simplemente admiro su espíritu de un gran
guerrero no podía saberlo con claridad, pero algo le decía que este niño era
especial, algo que iba a ser muy grande una persona que no se rendiría jamás y
protegería lo que es suyo, tal vez fue por aquellas palabras que dijo el niño que le
hicieron ver lo que el necesitaba para pasar estos años que aun le quedaban. Solo se
quedo callado mirando al niño que también estaba reflexionando sobre algo.
-ahora por que peleas? …- ante la pregunta el hombre no sabia que responder pues el
tampoco lo sabia
- si… por fin lo hare… espere por años y unos mas no harán la diferencia- contesto el
hombre
-por fin morire- suspiro el hombre- luego de cargar con este poder maldito que no
hace nada mas que agregarme peso sobre mis hombros vivi por mucho, hice
todo lo que se puede hacer, mate todo lo que se pueden matar, aprendí todo lo
necesario para sobrevivir mucho mas, y aun asi me siento vacio solo quiero
descansar- suspiro el hombre
-digame como puedo hacer para obtener el poder que usted posee?- la pregunta hizo
que el hombre desconocido se sobresaltara.
-jajaja no puedo creer que seas tan idiota… jaja, me agradas, ademas seria una
desgracia si no dejara algo para la posteridad ya sea conocimiento o poder -
Al oir y ver el rostro desconcertado del niño solo mostro una sonrisa con los labios y
luego volviendo a su actitud
-niño mi nombre es algo que otras personas conozcan gratuitamente tienes que
ganarte ese derecho si lo considero necesario te lo dire o cuando te lo ganes-
-solo dime “señor o maestro” y con eso esta bien, terminado este asunto tengo que
decirte algo si es que quieres aprender de mi- dijo el hombre con tono serio
-me ire de este lugar y no pienso volver al menos en varios años o simplemente no
volvere por mi muerte… ¿estas dispuesto a abandonar todo y todos los que tienes
aquí solo para seguirme y posiblemente morir, además de recibir el infierno en
entrenamientos? – señalo el hombre mirando al pequeño a los ojos
-no tengo prácticamente nada y con respecto a las personas a penas si las
puedo contar con los dedos, encima que no son mis familiares y aquellas que me
aprecian entenderán mi partida-
-no tienes nada?- dijo el hombre. -no, no tengo nada pero quiero el poder
para proteger lo que algún dia tendre y no dejarlo ir- dijo le pelirrubio mostrando de
nuevo esa sonrisa.
El hombre solo vio la escena y no dijo nada mas pues no lo consideraba necesario y
continuo…
-bueno entonces nos vemos mañana en este lugar al medio dia si no estas aquí
para ese tiempo me ire sin ver atrás no importa lo que haya dicho antes- el hombre
hablo seriamnete
- lo hare prometo estar aquí, tengo que preparar algunas cosas asi que me voy y de
nuevo gracias- haciendo una reverencia y luego levantándose de ahí para ir a sus
encondites para recoger recuerdos importantes asi como para despedirse de las
personas que eran importantes para el especialmente de aquella niña ojiperla.
Cuando se alejaba el hombre solo asintió, dando su aprobación pero antes lo detuvo y
le arrojo un animal que estaba al fuego para que comiera dando a entender al
pequeño que tenia que regresar e irse ala hora acordada.
Capitulo 2- despedida
Pasaron algunos minutos para que naruto viera la aldea por completo, aun era de
noche y esa parte del bosque estaba no estaba iluminada por lo que fue muy fácil
perderse un par de veces… naruto entro ala ciudad cautelosamente para que no lo
descubrieran, se fue a todos sus escondites en los que tenia ya sea ropa o algún
recuerdo importante de los momentos felices que vivió obviamente no eran
muchos a lo mucho llegaban ala cantidad de tres, uno era una tarjeta con la
palabra ichuraku en ella, que le dio la hija del dueño del puesto de ramen en donde
gustaba de comer el pelirrubio , personas que le daban un plato de comida cada vez
que lo necesitara solo eran ellos. Otra cosa que naruto le tenia un aprecio muy especial
era un abrigo largo que le llegaba hasta las rodillas cuando se lo ponía, color negro con
palabras en la espalda y ambos brazos que le regalo su difunto aji-san el ex tercer
hokage o como asi lo llamaba naruto pues este lo trato como a su nieto, dándole
ayuda cada vez que lo necesitaba y apoyándolo en todo lo que podía. Al menos asi
era hasta que murió por una enfermedad que lo degenero a tal punto que preferia la
muerte a estar con eso.
Flash back: hace unos meses naruto iba por la ciudad escapando y buscando comida
para comer se sentía triste pues no había visto a su oji-san en un largo tiempo. Por ello
de un momento a otro fue a visitarlo a su casa, como sabia que lo botarian ala calle
solo se escabullo por diferentes entradas alternas que conocía, al entrar todo estaba
en silencio solo una habitación se escuchaban voces tristes naruto fue a dar un
vistazo a lo que pasaba escondiéndose en la habitación de al lado.
Al oir esto fue como si un rayo atravesara el corazón de naruto, su oji-san moriría y no
podía hacer nada, nunca se lo había mencionado, naruto empezó a derramar lagrimas
silenciosamente mientras seguía escuchando.
-ya lo saben, no hay cura para mi… y tampoco quiero que la busquen… yo… la verdad
quiero descansar, aunque hay cosas que dejo sin terminar la vida que tuve fue larga y
plena y no quiero retrasar lo inevitable, asi que déjenme solo al menos por hoy
mientras pienso en algunas cosas- dijo el anciano tranquilamente
-esta bien, porfavor no hagas nada imprudente, vamonos Lily deja que tu abuelo tenga
un momento para pensar- dijo el hombre mayor con tristeza en su voz
-abuelito no mueras porfavor, no hasta mañana- Lily decía mientras su voz estaba
claramente entrecortada por las lagrimas, ambos se retiraron luego de aquello.
-naruto se que estas ahí, sal porfavor tengo que hablar contigo- el anciano dijo
levemente mientras se veía a un niño con lagrimas saliendo de su escondite, naruto no
sabia que decir.
-naruto, se que te sientes frustrado de no saber la razón por la cual no te dije sobre
esto, la razón es simple no quería preocuparte mas de lo que lo haces cada dia, con
respecto que si hay cura o no, lamento decir que no y la verdad no lo quiero yo ya lo
acepte- dijo el anciano mostrando una exención triste y comprensiva mientras miraba
al niño llorando
-no quiero que me dejes oji-san- dijo el niño otra vez llorando
-yo tampoco quiero hacerlo, pero eso ya lo decidí me odio por tomar esta decisión
egoista y dejarte solo pero…-
Naruto levanto la cara y vio a su oji-san soltando lagrimas y comprendido que esto era
lo que mas deseaba se veía agotado y cansado
-entiendo oji-san, aunque no por completo ya que soy un niño, algún día lo hare y la
verdad no te culpare jamás, entiendo que este es tu deseo y yo no me opondré.-
naruto se seco las lagrimas y saco una gran sonrisa a relucir, viendo al anciano en la
cama.
-naruto hazme un favor, ve a mi cajon y revisa el segundo cajon- dijo con una sonrisa
débil
Naruto no entendía pero obedeció sin pensar mucho, al hacerlo vio una caja negra con
la palabra naruto en ella.
-quise darte eso como regalo de despedida, siempre me contabas que querías ser
alguien que quería proteger a los que quería, y la mejor manera de hacerlo es ser un
hokage, se que no es como lo que se le da a un hokage pero…-
-esto… es… - interrumpio naruto al sacar el abrigo de la caja
Era un abrigo largo de color negro con bordados rojos en los brazos y espalda, los
mismos decían “protector” en el brazo derecho “imparable” en el izquierdo y por
ultimo “inquebrantable” en la espalda.
-ese es tu regalo, nunca olvides lo que eres y lo que quieres hacer en el futuro, hasme
sentir orgulloso de ti naruto, pero ante todo se tu mismo y has lo que quieras hacer
para ser feliz- dijo sonriendo el moribundo tercer hokage
-muy bien naruto, ahora ve quiero despedirme de mi familia por ultima vez-
-por cierto, el abrigo tiene un sello que permite que se adapte al portador, espero que
lo cuides muy bien cuando sigas creciendo ve naruto y no llores por mi no
quiero que hagas eso, no quiero causarte mas peso en el corazón- dijo el abuelo
despidiéndose
-lo hare no te preocupes- meciono el pelirrubio sin ver atrás pues no quería que viera
su rostro empañado de lagrimas. -lo hare no deshonrare mi promesa- saliendo de
aquella casa.
Algunos días después se anuncio la muerte del tercer hokage de la boca del cuarto
hokage, la ciudad estuvo de luto por una semana antes de que volvieran a sus
actividades. En el funeral Naruto lloro amargamente escondido en los arboles
duarante un tiempo pero luego levanto el rostro y mostro una sonrisa al cielo, dando a
dar su promesa - adios oji-san-
Seguía recogiendo sus cosas y encontró el ultimo objeto preciado de naruto. Era un
collar con forma incompleta de un semicírculo de yin y yang, un regalo de la persona
que iba a visitar en este instante.
-me voy oji-san, no te procupes por mi, yo volvere- dijo naruto en tono triste
De inmediato se puso su abrigo y el collar, las demás cosas las puso en una bolsa y dejo
el lugar para dirigirse al castillo hiuga, mientras recordaba como conoció a Hinata, su
única amiga y la existencia que deseaba proteger.
Naruto buscaba comida en los contenedores de basura como casi todos los días desde
que lo echaron del orfanato en el que vivía, ya habían pasado un par de semanas
desde aquello, para evitar morir comia lo que encontraba. Mientras recorria los
contenedores de basura de un parque escucho a unos niños peleándose no le dio
importancia pues no le consernia y no tenia porque intervenir, siguió buscando.
-tonta quien te crees como para molestarnos? Acaso no sabes quien soy? - decía
el niño que parecía ser el líder del grupo
Al oir esto naruto no pudo mas, y volteo la mirada ala escena, viendo a una niña
hermosa con pelo azul oscuro por lo que se podía ver era corto pero con dos
mechones largos al los lados del rostro, la niña tenia unos ojos perlados que
combinaban perfectamente con el color de piel que esta tenia, parecía suave y
delicada como unos cerezos en flor, estaba vertida con una bufanda de en el cuello
junto con un abrigo cris y pantalones shinovi comunes, naruto no podía creer que algo
tan bello existiera en este mundo pero ella estaba tirada en el suelo con otros tres
niño frente a ella, la miraban con desprecio.
-eso te pasa por meterte en nuestro camino- -deja eso, démosle una lección- decía
un niño golpeando sus puños
Naruto al ver esto tenia que intervenir se corrio hacia el grupo, al ver esto los demás
niños no sabían que pensar, e interrumpieron lo que iban a hacer. Y sin mediar palabra
naruto golpeo al que parecía ser el líder con un puñetazo que hizo caer al niño.
-como te atreves- dijo el niño de la derecha, cargo sus puños a naruto, no pudo
esquivarlo y lo recibió de lleno en la cara. Ignoro el dolor sin inmutarse se puso firme.
-y que si lo soy… larguence dije, antes de que los mate- susurro naruto apretando las
manos, a el le dolia la palabra “demonio” pero a veces era lo mejor que podía usar.
Al ver esto naruto se sintió mal, pero que mas podía hacer? Solo volteo el rostro y
puso una sonrisa con dirección ala niña ojiperla.
-no… no…. No lo hare ¿Por qué lo haría? -dijo la hermosa niña peliazul
Al ver esto naruto la vio y vio en sus ojos perlados sinceridad pura y sin mas se
presento.
-mi nombre es naruto uzumaki, y gracias por no salir corriendo- el pelirrubio dijo sin
pensarlo mucho y mostrando una sonrisa llena de alegría.
La niña peliazul se sonrojo al ver esa sonrisa junto a los ojos azules de naruto.
-mucho gusto Hinata-chan bueno me voy tengo cosas que hacer- dijo en tono de
despedida volteándose y empezar a caminar, no podía seguir viendo a la niña pues era
demasiado adorable. Al ver esto la niña no sabia porque pero sentía que no quería
dejarlo ir, era la primera persona que la trataba calidamente y esa sensación no la
quería dejar ir, sin pensarlo agarro a naruto del brazo.
-naruto-kun, nos volveremos a ver?- la niña estaba roja como un tomate, había
reunido todo su coraje para decírselo, nada podía quitar esa parte timida de ella.
Naruto al ver esto sonrio y agarro la mano de Hinata.
-por supuesto Hinata-chan, mañana ala misma hora si es que quieres- dijo naruto sin
basilar.
Al ver esto naruto no pudo mas y empezó a correr, no sabia por que pero sentía un
sonrojo enorme en su rostro.
Asi pasaron los días los niños, uno junto al otro todos los días se reunian en aquel
parque para hablar de lo que sea, a veces Hinata le llevaba comida a naruto, pues se
había enterado de la situación en la que vivía. Alos seis meses de verse, la madre de
Hinata había descubierto lo que pasaba con su hija y naruto, no intervino pero quería
darle algo a los niños, por eso fue y compro unos collares que eran gemelos de alguna
manera, representaban en yin y yang.
-se que vez a un niño todos los días y creo que te hace muy feliz, si te hace feliz no
estoy en contra de ello a pesar de todo lo que digan- dijo la madre de Hinata.
-hinata-chan mira,- mostrando los collares- esto es un regalo de mi parte para ustedes
dos- caso uno de los collares,en el caso de Hinata era blanco, y se lo puso a Hinata
dándole un beso en la frente.
-El otro dacelo a tu amigo, entendido?- dijo la hiuga mayor con una sonrisa
Cuando llego la hora, Hinata todavía se sentía nerviosa al lado de naruto, y en medio
de la conversación sin pensarlo.
Naruto se sorprendio al oir eso, no lo pensó y solo los cerro. En ese momento Hinata
le coloco el collar, estaba totalmente roja. Al abrir los ojos vio a Hinata sostener su
collar blanco con la parte de yin. Y luego noto que tenia la parte de yang, como si fuera
algo practicado, levanto es suyo y lo unió al de Hinata, asi completando la forma.
Naruto estaba sin palabras y solo atino a darle un abrazo a Hinata agradeciéndole, en
ese momento no eran necesarias las palabras, ya se sobreentendía todo.
Luego de aquella tarde siguieron con su rutina pero esta vez, eran mucho mas
cercanos.
Naruto se escabullía sin ser detectado en el castillo hiuga pues conocía muy bien todo
lo que lo rodeaba, una habilidad especial que tenia. Mientras entraba estaba pensativo
y culpándose. Se sentía triste porque la madre de Hinata había fallecido
recientemente, y le prohibieron a ella salir del castillo, ya había pasado un mes de ello,
y cada día pensaba una manera de ir con ella, pero ya sea por una u otra forma lo
descubrían y golpeaban, nunca se rindió. Pero hoy lo había logrado, porque la familia
hiuga tenia una reunión y al estar frente a la puerta de la habitación de Hinata oyó
unos sollozos, sin importarle nada entro a la habitación.
Al oir la voz de naruto Hinata salió de su escondite y corrio a los brazos de naruto, solo
se aferro a el y empezó a llorar mas fuerte.
Pasaron diez minutos abrazados tiernamente, hasta que naruto se separo de Hinata
lentamente para hablar mirándola fijamente a los ojos y decirle lo que iba a hacer.
-hinata-chan no me ire para siempre ni mucho menos te abandonare, pero esto es algo
que tengo que hacer, necesito hacer esto para poder protegerte a ti y a los que me
importan- dijo seriamente el niño rubio.
-prometo que volveré, no hay nada en el mundo que impida que vuelva, solo dame
tiempo para volverme fuerte y poder protegerte, nunca más te dejare Hinata-chan lo
juro. – mirando fijamente a los ojos perlados de Hinata
-cuanto tiempo te iras???- dijo la pequeña Hinata viendo una vez los ojos azules de
naruto.
Hinata empezó a llorar de nuevo, sus ojos no lo aguantaban más, perdió a su madre y
ahora perderá ala única persona que la hace feliz.
-dame un tiempo naruto-kun, par favor dame un tiempo, no podre estar segura si te
vas sin darme alguna garantía de que volverás- dijo la pequeña Hinata.
Naruto no quería hacer promesas falsas pero al ver la tristeza de Hinata y el duro golpe
que representaría para ella, el se planteo un tiempo en especifico en el que tendría
que volver a verla.
-Hinata-chan, juro por mi vida que volveré en siete años, espérame siete años Hinata y
volveré para estar contigo y protegerte- dijo naruto firmemente y sin basilar.
Hinata lo vio y abrazo nuevamente, ella quería ir con él, lo deseaba con todo su ser,
pero a pesar de ser una pequeña niña ella comprendía que eso seria un riesgo para ella
y naruto, ya sea por su familia o por la aldea.
-esta bien naruto-kun, esperare siete años, prometo volverme fuerte para estar ala
par contigo naruto-kun, aun asi no estoy segura si dejarte ir- dijo Hinata con una
vos triste.
-gracias por comprender Hinata-chan, estoy seguro que lograras ser la mejor, y no te
preocupes- naruto se separo de Hinata y busco en su bolso, segundos mas tarde saco
una preciosa piedra color rojo carmesí con forma circular que había encontrado en
algún tiempo atrás por una parte del bosque – toma esto – mostrando la pierda a
Hinata, quien estaba sorprendida por aquello. – esto te lo doy para que confies en que
volvere, cuando vuelva te lo pedire de vuelta, ¿okey?- dijo naruto con una sonrisa
grande en su rostro.
Naruto al ver esto, se dispuso a irse de inmediato, pues sabía que si se demoraba no la
podría dejar, algo dentro de sí le dolía por el hecho de dejar a Hinata, el no sabía que
era, solo era un niño, pensaba que era el sentimiento que se sentía hacia los amigos.
Se separo de Hinata y se paró en la puerta.
-adiós naruto-kun, estoy segura de que volverás, veras que seré muy fuerte cuando lo
hagas- ahora Hinata estaba con el rostro con una sonrisa brillante agarrando
fuertemente la piedra que dejo naruto.
Naruto mostro una sonrisa brillante y rápidamente se fue de ahí, diciéndose a si mismo
que regresaría con Hinata.
Pasaron unas horas, desde que se despidió de Hinata, el tercer hokage y los del puesto
de ramen que tanto le gustaba. Cuando llego al sitio que había acordado encontrarse
con su futuro maestro, espero pacientemente pues había llegado mucho antes porque
acabo sus asuntos, que eran relativamente pocos. No paso mucho hasta que su futuro
maestro llegara, estaba cubierto de ropa enteramente negra cubriéndole todo el
cuerpo.
-no voy a cuestionar tu decisión de unirte a mi para conseguir poder y tampoco pediré
que te vayas de mi lado eso me parece absurdo pues yo te hice la propuesta, pero si te
diré que si mueres ya sea por el entrenamiento o por alguna criatura yo no me hare
responsable de nada, espero que eso quede claro- dijo el hombre seriamente, sin
dudar en su palabras.
Naruto ya sabia eso, el ya sabia que alguien como su maestro no se preocuparía por el,
lo que en verdad lo sorprendió fue que menciono la palabra “entrenamiento”, esto de
verdad lo hizo muy feliz, porque pensó que solo lo llevaría con el para que aprendiera
solo, cabe decir que naruto estaba mas que dispuesto a aquello.
-gracias maestro, prometo que no moriré, no al menos hasta que cumpla mis
promesas- dijo serio el pequeño.
Y así el pequeño naruto de solo cinco años salió de la aldea, con la promesa que le hizo
a una hermosa niña ojiperla de volver en siete años.
Paso algún tiempo en el viaje de naruto junto a su maestro, parecía que solo iban a
lugares al azar, sin hacer mas que caminar y descansar, naruto nunca cuestiono lo que
su maestro hacia, pues el sabia que su maestro no parecía el tipo de personas que
descuidan una promesa.
Paso un mes desde que partieron de konoja, con la misma rutina diaria de caminar y
descansar, cazar su propia comida pues su maestro no le daba nada, cargar sus cosas, y
seguir caminando a pesar del cansancio, sin embargo de la nada, el maestro de naruto
paro y empezó a hablar.
-enserio? Que bien, por fin podre volverme fuerte- dijo sonriente naruto.
-probaste de lo que estas hecho, asi que podemos comenzar, pero primero te dire que
faces tendrá tu entrenamiento. Dijo el hombre seriamente.
-primero te diré que el entrenamiento solamente durara cinco años, en los cuales te
enseñare métodos de combate, habilidades con el chacra, estrategias de combate ya
sea solo para ti o para un ejército, usos de armas o al menos las que elijas como
principales, y otras cosas pero esas serán las principales. ¿Alguna pregunta? - dijo el
maestro de naruto con voz firme y seria.
-primero: ¿Cómo sabe del chacra y sus usos? Yo pensé que dijo que no era de este
mundo, y segundo: ¿porque solo cinco años? – dijo naruto muy curioso.
-veo que eres muy perceptivo pero respondiendo a tus preguntas: yo claramente no
soy de este mundo, solo estoy atrapado aquí, y se del chacra y sus usos porque ya llevo
mucho tiempo vagando por todos lados, y ¿como no iba a aprender algo? Claramente
mi conocimiento no es tan basto para saber todo acerca de este mundo, pero se la
mayoría. Con respecto de porque solo cinco años, pues moriré en cinco años no hay
mas misterio, además de eso no hay otra pregunta?- dijo respondiendo y preguntando
de nuevo el hombre.