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AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

AMPARO ARBITRAL

ASIGNATURA: Derecho Procesal Constitucional

DOCENTE: Dr. BUSTAMANTE DEL CASTILLO, Wilbert

Nº DE GRUPO: 2

INTEGRANTES:

 Bustinza Baldárrago, Harold Letzer


 Carbajal Ligas, Diana Betzabeth
 Castañeda Loaiza, Samanda Yomira
 Castro Coaboy, Evelin Guillermina

CUSCO-PERÚ
1. Desarrollo conceptual
1.1.¿Qué es el arbitraje?

“Es un mecanismo alternativo de solución de conflictos privado, mediante el cual las partes en
virtud de la celebración del “convenio arbitral”, deciden someter su controversia a terceros
privados llamados árbitros, aceptando acatar su decisión”. (Stein, 2016)

En el Perú el arbitraje es considerado la manera más sencilla y rápida para la solución de


controversias sin intervención del poder judicial, esta afirmación no es totalmente absoluta ya
que se pueden dar situaciones en las que sea necesario acudir a un juez. Dicha solución se halla
sometida a la decisión de un tercero al cual se acude a voluntad de las partes. Por tanto, el laudo,
decisión por la cual los árbitros resuelven el litigio, vincula a las partes a acatar las decisiones de
manera obligatoria ya que este tiene el mismo valor de una sentencia judicial.

1.2.¿Qué es el proceso de amparo?

El amparo es un proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales el cual requiere el


agotamiento de vías previas igualmente satisfactorias, salvo en algunas excepciones.

El código procesal constitucional peruano en su artículo 1° establece como finalidad de los


procesos constitucionales la protección de derechos fundamentales “(…) reponiendo las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza de violación (…)”.

Los tribunales constitucionales -y el Perú no es la excepción- identifican al amparo con una


doble naturaleza: que el amparo persigue no solo la ‘’tutela subjetiva’’ de los derechos
fundamentales de las personas; sino también comprende la ‘’tutela objetiva’’ de la Constitución.
Lo primero supone la restitución del derecho violado o amenazado, lo segundo referido a la
protección del orden constitucional como una suma de bienes institucionales. (Eto Cruz, 2013)

Según Eto Cruz (2013) el proceso de amparo ademas de proteger los derechos fundamentales
(tutela subjetiva) tambien busca la proteccion del orden constitucional como una suma de
instituciones vulnerables (tutela objetiva).

Los derechos que protege el amparo en el Perú son aquellos derechos fundamentales distintos
a los protegidos por el Habeas Corpus y Habeas Data. De este modo, están contemplados en el
artículo 200, inciso 2 de la Constitución Política del Perú:
"2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás
derechos reconocidos por la Constitución, con excepción de los señalados en el
inciso siguiente. No procede contra normas legales ni contra Resoluciones
Judiciales emanadas de procedimiento regular." ( Constitución Política del Perú,
1993)

1.3. Amparo contra laudos arbitrales

El artículo 139, inciso 1 de la constitución del Perú señala: «No existe ni puede establecerse
jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y arbitral». El Tribunal
Constitucional precisó importantes aspectos relacionados con esta materia. En primer lugar,
reiteró la procedencia del amparo contra laudos arbitrales, señalando que tal situación debía ser
admitida solo en tres supuestos:

a) Cuando la jurisdicción arbitral vulnera o amenaza cualquiera de los componentes formales


o sustantivos de la tutela procesal efectiva (debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva, etc.).
Esta causal solo puede ser invocada una vez que se haya agotado la vía previa;

b) Cuando la jurisdicción arbitral resulta impuesta ilícitamente, de modo compulsivo o


unilateral sobre una persona (esto es, sin su autorización), como fórmula de solución de sus
conflictos o de las situaciones que le incumben;

c) Cuando, a pesar de haberse aceptado voluntariamente la jurisdicción arbitral, esta verse


sobre materias absolutamente indisponibles (derechos fundamentales, temas penales, etc.).

En segundo lugar, el Tribunal había determinado que, antes de interponer la respectiva


demanda de amparo contra un laudo arbitral, debían agotarse los mecanismos previstos en el
ordenamiento jurídico nacional para impugnarlo. En el caso de los laudos arbitrales el
mecanismo previo e igualmente eficiente es el recurso de anulación regulado en el Decreto
legislativo N° 1071 en su artículo 62° que establece que el recurso de anulación “(…)
constituye la púnica vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez
por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63.2”

A partir de la entrada en vigencia del decreto legislativo 1071, Ley General de Arbitraje, el
Tribunal Constitucional dictó un precedente con carácter vinculante relacionado con dos temas:
a) la improcedencia de demandas de amparo contra laudos arbitrales, y b) la aplicación del
control difuso de constitucionalidad de las normas jurídicas por parte de los tribunales
arbitrales: STC 0142-2011-PA/TC, que en efecto, partiendo de la consideración de que la
especial naturaleza del arbitraje no supone en lo absoluto su desvinculación del esquema
constitucional, el Tribunal reconoce que, si bien los criterios antes descritos no han perdido su
vigencia e importancia, estos requieren ser acoplados de una manera más directa a lo que
expresamente ha previsto el Código Procesal Constitucional. Según se cita en el EXP. N.O
OOI42-2011-PA/TC el tribunal constitucional establece como precedente los fundamentos 20,
21 y 26 :

En el fundamento 20 se establecen las situaciones de Improcedencia del amparo arbitral


dentro de los que señala los siguientes:

1. El recurso de nulidad previsto en la ley N° 1071, que norma el arbitraje, que constituye
una vía previa e igualmente satisfactoria para la protección de los derechos
constitucionales que determina la improcedencia del amparo de conformidad con el
artículo 5. 2 del código procesal constitucional, a excepción de las situaciones que se
establecen en la sentencia misma.
2. De conformidad con el artículo 63. B del decreto legislativo N°1071 no procede el
amparo cuando el laudo arbitral en si ya incurre en una causa de anulación por la misma
ley N°1071.
3. Es improcedente el amparo para cuestionar la falta de convenio arbitral, porque eso ya
incurre en nulidad según el artículo 63. A de la ley N°1071.
4. Cuando la materia dispuesta ante la jurisdicción arbitral sea la de un derecho fundamental
no negociable se procederá con el recurso de anulación o apelación (artículos 65 y 73 de
la ley de arbitraje) siendo improcedente el amparo.
5. El amparo que desconozca las reglas de procedencia establecidas en esta sentencia no
interrumpen ni suspenden el proceso ordinario de un laudo arbitral.
6. Contra lo resuelto por el poder judicial respecto a la impugnación de un laudo arbitral
solo procede el amparo contra resoluciones judiciales.

En el fundamento 21 se establecen los supuestos de procedencia del amparo arbitral y se


menciona los siguientes aplicando el artículo 5. 2 del código procesal constitucional:
1. Cuando se vulnera de manera directa los precedentes vinculantes establecidos por el
tribunal constitucional.
2. Cuando en el laudo arbitral se ejerce un control de constitucionalidad contra una norma
declarada constitucional por el tribunal constitucional o el poder judicial.
3. Cuando un tercero interponga el amparo por verse afectado en sus derechos por el laudo
arbitral, salvo que este tercero este contenido en el supuesto del artículo 14 del decreto
legislativo N°1071.

En el fundamento 26 expresa:

 El control de constitucionalidad en la jurisdicción arbitral debe ser objeto de modulación


del tribunal constitucional con el propósito de que cumplan su verdadero fin y evitar
desviaciones, para lo cual se establece que el control difuso en la jurisdicción arbitral se
rige por la VI disposición del título preliminar del código procesal constitucional y la
jurisprudencia vinculante del este tribunal sobre el control difuso. Solo se aplica el
control respecto a una norma aplicable al caso y siempre que no se pueda interpretar de
acuerdo a la constitución.

Esta necesidad suya de unificar la jurisprudencia en materia de amparo arbitral, aunada a la


constatación de una buena cantidad de procesos de este tipo que estaban en trámite ante la
jurisdicción constitucional, es lo que finalmente ha llevado al Tribunal a emitir un precedente
vinculante, bajo la clave de que el amparo no es un proceso alternativo, sino uno subsidiario o
residual. En ese sentido, el Tribunal ha señalado que el «recurso de anulación» previsto en el
decreto legislativo 1071, constituyen vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias,
para la protección de los derechos constitucionales, lo que determina la improcedencia del
amparo de conformidad con el artículo 5 inciso 2 del referido Código.

Con todo, se mantiene la exigencia de que, en los supuestos a) y b) antes reseñados, el


afectado debe haber formulado un reclamo expreso ante el tribunal arbitral y que este haya
sido desestimado. Se precisa también que la sentencia constitucional que declare fundada
la demanda de amparo arbitral deberá ordenar la emisión de un nuevo laudo pero que,
en ningún supuesto, el juez o Tribunal Constitucional podrán resolver el fondo del
asunto sometido a esta jurisdicción especial. (Eto Cruz, 2013)
El Tribunal Constitucional ha dispuesto que «es un hecho incontrovertible que existe la
posibilidad de cuestionar, por vía del proceso constitucional, una resolución arbitral».19
Ahora bien, habiéndose establecido que el recurso de anulación o, de ser el caso, el de
apelación, son vías previas para la procedencia del control constitucional a través del proceso
de amparo, esto implicaría que en la demanda, necesariamente se deberá pretender la nulidad,
tanto de la resolución judicial que declaró infundada la pretensión de anulación del laudo por
afectación al debido proceso, como del laudo arbitral en sí mismo. Pues ésta es la única
manera de que se pueda realizar un control constitucional de la decisión arbitral.

En esta línea parece haberse pronunciado el Tribunal Constitucional en la sentencia que


resuelve los procesos acumulados N° 6149- 2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC (Caso Minera
Sulliden Shahuindo S.A.C. y Compañía de Exploraciones Algamarca S.A.), en la que se
dispone:

‘[…] el amparo no sólo persigue cuestionar el laudo arbitral, sino también la


decisión judicial que lo legitima.’

El sustento de esta decisión sería que la finalidad del proceso de amparo, según lo prevé el
artículo 1 del Código Procesal Constitucional,20 es proteger los derechos fundamentales
vulnerados, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación. En consecuencia, sólo se
puede lograr este objetivo, si el control constitucional se realiza anulando el laudo arbitral
mismo, en la medida que sea allí donde radique la afectación invocada al debido proceso, y que
ha dado lugar al proceso de anulación, al que se le ha atribuido la calidad de «vía previa».
(Arrarte Arisnabarreta, 2007)

1.4.Fase en la que el tribunal constitucional puede intervenir

En reciente jurisprudencia, el Tribunal Constitucional ha establecido la posibilidad de


interponer un proceso de amparo contra resoluciones arbitrales expedidas en fase de ejecución de
laudo arbitral siempre que sea emitida con manifiesto agravio a derechos fundamentales.

Así lo estableció el Tribunal Constitucional en el auto recaído en el Exp. N° 8448-2013-


PA/TC, referido a una demanda de amparo interpuesta contra las resoluciones del tribunal
arbitral que declararon la caducidad del derecho de expropiación del Ministerio de Educación. El
actor alegaba la vulneración del derecho a la tutela procesal efectiva, a la cosa juzgada, a la
debida motivación y al derecho de propiedad.

De esta manera, el Máximo Intérprete de la Constitución sostuvo que, si bien los precedentes
vinculantes emitidos en materia de amparo arbitral no son aplicables al caso en concreto, es
necesario establecer la posibilidad de recurrir a dicho proceso constitucional cuando se expide
una resolución arbitral que desconoce, incumple, desnaturaliza o inejecuta el laudo arbitral
emitido.
Precisa, además, que en estos casos no existe mecanismo impugnatorio alguno por promover,
ya que el recurso de anulación, según las normas de arbitraje, solo procede contra los laudos
arbitrales. (Cerna, 2015)
2. Derecho comparado
2.1.Colombia
De conformidad con el artículo 1 de la Ley 1563 del año 2012 “(…) el arbitraje es un
mecanismo alternativo de solución de conflictos mediante el cual las partes defieren a
árbitros la solución de una controversia (…), el laudo arbitral es la sentencia que profiere
el tribunal de arbitraje (…)”.
Es la actual Constitución Política de Colombia, la que consagra en su artículo 86 “el
derecho que tiene toda persona de interponer acción de tutela para reclamar ante jueces la
protección inmediata de sus derechos fundamentales, cuando estos resulten amenazados
sea por la acción u omisión de cualquier autoridad pública”.
 En la sentencia T-006 de 1992 de la Corte Constitucional reconoce a los árbitros
como figuras análogas a los jueces. Es decir que un árbitro y un juez tienen las
mismas facultades dentro de sus respectivas jurisdicciones.
 Sentencia T-466 de 2011 reconoce que:
La acción de tutela “procede excepcionalmente contra laudos arbitrales cuando
aquellos desconocen los derechos fundamentales de las partes”.
La acción de tutela se encuentra subordinada al cumplimiento de dos
requisitos:
1. El agotamiento de los recursos legales previstos para atacar la decisión arbitral.
2. La configuración de una vía de hecho, un actuar manifiestamente caprichoso por
parte del árbitro, en tanto este incurra bien sea en un defecto orgánico, fáctico,
sustantivo o procedimental al proferir su decisión.
2.2.México
El arbitraje es una forma de resolver controversias mediante la intervención de un tercero que
cuenta con facultades de decisión.

Ignacio Burgoa (1995) en su libro “El juicio de Amparo” parte de su dualidad de este, es decir, lo analiza como
medio de control de la constitucionalidad y como medio de control de la legalidad; indicando que el amparo tiene
una finalidad dual, simultánea, inmediata e inseparable pues protege a la persona contra cualquier acto de autoridad
que infrinja la Constitución y, por ende, todo ordenamiento legal secundario.
Para entender el juicio de amparo debemos de partir del concepto de “autoridad” el cual es de
suma importancia para el desarrollo del tema.

La fracción II del artículo 5 de la Ley de Amparo establece:

“La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con independencia de su naturaleza formal, es la que dicta,
ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas (…). Para los efectos de
esta Ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad responsable cuando realicen actos equivalentes a los de
autoridad (…) cuyas funciones estén determinadas por una norma general”

El Poder Judicial Mexicano ha mencionado que el árbitro no puede ser considerado autoridad,
el motivo de esta afirmación es, que se trata de un ente privado, producto de la libertad
contractual.

Con referencia al elemento ‘actos equivalentes a los de autoridad’, la solución de una disputa
y la función jurisdiccional no pueden ser denominados como actos ‘equivalentes’, ya que el
actuar del árbitro es fundamentalmente diverso al actuar de un juez. La Corte Suprema de la
Nación respecto al tema se ha pronunciado de la siguiente manera:

El juicio arbitral, definido en la doctrina jurídica, es aquél que se tramita ante personas o instituciones
que no son Jueces del Estado, o que siéndolo no actúan como tales, sino como particulares, por lo que la
autoridad jurisdiccional, lo que se conoce como reconocimiento u homologación que otorgan las
autoridades a dicho laudo, para proveerlo de la fuerza jurídica suficiente para su completa obligatoriedad.

Los árbitros reciben sus facultades directamente de las partes; sólo con relación a éstas reciben el
carácter de jueces, y no pueden pronunciarse más que sobre las cuestiones que ellas les propongan (…).
Después de tomar en consideración los puntos anteriores indicamos que, al carecer el
tribunal arbitral de imperium (autoridad) para hacer cumplir por sí mismo las resoluciones
que se dan dentro de la controversia arbitral, este debe de solicitar a los tribunales judiciales,
quienes, sí gozan de imperium, para que apliquen dichas medidas con el objeto de que estas
resoluciones arbitrales sean cumplidas, es aquí donde entran en función los diversos
tribunales judiciales

A manera de resumen, en la legislación mexicana se hace la distinción entre árbitros y


jueces de acuerdo al criterio de autoridad, manifestando que los primeros mencionados no
disponen de una

3. Conclusiones

4. Bibliografía

Caivano, R. (s.f.). Derecho Comercial.com. Obtenido de EL ARBITRAJE: NOCIONES


INTRODUCTORIAS: http://www.derecho-comercial.com/Doctrina/Arb-001.pdf

Stein, C. (2016). Curso de Formación de Árbitros. Obtenido de Ministerio de Justicia y


Derechos Humanos (PE): https://www.minjus.gob.pe/wp-
content/uploads/2017/04/ASPECTOS-RELEVANTES-ARBITRAJE-CHRISTIAN-
STEIN.pdf

Constitución Política del Perú. (1993). art. 200. Diario Oficial ''El Peruano''.

Arrarte Arisnabarreta, A. M. (2007). Apuntes sobre el debido proceso en el arbitraje: la


anulación de laudo y el proceso de amparo. Ponencias del Congreso Internacional del
Arbitraje. Recuperado el 2019 de Junio de 28, de
https://www.castillofreyre.com/archivos/pdfs/vol5.pdf
Cerna, C. (10 de Febrero de 2015). Procederá el amparo contra resoluciones arbitrales en fase de
ejecución. LA LEY.

Código Procesal Constitucional. (2004). art. 37. Diario Oficial ''El Peruano''.

Eto Cruz, G. (2013). El proceso constitucional de amparo en la Constitución de 1993 y su


desarrollo. (1. ed, Editor) Recuperado el 28 de Junio de 2019, de
http://file:///C:/Users/SONY/Downloads/8952-35483-1-PB.pdf

Miranda Contreras, C. (2013). Análisis económico de la acción de tutela contra laudos


arbitrales en Colombia. Bogotá, Colombia

Arboleda Perdomo, J. (2015). Tutela contra laudos arbitrales. Bogotá, Colombia: Colegio de
Abogados Rosaristas

Silva, Jorge Alberto (1994). Arbitraje Comercial Internacional en México, México: Pérez Nieto
Editores

Burgoa, Ignacio (1995). El Juicio de Amparo, México: Porrúa.

Francisco González de Cossío (2008), El árbitro, ¿autoridad responsable para el juicio de


amparo?, México: Porrua.

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