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Carmen Martín Martín

y José Luis Valverde

LA FARMACIA EN LA
AMÉRICA COWNIAL=
EL ARTE DE PREPARAR
MEDICAMENTOS

UNIVERSIDAD DE GRANADA
HERMANDAD FARMACÉUTICA GRANADINA
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL
ARTE DE PREPARAR M.EDICAMENTOS
CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOS É LUIS VALVERDE

LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL:


EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS

GRANADA
1 995
Q CARMEN MARTfN MARTfN y JOSÉ LUIS VALVERDE.
Q UNIVERSIDAD DE GRANADA Y HERMANDAD FAR­
MACÉUTICA GRANADINA.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE
DE PREPARAR MEDICAMENTOS.
ISBN: 84-338-2110-5. Depósito legal: GRIJ.020-1995.
Edita e imprime: Servicio de Publicaciones de la Univer.;idad de
Granada. Campus Univer.;itario de Cartuja. Granada.
Printed in Spain Impreso en España
l. Índice general

l. ÍNDICE GENERAL ................................. ................................. . . . .... 7

Il. PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . ........... ................................... . . . . . 9

Ill. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . .................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

IV. EL MARCO SOCIOLÓGICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 15


La Medicina y la Farmacia en las misi ones . .. . ................. . . . . . . . . . . .. . 23

V. EL AUTOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............. . . . . . . . . . . . . . 29
La figura del hermano Pedro de M ontenegro: Bi ografia . . . . . . . . . . . . . 29

VI. LA OBRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35


VI. l . L a obra secundaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .......................................... 35
VI.2. L a obra principal . . . . . . . . . ......................................................... 36
VI.2. 1 . Ejemplares de la obra farmacéutica de Montenegro . 38
VI.2. 1 . l . Manuscritos . . . . ................. .................... 38
VI.2. 1 .2. Publicados . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
VI.2.2. Descripción del manuscrito J0. 3 1 4 de la Bibli ote-
ca Nacional de Madrid . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 42

VII. ESTUDIO DEL MANUSCRITO DE MADRID ............................ 49


Comparación del manuscrito de Madrid c on el de Buenos Aires . . 54
D;fen�l'lcias de amb os manuscrit os referentes a la estructura . . . . . . . 54
Diferencias de ambos manuscritos referentes a las drogas tratadas 55
Estudi o farmacéutic o del manuscrito d e Madrid ........................... 57

VIII. MANUSCRITO MONTENEGRO. TRANSCRIPCIÓN ................ 91


LIBRO PRIMERO DE LA PROPIEDAD Y VIRTUDES DE LOS
ÁRBOLES Y PLANTAS, DE LAS MISIONES Y PROVIN­
CIA DEL TUCUMÁN CON ALGUNAS DEL BRASIL Y DEL
ORIENTE . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 91
Prólogo a l lector . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Advertencias necesarias ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... ... ... . . . . .... .... . . . . . .. . .. ..... 97
Advertencias para el uso de las plantas . . . . . . . . . . . . . . .... . . . . . . . . . . . . . . ..... 1 07

LIBRO SEGUNDO DE LAS YERBAS Y RAÍ CES MEDICINA-


LES Y COMESTIBLES DE ESTAS MISIONES Y PARA­
GUAY CON ALGUNAS DEL BRASIL Y PROVINCIA DE
CHILE. (Compuesto por el hermano Pedro de Montenegro de la
Compañía de Jesús en las Misiones. Año 1 7 1 O)....................... 299

Abreviaturas utilizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 587

IX. Í NDICES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . 589


IX.! Simples citados en el Ms. de Madrid . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 589
IX.2 . Simples americanos citados en el Ms. de Madrid. Identi-
ficación botánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 594
IX. 3 . Preparaciones farmacéuticas citadas en el Manuscrito ... . . 598
IX.4. Sustituciones de simples citados en el Manuscrito . . . . .... .. 605
IX.5. Sustituciones de compuestos citados en el Manuscrito .. . . 606
IX.6. Glosario de términos en desuso aplicados a Medicina y
Farmacia que aparecen en el Manuscrito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 607
IX. 7 . Í ndice alfabético de plantas por su nombre castellano .. . . 612
IX. 8 . � ndice alfabético de plantas por su nombre guaraní o tupí .. 617
IX.9. Indice onomast1co, ......................................................... ....... 62 1
Í
IX.!O. ndice toponímico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 622

X. BIBLIOGRAF Í A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... 623


X.!. Bibliografia primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 623
X.2. Bibliografia secundaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 626
11. PRÓLOGO

Una de las constantes en la investigación en la Cátedra de Historia


de la Farmacia y Legislación Farmacéutica de Granada ha sido la
farmacia americana, el conocimiento de las drogas americanas, su apor­
tación a la farmacopea indígena y su influencia en la española, campo
en el que los miembros de la Cátedra han publicado innumerables
trabajos, muchos de ellos presentados previamente a Congresos, editado
libros, elaborado tesis doctorales y tesinas de licenciatura, conseguido
premios, en una palabra, han constituido un cuerpo doctrinal y de
trabajo, indudablemente el número uno en España y uno de los primeros
en el mundo, todo ello de la mano y bajo la acertada dirección de mi muy
querido discípulo, hoy maestro, el profesor José Luis Va/verde López.
Una perla más del collar la constituye la obra que me han pedido
prologar, el estudio crítico del manuscrito 10314 de la Biblioteca Nacio­
nal de Madrid fechado en 171O y firmado por el hermano Pedro de
Montenegro (1663-1728), que los autores presentaron sucintamente en
una comunicación al extraordinario Congreso Internacional de Historia
de la Farmacia celebrado en Granada en 1985 al tiempo que anuncia­
ban "el estudio global de la obra que estamos realizando".
Pues bien, el estudio global ,"za visto la luz y lo tenemos ante
nosotros. No es un estudio más. Es el estudio de la obra de Montenegro
en el que se juntan la importancia del manuscrito con el profundo
trabajo efectuado por los autores, que np olvidan ninguno de los estudios
publicados que tienen una relación directa o indirecta con el tema pero
que aportan su orientación personal para que el conjunto constituya una
obra modélica en su género.
10 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

La sucinta introducción sitúa al lector en el ámbito geográfico,


etnográfico y cultural en el que nace la obra, sin olvidar los aspectos
médico-farmacéuticos del tiempo y lugar en que nace. Le sigue otro
sucinto capítulo dedicado al autor, Pedro de Montenegro, que aclara
muchos puntos del controvertido personaje. A continuación, el estudio
del manuscrito, de la obra propiamente dicha, sin olvidar hacer referen­
cia a los otros manuscritos conocidos; es la parte más extensa en la que
los autores aplican sus amplios conocimientos del tema en la considera­
ción de los simples, simples americanos, preparaciones farmacéuticas,
sustituciones de simples y compuestos, para terminar con un glosario de
términos en desuso aplicados a medicina y farmacia que aparecen en el
manuscrito. Finalmente los índices, que tanto agradecen los estudiosos,
de plantas por sus denominaciones castellana, guaraní y tupí, onomástico
y toponímico. Acaba con la bibliografia y la transcripción del manuscrito.
Los autores nos han hecho un estupendo regalo. Cuantos nos inte­
resamos por la Historia de la Farmacia agradecemos el estudio y trans­
cripción de un manuscrito médico-farmacéutico. Los que, además, se
interesan por la farmacia americana, cuentan desde ahora con una pieza
fundamental, para conocer su situación en el cambio del siglo xv11-xv111.
Enhorabuena a los autores y enhorabuena a los estudiosos o simple­
mente aficionados de la Historia de la Farmacia.

Prof. José M.ª Suñé Arbussá


Facultad de Farmacia. Barcelona
Abril de 1994
- -MAPA
.;...._DE -

LAS TREINTA DOCTRINASDEGUARANÍES


DIRIGIDAS POR LOS P.P. DE LA COMPAÑÍA DEJESüs
CON LOS TERRITORIOS DE QUE SE HALLABAN EN
POSESiÓN ALGO ANTES DE MEDIAR EL SIGLO XVIII
(TOPDGRllFÍll llCTUAUZADll)

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REFERENCIAS
G e Ciudadesy Pueblos - Yerbalesnsfursln

i PueblosdeMisionesde - Bosques
Indios Gu8rtJníes
- Caminq 1"981 - L/mitesdelssMisiones
de lndiosGusreníes
- Limilt sdelesE3tsl1CÍBS
-snu..-..*
.
111. INTRODUCCIÓN

En la década de los ochenta se inicia este trabaj o, enmarcado en la


línea de investigación existente en la Cátedra de Historia de la Farmacia
y Legislación Farmacéutica de Granada, Aportación española al conoci­
miento de drogas y medicamentos de origen americano según crónicas
y documentos. Esta línea cuenta con diversas publicaciones, la más
decisiva y orientadora para nosotros ha sido Presencia de la Compañía
de Jesús en el desarrollo de la Farmacia de J. L. Valverde, publicada
por la Universidad de Granada en 1 978.
Tras localizar en la Biblioteca Nacional de Madrid una fuente histó­
rica de primera magnitud, nos empeñamos en su estudio, intentando
esclarecer una parcela de la Historia de la Farmacia en el siglo xv m. Se
trata de un herbario hecho en Paraguay sobre drogas autóctonas por un
lego jesuita, destinado a la población indígena. Se hace un estudio crítico
del manuscrito 1 0.3 1 4 de la Biblioteca Nacional de Madrid, que es uno
de los muchos cuadernos que circulaban en las misiones jesuíticas ame­
ricanas, fechado en 1 7 1 O, informando acerca del uso en terapéutica de las
plantas medicinales autóctonas. El número de plantas es de ciento vein­
tinueve, y de ellas se aborda su descripción botánica, el dibujo a plumilla
en tinta negra bien de la planta entera o de parte de ella, la denominación
de dicha planta en tupí-guaraní y castellano, datos sobre su recolección,
conservación, virtudes medicinales; fórmulas medicamentosas, prepara­
ción galénica, usos, administración, posología, sustituciones medicamentosas
y contraindicaciones.
Este trabajo es un estudio de la obra citada, aunque previamente nos
detenemos en el marco geográfico y sociológico que le sirve de soporte
12 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

y que tanto ayuda a interpretarla; nos detenemos también en el autor de


dicha obra, pues es este punto algo controvertido y tiene cierta incidencia
en el material que pretendemos acercar al lector. El cuerpo del presente
trabajo lo abordamos a continuación y es el estudio farmacéutico del
manuscrito.
Estos herbarios, también llamados "Cuadernos de Misiones", son
auténticos tratados de terapéutica popular donde, junto a remedios galénicos
conocidos, fueron incorporándose remedios indígenas. Lograron ser Jos
transmisores del saber que entonces se tenía sobre plantas medicinales en
aquellos territorios; se conocen muchos y han sido dados a conocer por
historiadores, quedando aceptado que todos tienen una estructura seme­
jante siendo en muchos casos copias de otros, con adiciones, correcciones
u omisiones propias del autor de cada cuaderno o herbario.
La base, fundamento o sustrato de este Cuaderno estudiado por
nosotros fechado en 1 7 1 O del autor Pedro de Montenegro, está en la
Materia Médica de Dioscórides conocida a través de los comentaristas
del siglo xv1 y en los grandes botánicos y cirujanos del siglo xv11. Puede
decirse que está basado en las clásicas teorías galénicas transmitidas en
el Renacimiento, complementado con la experiencia investigadora de
otros naturalistas misioneros sobre plantas autóctonas americanas y los
datos aportados por los nativos con todo su bagaje de supercherías y
creencias mágicas.
La farmacia artesanal practicada en América por españoles con una
formación científica cimentada en el estudio de los autores clásicos de
renombre, sirvió también como transmisora de conocimientos de Historia
Natural así como de tecnología rudimentaria. Queda patente en este
estudio particular de la terapéutica a base de plantas autóctonas en aque­
llos territorios misioneros, Ja experiencia socio-cultural que supusieron
las Reducciones del Paraguay en general, experiencia que le ha valido la
declaración por la Unesco de Patrimonio Cultural de la Humanidad en
nuestros días.
Así como la medicina monástica medieval contó con j ardines botá­
nicos y textos de vieja tradición, la medicina colonial americana misio­
nera contó con libros manuscritos donde el autor o autores plasmaban de
una parte, los conocimientos aprendidos en los autores clásicos, y de otra
las observaciones terapéuticas que ellos experimentaban en aquellas tie­
rras. Pueden considerarse antecedentes de estos manuscritos los antiguos
herbarios greco-romanos que en el Renacimiento, gracias a la imprenta,
fueron la base de la formación médica.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J3

El trabajo paciente y minucioso del manuscrito que hoy nos ocupa


fue abordado con la idea de ser publicado en conjunto como ahora se
hace. No obstante, se vio la necesidad de dar a conocer algunos datos y
consideraciones colaterales que en nada entorpecían la realización de la
obra de conjunto. Así, en 1 985 se presenta al Congreso Internacional de
Historia de la Farmacia celebrado en Granada "Aportación de los Natu­
ralistas Misioneros a la Botánica Farmacéutica" y en 1 988 al Congreso
celebrado en Piacenza "Preparaciones farmacéuticas utilizadas en la Farmacia
Misionera (siglo xv111)".
Estimamos que al leer un texto el lector se siente movido o motivado
por la curiosidad, que es el primer paso en la búsqueda del saber. Este
texto está dirigido a todo aquél que tenga deseos de saber algo más pero
especialmente a los farmacéuticos interesados por la manera de curar en
otros tiempos. Bien es sabido que los medios, como la preparación, eran
muy diferentes a los actuales pero por encima de ello está la voluntad de
unos esforzados profesionales cuyo móvil no era otro que procurar una
existencia más feliz a sus semejantes.
Esta publicación es una aportación a la verdad científica e histórica
en el campo de las ciencias sanitarias. Supone una ayuda para un mejor
conocimiento de nuestro pasado y una mejor comprensión histórica de la
interrelación de España y América en sus orígenes, precisamente en esta
década en que celebramos el quinto centenario de la Unión de los dos
Mundos.
Manifestamos nuestro agradecimiento a la Hermandad Farmacéutica
Granadina y a su presidente don Francisco Valero, a la Facultad de
Farmacia de Granada y a su decana doña M.ª José Faus. También
hacemos constar nuestro agradecimiento a la Cátedra de Historia de la
Farmacia y Legislación Farmacéutica en donde a través de los años se ha
realizado este estudio para el que tanto valor ha tenido el apoyo de cada
uno de sus miembros.
Iv. EL MARCO SOCIOLÓGICO

La provincia jesuítica del Paraguay comprendía un vasto territorio,


' ·
todo lo que hoy e s República Argentina, Uruguay, Paraguay, parte sudes-
te de Bolivia y durante unos años el territorio de Chile. Se fundó en 1 604
con el nombre de la Provincia 1 del Paraguay por ser la principal gober­
nación civil de todo aquel país la del Paraguay en esa fecha, bien por ser
la primera que fundaron los españoles en la región del Paraná, bien por
ser entonces de inferior categoría la del Tucumán o por no existir aún la
de Buenos Aires o Río de la -Plata (creada en 1 6 1 7). Se ha denominado
también "Misiones del Paraguay", "Reducciones del paraguay" y "Doc­
trinas guaraníes" donde desde el siglo xv1 hasta final del segundo tercio
del siglo xvm ejercieron los jesuitas una importante labor social.
No se confundirá, pues, la denominación provincia j esuítica del
Paraguay, con la actual República del Paraguay (creada en 1 8 1 1 ) , diez
veces menor en extensión que aquélla; menos erróneo sería identificarla
con el más tarde denominado virreinato de la Plata. La denominación
Paraguay para la provincia j esuítica tiene su razón histórica en que en la
época de su fundación, la región se llamaba Provincia Civil del Para­
guay 2 . Por tanto, las denominadas Reducciones 3 del Paraguay no esta­
.han todas incluidas en lo hoy denominado República del Paraguay, así
de las treinta existentes, quince estaban en el territorio argentino y
siete en el brasi leño. En los tres territorios se nombraban las respec­
tivas Reducciones así : en Paraguay "Distrito de Misiones", en Brasil

1
Província: unidad regional religiosa.
2
FURLONG, G., Misiones y sus pueblos guaraníes. Buenos Aires, 1 963.
3
Reducción: se llamaba así al pueblo de indios dirigido por jesuitas y. aún no
convertidos al catolicismo.
16 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVER DE

"Comarca de Miss6es ó sete povas" y en Argentina "la Provincia de


Misiones" 4.
Como bien señala Popescu 5, la conquista y colonización española en
América se lograron mediante el empleo de dos sistemas concomitantes:
laico y religioso, aquél valiéndose del sable con las Encomiendas, éste
valiéndose de la cruz con las Misiones.
Una vez constituida la nueva "Provincia del Paraguay" en 1 604
partieron de Asunción seis jesuitas, dos al Chaco, dos al Guaira y otros
dos a las riberas del Paraná. Las misiones del Chaco después de muchos
esfuerzos, años y reiteradas tentativas tuvieron que abandonarse, las otras
dos dieron como resultado las célebres Reducciones del Paraguay.
El éxito de las misiones jesuíticas radicó en adaptar los métodos
europeos a la idiosincrasia del indio, para la cual hubieron de penetrar y
conocer a fondo la psicología de éste 6. Puede decirse que trabajaron los
jesuitas a escala mundial como sólo los organismos internacionales hoy
día pueden intentarlo. Localizaron sus centros de acción en el corazón
del continente, no en la costa como era usual. Como una espina dorsal
recorren todos los puntos anticipándose en tres siglos a los proyectos
modernos de la "carretera de la selva" 7 •
En cuanto al elemento humano que poblaba la provincia jesuítica del
Paraguay es el pueblo guaraní el que merece mención. El nombre guaraní
no designa una masa étnicamente homogénea. Constaba de un gran
número de tribus. Es uno de los muchos pueblos indígenas que se
repartían el territorio de Paraguay a la llegada de los españoles. Pueblo
guerrero, había sometido a otras tribus imponiéndoles su lenguaje y
cultura. Precisamente esta lucha con otras tribus es la razón primera de
su alianza con los primeros conquistadores españoles 8 en los que veían
seres de poderes sobrenaturales con sus armas, caballos y perros. La
alianza se estableció sobre la base natural de los matrimonios tomando
los españoles por esposas a las hijas de los caciques. De esta forma la
coalición hispano-guaraní fue un hecho frente a otras tribus rebeldes, la
más representativa la de guaicurúes, que cerraban el paso a la provincia

4
Misiones: con este nombre se denominaba indistintamente la reducción o la
doctrina (pueblo reducido, convertido y erigido en parroquia).
5
POPESCU, O., Sistema económico en las misiones jesuíticas. Barcelona, 1967.
6
FURLONG, G., op. cit. n. 2, p. 307.
.

7
POPESCU, O., op. cit., p. 22.
8
PLA, J., "Las misiones j esuíticas guaraníes''. Cuadernos Americanos (México),
1 963, XXII (2): 132.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 17

del Perú. S e extendía en una inmensa región de unos veinte grados de


latitud y veinte de longitud desde las riberas del Plata hasta las proximi­
dades del río Marañón y desde las costas del Atlántico hasta las aguas
del Paraná en todo su extenso curso de más de 4.000 kilómetros 9.
Las doctrinas guaraníes se concentraron definitivamente hacia 1 636,
tras varias irrupciones de los mamelucos, en la ribera occidental del río
Uruguay y costas del río Paraná. Formaron hacia mediados del siglo xv11
un único grupo distribuido entre las dos gobernaciones del Paraguay y
del Río de la Plata. A la gobernación del Paraguay pertenecieron las
Misiones o Doctrinas de San Ignacio Guazú, Itapúa, Corpus Christi,
Santa Ana, Candelaria, San Cosme, Loreto y San Ignacio Miri. A la
gobernación del Río de la Plata: San José, San Carlos, San Javier,
M ártires, Santa María la Mayor, Apóstoles, Concepción, San Nicolás,
San Miguel, Santo Tomé, Yapeyú y La Cruz.
Hacia principios del siglo xvm se fundaron otras Misiones tanto en
la Gobernación de Paraguay como en la del Plata (en ésta San Luis, San
Borja, San Lorenzo, San Juan y Santo Ángel). Así en 1 707 había un
número de 30, que constituyeron las Misiones del Paraguay propiamente
dichas. En 1 732, según un censo parroquial, había en ellas 1 44.252
habitantes JO.
En 1 555 se puso en práctica el sistema de encomienda 1 1, que ya
funcionaba en otros territorios americanos, repartiendo veinte mil indios
entre trescientos doce españoles 12• Por la ausencia de minas, aquí la
encomienda no tuvo los rasgos dramáticos de otras zonas. Con todo ello
las encomiendas se despoblaron, entre otras causas debido a la costumbre
de los guaraníes de llevar una vida de tribu comunal, igualitaria, que mal
soportaba la pesada carga de servicio que la encomienda exigía. Ante la
quej a del gobernador Hernandarias en 1 588 al rey, referente a la carencia
de soldados y armas para someter a los indios contrarios a vivir en
régimen de Reducción, expone el monarca que su voluntad es que ésta
sólo se lleve a cabo por intermedio de los religiosos de la Compañía de
Jesús que a tal fin mandaba.
En 1588 llegan los primeros jesuitas a Paraguay, eran los padres
Saloni Ortega y Fields. Fundaron los colegios de Asunción y Villarrica.

9
FURLONG, G., op. cit., n. 2.
10 PERAMAS, J. M., De administratione guaranica. Faventiae, 1 79 1 - 1793 .
11 Encomienda: pueblo que se señalaba a un encomendero para que percibiera los
tributos y aprovechara los servicios personales que aquél debía dar a la Corona real.
12 FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 133 .
18 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sin embargo, la Reducción no se inició hasta pasados veinte años. Entre


las causas de este retraso señalan los historiadores la lejanía tanto de la
provincia jesuítica de Perú como de la de Brasil, a una de las cuales
debería pertenecer.
En 1604 se crea la Provincia Espiritual de Paraguay, en 1 608 llegó
el padre Diego de Torres con dieciséis misioneros. En 1 609 se inicia la
serie de fundaciones con la de San Ignacio Guazú en la margen derecha
del Paraná, discutiéndose hoy si el asentamiento se hizo sobre antiguas
fundaciones franciscanas.
En el periodo de 1 609 a 1 635 se fundan en el Guaira trece Misiones,
veinte en el Paraná y Uruguay, cinco en ltatín (mapa l ). En el Uruguay,
a lo largo del río Uruguay, quedaban las reducciones de Apóstoles, San
Borja, San Carlos, San Javier, Mártires, San Ángel (citadas por Montenegro
en el manuscrito que hemos estudiado).
Apóstoles fue fundada en 1 63 1 , según sostiene Furlong 13 en contra
de otros historiadores; su nombre completo era Reducción de los Após­
toles Pedro y Pablo en el Caáza paguazú. En 1 63 8 los paulistas 1 4
deshicieron totalmente esa Reducción matando y esclavizando a sus
cerca de 3.000 moradores 15• De ésta y otras misiones, que tuvieron igual
fin, salieron indios conversos y se integraron en otras misiones.
Mártires o Santos Mártires del Japón se fundó en 1 639. Su primera
ubicación fue muy cerca de Santa María la Mayor, en 1 704 se mudó más
al norte sobre una alta loma y a la falda de la serranía. Allí, en 1728,
fallece Pedro de Montenegro 16•
En 1 62 8 los jesuitas cruzan el Uruguay y ese mismo año el padre
Roque González, hoy canonizado, perece a manos del cacique Nezú en
la Misión recién fundada de Todos los Santos del Caaró. Este martirio
marca una época en que hubieron de desistir de la expansión más allá del
Uruguay, debido al ataque de mamelucos que hacían esclavos a los
conversos para sus plantaciones del Brasil. Atacaron los mamelucos las
trece Misiones de Guayrá saqueando e incendiando los templos y arra­
sando los pueblos.
Conducidos por el padre Antonio Ruiz de Montoya ( 1 585-1 652) once

13 FURLONG, G., op. cit. n. 2, p. 1 1 4.


.

14 Paulistas de Sao Paulo. Descendientes de los mamelucos (cruzamiento de


guaraníes y portugueses).
1 5 FURLONG, G., op. cit. , n. 2, p. 688.
16
CIGNOLI, F., "Médicos y boticarios misioneros''. Anales Real Academia de
Farmacia ( 1 953), XIX (23-55): 40.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS J9

mil indios conversos, de cincuenta mil que había, emprendieron el éxodo


hacia las fundaciones del Paraná. También se replegaron los habitantes de
las misiones del Uruguay e ltatín, acosados por mamelucos e indios hostiles.
En 1 6 1 7 la Corona divide en dos gobernaciones la Provincia Gigante
de las Indias. Con ello el Paraguay perdió el litoral atlántico, que pasó
a formar parte de la gobernación de Buenos Aires. Al mismo tiempo, se
creó el puerto obligado de Santa Fé, en el que se registrarían las merca­
derías que bajaban del Paraguay. El comercio de esta colonia quedó así
sujeto a tres impuestos: sisa, gabela y puerto fijo. Supuso ello un golpe
para los colonos además del agravio comparativo que representaba el
estar exento de ello el comercio misionero, que de esta forma entraba en
competencia con el de la colonia.
En 1 640 una Ordenanza Real les concede a las reducciones el uso de
armas de fuego. En 1 648 comienza la época relativamente estable de las
m1s10nes.

La vida en las misiones

Desde 1 650, pues, adquiere contornos definitivos la vida económica,


social y cultural de las misiones. Desde entonces hasta 1 767 apenas si
ensanchan el territorio al cual se redujeron tras el desastre de las funda­
ciones del Guairá e ltatín. En su mejor época reunieron entre 1 40.000 y
240.000 habitantes 1 7•
En el informe de monseñor Pedro Fajardo al rey en 1 7 1 8 se pone de
manifiesto el número de familias que había por pueblo: En Mártires 700
familias; en Apóstoles, 1 .200; en San Francisco Javier, 1 .400; en San
Ignacio Guazú, 1 .500 18•
La integración del indígena en la vida comunal de las reducciones
fue un hecho. Su naturaleza guerrera no se apaciguó con el sedentarismo.
Al ser nombrados los guaraníes guarnición de frontera, se les entregó
armas, siendo esto de gran efecto psicológico para este pueblo tan
expansionista y guerrero. Durante más de un siglo, estas tropas misione-

1 7 Para una comprensión más viva y situada del tema consúltese: GUTI É RREZ,
R., "Estructura socio-política, sistema productivo y resultante espacial en las misiones
jesuíticas del Paraguay durante el siglo xv 111 ". Estudios paraguayos (Asunción) ( 1 974),
11, 2: 83- 1 1 1 y MAEDER, E. y BOLSI, A., "La población de las misiones guaraníes
entre 1 702- 1 767''. Estudios paraguayos (Asunción), 1 974, 11, 1 : 1 1 1 - 1 37.
1 8 FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 366, recoge la lista de todos los pueblos de
misiones y el número de familias que allí vivían.
20 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

ras acudían allí donde el peligro amenazaba la colonia contra portugue­


ses, ingleses e indios hostiles. Una de estas expediciones guerreras,
concretamente en l 704 salió hacia la colonia de Sacramento en poder de
los portugueses para realizar su desalojo; en esta expedición iba Pedro
de Montenegro como enfermero de campaña prestando asistencia duran­
te 8 meses a 200 heridos 19• Pastell aporta el documento localizado en el
Archivo de Indias de Sevilla sobre la Certificación al rey dada por don
Baltasar García Ros, sargento mayor de Buenos Aires y gobernador de todas
las tropas que concurrieron a la Colonia de Sacramento 20. Lograron la
retirada de los portugueses e instauraron los j esuitas allí su reducción.
Contribuyó a la sedentarización del pueblo guaraní las grandes gran­
jas creadas por los padres jesuitas, de las que proviene la riqueza gana­
dera de la región. De esta forma, el indígena ya no dependió para la
provisión de carne del producto de la caza. Introdujeron los j esuitas en
las reducciones los cultivos del trigo, la vid, el lino y los cítricos
desconocidos hasta entonces. La yerba mate o yerba de Paraguay que
crecía silvestre, cuya explotación era en extremo penosa costando al
indio largas caminatas y a veces la vida, se cultivó llegando a tener cada
misión su yerbal propio, lo que sin duda contribuyó a sedentarizar al
indio.
Se producía en misiones la lana, y el algodón para el uso diario.
La autonomía de las misiones era un hecho. Había todos los oficios
necesarios a una sociedad bien organizada. La imprenta fue solicitada
por los j esuitas rioplatenses del general de la Compañía en 1 63 2, pidien­
do también hermanos diestros en el arte de imprimir para sacar a la luz
los textos necesarios a la doctrina y enseñanzas. Hasta 1 700 no se instaló
la primera 2 1 • Fueron los misioneros j esuitas los fundadores del arte
tipográfico en la Argentina. Tuvieron prensas de imprimir los pueblos de
misiones: Loreto, San Javier y Santa María la Mayor (ésta próxima a
Apóstoles) 22• Fue en esta Santa María la Mayor donde se imprimió la
obra del padre Antonio Ruiz de Montoya ( 1 5 85-1 652) en 1 722, "Voca­
bulario de la lengua guaraní" 23 y en l 724 "Arte de la lengua guaraní" 24.

19 EGUIA RUIZ, C., "España y sus misioneros en países del Plata". Madrid,
1 953, p.
499.
20 PASTELL, P., Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay
según documentos del Archivo General de Indias de Sevilla. Tomo V. Madrid, 1 933, p.
63.
21 PLA, J., op. cit., n. 8, p. 1 45 .
22
FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 566.
23
PALAU da la referencia así: Vocabulario de la lengua guaraní, compuesto por
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 2J

Junto a la imprenta floreció el grabado, habiendo de destacar la


prolija cartografía que los j esuitas realizaron.
En las misiones el régimen comunal de trabajo y reparto de bienes
necesarios, fue en realidad un régimen mixto de propiedad común y
propiedad privada. El indígena tenía asegurado el alimento, vestido,
atención médica y farmacéutica profesada por los padres, que eran exce­
lentes sanitarios. A cambio tenían los indígenas que mantener a los
religiosos y construir los templos, a lo que el indio no oponía resistencia
por resolverse en otro nivel psicológico 25. Se consiguió con el régimen
comunal de Misiones disminuir la poligamia al potenciar el concepto de
familia haciéndoles valorar sobremanera el sacramento del matrimonio;
se luchó con la ociosidad creando los diversos tipos de labores, y contra
el alcoholismo utilizando la infusión de hojas de mate conocido también
como té del Paraguay.
Las reglas emanadas por la Corona respecto al aislamiento de los
indios en sus pueblos de misión, fueron trasplantadas a los pueblos de
guaraníes tomando como modelo otras misiones como las de Mojos y
Chiquitos (en territorios de la actual Bolivia). Para conservar la unidad
y cohesión de la masa guaraní y con ello la unidad étnica y de lenguaje,
tenían prohibida los indios la salida de sus pueblos y los españoles la
entrada a los mismos, salvo en los casos excepcionales. El idioma no era
el castellano sino el guaraní en los pueblos de misiones, dato llamativo
pensando que había transcurrido siglo y medio desde la conquista. El
indígena guaraní no llegó a dominar el castellano precisamente porque
no se le animaba a ello y en absoluto se le imponía. Los padres siempre
utilizaron el guaraní en sus pláticas, catecismos y confesiones. A las
escuelas donde se enseñaba castellano iban los hijos de los caciques y
algunos guaraníes, la inmensa mayoría de la población misionera no
entró en ellas. Desde el siglo xv1 un Sínodo, en Lima había establecido

el Padre. . . Revisto y aumentado por otro religioso de la misma compañía. . . En el pueblo


de S. María la Mayor. El año MDCCXXII (1722), 4. 2 h., 589 pp.
º,

24
PALAU da la referencia así: Arle de la lengua guaraní, por el P. . . de la
Compañía de Jesús, con los escollos, anotaciones y apéndices del Padre Paulo Restivo,
sacados de los papeles del P. Simón Baudini y de otros. En el pueblo de Santa María
la Mayor. El año del Señor MDCCXXJV (1724), 4. 132 + 256 pp.
º.

25
Sobre el urbanismo de las misiones y su configuración arquitectónica consúltese
GUTIÉRREZ, R., "Estructura socio-política, sistema productivo y resultante espacial en
las misiones jesuíticas del Paraguay durante el siglo xvm". Estudios paraguayos (Asun­
ción), 1 974, 11, 2: 83- 140 y WALTER PALM, E., "El Boletín del Centro de Investiga­
ciones Históricas y Estéticas (Caracas), 1 975, 1 5 : 29-40.
22 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

la obligatoriedad que tenía el misionero de conocer las lenguas aboríge­


nes. Los j esuitas habían establecido que los tres años que los ordenados
sacerdotes empleaban en perfeccionar el latín, lo dedicarían en adelante
en el estudio de las lenguas indígenas.
Importante obra de carácter general histórico social sobre las doctri­
nas de la Compañía de Jesús es la del jesuita Pablo Hemández 26, amplia
y bien estructurada nos pone al tanto de todos los aspectos de la vida
misional con riquísima cartografia de las misiones jesuíticas, es una gran
labor de recopilación con los autores que anteriormente a él escribieron
sobre el interesante tema del misionero jesuita y su papel en la culturización
de los indios.
La labor artesanal del indígena guaraní se realizaba en los talleres
creados j unto a los templos de los padres en los patios de las casas.
Talleres de cerámica, plástica, dorado, pintura, etc., eran esenciales en el
desarrollo de un plan de autonomía integral. El primer provincial j esuita
padre Diego de Torres, había sido largos años superior en la misión Juli,
donde, desde 1 576, tenían los jesuitas funcionando talleres con buen
resultado; esto le animó a crearlos también en las misiones guaraníes. En
ltapúa en 1 6 1 4, a los dos años escasos de fundada la misión, había taller
de pintura a cargo del hermano Verger 27. El indio, ante esta posibilidad
que se le brindaba, respondió, era dócil al aprendizaje; su vista y memo­
ria de las formas eran excelentes. Los cronistas coinciden en su poca
aptitud como creadores, aunque elogian su capacidad como copistas o
reproductores de formas ya hechas. El artesano guaraní consideraba una
honra el tener un oficio. Rasgo fundamental de estos talleres fue la
ausencia del modelo vivo, usaban un modelo homólogo. En cuanto a
pintura y escultura, el trabajo se desenvolvió a base de estampas en
mayor proporción quizá que en otras áreas americanas, debido a las
grandes distancias y escasez de recursos.
Las láminas que ilustraban los cuadernos de plantas medicinales que
hacían los misioneros ayudados por los indígenas y que corrían de misión en
misión, seguían esta técnica de copiado de un modelo homólogo. En el
manuscrito por nosotros estudiado, las plantas dibujadas están hechas
siguiendo a otros prestigiosos autores y así es expresado por el autor. Al
hacer la comparación con otros manuscritos se advierte este hecho, al ser

26 HERNÁNDEZ, P., Misiones del Paraguay. Organización social de las doctri­


nas de la Compañía de Jesús. Barcelona, 1 9 1 3, 2.v.
27 PLA, J., op. cit. , n. 8, p. 1 47.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 23

láminas semejantes aunque no idénticas con más o menos precisión


dependiendo de la destreza del amanuense.

La Medicina y la Farmacia en las misiones

En las misiones guaraníes no hubo hospitales ni farmacias bien


montadas debido a la falta de recursos 28. Sí los hubo en otras misiones
jesuíticas, como la de los Mojos en Perú. Charlevoix 29 señalaba como
única cosa necesaria para tener la felicidad en las misiones un hospital
y una buena farmacia en cada pueblo o distrito. La causa de ello la
centra en la falta de recursos del Paraguay y en la falta de personas
opulentas, a diferencia de las reducciones del Perú como la de Mojos
y otras.
Las casas y colegios jesuitas tenían asignados, desde 1 635, setenta y
cinco ducados anuales para médicos, medicinas y dietas. De esta asigna­
ción oficial para materia sanitaria tenemos constancia de que se siguió
produciendo hasta finales del siglo xvm 30. Por ello los enfermeros reli­
giosos tenían que emplear sus conocimientos de medicina y farmacia
rural constantemente con los enfermos que había en los pueblos de
misiones. Con el fin de poder aliviar el trabajo de los padres y mejorar
la asistencia de los enfermos, organizaron los jesuitas en cada pueblo una
especie de cuerpo de enfermeros a los que llamaban curuzuyaras.
Los padres y coadjutores que hacían de médicos en las reducciones
eran los destinados a la enseñanza de las funciones de enfermería a estos
curuzuyaras, incluso expedían los jesuitas unos papeles acreditativos a
los enfermeros haciendo constar que habían aprendido. Dichos enferme­
ros poseían cierta preparación adquirida por las viejas tradiciones indias.
Recíprocamente, los padres se enriquecieron también con los conoci­
mientos de estos indios. Así ocurrió, entre otras muchas plantas, con la
yerba mate, de propiedades estimulantes y estomacales, cuyo uso se
difundió rápidamente de los indígenas a los europeos que vivían en
misiones. De igual manera se propagó el uso de una especie de quenopodio,

28
SCHIAFFTNO, R., Historia de la Medicina en el Uruguay. Tomo l. Montevi­
deo, 1 927, p. 427.
29
CHARLEVOIX, P. F., Historia de la Compañía de Jesús en el Paraguay.
Traducida por MURIEL, D. Venecia, 1 779.
30 PASTELLS, P., Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia jesuítica
según documentación del A . G.I. Sevilla. Tomo l. Madrid, 1 9 1 2 , p. 258.
24 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

llamado paico por los indios, contra los parásitos intestinales, llamándosele
entre los jesuitas yerba de Santa María 3 1 .
Hasta finales del siglo XVII no hubo e n las reducciones del Paraná y
del Uruguay médico alguno en el sentido estricto del vocablo, aunque sí
enfermeros. En el siglo xvm, sin embargo, sí hubo hombres de ciencia
y experiencia técnica que dirigieron la sanidad misionera 32. Éstos esta­
ban formados en las doctrinas clásicas transmitidas en las aulas univer­
sitarias, donde dominaba la patología humoral y una terapéutica de
purgantes y sangrías; su medicina era siempre la de la España del siglo
xv1, con su grandeza pero con sus limitaciones doctrinales. Los indígenas
se mantuvieron fieles a la idea de enfermedad como pecado y al uso
tradicional de plantas con reputación medieval, cuya virtud real residía
en el poder curativo del organismo 33.
El médico indígena en las misiones guaraníes poseía funciones mé­
dicas, funciones mágicas y funciones sacerdotales como en cualquier otra
civilización al comienzo de su desarrollo. Esta idea la tuvieron desde el
principio de la conquista y colonización los europeos, tanto cronistas del
siglo xv1 y misioneros de los siglos xvn y xvm, como exploradores de los
siglos XVIII y x1x, quienes juzgaban a estos médicos como grandísimos
farsantes. Schiaffino, como historiador de la Medicina sudamericana,
califica esos j uicios como error etnopsicológico: los sacerdotes de una
sociedad que conserva la superstición no podían ser escépticos, seguían
en sus funciones ritos arcaicos tradicionales y uniformes en toda América,
lo que era prueba de su origen remoto 34. Eran estos médicos-adivinos
indígenas conocedores de la flora medicinal autónoma. Ellos mismos
bebían chicha, fumaban tabaco y otras plantas alucinógenas como el
estramonio, aunque ello era más usual en las regiones del mar Caribe que
entre los guaraníes, donde se hacía, pero con cierta reserva 35.
El consumo de estas drogas lo hacían para combatir el cansancio y
tomar fuerzas para chupar o frotar al enfermo el mal que le aquejaba,
puesto que partían de la concepción de que la enfermedad era un mal que
se había apoderado del organismo y había que sacar de allí por succión

31 SEGGIARO, L. A., "Medicina indígena de América''. Eudeba, 187. Buenos


Aires, 1 977, p. 70.
32 FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 607.
33 GUERRA, F., "Medicina colonial en Hispanoamérica". En LAÍN, P., Historia
Universal de la Medicina. Tomo 4. Barcelona, 1 97 1 , p. 354.
34
SCHIAFFINO, R., op. cit., n. 28, tomo 1, p. 249.
35 lbidem, p. 25 1 .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 25

consiguiendo un efecto de ventosa, o por masajes, consiguiendo una


vasodilatación y un mayor tono muscular.
En cuanto a enfermedades, eran frecuentes en estas tierras de misio­
nes las fiebres intermitentes, tercianas y cuartanas, como se desprende
del uso asignado a muchas plantas del arsenal terapéutico misionero. No
es zona de paludismo endémico, por lo que la quina, a pesar de estar
divulgada desde 1 634 36, no aparece en esta obra manuscrita del hermano
Montenegro ni en otros muchos herbarios de misiones 37•
La disentería o relajación de vientre fue muy padecida por los indios,
atribuyéndose a la mala alimentación y a las aguas impuras; en muchos
casos cursaba esta enfermedad con pérdidas de sangre. Montenegro hace
continuas alusiones a las cámaras, fluj os de sangre y flujo hepático de
etiología muy diferentes, a los que él aplica remedios muy variados de la
flora medicinal autóctona. El tema de las epidemias ha sido muy tratado
por todos los historiadores de la Medicina, garrotillo, peste, tabardillo,
viruela, disentería, sarampión, peste bubónica, etc., causaron millares de
defunciones 38. En todas ellas la flora misionera tuvo señalados éxitos 39.
En cuanto a los medios de curación usados, aparte de los ya nom­
brados de succión y masaje, se practicaron en misiones la escarificación,
la sangría, la dieta, la hidroterapia, los purgantes y vomitivos y principal­
mente el uso de las yerbas. Eran sobremanera sagaces en este tema,
habiendo enriquecido la terapéutica con sustancias usadas hoy universal­
mente gracias al legado transmitido por los pueblos indígenas a través de
los misioneros al mundo occidental.
En general puede decirse, en cuanto a la farmacia, que la terapéutica
medicamentosa, usada en todo el periodo hispano, es la arcaica de la
Edad Media que allá se mantiene hasta principios del siglo x 1x.
Cignoli 40 hace mención de las boticas que los jesuitas tenían en
Córdoba y Buenos Aires fundadas en el primer tercio del siglo xv 11 y de
verdadera importancia en el siglo xv 111. De la de Córdoba aún se conser-

36 SCHIAFFINO, R., op. cit., n. 28, tomo 1, p. 1 49.


37 MARTÍN MARTÍN, C. y VALVERDE, J. L., "Aportación de los naturalistas
misioneros a la Botánica Farmacéutica". Congreso Internacional de Historia de la
Farmacia. (Granada, 1 985), Madrid, 1 986.
38 LEÓN LUQUE, P., "La medicina en la época hispánica: epidemiología histó­
rica". En Historia General de la Medicina Argentina. Tomo l. Córdoba, 1 976, pp. 49-
57.
39 PÉREZ FONTANA, V., Historia de la Medicina en el Uruguay y con especial
referencia a las Comarcas del Río de la Plata. Tomo l. Montevideo, 1 967, p. 1 94.
40
CIGNOLI, F., op. cit., n. 1 6, p. 1 1 .
26 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

va su estantería en la Botica del Hospital de San Roque en Córdoba. De


la de Buenos Aires se sabe que poseía j ardín con plantas medicinales.
En la época de la expulsión de los jesuitas ( l 768) había botica en
cinco de los treinta y tres pueblos existentes, distribuidas para que dieran
la máxima utilidad a todos: en Candelaria, San José, Apóstoles, San
Nicolás y Yapeyú 4 1 . Cuando llegaron los jesuitas y se organizaron las
misiones, los hermanos legos y algunos padres ejercían como boticarios
y cirujanos a la vez. La preparación de los hermanos jesuitas en materia
de Historia Natural y Cirugía era más que aceptable, la mayoría habían
practicado en hospitales europeos. Los padres eran más versados en
Teología y Filosofia, por lo que la mayoría permanecieron en colegios y
universidades de las grandes ciudades sudamericanas. Fueron todos estos
religiosos misioneros de la fe, pero también de la civilización y el
progreso. Como humanos que eran tuvieron fallos, errores de política
absorbente, egoísmos de congregación 42, pero al fin y al cabo fueron
civilizadores, siendo éste el mejor título con que la humanidad puede
premiarlos. Los jesuitas supieron crear en medio de las selvas paraguayas
una nueva visión del Paraíso. Aun los enemigos de la Compañía han
tenido que reconocer que las misiones fueron un experimento único en
la historia humana, sin precedentes y sin repetición 43.
Respecto a la higiene en los pueblos de misiones, los jesuitas es­
tablecieron cementerios adecuados para el entierro de los difuntos, en vez de
inhumarlos en las iglesias como era la costumbre en la mayoría de las
ciudades europeas, conociendo lo antihigiénico de tal costumbre a pesar de
las amplias dimensiones y lo ventiladas que estaban las iglesias 44• El sistema
de alcantarillado estaba formado por subterráneos de dos metros de alto por
uno o dos de ancho a donde iban las inmundicias y por los que se arrojaban
torrentes de agua. Todos los pueblos contaban con esos túneles que
pasaban bajo los retretes y cuadras. Hay autores que han visto en esos
subterráneos túneles para huir de los enemigos o para conservar produc­
tos corrompibles. Estaban las ciudades guaraníticas construidas sobre un
plano ligeramente inclinado (San Ignacio Guazú, Santa María, Santa

41 SCHIAFFINO, R., op. cit., p. 23, n. 28, tomo I, p. 427.


42 CANTÓN, E., Historia de la Medicina en el Río de la Plata. Tomo l. Madrid,
1 928, p. 275.
43 MART ÍNEZ REQUENA, J. M.ª, "Las reducciones jesuíticas de Juli y Para­
guay. Su experimento de comunidad cristiana en los siglos XVII y XVIII " . Mercurio
Peruano, 1 968, (4 73): 288.
44
FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 6 1 4.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 27

Rosa, etc.), situado en lo más elevado el tanque o tanques de agua, ésta,


mediante compuerta, caía al subterráneo arrastrando toda suciedad. Estas
noticias corresponden a finales del siglo xv11 y comienzos del xvm 45. Los
jesuitas procuraron que hubiese siempre agua en abundancia y para ello
hicieron abundantes tanques o lagos artificiales. Todavía en esta mitad
del siglo xx, asegura Furlong 46, pueden verse algunas cisternas, fuentes
públicas y estanques a los que acudían los indios en busca de agua.

los herbarios de las misiones

La farmacia colonial hispanoamericana se distinguió por la existen­


cia de tratados de terapéutica popular, donde junto a los remedios galénicos
conocidos de antaño fueron incorporándose drogas indígenas. Guerra 47
establece un paralelismo entre la farmacia colonial hispano-americana y
la farmacia renacentista con sus herbarios ilustrados en la Materia Me­
dicinal de Dioscórides.
Así como la medicina monástica medieval contó con j ardines botá­
nicos y textos de vieja tradición, la medicina colonial americana misio­
nera contó con libros manuscritos donde el autor o autores plasmaban de
una parte los conocimientos aprendidos en los autores clásicos y, de otra,
las observaciones terapéuticas que ellos experimentaban en aquellas
tierras. En el caso que nos ocupa de las misiones jesuíticas hay que tener
presente la preparación científica de los componentes de esta orden.
Aunque generalmente los encargados de curaciones, herbolarios,
yerbateros, etc., eran hermanos legos no doctos en Teología como lo eran
los padres, sí conocían los escritos que sobre Historia Natural circulaban
en Europa. No eran precisamente la vanguardia científica, sino que
mantenían un saber anticuado basado en las clásicas teorías galénicas
que fueron transmitidas en la obra de Dioscórides en el Renacimiento.
Los herbarios de las plantas medicinales de las misiones jesuíticas
fueron hechos por los padres o hermanos jesuitas y transmitidos de una
a otra reducción o de uno a otro convento. Eran transmisores del saber
que entonces se tenía sobre las plantas medicinales de las misiones. En
ellos se recogía la experiencia viajera, observadora, cultural y farmacog-

45 FURLONG, G., op. cit., n. 2, p. 6 1 4.


46 Ibidem, p. 6 1 6.
47 GUERRA, F. y SÁNCHEZ TÉLLEZ, M. C., El libro de Medicinas Caseras de
Fr. Bias de la Madre de Dios. Manila, 1 6 1 1 . Madrid, 1 984, p. XI.
28 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

nosta tanto del primer autor del herbario como de los sucesivos que
hacían copias incorporando a ellos sus nuevas experiencias 48.
Antecedentes de los herbarios: Ante el herbario que nos ocupa, ms.
1 03 1 4 de la Biblioteca Nacional de Madrid, hemos de retroceder en el
tiempo para considerar que tanto en el mundo antiguo como en el
medieval fue el herbario la guía fundamental para el tratamiento de las
enfermedades. El herbario era un libro de descripciones de plantas me­
dicinales. En el Renacimiento fueron conocidos, gracias a las traduccio­
nes y a la imprenta, los herbarios greco-romanos. El tratado griego más
antiguo sobre plantas medicinales fue el libro noveno de la Historia
Plantarum de Teofrasto. La botánica era en el Renacimiento parte impor­
tante de la formación médica, siendo la historia plantarum y De causis
p/antarum de Teofrasto editadas por médicos 49. La materia médica tiene
el valor de presentar la sinonimia de los nombres vulgares, que en su
tiempo llevaban las plantas que él describe, entre los egipcios, judíos,
tracios, romanos, griegos, y aun en la India. En el original en griego, las
plantas van sin clasificación sistemática, aunque agrupadas según el
método natural, ya que esta clasificación se deriva espontáneamente de
la analogía de las formas y de los caracteres principales. También a veces
se agrupan según sus propiedades médicas, no obstante lo vago o incierto
de semej ante distribución.
A mediados del siglo xv1 las ilustraciones botánicas comienzan a
verse en los textos. Guerra 50 resume que las ediciones griegas y latinas
(las primeras que se hicieron), carecen de ilustraciones, mientras las que
están en lengua vernácula sí las tuvieron.

48
Un estudio detallado de autores y herbarios de misiones es el presentado al
Congreso Internacional de Historia de la Farmacia. Granada, 1 985, por MARTÍN
MARTÍN, C. y VALVERDE, J. L., op. cit. , 1 986.
49
GUERRA, F., "La materia médica en el Renacimiento". Historia Universal de
la Medicina. Tomo IV. Barcelona, 1 973, p. 1 3 1 .
50 lbidem.
V. EL AUTOR

La figura del hermano Pedro de Montenegro 1 : Biografia

Nació en Santa María del Rey (Galicia) el 1 4 de mayo de 1 663 2,


entró al noviciado el 6 de abril de 1 69 1 como hermano coadjutor 3•
Asistió de curandero en el Hospital General de Madrid en 1 679,
según se deduce del prólogo de su obra escrita.
En 1 693 parte para Paraguay y en 1 702 llegó de enfermero a las
Doctrinas jesuíticas 4. Durante veintidós años actuó como enfermero. En
1 724 vivía en la residencia del río Paraná. El 2 1 de enero de 1 728 muere
en la misión de Mártires 5•
La preparación médica de Montenegro le valió para su nombramien­
to como cirujano de los pueblos de San Borja, San Miguel de la Cande­
laria y de Ytapúa en las misiones en 1 705, según consta en documento
localizado por Pastells 6 en el Archivo General de Indias de Sevilla. El
primer documento sobre "Certificación de los servicios que han hecho

1 Nosotros ponemos el apellido de Montenegro por haberlo encontrado así en la


firma del manuscrito que hemos estudiado; sin embargo, muchos autores, Sommervogel,
Furlong y otros se refieren a él como Pedro Montenegro, sin la preposición de.
2 Esta fecha no es sostenida por todos los autores. Encontramos también 1 6 1 3
como fecha de nacimiento (GARCÍ A CASTELLANOS, "Síntesis histórico cultural. l .
Primeros aportes científicos e n l a época colonial". En Historia General de la Medicina
argentina, l. Córdoba, 1 976, pp. 39-49). Con ese dato, en la fecha que da el manuscrito
Btca. Ncnal. contaría Montenegro con la avanzada edad de 97 años.
3 SOMMERVOGEL, C., Bibliotheque de la Compagnie de Jesús. Vol. V, 1 894.
4
Ms. 1 0.3 1 4. Biblioteca Nacional de Madrid. Libro 11, p. 244.
5 SCHIAFFINO, R., 1 927, op. cit., p. 36.
6
PASTELLS, P., 1 933, op. cit. Tomo V, pp. 6 1 y 64.
30 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

los indios de las reducciones de la Compañía de Jesús en el cer6o y


desalojo de los portugueses de la plaza y Colonia del Sacramento, dada
por D. Esteban de Urízar y Arespacochaga electo Gobernador de Tucurnán",
Buenos Aires, 8 de junio de 1 705. Ahí cita que iban como cirujanos
Pedro de Montenegro 7, Joaquín de Zubelia y José Brassaneli. El otro
documento recogido por Pastells donde también aparece Pedro de Montenegro
como cirujano es sobre "Certificación a S.M., Consej o de Indias, Virrey
del Perú, Audiencia de la Plata y Tribunales y Ministros de Justicia y
Guerra de S.M. dada por D. Baltasar García Ros, Sargento mayor de
Buenos Aires y Cabo principal y Gobernador de todas las tropas que
concurrieron debajo de Ja colonia del Sacramento contra los portugueses
que ocupaban dicha plaza". Buenos Aires, 1 5 de j unio de 1 705. Partici­
pó, pues, activamente Montenegro en el desaloj o de los portugueses en
la colonia del Sacramento, hecho por los indios de las reducciones de la
Compañía de Jesús.
En el manuscrito que hemos estudiado en la descripción del orozú
queda constancia del hecho, pues dice . . . "cure a varios atravesados el
pecho con lanzas y con balas en desalojamiento de la Colonia de San
Gabriel..." 8.
Efectivamente, los hermanos coadjutores, diestros cirujanos y enfer­
meros, eran Jos más indicados para constituir o por lo menos presidir ese
singular cuerpo de sanidad. En las grandes aglomeraciones de indios
cundían las enfermedades comunes entre ellos, como las temidas pestes,
por ello, los padres proveían que no faltasen nunca buenos enfermeros en
campaña cuando los indios iban a guerrear 9•
Cignoli 10 señala que en el segundo asedio de la colonia del Sacra­
mento le fue encargada a Montenegro la asistencia de los heridos, pres­
tando asistencia a doscientos heridos con Araza guazú o guayabas.
Los autores que han estudiado el tema señalan a Montenegro como
el más grande de los médicos y cirujanos que actuaron en las reducciones
de los guaraníes, siguiendo lo que de él dij o Sánchez Labrador, y coin­
ciden en la magnífica preparación de Montenegro por sus estudios en
Botánica farmacéutica, Medicina, Cirugía, preparación que hizo de su
figura la más importante desde el punto de vista médico no sólo en las

7 El documento recoge exactamente "Pedro de Montenegro".


8 Ms. 1 0.3 1 4. Btca. Nena!. Libro II, p. 23 1 , renglón 1 4.
9
EGUIA RUIZ, C., 1 953, op. cit. p. 499.
.

1° CIGNOLI, F., 1 953, op. cit., p. 40.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 31

misiones j esuíticas, sino en todas las poblaciones españolas de Córdoba,


Tucumán, Buenos Aires y Montevideo, en las que durante muchos años
se entregó al estudio y ejercicio de la Medicina, que se hallaba allí en
manos de curanderos y aficionados.
La humildad de M ontenegro se pone de manifiesto en su sinceridad
al confesar plantas que no conoce, con las cuales no ha tropezado nunca
en misiones y, sin embargo, recoge su descripción y propiedades cura­
tivas porque otros autores las dan como propias de estas regiones; esto
ocurre con el jengibre.
En cuanto a su formación cultural, es claro exponente 1 1 en su obra
las referencias al padre jesuita Ruiz de Montoya ( 1 585- 1 652), casi coetá­
neo suyo en lo que a etimología guaraní de nombres de plantas se
refiere 12, lo que indica que conocía sus obras Tesoro de la lengua
guaraní. Madrid, 1 639 y Arte de vocabulario de la lengua guaraní.
Madrid, 1 640.
Los más ilustres descriptores de plantas del siglo xv1 también son
citados por Montenegro como Clusio 13 y Bahuin 14, siendo por ello
calificado, inj ustamente, por algunos autores modernos como yerbatero.

1 1 Ms. 1 0.3 1 4. Btca. Ncnal. de Madrid. Libro 11, p . 1 89. Sin duda éste es uno de
los argumentos que sostiene la idea de que todos los herbarios de misiones tienen un
mismo autor primitivo sobre el cual los sucesivos copistas, además de haber usado esa
primera información, han hecho su aportación en una u otra planta, en una u otra virtud.
12 Concretamente se refiere a la etimología de la yerba de Charua (Marcagua).
Ms. 1 0.3 1 4. Btca. Ncnal. de Madrid. Libro II, p. 237.
1 3 Charles de l ' Ecluse o Clusius ( 1 526-1 609) nace en Arrás y cursa parte de sus
estudios en Montpellier. Entre sus discípulos se encuentran los botánicos más ilustres
de la época: Bahuin, Lobel, Pena, etc. Herborizó en varios países de Europa antes de
ser director en Viena de los j ardines del emperador Maximiliano II y profesor en
Leyden. Entre sus obras destaca Rariorum plantarum historia ( 1 60 1 ), en la que descri­
be y representa 1 .585 vegetales clasificados en árboles y arbustos, plantas bulbosas,
flores odoriferas, sin olor o malolientes, plantas venenosas, narcóticos o ásperas,
lechosas, umbelíferas, helechos, gramíneas y leguminosas. Su clasificación deja mucho
que desear pero sus descripciones, en cambio, son muy científicas, dando prueba de sus
grandes dotes de observación.
1 4 El que cita Montenegro es Gaspar Bahuin ( 1 550-1 634) nacido, como su
hermano Jean, en Basilea. Su obra Phytopinax ( 1 596) da a conocer 2. 700 especies con
sus variedades, algunas americanas como la patata. La obra que le dio celebridad fue
el Pinax theatri botanici ( 1 623), de gran influencia en Toumefort y Linneo. Taton ve
en dicha obra un deseo de clarificación en cuanto a nomenclatura, hasta entonces
desconocido. En las 6.000 plantas descritas designa con un sustantivo latino lo que
sesenta años después sería el género, seguido de 2 ó 3 adjetivos que designan la especie;
es ello considerado como el esbozo de la nomenclatura binaria que más tarde impondria
Linneo.
32 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Los comentadores renacentistas de la obra de Dioscórides que sirvieron


de fuente a Montenegro y de los cuales se valió para sus afirmaciones y
deducciones, siendo reiteradas veces citadas en la obra que estudiamos
son: Ruellius 1 5, Laguna 1 6 y Mattioli 1 7•

1 5 RUELLE, Jean, o Ruellius ( 1 474- 1 537) nace en Soissons y estudia las lenguas
latina y griega antes de graduarse en Medicina. Decano de la Facultad de Medicina de
París en 1 508 y 1 509. Médico de Francisco 1, llevó una vida dedicada a estudios
filológicos de los médicos clásicos y preparó excelentes traducciones latinas de Dioscórides
y Scribonius Largus. Al enviudar se hizo sacerdote y era canónigo de París cuando
falleció. Hizo una edición en latín de la obra de Dioscórides que apareció en París en
1 5 1 6. Ésta fue la que Antonio de Nebrij a reimprimió en Alcalá de Henares dos años
más tarde añadiendo un extenso vocabulario de los nombres españoles de todas las
drogas mencionadas por Dioscórides. Esta edición de Nebrija influyó profundamente
sobre todos los tratadistas españoles de materia médica del siglo xv 1 y en particular
Monardes y Laguna.
1 6 LAGUNA, Andrés ( 1 494- 1 560). Es el más interesante de los comentaristas de
Dioscórides. Nace en Segovia, estudia en París y en 1 534 se gradúa de bachil ler en
Medicina. Siguió a Carlos V cuando las turbulencias de Gante. Muy culto en Lenguas
y Filosofia, se hizo admirar en Alemania y concretamente en Metz y Colonia por su
talento y humanitarismo con motivo de la peste del año 1 542. En Colonia, Laguna se
aficionó a los estudios de Ciencias Naturales, traduciendo allí los libros De Natura
Stirpium atribuidos a Aristóteles. En Bolonia fue nombrado Doctor de aquella Univer­
sidad y en Roma fue médico de Cámara de Julio III. En Amberes publicó en 1 55 5 su
Dioscórides traducido e ilustrado, con el que contribuyó a generalizar en España los
conocimientos botánicos de su época. De éste se hicieron muchas reimpresiones en
diferentes ciudades españolas. En Salamanca en 1 550, en 1 566, en 1 573 y en 1 586; en
Valencia en 1 636, 1 65 1 , 1 666 y y 1 695; en Madrid en 1 733 se publicó glosada por
Suárez de Rivera, y con nueva portada aparece en Madrid en 1 752, 1 773 y 1 783. La
primera fuente de Laguna fue la edición latina de Dioscórides hecha por Ruelle, impresa
en Alcalá en 1 5 1 8 bajo el cuidado de Nebrij a. Cotejó esta traducción latina con varios
códices, estableciendo unas 700 discrepancias. La fidelidad de la transcripción, lo
correcto de la glosa y el estilo literario español hacen de la traducción del Dioscórides
de Laguna un documento científico de gran valor. Los grabados en madera de la edición
hecha en Venecia en 1 555 siguen el estilo de la obra de Mattioli. Hay que señalar que
la obra de Laguna no es una traducción servil de la de Ruelle, pues su texto es resultado
del cotejo de códices griegos y de la observación de las plantas en su medio natural,
de lo cual deja prueba en cada droga.
17 MATIIOLI, Pier Andrea ( 1 50 1 -77). Nacido en Siena, hij o del médico Francesco
Mattioli y de Lucrezia Buoninsegni, estudió Medicina en Padua, graduándose en 1 523,
hizo estudios quirúrgicos en Roma y ejerció la Medicina en Trento en 1 528, en Gorizia
hasta 1 554, en Praga como médico de la Corte imperial y luego en lnnsbruck. Su
práctica profesional no le impidió herborizar activamente en las zonas donde residió.
Mantuvo correspondencia con otros naturalistas de su época y fuertes controversias con
otros comentadores de Dioscórides como Amatus Lusitanus, debido a los errores come­
tidos por uno y otro en las traducciones. Mattioli tradujo la Materia Médica de Dioscórides
al italiano ( 1 544), al latín ( 1 544), francés, checo, alemán (GUERRA, F., 1 984, op. cit.,
p. 1 33). Su traducción y comentarios de la Materia Médica de Dioscórides hicieron de
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 33

En el siglo xv1 toma impulso la iconografía botánica, especialmente


desde 1 530 con el célebre Herbarum vivae eicones de Otto Brunfels
( 1 489- 1 534). Tal perfección o aproximada vuelve a encontrarse en Fuchs,
Gesner, Bock, Mattioli, Clusius o Dalechamps. La originalidad del Re­
nacimiento es identificar y describir plantas averiguando sus propieda­
des, clasificándolas según criterios objetivos. Junto a este movimiento
típico del siglo xv1, en el que se hallan los orígenes de la ciencia
moderna, existió otro muy importante cual fue el de los herboristas y
descriptores más preocupados por la descripción de la planta que por la
investigación de la clasificación y los fundamentos de ella.
Conocidos de nuestro autor eran también los escritos de Historia
Natural Americana, García D 'Orta o Huerta, como le llama el Ms.
estudiado, José de Acosta y Nicolás Monardes y los repetidas veces
citados Jacobo Bonti 18 y Guillermo Pisón 1 9 • Otros muchos autores son

él el botánico de más alta reputación en el Renacimiento, a la vez que explican el


dominante influjo de Dioscórides en la materia médica renacentista (GUERRA, F.,
1 984, op. cit., p. 1 32). Publica su primera traducción al italiano del Dioscórides en
1 544, reimpresa en esta lengua diecisiete veces durante el Renacimiento. La versión en
latín del Dioscórides con los comentarios de Mattioli apareció en 1 554 y fue seguida
por otras diecisiete reimpresiones, algunas fuera de Italia. Fue traducida al francés, con
1 O ediciones en esa lengua; en checo, 3; en alemán, 7; aparte de los extractos de la obra
de Mattioli, que fueron publicados por otros autores. Se valió Mattioli de la traducción
latina de Ruelle ( 1 5 1 6), cotejó el texto con dos códices griegos obtenidos en Constantinopla
por O. Ghiselin de Busbecq ( 1 522- 1 592). Su traducción al italiano no fue la primera,
pues en 1 542 Fausto di Longiano había publicado la primera edición italiana en
Venecia. Ni la primera edición de Dioscórides hecha por Mattioli en 1 544, ni la
segunda de 1 548 estuvieron ilustradas. La tercera, editada en Mantua en 1 549, sí tiene
algunos pequeños grabados de muy pobre calidad artística. El prestigio de Mattioli
como traductor y comentador de Dioscórides se debe, según Guerra, a que supo rebasar
en su trabajo el concepto filológico con que sus antecesores habían estudiado los
códices de Dioscórides, sabiendo comentar el texto con observaciones de primera mano
recogidas durante sus muchas herborizaciones en los diferentes lugares donde residió.
Progresivamente, Mattioli iba mejorando el texto de sus traducciones italianas y latinas.
Esta obra de corrección fue seguida después de su muerte por Bauhim.
18
BONTI, Jacobo, Bontius o Boncio ( 1 599- 1 63 1 ). Hijo de un distinguido mé­
dico de Leyden. Ejerció la Medicina en su ciudad natal, siendo más tarde nombrado
inspector cirujano de las Indias. Escribió Bonti varias obras. La Historia natura/is et
Medicine accidenta/is fue publicada por Pisón, gracias al cual se conoció su obra en
América. Murió en Java en 1 63 1 .
19
PISÓN, Guillermo ( 1 6 1 1 - 1 678). Médico y naturalista holandés. Nacido en
Leyden. Ejerció la Medicina en Amsterdam y Leyden. Llegó a América en 1 637 con
Jorge Marcgrave, médico, matemático y naturalista al mando del principe Juan Mauricio
Nassau, capitán general de las posiciones holandesas en América y hombre muy
interesado en los estudios naturalistas. Recorrieron durante seis años las costas de
34 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS Y ALV ERDE

referidos en la obra al tratar de una determinada preparación farmacéu­


tica o una desconocida virtud terapéutica recogida por Montenegro, lo
que viene a decirnos que estamos ante un lego jesuita culto y con una
formación eminentemente botánica. También los clásicos forman parte
del bagage cultural de Montenegro, citando repetidas veces a Teofrasto,
Galeno y Plinio entre otros.

Brasil. Como resultado de sus estudios publicaron en latín la Historia Natural de Brasil.
ilustrada con notable colección de plantas o animales fue publicada en Amsterdam en
1 648 la I .ª ed. Es doblemente interesante la obra de Pisón desde el punto de vista
clínico y de la materia médica indígena; en el estudio de las enfermedades endémicas
refiere los síntomas y aspectos clínicos de las afecciones propias de las regiones cálidas
americanas, siendo el primer estudio serio sobre tan interesante tema. Los escritores
anteriores se ocuparon sólo de la patología y la flora de México y Perú, por ello
CIGNOLJ, 1 953, op. cit., dice que tanto "Pisón, Marcgrave como Bonti establecen el
eslabón entre Monardes y Hemández de una parte, y los naturalistas misioneros de otra,
guías a su vez de los naturalistas del siglo XIX como Azara, De Moussy y otros".
VI. LA OBRA

VI. l . La obra secundaria

A Montenegro se le ha atribuido 1 el Libro de Cirugía médica tras­


ladada de autores graves y doctores para el alivio de los enfermos
escrito en 1 725, en el que junto a nociones de anatomía se recogen
fórmulas de medicamentos, recogiendo al final de la obra "las virtudes de
muchos simples sacados de Dioscórides y Laguna con tablas para hallar
en breve lo que se busca"; estuvo localizada esta obra en la B iblioteca del
Convento que los Padres Franciscanos tienen en Catamarca, aunque
después desapareció de ahí. Comprende nueve capítulos: l ) Dispensario
médico (con toda suerte de fórmulas de medicamentos para tomar por la
boca y aplicar exteriormente). 2) La anatomía. 3) El tratado de sangrar.
4) Enfermedades de la cabeza. 5) Enfermedades del pecho. 6) Enferme­
dades de la cavidad abdominal. 7) Enfermedades de las mujeres. 8)
Tratado de las fiebres. 9) Capítulo de pulso y orina 2 •
Este libro de cirugía fue atribuido al también jesuita español Marcos
Villodas (¿ ?- 1 739) 3• Es Eguia Ruiz 4 quien señala, quizá con la parcia­
lidad con que está infundida su obra por el celo j esuítico, que tuvo
Montenegro buena ocasión de escribir utilísimos manuscritos compuestos

1
GARZÓN MACEDA, F., La medicina en Córdoba, apuntes para su historia
(1575- 1916). 3 vols. Buenos Aires, 1 9 1 6- 1 7.
2 FURLONG, G., 1 963, op. cit., p. 6 1 1 .
3 PRICE, R., 1 983, An annotated Catalogue ofMedica/ American in the Wellcome
lnstitute Library. London, p. 286.
4 EGUIA RUIZ, C., 1 953, op. cit.
36 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

unos en idioma guaraní, otros en español. Discrepando de esta afirma­


ción, sabemos que la obra de Montenegro hoy conocida está toda ella
escrita en castellano.

VI.2. La obra principal

La obra principal es su obra botánico-farmacéutica sobre las plantas


halladas en aquellos territorios americanos donde ejerció su labor de
misionero y farmacognosta, y es a la que nosotros prestamos especial
atención.
Debido a los numerosos manuscritos que sobre las plantas de misio­
nes se descubrieron 5 y que posteriormente han ido apareciendo en dife­
rentes lugares de América y Europa, hay autores que se han entregado a
su estudio, llegando a la conclusión, a finales del siglo x1x, de que los
herbarios que circularon por las misiones no fueron muy diferentes entre
sí, como erróneamente se creyó hasta entonces 6. En estos herbarios, de
los cuales el que estudiamos es uno de ellos, se recoge la experiencia
viajera, observadora, cultural y farmacognosta del autor o autores sobre
plantas medicinales que encontraban en los territorios de misiones. Todos
tienen una estructura o plan de trabajo semejante: una primera parte con
prólogo y advertencias al lector del autor 7, donde también a veces se
recogen datos referidos a conservación de plantas o frutos, tomados
siempre de los autores clásicos prestigiosos o de sus comentaristas 8• La
segunda parte es el cuerpo del trabajo donde se hace la monografia de
cada planta tratada. En una tercera parte (que en el herbario estudiado por
nosotros no existe) se recoge una tabla de sinónimos de los nombres de
las plantas en idiomas indígenas y castellano.
Puede decirse que los herbarios de plantas americanas como fueron
hechos por europeos, tienen todos una filiación que se remonta a la
Historia de las Plantas de Teofrasto (siglo III a.C.) y a los cinco libros

5
Véase MARTÍN MARTÍ N, C. y VALVERDE, J. L., 1 986, op. cit.
6 ARATA, P. N., "Botánica médica americana. Los herbarios de las Misiones del
Paraguay". Rev. La Biblioteca, 1 898, 22: 42 1 .
7 El herbario de Montenegro que nos ocupa ( 1 0.3 1 4 B. N. Madrid) inserta en esta
primera parte una lista de vocablos usados en Ja obra que pueden presentar problemas
de interpretación, otros herbario reducen esta lista a un índice de enfermedades.
8 Capítulos enteros tomados de Mattioli aparecen en el herbario de Montenegro.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 37

de la Materia Médica de Dioscórides (siglo I d.C.) 9. Todos se parecen


entre sí como si hubiesen sido copiados de la misma fuente, precisamente
por tener estructuras análogas 10• Muchos son anónimos, no así el caso
que nos ocupa, que está firmado, aunque ello no nos impide decir que
posiblemente nuestro autor (Pedro de Montenegro) se valiera de un texto
primitivo que circulara por las misiones para elaborar éste que estudia­
mos, al cual adicionaría sus aportaciones personales y observaciones
llevadas a cabo en los años de curandero-farmacognosta en misiones, las
indicaciones e informaciones de los indígenas, además de los datos
aportados por su formación botánica.
El manuscrito estudiado, aparte de la denominación en guaraní (ha­
blado en la parte occidental del territorio) o tupí (dialecto de la parte
oriental) de las plantas descritas, hace constantes referencias a vocablos
en guaraní de común uso entre los indígenas. El hecho de estar redactado
el manuscrito en castellano es debido a que su consulta iba destinada a
los legos que ejercían la Medicina y Farmacia en los pueblos de las
misiones. Contrariamente, los libros de autor indígena iban redactados en
guaraní.
Arata dice de los herbarios de misiones que estuvieron todos ellos
rodeados de la aureola que siempre rodea a lo desconocido. Gozaron de
mucho crédito entre los curanderos de la época hispana y entre los
médicos viejos, que, atribuyéndole gran importancia, los copiaban y
volvían a copiar transmitiendo esas copias como algo sagrado digno del
mayor respeto. Muchas de estas recetas de herbarios se copiaban sueltas
y conservaban en familia, de ahí que hayan aparecido cuadernillos de
hojas, manuscritos con ocho o diez plantas casi idénticas en su descrip­
ción a las recogidas por Montenegro en el manuscrito objeto de nuestro
estudio. Pensemos que en los siglos xv11 y xv111 había sólo dos imprentas
en esta parte del continente americano, por lo que lo usual eran las copias
manuscritas.

9
ARATA, P., 1 898, p. 427.
10 GICKLHORN, R., "Missionsapotheker Deutsche Pharmazauten in Lateinamerika,
S. XVII y XVIII ". Vegrojfenglichungen der lnternationalen Gessellschaft. Band 39. Stuttgart,
1 973.
38 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

VI.2. 1 . Ejemplares de la obra farmacéutica de Montenegro

VI .2. 1 . 1 . Manuscritos

A) Se halla una copia del manuscrito de Montenegro en la Biblio­


teca Nacional de Buenos Aires sin título.
Arata, en su estudio sobre los herbarios de las misiones del Paraguay
ya citado, compara este manuscrito de Montenegro con otros tres también
de plantas de misiones 1 1 • Concluye Arata que el referido manuscrito de
ninguna manera es el original, sino una de las muchas copias que se
hicieron. Evidentemente, al cotejar la edición que en 1 945 hizo la Im­
prenta de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, se aprecia que los
párrafos adicionales del copista son varios.
Son 4 1 6 páginas, incluidas las 1 3 6 láminas, de ellas dice Arata que
no son originales, que no están hechas del natural sino copiadas de un
manuscrito primitivo, lo fecha sobre mediados del siglo xv 1 1 1. Errónea­
mente, Cantón lo califica de obra original 1 2 •
Es conocido que los talleres artesanales de guaraníes, siempre dirigi­
dos por jesuitas, tenían como rasgo fundamental la ausencia del modelo
vivo, donde el trabajo se desenvolvía en base a estampas debido a las
grandes distancias y escasez de recursos 1 3•
B) En España, el ejemplar manuscrito de Pedro de Montenegro se
halla localizado en Madrid en la Biblioteca Nacional, con el número
1 0.3 1 4 1 4 • Está escrito en cuarto y dividido en dos libros:

Libro primero de la propiedad y birtudes de los árboles i plantas de


las Misiones y Provincia del Tucuman con algunas del Brasil y del
Oriente, con 1 24 páginas, de las que 49 son láminas de las plantas
tratadas.

1 1 Nosotros nos referiremos al manuscrito del hermano Pedro de Montenegro


localizado en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, llamándolo "Manuscrito Bonae­
rense" (Ms. bon.), éste lo conocemos a través de la edición hecha por la Biblioteca
Nacional de Buenos Aires en 1 945, magníficamente prologada por Raúl Quintana.
12 CANT ÓN, 1 928, op. cit., p. 259.
13 PLA, J., "Las misiones jesuíticas guaraníes. La circunstancia histórica, orga­
nización social y económica, ambiente y obra cultural". Cuadernos Americanos. Méxi­
co, 1 963, XXII (2): 1 47.
1 4 Al referimos a esta obra que ha sido estudiada por nosotros lo haremos con
la denominación "Manuscrito Montenegro Biblioteca Nacional de Madrid" (Ms. B. N.
Madrid).
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 39

Libro segundo de las ierbas i raices medicinales i comestibles de


estas Misiones i Paraguai con algunas del Brasil i Provincia de Chile,
con 209 páginas y 88 láminas.

Este manuscrito está recogido en el Catálogo de manuscritos de


América de Julián Paz, publicado en Madrid en 1 933 con el número
949 1 5 •
También está citado en el Catálogo abreviado de manuscritos de la
Biblioteca del Duque de Ossuna de 1 882, con el número 1 60, según
recoge el jesuita Carlos Sommervogel 1 6, aunque éste omite el título del
segundo libro y fecha el primero en 1 7 1 O 17• Esta información está tam­
bién recogida en Schiaffino 1 8 ; sin embargo, no está recogida en el Índice
de Hitos Natera 1 9•
Es este manuscrito, procedente de la Biblioteca del Duque de Osuna 20,
hoy en la Nacional de Madrid, el que nosotros hemos estudiado.
C) Compendio de Medicina doméstica copiado fielmente de un
original de la ciudad de Asunción de Paraguay en 1 808 que permanece
en el Archivo Nacional de Asunción con el n.º 2.0 1 7 y que es una copia
con algunas adiciones del manuscrito 1 0.3 1 4 de la Btca. Ncnal. de
Madrid según Guerra 2 1 •
D) Manuscrito hallado en el Paso del Uruguay fechado en 1 759
descrito por Demersay en 1 865 22 •
E) Una copia reciente, con letra muy cuidada, firmada y rubricada
por l. A. de Arroyo, se halla en la Biblioteca del Instituto Wellcome de
Historia de la Medicina en Londres (Colección Guerra WMS Amer 4 1 ).
Es un estracto manuscrito de la obra de Montenegro, conteniendo ocho
descripciones de plantas, encuadernado y nominado: Noticia de especies
medicinales recogidas en este Departamento de S. Miguel de la Rivera

1 5 VAL VERDE, J. L., Presencia de la Compañía de Jesús en el desarrollo de la


Farmacia. Granada, 1 978, p. 1 1 0.
1 6 SOMMERVOGEL, C., 1 894, op. cit., 1 , p. 1 .248.
17 Esta fecha de 1 7 1 0 aparece en Ms. B. N. Madrid, estudiado por nosotros, en
la portada del segundo libro, mientras que en la del primero está fechado en 1 7 1 1 ,
pudiéndose atribuir este cambio de fechas a un error del amanuense.
18 SCHIAFFINO, R., 1 927, op. cit., p. 368.
1 9 HITOS NATERA, M.ª P., Índice de manuscritos existentes en la Biblioteca
Nacional de Madrid de interés a la Historia de la Farmacia y Ciencias afines, con
breves comentarios de su contenido. Madrid, 1 970.
20 GICKLHORN, R., 1 973, op. cit., p. 56.
21 GUERRA, F., 1 973, op. cit., p. 1 26.
22 lbidem.
40 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Oriental del Uruguay: explícase sus virtudes, usos para los efectos de
ellas y modo de composición y temas que contiene a la inteligencia de
ello 23• Comparada la descripción del anguay recogida por Price con la del
manuscrito Montenegro de B. N. Madrid, vemos que son exactamente
iguales en el fondo, aunque no en la forma, que es mucho más cuidada en
esta copia de Arroyo con menos faltas ortográficas y perfecta caligrafia.
F) Copia manuscrita que se halla en la Biblioteca de la Facultad de
Medicina de Montevideo, resumida de la original, por el copista Capitán
Manuel Britos del Pino en 1 832 y, según dice, se hizo para el uso de
Carlos Carve. En este manuscrito resumen del original se omiten la
descripción y las láminas, refiriendo sólo las virtudes de las plantas y una
serie de recetas que no constan en el original. Una copia de ésta se halla
en la Biblioteca del Ministerio de Salud Pública de Montevideo y otra en
la Casa de los Padres de la Compañía de Jesús de Barcelona 24•

VI.2. l .2. Publicados

A) En 1 888 Manuel Ricardo Trelles publicó con el nombre de


Materia médica misionera el manuscrito que entonces se hallaba en la
Biblioteca Nacional de Buenos Aires y que desde 1 956, siendo Jorge
Luis Borges director de dicha Biblioteca Nacional, pasó al Archivo
General de la Nación.
Debido a este ejemplar impreso se ha conocido la obra de Montenegro
con el título que Trelles le asignó Materia médica misionera, aun a
sabiendas de que el manuscrito carece de nombre.
B) Edición del manuscrito de Buenos Aires que en 1 945 realizó la
Imprenta de la Biblioteca Nacional con un magnífico prólogo de Raúl
Quintana.

Al hablar de la obra de Montenegro no puede omitirse la confusión


que siempre ha habido con la de otro jesuita misionero: el padre Segismundo
Asperge ( 1 687- 1 772) 25, localizada fundamentalmente en el Archivo Na­
cional de Buenos Aires, en el British Museum y en la Real Academia de
la Historia de Madrid. Para Schiaffino, como para Cantón, la obra de

23 PRICE, R., 1 983, op. cit., p. 252.


24
PÉ REZ FONTANA, V., 1 983, op. cit. , p. 298.
25
Véase MARTÍN MARTÍ N, C. y VALVERDE, J. L., 1 986, op. cit.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 4J

Asperger es una traslación de la de Montenegro pero no completa.


Autores como Félix de Azara 26, por desconocimiento de Montenegro,
atribuyeron toda su obra a Asperger. A este desconocimiento, sin duda,
colaboró la literatura anglosajona y francesa del siglo xv111, tan dada a
potenciar los hechos y autores no españoles en América como una con­
trapartida al protagonismo que siglos antes habían tenido los españoles en
todo el tema americano.
Científicos de la talla de Bompland han confundido las obras de
Asperger y Montenegro como si de una misma se tratara (precisamente
por estar en parte copiada la del primero de la del segundo), aseverando
que se trata de "dos guías útiles para el estudio de las plantas de estos
paí�es'', refiriéndose a una obra de Asperger y otra de Montenegro
pensando que eran las dos de Asperger 27• También Parodi confunde a
Asperger con Montenegro en la descripción que hace del urucú o achio­
te 28 • Incluso Cantón al asegurar que existe un manuscrito de Montenegro
en el British Museum de Londres, está confundiendo a ambos autores.
Un estudioso de la obra de Asperger como es Arata 29 la cotejó con
la de Montenegro, concluyendo que aquél copió servilmente a éste, que
debió ser su maestro, incluso apropiándose de los resultados de la obser­
vación personal de Montenegro, atribuyéndose el descubrimiento de la
acción de los frutos del arazá, por ejemplo.
Ante los seis manuscritos relacionados atribuidos a Montenegro, al
menos cinco de ellos son ciertamente copias, en unos casos porque figura
el nombre del copista, en otros porque autores dedicados a su estudio así
lo han concluido. Es precisamente el estudiado por nosotros, el ejemplar
que se halla hoy en la Biblioteca Nacional de Madrid, el que ofrece
dudas.
El jesuita Carlos Sommervogel en su completísima obra, ya citada,
Bibliothéque de la Compagnie de Jesús, incluye la persona de Montenegro
haciendo su reseña histórica citando su manuscrito, hoy en la Biblioteca
Nacional de Madrid, procedente de la del Duque de Osuna. Estos datos
son muy manejados por otros autores que nombran la citada obra de
Montenegro según la referencia de Sommervogel sin haberla llegado a
tener en sus manos.

26 SCHIAFFINO, R., 1 927, op. cit., 23, p. 3 7 1 .


27 SCHIAFFINO, R., 1 927, op. cit., 23, p. 5 1 3 .
28 PARODI, D., Notas sobre plantas usuales del Paraguay. Buenos Aires, 1 886.
29
ARATA, P. N., 1 898, op. cit., 6, p. 445.
42 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALVERDE

Tanto Schiaffino, Arata, Furlong, conocen de referencia el manuscri­


to de Madrid, aunque ninguno ha abordado su estudio ni la comparación
con el de Buenos Aires, conocido por todos gracias a las ediciones de
1 888 y 1 945 que allí se hicieron.
Parodi 30 recoge una carta del doctor Martín Spuch donde se describe
el manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid así: "es un in-folio
manuscrito, de letra del siglo xv m, clara y bien perfilada, consta de 357
páginas y tiene intercalados 1 52 dibujos de vegetales hechos con sorpren­
dente exactitud y limpieza", datos que no concuerdan exactamente con
los nuestros.
Guerra 31 lo cita y asegura, tras su confrontación con el de Buenos
Aires, que es la obra original de Montenegro. Esta misma opinión tiene
Gicklhom. Nosotros podemos asegurar, por el detallado estudio en él
hecho, que es el más completo de los seis enumerados.

VI.2.2. Descripción del manuscrito 1 0.3 14 de la Biblioteca Nacional de


Madrid

Consta el manuscrito de trescientas cuarenta y seis páginas. Las


veintidós primeras con numeración romana, de la página 1 a la XXII. Las
siguientes, de la 1 a la 324 con numeración árabe 32. Escrito con tinta
negra, letra del siglo xv m perfectamente clara y legible, en tamaño folio,
está encuardemado en pergamino.
Las láminas que ilustran la planta descrita van numeradas en romano
desde el 1 al CXXXV II, independientemente de la numeración de las
páginas.
El número de plantas tratadas es de ciento veintinueve, aunque lámi­
nas hay ciento treinta y siete; se debe a que, muchas veces, de una misma
planta aparece más de una ilustración, bien porque recoja dos detalles
diferentes o dos variedades de la misma planta.

30 PARODI, D., 1 886, op. cit., 25.


3 1 GUERRA, F., Historia de la Materia médica hispano-americana y filipina en
la época colonial. Inventario crítico y bibliográfico de manuscritos. Madrid, 1 973, p.
1 26.
32 Julián Paz, al describir este manuscrito ( 1 933), dice tener 336 páginas nume­
radas en arábigo y 22 en romano, comenzando en la página 33 1 la tabla de los nombres
de los árboles y las hierbas en guaraní y tupí, tabla que a nosotros no nos aparece por
terminar en la página 324.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 43

El Libro primero de la propiedad y birtudes de los árboles i plantas


de las Missiones y Provincia del Tucuman con algunas del Brasil y del
Oriente: comprende la dedicatoria a la Virgen de los Dolores que ocupa
las páginas IV y V (numeradas en romano).
A continuación, en la página VII aparece el "prólogo al lector", que
ocupa hasta la XI inclusive. En la XII se inserta el "Modo de coger las
plantas, a qué tiempo y circunstancias, para su conserbación y duración.
Sacado de las obras de Pedro Andrés Matiolo, hechos lo escrito de
Dioscórides", que ocupa dos páginas, aunque la segunda no está nume­
rada. En la XIII "La virtud y modo de conocer las plantas y conocer sus
cualidades" ocupa hasta la página XVIII, donde a medio folio encontra­
mos "Advertencias para el uso de las plantas". En la XIX "Explicación
de los vocablos de esta obra por el orden de A, B, C, que por escusar
circunloquios exaplicandolos en el cuerpo se benga a este yndice para
saver lo que significan", abarca hasta la XXII, en que termina la nume­
ración en romano y con ella la introducción. Comienza el cuerpo del
trabajo con numeración arábiga, aunque las ilustraciones además e inde­
pendientemente van numeradas en romano, por lo que la del cacao,
primera planta descrita, aparece con el 1 en su parte inferior y con el 1
en el extremo superior derecho. Termina este primer libro del manuscrito
en la página 1 24 con la descripción del achiote o urucú 33.
En la página 1 25 comienza el Libro segundo de las iervas i raices
medicinales i comestibles de estas Missiones i Paraguay con algunas del
Brasil i Provincia de Chile, para terminar en la 324 con la descripción de
la raíz comestible o ybacucú.
El orden que se sigue a todo lo largo del manuscrito siempre es el
mismo: Ilustración de la planta, descripción de sus características morfológicas,
topográficas, fuentes o autores que la estudiaron, para pasar después bajo
el epígrafe de "Virtudes" a la parte farmacéutica. Es ahí donde hace la
enumeración de sus virtudes terapéuticas, época o lugar idóneo para su
recogida, conservación, parte de droga usada, operaciones farmacéuticas
a que se somete, preparaciones galénicas más eficaces, tiempo de conser­
vación, administración al enfermo y dosis convenientes. Esta pauta se va
repitiendo a todo lo largo del manuscrito, aunque con las diferencias
lógicas de una a otra planta. Es en este apartado final de las virtudes

33 Bixa ore/lana, conocido en Europa desde los viajes de Colón, según Francisco
Cignoli en su Conferencia pronunciada el 3 de septiembre de 1 942 en el Ateneo
Iberoamericano.
44 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

donde el autor nos comunica sus experiencias personales con cada planta
en particular, si es que las hubo.
Ello hace de esta obra no un relato de ideas y propiedades sino algo
experimental además de documentado con todos los elementos que el
autor tenía a su alcance, como eran consulta de autores clásicos y
tradiciones indias 34•
En cuanto a las ilustraciones, los dibuj os no son hechos por el que
escribe; en la descripción de las criadillas de tierra, p. 288 del manuscrito
Btca. Nena!. de Madrid, se lee: " . . . aunque en la primera estampa estan
erradas las flores por yerro del que las dibujó que trajo plantas semejan­
tes . . . " 35, como vemos, se habla en tercera persona del dibuj ante.
Son las láminas lo más sobresaliente que hay en el manuscrito,
dibuj os minuciosos, perfectos casi, mucho más notable cuando se hace la
comparación con otros herbarios misioneros de dibujos más pueriles y
cercanos al boceto que éstos que nos ocupan 36. En muchos casos estos
dibuj os son copiados, y así lo atestigua el manuscrito, de autores comen­
tadores de la Materia Médica de Dioscórides como Laguna y Mattioli 37,
aunque compartimos la opinión de Pérez Fontana de que la mayoría de
las veces lo superan 38. A veces Montenegro arrastra el error cometido
por los autores a los que copia, así ocurre en la ilustración de la azucena
silvestre tomada de Mattioli en la página 1 92 del manuscrito 39.
El valor didáctico de las láminas es apreciable; en la representación
de una especie de chopo denominada ceibo 40 aparece un tigre dibuj ado
como recordatorio de la actividad terapéutica de aquella planta contra las
heridas de dicho animal. Representado queda pues el mal y su remedio.
Sin duda se pensó, al hacerlo así, en la ayuda que suponía para la gente
sencilla a la que iba destinado este manuscrito, a la hora de memorizar
las virtudes de aquella planta. El autor del manuscrito aprovecha la
descripción de virtudes de las plantas para comunicar al lector sus ideas

34
En Ms. 1 0. 3 1 4, libro I, p. 43, en la descripción del Árbol de la goma elemi
pone textualmente: " ... quiebra la piedra del riñones según cierta receta que vi de médico
que vino del Paraguay pero no he visto en ella tal efecto . . . ", que nos confirma lo
referido a la experimentación personal del autor.
35 El subrayado es nuestro.
36 MARTÍN MARTÍN, C. y VALVERDE, J. L., 1 986, op. cit.
37 Caso de la Escabiosa, Ms. 1 0. 3 1 4 B. N. de Madrid, p. 2 1 6.
38 P ÉREZ FONTANA, V., 1 967, op. cit., p. 297.
39 FONT QUER, P., Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Madrid,
1 973, p. 897.
40
Ms. 1 0.3 14. Madrid, p. 92.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 45

moralizantes sobre el género humano. En la descripción del arrayán


negro menor 41 dice que, como toda planta rastrera, sus virtudes son
dignas de alabar, estableciendo paralelismo con los hombres bajos y
humildes de cualidades muy superiores para gobernar, aunque no se haga
caso de ellos recurriendo a otros grandes y altivos por lo general llenos
de ambición y soberbia.
De las plantas venenosas y perniciosas a la salud expresamente dice
que no las nombra para evitar que se propague la información l legando
a individuos crueles y vengativos que pueden hacer uso de ellas para sus
malintencionados propósitos 42, aunque como excepción recoge el güembé
o buembé por el gran uso que de ella hacen en aquellos territorios 43.
Al comentar las propiedades del altócigo 44 diciendo que mata los
gusanos, intercala el autor del manuscrito su idea sobre la causa de
enfermar repetidamente el indio de crudezas, frialdades y flaqueza de
estómago, aduciendo que se debe a que Dios no les da frutos que lo
alimenten convenientemente.
El lenguaje es sumamente sencillo y sobre todo delicado cuando se
trata de describir propiedades de plantas relativas a temas tabúes en su
clerical ambiente. Así, al relacionar las virtudes de la siempreviva ame­
ricana, nenúfar del Paraguay o aguafé 45 indica que "baja la cabeza del
instrumento de la deshonestidad" para indicar que es anafrodisíaco.
Muchas veces se emplea la terminología usada en veterinaria aplica­
da a personas, caso del güembe utilizado en "escrófulas, lovanillos y
lamparones" 46, término este usado para los animales pero que sin duda
era entendido por las gentes del medio rural a las que iba destinado el
manuscrito. Igualmente, al referirse a la mandíbula humana utiliza quija­
da 47. Frente a esto, aparece una terminología médica correcta y precisa
y términos como mola, conj unción, mesenterios, pía duramadre, etc. 48,
el autor los incorpora a su léxico.
Aunque la mayoría de las plantas que nos aparecen en el manuscrito
fueron conocidas, estudiadas y utilizadas por el autor, hay algunas en que

41 Ms. 1 0.3 1 4. Madrid, p. 63.


42 lbidem, p . 64.
43 lbidem, p. 1 34.
44
Ms. 1 0.3 1 4. Madrid, p. 90.
45 Ms. 1 0.3 1 4. Madrid. Libro 11, p. 3 1 7.
46 Ms. 1 0.3 1 4. Madrid. Libro 11, p. 1 34.
47 lbidem, p. 238.
48 lbidem, p. 24 1 .
46 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

no ocurre así. Aceptando la hipótesis de que posiblemente en la elabo­


ración de la presente obra existió un herbario primitivo que sirvió de
fuente y gu,ía a nuestro autor 49, explicamos el hecho de que aparezcan
algunas plantas que éste no tuvo ocasión de ver ni trabajar con ellas,
aunque eran propias de la flora de misiones. Es el caso de la galanga o
jengibre americano 50, entre otras, la cual nuestro autor presenta, por si
alguien tuviese necesidad de usarla, según lo que de ella leyó en las obras
de Guillermo Pisón y Jacobo Bonti, también de la siempreviva americana
o quirocilla confiesa que no la vio 5 1 • Así, nos da una muestra de trans­
parencia y sinceridad el autor del manuscrito que, lejos de apropiarse de
ideas ajenas, es capaz de transmitirnos la claridad que en toda investiga­
ción debe imperar para beneficio de estudios posteriores.
La intención del autor del manuscrito queda expuesta al decir: " ...aunque
mi intento no es mas que tratar de las plantas propias de este tierra que
no están hasta hoy delineadas con nombres propios, de los autores
herbarios . . " 52• En ella se aprecia claramente de una parte, que el autor
.

conocía la existencia de libros de plantas similares al que él pretendía


hacer; de otra parte, que su empeño era la clasificación (más adelante
entraremos en si correcta o incorrecta) de esas plantas ya recogidas por
otros y de otras incorporadas por él.
Ante el hecho aceptado de que todos los manuscritos hoy conocidos
proceden de uno primitivo, caben dos hipótesis:

1) El autor del primitivo fue Montenegro y el autor de los manus­


critos que hoy conocemos es cualquier amanuense que tuvo como fuente
directa aquel manuscrito primitivo.
2) El autor del manuscrito primitivo es desconocido y el autor del
manuscrito por nosotros estudiado ( 1 0.3 14 Btca. Nena!. de Madrid, no ya
de los seis numerados) es Montenegro, que se basó en el primitivo
añadiendo su formación médico farmacéutica, la experiencia y la infor­
mación de otros autores destacados en el campo de la Historia Natural.

Leyendo y estudiando detenidamente el manuscrito encontramos

49 También cabe preguntarse, dada la sinceridad exagerada del autor, ¿cómo no


confesó que tal herbario primitivo existió realmente?
50 Ms. 1 0.3 1 4. Madrid, p. 1 89.
5 1 Ms. 1 0.3 1 4. Madrid, p. 3 1 8.
52 lbidem, p. 1 32.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 47

fallos lingüísticos y ortográficos que nos llevan a pensar que en nuestra


obra hubo autor espiritual y autor manual (copista o amanuense), puesto
que se trata de términos técnicos que el autor espiritual a buen seguro
dominaba 53.

53
En la página 3 1 de nuestro manuscrito, en la descripción de la cañafístola
solutiva, al referirse a su pulpa pone claramente culpa. En la página 58, donde se debe
entender azofar dice acofar) quizá debido a la desaparición de la cejilla (ai;ofar)
pensando que se copiaba de otro texto, o b) quizá debido a tener un sonido semejante
en el idioma hablado (asofar, azofar).
VII. ESTUDIO DEL MANUSCRITO DE MADRID

l. En el estudio detallado del Ms. observamos las teorías biológi­


cas, astrológicas o médicas que el autor tenía. Respecto a las teorías
biológicas referentes a reproducción se observan diferencias en Ms.
según se refiera a vegetales o animales. Refiriéndose a la planta carqueja
recoge que, al no tener flores ni semillas, debe estar producida "por el
aparato de la tierra, astro o rocío" 1 •
Cuando de explicar la reproducción de anímales se trata, recurre a las
teorías de generación espontánea citando los malos humores del organis­
mo como productores de gusanos intestinales 2 • No ha de extrañar en la
época del manuscrito la creencia de estas teorías, pues fue a finales del
siglo xv111 cuando los microcopistas Malpighi y Francesco Redi 3 asestan
el primer golpe a la doctrina de la generación espontánea. Pero una
convicción de más de dos milenios no se eliminaba con algunas observa­
ciones como las de Malpighi y Redi. Buffon, siglo xv111 4, conociendo
estas teorías no creyó en ellas, alentó los trabajos de Turbeville Needham
( 1 7 1 3- 1 78 1 ) , que admitía la existencia en las infusiones de una "fuerza
vegetativa" capaz de engendrar los animáculos. El problema no fue
resuelto y ambas teorías tuvieron sus partidarios 5 . La disputa no se zanjó
y llegó hasta los tiempos de Pasteur ya mediado el siglo x1x 6.
1 Ms. 1 0. 3 1 4. B. N. de Madrid, p. 286.
2 Ms. 1 0. 3 1 4. B. N., p. 90. Descripción del Althócigo.
3 Malpighi ( 1 628- 1 694). Francesco Redi ( 1 626- 1 697).
4 Buffon ( 1 707- 1 788).
5 THEORJDES, J., "La mentalidad etiopatológica. La microbiología médica".
Historia Universa/ de la Medicina. Tomo VI. Barcelona, 1 974, p. 1 75.
6 LA Í N ENTRALGO, P., Historia Universal de la Medicina. Tomos V-VI.
Barcelona, 1 974, p. 1 80.
50 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

La influencia de la Astrología en las propiedades terapéuticas de las


plantas se pone de manifiesto al tratar el güembé: " ... esta planta se conoce
ser procreada del planeta Sol . . . tiene grandes influencias de Marte porque
es enemiga de los coléricos y atrae mucho de la Tierra con sus raíces por
lo mucho que ella recibe de la Luna y por eso es tan venenosa cogida en
creciente de Luna" 7• Entre grandes errores como el que supone llamar
planeta al astro rey, se menciona aquí la importancia de la recolección de
las plantas en el momento astrológicamente idóneo, así como la relación
que guardan las influencias astrales de las plantas con la naturaleza del
temperamento reinante en la enfermedad.
Esta doctrina de las calidades y temperamentos 8 que explicaron
las normas del tratamiento médico desde los clásicos así como la
influencia de la Astrología en terapéutica, fueron cuestionadas por Paracelso
( 1 493- 1 528), que trató de zafarse de ellas pero sin conseguirlo, pues
cayó también en relacionar enfermedad y remedio con el tema de los
astros 9.
La clasificación botánica quizá sea la parte de la obra más errada.
El autor no tenía el concepto de género y especie de la nomenclatura
botánica de Linneo, incluso el de familia de Toumefort '°· Los nombres
de las plantas vienen dados con las denominaciones vulgares seguidas de
un adjetivo calificativo donde la clasificación en familias no se da. Las
plantas de denominación desconocida por el autor, las nombra con deno­
minación similar a otras europeas conocidas con las que establece com­
paraciones 1 1 • Estas comparaciones eran hechas en razón de las similitu­
des morfológicas de las plantas comparadas. Así, el ricino 1 2 es comparado

7 Ms. 1 0. 3 1 4. B. N. de Madrid, p. 1 3 5 . Descripción del güembé.


8 S ÁNCHEZ T ÉLLEZ, M. C., GUERRA, F. y VAL VERDE, J. L., La doctrina
farmacéutica en la obra de Francisco Hernández. Granada, 1 98 1 , p. 30.
9 PAGEL, W., "Paracelso y paracelsistas". Historia Universa/ de la Medicina.
Tomo IV. Barcelona, 1 973, p. 1 1 4.
1 0 TOURNEFORT ( 1 656- 1 708), publicó sus Elementos de botánica en francés en
1 694 en tres volúmenes admirablemente ilustrados con láminas y se tradujo al latín en
1 700. La clasificación de plantas se hizo, según que las flores fueran regulares,
irregulares o compuestas, en veintidós familias. Linneo ( 1 707- 1 778) clasificó racional­
mente de modo rigurosamente metódico. Se basó en los órganos sexuales de las plantas,
dando lugar a la actual nomenclatura binaria con género y especie.
1 1 Ms. 1 0. 3 1 4. Btca. Ncnal. Madrid, p. 2 1 6. Ilustración de la escabiosa; sobre
idea básica del dibujo de Mattioli corrige las variaciones que presenta la escabiosa de
América.
1 2 Ms. 1 0.3 1 4. B . N. Madrid, p. 87. Descripción del ricino o higuera del in­
fierno.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 51

con la higuera y con e l tártago, de los que hoy sabemos que pertenecen
a la familia euforbiáceas al igual que aquél.
De algunas plantas recoge el manuscrito diferentes "clases" que hoy,
gracias al enorme esfuerzo de los botánicos sistemáticos, sabemos que
son especies diferentes e incluso variedades de una misma especie 1 3 .
Referente a las denominaciones guaraníes que aparecen en el manus­
crito hay que señalar que son denominaciones vulgares y que, por ser
idioma pobre en palabras, designaban con el mismo nombre una familia
entera de plantas, por ello el mismo nombre guaraní aparece repetido en
muchas y muy diferentes plantas (véase índice de plantas con los nom­
bres en guaraní).
La sinonimia en guaraní raras veces, por no decir ninguna, falta en
el manuscrito estudiado por nosotros 14• Hay que tener en cuenta que
Paraguay aún hoy es bilingüe y su población expresa sensaciones, senti­
mientos e ideas con más precisión en guaraní que en español. El indio,
observador sagaz de la Naturaleza, gozó de una gran capacidad para
identificar y designar las plantas que le rodeaban, siendo muy pocos los
vegetales que allí no tienen denominación en guaraní. Esta información
fue magistralmente recogida por el autor de nuestro manuscrito y trans­
mitida hasta nosotros; tiene valor aún hoy por ser denominaciones que se
conservan igual que en el siglo xv m 1 5 • Aparte de estas sinonimias en
guaraní o tupí, aparecen en muchas de las plantas descritas, de acuerdo
con la tradición de los herbarios europeos renacentistas, otras denomina­
ciones de las plantas en portugués por denominarse así en la zona
brasileña de misiones.
Situándonos en aquella época y entorno misional, intuimos que la
cuestión de la sistemática debió ser totalmente secundaria ya que la
identificación de plantas se hacía señalando caracteres externos fácilmen­
te perceptibles de visu en razón, de una parte, del público al que iban
destinados los herbarios, y de otra, en razón del fin perseguido, que era
propagar el buen uso de las plantas medicinales entre la población indí­
gena.
El criterio seguido en la ordenación de las plantas en el herbario es

13 Ms. 1 0.3 14. B. N. Madrid, p. 1 1 . Descripción de la canela.


14 No ocurre así en el Ms. bonaerense, donde la falta de la denominación guaraní
es más usual.
1 5 GATTI, C., ROJAS, T. y BERTONI, A. DE W., "Vocabulario guaraní español
para uso médico". Anales de la Facultad de Ciencias Médicas. Asunción de Paraguay,
1 945, V (22): 1 63-3 1 2 .
52 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

según las propiedades terapéuticas de éstas, aunque con las salvedades


lógicas de estos tipos de escritos.
En cuanto a sustituciones de drogas 16, es frecuente hallar recetas
cuyos componentes originales están alterados. Se trata de simples que por
su carencia en aquellas tierras de misiones eran sustituidos por otros
similares que allí crecían. Estas sustituciones lógicamente eran anotadas
en los herbarios o cuadernos de plantas que se transmitían entre misio­
neros, familias, etc. Así utiliza la azucena americana en vez de la scila en
recetas de emplastos para pecho y vientre por carecer allí de la auténtica
azucena 17. Asegura que los diaquilones y emplastos elaborados con la
americana no son inferiores a los de azucena europea, por lo cual en todas
las composiciones en que se precisen, éstas pueden sustituirse por aquéllas.
Esta sustitución es sólo permitida en los emplastos y mucílagos
(hecho a base de flores), no así en otras composiciones farmacéuticas
como son el vino y vinagre scilítico, por ser la azucena americana más
húmeda y menos aguda que la europea.
La almáciga verde de Plinio la utiliza sustituyendo al verdadero
lentisto, que no se encontraba en misiones, tanto en emplastos usados
exteriormente como en píldoras y polvos para uso interno.
La mayoría de las drogas utilizadas son procedentes del reino vege­
tal, aunque también las hay del animal, quedando reducida a carne de
zorzal 18 y manteca de vaca (como excipiente).
A veces la sustitución terapéutica de un simple por otro se hace
debido a las analogías morfológicas externas que ambos tienen entre sí,
llegando a tratarlas el manuscrito dentro de la misma descripción, así
ocurre con la artemisa y el ajenjo póntico 19•
Las preparaciones farmacéuticas citadas son todas polifármacas. En
ellas las pesas usadas son las clásicas pesas médicas, libra, onza, dracma,
escrúpulo y grano. Perfectamente vienen descritas las operaciones farma­
céuticas a que se someten los simples; la forma de medir el tiempo en
éstas es, a groso modo, relacionándose en la mayoría de los casos con la
duración de determinados rezos religiosos como miserere, credo, ave

16
Ms. 1 0.3 1 4. B. N. Madrid, p. 1 93 . Descripción de la azucena americana.
17 Cfr. MART ÍN MART Í N, C. y V AL VERDE, J. L., "Las sustituciones de
simples en la Farmacia misionera". Libro homenaje al Prof Fo/ch Jau, Madrid, 1 987.
1 8 Ms. 1 0.3 14. B. N. Madrid, p. 283. Atribuye a la carne de zorzal la virtud de
expulsar la piedra de riñones y vej iga, fundamentando la acción en el tipo de alimen­
tación de esta ave a base de virga áurea.
1 9 /bidem, pp. 270 y 27 1 .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 53

maría, etc. El autor hacía pues lo que en la práctica casera, común y


ordinaria de la cocina se ha venido haciendo hasta el siglo xx en lo que
a medida del tiempo se refiere. Finalmente se recogen las propiedades
terapéuticas atribuidas a la fórmula, la aplicación o administración, así
como el efecto terapéutico que esperaba obtener y los efectos indeseados
2
que pueden aparecer 0•
Muchas fórmulas son de aplicación doméstica, como desinfectantes
y antiparasitarias 2 1 •
22
Las sustituciones de una preparación farmacéutica por otra se da
también en el manuscrito, igual que hemos señalado para drogas. Así, un
emplasto a base de consuelda mayor americana de igual indicación y
aplicación que el emplasto de Juan de Vigo, se propone en el manuscrito 23.
Las vías de administración que se presentan en el manuscrito para
las preparaciones en él reseñadas corresponden a la vía oral en un 44, 7%
del total, siendo esta vía por la que se administran el mayor número de
preparaciones. Le sigue la vía de aplicación tópica con un 30,9% del
total, habiendo incluido en este cómputo además de los emplastos, un­
güentos y cataplasmas, los paños, lavados (v. gr., del cuero cabelludo),
lavatorios, parches y fricciones.
La vía anal aparece en un porcentaje del 13 ,8% del total, siendo la
mayoría las lavativas, clísteres y calas, en ese orden.
La vía vaginal se aplica mayormente como baños, hilas (o inhalaciones
vaginales, como las llama el manuscrito), en un 4,2%.
Las fórmulas cuya aplicación es por inhalación nasal, como vapores
nasales, zumos sorbidos por la nariz y sahumerios suponen un 6, 1 % del
total. Al referimos a las vías de administración bucal lo estamos haciendo
refiriéndonos a los gargarismos y enjuagues, que sólo aparecen en un
porcentaj e del 0,4% del total.
En cuanto a las formas farmacéuticas citadas en el manuscrito, apa­
recen en un porcentaje de 43,5% los coccimientos y un 1 5 ,4% los
emplastos, de ahí que las vías de administración lógicamente más em­
pleadas sean la oral y la vía tópica.

20 Ms. 1 0.3 1 4. B. N. Madrid. Libro 11, p. 255. Dictamo blanco: efecto indeseado,
produce esterilidad.
2 1 Ibídem, p. 2 1 O. Lepidio o martuerzo salvaje.
22
Ms. 1 0.3 1 4. B. N. Madrid. Libro II, p. 3 1 O. Consuelda mayor americana.
23 Cfr. MART Í N MART ÍN, C. y VALVERDE, J. L., "Las sustituciones de
medicamentos compuestos en la Farmacia misionera':. Congreso Internacional de His­
toria de la Farmacia. Oslo, 1 987.
54 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Con un porcentaje muy por debajo de lo anterior (menor de 1 0%) y


semejantes entre sí aparecen ungüentos, conservas, polvos, aceites, bálsa­
mos y j arabes.
Finalmente, en un tercer grupo con porcentaje de un 2% aproxima­
damente, se citan aguas, confecciones, diaquilones, electuarios, infusiones,
lavativas, magistrales, mucílagos, pulpas, píldoras, tinturas, trociscos,
vapores, vmos y zumos.

Comparación del manuscrito de Madrid con el de Buenos Aires

Al transcribir la obra de Montenegro localizada en la Biblioteca


Nacional de Madrid, la hemos ido comparando con la obra publicada en
1 945 por la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. A pie de página de la
transcripción hemos recogido las diferencias en cada caso concreto. Aquí,
a manera de resumen, hacemos la comparación de ambas.
De entrada, podemos establecer que existen unas diferencias esencia­
les o primarias que son las que en una primera visión de ambos manus­
critos son las que nos llaman la atención y dificilmente pueden pasar
desapercibidas. En segundo lugar, al hacer el estudio más profundo de
ambas obras, se detectan diferencias muy importantes también pero que
en una primera pasada o con una visión superficial de los textos hubiera
sido imposible ver. En tercer lugar están otra serie de diferencias no
esenciales, no tan primarias, pero que indudablemente tienen su impor­
tancia en el estudio comparativo.

Diferencias de ambos manuscritos referentes a la estructura

1 ) E l manuscrito bonaerense carece de nombre por carecer de por­


tada, por lo que Trelles ( 1 888) lo denominó Materia médica misionera.
El manuscrito de Madrid tiene en su primera página bien especificado el
nombre completo: De la propiedad y virtudes de los árboles y plantas de las
Misiones y provincia del Tucumán, con algunas del Brasil y del Oriente.
2) El manuscrito bonaerense no está estructurado en dos libros,
todo el contenido forma parte de un bloque compacto no diferenciado.
El manuscrito de Madrid está estructurado en dos libros, primero y se­
gundo. El primero con 1 24 páginas, el segundo con 209, numeradas al igual
que en el primero en arábigo y 22 de introducción numeradas en romano.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 55

En Ja portada del manuscrito de Madrid se dice el contenido de


ambos libros, el primero árboles y plantas menores; el segundo yerbas y
raíces comestibles. Al carecer el Ms. bonaerense de dicha portada, la obra
no se ajusta a tal estructura.
3) El orden en el que van relacionándose las plantas es muy dife­
rente en uno y otro manuscrito.
4) El manuscrito bonaerense incluye antes de entrar en el cuerpo
del trabajo, a modo de consideraciones generales, la "tabla de los nom­
bres de los árboles y yerbas que están dibujadas en esta obra, en Caste­
llano y Tupí", en guaraní y tupí, relacionadas ambas alfabéticamente.
También recoge la "tabla de las enfermedades que curan los simples
que contiene este libro". Ninguna de ellas aparece en el manuscrito de
Madrid.

Diferencias de ambos manuscritos referentes a las drogas tratadas

1 ) El manuscrito bonaerense recoge una estampa de la Virgen de


los Dolores, a Ja que está dedicada el manuscrito, estampa que no recoge
el manuscrito de Madrid. La dedicatoria, especie de oración, contenida en
ambos manuscritos, se diferencia sólo en la firma que en Ms. B. N.
Madrid aparece Pedro de Montenegro y en el Ms. bonaerense Pedro
Montenegro.
2) Al final del Prólogo de la obra, ambos manuscritos recogen la
firma del autor y ahí también se diferencian ambos. Mientras el estudiado
por nosotros recoge Pedro de Montenegro, el bonaerense omite la prepo­
sición dejándolo en Pedro Montenegro.
En cuanto a los dibujos de plantas contenidos en Ja obra:

3) En Ms. bonaerense no aparecen descritos ni dibujados Molle


negro del Bálsamo; árbol del bálsamo negro; meliloto; que sí Jo están en
Ms. B. N.
Dibujo totalmente diferente de los estudiados por nosotros da Ms.
bon. del árbol de la yerba del Paraguay o caámini, del árbol del
estoraque, al que nombra copal o menj uí. Del lepidio, se recoge en Ms.
bon. una especie diferente a Ja recogida en Ms. B . N.
4) Del Sasafrás aparecen dos dibujos, Ms. B. N. los recoge en
láminas diferentes, mientras que Ms. bonaerense Jo hace en Ja misma
lámina.
56 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

5) Del árbol aromo alelí que el Ms. bon. llama árbol del Paraíso,
el dibujo es parecido aunque no exactamente igual.
6) De la rosa mosqueta, Ms. bon. da un dibujo reducidísimo en
comparación con el de B. N.
7) En cuanto al de la leche tresna, en Ms. bon. está mutilado
respecto al estudiado por nosotros.
8) En la raíz de China negra, Ms. bon. recoge a modo de compa­
ración la hoja de la raíz de China blanca, de la que carece Ms. B. N.
9) En la yerba del colmillo de víbora, Ms. bon. inserta una frase al
final de la descripción que no es sino un comentario del copista añadido
al texto original. Dice así: "¿Qué dirán los doctorcillos médicos del día
a estas curas admirables de los médicos antiguos? Se reirán no hay duda
porque con tales yuyos no hay necesidad de los tormentos de las menta­
das operaciones . . . ".
En este párrafo se fundamenta Arata para decir que Ms. bon. es copia
posterior a Montenegro.
De este comentario carece el Ms. estudiado por nosotros.
1 0) En la descripción del Sándalo colorado, en Ms. B. N . se recoge
al final un párrafo sobre el aceite y el extracto de los frutos del sándalo,
del que carece Ms. bon.
1 1 ) En la descripción del Guayabo, Ms. bon. da un párrafo también
comentando su experiencia con esta planta, del que carece el Ms. B. N.
1 2) En la descripción del lapacho Ms. B. N. recoge una frase en
el mismo recuadro de la lámina dibujada a modo de aclaración sobre otras
sinonimias utilizadas, de la que carece Ms. bon.
1 3) En la descripción del orozú Ms. B. N. recoge que Montenegro
estuvo en San Gabriel haciendo la guerra a los portugueses, aclaración de
la que carece Ms. bon.
1 4) En la descripción de la piña, aun siendo básicamente las mis­
mas, Ms. bon. omite vocablos raros y ancestrales recogidos en Ms. B. N.
1 5) En la descripción de la Yerba de la víbora de Charua, Ms. bon.
no da nombre castellano, sólo el guaraní Vacará caá, y añade frase
adicional, sin duda del copista, frase de la que carece Ms. B. N. y que
sirvió a estudiosos como Arata para confirmar que Ms. bonaerense es
copia y no original : "Aquí me persuado podía haber colocado su autor la
receta que se puede ver en la página 86 de esta obra".

* * *
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 57

Estudio farmacéutico del manuscrito de Madrid

Abordamos a continuación el estudio farmacéutico del manuscrito.


Los datos de cada planta tratada en él han sido homologados y resumidos
por nosotros. Sacados del a veces farragoso texto del manuscrito, han
sido esquematizados y agrupados bajo epígrafes y hacen que el lector al
primer golpe de vista tenga una información concisa y concreta acerca
del uso que se hizo de cada una de las plantas usadas en misiones en el
siglo XVIII.
La terminología empleada es la actualmente en uso, sin embargo ha
sido imposible, en algunos casos concretos, sustraerse a los términos
clásicos que trae el manuscrito al no encontrar en el lenguaje actual su
homólogo. Por ello, hemos creído conveniente acompañar este estudio de
un glosario de voces ancestrales que, aunque conocidas del lector espe­
cializado en temas históricos médico-farmacéuticos, puntualiza el signi­
ficado específico que en el contexto tiene el término de que se trate.
Los epígrafes bajo los cuales hemos agrupado los datos que da el
manuscrito de cada planta son: 1 ) Nombre en idioma indígena, unas
veces es en guaraní, otras en tupí, según lo recoge el texto. 2) Efecto
terapéutico, donde en algunos casos se recoge el de la planta estudiada,
pero la mayoría de las veces el efecto terapéutico es el de la preparación
farmacéutica que con esa planta elabora el autor del manuscrito. En este
caso, el efecto terapéutico señalado corresponde al conjunto de simples
que entran en la fórmula y no exactamente a la planta estudiada en cada
caso. 3) Usos o aplicación que da el manuscrito, esto es, los casos
concretos, las enfermedades que el autor curaba con la planta tratada o
compuestos de esta planta. 4) Fuentes, recogiendo los autores, a los que
explícitamente alude el manuscrito, que han servido de fuente bien en la
descripción botánica, preparación de fórmulas medicamentosas o efectos
terapéuticos atribuidos a la droga vegetal de que se trate. 5) Preparación
o preparaciones farmacéuticas que de cada simple en cuestión da el
manuscrito. Generalmente son fórmulas polifármacas reducto de la far­
macia clásica, generalmente preparaciones magistrales, no oficiales, que
nosotros expresamos con la forma farmacéutica en que van vehiculizadas
prescindiendo de enumerar todos los simples y operaciones farmacéuticas
a que se someten por estar estar ya recogidos en la transcripción del texto.
6) Administración con la vía o vías de aplicación al enfermo que da el
manuscrito y condiciones especiales en algunos casos en que se hacía la
administración. El efecto terapéutico, la mayoría de las veces es deducido
58 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

por nosotros del empleo o uso que da el manuscrito de un determinado


simple, bien solo o en composición farmacéutica. Es éste un dato que
generalmente omite el texto, pensamos que obedeciendo el carácter del
herbario, cuya razón de ser es ayudar a los habitantes de tierras aisladas
y distanciadas de las grandes ciudades en sus dolencias y enfermedades,
gente sencilla sin preparación médica o farmacéutica a quienes interesaba
mucho más el uso que la razón en que éste estaba fundado.
Las veces que el Ms. expresa el efecto terapéutico, lo hace según la
teoría humoral, empleando medicamentos de calidad caliente para las
enfermedades causadas por humores fríos y medicamentos de calidad
seca para enfermedades causadas por humores húmedos. Las drogas
empleadas eran las de calidad opuesta al humor que producía la enferme­
dad.

CACAO ( 1 ) 1

Nombre en tupí: Cacao.


Efecto terapéutico: Purga la matriz. Abre las vías obstruidas.
Usos: En mujeres con menstruo retenido. En asmáticos y tísicos.
Fuentes: Zachia. Pisón. Monardes. Huerta y Herrera.
Preparación: Granos pisados, pulverizados.
Administración: Oral (en forma de gachas).

NUEZ MOSCADA (5)

Nombre en tupí: Bongo pala.


Efecto terapéutico: Diurético.
Usos: En convulsiones de nervios e intestinos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Aceite "óleo mur moscate".
Administración: Tópica: (paños calientes de su aceite en aguardiente y de
su cocimiento en vino).
Oral: machacada y dada a beber con vino.

1 El número entre paréntesis indica la página donde aparece la planta en el


manuscrito 1 0.3 1 4 de la Biblioteca Nacional de Madrid.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 59

CANELA (9)

Nombre en tupí: Caliacha.


Efecto terapéutico: Reconfortante. Tónico.
Usos: Mordeduras de animales ponzoñosos. Males de corazón. Manchas
del rostro. Trastornos de la mujer.
Fuentes: Mattioli.
Preparación: l ) Agua destilada de canela.
2) Cocimiento.
Administración: Tópica.
Oral.
Baño (para desopilar la matriz).

CLAVO DE ESPECIA Y CLAVO ESPIGADO ( 1 5)

Nombre en tupí: Tshinka.


Efecto terapéutico: Diurético. Litiásico.
Usos: Contravenenos. Anuria. En mal de piedra de riñones. En mal de la
vista.
Fuentes: Monardes. Huerta. Bonti. Pisón. Pablo Eguineta.
Preparación: Destilación de clavo en vino blanco para obtener licor.
Administración: Tópica en los ojos. Oral.

PIMIENTA BLANCA DEL BRASIL, PIMIENTA NEGRA, PIMIENTA


LARGA ( 1 7)

Nombre en tupí: 1 ) Molanga; 2) Lada Molanga; 3) Pimpilin.


Efecto terapéutico: Calienta, adelgaza y cuece los humores fríos y crudos . .
Usos: Contraveneno. E n fiebres pestilentes. E n inflamaciones d e la gar­
ganta.
Fuentes: Pisón. Bonti. Huerta. Monardes. Laguna.
Preparación: Diatrión Piperión. Composición de las tres pimientas.
Administración: Oral.
60 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

TAMARINDOS REALES. TAMARINDOS BASTARDOS (2 1 )

Nombre en tupí: 1 ) Ybira yutay mini; 2) Yutay guazú.


Efecto terapéutico: Purga la cólera y melancolía.
Usos: Purgante. Restaurador del apetito.
Fuentes: Guillermo Pisón. Jacobo Bonti . .
Preparación: 1 ) Infusión de l a pulpa de tamarindo e n sen y anís.
2) Infusión de la pulpa de tamarindo en borraja, sen, culantrillo, pasas,
anís o hinojo, polvo de ruibarbo y jarabe de fumusterre.
Administración: Vía oral (caliente, al amanecer, en días alternos).

GUAYACÁ N O PALO SANTO (26)

Nombre en guaraní: Ybira atay.


Efecto terapéutico: Cicatrizante.
Usos: Cura las llagas gálicas; tiñas y postillas de la cabeza ..
Fuentes: Riveiro. Aschencio. Laguna.
Preparación: Cocimiento de la corteza.
Administración: 1 ) Lavatorio de las llagas gálicas; 2) Oral durante largo
tiempo (del cocimiento) en días alternos.

CAÑAFÍ STOLA SOLUTIVA; CAÑ AFÍ STOLA SILVESTRE (30)

Nombre en guaraní: 1 ) Ybope catupiri heebae; 2) Ybope guasu heebae.


Efecto terapéutico: Purga los humores coléricos y flemáticos. Lenitiva.
Diurética.
Usos: En retorcimientos de tripas. En gases estomacales. En retención de
orina. Contra erisipela y fuego de San Antón.
Fuentes: Mattioli. Laguna.
Preparación: 1 ) Pulpa de cañafistola mezclada con aceite de almendras
dulces.
2) En cocimiento de orozú y culantrillo.
Administración: Por vía oral.

COPAIBA (33)

Nombre en tupí: Copayba.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 6J

Nombre en guaraní: Copay.


Efecto terapéutico: Balsámico, cicatrizante.
Usos: En heridas (las limpia y cura rápidamente).
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: 1 ) Bálsamo de Copaiba (natural, destila espontáneamente).
2) El bálsamo en agua escabiosa rosada o vino blanco.
3) El bálsamo en zumo de llantén clarificado.
Administración: 1 ) Tópica en heridas (aplicado caliente). Oral.

Á RBOL DE LA YERBA CAAMINI (36)

Nombre en guaraní: Ybira caamini.


Efecto terapéutico: Astringente. Une y conforta los miembros relajados
o quebrados.
Usos: En diarreas, en las heridas, en quebraduras de huesos, en insola­
c10nes.
Fuentes: No cita.
Preparación: Disolución. Polvos. Bálsamo.
Administración: Oral en polvos; tópica en insolaciones y llagas.

ESTORAQUE, ANGUAY, MENJUI O COPAL CALAMINTA (39)

Nombre en guaraní: Anguay Ybirapayé.


Efecto terapéutico: Balsámico, cicatrizante.
Usos: En llagas externas e internas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Bálsamo del Brasil (natural). Cocimiento (del palo).
Administración: Oral, tópica.

Á RBOL DE LA GOMA ELEMI O YSICA (42)

Nombre en tupí: Ysica riva.


Nombre en guaraní: Ybirayzi.
Efecto terapéutico: Conforta la flaqueza del estómago.
Usos: En ciática, nervios, calambres. Cura la gonorrea.
Fuentes: Andrés Alcázar.
62 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Preparación: Estomáticon;píldoras; cocimientos; emplastos; ungüento


(gumi elemi).
Administración: Oral, tópica.

SASAFRÁ S ( 45)

Nombre en guaraní: Apiterebi.


Efecto terapéutico: Diurético.
Usos: Mal de piedra; úlceras de riñones y vegija.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral (se toma como agua cada vez que se tenga sed).

Á RBOL DEL Á NIME (49)

Nombre en guaraní: Yatayba.


Efecto terapéutico: Confortativo del cerebro.
Usos: Contra el dolor de cabeza. Como sustento (sustitutivo del pan).
Fuentes: No cita.
Preparación: Resina (fluye sajando su corteza). Polvos amasados con
vino o aguardiente. Emplasto. Pastillas de polvo de ánime, mc1enso y
bermellón.
Administración: En vapores; en parches (los polvos); oral.

Á RBOL DEL INCIENSO (52)

Nombre en guaraní: Ayui ñandi.


Efecto terapéutico: Antiálgico. Resolutivo.
Usos: En dolor de estómago o en lombrices. Antídoto de venenos.
Fuentes: Andrés Laguna.
Preparación: Emplasto.Aceite (sacado por expresión). Estomaticón.
Administración: Tópica, oral.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 63

PIÑ A DE LA INDIA DE AMÉ RICA (56)

Nombre en guaraní: Curiy.


Efecto terapéutico: Cicatrizante. Astringente.
Usos: Cura las heridas. En diarreas. En quebraduras de huesos. Enferme­
dades de la matriz. En hemorroides.
Fuentes: No cita.
Preparación: Estomaticón. Bálsamo natural. Polvo.
Administración: Vahos (anal y vaginal).

ARRAYÁ N NEGRO SILVESTRE (59)

Nombre en guaraní: Guabiyú.


Efecto terapéutico: Astringente.
Usos: Para flujos de vientre.
Fuentes: Dioscórides. Laguna.
Preparación: Conserva (de la flor). Cocimiento. Clíster.
Administración: Oral, anal.

ARRAYÁ N NEGRO MENOR (62)

Nombre en guaraní: Ybahu, Guabiyu miri.


Efecto terapéutico: Antiálgico. Reconfortante.
Usos: En contusiones provenientes de golpes. En flujos de vientre.
Fuentes: Dioscórides; Laguna; Mattioli.
Preparación: Cocimiento de sus cogollos. Ayudas.
Administración: Oral, anal.

ARRAYÁ N BLANCO (65)

Nombre en guaraní: Añangapiri.


Efecto terapéutico: Reconfortante. Antianoréxico.
Usos: En cámaras de sangre. En relajación de estómago.
Fuentes: No cita.
Preparación: Conserva. Clíster. Cocimiento.
Administración: Oral, anal.
64 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

SÁNDALO COLORADO (67)

Nombre en guaraní: Yuquiripey.


Efecto terapéutico: Reconfortante. Astringente. Antiálgico. Antiinflamatorio.
Usos: En dislocaciones, contusiones.
Fuentes: No cita.
Preparación: Aceite. Extracto. Bálsamo.
Administración: Tópica.

SANGRE DE DRAGO (70)

Nombre en guaraní: Ybira caábera.


Efecto terapéutico: Antihemorrágico.
Usos: En flujos de sangre.
Fuentes: Dioscórides. Laguna.
Preparación: Polvos (en agua de llantén o zumo clarificado).
Administración: Paños. Enj uagues.

GUAYABA CAMPESINA (72)

Nombre en guaraní: Ara<;a miri.


Efecto terapéutico: Astringente.
Usos: En disenterías y flujos coléricos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Usa el fruto. Cocimiento.
Administración: Anal (Ayudas) y oral.

MOLE NEGRO DE BÁ LSAMO (75)

Nombre en guaraní: Paraparay.


Efecto terapéutico: Balsámico. Cicatrizante.
Usos: En heridas y llagas. En empeines y enfermedades de la piel. Para
las lombrices. En el mal francés.
Fuentes: No cita.
Preparación: Bálsamo. Ungüento. Cocimiento.
Administración: Oral, anal (enemas), tópica.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS 65

GUAYABO (77)

Nombre en guaraní: Ybira Ara¡;ay.


Efecto terapéutico: Reconfortante. Restaura el apetito perdido.
Usos: En flujos de sangre.
Fuentes: No cita.
Preparación: Conserva. Cocimiento.
Administración: Anal (clíster). Oral.

LENTISCO BLANCO O MOLLE (80)

Nombre en guaraní: Aguaray bay guazú.


Efecto terapéutico: Cicatrizante. Antihemorrágico.
Usos: Cura las heridas. Retiene el fluj o de sangre. Corrige el aliento
corrompido. Retiene la orina y el semen en incontinencias. En quebradu­
ras de huesos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Bálsamo. Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral, tópica.

LENTISCO NEGRO O MOLLE NEGRO (83)

Nombre en guaraní: Aguaraybay miri.


Efecto terapéutico: Antiálgico.
Usos: En nervios, calambres, quebraduras de huesos. En contusiones y
golpes.
Fuentes: No cita.
Preparación: Aceite (sacado por expresión). Emplasto.
Administración: Tópica (paños calientes). Vaginal (hilas).

ALGARROBO (85)

Nombre en guaraní: Ybope.


Efecto terapéutico: Purga los humores gruesos y viscosos. Diurético.
Usos: En quebraduras de huesos. En mal de piedra en la vegija.
Fuentes: No cita.
66 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Preparación: Aceite. Emplasto.


Administración: Tópica, oral.

ALT Ó CIGO (89)

Nombre en guaraní: Ybira yapacariy.


Efecto terapéutico: Antihelmíntico. Reconfortante.
Usos: En asmas. Disnea. En meteorismos.
Fuentes: Mattioli.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Tópica, oral.

CEIBO O CHOPO (92)

Nombre en guaraní: Zuinandi.


Efecto terapéutico: Refrescante. Anti-inflamatorio.
Usos: En llagas de las piernas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Zumo. Bálsamo.
Administración: Oral, tópica.

AROMO ALELÍ (94)

Nombre en guaraní: Ybira miri Caaymbe.


Efecto terapéutico: Conforta el estómago. Relajante de los músculos y
nervios. Provoca la orina retenida. Provoca litiasis.
Usos: En ciáticas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Ungüento. Polvos.
Administración: Anal (ayudas). Oral. Tópica (baños).

PLÁTANO DE SANTA CATALINA (96)

Nombre en guaraní: Pacoba.


Efecto terapéutico: Antianoréxico. Cicatrizante.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 67

Usos: Alimentario. Combate la acumulación de humores.


Fuentes: No cita.
Preparación: Con tuétano de ternera o mantequilla.
Administración: Oral, tópica.

MAMONES (99)

Nombre en tupí: Pino guaraní.


Efecto terapéutico: Relaja el vientre.
Usos: En cámaras de orina. En fiebres ardientes.
Fuentes: No cita.
Preparación: Conserva.
Administración: Oral.

BÁ LSAMO NEGRO ( 1 0 1 )

Nombre en guaraní: Caaroba.


Efecto terapéutico: Cicatrizante; saca fuera los humores fríos.
Usos: En mal gálico. En heridas frescas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Emplasto. Polvos. Conserva.
Administración: Tópica, oral.

MANGO 2 O NUEZ ÍNDICA ( 1 04)

Nombre en tupí: Mangífera.


Efecto terapéutico: Frena los flujos coléricos del hígado, estómago, riño­
nes y bazo. Provoca retención de orina. Litiásico.
Usos: Alimentario. En fiebres ardientes y malignas. En mal de piedra.
Fuentes: Bonti. Cristóbal Acosta.
Preparación: Licor (que fluye espontáneamente de tronco y hojas).
Administración: Oral.

2 El Ms. da el nombre castellano de papaya o nuez índica. Papaya no es la


denominación correcta, sino mango. No es droga americana, sino de la India Oriental.
Por ello cita a Cristóbal Acosta como fuente.
68 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

CALAMINTA MENOR ( 1 07)

Nombre en guaraní: Tamaendua miri.


Efecto terapéutico: Contraveneno. Antihelmíntico. Provoca la orina.
Usos: En mordeduras de animales venenosos. En gusanos intestinales.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral. Inhalaciones (vapores). Tópica.

DURAZNILLO ( 1 09)

Nombre en guaraní: Conqueri.


Efecto terapéutico: Anodino (quita dolores de cabeza). Narcótico.
Usos: En insolaciones. En apostemas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento, emplasto, ungüento ..
Administración: Externa (lavado).

FALSO EUPATORIO ( 1 1 3)

Nombre en guaraní: Caataperiba.


Efecto terapéutico: Resolutivo. Emoliente.
Usos: En apostemas rebeldes.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Ungüento.
Administración: Oral, tópica.

VIRREINA SALVAJE ( 1 1 6)

Nombre en guaraní: Ey reboray.


Efecto terapéutico: Confortativo. Carminativo.
Usos: En baldamiento de nervios.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento, Ungüento. Infusión.
Administración: Vapores. Fricciones. Oral.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 69

LAPACHO O PALO SANTO DEL GUAYCURÚ ( 1 1 9)

Nombre en guaraní: Teyi he aqua.


Efecto terapéutico: Encarna las úlceras cavernosas de pulmón. Abre las
vías y saca los humores.
Usos: En enfermedades pulmonares. En morbo gálico (sífilis).
Fuentes: Aschencio. Laguna.
Preparación: Cocimiento. Polvo (de su resina). Infusión. Da tres recetas
magistrales.
Administración: Oral.

ACHIOTE ( 1 22)

Nombre en guaraní: Urucú.


Efecto terapéutico: Cordial.
Usos: En fiebres malignas y pútridas, se aplica a los biliosos.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Tintura, Trociscos y Polvos.
Administración: Oral, tópica (colirios).

RAÍ Z DE CHINA BLANCA, NEGRA ( 1 27)

Nombre en guaraní: Yuapeca nguasu (la blanca), yapeca miri (la negra).
Efecto terapéutico: Deshace los humores morbosos.
Usos: En mal gálico. En retenciones de orina. Dolores artríticos.
Fuentes: Guillermo Pisón. Monardes. Huerta.
Preparación: Cocimiento con hojas de borrajas.
Administración: Oral.

ROSA MOSQUETA ( 1 3 1 )

Nombre en guaraní: Yboti moroti rosa yaba.


Efecto terapéutico: Purgante. Hemostático.
Usos: En hemorragias por rotura de venas. En estreñimientos.
Fuentes: Andrés Laguna.
Preparación: Infusión. Melcocha. Azúcar rosado. Lamedor.
70 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Administración: Ayudas, lavativas. Oral.

GUEMBÉ ( 1 34)

Nombre en guaraní: Guémbé.


Efecto terapéutico: Antihelmíntico. Despega los humores fríos. Desopila
los nervios y músculos.
Usos: En miembros baldados. En veterinaria.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvo.
Administración: Sahumerios. Oral.

BEJUCO ( 1 38)

Nombre en tupí: Ypecacuhana.


Nombre en guaraní: Isipomoroti.
Efecto terapéutico: Laxante.
Usos: En llagas del recto que cursan con sangre, pujo y tenesmos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvo. Cocimiento.
Administración: En ayudas.

ARRAYÁN SILVESTRE ( 1 39)

Nombre en guaraní: Guabira miri.


Efecto terapéutico: Purga la flema y humores viscosos y fríos. Cicatrizante.
Usos: En disenterías y flujos coléricos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral.

GRANADILLA DE LA PASIÓ N ( 1 42); GRANADILLA DE LA


PASI Ó N ODORÍ FERA ( 1 46)

Nombre en guaraní: Mburucuya.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 71

Efecto terapéutico: Abre, desopila y adelgaza los humores. Litiásico.


Usos: En el mal francés.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Magistral (de su raíz con palo santo y raíz de China).
Administración: Oral.

GRANADILLA DE LA PASIÓ N AMARILLA ( 1 46)

Nombre en guaraní: Mburucuya amarillo.


Efecto terapéutico: Clarifica la sangre. Reconfortante del estómago e
hígado. Cicatrizante.
Usos: En llagas del mal gálico.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Polvos (de su corteza). Cocimiento.
Administración: Tópica.

GRANADILLA DE LA PASIÓ N COLORADA ( 1 48)

Nombre en guaraní: Mburucuya.


Efecto terapéutico: Hemostático.
Usos: En desgarros vaginales.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Lavatorio vaginal. Oral.

PALO DE CULEBRAS ( 1 49)

Nombre en guaraní: Macaguacaá ysipo.


Efecto terapéutico: Purga fiebres pútridas y malignas.
Usos: En picaduras de víboras.
Fuentes: Monardes. Huerta. Guillermo Pisón. Jacobo Bonti.
Preparación: Cocimiento (de la raíz). Polvo.
Administración: Oral. Tópica (en picaduras).
72 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

MASTUERZO SALVAJE ( 1 50)

Nombre en guaraní: Caapetai Meebaer.


Efecto terapéutico: Deshace la acumulación de humores y provoca su
saliva.
Usos: Contra el escorbuto. En dolores de estómago producidos por
fiebres pútridas. Como afrodisíaco.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Ayudas.

PELITRE ARBORESCE O AGUARANDIO ( 1 53); PSEUDO ASARO


O AGUARANDIO MENOR ( 1 54)

Nombre en guaraní: Yaguarandio; yaguarandio rniri.


Efecto terapéutico: Sudorífico. Baja y expulsa los humores flemáticos y
gruesos.
Usos: En hidropesía. En dolores de dientes. En mordeduras de víboras.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Cocimiento. Infusión.
Administración: Oral.

IDEDRA Í NDICA ( 1 5 8)

Nombre en guaraní: Yaguarandio guasú.


Efecto terapéutico: Purga los humores.
Usos: En tiñosos. En llagas viejas y varicosas.
Fuentes: Guillermo Pisón.
Preparación: Cocimiento de las hojas añadido de sal y azufre.
Administración: Lavado (de cuero cabelludo). Clísteres.

MECHOACÁ N ( 1 6 1 )

Nombre en guaraní: Yetira miri.


Efecto terapéutico: Astringente.
Usos: En diarreas. En gases intestinales.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 73

Fuentes: No cita.
Preparación: Conserva. Polvo.
Administración: Oral (dado en vino o corteza de cidra).

LECHE TREZNA O JALAPA ( 1 64) 3

Nombre en guaraní: Caa cambi.


Efecto terapéutico: Purgante. Antihelmíntico.
Usos: En humores gálicos y artéticos. En lombrices intestinales.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvo de la corteza de raíz incorporado a la conserva de
cidra.
Administración: Oral vehiculizada en vino o caldo.

CORREGÜ ELA ( 1 67)

Nombre en guaraní: Y etirabai.


Efecto terapéutico: Purga la flema y la cólera. Purga el humor de los
OJ OS.
Usos: En mal gálico. En enfermedades de la vista.
Fuentes: No cita.
Preparación: De la semilla se extrae la pulpa. Con la flor, cogollos y
hojas se obtiene agua destilada de corregüela.
Administración: Oral. l ) La pulpa machacada con azúcar blanca.
2) La pulpa machacada con polvo de sen y azúcar tomado al acostarse
con agua caliente o vino.
Tópica: Colirios con el agua destilada de corregüela.

POLEO ( 1 69)

Nombre en guaraní: Caae aqua. Tungay caa.

3 La lechetrezna es el nombre vulgar con que se designan diferentes euforbiáceas.


El caa-cambi es el nombre de varias hierbas de sabia lechosa de la familia de las
euforbiáceas. La sinonimia leche trezna o jalapa que da el Ms. es errónea.
74 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

Efecto terapéutico: Purga la cólera negra y melancolía. Conforta las


encías.
Usos: Contra mordeduras de serpientes. En toda clase de inflamaciones.
Antiparasitario.
Fuentes: Dioscórides. Mattioli.
Preparación: Cocimiento. Polvos. Emplasto. Vapores.
Administración: Oral. Vaginal (vapores).

MERCURIAL MASCULINO; MERCURIAL FEMENINO ( 1 72)

Nombre en guaraní: Caarurú moha.


Efecto terapéutico: Emoliente. Lubricante. Purgante.
Usos: En hidropesía humoral. En piedras en riñón y vegij a.
Fuentes: Andrés Laguna.
Preparación: Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral.
Anal: en clísteres.
Tópica: en emplastos.

ARISTOLOQUIA ROTUNDA ( 1 76)

Nombre en guaraní: Tupaci yeti Bachay.


Efecto terapéutico: Desinfectante. Desopilante.
Usos: En epilepsia; ictericia; hidropesía y sífilis. En envenenamientos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento de su raíz. Polvos. Ungüentos. Emplastos.
Administración: Oral. Dado con palo santo en bebidas antes de las comidas.
Tópica: en hilas.

PAN DE PUERCO ( 1 80)

Nombre en guaraní: Carachi.


Efecto terapéutico: Purga la flema. Evacuante.
Usos: En mordeduras de serpientes. En enfermedades de los ojos. En
estreñimientos. En enfermedades de la piel como empeines, herpes, tiñas
y quemaduras.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 75

Fuentes: No cita.
Preparación: Polvos. Emplastos. Zumo (sacado de la raíz). Ungüento.
Cocimiento.
Administración: Instilaciones por la nariz de su zumo. Anal. En hilas de
su zumo.

FALSO JENGIBRE ( 1 83)

Nombre en guaraní: Carachi miri.


Efecto terapéutico: Cicatrizante. Deshace las obstrucciones del intestino.
Usos: En enfermedades de la piel (pústulas). En casos de lombrices
intestinales.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento (de la raíz). Ungüento.
Administración: Anal. En ayudas.

JENGIBRE ( 1 86) 4

Nombre en guaraní: Mangaratia miri (jengibre americano).


Mangaratia guasú (jengibre masculino).
Efecto terapéutico: Confortativo. Antídoto de venenos. Afrodisíaco.
Usos: Como antianoréxico. Reconfortante de tísicos.
Fuentes: Guillermo Pisón. Jacobo Bonti.
Preparación: Polvo de su raíz.
Administración: Oral (dado en vino).

VARA DE JESSÉ O NARDO. AZUCENA SILVESTRE ( 1 90)

Nombre en guaraní: Tupandipi mini (vara de Jessé).


Tupandipi guazú (azucena silvestre).
Efecto terapéutico: C icatrizante. Deshace los humores gruesos del pecho
y del vientre.
Usos: En mordeduras de animales venenosos. En toses asmáticas.

4 Identifica el j engibre con la verdadera galanga y asegura que no vio jamás el


jengibre.
76 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Fuentes: Gaspar Bauchin. Diocórides. Laguna.


Preparación: Bálsamo (de la flor). Conserva. Vino y vinagre. Mucílago.
Administración: Oral.

ALMÁ CIGA VERDE DE PLINIO ( 1 94)

Nombre en guaraní: Caayssi.


Efecto terapéutico: Antiulceroso. Antihelmíntico.
Usos: En llagas y úlceras de cabeza y piernas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvos. Píldoras. Emplastos. Melcocha (de la resina).
Estomaticón. Cerato.
Administración: Tópica (mezclada con trementina de abeto). Oral.

CONIZA MAYOR ( 1 98)

Nombre en guaraní: Caaysi guasú.


Efecto terapéutico: Antiparasitario. Cicatrizante.
Usos: En epilepsia. Abortivo.
Fuentes: Teofrasto.
Preparación: Zumo. Vapores. Cocimiento.
Administración: Tópica. Oral.

BATATILLA DE DON ANTONIO (200)

Nombre en guaraní: Caapiri miri (menor).


Caapiri guazú (mayor).
Efecto terapéutico: Relajante del estómago.
Usos: Como antiveneno. Como purgante.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Polvo.
Administración: Oral (con azúcar o miel). Anal.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 77

SEXTUFA MAYOR O MELILOTO (204)

Nombre en guaraní: Toro caá malba cimarona.


Efecto terapéutico: Resolutivo. Relajante del vientre.
Usos: En apostemas. En flemones de encías. En estreñimientos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Ungüento. Cocimiento. Polvo (de la hoj a).
Administración: Oral. Anal. Tópica.

YERBA SANTA PARA PASMOS (207)

Nombre en guaraní: Caá curuzú.


Efecto terapéutico: Purga la flema. Abre las vías.
Usos: En espasmos. En gusanos y lombrices.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvos (de sus hojas). Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral (en vino). Tópica. Anal.

LEPIDIO (208)

Nombre en guaraní: Caane miri.


Efecto terapéutico: Desopilante.
Usos: En obstrucciones de la matriz.
Fuentes: Demócrates. Galeno. Pablo Egineta.
Preparación: Cocimientos (de hoj as y semillas).
Administración: Anal. Vaginal. Vapores vaginales. Baños.

PI ÑA (2 1 1 )

Nombre en guaraní: Caraguata.


Efecto terapéutico: Tiempla la cólera. Litiásico.
Usos: Para destruir piedras de riñones y vej iga.
Fuentes: No cita.
Preparación: Infusión. Zumo. Jarabe.
Administración: Oral.
78 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

ESCABIOSA NEGRA (2 1 4); ESCABIOSA BLANCA (2 1 5)

Nombre en guaraní: Caá atti vubae (negra).


Caá atti moroti (blanca).
Efecto terapéutico: Abre las vías. Deshace obstrucciones de miembros
interiores. Mundificante.
Usos: En disenterías. En forúnculos. En fiebres malignas.
Fuentes: Laguna. Dioscórides. Mattioli.
Preparación: Cocimiento. Emplasto.
Administración: Anal (clísteres). Tópica. Oral.

MANI (2 1 8)

Nombre en guaraní: Mandubi.


Efecto terapéutico: Evacuante.
Usos: En dolores de costado y vientre. En asmáticos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Aceite de los granos obtenido por pistación.
Administración: Oral (el aceite). Tópica: con zumo de rábanos aplicado
en el oído para quitar los zumbidos.

ACETOSA O ACEDERA (22 1 )

Nombre en guaraní: Ybi aguasú.


Efecto terapéutico: Purga la sangre. Saca los humores de com1pción.
Usos: En alimentación. Como antiveneno. Para echar la piedra de riñón.
En lovanillos.
Fuentes: Andrés Laguna.
Preparación: Polvo (de las batatillas de su raíz). Cocimiento (de toda la
planta). Emplasto.
Administración: Oral, tópica.

ARO DULCE O DRAGONTEA (222)

Nombre en guaraní: Taya.


Efecto terapéutico: Diurético. Laxante.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONI AL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 79

Usos: En alimentación (las hojas). En flujos coléricos y sanguíneos del


vientre. En dolores de cabeza.
Fuentes: Dioscórides. Galeno. Mattioli. Laguna.
Preparación: Cocimiento. Vapores.
Administración: Oral y nasal.

TURMAS DE TIERRA (223)

Nombre en guaraní: Mangara.


Efecto terapéutico: Anodino. Balsámico. Mundificante.
Usos: En alimentación (fécula hecha de las raíces). En disenterías. En
tisis asmáticas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvo.
Administración: Oral (el polvo en vino o en huevo crudo).

CRIADILLAS DE TIERRA DULCE (226)

Nombre en guaraní: Mangara ezaetebae.


Efecto terapéutico: Mundifica los humores gruesos de pecho y estó­
mago.
Usos: En alimentación (sus hojas). En catarros y pulmonías.
Fuentes: No cita.
Preparación: Lamedor (de la raíz). Cocimiento.
Administración: Oral.

OROZÚ (229)

Nombre en guaraní: Ybirayee.


Efecto terapéutico: Saca la sangre extravenada.
Usos: En heridas penetrantes del pecho. Pulmonía. Asma. Tisis.
Fuentes: Dioscórides. Laguna.
Preparación: Lamedor (de la raíz cocida).
Administración: Oral, a sorbos con pluma de aves.
80 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

CONTRA YERBA DEL PERÚ (232)

Nombre en guaraní: Tarope.


Efecto terapéutico: Saca fuera los humores malignos.
Usos: En fiebres pútridas y malignas. En casos de lombrices intestinales.
Como antiveneno.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento (de su raíz). Zumo. Conserva.
Administración: Oral (tomado con miel de abej as).

YERBA DE CHARUA (236)

Nombre en guaraní: Macagua Caá.


Efecto terapéutico: Saca los malos humores por sudor y orina. Desopilante.
Usos: Antiveneno. En calenturas intermitentes. En epilepsia. En menstruos
retenidos.
Fuentes: Dioscórides. Padre Montoya.
Preparación: Polvos. Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral. Tópica (en picadura de víbora).

CANCHALAGUA (239)

Nombre en guaraní: Capiyropita ñachiuna miri.


Efecto terapéutico: Purifica la sangre. Desopilante.
Usos: Contraveneno. Como antihelmíntico.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Zumo. Emplasto.
Administración: Oral. Tópica. Anal.

YERBA DE MURTA (24 1 )

Nombre en guaraní: Iñachiuna moroti o Añangapiri roque.


Efecto terapéutico: Purifica la sangre.
Usos: En flaquezas de estómago, hígado y riñones. En dolores de cabeza.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvos. Aceite.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 81

Administración: Oral, tópica.

YERBA DE LA VÍ BORA DE TARIJA (243)

Nombre en guaraní: Mboi Caá.


Efecto terapéutico: Diurético.
Usos: Antiveneno.
Fuentes: Thomas Moreno.
Preparación: Cocimiento de las semillas. Emplasto. Polvo.
Administración: Oral, tópica.

YERBA DE LA VÍ BORA DE CHARRÚ A (245)

Nombre en guaraní: Yacare Caá.


Efecto terapéutico: Saca los humores corrompidos. Desopila las obstruc­
ciones causadas por los humores.
Usos: En mordeduras de víboras.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral. Tópica (lavados).

YERBA DEL COLMILLO DE VÍ BORA (250)

Nombre en guaraní: Mboi caá.


Efecto terapéutico: Deshace coágulos de sangre. Conforta y cierra las
roturas internas.
Usos: Antiveneno. En contusiones y golpes.
Fuentes: No cita.
Preparación: La resina que fluye de la raíz. Cocimiento. Emplastos.
Administración: Tópica.

DÍ CTAMO CRETENSE; D Í CTAMO NEGRO (253)

Nombre en guaraní: Caabera rniri, caa cupechi (cretense).


82 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Caabera ubae, campechi (negro).


Efecto terapéutico: Anti-inflamatorio. Desopilativo.
Usos: En hidroceles. En heridas tanto para animales como para hombres.
Fuentes: No cita.
Preparación: Emplasto. Cocimiento.
Administración: Tópica, oral.

TABACO (257)

Nombre en guaraní: Peti.


Efecto terapéutico: Desobstruye las vías atascadas. Mundificativo.
Usos: Como entihelmíntico. En hidropesías. En heridas viejas. En dolo­
res artríticos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Zumo. Cocimiento. Jarabe. Ungüento.
Administración: Oral, tópica.

VERBENA O YERBA SAGRADA (260)

Nombre en guaraní: Taperiba miri.


Efecto terapéutico: Mundificativo. Antiinflamatorio.
Usos: En llagas. En alopecias. En fiebres tercianas y cuartanas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Emplastos. Cocimiento.
Administración: Tópica, oral.

É NULA CAMPANA MASCULINA (263); É NULA CAMPANA FE­


MENINA (264)

Nombre en guaraní: Nambui guasú ypegua (masculina).


Caapeguazu (femenina).
Efecto terapéutico: Diurético.
Usos: Como antiveneno.
Fuentes: No cita.
Preparación: Emplasto. Cocimiento. Lamedor.
Administración: Tópica, oral.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 83

MENTA SALVAJE O YERBA DE ARIAS (267)

Nombre en guaraní: Cabara caá.


Efecto terapéutico: Reconfortante del estómago.
Usos: En dolores de estómago sobre todo de niños. En dolores de
coyunturas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Polvos. Zumo. Cocimiento.
Administración: Tópica, oral.

AJENJO P ÓNTICO (270)

Nombre en guaraní: Sandiabo guasú.


Efecto terapéutico: Purga los humores coléricos. Antianoréxico.
Usos: En enfermedades del hígado. En lombrices intestinales.
Fuentes: Dioscórides. Laguna. Mattioli.
Preparación: Emplasto. Vino.
Administración: Tópica y oral.

ARTEMISA (27 1 )

Nombre en guaraní: Sandiabo miri.


Efecto terapéutico: Purga los humores coléricos. Litiásico.
Usos: En menstruo retenido.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Zumo.
Administración: Oral. Baños y vapores vaginales.

LINO (274)

Nombre en guaraní: Ybocayizaete.


Efecto terapéutico: Resolutivo. Madurativo. Astringente.
Usos: En magulladuras y contusiones. En diarreas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Emplasto.
Administración: Oral, tópica.
84 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

EUPATORIO (278); AGRIMONIA DE AVICENA (279)

Nombre en guaraní: Buy guazú (Eupatorio).


Buy mini (Agrimonia).
Efecto terapéutico: Destruye los humores crudos del hígado que forman
obstrucciones y se corrompen.
Usos: En todos los males del hígado. En heridas infectadas.
Fuentes: Mesué. Dioscórides.
Preparación: Cocimiento. Zumo. Ungüento.
Administración: Oral. Nasal (zumo sorbido por la nariz). Tópica.

VIRGA Á UREA (282)

Nombre en guaraní: Mbui ybori yu.


Efecto terapéutico: Saca los humores viscosos y gruesos.
Usos: En obstrucciones de vías (riñones, vej iga). En infecciones de
lombrices intestinales.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral. Anal.

CARQUEJA (285)

Nombre en guaraní: Yaguarete Caá; caa va pui apui.


Efecto terapéutico: Preserva de la corrupción.
Usos: En heridas, úlceras cavernosas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Polvos. Infusión.
Administración: Tópica (lavatorios con el cocimiento, polvos).

SALVIA SILVESTRE (288)

Nombre en guaraní: Caaimbe moroti.


Efecto terapéutico: Resolutivo, emoliente y confortante.
Usos: En baldamientos por golpes.
Fuentes: No cita.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 85

Preparación: Cocimiento.
Administración: Inhalaciones de los vapores del cocimiento. Lavatorios.

ISOPO MAYOR O NEGRO (29 1 )

Nombre en guaraní: Caaimbe hubae.


Efecto terapéutico: Adelgaza los humores gruesos del pecho y del vientre.
Usos: En lombrices intestinales. En casos de asma.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Lamedor. Conserva. Emplasto.
Administración: Oral (gargarismos).

NARDO DE LIEBRES O C É LTICO (293)

Nombre en guaraní: Guarani Caaymbe miri hapo guasu bae.


Efecto terapéutico: Adelgaza los humores gruesos flemáticos y crudos.
Usos: En baldamiento de nervios por frialdad y humedad.
Fuentes: No cita.
Preparación: Jarabe (de la flor). Cocimiento. Lamedor.
Administración: Oral. Tópica (lavados). Nasal (vapores).

ALMIZCLE DE TIERRA (296)

Nombre en guaraní: Mandiyu reaqua raiyngue.


Efecto terapéutico: Madurativo. Resolutivo. Refrescante.
Usos: En diviesos, forúnculos, apostemas, abcesos.
Fuentes: No cita.
Preparación: Emplasto. Cocimiento.
Administración: Tópica (emplasto). Anal (clísteres).

BLEDO BLANCO MENOR (298)

Nombre en guaraní: Caarurú miri moroti.


Efecto terapéutico: Lubricante.
Usos: En mal de piedra. En estreñimientos.
86 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

Fuentes: Dioscórides. Laguna.


Preparación: Cocimiento. Polvos.
Administración: Anal (clísteres). Nasal (polvo sorbido por la nariz).

VERDOLAGA PALUSTRE (30 1 )

Nombre en guaraní: Caá hay.


Efecto terapéutico: Deshace los humores gruesos y salados.
Usos: En lombrices intestinales. En ardores de orina.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral. Anal (en ayudas).

CAMALEA O ACIDCORIA DE BURRO (304)

Nombre en guaraní: Caa Uguai guasu patabae.


Efecto terapéutico: Desopilativo.
Usos: Como alimento. Para echar la arena de los riñones.
Fuentes: No cita.
Preparación: Ensalada (cruda).
Administración: Oral.

LLANTÉ N SILVESTRE PELUDO (305)

Nombre en guaraní: Caayuqui.


Efecto terapéutico: Hemostático.
Usos: En heridas y llagas.
Fuentes: Mattioli. Dioscórides.
Preparación: Zumo. Cocimiento.
Administración: Nasal (hilas mojadas en el zumo). Vaginal (hilas moja­
das en el zumo). Oral (cocimiento con clara de huevo).

ACETOSA MAYOR O CONSUELDA MAYOR (308)

Nombre en guaraní: lbiguasu y nambu yeti.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 87

Efecto terapéutico: Amargo, astersivo.


Usos: En disenterías.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Anal (lavativas). Oral.

CONSUELDA MAYOR AMERICANA (309)

Nombre en guaraní: Caapita guasu.


Efecto terapéutico: Cicatrizante.
Usos: En heridas y llagas. Para soldar huesos quebrados.
Fuentes: Dioscórides. Laguna. Juan de Vigo.
Preparación: Polvos. Emplastos. Cocimiento.
Administración: Tópica.

YERBA DE SANTA LUCÍ A (3 1 1)

Nombre en guaraní: Mbaguero miri.


Efecto terapéutico: Cicatrizante.
Usos: En llagas y fistulas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento. Polvo.
Administración: Tópica, oral.

SIEMPREVIVA ACUÁTICA (3 1 2)

Nombre en guaraní: Caaruquira ype.


Efecto terapéutico: Antiséptico.
Usos: En fiebres ardientes.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral. Anal.

NINFEA (3 1 5)

Nombre en guaraní: Aguapé guazú.


88 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VAL VERDE

Efecto terapéutico: Reprime el humor colérico y sanguíneo.


Usos: Como antiafrodisíaco. En furor uterino.
Fuentes: No cita.
Preparación: Conserva. Cocimiento. Aceite.
Administración: Oral. Anal (clísteres).

SIEMPREVIVA AMERICANA (3 1 6)

Nombre en guaraní: Cusco quirocilla.


Efecto terapéutico: Antianoréxico. Diurético.
Usos: En mal de piedra. Como restaurador del apetito.
Fuentes: Dioscórides.
Preparación: Jarabe. Cocimiento.
Administración: Oral.

LLANTÉ N PALUSTRE (3 1 9)

Nombre en guaraní: Repoti ata.


Efecto terapéutico: Cicatrizante.
Usos: En fiebres malignas, en cámaras de sangre. En heridas y llagas.
Fuentes: No cita.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Oral. Anal.

ANACARDO FALSO (32 1 )

Nombre en guaraní: Pino miri.


Efecto terapéutico: Purga la flema de la cabeza. Antiálgico.
Usos: En dolores profundos de muelas. En manchas y albarazos del cuerpo.
Fuentes: Plinio. Pablo de Eguina. Mattioli.
Preparación: Cocimiento.
Administración: Tópica, oral.

RAÍ Z COMESTIBLE (322)

Nombre en guaraní: Ybacucú.


Li\ FARMACIJ\ EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICJ\MENTOS 89

Efecto terapéutico: Tiempla la cólera y la sangre encendidas.


Usos: En heridasy llagas. En granos y costras que salen en el cuerpo.
Como alimento.
Fuentes: No cita.
Preparación: Ungüento. Conserva.
Administración: Tópica, oral.
VIII. MANUSCRITO MONTENEGRO.
TRANSCRIPCIÓN

LIBRO PRIMERO DE LA PROPIEDAD Y VIRTUDES DE LOS


Á RBOLES Y PLANTAS, DE LAS MISIONES Y PROVINCIA
DEL TUCUMÁN CON ALGUNAS DEL BRASIL Y DEL ORIENTE

Compuesto por el hermano Pedro de Montenegro, de la Compañía de


Jesús. Año de 1 7 1 1 . En las Misiones de Paraguay.
Dividido en dos libros, en el primero se trata de la propiedad y
virtudes de los árboles y de las plantas menores como matas o
matorrales y enredaderas. En el segundo de las yerbas y raíces
comestibles. E l primer l ibro tiene estampas y capítulos en que doy
noticia de otras varias especies diversas. El segundo tiene estam­
pas y capítulos con varias tablas y avisos necesarios para su
inteligencia (a).

Dedicado a la Serenísima Reina de los Siete Dolores (b) . Soberana


señora. Reina del cielo y de todo lo criado y a cuyo cargo corre el

(a) Esta página no aparece en el manuscrito bonaerense. La paginación es dife­


rente. En la edición de Quintana del Ms. bonaerense, desde el comienzo está paginado
en números arábigos. El estudiado por nosotros, de la Biblioteca Nacional las primeras
páginas van numeradas en romanos.
(b) En el bonaerense viene en página anterior a ésta una imagen de la Virgen de
los Dolores orlada y debajo la inscripción "Año de 1 7 1 O" todo enmarcado en cuadrado
de 1 1 cms. por 1 O cms. Debajo de éste entre corchetes aclara "Facsimile de la Virgen
de los Dolores".
92 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

alivio y socorro del género humano, pues el Todopoderoso y sempi­


terno Dios entre millares desde ab eterno os escogió para remedio de
los hij os de vuestro gran padre Adán, sin ser mancillada de la culpa
suya en que incurrimos todos sus descendientes librando sólo a vos
como a Madre de su unigénito hij o Jesucristo Redentor y remediador
nuestro quien como todopoderoso, según sentir de muchos santos y
graves expositores, tiene determinado el no conceder a ninguna cria­
tura gracia alguna que no sea por medio y mano vuestra, que como
arca en que estuvo el tesoro del Eterno Padre para rescate del género
humano os dej ó señora todas las gracias y prerrogativas que por toda
la eternidad había de repartir a todas las criaturas, y si sois sola vos
la concebida sin pecado hij a del Eterno Padre y Madre de su unigénito
hij o, esposa del Espíritu Santo, Templo y Sagrario de las Tres divinas
personas; Reina de los Ángeles y Arcángeles, querubines y serafines,
tronos y dominaciones con todas sus potestades e iluminaciones, a
quien todos postrados adoran después de su criador, después de estas
tan grandes prerrogativas os hizo Reina de este Universo globo de la
tierra, Madre Universal de todas sus criaturas que ciegas caminamos
por las descarriadas sendas de los sentidos cargados de pecados y
miserias, sin tener más luz que la de vuestras divinas misericordias,
por lo cual para ir al Cielo, vos sois la escala para ver a Dios, vos
sois la puerta; para ser limpios de culpas vos sois el mar de las aguas
cristalinas a donde todos debemos acudir, para ser sanos vos sois la
medicina y remedio de todas las enfermedades y pues sois Madre de
Dolores Divina Señora que sabéis por experiencia la miseria humana
a que quedamos suj etos por nuestras culpas, humilde pongo a vues­
tras sacratísimas plantas la protección de este pobre y corto trabajo;
suplicando a Vuestra Divina Majestad tome a su cargo el dirigir y
gobernar mis yerros permitiendo que si en ello hubiere cosa aj ena de
la verdad haga que lo enmiende y corrija que aunque la intención es
cual vuestra Divina Majestad bien sabe, es como indigno y miserable
hijo de entrada en vuestra casa en el día de vuestros dolores aunque
indigno de tu gran beneficio solo gran señora por vuestra gran mise­
ricordia y patrocinio de que estoy muy cierto, como así de la asisten­
cia vuestra en mis aflicciones y trabaj os de que os doy las debidas
V gracias a vos gran Reina dedico como a verdadera / Madre este
pequeño y corto obsequio para que gobernado de vuestra protección
consigan salud en lo adelante vuestros amados hijos en sus dolencias
que quisiera Señora ser poderoso para por vuestro Amor poder hacer
más por la salud de mis amados Hermanos asistiéndolos en sus
dolencias por toda la eternidad; pero Señora con vuestra gracia y
patrocinio espero hacer cuanto en mí fuere para cumplir con el cargo
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 93

y oficio que habéis dado en lo [que] 1 yo perdiere con Divina gracia


y luz dando a V." Divina Majestad las gracias y honras de todos como
a Reina y gobernadora de todo lo Supremo por todos los siglos de los
siglos amén Jesús María y José.

Indigno Siervo de Vuestra Divina Maj estad


Pedro de Montenegro

PRÓ LOGO AL LECTOR

VII Tiénese por cosa cierta así entre los Autores Griegos, como entre los
latinos que el inventor de la medicina fue solo Dios inmortal y cierto
va fundada en razón de tal averiguación; porque debe saber y parece
cosa imposible que un hombrecillo local y formado de un poco de
lodo el cual apenas ve lo que tiene delante de los ojos, pueda de sí
mismo comprender o alcanzar tantos y tan sublimes (a) misterios
cuantos contiene en sí el arte medicinal; si el que le dio vida y ser
no se los declarara, por donde todos nos debemos persuadir y creer
que aquel sumo arquitecto nuestro y fabricador de cielos y tierra,
luego que formó al hombre, conociendo su flaqueza y enfermedades
a las cuales había de estar sujeto como padre piadoso nos enseñó y
cada día nos enseña los remedios para ellas en primer lugar los
enseñó a nuestros primeros padres y de mano en mano vino a parar
a nosotros sus sucesores, sabemos también que después que sobre la
tierra sólo quedó Noé con sólo su familia (b ), habiéndose perdido lo
mejor de ella tuvo paternal prudencia por medio de ángeles y hombre
ilustrados de su divina providencia y así mismo por medio de anima­
les terrestres, volátiles y acuáticos de hasta el día de hoy irnos
comunicando esta ciencia y prolongando este continuado favor y
consuelo en este destino y valle de lágrimas, como padre amorosísimo
o tan miserables y pobres criaturas suyas, para que de los nuevos
beneficios como de nuevo presente y regalo le seamos cada día muy
agradecidos: a Salomón dio la virtud de la Sabiduría con la cual vio
y entendió cuantas plantas, animales y metales y piedras encierra la
redondez del Orbe y sus cualidades y virtudes escribiólas y por usar
la ingratitud humana mal de ellas sin agradecimiento a su criador

Lo que va entre corchetes queda sobreentendido en la frase pero no están


puestos en el original manuscrito.
(a) Sublimados en el Ms. bonaerense.
(b) "Noé con su familia sola" en el bonaerense.
94 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

según sentir de hombres doctos y graves actores permitió se arruina­


sen tales libros para por medio de otras criaturas suyas poco a poco
irlas comunicando como se ve a las claras que hasta el día de hoy nos
continúa poco a poco este favor, aunque como ingratos y porque no nos
ensoberbezcamos como (a) nuestros antecesores nos las declara (b)
escasamente, criando y sacando del ser de la nada hombres con
particular inclinación al descubrimiento y averiguación de las plantas
y otros de los metales, otros de las piedras y a otros al modo de
usarlas y prepararlas, cual a un Dioscórides, un Mathiolo Senense, un
Andrés de Laguna y otros varios que dejo en esta facultad eminentes
y peregrinos como Plinio, Huerta, Monardes (c), Pizón, Bonti, Sirena,
VIII León y Bauthin / que son los que hasta hoy he podido leer sus obras,
que con particular vocación los inclinó al todopoderoso al descubri­
miento de los simples y arte medicinal; esta digo amigo lector porque
no pienses que esto es acaso o paj a como suelen decir algunos por
genio de Naturaleza, que ciegos quieren oscurecer y borrar la gran­
deza de la divina providencia para con sus criaturas, puédote decir
como cosa cierta que desde que me acuerdo tener uso de razón me
siento inclinado al desconocer y saber la virtud de las plantas y el
curar con ella a mí y a mis próximos 2 y a ellas debo la vida por tres
veces que de varias enfermedades y heridas mortales de necesidad,
según varios autores afirman no ser curables, y si no me quieres creer
te puedo enseñar dos cicatrices en parte bien peligrosas y muy pene­
trantes con nervios contusos y descubiertos y no sólo a mí sino
también a varios en casos muy apretados que no refiero en la obra por
no parecer alabanzas propias esta inclinación de la divina bondad a
mí dada por sola su gran misericordia desde niño como dejo dicho me
ha siempre como constreñido y violentado a meterme por bosques,
sierras muy encumbradas y de no pequeños peligros aun después que
estoy en religión o atropellando varias incomodidades y trabajos a fin
de saltar ( d) con mi intento y cierto que muchas veces me helaba de
frío y otras de calor y todo ello lo doy por bien empleado por el
servicio que en ello juzgo haber hecho a la divina bondad como tan
amante de sus amados hijuelos y criaturas de la tierra, lo que te puede
asegurar es que las plantas que aquí todos pintadas son verdaderas

(a) Repite "como" dos veces el bonaerense separándolo con barra significando
que cambia de página.
(b) "nos las dá clara" en el bonaerense.
(c) Pone "Menardes" en el bonaerense y así se refiere a Monardes en toda la obra.
2 Aunque el sentido es el mismo, el Ms. Biblioteca Nacional pone proximo, el
bonaerense prójimo.
(d) El bonaerense pone "salir" en vez de saltar.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 95

medicinas para lo que te prometen curar que por espaci o de treinta


y un años que ha que c omencé a curar en el hospital General de
Madrid algunas de ellas he reconocido sus virtudes y mayormente de
1 2 años (a) a la que por hallarme en estas tierras de la América sin
b otica ni b oticari os me vio (b) forzado a c on ellas hacerme autor de
b otica c onfecci onando ( c) unas c on otras cual se puede ver en sus
tratados p or l o cual te pido que siendo algo (d) yerro, me disculpes
en parte p orque no siendo de mi estado el escribir libros c on nuevo
m od o de c omposici ones y descubrimientos de extraños y peregrin os
simples (e). En estas partes puedes estar cierto me mueve más la
caridad de hacer bien a mis hermanos, que la ambición de autor de
un libro y si quieres ver por tus oj os la verdad que en ell o se halla
llégate a d onde yo asisto y tráeme el simple que quieres o que
dudares ser verdadera su virtud y verás que aplicado en la forma que
dig o y c on las circunstancias que pide la medicina si es verdadero o
n o l o que digo c omo quien l o ha experimentado, ésta es con la
práctica en el tiempo dicho que algunos de l os tales simples va para
IX 1 8 años que estoy averiguando sus / cualidades según su graduación
de cal or, frialdad, humedad y sequedad reconociendo las destemplan­
zas de l os cuerp os de l os vientos y las causas de las enfermedades
que si esto n o c onoce bien el que ha de curar más seguro es n o
meterse a tal oficio.
N o me he atrevido a dar p or escrito sus virtudes hasta c onstarme su
experiencia esto es los que de p or acá nuevamente he descubierto l os
que p ongo de Di oscórides Anazarbeo y dos o tres (f) de Mati ol o
Senense, es p orque en estas tierras desdicen en figura de su original
pero s on ell os c omo l os he probado por la experiencia y partes, ahora,
a l o último de esta obra llegó a mis manos las obras de Guillermo Pizón
y Jac obo B onti 3 que escribieron en el Brasil, traen varias plantas c on
l os nombres de estas tierras de las cuales he descubierto ya algunas
las cuales p ongo c on sus n ombres en Tupí y Guaraní y así mismo las
virtudes que dich os autores recitan de ellas que no dudo serán ciertas
para que si c on el tiemp o se descubriesen sepan usar de ellas.

(a) El bonaerense, transcripción de Quintana pone años acá.


(b) El bonaerense, transcripción de Quintana pone "me ha forzado".
(c) El bonaerense, transcripción de Quintana pone confecionanando (sic).
(d) El bonaerense, transcripción de Quintana pone "reconocieres" intercalado
entre algo y yerro.
(e) El bonaerense, transcripción de Quintana carece de ese punto seguido siendo
toda Ja frase corrida hasta "partes".
(f) "otros" en Ja transcripción de Quintana.
3 En el manuscrito aparecen estos apellidos con minúscula.
96 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Otro sí no pretendí en este mi afán el dar por estampa los que he


descubierto de Mathiolo y Dioscórides y así los pongo como descu­
biertos al fin sólo por escrito, con algunas de sus más escogidas
virtudes, y si mis ocupaciones y salud dieren lugar pretendo sacar a
la luz otras nuevas plantas que voy haciendo su inquisición y algunos
animales y pájaros y aves de partes medicinales de que tengo ya
algunos apuntamientos no de poca importancia pero porque en estas
partes y en estas tierras he hallado poca fidelidad en algunos dichos
de curanderos y curanderas de ningún fundamento, me veo obligado
a primero que salga de mi pluma el certificarme y a veces no se
ofrecen los casos en algunos años o ser tal la pobreza y desabrigo de
estos pobres indios y su poco resguardo y cautela que no se puede en
buena conciencia hacerles remedios mayores porque es despacharlos
con mayor brevedad a la eternidad.
No temo amado lector tanto la calumnia de las mordaces y golosas
murmuraciones de aquellas livianas lenguas, que hasta en los muy
descarnados huesos hallan que lamer, cuanto el que estos simples han
de llegar a manos de quien los use (a) al contrario; de lo que dejo de
ellos escrito, porque como con mucha verdad exclama el doctor
Laguna en su prólogo diciendo que muchas veces no surten efecto las
medicinas no por falta propia suya sino del que las aplica o por tomar
una yerba por otra su semejante en figura, o por no aplicarla al
tiempo que se debe o por el modo y cantidad 4 de su uso, o por
ignorar el que cura la causa del mal y su complicación todos puntos
de consideración médica, esto exclamaba dicho autor en tierras a
donde sólo curan hombres capaces y médicos cirujanos aprobados y
que han pasado por clases en teoría y por maestros en práctica o por
hospitales en ambas materias, en estas partes últimas de la A mérica
a donde no hay tales médicos y cirujanos cuanto es de temer esta
materia (b) que en veinte y un años que ha que entré en ella sólo un
médico y un cirujano he visto, todos los demás médicos curanderos
y curanderas más les cuadra el nombre de matasanos que el de
cirujano y el de carnicero que el de médico o curandero y son tantos
y tantos los dados a esta secta de locos que entre tal ganado ( c) poco

(a) Manuscrito bonaerense intercala "muy".


4 La página siguiente a la IX no se ve la numeración romana que trae pero lo
siguiente de ésta, que no se ve, es la XII, la siguiente viene 1 1 (en número arábigo) y
la siguiente numerada en romano con XJll; o sea que viene: IX, no numerada, XII, 1 1 ,
XIII.
(b) Lo que figura en bastardilla no aparece en el Ms. bonaerense.
(c) El Ms. bonaerense pone gana/ganado significando que en el original hay
cambio de página.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 97

o nada hay que escoger, y cierto es que a ellos le fuera mejor arar para
sustentarse, y a ellas hilar la rueca, que ciegos y cargados de ignoran­
cia sin advertir el peligro de sus conciencias, ni los homicidios que
hacen en los pobres enfermos que como necesitados admiten el soco­
rro que estas sabandijas o casta de locos, les ofrece no con pequeño
riesgo de sus vidas como yo los he visto y remediado a más de cuatro
y a otros no hubo más remedio que la muerte y bien acelerada y
rabiosa de Dolores, que aseguro mete (a) grima al pensarlo, y aseguro
con toda verdad y según leyes naturales que los tales deben ser
castigados como enemigos de la república o puestos en prisión como
locos, o tratados y tenidos por simples tontos y necios según se lee de
los griegos y romanos en el tiempo que florecieron / y el ver en estas
tierras semejantes y charlatanes y charlatanas me tenía amedrentado
el no tratar de simple alguno por el peligro en que lo consideraba
porque si oyen que tal yerba cura la retención de orina y la doy de
dosis dos dragmas, estos tales echarán dos onzas de sustancia en una
bebida con que al que no podía orinar ni una gota, no sólo le hacen
de un golpe y violentamente orinar, sino que por toda la vida le dejan
orinando, y quiera Dios no sea sangre. Cata aquí amigo lector el
riesgo de la ignorancia que es tan peligroso y más que el de la herej ía,
y así te pido que si quieres curarte a ti o a otros, no te salgas de las
cantidades señaladas por el grave riesgo que tiene lo contrario por ser
esta tórrida zona en que estamos muy caliente y húmeda, y el calor
natural que ha de regular y regir (b), los auxilios de las medicinas,
muy débil y flaco por salirse por los poros a fuerza de la grande
aspersión de ellos acordándote del dicho de Galeno, esto del curar
consiste en cierta cualidad, cierta cantidad y cierto modo de aplicación (c)
que en tres razones como filósofo y príncipe de la medicina lo
encierra todo.
XII Modo de coger las plantas, a qué tiempo y circunstancias; para su
conservación y duración; sacado de las obras de Pedro Andrés Matiolo;
hechas sobre lo escrito de Dioscórides.

Advertencias necesarias

l .ª Conviene que cada cosa se coj a y guarde a su tiempo, en su


propia sazón y con las circunstancias que se dirá, porque según esto

(a) El Ms. bonaerense pone ¡me tegrima (sic) el pensarlo!


(b) Regir no aparece en el Ms. bonaerense.
(c) Lo escrito en bastardilla va entrecomillado en el Ms. bonaerense.
98 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

se hiciere serán las medicinas provechosas o dañosas y vanas, quiero


decir, serán eficaces, en su obrar o de ningún alivio, y así por
consecuencia pueden ser dañosas o a lo menos sin efecto.
2.ª Han se de coger en tiempo sereno, que va mucho en cogerlas en
tiempo seco o húmedo y que la luna esté menguante en el último
cuarto.
3 .ª Son de mucha más virtud las de serranías y tierras encumbradas
que las de los llanos o campañas 5 o partes sombrías y montuosas o
lugares acuosos porque las de serranías son criadas combatidas de
vientos fríos y secos con los cuales tienen sus virtudes unidas sin que
el calor se las haga evaporar y así mismo son menores y tienen la
virtud más unida.
4.ª Conviene saber que según la propiedad del lugar y templanza del
año unas veces suelen ser más tempranas y otras más tardías en salir,
florecer y perfeccionarse las plantas, entre las cuales por su natura­
leza hay algunas que salen, se crían y florecen y se perfeccionan por
el invierno, otras florecen y dan sus frutos dos veces al año.
5 .ª Conviene para usarlas con acierto en las medicinas que el que las
ha de coger para usarlas o venderlas, las vea y contemple cuando
hacen y cuando florecen y están en su fuerza y cuando perfeccionan
sus semillas que es cuando declinan, porque el que las viere solamen­
te al nacer o al estar en su fuerza o al declinar no las conocerá
perfectamente en los otros tiempos porque mudan de figura y esta es
la causa porque muchos se engañan, cogiendo unas por otras, de muy
opuestas calidades aunque en algo parecidas y así mismo es la causa
de que muchos han predescrito y dibuj ándonos unas yerbas por otras
poniendo tallo a las que no la tienen y dejando de ponerlo a las que
a sus tiempos por su naturaleza lo poseen.
6.ª Las demás que extienden ramos por tierra para guardarse para el
año, deben cogerse (a) cuando están cargadas de flores como es el
bledo menor, la acetosa mayor, el poleo, el hisopo (b) y agedrea y
otras a este modo.
7 .ª Las demás que crecen en alto se recogerán cuando están llenas
de sus simientes, antes que de sí mismas se caigan y sus frutos o
semillas, cuando estén sazonadas antes de caerse a tierra excepto los
frutos de las cosas astringentes que se deben coger antes de sazonar
como son las semillas de arrayán, las balaustrias, las guayabas y otras
a este modo.

Debe entenderse campiña.


(a) Ms. bonaerense pone "recogerse".
(b) Ms. bonaerense mayúscula Bledo, Poleo, Hisopo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 99

(a) Los palos o leños se cogerán por el invierno en menguante de


luna.
8 .ª Al coger dichas yerbas para guardarlas las deben limpiar muy
bien del polvo o tierra que al secarse hubieren adquirido y secarse a
la sombra y cuando están ya secas para guardarlas las pongan antes
dos horas al sol porque de llevar alguna humedad se corrompen,
envuélvase en papel muy bien y métanse en caj ón de palo o caj a bien
tapadas.
9." Las flores en estas t ierras tengo experiencia que las secadas a la
sombra presto se corrompen de polilla o humedad principalmente la
rosa por tanto digo que las sequen al sol porque así se guardan
indemnes 6 y durán más de (b) año con su olor y virtud y de otra
suerte no; y aunque algunos dirán es bueno que este pobre ignorante
quiera ir contra las reglas de un Dioscórides, Matiolo y Laguna y
otros muchos que en esta facultad han escrito como es así pero esta
experiencia no es solamente mía sin que primero me haya alumbrado
el peritísimo fray 7 Francisco Sirena, Religioso de San Agustín, exce­
lente boticario moderno en su farmacopea que cierto si (c) Messué (d)
viviera hubiera en qué aprender a corregir y hacer composiciones o
por mej or decir inventar las más seguras y sanas.
1 0." Las raíces se han de coger (e) para guardarse cuando la planta
se va despojando (t) de sus hojas después de haber dado sus semillas
o frutos (g) ahora sean las raíces leñosas de que sólo pretendemos sus
cortezas, ahora sean las que pretendemos sacar lágrimas o gomas
porque entonces (h) están ya purificadas del humor de la tierra y de
su propio humor, es bien se sequen a la sombra en los principios y
a lo último al sol como son el mechoacán, la j alapa (i), la aristoloquia
y otros.
1 1 ." Las lágrimas o gomas se cogen cuando el árbol están en todo
su vigor que es cuando se va vistiendo de hoj as y flores saj ando sus
cortezas o hiriendo su tronco aunque hay algunos que por el otoño lo

Textualmente dice yndnes.


(a) Ms. bonaerense pone ahí la 7.ª.
(b) El Ms. bonaerense ahí pone "un"-ño, en realidad es lo que se sobreentiende.
(c) El Ms. bonaerense ahí pone "que".
7 Textualmente Fray.
(d) El Ms. bonaerense ahí pone "viera".
(e) Ms. bonaerense pone "sacar".
(f) Ms. bonaerense pone "despajando" (sic).
(g) Ms. bonaerense pone fru/frutos significando que pasa de la página 9 a la 1 0.
(h) Entonces está omitido en el bonaerense.
(i) Ms. bonaerense pone "Jalapa".
1 00 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

destilan de suyo, como es el pino de estas tierra, el Auguay y el


duracno (a) como lo he visto.
1 2.ª Las simientes por la mayor parte en pasando un año se envacian
y no (b) sirven para el uso de medicina porque adquieren no sé qué
calor extraño a la mutación y así digo que de aquellos granos o
semillas que se pretende sacar aceites o licores se saquen luego que
se cogen ( c) a lo menos dentro de seis meses como es las almendras
(d), el maní o mandubi la semilla de linaza, la de ajonjolí o quino
blanco y así mismo de las aceitunas, bayas de laurel, semilla de
lentisco y el recino o ambay (e) miri y de las del tarumá que es una
especie de olivo americano.

El guardar todas estas cosas en estas tierras ha de ser en vasijas que


no sean porosas porque en ollas de barro sin vidriar se pierden y
siempre que se pudieran revolver en papel se envuelvan o se guarden
en calabazas gruesas y duras de corteza secándolos primero muy bien
al sol (f) los cuales cuanto más usados son mej ores.

[XIII] Explícase la virtud y modo de conocer las plantas y graduar sus


cualidades.
Sacado de las obras de Dioscórides, Matiolo y Laguna.

Cuatro son las cualidades, calor, humedad, frialdad y sequedad, en


cada una de éstas se cuentan cuatro grados, y los simples de que se
trata en este libro tienen de estas cualidades y sus grados en ellas;
calientes, húmedos, fríos y secos, y rara vez se hallará de sola una
cualidad, si de ordinario complicadas dos y a tres cualidades en
algunos, porque en la superficie posee en partes frías, en el medio
húmedas y en el centro o parte sólida y terre (sic) calientes; y por lo
contrario hay otras que la parte de calor la posee en la superficie, la
fría, la húmeda en el medio y la seca en el centro y a este modo
vemos que un simple tomado de diverso modo tiene distintos efectos
y cura accidentes de diversas causas como v. gr. , el ruibarbo dado su
infusión purga sólo la cólera, dado en sustancia purga la cólera y la
melancolía, tostados y dado en sustancia sólo no purga sino detiene
la purgación, infuso humedece y relaja los cuerpos; cocido los deseca

(a) Ms. bonaerense pone "Durazno".


(b) Ms. bonaerense omite no.
(e) Ms. bonaerense omite "se re cogen".
(d) Ms. bonaerense omite "almendras".
(e) Ms. bonaerense omite "ambay".
(t) Ms. bonaerense pone "sol".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 101

y fortifica, y a este modo hay otros muchos que guisándolos de


diversos modos tienen diversos efectos . .

l .ª Calor: en primer grado decimos ser caliente aquella medicina


que aplicada o bebida vemos que calienta muy lentamente y que
presto se apaga su calor.
2 .3 En segundo grado dícese ser caliente la medicina que tomada o
aplicada calienta sensiblemente a las claras pero con cierta modera­
ción y templanza de suerte que no l lega a encender o calentar de
suerte que inmute el temperamento de las partes a donde se aplica.
3 .3 En tercer grado dícese ser caliente, la medicina que calienta con
gran calor sensible pero de suerte que sea tolerable como es el axi (a)
silvestre o campesino que de suerte calienta y enciende que es tole­
rable y no es extremo.
4.3 En el cuarto grado se dice ser caliente la medicina que después
de aplicada de tal suerte calienta y abrasa que apenas es sufrible y
que levanta ampollas a la parte a donde se aplicó.

1 .3 Frío: en primer grado frío se dice lo que enfría poco y obscuramente.


2.3 En segundo lo que a las claras enfría, pero templadamente.
3 .3 En tercero grado lo que introduce frialdad vehemente pero no
extrema.
4.3 En cuarto grado la que de tal suerte enfría que quita el sentido
a los miembros.

1 .3 Húmedo: en primer grado es lo que con un suave benigno y casi


espiritual lentor humedece el cuero o el cuerpo o parte a donde se
aplica.
2.3 En segundo grado, lo que más notablemente humedece.
XIV 3 .3 En tercero grado lo que de tal suerte humedece la carne que se
introduce en todos sus poros.
4.3 En cuarto grado los que con excesiva humedad, relaj an, rompen
y hacen caer las carnes o partes a donde se aplicaron o que las
recibieron.

1 .3 Sequedad: en el primer grado son secas aquellas medicinas que


livianamente desecan.
2.3 En segundo las que con notable moderación desecan el humor
embebido en los poros.

(a) Ms. bonaerense pone "aji" (es una especie de pimiento).


102 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

3 .ª En el tercero las que demasiadamente tienen fuerza de enjugar


y de secar.
4.ª Las que desecando con violencia chupan el húmedo radical de
los huesos.

Cada grado de éstos tiene mucha latitud, según la cual diremos que
son calientes o frías, secas o húmedas en el principio (a) del cuarto
del tercero o del primero; además de esto se debe notar que algunas
cosas se dicen calientes actualmente, otras potencialmente ser calien­
tes o frías, y según esta diferencia una misma cosa puede calentar y
resfriar en tiempos diversos; como el vino que cuando lo bebemos
frío resfría y después de alterado en el estómago con su potencia y
facultad nos calienta. El agua caliente por lo contrario si se lavan con
ella o la beben, por entonces calienta pero después con su natural vir­
tud y fuerza resfría, de misma suerte las aguas saladas y sulfúreas (b)
(de Azufre) y Alumbre, dado que al parecer al presente parezcan
húmedas por su facultad y virtud evidentemente desecan.
Las cualidades actuales de calor, humedad, frialdad o sequedad se
diciemen y conocen por el tacto, cuyo principal instrumento es el
cuerecito interior de los dedos siendo en medio de todos los excesos
constituido: para que lo que al tacto pareciese cálido, húmedo, seco
o frío se tuviese por tal aunque para juzgar esto perfectamente es
necesario que el tacto se acompañe de la razón, porque como el tacto
juzge por las apariencias todo lo duro por seco, y lo blando por
húmedo suele ordinariamente engañarse; como el cobre derretido que
la fuerza del fuego derritió y el agua helada por la extrema frialdad
que la congeló; aquí la discreta razón pone distinción en las cosas, no
confesando absolutamente que lo duro sea siempre seco, ni húmedo
haya de ser siempre blando, salvo cuando lo uno y lo otro persevera
en su ser natural y retiene un calor moderado, la cual distinción
excluye todas las cosas que con el demasiado calor se ablandaron y
las que con el excesivo frío se endurecieron.
Las cualidades potenciales se conocen por los efectos que con el
tiempo 8 introducen en el cuerpo humano y también por las otras
mutaciones que vemos hacerse de unas en otras, por lo cual juzgamos
que el aceite y todas las otras cosas grasas (c) aunque tocando refres­
quen, potencialmente ( d) son un poco de fuego atento que echadas

(a) Ms. bonaerense omite la r de principio.


(b) Ms. bonaerense pone "sulfuerzas".
8 En el original viene abreviado tp.
º

(c) En el Ms. bonaerense pone "crasas".


( d) En el Ms. bonaerense omite la a de "potencialmente".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 03

XV sobre el fuego / luego se convierten en llama y así no osamos darlas


a los febricitantes por temor de que no se enciendan en las venas
semej antemente.
Conócense también las virtudes potenciales de las medicinas o sim­
ples por los sabores, que dej an en el gusto, los cuales por una mezcla
de las cuatro cualidades primas son engendrados de donde nace que
a los elementos puros y simplicísimos (a) ningún sabor por no constar
cada uno de ellos sino de dos cualidades.
Los sabores pues que nos alteran la lengua y paladar son el acerbo,
el austero, el amargo, el salado, el agudo o picante, el agrio, el
ácido 9, el dulce y finalmente el insulso o insípido y muy desagra­
ciado.
Llamamos sabor acerbo al áspero, al que nos aprieta luego la boca y
nos hace (b) gran dentera cual es el que se siente en la cáscara de la
granada; del acerbo difiere el austero solamente en ser más blando y
no apretar y fruncir la boca con tanta vehemencia de modo que
diremos ser austero al membrillo; sabor salado diremos a aquel que
algún tanto aprieta, rae y mundifica la lengua. Llámase comúnmente
amargo el que muerde y pica notablemente la lengua, comunicando
luego el sabor al paladar y fauces y que ya en corroer, ya en 1 0
mundificar es molesto; y si esto lo (c) hace con calor excesivo debe
llamarse agudo como es el de la yerba hisopo; como así mismo
llamamos agudo frío al agrio de cidra y al de la acetosa mayor.
El sabor (d) que ablanda y halaga el paladar irritado si lo hace dando
contento y deleite, se llama dulce, o dulce craso si empalaga. Por
sabor insulso o insípido entendemos el sabor desabrido e ingrato a la
naturaleza cual se siente luego e[n] la cabeza y estómago sin pasa [a]
dentro del tragadero de sólo ponerlo en la boca cual es el de las hojas
de adormidera y beleño.
Por el sabor se puede colegir el modo de poner la graduación a las
yerbas o simples advirtiendo que en cada sabor de los dichos hay, de
ordinario, complicación de otros; como se da a entender en las
reglas 1 1 o anotaciones arriba dichas; como v. gr., el sabor dulce: hay
dulce que no empalaga como es el del melón [h]ay asimismo dulce
mixto con agrio como es el de la piña y limas y naranj as agri-dulces

(a) Ms. bon. intercala ahí "se halló".


9 Ms. B. N. pone acedo.
(b) Ms. bon. pone "nos dan dentera".
1º Ms. B. N. pone ya en ya en.
(e) Ms. bon. Ed. Quintana omite lo.
(d) Ms. bonaerense. Omite la palabra "sabor".
1 1 Ms. B. N. pone Reglas.
104 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

que no sólo no empalagan sino que levantan el apetito postrado y en


fin hay dulce mixto por astricción leve cual es el de la raíz de
orozú[z], y aunque en un mismo sabor [h]ay gran diversidad, en el
mixto como se verá y nos lo muestra la experiencia, porque el (a)
azúcar es (b) dulce que empalaga como asimismo la miel de abejas,
el uno (c) muy templado en calor como lo es el (d) azúcar, la miel de
abejas caliente en el segundo grado aperitiva y mundificativa.
[XVI] Parece en su gusto ser (e) agudo algún tan austero y cuanto más de
estas dos partes dichas tuviere tendrá de graduación de calor como yo
la (f) he visto y probado en estas tierras que llegaba (g) al fin del
tercero grado, de suerte que encendiendo al estómago y entrañas,
causa grave dolor y atolondramiento al estómago y cabeza.
Segundo ejemplo: la piña de estas tierras es agridulce con agudeza en
su agrio por lo cual (h) no sólo no es caliente en su dulzor sino fría
en el principio del tercero grado; dado que en (i) su corteza tiene
partes calientes, mixtas y es más (j) templada y a este modo en todos
los sabores se debe advertir (k) su mixtión para poder con seguridad
darles la graduación adecuada a la cau[sa] del accidente que preten­
demos curar.
Todas las medicinas estípticas 12 debajo de cualquier nombre se compren­
den en las acerbas y austeras (1) y comúnmente son terrestres y frías.
Las saladas sin calentar ni enfriar demasiado desecan brevemente y
aprietan por lo cual preservan de corrupción.
Las amargas son de natura terrestres aunque tienen partes calientes y
muy sutiles.
Las agudas son excesivamente calientes y tanto que se comparan al
fuego.
Las agrias y ácidas (m) son frías, de sutiles partes y por esta causa

(a) Ms. bon. pone "la".


(b) Ms. bon. pone "el".
(c) Ms. bon. pone "el uno y el otro".
(d) Ms. bon. pone "la".
(e) Ms. bon. pone "sea".
(t) Ms. bon. pone "lo".
(g) Ms. bon. pone "llega".
(h) Ms. bon. pone "por que".
(i) Ms. bon. omite en, en Ms. B. N. está borrado encima viéndose no obstante a
través del borrado.
(j) Ms. bon. pone "muy".
(k) Ms. bon. pone "admitir".
12
Estípticos: astringentes.
(1) Ms. bon. pone "austeros".
(m) Ms. bon. pone "acedas".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 05

cómodamente abren los opilados poros y adelgazan los gruesos humo­


res en especial, si no son demasiadamente frías (porque lo que hacen
los agudos excitando calor) por lo contrario hacen ellas excitando
frialdad.
Son calientes los dulces, pero no tanto que inflamen o enciendan los
cuales con su moderado calor digieren y relajan blandamente.
Todas las untuosas y crasas, naturalmente son acres (a) y acuosas y
así humedecen, resuelven y ablandan.
Las insípidas y que del todo son desabridas constan de partes frías y
acuosas por donde encrasan, aprietan y engendran cierto estupor, o
entorpecimiento en los miembros tocados de ellas.
Hállanse plantas así de árboles como yerbas y minerales con gran
simpatía, a la naturaleza humana; otras con antipatía y enemistad
grave a ella; las simpáticas son aquellas que de tal suerte se agregan
a nuestra naturaleza, que tomadas o traídas consigo nos ayudan, sin
j amás hacer daño alguno, cual es el azogue, el palo Santo. Las
antipáticas son las que, no sólo usadas por remedio pero aun de
tenerlas en la mano o cerca de sí, son mortíferas y dañosas; y así por
ser esta materia, de la averiguación de tales simples, larga y dificil
[XVII] en su conocimiento como por no convenir el que la / sepan todos me
parece conveniente el no tratar de ella por (b) el daño que se ha
experimentado en la malicia humana en los tiempos pasados que ha
obligado a muchos siervos del Señor el comprar tales tratados para
echarlos al fuego. No han faltado algunos que por el olor han querido
juzgar de la complexión y virtud de las yerbas, pero a la verdad
engáñanse porque no todo lo que bien huele es caliente, como ni todo
lo hediondo lo es; menos es frío todo lo que huele mal, ni todo lo frío
huele mal porque vemos que así cosas frías como calientes hay
muchas que huelen mal; y por el contrario hay muchas que huelen
bien así frías como calientes como también se excluyen los que por
los colores quieren juzgar de las facultades de los simples: y así la
señal del sabor es la más segura y cierta, dado que a veces es
peligrosa como a mí sucedió dos veces que por probarlas me abrasa­
ron la boca, de suerte que a no acudir presto a apagar su ardor me
hubieran hecho grave daño pero me hicieron mudar el cutis (c) de la
lengua y paladar, con haber acudido a tiempo a refrenar su hervor y
agudeza.
Ayudado pues de estas Reglas Universales podrá sin dificultad cono-

(a) Ms. bon. pone "ahercas".


(b) Ms. bon. pone "pr".
(e) Ms. bon. pone "cutiz".
1 06 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

cer en llegando la medicina a la boca de qué 1 3 cualidad o virtud es


dotada; y esto sin la particular cualidad que en confirmación de ello
propone Dioscórides y Mathiolo de los simples y yerbas (a) los cuales
encargan con sumo aprieto el conocimiento científico, y que no toman
unas por otras, con grave daño por la semejanza que suelen tener unas
calientes con frias, y cordiales con venenosas cuyos ejemplos pone
Pedro Andrés Matiolo y yo dejo por evitar su latitud.
Parecióme ser conveniente el dar noticia en esta obra del modo de
conocer las cualidades y virtudes de las yerbas y poder graduar sus
auxilios y potencia, por dos razones: la primera para que el que (b)
fuese de genio o inclinación natural inclinado a la indagación suya,
tenga luz por donde pueda con seguridad gobernarse y adelantar el
descubrimiento de muchas más y mej ores que las que yo he averigua­
do por ser esta América más fértil y abundante de ellas que ninguna
de las otras tres partes del mundo; y estoy en que ella sola posee tanta
variedad de plantas, que j uzgo igual a las otras tres juntas por su gran
cantidad y abundancia de calor y humedad.
La segunda causa es porque leyendo la luz con que me he gobernado
no duden de su seguridad en la graduación y puedo asegurar que lo
que aquí pongo es lo que yo he practicado con sumo cuidado y es
sólo lo muy breve y compendioso que se puede decir dej ando dela­
ciones en la pluma así por no ser molesto al lector como por no
referir lo que otros más doctos (c) y eruditamente han escrito de esta
[XVIII] materia que es mucho y muy / bien fundado en la parte fisica ( d) que
pertenece en la Filosofia a lo vegetable y como nunca faltan censores
de libros (a veces sin estar diputados para ello) de los magistrados o
monarquías (e) y sucede que sin leerlo con la atención debida, por un
solo punto en que su corto ingenio o estudio no alcanza la razón, lo
arroja de las manos y comienza a cargarle de censuras, y esto es
ordinaria flaqueza de aquellos pocos amigos de ver libros, de genios
inquietos y bulliciosos, a modo de ciertos peces de las aguas que su
genio es ponerse en las corrientes y turbulencias suyas para dar sobre
sus compañeros con gran velocidad tragando al pequeño que su ma­
liciosa boca puede tragar tirando a éste la tarascada (f), al otro el

13 Ms. B. N. repite de que dos veces.


(a) Ms. bon. pone ahí punto y aparte.
(b) Ms. bon. pone "qe".
(c) pone "lacta".
(d) Ms. bon. pone "Tholisica".
(e) Ms. bon. cierra ahí el paréntesis.
(t) Ms. bon. pone "latarascada".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 107

girochonazo (a), y en fin turbando la caridad y quietud de sus herma­


nos y lo que más es, impidiendo su aumento y multiplico porque quita
su sosiego (b) ordinaria causa de abortos de destrucción de toda
generación y monarquía.

ADVERTENCIAS PARA EL USO DE LAS PLANTAS

Porque muchos que no son peritos o ejercitados en el uso de las


plantas se hallan congoj ados en no hallando en todas las recetas las
cantidades y proporciones así de la materia de las yerbas o palos
como de la cantidad de agua o licor en que se cuencen o mezclan,
digo que repase 1 4 la graduación suya y su propiedad que en cada una
se dice y viendo la primera receta que de ordinario tiene señaladas
cantidades, puede gobernarse a tal cantidad 15, según el sujeto que la
ha de recibir, con proporcionar y regular su dosis (c), cuando se dice
en infusión se echa doble cantidad de la materia que cuando se dice
caliente, como agua, vino o aceite alguna cosa y es en dos maneras.
La primera es estando el licor hirviendo echar la materia y apartán­
dolo del fuego taparlo muy bien hasta que se enfríe o el tiempo que
pide cada cosa; el segundo modo es: estando el licor caliente y
apartado del fuego echar la materia y puesto sobre ceniza caliente por
algunas horas removiéndolo de cuando en cuando sacar, sin ebulli­
ción alguna, su sustancia a fin de ser muy sutil y evaporarse.
Hay algunos simples que piden leve cocimiento cual es el sen ( d), la
borraja, el culantrillo, la lengua cerbina, el mechoacán y otros de
semej antes cualidades porque de darles mucho cocimiento no sólo
surten efecto, pero hacen lo opuesto por sacar partes térreas o visco­
sas que embotan y cierran la puerta a sus virtudes primarias por
haberse evaporado por el vapor de la ebullición las partes sutiles; las
cosas leñosas y densas no sólo piden cocimiento, sino que piden estar
de remoj o antes 24 1 6 horas o a lo menos 12 1 7 y cocimiento de

(a) Ms. bon. pone "gienchonazo".


(b) Ms. bon. abre ahí interjección que cierra al final de la frase.
1 4 Ms. B. N. pone repare.
i s M s . B. N. pone rata.
(c) Ms. bon. ahí pone punto y seguido.
( d) Ms. bon. pone la inicial de los nombres de las drogas en letra mayúscula.
En Ms. B. N. vienen en minúscula y así las hemos transcrito.
1 6 Ms. B. N. lo pone así, en número y subrayado. Quintada lo transcribe en
guarismo pero sin subrayar.
17 lbidem.
1 08 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

consumisión 1 8 de la mitad del licor; las flores y yerbas de partes muy


sutiles, sólo piden remojo de agua caliente como el (a) canchelagua,
torocaa y poleo.
XIX Explicación de los vocablos de esta obra por el orden de A.B.C. que
por excusar circunloquios explicándolos 19 se ponen al principio de
ella lo que significan, y así topándolos en el cuerpo se venga a este
índice para saber lo que significan.

Achoras: tiña húmeda. Primera especie de lepra


Acerbo: se dice lo muy áspero al gusto
Acetábulo: medida pequeña como salserita (b), dado que significa
otras cosas
Acrimonia (c): la agudeza
Astricción: el acto de apretar y cerrar los poros
Ágil: por lo ligero
Agreste: por lo salvaje
Alopecia: es pelambrera que viene con postillas
Aluminoso: lo que posee natura de alumbre
Albarazos: son manchas blancas o parduzcas en la piel
Amurcas: la borra o hez 20 del aceite y lo que queda de las aceitunas
después de exprimirlas
Antídoto: es medicina contra veneno
Apoxima: j arabe sutil y claro
Argema: nube de los ojos
Aromático: lo que de sí da buen olor
Austero: lo áspero al gusto medio cremente 2 1
Autuma (d): cosa que viene por el otoño

18 Ms. B. N. pone cosuncption. Quintana transcribe consumption.


(a) Ms. bonaerense pone inicial de las drogas mayúscula.
19
Ms. B. N. pone exap/icandolos.
(b) Ms. bon. pone "salcerita".
(c) Ms. bon. pone "acrimonio".
20 hez: excremento o escoria de cualquier cosa.
21
Ms. B. N. pone cremente: E l significado que l e damos e s ardiente o creciente.
Ms. bon. lo transcribe literalmente: "cremente".
(d) De este vocablo carece el Ms. bon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 109

Balaustrias (a): son 22 las flores y frutos tiernos antes de apartarse


Barbarismo: por la tosca (b) manera de hablar
Bulboso: todo lo que tiene raíz cebolluda (c)

Cacochimia: por la malicia de los humores


Cacohete: por la profundidad de la llaga con malicia oculta
Caduco: se dice todo lo que anda para caerse
Cataplasmas: por (d) emplastos
Causones: fiebres continuas y ardientes
Cáusticos: medicinas que abrasan y hacen costras sobre donde se
ponen
Celíacos: flujos de vientre procedidos de la flaqueza del estómago
Cicatrices: señales (e) de llagas o heridas
Colirios: medicinas líquidas para los ojos y otras partes
Consistencia: cuerpo, espesura o lomo de humor (f)
Contusión: indisposición de la parte aporreada
Convulsión: retraimiento de nervios

Decoction: el cocimiento
Dentadas: que tiene dientes como de sierra (g)
Deplorada: desahuciada cosa (h)
Diafragma: la tela carnosa que divide el pecho del vientre
Diarrea: demasiado 23 fluj o del vientre por el cual salen las viandas
no del todo digeridas

(a) Ms. bon. pone el singular Balaustria.


22 Ms. B. N. pone textualmente por: el sentido de la frase es son.
(b) Ms. bon. pone "toz camanera " (sic).
(c) Ms. bon. pone "cebollada".
(d) Ms. bon. intercala "los".
(e) Ms. bon. intercala "que dejan".
(f) Ms. bon. transcribe o "tomo de humores".
(g) Ms. bon. pone "acierra".
(h) Ms. bon. pone "cosa desauciada".
23 Esta frase está encima de otra borrada donde se puede leer: cámaras de sangre
con excremento. Ms. bon. transcribe exactamente lo mismo.
1 10 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Disentería (a): cámaras de sangre con excremento y roeduras de


tripas
Disección: incisión o acto de cortar
Diurético: lo provocativo de orina
XX Dismia: el no atraer el viento necesario (b) para la respiración

Eminencias: por las alturas


Epíctimas: se dicen las cosas líquidas o mixtas para confortar el dolor
Espasmos: retracciones y encogimientos 24 de nervios
Espurio 25 : lo bastardo
Estadio: es (c) espacio de 1 25 pasos
Estilicidio de orina: es cuando 26 sale gota a gota
Estítico: lo apretante o tiene virtud de apretar
Estupor: adormecimiento de miembros
Excremencia: la carnosidad que crece contra lo natural
Exhalar: evaporarse o resolverse una cosa en humo
Exorbitante: se dice lo demasiado o excesivo
Expresión: por exprimir o por lo exprimido
Expultriz: por la virtud expulsiva
Exquisito: lo raro y perfecto
Exterminar: echar fuera de nuestros términos o cuerpos
Enchimia: bondad de humores
Enfiema: cierta apostema del pecho
Equinosis (d): derramamiento de sangre entre cuero y carne

(a) Ms. bon. pone "Desentería".


(b) Ahí Ms. bon. comienza la página 20 coincidiendo con la paginación del Ms.
B . N. aunque esta página en romano y aquél en arábigo. La página 1 9 comienza en el
término "agreste" con lo cual el contenido de vocablos por páginas es menor en Ms.
bon. que en el de B. N.
24 Ms. B. N. pone textualmente enconocimiento. Quintana transcribe "encogi-
miento".
25
Ms. B. N. pone textualmente espurco. Quintana transcribe espúreo.
(c) Ms. bon. intercala "el".
26 Ms. B. N. pone cuando abreviado: qdo.
(d) Ms. bon. transcribe "Equinois".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 111

Fatal: cosa hadada o desgraciada


Fermentado: por leudo (a)
Fluido: por lo que siempre corre
Fomentaciones: los remedios que se aplican con esponj as para resol-
ver inflamaciones y mitigar dolores (b)
Fractura: quebradura de huesos
Frágil: débil o fácilmente desmenuzable
Fragmento: por el pedazo de otro cuerpo mayor
Frigo: la cuchillada en el rostro
Frívolo: lo vano y sin fuerza

Gangrena: apostema 27 que no pudiéndose resolver ni madurar, mor-


tifica la parte y el miembro
Glacial: cosa helada
Glandífero: árbol que lleva bellotas
Gentinoso: lo pegaj oso
Gimnasio: estadios 28 públicos

Hepáctico: lo concerniente al hígado


Hepiala fiebre: la que se hace de flema 29 crudísima corructa, cuéntase
entre las cotidianas
Hernias: hinchazones de la bolsa o testes
Hipocondrios (c): son los dos hijares debajo de las costillas bastardas
o mendozas
Hirinos: cosas que hacen estornudar tomados por las narices

(a) Ms. bonaerense transcribe "podendo". El vocablo leudo se aplica a la masa de


pan fermentada con levadura.
(b) Ms. bon. pone "y mitigar el dolor".
27 Ms. B. N. pone Apostema, con la inicial mayúscula. Nosotros lo ponemos
minúscula para conservar la uniformidad. En la Ed. de Quintana parece ser que
transcribe según está el original ya que no hay uniformidad en la transcripción.
28 Ms. B. N. pone textualmente estudios.
29 Ms. B. N. pone textualmente flama.
(c) Ms. bon. comienza ahí la pág. 2 1 .
1 12 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

y (a)

Iberia: España
Ictéricos: enfermos de ictericia
Í gneo: cosa de fuego
Iliaca (b) pasión: dolor o llaga del ombligo para arriba en los intes­
tinos delgados
Incolumidad: salud, fija y perfecta
Infusión: acto de remoj ar o lo que se puso a remoj o, calentado o no
XXI Instilar: es caer gota a gota
lntemodios (c): las coyunturas
Intestinos: las tripas
Intestino recto: la tripa última de todas
Inveterato : por lo añej o (d) y envejecido

Lanuginoso (e): lanudo y belloso


Lenificar: mitigar y ablandar
Lenitivo: lo que mitiga y ablanda
Lentor: la viscosidad
Letargo: sueño profundísimo acompañado con calentura
Lívido (f): lo que tiene color de plomo
Locales remedios: son los últimos que se aplican a las enfermedades
Lúbrico: lo resbaladizo
Lúteo: lo cerúleo que tira a negro por de fuera

Malacia: gran quebranto de las fuerzas o prenuncio de enfermedad


Meliceris: llagas de la cabeza que (g) parecen panales o plastas

(a) Ms. bon. pone "Y, !"; Ms. B. N. sólo pone Y (griega).
(b) Ms. bon. pone los dos puntos intercalados entre Iliaca y pasión. Ms. B. N. los
pone detrás de pasión, como queda en el texto.
(c) Ms. bon. separa el vocablo con guión: "Inter-nodios".
(d) Ms. bon. transcribe anexo.
(e) Ms. bon. en plural "lanuginosos".
(f) Ms. bon. pone "lividio". Quintana transcribe livido.
(g) Ed. Quintana Ms. bon. transcribe que abreviado q< Ms. B. N. no lo pone
abreviado.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 13

Menstruos: purgación mensual de las mujeres


Mineral: cosa de mina o minera
Músculos: los murecillos 30 llamados así por la semej anza que tienen
con los ratoncillos llamados muresen

Náusea: el hastío y gana de lanzar


Nucumento: el daño
Nutrimento: el sustento

Oblicuamente (a) : siniestramente o al través (b)


Onfacino: licor de fruta verde
Oftalmia: apostema sanguínea en el ojo o en la túnica blanca de él
Opistotonor: torcimiento del cuerpo hacia la parte trasera
Ortofaca: cortedad de anhélito o no poder resollar el hombre si no es
estando en pie recto, especie de asma

Pálpebras: los párpados de los ojos


Palustre: cosa de lagunas o charcos
Panículos: las telas nerviosas
Parogismo: el frío que viene antes de la enfermedad o calentura
Passo-vino: se dice el que se exprime de uvas pasas
Pernicioso: por mortífero o dañoso
Frenesí 3 1 : inflamación o apostema del cerebro con fiebre y locura
Podaggra: la gota y por los que tienen los pies entumecidos o tra-
bados
Polenta: puches o poleada de cebada molida con aceite y agua
Pólipos: verrugas dentro de las narices

30 La palabra murecillo designa músculos en zoología.


(a) Ms. bon. pone diéresis "oblicüamente".
(b) Ms. bon. omite o y pone "altravez".
3 1 Phrenenesi: Textualmente pone Frenesí.
1 14 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Poción: brevaje de medicina 32


Precaución: preservación
Presentáneo: por lo presente y súbito
Problema: la cuestión o duda
Tísicos 33: los que tienen llaga en el pulmón o livianos 34
Putrilaginoso: lo podrido o lleno de corrupción
Purpúreo: color morado, otras roj o

XXII Cuadrángulo 35: cosa de cuatro esquinas


Cuadrúpedo 36 : cosa de cuatro pies

Relaj ar: es abrir poros


Resinífero: lo que produce resina
Repercutir: es reprimir, rechazar o volver adentro los humores
Retentriz (a) facultad: la virtud que (b) detiene
Retraiciones: los encogimientos de miembros parte 37 del cuerpo
Rebulbusión (c): es remover los humores de una parte del cuerpo a
otra distante
Rija: fistula en el lagrimal del oj o pegado a la nariz
Rubificar: poner 38 rojo el cuerpo con medicinas agudas

Salubridad: la sana disposición


Sémola: trigo candeal desnudo de corteza

32 Ms. B. N. pone textualmente medina.


33 Phisicos: Textualmente Tisicos.
34 Sinónimo de pulmones (en plural).
35 Quadralgulo: cuadrángulo.
36 Quadrúpedo: cuadrúpedo.
(a) Ms. bon. pone los dos puntos detrás de retentriz.
(b) Ms. bon. pone "que" abreviado "q<" Ms. B. N. pone que.
37 Ms. B. N. pone parte abreviado p".
(c) Ed. Quintana Ms. bon. pone "Rebuibulcion''.
38 Ms. B. N. dice parar. Ms. bonaerense también pone "parar''.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 15

Silicua: la vaina de cualquier fruto, aunque también se toma por cierto


peso
Sexo: la diferencia entre macho y hembra
Sólido: lo macizo
Sumerso: ahogado
Sulfúreas: cosas de azufre
Supositorios: mechas o calas
Sicofanta: comedor de higos

Talbina: ciertas puches hechas de afrecho


Talparia: corrupción de (a) la tela que corre el casco, y del casco,
apostema
Temperamento: la complesión
Tenífico: lo que mete miedo y espanta (b)
Timos: son ciertas verrugas parecidas a la flor del timo (c)
Túnica: cualquiera pellejuela nerviosa 39
Turbulento: lo turbio 40 y lo revuelto

Venéreo: lo dedicado a lujuria


Ventrículo: el estómago y cualquier parte hueca del cerebro o cora-
zón
Vértigo: flaqueza del cerebro o vapor
Vestigio: el rastro
Viscoso: lo pegaj oso
Vípero: lo concerniente a (d) víbora
Virulento: lo venenoso
Vital : lo que tiene o da vida
Vomitorio: lo que se da para 4 1 vomitar

(a) Ms. bon. pone "del ate la que".


(b) Ms. bon. pone "espanto".
(e) Ms. bon. pone "timos".
39 Ms. B. N. pone nerbosa.
40 Ms. B. N. pone turbido.
(d) Ms. bon. intercala "la".
41 Ms. B. N. pone para abreviado par.
1 16 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Urbanas yerbas: las que crecen en los j ardines


Uva del ojo: es una inchasoncilla como (a) uva que se hace en la
túnica blanca del ojo

* * *

En la página numerada XXII en el Ms. B. N. termina el glosario de


términos usados en el cuerpo del manuscrito, y comienza la descripción
del árbol del cacao insertando el dibujo del mismo.
En el Ms. bonaerense no sigue esa sucesión sino que inserta a
continuación del glosario, en página veintitrés (con numeración arábiga)
una "TABLA DE LOS NOMBRES DE LOS ÁRBOLES y yerbas, que
están dibujadas en esta obra, en castellano y tupí".
La tabla de los nombres de los árboles y yerbas que están dibujados
en esta obra con especificación de la página donde se hallan comprende
de la página 23 a la 27.
La tabla de dichos nombres en guaraní y tupí, ordenados como lo
anterior, alfabéticamente comprende de la página 27 a la 30.
A continuación inserta el Ms. bonaerense una tabla de las enferme­
dades que curan los simples que contiene este libro también ordenada
alfabéticamente y especificando la página donde se nombran, este epígra­
fe ocupa desde la página 30 a la 42.
A partir de ahí, comienza una numeración nueva, también en arábigo
con la descripción del árbol de la yerba.

(a) Ms. bon. pone ahí punto y aparte y como nuevo renglón explica: Uba: que se
hase en la túnica del ojo: (en la túnica blanca).
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS i J7

[1] Á RBOL DEL CACAO

Comentario:
Representa un macizo tronco del cual sale una rama con frondosas
hojas y dos frutos. En la parte izquierda aparecen a modo de detalle dos
granos de cacao.
En el dibujo del Ms. bonaerense las proporciones son diferentes: el
tronco queda empequeñecido y agrandada, ponderada, la rama objeto de
la lámina, de talforma que sobrepasa el recuadro. La hojas son lanceoladas,
grandes y los dos frutos representan ser macizos y robustos.

Diferencias:
El número y disposición de las hojas es idéntico en ambos manuscri­
tos.
Dibujo Ms. B. N. hecho con trazos más fin os, más precisos y redu­
cidos.
El de Ms. bonaerense más esquemático, menos cuidado, trazos más
gruesos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. cacaho. Árbol de cacaho Cast.º Árbol del cacaho o cacabífera
Tupí: Cacaho *

La página 2 del Ms. B. N. está en blanco en el original.

[3] DESCRIPCI ÓN DEL Á RBOL DEL CACAO

El árbol del cacao aunque dudo se halle en (a) estas partes y regiones
en todas las circunstancias que pide la delicadeza de su producción,
pero me parece que no en balde lo niega su Magestad a estas regiones
porque según nuestra experiencia no es socorro en los casos que
varios autores lo describen 42 • Como es en la melancolía 43 hipocondríaca
y merárquica 44 que en vez de ser remedio es muy nocivo como de él

(*) borroso en el texto una palabra que le sigue.


(a) "por" estas partes en Ms. bonaerense.
42
Textualmente pone predescriben. Ms. bon. transcribe "prescriben".
43 Textualmente pone inc/ancolia.
44
Textualmente pone merarquica: Debemos entender menarquica relativo a
1 18 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

t--- - ����--:-�����--....� -�:..-����.:---


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 19

escribe Farfán 45, en su libro de práctica de estas regiones de la


América que halló ser la verdad por la experiencia lo que dicho autor
dice de él : y así sólo a los muy fríos y húmedos de estómago y muy
debilitados de fuerzas por semejantes causas sirve de alivio, pero no
usándolo de continuo, esto es, todos los días, porque reconozco que
cierra y comprime las vías internas o por su astricción y sequedad o
por la parte viscosa del azúcar (a) o por ser adulterino en su compo­
sición no siendo ella lo que debe ser conforme la receta de compo­
sición que de él pone Paulo Zauhia (b), celebérrimo médico italiano
y asimismo la que trae en su tratado Guillermo Pisson: o porque el
calor de esta tórrida zona no admiten los estómagos o complexiones
tanta graduación de calor o sequedad. Otro sí: veo que el padre de las
misericordias y todopoderoso Dios que rige y gobierna sus criaturas,
en el mundo, concedió a estas regiones la yerba así como a las de
Nueva 46 España el cacao por conducir a sus habitadores, y a estos
conducirles la yerba caá miri como dice en su tratado 47 •
Dej ando el tratar de sus admirables efectos y virtudes que de él dicen
varios autores, para las regiones donde se padecen accidentes de
causas frías y más templadas de calor que éstas, paso a dar noticias de
planta según la delinea y dibuj a Guillermo Pisson 48 .
El árbol del cacao es de mediano altor 49, así como el naranjo (c), sus
hoj as del largor de las del naranjo, no tan anchas y tan puntiagudas;
como aquellas del castaño algún tanto vellosas por el envés, de color
verde claro por la faz; con un solo nervio, a la longa, en medio de
su longitud, dividiendo su anchor perfectísimamente, del cual salen
otros nerviecitos sutiles latitudinalmente algo encorvados hacia la

menstruación merar: mezclar un líquido con otro. Dícese particularmente del agua que
se mezcla con vino.
45 Farfán aparece en letra minúscula. El autor espiritual de este Ms. no pudo
cometer tal ingratitud. Sin duda el amanuense que lo escribió no fue su autor espiritual.
(a) Transcribe "acusar".
(b) Transcribe Zaichia.
46
Textualmente viene en letra minúscula.
47 Ahí termina la idea de Guillermo Pissón que el autor del Manuscrito quiso
expresar comparando la yerba del Paraguay, indígena del lugar donde escribía, y el
cacao.
48 Textualmente Guillermo viene en minúscula y Pissón mayúscula. Pone punto
y seguido que nosotros hemos puesto aparte porque quede más clara y ordenada su
lectura.
49 Sic.
(c) Pone "Naranjo" con mayúscula la inicial.
1 20 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

punta 50; las flores son grandes y de un color flavo 5 1 blanquecino,


algún tanto tira en su rubor 52 pálido al del azafrán, las cuales nacen
pegadas al cauce o pie de las ramas con pezón, o pie muy corto, como
asimismo sus hojas; de la tal flor sale cierta fruta que al sazonar o
llegar a su perfección es del tamaño de un gran melón estriado
proporcionalmente, así como vemos muchos melones, dentro de las
[4] estriaduras entre una y otra hay ciertas / túnicas o telas que van al
centro en medio de las cuales están muy apretados los granos del
cacao, al modo que los del almizcle de esta tierra, los cuales se ven
con la señal de haberse criado oprimidos y algunas de estas frutas que
llegan a dar en su interior doscientos y muchos 53 hasta trescientos
granos de cacao los cuales son sustento, medicina y moneda de sus
habitantes y así en las partes del Nuevo Reino que el Todopoderoso
les socorrió con esta fértil planta silvestre, se ve hoy día domesticada
y muy regalada en los huertos de sus habitadores por el gran ingreso
que de ella sacan. Es muy delicada de complexión y nada fuerte su
madera que con facilidad se rompe, y así mismo corrompe, después
de cortada y para aumentarlas, siembran sus granos, sus plantas se
trasplantan con gran cuidado y guardándolas del frío de las noches y
rigores del sol, cerca de ellas plantan otros árboles muy frondosos y
amenos para que los defiendan de los torbellinos y vientos, llámanle
los naturales a estos árboles: madres del cacao. Requiere partes
baj ías 54 y húmedas que es donde de ordinario se hallan los árboles
silvestres. Son tales árboles coposos y muy espesos, de ramas y hoj as,
muy parecido en todo al árbol de la yerba de aquí, así en el espesor 55
de sus hoj as como en el modo de repartir sus ramas y en la sustancia
de su madera y médula en el centro de sus ramas y tronco. Varios
afirman ser el cacao frío son Monardes 56, Huerta y Herrera diciendo
ser necesario templar su frialdad, con otras especies románticas ca­
lientes como es la vainilla, la canela, el clavo, la nuez moscada, pero
aténgome a la opinión de Paulo Zacchia 57, médico romano y a la
autoridad de Guillermo Pisson: que dice: lo probó cuando fresco y

50 La puntuación, en general, es aportación nuestra pues el Manuscrito cuando


puntúa lo hace mal.
5 1 Color dorado.
52 Textualmente pone, rubror.
5 3 Pone textualmente a.
54 Bajias = terrenos bajos.
55 Textualmente pone especitud.
56 Textualmente pone menardes, querta y herrera. Ed. Quintana del Ms. bonae­
rense transcribe "Menardes".
5 7 Zacchia ( 1 584- 1 659).
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 121

dice ser de temperamento "sub frigidi a t que humedi " que es decir
es templado en su frialdad con leve estipticidad 58 y algo amargo el
cual exprimido echa de sí aceite en tanta y más abundancia que las
almendras dulces y aún en su figura y grandor; así del árbol como de
su semilla hay cinco especies distintas que entre sí, todas discrepan
una de otra en algunas circunstancias, pero en el temperamento y
cualidades todos son acordes y de una misma sustancia, que es digno
de reparo que no quiso el señor que en cosa que había de correr a ser
sustento por todo el mundo saliese especie adulterina de tan noble
p lanta para que no pudiera haber fraude como lo vemos en otras
muchas cosas.

Sus más sobresalientes virtudes

Por no dejar de decir algunas de sus virtudes pondré aquí en breve las
mayores que de él traen (a) los autores: tomado a modo de chuño 59
sus granos pisados y hechos polvo como una escudilla, refrena los
incendios del hígado y le refresca, purga la matriz y provoca el
menstruo retenido y abre las vías. Tomada onza y media de su
composición conforta el cerebro, el estómago y el hígado. Socorre a
los asmáticos y tísicos y a los de catarro, y mayormente si es por
causa fría.

58
Estipticidad: calidad de estíptico: que tiene sabor metálico astringente.
(a) La transcripción de Quintana pone tratan.
59 Chuño: fécula de patata.
1 22 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[5] Á RBOL DE LA NUEZ MOSCADA (en Tupí: Bongo pala) *

Comentario:
El dibujo es prácticamente idéntico en uno y otro manuscrito, el
número de hojas, flores, disposición y tamaño de éstas coincide. Con
todo, se nota que no es calco uno del otro pues en el Ms. B. N. el diseño
de las hojas es más estilizado, éstas son más puntiagudas que en el Ms.
bonaerense. Tiene el dibujo del manuscrito que comentamos más movi­
miento y el claroscuro está más conseguido que en el otro manuscrito
descrito por Quintana.
El tamaño de ambos recuadros es: de 14, 5 cm. x 9, 5 cm. el bonae­
rense. En este último el dibujo de una rama sobresale del mencionado
recuadro y en total ocupa más espacio de éste, mientras que en el
primero mencionado quedan márgenes más amplios por ser el dibujo
más reducido, preciso y menos esbozado que en el bonaerense.

Diferencias:
El Ms. bonaerense dibuja en la base del árbol a modo de detalle un
fruto. o sea una nuez moscada abierta en dos mitades, de diferente
tamaño ambas. Se aprecia claramente la corteza y el interior del fruto.
El Ms. B. N. carece de este detalle.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Árbol de la Nuez Moscada
Tupí: Bongo pala

El tipo de letra es muy diferente, en Ms. B. N. la letra parece anterior,


en el tiempo, a la del Ms. bonaerense. En ambos pone el nombre en
castellano seguido del nombre en tupí aunque la palabra "castellano "
aparece abreviada en el Ms. B. N. y completa, con todas sus letras, en
el bonaerense.

[7] El árbol de la nuez moscada que en aquellas partes de las otras Indias
adonde (a) se 60 produce le llaman Pala y Bongo pala cuando está

*
La página 6 del Ms. B. N. está en blanco.
(a) La transcripción de Quintana dice: "Dios produce".
60 Textualmente pone ado.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 23
1 24 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

cargado de su fruto, nace este célebre árbol con grande abundancia y


lozanía sin cultivo alguno en la isla de Ceylan 6 1 aunque ya lo culti­
van: hallánse dos especies (a) de este árbol, es a saber: macho y
hembra; los dos igualmente fructifican pero con una diferencia y es
que las nueces del macho son mayores y más aromáticas que las de
la hembra, por tanto, los mercaderes prácticos luego las conocen y no
las compran sino a menor precio y los naturales, por el ingreso que
en esto les corre, suelen mezclar unas con otras para los poco versa­
dos mercaderes, forasteros y de aquí es que las pequeñas que por acá
nos traen son menos aromáticas y abstersivas y no tan agudas. Es de
estatura más que mediana y con muy copiosas 62 ramas, no muy
poblado de hoj as las cuales salen de sus ramas alternativamente
opuestas unas a un lado y otras al opuesto, son de pie muy corto
saliendo su pie casi al pie del tronco y sus flores lo mismo, aunque
éstas nacen de las ramas inmediatamente en medio del trecho que hay
de hoj a a hoja. Sus hoj as son algo longas y delgadas, anchas de atrás
y agudas así a la punta, del tamaño de las del nogal y de su color,
terso, las flores son grandes y algo largas de seis hoj as o hendiduras
que son los que nos venden por macias 63 de color blanquecino algún
tanto rosadas al secarse como la del naranjo que tira algo al color
amarillo, de las cuales flores salen las nueces con su piececito corto
como aquel de sus hoj as. La corteza de él es blanquecina cenicienta
nada áspera en sus ramas aunque la del tronco suele tener leves
acabaladuras, sus hoj as tienen un solo nervio en medio longitudinal
con algunas venillas que salen de él a lo longitudinal encorvadas un
poco así a la punta de la hoja las cuales restregados ente las manos
dej an un suavísimo olor a nuez moscada. Como así mismo, aunque
más eficaz sus flores, su madera es esponj osa y fistulosa como
aquella de las ramas del nogal. Su fruto está encerrado en una corteza
o cáscara gruesa la cual partida por medio se saca el fruto, que es al
salir, de color melocotón cuando va madurando y la cáscara de un
color rubicundo a modo de oro encendido de color.

Sus virtudes

De la nuez moscada se saca aceite en gran cantidad, que se dice óleo

61 Textualmente pone sei/on. La transcripción del bonaerense recoge "Ceilon".


(a) La transcripción de Quintana pone "especies ". Ms. B. N. especias.
62 Textualmente dice piosas.
63 macia o macis: corteza de la nuez moscada.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 25

oleo mur moscate 64 por las boticas y este aceite es único remedio en
todas aquellas pasiones frías de los nervios con sus convulsiones en
los dolores y tormentos 65 de ventosidades del ventrículo, intestinos y
pecho; con sólo untar por fuera con unas gotas del desecho en aguar­
diente caliente, aplicando unos paños calientes encima pronto da
socorro, y lo mismo hace en el dolor de hijada cuando proviene de
ventosidad fría, aplicando sobre el hijar dolorido un pañito moj ado en
dicho aceite y aguardiente caliente cuanto se pueda sufrir y encima
del otro seco caliente; y abrigándose con quietud al instante da /
[ 8] alivio a los torniños 66 de las tripas como lo tengo por experiencia en
varios y también en el pasmo de nervios y convulsiones dado a beber
unos 67 cuantos granos de este aceite con vino caliente excita calen­
tura y absorbe 68 espasmos como no sea de herida de puntura de
nervios, y aun a éste, causa gran alivio si antes de tomarlo ponen en
la herida como yo lo he hecho y salido bien y con vida el enfermo
que no es poca fortuna. La nuez moscada es algún tanto p icante,
aguda y astringente al gusto y cuanto más tiene de estas cualidades
o sabores es mej or, son de elección las grandes, las de algunas como
azabaladuras 69 blanquecinas por modo de jaspeado; a la larga las
muy aceitosas y que calentándolas entre los dedos apretadas se des­
lizan algún tanto, las de color claro o tirando a castaño o acanelado
y en fin que no son sarnosas ni aguj ereadas 70 de gusanos, y de mayor
y más subido olor aromático.
La nuez moscada machacada y dada a beber con vino, como dos
onzas de vino, y una nuez moscada de las menores, y media de las
grandes. Tomándolo tibio es único remedio en los espasmos que
vienen al pecho y partes internas; repetido este remedio dos veces al
día haciendo algunas evacuaciones por cámara, en los espasmos de
replexión 7 1 raramente muere de ellos; y si no bastan las evacuaciones
de cámara por cortas sangrías, se debe evacuar la replexión conti­
nuando siempre el remedio arriba dicho, aunque en menor cantidad
o tenido en la boca y tragando saliva. Y también 72 comida o traída

64
Subrayado en el original.
65Textualmente dice torminios (tomiños = torneado).
66
Tomiños = retorcimiento de tripas. Textualmente dice torminios.
67 Unos, no aparece en el original.
68 Textualmente pone suelbe.
69 Azabaladuras: término no encontrado en diccionario, puede interpretarse como
hendiduras.
70 Textualmente pone Magudercados.
7 1 Textualmente pone repleción = replexión = henchimiento de humores.
72 Textualmente lo pone abreviado ytt.
1 26 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

en la boca tragando su zumo poco a poco abre las vías, conforta el


estómago y todos los interiores miembros flacos, por flaqueza y
frialdad; provoca la orina y quita el anhélito 73 corrupto, conforta el
cerebro y aguza la vista. Usan algunos para la flaqueza de la vista y
mal de oj os por crudezas del estómago; hacen este remedio (a) que­
brantando nueces moscadas y puestas a cocer en cuartillo y medio de
vino blanco generoso: las ponen en ollitas de plata o calentador
estañado bien tapada con su tapadera de modo que respire y a fuego
manso le dan fuego como una hora, hasta que reconocen habrá
menguado la cuarta parte y lo apartan del fuego sin destaparlo, y en
estando tibio toman de este vino como una onza y así mismo mojando
unos pañitos doblados en él se les ponen sobre los ojos teniéndolos
cerrados, abrigándose del viento, echados en la cama, suele ser único
remedio así para lo dicho como para conservar la vista y fortificarla
que no pierda.

73 Anhélito respiración fatigosa.


=

(a) "Hacer este remedio debe ser quebrantados las nueces ... " Ms. bon. pág. 43 1 .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 27

[9] 74 Á RBOL DE LA CANELA

Comentario:
El dibujo en uno y otro manuscrito se nota que está copiado de la
misma lámina o la misma planta viva pues, al igual que el anterior, tanto
el número de hojas, flores, disposición y tamaño de ellas coincide en
ambos. Las dimensiones de los recuadros son prácticamente iguales:
14, 5 cm. x J O cm. el de la B. N. y 14, 5 x 9, 5 el bonaerense, pero
mientras en este último el dibujo del árbol ocupa todo el largo del
rectángulo, en el comentado por nosotros deja un espacio de casi dos cm.
Siguiendo la tónica de los otros dibujos, en Ms. B. N. se aprecia más
trabajado, conseguido y perfeccionado que en el bonaerense.

Diferencias:
Ms. B. N. dibuja en unas de las ramas del árbol una figura humana,
pensamos que para comparar dimensiones. Por los trazos del pelo de la
cabeza y barba parece ser un adulto mientras que en el de Buenos A ires
la figura humana da aspecto de niño por la posición de las piernas
(distinta al anterior comentado), vientre abultado, etc.
También se aprecia la figura de un ave en la misma rama florida en
ambos dibujos. En los dos, choca el gran tamaño de ésta, comparada
con el de la figura humana ya que son semejantes las proporciones. En
el Ms. B. N. el ave está en pie, en posición de levantar el vuelo, y en el
bonaerense está echada en posición de descanso, ésta posee una larga
cola en contraposición a la del Ms. B. N. que es pequeña.

Pie de lámina:
Ms. B. N. Ms. bon.
Cast. Árbol de la canela
Tupí: Caliacha

En cuanto al tipo de letra nada diremos pues se vio en pág. [5} 75. Vale
lo que allí se dijo en cuanto a la palabra castellano (abreviada en el Ms.
bonaerense, no como en el de B. N.). En la denominación en Tupí, el Ms.
bonaerense da dos nombres similares: caliacha o cuhurdo mientras que
el de la B. N. sólo recoge ca/iacha.

74 Tras la página [9] aparece la [ 1 O] pero queda en blanco en el original.


75 En la monografia de la nuez moscada.
1 28 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALYERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J 29

[1 1] El árbol de la canela llamado 76 en tupí caliacha cuhurdo (a) de los


naturales indios, de los portugueses canela y de los castellanos lo
mismo y de varios reinos de España latinos casia y cinamomun. Su
árbol es muy hermoso en repartir sus ramas del tronco, liso de
corteza, nada nudoso. Sus hojas grandes como las del laurel asimismo
gruesas a modo de las del llantén, adornadas de tres rayas que salen
de su pezón así a la punta con igual proporción repartidas, algún tanto
rubicundas cuando tiernas. Su flor es blanca y pequeña de la cual
produce cierto fruto a modo de aceitunas de un verde oscuro y
cuando llegan a sazón, son algo negricantes o cerúleas; el cual es
amargo y austero o astersivo al gusto, el cual apretado entre los dedos
echa de sí aceite, no se sirva más que de mantenimiento a las aves
que de él se sustentan. Su flor tiene el mismo olor de la corteza
cuando fresco, pero, seco presto lo pierde.

Su virtud y elección

Hallánse varias especies de canela, una que siendo gruesa y purpúrea


tirante a negro, parecida algún tanto en su olor al de la rosa que
llaman zigir 77 los árabes; en segundo lugar la que tiene rubio el color,
tirante al del coral, mediana en grosor y fistulas, lisa y larga, que sea
bien aromática y mordaz al gusto, con constricción a la lengua y
paladar en tercero grado (b) . La que tiene su olor vecino al vino
aromático o muy añejo (c) que es la que los árabes llaman achi 78 y
los mercaderes alejandrinos daphnitin: de ésta hay en los MOJOS
(reducciones de los padres de la Compañía de Jesús de la provincia
de Perú 79 y en Jos Chiquitos 80 de esta nuestra provincia del Para­
guay), la cual traj o el Padre Gregorio Cabral yendo a su visita provin­
cial, secretario provincial, cuando fue a visitar en Jugar del Provincial,
y ahora nuevamente traj o nuestro Padre Visitador Antonio Garriga (d)
otra segunda especie de dicha canela la cual es muy gruesa y fistulosa,
su color algo cetrino o cerúleo con grande olor de vino tinto, bastan-

76 Textualmente pone llamando.


(a) Ms. bonaerense transcribe "cucarda''.
77 Así textualmente aparece subrayado. Quintana transcribe "sigir".
(b) "En grado tercero" Transcribe Quintana.
(c) "Anexo" transcribe Quintana.
78 Aparece subrayado en original. Quintana transcribe "Achy".
79 Textualmente pone piru.
80 Textualmente va en minúscula.
(d) "Ga riga" transcribe Quintana.
1 30 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

temente astersiva y mediana en su agudeza de la cual se sirven, los


naturales indios de allí, y los españoles vecinos, de su cocimiento en
las fiebres originadas del gran calor y humedad de la putrefación de
la sangre con admirables efectos y a la verdad no han errado, según
de ella dice Matiolo Senense como adelante se verá.
Todas las otras especies son también útiles a la medicina como la
llamada Afisemon (a) la cual con ser negra da de sí un olor ingrato
y tiene la corteza muy delgada y hendida, y de la misma suerte es la
que llaman cittoydadar (b) los bárbaros. Repruébase la canela o casia
escabrosa, la blanquecina, la que hiede a cabruno, la que tiene la caña
sutil y escabrosa o sarnosa.

Sus virtudes

Advierte el doctor (c) Laguna que casia 81 linea es canela, y


[ 1 2) cassia fistola la común cañafistola / solutiva nuestra. Es la canela
caliente y desecativa (d), l igeramente provocativa de la orina, cuadra
mucho a las medicinas que se hacen para aclarar la vista y mezclada
con la segunda especie de sasifraga de Matiolo 82 fortifica y conforta,
de suerte que llegan a los noventa años sin perderla como de sí afirma
dicho autor.
Tomada la canela o su cocimiento con miel (e), quita las manchas del
rostro. Bebido su cocimiento con algo de su polvo es contra las
picaduras de las víboras. Contra las inflamaciones internas y contra
el mal de los riñones adminístrase en modo de perfume o de baño 83
para desopilar 84 la matriz; no hallándose el verdadero cinamomo
sirve en su lugar el peso doble de canela para las composiciones de
botica; en las partes a donde la hay suelen sacar agua destilada de su
flor y corteza verde, poniéndola de la de remoj o una libra de su

(a) "Afilemón" transcribe Quintana.


(b) "Cittoidacar" transcribe Quintana.
(c) Aparece abreviado "Dor" en Quintana.
81 Sorprende que dos renglones, anteriores el Ms. recoge cacia, aquí casia y a
continuación cassia. Quintana siempre recoge "cassia".
(d) Intercala "constritiba" la Edición de Quintana.
82 Matiolo lo pone textualmente minúscula lo cual es chocante. Sin duda el autor
espiritual es diferente a la mano que escribe. Ignoramos si fue dictado verbalmente a
un amanuense o éste copió de otro.
(e) Ms. bonaerense intercala ahí " ... de avejas hace bajar la regla a las muj eres y
untándose con ella quita las manchas del rostro... ".
83 Textualmente pone bano.
84 Desopilar: quitar la obstrucción de conductos fisiológicos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 131

corteza y otra de flor en seis libras de agua rosada y a falta de fuentes


está en infusión 24 horas en olla vidriada bien tapada y el agua se le
pone caliente y encima se le echa una libra de vino blanco generoso
y bien tapada; se deja las 24 horas, al cabo de las cuales se pone en
alambique de vidrio o vidriado y bien tapado el recipiente de suerte
que no resuelle, se va destilando a baño maría al cual darán fuego
fuerte; el caño del alambique sea largo o, si posible fuere, de estaño
o plata. Las virtudes de esta agua son admirables en toda enfermedad
de causa fría y muy eficaz porque difiere 85 la flema y los humores
lentos y viscosos los adelgaza, consume los flatos y ventosidades,
conforta grandemente el cerebro, corazón, estómago, hijada, bazo y
todos los interiores miembros flacos o lesos por dicha causa y con
admiración socorre toda pasión de nervios, desmayos o dej aciones
del ánimo y excelente remedio para los males de corazón, contra las
mordeduras de animales ponzoñosos. Provoca la orina y retiene los
flujos celíacos del vientre, la náusea, recobra el apetito perdido,
aprovecha a los asmáticos que no pueden resollar, a los de morbo
comicial o mal de corazón, a los de convulsiones y retraición de
nervios, a los que están sin fuerzas; en fin: siempre que sea necesario
calentar recobrar fuerzas, abrir los poros, adelgazar humores gruesos
y digerir los crudos, refrenar venenos y humores corrompidos que
causan accidentes es único remedio, su dosis o cantidad es media
onza o tres cuartas, Matiolo la hacía de canela seca en la misma
cantidad y forma.

85 Difiere: dilata, retarda, o interrumpe.


1 32 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALVERDE

( 1 3] ÁRBOL DEL CLAVO DE ESPECIA

Comentario:
Al igual que los anteriores, los trazos son pequeños, cuidados, como
hechos a plumilla, las hojas, graciosamente dispuestas, dan sensación de
estar movidas por el aire. En el dibujo del Ms. bonaerense los trazos son
mayores (rebasan el cuadrilátero donde van enmarcado, la disposición
de hojas y flores es la misma en ambos Mss. Tanto las dimensiones de
uno y otro dibujo como el resto de características son idénticas a las que
hemos señalado para la canela, nuez moscada y cacao.

Diferencias:
Penacho de hojas situado a la derecha, pegado al tronco del árbol
difiere en número de ellas en uno y otro Manuscrito pues mientras en el
bonaerense son cuatro, en el de B. N. aparecen sólo tres. Penacho de
flores o frutos situado a la izquierda: difiere el número de ellas, el
bonaerense carece de una respecto al Ms. B. N. pues éste dibuja ocho y
aquel siete. La disposición de éstas varía, en Ms. bonaerense salen un
grupo de cuatro flores de un pedúnculo común, en Ms. B. N. salen de dos
ramificaciones.
Ambos manuscritos recogen el detalle de un clavo de especia en la
parte izquierda del dibujo, éste es más alargado y delgado en el Ms.
bonaerense.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Árbol del clavo especia Castellano: Árbol del clavo
Tupí: Tshinka Tupí: Thsinca

Se aprecia el nombre completo en el Ms. B. N. en la denominación


castellana y una pequeña diferencia en la escritura del nombre en Tupí.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 33

,.
1 34 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 4] CLAVO ESPIGADO

Comentario:
El dibujo de características similares a las anteriores ya vistas.
Además del árbol y en su base, a la izda. recoge detalle de un fruto.

Diferencias:
El dibujo del Ms. bonaerense parte (el tronco del árbol) del mismo
recuadro, el de la B. N. está centrado en dicho recuadro, no contactando
con las líneas de éste ni por arriba ni por debajo.
El dibujo del Ms. bonaerense es bastante esquemático mientras el de
B. N. parece más real. La relación que guarda el tamaño de las flores
o frutos con el tamaño de las hojas es menor en Ms. bonaerense, que en
Ms. B. N., o sea que en aquél son casi del mismo tamaño ambas partes
de la planta mientras que en éste hay una diferencia notable entre unas
y otras.

Pie de página:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. clavo espiga o espigado Cast.0 Árbol del clavo espigado
Tupí: Tshinka popova Tupí: Thinca molanga

( 1 5] El árbol del clavo no es muy alto según Monardes y Huerta pero


según Jacobo Bonti 86 y Guillermo Pisson 87 son de bastante altor, y
con muy abundante copa, bien compartidas sus ramas en las cuales
salen sus hoj as de tres en tres y de cuatro en cuatro y así a las puntas
de dos en dos y a veces una sola; hace sus hoj as del tamaño de las
del peral, algún tanto más puntiagudas, ancha al principio, de pie
largo en el remate de sus ramas a modo de racimos espigados. Sale
el fruto de ciertas flores o botoncillos algo largos y angostos sin flor
manifiesta, mayormente el clavo espica, el cual de ordinario es más
alto y no de tanta copa y abundancia de hoj as (las cuales son menores
y menos anchas, y su pie corto que sale a veces acompañando y
vistiendo sus ramas arrimadas a sus sarmientos o vavillas al primero),
es el verdadero clavo que nos traen a vender del Oriente; del segundo

86
Textualmente pone Botín.
87 Textualmente pone Pizon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL A RTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 35

'I


. . ...
1 36 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

espigado que aquí nos da dibujo Guillermo Pissón en su obra y lo


confirma Jacobo Bonti no ha llegado hasta hoy a mis manos y menos
a mis noticias pero luego que por ser muy expuesto a hacerse polvo
no nos lo traen los mercaderes por la Europa 88 o quizás por no ser
tan aromático y confortante como el primero, tiénese por caliente en
el tercer grado y seco en el cuarto en el fin de él, pues no dej a nacer
ni crecer alrededor de sí yerba alguna, y se ha observado que todo lo
que coge su sombra lo seca, como también al atraer así el agua
cercana de las vasij as y chupársela, que cierto, a ser verdad se
descubre un (a) buen ramo de clavo debajo de la cama al enfermo
porque si atrae así el agua de las vasijas dentro de un aposento,
aunque esté distante, también la atraerá del vientre y entrañas de los
hidrópicos.

Sus virtudes

Son los clavos según Pablo Eguineta, odoríferos, agudos y con bas­
tante amargor, calientes y secos en el tercero grado pero, según la
historia de Etiopía escrita por el P. Manuel (b) Télles en la crónica
de Portugal, es seco en el cuarto grado en el fin; es el clavo muy
confortativo de estómago, hígado y corazón; ayuda a la digestión de
los miembros de la cocción 89 que por frialdad y humedad están lasos
o flacos; abre asimismo las vías que por crudezas están obstruidas y
con su olor socorre a los fríos de cerebro aumentándoles la memoria
embotada por obstrucciones de frialdad y demasiada humedad. Es
cierto que los tales deberían traerlos día y noche colgados o atados
al cogote o cerviz. Confortan grandemente la vista a los que por
flaqueza la van perdiendo usando del clavo en los manj ares y de su
olor por las narices, mayormente si va mezclado con tabaco o cosa
purgante. Provoca el cocimiento de los clavos, la orina, pero restriñe
el vientre y le defeca. Destilados 90 con vino y el tal licor puesto en
los ojos, notablemente clarifica la vista según afirma cierto autor

88Textualmente lo pone en minúscula europa.


(a) Intercala Ms. bon. "extraño remedio para curar los hidrópicos acuáticos con
sólo poner un buen ... ", siguiendo las mismas palabras.
(b) Ms. bon. pone "P. Baltasar Telles".
89 Textualmente pone coucion. Se refiere a cocción o digestión ya que entendían
que había cuatro digestiones: en el estómago; en el hígado; en las venas la tercera y la
cuarta en los miembros.
90 Textualmente pone estilados.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 137

francés, o por mej or decir autora, nombrada Madame Fuchete 91 dicha


destilación no sólo afirma, confortar la vista, sino que, tomada de ella
una onza, resiste a los venenos mortíferos de serpientes frías y
asimismo de mantenimientos fríos venenos y para abrir las vías,
quebrar la piedra de riñones provocar la orina para el espasmo y
convulsión de los nervios por causa fría, para las contusiones y
equimosis 92 que han esparcido la sangre entre cuero y carne aplican­
do unos pañitos doblados, mojados en él, tibios. Sobretodo la alaba
para la retraciones y resfrío de la matriz que con confortarla la purga
y quita las convulsiones o retraciones volviéndola a su lugar tomando
media onza, y asimismo con un poco de algodón o lana se aplica a
la boca de la matriz, pónense otras varias virtudes que dejo por no
hallar suficiente virtud, sino que, es digamos que las tales sean
inclinadas a beber aguardiente y les arme bien el estómago, de suerte
que les haga creer al sabor de su paladar.
El modo de hacer este licor es así: clavo de especia una libra, vino
blanco generoso, veinte libras; pónese el clavo y vino en el alambique
bien tapado por nariz y al derredor con fuego muy lento. Se calienta
muy poco a poco y viendo ésta caliente se deja así hasta el día
siguiente apartándole el fuego; al cabo de las veinte y cuatro horas
se le vuelve a poner fuego a la hornilla 93 y se va destilando, de suerte
que no evapore al caer en el recipiente; destílase hasta reconocer sale
algo simple la destilación y la regla cierta de saber esto, es: que de
los veinte cuartillos salga en destilación un frasco de los grandes.

91
El subrayado es textual.
92 Equimosis: mancha o lesión de la piel que resulta de la sufusión de la sangre
a consecuencia de un golpe, de una presión o de otras causas.
93 Textualmente pone Jornal/a.
138 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 7] PIMIENTA BLANCA DEL BRASIL

Comentario:
No nos detenemos por ser los rasgos generales similares a los ya
vistos. Creemos que sería reiterar lo ya dicho y por tanto pasamos a
describir las diferencias y los pies de láminas.

Diferencias:
Al primer golpe de vista se observa, al igual que los anteriores, las
proporciones mayores en el Ms. B. N. que en el Ms. bonaerense. Éste
ocupa prácticamente todo el recuadro, aquél queda centrado dejando a
ambos lados un margen considerable.
La rama, enredadera, objeto del dibujo, aparece dibujada en el Ms.
B. N. desde un punto más bajo, más cercano a la base, de modo que
antes de hacer la primera vuelta en derredor al vástago que le sirve de
guía, lleva en su tronco, a la derecha, dos ramificaciones mientras que
el Ms. bon. sólo lleva una.
La ramificación de la izquierda (primera comenzando también de
abajo arriba) es diferente en uno y otro, siendo mayor y más ramificada
la del Ms. B. N.
Siguiendo en nuestra observación de abajo arriba vemos una segun­
da ramificación hacia la izquierda. El tamaño de las hojas es mayor y
más esquemático en el Ms. bon. También los dos racimos que penden son
más largos que en el Ms. B. N. Ascendiendo en nuestra observación,
hacia la parte derecha sale en Ms. B. N. una rama con dos hojas
desiguales entre sí y algo más arriba otra ramita con dos racimos. La
diferencia con el Ms. bonaerense es notoria pues estas dos ramificacio­
nes se confunden en una sola y la base de los racimos llevan dos hojas
que no aparecen en Ms. B. N.
En la última ramificación a la izquierda la disposición y número
varía ligeramente en uno y otro manuscrito así como la relación de
tamaño racimos-hojas, que es menor en el Ms. bon.
En la ramificación última de la derecha el Ms. bon. dibuja dos hojas
pequeñas de las que el otro Ms. carece.
Dentro del recuadro donde va el dibujo, en la parte baja derecha,
pone "lada molanga " 94.

94
El entrecomillado es nuestro.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 39
140 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast. Pimienta blanca del brasil M. Cast.º Enredadera de Pimienta
Guaraní o Tupí Molanga Tupí: !sipo de Pimienta ulibre

En Ms. bon. como una continuación del pie de lámina que pone el
nombre en Tupi, sale el recuadro de este nombre para poner arriba de
él: "lada molanga ".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 141

PIMIENTA NEGRA

Es éste el segundo dibujo sobre pimientas, el anterior es la Pimienta


blanca del Brasil M . ; éste la Pimienta negra f. y el siguiente la pimienta
larga. Inserta el Ms. las tres láminas y a continuación las comenta no ya
por separado sino conjuntamente.

Diferencias que se observan entre los dos Manuscritos respecto a este


dibujo

La primera diferencia que se percibe es el pie de lámina explicativo


del nombre del dibujo, que es totalmente diferente y más tarde veremos.
Comenzando el comentario desde las raíces al extremo superior, se
observa que aparte de las normas generales que ya hemos visto como
tónica en estos dibujos, en el primer racimo que aparece a la parte
izquierda, el Ms. bon. inserta un ta/lito pequeño que se enrolla en el
extremo, en el siguiente racimo que aparece dibujado, a la derecha de
la lámina, también el Ms. bon. presenta un ta/lito semejante al antes
descrito del cual, igualmente, carece el dibujo del Ms. B. N.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Pimienta negra f. Cast.º Enredadera de Pimienta
Tupi Lada molanga Tupi: lsipo de Pimienta

El Ms. bon. inserta en el recuadro del dibujo, en el lado derecho, el


nombre de "Pimpilin " del que carece el Ms. B. N.
142 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

:1
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 43

[ 1 9] PIMIENTA LARGA

Diferencias entre los dibujos de B. N. y Ms. bon.


la hoja primera que aparece más cercana a la base del tallo es de
dimensiones bastante mayores en el Ms. bon. que en el otro. los racimos
que en los dos anteriores dibujos de pimientas hemos visto dibujados
como celdillas de un panal, aquí pueden asemejarse más a mazorcas o
vainas, hechas, no ya con circulitos sino con líneas espirales m uy entre­
mezcladas.
Aparte del tamaño del dibujo que es mayor en Ms. bon. no se
aprecian otras diferencias.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast. Pimienta larga cast.º Enredadera de Pimienta larga
Tupí Pinpilim Tupí: Pimienta longa Pimpilin

El nombre Pimpilin está escrito en Tupí en Ms. bon., diferente al Ms.


B. N. que pone Pinpilim.

(20) La pimienta que nos dibuj a Guillermo Pizón y así mismo Jacob Bonti
es muy distinta de la que nos traen del Oriente los portugueses que
es de árboles medianos como la dibuja Huerta y Monardes 95 y así no
dudo hay en el Brasil 96 Ysipos o enredaderas que producen pimienta.
Mucho se engañó Laguna en su discurso acerca de la pimienta. Como
se puede ver pues con sólo un árbol nos trae las tres pimientas lo cual
es falso. Yo no dudo la hay en estas tierras de las misiones (a)
viniendo de Santa Rosa para Ytapúa en un monte, caída en el suelo
que es fruto de cierta enredadera a modo de aguarandio guazú 97 el
cual se trepa en las copas de los árboles; y por el peligro en que
estábamos de cierta manada de puercos monteses muy bravos y tan
carniceros o más que los tigres, dejé de informarme y certificarme de
si era la verdadera pimienta o no por que por estar casi podrida de

95
Textualmente pone Menardes.
96
Textualmente pone bracil.
(a) Ahí el Ms. bon. intercala . . . Y Paraguay. La tercera especie que es la larga
"

yo la he hallado en el Paraná viniendo de Sta. Rosa para ltapua ... .


"

97 El subrayado es del texto.


1 44 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

1,

Cd. .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J 45

las aguas, no tenía más agudeza de la que tiene el aguarandio y por


conocer en este temple del Paraguay y misiones muy semej ante a las
tierras del Brasil pues en él se hallan las mismas yerbas y palos que
en el Brasil, y muchos con los mismos nombres, me pareció conve­
niente sacar estas estampas en copia de las obras de los dos autores
que arriba he citado 98 que escribieron y dibuj aron las plantas de
aquellas tierras y así las doy por estampa para que se puedan conocer
por sus hojas y modo de enredarse, que si mis ocupaciones me dieran
lugar a ello, espero en el Señor la descubriera (a) en breve; son las
dos pimientas blanca y la otra negra es (b) naturaleza como se ve de
otras muchas plantas, son calientes y secas en el fin del tercer grado,
la larga es caliente en el principio del tercero y seca en el medio del
segundo, según sus partes.
Todas ellas tienen virtud de calentar, adelgazar y cocer los humores
fríos y crudos con confortación al estómago, hígado y bazo y mayor­
mente al corazón, por la cual razón vemos la meten en las composi­
c iones contra venenos y fiebres pestilentes; hácese de las tres pimien­
tas, en igual cantidad hechas polvo amasadas con miel, una composición
llamada Diatrión piperión 99 la cual en todas las enfermedades frías
y húmedas del estómago es remedio muy saludable cuyo ardor no
pasa de las primeras venas y luego se apaga por cuanto en habiendo
confortado el estómago y resuelto las ventosidades pierde su hervor
y ardor. Hecha polvo (c) y echada en las agallas y campanilla caída
por reumas las hace de flemar y levanta la campanilla dej ando libres
las agallas de la inflamación que causan las reumas frías y crudas que
allí se padecen.

98
Los dibujos pues, tanto de uno como de otro manuscrito, son procedentes de
las obras de Guillermo Pizón y Bonti.
(a) "Describe" en Ms. bon.
(b) "En naturaleza" en Ms. bon.
99
Aparece subrayado el nombre, textualmente pone Diatrión peperión.
(c) La frase es más escueta en Ms. bon.: "Su polvo aplicado a la campanilla caída
de la garganta a Ja tercera vez Ja levanta".
146 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[2 1 ] TAMARINDOS REALES

Diferencias entre los dibujos del Ms. B. N. y Ms. bonaerense


El dibujo del Ms. B. N. es de proporciones más reducidas quedando
centrado en el recuadro, mientras que el dibujo del Ms. bonaerense, de
trazos más esquemáticos y groseros sobresale del recuadro perdiéndose
parte de las hojas extremas.
En el Dibujo del Ms. B. N. el penacho superior de ramas y hojas
forma una maraña abigarrada que no es tal en el otro dibujo del Ms.
bon. donde están bien delimitados tallos y hojas. Como en los anteriores
dibujos de plantas, los trazos en estos dibujos del Ms. bon. son más
esquemáticos e infantiles.
El número de hojitas que contiene cada rama varía ligeramente en
uno y otro dibujo siendo ligeramente superior en el dibujo de Ms. B.
N. 1 00.
Aparecen en ambos dibujos tres frutos, en uno de ellos aparece
rota la cáscara. Éstos tienen la misma disposición y aproximada forma
en los dos dibujos.

Pie de lámina

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Tamarindo Reales Ms. Cast.º Tamarindos reales
Ybira yuntay mini Tupí: Yuntai Guarani: Ibaahi

Como puede apreciarse el nombre del género en castellano del Ms.

1 00
Hemos comprobado ambos dibujos y el número de hojas en las diferentes
ramas es el que sigue:

Ms. bon Ms. B. N.


5 3
7 10
12 10
4 5
12 14
9 10
11 11
14 14
11 12
4 4
4 5
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 147

. '

· �t.
1 48 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

B. N. está escrito en singular y la especie en plural a diferencia del Ms.


bon., en que ambos aparecen en plural. La denominación en Tupí del
Ms. B. N. detalla género, especie y variedad mientras que en Ms. bon.
sólo aparece la especie; sin embargo, éste aporta también el nombre en
guaraní del que carece el Ms. B. N.
Dentro del recuadro del dibujo, en Ms. B. N. aparece la palabra
Yutay en el mismo tipo de letra que el pie de lámina, de ello carece el
Ms. bon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 49

[22) TAMARINDOS BASTARDOS

Diferencias entre los dibujos del Ms. B. N. y Ms. bon.


Los trazos en el dibujo del Ms. B. N. son más precisos quedando
centrado en el recuadro. En Ms. bon. las hojas y ramas sobresalen del
recuadro, es este dibujo más esquemático que el anterior aunque no hay
diferencias esenciales con el que nosotros poseemos pudiendo ser perfec­
tamente una copia del otro (en este caso sería el dibujo del bonaerense
copia del de la B. N. que no al revés dado el mayor número de detalles
que éste contiene) o ambos copia de un original común.
El dibujo del Ms. bon. carece de las ramas situadas en el lado
superior derecho en el Ms. B. N., apareciendo el dibujo incompleto o
mutilado, carece pues de la simetría que se aprecia en el dibujo inserto
(B. N.).
El número de frutos no es igual en ambos dibujos, siendo de cuatro
en el árbol que nosotros insertamos (aparte los cinco de la rama que
aparece a la derecha suelta y que sí es coincidente). En el dibujo del Ms.
bon. aparece donde debía estar el fruto, una rama de grosor superior a
las otras.
La plantita que aparece en la tierra que sirve de sustrato al árbol
del tamarindo bastardo, no aparece en el Ms. bon. ya que al estar el
dibujo más aumentado, esta porción de montículo no la recoje.

Pie de lámina:
Ms. B. N. Ms. bon.
cast. Tamarindos bastardo fem. Cast.º Tamarindos bastardos
Tupí: Yutay guazu Tupí Yutai, Guarani, Ibaahi

El nombre en castellano del Ms. B. N. no concuerda, en lo referente


al número, el género con la especie, da el género en plural y la especie
en singular. Indica también el Ms. B. N. que se trata de la planta
femenina. La denominación en castellano, aportada por el Ms. bon., si
es concordante en número el género y la especia viniendo los dos en
plural.
La denominación en Tupí aparece en el dibujo del Ms. comentado
con género y especie, mientras que en el Ms. comparado (bonaerense)
sólo aparece el género. En éste, la ortografia varía en la y final que en
el comentado es griega y en el comparado latina.
El Ms. comparado aporta el nombre en guaraní del que carece el
CARMEN MARTIN M ARTÍN Y JOSE. LUIS VALVERDE
·

1 50

LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 151

nuestro. Esta denominación en guaraní es idéntica a la dada para los


tamarindos reales antes, la denominación en tupí también es igual para
ambos tamarindos según el Ms. bon.

[23] El árbol que da los tamarindos es de muy pequeña estatura a modo del
de las j uj ubas o azufaifas 1 0 1 , aunque algo menores sus hoj as, es de
naturaleza silvestre así como las endrinas 102 de España. Hállanse de
él dos especies el uno más crecido de tronco que es el masculino el
3
cual en fruto y hojas es más diminuto que la femenina 1 0 que es el
primero en estampa, por ser lo que llaman tamarindos reales no sé los
04
halla 1 por estas partes, hasta la ciudad de Santiago de Chile que
dicen los tienen ya domésticos y los crían en los huertos y por ser
estas tierras, del Paraná arriba, capaces de ellos me pareció bien el
poner sus estampas copiadas de las obras de Guillermo Pisón y de
Jacobo Bonti que escribieron en el Brasil. Nacen estos árboles con
abundancia a modo de matorrales o montecillos adonde hay minas de
oro debajo, o disposición de haberlo muy profundo en las entrañas de
la tierra según se ha observado como en el Potosí y Perú, Cuzco y
otras partes adonde sacan.
Echa su fruto dentro de vainas, a modo de las del maní o mandubi
que dicen los indios en guaraní pero mayores y más gruesas, tan
5
agrio (a) tirante algún tanto al sabor acedo 1 0 que turba la más
tenaz (b) y fuerte dentadura del que recién sacado del árbol se atreve
a mascarlo; y por ser tan conocidos en estas tierras no paso a dar las
demás señales suyas.

Sus virtudes

Los tamarindos que llamamos reales, que son aquellos que nos traen
con ciertas barbas a modo de raicej as pegadas a su sustancia, toman­
do dos onzas de su pulpa infusa con infusión de sem y unos granos

101
Textualmente pone asufaizas.
102
Endrina: ciruelo silvestre con espinas en las ramas y el fruto pequeño, negro
azulado y áspero al gusto.
1 03
Pone textualmente femina.
1 04
Pone textualmente ayga.
(a) Ms. bon. pone "agris".
1 05
Acedo: ácido, agrio.
(b) Ms. bon. pone "venaz dentadura" suprime el adjetivo fuerte.
1 52 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

de anís, purga poderosamente la cólera y melancolía por abajo sin


molestia alguna, esto es cuando es necesario purgar semej ante humor
por que si se dieren al que necesita purgar flema no sólo hacen
provecho, antes si, causan graves congoj as y parece que toda su
sustancia se convierte en ventosidades que ponen al paciente en
términos de ahogarle con el vientre tan tenso de ella que se parecen
a los de hidropesía timpanitis 1 06 antes de morir, y así doy este aviso:
que siempre se corrij an con semilla de anís o de hinojo o de cominos
que así obran sin molestia alguna. Mixtos los tamarindos con el
ruibarbo y sen, es única purga a los que padecen fiebres pútridas y
ardientes, ellos solos en infusión de agua fría con un poco de azúcar
tomadas por refresco, clarifican la sangre, quitan la sed a los febricitantes,
y restauran el apetito perdido y reprimen con eficacia los incendios
de la cólera y sangre, requieren usarse en poca cantidad en estas
tierras tan cálidas y húmedas por estar el calor natural tan flaco y
diminuto por lo cual, al que más, no he pasado de tres onzas de su
pulpa cada vez, y no es bien repartirlos a menudo, esto es, muchos
días areho w7, que, usados con discrección, son única purga para
todos los de humores adustos 108 y muy coléricas para los que padecen
flema salada y melancolía hipocondríaca que provienen de humores
gruesos y tenaces requemados y cierto tengo de ellos sobradas expe­
riencias en estos casos: hecha la purga y la preparación en la forma
siguiente:

[24] Por tres o cuatro días doy al enfermo onza y media de / jarabe de
fumosterre 1 09 y una de j arabe de borrajas con cuatro onzas de agua
de endivia a la madrugada, caliente o frío, según el tiempo, al cabo
de ellos el último día por la tarde infundo las cosas siguientes: En seis
onzas o en ocho de agua de fuente hirviendo, se pone unas dos hojas
de raíces de borraja, media cuarta de sem, media dracma de culan­
trillo, 40 1 1 0 pasas de sol sin sus granillos (a) cuanto anís o hinoj o
cabe entre las yemas d e tres dedos. Quede todo esto como credo y
medio, y bien tapado se dej a enfriar y después se cuela y exprime
medianamente, y volviéndolo al fuego, le pongo pulpa de tamarindos
dos onzas y calentándolo a fuego lento, hasta que quiere volver a

106 Timpanitis hinchazón de alguna cavidad del cuerpo producida por gases o
=

ventosidades y en especial abultamiento del vientre por esta causa.


1 07 Pone así textualmente, Ms. bon. Quintana pone "areo". Areho = alternos.
108 Figuradamente significa austero, desabrido.
109 Textualmente pone famusterre = fumaria.
i w Aparece así expresado en guarismo.
(a) Ms. bon. pone "granos".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 53

hervir, lo aparto y añado polvos de ruibarbo, un escrúpulo, azúcar


onza y media, así caliente lo remuevo muy bien y vuelvo a tapar
dejándolo en infusión toda aquella noche, y al amanecer se vuelve a
calentar y se cuela a paño ralo o cedazo, exprimiéndolo muy fuerte­
mente; y así caliente, se da al enfermo al amanecer o antes del día,
no dej ándole dormir ni tomar cosa alguna, y si se repite cada tres
semanas o mes, en días electos en purgar, es el más único remedio
que tengo experimentado para enfermedad que así al médico como al
enfermo suele traer al retortero sin haber forma de alivio con otras
varias purgas o sangrías.
Téngolos por fríos en el principio del tercero grado y secos en el
principio del segundo, esto es los que nos traen del Perú que vienen
sin sal, que los que en España llevan de Levante, por venir salados,
pierden mucho de su natural frialdad y adquieren más sequedad, por
lo cual vemos los ponen de remoj o hasta perder la sal que traen, y
así aquellos, digo son fríos y secos en el medio del segundo grado.
1 54 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V A LVERDE

(25] GUAYACÁ N O PALO SANTO

El dibujo, como puede apreciarse, es un motivo del árbol completo.


En Ms. bon. aparece este motivo en el mismo recuadro del árbol
completo, como detalle del mismo, identificándolo con el nombre "es­
tampa l . ª " (a). Comparando ambos, el del Ms. bon aparece mutilado
respecto al Ms. B. N. careciendo de las ramas superiores que vemos en
éste.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Guayacan, o palo Santo negro Cast.º Guayacan
Guaraní ybira atay Guarani Ibira ehé

El dibujo adjunto aporta en la parte superior el denominativo Ybira


e é sinequatacum. De ésta carece el Ms. bonaerense. ¿Puede identificar­
se esa e e con ehé del Ms. bon. ?

(a) En Ms. bonaerense esto es indicativo, a nuestro entender, de lo que antes se


ha afirmado que es una copia de autores conocidos. En el supuesto de que el Ms. B .
N . también l o sea, es desde luego más fidedigna e n esta lámina y a que la desglosa e n
dos a l igual que l a original.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 55
J 56 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VAL VERDE

(26] GUAYACÁ N O PALO SANTO

Este dibujo tan completo poco tiene que comparar con el de Ms. bon.
solamente los trazos de las hojas y la disposición de los frutos.
El de Ms. bon. como ya hemos apuntado antes, recoge en el mismo
recuadro el árbol y el detalle de la rama. El árbol aparece mucho más
reducido que el de B. N. careciendo de la vaina y de la semilla que éste
presenta en la parte inferior izquierda.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast. Guayacan o palo santo negro Cast.º Palo Sto. negro
Guaraní lbira ata ve! hipoti? Guaraní: Ibira Ucai. Algarrobilla

Como vemos la denominación, tanto en castellano como en guaraní,


que recoge el Ms. B. N., es la misma en ambas láminas. No así en el Ms.
bon. que recoge dos denominaciones en guaraní.
En el Ms. bon. la denominación no aparece precisamente a pie de
lámina sino arriba y expresando que se refiere a la "2. ª estampa ".
En Ms. B. N. debajo de la semilla aparece la denominación que le
identifica. Igualmente al margen izquierdo pone: ésta es Ybira Ucay
segunda especie.

[27 ] Cuatro diversas especies de guayacán he hallado en estas tierras, dos


en Tucumán y otras dos en estas misiones. La primera en Tucumán
le llaman los españoles guayacán y los indios quiebra hacha 1 1 1 por su
2
gran dureza, la cual llama el guaraní lbirá-ucai húbae 1 1 , es cierta
especie de algarrobo negro, la segunda especie que hay en Tucumán
llamada Tarco que en guaraní llaman 1 1 3 , el tercero que es el que aquí
doy por estampa llamado en guaraní y en tupí Ybira e e (a), y de éste
es el que he usado en Medicina y es el propio que en España he usado
y visto usar llevado del Brasil. La cuarta especie de Palo Santo es el
que en Tucumán nos traen del Chaco, cuando van a corredurías o

111 Textualmente pone quebra acha.


1 12 El subrayado es del manuscrito.
1 13
No aparece el nombre. En Ms. bon. tampoco.
(a) Ms. bon. transcribe "Ybira ehé".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 57

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158 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ L U I S VALVERDE

malocas democobies 1 1 4 ; y los del Paraguay nos lo traen cuando van


a las de los guaycurús (a) el cual es muy aromático y resinoso; estoy
esperando sus ramas y modo de dibujo para decir algo de sus admi­
rables virtudes, si me la traj eren podré dar su estampa. Advierto que
el indio de estas misiones de los cuatro diversos árboles, al menos a
tres llama biraucai 1 1 5 pero sólo en medicina se ha de tomar el negro
de corazón que es esta estampa segunda que cierto es guayacán 1 1 6
seguro, como he sabido en Tucumán sanaron varios que lo tomaron
y lo mismo en Santiago del Estero. El llamado Tarco, aunque lo tengo
por sospechoso guayacán 1 1 7 por no hallarse en él las partes que tiene
el guayacán, pero en la hora de curar gálico, dado que no lo sea, es
eficaz y hasta las llagas de partes vergonzosas curan con sólo el
lavatorio del cocimiento de sus hojas o con los polvos de ellas con
admiración según me han informado varios.

Sus virtudes

El cocimiento del guayacán bebido por largo tiempo cura la llaga de


los pulmones mejor que otro remedio alguno como lo tengo por
experiencia así en mí como en otros muchos que de asistir (b) a
visitarlos la contraj imos en el colegio de Córdoba y viéndome ya
como desahuciado, revolviendo libros y autores para curarme, hallé
en Riveiro como Aschencio (c) insigne médico en Francia, curó a
muchos con el cocimiento del guayacán por largo tiempo. Riveiro
verbo tisis, Laguna verbo guayacán. Dice curó a 1 7 que con exasperos 1 1 8
echaban los pulmones por la boca hechos pus o materia y viendo yo
las partes del Palo Santo del guay curú y juzgado era mej or que el
guayacán, usé de él y no me engañé porque con mayor eficacia y en
menos tiempo y con mayor firmeza la cicatriza y mej or su resina del
palo; dos onzas hecha menudas astillas, puesto en infusión de diez y
seis cuartillos de agua, y después de doce horas, se pone a hervir
hasta mermar, la cuarta parte; ésta, se toma a las comidas entre día,
no usando de otra bebida alguna y que la comida sea asado y guisado

1 1 4 El subrayado es del manuscrito.


(a) Pone guaicurus el Ms. bon.
1 1 5 El subrayado es del manuscrito.
1 1 6 Textualmente pone guaiacan.
1 1 7 Textualmente pone guayacan.
(b) Ms. bon. intercala "a tísicos" entre asistir y a visitarlos.
(c) Ms. bon. pone "Ascencio".
1 1 8 Textualmente esasperadatos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 59

de camero, aves asadas y guisadas, codornices, perdices, palomas


torcaces, tórtolas, papagayos, faisanes o yacus en su lugar, y en fin
que se guarde de todas frutas menos las ásperas y astercibas como
algarroba, guayabas o arazás de las pequeñas, membrillo con vino y
canela, las frutillas de los mirtos o arrayanes conducen mucho y
[28] semej antes, la goma se toma de cuando en cuando peso (a) / de su
polvo en algún licor, o en dicha agua.
El cocimiento de la corteza o palo de guayacán o palo Santo negro
cura las llagas (b) gálicas de todo el cuerpo con sólo lavarse a
menudo con él y bebiendo al mismo tiempo la agua o cocimiento
atrás dicho, y así mismo los otros tres como dejó ya apuntado,
mayormente el del guaicurú y el llamado Tarco, aunque éste por
bebida no lo he querido usar por no estar en uso de medicina en los
autores, sólo he usado de él en llagas por de fuera con admirable
suceso (c) así en llagas cavernosas como en las manifiestas y en las
del hígado y partes internas he usado de los dos ya dichos que entran
en práctica per intus sucuptiones 1 1 9 por largo tiempo. Cura así mismo
el cocimiento del guayacán lavándose con él a menudo la tiña seca
y postillas de la cabeza y la morfea o mal muerto untándolas antes
y después de lavarse con aceite común: ocaracu mini que es el
tuétano de los nudillos de las manos y pies de las vacas y con éste,
he visto mejores sucesos en dicha tiña seca y también cura con
admiración la tiña húmeda o achoras la lejía hecha de la ceniza de
todo el palo o ramas.
Untándose así mismo antes y después como arriba y a falta de las dos
sirve la orina 1 20 propia acabada de orinar para deshacer el bisco de
las materias, a muchos después de lo dicho les he lavado a lo último
con el agua del palo cociendo en ella unas dos cebollas de azucena
y dos onzas de fumaria y con felicidad a los tres meses quedaran
libres procurando purgarlos y sangrarlos siendo necesario (d); su
goma o resina de los dos, es único remedio a los disentéricos y flujos
de vientre tomando de su polvo una dracma en agua caliente, y si el
fluj o proviene de cólera o demasiado calor, se toma en cocimiento de
rosa seca o de llantén. Si proviene de frialdad y humedad del estóma­
go o hígado, se toma en vino o aguardiente. El cocimiento de la resina
tomadas seis onzas de agua bien caliente al acostarse, reprime los

(a) Ms. bon. intercala "de un real plata" . . . frase de la que carece Ms. B. N.
(b) Ms. bon. pone "llagálicas".
(c) Ms. bon. cierra esta frase ¡ con admirable suceso! entre signos de admiración.
1 1 9 El subrayado es del texto.
1 2º Textualmente pone harina.
(d) Ms. bon. pone punto y aparte y dice "Iten.- La goma o resina ... ".
1 60 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

ahogos del asma mezclándole una media onza de azúcar con (a) otras
cuartas de onza y en fin, mixto el guayacán con la aristoloquia
rotunda, no hay mal francés que no cure todas las enfermedades de
reumas frías, como diré en el capítulo del palo Santo del guay
curu 1 2 1 , aromático, haciendo bebidas magistrales según la necesidad
y sujetos o complicación de morbos.

(a) Ms. bon. pone "cande".


1 2 1 Subrayado en el original. B. N.; n o en bonaerense.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MED ICAMENTOS 161

[29] CA Ñ AFÍ STULA SOLUTIVA

Aparece, como vemos, el árbol completo y un detalle del fruto.


El Ms. bon. inserta solamente el tronco y la primera rama de la
derecha, asimismo recoge en igual posición el detalle del fruto.
Las diferencias entre uno y otro dibujo quedan enmarcadas en las
que ya hemos referido como características a lo largo del conjunto de
ambos manuscritos. Aparte la ya citada anteriormente: Ms. B. N. inserta
árbol completo, Ms. bon. sólo una rama del mismo.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast. cañafistola solutiva cast.º Caña fistola solutiva
Guarani. Ybope catupiri he ebae Guarani Ibopé catupiri ehebae

La diferencia estriba en la ortografia del nombre en guaraní, siendo


ésta nimia.
1 62 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 63

[ 3 0] CAÑ AFÍ STOLA SILVESTRE

Hermoso dibujo que muestra detalle de una rama con grandes hojas
puntiagudas, y vaina abierta en longitudinal.
Comparando con el Ms. bon., se aprecia en éste la misma disposi­
ción de las hojas en el dibujo, el tamaño algo mayor y los penachos de
hojas más abundantes, de forma que el número de hojas que aparecen
en el Ms. bon. es de 19 y en el Ms. B. N. sólo 17. Las diferencias típicas,
que en la generalidad de estas láminas hemos señalado entre ambos
manuscritos, aquí no están del todo manifiestas siendo el Ms. bon.
prolijo en detalles en este caso.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast.° Cañafistola silvestre Castellano: Cañafistola silvestre
Guaraní : Ybope guasu he ebae Guaraní: Ibope guazu ehebae

La diferencia es sólo ortográfica como podemos confrontar. En el


recuadro del dibujo, en la parte superior izquierda aparece en Ms. B. N.
el nombre Tapiraco ainana que es el nombre que le dan los naturales a
la cañafistola silvestre.
En Ms. bon. no se recoge esta denominación ni se cita en la descrip­
ción de la planta a diferencia del estudiado por nosotros.

[3 1 ] Dos diversos árboles produce esta América de cañafistola, el uno es


el de nuestra cañafistola solutiva que ordinariamente se halla en los
reynos del Perú en Santiago de Chile, Lima y en algunos valles
templados del rigor del frío; la segunda especie se halla a las orillas
del río Paraguay, río arriba, que es la de enfrente, la cual así en figura
como en grandor grosor y aspereza de su caña es muy desigual como
asimismo en el olor y sabor porque despide de sí un olor pesado al
cerebro, el sabor es ingrato 122 entre lo astersivo y amargo en medio
de los dos se percibe un dulce ingrato como insípido del cual adquie­
re la parte solutiva que posee que no es inferior a nuestra casia
ordinaria y casi me atrevo a decir la sobrepuja sino es que por ser
reciente o fresca fuese tan vigorosa porque a la verdad no ha llegado

122
Está tachado aunque puede leerse cómo insípido del qua/.
1 64 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

. -. ..

. :� .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 165

a mis manos hasta hoy la casia solutiva verdadera fresca o de pocos


meses cogida, como l legó la que digo del río Paraguay, haciendo la
prueba en mí mismo de las dos, hallé ser muy inferior la de Chile
pero más emoliente y más grato al estómago su pulpa 1 2 3 .
Tiene la cañafistola de estas tierras las hojas largas, del largor de la
caña que está cortada, proporcionadamente anchas, tiende a formar
moharra 1 24 , de lanza puntiaguda del anchor de dos dedos, la flor en
la punta de los ramos a modo de espiga aracimada, de unas florecitas
muy encamadas como también lo son las venilas que componen la
hoja, mayormente la de en medio que va a lo largo de ella y las
transversales así mismo rubicundas. Sus hoj as delgadas y suave al
tacto, su fruto es largo de dos codos, del grosor del brazo de un niño
de cuatro años por lo alto del codo, con sus dos costuras como la otra
cañafistola aunque sus sobresalientes en anchor y grosor 1 25 principal­
mente. La mayor que hace como dos repulgos elevados a los lados
como costura de sastre remachada en todo lo anterior, guarda el
orden la cañafistola así en las células o custodias a que está pegada
la pulpa 1 26 como en el color y figura de las semillas las cuales,
proporcionadamente a la vaina, tienen el grandor. Como aquellas y
los tamarindos algo menores, el árbol muy alto y grueso y frondoso.
Su corteza blanquecina a modo de ceniza.

las virtudes de la Casia Solutiva

En tiempo de Dioscórides no se sabe hayan descubierto la cañafistola,


Matiolo que escribió primero que Laguna ya trata de ello y Laguna
en su comentario trae dos diversas cañafistulas. La una con nombre
de birgiliana (a) y la segunda con el de coronaria. La birgiliana es la
de la estampa primera que es la que hoy anda en uso de medicina.
La coronaria tiene el tronco cuadrado, las hojas como las del romero,
su fruto colorado y redondo, el sabor y olor tirante mucho al de la
(32) canela de / donde tomó en su principio el nombre de casia. De todas
ellas la mejor es la que dej o dicha, y de éstas la más gruesa y larga,
maciza o pesada la que no es nudosa o áspera de corteza, la que
tocando una con otra no suenan sus semillas, la que es lucia 1 2 7 por

1 23 Pone culpa.
1 24 Textualmente pone mojara. Moharra es en punta de lanza.
1 25
Textualmente pone grosicie.
126
Textualmente vuelve a poner culpa.
(a) Ms. bon. pone "virgiliana".
1 27
Tersa.
1 66 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

fuera 128 y pingüe por dentro y la que su pulpa es templada, entre calor
y frialdad, y húmeda en el grado primero .
Matiolo dice ser remedio muy seguro en el principio de todas las
enfermedades que provienen de calor porque limpiando el estómago
y vientre es más segura y acertada Ja sangría. Laguna dice clarifica
la sangre, refrena el ardor de la cólera y purga ligeramente Jos
humores coléricos y flemáticos que andan vagabundos 1 29 por el cuer­
po, vientre y estómago. Pero habiendo gran espesura o crasicie de
humores no se debe dar sola sin acompañarla con mirabolanos, rui­
barbo, agárico o escamonea, porque por su lentitud no tiene fuerza de
moverlos a expulsión y quedándose con ellos dentro infiltrada 1 30
causa graves accidentes y torcijones de tripas y estómago y ponién­
dole alguno de los arriba dichos será única purga y dej ará gran alivio,
y de detenerse causa grandes dolores de tripas y ventosidades al
estómago que parece toda ella se convierte en ventosidad.
En la cañafistola lenitiva del pecho, templa el calor de los riñones,
mitiga el ardor de Ja orina, preserva de criar arenas y piedras de
riñones y vej iga, hace dormir a los febricitantes y frenéticos por lo
cual se suele dar de ordinario a Jos que desvarían; mezclada su pulpa
con aceite de almendras dulces y tomada es útil a los que padecen
retención de orina y si se bebe con cocimiento de orozú o hinojo o
anís, hace orinar en breve y limpia de arenas los riñones y vej iga;
tomada con cocimiento de orozú y culantrillo, resuelve las inflamaciones
del pecho y tragadero; es utilísima a las calenturas ardientes, que
desecan mucho Jos cuerpos; untando por defuera las inflamaciones
externas que salen al cuerpo, las cura; principalmente la erisipela 1 3 1
y (a) fuego de San Antón.
Hay autores que dicen que si uno antes de comer tomase de ordinario
tres dracmas de pulpa de cañafistola j amás criaría piedra ni producirá
dolor de estómago.
No se puede dar a los que padecen flaqueza de los intestinos o tripas
ni a los muy lúbricos 1 3 2 de vientre o camarientos porque les es
dañosa su dosis. A los robustos cuatro onzas, a lo menos tres (b) y
a los flacos dos y media (c).

1 28 Textualmente pone por defuera.


1 29 Textualmente pone bagamundos.
1 3º Textualmente pone enfeltrada.
131 Textualmente pone Ysipula.
(a) El Ms. bonaerense dice " ... o fuego de San Antón".
1 32 Lúbrico: resbaladizo. En sentido figurado interpreto diarréico.
(b) El Ms. bonaerense pone la cifra 3.
(c) El Ms. bonaerense pone la cifra 2 y 1 /2.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 67

(a) La segunda que doy por estampa es la que digo hay en estas
tierras del río Paraguay, llamada de los naturales Tapiraco ayuana 1 33
que es purgante pero ingrata en olor y sabor.

(a) De este párrafo carece el Ms. bon. terminando en la dosis Ja descripción de


la cañafistola, no refiere nada de la especie llamada silvestre cuya lámina se inserta.
133 El subrayado es del texto. La ortografia difiere de Ja dada en Ja lámina.
1 68 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

[ 33 ] COPAIBA

El tronco y rama que recoge este dibujo del Copaiba, es lo que


aparece en el Ms. bonaerense estando las hojas en igual disposición y
número. El tamaño de las ramas y hojas está aumentado en este último
por lo que la proporción con el tronco se hace menor.
Diferencias esenciales no existen. La rama objeto de la lámina que
aquí vemos, sale del tronco en vertical, en el Ms. bon. hace ángulo recto
a la salida de dicho tronco. Hojas que en el Ms. B. N. aparecen yuxta­
puestas, en el Ms. bon. están totalmente separadas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Copaiba Cast.º Copayba
Tupi Copayba = copay Guarani: Cupai. Tupi: Copayba

La ortografia varía en la escritura en castellano, de ambos manus­


critos, es idéntica en Tupi.
Ms. B. N. no expresa la denominación en Guaraní.

[34] El árbol de la Copayba no he podido ver hasta hoy día aunque dos
suj etos de los nuestros me aseguraron lo hay en los montes del Jesús
en el Paraná y que los dos, aunque fuera de tiempo, sacaron de uno
muy corta cantidad con sólo picar su corteza. La estampa que aquí
pongo es sacada de las obras de Guillermo Pizón que escribió y
dibujó las plantas de Brasil y dice así:

El árbol de la Copayba es grande, de tronco grueso y alto y muy


frondoso de ramas. Es de corteza casi lisa y cenicienta o blanquecina
mayormente de sus ramas, hace sus flores en el extremo de sus ramas
las cuales abiertas tienen cinco hoj as casi redondas que salen con
cierta canquilla 1 34 o pie no muy largo de su nacimiento de color
blanquecino algo tirante al anaranjado. Su fruto son ciertas piñuelas
o botonci llos muy semej antes a los del ybichingi 1 35 : que dice el indio
guaraní y el árbol muy parecido a dicho ybichingi, así en las hoj as,
flores y fruto como se puede ver pero no en la corteza que es áspera

1 34 Textualmente Ms. B. N. pone canquil la. Ms. bon. pone "zanquilla".


1 35 El subrayado es del texto. En Ms. bon. no aparece tal subrayado.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J 69
1 70 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

la del ybichingi. El modo de sacar la Copayba en abundancia, los


portugueses 1 36 y tupies, es cuando el árbol va brotando sus hojas y
flores por primavera; hacerle un taladro penetrante hasta el medio o
corazón del árbol o con escoplo o barrena gruesa como la muñeca de
un hombre, y en el principio de los crecientes de la luna quitan los
taladros poniendo vasijas acomodadas para recibirlos, y cuando ven
que ya destila poco o nada le dan fuego al árbol a la parte opuesta
del taladro, y con el color del fuego sin llegar a quemar el árbol en
un día sacan copia de él; otros les abren dos y tres taladros, unos a
raíz de tierra, otros más arriba y otros en medio pero este modo de
sacarlo pierde y seca los árboles que raro es el que escapa de este
beneficio; los que les aman se contentan con lo que de suyo destila
para que cada año le socorra y así sacan más ingresos de los dichos
árboles por no ser tan avaros como los primeros que no consideran
a lo adelante ni que hay mañana.
Heme informado de los portugueses y tupíes 1 37 que en el Brasil lo han
sacado y dicen que hay árboles muy gruesos y en tierra pingüe que
en 1 5 138 días llena dos calabozos como dos frascos y más de los
nuestros, de a dos cuartillos de medida mayor.

Sus virtudes

El bálsamo de Copayba es hoy muy conocido y usado por toda la


Europa, África y América 1 39 y con grande estima y subido precio en
el Japón y China 1 40 según estoy informado a causa de sus admirables
virtudes, porque aplicado caliente a las más penetrantes y peligrosas
heridas las cura por primera intención en 24 horas; si dichas heridas
se limpian muy bien, antes de aplicarlo, de todo lo extraño, y se
apuntan con la correspondencia que piden las partes dislaceradas o
cortadas y esto hace con una virtud balsámica templada y benigna
que en todas edades y sexos 1 4 1 es socorro en todo tiempo y circuns-
(35] tancia como lo tengo por experiencia en / casos muy desesperados de
heridas muy penetrantes así de cabeza como de vientre y pecho y en
músculos y nervios cortados. Con sólo calentarlo en una cuchara de
metal haz que hierva y humee, y con unas hilas moj adas en él así

1 36 Textualmente pone portug'.


1 37 Textualmente aparece en minúscula. En Ms. bon. en mayúscula.
1 3 8 Viene en cifras; en Ms. bon. viene en letra.
1 39 Los tres nombres de continentes aparecen en Ms. B. N. escritos en minúscula.
1 40 Japón y China aparecen en Ms. B. N. en minúscula.
1 4 1 Textualmente pone sijos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL A RTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 171

caliente, aplicarlo a las heridas cuanto caliente lo pudiere sufrir el


paciente sin que llegue a quemar, que en tal caso no une herida por
la primera intención, antes si labra el fuego y hace muchas materias.
ltem. Tomadas como cuatro o seis gotas en un huevo fresco y sorbible
bien revuelto y caliente todas las noches al acostarse, es único reme­
dio a los que arrancan sangre y materia del pecho, ahora sea por golpe
o contusión antigua de caída o rodadura, o magullamiento, o por
herida penetrante del pecho o por fluxiones de humor que llegando a
hacer inflamación y abceso viene por esgarro (a) con tos, como en los
asmáticos, pericumonía empiema y semejantes abcesos así del pe­
cho como del hígado y estómago riñones y vej iga, dase también en
agua de escabiosa rosada o vino blanco según la necesidad y circuns­
tancias de los enfermos.
A cierta muj er, con flujo de sangre por la boca, con sobrada tos a
causa de humores muy corrompidos por falta de la regla no bajar con
la acostumbrada abundancia, le di seis gotas en dos onzas de zumo
de llanten clarificado habitualmente caliente, con tal suceso, que ataj ó
e l flujo, cesó la tos y provocó el menstruo, y en tres días estuvo buena
la que por el peligro tenía ya recibidos los sacramentos. Es la Copayba
caliente en el segundo grado y seca en el tercero aunque no falta
quien afirma ser húmeda como el aceite.

(a) Ms. bon. pone "escarro con toz".


J 72 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VAL VERDE

[ 3 6] Á RBOL DE LA YERBA CAAMINI

El dibujo que aparece, rama poblada de hojas y detalle de una hoja


en la parte inferior izquierda es totalmente diferente al representado en
el Ms. bonaerense con una treintena de hojas frente al centenar que
presenta el primero. El detalle de la hoja también es recogido en la parte
inferior derecha. Descansando en sendas ramas aparecen en el Ms.
bonaerense dos pájaros de pico prominente. En el detalle de la hoja, así
como en el conjunto de ellas en la rama, se aprecia en ambos Manus­
critos una nervadura central de la que salen ramificaciones de nervios
hasta el borde de la hoja.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast.º Árbol de la yerva caamini Castellano Árbol de la yerba
Guaraní Ybira caamini Guaraní Ibira Caá miri

Como recogemos arriba, en el Ms. B. N. la nomenclatura castellana


de esta planta es más completa que la de Ms. bon., puede decirse que es
más científica, aunque con la dada por el Ms. bon. queda identificado el
árbol pues es así como se le denomina en la mayoría de los textos.
En cuanto a la ortografia, en Ms. B. N. siempre aparece yerba con
"v " y en el Ms. bon. con "b ". En la denominación en guaraní también
aparece en Ms. bon. la especie separada en dos vocablos caa miri,
mientras en Ms. B. N. está escrito el género Ybira con Y griega (no
latina como en bonaerense) y la especie está escrita con los dos vocablos
juntos caamini y no caa miri.

[37] Virtudes del árbol de la yerba 142

Crió el Todopoderoso en estas tierras últimas de la América 1 43 este


árbol tan hermoso y agradable a Ja vista, como gustoso y provechoso
a sus habitadores. Es el color de sus hoj as muy semejantes a las del
laurel de Europa pero algo menores, crece su tronco más alto y más
grueso, es cubierto de una corteza lisa blanquecina o cenicienta, sirve

1 42 Textualmente pone yerva.


143 Textualmente lo pone en minúscula.
LA FARMACIA E LA AMERICA COLO !AL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAM ENTOS J 73
1 74 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

ésta para refinar los tintes de negro y a falta de agallas y de rasuras


de vino 144 se puede usar de ella así para los tintes y engobes (a) como
para las medicinas emplásticas con que se pretende comprimir, dese­
car, unir y confortar los miembros relajados contusos o quebrados por
ser muy templado su calor y constar de partes calientes y frías; como
el arrayán y así mismo amargas y astringentes de suerte que puede
servir en lugar de aquél, en todo lo que fuera cocimiento pero en lo
que toca a infusiones no, porque tiene en la superficie partes lubricantes
y solutivas, de suerte que puesta parte de noche en infusión de agua
caliente y colada a la mañana y tomada con azúcar, hace cursar de
purga tres y cuatro evacuaciones, aunque es así ingrata al estómago
y le desabre. Socorrió Dios con esta medicina a esta pobre tierra por
ser más conducente a ella que el chocolate, y vino a sus naturales
habitadores, así como lo es el cacao en el Oriente, porque estas tierras
muy calientes y húmedas causan graves relaj aciones de miembros por
la grave apertura 145 de los poros y vemos que de ordinario se suda
con exceso y no es remedio el vino ni cosas cálidas para reprimirlo,
y la yerba si, tomada en tiempo de calor con agua fría como la usan
los indios, y en tiempo frío o templado con agua caliente templada,
pues los que la usan con agua muy caliente y en mucha cantidad lo
yerran y no les hará mucho provecho.
Si se toma muy caliente, conviene ser poca la cantidad, como cuatro
o cinco sorbos, que así conforta el estómago pero no hace regir
porque el agua muy caliente saca las partes térreas y astringentes y
comprime las vías causando obstrucciones y ventosidades molestísimas,
de suerte que dan ansiedades al corazón, falta de sueño y desabri­
miento a los miembros principales causando movimientos de lujuria
y de cólera y melancolía y todo ello proviene de estar tapadas las vías
comprimidas. De lo astringente de la yerba, yo le he visto y curado
en hombres, muy dados a ella con exceso y muy caliente en todo
tiempo, llaman en esta provincia mal de ansias 146 y muchos lo pade­
cen por esta causa, aunque es muy antiguo por otras causas como se
ve por los autores así antiguos. A los indios les es único remedio para
las cámaras de relajación del estómago que es la diarrea o cámaras
blancas tomadas dos o tres veces en agua caliente muy de mañana
[38] dos cucharadas de yerba en / un mate 1 47 y una cuchara de sal
deshecha en dicha agua o mate, después de haber puesto la yerba y

144 Textualmente pone bino.


(a) En Ms. bon. pone "engebes".
1 45 Textualmente pone apercion.
1 46 Textualmente pone ancias.
1 47 Mate: calabaza vacía y seca, que a modo de vasija sirve para usos domésticos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 75

que haya ella dado su virtud al agua, porque la sal comprime la yerba,
de suerte que no da las partes astringentes.
La yerba verde o seca hecha polvo sutil, o la verde machacada, cura
las recientes heridas y socorre a los nervios contusos de ella o
cortados no dej ándoles entrar pasmo: sus hoj as verdes mascadas
arraigan los dientes y muelas que se mueven por corrimiento de calor
y mitiga el dolor.
Socorre soberanamente a los asoleados que, por la fuerza del sol y
trabajo de caminos, se ven en grave aprieto de dolor de cabeza y gran
incendio de la sangre y cólera, en este modo: póngase cantidad de
yerba en un mate grande lleno de agua, la más fresca que se hallare,
o déjenla estar a la sombra medio cuarto de hora en infusión, y al
cabo de él désele a beber al paciente la mitad; y si tiene más sed,
désele la otra mitad y en calentándola en el estómago hágansela
lanzar, y la yerba moj ada que quedó en el mate se le aplique a la
frente y sienes y se le ate con un paño por espacio de hora y media
a dos horas y si del todo no ha vuelto en sí puédesele repetir el
remedio menos el lanzar, que es aprobado remedio.
Asimismo socorre a los atolondrados del humo o fuego de las fomallas
de metales 1 48 y ladrillos y tejas o de cal porque en estas tierras hay
varios metales imperfectos, y en éstos las más veces hay azogue (a)
o vapores muy nocivos al cerebro como es el cardenillo, antimonio,
azogue y otros, y para baj arlos es único remedio el arriba dicho, con
solo mudar una circunstancia y es que la yerba moj ada se ha de
aplicar a los del humo en la mollera y coronilla de la cabeza y darles
más cantidad de agua fría o tibia a beber y que lanzen dos veces a
lo menos y así mismo remudarle la yerba moj ada bien embebida en
agua (b).
Tiénese por tradición antigua en estos países del Paraguay y misio­
nes, la enseñó Santo Tomé (c) a los indios, consta de partes calientes
en el primer grado y de secas en el segundo, tiene algunas frías en
la superficie así como el arrayán.

1 48 Ahí aparece tachada la palabra imperfectos.


(a) Ms. bon. dice: "hay azogue y otras calidades de vapores" ...
(b) Ahí el Ms. bon. intercala la frase: "Tomándola antes de beber impide la
embriaguez".
(c) Ms. bon. pone "thomé".
J 76 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 3 9) Á RBOL DEL ESTORAQUE (Anguay) (menjui o copa! calaminta)

El dibujo presenta gran diferencia con el del Ms. bonaerense. En


principio lo que presenta este manuscrito, no es sino un esbozo, lo
referente al árbol, ya que el detalle de la hoja está completo.
La disposición que presenta el tronco es la misma curvado hacia la
izquierda. A diferencia de la proliferación de ramas y hojas que muestra
el dibujo del Ms. B. N., el bonaerense sólo inserta tres ramas y un total
de nueve hojas cuya forma es la misma en ambos manuscritos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


cast. Árbol de estoraque Castellano: Árbol de Copal o Menjui
Guarani Anguay Ybirapayé= Guarani: Anguai lbira-payé

Como puede apreciarse el nombre castellano dado por Ms. B. N. de


estoraque no lo recoge el bonaerense.
El nombre en guaraní es igual en ambos manuscritos aunque varía
la ortografia. El Ms. B. N. presenta dicho nombre guaraní con predomi­
nio de "y " griegas y el Ms. bon. "i " latinas 149.

[40] El Anguay o por mej or decir el verdadero árbol del benjui o copa!
calaminta hay por todas estas misiones con abundancia, por todos sus
montes y bosques, dotado de grandes virtudes para diversas enferme­
dades tanto que los indios le llaman Ybirapayé 1 50 que quiere decir
árbol de hechiceros; es muy poblado de hojas muy lisas y delgadas
a seis en rama, las cuales todas miran abiertas o medio cerradas al sol
dej ando tapado de él sus ramas y troncos. Es la corteza hermosa, con
ciertas acabaladuras no profundas, hay de este árbol cuatro especies:
uno blanco y muy alto que consta de muy grueso y largos troncos, de
suerte que es madera peregrina para fábricas de grandes iglesias y (a)
tirantes, madera incorruptible fuera del agua, en esta especie hay
masculino y femenino porque el uno fructifica y el otro no. Estos dos

1 49 Hay que decir que el estoraque y el copal son especies diferentes del género
styrax.
1 50
El subrayado es del texto. El Ms. bon. pone "Ibira-payé" separado con guión.
(a) Ms. bon. pone: "para tirantes".
LJ\ FJ\RMJ\CIJ\ EN LJ\ J\MERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J 77
1 78 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

arroj an de sí el bálsamo del Brasil pero más rubio y más fuerte en el


olor.
Las otras dos especies, que es el negro, es más pequeño de tronco y
menos alto, hállase en los Yerbales de la Concepción, el cual picado
su tronco o medio cortado expele la cortadura o talla el perfecto
menjui 1 5 1 , como yo lo he tenido en mis manos como una libra que
me trajo un indio que fue a hacer yerba, y me dijo ser anguay miri
más oscuro, de hoj a y corteza más gruesa y muy pequeña de tronco
y así mismo más delgada, no lo he visto, sólo doy esta noticia; el
polvo de su corteza seca huele a menjuí así quemada como por
quemar, y lo que más es, en partes como en los nudos carcomidos,
se halla el mismo olor en el polvo de su palo cuando se va carcomien­
do de su corteza, después de cortado dos meses puesto al sol y al
agua, que hace un excelentísimo bálsamo para heridas y llagas viejas
en esta forma.

Sus virtudes

Limpias muy bien de la tez áspera de fuera y luego se desnuda del


palo y se pisa a medio quebrantar, y se pone en tacho grande a cocer
hasta que le cubra el agua, y bien caliente se cuela y exprime y su
cocimiento se va subiendo a punto poco a poco hasta tener punto de
bálsamo no muy duro porque con el tiempo no se endurezca. Este
bálsamo es admirable para curar llagas viej as, corrupciones de huesos
liquidándolo con vino o con su cocimiento, puesto con geringuilla en
la tal llaga, de suerte que llegue al hueso. ltem. Dado a beber una
dracma deshecho en vino, cura las cámaras blancas y lo mismo hace
aplicado al estómago por estomaticón para lo cual es mej or el que el
árbol destila de suyo que es muy eficaz en confortar el estómago y
quitar cualquier intemperie fría suya. El cocimiento de su palo dado
a beber cura las llagas internas del estómago, hígado y pulmones
[4 1 ] como e l palo santo oloroso y así mismo / todos los vicios de humor
gálico tan potentemente como el mismo palo santo y no dudo excede
al guayacán en virtud, y es más grato al estómago esto se ha de
entender del mayor, que es el que por aquí hay porque el otro negro
no dudo es más fuerte en virtud del cual no puedo decir más que es
el verdadero menjuí o copa! y así poseerá las mismas virtudes que su
resma.

1 5 1 El manuscrito pone unas veces benjui y otras menjui. El Ms. bon. da las dos
acepciones.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 79

El angay quemándolo, en lugar de leña, cura la intemperie fría del


cerebro y así mismo el zumbido reciente de los oídos, es su fuego de
color de oro y apenas echa humo y lo poco que echa es muy grato
a los que lo reciben así a los ojos como al cerebro y estómago, es
muy amigo del hombre, mayormente su sombra que es muy dulce al
cerebro y sus hoj as muy gratas a la vista, en todas sus partes tiene
resina o bálsamo porque arde como tal puesto en el fuego y su humo
es tan sutil que no es fastidioso.
Su cocimiento dado a beber con miel de abej as abre las vías de la
orina y menstruo, conforta el estómago y cura las llagas o úlceras
internas de los pulmones hígado e intestinos, tomado por largo tiempo
desopila 1 52 todos los interiores miembros que por crudeza y frialdad
padecen (a) como el verdadero palo santo que dicen del aguay curu
o del Chaco.
Sus hoj as machacadas y aplicadas con clara de huevo a las heridas
recientes las cura y une por la primer intención y así mismo dadas (b)
socorre a las contusiones de la carne. El bálsamo que destila de suyo
o cortando en parte es mucho más eficaz que el que artificial pero no
se dej a (c) disolver ni mezclar con licor alguno, pero sí, a todos
comunica su fragancia.

152 Desopilar: abrir, quitar la obstrucción.


(a) Ms. bon. carece de este párrafo, termina en padecen.
(b) Ms. bon. pone: "a las recientes heridas las cura. . . ".
(c) Ms. bon. pone: "pero no se ha de disolver. .. ."
J 80 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

[42] Á RBOL DE LA GOMA ELEMI

El dibujo que aquí se nos presenta es más completo que el de Ms.


bonaerense en cuanto a número de hojas y ramas se refiere. La rama
que sale del tronco hacia la izquierda que aquí tiene siete ramificacio­
nes, en Ms. bon. solamente tiene cinco. En dichas ramificaciones conta­
mos cincuenta y nueve hojas en Ms. B. N. En Ms. bonaerense sólo
dieciocho.
En la rama que sale del tronco hacia arriba, aparecen cinco rami­
ficaciones mientras que en Ms. bonaerense sólo aparecen tres, en ellas
el número de hojas en Ms. B. N. es de dieciocho y en Ms. bonaerense es
de doce.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Castellano: Árbol de la Goma elemi Cast. Árbol de Gumi-elemi
Guarani : Ybirayzi Guarani: lbira-isi
Tupi: ysica riva Tupi Isica riba

La ortografia de los nombres presenta la tónica general ya vista


anteriormente en Ms. B. N. aparecen las "y " griegas; en Ms. bonaerense
"i " latinas. Este último recoge el nombre latinizado en la denominación
castellana mientras que en Ms. B. N. viene el nombre correctamente
expresado en castellano.

[43 ] Dos diversos, en figura de hojas y tronco y fruto, árboles se hallan


en esta América del gumi elemi, es a saber el primero que doy
estampado en la primera estampa que se halla en las cabezadas del
Uruguay y así mismo en el Brasil, el segundo se halla en el Paraguay
de donde, con abundancia, nos socorren de esta admirable forma: Son
frondosos y de madera sólide, aunque dicen no sirve para fábricas por
la mucha carcoma que admite con el tiempo, hay blanco y negro
en (a) dicho árbol.

(a) Ms. bon. pone "de dicho árbol".


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 181
1 82 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Virtudes de la Ysica (a)

Dos diversas ysicas (b) nos traen del Paraguay, es a saber blanca y
negra, la blanca es más bien aromática y templada en calor que la
negra; muy resplandeciente y transparente en sustancia así como la
trementina, la negra es oscura y muy parda de color y así mismo
vehemente y nada agradable su olor al cerebro, y así mismo amarga
y aguda al gusto, pero muy eficaz en calentar, confortar y resolver los
dolores fríos de las contusiones y coyunturas 1 53 más eficaz que la
blanca, aunque ésta no es poco, y así las dos, confortan con deseca­
ción (c) mitigando todos aquellos dolores de las coyunturas 1 54 donde
se ha metido humedad y frialdad. Confortan así mismo la flaqueza de
hígado y estómago, provenida de lo mismo, aplicada a modo de
estomaticón, mezclada con parte de aceite añej o o sebo de toro a
cuatro partes de Ysica y una de lo dicho, es único remedio en la
ciática y en la gota de causa fría, en las pasiones de los nervios y
calambres y en tapar todas aquellas heridas a donde se teme espas­
mos por nervios cortados o contusos o descubiertos porque a las
claras los desopila y conserva su natural temperamento. Lavada la
Y sica en seis o siete aguas que estén tibias y después de lavada
mezclada de polvos de flor de azufre una cuarta a una onza de dicha
Y sica, hechas píldoras del tamaño de garbanzos, tomando de ellas
seis o siete al acostarse, es único remedio a los que padecen llagas
internas del pecho, pulmón, intestinos delgados y gruesos y mayor­
mente a los de llagas y piedras en los riñones, vej iga y vías de la
orina. No falta quien diga que quiebra la piedra de los riñones como
lo vi en cierta receta que vino del Paraguay, de sus virtudes, de mano
de cierto médico práctico de la tierra, pero no he visto en ella tal
efecto. Sí que conforta los riñones y cura la gonorrea que es fluj o de
semen involuntario así mismo reprime la estangurria 1 55 y las purga­
ciones blancas y desopila la matriz.
El cocimiento de su agua bebida a la larga tiene casi los mismos
efectos y socorre a los asmáticos de causa fría.
La Ysica sin mezclar con aceite ni sebo, haciendo pegado de dos par-
[44] tes de Ysica / y una de pez, aplicándola hecha emplasto a la ciática

(a) Ms. bon. pone "Isica" con "i" latina.


(b) Ms. bon. pone "Isica" con "i" latina.
1 53 Textualmente pone "junturas".
(c) Ms. bon. pone "dejecación".
1 54 Textualmente pone junturas.
1 55 Estangurria: emisión dolorosa de la orina gota a gota, con pujo de la vej iga.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 83

por espacio de diecinueve 1 56 o veinte (a) días, es aprobado remedio


mayormente la negra, que como dije es más eficaz, pegada a las
sienes quita la emicrania o j aqueca. Tiene la Ysica virtud especial de
atraer afuera las cosas hincadas en la carne si la mezclan con ungüen­
to amarillo, y de curar las heridas de nervios y sus punturas, mayor­
mente hecha ungüento, llamado gumi elemi. Mixta la Ysica con la
goma gálbano, a las veinticuatro 1 57 horas, sacan fuera todo instru­
mento o astilla hincada en la carne aplicada a la herida, mej or que
otra cosa alguna. Andrés Alcázar escribe y dice del ungüento gumi
elemi es admirable en las heridas penetrantes del pecho y vientre
porque saca las materias y sangre de lo interno por la herida curando
la llaga al mismo tiempo y es así.
El ungüento gumi elemi apenas se puede componer en estas tierras
por faltar algunos de los simples, pero en su lugar me he valido de
la composición siguiente:

Consuelda mayor y menor, de su raíz, de cada una cuatro onzas.


Raíz de díctamo blanco y de lentisco negro, de cada una tres onzas
de sus cortezas.
Hoj as de arrayán negro o sus cortezas, dos onzas.
Rosa seca una onza, todo ello contuso menos la rosa. Se pone a cocer
en un azumbre 1 58 de vino hasta mermar la mitad y dejando enfriar se
cuela a expresión fuerte con la cual se ponen: pez griega dos onzas,
pez de Ávila 1 59 clara y transparente, cuatro onzas, resina de pino seis
onzas gumi elemi o Ysica 1 60 una libra, sebo de toro ocho onzas; todo
j unto se pone a fuego lento hasta consumir el vino y se aparta y
repone en bote vidriado. Este ungüento no sólo sirve a los casos
arriba dichos pero también en las quebraduras de los huesos y gra­
ves contusiones suyas y de los nervios como yo me he valido y valgo
de él.

1 56 Textualmente aparece con número.


(a) Ms. bonaerense pone 1 5 ó 20 días.
1 57 Textualmente aparece en cifras. Ms. bon. también lo recoge en cifras.
1 58 Azumbre: medida de capacidad para líquidos, equivalente a cuatro cuartillos.
1 59 Se refiere al origen de la pez. Dudamos si se trata de la ciudad antigua de la
República del Ecuador, o de Ávila ciudad española.
1 60 Textualmente pone isica siendo la primera vez que aparece así con "i" latina.
1 84 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

161
[45] SASAFRÁ S

Dos láminas recoge el Ms. B. N. del Sasafrás la XIX y XX, mientras


que en Ms. bonaerense sólo aparece una lámina, la IV que recoge los
dos dibujos de las láminas XIX y XX del Ms.
Respecto al dibujo de la primera lámina, la XIX, el Ms. bon. carece
de las ramificaciones superiores y de sus floraciones; de las 5 ramas que
salen del tronco común sólo recoge el Ms. bonaerense las primeras
hojas, no todas las que en Ms. B. N., aparecen en cuanto a la disposición
y forma de ellas si es igual en ambos manuscritos.

Pie de lámina:
Ms. B. N. Ms. bon.
Cast. Salsafras Cast.º Salsafraz
Guarani: Apiterebi Guarani : Apeterebi

la diferencia en el nombre en castellano está en la terminación s


y "z ". En guaraní cambia la raíz "Api " "Ape " y en Ms. bon. aparece
un acento circunflejo que no lo tiene en Ms. B. N.

16 1 Textualmente pone salsa/ras.


Li\ FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS \ 85
1 86 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

1 62
[46] SASAFRÁ S lámina XX

las diferencias con el dibujo del Ms. bonaerense son marcadas.


Comenzamos a diferenciar por la parte inferior de la lámina: el montí­
culo de tierra de donde arranca el tronco del árbol no existe en Ms. bon.
En cuanto a la copa llena de florecitas (según la descripción del
manuscrito), claramente diferenciada de la hojarasca, que representa el
autor con trazos rectilíneos, la diferenciación con Ms. bonaerense es
notoria pues éste carece de las antes dichas florecitas y la hojarasca está
representada con trazos curvilíneos.
la florecilla de la derecha que aquí se representa, cayendo de la
copa del árbol hacia el suelo, no aparece en Ms. bonaerense.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Salsafras Tupi: Salsafraz
Tupi o guarani Huhuiba Guarani Uhiba

El Ms. bon da el nombre de "salsafraz " como denominación en


Tupi, diferenciándose así del Ms. B. N. que da Huhuiba exactamente
igual que para la denominación en guaraní.

[4 7] Hállase con abundancia por todas estas tierras de las doctrinas el


sasafrás (a) que el indio llama apiterebi 163 por los montes y bosques
y a orillas de arroyos, es palo incorruptible en el agua, y fuera de ella
cortado en menguante de luna electa, es aromático y de gusto amar­
go; sus hoj as algún tanto gruesas y muy sólidas con un bayo 164 muy
claro por la haz, y por el envés blanquecinas tersas, a modo de
plateadas con un vello tan sutil que no se percibe a la vista, sólo al
tacto se conoce ser vellosas, en lo alto de sus ramas cae de tanta
copia de flor así mismo blanquecinas y, o, cenicienta y aromática que
es un pomo de florecitas, sus hoj as larguitas y muy densas compuesta
cada flor de cinco hojitas, las cuales pegadas secas a su semilla j amás
se caen hasta que la semilla está en sazón con lo cual se vienen a

1 62 Textualmente pone salsafrás.


(a) Ms. bon. pone salsafraz.
1 63 El subrayado es del texto.
1 64 Bayo: de color amarillento (aplicado comúnmente al pelo de los caballos).
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS J 87

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1 88 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

tierra sin despegarse de ella, la cual semilla, es como un grano de


trigo pequeño algo larga y no tan gruesa como el grano de trigo. Su
tronco crece muy alto, no muy grueso, que el que más engrosase es
vara y media de circuito pero es madera sólida y muy útil para hacer
de ella cuanto se quiere, así para barriles y toneles como para fábricas
y torneros.

Sus virtudes

Es muy celebrado por las más de las naciones así bárbaras como
domésticas, el sasafrás para el mal de piedra y provocar las retencio­
nes y superciones 165 de la orina y cierto es tan eficaz y violento en
esta virtud que es menester no exceder en su tasa porque será expo­
nerse a varios trabajos como son fluj o de sangre por la vía, llagas de
vegija y carúnculas 166 por todas las vías que hay desde los riñones
hasta la punta del caño, como he visto y curado dos veces en personas
que se lo dieron en cantidad muy exorbitante, como cuatro dosis o
cinco de una vez, el modo de usarlo es como se sigue para quebrar
la piedra y curar las llagas de los riñones y vejigas.
Tómase dos dracmas de astillitas muy delgadamente cortadas de las
del corazón del palo, quiero decir no de lo blanco de junto a la
corteza, pónese a cocer en una olla de plata o de barro vidriado, a
cocer en cuartillo y medio de agua y cuece hasta mermar casi la
mitad y al apartarlo del fuego se le echan dos hojas de borraj as o unas
cuantas ramitas de culantrillo estando así por un rato al cabo del cual
esté para poderse beber; se le añade dos onzas de azúcar y se toma
en abrigo porque provoca un leve sudor por todo el cuerpo, puede
pasearse o sentarse en aposento abrigado y si es sujetos flaco de
estómago désele medio cuartillo por la mañana y otro medio a la
tarde, oj o, siempre caliente, que es único remedio en quebrar la
[48] piedra y en expeler 167 la expulsión 168 / pero esto se supone que el
sujeto que toma esta bebida ha de estar preparado con jarabes, san­
grías o purga, según la necesidad que pide la repleción 1 69 con que se
hallare, porque, en cuerpo pletórico, es demás peligro el tomar seme­
jantes diuréticos fuertes que dé alivio, porque abocan cantidad de
humores a las vías junto con la piedra o arenas que del todo tapan y

1 65 Textualmente pone superciones.


1 66 Carúncula: carnosidad eréctil.
1 67 Textualmente pone pe/er.
1 68 Textualmente pone aespulsión.
1 69 Repleción: calidad de repleto.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 89

sofocan y en breve se sigue la muerte; estas bebidas se toman según


las fuerzas del enfermo, o interpoladas o consecutivas y así se dej a
siempre a la discreción y buen juicio del que cura. lten para curar con
más seguridad las llagas o úlceras de los riñones y vej iga, se puede
mezclar o poner raíces de achicoria dos onzas a cocer con lo arriba
dicho.
El modo con que yo la he usado con uno que padecía este mal es
como sigue: sasafrás dos onzas de sus astillas algo gruesas puestas a
cocer en un tacho 1 70 estañado o en olla limpia o vidriada en dos
azumbres 1 7 1 de agua con cuatro onzas de cortezas de raíces de
achicoria, cuecen los dos igualmente hasta que las raíces muestren
estar torcidas y entonces se aparta y de esta agua se toma por la
mañana un vaso caliente con un terroncillo de azúcar, y por la tarde,
como a las cinco, otro vaso no lleno y usando esta agua por 1 5 días,
después, se toma sola de apiterebi que es la simple que se hace
echando a las dos onzas de apiterebi seis azumbres de agua y que dé
un hervor o dos, como tres credos: puédensele echar unas cuantas
cortezas de raíces de achicoria o unas dos de borraja y ésta, apartada
del fuego, dejarla enfriar en su tinaj a echando dentro dichas astillas
pero no las raíces, de esta agua se bebe la necesaria así en las
comidas como entre días.
Es probado remedio para curar la úlcera de riñones y vej iga porque
mundifica y encama con admiración dichas llagas y continuado por
largo tiempo las encora 1 72 •
(a) No hagan este cocimiento en cosas de cobre ni latón por limpio
que esté porque adquiere lo corrosivo del cobre y entonces es muy
dañoso a lo interno, y violento a las llagas; es caliente en segundo
grado y seco en el tercero.

1 70 Tacho: vasija de metal, de fondo redondeado, con una o dos asas y que se usa
en América como utensilio de cocina.
1 7 1 Azumbre: medida de capacidad para líquidos, equivalente a cuatro cuartillos.
1 72 Encorar: criar cuero las llagas.
(a) Ms. bon. pone " ¡ ojo!". En Ms. B. N. está fuera del margen algo borroso.
1 90 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[49] Á RBOL DEL ANIME

Muestra este dibujo el árbol completo, con hojas y flores así como
un detalle de la hoja donde apreciamos gran nervio central que divide
en dos la hoja y también detalle del fruto en forma de vaina.
El Ms. bon. plasma el mismo dibujo aunque con menor número de
hojas y flores. Son precisamente las que en este dibujo están dispuestas
en el plano posterior, las que no recoge el Ms. bon.
En Ms. B. N. aparecen 23 hojas, más las dos que componen el
detalle. En Ms. bonaerense sólo aparecen 17 más las dos del detalle.
Siete flores (a modo de bellotitas puntiagudas) recoge el Ms. B. N.,
y seis el Ms. bonaerense.
En relación al total del dibujo, los detalles, tanto de hoja como de
fruto, son mayores en el Ms. bonaerense que en el que estudiamos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Árbol del anime Casi.º Árbol del Anime
Guaraní: Yatayba Guarani Yataibá

la denominación castellana es idéntica en uno y otro manuscrito. En


guaraní, también es coincidente la nomenclatura aunque no su ortogra­
fia que en Ms. B. N. escribe en ''.Y " griega y en Ms. bon. con "i " latina.

[50] El árbol que en el Brasil destila aquella tan suave y aromática goma
o lágrima que los portugueses l laman ánime, se halla en el Paraná en
los montes de Ytapua y en el Jesús (a) y en el Paraguay; son dos
especies muy parecidas en todo menos en el color de las hoj as que
el uno las hace más blanquecinas y algún tanto más delgadas que
pienso sea la hembra, y el más oscuro de hoj as el macho. Es árbol
alto y muy coposo, con muchas y muy compartidas ramas, su corteza
del tronco y ramas muy gruesas es algo áspera y como sarnosa de
color claro ceniciento; la de las ramas delgadas, es tersa y lisa
verdosa; sus hojas de dos en dos y siempre en las puntas de las ramas,
más anchas de Jos lados de afuera que los de adentro a donde se

(a) Ms. bon. pone: "en los montes de Ytapua, en el Jesús" . . .


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 191
1 92 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

juntan, esto es, de la compartición que hace la vena o nervio que la


parte por medio.
Su flor es cierta piñuela puntiaguda y tierna, a modo de aquellas
vainitas de las judías o frisoles cuando comienzan a crecer, las
cuales, poco a poco van creciendo y ensanchando como dos dedos de
ancho o dos y medio de largo del dedo pulgar y al querer sazonar se
pone aquella vaina dura y fuerte con cierta sustancia tirante a color
encamado claro (a) a modo de aquellas de los tamarindos o cañafistola;
cuando verde, es de sabor amargo y astringente pero al sazonar se
vuelve de sabor de harina algo dulce, de suerte que es muy buen
sustento a falta de pan o maíz; echa de sí por primavera y sin ser
herido, su goma, por ciertos poros a modo de verrugas o tolondrones
que él de suyo abre, el oloroso ánime, el cual viene en abundancia
cayendo por el tronco hasta parar sobre la tierra, hasta sus mismas
raíces y aun de éstas suele salir, de aquella que están sobre la tierra
descubiertas, cuando va goteando, si llueve de ordinario se disuelve
y deshace esta goma, pero si hace tiempo seco se logra toda ella que
después de seca no se dej a deshacer quedándose blanca, y muy
transparente, así como el ámbar de cuentas; algunas veces, se ve
alguna de ella que tira al color amarillo, muy densa y vidriosa más
que la almáciga e incienso, y muy semejante al sucino 1 73 en su
dureza, la cual quemada despide de sí un olor muy suave y grato al
cerebro, corazón y ventrículo, de suerte que es de los más suaves
olores y gratos a toda la naturaleza humana de cuantos hasta hoy he
visto en simple alguno, porque con ser muy suave, es muy conforta­
tivo del cerebro. Sácase en abundancia sajando su corteza.

Sus virtudes

El ánime (b ), administrado en perfume bien abrigado al cuerpo, quita


y cura el dolor de cabeza que procede de vientos fríos o mojaduras
de tormentas de (c) granizos, y así mismo es remedio soberano en dar
[5 1 ] alivio a los varios accidentes que / produce la intemperie fría del
cerebro cuando ya es incurable tomando sahumerio: con una parte de

(a) Ms. bon. intercala ahí la frase: " . . . y en medio tres o dos pepitas relucientes de
color castaño claro . . . .
"

1 73 Textualmente pone sosino. Ms. bon. pone socino. Nosotros hemos transcrito
sucino por creer que se trata del ámbar amarillo, común o cetrino también denominado
sucino.
(b) Ms. bon. pone mayúscula "Anime".
(c) Ms. bon. pone "de tormentas y granizos . . . ".
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 93

romero seco, otra de incienso macho y dos de ánime, molidos los dos
y mezclados, puestos sobre brasas y recibiendo su humo desde los
pies a la cabeza abrigado y tapado todo el cuerpo puesto en pie con
sábanas y frezada 1 74 dej ándole sólo la camisa puesta para que mejor
penetre el humo por los poros, y habiendo recibido por espacio de
tres credos el humo, sin que se salga por abajo, se deja así arropado.
Echar en la cama abrigándose los pies con un paño caliente y echán­
dole otra frezada encima de todo, se dej a sudar hasta mojar la camisa
y sábanas y al cabo, se muda camisa sahumada con sólo romero
dej ándole aquel día y el siguiente con suficiente abrigo. Quita todos
los extremados accidentes y retrahiciones con dolor que de tal intem­
perie son producidos, y si es reciente dicha destemplanza, la cura con
admirable prontitud; cuando llega a tener cuatro o seis meses de
longitud, es necesario sea el sudor más fuerte, de semejante compo­
sición . :
Ánime, media dracma. Copa! e incienso, d e cada uno otra media.
Polvo de bermellón hecho de azogue y no del de mina llamado
cinabrio, otra media dracma (que es peso de medio real de plata),
todo hecho polvo y calentándolo al fuego en una escudilla. Se hacen
cuatro pastillas de ella, se cogen dos sudores, cada uno de una vez
en dos días secos 1 75 , es admirable sudorífico en todos los efectos de
nervios y junturas 1 76 ahora sea por frialdad de los miembros de la
coución 1 77, ahora por reumas crudas y frías o por afectos gálicos
complicados con accidentes de reumas a las súbitas y extremadas
mutaciones de los tiempos y vientos tan contrarios y opuestos como
de ordinario se ve en toda esta América, causa ordinaria de súbitos
y repentinos accidentes y muertes. Tómase este sahumerio como dejo
dicho. Sirve el Yatayba o ánime para todos los emplastos que piden
incienso y almáciga y es "quid pro-qua " 1 78 suyo con gran ventaja, y
así vemos lo piden las composiciones y recetas de las famacopeas;
aplicado a las sienes, su polvo amasado en agua ardiente o vino en
parchecitos, es remedio de los dolores de jaqueca y cabeza. Es
caliente y seco en el segundo grado en el fin de él.

1 74 Frezada o frazada: manta peluda que se echa sobre la cama.


1 75 Textualmente pone areo, terminología antigua que indica sequedad.
1 76 Juntura: articulación de dos huesos entrando el uno en el otro a manera de
clavo.
1 77 Coución: cocción, digestión. Se admitían cuatro digestiones, la primera que se
hace en el estómago, la segunda en el hígado, la tercera en las venas y la cuarta en los
miembros.
1 78 El subrayado es del texto.
1 94 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[52] Á RBOL DEL INCIENSO

Este dibujo que queda recogido es semejante al que presenta el Ms.


bonaerense. El de B. N. mucho más completo. La disposición del tronco,
hojas, fruto y detalle de la hoja es semejante en ambos aunque no
idéntica. En Ms. bon. sólo aparecen dibujadas 24 hojas más la que
aparece detallada; en cuanto a los frutos con forma de bellotas sólo 1 2
mientras que en Ms. B. N. el número de hojas ronda las cuarenta y el
de frutos el medio centenar.
Cayendo del árbol representa Ms. B. N. , dos frutos, uno en posición
vertical, otro en horizontal; en igual posición. Ms. bon. representa dos
hojas de tamaño algo mayor a los frutos antes referidos.
En cuanto al detalle de la hoja, tiene mayor tamaño en relación al
total de la lámina en Ms. bonaerense aunque el número de nervios es
idéntico al representado en Ms. B. N.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Árbol del incienso. Laurel Cast.º Árbol del incienso. Laurel
Guarani : Ayui Ñ andi Guarani: Ayui ñandi

i en Guaraní
Sólo se diferencian estas denominaciones en la ortografa
que uno escribe iniciales de Ñandi con mayúscula (Ms. B. N.) y otro en
minúscula (Ms. bon.).

[53] El Ayui que dicen, y en e l Tucumán laurel, es e l verdadero árbol del


incienso arábigo, según lo que dice Andrés de Laguna, el árbol del
incienso es una especie de laurel salvaje o silvestre por nacer por los
bosques con gran abundancia, el cual a ciertos tiempos del año saj an
o cortan a trechos y luego comienzan a destilar el incienso y como
se va congelando lo van recogiendo: palabras de dicho autor.
Hay dos diferencias de Ayui. Uno que el indio llama ayuí ñandi
porque sus frutillas tienen copia de aceite que es el que dejo estam­
pado, otro llamado Ayuine, porque herido o cortado yede a excre­
mento humano, de suerte que apenas se puede sufrir un bastón hecho
de él en un aposento cerrado; como a mí me sucedió viviendo en
balsa por río, que cierto palo de lanza que habían los indios hecho
recién cortado y pelado, me tuvo todo un día engañado hasta que
viéndome inquieto buscando la causa del mal olor me desengañé y
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 95

-- - -- - _ _ _ ___________....
_ .._ __.
__ __
1 96 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

conocí ser eficacísimo remedio para en tiempos pestilenciales preservarse


con el olor de su humo y del mismo palo en los aposentos y creo que
aplicado al estómago emplasto de sus cogollos hechos tortillas con un
par de huevos batidos y fritos poniéndole al freírlo unas gotas de
vinagre, quita las ansias y angustias del estómago y por consensun 1 79
socorre el corazón y cerebro, es aprobado. Echa un fruto redondo y
grueso sin tener aceite, éste no sé que sea de incienso, pero el ayui
ñandi el mismo Jo dirá porque echa dos frutos, el primero tiene figura
de bellota de los alcornoques y mucho aceite así como Ja aceituna 1 80
pequeña, aromática y muy verde; el segundo fruto es a modo de
piñitas macizas, otras como cornezuelos 1 8 1 y otros redondos, no
guardando figura igual como el primero, esta segunda fruta suya seca
y molida, cogida en sazón, su polvo y al molerlo, tiene olor muy
subido de incienso tuve muchos deseos de herir su corteza en tiempo
de comenzar 182 Ja primavera de otoño y abril 183 pero no por no tener
modo lo dejé y así hágalo el curioso que tuviere lugar y estación fij a,
que no dudo lo cogerá.
El Ayuiñandi es madera muy buena para tablas y palos tirantes y en
todo Jo que no es estar en el agua o tierra, porque no es de aguante,
al contrario, al humo es incorruptible pero muy fácil de pegar fuego
como Jo es toda su leña por el licor que posee en todas sus partes,
hasta en las hoj as. Juzgo ser caliente en el primer grado y a lo sumo
en el principio del segundo y húmedo templadamente.

Sus virtudes

El aceite sacado de las bayas 184 del laurel, del modo con que se saca
el de las aceitunas, es único en resolver y quitar dolores de frío y
[54] tumores de congestión y en desopilar / los nervios que por alguna
frialdad o crudeza se han encogido, y el más fresco es más eficaz en
dilatarlos si se aplica caliente o tibio sobre ellos y bien abrigada la
parte.
Socorre con admiración a los de cámaras por humores malignos y
corrompidos o envenenados, como son las que se originan de la
fiebre maligna y pestilente, untando el vientre y estómago por de

1 79 Así lo pone el Ms. B. N. textualmente.


180
Textualménte pone aceina.
181
Textualmente pone cornecuelos.
1 82
Textualmente pone menfar.
1 83
Interpretamos otoño y primavera.
1 84
Textualmente pone cayas.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 1 97

fuera y abrigo. A falta de su aceite, o por no poderlos sacar puédense


tomar sus bayas verdes, y si éstas faltan sus cogollos y sus hoj as más
tiernas, y machacadas cantidad de ellas se pongan a freír a fuego muy
lento por espacio de dos horas, y bien secas o muy fritas estas
primeras hoj as en aceite o manteca de puerco, o en caracúmiri que
es la caña o médula de los huesos de las manos y pies de la vaca, a
falta de las dos arriba dichas, fritas las primeras hojas y bien coladas
y estrujadas del aceite, se vuelvan al fuego como las primeras y se
dej en así enfriar por espacio de 24 1 85 horas y al cabo de ellas se
caliente y cuele y guarde para el año, es único remedio en las
lombrices de los niños untándoles el estómago y vientre cuando de la
leche se les engendra.
No tengo experiencia de su uso por lo interior pero no dudo será muy
eficaz tomadas hasta doce gotas en caldo o agua caliente así para las
cámaras como para las lombrices por conocer ser muy grato al
estómago y por temor he dej ado de averiguarlo. Y también quitará los
molestos flatos crudos y dolores ilíacos porque es muy anodino junto
con ser resolutivo.
Sus bayas verdes y machacadas muy sutilmente, fritas en grasa o en
manteca de puerco con unos huevos hecho todo tortilla, es admirable
estomaticón cuando hay cámaras por flaqueza de estómago o por
lombrices o lientería 186 (que es salir la comida como se come) es
aprobado remedio.
Sus segundas bayas que son las macizas hechas polvo en dadas en
vino a beber, quitan el dolor de estómago y excitando el apetito,
deshaciendo los humores crudos que le dañan, del mismo modo que
lo puede hacer la triaca y pienso que una dracma de dicho polvo
tomado en ayunas o al acostarse con vino, es único remedio para las
cámaras de sangre, de los indios, que proceden de gusanos chatos por
su amargor y estipticidad 187 • No dudo socorre su unción a la gota de
causa fría por ser muy adecuada, mayormente si le mezclan con la
ysica o trementina del Paraguay porque además de mitigar el dolor
fortifica las partes relajadas y las calientes y abriga, con no sé qué
confortación muy suave, es probado.
Su flor posee un olor muy confortante al estómago y cerebro, no du-
[ 55] do será muy eficaz / su agua destilada no tengo experiencia de ella
por no haberla sacado, es poco mayor que la del guabiyu o arrayan
montano. Esto es lo que he podido rastrear de este árbol, cierto muy

185 El subrayado es del texto. Ms. bon. lo pone en letra.


186 Lientería: diarrea de alimentos no digeridos.
187 Estíptico: con sabor metálico astringente.
1 98 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

medicinal y amiga de la naturaleza humana para que por aquí puedan


otras de mej or ingenio ir con el tiempo averiguando sus virtudes poco
a poco por ser tan peligrosas las experiencias de los simples.
Todas sus ramas, su flor, su fruto o su aceite y cortezas son antídotos
contra la mordedura de víboras y animales venenosos que con sus
uñas o dientes empozoñan e inflaman la carne cociéndola, y macha­
cada aplicarla a las heridas y tomando algo de su cocimiento, es
probado remedio en todo lo dicho.
La corteza de las raíces soterráneas, no las de cerca del tronco sino
las más largas y soterráneas cogidas en menguante de luna, quiebran
la piedra de riñones y vej iga, bebiendo de su polvo dos dracmas en
agua hirviente, dej ándola templar o su cocimiento 1 88 •

1 88 Añade el Ms. B. N.: tomada en ayunas o al acostarse aunque está tachado


con la misma tinta. Ms. bon. sí pone dicha frase.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 1 99

[56) PI Ñ A DE LA INDIA DE AMÉ RICA

El presente dibujo estudiado comparativamente con el correspon­


diente del Ms. bonaerense, se nos muestra más completo, minucioso y
perfecto. El dibujo del Ms. bonaerense es más esquemático, menos
preciso, menos real. A diferencia del primero, las raíces del árbol no son
visibles en Ms. bon. como tampoco lo son los anillos o secciones del
tronco que claramente se observan en este que insertamos.
El motivo de la piña, que aparece en la parte inferior derecha, es en
Ms. bon. más ancho y con pedúnculo rodeado de 7 brácteas, pedúnculo
y brácteas que no existen en éste.
Tanto el motivo de la piña, como los dos que aparecen a la izquierda
de la lámina va con su correspondiente nombre, piña, hoja (la de punta
de lanza) y fruto.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Piña de la india de la américa Cast.º Pino Americano de bálsamo
Guaraní : Curiy Guarani: Curii

Puede observarse que la denominación en castellano es diferente de


un manuscrito a otro. En guaraní sí es igual aunque varía la ortografia
repitiendo la tónica seguida hasta ahora Ms. B. N. usa "y " griega y Ms.
bon. "i " latina.

[57] El curiy (a) de estas misiones y tierras del Paraguay es árbol muy alto
y derecho y bastantemente grueso, de vara 189 de tabla con algunos
nudos, propio árbol para árboles de navíos, cogido en el 1 90 menguan­
te de luna electa en estas tierras, como son la de junio y julio y agosto
porque es su tronco piramidal como hecho a tomo, proporcionado en
la disminución de su grosor con admirable proporción así a su copa
la cual hace como los pinos de España 1 9 1 echando sus ramas en
contorno de su tronco, en cortos trechos a modo de rayos de coche
o carreta de seis en seis y de siete en siete, por rueda, igualmente

(a) Ms. bon. lo recoge con "i" latina.


1 89 Textualmente pone de ba detablacon.. .
1 90 Textualmente pone la menguante. . .
1 9 1 Textualmente pone españa.
200 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

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1
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 201

proporcionados al salir, cerrando con sus ramas una hermosa y piramidal


copa; al remate de ellas echa sus piñas mayores que las del pino de
España, con ciertas espinillas pequeñas y corvas en las cáscaras a
donde da el fruto, el cual es del tamaño que hay en el 1 92 dibuj o y así
mismo sus hojas, todas ellas tienen en la punta una muy sutil y algo
enconosa espina porque en picando arde y escuece demasiado y creo
ser por su calor porque no encona ni envenena como otras, que
poseen cualidad nosciva, las cuales salen del tronco acompañando sus
ramas al crecer y como van creciendo van cayéndose.

Sus virtudes

El pino de estas tierras, hirviendo su corteza y tronco en el mes de


septiembre destila copia 1 93 de bálsamo algún tanto rubro. Al principio
de comenzar a destilar blanco y al fin colorado, tan líquido como l a
trementina d e abeto, este metido e n calabozo así tierno y usado para
heridas, es soberano remedio así en las de huesos descubiertos como
en las de nervios contusos o cortados, porque preserva de pasmos y
convulsiones; puesto sobre el estómago por estomaticón, conforta
toda relaj ación que proviene de frialdad y humedad y ataja la diarrea,
mayormente si se da una dracma de polvo de su resina cocida en
vinagre en un poco de vino o agua caliente, el modo de cocerlo en
vinagre es como se sigue: Cógese resina o bálsamo de pino del que
está ya seco y se muele o quebranta en almirez o mortero como
media libra, pónese en tacho de azofar 1 94 y de cobre estañado y se
le echa una escudilla de vinagre fuerte y se le hace hervir hasta que
merme el vinagre y así caliente se saca y se hacen bolas exprimién­
dolas muy bien del vinagre. Esta masa se guarda para lo que adelante
se dirá.
Este resina o bálsamo preparado con vinagre es único remedio to­
mando un dracma de su polvo en agua caliente o en caldo en ayunas
contra las cámaras que sobrevienen a las fiebres pútridas y malignas
que corre muy de ordinario entre los indios (y aun entre los Padres),
y es contra las lombrices y gusanos; fortifica el estómago y mas-
[ 58] cando / un pedacito hace desflemar como la almáciga en los corrimien­
tos que vienen a los dientes, muelas, encías y paladar y preserva así
su olor como su gusto de los vientos corrompidos que accidentan los

1 92 Textualmente pone que hay dibujo.


1 93 Copia o abundancia de una cosa.
1 94 Textualmente pone acofar. Azofar = latón.
202 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

cuerpos. Sus piñas cogidas tiernas, algo grandezuelas como huevos de


avestruz, medio machacadas y puestas a cocer, desechan de sí una
resina blanca como leche la cual apartada y puesta en las quebraduras
de huesos es admirable remedio para criar el poro y soldarlo. Deja la
tal soldadura tan firme que apenas se conoce y no dan dolores a
vueltas del tiempo como las que se unen con cosas más templadas de
calor y sequedad.
El cocimiento de dichas piñas echado bien caliente en un servicio y
poniéndose sentado sobre él, cogiendo aquel vaho caliente, mitiga el
molesto dolor de las al morranas que provienen de humores salados y
melancólicos y pujos de humores acres y mordaces que se inflaman
al salir por las cámaras.
El polvo del bálsamo sin preparar, sutilmente molido y pulverizado 195
las heridas recientes, las une por la primera intención sin hacer
materias, toma por sahumerio en tiempos de vientos fríos que causan
romadizos 1 96 y catarros, conforta el cerebro y detiene las reumas que
no corren, principalmente si se toma al acostarse y entre día, sin salir
al aire frío y destemplado.
Lo mismo hace con las pobres mujeres resfriadas, cuando la matriz
por falta de calor se sube hacia el estómago o pecho, tomando
sahumerio baj a a su puesto y dej a libre la respiración como consta de
la experiencia.
Sus piñones se comen así asados como cocidos. Son mantenimiento
más recio y dificil de digerir que las castañas pero de tanto sustento.
Es muy templado en calor y muy seco en cualidad.

195 Textualmente dice polvoricado.


196 Romadizo: catarro de la membrana de la nariz.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 203

[59] ARRAYÁ N NEGRO SILVESTRE

Al abordar la comparación de este dibujo con el que presenta el Ms.


bonaerense, se piensa que son totalmente diferentes, pero al detenernos
observamos que el original que sirvió de modelo a ambos autores fue el
mismo y cada cual lo interpretó a su manera. Ms. B. N. más completo,
expresa más exactamente el conjunto del arbusto; Ms. bon. dibuja sólo
una rama con sus ramificaciones primarias apenas esbozadas; las sufi­
cientes hojas para dar idea de su forma, disposición y tamaño y tres
frutos en diferentes estadías de madurez. En Ms. bon., aparece lateral­
mente un motivo o detalle de la hoja, que en Ms. B. N. no aparece.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Arrayan Negro Silvestre Cast.º Arrayan silvestre negro
Guaraní: Guabiyú Guaraní : Guabiyú

El arrayán montano que nos pinta Dioscórides llaman aquí los indios
Guaviypu (a) y en el Tucumán Matto, es el mayor de cuantos hay en
el uso de Medicina como lo dice Andrés de Laguna en su comentario;
hay en estas partes de las misiones varias especies suyas muy dife­
rentes en figura y grandor como son guabiyu guasu (b), guabiyu miri,
añangapiri guasu, añangapiri miri 1 97 y cada una de estas especies se
divide en blanco y negro, de ordinario el negro es más alto y más
aromático y mej or para el uso de medicina, su flor más aromática y
su fruto más confortante y más cordial, úsanlo muy poco los indios
por no saber sus virtudes y modo de usarlo aunque les es muy gran
remedio a su naturaleza y a las enfermedades que padecen, que no
dudo que si lo pusieran en uso desecharían 1 98 la yerba que tanto
estiman hoy. Nace por los montes arroyos y por las campañas a
donde hay minas de piedra o por los cerros de serranía, como por San
Javier y Santa María.
El guabiyú es árbol de mediano grandor y grosor (c) pero muy sólido

(a) Ms. bon. pone "Guabiyu" con "b".


(b) Ms. bon. pone Guabiyú guasu.
1 97 Añangapiri aparece escrito textualmente con la inicial mayúscula.
1 98 Textualmente dice desecharan.
(c) Ms. bon. pone "de mediano grosor y grandor".
204 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 205

y fuerte e incorruptible, excelente para torneros y estatuas pequeñas.


Sus cortezas, hoj as y puntos verdes machacados y bien cocidos refi­
nan y aferran los tintes de negro, mezclados en las tintas. El mej or de
todos es el guabiyu grande negro, el que tiene la hoja gruesa con
espina en la punta y de éste se debe coger el fruto para uso de
medicina y asimismo la hoja, porque es el superior en virtud, aunque
a su falta se puede coger el añangapiri guasu que es mata pequeña
que es la que digo nace en los cerros o a sus faldas sobre minas de
piedra de cobre. Su fruta es comestible y muy amiga de los estóma­
gos tlacos : así la del guabiyú como la del añangapiri mayormente
aquellos que por demasiado calor y humedad se relaj an; cosa digna
de reparo (a), que su fruto a medio sazonar comido y masticando bien
los hollejos 1 99, tragando su zumo, a las tres veces que se hace ataja
la diarrea que son cámaras blancas por relaj ación de estómago siendo
así que consta de más que calor en el mixto contrario de sus facul­
tades o virtudes.

Sus virtudes

La flor del arrayán o guabiyú 200 cocida y hecha conserva, es único


remedio contra los flujos que provienen del cerebro por flaqueza y
relajación del estómago, tomado onza y media al acostarse o antes de
comer y cenar o al fin de la comida con uno o dos sorbos de vino
generoso tras ella; y asimismo, socorre todo flujo de vientre que
provenga de relaj ación de los miembros de la cocción 20 1 sean de
calor o de frío o si se mezcla alguna flor de romero, es único remedio
para todas las pasiones frías de los miembros principales mayormen­
te del estómago hígado y cerebro tomando tras ella agua de canela o
de anís, en lugar de vino o el vino, según mej or se acomodare a la
complexión de los enfermos. Su fruto cogido en sazón y puesto a
secar quitados los granillos y guardado en parte seca, es único reme­
dio en las disenterías tomando por bebida el agua de su cocimiento.
Cogido verde es más eficaz para cuales quiera flujos de vientre así
bebido su cocimiento como echando clísteres o ayudas.

(a) Ms. bon. pone esa frase entre interjecciones " ¡ cosa digna de reparo !".
199 Hollejos: piel delgada que cubre algunas frutas y legumbres. Textualmente
pone a/lejos. Ms. bon. también pone "allejos".
200
Ahí va escrito textualmente guaviyu.
2º 1 Queda aclarado en página 1 93 el concepto miembros de la cocción.
206 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[62] ARRAYÁ N NEGRO MENOR

Las diferencias observadas entre este dibujo y el correspondiente de


Ms. bon. son muchas, dado que este último reduce sobremanera el que
aquí vemos. Comenzando por las raíces, frente a lo prolífico de las
ramificaciones de este dibujo; el Ms. bon. sólo recoge cinco de estas
ramificaciones. Las plantitas que aparecen en el suelo, en nuestra ilus­
tración, no las recoge Ms. bon. ni tampoco los trazos que simulan la
tierra o suelo.
Frente a la proliferación de hojas y frutos que aquí se nos muestra,
en Ms. bon. sólo aparecen siete hojas y cinco frutos correspondientes a
las dos primeras ramificaciones del tronco.
El motivo de la hoja así como el del fruto es igualmente recogido en
Ms. bon., aunque, siguiendo la tónica de dibujos ya vistos, el tamaño de
dichos motivos en comparación con el conjunto, es superior en éste al de
B. N.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Arrayan negro menor Cast.0 Arrayan negro menor
Guarani : Ybahu, Guabiyu miri Guarani fbauh. Guabiyu miri

La diferencia existente es sólo ortográfica en el nombre en guaraní.

[63] El lbahu o Guabiyumiri es la segunda especie de arrayán montano


negro, nace muy de ordinario a las orillas de los arroyos en partes
húmedas pedregosas y así mismo a las orillas de los montes en partes
bajas y húmedas con abundancia. Su corteza es tersa y blanquecina
muy a semejanza del mayor (del arrayán mayor). Sus hojas mayores
y algún tanto más gruesas que las del mayor y sin espina en la punta
y asimismo más húmedas al tacto y más lisas, sus flores blanquísimas
tirante un poco al color amarillo y muchas juntas, a modo de racimo
o pomo. Su fruto es así mismo negro 202 al sazonar pero mucho menor
que el del guabiyu guazu 203 o arrayán negro montano que es el
estimado en Medicina, y aunque pude tratar de las dos especies

202
Textualmente dice negricante.
203
El subrayado es del texto.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 207
208 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

debajo de la primer estampa como lo hago en otras plantas en esta


obra, por llamar el indio ybahu muy de ordinario a toda frutilla negra,
y de éstas hay varias, no quise que se confundiesen en tomar una cosa
por otra, y así mismo por poner algunas virtudes especiales suyas que
piden más extensión y son muy especiales y necesarias en muchos
casos.

Sus virtudes

Además de poseer todas aquellas dotes y virtudes del guaviyuguagsu 204


excepto que no es tan confortante en los casos que piden confortar
calentando, por ser más frío y más astersivo a su cualidad, pienso
posee partes más gruesas y térreas, todavía la experiencia muestra
que en casos de gran ardor y calor, sin ser nocivo en los casos de
frialdad, da mayor y más breve el alivio a las partes dolientes como
es en las contusiones de golpes, en las fracturas y dislocaciones de
los huesos, que ciertamente dej a al mayor muy atrás, y con no
pequeño sentimiento mío, le pongo el nombre de menor porque cierto
pide la ley de la verdad y justicia sea el mayor en el nombre, pues
lo es en las virtudes, pero por no invertir el orden y modo de otros
autores como es Dioscórides (a), Mathiolo, Laguna y otros varios,
como por no invertir el nombre que le dan los naturales que es
guaviyu miri 205 que quiere decir arrayán menor (b). Sucédele a esta
noble planta lo que sucede el día de hoy a muchos hombres en el
mundo, que siendo de virtudes y cualidades muy superiores, aptos 206
para gobernar provincias, repúblicas y reinos, no se hace caso de
ellos por verlos en estado baj o y humilde, echando mano para tales
cargos de los grandes y altivos, muchas veces llenos de ambición y
de soberbia y de otros muchos vicios, como lo muestra la experiencia,
porque con su mal ej emplo arruinan las repúblicas y con sus vicios
corrompen las costumbres, que al valerse de los humildes y al parecer
despreciados todos estos inconvenientes, se evitarán hubiera paz y
tranquilidad y bonanza en los gobiernos. No por lo dicho pretendo
[64] vituperar las virtudes admirables de que es dotado / nuestro arrayán
mayor o guabiyuguasu, si pretendo dar a entender al lector que de

204
El subrayado es del texto.
(a) Ms. bon. pone "Dios Corides".
205
El subrayado es del texto. Ms. bon., no lo subraya y pone: Guabiyu miri.
(b) Ms. bon. cierra entre paréntesis la aclaración.
206
Textualmente pone actos. También Ms. bon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 209

ordinario en las plantas menores y pequeñas y aun en las rastreras y


abatidas al suelo, vemos de ordinario excelentísimas y eficaces virtu­
des como es la contrayerba o tarope 207 •
La acetosa mayor o ybiaguasu, la yerba del pollo que el indio dice
caáyupe (a) el ysipo de culebras o de víboras que tienden sus ramas
y hoj as en la haz de la tierra 208 no sin cierto misterio 209 que parece
las dotó su Autor 2 1 0 con dotes muy superiores como a humildes,
negándolos a muchas muy lozanas y engreídas como altivas y sober­
bias, muy lucidas y lozanas así en flores como en hoj as pero muy
vacías 2 1 1 de virtudes, y lo que es más: es muy dañosa y nociva como
son los floripondios y otros muchos que yo conozco y por sus per­
niciosas cualidades dej o en silencio (b) pues casi todas ellas son
venenosas, que de éstas ni nombrarlas pretendo, porque como dej o
dicho es cierto no conviene porque dado caso que el que lo lee 2 1 2 no
haga daño por su mano, puede hacerlo diciéndolo a otros por modo
de amistad o confianza y con estas confianzas y amistades de ordi­
nario llega la noticia a ánimos crueles y vengativos, de a donde se ha
seguido la muerte de muchos. Yo de solo una planta trato y de ello
estoy casi arrepentido, pero viendo el gran uso que tiene en esta tierra
comer su fruto, me vi como obligado en ley de religioso a decir su
bueno y su mal ( c) que es la planta del buembe ( d) o guembe.
Es pues nuestro arrayán menor poco conocido y alabado en estas
Santas Misiones, único remedio en los flujos de vientre que proceden
de calor como es el flujo de sangre del hígado, la disentería y en toda
fluxión 2 1 3 colérica y sanguínea del vientre por inflamación o replesión
de los miembros internos, tomándose el cocimiento de sus cogollos
bien cocidos en agua, como cuatro onzas de su cocimiento cuatro
veces en las 24 horas 2 1 4 a un cuartillo de agua; se pone una onza de
sus cogollos machacados e hierve hasta mermar la tercera parte,
apártese y déjense las hoj as dentro hasta que se quieran tomar que se
les echa un poco de vino encima, si hubiere gran dolor en lo interno,

2º7 El subrayado es nuestro.


(a) Ms. bon. pone mayúscula, y separado y acentuado "Caá upé".
208 Haz de la tierra: superficie.
209 Textualmente pone no cierto sin misterio.
2 1º Textualmente pone autor.
21 1 Textualmente pone basias. Ms. bon. "vacías".
(b) Ms. bon. pone "ci/encio ".
2 1 2 Textualmente dice lehe.
(c) Ms. bon. pone: "su bueno y suma lo".
(d) Ms. bon. omite esa denominación de buembe, solamente recoge guembe.
21 3 Fluxión = Flujo. Textualmente pone flucion.
2 1 4 Textualmente pone "oras".
210 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VA LVERDE

y un poquito de azúcar; así mismo se echan ayudas (a) del cocimiento


de sus cogollos o cortezas puesta doble cantidad de la materia y al
colar se le añade un huevo batido con clara y una yema o dos, y unos
granos de sal, se echan lavativas que detienen el flujo, cierran las
venas dislaceradas de su corriente y mitiga los dolores refrescando,
confortando todo lo interno, es probado.

(a) Ms. bon. pone "ayuelas". Nosotros transcribimos literalmente entendiendo


ayudas o lavativas.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 21 1

[65] ARRAYÁN BLANCO

El dibujo que nos muestra el Ms. bonaerense, al igual que ocurría


en los anteriores, es bastante más reducido que el que aquí vemos,
procedente del Ms. B. N. La parte subterránea del dibujo queda reducida
en Ms. bon. a las raíces, escuetamente representadas en cuatro ramifi­
caciones. En cuanto al arbusto, la primera rama que sale del tronco
hacia la derecha sólo presenta cinco hojas y dos frutos en Ms. bon.,
frente a las seis hojas y tres frutos que nos muestra Ms. B. N. La
siguiente rama que sale en igual posición aunque ascendente, sólo nos
muestra cinco hojas y dos frutos, frente a las siete hojas y dos frutos del
manuscrito trabajado por nosotros.
La tercera rama, en este lateral derecho, de abajo arriba, poblada
en hojas y fruto se nos muestra en este dibujo, Ms. bon. sólo da seis
hojas y tres frutos.
Hacia el lado izquierdo. Ms. bon. sólo recoge un muñón con un fruto
careciendo por completo de más ramificación ni más hojas.
Los motivos detallados de hoja y fruto que vemos en el lado izquier­
do del tronco del arbusto, aparecen en Ms. bon. aunque de forma
esquemática, exentos de realismo y perspectiva.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Arrayan blanco Cast.º Arrayán blanco montano
Guarani. Añangapiri Guarani. Añangapiri miri

En este caso Ms. bon. da los nombres más completos, tanto el


castellano como el guaraní. Más adelante, ya en el texto, en la descrip­
ción de la planta Ms. B. N. da el nombre completo.

[66] El Añangapiri guasú que quiere decir grande (a), es un arbolito muy
pequeñito (b), su fruto del tamaño de una cereza garafal y a veces
mayor, es el arrayán blanco, hay por los bosques y arroyos cantidad
de árboles mayores que llama el indio añangapiri miri porque su fruto
es muy pequeño aunque el árbol es grande; tiene el añangapiri guasú

(a) Ms. bon. intercala "que quiere decir grande" entre paréntesis.
(b) Ms. bon. pone "muy pequeño".
212 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL:-EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 213

dos especies; una crece una vara y media de alto, y e l otro crece como
una tercia y de ordinario en tierras sobre canteras de piedra o cascaj osa;
el más pequeño es más eficaz en restreñir y confortar, de suerte que
iguala al guabiyú o arrayán negro, aunque no tiene partes tan frías es
más caliente, lo cual se conoce en el olor y sabor y en sus efectos en
curar contusiones y cámaras de relaj ación y de los miembros particu­
lares contusos, como el arrayán pero como más brevedad. Su opera­
ción de donde se saca (a) es más caliente o más sutil y por tanto me
pareció poner aquí su dibujo para que se puedan valer de él por
hallarse más a mano de ordinario y más cercano a pueblos y de
ordinario en las huertas.

Sus virtudes

La frutilla del añangapiri es más sabrosa y de mej or olor que la del


guaviyu, de color anaranjado tirante a colorado con ciertas rayas o
hendiduras a modo de las de las conchas. Consta de uno o dos huesos
y tiene su coronilla a modo de la del guaviyu. Comida conforta el
estómago relajado y restaura el apetito perdido, confortando los miembros
de la cocción. Puédese hacer de ella conserva para guardarlo para
entre años.
Sus hoj as tostadas y secas y hechas pedazos entre las manos, tomán­
dolas como se toma la yerba (b), estanca las cámaras de sangre y las
de relaj ación del estómago mayormente si le echan unos granos de
sal, y es mucho más grata al estómago que la yerba.
La corteza de sus raíces machacadas y bien cocidas, con un poco de
rosa seca, es único remedio en estancar cualquier fluj o de sangre
interno y echada por clister las cámaras, que por acrimonia llagan los
intestinos, añadiéndole unos dos cogollos de romero, cura las llagas
del intestino recto echando lavativas a menudo, pero si la causa es
muy ardiente será mejor en lugar del romero, mezclar llanten o dos
raíces del Ybaguasu que es una especie de acedera.

(a) Ms. bon. pone "se experimenta".


(b) Ms. bon. pone "como se toma la yerba mate".
214 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[67] SÁ NDALO COLORADO

El dibujo que aquí mostramos ha sido comparado con el que mues­


tra el Ms. bonaerense y hemos encontrado algunas diferencias aunque la
similitud de ambos, a grandes rasgos, es patente.
La rama que sale hacia la derecha partiendo del tronco, presenta
seis hojas frente a las nueve que muestra el dibujo de Ms. B. N. aquí
representado. La siguiente rama, hacia la parte superior, presenta siete
hojas mientras el aquí representado muestra ocho; también omite Ms.
bon. el fruto incipiente que Ms. B. N. recoge en el ápice de la rama. En
cuanto a la rama central: Ms. bon. muestra en el ápice tres frutos
completos y cuatro hojas frente a los dos incipientes frutos del ápice que
muestra Ms. B. N., y uno maduro en el extremo inferior de dicha rama;
nueve son las hojas que dicha rama central muestra en Ms. B. N.
En cuanto a la primera rama que sale del tronco hacia la izquierda,
de abajo arriba, el Ms. bon. dibuja trece hojas y dos frutos, y el Ms. B.
N. quince hojas y el mismo número de frutos.
La siguiente rama, hacia arriba, del lado izquierdo, presenta en Ms.
bonaerense doce hojas y un ramillete de flores frente a las catorce del
Ms. B. N. que no dibujó ninguna flor ni fruto en esta rama.
El motivo de la hoja y fruto queda también recogido en la lámina de
Ms. bon. en la misma posición. Respecto a la hoja, se aprecian en éste
siete lóbulos y en Ms. B. N. ocho.
El fruto es similar, aunque el peciolo es más grueso en el dibujado
en Ms. bon., la sensación de perspectiva en éste está menos conseguida
lo que le hace parecer menos real.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Sándalo colorado Cat.º Sandalo colorado
Guaraní . Yuqulripey Guarani: Yuqu·rr'í pe1

La concordancia en la nomenclatura de las plantas en ambas len­


guas, es patente. Sólo varía en el nombre en guaraní la última letra que
en Ms. B. N. es "y " griega y en el Ms. bon. latina (como ocurre en los
dos pies de lámina antes vistos).
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 215
216 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[68] El Yuquiripey es tenido entre los indios (a) por una especie de cedro,
y cierto es muy semejante en las hoj as y tronco pero no en el fruto
ni en la flor ni en el color, olor y vetas de sus tablas porque es más
denso y más colorado y su hebra es trabada y la del cedro lisa. Si
juzgo por sus partes y fruto es el sándalo de estas tierras porque su
olor es de sándalo colorado no tan aromático como aquél que nos
traen del Brasil 2 1 5 ni tan encendido, debe ser por el suelo ser muy
húmedo y la tierra de otras cualidades más ásperas como lo es la de
estas misiones que hasta las hierbas tienen mucho de aspereza y muy
vellosas.
Tiene el fruto a modo de nueces pero en racimos de a 1 2 2 1 6 o más,
en racimo cada nuez. Tiene cinco granos dentro cubiertos en su
túnica encamada, ábrese su fruto en estando sazonadas las semillas,
en cinco partes, cada cual mostrando en medio su semilla. Su flor es
entre encamada y blanca. Su tronco no es tan grueso como el del
cedro ni tan coposo. Es admirable madera, cogida en menguante de
luna, para obras curiosas como son escritorios, cuadros, puertas y
ventanas por ser madera que no admite corrupción de polilla o gusano
después de cortado en buena coyuntura de luna a propósito cual es
en estas tierras la de agosto o de julio.
Sus nueces son muy amargas y abstersivas al gusto y lo mismo sus
granos, las cuales tienen cantidad de aceite, cogidos cuando van
sazonando y puestos algunos días en casa, y al cabo de ellos macha­
carlos y sacar su aceite (como se saca el de nueces o almendras). Este
aceite pienso excede en confortación y astrición al de arrayán para las
contusiones y magulladuras, por ser perfecto aceite de fruto más
abstersivo que el del arrayán por ser artificial hecho con aceite de
olivas.
Yo saqué el extracto de su fruto muy verde y machacándolo, lo puse
a cocer con sus semillas, el cual salió tan aceitoso que por muchos
días estuvo destilando aceite muy verde de adonde colegí la gran
copia que tiene de él (b), estando el fruto tan imperfecto como estaba.
Este extracto o bálsamo apliqué a una dislocación con grave contu­
sión del espinazo y rodilla de un indio que por coger guabiras 2 1 8 se
cayó del árbol sobre piedras, quedando allí casi muerto y a los 1 6 219

(a) M s . bon. pone "Indios" mayúscula.


21 5 Textualmente lo pone minúscula brasil.
2 16 El guarismo y el subrayado es del texto.
217 El guarismo y el subrayado es del texto.
(b) Ms. bon. pone: "del que estando el fruto tan imperfecto como estaba".
2 18 Guabiras: árbol grande, americano, de hojas aovadas con una espina en el ápice.
2 1 9 El guarismo y el subrayado es del texto. Ms. bonaerense lo pone en letras.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 217

días llegó a mis manos con l a dislocación del espinazo, l a cual


reducida y aplicándole los remedios ordinarios era el dolor grave, y
acordándome del estracto que habría sacado volví por él a casa y
se lo apl iqué al día siguiente, quitando lo que primero había pues­
to, lo cual le mitigó los dolores y quitó la inflamación en 24 horas
[69] de suerte / que ya se movía por sí, el que el día antecedente no podía
ni por mano ajena. Sin dar gritos, que es mucho mal en el indio, y
de ordinario mortal, como lo fue lo de éste, pues de allí a 7 días murió
ahogado, de la copia de materia que se corrompió en el pecho por no
haberse sangrado ni tomado cosa que deshiciera la sangre engruma­
da. No me atrevo a decir que el yuquiripey se tome y use de él como
del verdadero sándalo pero doy esta corta noticia para los que quisieren
valerse de él o experimentarlo.
Su fruto verde, machacado es único enxebe 220 para tintes de (a) lanas
amarillos, morados, azules (b).
El aceite y extracto de sus frutas hallo que es mixto en cualidades
porque repele y conforta a un mismo tiempo, pero su tronco es de
cualidad fría así como el sándalo colorado, y pienso que su corteza
posee partes calientes aunque no tanto como el fruto 22 1 .

2 20 Enxebar: Tenninología del obrage de paños. Empapar, detener alguna cosa en


cierto género de l ej ía.
(a) Ms. bon. intercala ahí "de colores".
(b) Ms. bon. pone "amarillo, morado y azul" en singular.
22 1 Este párrafo no aparece en Ms. bonaerense tenninando la descripción del
sándalo colorado en el anterior punto y aparte "amarillos, morados, azules".
2i 8 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

[70] DRAGO

En el estudio comparativo de esta lámina con la de Ms. bonaerense,


la primera diferencia es la posición del detalle de la hoja que en ésta
aparece en el lado izquierdo del tronco. También es manifiesto la mayor
longitud del tronco en dicho Ms. bon. comparado con el Ms. B. N.
La disposición de las ramas es la misma en los dos dibujos. En la
primera rama, comenzando de abajo arriba, de la izquierda, el número
de hojas es coincidente siendo de cinco en ambas láminas.
La rama superior a éste lleva dieciséis en Ms. B. N. y catorce en Ms.
bon. La tercera rama de este lado izquierdo que ahora comentamos
(siempre de abajo arriba) varía algo en su forma y en la disposición de
las hojas, llevando en Ms. bon. en el ápice dos inflorescencias de las que
carece Ms. B. N. , en éste se cuentan quince hojas, en Ms. bon. catorce.
La rama central aparece en Ms. bon. reducida respecto al Ms. B. N.
careciendo del penacho central que aparece en éste; por ello el número
de hojas es inferior, siendo de doce, cuando en Ms. B. N. es de veinti­
nueve.
La rama primera, de abajo arriba de la lámina, del lado derecho
queda tras el motivo o detalle de la hoja que ocupa un primer plano
detrás de ella vemos once hojas, el mismo número aparece en Ms. bon.
aunque dichas hojas aparecen bastante más agrupadas lo que nos hace
pensar que el dibujante de Ms. B. N. dispuso las hojas más extendidas
de forma que fueran visibles por detrás de la hoja del detalle que
aparece en primer plano.
La segunda rama de este lado derecho de la lámina (siempre de
abajo arriba) es idéntica en posición y número de hojas.
La tercera carece de la ramificación que aquí vemos en el ápice así
como de la inflorescencia que recoge Ms. B. N. El número de hojas es
pues inferior en Ms. bon. veinte, frente a veinticuatro en Ms. B. N.
El tronco en Ms. bon. arranca desde el mismo recuadro y sus hojas
apicales rebasan el lado superior de éste.
En cuanto a la hoja detallada en primer plano, ya hemos menciona­
do su posición alterada en uno y otro manuscrito. La representada en
Ms. bon. está dispuesta contactando con la parte inferior del recuadro,
su peciolo sale fuera de dicho recuadro. La forma de la hoja es más
achatada en este Ms. bon. que la que aquí representamos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 219

Pie d e lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Sangre de drago = o tipa Cat.º Sangre de Drago
Guarani Ybira caábera Guaraní Ib "ira caaberá

Ms. B. N. da en castellano una sinonimia (Tipa) de la que carece el


Ms. bonaerense.
El nombre en guaraní es idéntico en ambos manuscritos a excepción
de la ortografia que en Ms. B. N. se recoge con "y " griega y en Ms. bon.
con "i " latina.

[7 1 ] Hállanse dos diversas especies de este árbol, que por su corteza y


tronco, después de herido nos socorre con la sangre de sus entrañas
para que podamos remediar y frenar los desordenados y peligrosos
fluj os de la nuestra. El primero se llama caabera en guaraní que es
el que aquí dejo estampado, el cual nace en partes muy húmedas a
las orillas de los arroyos y ríos. Sus hoj as cuando se van envej eciendo
se tornan de blanquecinas en purpúreas algún tanto vellosas por el
envés. Sus flores asimismo al principio salen blanquecinas y al fin se
tornan cerúleas. Hace en lo extremo de sus ramas las flores y su fruto
son unos cartuchitos puntiagudos con una sola semilla o grano, cada
uno envuelto en una materia vellosa como algodón, crece poco de
alto y su tronco es no muy grueso porque de ordinario se esparce en
tres o cuatro de una raíz o sitio. La segunda especie de este árbol se
halla en la gobernación de Tucumán y la llaman los naturales tipa (a)
de suerte que por lo correoso y fuerte hacen de ordinario los pértigos 222
de carreta de él. Sus hoj as son muy semej antes a éstas y asimismo su
fruto y flores pero no he visto se vuelvan coloradas o cárdenas
cuando se van envejeciendo.

Sus virtudes

La sangre de drago verdadera para medicina es el licor de este árbol


y no aquella especie de bermellón o cinabrio que nos dicen Dioscórides

(a) Ms. bon. intercala ahí la frase "el cual hace su tronco alto, grueso, muy
derecho".
222 Pértigo: lanza de carreta.
220 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 22 1

y Laguna porque además de ser venenosa y corrosiva tiene muy poco


de astringente y así para sacar la sangre de drago es necesario que en
el creciente de luna, a lo último de ella, hagan tallar al árbol en el mes
de julio o agosto poniendo un mate o calabaza para que la recoj a
arruinando a la incisión 223 del árbol que la d a e n abundancia y gran
copia, y dej ándola secar al sol se guarda para el uso de medicina
muchos años, pero la mejor es la más nueva.
Una dracma de sangre de drago, hecha polvo sutil, y puesta en tres
onzas de agua de llantén o de zumo clarificado, bebido en tres veces
por espacio de 24 224 horas, retiene los flujos de sangre que salen por
la boca y sorbido por las narices detiene la que por ellas sale apli­
cando j untamente a las sienes y nuca unos pañitos moj ados en dicha
mezcla. Asimismo retiene el flujo de sangre, lluvia 225 y menstruo
puesto con (a) unos algodones o guedej a 226 de lana limpia cuatro o
seis veces empapada en dicho zumo, aplicándolo a la parte que sale
o echado con jeringa y lo mismo hace en las heridas de venas
cortadas con fluj o de sangre.
También 227 la sangre de drago puesta en la boca o muelas que duelen
[72] por corrimiento así de las muelas como de los / dientes, sacando lo
contenido en la parte lesa por esputo o saliva y comprimiendo la parte
para que no (b) vuelva a recibir, blanquea la dentadura y la fortifica
enj uagándose con ella y restregándola después con paño áspero.
Es fria en el tercer grado y seca en el cuarto.

22 3 Textualmente pone sición.


224 El guarismo y el subrayado es del texto.
22 5 Lluvia: copia o abundancia.
(a) Ms. bon. pone: "con algodones o de lana limpia" . . .
226 Guedeja: torcia larga.
22 7 Textualmente pone ytt Iten.
=

(b) Ms. bon. pone "la parte que vuelva a recibir".


222 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[73] GUAYABA CAMPESINA

Como en otros dibujos ya comentados, el que presenta Ms. bon.


tiene en esencia la misma disposición que el que aquí vemos pero muy
simplificado; en este caso la simplificación llega en Ms. bon. a prescin­
dir de la frondosa copa que nuestra ilustración muestra.
El recuadro se reduce a 1 O cms. de ancho por 1 O cms. de alto frente
al que aquí se reproduce de 1 1 cms. de ancho por 1 5 de alto que se
mantiene en estas medidas a lo largo de todo el manuscrito.
El suelo que en éste aparece dibujado con plantas herbáceas cre­
ciendo en él, es omitido en Ms. bon. 228. En éste, el recuadro lo ocupa, a
la derecha el tronco del árbol con sólo dos ramas, una de ellas con
cuatro hojas y otra con variosfrutos en la misma intersección de la rama
con el tronco.
El detalle de la hoja es semejante no apreciándose grandes diferen­
cias dignas de resaltar.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Guayaba campesina Cast.º Guayabas campecinas
Guarani: Arac;a miri Guarani Araza y bezaetebae

En la nomenclatura en castellano aparece en singular género y


especie en Ms. B. N. ; en Ms. bon. ambos están en plural y "campesinas "
con "c ".
El nombre en guaraní está escrito con cedilla en Ms. B. N. y con zeta
en Ms. bon. El nombre de la especie es completamente diferente en uno
y otro manuscrito.

[74] Estas dos estampas que dejo dibuj adas son las dos especies de gua­
yabas que dij e en el tratado antecedente del arasa o guayaba grande,
nacen por las campañas o campos, la mayor tiene su árbol debajo de
tierra o por mej or decir su tronco, el cual es grueso como el brazo de
hombre fornido, su largor como de tres varas o dos y media y al fin
de ellas esparce sus raíces como los otros arbolitos por tierra (a).

228
En la descripción que sigue, aclara que el tronco de este árbol crece bajo tierra.
(a) Ms. bon. sigue esa frase así: "por tierra y greda: sus ramas son de media vara
de largo y muy espesas y al salir de tierra comienzan a florecer".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 223
224 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Comienzan a florecer y dar fruto con grande copia, de suerte que no


se ve más en su nacimiento que un montón de frutillas que al crecer
se van derribando las unas a las otras o pudriéndose por no tener
lugar tantas en tan corto ámbito como el de una tercia más de cien
frutillas apiñadas y tan apretadas unas con otras que se hacen le­
cho 229 las unas a las otras, las cuales cuando sazonan son del tamaño
de una brucuya de Jos morados o negros. Esta especie de arazas
cogidas verdes son muy eficaces en retener cámaras, echadas por
ayudas, cocidas muy bien con un poco de rosa seca o con hojas de
guabiyu o con hoj as de aguaraybay y bebido de su cocimiento cuatro
onzas al mismo tiempo, haciendo este remedio tres veces cura las
cámaras de sangre y el fluir 2 30 de sangre menstrual excesivamente 2 3 1 ,
echando ayudas por la boca de la madre y tomándolo por bebida y
todo otro fluj o de sangre que salga por Ja boca o vía de la orina sin
peligro de resfriar la parte por ser menos frías que las hortenses de
árbol más secas y abstersivas (a).
Su fruta cogida al comenzar a sazonar o sazonado, comida desechan­
do sus granillos, es único remedio en las fluxiones disentéricas y
flujos coléricos bañándose tres horas después de haberlas comido, si
es tiempo caliente en arroyo, si frío en agua tibia, medio caliente, en
tina dentro del aposento. Su fruto cogido verde y guardado para el
año es quid-pro-quo 232 de las agallas.
Dije que Ja cuarta especie es más pequeña a modo de cerezas garrafa­
les 233 y de más eficaz y más sanas cualidades. Su fruto, y es así como
lo tengo experimentado por lo que me sucedió sobre la colonia de San
Gabriel con Jos indios que fueron por soldados a su desalojamiento.
Hay muy pocas de esta especie por el Uruguay, sólo en tierras de San
Juan y San Ángel se halla, tal cual, por las campañas pero hállanse
muchas por el Paraná y Paraguay el cual fruto así verde como
sazonado es más eficaz y más seguro en Jos casos arriba dichos y a
falta de éste cojo (b) el montés pequeño, que lo hay por todas partes
por ser menos frío y más seco que los demás árboles hortenses.

229
Textualmente pone camas que nosotros tomamos en la acepción de capas
superpuestas o lecho de plantas.
2 3º Textualmente dice flución.
2 3 1 Textualmente dice inmódica.
(a) Ms. bon. pone ahí: "sus virtudes" relativo a lo que a continuación sigue.
2 32 El subrayado es del texto. Quid-pro-quo indica sustitutivo.
233
Especie de cerezas mayores que las comunes.
(b) Ms. bon. pone "tomo".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 225

[75] MOLLE NEGRO DE BÁLSAMO O PARAGUAY

Esta lámina no ha sido comparada con la del Ms. bonaerense porque


no aparece en él, ni dibujo ni descripción.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Molle negro de bálsamo
Guaraní: Paraparay

[76] Descripción

El Paraguay es árbol muy alto y de buen grosor, muy hermoso a la


vista y muy saludable y grata su sombra. Sus ramas salen de dos en
dos de su tronco, opuestas, de suerte que hacen en él una arma con
dos cruces hasta lo último de sus ramas, las cuales remata con tres
hojas como flor de lis. Su corteza es algo rayada pero muy poco, a
modo de la del anguay o ybira payé, muy amarga y muy grata al
estómago su amargor. Ú sanla los indios y se valen de ella para varias
medicinas de enfermedades de contagio o pestecillas de cámaras y
gusanos tomando muy poco de su corteza, vainas tiernas o de sus
cogollos tiernos aunque todo el palo muestra una misma virtud así
como el anguay, hállase por pocas partes y muy raros en los bosques
o capus que dice el indio.

Sus virtudes

De su corteza se saca bálsamo del mismo modo que de la del anguay,


el cual es único remedio en heridas compuestas y en llagas que van
conduciendo por la piel, mayormente, si lo disuelven con vino y
disuelto dicho bálsamo en vinagre fuerte es el remedio para empeines
y costra de la cabeza quitándolas antes con orines o aceites y se hace
también: sus hoj as machacadas o su piel o su fruto muy molido y
puesto unas gotas de vinagre fuerte y volviéndolo a deshacer en el
almirez, a modo de ungüento, y puesto a los empeines o costras de
flema 234 salada las cura con admiración, y lo mismo hace con las
tiñas húmedas llamadas achoras, y mezclándole a dicho ungüento un
poco de aceite cura la flema salada y tiña seca y también la morfea 2 35

234
Flema: uno de los cuatro humores en la teoría humoral.
23 5 Morfea: esclerodermia, enfermedad de la piel.
226 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

.----

/
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 227

o mal muerto que es la segunda especie de lepra que a modo de


escamas se extiende por toda la piel.
Su fruto verde cuando está tierno, machacadas dos de sus vainas y
puestas a cocer con sal, su cocimiento mata las lombrices así bebido
por la boca en cantidad de 4 236 onzas como echado por ayuda.
También 2 37 el fruto o su corteza o el palo cocido y tomando su agua
no muy fuerte de cocimiento, es admirable remedio para fiebres
pútridas que van a la larga, y para preservarse después de mordidos
de animales de ponzoña fría o venenos bebidos, de los accidentes que
con su malicia dej aron intrusos en las partes vitales y miembros de
la cocción 2 3 8 .
Tengo por cierto, es único remedio en el mal francés y destemplanzas
frías del hígado y estómago, y la carcoma o polvo de su palo o corteza
cura las llagas gálicas de las partes vergonzosas, mayormente si se
bebe su agua al mismo tiempo.

236
El guarismo y el subrayado es del texto.
237 Textualmente pone ytt.
238 Este concepto ya se aclaró anteriormente en cita 1 77.
228 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

(77] GUAYABO

Esta segunda clase de guayabas que nos trae el manuscrito, aparece


en Ms. bon. a continuación de la guayaba campesina antes vista. En Ms.
B. N. no aparecen con tal continuidad sino que entre las dos está
intercalado el Molle negro del bálsamo como terminamos de ver.
Ms. bon. sólo recoge del árbol que aquí vemos, el tronco y la
primera rama que sale hacia el lado derecho, ésta lleva cuatro hojas y
tres frutos, tres hojas y dosfrutos hacia abajo y una hoja y un fruto hacia
arriba en igual posición que en este dibujo las vemos. El resto de hojas,
ramas y frutos del árbol es omitido en Ms. bon.
Los motivos de hoja y fruto están detallados en la misma posición
que aquí aparecen aunque, como en otros casos ya vistos, Ms. bon. los
dibuja esquemáticamente, con trazos más propios de bocetos que Ms. B.
N. en el cual hay más minuciosidad y precisión.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Guayabo Cast. Guayabas
Guarani: Ybira Ara�ay Guarani: Arazá guazú

La denominación en castellano varía de un manuscrito a otro en que


en uno está masculinizado y otro aparece en femenino plural.
El nombre en guaraní presenta discordancia tanto de género como
de especie.

[78] Hállanse por estas misiones del Paraná y Uruguay cuatro especies de
arazas 2 39, unas grandes de fruto y otras semej antes a la de la estampa,
otras menores de hojas y frutos pero su árbol es más alto y mayor,
como de seis varas de alto; hay otra especie muy semejante a éstas
pero silvestre a las orillas de los montes por las campiñas. Su fruto,
algo amarillo por de fuera y encarnado adentro. La cuarta especie es
la menor de fruto también silvestre llamada por el indio ara<;a miri 240•

239
Textualmente araras. Ms. bon. pone "Arazas'', así sigue a lo largo del texto,
la cedilla del Ms. B. N. la hace Ms. bon. "zeta".
240
Ara�a miri es el nombre que Ms. B . N . da en guaraní a la Guayaba campesina
vista anteriormente.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 229
230 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Es menos fría que las otras tres especies. Su árbol es distinto en hoja
y figura.
La primera, su árbol crece a modo de matorral echando muchas ramas
en contorno de su raíz, divididas en redondo. Su fruto del tamaño de
un huevo de gallina grande redondo o muy poco piramidal, su flor es
pequeña de hojas y tira a ceniciento claro, de cuatro hoj itas, tiene
virtud estíptica 24 1 mayormente después de seca.
La segunda es menor de fruto del tamaño de peras cermeñas 242 es
más claro de color, tirante a pálido o blanco rosado, es menos fría
y menos agria y menos estíptica que la primera, estas dos son las
que de ordinario se hallan en las huertas y chácaras 243 de los
indios.
La tercera especie es la más abstersiva de todas y es la que digo nace
por las campiñas 244• Su fruto mediano con muchos huesecitos o
pepitas dentro, hay muchas por el Paraguay de estas especies, sem­
bradas por las campiñas, los animales las comen, y en esta especie
hay mayores y menores aunque en cualidad iguales.
La cuarta especie es el arar;:amiri (a) en la cual hay pequeñas de árbol,
y mayores que guindas garrafales de fruto, y de arbolito grande,
grueso como un brazo de hombre menor, el fruto más velloso, sus
hoj as angostas y largas, ásperas y vellosas pero más medicinales que
ninguna de las arriba dichas y de menos pulpa su fruto.
Hállase otra quinta especie pequeña de planta, como media vara,
crece en alto muy fértil de fruto el cual en llegando a sazón se pone
algo amarillo, nace por las campiñas 245 y en gran abundancia sobre
la colonia de San Gabriel de la cual me valí en unas cámaras de
contagio que dio a los campamentos 246 de españoles e indios a los
cuales fue único remedio su fruto comido medio verde, que eran
tantos los que lo buscaban que no lo dejaban sazonar y de sus hojas
hice echar clísteres (b), que es así como la del arrayán de huerta en
España; es muy poca su frialdad, consta de partes frías y cálidas
mixtas (c).

24 1
Estíptico: que tiene sabor metálico astringente. Textualmente pone estítico.
242
Cermeño: Especie de peral, cuyo fruto muy aromático y sabroso es la cermeña.
243
Chácara: en América alquería o granja.
244
Textualmente dice campañas.
(a) Ms. bon. pone: "Arazai miri".
245 Textualmente pone campañas.
246 Textualmente pone reales. Creemos que se refiere a los asentamientos o
comunidades.
(b) Ms. bon. pone "cristeres".
(c) Ms. bon. ahí pone "sus virtudes" refiriéndose a los párrafos que sigue.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 23 1

El araza guasú o guayaba mayor comidas dos o tres de sus frutos en


ayunas conforta el estómago relaj ado de calor y humedad; su flor
cogida y pisada con un poco de azúcar a modo de azúcar 247 rosado
hace los mismos efectos (a), tomando de ella una cuchara llena de
ayunas (b) o al principio o fin de la comida retienen toda fluxión de
vientre colérica o de calor y fortalece el hígado y estómago estraga­
do 248 el apetito.
La conserva de su fruto quitándole muy bien los huesos o pepitas es
remedio eficaz en confortar partes principales relajadas mayormente
las que sirven a la cocción así por frío como por calor con solo una
distinción que cuando es por frío es menester beber un poco de vino
tras ella, y cuando por calor agua; si se apeteciere y sino ella sola.
Téngola para estas tierras adonde se da con tanta ( c) abundancia,
por más sana que los membrillos por no ser tan fría, y los estóma­
gos (por muy flacos del calor y humedad) apenas admiten el
membrillo aún en conserva, doy vino tras ella, y poco, por habérmelo
enseñado la experiencia que en vez de estancar las cámaras au­
menta, y relaja el estómago, como lo tengo por experiencia, restau­
ra el apetito mejor que el membrillo, si se cuecen en agua y con un
poco de vino y canela, se toman al principio de la comida o en ayunas
o al fin de la comida. Puso la divina bondad en estas tierras, tan
pobres de médicos y boticas, y la cría en tanta abundancia, que
hombres y animales se valen de ella para sustento y medicina, tan
propia a sus naturales que no dudo no le convienen los membrillos,
pues aunque haya árboles de ellos y se cuiden muy bien no quiere la
tierra darles frutos, y si les da alimento, para tal cual, es tan desme­
drado que apenas sirve, y se caen antes de llegar a sazón, y el arar;a
le sustenta con tanta abundancia que algunos años da fruto dos y tres
veces al año.
Su fruto cogido verde y guardado para el año es único remedio
para 249 cámaras de sangre cociéndolo muy bien con un poco de rosa
y llanten y hoj as de arrayán y añangapiri y echando clísteres 250 una
o dos veces al día; dicho fruto hecho polvo y dado a beber en agua
de cocimiento de romero detiene las cámaras de calor y de frío y los

247 Textualmente: a�ucar con cedilla.


(a) Ms. bon. intercala ahí "de ella".
(b) Ms. bon. pone . . . "en ayunas llena". . .
248 Textualmente dice destragado.
(c) Ms. bon. pone "con tal abundancia".
249 Textualmente pone pª.
25º Textualmente pone crísteres.
232 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

fluj os de sangre del pecho o estómago y a falta de su fruto, sus


cogollos tiernos. Téngola por fría en el primer grado y seca en el
tercero o fin (a) del segundo.

(a) Ms. bon. pone: "ó al fin del segundo". Tras punto y aparte escribe el siguiente
párrafo del que carece el Ms. B. N . :
" Y o aseguro s u buen éxito, la toma del cocimiento de la fruta verde con u n poco
de romero, y la lavativa que indica; pues con sólo una vez a un pobre mozo lo saqué
mediante Dios de la sepultura. Permitidme amado lector decir fue un milagro, si tus ojos
hubieran palpado me darias el crédito. Fue un flujo copiosísimo de sangre, y la pobre
madre bañada en lágrimas me suplicó a que le recetara algún remediecito, y le enseñé
del modo que haría y surtió el milagro. Esta noticia doy para el bien de algún
desdichado prójimo, porque los de categoria se burlarán de mi caritativo aviso - S.
M.".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 233

(80] LENTISCO BLANCO O MOLLE

El dibujo aquí representado ha sido estudiado comparativamente


con el del Ms. bonaerense y a grandes rasgos puede decirse que son muy
semejantes, sin duda copiados del mismo original; igual que hemos visto
en otros dibujos, los trazos del de Ms. bon. son menos cuidados.
Las diferencias existen entre ambos dibujos l. º-En el número de
ramas que salen del tronco hacia el lado derecho, que según vemos aquí
son cinco mientras que en Ms. bon. son tres y una rama incipiente sin
hoja alguna. 2. º-En el penacho central que recoge en Ms. bon. seis
frutos y en Ms. B. N. nueve. 3. º-En la rama segunda (de abajo arriba)
que sale hacia la izquierda, que aquí pueden contarse nueve hojas y
nueve frutos, en Ms. bon. sólo vemos ocho hojas, cinco frutos en el ápice
y un grupo con tres en la base de la rama cercana al tronco.
La tercera hoja del lado izquierdo (contando de abajo arriba) lleva
en este dibujo seis hojas y en Ms. bon. cinco, en cuanto al número de
fruto sí es concordante.
La cuarta rama del lado izquierdo tiene en ambos manuscritos el
mismo número de hojas, pero no de fruto, que en Ms. B. N. es de once
y en Ms. bon. de cinco.
En las ramas que salen hacia el lado derecho, la primera (de abajo
arriba) lleva el mismo número de hojas. La segunda, aquí en nuestro
dibujo tiene seis hojas y siete frutos. La tercera rama coincide en número
de hojas pero no en el de frutos que aquí es de doce y en Ms. bon. de
siete.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Lentisco blanco o molle Cast.0 Lentisco blanco o Molle
Guarani Aguaray bay Guazu Guarani Aguarai guazú: Chichita

El nombre en castellano coincide. En Guaraní presenta diferencias


ya que ambos incorporan palabras que no están contenidas en el otro.

[8 1 ] Cuatro distintas especies de lentisco se hallan en estas misiones las


dos de blanco. La una es árbol grande y frondosa que en la provincia
del Tucumán llaman molle de Castilla, la segunda del blanco se halla
234 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 235

en las lomerías en tierras pedregosas y entre cascajales, el cual hace


sus hojas más longas y más claras en verdor y algún tanto más anchas
y más aromáticas, con más resina en la superficie, sus flores en modo
de racimo, algún tanto tiran al color amarillo blanquecino aromáticas
y de muy suave olor; de estas dos especies se hace o saca un bálsamo
por octubre y noviembre muy eficaz y seguro para todo género de
heridas; muy excelente en la forma siguiente: cuando el aguaraibay (a)
o lentisco blanco menor está florido, se cortan sus cogollos y pomos
de flor en cantidad y quitando los vástagos leñosos se machacan muy
bien sus hoj as y flores, y puestas o cocer en tacho 25 1 grande y capaz,
se cubre la materia de agua que sobrepuje cuatro dedos a la materia,
dásele fuego fuerte por espacio de tres horas hasta que el agua iguale
a la materia y así estando al fuego, se va colando y exprimiendo muy
fuertemente o con prensa o con palos atados a modo de mangua) 252
por lienzo fuerte y algo ralo. Acabado de colar, se vuelve dicha
coladura al fuego que es como leche cortada del cuajo y se va
subiendo a punto, al principio el fuego fuerte y al fin algún tanto
suave porque no lo requeme y quite su natural olor y color, el cual
es de color de canela muy clara. Se conocerá 253 estar en punto
sacando alguna parte de él y dej ándolo enfriar, que tiene punto de
melcocha 254 no muy dura y que echado en agua se va entero a fondo
sin deshacerse, el cual se apartará del fuego y puesto en sus botes se
guarda para el año o para años, pero con el tiempo se va subiendo
de punto y llega a ponerse tan denso como el acíbar sucotrino 255 ,
pero así duro, cuando se quiere usar de él se rebaj a de punto con agua
o con vino y en cierto modo es más desecativo entonces y une más
presto las heridas, mayormente cuando se rebaja con vino lo cual se
hace quebrantándolo menudamente y puesto al fuego con corta can­
tidad de vino o agua, se va removiendo a fuego lento hasta quedar en
el punto arriba dicho; puedo decir con verdad, es muy eficaz en
confortar las heridas dadas en nervios y contusiones del periostio 256•

(a) Ms. bon. pone "Aguaraibai".


25 1 Tacho = recipiente.
2 52 Mangual: arma ofensiva a manera de látigo, compuesta de unas cadenillas de
hierro terminadas por un extremo con bolas del mismo metal, y sujetas por el otro a un
mango de madera.
253 Textualmente pone: conocerase.
254 Melcocha: miel preparada en forma de pasta muy correosa.
255 Acibar sucotrino o socotrino: procedente de la isla de Socotra.
256 Textualmente pone periostro. Periostio: membrana fibrosa adherida a los
huesos.
236 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

El lentisco de estas tierras no produce almáciga en cantidad como el


de Europa y la poca que produce es poco aromática, por tanto
[82] proveyó el Todo / poderoso a estas misiones del caaysi (a) que es
eficaz y perfecta almáciga.
El lentisco, cocidas sus hoj as y bebido de su cocimiento cuatro
onzas (b ), reprime el flujo de vientre y el de la orina, y los molestos
vómitos, ahora sea la causa caliente o fría. Sus hoj as machacadas y
bien cocidas hasta que consumen casi el agua.
Aplicadas así calientes sobre el estómago hacen lo mismo en detener
cámaras y vómitos, mayormente si al querer aplicar el estomáticon.
Se polvorea encima el polvo de almáciga o del bálsamo del curiy (c),
que es el pino de estas tierras. Sirve de este modo de emplasto
admirablemente para las quebraduras de los huesos y en partes ner­
viosas.
El bálsamo atrás dicho, además de curar con seguridad las penetran­
tes y no penetrantes heridas y restañar 257 el flujo de sangre el que se
disuelve en agua, y todo esto hace con mayor eficacia el sacado de
las cortezas del lentisco negro por ser más astringente y menos
caliente.
Hállanse en el lentisco dos diversas esencias, la una caliente y húme­
da en la superficie de sus hojas y cortezas y la otra fría y seca en todo
el resto de su sustancia, pienso al fin del segundo grado o principio
del tercero.
La almáciga de esta planta masticada, descarga los humores de la
cabeza, aprieta los dientes que se menean y corrige el aliento corrom­
pido, da perfume a las vasij as del agua que se bebe. Cociéndola
primero y poniéndola así caliente en la tinaja llena de humo de
almáciga, retiene la estangurria 258 poco a poco, tomando dicha agua
a la larga. Lo mismo hace con el flujo de la incontinente orina y
semen, tomada fría, en todo el uso ordinario.

(a) Ms. bon. pone "caaisi".


(b) Ms. bon. pone: "reprime el flujo de sangre que sale por la boca: retiene el
flujo de vientre y el de la orina y los molestos vómitos''. .
.

(e) Ms. bon. pone "curii".


257 Restañar: detener el derrame de sangre.
2 58 Estangurria: emisión dolorosa de la orina.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 237

[8 3 ] LENTISCO NEGRO O MOLLE NEGRO

Haciendo el estudio comparativo de ambos dibujos apreciamos:

El número de ramas que parten del tronco es exactamente el mismo


en uno y otro dibujo. De ellas, las que salen hacia el lado izquierdo, la
primera de (abajo arriba) con doce hojas en Ms. B. N. y con ocho en Ms.
bon.
Siguiendo en este lado izquierdo, la segunda rama que vemos en
nuestro dibujo aparece con catorce hojas y cuatro racimos de semillas
mientras que la correspondiente en Ms. bonaerense sólo aparece con las
tres hojas primeras (cercanas al tronco) y el primer grupo de semillas.
La tercera rama de esta parte izquierda sí coincide en cuanto a
número de hojas y semillas a la que presenta Ms. bon.
La cuarta que aquí vemos con dos penachos de hojas, cada uno de
tres y los racimos de semillas, en Ms. bon. sólo presenta un penacho de
tres hojas y carece de semilla.
La quinta rama presenta idéntico número de hojas en ambos manus­
critos pero el número de semilla es diferente: en este dibujo que aquí se
representa hay dos penachos de semilla, uno de nueve unidades en la
base de la rama, otro de siete en el ápice de ella. En Ms. bonaerense
estos dos penachos están en igual posición pero el de la base sólo tiene
tres semillas y el apical ocho.
La sexta rama que aquí vemos con cinco hojas y ocho semillas, en
Ms. bon. sólo lleva cuatro hojas y cinco semillas.
En el ápice del tronco del árbol, donde aquí se ven tres hojas sólo
dos son las representadas en Ms. bon. En cuanto a la parte derecha, la
primera rama que sale hacia este lado (de abajo arriba) lleva las mismas
hojas en uno y otro manuscrito.
La segunda rama de este lado derecho, que aquí se ve con seis
hojas, más otras tres que quedan superpuestas con la rama superior, se
reduce en Ms. bon. a un muñón de hojas con cuatro semillas.
La tercera rama aquí representada aparece con nueve hojas y con
once en Ms. bon.
La cuarta rama, aquí con nueve hojas, sólo muestra cinco en Ms.
bon., el racimo de semillas lleva en éste una unidad más que en el
representado.
La quinta rama, con siete hojas aquí y un grupo de cuatro semillas,
aparece en Ms. bon. con sólo tres hojas y un grupo de tres frutos.
238 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 239

La sexta rama, aquí con cinco hojas y dos grupos de semilla (el
basal cuatro, apical ocho), en Ms. bon. sólo aparece dicha rama con dos
hojas.
La séptima y última, con cinco hojas y un grupo de nueve semillas,
aparece en Ms. bon., con tres hojas y seis semillas. El motivo de la hoja
es semejante en tamaño aunque más dentada ésta que aquí vemos. Las
raíces que tan profusamente ramificadas se ven aquí, en Ms. bon. quedan
reducidas a dos ramificaciones largas y dos cortas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Lentisco negro o molle negro Cast.0 Lentisco negro o molle negro
Guarani: Aguaraybay miri Guarani Aguaraibai miri

La nomenclatura en guaraní, difiere (como otras veces) en la orto­


grafia de la "y " griega y la "i " latina.

[84] El Aguaraibay o lentisco negro, se halla en estas Doctrinas por las


campiñas 259 y lomas, muy de ordinario y son dos en este género,
macho y hembra porque el macho tiene las hoj as mayores y más
gruesas y encadenadas unas con otras, con ciertas barbas o zarci­
llos 2 6 0 a modo de adorno de puntas por sus sarmientos como la
muestra esta estampa. La hembra hace sus hoj as desnudas de adorno,
pegadas al tronco y más abundantes de semilla, más pequeña y
afeminada en todo pero en virtud de confortar y reprimir, hallo no ser
menor que el macho y tan resinosas sus hojas, vástagos y raíces.

Sus virtudes

El aceite, sacado por cocimiento leve y expresión de sus semillas y


bien curado al sol, es único remedio para los que padecen flaqueza de
nervios o calambres untándose con él caliente y poniendo encima
unos paños calientes después de la untura, lo mismo hace en los
dolores de las coyunturas que llaman artritis 2 6 1 • Quita el dolor de las

259 Textualmente pone campañas.


260 Textualmente pone cersillos.
261
Textualmente pone artritide.
240 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

quebraduras de los huesos y ayuda a criar el poro para que suelden


aplicándolo en la forma dicha, lo mismo hace en las contusiones y
magulladuras de los nervios, músculos y carne. También 262 , el bálsa­
mo que se saca de las cortezas de sus raíces, sirve para curar heridas
mayormente aquellas de partes nerviosas o que se descubren o cortan (a)
nervios y músculos para soldar los huesos quebrados con llaga porque
a un tiempo cura la llaga y une el poro sarco 263 después para que
cubra el hueso. Y este bálsamo es más eficaz en estos casos de huesos
quebrados que el que se hace del lentisco blanco aunque suele causar
más comezón a la parte.
También tomando una dracma de él desecha en vino retiene las
cámaras de sangre y todo flujo de vientre principalmente la diarrea,
tomando dos dracmas del desleído en agua de llantén, ataj a el fluj o
de sangre del estómago que sale por la boca, y sorbido por las narices
el que sale por ellas, y puesto en algodón empapado en la boca de la
matriz de las mujeres, ataj a el flujo del menstruo inmódico 2 64 y esto
hace mejor si se deslíe 265 en zumo de llantén repitiendo a menudo su
aplicación por seis o siete veces unas tras otras; es probado remedio
y sin peligro. Sus cogollos y hojas tiernas cocidas y machacadas y
aplicadas en forma de emplasto a las contusiones y golpes, las con­
fortan y mitigan el dolor, y esto hacen mejor si se rocían con vino
antes de aplicarlas.

262
Textualmente pone ytt.
(a) Ms. bon. pone "a cortar".
263
Poro sarco poro de la carne.
=

264
Menstruo inmódico excesivo.
=

265
Textualmente dice des/iye.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 24 1

[85] ALGARROBO

La lámina del algarrobo que inserta Ms. bon. es una parte de la que
aquí vemos. Ante la profusión de hojas y frutos de este dibujo, en Ms.
bon. se aprecia que han reducido, tanto en el plano vertical como en el
horizontal, su conjunto un dibujo más esquemático que en Ms. B. N.
En total aparecen en Ms. bon. sólo veinte penachos de hojas y siete
frutos o algarrobas frente al centenar de hojas y veintiún fruto que aquí
contamos.
Los motivos representados, en el lado izquierdo, de algarroba y hoja
son semejantes en ambos manuscritos, esta última tiene el mismo número
de hojuelas: sesenta y dos; en cuanto al fruto aquí hay dibujadas unas
sombras que representan los granos que dentro tiene la algarroba;
dichas secciones no quedan siquiera esbozadas en el motivo del Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B . N. Ms. bon.


Cast. Algarroba Castellano: Algarrobo
Guarani . Ybope Guarani: Ipopé moroli

El nombre en castellano dado por ambos manuscritos discrepa en el


género, uno hace la terminación en femenino, otro en masculino.
En guaraní, Ms. bon. da la especie que es omitida en Ms. B. N., en
cuanto al género también hay diferencia en su escritura.

[86] El algarrobo es árbol muy conocido por la provincia del Paraguay, y


aunque en estas misiones no hay sino tal cual que algunos padres
sembraron sus semillas en las huertas, traídos de Santiago del Estero
a donde todos los montes, los más de sus árboles son de su especie.
Son cuatro las diferencias que hay es a saber, dos blancos masculino
y femenino y dos negros de distintas señales porque el blanco es
mayor así macho como hembra. El macho echa las algarrobas de una
en una y pocas, longas de una cuarta, la hembra las echa a modo de
racimos en un pie nueve o diez (a), unas veces menos, otras más. La
negra es más fructífera así macho como hembra; sus frutos redondos

(a) Ms. bon. pone 9 ó 1 0, en número.


242 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 243

como aquellos de los judihuelos 266 o frisoles es menos gustoso y más


cálido su fruto y de menos estima para el uso de alojas 267 y bebidas
y así mismo poco estimado para comida pues a donde la cojen para
sustento y guardar para entre año en lugar de grano, no hacen mucho
de ella, pero para restañar 268 y desecar es más eficaz que la blanca.

Sus virtudes

La algarroba verde bien machacada y limpia de sus granos y vainilla


de suerte que quede sólo la pulpa de adentro y de fuera de su corteza,
cuatro onzas. Sebo de chivato capado, dos onzas. Sal, media onza.
Mezclados 269 los tres, muy molidos y nutridos en almirez hasta que
se haga como un ungüento aplicado a modo de emplasto, sana las
quebraduras recientes o que no llegan a tener un año, remudando este
emplasto de cuatro a cuatro días y si tomare el polvo de harina 270 de
algarroba que llaman pata será más pronta y breve la cura. Has 27 1 de
poner ligadura fija o braguero encima, y comer y beber parcamente
no ejecutando 272 trabajo, es probado.
Hácese de ella un género de aloja que dicen chicha, la cual tomada
con moderación por la tarde y mañana, abre las vías, deshace la
piedra y tofo 273 de la vej iga, purga el cuerpo de humores gruesos y
viscosos y lo saca por cámara y orina con gran suavidad sin congoj os
ni desabrimientos. Y así, la tengo también por único remedio para
hidropesía de humor acuoso en el principio porque resuelve por orina
la hidropesía y así mismo las opilaciones 274 haciendo ejercicio des­
pués de haberlas tomado.

266 Textualmente pone judigue/os. Judihuelos o frisoles = judía. Ms. bon. pone
"judijuelos".
267 Aloj a : bebida compuesta de agua, miel y especias.
268 Restañar: detener el curso de un líquido.
269 Textualmente pone mistos.
27º Textualmente pone orina.
27 1 Textualmente pone As. Ms. bon. pone "se ha de poner".
272 Textualmente pone tomando.
273 Tofo: nodo, tumor.
274 Opilaciones: obstrucciones.
244 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[87] RICINO O HIGUERA DEL INFIERNO

La comparación de esta lámina con la homónima del Ms. bon. nos


permite decir que la similitud es total en cuanto al número de elementos
que aquí observamos, la disposición de los mismos y su tamaño.
El recuadro donde está inscrito este dibujo en Ms. bon. de 1 1, 5
cms. x 9 cms., es inferior a l que aquí vemos (14, 5 cms. x 1 0, 5) por lo
cual la impresión que recibe el observante es la de aumento en la lámina
del Ms. bonaerense.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Recino árbol Yguera del infierno Cast.º Recino árbol Higuera del Infierno
Guarani: Ambay guasu Guar. Amambai guazu

El Ambay Guazú le llaman los del Paraguay Pino porque a su fruto


llaman piñones. Es el ricino 2 75 blanco de Plinio que crece su árbol
como el de la higuera y las hojas son algo parecidas en el grandor
pero no en su aspereza y sequedad y azaladura (a) porque son lisas
y muy hermosas a la vista, adornadas de un verde claro y muy tersas.
Son bastante húmedas, nace por las orillas de los bosques y huertos
a donde la tierra es fértil y húmeda, y cierto que si bien se mira, es
la mej or de las especies de ricino o tártago a la que el vulgo llama
higuera 276 del infierno, y aunque de esta especie hay variedad así en
la figura como en el grandor (b) de sus granos y hoja. En el uso de
medicina me atengo más a éste que no a ninguno de todas las otras
diferencias por no ser tan venenosos y enemigo del estómago, no
causando tantas congojas ni náuseas como el tártaro mayor ordinario,
es caliente en el primer grado y húmedo en el tercero.

2 7 5 Textualmente pone recino. Así lo recoge Ms. bon. también. Por la sinonimia
de higuera del infierno hemos hallado que se trata sin duda del ricino.
(a) Ms. bon. pone "azabaladura".
2 76 Textualmente pone Yguera.
(b) Ms. bon. intercala ahí " . . . y color de sus piñones o semillas y color y grandor
de sus granos" . . .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 245
246 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

Sus virtudes

De todas las especies de ricino o tártago se saca aceite de sus semi­


llas, el cual sirve así para las lámparas como para uso de medicina y
así tomadas diez o doce gotas de él en caldo de pollo, purga
suavísimamente la flema y la cólera.
También veinte de sus granos mondados, metidos dentro de un gallo
viej o, y bebido su caldo, es único remedio en el mal de hijada y en
el dolor de la siática y en el de las coyunturas por humores fríos o
gálicos.
También, sus hoj as, esto es de todos los ricinos, machacadas y coci­
das y aplicadas en 277 forma de emplasto, extirpan los barros y las
manchas del rostro y de todo el cuerpo así las que llaman albarazos 278
como las de los asoleados aplicadas sus hojas con polenta 279, reprime
las hinchazones e inflamaciones de los oj os y aplicándolas calientes
o mojadas en vinagre a los pechos, endurecidos los relaj a y resuelve
la demasiada leche. Así mismo moj adas en vinagre caliente ataj a el
fuego de San Antón y de San Torcaz 28º.

2 77 Textualmente dice: a forma de emplasto. Ms. bon. pone "aplicadas a modo de


emplasto".
2 78 Albarazo: especie de lepra.
2 79 Polenta: Gachas de harina de maíz.
2 8° Con el término fuego seguido o no de distintos calificativos se designaron en
la Antigüedad y en la Edad Media, diversas enfermedades, erisipela, carbunco, erupcio­
nes cutáneas, a veces no bien delimitadas entre sí.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 247

[89] A TOCIGO

Este dibujo que aquí vemos es semejante al que recoge Ms. bon.
aunque éste sólo lo hace en parte, ya que dibuja dos ramas hacia el lado
derecho (primera y segunda comenzando por abajo) y tres hacia el
izquierdo.
El tronco que aquí aparece curvado, es liso en Ms. bon. y algo más
ancha su sección. También las hojas que pueblan las ramas son algo
mayores en Ms. bon. y en menor número.

Número de hojas en cada rama Ms. B. N. Ms. Bon.


Lado derecho l .ª rama 13 12
(de abajo arriba) 2.3 rama 14 10

Lado izquierdo 1 .3 rama


(de abajo arriba) (ascendente) 11 11
2.3 rama
(descendente) 17 12

La hoja que forma el motivo en la parte izquierda del dibujo tiene


en ambos manuscritos el mismo número de lóbulos, su tamaño también
coincide tanto de larga como de ancho. La perfección es mayor en este
dibujo que aquí tenemos, más minuciosa, los claroscuros dan idea exacta
del verdadero aspecto de la hoja. En Ms. bon. estos claroscuros tratan
de conseguirse a base de trazos cortitos perfectamente delimitados (pa­
recido a los que vemos aquí en el tronco).

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Althocigo Cast. Altocigo
Guarani Ybira yapacariy Guarani lbira Yacaparii

La ortografia de los nombres es lo que varía de un manuscrito a


otro. Como tónica que se repite, el Ms. B. N. hace más uso de "y "
griegas y el Ms. bon. en su lugar pone "i " latinas.

[90] El yapacariy que Matiolo llaman Pistacia y en España llaman altocigo,


se halla por estas Misiones de ordinario en tierras húmedas en los
248 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 249

bosques de baj íos 281 cerca de ríos o arroyos, es árbol alto y frondoso
mayormente cuando se halla en las partes dichas de tierra crasa y
pingue, pero cuando se halla en tierras de serranías sobre piedra no
crece tanto, a imitación de los demás árboles, pero es más amargo y
agudo y más eficaz en medicina, hallan masculino y femenino aunque
entre sí no difieren más que en el fructificar, el uno que es la hembra
la cual en la punta de sus tallos echa ciertos pomos de flor, algo
purpúrea, a modo de la del malvavisco, y su fruto es roj ito al sazonar
como aquel del terebinto algún tanto mayor del masculino, no he
podido hallar flor ni semilla que es la que aquí doy la estampa. Su
árbol o su tronco es madera medianamente fuerte pero dicen los
naturales no valerse de ella para fábricas por ser muy pronta a
carcoma y cierto hay árboles que pueden servir de vigas o tirantes y
así mismo de rica tablazón.

Sus virtudes

El yapacariy es de partes muy sutiles y amargas y en su amargor


agudo, por donde los naturales lo usan de ordinario para matar las
lombrices y gusanos, aunque en esta virtud es potentísimo y eficaz
remedio, juzgo con no corto fundamento, que les socorre otros varios
accidentes que los pobres padecen de crudezas, frialdades y flaqueza
del estómago con perturbación y ventosidades frías y molestas de las
entrañas, como yo lo tengo observado no ser gusanos que ellos dicen
sino dichas crudezas de que después se suelen de ordinario formar y
aunque como pobres en la ciencia de la medicina no van muy errados
en el juicio, pues vemos por los autores, que antes que se generen las
lombrices o se lleguen a formar, causan semejantes accidentes de
flema y humores gruesos y crudos de que se forman y como en gente
pobre que de ordinario tome mantenimientos terrestres, y de malda­
des frías y ventosas, cuales son los de los pobres indios, sus más
ordinarios accidentes son de crudezas e indigestiones a causa de
faltarles la sal, el vino, el aguardiente el chocolate o cacao, las
especias y semej antes cosas calientes que con sus cualidades y con­
fortación hacen baj ar las crudezas a las vías, que al no proveerles el
Todopoderoso del tabaco, del aj í 282 , del guembé y guabiras, frutillas
que ellos mucho apetecen y algunas otras semej antes que con su
agudeza hacen baj ar los humores a las vías; no dudo perecieran en

28 1 Baj ios: terrenos bajos.


282 Textualmente pone axi = aj i = pimiento.
250 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS V AL VERDE

breve sus días, y sobre todo el haberles dado el árbol de la yerba


como dejo dicho, que es su mayor refrigerio y loable bebida. Volvien­
do a nuestro tomo, el altocigo con su amargor mata los gusanos y
lombrices de todas figuras y calidades, sean largas, sean anchas, sean
redondas, sean de figura de gusanos o sean de las malignas
[9 1 ] peludas / todas las mata y aniquila con grandeza con mayor eficacia
que el tabaco que adelante diré. Además conforta el estómago, hígado
y bazo y riñones destemplados de causa fría, como asimismo el
cerebro tomando su cocimiento y tomando el perfume de sus hoj as o
ramas, socorre las crudezas y ventosidades frías del pecho y pulmo­
nes que causan varios accidentes como es asma, disnea 2 83 y puntadas
escápulas 2 84 y músculos intercostales, si he de creer en cierto
curuzuyara (a) o médico, el más perito que en estas Misiones he
hallado, llamado Clemente. Su cocimiento tibio lavando con él los
ojos, quita el corrimiento que proviene de flaqueza del cerebro por
crudeza del estómago y fortifica y aclara la vista, así como la satureya (b)
o saxífraga 285 de Matiolo y cuando él lo afirmó, preguntado por
varias veces al descuido y con cuidado no dudé ser así, y según sus
partes pienso excederá a la satureya por ser de mayor fuerza su virtud
y eficacia en confortar. Enjuagándose con él la boca algo caliente,
deshace todos aquellos vicios que suelen causar los reumatismos
como es comezón, hinchazón, dolor de muelas y encías y la dentera
o adormecimiento de los dientes y muelas haciendo desflemarlas 286
por saliva, esto hacen también sus hojas mascadas cuando la intem­
perie es fría de lo cual puedo dar testimonio, que siendo, por muchos
años laboriado de este achaque, después que lo he usado, además de
aliviarme por entonces no fue tan frecuente como solía, que a cada
mutación de tiempo frío mayormente soplando el Este o entre el Este
y Sur, me asaltaba, y hoy día, por la misericordia del Señor es muy
rara la vez y no como antes. Lo atribuyo primero a Dios nuestro
Señor como causa primera 2 87 de todo, y en segundo lugar a las hojas
del yapacariy (c). Paréceme ser caliente en el principio del tercer
grado y seco en el segundo.
Su dosis para bebida, media onza de sus hoj as verdes para cuartillo

283 Textualmente pone dismia.


284 Escápula: Omóplato.
(a) Ms. bon. pone "curuzúyara".
(b) Ms. bon. pone "satucreya".
285 Textualmente pone salcifrago; Ms. bon. también da "salcifrago".
286 Textualmente pone desfremarlas.
287 Textualmente pone Causa prima.
(e) Ms. bon. pone "Yapacarii".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 25 1

y medio de cocimiento, y secas las mitad menos porque al modo de


la calamintha y del lepidio 288 , seca es más fuerte y eficaz que cuando
verde, por poseer algunas partes húmedas y aéreas, las cuales perdi­
das es de mayor vigor y virtud para cocimiento de lavatorios por de
fuera para confortar (a).
Pongo al cuartillo y medio de agua, una onza de sus hojas verdes y
secas media, le doy de cocimiento hasta que merme la tercera parte
que es medio cuartillo.

288
Lepidio: planta perenne, crucífera.
(a) Ms. bon. pone "por de fuera que conforta".
252 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[92] CEIBO O CHOPO

En la comparación de estos dos dibujos en Ms. B. N. y Ms. bon., lo


primero que hay que destacar es que en este último está incompleto,
careciendo de la mitad superior que en éste observamos. La parte
inferior representada lleva el mismo número de hojas y en idéntica
posición que el que aquí vemos.
El detalle de la hoja, que en primer plano se recoge a la derecha,
es algo menor y más en forma de lanza que la aquí representada.
Por último, el tigre está también representado en Ms. bon. aunque
carece de la sensación de movimiento que éste nos transmite en Ms. B.
N., queda en el otro dibujo agazapado en actitud que bien pudiera ser
de somnolencia o de emprender lp escalada por el tronco donde, según
el texto que continúa, refrigera el ardor de sus uñas envenenadas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Ceibo o chopo Cast.º Ceibo especie de chopo
Guarani Zuinandi Guarani Zuinandi

[93] Hay concordancia en los nombres tanto castellanos como guaraníes.


Zuinandi es una especie de chopo, pero no es el verdadero chopo
porque su corteza es más delgada y más húmeda y viscosa. El palo
se parece mucho al del chopo así en la figura y grandor. Hállase de
ordinario en tierras húmedas y pantanosas, florece por noviembre y
diciembre. Sus flores son encamadas, tiran a morado y tiñen de
morado si las juntan con flor de bledos 2 89 colorados, hacen excelen­
tes colores así en la lana como en lienzo (a).
Sus cortezas limpias de lo leñoso y áspero de fuera, machacadas y
aplicadas a las heridas de los tigres, es el único remedio para que no
se inflamen y envenenen porque además' de quitar el dolor, ardor e
inflamación, las cura, siendo así que se muestra muy (b) húmeda y
viscosa en su sustancia. Lo mismo hace su cocimiento, así de la
corteza como de sus cogollos y si se quiere tener más a mano para
caminos, se hace bálsamo o extracto del mismo modo que el del

2 89Bledos: planta salsolácea de tallos rastreros.


(a) Ahí Ms. bon. pone: "Sus virtudes" refiriéndose al texto que le sigue.
(b) Ms. bon. pone "tan húmeda. . . .
"
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 253
254 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL V ERDE

aguaraibay y se lleva para viajes y caminos largos, peligrosos de tales


piezas. Y este remedio usa muchas veces el tigre para refrigerar el
ardor de sus uñas envenenadas de gran calor y humedad, el cual
subiendo a él, araña su corteza profundamente hasta el mismo palo
dej ándola (a) como capato azabalado 290 con lo cual se refresca y
queda muy ligero para sus cacerías y pescas; dudo haya remedio
mej or que cure las heridas y mordeduras, según lo tengo experimen­
tado aunque yo a lo último de mitigar el ardor y baj ar la inflamación
uso del acíbar disuelto en su cocimiento, para mayor brevedad y
seguridad de la cura y mundificar es más breve ataj ando muchas
materias y ex-ulceraciones.
Cura también las llagas de las piernas por destemplanza caliente y
colérica y aplicada, su corteza machacada o su zumo mixto con clara
de huevo bien batida, a las inflamaciones de los testes, las reprime y
mitiga con admiración y asimismo cualquiera inflamación violenta de
cólera y sangre como es el flemón.
De su flor molida con sus cortezas, será mejor el bálsamo hecho y si
fuere bien limpia en tiempo sereno, cogida, será mej or. Son todas sus
partes muy expuestas a corrupción. Puédese de su palo hacer rodelas 29 1
de defensa muy buenas. Es frío en el primer grado y húmedo en el
segundo.

(a) Ms. bon. pone "sajandola".


290 Azabarado: zábila = Aloe, acibar. Azabalado no se ha hallado. Capato tampoco.
291 Rodela: escudo redondo y delgado.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 255

[94] Á RBOL AROMO ALELI

Éste que aquí vemos lo hemos identificado con la lámina XXV del
Ms. bon. por coincidir la descripción que de él se hace ya que el pie de
lámina que presenta es totalmente diferente al aquí expresado.
El dibujo tiene sustanciales diferencias con el que vemos, se ha
reducido en ramas y hojas, el penacho apical desaparece completo en
Ms. bon. Tanto el tronco, ramas y hojas quedan dibujadas en un primer
plano que nos acerca y hace parecer más grandes los motivos (esto es
reiterativo a lo largo de todo el Ms. bon.).
En el lado derecho, la primera rama, de abajo arriba, lleva el mismo
número de hojas, en Ms. bon. éstas tienen el contorno más dentado que
en Ms. B. N. La segunda rama, de este lado, difiere en el ápice, donde
aquí vemos cuatro hojas, en Ms. bon. son seis.
La tercera rama y la cuarta llevan en Ms. bon. sólo cuatro hojas
cada una careciendo de las del ápice y de las de la base que contacta
con el tronco.
La quinta rama con sólo dos hojas es dibujada en Ms. bon. La sexta
con tres en diferente postura a las que aquí vemos.
La rama central que sale hacia arriba no está recogida en Ms. bon.
En el lado izquierdo: la primera rama que hacia éste sale con ocho
hojas es dibujada en Ms. bon. con sólo siete.
La segunda rama, cinco hojas, a diferencia de las ocho que aquí
vemos.
La tercera y cuarta con una o dos hojas respectivamente, es muy
diferente y aparece en Ms. bon. mutilada.
La quinta y sexta ramas contienen tres hojas cada una, ambas en
posición apical.
El motivo de la hoja detallado a la derecha de la lámina aparece
también en Ms. bon. con semejante forma, los bordes son en este citado
más romos y frente a las cinco secciones que aquí vemos (en el lado
derecho) formadas por los nervios laterales, en Ms. bon. se forman siete
secciones. El lado izquierdo y el lóbulo central son coincidentes en
ambos manuscritos aunque como hemos anotado ya, el dentado de los
lóbulos es más puntiagudo en el que aquí contemplamos.
256 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Á rbol aromo alelí Cast. Á rbol del Paraíso
Guaraní. Ybira miri Caaymbe Guaraní : Caá parí miri

Como antes dejamos dicho, la discrepancia en las dos denominacio­


nes es total.
Curiosamente, en la descripción, Ms. B. N. utiliza el nombre guaraní
que aparece en Ms. bonaerense.

[95] El caapari, es una planta o arbolito no muy grande, que nace por las
orillas de los bosques y orillas de arroyos, hay otro más pequeño por
las campiñas sobre minas de piedras de hierro o cobre de la misma
hoj a y olor que el grande, es a modo de matorralillo (a) de vara o vara
y media de alto, más oloroso y más vigoroso para el uso de medicina,
su olor es aromático grave que enciende la cabeza, su olor tira al del
grodo lobo o salvia silvestre. Es su dibuj o cual se ve en esta estampa,
así la hoj a como la rama, echando sus vástagos de dos en dos a modo
de cruces encontradas en 292 el tronco proporcionalmente. Es caliente
en el fin del tercer grado y seco en el segundo y por tanto no crece
mucho si no es en tierra muy húmeda y fresca. Consta de partes muy
sutiles y acerbas 293 . (b) Cogido el caapari y cocido muy bien y
tomando el vaho de su cocimiento, hace sudar los humores fríos y
crudos que causan espasmos o convulsiones y quita el tullimiento 294
de los nervios entumecidos 295 y baldados de mojaduras y si se da
baño al miembro baldado es más eficaz el remedio.
Las ayudas hechas, a donde entrare medio puñado de sus hojas, son
único remedio para Ja ciática y puj os de frialdades y así mismo
socorre a las muj eres resfriadas del vientre y matriz que no les viene
la regla y a muchas que por tal causa se hacen estériles echándoles
ayudas o bebido medio vaso de su cocimiento a acostarse tres o
cuatro días seguidos 296 ; provoca sudor como la calaminta y con su

(a) Ms. bon. pone "Matorralito''.


292
Textualmente dice al tronco.
293
Acerbas: ácidas, acres.
(b) Ms. bon. pone ahí "Sus virtudes" como epígrafe del texto que sigue.
294 Tullimiento Tullidez l isiado.
= =

295 Textualmente pone entumidos.


296 Textualmente pone ahí a reo. : tiene el significado de serie u orden de las cosas
que se continúan.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 257

. ..
� . .

' '
258 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

amargor conforta el estómago y mata las lombrices del vientre y


estómago. Es resolutiva en los casos de frialdad y humedad de las
articulaciones, en los músculos y ciática y encoj imiento de nervios.
Si se hace con sus hoj as machacadas y bien fritas con sebo de toro
y aceite común (o unto) 297 sin sal, partes iguales 298 del sebo y aceite
ungüento friendo muy bien en ellos sus hoj as hasta quedar de color
verdoso, yo le mezclo el caacuruzú y es eficacísimo en resolver
dolores de frío, mayormente si primero abre los poros con el baño del
cocimiento de sus hojas dando luego la untura y bien abrigada la
parte por dos o tres días.
El polvo de la corteza de sus raíces, bien limpias de tierra, y cantidad
de una dracma bebido en agua caliente, hace bajar la criatura muerta
y corrompida en el vientre y las partes y sangre retenida; provoca la
orina y arenas detenidas en los uréteres y vejiga y a falta de los
polvos de su raíz, sus hoj as añadiéndoles polvos de raíz de manza­
nilla, media dracma, tomado en agua caliente o en vino. Tengo por
cierto es su humo y su cocimiento contra los vientos corrompidos que
causan fiebres malignas y pestilentes así como la calaminta o calamento
y es el quid pro-quo suyo.

2 97 El paréntesis es nuestro.
298 Repite partes iguales el texto.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 259

[96] PLÁTANO DE SANTA CATALINA

. _.El dibujo aquí representado presenta las siguientes diferencias con


el hallado en Ms. bonaerense:
El tronco del árbol que aquí vemos es doble 299, en el Ms. compara­
do consta de una sola sección. Las piñas de plátanos que aparecen aquí
en número de dos, una a cada lado del tronco, son recogidas en Ms. bon.
sólo la del lado derecho y la disposición de los frutos es muy diferente
a la que aquí vemos.
El número de raíces aquí está reducido en Ms. bonaerense y la
perspectiva de suelo tampoco es recogida en este último.
Respecto al detalle del fruto, se recoge también en Ms. bon. aunque
más estrecho y alargado y con el extremo inferior abierto. A diferencia
del que aquí vemos no da la sensación del grosor de su cáscara, ni de
lo rugoso y compacto de su piel.

Pie de lámina:

Ms. B. N Ms. bon.


Cast. Plátanos de Sta. Catalina Castellano: Plátano
Guarani: Pacoba Guarani: Pacobá

La denominación castellana aparece en Ms. B. N. más completa 300.


En guaraní es idéntica aunque Ms. bon. acentúa la última vocal, acen­
tuación que se omite en el primer manuscrito.
Hay que resaltar que estos plátanos de Santa Catalina son descritos
en Ms. bon. junto o incluido con los mamones.

[97] Sólo dos diferencias de plátanos hallo en estas tierras, muy parecidas
las dos, excepto que el fruto es algo diverso, así en grandor como en
sabor y olor porque hay plátanos largos y delgados, de grandes
racimos que apenas pueden sustentarlo por algún tiempo en una
mano, que lo he visto de arroba y más de peso su fruto o pacoba casi

299
La descripción explica que salen varios troncos del mismo pie.
300
En la descripción, se dice que hay dos especies de plátanos pero la aquí
dibujada es la de Sta. Catalina, esta afirmación es recogida tanto en uno como en otro
manuscrito.
260 . MARTÍN y JOSE. LUIS V AL VERDE
CARMEN M ARTIN

-----
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 261

de un jeme 30 1 de largo algo correoso de sustancia y asimismo más


indigestas y pesadas al estómago y más frías que las que dicen de Sta.
Catalina que son las que aquí doy pintadas o su dibujo. Crece de
ordinario (de dos estados de alto, del grosor de un muslo de hombre
robusto, pone) (a) dos o tres años en dar su fruto y al primero que da
se pudre dicho árbol hasta la raíz saliendo otro en su lugar y a veces
dos y tres por lo cual se llegan a espesar las plantas mucho y entonces
dan poco fruto.
Sus hojas son de a vara y cuarta 302 y de vara y media de largo y casi
de media de ancho, muy hermosas y tersas a la vista y de notable
virtud en refrescar a los que se ponen a su sombra. Su flor, en
éste (b ), amarilla y blanca la cual sale en la cabeza del fruto así como
la de la tuna, el cual es del largor de un dedo, y grueso de suerte que
llenan algunas la mano; muy suave en sustancia y olor, no tan frío ni
indigesto como las arriba dichas 303 que por su pobreza las llaman arta
de bellacos ( c ).

Sus virtudes

Aunque los plátanos de ordinario tienen mala opinión a cerca de ser


poco sanos mayormente para estómagos de poco calor y personas
delicadas y aprensivas. Todavía me atrevo a decir algunas buenas
propiedades suyas, no sin experiencia, porque, comidos dos o tres de
ellos al principio de la comida, abren el apetito de todos aquellos que
padecen incendio en el hígado y estómago a los febricitantes de
fiebres ardientes, y restricción del vientre, y cierto que a los asoleados
del calor del sol después padecen dolores de cabeza les es remedio
comiendo algunos y aplicando su sustancia por de fuera a la frente;
comidos por postre, uno o dos, impiden los vapores ardientes que
suben del estómago al cerebro y así mismo la embriaguez; machacada
su sustancia y echándole unas gotas de aceite rosado, es repercu­
sivo 304 admirable en las grandes fluxiones 305 e hinchazones de los

30 1 Jeme: medida de longitud equivalente a la distancia que hay desde la extre-


midad del dedo pulgar a la del dedo índice, separado uno del otro todo lo posible.
(a) La frase entre paréntesis no aparece en Ms. B. N. sino en Ms. bonaerense.
302 Textualmente pone de bara y qt".
(b) Ms. bon. pone: " . . . sus flores entre amarilla y blanca . . . ".
303 Se refiere a las tunas o chumbos.
(c) Ms. bon. pone "artabellacos".
304 Repercusivo: que rechaza un humor.
305 Fluxión: acumulación morbosa de humores en cualquier parte del cuerpo.
262 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

miembros en su principio 306, y aplicado a la frente en un pañito,


provoca sueño a los de tabardillo 307 y frenéticos y a los que por
demasiada sequedad no pueden dormir, revuelta con flor de ceniza de
sarmientos o de cedro y unas gotas de vinagre, cura con admiración
las llagas del fuego y las ataja para que no profundicen 308 . Lo mejor
es asarlas debajo del rescoldo para este caso y tibio aplicarlo. Y o le
[98] mezclo como media onza de mantequilla o tuétanos de ter / nera
lavados. Son fríos en el tercer grado y húmedas en el segundo. A su
falta sirven los yeties o batatas (a).

3 06Textualmente pone en el principio suyo.


3 07Textualmente pone tabardete.
3 08Textualmente pone y las ataja que no profunden.
(a) Ms. bon. pone: " . . . yetis que es batata . . .
".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 263

[99] MAMONES

Este dibujo es muy semejante al representado bajo igual epígrafe en


Ms. bonaerense. El tronco en este último es más ancho y menos rugoso
que en el que aquí contemplamos. Todo el conjunto del dibujo resulta en
Ms. bonaerense más esquemático, hecho con menos minuciosidad. El
número de hojas es menor (una menos) que en el que aquí vemos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Mamones o mamon Cast. º Mamon o Mamones
Tupi. Pino Guarani Tupi: Pino Guazú

La diferencia está, en la denominación en Tupí como observamos.

[ 1 00] Del árbol de los mamones hay masculino y femenino, el masculino es


el que aquí doy por estampa, el femenino es muy semejante a él en
tronco, hoj as y fruto, sólo que es menor en todas estas cosas, crece el
fruto del macho como un melón mediano, asimismo amarillo al sazo­
nar y más blando que el melón después de sazonado. Todo lo interior
de su sustancia entreverado 309 de ciertas semillas casi redondas me­
nores que alverjas con ciertas puntillas claveteadas de sabor algo
agudo y picante. Cómenlos los naturales de muy buena gana y a veces
con sus semillas, dicen ser así mej ores y más sanos y no lo dudo,
porque saldrán más aprisa del vientre. Son de sabor dulce insípido y
desgraciado pero comidos con sus semillas son más sanos. Dicen que
se produce de las semillas después de haber estado en los estómagos
y tripas de los vivientes, con gran fecundia así como el araza y
guembe, y no de otra suerte, su sustancia es fría en el principio del
segundo grado y húmeda en el fin de él, por lo cual no la tengo por
muy sana fruta por constar de partes muy viscosas y expuestas a
corrupción, al contrario de los guembes, y pienso que los daños del
uno remedia el otro con gran prontitud y presteza. Sabe según sus
partes y cualidades, su árbol todo él es esponjoso y fistuloso de suerte
que de una puñalada con un belduque 3 w se atraviesa de banda a

309 Textualmente pone interberado.


3 10 Belduque: cuchillo grande de hoja puntiaguda.
264 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 265

banda sin resistencia así como el de los plátanos echando por su


herida copia de agua viscosa.

Sus virtudes

El mamón comido con su semilla relaja el vientre y abre las vías así
de cámara como de orina, humedece todo el cuerpo de los de fiebres
ardientes. Hácese de ellos una conserva como aquella de cortezas de
melón muy gustosa (a).

(a) Ms. bon. sigue ahí con l a descripción de los plátanos o pacobá ya vistos en
este manuscrito de B. N.
266 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

(101] BÁ LSAMO NEGRO

Ni el dibujo ni la descripción de esta planta ha sido localizada en


Ms. bonaerense.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. árbol de bálsamo negro
Guarani: caaroba

[ 1 02] El árbol llamado caaroba en el Brasil y en guaraní ybira ucai es a lo


que juzgo, alguna especie de guayacan o por lo menos muy semejante
en las virtudes porque vemos tiene los mismos efectos que el verda­
dero guayacán aunque no se dice ser al gusto astringente pero sí
amargo. Hace sus hojas longas y algún tanto gruesas, por el haz y por
el envés algún tanto blanquecinas, sin vello a la vista manifiesto
aunque al tacto se muestra muy suave y resbalosa llevando el dedo
resbalando desde el pezón hasta la punta y por lo contrario trayéndolo
desde la punta hacia el pezón no desliza al tacto, aunque no resiste
tampoco con tenacidad, pero si se siente no resbalar. Sus flores son
algún tanto blanquecinas tirante a leonado o parduzco 3 1 1 • Las hojas
algo romas en la punta a manera de lenguas; su tronco grueso y
proporcionadamente alto, su madera es sólida y en lo interno tira algo
a leonado su palo o astillas después de secas.

Sus virtudes

Las hoj as del caaroba machacadas y aplicadas a las heridas frescas


las sana y cierra en breve, mayormente si con su cocimiento tibio las
lavan antes de coserlas 3 1 2 . Y bien limpia de lo extraño aplican el
emplasto de sus hojas sobre dichas heridas y al que está tocado de
gálico es mayor remedio que otro alguno, como también en las llagas
viej as y antiguas gálicas y en todo género de úlceras cóncavas y
cavernosas, echado su cocimiento con jeringuilla, y si la úlcera es
pútrida o con sordidez, mezclándole alguna porción de los polvos
muy sutilmente molidos, en breve las hincha de carne y las cicatriza.

31 1 Textualmente pone pardisco.


3 12 Textualmente pone apuntarlas.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 267
268 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

El coc1m1ento de sus hoj as y flores bebido por algunos días en


cantidad de ocho onzas con poca azúcar y piedra bezoar, tomado
caliente y arropándose, provoca por sudor todos aquellos humores
fríos y galicados que se separan en las junturas, nervios y músculos
y conforta y restaura el calor natural de los miembros de la cocción,
y lo mismo hace la conserva hecha de su flor, bebiendo tras ella
cuatro onzas del agua atrás dicha, no he oído ni hallo su dosis o
cantidad en dos autores que de este árbol hacen mención pero me
parece que para dos cuartillos de agua bastarán de sus hoj as tres
cuartas de onza que cuezan hasta mermar casi la mitad, y para dichos
dos cuartillos de su flor fresca media onza y si es seca las tres cuartas
de onza y la flor. Cocerá sólo cuatro credos asimismo tapada. Su palo
no lo hallo
[ 1 03 ] en uso pero no dudo se puede poner / como el guayacán, el cocimien­
to de sus hojas y corteza es también único remedio de las hinchazo­
nes frías y dolores de todo el cuerpo mayormente en los galicados 3 1 3
así de frialdades como el mal francés, y en el Brasil muy ordinario
remedio de los portugueses y mestizos tupís según estos informes 3 1 4
téngolo por caliente en el segundo grado y seco en el fin del tercero.

3 1 3 Debe referirse a las hinchazones y dolores procedentes de la enfermedad mal


gálico o sífilis.
3 1 4 Textualmente pone informados.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 269

[ 1 04] PAPAYA O NUEZ ÍNDICA

Al comparar con Ms. bonaerense la presente lámina, observamos


que es básicamente la misma; dado el gran número de hojas y frutos hay
algunas ramas que difieren en el número de ellas. Como otras veces, los
claroscuros, perspectiva y perfección son mayores en esta lámina que
aquí vemos de Ms. B. N. que en la del comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Papayas = o Nues 31 5 indica Cast.º Papayas o Nuez indica
Tupi Mangifera Tupí Mangifera

La denominación en los dos idiomas es igual para uno y otro


manuscrito.

[ 1 05] El árbol llamado mangífera 3 1 6 en el Brasil no he podido hallar noticia


de él por estas tierras aunque dudo lo hay en ellas particularmente en
el Paraguay a orillas de su río o en el Paraná, pero por falta de
hombres peritos en la averiguación de las plantas no se conocen, y así
me parece acertado poner aquí su estampa y virtudes sacadas del
libro de plantas de Jacobo Bonti 3 1 7 escrito en el Brasil por ser casi
el mismo clima y plantas las del Brasil y las de estas misiones y
Paraguay 3 1 8 y muchas de ellas con los mismos nombres sólo que
tienen de ordinario una sílaba más a lo último la tupí que la guaraní
como ej emplo 3 1 9 yupicanga en tupí, en guaraní yuapecá 320, y como
por acá se halla la cañafistola del Brasil a las orillas del río Paraguay
y la especie de tamarindos segunda que el mismo autor pone llamada
Caranda (a) y el árbol de la copayba en los montes del Jesús antiguo,
así mismo se hallarán otros muy medicinales de aquellas regiones en
éstas por ser muy calientes y húmedas como aquéllas.
Es árbol alto y frondoso, sus hoj as pequeñas, puntiagudas muy seme-

31 5Los pies de láminas los damos textualmente, de ahí que aquí aparezca nues.
31 6Textualmente pone Magife.
31 7Textualmente pone Jacobo Bonttii. El subrayado es del texto.
3 18Textualmente pone paragun.
3 19Textualmente pone u. g.
32º Los subrayados son del texto.
(a) Ms. bon. pone "carandai".
270 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

l
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 27 1

j antes a las del ligustro 32 1 , sus flores amarillas a modo de racimos, su


fruto a modo de una gran nuez verde, algo más largo dentro, de
gruesa corteza, encierra cierta sustancia como aquella de las castañas
cuando verdes, algo más tierna, la cual se come en varios guisados
así como las castañas en Europa.

Sus virtudes

Las cortezas de esta nuez manguífera, cuando verdes, guisando con


ellas la comida, refrigeran el hígado, corrigen la sangre, confortan el
estómago, lo mismo hace su fruto, así mismo verde, el cual es agrio
tirante algún tanto al sabor ácido que apenas se puede sufrir en los
dientes porque da estupor 322 .
Sírvense de él para las fiebres ardientes y malignas, para fluxiones
internas del hígado y estómago cuando provienen de calor como es
el flujo epático 323 y la disentería para corregir y frenar los fluj os
coléricos del hígado, estómago, riñones y bazo; pero después de
madura o al sazonar muda sus cualidades y sabor de fría en caliente
y de astringente y agridulce y suavísimo mantenimiento, con cierto
sabor a espinacas, es de muy loable sustento, pero ya sin las virtudes
atrás dichas, antes pienso, serán contrarios y que causarán accidentes
de cólera por volverse de frías y secas en calientes y húmedas y así
sólo cuando verdes pueden servir en los casos atrás dichos pero
cuando secas serán como peste en los tales accidentes. De su tronco
y ramas destila en la primavera cierto licor muy semej ante a la tre /
[ l 06] mentina de abeto, el cual tomado en cantidad de una dracma provoca
sudor y asimismo la retención de orina, es algo ingrata al gusto muy
viscosa según de ella dice Cristóbal de Acosta quien asegura que
recién destilada del árbol, tomada en un huevo fresco, a medio asar,
sorbible, deshecha dentro del rescoldo y con una paj ita, ir moviendo
en el fuego hasta que se incorpore y esté el huevo encerado o algún
tanto espeso. Tomada así caliente, quiebra la piedra de los riñones,
súbitamente, dentro de un cuarto de hora, y la hace bajar a la vej iga
y de allí la lanza fuera, si se repite el remedio a la mañana siguiente.
No traen la graduación, ni del palo ni del fruto, pero según lo que
dicen de su fruto verde parece ser frío y seco en el tercer grado.

32 1 Ligustro = alheña: arbusto de las oleáceas. El polvo de sus hojas secas se usa
para teñir.
322 Textualmente pone tupor.
323 Textualmente pone epáctico.
272 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

( 1 07) CALAMINTA MENOR

Este dibujo es semejante al que numera Ms. bon. como lámina


LXXXVI con el epígrafe calaminta mayor.
Las características diferenciales que anteriormente hemos mencio­
nado para los dibujos de uno y otro manuscrito siguen manteniéndose en
éste que ahora nos ocupa.
Las hojas que aquí vemos en la parte superior del recuadro, dan la
sensación de rebasarlo, no aparecen en Ms. bon. que queda un margen
desde las últimas hojas hasta el recuadro.
El detalle de la hojita que aparece en el lado izquierdo, está también
en Ms. bon. aunque invertida y con los bordes más dentados.
El dibujo que aquí vemos aparece con más espesor de hojas que el
de Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Calaminta menor Cast.º Calaminta mayor (a)
Guarani : Tamaendua miri Guarani : Taman duai miri

La diferencia está presente en las dos denominaciones castellana y


guaraní.

[ 1 08] Dos especies de tamaendua (b) se hallan en estas tierras de las misio­
nes, una grande y alta como arbolitos que el indio llama tamandua
guasu el cual crece por partes que han sido sembradas y rocas ( c) de
montes y algunas veces por partes ásperas y alrededor y orillas de
montes. La que aquí dej o estampada es el tamandua miri que nace en
partes de campiñas fértiles y pedregosas cerca de arroyos o partes
húmedas el cual florece en primavera, hace las flores como aquellas
de la calaminta, pero menores y no tan blancas, tirantes algo a
moradas muy olorosas como asimismo las hoj as, y aunque no es la

(a) Con el epígrafe calaminta menor inserta Ms. bon. una lámina (XLIII) que
también la denomina orégano. Esto nos hace pensar en un error de Ms. B . N. en cuanto
a denominación pues la Calaminta menor es la lámina CII de la pág. 24 7 que más
adelante se verá.
(b) Ms. bon. pone "Tamandui" como puso en el pie de lámina.
(c) Ms. bon. pone "rasas de montes".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 273
274 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

verdadera calaminta todas sus partes y virtudes se acercan tanto a ella


que sirve casi en todos los casos y accidentes que la calaminta pero
con menor eficacia por ser de menor calor y sequedad que la verda­
dera calaminta.

Sus virtudes

El tamandua (a) miri, cocido de sus hojas o cogollos una onza en dos
vasos de agua que hagan cuartillo y medio y tomado así caliente, es
único remedio para los mordidos de animales venenosos como son
culebras, bívoras, cerastes 324 ; escuerzos 325 y otros de este modo de
veneno frío; así bebido como aplicadas sus hoj as cocidas a modo de
emplasto a las mordeduras, su cocimiento bebido, provoca la orina y
arenas de la vej iga y riñones y juntamente sudor el cual es único en
los que las viruelas se les metieron para lo interno, mayormente si le
añaden cuatro hoj as de borraja y una dracma de piedra bezoar y dos
onzas de azúcar, poniéndolo muy abrigados a sudar, guardándolos
muy bien del frío, vuelve a sacar las viruelas afuera y los preserva
de la muerte y sirve así mismo contra las roturas y espasmos de los
nervios, tanto bebido como tomado su vaho de cantidad del cocido en
tacho o en olla y después bien caliente, dar el baño a las partes
espasmadas y abrigadas bien después del sudor.
Bebido su cocimiento antes de los temblores paroxismales 326 preser­
va de ellos. Cura los retorcimientos 327 de vientre y los coléricos
vómitos y contra los temblores paroxismales bebido antes de ellos;
y todo esto hace con mayor eficacia si se cuece con vino y asimis­
mo es contra los venenos y ponzoñas bebidas que tengan cualida­
des frías o muy húmedas. Libra de la ictericia. S i se bebe con miel
y con sal, su cocimiento mata las lombrices así largas como chatas
si se aplica cruda, machacada o cocida, a la región del vientre y
estómago.
Es útil a los leprosos y a los que padecen flema salada como empeines,

(a) Ms. bon. pone "tamanduai".


324 Ceraste o cerasta: víbora grande y muy venenosa que tiene una especie de
cuernecillos encima de los ojos.
3 25 Escuerzos: sapos.
3 26 Textualmente pone peroaysmales. Entendemos que se trata de paroxismales
refiriéndose a la excitación extrema de las pasiones.
3 27 Textualmente pone torcigones.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 275

morfea 328, tiña (a) y albarazos 329 comidas sus hojas cocidas o cruda,
[ 1 09] si tras de ellas se toma suero de le / che.
Sus hoj as extendidas por casa o administradas en sahumerio ahuyenta
las serpientes; metidas sus hojas machacadas en la boca de la matriz
de la mujer provoca el menstruo y matan la criatura en el vientre por
tanto no se debe dar j amás a muj eres (b) preñadas ni ponerlas (c) a
donde ellas se sientan.
Cocidas sus hojas con vino y aplicadas a manera de emplasto
emblanquecen las cicatrices negras y estirpan las manchas cárdenas
de los ojos. Asimismo se aplican sobre la ciática a modo de emplasto
para sacar los humores fríos de la juntura a la superficie, la cual
quema, enciende y corroe el cuero de suerte que lo hace una llaga.
Destilado su zumo en los oídos mata los gusanos; comida o bebida
resuelve las molestas ventosidades del vientre y conforta los miem­
bros internos resfriados. Es caliente y seca en el principio del tercer
grado.

328 Morfea: Esclerodermia, enfermedad de la piel.


(a) Ms. bon. pone: "morfeatina".
329 Albarazos: especie de lepra.
(b) Ms. bon. pone: "a muj eres ¡ ojo preñadas ! " . . .
(e) M s . bon. pone: " . . . ni s e pondría . . .
".
276 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 1 0] DURAZNILLO

El similar a este dibujo que aquí mostramos es recogido en la


lámina XL V del Ms. bon. aunque más reducido. Tanto la raíz como el
tronco posee en ambos el mismo número de ramificaciones y hojas. La
diferencia reside en la disposición de las ramas laterales y en el número
de hojas que éstas contienen. La primera ramificación (de abajo arriba)
que sale del tronco hacia el lado derecho lleva en Ms. bon. ocho hojas
y cinco frutos, coincidiendo con el aquí representado en estos últimos, no
en las hojas que es mayor su número como podemos apreciar.
La segunda rama de este lado coincide, en número de hojas, en
ambos manuscritos.
La primera del lado izquierdo (siempre de abajo arriba) sólo lleva
en Ms. bon. seis hojas y dos frutos con lo cual respecto al número de
aquéllas queda muy por debajo de la rama aquí plasmada.
La segunda rama sólo lleva siete hojas frente a las nueve que aquí
podemos contar.
Los motivos representados en primer plano, de hoja y frutos son
recogidos en parte solamente por el Ms. bon. pues el fruto no lo recoge,
prescinde de él. En cuanto a la hoja, el Ms. bon. la pinta más estilizada
y con menos nervuras aunque igualmente dentada.

[ 1 1 O] Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Durasnillo o ediondilla Cast.º Duraznillo o ediondilla
Guarani Conqueri Guarani. Coqueri

[1 1 1] El coqueri 330 o duraznillo: se hallan de él dos distintas plantas y de


ordinario en terruños (a) opuestos, como es el menor, que es el negro,
que de ordinario se halla alrededor de los sembrados, o setos (b ), o en
partes húmedas. É ste crece como vara y media de alto y algunas veces
más, el cual, hace las hoj as como las del durazno, y las flores
blanquecinas. Su fruto, del tamaño de bellotas y de su misma figura,
de color verde oscuro, y al sazonar se tornan amarillas; cuando

330 Textualmente pone Cocueri.


(a) Ms. bon. pone terreros. Pensamos que ése es su significado.
(b) Ms. bon. pone "cercos".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 277
278 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

son (a) verdes son de cualidad muy fria casi como la mandrágora,
pero al sazonar son más templadas. La segunda especie nace en partes
muy húmedas, cerca de los bosques o montes, a su orilla. É sta hace
mayor su tronco, y sus hoj as son más anchas y más largas y más
blanquecinas de color, algo vellosas.
Su fruto lo hace menor y algo redondo y de (b) más ingrato olor y
más amarga, de suerte que ésta es la que verdaderamente le dan el
nombre de hediondilla y cierto le cae bien el nombre. Las dos, por
ser (c) en cualidad fría en la superficie, y en lo intrínseco de su
sustancia, tiene partes muy calientes y resolutivas, por tanto es nece­
sario considerar bien el modo de aplicarla y asimismo a qué casos y
sujetos se aplica, porque si el sujeto es muy ardiente de complexión,
es preciso que no tenga mucho tiempo puestos sus 331 emplastos
porque en vez de ser medicina será enfermedad.

Sus virtudes

El coqueri o duraznillo que algunos llaman hediondilla por su pesado


olor, cocidas sus hoj as y cogollos, lavándose con su cocimiento, quita
los dolores de cabeza así de causa fría, aplicándolo caliente, como de
causa caliente aplicándolo tibio o frío, mayormente a los que del sol
o calor del fuego y fornallas (d) lo han adquirido. Sus cogollos, fritos
en aceite o en enjundia (e) de gallina quita los antiguos dolores de
cabeza untándose seis o siete días continuos 332 al acostarse, quitando
primero el pelo o a navaj a o a tijera (f), todo lo que cogen las
comisuras del cerebro o parte doliente abrigándose después de la
untura.
También 333 su fruto cogido verde machacado y cocido y mixto con
enjundia (g) de puerco y un poco de harina de trigo y unas hoj as de
malva, hecho a modo de emplasto, aplicado sobre aquellas inflamacio-

(a) Ms. bon. pone en singular: "es de cualidad muy fria".


(b) Ms. bon. pone "es de mas ingratos".
(c) Ms. bon. pone "las dos poseen".
33 1 Textualmente dice opositorios. Ms. bon. incluye el mismo vocablo.
(d) Ms. bon. pone "hornallas".
(e) Ms. bon. pone "infundia".
33 2 Textualmente pone: seis o siete días o reo. Reo serie u orden de las cosas
=

que se continúan. Ms. bon. pone "á reo".


(f) Ms. bon. pone "tixera".
333 Textualmente lo pone abreviado ytt.
(g) Ms. bon. pone "infundia".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 279

nes de apostemas calientes que traen gran dolor, ardor y calentura


aguda, las madura quitando el dolor con admiración y Jo mismo hace
su fruto maduro, a falta del verde, aunque no es tan anodino y
sedativo de dolor como el verde, que es a modo de aquellas manzanas
de Ja mandrágora, narcótico aunque no llega a quitar del todo el
sentimiento de Ja parte, como (a) hace el de Ja mandrágora y el de las
adormideras negras, por lo cual no hallo riesgo o inconveniente en su
aplicación, por no tener partes tan frías.
También sus hoj as y cogollos cocidas y mezcladas con harina de
cebada, y de habas, hecho a modo de (b) ungüento con manteca de
vacas, lavada, cura las llagas, que de cualquier quemazón se hayan
hecho, con admiración; y lo mismo hacen sus hoj as soasadas 334
aplicadas a las llagas de dicho fuego.
También sus hoj as y cogollos soasados, aplicados a las inflamacio­
nes y tumores fríos teniéndolas así calientes, aplicadas por dos horas
y remudándolas, si fuere necesario, reabsorbe 335 dichos tumores. Y
(c) puestas sobre una piedra llana, bien caliente, o ladrillo, en canti­
dad, y poniéndose de pie sobre ellas, quita los tullimientos de los
nervios y músculos por sudor violento. Esto hace mejor cuando Ja
piedra está más caliente, y ellas 336 medio soasadas y muy calientes,
poner al baldado sobre ellas de plantas, bien abrigado todo el cuerpo
con frezadas 337 remudándole 338 el sudor, y al día siguiente repetirlo
si fuere necesario. Algunos dicen que su cocimiento depurado hace
lo mismo lavándose los pies con él bien caliente y aplicando dicha
yerba bien caliente a los miembros por 339 algunos días. No Jo he
experimentado pero esto otro sí.
Así Ja blanca como Ja negra son eficaces en dichos casos pero hallo
ser más resolutiva Ja blanca, por tanto para cuerpos flacos o delicados
tengo por mejor Ja negra, y Ja blanca a Jos más robustos y duros. Es
caliente en el fin del segundo grado o (d) principio del tercero, aunque
tiene partes frías en la superficie, las cuales son tan débiles que Juego
desaparecen.

(a) Ms. bon. ahí intercala "lo''.


(b) Ms. bon. omite a modo de.
334 Soasar: medio asar o asar ligeramente.
33 5 Textualmente dice: resuelven. Ms. bon. también pone "resuelven".
(c) Ms. bon. pone "Iten''.
336 Se refiere a las hojas y cogollos.
337 Frezada o frazada: manta peluda que se echa sobre la cama.
338 Remudar: sustituir una cosa con otra. Entendemos ahí, que se trata de sustituir
o cambiar la manta sudada por otra seca.
339 Textualmente pone: para algunos días.
(d) Ms. bon. pone "a principio del primero''.
280 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 1 3] FALSO EUPATORIO

La lámina aquí contemplada la recoge el Ms. bon. con el nombre de


Eupatorio Americano aunque la descripción emplea los mismos térmi­
nos.
Como es tónica generalizada, el dibujo que aquí vemos es mucho
más perfecto y conseguido técnicamente que el de Ms. bon. que aun
teniendo la misma distribución de ramas, hojas y flores se asemeja más
a un boceto. La hoja que en la parte derecha del recuadro se nos
muestra, es aproximadamente de las dimensiones del Manuscrito compa­
rado, aunque más detallados sus bordes y nervios.
Las raíces también constan, en el que mostramos, de mayor número
de ramificaciones.
El dibujo de un perfil humano, en la parte inferior derecha de la
lámina no aparece en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. falso eupatorio Cast.º Eupatorio Americano (a)
Guaraní Caa taperiba Guaraní Taperibá caá

[ 1 1 4] La yerba taperiva (b ), hállase por todas estas Misiones en abundancia,


la cual no he visto ni en ninguno de los herbarios, escritores ni
tampoco en alguna otra parte de esta provincia (c). Crece de alto de
tres codos en las partes de tierras secas; en partes húmedas llega a un
estado 340 y más, crece a modo de arbolito. Su tallo al principio es
cuadrado pero cuanto más va creciendo, va perdiendo la cuadratura
que apenas se distingue. Sus hojas son algo vellosas, delgadas y con
cierto humor viscoso 34 1 al apretarlas como aquellas de los mercuriales
o parietaria 342 . Sus flores amarillas, de cinco hojas en medio, como
tres cornezuelos, los dos de flor y el de enmedio es el que sale a dar
semilla a modo de lentejuelas en vainas como judías 343 , y en racimos

(a) Ms. bon. en lámina LXI da el dibujo del Eupatorio Avicena pág. ( 1 79).
(b) Ms. bon. pone "Taperiba".
(c) Ms. bon. pone "Wª".
340 Estado: medida longitudinal tomada de la estatura regular del hombre.
34 1 Textualmente pone "concierto humor viscoso o bisco ".
342 Parietaria: planta herbácea anual de la urticáceas usada en cataplasmas.
343 Textualmente pone judiguelos = judihuelos = j udías.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 281
282 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

en las cumbres de los tallos. Es caliente en el grado primero y seca


en el segundo aunque al parecer tiene partes viscosas y húmedas
cuando se coge, pero después de seca las pierde por lo cual advierto
que cuando se ha de usar para bebidas o vómitos es mejor la seca,
para 344 fuera la verde. Hállase (a) que esta yerba la usaban algunos
de los nuestros con nombre de verbena siendo así que es muy distinta
en figura, sabor, olor y las más de las cualidades por ser la verbena
más caliente y amarga y el taperiva es dulce y muy emoliente aunque
para las fiebres malignas convienen las dos, en virtud y lo mismo
para las pútridas, mayormente en los indios, como es en las viruelas
y sarampión y humores corrompidos y vueltos lombrices, los cortan
y hacen bajar por abajo, y a falta de la verbena se puede usar,
mayormente en los accidentes de viruelas y sarampión porque en
matar lombrices no es tan eficaz como la verbena por no ser tan
amarga dado que prohíbe la corrupción como la verbena (b).
Sus hoj as verdes cocidas media onza de ellas en un cuartillo y medio
de agua tomando vomitorio como la yerba o sin ella, sosiega las
ansias y angustias del estómago por humores gruesos y viscosos,
sacándolos por arriba y por las vías. Su (c) semilla, machacada y
cocida con malvas y semilla de algodón, aplicadas con unto sin sal
a las apostemas rebeldes y frías, las madura y abre. La usan 345 en
ayudas para los males arriba dichos y por bebida ordinaria en las
viruelas y sarampión, y en las fiebres pútridas y de pestilencia aunque
no la tengo por tan eficaz como la verbena pero a falta de ella puede
muy bien suplir. El taperiba es caliente en el primer grado y seca en
el segundo aunque su simiente la tengo por caliente y húmeda por
tener partes muy emolientes y viscosas.

344 Textualmente pone para por de fuera.


(a) Ms. bon. pone: "Hallé".
(b) Ahí Ms. bon. pone "sus virtudes" refiriéndose a lo que continúa.
(c) Ms. bon. carece del posesivo "su".
345 Textualmente dice: úsanla.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 283

[ 1 1 5] VIRREINA SALVAJE

Este dibujo se corresponde con la lámina LXXXVIII del Ms. bon.


Ambos son muy semejantes aunque este último, por tener el recuadro
algo menor acorta las ramas y por lo tanto tiene menor número de hojas
y flores.
Las raíces son también semejantes en ambas láminas aunque éstas
que aquí vemos son más prolongadas y ramificadas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Virreina salbaje Cast.º Virreina silvestre
Guarani ey reboray Guarani Eyborai hezaete

La denominación castellana es la misma en uno y otro manuscrito


aunque los calificativos usados no son homónimos.
La guaraní es algo diferente y más completa en Ms. bon.
284 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

�.
.e;;,
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 285

[ 1 1 6] VIRREINA HORTENSE

El apelativo de virreina hortense lo hemos puesto por similitud a la


así nombrada en Ms. bon. Ésta que aquí vemos tiene mayor número de
ramas hojas y flores aunque las que son comunes a ambos dibujos se
hallan en la misma o semejante posición.
La raíz también presenta semejanza a grandes rasgos, aunque Ms.
bon. recoge la parte posterior de ella dando sensación de raíz esférica.
La diferencia esencial la encontramos en la forma de las hojas: aquí
son planas dentadas y en Ms. bon. dan la sensación de ser hojas
alargadas y compuestas a base de pequeñas hojitas (tipo helecho).

[ 1 1 6] Hállanse por estas tierras cuatro diversas especies de virreinas silves­


tres que aquí el indio llama Eyreboray (a) las dos que doy por
estampa son las más comunes y que ellos usan en medicina aunque
de la baqueria (b) del mar traen otra nada inferior a las dos dichas y
más aromática, hace sus hoj as parecidas en todo a la segunda estam­
pa, pero sus flores son muy semejantes a las de la yerba de murta que
en guaraní llaman ñachiuna (c), el olor es más subido y grave, hállase
esta planta en la huerta del pueblo de San Lorenzo por haber traído
su semilla y sembrarla. La cuarta especie es la que llamamos virreinas
que se hallan por muchos pueblos, unas dobles y otras sencillas, la
cual es muy inferior en uso de medicina, asimismo en olor y partes
de agudeza y amargor. Las tres arriba dichas junto con ser calientes
en el tercer grado, son emolientes y muy confortativas y cualquiera
de ellas ( d) es amarga.
Téngolas por secas en el fin del primero, dado que después de secas
tengan algo más sequedad pero frescas no hallo puedan pasar de lo
dicho por tener partes viscosas o melosas en la superficie, nacen por
las campiñas y a donde hubo sembrados y muy cercanas a las vivien­
das de las granjas 346 y puestos estercolados como por las huertas y
rodeos antiguos de vacas, florecen por abril y mayo. Su flor es

(a) Ms. bon. igual que en su pie de lámina pone: "Eyborai".


(b) Ms. bon. lo pone en mayúscula Baqueria dando a entender que se trata de un
nombre propio.
(c) Ms. bon. pone "lñachiuna".
(d) Ms. bon. pone "son amargas".
346 Textualmente pone chácaras chacra: en América alqueria o granja. Ms. bon.
=

pone "Chácaras" en mayúscula.


VAL VER DE
CAR MEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS
286
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 287

amarilla y la siguiente como la de las virreinas, algo más corta y más


gruesa.

Sus virtudes

Todas estas cuatro especies de virreinas son dotadas de una virtud


muy especial para las pasiones de los nervios y sus encogimientos y
retraimientos 347 con no sé qué modo anodino y juntamente confortativo
que dejan muy atrás en esta virtud a otra cualquiera medicina o
simple y así con admirables sucesos, la usan los indios en semej antes
pasiones de baldamiento de los nervios, cociendo cantidad de toda la
yerba en un recipiente 348 y tomando el vapor del cocimiento sentado
en hamaca, tan 349 caliente como lo puedan sufrir, con el cual sudan
copiosamente y bien abrigados hasta el día siguiente. Se vuelven a
bañar con el los miembros baldados o con estupor 350 y adormeci­
miento y así prosiguen con su remedio hasta hallarse del todo alivia­
dos y desencogidos Jos nervios. Yo, viendo y reconociendo la virtud
tan eficaz para este efecto, me he valido de ellas en varios pasmos
rectos o totales que son los que rectamente embarazan (a) todo el
cuerpo por igual dej ándole inmóvil 35 1 y tenso, con el cocimiento de
sus hojas y flores, y juntamente con untura que hago apropiada para
los espasmos en este forma:
Hoj as y flores de virreina, libra una. Hoj as y cogollos de salvia, de
manzanilla, de ruda, de torocaá, o meliloto, de romero, de matricaria
o yerba de Santa María, de cada una, cuatro 352 onzas. Hoj as de
malvas y de arrayán blanco, de cada uno dos onzas, todo bien pisado
en mortero. Se ponen a freír a fuego lento en enjundia de puerco sin
sal, sebo de todo, grasa de tigre y a su falta pongo el caracucue (b)
miri de cada uno una libra, y a fuego lento se fríen hasta que los
zumos se consumen. Se dej a 353 24 horas 354 en infusión y al día
siguiente se vuelve a calentar y se repone para el año. De este

347 Textualmente pone retrahimiento. Ms. bon. pone "retrahiciones".


348 Textualmente pone tacho.
349 Textualmente pone cuanto.
350 Textualmente pone tupor.
(a) Ms. bon. pone "embaran''.
35 1 Textualmente pone inmoble. Ms. bon. da también ese vocablo.
35 2 Textualmente pone qto.
(b) Ms. bon. pone "caracúqüé".
353 Textualmente pone dejase.
354 El subrayado es del texto.
288 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

ungüento dando unturas a los miembros pasmados o encogidos abri­


gándolos después muy bien, he resuelto 355 pasmo recto de diez días
en un pobre muchacho recién convertido a la fe y dado alivio a
muchos pasmados y doloridos de hinchazones de frío.
La virreina que traen de la vaquería, la usan los indios por (a) bebida
de mañana con el agua caliente y la yerba, dicen, para quitar el frío
de las entrañas y estómago, lo que sé decir es que resuelve podero­
samente las ventosidades del vientre y las expele 356 por abajo; provo­
ca asimismo la orina y causa un lento sudor. La tengo por caliente en
el tercer grado y seca en el segundo, en el fin de él.

355 Textualmente pone solvido.


(a) Ms. bon. pone "p'".
356 Textualmente pone empele. Ms. bon. da "expele".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 289

[ 1 1 9] LAPACHO. PALO SANTO DEL GUAYCURU

El dibujo que aquí vemos, lo recoge Ms. bon. en la lámina LXXIV.


La disposición y forma del tronco y ramas es muy semejante al aquí
contemplado, el número de hojas es bastante inferior. El penacho apical
no es recogido en Ms. bon. donde sólo se ven las ramas que sobresalen
del recuadro.
En cuanto al motivo del lateral izquierdo, la hoja se presenta en Ms.
bon. más esquemática, carece de la forma de lanza que ésta presenta,
siendo más cuadrangular. Las venas de la superficie son aquí más
numerosas y en suma el dibujo está más conseguido.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Casi. lapacho o taxibo, Palo Sto. Cast.º Lapacho o tahibo. Palo Sto.
del Guaycuru Guaycuru
Guarani: teyi he aqua Guarani : Tayi

La diferencia en las dos denominaciones queda patente. La guaraní


es más completa en Ms. B. N.
La leyenda que vemos dentro del recuadro "Así dicen es el palo
Santo oloroso de guacuru y de chaco " no aparece en Ms. bonaerense.

[ 1 20] El Palo Santo oloroso que traen del Chaco y tierras de infieles,
guaycurus y mocobies (a) es tan parecido al lapacho o taxibo (b) que
el indio llama Tayi he aqua (c), que en hoj as y corteza no se distin­
guen, sólo en las flores son diversos porque las del lapacho son
encamadas y en una especie de racimo en la punta de las ramas, su
fruto como el del yuquiripei pero menor, del tamaño de uvas. El palo
Santo 357 hace sus flores como anaranj adas (d) tirante al color amarillo
en medio de las ramas y algunas al fin pero una a una, cuando más,
dos o tres j untas según me han dicho, que sólo he visto su rama y
corteza, no sé cuál será su fruto porque cierto no he podido hallar

(a) Ms. bon. pone "Mbocobis".


(b) Ms. bon. pone "Tahibo".
(c) Ms. bon. omite he aqua igual que hizo en el pie de lámina.
3 57 Textualmente lo pone abreviado St.º
(d) Ms. bon. pone "a naranjado".
290 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 29 1

persona de cuantos he visto venir procedentes 358 del Chaco, que me


diese noticias; florece el ataxibo (a) por julio y agosto y el palo Santo
por octubre y noviembre según dicen los dos, crecen en alto y grueso,
casi igualmente y son maderas fortísimas para fábricas en (b) agua y
tierra.

Sus virtudes

El Palo Santo del guaicuri aromático y resinoso, es uno de los más


eficaces remedios que hasta hoy se han descubierto en curar úlceras
y llagas de todas las partes internas como son del pulmón, del hígado,
estómago, intestinos, riñones y vej iga con sólo beber su cocimiento
por largo tiempo y así puede asegurar que debo la vida, años ha, a
su virtud, de una flusión de flema salada, la que baj ando al pulmón,
me hizo tal llaga, que echaba pura materia en el vaso 359 cuando
apretaba un poco la tos, de suerte que ya me tenían por incurable;
pero habiendo visto que el cocimiento de este palo cura y encama ( c)
con admiración las úlceras cavernosas que en griego dicen cachoetes (d)
me determiné antes a tomar su decocción que la del guayacan tan
alabado y de Aschencio (e) insigne médico en la Universidad 360 de
Montpellier 36 1 en Francia 362 que dice curó a muchísimos con su
decocción usada por largo tiempo que con tos desesperada 363 echaban
los pulmones por la boca poco a poco y lo confirma Laguna 364 curó
a 1 7 (f) de los tales tísicos o tabes 365 y así digo que el Palo Sto.
amarillo o leonado aromático excede con muchos quilates en virtud
al guayacán en todas aquellas dotes 366 y virtudes que de él recitan

35 8 Textualmente pone: he visto venir de entradas al chaco. Ms. bon. lo pone tal
cual.
(a) Ms. bon. pone "Taihbo".
(b) Ms. bon. pone "para fábricas y estar en agua y tierra".
359 Textual.mente pone en el escarro; escarro: vaso para comer. En Ms. bon.
aparece también este vocablo escarro.
(c) Ms. bon. intercala ahí "esto lo trahe Francisco Morato Portuguez".
(d) Ms. bon. pone "cacohetes".
(e) Ms. bon. pone "Ascencio".
360 Textualmente viene en minúscula.
36 1 Jbidem.
362 lbidem.
363 Pone textualmente esasperada. Ms. bon. pone exasperada.
364 Pone textualmente mayúscula.
(f) Ms. bon. pone "diez y siete".
36 5 Tabes consunción: enflaquecimiento.
=

366 Textualmente: doctes.


292 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

todos los autores antiguos y modernos como se podrá ver por la


experiencia, y además de esto retiene todos los flujos de vientre que
proceden de relaj ación, frialdad y demasiada humedad con sólo tomar
una dracma del polvo de su resina en vino que la da en sobrada
abundancia; así su corteza como su palo, asimismo se toma para las
llagas internas, y externas su polvo así del guayacán como del palo
Sto. (a) aromático se hacen varias recetas de magistrales según la
[121] variedad de los enfermos / y complicación de morbos galicados pero
yo siguiendo la escuela de un gran licenciado en medicina y muy
perito 367 cirujano latino, el más afamado en mis días en la Corte de
Madrid, le he usado para el morbo gálico en esta forma:
Palo Santo o guayacán: una libra hecho menudas astillas. Raíz de
China: una onza. Aristoloquia rotunda: onza y media. Fumus terre 368 :
dos onzas bien quebrantadas o menudamente cortadas menos el fumos
terre o palomilla (b). Lo pongo en 24 (c) cuartillos de agua en olla
vidriada en infusión por 24 369 horas, al cabo de las cuales lo pongo
a cocer hasta que merme la mitad y dej ándolo enfriar lo pongo en
frascos y vuelvo a echar otra tanta agua encima de todas aquellas
cosas y le doy fuego hasta mermar la tercera parte y de esta segunda
doy al enfermo por usual bebida y de la primera doy ocho onzas
caliente a la mañana con un poco de azúcar y otro tanto a la tarde
para que sude, guardándole el sudor según costumbre y así he curado
a varios en cuarenta días, los cuales es bien que guarden dieta y
bebida simple del palo y si veo hay humor muy ardiente y colérico,
suelo ponerles ( d) en dicho cocimiento unas raíces de achicoria o
endivia o de borraja.

Otra receta no menos eficaz y más segura 370

Palo Santo: media libra. Raíz de China: una onza. Aristoloquia: cuatro
onzas. Polipodio: una onza y media todo bien quebrantado y puesto
en cuartillos de agua 15 (e) en infusión por 24 horas; al cabo de ellas

(a) Ms. bon. no pone abreviatura: "Palo Santo".


367
Ms. bon. pone espericto. Ms. bon.: "experito".
368 Fumus terre: fumaria.
(b) Ms. bon. pone "palomina".
(c) Ms. bon. lo pone en letras.
369 El subrayado es del texto.
(d) Ms. bon. dice: "poner en dicho cocimiento".
370 El subrayado es del texto. Ms. bon. no lo subraya.
(e) Ms. bon. pone: "en quince cuartillos de agua".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 293

lo pongo a cocer en olla de barro usada ya, y no de carne (a) hasta que
merme la cuarta parte a fuego mediano y le añado raíces de hinojo,
sus cortezas de espárragos de achicorias, de borrajas y de perejil, de
cada uno una onza. Vuelve a cocer como tres misereres o medio
cuarto de hora y se le añade sen limpio seis onzas; cuece como credo
y medio y se aparta y se cuela y se guarda en frascos para tomar de
ella 8 (b) onzas o nueve cada mañana y seis a la tarde o caliente o fría
según la necesidad y aparato del enfermo.
Sobre dichas cosas, quitando el Sen, vuelvo a poner libras de agua,
dándole un hervor (c) y se guarda para bebida ordinaria en las comi­
das. Estos magistrales abren todas las vías, sacan los humores por
sudor, cámara y orina 3 7 1 • Guardando buen regimiento con abrigo y
buenos mantenimientos. A varios baldados he visto quedar libres de
lo gálico. Es el palo Santo 372 caliente y seco en el grado tercero.

(a) Ms. bon. pone: " . . . en olla de barro usada pero no de carne . . . ".
(b) Ms. bon. pone "ocho onzas" en letras.
(c) Ms. bon. carece de esta frase, que en Ms. B. N. aparece con una l lamada a
modo de pie de lámina.
37 1 Textualmente pone harina.
3 72 Textualmente pone palo Sto.
294 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 22] ACHIOTE

Este dibujo comparado con el homónimo en Ms. bonaerense de la


lámina LXVII, es más reducido en dimensiones. Los dos frutos que
aparecen en el ápice, son comparativamente al resto del dibujo, mayores
en este que aquí vemos que en Ms. bon., y dispuestos en forma muy
diferente, aquí aparecen tan abiertos que puede pensarse son cuatro. En
Ms. bon. están sólo entreabiertos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Achiote Cast.0 Achiote
Guarani. Urucu Guarani : Urucú

[ 1 23 ] Del achiote que e n guaraní llaman Urucu 373 se hallan dos diversos
árboles, ambos 374 silvestres aunque el uno de ordinario lo plantan ya
por los huertos, que es el que aquí doy estampado, que el otro no lo
hallo en uso para el efecto de sustento y menos en medicina, el cual
tiene las hojas menores y más gruesas y verdosas sin vello. Su fruto
casi redondo, del tamaño de nueces, con cáscara; menos encendida de
color su semilla, aunque los indios se sirven de él para teñir de
colorado parduzco 375 y así está muy sobrado en los árboles, abiertas
sus vainas o erizos 376 sin tener más enemigos que el sol y aguas que
así lo pudren. El árbol del urucú verdadero es pequeño y desde el
ras 377 de la tierra salen de su raíz varias ramas o troncos lisos de
corteza abundantes de hojas (a) anchas y vellosas, medianamente
delgadas. Sus flores en lo alto de los tallos o ramas, en sus puntas,
de color blanquecino anaranj ado como aquellas del malvavisco ma­
yor, de las cuales se forman ciertos erizos 378 algo espinosos lleno de
semillas como las del almizcle de la tierra y en llegando a sazón las
cogen y guardan.

373 El subrayado es del texto.


374 Textualmente pone entrambos.
375 Textualmente pone de colorado triste y desgraciado. Así lo recoge Ms. bon.
3 76 El nominativo erizo se debe al aspecto velludo y espinoso que presentan estas
vamas.
377 Textualmente pone: desde a raiz de tierra . . . Así lo recoge también Ms. bon.
(a) Ms. bon. pone "ojos".
378 Ms. bon. pone ericos. Ms. bon. también pone "ericos".
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 295

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296 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

Sus virtudes

Muy poco usado es el achiote en estas Misiones así de los padres 379
como de los indios y cierto que con poca o ninguna razón desechan
de los guisados y potaj es su agradable color y olor y sabor pues en
todas estas cosas excede y deja muy atrás (a) la flor del cártamo
llamada azafrán de la tierra y mayormente en lo cordial; socorre el
corazón y el hígado así su semilla como las cortezas de sus raíces
aunque aquélla se antepone a éstas y (b) así vemos la mezclan en las
composiciones cordiales y en los colirios ( c) para las fluxiones ar­
dientes que bajan a los ojos, preparándola con agua rosada o mixta
su tintura con ella y dando un hervor.
Además de esto, muchos boticarios preparan su semilla o tintura a
modo de los corales y la guardan para cordiales (d) a modo de
trociscos. Afirma Guillermo 380 que socorre en tiempo de pestilencias
y vientos corrompidos, fortificando al corazón y estómago tomando
de su polvo una dracma en ayunas, en agua de borrajas o vino o en
cosa adecuada (e) como la de llantén o de acetosa, y cierto ( f) es
único remedio a los disentéricos en el principio y si los flujos provie­
nen de relajación, es más eficaz el polvo de las cortezas de sus raíces
por ser más desecativas y estípticas 381 • Sácase su tintura de dos
maneras: la primera es cogiendo cantidad de semilla en mortero o
almirez y se medio quebranta y se le va echando agua rosada o de
endivia o borraja según arte 382 , y removiendo se le quita la tintura por
un paño doble una y otra vez, y ésta se pone al sol en vidrio por
espacio de 4 383 días y se guarda para el uso. El segundo modo de
sacar la tintura es poner en remojo de agua rosada o de endivia una

379 Al decir padres se refiere a los misioneros.


(a) Ms. bon. pone "atraz".
(b) Ms. bon. repite "y".
(c) Ms. bon. pone "coléricos".
(d) Ms. bon. pone "cordeales".
380 Se refiere a Guillermo Pisón sin duda lo cual quiere decir que fue su fuente
en esta planta como en otras muchas.
(e) Ms. bon. intercala ahí: "Dase también contra los molestos flujos del vientre,
o sus polvos o su tintura en cantidad de una onza o de su polvo dragma y media en
agua adecuada como la de llantén . . . ".
(f) Ms. bon. carece de y cierto.
381 Estípticas: astringente.
3 82 La expresión según arte es nuestra; textualmente pone esto es estilada y le
damos el significado de hacer según el estilo que corresponde, que nos suministra el
Diccionario ideológico de la lengua española de Julio Casares, ed. 1 97 1 .
383 El guarismo y subrayado es del texto.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 297

libra de semilla en un azumbre 384 de agua, ponerla (a) muy bien /


[ 124 ] tapada en olla vidriada a fuego lento 385 por espacio de dos horas y
cuando ya calienta mucho la tapadera, que no se puede sufrir, la
apartan del fuego y por paño limpio doble la (b) van colando hasta
que quede sin nada de tintura y se guarda con las condiciones atrás
dichas. Este modo lo tengo por mej or y la tintura es eficaz. Queda de
ordinario en tres cuartillos de la coladura, por lo mucho que embebe
la sequedad suya. Es (c) cordial a los de la fiebre maligna y pútrida
y mayormente a los que (d) les da concursos 3 86 biliosos y sanguíneos
y a los dolores celíacos y úlceras de los intestinos delgados y gruesos.
Es fría y seca en el grado primero su semilla, la parte interna 3 87 de
la corteza lo es en el principio del segundo grado.

384 Azumbre: medida de capacidad para líquidos, equivalente a cuatro cuartillos.


(a) Ms. bon. dice: "se pone''.
38 5 Textualmente dice A fuego muerto.
(b) Ms. bon. pone "se va colando''.
(c) Ms. bon. pone " . . . es alabado cordeal...".
(d) Ms. bon. pone "a los cuales ... .
"

386 Seguimos usando la palabra del texto original concurso entendiendo por tal
"la existencia simultánea de sucesos, circunstancias o cosas diferentes".
38 7 Textualmente pone la raiz de la corteza. Tomamos la acepción que da el
Diccionario de parte inferior o base de cualquier cosa.
LIBRO SEGUNDO DE LAS YERBAS Y RAÍ CES
MEDICINALES Y COMESTIBLES DE ESTAS MISIONES Y
PARAGUAY CON ALGUNAS DEL BRASIL Y PROVINCIA DE
CHILE

Compuesto por el hermano Pedro de Montenegro de la Compañía de


Jesús en las Misiones. Año 1 7 1 O
300 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 27] RA Í Z DE CHINA BLANCA

El dibujo que nos presenta Ms. B. N. es más preciso que el de Ms.


bonaerense y mucho más esquemático.
Básicamente las ilustraciones de ambos manuscritos son similares
aunque no idénticas.
Los sarmientos que salen de la raíz son mucho más numerosos en
esta ilustración que en la de Ms. bonaerense donde también son más
cortos.
Las ramas más abigarradas y cargadas de hojas en Ms. B. N. que
en el bonaerense. Los dos frutos que nos muestra más proporcionados
en dimensiones que los de Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Castellano Raiz de China blanca Castellano Raiz de la China blanca
Guaraní Yuápeca nguasú Guaraní Yuápeca guazú
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 30 J
302 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

( 1 28] RAÍ Z DE CIDNA NEGRA

El dibujo que aquí tenemos es muy diferente al del Ms. bonaerense.


Las dimensiones y proporciones tanto de hojas como raíz, frutos y ramas
están mucho más aumentadas en Ms. bonaerense.
El detalle de la hoja del margen izquierdo aparece en Ms. bon.
dibujada en horizontal al pie de lámina, no vertical como aquí lo vemos.
En Ms. bon. aparece una hoja ocupando las tres cuartas partes del
dibujo con la siguiente leyenda al margen: "Oja de la antecedente
estampa " refiriéndose a la raíz de China blanca, apreciándose una
forma más acorazonada en contraste con las hojas alargadas de la Raíz
de China negra.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Raíz de la China negra Cast.º Raíz de la China
Guaraní: Yuapeca mirí Guar. Yuapeca miri

[ 1 29] La raíz de la china que el indio guaraní llama yuapecá 1 y el brasilense


o tupí dice yuapicanga (a), ha sido nuestro Señor servido el que la
hallase en estas Misiones del Uruguay y Paraná según el dibujo que
de ella pone Monardes y Huerta que son los dos que de esta planta
han tratado con legalidad y según Guillermo Pisón la dibuj ó en su
libro de plantas insigne simplicista 2 y gran fisico del príncipe Nassau,
el cual escribió en el Brasil en el tiempo que lo ganaron los holan­
deses 3 •
Hállanse dos especies de yuapeca de China, la una blanca y la otra
negra. La blanca difiere de la negra en que la blanca tiene las hojas
angostas y largas y la negra las hace a modo de arpón como aquí
queda estampada y los sarmientos más gruesos y muy largos a modo
de aquellos de las zarzamoras las cuales trepan encima de los mato­
rrales a las orillas de los arroyos, ríos y bosques que es donde se
hallan y en los montes de serranías; no se halla planta en todas estas

El subrayado es del texto.


(a) Ms. bon. pone yuapecanga.
2 Estudioso de los simples.
Textualmente pone "ingleses olandes''. Ms. bon. pone holandeses. Efectiva­
mente: Pisón arribó a Brasil a las órdenes del también holandés Nassau venciendo a los
ingleses.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 303
304 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

misiones con que se pueda equivocar esta planta según se puede ver
por la estampa, he visto algunos de sus sarmientos de cinco 4 y aun
de seis varas de largo con unos escaramujos 5 ásperos por fruto
semejante a las zarzamoras verdes pero en sí secos y sin jugo comes­
tible; pone muchos años en crecer su raíz por su gran solidez y cada
año brota un solo sarmiento como yo lo he observado y se seca otro
ya. Al cogerla se conoce los años que tiene por los ojos y sarmientos
de la raíz, que hay algunas que pasan de cuarenta, la dicha raíz se
viste de varias raizej as tan espesas como los oj os o ceros (a) de la
estampa y de largor de vara y media y otras de una vara 6, las cuales
como Jos sarmientos tienen sus espinas aunque muy chiquitas y que
apenas se ven pero se sienten al cogerlas aunque por su pequeñez se
nos hincan en la carne.
Es cosa digna de reparo, lo que esta planta tira a su conservación que
ella misma lo está pregonando en armarse de tantas raicej as a modo
de quitasol; su raíz esparciéndolas 7 por lo mejor y más pingüe de la
tierra que es la superficie armada sin espinas, así raíces como sar­
mientos, los cuales nacen sin ellas y así mismo crecen pero se arman
de ellas cuando se desnudan de las hoj as que cada tronquillo de hoja
forma una aguda y longa espina a modo de uña de tigre o león de
estas tierras.
Otra cosa he observado y es que al cogerla y luego que se cortan sus
ramas y raíces hace sudar en gran copia a los que la arrancan, por
más fresco que corra el viento, y deja el tal sudor tal alivio en la
naturaleza y tal alegría en el corazón que parece son los cuerpos otros
de los de antes 8. Único remedio para cacoquimios 9 y bubosos; esto
me hicieron reparar los indios que la cogieron diciéndome tenía
aquella propiedad.
[ 1 30] Las mejores raíces son las medianas, ni las muy viejas ni las muy
nuevas, las algo nudosas a modo de nueces o de raíces de cañas, las
de corteza algún tanto rubra o amarilla y dentro blancas de sustancia,
hállanse algunas muy grandes de más de a libra y de color amarillo
tirante a rosado que según Monardes son también de elección, Huerta
dice ser muy templada en calor y seca en el grado segundo pero yo

Textualmente pone decin y aun seis baras.


Fruto de un arbusto silvestre, "rosal silvestre''.
(a) Ms. bon. pone "ojos o cesos".
6 Textualmente pone: de a vara.
Textualmente pone: espartiendola.
Textualmente pone: " . . . que parece es tan los cuerpos otros de los que antes".
Textualmente pone caquime/os. Cacoquímicos: persona que padece aflicción
y está pálida y melancólica. Ms. bon. ahí pone "cacoquímicos".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 305

hallo ser caliente en el primero, l a raíz y las raíces que son como
zarzaparrilla algo más calientes y eficacísima salsa para males de
gálico que excede y sobrepuja a la de la granadilla o flor de pasión,
mayormente para complesiones frías y húmedas.

Sus virtudes

La raíz de China es el más eficaz remedio que hallo en lo que hasta


hoy he podido informarme, por lo que de ella dicen los autores
citados como por las experiencias de otros muchos que con sólo ella
he visto curar de varios morbos a un tiempo complicados en el mal
francés o gálico, su uso es como sigue:
Toma una onza de raíz de China quebrantada o molida gruesa, ponla
en tres azumbres 1 0 de agua en remojo por espacio de 1 2 horas y al
cabo de ellas ponerla a cocer en olla de barro hasta que mengüe la
mitad. Apártala del fuego, y tapada, déj ala enfriar, cuélese y pónga­
se 1 1 en vaso vidriado o frasco y a la mañana se calienta como 1 2
onzas, y al querer hervir se le echan unas flores y hoj as de borraj as
o cortezas de su raíz y, dando un leve hervor, se aparta tapada, y en
templándose, que se pueda beber caliente, se toma y se arropa para
sudar, y en sudando mudar camisa, esto se hace por la mañana y tarde
echándole un poco de azúcar al tomarla, no mucha, y puede proseguir
hasta 9 12 ó 1 2 días según la necesidad guardando la dieta y regla que
adelante diré:
Esta raíz de China se toma de varios modos y para varias enferme­
dades según la complexión y destemplanza de varios miembros inter­
nos y sujetos, mayormente de todos aquellos morbos que es conve­
niente desgastarlos o deshacerlos por sudor como son las opilaciones,
obstrucciones e hidropesía; cura todas las dolencias causadas de
humores fríos y húmedos como son destemplanza fría en los riñones
de la cual provienen varios accidentes como retención de orina,
perlesía 1 3 , hernias acuosas y ventosas, gota de causa fría y dolores
artríticos, piedra de vej iga y riñones, pone buen color a los rostros
que lo han perdido.

10 Medida de capacidad de líquidos equivalente a cuatro cuartillos.


11 Hemos mantenido los tiempos de los verbos tal como lo expresa el Ms. B . N.
12 Textualmente pone 9 en cifras. Ms. bon. lo pone en letras.
13 Parálisis. Debilidad muscular acompañada de movimientos convulsivos.
306 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 3 1 ) ROSA MOSQUETA

la hermosa lámina que aquí se nos muestra aparece mutilada en la


que se recoge en Ms. bonaerense hasta tal punto que recoge cuatro
ramas con un total de veintiuna hojas, cuatro frutos y una flor (la
apical).
El detalle de la hoja del margen izquierdo aparece también en Ms.
bonaerense aunque, como ya es norma, mucho más esquemático y sim­
plificado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Rosa mosqueta . Castellano. Rosa mosqueta
Guarani Yboti moroti rosa yaba Guarani Iboti moroti

Como se expresa anteriormente la denominación guaraní en Ms. B.


N. es más completa que en Ms. bonaerense.

[ 1 32] Aunque mi intento no es más que tratar de las plantas propias de esta
tierra que no están hasta hoy delineadas, como nombres propios, de
los autores herbarios todavía, por no hallar dibujada la rosa mosqueta
en Dioscórides, Matiolo, ni en Gaspar de Bauin 1 4 francés que añadió
algunas sobre Matiolo, me pareció necesario el dibuj arla y declarar
sus cualidades y excelentes virtudes y modo de usarla por tratar muy
poco de ella Andrés de Laguna a su comentario sobre Dioscórides.
Es la planta de la mosqueta tan fecuenda en estas tierras de las
misiones, que todo el año están echando flores si la riegan de con­
tinuo cuando no llueve o la plantan en parte húmeda y pingüe. Va
cada creciente de luna echando sucesivamente nuevos sarmientos o
varas y en la copa de ellas sus flores, en tanta abundancia que en sólo
uno de sus vástagos o sarmientos he contado doscientos cuarenta y
más botones. Son de altor de tres varas, algunos de sus vástagos muy
abundantes que hace un círculo como un matorral mediano.

14 Textualmente pone Bahuin. Ms. bon. pone Bakin.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 307
308 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

Sus flores cogidas después d e perdido e l rocío, cortadas sus uñas


amarillas con tijeras (a) como se cortan las de la rosa castellana y
alejandrina, haciendo de ella infusiones como se hacen de las otras
rosas, es el más soberano y eficaz remedio de cuantos he hallado en
plantas que se hallan en estas tierras para purgar la cólera y la
melancolía, purificar la sangre del suero acuoso y putridinoso, y si le
ponen o mezclan en la infusión los purgantes de flema, la purgan
juntamente con admiración a causa 1 5 de sus cualidades arriba dichas
por ser de partes agudas y sutiles y confortantes al hígado y corazón
y muy eficaz en purgar todos los humores acres y salados.
El modo de hacer las infusiones es el siguiente: cógense dos onzas de
su flor cortadas las uñitas dichas, se pone en vasija de plata o vidriada
a calentar un cuartillo de agua y después de haber hervido un avemaría
para que deseche la crudeza, se pone la flor y se remueve a toda prisa
con una cuchara o palito de caña, y se aparta del fuego tapándolo
muy bien con su tapador y se deja allí hasta el día siguiente que están
prevenidas las otras dos onzas de rosa cortada y colando la infusión
echa se pone al fuego en su calentador tapado y cuando comienza a
hervir se le echa la flor y se hace la misma diligencia y a este modo
se hace la tercera y la cuarta infusión y al cabo de ellas se cuela por
su colador de ruan 16 muy limpio (b) y se le echan seis onzas o siete
de azúcar y se sube a punto, salen de esta infusión dos purgas para ( c)
[ 1 33 ) robustos haciendo las cuatro onzas de infusión de sen como se acos­
tumbra. Con una hoj a de borraj a y unos granos de anís o hinoj o y sino
tuvieren sen con una onza de las rosas de mosqueta mezcladas con
la borraja y anís o semilla de hinojo, y estas cuatro onzas de infusión
se mezclan la tarde antes con las tres o tres y media de jarabe 1 7 •
Advierto que si el azúcar no es muy limpia, blanca y bien purgada
se clarifica y se sube a punto muy subido como de melcocha 1 8, pero
lo mej or es que se haga con buena azúcar, sin meter lo astringente
del huevo porque así purga mejor, más presto y con gran suavidad
como me lo ha mostrado la experiencia.
Hácese también miel rosada sin cortar la flor, con las mismas infusiones

(a) Ms. bon. pone "tixera".


1 5 Textualmente pone a vueltas.
16 Ruan: tela de color estampada en colores.
(b) Esta frase se omite en Ms. bonaerense.
(c) Ms. bon. intercala ahí "para personas robustas''.
1 7 Textualmente pone xarave. Ms. bon. pone "xarabe".
18 Melcocha: miel preparada en forma de pasta muy correosa.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 309

o de dos infusiones doblando l a cantidad de flor, y da esta infusión


cuatro onzas de flor (a). Es eficacísima así en purgar cuantos humo­
res con la infusión arriba dicha, como en mundificar llagas y úlceras
sórdidas, virulentas y ruginosas (b) y pútridas así en lo externo como
en lo interno tomando media onza cada vez en agua de salsafrás ( c)
que es el apiterevi (d) o en agua de llantén o de parietaria. Hácese
también azúcar rosado cortándole las uñas dichas y de éste se toma
onza y media al acostarse como a las diez de la noche y tras él dos
sorbos de agua caliente, si es robusto y fuerte de estómago puede
tomar dos onzas y purgará con grandeza.
El que no pudiere regir 1 9 y quisiere regir, tome por la mañana en
ayunas ocho flores, deshój elas y caliente el agua, dé un hervor como
media avemaría, déjelas tapadas por un rato y cuando estuviere
templado para poderse beber, cuélelo en vaso de estaño o vidriado o
mate y póngale un terrón de azúcar y le hará regir.
Más fácil purgar y con menos trabajo, después de comer, medio
cuarto de hora, coma las hoj as de tres flores y purgará muy bien.
Sus hoj as secas es el más eficaz remedio en restriñir que las de las
demás rosas, así en ayudas, como en lavativas, como en j arabes para
fluj os de vientre y relaj aciones de los miembros de la coución 20 en
los casos que se escupe sangre del pecho si se mezcla con las hojas
de llantén a partes iguales y bien cocido se cuela y se hace lamedor
tomado poco a poco como se suele. Es soberano remedio porque ataj a
l a sangre y cura l a rotura d e las venas, lo mismo hace e n l a sangTe
lluvia, puesto por abajo. Es caliente en el grado primero y húmeda en
el tercero.

(a) Ms. bon. pone "que es a cada infusión cuatro onzas de flor".
(b) Ms. bon. pone "eruginosas". Ruginosa o eruginosa: mohosa, que tiene he-
rrumbre u orín.
(c) Ms. bon. pone "salsafraz".
(d) Ms. bon. pone "Apeterebi".
19 Regir: evacuar el vientre.
2° Coución: cocción, digestión, según Dubler ( 1 954). Se admitían cuatro diges­
tiones: en el estómago, en el hígado, en las venas y en los miembros.
310 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VAL VERDE

[ 1 3 4] GUEMBÉ

Diferencias con la ilustración de Ms. bonaerense:

1) Ms. B. N. inserta una hoja y rama más, es la inferior de la parte


derecha.
2) El número de raíces es de catorce, en Ms. bonaerense es de
cinco solamente.
3) El tronco aquí arranca del suelo estando representada esta
parte con las plantas que allí podían crecer. En Ms. bonaerense el tronco
es dibujado aproximadamente desde la mitad hacia arriba de su longitud
por lo que no aparecen partes de las raíces ni el suelo en el que crece.
4) El animal representado es menor en dimensiones en este Ms.
que en Ms. bon.; la forma del lomo, rabo y manchas de su piel también
son muy diferentes lo que hace parecer un animal distinto el de uno y
otro manuscrito.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Guembe Guembé: la fruta
Guarani guémbé Guaraní: Guembei la planta

[ 1 35 ] Sus virtudes

El Todopoderoso y sempiterno Dios que crió los hombres y animales


en la Tierra, crió las plantas árboles y yerbas con no menor admira­
ción del hombre racional, que con razón y discurso y por la experien­
cia, rastrea sus virtudes para bien y provecho del género humano,
pues en la abundancia, diversidad de figuras, sabores y olores de sus
hojas frutos y troncos recrean, sustentan y curan al hombre (a) en
este valle de lágrimas y destierro miserable para que por ellas ven­
gamos en conocimiento de nuestro Criador y bien sempiterno.
La fruta del guembé para los hombres flemáticos y que abundan de
humores gruesos y viscosos es único remedio tomando una grande o
dos pequeñas en ayunas y tras de ellas un vaso de agua fría o al
principio de la comida bebiendo dicha agua fia tras ella porque

(a) Ms. bon. ahí abre doble signo de admiración que cierra en "miserable".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 311
312 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

despega todos los humores fríos, reumáticos y viscosos de las vías por
donde pasa dej ando descargado el estómago y vientre de cosas asen­
tadas y detenidas. Como se ve por la evacuación que luego a la hora
después de comido causa.
El marlo 21 de su fruto acabado de comer sus granos restregándose los
lamparones 22 abiertos con él, por espacio de ocho o diez días los
deseca y quema y los cura, y lo mismo hace con las escrófulas 23 y
lovanillos abiertos o cuando comienzan a levantarse las abiertas
quemando con suavidad su sestil 24 y las sin abrir, recientes, resol­
viendo el humor crudo y grueso de que se forman con admiración.
También sus marlos secos tres o cuatro de ellos, puestos sobre brasas (a)
y dando con ellos sahumerios a los miembros baldados por frialdad
y humedad. Desopila los nervios y músculos con su gran calor y
sequedad y socorre con admiración los temblores (b) por causa fría
o húmeda y a los que han tomado mantenimientos muy fríos o
venenosos, tomando dicho sahumerio sosiegan sus accidentes; lo
mismo hace con todos los mordidos de animales de venenos fríos y
a falta de los marlos sirven sus hojas (c) aunque no son tan eficaces.
Las cortezas de sus raíces quemadas y hechas cenizas son único
remedio para matar las lombrices y gusanos tomando de su polvo
media dragma, que es el peso de medio real de plata, (d) una o dos
veces, es lo mejor tomar de las cogidas de tres o cuatro años como
son los de las esteras viejas y para tomarse en un huevo blando
pasado por agua bien incorporado una o dos veces según la necesidad
lo pidiere. Dicho remedio arranca el ahito 25 asentado en el estómago
y echándolo por abajo o por vómito; medio cuarto de hora después
de tomado es probado remedio.
Esta planta se conoce ser procreada del planeta sol, pues todas sus
partes lo están diciendo, como se ve que en partes algo frías no

21 No aparece este vocablo en los diccionarios Casares, Covarrubias, diccionario


de Farmacia ni en el de Autoridades pero por el texto puede deducirse que es el interior
del fruto.
22 Lamparones: inflamación de ganglios en el cuello del ganado.
23 Ganglios linfáticos.
24 Sestil: lugar donde sestea el ganado. Puede entenderse lecho. Ms. bonaerense
pone "sucestil".
(a) Ms. bon. pone "brazas".
(b) Ms. bon. intercala ahí "paroximales".
(c) Ms. bon. intercala ahí "secas".
(d) Ms. bon. pone esa aclaración entre paréntesis.
25 Ahíto: indigestión. Vianda indigesta que se ha pegado al estómago y está allí
fija.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 313

fructifica por ser poco ayudada y fortalecida de él. Tiene grandes


influencias de Marte porque es enemiga de los coléricos y atrae
[ 1 36] mucho de la Tierra con sus raíces por / lo mucho que ella recibe de
la Luna y por eso es tan venenosa cogida en creciente de Luna.
El guembé es una de las más hermosas plantas que se halla en el
Orbe 26 entre todas cuantas pintan y escriben los autores que sepamos
han tratado de esta materia y sólo veo se halla en esta América en
temples muy cálidos y húmedos; es hermosa y muy deleitosa así a la
vista como su fruto gustoso y medicinal a la naturaleza humana, es
dotada de un verde claro, tersas sus hojas muy densas en sustancia,
de notables hendiduras de ancho tres cuartas y algunas de a vara
proporcionadamente largas compartidas cada una de ellas en tres
puntas o globos y de el pie de cada hoja sale una como vaina larga
de a cuarta, y muchas de a tercia; dentro de dicha vaina tiene un
modo de espiga o marlo en el cual están ciertos granillos muy
menudos de que se viste dicha espiga interna, toda ella claveteada de
arriba abajo, esta vaina a los quince días de producida se abre a modo
de linterna dej ando cerrado el extremo sacando al Sol y sereno su
fruto, mostrando todo lo interior un blanco terso como la plata al cual
entran ciertas mosquitas coloradas y se apegan en el contorno del
tallo o espiga interna por estar piramidal puesto en medio de su vaina
o linterna y no se salen de allí hasta que dicha vaina se vuelve a
cerrar quedándose ellas pegadas a la tercera parte de la espiga en la
parte más baja que es la que sazona y da el fruto, el cual es dulce su
armazón a modo de piña, compuesto de granos grandes como aque­
llos del maíz blanco pero más largos, compuestos cada uno de ellos
de muchos muy menudos como aquellos de la adormidera blanca muy
agudos y ardientes si se estrujan entre los dientes, todos ellos enfiltrados (a)
o congregados con una sustancia dulce muy viscosa y fría y húmeda
la cual impide y embota su agudeza y mordacidad de suerte que
puede comerse y ser sustento del hombre y de los animales terrestres
y volátiles de suerte que hasta los gatos madrugan a hurtar su fruto
(siendo de complexión tan calientes y secos como son) los cuales a
pocos días que lo han comido arman unos con otros graves y san­
grientas pendencias 27 después de las cuales he observado se van
secando y pelando de suerte que vienen a morir a los cuatro o cinco
meses y conozco es la causa el faltarles agua después de haberlos
comido los que al tenerlas a mano la bebieron y no se les pegaron los

26 Textualmente pone horve.


(a) Ms. bon. pone "entrados".
27 Pendencias: riñas, contiendas.
3 14 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

granillos a las entrañas infundiéndoles sumo ardor y sequedad, lo cual


hace con todo hombre que no los come con cautela, mayormente si
es colérico y no tiene humores flemáticos y viscosos que tiemplen su
mordacidad corrosiva y tan aguda y aunque los tales sean buenos,
beban acabados de comerlo, un vaso de agua y en ayunas o al
principio de la comida, porque de tomar vino tras ellos, a varios han
puesto en graves congoj as al no echarlos, se fueron secando y desha­
ciendo lo interior, como hizo a dichos gatos que lo hurtaron en la
Doctrina de la Concepción a donde yo lo observé.
[ 1 3 7] Las mosquitas dichas atrás, son producidas de ciertos oj os que tiene
en el tronco de la hoj a que se han caído al ir creciendo en los demás
pegadas al fruto de un modo de viscoso 28 o resina que por allí
despide o por calidad suya propia o por algunos vientos de corrupción
que de las lluvias se convierte aquel humor en vivientes de cualidades
ígneas y venenosas porque las tales moscas son más ardientes y
venenosas que las cantáridas y cierto que tendrá poco o ningún
remedio su veneno hasta cuatro 29 o seis de ellas, bebida o comida.
Unas de estas plantas se hallan en tierra por lo ordinario pendientes
de los árboles en sus troncos a donde las caliente el sol tirando sus
raíces a tierra para sustentarse tantas cuantas le son necesarias para
subir el humor para su producción.
Esta planta se produce de los granillos atrás dichos después de haber
estado en los estómagos y entrañas de los vivientes y no de otro modo
como se ve por la experiencia por ser tal su sequedad y calor que
necesita ser primero digerida o perdida la mitad y más de sus cuali­
dades de fuego.
De la piel de sus raíces se hacen varios tej idos de sestillos, sedazos,
esteras para estrados y salas, sogas fortísimas para el uso de norias,
pozos, marinería y se sirven los naturales de ella para muchas cosas
que pretenden atar muy fuerte como son sus flechas, arcos, etc.
Todas sus partes menos aquel humor viscoso que se come que dije ser
frío o a lo menos muy templado son veneno caliente y seco poco
menor que el solimán porque vemos que a la parte a que se aplica a
sí mismo la abrasa y enciende aún con mayor presteza como lo
muestra la experiencia. Es caliente y seco al fin del cuarto grado.

28
Textualmente pone vizco.
29
Textualmente lo pone en cifra 4.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 315

[ 1 38] BEJUCO

La ilustración que aquí se inserta es prácticamente la misma que la


recogida en Ms. bonaerense. Son dos dibujos diferentes pero hechos con
el mismo modelo. El número de ramas, hojas y raíces es igual. Éste que
aquí vemos está más centrado en el recuadro a diferencia del de Ms.
bonaerense que queda dispuesta en la parte inferior sobrepasando las
raíces del mencionado recuadro.
Como en otros dibujos ya comentados, en Ms. B. N. el que aparece
es más perfilado, perfecto y preciso que el de Ms. bon. que es más
esquemático.

Pie de lámina:

Ms. B. Nacional Ms. bonaerense


Cast. Bejuco Cast.º Bejuco o Palo de Culebras
Tupi Ypecacuhana
Guaraní lsipomoroti Guaraní: lsipo moroti có tena Ipecacuana
316 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 317

[ 1 3 9] ARRAYÁ N SILVESTRE

El dibujo que aquí vemos aparece en Ms. bonaerense con el único


nombre de Guabira. Está muy reducida la ilustración en Ms. bon. de tal
forma que sólo recoge dos ramas y unas cuarenta hojas frente al abiga­
rramiento de ramas, hojas y frutos que Ms. B. N. recoge y que la hacen
incontable.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Arrayán silvestre pequeño
Guarani. Guabira miri Guabira

Ms. bon. recoge tres clases de arrayán: blanco montano; negro


menor y silvestre negro, además de esta lámina Guabira que comenta­
mos.

[ 1 40] El bejuco que en lengua tupí se llama ypecacuhana (a) es cierta


enredadera a la que el indio guaraní llama ysipomoroti otros ysipopaye,
nace de ordinario a las orillas de los bosques y cercano a las aguas
o en partes húmedas. Hay blanco y negro y cierto que los dos son una
misma cosa en vástago excepto que el negro hace sus hojas menores
y más delgadas y echa de las partes que lo cortan una especie 30 de
leche, la cual seca, es verdadera goma a modo de resina, la que es
más eficaz que toda la planta aunque ésta lo es mucho. Su flor es
blanquecina cenicienta, y su raíz longa muy metida a las entrañas de
la tierra mayormente la de la negra que se va recta abajo. La de la
blanca es 3 1 layada 32 por tierra, menos resinosa que la negra. Llaman
a la blanca ysipo paye que quiere decir cosa de echiceros por cuanto
han experimentado que a todos aquellos que han dado yerbas o
bocado que desahumándose con raíces y vástagos reciben gran alivio
en sus congoj as, mayormente aquellos que toman una corta cantidad
de su cocimiento según estoy informado de varios médicos indios, los
más capaces.

(a) Ms. bon. pone "Ipecacuana".


30 Textualmente pone una como leche.
31 Textualmente aparece sorne raisos. En Ms. bon. exactamente igual.
32 Layada por tierra: introducida, revuelta por la tierra.
318 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALYERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 319

Sus virtudes

Tomando de la corteza de su raíz una dragma de sus polvos en dos


onzas del cocimiento suyo o en vino, es remedio eficaz a todo flujo
de vientre, excepto el hepáctico que a la verdad lo irrita más por tener
partes muy agudas y calientes; pero en la disentería diarrea y flujos
celíacos del vientre, a todos es socorro, o tomando de su coucción o
sus polvos en vino o cosa acomodada al fluj o como es mixto con
polvo de bizcocho con harina de maíz tostada o en un huevo asado
duro.
Echando de sus raíces media onza sin quebrantar, poniéndolas a
cocer con hoj as de arrayán y un poco de manzanilla en tres cuartillos
de agua hasta que merme los dos o la mitad, tomando su cocimiento
por ayuda, con poca sal, miel y aceite es aprobado remedio para pujos
porque de una vez evacua y llama la materia y quedan libres. Cocida
dicha cantidad con hojas de llantén, rosa seca y unas hoj as de romero,
en un vaso de agua y otro de vino, y en su caladura echar un poco
de harina de cebada o clara de huevo, es el único remedio que hay
para las llagas del intestino recto que a veces parecen disenterías y
no son sino llagas de dicho intestino que dan cámaras de sangre con
pujo y tenesmo (que es gran gana de regir 33 y no poder). Es el bejuco
caliente en el grado segundo, y seco en el tercero. Aunque parece
consta de partes frías al sabor, mixtas con las amargas pero en la
confortación suya, se conoce tener dos grados de calor aunque, como
digo, puede tener en la superficie algo de frialdad por la cualidad de
la tierra a donde nace no dándole el sol de ordinario.
34 Cuatro diversas especies de guabiras se hallan por estas tierras, es
a saber: dos árboles grandes que cada uno de ellos son diversos en
hojas, frutos y cortezas, el uno mayor y el otro menor, el uno claro
de color sus hoj as, y el otro verdes oscuras y mayores que las del
blanco. Las otras dos especies son chiquitas, amparadas (a) en tierra
sus vástagos aunque en el Paraná he visto otra quinta especie muy
semejante a esta que doy por estampa pero de vara de alto sus varas
y algunas más pero en el sabor y partes muy semej antes y así mismo
en flor. Hoj as y fruto lo tuve por el mayor de esta cuarta especie que
es el mejor en medicina y sabor de su frutilla, nace en tornerías de
serranías a donde hay cascaj ales y piedras de abajo. Su flor es blanca

33 Regir: evacuar el vientre.


34 Aquí, sin expresarlo, el manuscrito comienza la descripción del arrayán
silvestre. Ms. bon. tampoco expresa el cambio de planta.
(a) Ms. bon. pone "aparragadas".
320 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

y su raíz gruesa casi como un puño y algunas redondas, otras largas,


muy macizas y pesadas las cuales están cubiertas de una corteza muy
gruesa y de sustancia encamada muy astringente y fría al gusto, algo
tirante el sabor ácido.
[141] Sus hojas poseen las mismas cualidades aunque no tan frías. Su fruto
casi lo mismo excepto la pellejuela que consta de partes calientes y
secas con que templa las frías de su sustancia, tienen de ordinario
cada una tres pepitas dentro, cubiertas de sustancia viscosa.
Las frutillas de los dos primeros son a modo de perillas cermeñas 35
algo menores aunque tal cual es de su grosor y tamaño pero con
cierto mal olor en la piel tirante al de las chinches campestres a causa
de su corteza o pellejuela ser aguda y caliente, de suerte que al
comerse enciende algún tanto la lengua y paladar así como el aj ilimoje 36
que no pica mucho por lo cual es remedio a su tiempo para los
naturales de la tierra que comidos con su hollej o 37 les purga de la
flema y humores viscosos y fríos y si ellos lo coj ieran de mañana
antes de encenderlos el sol por espacio de dos horas los metieron en
agua fría y luego los comieron no les encendiera como les enciende
en calenturas a los que se desmondan en comer muchos y calientes
del sol, tienen éstos las mismas señales y figura que los pequeños
excepto al madurar que se vuelven amarillos y son mayores y de
sustancia templados de calor. Es la corteza de la raíz del guavira
menor fría y seca en el grado segundo en el fin de él.

Sus virtudes

[141] El cocimiento de las cortezas de las raíces del gua vira mini cocida
media onza en un vaso de vino y tomando su cocimiento en la boca,
aprieta la dentadura y muelas que por corrimiento de calor se mue­
ven, quitando y mitigando el dolor de la parte, tomando dos onzas de
dicho cocimiento al irse a dormir es único remedio a los disentéricos
y camarientos y de flujos coléricos de vientre, así mismo aprieta
todas las carnes relaj adas y flojas, lavándose con el cura las heridas
de destemplanza caliente y así mismo las llagas de partes baj as y las
muy húmedas y con erisipela alrededor. El cocimiento de sus hojas
y raíz aferra los tintes de negro.

35
Cermeñas: especie de peral cuyo fruto muy aromático y sabroso es la cermeña.
36 Textualmente dice aximollar. Ms. bon. ajimollar. Ajilimoje: Especie de salsa
con que se aderezan diferentes manjares hecha a base de ajo y moj e (salsa usada en
Cuba a base de ajo machacado, cebolla, aceite y zumo de limón.
37
Hollejo: pellejo o piel delgada que cubre algunas frutas y legumbres.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 321

[ 1 42] GRANADILLA DE LA PASI Ó N

Quedan ahí representados el tronco, ramas, raíz y un detalle de la


hoja en primer plano que ocupa la mayor parte del recuadro.
En Ms. bon. el dibujo es semejante aunque de inferior calidad, hecho
con bastante menos maestría, más aproximado a un boceto, sin detalles,
ni precisión alguna.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Granadilla de la pasión Castellano. Granadilla de la Pasión
Guarani: mburucuya Guarani: Mburucuyá

[ 1 43] El burucuya que dice el indio es lo que en España llamamos flor de


la pasión, hay en este género cuatro especies que son amarilla,
encarnada, morada y negra porque así se vuelven sus frutos para
sazonar. Los cuatro se conocen por sus hoj as y vástagos pero de todas
ellas la más medicinal es la negra que es la que aquí dej o estampada,
aunque ciertamente la morada le iguala en virtud como en olor y
sabor de su fruto el cual es muy amarillo, su sustancia interna, más
aromática y dulce a mi parecer 38 que la de la negra. Sus hoj as son
trinitarias 39 • Su fruto en lo interno partido en el nacimiento en tres
ternos 40 y en su sustancia unido perfectísimamente cosa digna por
cierto de reparo que habiendo en su esfera interior seis ternos en todo
iguales, los tres sean los que fructifiquen y los tres estén vacíos,
blancos lisos y muy tersos. Los cuales tiene cada uno su raya en
medio, muy proporcionadamente que parece nos quiere dar a enten­
der el segundo misterio de la Trinidad en la tierra, esto es en su
corteza para que nos acordemos de la Humanidad de Cristo bien
nuestro, y de su Santísima Madre y de su putativo padre y patriarca
San José. Su flor contiene casi los misterios más sobresalientes de la
Pasión de Cristo que es el atrio, la columna, los clavos, las llagas,
heridas y cardenales de su Santísimo Cuerpo, la corona de espinas,
los azotes, la soga con que amarran sus sacratísimas manos a la
columna, si reparamos en sus ramas salen a modo de cruz sus sar-

38 Textualmente dice a mi ver.


39 Trinitaria: planta herbácea anual de las violáceas con flores de tres colores. En
el texto, por el sentido no se entiende esto sino hojas trilobuladas.
40
Terno: conjunto de tres cosas de una misma especie.
322 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 323

mientos del tronco. Cierto que parece quiso su autor al criar esta
planta, olvidar a la continua memoria de los misterios de la Pasión de
su Santísimo Hij o pues que diré de lo agradable de su fruto, que
siendo agridulce es tan aromático que recrea los sentidos humanos y
sirve de sustento y medicina a los hijos de Adán así como les sirvió
el fruto de la Pasión librándolos de la culpa y satisfaciendo por ella
cosa digna de reparo que en estas Misiones la cría su Autor con gran
abundancia por los bosques, arroyos, chácaras de indios y huertas de
los pueblos con admirable providencia sucediendo unas a otras sin
que las siembren ni cultiven porque, como dej o dicho en la descrip­
ción del Guembé, no produce semilla. Como no pase digestión en los
estómagos y entrañas de los vivientes, siendo ésta la causa de que se
multiplica sin sembrarla porque sale con los excrementos entera y
con disposición de reproducirse. Trepan muy alto a veces sus sar­
mientos o vástagos hasta las copas de árboles muy altos, los cuales
esparcidos en lo alto de ellas echan sus frutos y flores los cuales
comen hombres, monos y pájaros por lo que se multiplica con abun­
dancia.

[ 1 43 ] Sus virtudes

Las frutas del burucuya comidas con moderación hasta ocho o diez
de ellas, abren las vías refrescando el estómago, hígado y corazón
[ 144 ] con un modo muy suave y cordial. / Cortan los humores gruesos y los
sacan por las vías por cierta cualidad aguda de su semilla, socorre a
los de piedra de riñones y vej iga deshaciéndola y disminuyendo 41 el
humor del que se forma piedra estando el cuerpo preparado con
evacuaciones de ayudas emolientes purgantes y con purga o sangría
si hubiese replexión de sangre o humores que esto se ha de suponer
siempre antes de dar remedios diuréticos fuertes por el riesgo a que
se someten 42 de caer en peores dolores y aun en la muerte.
Su flor cogida y seca es quid-pro-quo 43 del lúpulo aunque algo más
caliente y aperitiva lo cual se remedia echando un tercio menos en las
medicinas.
Su raíz es la mej or zarza de cuantas hay, dada que no tenga espinas
porque la experiencia ha mostrado que no hay zarza tan eficaz en
destruir el mal francés; tomada en magistrales en lugar de zarzapa-

41
Textualmente bajando.
42
Textualmente dice por el riesgo a que se ponen.
43
Textualmente dice quit-proquo. Ms. bon. "quid-pro-quo".
324 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

rrilla 44 porque la excede en muchos quilates en la virtud de abrir,


desopilar, adelgazar los humores, calentar y confortar los miembros
principales, mayormente las partes espermáticas 45 que son el cerebro,
nervios y estómago, hígado, bazo, vej iga, intestino grueso y tendones
no desecando los cuerpos como lo hace la zarzaparrilla que a muchos
ha vuelto écticos en vez de curarlos.
Junta su raíz con la de China o Palo Santo en los magistrales no sólo
cura el mal francés sino todas aquellas enfermedades frías del cere­
bro, estómago e hígado dolores fríos de los artej os 46 , gota de causa
fría, alopecias, vértigos, aturdimientos 47, olvido, zumbidos, vahídos y
por decirlo de una vez es el más soberano remedio que hallo para
librarlo de cualquier enfermedad de causa fría y humores flemáticos
y gruesos hecho fórmulas magistrales 48 como: Raíz de burucuya seca
limpia y rajada menudamente: Una onza; de palo santo onza y media;
de raíz de China una onza; sen media onza; aristoloquia rotunda, que
es el tupaciyeti, media onza; sándalo colorado una cuarta, raíz de
espárrago, de achicoria y de hinoj o de cada uno una onza; pasas de
uva, sin granos, cuatro onzas. El modo de hacer este magistral lo
pondré en el tratado de la Aristoloquia rotunda (a) o en el pliego que
sigue de los otros mburucuyas.

44
Textualmente dice "carza" pero por el sentido de la frase debe decir zarzapa-
rrilla.
45 Espermáticas: Relativo al logo. En la escuela estoica se hablaba del logos
como de la razón de ser inmanente o intrínseca de todas las cosas. Espermático aquí es
sinónimo de principal.
46
Artejos: nudillos de los dedos.
47 Textualmente pone atarantamientos.
48 Textualmente pone solamente magistrales.
(a) En Ms. bon. termina ahí la descripción de las virtudes de la granadilla
careciendo dicho manuscrito de la frase última que aquí se recoge.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 325

[ 1 45) GRANADILLA D E L A PASIÓ N ODORÍ FERA

El dibujo que aquí vemos queda mutilado en Ms. bon. careciendo del
tramo inferior de la rama, así como de las ramificaciones o sarmientos
de la parte superior que no son dibujados en Ms. bonaerense.
Los trazos del dibujo que aquí vemos son, como ya es tónica general
en toda la obra, precisos y perfectamente trazados lo que hace imaginar
e identificar esta planta sin problema alguno. No ocurre esto en Ms.
bonaerense donde la ilustración es más un boceto con trazos muy
desdibujados y poco precisos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. flor de la pasión Odorífera Cast.º Granadilla de la Pasión Amarilla
Guarani mburucuia yyubae Guarani: Mburucuyá

La diferencia en las denominaciones de ambos manuscritos queda


ahí puesta de manifiesto. En la castellana Ms. bon. pone "Amarilla "
donde el otro da Odorífera y en la guaraní, Ms. bon. no da la especie.
326 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALYERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 327

[ 1 46] HOJA DEL MBURUCUYA AMARILLO

Este dibujo que aquí vemos es recogido en Ms. bonaerense en la


lámina XVI, básicamente es el mismo aunque con las diferencias que se
observan en otros ya vistos referentes a detalles, sensación de perspec­
tiva, claroscuros, etc.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


oja del mburucuya Amarillo Mburucuyá amarillo silvestre

En la parte superior de la lámina pone Ms. B. N. : oja del mburucuya


colorado. Ms. bonaerense pone solamente "Morado ".

Aunque en el capítulo antecedente dej o dicho se hallan cuatro diver­


sas especies de burucuias o granadillas de Ja pasión, esto se ha de
entender las cuatro que aquí doy, el dibujo (a) de sus hoj as, porque
además de estas cuatro que son las medicinales y que están en uso
de la medicina y sustento entre los indios y trata de ellas Guillermo
Pisón en Ja historia de las plantas del Brasil, hay otras seis especies
bastardas 49 de burucuyas, unas tan pequeñas como las frutillas del
guabiyu miri y su flor no se extiende a más ámbito y circuito del que
tiene medio real de plata, cosa digna de admiración (b) ver en tan
breve círculo cifrados Jos misterios de Ja sagrada pasión de nuestro
Redentor. Pero volviendo a nuestro intento digo que de sólo las
cuatro principales y mayores pretendo tratar como experimentadas en
Medicina y aprobadas por varios, en virtudes. De las dos primeras
dejé dichas ya sus virtudes en el primer pliego so. Pretendo decir algo
de las otras dos silvestres que se hallan a menudo por Jos matorrales
de serranías y a las orillas de los arroyos, ríos y montes y a veces por
las huertas de árboles a donde Jos pájaros traen sus semillas en las
entrañas y no las vienen a sembrar de ordinario como dej é dicho en
el tratado de los arazas o guayabas y en el de Jos buembe o guembes s i .

(a) Ms. bon. pone "la estampa''.


49 Textualmente pone espureas refiriéndose a espuria bastardo.
=

(b) Ms. bon. pone esa frase entre signos de admiración.


so
Pliego: trozo de papel de forma cuadrangular, doblado por medio.
SI
El subrayado es del texto. Ms. bon. pone: "ó guayabas y en los del guembe''.
328 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

1
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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 329

Es pues el burucuya amarillo silvestre un ysipo tan grueso como la


muñeca de un hombre el cual se trepa en las copas de los más
elevados árboles pre ocupándola 52 en redondo todas sus ramas con
varios y esparcidos sarmientos, sus hojas muy espesas y pequeñas,
casi nada hendidas pero de tres lóbulos 53 algo rotundos sin puntas ni
comparticiones muy densas, delgadas y tersas. Su flor es de color
j aspeado de morado y blanco. Toda la circunferencia 54 de su corona
de espinas es de suave y muy aromático olor, del cual ninguna de las
otras posee tal dote y cierto que por ella da a entender no ser inferior
a los dos atrás dichos pero sólo he podido rastrear hasta hoy poco de
él 55.

[ 14 7] Sus virtudes

Sus cortezas, esto es del vástago o ysipo, secas y hechas polvo


confortan el estómago, el hígado y consumen la humedad superflua
de los miembros de la coucción y cerebro que de ordinario acarrean
flujos y flusiones por relaj ación y así mismo clarifican la sangre del
sexo viscoso pero mucho mejor las de sus raíces. Es así mismo
remedio a las enfermedades frías de todo el cuerpo humano tomando
su decocción por largo tiempo y en curar el morbo gálico estoy c ierto
no se queda atrás a las ya dichas, si juzgo que en los que por
humedad y frialdad complicadas a lo gálico se ven baldados, es más
conducente por tener partes más calientes a lo menos medio grado
más y uno de calor como lo muestra por el sabor y confortación. Sus
[ 148 ] hojas machacadas y aplicadas a las heridas / de aquellos que padecen
gálico lavándolas con su cocimiento las cura en breve y lo mismo
hacen las llagas viejas de las piernas y brazos pues lo mej or es usar
del polvo de sus cortezas porque encarna y cicatrizan en breve.
El mburucuya colorado: es su fruta algo larga a modo de huevo pero
igual sin puntas. Es muy frecuente a la orilla de los arroyos y por los
carcavuezales (a) a las orillas de los bosques, es de ordinario muy
delgado su vástago y se extiende muy corto, como cinco o seis varas
a lo más. Sus flores son moradas y la pulpa de sus granos encarnada.
Hay algunos de esta especie que hacen la corteza o cáscara de su
fruto también amarilla y así mismo larga y en lo interno encarnada

52 Preocupar: ocupar o tomar anticipadamente una cosa.


53 Textualmente pone globos.
54
Textualmente pone conferencia. Ms. bon. da también esa palabra.
55 Textualmente pone asta oi pode.
(a) Ms. bon. pone "carcabuesales" Carcavuezo: hoyo profundo en la tierra.
330 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

la sustancia de su fruto la cual es insípida y algo ingrata al gusto sin


aquel agridulce que las tres ya dichas, por lo cual son muy poco
apetecidas de los i ndios, sólo son sustento de pájaros y hormigas
monteses que les dicen tararas; las raíces de las atrás dichas todas
ellas son blancas de corteza, pero esta cuarta especie la hace algo
cetrinas tirando su corteza interna (a) al color encamado o cárdeno
oscuro astringente y algo amargas al gusto. Por esta cualidad es única
en apretar las partes relaj adas y carnes blandas como lavatorios de
pies y piernas, bebidas para retener flujos de sangre de lo interno para
las cámaras de sangre y fluj os disentéricos así por bebida como por
ayudas y en todos aquellos flujos inmódicos de las hembras (b) y
relajaciones de la matriz y en fin mezclada su raíz con la de la
consuelda mayor índica, que aquí doy (c), de mi diligencia descubier­
ta, machacadas las dos raíces de cada una media libra y puestas a
cocer o en olla nueva de barro sin estrenar en cuatro cuartillos o
cinco de agua y que merme la mitad y lo mej or es quebrantar muy
bien dichas raíces, y colado añadirle alumbre y rosa una onza y
media, de alcaparrosa media onza y con dicho cocimiento o compo­
sición lavarse por espacio de ocho días las meretrices 56 o mozuelas
que han caído en flaqueza de carne antes de ser casadas, pueden estar
seguras pasarán por vírgenes en los desposorios mayormente si con
mecha de algodón o lana bien lavada introdujeren el cocimiento en
la boca de la matriz, por algunas horas al acostarse, y a falta de las
raíces del burucuya sirven las del díctamo segundo o caabera miri
que digo nace por las lomas, son las dos calientes en el grado
segundo y secas en el tercero.

(a) Esta frase está tomada del Ms. bon. por carecer de ella el Ms. B. N.
(b) Ms. bon. pone . . . "de las mujeres" . . .
(c) M s . bon. pone . . . "que aquí doy por estampa" . . .
5 6 Meretrices rameras.
=
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 33 l

[ 1 49] PALO DE CULEBRAS

Aquí se nos muestra una raíz y a su derecha dos ramas de esta


planta enredadera. En Ms. bon. vemos solamente una rama al lado de la
raíz 57. La posición de raíz que aquí vemos es mucho más real que en Ms.
bon. que se asemeja más a un boceto.
En el último recuadro aparece el nombre de esta enredadera en
guaraní: mccaguacaa ysipo, inscripción que no aparece en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Palo de culebras: enredadera Cast.º Palo de culebras
Caápeba ysipo moroti Guaraní: Isipo moroti

El nombre en castellano está más completo en Ms. B. N. En Guaraní


es similar aunque no idéntica la denominación dada en ambos manuscri­
tos.

57 Esta rama aunque puede identificarse con el que aquí vemos contiene menos
hoj as, zarcillos y frutos.
332 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 333

[ 1 50] MARTUERZO SAL VAJE

Esta lámina se corresponde con la XXXVI en Ms. bonaerense deno­


minada Martuerzo índico. Ésta está mutilada respecto a la que aquí
contemplamos. Se ciñe el dibujo del Manuscrito comparado a las dos
ramas que salen hacia la izquierda careciendo del resto de ramas y
hojas que salen hacia la derecha. El dibujo que aquí vemos resulta
completísimo al comparar con el del Ms. bonaerense, no sólo por el
número de ramas y hojas sino también por quedar dibujada la línea
divisoria entre suelo y aire dando idea clara de donde termina la raíz y
comienza el tronco.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Martuerzo salvaj e Castellano: Mastuerzo indico
Guarani . Caapetai Meebaer

[151] Muchos años he andado para descubrir esta tan noble y escogida raíz
después que vi su dibujo en las obras de Monardes y Huerta pero
pasados diez y ocho años de inquisición llegando a mis manos las
obras de Guillermo Pisón y las de Jacobo Bonti 58 informado mejor
de sus circunstancias la vine a descubrir; es pues el caapebá una
pequeña enredadera que de ordinario se halla a las orillas de los
arroyos y ríos y también a las orillas de los bosques; en San Borja
llaman macagua caá ysipo. Úsanla para picaduras de víboras. Enseñóselo
en aquel pueblo un indio tupí que se vino a la ciudadela de San
Gabriel, según me ha dicho tiene sus barrillas muy delgadas de suerte
que sinó halla en qué treparse se tiende por tierra culebreando como
se ve en el dibuj o, sus hojas son del tamaño de las del orozú pero más
sutiles y delgadas, de un verde claro, sus flores pequeñas y blanquí­
simas tirante al color amarillo algún tanto hace por fruto una pequeña
manzanita redonda y muy verdosa antes de sazonar y sazonada es
amarilla algo pálida, su raíz se mete mucho en tierra, como una vara
de profundo, esto es las viej as y gruesas que algunas son del tamaño
digo grosor de la muñeca de un niño de dos años, toda ella a cortos
trechos con unas como sortijas naturales que la rodean y hermosean,
y así mismo hacen como ondeada a modo de las escamas de la

58 El subrayado es del texto.


3 34 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS V AL VERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 335

barriga de las serpientes o culebras que parece está diciendo: yo soy


la reina enemiga de tal canalla.

Sus virtudes

Llaman los portugueses así en el Brasil como en el Oriente Caapeba 59


ysipo de cobras o pan de cobras porque además de ser tan parecido
a ellas en sus partes como dejo dicho, es el más eficaz remedio que
ellos usan en las mordeduras de todas las serpientes que se arrastran
por el suelo dando a beber su cocimiento y poniendo sus hojas
molidas o el polvo de su raíz sobre las heridas de suerte que el que
la trae consigo no teme a las más malignas y ponzoñosas víboras y
cerastes, pero estos enemigos no siempre son los más frecuentes que
muerden y maltratan nuestros cuerpos.
Si las fiebres pútridas y malignas envenenadas ya de las grandes
replesiones, ya del ambiente corrompido, ya de mantenimientos de
mala sustancia y poco limpios y mal guisados que muy de ordinario
en estas tierras calientes y húmedas, muy expuestas a corrupción
asaltan las más robustas complexiones, que ciertamente es el ysipo o
Palo de culebras tan gran remedio en dichas fiebres que con sólo
raspar como media dragma de su raíz hecha polvo en un vaso de agua
fría y beber dicha agua con el polvo por espacio de ocho días, vemos
que hace retroceder toda su malicia, como me lo muestra la experien­
[ 1 52] cia. Es caliente y seca en el grado / tercero. Gran admiración me ha
causado el ver que hasta en las plantas lo más escogido de ellas se
halla con tanta dificultad. Digo esto por el mastuerzo salvaje que se
halla en muy raras y escogidas tierras, como es en orillas de arroyos
o cercano a ellos, en partes de serranías entre cascaj ales o encima de
minas de piedras, tiende sus ramas por tierra o muy cercanas a ella
sobre otras yerbecitas por ser muy delgados y sutiles aunque muy
correosos y recios. Su flor es pálida cenicienta y su semilla a modo
de una estrella compuesta de cinco vainillas chatas y en ellas su
simiente muy aguda de color encendido o rubro, como aquella del
mastuerzo doméstico. Toda la planta es de un picante agudo y algo
ardiente al gusto pero muy grato al estómago y al hígado y su ardor
en el interior al instante se apaga y veo que es de mayor confortación
y menos ardiente que la pimienta. Lo tengo 60 por caliente en el
principio del grado tercero y seca en el fin del primero.

59
El subrayado es del texto.
60 Textualmente pone Tengo/o.
336 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALYERDE

Sus virtudes

Es el mastuerzo silvestre uno de los únicos remedios que he hallado


hasta hoy para los que padecen el mal de loanda, que el portugués
llama mal de bicho, en estas partes llaman mal del gusanillo y en las
partes del norte y clase médica llaman escorbuto, porque comiendo
sus hojas crudas o puestas en ensalada o así solas, quita el comezón
y dolor que viene a los dientes y paladar y asimismo la flaqueza y
dolores del estómago y levanta el apetito perdido, corrige la hedion­
dez del anhélito provocando los humores por orina y cámara y
deshaciendo la congelación de las reumas 61 que se paran en los
intestinos con graves dolores y pujos o cámaras, así bebiendo su
cocimiento como echando ayudas de él con sal y miel, es único
remedio. Socorre soberanamente a los niños que se les cuaj a la leche
en el estómago o se les agota y corrompe dándoles a comer con miel
de abej as el mastuerzo molido, así mismo les mata las lombrices
pequeñas y las saca por las cámaras. Aunque esta virtud la tiene
también la semilla del doméstico no es tan eficaz. Partes iguales de
mastuerzo y absintio póntico molido, y de su polvo tomando dos
dragmas en vino, es único remedio en los dolores del estómago y
flaquezas del hígado que por fiebres pútridas y pestilenciales pade­
cen; comiendo la mujer que está de partos dos onzas de sus hojas,
luego echará la criatura, aunque esté muerta la pare, y echa 62 sangre
retenida. Para casos muy apretados de retención de orina me he
valido dos veces de él poniendo a cocer de sus hoj as y de las del
bledo menor, de cada uno una onza, en un cuartillo de agua y que
merme la tercera parte, y para esto es única su raíz que es a modo
de un rabanito delgado y sabe a tal. Provoca el menstruo tomado con
artemisa en la misma cantidad. Fortalece a los recién casados y
provoca lujuria (a).

6 1 Reuma: Corrimiento de humores. Es descendimiento de humores de la cabeza


a las partes inferiores.
62 Textualmente pone: . . . los pare y sangre retenida. '
(a) Ms. bon. pone "provoca a lujuria".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 337

[ 1 5 3 ] PELITRE ARBORESCE o aguarandio

La disposición del dibujo en ambos manuscritos es muy similar. No


obstante se aprecia claramente, como viene siendo la tónica general en
todos los comentados, una menor precisión de trazos en el Ms. bonae­
rense resultando la ilustración más cercana al boceto que al dibujo. El
número de hojas es ligeramente inferior en el Ms. comparado aunque la
disposición que adoptan en las ramas es la misma en ambos manuscri­
tos.
El nutrido grupo de raíces que aquí vemos queda reducido en Ms.
bon. a cuatro ramas centrales con algunos esbozos de ramificaciones lo
que da una visión menos exacta y real de la planta en cuestión.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast . : Pe litre arboresce
Guarani : Yaguarandio Aguarandio miri

Como puede apreciarse, Ms. bon. no hace distinción entre una y otra
lengua. El nombre del pelitre arboresce en guaraní es aguarandio, Ms.
B. N. da yaguarandio.
338 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

1
1 1
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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 339

[ 1 54) PSEUDO ASARO O YAGUARANDIO MIRI

En la comparación de ambos manuscritos, esta lámina se nos mues­


tra similar aunque más aumentada de tamaño en Ms. bonaerense de tal
manera que las hojas y raíces sobrepasan el recuadro. La diferencia
entre hojas y vainas que aquí claramente se distingue no es tan clara en
Ms. bonaerense, el número de hojas es ligeramente inferior en el com­
parado así como el de raíces que lo es notablemente.
Respecto a la hoja, que como detalle se recoge a la derecha del
recuadro, observamos el mismo número de nervios en ella aunque el
claroscuro y disposición de las celdillas en la superficie de la hoja que
aquí vemos da una sensación mucho más real.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. seudo asaro
Guaraní yaguarandio mini Aguarandio

Igual que en el anterior, el nombre que aquí se da no hace alusión


ni a uno ni a otro idioma. Hay que destacar el nombre castellano que da
Ms. B. N de Pseudo Asara 63 nombre que no se recoge en Ms. bonaerense.
¿Puede pensarse a raíz de esto que el autor o copista de ambos
manuscritos es diferente, que el del manuscrito aquí estudiado conocía
las plantas europeas e hizo la correlación con la denominación guaraní?
Otra diferencia es que en Ms. bon. no aparece la leyenda que en la
parte izquierda del recuadro vemos: "Las raíces del primero purgan el
agua de los hidrópicos y su falta, las raíces 64 de éste mascándolas por
la saliva y tomando su cocimiento, expulsan el agua 65 por orina y sudor.
Es probado remedio como que el enfermo se abstenga en la bebida ''.

[ 1 55 ] Cuatro diversas plantas de aguarandio se hallan en estas Misiones, es


a saber: uno como Y sipo o enredadera que trepa y sube por los
árboles y matorrales, hace sus hojas puntiagudas y anchas y su fruto
como el de la pimienta larga; el segundo crece a modo de matorral,

63
Del Asaro trata Laguna en su Dioscórides ( 1 555), Libro 1, cap. IX.
64 El texto lo da sobreentendido, no pone la palabra raíces.
65
El texto lo da sobreentendido, no pone la palabra agua.
340 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YA LVERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 34 1

de vara y media, hace sus hoj as más anchas y casi redondas, su fruto
más largo y delgado que el primero pero de su misma hechura
excepto sus granillos que son menores y más en número, y menos
picantes y asimismo sus hojas. El tercero es muy pequeño, asimismo
sus hoj as y semillas. Crecen todos estos por las orillas de los montes
y en medio de ellos en partes húmedas que entre el sol. El cuarto es
que también 66 se halla por los montes, en sus orillas, a modo de
arbolito pequeño que es el que aquí frente doy por estampa que hace
así mismo su semilla a modo de los otros tres pero muy delgada y
corta. Hállase en el Paraguay y en la Villa 67 otra especie de aguarandio
más pequeño y más fino y eficaz en virtudes que es la primera
estampa de este pliego llamado de los naturales de allí Yaguarandio 68 .
El brasilense le llama Yaborandi 69 y el guaraní yaguarandio miri.
Como menor en figura y ciertamente muy eficaz en virtudes como de
él diré en primer lugar.

Sus virtudes

El aguarandio miri: las dos estampas que aquí doy son de unas
mismas virtudes excepto que el segundo no es tan eficaz pero suple
esta falta el poner o tomar doble cantidad o a lo menos un tercio más,
y así mismo tomando de él dos dragmas en infusión de vino o caldo,
provoca sudor fortísimo y hace bajar por orina los humores flemáticos
y gruesos que la suprimen y retienen, y según de él afirma Guillermo
Pisón 70, es único remedio para todos aquellos que han tomado man­
tenimientos venenosos o han sido atosigados con comidas o bebidas
de cualidades muy frias, como son hongos, setas, mandioca, bachiare (a)

66
Textualmente pone "el que asimismo ".
67 Textualmente pone villa con minúscula sin duda refiriéndose al lugar donde
se escribió el manuscrito.
68 El subrayado es del texto. Como vemos, este nombre es el que da el pie de
lámina de Ms. B. N. Yaguarandio. Ms. bon. recoge solamente a pie de lámina "aguarandio"
aunque en la descripción página 277 escribe al final "yaguarandio".
69 Jaborandi, del Brasil: Ottonia anisum. Sprend. Planta del Brasil, de la familia
Piperáceas, que tiene la raíz diurética usándola los brasileños para excitar la salivación.
Conocida vulgarmente como "gracia/a ". Es considerada como una de las distintas
especies del género Pilocarpus originaria del Paraguay y Brasil. No se cita este jaborandi
de Brasil en los autores farmacéuticos de los siglos xv1 , XVII, xv1 1 1 y x 1 x que reflejan en
sus obras un mayor conocimiento de las drogas.
70 Textualmente pone Pizón.
(a) Ms. bon. pone "mbacharé". Baccharis es el nombre que Dioscórides dio a una
planta, que según algunos autores parece ser la digital, pero que Linneo dio a una
342 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

y semej antes, dice y afirma dicho autor que saca por sudor y orina el
veneno y en breve quedan libres.
Tomando de su polvo una dragma en vino o agua caliente excita
calenturas y suelve el pasmo de frialdad y replesión, juntas las dos
causas en el pasmo, como acontece en las súbitas mudanzas del
tiempo de calor o frío, muy de ordinario en estas tierras, y a falta de
su polvo suelo usar el ajimontes 7 1 pequeño en igual peso, arropando
al enfermo a que sude muy abrigado y caliente el aposento.
También 72 la raíz mascada y traída en la boca es único remedio en
los flemones que se suelen originar de la fiebre maligna y pestilente;
así mismo socorre los dolores de dientes y muelas por humores fríos
o reumas 73 crudas que caen a las raíces de los dientes y muelas o a
las encías y paladar porque abre los poros y con su agudeza liquida
[ 1 56] / lo condensado de la reuma o humor crudo. Es preservativo en
tiempo de vientos corrompidos, el usar de la cocción de su raíz
tomada en ayunas mayormente cuando la intemperie del ambiente es
fría y húmeda que cuando caliente y seca, no dudo no será conducen­
te antes ni dañosa su uso.
Tomada dicha cantidad del polvo de sus raíces con otro tanto de nuez
moscada y media onza de cepa de nardo o de su cebolla bien macha­
cados, los tres dándolo a comer a los mordidos de víboras muy
venenosas como son las de cascabel quiririos 74 es soberano y apro­
bado remedio y si se diere como dos onzas de vino o una de agua
ardiente de allí a un cuarto de hora en breve, se ven li�res de la
infección del veneno, como lo muestra la experiencia.
Fritas sus hoj as y simientes en aceite o enjundia, mitiga y resuelve las
glándulas de las quijadas que suelen venir a las fiebres malignas y
pestilentes, y no dudo ser único el baño de toda la yerba cocida en
cantidad con azufre y sal, y a lo último ponerle vinagre, y caliente
meterle en los que tuvieren heridas de dicha fiebre yo me he valido
hartas veces de dicho cocimiento para curar los exantemas, a modo
de viruelas locas que suele causar en algunos pobres indios, y a los
cuatro días todos en general se secan y a falta de este primero he
usado el segundo, y a falta del segundo el tercero, que es el baj ito sin

especie de su género BACCHARIS que designó con el nombre específico de B.


Dioscórides.
71 Textualmente pone aximontes.
72 Textualmente pone Ytt.
73 Reuma: corrimiento de humores.
74 Quiririos: Etim. del guaraní quiririog: f. Río de la Plata. Víbora grande de las
regiones del N. de la cuenca del Plata.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 343

tallos, sólo uno muy corto que digo se halla por los montes que va
a modo de grama 75 cundiendo por la haz de la tierra.
Las hoj as de los dos primeros puestos en agua por espacio de un día
y aplicadas a las llagas de las piernas con destemplanza caliente y
flemonosa 76 en breve las cura y hace purgar las fuentes así como la
yedra en España. Mayormente las de aquellos cuerpos crasos y flemáticos
que por abundancia de humores gruesos forman callosidad imperfecta
debajo y alrededor de las pelotillas o garbanzos (causa conocida de
pocos quirúrgicos 77 y médicos) que ciertamente 78 he visto curar
algunos de éstos con purgas y sangrías ignominiosamente, a causa de
falta de conocimiento del mal (que era callo) que se hubiera 79 qui­
tado o adelgazado poco a poco con pelotilla de lirio de su raíz o de
la del aguarandio o semejantes. Es caliente en el tercer grado y seco
en el segundo, esto es, los dos parecidos 80 a arbolitos, los otros son
en el segundo calientes, y secos en el primero. Lo que se ha de tomar
por bebida será siempre de sus raíces (a).

75 Textualmente pone dragma pero el sentido de la frase indica que debe ser
grama.
76 Textualmente pone flemónica.
77 Textualmente pone chirurgos.
78 Textualmente pone cierto.
79 Textualmente pone: . . que era callo quitado ó . . Ms. bon. hace la misma frase
. .

sobreentendida.
80 Textualmente dice: como.
(a) Ms. bon. trae el siguiente párrafo del que carece Ms. B. N.: "La raíz del
primero que es el del Paraguay, mascando y bebiendo su cocimiento, purga el agua de
los hidrópicos por boca y orina y la transuda por los poros y a su falta el segundo que
son los dos que se ven: es remedio provocado".
344 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V ALVERDE

[ 1 57) ASARO MENOR

La lámina que aquí vemos es muy semejante a la que presenta Ms.


bon. Se observa que ni hojas ni frutos rebasan las líneas del recuadro
hecho que sucede en Ms. bon. por tener mayores dimensiones.
El número de raíces aquí también es mayor que en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Assaro Menor Cast. Assaro menor
Guarani yaguarandio miri Guaraní Yaguarandio miri

Como vemos la coincidencia es total en ambas lenguas y ambos


manuscritos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 345
346 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 58] IDEDRA YNDICA

Esta lámina es comparada con la XCV del manuscrito bonaerense


correspondiente también a la hiedra yndica, aunque se trata del mismo
tema está tomado desde otro ángulo por lo cual, la hoja que aquí vemos
centrada aparece en Ms. bon. hacia el lado derecho faltándote un trozo
del lóbulo derecho por quedar pegado al recuadro. Ésta da sensación de
mayor convexidad y su peciolo es algo más largo y curvado.
La raíz que aquí vemos casi perpendicular al tronco, con multitud de
raicillas convergentes casi en perpendicular, aparece también en Ms.
bonaerense pero la disposición de las raicillas es bien diferente apare­
ciendo en el Ms. comparado enrolladas a la rama madre de la raíz.
En cuanto a la parte aérea o tronco vemos aquí claramente diferen­
ciadas dos ramas: izquierda y derecha.
Ms. bon. complica más el dibujo añadiendo ramas con sus hojas y
frutos en un segundo plano, por detrás de la rama izquierda que hemos
señalado en este dibujo y que forma en nuestro manuscrito el motivo
principal. Por ello en Ms. bon. resulta más abigarrado, es más un
conjunto de hojas y frutos que dos ramas diferenciadas como las que
aquí vemos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. hiedra yndica Cast.º Hiedra Í ndica
Guaraní yaguarandio guasu Guar. Yaguarandio Guazú

En el nombre en castellano, el adjetivo Índica es ortográficamente


diferente en uno y otro manuscrito igual pasa en la denominación guaraní.
Hay que destacar que en Ms. bon. el pie de lámina no está debajo
de la raíz como aquí lo vemos sino encima de ella.

[ 1 59] Dos diversos aguarandios guasús se hallan en estas Misiones, y uno


mediano como en este pliego muestro por estampa, a la que el indio
llama también aguarandio miri; crece por las orillas delos montes y
arroyos de montes a las orillas como así mismo en lo interno de los
bosques a donde se hallan huecos que entre el sol. Su altura 8 1 es de

81
Textualmente pone altor.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 34 7
348 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

media vara, poco más o menos según la fertilidad de la tierra, es muy


semejante al Asaro de Dioscórides en las virtudes, y me he valido de
él más de dos veces, de sus hojas así como de su fruto largo, muy
distinto del que echa el asaro (a) que es como pimienta y a la verdad
que es especie de pimienta acuática (b) el verdadero asaro, sombría
como lo muestran todas sus partes. Hállase, como digo, dos diversas
plantas de aguarandios mayores, a saber: una crece de alto como vara
y media y en partes muy húmedas de dos varas y más. La segunda
especie es a modo de enredadera que trepa en los árboles y matorra­
les, a las orillas de los arroyos y bosques, los dos hacen sus hojas
grandes y muy densas, medianamente gruesas, poco menos que la de
la yedra pero 82 mayores y casi redondas. El fruto del menor es de
largo de media cuarta, a modo del de la pimienta larga, aunque más
largo y menos delgado pero el del Ysipo es como pimienta larga
como dej o dicho en su tratado pero menor en calor y agudeza y
confortación, y según el dibujo de la pimienta larga de Guillermo
Pisón 83 me ha dado que sospechar ser dicho aguarandio ysipo o
enredadera y por la mucha humedad de estos climas ser menos
picante y más templado, pero no me atrevo a decir con verdad sea 84
pimienta larga, sí muy parecida, y casi muy semejante y que a falta
de ella yo no tendría mucho escrúpulo en usar, de la semilla o fruto
del aguarandio todo lo que es materia emplástica o emulsoria, por
fuera, solamente doblando la cantidad de la del aguarandio, o cuanto
menos un tercio más en su peso. Constan los tres aguarandios dichos
de partes agudas y sutiles y mixtas, algunas grasas y térreas. Téngolos
por calientes en el segundo grado y secos en el tercero aunque hallo
en la superficie 85 de sus hojas cierta cualidad fría o templada, de
suerte que al principio aplicadas a las erisipelas o llagas erisipelatosas
de las piernas, repelen en parte y en parte se resuelven, como puede
verse por la experiencia, en toda llaga de destemplanza caliente y en
las cancerosas con dicha destemplanza, como lo tengo experimentado
y averiguado varias veces.

(a) Ms. bon. pone "Asaro" mayúscula.


(b) Ms. bon. pone "aquatrea".
82
Textualmente lo pone abreviado: p.º
83 El subrayado es del texto. Pone guillermo pizon.
84
Textualmente dice ser.
85 Textualmente pone: en lo superficial.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 349

Sus virtudes

El yaguarandio mediano que el indio dice yaguarandio miri cogida de


sus hoj as un buen puñado y puesto a cocer dos cuartillos de agua
hasta mermar la mitad, echándole un puñado de sal y media onza de
azufre, es remedio único en exantema 86, ronchas y granos que salen
en las fiebres malignas, como así mismo en · las verdaderas viruelas
cuando por el desabrigo o viento frío se han metido para dentro
[ 1 60] dando con el lavatorio al cuerpo todo lo caliente que / se pueda 87
sufrir. Así mismo cura la tiña húmeda que llaman achoras y añadien­
do a dicho cocimiento dos onzas de aceite, cura la tiña seca y despega
sus escamas lavándose con dicho cocimiento todos los días. Sus hojas
puestas en las fuentes las hacen purgar con admiración cierto humor
graso y sórdido mayormente de los que padecen humores gruesos y
viscosos y a los que por esta causa no les purgan las fuentes como
es necesario y para aquellos que padecen callosidad imperfecta den­
tro del aguj ero de la fuente. Es único remedio la pelotilla de su raíz
o pedazo de ella puesta en lugar de garbanzo. Su semilla es lo más
eficaz de la planta y en segundo lugar la raíz, después el tronco y
hoj as. Cuando se pretende abrir, adelgazar y calentar, he usado de la
semilla que sin levantar ampollas ni hacer escora socorre su coci­
miento con no pequeño alivio a los de esciática por humores gruesos
y fríos mayormente si se echan clísteres de dichas hoj as con otras
yerbas calientes ordinarias en las ayudas como manzanilla, malvas,
ruda y eneldo.
El aguarandio guasú que es el mayor que dejo dicho se trepa a modo
de enredadera en las demás plantas vecinas, hace sus hoj as grandes
a veces de poco menos de a cuarta pero de ordinario son las más del
tamaño de la estampada y algún tanto gruesas y su semilla del grosor
del dedo meñique hacia la punta, toda ella muy parecida a la pimienta
larga pero no tan ardiente ni picante. Sus hoj as y raíces son menos
agudas y picantes que las de los demás aguarandios por lo cual sólo
para llagas de piernas con destemplanza caliente las he usado ponién­
dolas primero de remojo en agua fría por espacio de una noche y a
la mañana curar con ellas limpias de agua y frialdad. Cierto que hasta
hoy no he visto cosa más· buena 88 para llagas viej as y varicosas o con
principio de cáncer.

86 Textualmente pone . . . "en la esantema. . .


".

87 Textualmente pone ... "qt.º caliente se pueda... ".

88 Textualmente pone "cosa más única ... ."


350 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[ 1 6 1 ] MECHOAC ÁN

Como podemos ver se trata de un dibujo donde el motivo principal


es el detalle, en primer plano, de la hoja de forma algo acorazonada.
El Ms. bon. recoge este dibujo en la lámina XCVI. Ambos son muy
parecidos. Como sucede en casi todas las láminas, el dibujo en Ms. B.
N. es más perfeccionista y exacto que el de Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Mecho acan Cast.0 Mechoacán
Guarani Yetira miri Guarani: Yet'irá miri

Muy semejantes las denominaciones dadas por uno y otro manuscri­


to aunque con la diferencia de acentos que sobre todo en la denomina­
ción en guaraní recogemos.

[ 1 62] Hállase en estas tierras de las Misiones dos especies de Mechoacán


blanco y negro, el blanco es el que aquí está dibujado por ser el que
sirve para purgar, el negro tiende sus vástagos muy largos y gruesos,
y muy poblados de hoj as, mucho mayores que las del blanco, algo
oscuras 89 y muy vellosas, sus vástagos de más de ocho varas de
largo, sus flores moradas a modo de campanillas algo largas, y
puntiagudas en su nacimiento a modo de embudo, en solas las cuales
se parece al (a) blanco, aunque éste las tiene menores como así
mismo las hojas y vástagos, que el que más tiene de largo y más se
llega a extender por tierra es dos varas, y lo ordinario vara y cuarta 90.
El negro son sus raíces muy gruesas y leñosas, toscas y las más
carcomidas con abundancia de leche, pero 9 1 al acabarlo de cortar
muestran claro su mal color verdoso y oscuro, y dej ándolo secar se
toma casi negro; por lo contrario del blanco es muy hermosa su raíz,
así por fuera como por dentro, muy blanco en sustancia, y de grato
olor, purga con notable sosiego la flema, cólera, y melancolía, mayor­
mente si se mezcla con otro que le sirva de agente como para purgar

89
Textualmente pone "obscuras" Ms. B. N.
(a) Ms. bon. dice: "se parecen blanco ".
90
Textualmente dice "vara y qta".
91 Textualmente dice " ... pº al acabarlo ... "
.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 35 1

•· · �
352 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

la flema: a una dragma de su polvo en sustancia, media dragma de


semilla de cártamo, o de hoj a de poleo, o seis granos de jalapa
preparada, o un escrúpulo de agárico trociscado; para purgar la cólera
se le pone un escrúpulo de ruibarbo, o tres granos de diagridio, o
escamonea; para la melancolía dos escrúpulos de sen, y media dragma
de mechoacán, esto es en sustancia; si se quiere en infusión es
necesario doble dosis, se saca su leche por expresión, y se guarda.
Hecho panes es muy eficaz, y muy grata: sácase en esta forma:
En el último cuarto de luna de Julio, o en la de Agosto, se cogen las
raíces sin herirlas, y se lavan muy bien, y se raspan de la tierra y
túnica, o piel externa, y luego al punto se rallan en unos bilques de
barro vidriado, o sin vidriar, y después de rallada sutilmente se le
salpica con agua, y luego se pone en lienzo grueso, no muy ralo 92 y
se exprime con prensa, recibiendo su leche en un bilque, y en estando
lleno se deja asentar muy bien, y se pone al sol tapado con un paño
hasta que se seca, y así se guarda. De su leche se puede tomar hasta
un dragma para los robustos, y dos escrúpulos para los flacos, y a los
niños uno, y a los muchachos escrúpulo y medio del polvo de su raíz,
en sustancia se da dos dragmas, o en caldo o en vino, o puesto en
alguna conserva.
Consta por la experiencia, que para las molestas ventosidades, que
por mucho tiempo han dado trabaj o, es único remedio una dragma de
su polvo tostado antes de comer, o al fin de la comida, tomado a
secas, y un sorbo de vino tras él, mayormente a los que padecen
ventosidades hipocondríacas, o frías.
Se hace 93 de toda su sustancia una conserva muy eficaz para lo
mismo, a modo de masacotes, y de ella se da hasta dos onzas,
rallándolo como para sacar la leche, y haciéndolo cocer en poca agua,
y teniendo prevenido azúcar tanto como hay de materia rallada, y
puesto los dos al fuego se le va subiendo poco a poco a punto, y
después de estar muy masacotes se corta en pedazos pequeños de dos
onzas y media, y se pone a secar al Sol, y se guarda para el uso.
El peso del polvo tostado de dos reales, tomado con conserva de cidra
ataja el flujo del vientre con tanta eficacia, como el ruibarbo; pero
cuando se pretende purgar reteniendo, es conveniente mezclarle con
el ruibarbo, y a su falta con la j alapa preparada así: un escrúpulo de
j alapa y una dragma de mechoacán dado en vino o conserva de
cidra . . . Se ha de entender de la corteza de cidra: es medicina segura,
y que no hallo en su sustancia nada venenoso. Tiene partes viscosas

92 Textualmente pone " . . . no muy raro ... ".


93 Textualmente pone "Hacese".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 353

e insípidas. Muy templado en cualidades de suerte, que se pueden


purgar con él los muy ardientes de complexión, y febricitantes, sin
temor de causar inflación a los miembros interiores; es uno de los
purgantes que clarifican y purgan la sangre de sus vicios. Está com­
puesto de cuatro diversas sustancias, a saber: leche, pulpa-rala, y
esponjosa, muy leve y blanca madera, a modo de hilos muy delgados,
que en contorno rodean dicha sustancia, la cual está cercada, y
guarnecida de dichas fibras, armando cortezas, como aquellas de las
grandes y muy gruesas cebollas, hasta toda la raíz embebida de cierto
humor acuoso, a modo de agua engomada, la cual es insípida y nada
grata al estómago, por cuya causa a veces hay vómito cuando se da
en infusión. Es caliente en el grado primero, y húmedo en el segundo.
354 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

[ 1 64] JALAPA

La comparación de uno y otro dibujo en ambos manuscritos nos


hace ver en manuscrito bonaerense una lámina totalmente mutilada
respecto a la que aquí vemos. Sólo posee las tres ramas principales que
salen del retorcido tronco hasta la altura que comienzan las numerosas
ramificaciones en nuestro manuscrito, ramificaciones que en Ms. bon. no
existen.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. leche tresna oxalapa Cast.º Leche tres o xalapa
Guarani Caa cambi Guaraní. Caa cambi

La diferencia de uno a otro manuscrito está en el nombre en caste­


llano. Concuerda el nombre en guaraní aunque no aparece tan completo
como después en la descripción donde ambos manuscritos dan caá
cambi curi (con este acento circunflejo se señala el timbre gutural de la
Y en el idioma guaraní).
La leche trezna es el nombre vulgar con que se designan diferentes
euforbiáceas y más particularmente la E. Helioscopia. L. (V. Mirasol) y
la E. Lthyris. L. (V. Euforbia Latiris).
El ca 'a-cambf es el nombre de varias hierbas de savia lechosa de la
familia de las euforbiáceas, lo que parece raro es el nombre de xalapa,
puede ser lo que el diccionario de Farmacia pone Jalapa falsa (de la que
no da el nombre botánico).

Descripción

[ 1 65] Cuatro diferentes especies de j alapa 94 se hallan en estas tierras de las


Misiones pero la mejor para 95 uso de medicina es la que aquí pongo.
Su estampa, por ser menos fría y más amiga del estómago, las otras
tres especies son menos pobladas de hojas y no tan abundantes de (a)
ramas hoj as y flores, tienen sus hojas más largas, más bellosas y no

94 Textualmente pone xalapa.


95 Ahí intercala la m. º

(a) Ms. bon. intercala ahí "leche".


ARTE DE PREP ARAR MEDI CAM ENTO S 355
LA FARM ACIA EN LA AMÉ RICA COLO NIAL : EL
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-- ·- ---- ·- - ---
- - - --
356 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

tan abundantes de leche las dos especies primeras. La tercera nace de


ordinario en un solo tronco, sus hojas muy pequeñas y en gran copia
hace su copa a modo del pino de estas tierras y la llaman los indios
caá cambi curiy 96 hay además de estas cuatro dichas, otras dos
menores, sus sarmientos muy sutiles que se esparcen alrededor 97 de
su raíz sobre la tierra y todas ellas son purgantes pero muy enemigas
del estómago, de suerte que causan grandes congojas de vómitos,
sudor frío (a), visto y curado a dos que indiscretamente se la dieron
por purgar en cantidad doble de dos dracmas de su polvo en sustancia
que es sobrada purga para el más robusto, una dracma y para el flaco
media.

Sus virtudes

La j alapa cogida en estas tierras en el menguante de la luna de abril


sacándola de tierra sin herirla ni quebrar sus raíces porque no des­
echen de sí la leche y luego que se sacan lavarlas muy bien de la
tierra y ponerlas al sol por espacio de tres días para que se condense
su licor en su corteza la cual al cuarto día se aparta de lo leñoso de
su raíz y se pone a secar al sol hasta que se pueda hacer polvo sutil
el que se pasa a cedazo mediocre y se prepara en el modo siguiente:
Polvo de corteza de j alapa una libra; agua ardiente de vino bueno,
medio cuartillo. Póngase en vasija vidriada o de plata amasando el
polvo con el agua ardiente muy bien, y éste se tenga dos días
apretado en la tal vasija y al cabo de éstos se pondrá a secar a la
sombra sobre alguna fuente o plato ancho y se va removiendo y
cuando está medio seco se saca al sol hasta que se seque del todo.
Estando en este estado purga excelentemente por abaj o y por arriba
como el antimonio y es única purga para los que se quieren 98 purgar
el estómago por la boca y no echar los humores en copia a las vías
inferiores y vej iga sin hacer daño en lo interno como los que están
sin 99 preparar que causan llagas y disenterías.
Para que purgue muy bien los humores flemáticos y gruesos por

96 El subrayado es del texto. Ms. bonaerense pone "Caa cambi Curii".


97 Textualmente pone en contorno.
(a) Ms. bon. intercala ahí "desmayos y convulsiones que ponen en peligro la vida
como lo he visto" ...
9s Textualmente pone requieren.
99
Textualmente pone: ..."sin hacer daño en lo interno como los de la sim
preparar que causan ". Manuscrito bonaerense pone la misma frase textual.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 35 7

abaj o, sin vómitos, la vuelvo a poner por segunda vez en preparación


de aguardiente 1 00 y la seco como queda dicho. Obra sin congojas ni
vómitos siendo preparado con aguardiente 10 1 de buen vino. La purga
[ 1 66] de la j alapa es soberano remedio a los que / padecen enfermedades
de humores flemáticos gruesos y crasos, como humores gálicos y
dolores artríticos 102 bubones, encordios 103 gota de frialdad y hume­
dad, sobrehuesos 1 04 escrófulas y lovanillos y lamparones tiernos que
repetida segunda y tercera vez con intervalo 105 de quince días, quita
todas estas pasiones y las purga por cámara y orina preparándose
primero con dos o tres j arabes que preparen la flema como es el
cantueso o de cinco raíces o semej antes.
También en principio de enfermedades de cámaras, catarros ferinos,
lombrices y gusanos es admirable remedio en los indios porque quita
la repleción de que se deban dichos accidentes y los ataj a tomando
de su polvo el peso de un real de plata, que es una dragma, incorpo­
rado en conserva de corteza de cidra, como onza y media de conser­
va, es único y admirable remedio para purgar todas las pasiones
arriba dichas y a falta de la conserva de cidra las dos en vino como
dos onzas, o en caldo una media escudilla, la que se toma en conserva
puédese tomar antes de dormir, tres horas después de haber cenado
o por la madrugada y dormir después de haberla tomado, la que se
da bebida por la mañana que no duerma el que la toma hasta acabar
de obrar.
Tengo por experiencia la de una preparación mata lombrices. Las
atolondra y hace bajar por la cámara, unas muertas y otras medio
vivas atolondradas, así como los pescados que con su leche o polvo
se cogen en abundancia echándosela en el cebo con que se quieren
matar como es en masa o afrecho o carne picada, que volviéndose las
pobres panza arriba, van bordeando por la superficie o tona 1 06 del
agua, sin volverse a hundir y poniéndose a la corriente se cogen en
abundancia los tales. Se han de sacar las tripas y entrañas después 107

100 Textualmente pone agua ardiente.


10 1 lbidem.
102 Textualmente pone artéticos: Dolores de las articulaciones.
103 Encordios: Tumor que se congela y forma en las ingles procedido regularmen­
te de humor gálico. Se deriva del nombre cuerda por las cuerdas que concurren en la
parte donde se forman.
1 04 Sobrehueso: Tumor duro que está sobre un hueso.
1 05 Textualmente dice intervalada.
1 06 Tona: se emplea en sentido figurado pues tona según diccionario es nata de
leche.
1 07 Textualmente pone . . . luego que. . .
358 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

que se sacan 108 fuera del agua, así vivos porque así no son dañosos,
pero para más asegurar se pueden salpresar 109 .
Los accidentes que causa la jalapa se remedian y ataj an con aguar­
diente o vino bueno bebido. Es fría en el tercer grado y húmeda en
el segundo aunque su leche posee partes agudas y corrosivas.

108
Textualmente pone . que se sacan. . .
. .

1 09
Salpresar: aderezar con sal una cosa, apretándola para que se conserve.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 359

[ 1 67] CORREGÜ ELA

La lámina que aquí vemos aparece en Ms. bonaerense mutilada, la


raíz, tallo y sobre todo ramas y hojas. El detalle de la hoja aparece en
Ms. bon. también en la parte superior pero a diferencia del que aquí se
recoge están menos pronunciados o diferenciados sus lóbulos y carece el
dibujo de la perfección que aquí observamos. Lo que aquí aparece como
un arbolito, en Manuscrito bon. queda reducido a dos ramas con dos
hojas y cinco frutos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. correguela Castellano. Correguela
Guarani Yetirabai Guarani: Yetira bai

La concordancia en la ortografia del nombre en castellano, es total;


en guaraní los acentos diferentes (Ms. B. N. no usa el circunflejo) y el
vocablo en Ms. bon. aparece escrito en dos palabras como si de género
y especie se tratara.

[ 1 68] La correguela o purga criolla que llaman por toda la gobernación de


Santiago 1 10 y Tucumán es cierta especie de escamonea dulce muy
benigna en su operación, hallándose de ella masculino y femenino.
Capital enemiga de los sembrados porque enredándose con ellos
como el diablo con su hij o, los ahoga y cuando menos les impide 1 1 1
que fructifiquen ahogando sus flores con sus vástagos y hoj as tan
fértiles y abundantes como mala yerba, saca de una raíz un solo
vástago, pero éste se comparte en tantos sarmientos que cubren todo
lo que en contorno hallan cercano, con unas flores moradas a modo
de campanillas de las cuales sale su fruto en medio de tres o cuatro
valvulitas a modo de hoj as muy angostas acerradas 1 1 2 y largas de una
pulgada, el fruto es redondo del tamaño de un hueso de guinda, en
él se encierran tres granos triangulares en su esfera, los cuales están
divididos con unas túnicas a modo de sestil 1 1 3 cada uno, los cuales

1 10 Textualmente pone S. tiago.


111 Textualmente pone los quita que fructifiquen.
1 12 Acerradas: agarradas, asidas.
1 13 Sestil = sesteadero: Jugar donde duerme Ja siesta el ganado. Ms. bon. pone
360 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 361

cogidos en sazón son muy a propósito para purgar la cólera y flema


con gran suavidad y aunque no es la verdadera escamonea vemos por
la experiencia que llama de los extremos al centro de los humores, sin
congoj as ni alborotos de estómago y entrañas.

Sus virtudes

La semilla de la corregüela o yetirabai cogida cuando está en sazón


y bien seca, se guarda para el año, de la cual mondadas sus granos
de la piel y tomada dragma y media de su pulpa, o dos dragmas si
es muy robusto y recio de estómago, bien machacadas con una onza
de azúcar blanco en almirez de suerte que tomado al acostarse purga
excelentemente la flema y cólera despegando las cosas asentadas y
humores viscosos que cierran las vías y hacen obstrucciones (a).
Tomada dragma y media de su pulpa y mezclándole media dragma
de polvos de sen y una onza de azúcar, todo bien molido e incorpo­
rado tomado al acostarse con unos dos sorbos de agua caliente o vino
purga excelentemente la cólera, flema y melancolía y ciertamente es
única purga en los que padecen gálico y reuma del cerebro (b ).
Además de lo dicho tiene la correguela o purga criolla o yetirabai
virtud admirable para los males de oj os y fluxiones suyas así como
la celidonia 1 1 4 y eufrasia 1 1 5 y ciertamente no hacen falta ninguna de
las dos dichas o sacando aguas destiladas de su flor y cogollos y hoj as
o administrado su caldo o cocimiento en los colirios, reprime los
incordios de los oj os y las nubes, aclara la vista, cura las úlceras de
los párpados y pestañas sacando el humor allí contenido sin mordicación
alguna como se ve por la experiencia.

"cestil" acepción que no aparece en el diccionario. Entiendo que se usa en el sentido


de lecho.
(a) Ms. bonaerense pone ahí a principio del párrafo "ltem".
(b) Ahí termina la descripción de la corregüela en Ms. bonaerense careciendo de
todo el párrafo que sigue.
1 14
Celidonia: planta herbácea, papaverácea.
115
Eufrasia: Planta herbácea, escrofulariácea.
362 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

( 1 69] POLEO

La lámina que aquí presentamos ha sido comparada con la de Ms.


bonaerense siendo ambas muy similares. En Ms. bon. quedan mutiladas
algunas ramas y hojas en los laterales.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Poleo Cast.º Poleo
Gua. Caaeaqua: tungay caa Guaraní: Tfmgai caá

El nombre en guaraní, en ambos manuscritos no es del todo similar


pues en Ms. B. N. aparece el nombre caaeaque que no lo aporta el Ms.
bonaerense.

[ 1 70) El poleo que he hallado en estas misiones, que hasta que vine a ellas
no pude dar con él por más que lo busqué, tan necesario para el uso
de medicina desdice en parte de la estampa de Dioscórides como de
la de Matiolo, me pareció bien poner por estampa yerba tan necesaria
y útil para que mej or se vea su diversidad, extiende de ordinario sus
ramitas sutiles por entre las malezas de las orillas de las lagunas, de
largor de tres cuartas y a veces de vara; hállase también a orillas de
arroyos y entre cortaderas 1 1 6 donde hay humedad y frescor; en todas
sus partes y señales es como el de España y así mismo sus hojas y
flores con el olor algún tanto más aromático por razón de ser la tierra
más expuesta a ello; como lo vemos en otras muchas, no hallo ni uso
ni nombre suyo entre los indios, sólo le llaman caa eaqua (a) que
quiere decir yerba olorosa, pero van cogiendo el nombre de poleo
viéndolo usar así como 1 17 sus buenos efectos y virtudes mayormente
para curar lombrices, cámaras y gusanos y purgar el vientre de ellos.

Sus virtudes

El poleo, yerba muy conocida, tiene virtud y fuerza de calentar,

1 1 6 Cortaderas: Planta ciparácea de hojas largas, angostas y de bordes cortantes.


(a) Ms. bon. pone "Caá iaqua".
1 1 7 Textualmente pone "y" no "así como".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 363
3 64 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

adelgazar y digerir humores. Bebido de su cocimiento medio cuartillo


provoca el parto 1 1 8 y el menstruo. Si se bebe con miel y acíbar
arranca los humores gruesos embebidos en los pulmones por algún
gran catarro o fluxión que haya corrido a ellos de otro miembro 1 1 9
principal y así mismo sirve a las retracciones y encogimiento de los
nervios, bebido con agua y vinagre; mitiga los revolvimientos y
mordicaciones del estómago, y purga por abajo la cólera negra y
melancolía. Bébese su polvo con vino contra las mordeduras de las
serpientes, así mismo revoca los desmayados y amortecidos, dado a
oler con vinagre seco quemado o tostado y molido; conforta las
encías, su polvo puesto en ellas.
Aplicado con polenta 1 20 en forma de emplasto mitiga toda suerte de
inflamaciones y por sí solo cocido es útil contra la gota o ciática de
humores gruesos y viscosos pero se ha de aplicar hasta que encienda
el cuero y lo ponga rojo. Su flor machacada con tuétanos de vaca o
ternera resuelve admirablemente las almorranas y les quita el dolor;
machacada su flor y hojas y cocidas con sal, aplicadas en forma de
emplasto deshacen la dureza y crecimiento del bazo. Su cocimiento
ataja la molesta comezón de los empeines y flema salada. Sentándose
las muj eres sobre él o recibiendo por abajo el vaho de su cocimiento
es útil a las durezas, ventosidades y desvíos de la madre. Quemado
el poleo dentro de un aposento bien cerrado mata con su humo las
purgas y así mismo las ahuyenta esparcido por dicho aposento. Hállanse
[l 7 1] de él dos especies; es a saber: macho / y hembra; el macho produce
blancas las flores y la hembra purpúreas, los dos son de una misma
figura en todo lo demás, con igual agudeza y amargor, es caliente y
seco en el grado tercero.
Tengo observado es único remedio para Jos indios en la pasión de
lombrices y gusanos tomando de su polvo una dragma con otra de
polvo de mechoacán dado en conserva, revuelto al quererse donnir,
por la mañana actúan como purgante 1 2 1 y mata los gusanos. Con
tomar por bebida su cocimiento simple con algunas gotas de vinagre
por algunos días, a Jos ocho días quedan libres y purgadas de tal
efecto de lombrices porque juntamente conforta la flaqueza del híga­
do y estómago recobrando el calor nativo; con esta virtud, su polvo
seco, socorre con excelencia echando en las viandas, a los recién
casados que por exceso se van secando y consumiendo apartándolos
por algunos días de sus mujeres.

1 18
Textualmente dice: provoca el menstruo, las pares y el menstruo.
1 19
Textualmente dice: de otro miembro mandante ó principal.
12º Polenta: gachas de harina de maíz.
121
Textualmente dice: cursan de purga.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 365

[ 1 72] MERCURIAL MASCULINO

Corresponde esta lámina con el XCVIII del manuscrito bonaerense


siendo ambas iguales aunque hechas por manos diferentes. Como ya es
norma está más aumentado el dibujo en Ms. bon. sobrepasando el
recuadro el ápice de la planta.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Mercuriales = Masculino Cast.º Mercuriales masculinos
Caarurú moha Guarani: Marba caá Tipicha tá

Como vemos la denominación guaraní es completamente diferente


en uno y otro manuscrito.
366 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 3 67

( 1 73] MERCURIAL FEMENINO

Esta lámina no tiene correspondencia en el Ms. bon.

[ 1 74] Hállanse los mercuriales de ordinario por los huertos y tierras sem­
bradas muy de ordinario y también por derrumbaderos y pedregales
de tierras y arenales de arroyos y ríos, son en estas tierras algo
distintos en el modo de dar la semilla porque los que nos dice Andrés
de Laguna, dan la semilla con zanca muy corta, casi pegada al tronco
y los de por acá excede y sobrepuja sobre el largor de sus hoj as las
cuales son muy semejantes a las de la albahaca pero algo más
delgadas, apretadas en la mano la ponen muy pegaj osa y corrompi­
da 122 de su olor a causa de cierto humorcillo sutil que tiene en la
superficie a modo de visco 1 23 • Su simiente es blanca encerrada en
aquellos sus botoncillos a modo de cruz o en triángulo de dos en dos
en cada rincón. Su flor es así mismo blanca, crecen de altor una
cuarta y de la raíz salen varias ramas, de ordinario las más de ellas
tendidas a tierra y la del medio tira recta arriba. Se hallan algunas
plantas que no se tienden a tierra por tener una sola varilla. Rara vez
he podido hallar la hembra por estas misiones. Sí se halla en su lugar
otra diferencia de mercurial, las hojas y semillas menores muy pare­
cida al masculino pero no tan emoliente y melosa 124 en lo exterior,
por tanto no la tengo por tan emoliente y lubricante.

Sus virtudes

La mercurial cogida un puñado de ella sin sus raíces y puesta a cocer


con caldo gordo de la olla, tomando una escudilla de su cocimiento
una hora antes de la comida 1 25, ablanda los estómagos y vientres más
endurecidos y que no pudieron ser purgados con el ruibarbo, escamonea
o sen. Purga la cólera y agua del estómago y vientre con gran
suavidad y lo mismo hace tomando sus hoj as cocidas con dicho caldo

1 22 Textualmente pone inficionada infeccionada.


=

123 Visco: árbol americano de las leguminosas, cuya corteza se usa como cur-
tiente.
124 Melosa: blanda, suave.
125 Textualmente pone: una hora antes del pasto; entiendo la acepción que da el
diccionario de este vocablo: materia que se consume a consecuencia de la actividad de
un agente natural.
368 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 3 69

de parte de noche a modo de ensalada. Purga sin ruido ni alboroto los


humores crudos y acuosos del pecho y diafragma, por tanto es único
remedio en el principio de la hidropesía humoral y ventosa así toma­
da como administrada en los clísteres junto con eneldo 1 26 , ruda,
zarzaparrilla y semilla de anís o un poco de poleo y sus malvas con
un puñado de afrecho lavado. Este modo de ayuda es único en el mal
de piedra de riñones y vej iga en los principios de todas las enferme­
dades de repleción 127 en los espasmos en los duros de vientre y sobre
todo en los que han tomado purgas y no han obrado lo conveniente.
Sus hoj as cocidas y machacadas en forma de emplasto y aplicadas a
las inflamaciones duras, las resuelven, y lo mismo a las apostemas
duras y rebeldes de madurar y esto hace mejor mezclándoles unto 1 2 8
sin sal. Mitigan el dolor y supuran la apostema o la resuelven.
Cocidos los mercuriales y hoj as del bledo menor o blanco, un puñado
de cada uno. Uno en caldo de carne y bebido una escudilla de dicho
caldo en ayunas deshacen la retención de la orina por rebelde que
sea, quiebran la piedra de riñones y vej iga y a un mismo tiempo
purgan la cólera y flema por cámara y orina, y esto hacen con mayor
grandeza si antes de tomar el caldo se echare clíster del mismo
cocimiento media o una hora antes; en acabando de obrar tomar el
caldo, es aprobado remedio y que rara vez se verá salga en vano sino
es que el paciente tenga ya la virtud y fuerzas postradas.
Los mercuriales se mezclan en las infusiones de las purgas con
admirables sucesos en todos los cuerpos secos y dificiles de purgar
y en los que han padecido fiebres muy ardientes o quedan muy flacos
de las largas y molestas fiebres pútridas. Si a lo último requieren
purgarse por no recaer en ellas o librarse de recaída que suele ser
peor que el mal primero y muchos dan en este escollo por la poca
atención de los médicos.
Es el mercurial caliente en el principio del primer grado y húmedo
en el segundo, algunas plantas no se tienden a tierra por tener una
sola varilla. Rara vez he podido hallar la hembra por estas misiones.
Si se halla en su lugar otra diferencia de mercurial, las hojas y
semillas menores muy parecida al masculino pero no tan emoliente y
melosa 129 en lo exterior, por tanto no la tengo por tan emoliente y
lubricante.

126
Textualmente pone e/do.
127
Repleción = replesión: henchimiento de humores.
128
Unto: Grasa interior del cuerpo de cualquier animal.
1 29
Melosa: blanda, suave.
370 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

La mercurial cogida un puñado de ella sin sus raíces y puesta a cocer


con caldo gordo de la olla, tomando una escudilla de su cocimiento
una hora antes de la comida ! 30, ablanda los estómagos y vientres más
endurecidos y que no pudieron ser purgados con el ruibarbo, escamonea
o sen. Purga la cólera y agua del estómago y vientre con gran
suavidad y lo mismo hace tomando sus hojas cocidas con dicho caldo
de parte de noche a modo de ensalada. Purga sin ruido ni alboroto.

130 Textualmente pone: una hora antes del pasto; se entiende la acepción que da
el Diccionario de este vocablo "materia que se consume a consecuencia de la actividad
de un agente natural".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 37 )

[ 1 76] ARISTOLOQUIA ROTUNDA MASCULINA

Se corresponde esta lámina con la XL VI del Manuscrito bonaerense,


son similares aunque no iguales. Aunque ambos dibujos están hechos
según el mismo modelo, en el de Ms. bon. no se aprecia la parte oscura
inferior que nos da la sensación de tierra que en éste se observa.
En cuanto a la rama que sale hacia el lado izquierdo se omiten dos
hojas y el fruto en forma de campanilla queda mutilado.
La rama central omite un zarcillo y dos hojas. En la rama derecha
se omiten dos zarcillos y una hoja.
Las ramificaciones de la raíz que aquí vemos completas, en Ms. bon.
están mutiladas no recogiendo los extremos de las mismas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Aristoloquia rotunda M.
= Cast.º Aristoloquia Rotunda Masculino
Guarani Tupaci yeti Bachay Guarani: Tfipací yetí
372 CARMEN MARTÍ MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 3 73

[ 1 77] ARISTOLOQUIA ROTUNDA FEMENINA

Esta lámina está numerada en Ms. bon. con el número XL VII, al


igual que la anterior la franja oscura que aquí da la sensación de suelo
no aparece en Ms. bon. El número de hojas, zarcillos y frutos queda muy
reducido respecto al que aquí mostramos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Aristoloquia rotunda femenina Cast.º Aristoloquia rotunda femenina
Guarani. Tupaci yeti mbrucuia miri Guarani: Túpaci yeti. Mbrucuyá miri
Bachay miri

La denominación en guaraní en Ms. B. N. aporta un vocablo que no


lo da el bonaerense.

[ 1 78] Dos diferentes aristoloquias rotundas se hallan en estas tierras de las


misiones aunque las raíces son de un mismo modo, no las hoj as; la
mayor hace sus hojas sin aserraduras 1 3 1 ni globos. Digo mayor porque
sus raíces son mayores, que llegan a tener diez y algunas doce libras
castellanas de peso pero la que aquí doy estampada, la que mayor se
muestra, es de libra o a lo más de 20 1 32 onzas. Hace sus hoj as
aserradas, las flores blanquecinas tirante a leonado a modo de campa­
nillas poco abiertas. Su fruto del grueso de la punta del dedo meñique
de la mano y del largor del último nudo hacia la uña, unas con tres
semillas, otras con cuatro las cuales son del tamaño de perdigones o
granos de munición que decimos de matar palomas. La vaina cuando
el fruto está en sazón se toma colorada la cual es tierna como frutilla
y muy viscosa o húmeda.
Las semillas se muestran oscuras leonadas, llámanla comúnmente los
indios tupáci yeti, otros mburucuya miri y verdaderamente que la
aplican desde su infidelidad 1 33 hasta el día de hoy para males de frío
y tullimientos así por mal francés como por humedad y frialdad de
los miembros y artej os 1 34 aunque muy a lo bárbaro y sin más com-

131 Debe referirse a los bordes dentados.


1 32 El subrayado es del texto.
1 33 Se refiere al tiempo en que los indios carecían de su fe católica.
1 34 Artej os: nudillos de los dedos.
374 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V ALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 375

posición que cociéndola con unas cortezas o astillas del Ybira paie o
anguay y beber por muchos días su cocimiento.

Sus virtudes

La Aristoloquia rotunda, tomado el cocimiento de media onza de su


raíz bien cocida en cuartillo y medio de agua hasta que se quede en
un vaso, poco menos de cuartillo, añadiéndole dos onzas de miel de
abej as y cuatro o seis granos de pimienta bien molida, tomada calien­
te, resiste a los venenos y ponzoñas bebidas y al daño de las serpien­
tes y víboras. También se toma una drama de su polvo bebido en vino
y se aplica también a las mordeduras de dichas serpientes, por fuera.
Bebida la cantidad dicha con vino, pimienta y un poco de mirra
expele el menstruo retenido, las pare la criatura muerta en el vientre
y lo mismo hace metido en los genitales 1 35 de la mujer. Bebidos sus
polvos con agua, es útil al asma, sollozos 1 36, a los temblores paroximales,
al bazo crecido, a las roturas y espasmos de nervios y al dolor de
costado, aplicada en forma de emplasto. Bien machacada saca las
astillas y casquillos hincados en la carne. Su polvo molido y echado
sobre los huecos que están carcomidos los escama y limpia las llagas
de las encías y los dientes mezclada con la raíz de lino (a) aplicán­
dolo a modo de ungüento en planchas o lechinos 1 37 •
Sobre las virtudes arriba dichas no está bien que callemos las innu-
[ 1 79] merables / que esta tan célebre planta tiene, mixta con otras para curar
las más rebeldes e inveteradas enfermedades del género humano al
que luego socorre porque su cocimiento bebido a la larga sana todas
aquellas enfermedades de frialdad y humedad, la perlesía 1 3 8 la apo­
plej ía, la gota coral 1 39, la ictericia, la hidropesía, las cuartanas, las
tercianas, las opilaciones de todos los miembros interiores y final­
mente los antiguos dolores de las j unturas 1 40 . Juntada con el guayacán

1 35 Textualmente pone natura.


1 36 Textualmente pone sol/ipo. Ms. bon. "solipo". Vulgarmente se le llama sollipo
a los sollozos profundos que discurren con espasmos.
(a) Ms. bon. intercala ahí el siguiente párrafo " . . . con raíz de lirio y miel, incje
de carne las cavernosas heridas y llagas ... " .
1 37 Lechino: mezcla de algodón o de hilas que se coloca en el interior de las
úlceras para facilitar la supuración.
1 38 Perlesía: parálisis. Debilidad muscular acompañada de movimientos convulsivos.
1 39 Gota coral: epilepsia.
1 40 Junturas: Lugar en que se juntan los huesos y en donde suelen producirse los
nódulos gotosos.
376 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

la aristoloquia, no hay mal francés, por inveterado que sea, que no lo


cure si se sabe dar con el modo que se debe que es como sigue:
Palo Santo electo, una libra hecho astillas muy menudas y delgadas
de su corteza -dos onzas. Palomina o fumus terre seca -media onza.
Polvos de aristoloquia -media onza. Pónese en remoj o en 25 1 4 1 libras
de agua por espacio de 24 horas (a) y luego se pone a fuego manso
hasta que mengüe la mitad en olla vidriada y sin humo a fuego de
carbón, y de vez en cuando 1 42 se remueve con espátula que para esto
se hace del mismo palo, y sacándolo del fuego después de consumida
la mitad, se cuela y se pone en un frasco limpio bien tapado y
volviendo a echar la misma cantidad de agua sobre dicha materia, se
hace hervir hasta que merme la cuarta parte, la cual se guarda para
bebida en las comidas. De la del frasco se dan nueve onzas antes
caliente a la mañana para sudar y otras tantas a la tarde arropándolos
y tapándolos del viento, el agua simple se toma en las comidas y entre
día. Esto hago con los enfermos en que reconozco gran frialdad y aun
les doy vino infuso en las tales cosas; antes de ponerlas a cocer las
echo en olla vidriada y pongo cuatro azumbres de vino, se cuela y
vuelve la materia a la olla y se pone el agua arriba dicha.
Para los que no tienen frialdad grave, se ponen mezcladas cosas
templadas como un puñado de endivia y otro de borraj a o de sus
raíces con algún orozú, antes de tales curaciones siempre es necesario
purgar antes y sangrar si hubiere replexión 1 43 •

14 1 Lo pone en cifras aunque no muy clara. Ms. bon. da "quince" en letras.


(a) Ms. bon. lo pone en letras "veinticuatro horas".
1 42 Textualmente pone de cuando en cuando.
143 Replexión-repleción: henchimiento de comida o de humores.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 377

[ 1 80] PAN DE PUERCO

Se ha comparado esta lámina con la XL VIII de Ms. bon. y aunque


básicamente están hechos según el mismo modelo, Ms. bon. mutila las
ramas y por tanto pinta menos hojas y frutos. La zona oscura que aquí
vemos en la parte inferior dándonos la idea de suelo no está dibujada en
Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Pan de puerco o pan porcino Cast.º Pan de puerco o pan porcino
Guarani. Carachi Guarani: Carachi

[181] El nombre de esta planta es idéntico en uno y otro manuscrito en


ambos idiomas. El carachi, que dice el indio al pan de puercos del
cual se hace el ungüento llamado pan porcino tan excelente en las
quemaduras del fuego, hállanse cuatro distintos en figura y sólo dos
son los que comen los indios cuando hay hambre 1 44• Es el carachi
blanco que es el que aquí dej o estampado el cual hace sus sarmientos
largos poco poblados de hoj as, el segundo l laman Carachi guasu
hubaé que quiere decir negro y éste tiene la raíz como el de Europa
y casi las hojas, éstas son mayores y más oscuras y no tan puntiagu­
das. É stos de ordinario se hallan alrededor de los bosques y en sus
orillas y por los sembrados de rocas y de rosas. Hay otro que dicen
carachi miri; otro carachi guasu que no son inferiores en virtudes
pero distintas de las del carachi por ser más agudas y aperitivas, de
ellos pienso poner estampa y lo poco que de ellos he podido tener
noticias.

Sus virtudes

Las virtudes del carachi llamado ciclamino y pan de puerco, son


admirables en varias enfermedades porque guisado de varios modos
y mixtos de otros, es un soberano socorro en las aflicciones de l a
humana naturaleza porque bebidas cuatro dracmas d e s u polvo con
agua miel purga por abaj o la flema y el agua de los hidrópicos

1 44 Textualmente pone ambrunas.


378 CARMEN MARTÍN MARTiN Y JOSE LUIS VALYERDE
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 379

disminuyendo 145 el bazo, provoca el menstruo bien 1 46 se beba o se


aplique a los genitales 1 47 de la muj er; atada su raíz al muslo izquierdo
dicen que acelera el parto; bebidos sus polvos con vino, son único
remedio contra los venenos mortíferos principalmente contra el de la
liebre marina, machacada en forma de emplasto y aplicada a las
heridas de las serpientes venenosas las cura y prohíbe el veneno.
Goteado 1 48 su zumo en las narices con miel de abej as purga la cabeza
y aplicado a las cataratas o nubes de los oj os aclara la vista y
adelgaza las nubes y carnosidades de los ojos (a), metido por cala en
el ano 1 49 con lana y algodón ablanda el vientre y hace regir dos o tres
cámaras. Pero no se aplique a mujeres preñadas que hace malparir y
por esto se j unta siempre con las medicinas que aceleran el parto.
Aplicada (b) su raíz machacada y cocida mezclándole un poco de
vinagre reprime las almorranas 1 50•
Se saca de su raíz machacada y estrujada el zumo, el cual a fuego manso
se condensa hasta que tome punto de miel y se le mezclan dos dramas
o tres de alcaparrosa quemada, untando con este ungüento los empei­
nes y herpes los sana y todos los granos y máculas que salen en el
cuero tanto por cosa de flema salada como por humores corrompidos
[ 1 82] y de contagio. Su cocimiento se aplica útilmente / a los miembros
descoyuntados del dolor de gota y artritis 1 5 1 y a las húmedas achoras
de la cabeza (que es tiña húmeda, primera especie de lepra). Hácese
del ciclamino el ungüento de artánita que llaman los boticarios, que
sirve para relajar el vientre puesto sobre él en forma de emplasto y
el de pan porcino tan célebre para las quemaduras y escoceduras 1 52
de todo género de licores, de los cuales pondré aquí sus recetas.
El ungüento de artánita que sirve para ablandar y relaj ar el vientre,
se compone de los simples siguientes: zumo de ciclamino o 1 53 artánita
-tres libras. Zumo de cohombrillo amargo 1 54 -una libra. Aceite de

145 Textualmente pone minorando.


146 Textualmente pone agora.
147 Textualmente pone natura.
1 48 Textualmente pone estilado destilado, goteado.
=

(a) Ahí Ms. bon. pone punto y aparte e "Item".


149 Textualmente pone siesso = sieso: parte inferior del intestino recto en la cual
se comprende el ano.
(b) Ms. bon. omite aplicada poniendo ahí "ltem".
1 50 Textualmente pone: reprime el sieso salido fuera.
15 1 Textualmente pone artritide.
1 52 Textualmente dice escaldaduras = escocedura-Abrasar con fuego una cosa.
JS3 Textualmente pone sivi.
1 54 Cohombrillo amargo: planta concurbitácea cuyo fruto se desprende fácilmente
y arroja con fuerza las semillas y el jugo.
380 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

lirios -dos libras. Manteca de vaca -una libra. Pulpa de coloquíntidas


-cuatro onzas. Polipodio -una onza 1 55 . Euforbio -media onza.
A falta de los cohombrillos sirven los yezgos 1 56 y por la euforbia la
pimienta negra. Mirra -dos dragmas y dos escrúpulos.
Se consumen primero los zumos con el aceite a fuego meneando
continuamente, molidas sutilmente las demás cosas apartándolo del
fuego, se incorporan meneando con espátula de palo por espacio de
cuatro días poniéndolo en ceniza (a) caliente cada vez que se haya de
remover, y al cabo de ellos se añade sagapeno, seis dracmas y dos
escrúpulos. Cera, cinco onzas.
Póngase todo a hervir al fuego hasta que se incorporen la cera, el
sagapeno y apartado del fuego caliente se le añadirán polvos de
escamonea de acíbar y coloquíntida, de cada uno seis 1 5 7 dracmas y
dos escrúpulos. Euforbio -dos dragmas y dos escrúpulos. Sal gema -
cinco dragmas. Turbit -seis dragmas y dos escrúpulos. Pimienta larga,
gengibre, flor de manzanilla -de cada uno dos dragmas y dos escrú­
pulos. Mézclese todo muy bien removiendo con dicha espátula hasta
que se enfríe y repóngase para el uso.
Este ungüento untándose con él relaja el vientre y purga el agua de
los hidrópicos. Sirve a los que padecen lombrices en el estómago,
untando las partes en que ella muerden, las mata y las hace salir por
vómito y cámara.

1 55 Textualmente dice uncia (duodécima parte de la libra = onza).


1 56 Textualmente dice yesgos. Yezgos = planta herbácea, vivaz de las capsifoliáceas,
semej ante al saúco.
(a) Ms. bon. pone "comio" donde aquí dice ceniza.
1 5 7 Textualmente pone 6 en cifra.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 381

[ 1 83) FALSO JENGIBRE

En Ms. bonaerense se le llama en castellano xengible silvestre y


corresponde su dibujo a la lámina LXXI V
Respecto a la lámina que aquí se contempla, omite Ms. bon. la parte
rayada en oscuro de la parte inferior del recuadro que da idea del suelo.
La hoja que se nos muestra en el ángulo inferior izquierdo, es de
mayores dimensiones en Ms. bon. careciendo de las celdillas que vemos,
en el aquí mostrado, en el centro de la hoja.
La parte aérea de la planta, posee la misma forma que la que vemos
aunque omite algunas hojas y frutos.
Los dos frutos superiores que vemos quedan cortados por el recua­
dro, aparecen en Ms. bon. dibujados sólo la mitad de ellos quedando
ambos fuera del límite superior del recuadro.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Falso Gengibre Cast.º Xengibre silvestre
Guaraní Carachi miri Guarani Carachírá miri

[ 1 84] E l carachi miri que llama el indio es una especie de carachi guasu que
es el que en España llaman pan de puerco o pan porcino del cual
hacen el ungüento tan celebrado para las quemaduras de fuego; entre
estos pobres indios hallo lo usan para lo mismo, no más que macha­
cado y aplicado a las llagas de quemazones. Esta planta tiene en esta
tierra tres especies: la primera tiene raíz grande como una libra de
peso, redonda y algo negra por fuera lisa y las hojas oscuras. La
segunda es blanca. Tanto la raíz como las hoj as tienden vástagos
largos y su raíz es menor. La tercera es esta que aquí dejo dibuj ada,
su raíz larga a modo de batatilla. En la figura que aquí se muestra
tiende dos o tres sarmientos o vastaguillos delgados por tierra, con
sus florecillas moradas a modo de campanillas, algo pálidas o blan­
quecinas. Su fruto es del tamaño que ahí se muestra (y lo mismo el
grandor de sus hoj as) lleno de ciertas semillas chatas con olor y gusto
de j engibre y lo mismo su raíz de suerte que las comen asadas en
tiempo de hambre como así mismo las del carachi guasu.
C ierto es que si yo tomara de muy buena gana, que si se me sazonara
la comida con sus raíces en lugar de especierías y viviera más sano
en estas tierras que con la pimienta o pimentón, que abrasan e irritan
3 82 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 3 83

la sangre y cólera como lo muestra la experiencia en hombres de


complexión ardiente. Esta tercera especie la tengo por más amiga del
estómago, menos ardiente (a) y más confortante como lo podrán ver
por la experiencia. La tengo por caliente en el primer grado y seca
en el segundo (b ).
Machacada su batata y cocida muy bien tomando de su cocimiento un
cuartillo con miel de abej as, onza y rnt!dia, deshace las obstrucciones
de las vías y materia de lombrices y gusanos, y tomando de su
cocimiento otro tanto por ayudas, mata las lombrices del vientre
inferior y prohíbe los humores de putrefacción y cura las llagas
internas.
(c) Tomando de su raíz una onza y media de taperiba cocidas y
tomando vómito 1 58 con ellas es único remedio en tiempo de pestecillas
de viruelas y sarampión y de calenturas y cámaras que provienen de
la corrupción del aire o de malos mantenimientos 1 59 o por comer y
beber ambos mantenimientos.
Su yeti (d) crudo machacado con unos granos de sal aplicado a las
máculas que salen por el cuero, las cura, y lo mismo hace con los
empeines que comienzan a cundir, y el fuego de San Antón o culebrilla (e),
si toman de ella una batatilla y dos dragmas de verbena bien cocidas,
es preservativa de pestilencias: su cocimiento puesto con unas gotas
[ 1 8 5] de vinagre y bebiendo cada vez medio cuartillo / mata los gusanos y
lombrices chatas que son las de peor ralea.
Todavía no quiero dejar de dotarla de su genealogía de pan porcino,
y es en curar las llagas de fuego pues cociendo muy bien su yeti y
muy molido batido con claras de huevo encora 1 60 y encarna dichas
llagas en breve aplicándola a modo de ungüento con una plancha de
hilas, cambiándolo 1 6 1 de dos en dos días en tiempo frío, en tiempo
caliente cada día.
Cocidas con tres partes de agua y una de vinagre fuerte de buen vino,
tomando de su cocimiento cuatro onzas, es único remedio para rete­
ner vómitos de cólera y cursos a un tiempo que llaman los médicos
cólera morbo o pasión arábiga por haber mucho de este mal en

(a) Desde el anterior punto y seguido hasta aquí no lo recoge el Ms. bonaerense.
(b) Ahí Ms. bon. pone el epígrafe "Sus virtudes".
(c) Ms. bon. pone al comienzo del párrafo "ltem".
1 58 Textualmente así: vómito.
1 59 Mantenimientos alimentos.
=

(d) Yeti: en guaraní significa batata.


(e) Ms. bon. ahí pone punto y aparte y comienza la frase con "Item".
1 60 Encorar: Hacer que las llagas críen cuero.
16 1 Textualmente pone remudando/o.
3 84 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Arabia, así mismo el flujo epático del hígado que es cuando con
fiebre ardiente hay cámaras de más sangre que excremento, enferme­
dad muy ordinaria en estas tierras de las misiones y en los indios por
ser muy sanguíneos 1 62 y no sangrarse j amás de prevención, que
cuando llegan a caer malos casi toda la sustancia del hígado está
perdida y así prorrumpe en sangre para su alivio y si al principio no
se cura con un par de sangrías y tales medicinas que preserven de
corrupción, casi todos mueren o muy raramente 1 63 escapan.

162 Textualmente pone sanguines.


1 63 Textualmente pone . . . o muy raro escapa. . . .
" "
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 385

[ 1 86] JENGIBRE

Esta lámina que aquí vemos se corresponde en Ms. bon. con la


lámina C; son similares aunque en Ms. bon. las dimensiones de la planta
son algo mayores siendo la disposición de raíz, tallos y hojas casi
idéntica a la lámina que aquí observamos.
La rama del lado izquierdo tiene en Ms. bon. dos hojas menos que
en la correspondiente de nuestro manuscrito.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Xenj ibre Cast.º Xengibre Americano
Tupi Mangaratia Guarani: Mangaratia miri

El nombre en castellano, en Ms. B. N. lo vemos escrito con J y en


Ms. bon. con "g ", en este último lleva el artículo "americano " que en
nuestro manuscrito no lo lleva. En cuanto al nombre en guaraní, Ms.
bon. da la denominación más completa añadiendo el adjetivo "miri " que
no aparece en nuestro manuscrito.
386 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

1
1
1


--.· CXu1
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itu 1u¡i .t/l'UUJJ,�lll·c;::::
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 387

[ 1 87] JENGIBRE MASCULINO

Esta lámina la recoge el Ms. bon. numerada como XCIX Las dimen­
siones en este manuscrito, con el que comparamos, son bastante mayores
por lo cual el dibujo ocupa prácticamente todo el recuadro mientras en
el nuestro lo vemos ocupando el centro apiñadamente.
Debido a la maraña que forman las hojas es dificil el recuento
aunque podemos decir que Ms. bon. recoge mayor número de hojas.
Ms. bon. tiene la parte inferior del recuadro oscurecida dando la
idea de suelo.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Xenjibre masculino sive galanga Cast.º Xengibre o Galanga mase.º
Guaraní : Mangaratia guasu Guarani Mangaratia guasu

Aparte de escribir "jengibre " con "j " Ms. B. N. y con "g " el Ms.
bon. , este último pone el género de la planta "masculino " detrás del
nombre "Galanga " mientras que en Ms. B. N. "masculino " acompaña
a "jengibre ", no a "galanga ".

[ 1 8 8] Dos estampas diversas en figura nos demuestra Guillermo Pizon 164•


En su Dioscórides de las plantas del Brasil y asimismo Jacobo/.
Bontti en sus obras así del Brasil como del Oriente, del j engibre, la
una con el nombre de jengibre o galanga, las dos muy diversas de las
que hasta hoy tratan los autores antiguos como Dioscórides, Matiolo
Senense y Laguna, y así, por ser estas tierras como dejo ya dicho muy
semejantes a las del Brasil, me pareció muy conveniente poner sus
estampas en esta obra para que, si acaso se llegasen a descubrir,
pueda esta América valerse de tal salubérrimas virtudes como son las
del gengibre y galanga así para el uso de medicina como para con­
servar y corroborar la facultad de contricción 165 de los miembros de
la coucción, como es la del estómago y del hígado.

1 64 El subrayado es del texto.


165 Textualmente pone: . . . la facultad concotriz.
388 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V ALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 389

Virtudes del jengibre y galanga

Las raíces del jengibre son muy semejantes a las del lirio cárdeno
aunque más blanquecinas de color y algo más densas en sustancia, no
tan esponj osas, tiernas al cogerse, nada hebrosas, pero después de
secas se vuelven algo leñosas y recias de moler, son de sustancia
aguda así como la pimienta aunque su agudeza es más tardía 1 66 al
gusto pero más intensa en acabar su ardor y esto hace por tener partes
más húmedas y algo astringentes.
Pero su ardor es más constante que el de la pimienta, pues vemos que
enciende todas las venas universalmente, tiene virtud confortativa del
estómago por lo cual lo echan en las viandas y salsas o adobos.
Ablanda suavemente el vientre y es contra la ponzoña de las serpien­
tes, por lo cual lo echan en las medicinas contra venenos, resuelve las
ventosidades molestas del vientre así como la pimienta, es muy
agradable al estómago, y tomado en las viandas resuelve todos los
impedimentos de la vista, mayormente cuando provienen de demasia­
da humedad o frialdad. Comido el j engibre oscurece el tufo del vino,
de las cebollas y de los ajos, socorre poderosamente a los que bebie­
ron el acónito 1 67• Es el jengibre caliente y seco en el tercer grado
según Pablo Egineta. Aunque como dejo dicho, se halla en él cierta
humedad extraña así como en la pimienta larga por cuya causa los
dos con facilidad son luego carcomidos de polilla o gorgoja. Lo traen
a Italia en ciertos vasos de tierra o arena para que no se apolille.

De la galanga verdadera (a)

Muchas opiniones dan los autores sobre el dibuj o de la galanga


porque Matiolo nos dice y representa su galanga por la verdadera,
Andrés Laguna dice ser semejante y muy parecida al acoro, pero
[ 1 89 ) Galeno y Pablo Egineta convienen / en que es aromática así como el
jengibre pero rojas por fuera, sus raíces nudosas al modo de las del
iris o lirio cárdeno, y ciertamente que por las boticas de Europa he
visto usar por galanga ciertas raíces como aquella del cipero o juncia
pero picantes algún tanto al gusto, a modo de pimienta, y así creo que
de ella dice Laguna que venden los falsarios herbolarios a los pobre
ignorantes boticarios raíces de cipero 1 68 puestas en adobo de vinagre

1 66Textualmente pone: tarda.


1 67Textualmente pone napelo anapelo acónito.
= =

(a) Ms. bon. este párrafo no lo pone como título sino como comienzo de frase.
1 68 Cipero: juncia.
390 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

fuerte con - pimienta, por galanga verdadera, y por haber andado con
cuidado algunos años buscando la verdadera galanga y no haber
podido averiguar cuál sería hasta que llegaron a mis manos las obras
de Guillermo Pisón y Jacobo Bonti que traen la verdadera Galanga
que es esta segunda estampa, jamás me atrevía a usar de la que por
acá he hallado traída de España a la botica de Córdoba 169 por ser
picante en la superficie y en lo interno astersiva y fría, como raíces
de juncia, y mi sentir es que según informes 1 70 escriben los dos ser
la verdadera galanga de Galeno y Pablo Egineta, con todas sus partes
y circunstancias porque Pablo dice hace sus hoj as como aquellas de
la caña, algo menores, sus ramas, de más de una vara de alto, nace
por partes húmedas y frescas, cerca de arroyos, en serranías o en
valles. Dicen los indios que se halla Paraná arriba el jengibre, más
arriba del Alto en donde estuvieron primero. No lo he visto.

Sus virtudes

Es la galanga muy amiga 1 7 1 del estómago así como el jengibre por


lo cual restaura el apetito perdido, quita el mal anhélito corrompido,
recobra el calor natural disipado en los viej os casados y mozos muy
dados al vicio de mujeres, provoca a lujuria y todo lo dicho, lo hace
con notable eficacia, tomado su polvo en vino blanco generoso. Así
apaga el dolor de hijada y resuelve las molestas ventosidades del
vientre y estómago, quita con eficacia las corrientes 1 72 ácidas cuando
todo esto sucede por causa fría. Cierto cirujano curó en Madrid a
cierto mozo desustanciado 1 73 de mujeres, tenido por héctico 1 74 de los
médicos, con solo el vino de galanga dado a lo último de la comida
y al principio, le daba mastuerzo crudo a comer, y en breve sanó de
su mal entendida héctica poco examinada por los viejos médicos.
Con sólo el mastuerzo comido, he socorrido a algunos pobres mucha­
chos recién casados que se iban secando 1 75 • Es pues la galanga
hirviente y mordaz al gusto, caliente y seca en el tercer grado.

1 69Se refiere lógicamente a la ciudad argentina de Córdoba.


17º Textualmente pone uniformes.
17 1Textualmente pone amiscisima.
1 72Textualmente pone regueldos acedos. Lo hemos interpretado como regueros
o corrientes ácidas.
1 73 Así lo pone textualmente.
174 Héctico = hético = ético: tisis.
175 Textualmente pone sacando.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 391

[ 1 90] VARA DE JESSE O NARDO

Esta lámina se corresponde en Ms. bon. con la número XXI.


Como en otras ya vistas, el dibujo en uno y otro manuscrito es
básicamente el mismo aunque con las diferencias de forma que ahora se
describen:
El tubérculo que aquí vemos completo sólo es recogido en Ms. bon.
en su parte superior. En cuanto a las hojas, tienen en ambos posiciones
semejantes aunque hay menor número de ellas en el manuscrito compa­
rado.
El tallo donde aquí vemos claramente cuatro frutos aparece en Ms.
bon. con sólo tres y en posición totalmente diferentes. El detalle de la flor
en el lateral derecho es recogido también por Ms. bon. pero no así las
plantitas herbáceas que aquí vemos a ambos lados de la vara de Jessé
y que Ms. bon. no recoge.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Bara de Jessé-Nardo Cast.º Nardo o vara de Jessé
Guarani. Tupandipi mini Guarani. Iboti moroti
392 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 393

[ 1 9 1 ] AZUCENA SILVESTRE

Esta lámina LXXVIII se corresponde con la XXII en el Manuscrito


bonaerense. Las dimensiones en éste son mayores, al comparar nos da
la impresión de estar mirando el Ms. comparado a través de un cristal
de aumento.
Las numerosas ramificaciones que aquí vemos salen del bulbo. Son
reducidas, en Ms. bon. a nueve solamente. El número de hojas que salen
del mencionado bulbo, aquí en número de diez, son en Ms. bon. de
nueve. En cuanto a las tres flores apicales, se nos muestran aquí de
tamaño inferior al conjunto de la planta (fiel exponente de la realidad)
mientras que Ms. bon. las pinta de mucho mayor tamaño de forma que
el penacho formado por las tres es, en volumen, equiparable al resto de
la planta completa.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Azucena silvestre Cast.º Albarrana dulce. Azucena silvestre
G. Tupandípi Guazu Guarani: Iboti guazú

La denominación castellana es igual en ambos manuscritos puesto


que el de B. N., cuya lámina contemplamos, inserta en el recuadro la
denominación A lbarrana dulce que Ms. bon. recoge a pie de lámina.
La denominación en tupi es diferente en ambos manuscritos en
cuanto a géneros; sí hay concordancia en el adjetivo guazú o grande.

[ 1 92] Muy conocido es el nardo por estas tierras de América donde se


produce con gran fecundia por nuestros huertos y donde quiera que
echan sus cebollas con tal porfia que aun sobre tierras arrancadas y
dej adas sin tierra, vemos se conservan sin lesión por espacio de un
año dándonos a entender cuánto perseveran sin corrupción y cuánto
poder tienen contra ella, y por ser tan vulgar y conocido no trato más
de sus señales y figura.

Sus virtudes

De las flores recién abiertas del nardo, cogiendo de mañana todas


3 94 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

1 :J//o,a111t Álu.
'

/
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 395

aquellas que en el transcurso 1 76 de la noche abrieron y hasta las nueve


o hasta las diez del día se abren, cogidas sin rocío alguno, dos libras
de su flor, cortados los pezones y metidas en redoma de vidrio, bien
apretadas, y tapadas con corcho. Puesta esta redoma en baño de María
por espacio de 1 2 horas a fuego lento de suerte que hierva 1 77 el agua
del baño lentamente y al cabo del dicho tiempo sacar la redoma así
caliente y enterrarla en estercolera de ovej as o vacas por espacio de
20 días tapada con yeso o barro y después con un paño recio retobada 1 7 8
y atada dicha tapadera de suerte que no puede respirar ni tampoco
admitir el olor a estiércol. Al cabo de los 20 días se saca y se pone
al sol fuerte y al sereno, por espacio de otros 20 días. Al cabo de ellos
se ve toda la flor hecha bálsamo a 1 79 punto de miel. Este bálsamo es
el más aromático y subido de olor de cuantos hay, y si mal no me
engaño es aquel de los antiguos con el que ungían los cuerpos muer­
tos como el que la Magdalena derramó a los pies de Cristo 180 que
según graves autores afirman es éste nuestro nardo que con el tiempo
perdimos la forma de prepararlo 181 • Pero hallando yo ciertos escritos
de un insigne simplista francés llamado Gaspar de Bauchkin 182 , hallé
noticia de este bálsamo el cual dice de él maravilla 183 en primer lugar
dice: 4 gotas suyas desleídas en una onza de vino es eficaz remedio
a los melancólicos y a los que han sido mordidos de serpientes y
animales ponzoñosos que arrojan de sí venenos fríos. Asimismo la­
vando las heridas o mordeduras, socorre a los atosigados con dichos
venenos; tomado a la larga, cura todos aquellos accidentes que con las
mutaciones de los tiempos padecen dichos suj etos. Socorre asimismo
a los de intemperie fría del estómago y del cerebro tomándolo al
recogerse tibio. Afirma dicho autor que es preservativo de pestes,
tomadas dos gotas de él en vino blanco al despertar por la mañana y
traído consigo entre día causa buen olor a los cuerpos y quita el mal
olor del anhélito. Hasta aquí dicho autor. Tomadas dos dracmas de la
cebolla del nardo en dos onzas de vino
[ 1 93] generoso o una de aguardiente, después de haber / mordido la víbora,
embota el veneno que no corre al corazón y preserva de la muerte 1 84

1 76 Textualmente pone "discurso".


1 77 Textualmente pone "yerva". Ms. bon. pone hirva.
1 78 Retovar: forrar o cubrir con cuero. Envolver o forrar los fardos con arpil lera.
1 79 Textualmente dice: ... "de punto de miel" . . .
18º Textualmente dice: "Xto".
181 Textualmente dice: ..."se perdió la noticia de su composición" ...
182 Se refiere a Bauhin.
183 Textualmente dice: "mirabilea". Ms. bon. mirabilia no hallo estas palabras en
diccionario y entiendo sea un error fonético del copista.
184 La frase termina en "de la".
396 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

y repetido el remedio hasta tres veces, libra de la muerte. De su flor


se hace conserva la cual es remedio para los males arriba dichos pero
no tanto. Es caliente en el tercero y seco en el segundo (a). Eficaz.
La azucena americana 185 se halla por valles de serranía y por baj íos
de tierras pingües adonde hay humedad. Son varias en color sus
flores, unas blancas, otras coloradas o encamadas, otras j aspeadas de
blanco y encamado y en fin otras disciplinadas como salpicadas de
sangre; todas ellas menos las encamadas, hechan hoj as de dos dedos
de ancho y tres cuartas o media vara de largo con un tallo grueso y
alto de una vara, encima de éste, en cierto zurroncillo 186 largo y
puntiagudo se encierran cinco azucenas el cual abierto se va cada una
de ellas abriendo por sucesión, su flor a modo de embudo, cada una
compuesta de cinco hoj as, todo ello misterioso así como la verdadera
azucena o lirio blanco, con representación de las llagas de Nuestro
Redentor 187 que parece quiere recordamos esta planta todos los años
al salir su flor la memoria de las llagas y sangre de nuestra redención.
La menor de todas no echa hojas, sólo un tallico de tercia, con cinco
flores muy coloradas. É sta se halla en las campiñas a donde hay
piedra debajo y así de ordinario echa el vástago sin hojas aunque tal
cual he hallado con una o dos hojas muy angostas y pequeñas. Su
cebolla es pequeña y colorada por de fuera, muy viscosa, no he
averiguado nada de sus virtudes aunque en ablandar y madurar tumo­
res 1 88 me parece según sus partes ser único remedio.

Sus virtudes

Según Dioscórides y Andrés Laguna dicen, hay escila 189 o albarrana


blanca y negra, la negra más ardiente y la blanca más benigna, y en
estas tierras no se hallan albarranas verdaderas y 1 2 que se trajeron
de España se perdieron y j amás fructificaron, y así no la admite esta:
tórrida zona en sus expensas. En su lugar nos produce estas azucenas
que dado que no son agudas tanto como la albarrana ni tan ardiente,
todavía no son inferiores en ablandar resolver y relaj ar los poros,
puesto su mucílago en los emplastos madurativos y para ablandar y

(a) Ms. bon. pone: Es caliente en el 3.er grado y seco en el 2. 0


185 Textualmente pone "azucena americana".
186 Textualmente pone "curroncillo". Igual recoge Ms. bon.
187 Textualmente pone "nuestro redentor".
1 88 Textualmente dice: "diviesos" = Tumor inflamatorio puntiagudo y duro que se
forma en el espesor de la piel.
1 89 Textualmente dice: " . . . es sila. . . ".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 397

deshacer los humores gruesos y viscosos del pecho y vientre, y no tan


peligrosas ni tan laboriosas en lo interno que con sólo asarlas debaj o
del rescoldo y comida una onza d e ella con miel, socorre a los
asmáticos, a los de toses crudas y tenaces, a los opilados 1 90 y a los
de crudezas de estómago y vientre, y con segura conciencia se puede
usar de su mucílago en todas aquellas composiciones de boticas que
piden escila o su mucílago. Verán que no son inferiores los diaquilones
y emplastos de mucílagos compuestos con estas cebollas a los de
albarranas. En cuanto al vinagre y vino scilítico 1 9 1 no tengo razón por
donde poder abrir tal puerta por ser más húmedas y poco agudas. Son
calientes en el grado primero y húmedas templadamente.

1 90 Opilar: obstruir los orificios fisiológicos.


1 91 Textualmente da "esquilítico".
398 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VA LVERDE

[ 1 94] ALMÁ CIGA VERDE DE PLINIO

Se corresponde en Ms. bon. con la lámina CI. Dibujos muy semejan­


tes, hechos con un modelo común para ambos.
El que aquí vemos contiene mayor número de hojas lo que hace que
aparezca más abigarrado el conjunto. Las ramas están dibujadas com­
pletas viéndose el ápice de éstas terminando en un abanico de hojas,
detalle que no recoge Ms. bon. por quedar mutilado el dibujo al salirse
de los márgenes del recuadro.
El detalle de la hoja del extremo superior izquierdo es similar en
tamaño en ambos manuscritos aunque en el bonaerense sobrepasa el
margen izquierdo. La forma del borde externo es bastante más quebra­
da, en esta lámina que aquí contemplamos, que en el comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bonaerense


Cast. Almaciga berde de plinio Cast.º Almaciga verde de Plinio
Guarani. Caayss'í Guarani Caáísí

Varía la ortografia del nombre en guaraní que hace la "y " griega
"i " latina y suprime una "s " en el Ms. comparado.

[ 1 95 ] El caáys'í 1 92 o almáciga verde d e Plinio l a hay 193 e n abundancia en


el distrito de las Misiones del Uruguay y parte de las del Paraná
donde se halle tierra colorada y doblada a modo de cerrecuelas o
lomas altas, así en lo alto de ellas como por sus faldas. Es muy
lozana, de un verde oscuro sus hojas aserradas y hendidas, con
notable variedad; en lo alto de sus tallos echa unas como espigas o
copas de flores blanquecinas olorosas a modo de aromo 1 94, sus tallos
crecen de dos tercias de alto y alguno de vara redondos y muy
poblados de hoj as, muy entreverados, unas grandes y en el nacimien­
to de ellas otras menores. Hay en el caa ys 'í dos diferencias que es
blanca y negra, la una y la otra poseen una misma virtud aunque la

1 92 Obsérvese la diferencia ortográfica con el nombre del pie de lámina (en


guaraní). En Ms. bon. hay concordancia entre el que aquí se da y el comentado en el
pie de lámina: caaisi.
l 93 Textualmente dice: ay la.
1 94 Aromo: árbol de las leguminosas, especie de acacia.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 3 99
400 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

negra arroja más resina pero más verde y más áspero el olor. La
blanca crece más, son sus hojas más anchas y hendidas y muy
poblados sus tallos de hoj as pero da menos almáciga al secarla
aunque más blanca y olorosa y creo así mismo menos eficaz para el
uso de medicina, pero mej or y más grata para perfumes de tinaj as, y
vasijas de agua, para enfermos de fluxiones de orina, gonorrea y
vientre por relaj ación muy húmeda o flaqueza de la facultad retentriz.
Echa de ordinario cuatro o cinco ramas de su cepa de donde penden
sus raíces, a modo de raíces de mandioca, de largo de a tercia y
muchas de media vara de largo y de grosor de medio dedo pulgar de
hombre de gran estatura, repartidas por la tierra a modo de rayos de
estrella, hállanse algunas que tienen diez y más raíces y batatas, las
cuales en su piel y debajo de ella posee la almáciga 1 95 y después que
la hieren, la arrojan por la herida. Tienen en el interior una sustancia
hebrosa y de cualidades opuestas entre sí: ingrato su olor al estómago
y nada saludable al cerebro, al revés de lo exterior que es grato al
cerebro y estómago. Sus hojas machacadas y puestas en las gusaneras 1 96
matan los gusanos y curan la llaga, y pienso tendrá la misma virtud
para curar llagas viej as de las piernas y pies. No lo he podido
experimentar (a).

Sus virtudes

Están del todo faltas estas tierras de la almáciga del verdadero len­
tisco que así las proveyó la Divina Providencia de la almáciga verde
de Plinio, que no es nada inferior la que esta yerba destila de suyo,
a la muy buena del lentisco como lo muestra la experiencia así en el
uso exterior emplástico como en el interior de píldoras y polvos que
se pueden tomar con toda seguridad.
El modo de sacar la almáciga de esta raíz es en tiempo de primavera
que ella va brotando, cavar la tierra alrededor de su rama haciendo
un hoyo a modo de escudilla, a cada mata cortar todas sus ramas y
[ 1 96] la cabeza de sus raíces y dej arla / por espacio de doce días que ella
destile toda la resina que poseen sus raíces esparcidas en tierra
alrededor de su tronco. El segundo modo que yo he usado es coger
sus raíces en el mes de abril y mayo y j unio 1 97 en menguante de luna,

1 95 Almáciga resina.
=

1 96 Gusanera: Herida en la cabeza.


(a) Ms. bon. dice: No lo he experimentado.
1 97 Textualmente dice "julio", lo interpretamos por junio. Ms. bon. da junio.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 40 1

cogidas lavarlas bien de su tierra y cortezas secas, medio quebrantada


ponerla a cocer en un tacho grande de agua clara que cubra y
sobrepuje a las raíces medio quebrantadas. Darle fuego poco a poco,
como va saliendo la resina encima del agua, se va cogiendo con
cucharas y se pone en un bilque o tacho y dej ándola enfriar se saca
y lava en agua clara (queda muy tierna y viscosa). Para endurecerla
se pone en agua fresca a cocer por espacio de dos horas a fuego
fuerte, y cuando se ve que está dura, por la fuerza del fuego se aparta
y se va sacando del tacho y estirándola como alfeñique 198 o melco­
cha 199 . Lavarla y blanquearla a modo de plata. Entonces se guarda
para el uso. La mej or es la que la yerba destila naturalmente y no la
artificial, pero no pudiéndose coger aquélla suple a ésta sacada con
artificio.
Sirve en todos los emplastos en que se pretende confortar y consoli­
dar, mayormente si se mezcla con la trementina de abeto o con la del
Paraguay llamada ysica, y así mezclando dos onzas de trementina o
Y sica con ocho de almáciga sirve de estomaticón admirable. Para las
cámaras por crudeza y flaqueza del estómago una dracma de su polvo,
que es peso de un real, dado en aguardiente o vino a beber dos o tres
veces, cada día, una vez; hace lo mismo y mata con su amargor las
lombrices del estómago. El dicho emplasto estomaticón es único en
unir los huesos quebrados y confortar la parte lesa con tal vigor como
el confortativo de Juan de Vigo (a) y en personas que tienen poco
abrigo es mucho mej or porque segrega y tapa mej or los poros como
lo tengo por experiencia. Lo mismo hace en las dislocaciones de las
coyunturas. Pero todo esto ha de ser después de quitada la fuerza de
la inflamación con las claras de huevo; polvos de arrayán y rosa y sus
aceites (de arrayán o el de rosa a lo menos) y sinó los hubiere, batir:
las claras de huevo con visco 200 de tuna, de lo interno de su hoja, y
en paños o algodón aplicar a la quebradura o dislocación para mitigar
el dolor (algo tibio o caliente) y lo restante de la cura déj ensela al
emplasto que él la fortificará y rectificará.
En las relaj aciones del estómago por demasiada bebida o comidas
frias, puesto él la quita, y lo mismo hace con las fluxiones que de
tales causas se originan como son cámaras blancas llamadas diarreas.
También cura, aplicando su polvo en el modo arriba dicho, los

1 98 Alfeñique: Conf. pasta de azúcar cocida y estirada en barras retorcidas. Ms.


bon. pone: alfinique.
199 Melcocha: miel preparada con forma de pasta muy correosa.
(a) Ms. bon. da: Juan de Bigo.
200
Visco: Á rbol americano de las leguminosas, cuya corteza se usa como cur­
tiente.
402 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS Y AL VERDE

[ 1 97] dolores / que por las revueltas de los tiempos 20 1 se levantan, en los
golpes, porrazos, contusiones, fracturas o dislocaciones antiguas. Lo
mismo hace el emplasto aunque no tan en breve.
La almáciga de cocimiento, viscosa, como recién sacada, pulverizada
con polvo de incienso macho o dándole cuerpo con dicho polvo,
aplicada a las quebraduras recientes, las suelda, mayormente si son
de niños y les pone bien su ligadura, lo mismo hace en las de los
huesos.
Masticada y mantenida en la boca en tiempos de corrimientos y
vientos nocivos, es admirable preservativo tanto para los corrimientos
como para los dientes y muelas, así masticada que se hace ceroto.
Suelda las piedras, platos y vidrios quebrados: calentando los peda­
zos, al unirlos poner la almáciga, éstos no servirán para comer cosa
caliente.
La destilada de suyo 202 , en el modo que dejo dicho, es caliente en el
segundo grado y algo aguda y muy astersiva y seca en el tercero. La
sacada por artificio tiene un grado menos de calor y en sequedad es
menor, como medio grado, y por tanto me atrevo a darla por bebida
a los camarientos. Excede la destilada y sacada por artificio a la de
lentisco viej a (a) que nos traen de España como lo muestra la expe­
riencia en el uso de la medicina.

20 1Entiendo cambio del tiempo meteorológico.


202 Entiendo de "motus propius".
(a) Ms. bon. pone " ... a la de lentisco viejo ... .
"
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 403

[ 1 98] CONIZA MAYOR

Se encuentra esta planta en Ms. bonaerense con el nombre de


almáciga, en la lámina CII.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Coniza maior Cast.º Almáciga
Guarani. Caáysi guasu Guarani: Caáisi

La diferencia en ambos nombres es bien patente sobre todo en


castellano.
En guaraní, Ms. B. N. hace ''.Y " donde Ms. bon. la hace "i " latina
aparte de dar el adjetivo guasú (que significa grande) que no lo da Ms. bon.

[ 1 99] En vano llaman los indios a esta planta caayssi pues no es nada
resinosa ni se despide de sí goma alguna, sólo por parecer algo a la
yerba de la almáciga de Plinio y así, hallo que es la coniza mayor,
y tanto que no se despinta 203 y así mismo se halla la coniza menor
en algunas partes. Es menor de hoj as y hace sus flores como aquellas
de la agrimonia o eupatorio de Avicena, algo menores sus pomos y
no tan morada la flor, salen las conizas igualmente de sus raíces o
cepas varias varillas de casi una vara de largo, las raíces son muy
leñosas y gruesas y de una especie de cepa salen varias raicej as,
algunas gruesas, otras delgadas que se esparcen por la tierra como
media vara y más. Su flor se resuelve en (a) flecos 2()4 como la de la
agrimonia y asimismo es aromática, de un olor grave muy amarga al
gusto, seca y quemada despide de sí buen olor. Hállase por los
cerrillos y faldas de sierras y algunas veces en partes de tornerías de
cascaj ales.

Sus virtudes

Teofrasto dice que la mayor es el macho y la menor la hembra, el

203 Textualmente dice: "y tanto que no le quita pinta".


(a) Ms. bon. dice: . . . "su flor se disuelve en flecos "..
.

2()4 Textualmente dice "tluejos".


404 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
Li\ Fi\RMi\Cli\ EN Li\ AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 405

macho hace sus florecillas tirando a l color amarillo y l a hembra


moradas y así son distintas en la flor y la una como la otra tienen
igual virtud en atraer para sí la polilla y gusanos que hay dentro de
las casas. Puesto un buen manojo de ellas en el suelo y le prenden 205
fuego, con su humo mata las pulgas, extermina las arañas y mosquitos
y espanta 206 las víboras, culebras y todo animal venenoso.
Machacada y cocida con vino, aplicada a las mordeduras de las
serpientes, socorre y cura las heridas con admiración, tanto de ser­
pientes como de instrumento o palos, así como el romero. De sus
flores, hojas y cogollos una onza cocida en vino y dado a beber,
cuatro onzas de su cocimiento acelera el parto, hace baj ar el menstruo
retenido. Para sanar el estilicidio 207 los torcij ones del vientre y la
ictericia. Bebidas con vinagre el polvo de las mismas cosas (flores,
hojas y cogollos) sanan la gota coral 208 • Su zumo metido en la boca
de la madre la purga pero hace que la muj er preñada malpara. Lo
mismo hace su cocimiento si se sientan sobre él.
La yerba puesta en aceite, dando un herbor y untándose con ella es
único remedio para los temblores paroximales y el dolor de cabeza
prolongado 209, esto hace con eminencia la menor. Son las dos calien­
tes y secas en el grado tercero. Hállase otra tercera especie por los
pantanos pero inútil y de mal olor por lo cual la tengo por ruin e
inútil (a).

205 Textualmente dicen "pegan".


206 Textualmente dicen "abienta".
207 Estilicidio: Acto de estar manando o destilando gota a gota un licor. Destila-
ción que así mana.
2º8 Gota coral epilepsia.
=

209 Textualmente dice: "dolor de cabeza antiguo".


(a) Ms. bon. pone: por lo cual la tengo por ruin y incotul.
406 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[200) BATATILLA DE D. ANTONIO

Esta lámina va numerada en Ms. bon. con el número CIII y es de


hacer notar que es la tercera que sigue en el mismo orden que Ms. B.
N. lleva.
Presenta dibujos muy diferentes:

Raíz: nódulo superior, mayor en Ms. bon.


Nódulo superior: más ramificaciones en Ms. B. N.
Nódulo inferior: en Ms. bon. está mutilado, sin ramificaciones.
Parte aérea: Dos ramas solamente en Ms. bon.
Rama izquierda: tres hojas en Ms. bon.
Rama derecha: cuatro inflorescencias en Ms. bon.
Rama izquierda: ocho inflorescencias en Ms. bon.

El detalle de la hoja que aquí vemos al lado izdo. de la planta


aparece en Ms. bon. a la derecha aunque de mayor tamaño. A la izda.
aparece otro detalle de la hoja en perfil doblada longitudinalmente.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Batatilla de D. Antonio Cast. Batatilla de D. Antonio
Guaraní. Caápari miri Guar. Caápiri miri
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 407

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408 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[20 1 ] BATATILLA DE DON ANTONIO MAYOR

Se corresponde esta lámina con la LXXXII del Ms. bon. Ambos


dibujos son muy semejantes.
Varían la forma de la raíz que aquí es más estriada en la parte
inferior y menos ramificada.
En general las dimensiones son mayores en Ms. bon. de tal forma
que algunas flores del ápice no están recogidas en el dibujo por salir
fuera del recuadro. El detalle de la hoja es recogido en Ms. comparado
con forma fusiforme más pronunciada que en el que aquí vemos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Batatilla de D. Ant.º Mayor Como la anterior
G. Caapari Guazu Como la anterior

Como vemos el pie de lámina en Ms. bon. no existe, recoge la frase


"como la anterior " refiriéndose a la batatilla de la lámina LXXXII.

[202] El Caapari miri es la batatilla de Don Antonio, que así la llaman por
toda la provincia del Tucumán por haberla dado a conocer dicho Don
Antonio con notables sucesos en casos de grave aprieto. Nace por
todas estas tierras con gran abundancia por los campos y sembrados
y hasta por los caminos. Hállanse del caapari dos especies, la una es
como aquí doy yo dibuj ada, la cual nace por las partes dichas. La
segunda llama el indio caapari guasu porque tiene sus ramas más
altas y más pobladas de hojas y su raíz a modo de batata larga con
su raíz en la punta a modo de cola de ratón que llega a tener una
cuarta de largo. Nace de ordinario cerca de los arroyos donde hay
mucha humedad o en las partes baj as donde se acumula 2 1 0 agua. Es
de sustancia tan tierna como los yetis o batatas. Hállanse algunas
raíces del grosor de una muñeca de hombre y de libra y media. Éstos
están superficiales, en la haz de la tierra sus raíces. El menor está
algo profundo la primera batatilla y tiene seis y siete a trechos,
metidas en las entrañas de la tierra, a distancia de vara y media, yo
saqué en un ribazo 2 1 1 de un profundo hoyo de donde habían sacado

2 1º
Textualmente dice: "Se recoge agua".
211
Ribazo: Muro del cajero de una acequia.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 409

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¡
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410 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

miel de debaj o (a) de la tierra. Unas son redondas otras algo largas,
otras chatas y más tiernas y más blancas que las dos primeras y creo
no son tan eficaces en medicina como las dos primeras por no ser tan
agudas y recias de sustancia, ni tan macizas pero para vómitos más
a propósitos y no tan violentas como las de arriba.

Sus virtudes

La batatilla de D. Antonio cocida una de las medianas y tomando de


su cocimiento doce onzas que es un vaso mediano, con azúcar o miel,
provoca el parto y saca la criatura muerta en el vientre de su madre.
Asimismo las pare y provoca la sangre retenida del parto mayormente
si le añaden al cocerla una ramita de Artemisa. Se ha de machacar,
a medias, para cocerse y que cueza como tres o cuatro credos.
También 212 cocida y tomando de su cocimiento un mate caliente,
poniéndole una onza de azúcar, arranca con alguna violencia la
sangre extravenada del pecho para lo cual es conveniente esté el
enfermo en pie o sentado para que no le falte la respiración, bien sea
de cocida o de herida penetrante del pecho.
También 2 1 3 asimismo tomando una de sus batatas cocida con una raíz
de taropé o contrayerba, tomando su cocimiento (las dos cocidas
como cuatro credos) en un cuartillo de agua o cuartillo y medio, es
el mej or contraveneno de cuantos he oído hasta hoy, para sacar por
vómito cualquier veneno o ponzoña comida o bebida procurando
[203 ] vomitar y sudar después de haber vomitado; la cantidad de las dos
raíces puede ser una batatilla de las ordinarias medianas y como la
mitad de raíz de contrayerba o tarope. Se le puede echar una onza de
miel de abej a y a su falta de azúcar. No dudo que dicho cocimiento
tomado por sudor o bebidas, es único remedio para los mordidos de
las más venenosas sabandijas como son víboras, arañas, ceraster,
falangios 2 1 4 y escorpiones.
La raíz del caápari guasu: como onza y media de su batata, quebran­
tada y cocida y con su cocimiento tomado en vómito, con la yerba
bien infundida, arranca los más arraigados ahítos y los corrompe por
abajo, pero deja el estómago algo relaj ado, por tanto será bueno hora
y media después de haber lanzado, tomar una sopa en vino, o una

(a) Ms. bon. dice: miel de aveja. Ms. B. N. "miel de debajo".


212 Textualmente pone "Ytt".
21 3 Textualmente pone "Ytt".
21 4 Falangios = Arácnidos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 41 1

onza de aguardiente o una dracma de agua de la Reina de Hungría o


triaca. La usan algunos indios para cámaras de sangre tanto bebida
como en ayudas no sé con qué buenos o malos resultados 2 1 5, sólo di
algún crédito a uno, capaz y buen cristiano, llamado Clemente, que
fue muchos años curuzuyara 2 1 6 en la Concepción 21 7 y en la división
del pueblo de San Ángel, pasó a él con el mismo oficio de médico,
me aseguró era buena y eficaz medicina y así no dudo. Las cámaras
deben ser por una de las causas: o por indigestión grave o cosa
asentada en el estómago, o por lombrices o gusanos, que en estas
causas encuentro que puede ser eficaz.
El tal indio es cierto que es el único que hallo en todas las doctrinas
que tenga conocimiento de yerbas y sepa usar de ellas con prudencia
y acierto, del cual me aseguré del nombre verdadero de muchas
yerbas y palos, por la variedad que hallo en varios pueblos entre los
curuzuyara 2 1 8 e indios capaces, bien sea porque esta gente son de
muy varios sitios o parcialidades, o bien por haberle puesto cada una
de las parcialidades distintos nombres o corromperlos con nombres
que a ellos parecieron adecuados. Es caliente en el segundo y húmeda
en el primero. Posee cualidades muy sutiles y agudas.

2 15 Textualmente dice "sucesos".


216 Curuzuyara enfermero que hacía funciones de médico y boticario.
=

21 7 La Concepción: otra Misión Guaraní.


218 Textualmente dice: "crusuyaras".
412 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[204] SEXTUFA MAYOR O MELILOTO

Esta planta no se ha hallado en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N.
Cast. Sextufa mayor = meliloto
Guaraní toro caá malba cimarona

[205 ] La yerba del toro que el indio llama así por ver que los toros o bueyes
o novillos la buscan y la padecen o comen con gran gusto hasta
consumir sus troncos. Dicha yerba consta de partes muy emolientes
y calientes como j amás he visto semejante ni he leído de yerba alguna
pues excede y sobrepuj a al meliloto en ablandar y resolver 2 1 9 durezas,
y relaj ar el vientre y entrañas de las bolas que les origina la aspereza
del pasto de estas tierras que es muy áspero y muy seco, por la
bravura y acerbo 220 y así, aunque brutos, con instinto natural la
buscan. Es dotada de un olor suavísimo y muy aromático, como de
yerba buena y toronjil mixtas sus flores son como de retama pero
entre amarillas y blancas 221 , como aquel de las mosquetas y muy
olorosas. Su raíz es grande y gruesa, algo carcomida, a trechos nace
donde hay tierra negra no muy húmeda y algo fresca, la hay en
abundancia en las campañas de San Ángel y San Juan y por cualquier
parte de las Doctrinas, mayormente cercana a lomerías de sierras, y
por el Paraná en partes de Tierra algo negra.
Consta su raíz de varias ramas, más de media vara de alto o de dos
tercias, toda ella expele de sí tal olor que de lej os se percibe su
fragancia. Hallo que los indios la usan en sus enfermedades para
cámaras de humores muy acres con fiebres, así por ayuda como por
bebida, con admirables efectos de mej oría. La llaman algunos malva
campestre o cimarrona, tiene bisco como la malva pero a muy poco
han reducido sus virtudes cuando por sus partes está ella pregonando
las muchas que posee, como diré las que yo tengo experimentadas.
Mirando sus hoj as aparecen llenas de agujeros.
Sus hoj as cocidas y machacadas hechas a modo de ungüento con
enjundia de gallina o de puerco sin sal, aplicado a las apostemas

2 19 Desatorar = desatascar, evacuar.


22º Acerbo = ácido, acre.
221 Pone a continuación "de un baio grasiocisimo".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 413

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414 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V ALVERDE

rebeldes y crudas, o las resuelve o las madura quitando o mitigando


el dolor y si se le añade un poco de levadura, las abre sin ser
necesario postemero 222 ni lanceta. Es caliente y húmeda en el segun­
do grado.
Ytem: Cogida fresca y machacada y puestas unas gotas de vinagre,
enjuagándose con su cocimiento, desinflama y ablanda los flemones
de la boca, entre el labio y las encías. Bien cocida en vinagre la
corteza de su raíz o las hojas, resuelve el flemón por grande y duro
que sea. Asimismo aplicada al principio a cualquier otra inflamación
de apostema con gran dolor en artej os o coyunturas la resuelve y la
repele.
Bebido de su cocimiento como medio vaso de los grandes, que es
medio cuartillo, con una raíz de contrayerba, echándole un poco de
[206] miel de abej as, es único remedio en las cámaras / pestilentes y
malignas porque lubrica el vientre, es antídoto contra la fiebre sacan­
do por los poros su malicia por lo cual aconsej o se abrigen después
de tomada. Se tomará así caliente, como sudor. Si se le echan dos
hoj as de borrajas y piedra bezoar, es más sudorífica y mitiga los
dolores internos tanto del ventrículo como del hígado e intestinos. Si
de su cocimiento, cocida con afrecho lavado, se echan lavativas, quita
los puj os coléricos y tenesmos (que es cuando se tiene muchas ganas
de hacer cámara y no se puede).
Su cocimiento bebido frío en lugar de agua, es muy saludable a los
que padecen obstrucciones de vías, durezas de vientre, retenciones de
menstruo, congelaciones de escirros 223 en los miembros internos,
fluxiones de flema salada a los riñones y vej iga que cerrando las vías
forman piedra. Si toman de ella una dragma y otra de raíz de carachi
miri, es único remedio en deshacer la piedra y abrir las vías de la
orina, tomando de su cocimiento medio cuartillo en ayunas con una
onza de azúcar cande 224 o miel de abeja en su falta.
Sus hojas secas, tostadas y molidas; tomando de su polvo una dragma
en agua de yerba buena, retienen los flujos de vientre que provienen
de relajación del estómago por frialdad o flaqueza, y si por humor
colérico, agrimonia en agua de llantén o rosa seca o desecada, tostada
antes de cocerla.
Hallo que es única en las ayudas purgantes que se hacen de cabezas
de carnero en lugar de meliloto, o de los mercuriales, que son único

222 Textualmente pone apostemero = postemero: Bisturí o lanceta para abrir apostemas.
223 Escirro: especie de cáncer, que consiste en un tumor duro que se produce
principalmente en las mamas de las muj eres.
224 Azú car cande: la que se presenta en cristales transparentes.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 415

remedio para purgar por debaj o los cuerpos que no se pueda por
arriba, hechas en la siguiente forma:
Tomarás una cabeza de camero viejo, quitado el cuero ponla a cocer
en una olla que tenga cuatro azumbres 225 de agua, a medio cocer le
echarás las yerbas siguientes: manzanilla, eneldo y ruda, de cada una
un puñado, cuezan medio cuarto de hora, al cabo de él pon toro caá
cuatro onzas, bledos blancos, parietaria, mercuriales, malvas, raíces
de borrajas y achicorias espárragos: un puñado de cada uno. Afrecho
lavado dos puñados. Cocer hasta que la carne de la cabeza se despe­
gue de los huesos, y si fuere tan dura que consuma 226 más de la mitad
del agua, le podrán añadir otra agua caliente de suerte que queden
dos azumbres de cocimiento, del cual se dan ayudas añadiendo a cada
una, una onza de miel de abejas, media cuchara de sal y dos onzas
de aceite o caracumiri. Tómese de mañana o por la tarde, como mejor
hallare el paciente, cada día una.

22 5 Azumbre = cuatro cuartillos (medida de capacidad para líquidos).


226 Textualmente dice "asure".
416 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[207] YERBA SANTA PARA PASMOS

Se corresponde esta lámina con la LXXXIV del Ms. bon.


Los dibujos son semejantes aunque con algunas diferencias nimias:

- inflorescencias de la rama izquierda: incompleta en Ms. bon.


- detalle de las hojas que aquí vemos dibujado del suelo hacia
abajo, en Ms. bon. aparece del suelo hacia arriba y con dimensiones
mayores.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. yerva Santa pª pasmos Cast.º Yerba Santa contra peste
Guarani Caá Curuzu Guarani: Caá curuzú
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 417
418 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[208] LEPIDIO MASTUERZO SALVAJE

El lepidio o caanéguazu que da Ms. bon. está localizado en la


lámina LIII y aunque hojas y flores son semejantes a los que aquí se nos
muestran, no es en su conjunto el mismo dibujo, hecho por otro pintor
diferente como viene siendo la tónica general en las anteriores comen­
tadas. El que aquí vemos corresponde al caané miri.
Los pies de láminas también son muy diferentes:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Lepidio Mastuerzo salbaje Cast.0 Lepidio o Payco
Guarani Caárimiri cusco payco Guarani Caané guazú

[209] El caá curuzu se halla por las campañas a las caídas de las lomas y
en sus cumbres. Sale a veces de una raíz dos o tres varillas vestidas
de hojas en su contorno, otras veces cada raíz saca su varilla y en la
punta o extremo de ella su flor: entre blanca y amarilla, de un olor
aromático y subido de punto, tirante al olor de las almendras, no tan
vehemente, que con mucho excede al olor suyo, de suerte que puesta
en el aposento apenas se puede sufrir su olor, por lo cual más de dos
veces la he traído aparte para desterrar de dichos aposentos a roedo­
res 227 . Esta yerba hecha sus hojas sin pezones vistiendo su tronco a
modo de cruz, de suerte que todo lo tapa. Es sobremanera resinosa
toda la planta mayormente su raíz y sólo cortándola la despide,
siempre con el olor dicho, a modo de aquellas raíces del caaysí. Es
gruesa su raíz, como la que cabe en la mano cerrándola y larga de
un jeme 228, a veces más, otras menos, recta metida en tierra. Hállase
en cantidad por las partes dichas, en las tierras de San Luis, San
Lorenzo, San Miguel, San Juan, San Ángel y en Apóstoles, Concep­
ción y en San Carlos. Es caliente en el fin del grado tercero y seco
en el principio del segundo.

Sus virtudes

El Caá curuzu: secas sus hoj as hechas polvos y dados a beber en vino,

227
Textualmente dice corredores.
228Textualmente dice geme. Jeme: Medida de longitud equivalente a la distancia
que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del dedo índice, separado el uno del
otro todo lo posible.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 419
420 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

mata las lombrices y gusanos y las hace echar por vómitos y cámara.
Tomando de sus polvos media dragma en ayunas o el cocimiento de
media onza de sus hojas y tallo con azúcar, o miel, en dos o tres
mañanas areo 229 . Conforta dicho cocimiento el estómago, como el
ajenjo, purga la flema levemente por cámara y orina, abriendo las
vías. Con gran eficacia quiebra la piedra de los riñones y vej iga
cuando la causa suya es de frialdad de dichas partes, o humores fríos
y reumáticos provocándolos por la vía a la orina y cámara mayormen­
te si se administra parte de sus hojas en clísteres 230, éstos son eficaces
a dicho efecto, al de la asiática de causa fría y humores viscosos
aplicando a la parte emplasto hecho de sus hojas machacadas y medio
fritas con enjundia de puerco o caracucue miri o aceite, la mejor es
la enjundia del tigre y sebo de toro a partes iguales. Así mismo,
socorre todas las hinchazones flemáticas de las coyunturas y las
resuelve en breve; para los espasmos de nervios no he hallado cosa
más eficaz que Ja untura de una composición que se hace así :

- Hojas, flores y raíz del caá curuzu: una libra.


- Torocaá, tamandua miri, salvia o en su lugar caaimbe blanco (que
es salvia silvestre) y ruda y manzanilla: de cada una de éstas
media libra.
- Hoj as de malvas: doce onzas.

[2 1 O] Todo machacado se pone en enjundia de puerco o aceite / libra y


media 23 1 .
Sebo de toro de ocho años o de diez: dos libras.
Póngase todo a fuego manso removiendo a menudo hasta que consu­
ma los zumos, y se deja así enfriar por espacio de 24 232 horas.
Vuélvese a calentar y se cuela y guarda. Esta untura disuelve los
espasmos, conforta los nervios y los dilata y desopila con admiración;
administrándola siempre caliente y con abrigo hace sudar todo el
cuerpo y resuelve todo tumor y dolor originado de frialdad y hume­
dad, si no hay gran represión, que en tal caso, piden evacuaciones.
Es también contra los vientos corrompidos y pestes.
(a) El caane miri, dice el indios, a diferencia del caane guasú que

229Areo: alterno.
23ºTextualmente dice "christeres".
23 1Hay dos páginas nwneradas con el 2 1 0, ésta y otra que da la descripción de la piña.
232
El guarismo y el subrayado es del texto.
(a) Lo que continúa, hasta el final, incluyendo las virtudes, es la descripción que
el Ms. bon. aporta del Lepidio. Como puede leerse Ms. B. N. no hace llamada de
atención al comenzar la descripción de esta otra especie, incluso pone punto y seguido
que nosotros hemos hecho punto y aparte.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 42 1

llama al eneldo. La hay por todas estas tierras en gran abundancia:


mayor y menor. El mayor es el que doy aquí dibujado. El menor es
rastrero, tiende sus vástagos en el suelo. Sus hoj as son menores y
crece una tercia, cuando más. Pero el más grande, de vara y media,
en partes fértiles y húmedas, muy cargado de semilla toda su copa y
vástagos, con profundas raíces metidas rectas en tierra, de olor grave
y agudo en todas sus partes, amargo picante y ardiente al gusto,
mayormente su semilla y raíz. Es caliente en el cuarto grado y seco
en el tercero (a).

Sus virtudes

Porque encuentro desdice esta planta en estas tierras, de la original de


Plinio, en la flor y semilla, la pongo en dibujo, pero es el verdadero
Lepidio de Plinio o heberide de Demócrates, mayormente el menor
Lepidio que ciertamente no le falta circunstancia alguna y Galeno
dice: la hibéride y el lepidio sólo en el nombre se difieren. Del mismo
parecer 233 es Pablo Egineta y así por la experiencia en la ciática 234 se
conoce ser él porque además de tener todas las partes de Lepidio,
tiene sus efectos: en abrasar y escarificar el cuero en cuatro horas 2 35
su semilla y raíz, así la tengo en esta parte por más eficaz. El menor
del cual he usado más de dos veces contra la ciática y coyunturas
contusas, donde se embebieron dolores fríos, aplicada en la forma
siguiente, por no levantar ampollas y hacer llagas, para la ciática.
Hoj as, cortezas y semillas de Lepidio, una libra muy bien machacada.
Lo pongo a cocer en medio cuartillo de vino generoso, a medio cocer
le echo media onza de aceite de ruda o manzanilla, teniéndolo tapado
vuelve a hervir hasta consumir casi todo el vino. Caliente lo aplico
a la ciática por espacio de un día que aunque enciende el cuerpo no
es cáustico, ni es necesario meter en baño después porque el vino y
aceite apagan su agudeza. Se echan antes ayudas comunes donde en
vez de eneldo pongo Lepidio, son únicas en el caso, como también en
desopilar la matriz. No se darán a mujeres preñadas porque algo
mueven y malparen como se ha visto, que por sospechar ser mal de
la matriz y no preñez, luego movió y malparió. Válense mucho de
esta planta para la retención de los meses, usada por perfume, vahos

(a) Ms. bon. termina así: y seco en el t.


233 Textualmente pone . . . "del mismo sentir" ..
.

2 34 Textualmente pone "esiática".


2 3 5 Textualmente pone "esclarificar el cuero dentro de 4 oras".
422 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

de su coc1m1ento y lavatorios por abajo, en la Provincia ciertos


matasanos. Se atreven a darla por bebida al sexo femenino, no sin
grave riesgo de esterilidad que ciertamente hay que temer. Con sólo
soasar el payco y bien caliente, descalza la mujer, pisando sobre él
y luego sentándose en él llama el menstruo y purga la madre, arranca
la sangre retenida del parto y las pare; lo mismo hace su vaho, sin
darlo por bebida, según estoy informado de personas fidedignas.
Bebidas cuatro onzas de su cocimiento en las que se hayan puesto dos
dragmas de su semilla o tres de sus hojas con una de miel, mata las
lombrices y gusanos. Toda la yerba echada por casa mata y avienta
las pulgas y si por dos días consecutivos riegan con su cocimiento el
aposento, no sólo no cría pulgas sino que mueren las que entran de
fuera y en toda la semana verá pulgas en su aposento. Las he visto
trepar por las tablas del cancel y a todo tropel salirse fuera huyendo
de su olor.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 423

[2 1 1 ] PIÑ A

Se corresponde esta lámina con la número XVII en Ms. bonaerense


aunque hay diferencias de uno a otro dibujo. El que aquí vemos goza de
mayor perfección dando idea más próxima a la realidad conseguido a
base de claroscuros en hojas y frutos.
Las ramificaciones de la raíz que aquí vemos son numerosas, que­
dan reducidas en Ms. bon. a siete ramitas muy cortas. El penacho de
hojas que salen de la base del tronco están en Ms. bon. reducidas a
media docena a cada lado.
La disposición de las hojas es semejante tanto las de la base del
tronco como las que salen a lo largo de él.
El fruto es menor y más achatado en Ms. bon. más parecido a una
alcachofa. Las ramitas que le salen en el ápice, y que aquí claramente
vemos en forma de estrella de siete puntas, queda reducida en el Ms.
comparado a un boceto mal perfilado de cinco anchas y cortas puntas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Piña Cast. Piñamayor Americana
Guarani Caraguata Guarani: Caraguatá

[2 1 2] La piña es una especie de cardo salvaj e que se hallaba en las orillas


de los montes. Hay (a) de dos especies: la primera es esta que aquí
dejo estampada. La segunda es muy semejante a ésta en las hoj as y
tallo pero no en el fruto porque lo echa a modo de racimo en la punta
y remate de la vara 236 , crece más alto y sin hoj as. Sus granos
maduros son del tamaño de nueces, amarillos y algo aromáticos, algo
ingratos al estómago aunque los indios los comen en tiempo de
hambre.
La piña que aquí queda (b) estampada es la que se da en las huertas
a donde la trasplantaron, no en perfección como cuando está en
sazón, sino como cuando comienza a crecer, que sale de ser flor. La
grande que está fuera de la mata es como cuando está perfecta y
madura, está en el principio y fin para defenderse de la violencia del

(a) Ms. bon. pone textualmente has.


236 Textualmente pone "quabara".
(b) Ms. bon. dice: que aquí veis estampada.
424 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 425

sol, porque n o consuma su humedad y lozanía, echa en su contorno


varias plantas nuevas del largor de un jeme, que la rodean, y en la
punta de la piña una sola planta, muy poblada de hoj as de suerte que
le sirve de quitasol desde las nueve de la mañana hasta las tres de la
tarde, entonces, las que salen del pie comienzan a suplir su falta,
tapando dicha piña, que para ser buena, mientras crece ha de estar
así tapada y la que por su pereza o pobreza no se proveyó con tiempo
de resguardo, vemos que sale lacrada, sin ser de provecho. Es planta
muy celosa de su conservación y propagación porque las piñas heri­
das con algún instrumento, unen su herida en poco tiempo (siendo así
que están húmedas) hacen su cicatriz tan fuerte que no le puede
volver a entrar daño por la herida. Para su reproducción sirven de
plantas las que dij e que la cercan, las cuales, trasplantada en tierra
gruesa, a los dos años dan frutos. Siente mucho los fríos secos como
heladas y ventiscas muy frías.

Sus virtudes

La piña doméstica y hortense, que es la que se cría en huertas,


quitada su corteza, hecha taj adas y puesta en infusión en vino, como
seis onzas, tomada al principio de la comida, socorre soberanamente
a los que padecen piedras de riñones y destemplanza caliente suya 237.
Lo mismo hace tomada en ayunas, puesta en infusión de 4 238 onzas
de vino, una de azúcar y cuatro de piña, polvoreado (a) en polvos de
anís de noche y puesto al sereno, es único remedio en quebrar y
deshacer las piedras de riñones tomada en lugar de j arabes por la
mañana en ayunas, de su zumo se hace un excelente j arabe para
quebrar y deshacer la piedra de riñones y vej iga en la forma siguien­
[2 1 3 ) te: Se cogen las piñas más pingües / y bien sazonadas que se hallen.
Se pelan de todas sus hojuelas sin quitar la piel, limpiando muy bien
todas sus comisuras y hoyos de los excrementos que de ellos arroj a
y al fin se lava y se machacan en mortero de madera 239 , muy limpio
que haya servido para moler cebada o maíz, procurando sacarla
cuanto antes de él porque no reciba la cualidad de la madera (b), y
se exprime muy bien de su zumo, el cual se pondrá en vasija de barro
o de plata muy limpia (porque come y deshace el hierro, plomo,

237 Se entiende destemplanza debido a la piedra del riñón.


238
El guarismo y subrayado es del texto.
(a) Ms. bon. dice rociados.
239 Textualmente dice "de palo". Ms. bon. sólo da: mortero limpio.
(b) De esta frase carece el Ms. bon.
426 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

estaño o de cualquier vidriado de estas tierras y coje sus cualidades) (a)


y a dos cuartillos de su zumo se le pone una infusión por espacio de
24 horas, dos onzas de polvo de anís o si no le hubiere, una onza de
polvo de semilla de hinojo, se incorpora dej ándolo bien tapado en
partes frescas las 24 (b) horas. Al cabo de ellas se le añade libra y
media de azúcar blanco desleído o incorporado con el zumo. Se pone
a fuego de carbón, y como va hirviendo poco a poco, se va sacando
la espuma, en la cual sale la mayor parte del visco 240 de la piña, y
se cuela por un paño de ruán 241 doblado. Se vuelve al fuego y se le
da punto de j arabe o se guarda para el uso. De éste se toma en ayunas
dos onzas y media los flacos de complexión. Los robustos tres en
cuatro de agua de cocimiento de cortezas de raíz de espárragos, o de
cocimiento de parietaria o de apiterevi (c) muy simple: echando dos
astillitas de él, y no más en una escudilla de agua y que merme la
tercera parte. Es único remedio en deshacer la piedra y limpiar las
llagas de los riñones y vej iga.
A los de tabardillos y fiebres ardientes, es único remedio dándole a
comer un par de tajadas, porque refresca y prohíbe los humores de
putrefación expeliéndolos por la vía de la orina, y esto hace con
admiración la que cogida al principio de sazonar y hecha rodaj as y
secas, al sol, se guarda para el año. Cociéndola muy bien y tomando
toda su sustancia con poco azúcar refrigera las fiebres y ardores del
hígado, estómago, corazón y riñones. Es la piña una de las frutas
sanas que hay para los ardientes de complexión y robustos de estó­
mago porque tiempla la cólera con más eficacia que el limón pero no
se puede tomar mucha de una vez. Las hay de peso de cuatro libras
y de cinco.
Consta de partes frías y secas en lo interno. Calientes y algunas
viscosas en su corteza y superficie. La tengo por fría en el principio
del tercer grado y seca en el p1imero. Consta de partes muy agudas.
Más que el más fuerte vinagre.

(a) Ms. bon. no pone paréntesis.


(b) Ms. bon. da veinticuatro en letra.
240
Puede referirse a la materia viscosa de la piña.
241
Ruán: tela de algodón estampada en colores. Ms. bon. sólo pone: . .. y se cuela
por un paño doblado.
(c) Ms. bon. pone parietaria o de oquita rabui.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 427

[2 1 4] ESCABIOSA NEGRA O HEMBRA

Este dibujo se corresponde con el localizado en Ms. bon. en lámina


CVJJ con el nombre de escabiosa índica verdadera.
Son ambos dibujos muy semejantes aunque presentan diferencias:

Ramificaciones de la raíz son aquí más numerosas que en Ms. bon.


Ms. bon. dibuja vástago que sale de la raíz, desprovisto de ramas y
hojas en la parte izquierda del tronco.
En Ms. bon. por ser las dimensiones de tronco y hojas mayor
sobrepasa el recuadro por la parte superior. Está mucho más perfilado
el dibujo, más limpio y delimitado en esta lámina que aquí vemos, pues
la parte superior en Ms. bon. forma un entramado de hojas y frutos muy
dificil de delimitar.
El detalle de la hoja que aquí se nos presenta en el lado izquierdo
Ms. bon. lo recoge, en el derecho con mayores dimensiones, más fusifor­
me y dentados sus bordes que la de Ms. B. N.
La palabra que aquí vemos escrita caapetay entre hoja y tronco, no
aparece en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Escabiosa negra, o embra Cast.º Escabiosa indica verdadera
Guarani: Caá atti Vubae Guarani: Mbutia úbbaé

Tanto en un idioma como en otro, las diferencias de uno a otro Ms.


son patentes.
428 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 429

[2 1 5] ESCABIOSA BLANCA

El Ms. bon. recoge esta planta en su lámina LXXXVIII. Como viene


siendo ya una constante las dimensiones mayores de este manuscrito
bonaerense hacen que el dibujo ahí sobrepase los límites del recuadro,
tanto por la raíz como por la parte apical.
El número de hojas y flores es el mismo.
El detalle de la hoja también está recogido en posición parecida que
no idéntica.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Scabiosa blanca M. Cast.º Escabiosa blanca
Guarani, Caa atti moroti Guarani: Caá mbutia moroti

Ms. B. N. da la "M" de masculino que el bonaerense omite.


En la denominación guaraní hay diferencias también en el vocablo
intermedio "atti " donde bon. pone mbutia.

Cuatro diversas escabiosas se hallan por estas campañas y lomerías


de las Misiones mayormente en las de los pueblos de San Miguel, San
Juan y San Ángel. Hay a saber dos especies de negra y dos de blanca.
Cada una de las dos con masculino y femenino porque la una es una
bara de alto y la hembra de poco más de tercia, delgada de ramas y
pie y asimismo más flaca en virtud, ésta echa unas como manzanillas
huecas, sin semilla entre sus flores o botonzuelos. De las dos pongo
sólo los dibujos de los masculinos. El primer dibuj o es la negra que
echa su flor morada a modo de alcachofitas. La segunda es la blanca.
Su hoj a es más corta y más ancha, de color ceniciento con vello muy
sutil y suave por el envés de fuera. Su raíz de ordinario es larga y
lisa. Las dos son amargas medianamente, mayormente la negra. Las
dos hembras son menos amargas así la negra como la blanca y de
menores facultades por lo cual j amás me he valido de ellas como
espurias 242 y degeneradas.

Tienen las dos escabiosas blancas los botoncejos o alcachofitas ma-

242 Textualmente dice espúreas. I nterpreto espurias = bastardo fig. Falso,


contrahecho o adulterado.
=
430 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

G¡t. � /Í4Mt T. -.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 43 1

yores que la negra y así mismo blanca su flor. Las tengo por calientes
en el principio del grado segundo y seca en el fin del tercero.

(2 1 6 ] Sus virtudes

Todos los autores que tratan de la escabiosa asienten que es favorable


remedio para las pasiones del pecho, hígado, estómago y bazo porque
abre las vías y deshace todas las obstrucciones de los miembros
interiores, mundifica las materias mayormente las del hígado y pul­
mones, tanto sus hoj as como sus raíces, mayormente sus cortezas. Su
zumo destilado en los oídos cura las úlceras de ellos. Su cocimiento
se usa en los clísteres, contra la disentería y flujos del vientre. Con
sus hoj as machacadas con hollín de la chimenea es único remedio en
los pestilenciales carbuncos y landres 243. Sus hoj as aplicadas a modo
de emplasto sirven a los oj os sangrientos. Una onza de su zumo
tomado por las mañanas . con un poco de azúcar, es único remedio
contra la sarna y contra la lepra, y abre las opilaciones del hígado y
del bazo. De la de Laguna y Dioscórides, hay por estas Misiones en
los lugares cenagosos pero es muy inferior a la que nos dibuj a
Matiolo que e s l a que aquí queda estampada, excepto las variacio­
nes 244 de alguna de sus señales y figura por la lozanía de la tierra.
En Madrid he visto vender esta misma en los herbolarios 245 de la
plazuela de los Herradores y la he comprado, machacada y a medio
cocer en corta cantidad de agua, mezclándole hollín reventó a las dos
horas y media. En pestilencial carbunco no he probado ésta por no
haberlos. Hasta hoy, en estas tierras de América no los he visto, son
forúnculos a modo de grandes diviesos 246, éstos muy poco veneno­
sos, sí de profunda y gruesa raíz y algunas señales venenosas como
es el comezón y prurito con dolor a las partes vecinas y círculo 247.
Si hemos de creer a cierto autor moderno que asegura que en cierta
[2 1 7 ] fiebre maligna y landre / en el reino de Murcia (a) curaba con ella
sólo la fiebre maligna, esto es con su agua destilada por alambique
de vidrio, dando de ella, dos onzas, tibia, en ayunas, con margaritas
preparadas, o con Triaca, según los síntomas. Alababa grandiosamente

243 Textualmente pone "llandres". Landres: Tumor del tamaño de una bellota.
244 Textualmente dice "el ynmutar"...
245 Textualmente dice "arbolarios".
246 Diviesos: tumor inflamatorio puntiagudo y duro que se forma en el espesor de
la piel.
247 Textualmente dice . . . "y circunferencia" ...
(a) Ms. bon. trae esta frase ininteligible.
432 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

para el caso diciendo que cura los vómitos y flujos de vientre que de
ordinario acompañan a esta fiebre. Es único remedio tanto por clísteres
como por bebidas.
Llámase dicho autor Isidro Ortiz, cirujano de muchos años de expe­
riencias varias, cuyos escritos han llegado a mis manos y ciertamente
son tomados 248 de la práctica que a más de cuatro he hecho mucho
bien con ellos y a más de dos he librado de enfermedades incurables
como son hernias y apostemas con legalidad y práctica (en los mis­
mos testículos y riñones que, no todos tratan de estas apostemas (a)
con legalidad y práctica, sino que llevados de lo general y común,
dan remedios poco eficaces y los más los ponen de muerte, o incu­
rables.

248 Textualmente dice son ... "escogidos en práctica" ...


(a) La frase entre corchetes no aparece en Ms. B. N., sí en Ms. bon. y sin duda
completa el párrafo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 43 3

[2 1 8] MANÍ

Aparece el maní dibujado en Ms. bon. en la lámina XIX Comparan­


do ambos dibujos este último está mutilado respecto del que aquí vemos.
Sin duda el modelo fue el mismo para uno y otro amanuense pero cada
cual lo plasmó a su manera.
Frente a los ocho frutos (cacahuetes) que aquí vemos en la ramifi­
cación subterránea izquierda, Ms. bon. sólo recoge seis. Los dos que
aquí están separados de la raíz, tampoco los recoge Ms. bon.
Respecto a la parte aérea sólo recoge Ms. bon. dos ramificaciones
con hojas y una sin ella.
Una de estas ramificaciones no tiene correspondencia en la lámina
aquí mostrada. La otra ramificación con hojas, posee el mismo número
que la lámina de nuestro manuscrito pero en diferente posición.
El penacho de cuatro hojas grandes que aquí vemos en la parte
derecha, lo recoge Ms. bon. en la parte superior como si se tratara de
un detalle de las hojas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Mani sive alfonsigos Castellano Mani o Alfoncigo
Guarani Mandubi Guarani Mandubi

La diferencia es nimia, sólo varia la ortografia del nombre castellano.


434 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

ú¡t. FJtui; /Pu.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 43 5

[2 1 9] ACETOSA MENOR

la acetosa que nos trae el Ms. bon. es la mayor, en la lámina XX

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Azetosa menor Cast.º Acetosa mayor
Guarani. Yb'ía guasu Guarani: Ib"ía miri

[220] Se hallan dos especies de maní o mandubi en estas Misiones. Son, a


saber, mayor y menor, que sólo se distinguen en ser mayor sus vainas
granos y hojas y en que el menor es más aceitoso y más denso en
sustancia, y así mismo más caliente y húmedo por Ja gran copia de
aceite que posee. Hace sus hojas y frutos del tamaño del dibuj o suyo
con ciertas florecitas cárdenas que rara vez llegan a dar semilla
guardando su vigor y virtud para sus raíces y fruto. Y ciertamente es
cosa socorrida en estas Misiones para los pobres indios porque con
sólo cocerlos o asarlos les es sustento muy loable y sano aunque
algunos no lo tienen por tal y se engañan a la verdad porque tostados
en horno y después en olla revuelto con unos granos de sal molida,
muy bien removidos con ella es muy loable y sano manjar aunque
enciende y provoca a lujuria.

Sus virtudes

El maní grande tostado en el modo arriba dicho y después molido y


hecho almendrado con poca azúcar, tomando una escudilla de él de
noche, es muy loable y sana cena para los asmáticos y tabes 249 y para
todos aquellos que padecen frialdad en el pecho y estómago, para los
camarientos y de males de orinas, mayormente de aquellos que pa­
decen llagas en la vej iga y vías porque a un tiempo sirve de sustento
y medicina.

El aceite suyo es quid-pro-qua 2 50 del de las almendras dulces y de tal


suerte que yo no hallo diferencia alguna en materia de medicina del

249 Tabes: consunción enflaquecimiento. Ms. bon. pone tal


= vez.
250 El vocablo y subrayado es del texto.
436 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

·�I
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 43 7

uno al otro, porque él mitiga el dolor de costado mayormente cuando


está fresco, y así mismo los dolores de vientre, los ardores de orina
y carnosidades. Abre la dificultad de la respiración y es gran remedio
a los asmáticos y tomadas cuatro onzas del fresco, quita el dolor de
ijada haciendo notable evacuación, socorre bebido y untándose por de
fuera a todas las pasiones del pecho, usado 25 1 en los oídos con un
poco de zumo de rábanos restituye gran parte del oído a los sordos
y resuelve notablemente el zumbido. Mezclado con muy fuertes lej ías
les da gran virtud de enrubiar los cabellos sin que dañen la cabeza
y en fin, con sacar dicho aceite del maní, en materia de medicina, no
nos hará falta el de las almendras dulces y amargas que por andar
escasos por estas partes, ha socorrido el Todopoderoso con este de
granos soterrados 25 2 .
El modo de sacar este aceite con limpieza y gran vigor para medicina
es como sigue:
Se coge un almud o celemín 253 de granos limpios de las cortezas y
pellejuelos. Se pista (a) muy bien con mortero de piedra con pistilo
de palo (b) hasta que se haga pasta, se pone dentro de un tarro
vidriado y éste se mete en una caldera de agua hirviendo y se dej a
estar allí hasta que toda l a masa esté muy caliente, y coi;i cuchara se
pone a toda prisa un pedazo de estameña ( c) fuerte y se mete al horno
y se exprime y si se quiere volverlo a moler y calentar echándole dos
[22 1 ] vasos / de agua hirviendo y bien removido y caliente volverlo al
tomo, sacar el segundo aceite 254•
Varias especies de acetosa he hallado por estas Misiones y Provincias
del Paraguay, es a saber: la mayor llamada oxilapato o romaza, y
cuatro especies suyas que se diferencian en hoj as y figura: la hortense,
muy abultada de hojas y gruesa raíz, especie de ruibarbo, como lo
tengo por experiencia, porque dado que no lo es verdadero, todavía
purga muy bien la cólera y la flema como de ella dice Andrés Laguna
que con su raíz se hizo alta honra en Alemania. Pero además se hallan
otras dos especies menores que son las dos que aquí doy por estampa,
una llamada biaguasu que nace por las campañas y pedregales, que
es la que digo ser consuelda menor y esta que aquí doy por estampa,

25 1 Textualmente dice "estilado" o usado con costumbre.


2 52 Textualmente, ambos manuscritos ponen "soterranios ".
2 53 Almud: medida de capacidad para áridos que equivale a cuatro cuartillos.
(a) Ms. bon. dice pizase.
(b) "con pistilo de palo" Jo omite Ms. bon.
(c) Ms. bon. pone a toda priesa en algún lienzo fuerte.
2 54 Ahí, sin hacer llamada de atención alguna, comienza la descripción de la
Acetosa.
438 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

es la mej or y más noble y suave de todas las acederas por ser muy
grata al estómago y a los miembros de la coucción mej or que otra.
Ninguna de las arriba dichas nace por las rocas y orillas de los
bosques y sembrados, hace ciertas batatillas en el extremo de sus
raíces, las cuales secas al sol y después molidas y lavado su polvo
con dos o tres aguas, es muy rico mantenimiento y sustento.

Sus virtudes

Recién arrancadas las acederas, limpias de su piel y cocidas con los


guisos, es único remedio a los febricitantes de fiebres ardientes y en
las fiebres pútridas y disenterías pestilentes y coléricas porque prohíbe
los humores de corrupción y purga y refresca la sangre, abren el
apetito 2 55 postrado y caído y corrije el olfato y anhélito corrupto
causando buen olor a los febricitantes que de fiebres pútridas o
pestilentes, lo tienen corrupto, y como dice Laguna, es remedio a los
apestados y a los que han sido atosigados de venenos mortíferos y
esto hacen con mayor eficacia las semillas del lapato agudo o xilapato,
que son las de romazas mayores, de suerte que no sólo sirven a los
atosigados y fiebres malignas y disentéricas sino también a los mor­
didos de escorpiones, y si la comen antes de morder dicho animalejo,
no hará daño alguno. Su infección. Cocidas sus hojas o raíz con
vinagre o ellas solas, por si aplicadas a las máculas llagas y empeines
del cuerpo, los cura, pero conviene primero fregar bien el cuerpo o
parte de él con salitre y vinagre puesto el paciente al sol (a). El
cocimiento de toda la yerba lavándose con él mitiga la comezón de
los miembros. Cocidas con vino sí se usa en los oídos, sala (b) las
úlceras de ellos y enjuagándose con dicho cocimiento mitiga el dolor
de los dientes, aplicadas sus hojas y raíz en forma de emplasto del
mismo cocimiento, resuelve los lamparones 256 tiernos y apostemillas
de detrás de las orejas. Cocidas con vinagre, aplicadas sobre el bazo
lo adelgazan, cocidas con vino y bebiendo su cocimiento aprovecha
mucho a la ictericia y quiebra la piedra de la vej iga, el agua destilada
de sus hoj as, simiente y raíz quiebra con admiración la piedra de
riñones echando en el alambique porción de vino y otro tanto de
agua, cuando humedezca y empape toda acedera fría y seca en el
grado segundo.

255 Textualmente dice "aposentito".


(a) De esta última frase carece el Ms. bon.
(b) Ms. bon. pone suelta.
256 Lamparón: escrófula en el cuello.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 43 9

(222] ARO DULCE O DRAGONTEA MENOR

Este dibujo está recogido en Ms. bon. en la lámina LXIII. Las


analogías que ambos presentan son notables.
Como característica común al conjunto hay que señalar las mayores
dimensiones del Ms. comparado. Sobrepasa la planta las dimensiones
que tiene el recuadro.
Los trazos más semejantes a bocetos que a dibujo también está
patente en todo el conjunto de la lámina.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Aro dulce = Dragontea menor Cast.º Aro dulce o Dragontea menor
Guarani. Tayao Guar. Tayá

La diferencia de uno a otro manuscrito está en la terminación del


nombre guaraní.
440 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

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LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS 44 1

[223] TURMAS DE TIERRA

Esta lámina está recogida en Ms. bon. con el número LXIV.


A unque hecho con el mismo modelo del dibujo que aquí vemos, las
dimensiones son mayores en el comparado, las hojas más lanceoladas de
tal manera que sobrepasan el recuadro tanto por los bordes superiores
como por los laterales.
La raíz en Ms. bon. está dibujada de forma diferente, más extendida
hacia los lados y menos profunda que la que aquí vemos. El número de
raicillas es mucho mayor en esta lámina que en la del comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Caste. Turmas de tierra Cast.º Turnas de tierra dulces
Guarani. Mangara ete Guarani Mangará miri

La diferencia pues es bien patente.

(224] Dos diversas especies de Aro a las que indio guaraní dice Taya (a),
se hallan por estas tierras, es a saber: el verdadero Aro de Dioscórides
y Matiolo llamado también Aro dulce, de Matiolo, y el que dice
Andrés Laguna ser agudo y corrosivo, caliente y seco en el cuarto
grado. Nace en estas tierras por las campiñas húmedas cercano a
donde pasa o se estanca (b) el agua. Es muy parecido al dulce
excepto en el fruto porque el dulce sólo echa en lo alto del tallo cierta
linterna que abierta muestra cierto marlito pequeño a modo de aquel
del Guembé, pero delgado como el dedo meñique, todo claveteado de
ciertos granillos. El Aro echa su fruto a modo de piña arracimada
como lo dibujan dichos autores en sus obras, porque encuentro que
no desdice de su original, no lo dibujo 257.
Es el nuestro dulce, se halla por las orillas de los arroyos, ríos y
pantanos y por las huertas y chácaras 258 de los indios. Es el que dice
Galeno y Dioscórides que en Egipto y Francia 259 llaman ceriniaco,

(a) Ms. bon. dice textualmente Tayá.


(b) Ms. bon. dice textualmente pasan o sextan con las aguas.
257 La frase es textual.
25 8 Chácaras: alquerías.
2 59 Textualmente dice: Galacia.
442 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 443

que se come, ponen sus hoj as e n los potajes (a), como sucede por acá,
que no pocas veces lo he comido, sus raíces como sus hoj as, las
cuales son de tres cuartas de largo las mayores, y de media vara de
ancho y más. Sus raíces, como aquellas de las cañas pero tiernas y
muy gustosas en los guisados y asadas o cocidas, más sanas que los
yetis o batatas, por tener algún calor que juzgo llegan al medio del
primer grado, es húmedo en el segundo. Esto es sus hoj as porque su
raíz antes la tengo por desecativa en el segundo grado.

Sus virtudes

Cocidas sus hoj as con caldo de carne y tomadas, parte, de noche,


lubrifican el vientre convenientísimamente sin molestias de aquellos
que con dificultad rigen 260• Humedecen la sequedad del hígado y de
los miembros internos, mueven la orina y mitigan su ardor y escozor
mayormente de aquellas purgaciones que dicen de garabatillo por ser
acre y ardiente la materia y llagar por donde pasa. Su raíz, cocida con
sal y echándole un poco de vinagre, comiéndola dos veces, reprime
los flujos coléricos y sanguíneos del vientre y es único mantenimiento
de aquellos que padecen fluxiones de la cabeza; comidas de noche
quitándole el vinagre poniendo en su lugar miel de abejas, sin beber
mucho después de haberlas comido, y asadas o cocidas con esa miel,
cierto que a los asmáticos y reumáticos es única cena porque a los
tales les son muy dañosas las cosas húmedas, y favorables las secas,
mayormente de noche. Hallo que es templada dicha raíz, de calor y
frialdad, con cierta agudeza, algo astersiva, por lo cual deseca los
humores que encuentra a su paso y los liquida, y con la astricción
conforta y aprieta las partes que no la reciben con tanta abundancia.
Con sus vapores reprime el flujo del cerebro comprimiendo en parte
y espesando 261 al mismo (b) tiempo como lo tengo experimentado en
mí mismo.
[ 225 ] El Mangara doméstico es muy distinto del Salvaje en todas sus partes
porque no echa tallo ni semilla, sólo hoj as. De sus batatillas, las
menores se siembran para su producción y una como avellana que se
siembre, echa poco a poco las hoj as y otras batatillas pegadas, unas
a otras con su raiceja o pezón delgado que a veces pasan de ochenta

(a) Ms. bon. dice portujes.


260 Regir: evacuar el vientre.
261 Literalmente dice "encrasando" Craso = gordo, denso, espeso.
(b) Ms. bon. dice . . a un tiempo. . .
.
444 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS V AL VERDE

en una especie de torta a la superficie de la tierra. É stas se reprodu­


cen y sustentan mediante unas raicej as que echa la principal al pie del
nacimiento de las hoj as, es la mejor de las raíces soterráneas 262 que
se hallan por estas Misiones, muy semej antes en bondad y sustancia
a las criadillas de tierra y nada frías ni ventosas. Sus hoj as no se
comen como las del taya por ser muy recias y térreas, de cualidades
algo agudas las del tayá que quiere decir col de la tierra, cierto es que
son parecidas en sabor a las espinacas de España. Si las guisan con
limpieza. Tengo por templado el magara en el principio del primer
grado, caliente y seco en el fin de él.

Sus virtudes

Las raíces del mangara puestas a secar y hecha chuño 2 63 como las
papas, y acetosa menor, es mantenimiento tomado de noche, muy
loable a los enfermos flacos y débiles de calor de los miembros de
la coucción, como estómago hígado. Además de lo dicho reprime los
vapores del estómago al cerebro y causa buen sueño por lo que se
deben dar por mantenimiento a los que padecen males de ojos y
fluxiones de la cabeza al pecho como tísicos asmáticos, catarros
ferinos 264 y semej antes que impiden la respiración mayormente cuan­
do la fluxión es salada y acre que por donde pasa inflama y exulcera
porque tiene no sé qué virtud balsámica y anodina que mitiga el dolor
y ardor de las partes internas, mayormente la del estómago e intes­
tinos delgados, curando al pasar sus úlceras o llagas para lo cual me
valgo de ellos en los disentéricos y camarientos.
Asados y comidos con miel de abej a son únicos en mundificar las
llagas internas tanto del pecho como de las vías de la orina y vejiga.
Secos y hechos polvos, añadiéndoles la cuarta parte de polvo de
almáciga, tomando de noche al acostarse, media onza de dicho polvo
o más de una cuarta en vino ataj a los flujos del vientre. Se puede
tomar también en un huevo no duro o con aguardiente si la causa es
por mucha humedad, es lo mejor.

262 Textualmente dice: "soterraneas".


263 Textualmente dice: "chumo". Chuño es fécula de patata.
264 Catarros ferinos tosferina.
=
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 445

[226] CRIADILLAS D E TIERRA DULCE

Esta lámina se corresponde con la CVI del Ms. bon., ambas son
semejantes aunque no idénticas. Las ramas en ésta que aquí vemos son
más largas teniendo por tanto más hojas y flores.
La raíz aparece aquí algo más voluminosa. La hoja del tallo es
semejante.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Criadillas de tierra dulces Cast. º Criadillas de tierra
Guar. Mangara ezaetebae Guarani: Mangara hesaete

El adjetivo "dulces " no aparece en la denominación castellana del


Ms. bon. En guaraní, la fonética es similar aunque no lo es la ortografia.

[227] El Mangara, que llama el indio, es una planta a modo de nuestras


achiras 265. Sus hojas menores y sin tallo ni flor ni fruto, más que el
de sus ramas que las hace como las que aquí dejo pintadas las cuales
hacen una como torta llana encadenada, producidas unas de otras a
modo de turmas de tierra, las cuales sacadas a su tiempo y puestas
en los guisados es la mej or de las raíces que se hallan por estas
misiones con sustento y bondad.
Se hallan por las campiñas otra especie de mangara dulce el cual
aunque no se coma por ser leñoso como el orozú, lo comen y
mastican los muchachos que tienen hambre chupando el zumo y
desechando lo palustre de su raíz, a modo de caña dulce. É ste se halla
casi por todas las campiñas y es de la forma que aquí dejo dibuj ado.
Sus flores algo amarillas y sus vástagos de altura de un codo.

Sus virtudes

Las raíces del mangara dulce cogidas en menguante de luna de junio


o julio y bien limpias de la tierra, se guardan para el año, para el uso
de medicina, dej ándolas secar muy bien, primero al sol, y tanto

265 Textualmente dice "achieras". Lo he identificado con achira = planta alismácea


(Planta cannácea, de raíz comestible). Cañacoro.
446 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 44 7

verdes como secas. Son único remedio en los catarros, en el dolor de


costado, en el asma, pulmonía, disnea 266 y falta de respiración, ha­
ciendo de ellas cocimientos y lamedores como se hace con el orozú
según lo pidieren los casos. Es más grato al gusto, nada amargo ni
astersivo (a) para sacar las materias contenidas en el pecho en enfer­
mos delicados y de gran sentimiento de dolor, es mucho mejor que
el orozú como lo verán por la experiencia, porque ablanda con
suavidad y sin notable calor, mundifica y liquida los humores gruesos
y viscosos del pecho y esófago y pulmones. Hecho lamedores o solo
mixto con otros en la siguiente forma:
Raíces de mangara bien limpias de piel y tierra, hechas pedazos
cuatro onzas.
Póngase a cocer en un azumbre de agua y que cueza hasta mermar
la mitad. Cuélese y añada miel de abej as y azúcar, de cada cosa
media libra. Se vuelve al fuego y se le da punto de lamedor. Es
admirable para los enfermos muy delicados.
Otro lamedor compuesto más eficaz: raíces de mangara, cuatro onzas;
pasas de uvas o de higos sin sus granillos: dos onzas; cebada limpia:
una onza. Póngase a cocer en cuatro cuartillos de agua hasta consumir
los dos. Cuélese y vuélvase al fuego y bien caliente, que comience a
hervir, infúndase culantrillo, un puñado y apartado del fuego déj ese
enfriar tapado. Colar y con libra y cuatro onzas de azúcar se hará
lamedor para las dolencias arriba dichas que es admirable mayormen­
te en el dolor de costado. Del mangara dulce se hallan blanco y negro,
[228) en sus hoj as / el blanco las hace más vellosas y algún tanto más
anchas empero en el modo de flores son iguales y con formas aunque
en la primera estampa están erradas las flores por yerro del que las
dibuj ó que trajo planta semejante en hojas y tallo sin haber visto sus
raíces. La blanca es la última o segunda estampa que es más poblada
de hojas y así mismo mayores como se ve en el dibuj o de la hoj a. Las
dos poseen una misma cualidad y virtud.

266
Textualmente dice "<lis".
(a) Ms. bon. dice: "ni amargo ni astringente (quiero decir astersivo) ".
448 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[229] OROZÚ

Se recoge esta lámina en Ms. bon. con el número L VIII. Está muti­
lada respecto a la que aquí vemos faltándole la mayoría de las hojas de
la parte central y superior. El detalle de la hoja tanto como la raíz, es
semejante aunque con las proporciones más grandes como viene siendo
tónica general en este Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Orozus regalisia
= Cast.º Orozus. Regalicia
Guarani. Ybirayee Guarani Isipoa-poyú

[230) El orozú de estas Misiones y provincias del Paraguay es muy distinto


en todas las señales extrínsecas del de Europa aunque muy semejante
en las cualidades, dulzor y gusto, y en el dolor. Hállanse por estas
Misiones dos diferentes orozús, el que aquí dejo estampado que hace
sus varas derechas de altura una tercia y más, las flores amarillas y
unas vainillas a modo de frisoles con cuatro o cinco semillas a modo
de lentejas aunque menores. La segunda especie muy semejante en
las flores y hoj as pero muy distinta en los vástagos porque los hace
más largos, delgados y tendidos por tierras. Es muy fértil en semillas
y sus vainitas menores, como aquellas de las lentej as, con dos o tres
granos en vaina. Su raíz es menos dulce y algún tanto astringente por
lo que no lo tengo por muy pectoral. Para cuando se pretendiese
mundificar el pecho o estómago confortando y contriñendo a un
tiempo como en las grandes caídas, aporreadas, que hay sangre
extravasada en el pecho y estómago y estos contusos o dislacerados 267,
lo tengo por mejor pues puesto que no es tan emoliente y anodino,
es más confortante y preservativo de corrupción y así digo que el
primero es muy semej ante y aún más dulce que el de Europa pues yo
he sacado muy rico azúcar de su zumo a modo de pastillas.

Sus virtudes

El orozú o regalicia dicha es el perfecto y verdadero orozú que por

267 Textualmente dice "dislacorados".


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 449
450 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

escrito nos dibuj a Dioscórides aunque lo contradice Andrés de Lagu­


na diciendo estar depravados y corroptos los códices griegos y anti­
guos en el tal capítulo. Cuando considero las palabras de Dioscórides
según las virtudes que allí le atribuye y en decir que algún tanto
acervo o astersivo al gusto, digo no le falta letra de verdad ni dej a
duda de que se pueda haber engañado Andrés de Laguna y sus
secuaces, como se puede ver por la experiencia que en arrancar los
humores gruesos del pecho, en deshacer los grumos de sangre en él
extravenado y sacarlos hechos materia por escarro excede al que en
España nos venden por orozú, el cual no es el verdadero de Dioscórides
ni en figura ni en cualidades, pues veo es muy inferior en las dotes
y virtudes que le atribuye su autor. No dudo tampoco que Andrés de
Laguna no anduvo la Siria y toda la Grecia donde Dioscórides des­
cubrió las yerbas y que éstas no son las mismas en unas regiones
como en otras como lo muestra la experiencia porque dado que sean
de las mismas cualidades, no son de una misma figura (a) como se
puede ver en este libro cotejándolo con el de Dioscórides el cual
[23 1 ] aseguro da fiel l a / estampa y sacada muy a l o vivo, y hallo así en
hoj as como en flores y semillas varias diversidades por lo cual me
veo obligado para el desengaño a ponerlas por estampa para quitar
toda duda, mayormente éstas que son más comunes y necesarias a
nuestras ordinarias dolencias y de relevantes y escogidas virtudes.
(b) La raíz del orozú quebrantada y bien raspada de la tierra o raída
de su corteza, puesta a cocer una onza de su raíz en tres cuartillos de
agua y dos onzas de pulpa de higos o de pasas de uvas, quitados los
granillos, que cuezan hasta mermar la mitad del agua, colado y bien
exprimido, ponerle una libra de azúcar blanco y darle punto de
lamedor (c) algo subido, es único remedio en arrancar cuantas mate­
rias catarrales reumáticas y frías que de la cabeza caen al pecho.
Tomado con unas plumas de aves a soplidos muy poco a poco, cada
media hora. Además de esto, arranca las materias del dolor de cos­
tado, del asma, de la empiema, de la pulmonía, tísica, heridas pene­
trantes del pecho, sacando la sangre extravenada, echa materia por la
boca. Yo curé a varios atravesados el pecho con lanzas y con balas
en las guerras en que me he hallado contra los infieles y portugueses,
sobre el desaloj amiento de la colonia de San Gabriel y puedo decir
con verdad el día que esto escribo, dar testigos de más de cuatro

(a) A partir de ahí el Ms. bon., pág. 1 72, sigue con frases no coincidentes,
relativas también al orozú.
(b) Aquí comienzan a coincidir de nuevo ambos Manuscritos.
(c) De nuevo no coinciden exactamente ambas descripciones de virtudes.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 45 1

atravesados el pecho que no se esperaban que pudieran vivir según


la grave copia de sangre que los ahogaba, que no se esperaba que
viviesen veinticuatro horas y ninguno murió porque por espacio de
tres días les daba dos veces al día a beber un mate de agua caliente
con sal y con la yerba, una cuchara de sal, no muy llena, y dos de
yerba, al tercer día les daba su lamedor y al cuarto comenzaban a
toser, arrancando la sangre y materia. Con sólo este remedio y curar
las heridas, según arte, por fuera, quedaban perfectamente sanos.
452 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[232] CONTRAYERBA DEL PERÚ MASCULINA

Esta lámina está numerada en Ms. bon. XXXVIII aunque presenta


sustanciales diferencias con la que aquí vemos.
De las dos matas claramente diferenciadas que aquí se nos presen­
tan, la del lado izquierdo se diferencia esencialmente en la raíz que Ms.
bon. recoge bastante más ancha y menos prolongada.
En cuanto a la matita derecha, se nos presenta en Ms. bon. con la
raíz curvada bajo tierra, de la que salen dos tallos aéreos y multitud de
raicillas, uno de los cuales Ms. B. N. no recoge como bien se observa.
El detalle de la hoja es también recogido en Ms. bon. con parecidas
características aunque los trazos son más abocetados.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Contrayerva del Perú Castellano. Contrayerba del Perú
Guaraní. Tarope Guarani : Taropé. Higuerilla
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 453

.
. ________._
_ __
454 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

[233] CONTRA YERBA DEL PERÚ FEMENINA

Esta planta está dibujada en Ms. bon. en la lámina XXXIX En


conjunto son semejantes ambos dibujos aunque las raíces son algo más
gruesas y cortas aquí, que en Ms. comparado donde se nos dibujan más
estilizadas y alargadas. La perfección de la lámina que aquí vemos es
bastante superior, técnicamente, a la del Ms. comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Contrayerva del Perú f. Castel!. Contra yerba femenina
Gua. Tarope guazu Guarani: Tarope miri

[234] El tarope o contrayerba del Perú, está la mayoría de estas tierras muy
abundante de ella y casi todos los indios la conocen. Hay en su
especie macho y hembra porque siendo semej antes en la hoja no lo
son en la raíz ni fruto porque la hembra es más abundante en raíces
y echa su flor y semilla en una especie de plato o media escudilla
como dej o (a) en la estampa. Las dos son de igual vigor aunque
ciertamente la hembra da muestra de más fuertes y de más duración
por ser sus raíces más gruesas, la cual cogida en menguante de luna
de enero, marzo o abril, se guarda hasta veinte años con todo vigor,
que es mucho (b) .
Tiene virtud potentísima contra las mordeduras de las fieras que
2
arroj an de sí ponzoña fría como son la víbora, culebra, áspid 68,
ceraste, escuerzo, sapos y semejantes. La misma eficacia posee con­
tra cualquiera otro veneno frío dado en bebida o comida y en destruir
los accidentes que éstos dej an impresos. Tomando una dragma de su
raíz medio quebrantada y cocida en un cuartillo de agua hasta que
merme la tercera parte, y dado a beber con muy poca azúcar o miel.
2 9
También 6 poniendo su raíz machacada sobre la mordedura de la
víbora, ataj a el veneno para que no corra, y lo estirpa, mayormente
si ella es fresca o recién sacada, y si luego al punto se pudiera hacer
la bebida, no será riesgo el mordido; excepto cuando mordiere en

(a) Ms. bon. dice: como se ve en la estampa.


(b) Ahí, Ms. bon. pone sus virtudes.
268 Áspid: serpiente venenosa pequeña.
269
Textualmente dice "ytt".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 455
456 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

nervios, músculos o en venas y arterias (que entonces aún la mejor


triaca tiene bienhacer).
También una dragma de su raíz cocida en el modo dicho y al fin del
cocimiento añadiendo dos o tres hoj as de borraj a, colado y poniendo
una onza de azúcar y una media dragma de piedra bezoar, tomándolo
caliente y arropándose muy bien, saca fuera las viruelas y el saram­
pión que por el desabrigo se metieron para dentro, o las que por la
misma causa no acaban de salir y dan congojas y ansias de muerte,
habiendo ya comenzado. Lo mismo hace con las fiebres pútridas y
malignas que por la malicia del humor causan graves accidentes. Con
dicho sudor las he mitigado y aminorado hartas veces, y es único
remedio en ellas.
Así mismo, a los que han dado venenos en comidas y bebida, y a los
mordidos de fiera, es único remedio el sudor dicho, o al menos la
bebida. Se puede dar a todos los que tuvieren modo de guardar el
sudor y mudando camisas que he visto, casi (a), con él milagros de
resucitar de muerte a vida.
Hallándome en campaña con muchos indios enfermos de cámaras de
relaj ación del estómago, por las muchas lluvias y poco abrigo, y no
tener más que carne, y aquella flaca, cocí el Tarope y a una escudilla
[235] de su cocimiento ponía / media cuchara de sal y desleída se lo daba,
al tercer día mej oraban, así lo he usado para este mal con feliz
suceso. Su sudor quita el resfrío interno.
El cocimiento de dos dragmas de su raíz, tomado caliente con un
poco de miel de abej as deshace los grumos de sangre extravenada en
las cavidades del pecho y del vientre. Ayuda a baj ar la sangre
menstrua y la criatura muerta y corrompida en el vientre de su madre.
Así mismo, mata las lombrices y gusanos del interior y de las úlceras:
machacándola y poniendo su zumo en ellas, o sus polvos.
También, bien limpias y cocidas sus raíces y hecha conserva, son
único remedio, para tiempo de pestes, a los enfermos, dándoles de
ella una onza.
Tambi�n puesto en vinagre a cocer como cuatro credos y apartando
tapando la vasij a, olido aquel vinagre o lavándose con él el cuerpo,
y enjuagándose la boca, es preservativo de pestes y venenos. Tengo
por cierto que mientras durare su virtud y olor en la piel humana, no
le morderá víbora, ni culebra, ni escuerzo y otro cualquier animal 270
de veneno frío. Está probado que huyen las sabandijas venenosas de
su olor y pienso que su contacto las mata.

(a) Ms. bon. omite adverbio "casi".


27º No lo pone textualmente, lo deja sobreentendido.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 457

Tomada en ayunas en agua caliente y cocida como un credo, mitiga


los bochornos que se levantan de la mucha humedad de la sangre, la
clarifican echando parte por sudor, parte por las dos vías de cámara
y orina.
La tengo por caliente en el fin del tercer grado o en el principio del
cuarto, y por seca en el segundo. Es de partes muy agudas y algunas
corrosivas, por tanto encargo no se exceda en su dosis, que es
peligroso no mate sofocando.
458 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

[236] YERBA DEL CHARUA

Esta planta está descrita y dibujada en Ms. bon. con el nombre de


yerba de la víbora con el número de lámina CIX. Son muy semejantes.
El detalle de la hoja está en el lado derecho y la raíz, en Ms. bon. queda
mutilada, con pocas ramificaciones.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerva del Charua Cast.º Yerba del la víbora
Guaraní Macagua Caá Guaraní Macagüá caá

La denominación castellana es diferente, no así la guaraní.

[237) El Macagua caá es el verdadero tusílago 2 7 1 de Dioscórides aunque en


la flor y modo de semilla es algo diverso. Se hallan dos diversas
especies a saber: blanca y negra. La blanca es más crecida y abun­
dante de varas o vástagos de sólo una raíz, pero en todo lo demás
muy semejante en todo tanto en el tamaño de las hojas como en el
florecer y semillar, que sólo se distinguen en el color blanquecino y
oscuro verde de la negra, aunque las dos son muy semejantes en
virtud. He de decir mi sentir: hallo que es más eficaz la negra, por
ser menor, tiene la virtud más recogida y unida, hallo ser algún tanto
más amarga. Nace en lugares templados, calientes y húmedos, por las
laderas de lomas y cerca de montes como es el pueblo de Ytapua. San
Borj a, Santo Thome, y los pueblos que están cerca de ríos grandes.
Es muy conocida de los indios 2 72 pues escribe el Padre Montoya de
dónde está sacada su etimología, que es nombre de un pájaro llamado
Macagua, el cual haciendo arnés 2 73 o escudo de su ala, pelea con la
víbora hasta matarla dándole fuertes picotazos por entre las plumas,
y sintiéndose herido, acude a comer de la yerba, la cual le sirve de
cura y antídoto contra la maliciosa ponzoña de su contrario y vuelve
a la pelea, si acaso no quedó del todo muerto, y al instante se Ja traga
entera sin ni reservar cabeza ni cola con lo que se sustenta, y acaba

27 1Textualmente pone trisago.


27 2Añade el texto: "desde su infidelidad'', entiendo que se refiere a su condición
de infieles.
2 73 Arnés: conjunto de armas de acero defensivas que se acomodaban al cuerpo.
Guarniciones de las caballerías.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 45 9

�-
460 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

de curar lo interno de sus entrañas de la venenosa cualidad fría de su


veneno.

Sus virtudes

Comidas sus hojas verdes como un cuarto de ellas, luego que pica la
víbora y así mismo mascadas y aplicadas a la mordedura, queda sin
lesión y sin accidente el herido. Si pasaran algunas horas que hubiera
mordido, se tomará una dragma de sus polvos u hoj as machacadas en
vino tibio, y así mismo se aplica a la herida, de este modo sirve
también para tósigos 274 y venenos ponzoñosos bebidos, y si se cuece
de ella una onza en cuartillo y medio de agua y mermando la cuarta
parte, tomado por vómito, reserva de la muerte a aquellos que han
comido mantenimientos de cualidades frías venenosas como es la
mandioca brava o bachiare (a) o batatas y mandioca poropi imperfec­
tas antes de llegar a sazón que ciertamente he visto morir algunos de
semej antes mantenimientos, y socorrido a otros que estaban ya sin
sentidos echando espuma por la boca y fuertes convulsiones y cardialgias
al corazón. Tanto su cocimiento como sus polvos tomados en ayunas,
son muy útiles a los que padecen calenturas pútridas o intermitentes.
Preservan del viento corrompido y venenos mortíferos todo el día en
que se ha tomado. También quita los dolores de cabeza y temblores
[2 3 8) paroximales originados de causa / fría y no falta quien afirma que
quita los temblores y palpitaciones del corazón socorriendo a los
morbos comiciales 275 de epilepsia y gota coral apartando los humores
que las originan y sacándolos por las vías de cámara y orina y
algunas veces por sudor. Así mismo cura el dolor de cabeza y
opilaciones de nervios originados de frialdad y humedad por bebida
y por baño a los nervios y cabeza.
Su cocimiento en ayunas tomado caliente como seis onzas, con una
de azúcar, provoca la orina y abre universalmente las vías de todo el
cuerpo, desopila el bazo, el hígado y el estómago y vías de la orina
no dej ando engendrar piedra de riñones ni vej iga. Aplicada por fuera,
encima del bazo crecido de los hidrópicos y melancólicos hipocondriacos
y menárquicos (b ), cocidas cantidad de sus hoj as en vinagre a modo
de emplasto, mezclándole algún tanto de enj undia de cerdo o gallina,

274 Textualmente dice "tosegos". Tósigos = veneno, ponzoña.


(a) Ms. bon. pone: mbacharé.
275 Morbo comicial: epilepsia.
(b) Ms. bon. pone: merquicos.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 46 1

desopila y deshace sus obstrucciones, disminuyendo el bazo de suerte


que es preciso no usarla por largo tiempo continuamente porque
aminora del todo y seca el bazo.
[238] La cantidad, arriba dicha de su cocimiento, tomada caliente con el
azúcar, hace bajar la sangre retenida después del parto y las pare
mayormente si se mezcla con la artemisa: de cada una media onza,
tomado en conjunción 276 o plenilunio. Purga el veneno de los menstruos
retenidos y desopila la matriz y mesenterio 2 77 de las hembras de todo
humor acuoso y seroso con admiración, presumo no con pequeño
fundamento, que deshacen las dos yerbas juntas las molas 2 78 de las
matrices que a modo de preñazgos tienen engañadas a muchas pobres
mujeres hasta los diez y doce meses, como yo lo he visto, y con sólo
el agua de la lengua cervina bebida durante nueve días sanó. Como
ésta no se halla en todo tiempo y lugar, me parece muy necesario dar
esta noticia para alivio de tan penoso y molesto mal. Consta toda la
planta de partes sutiles y amarga sin acerbidad. Es caliente en el
segundo grado y seco en el principio del tercero.

276 Conjunción: Astro!. Aspecto de dos astros que ocupan una misma casa
celeste. Situación relativa de dos o más cuerpos celestes, cuando tienen la misma
longitud.
277 Mesenterio Redaño. Prolongación del peritoneo que cubre por delante los
=

intestinos.
2 78 Mola: Masa carnosa que anormalmente se produce dentro de la matriz.
462 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[2 3 9] CANCHELAGUA

Esta planta tiene su dibujo en la lámina XL. El primer golpe de vista,


comparando ambas, la que aquí vemos es mucho más poblada de hojas
y flores que la del Ms. bon. El dibujo es mucho más minucioso que el de
Ms. bon. donde son trazos largos y por tanto las hojas, flores y frutos
aparecen más distanciados unos de otros.
Aparecen al ras de tierra en Ms. bon. unas plantitas pequeñas,
cuatro, que aquí no las tenemos.
La raíz ha sido mutilada en el Ms. comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Canche lagua Cast.º Canchelagua
Guaraní. Capiyropita ñachiuna miri Guaraní: Capii iropitá iñachiuma pita
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 463
464 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

[240) YERBA DE MURTA

Se recoge esta planta en la lámina XCIX del Ms. bon.


La raíz en este Ms. comparado no está recogida. El resto del dibujo
es similar pero no idéntico pues éste que aquí vemos está mucho más
poblado de hojas.
Las dimensiones, como en otras muchas láminas, son mayores en
Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerba de Murta Yerba de Murta
Guaraní Iñachiuna moroto Guaraní lñachiuna moroti
Añangairrucá

El nombre en guaraní es más completo en Ms. bon. como puede


leerse.

[24 1 ] E l capiyro pita (a) que dicen los indios es el que de Chile nos traen
con el nombre de canchalagua y en Tucumán llaman yerba del hurón
porque peleando éste con la víbora cuando persigue sus cachorruelos
para matárselos con ella. Si es mordido acude volando a comer de
dicha canchanlagua y después de comido se revuelca, según dicen, en
él y volviendo a la pelea es cierta la victoria debido al olor o cualidad
de la yerba con que la víbora se atolondra y no muerde, de suerte que
luego se muere según se ha visto y no me espanto, porque su olor y
amargor es muy suficiente para embotar la vivacidad y furioso vene­
no suyo de cualidad tan contraria a la canchalagua.
Dos matas muy semej antes hay de esta planta, es a saber: blanca y
negra, con sólo dos distinciones, y es que la blanca es más alta, como
de una tercia, y la negra de una cuarta, un poquito más. La blanca
echa más ramas o vástagos y mayor copa, y varias varas de una raíz.
La negra raramente se halla si no es con un solo vástago o tallo. Más
amarga y más eficaz en uno de medicina.
Se distingue en el color en ser el uno más claro y el otro en su verdor
más oscuro, así como el macanguii caá. Se halla en partes pedregosas,
y ásperas, a las orillas de las aguas o cercanas a ellas, en partes de

(a) Ms. bon. dice textualmente Capii iropitá.


LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 465
466 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

serranías calientes y húmedas como son los valles y arroyuelos de las


quebradas, como es en el Ángel, Sta. Ana, Serranías de San Javier y
Sta. María. Sus flores rubias, algo pálido.

Sus virtudes

El capiyropita hallo que lo usan los indios para matar las lombrices
del estómago y vientre bebiendo de su cocimiento y por ayuda
administrado mixto con otros, como es el lepidio que el indio llama
caáne miri, miel sal y grasa y ciertamente con buenos sucesos,
empero las grandes virtudes del canchelagua 2 79 según nos muestra la
experiencia, son el purificar la sangre de toda serocidad y malignas
cualidades tanto por causa de malos mantenimientos como por vien­
tos muy calientes y húmedos con cualidades venenosas y noscivas,
como estas pestecillas que vienen de calenturas pútridas y agudas que
causan inflamaciones internas ya en el estómago, hígado, bazo, pul­
mones, diafragma y pleura, donde se hace el dolor de costado y
muchas veces pía y dura madre 280 que son las telas que recubren el
cerebro. Es antídoto contra venenos fríos de serpientes, desopila el
bazo, bebiendo su cocimiento como aplicando su zumo por fuera, a
modo de emplasto. Es muy alabado su vómito en las fiebres malignas
y pestilentes. El modo de usarlo es en un cuartillo de agua que esté
hirviendo, echar una dragma de la yerba seca y con un poco de miel
de abej as o azúcar, se toma su infusión, provoca leve sudor. Es
caliente en el tercer grado y seca en el segundo. Tiene el canchelagua
[ 242 ] virtud de desopilar y confortar todos los miembros así / internos como
externos y de hacer bajar los humores por cámara y orina, provoca
el menstruo y el parto y ciertamente lo tengo por sospechoso bebido
por personas muy coléricas si se bebe muchas veces porque he
reconocido que enciende mucho la cólera.
La yerba de murta, que el indio dice Añangapiri roque (a) y otros
nachiunamoroti es la que los valencianos llaman yerba de murta por
ser su olor muy semejante a la murta o arrayán menor blanco. Es alta,
de tres cuartas y la que menos media vara. Consta de un solo pie y
de una raíz esparcida en varias raicej as. Sus hoj as son tersas, algo
gruesas y suaves al tacto, y cuando van sazonando tiran a morado y
al estar en toda perfección se tornan en un rubro muy bajo, de color

279 En el original siempre pone "canchelagua".


280 Textualmente pone ... "pie y dura mater" ...
(a) Ms. bon. pone añangapiri caá.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 46 7

rubro. Su simiente es larga como aquella de las virreinas y al fin se


disuelve en flecos como la de la agrimonia o eupatorio de Mesué. Su
flor es amarilla.

Sus virtudes

Se hallan en esta planta las más de las virtudes que dejo dichas del
canchelagua, sólo el no ser tan aperitiva por tener partes astringentes
mixtas con las agudas y calientes, pero ciertamente que en purificar
la sangre y en purgarla del suero, la tengo por más segura y no tan
ardiente como es el canchelagua y esto es tomándola en doble can­
tidad porque sólo es caliente en el fin del grado primero y seca en el
fin del segundo, por lo cual he usado de ella en cantidad de dos
dragmas en decocción, en sustancia sólo una (dragma) de sus polvos
para las flaquezas del estómago, hígado y riñones que por flaqueza
y relaj ación no hacen perfectas coucciones o no se retienen según el
orden ordinario, como es la diarrea, disentería 2 8 1 y gonorrea, y ma­
yormente en los dolores de los artejos y gota por causa fría o caliente
y fría, mixtas las dos causas como se ve en estas tierras, es soberano
remedio haciendo baños, a dichas partes, con su cocimiento y así
mismo en los dolores de cabeza antiguos, por causa del flaqueza de
dichos humores fríos o reuma intemperata o por gálico así untándose
con el aceite en que se hayan frito sus hoj as, caliente y bien arropada,
después he visto gran alivio en varios y lo mismo en los dolores de
gotas y artej os. Es más eficaz la untura de su aceite que el baño y
baho de su cocimiento. Hago de esta forma: ojas de ñachiuna 2 82 : dos
onzas de sus flores o cabezuelas. Una onza medio quebrantada la
pongo en 6 onzas de aceite o caracú miri y a fuego lento las frío hasta
que se consuma la humedad y jugo de las yerbas. Lo dejo allí 24
horas al cabo de las cuales lo caliento, cuelo y guardo para el uso.
En provocar el menstruo y parir no sirve esta planta por la razón ya
dicha arriba (a).

281 Disentería: diarrea de alimentos no digeridos.


2 82El subrayado es del texto.
(a) Ms. bon. añade: . . . "y por ser de menos calor, no será tan eficaz contra el
veneno de las serpientes y ambiente ".
468 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[243) YERBA DE LA VÍ BORA DE TARIJA

Esta lámina está recogida en Ms. bon. con el número CX Compa­


rando ambos dibujos se observa:

1) La raíz que aquí vemos no está dibujada en Ms. bon. más que
la parte cercana al tronco.
2) La parte aérea recoge en Ms. bon. menor número de hojitas y
frutos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerba de la bivora de tarija Cast.º Yerba de la vibora
Guarani: mboi caá Guarani Mboy caá

[244] De esta yerba de la víbora de Tarija tuve noticia de ella y de su gran


eficacia, estando en el colegio de Córdoba, y pasando al de Tucumán
quiso mi fortuna y la de otros muchos que con ella he curado, que
la viese con todas sus partes menos la flor que la traía el Padre Rector
que al presente era de aquel Colegio el Padre Diego Ruiz, quien
partió conmigo la tercia parte del haz que traía y hallé que era amarga
sin acerbidad alguna pero con un amargor grato al estómago y muy
confortativa del corazón y cerebro. Pasando el año de 1 702 por
enfermero a estas Doctrinas por orden de mis superiores viendo la
plaga de sabandij as 283 venenosas que la tierra produce (a causa del
mucho calor y humedad). Dije al Padre Tomás Moreno que venía en
mi Compañía enfermo y acababa de venir a la Congregación de aquel
colegio de Tarij a, presto curamos a un pobre indio que acababa de
morderle una víbora tal que después que le picó o mordió, le faltó el
sentido y movimiento y aunque entonces lo remedié con ajos y triaca
con aguardiente, recordé la tal yerba y llegando con dicho Padre
Tomás al pueblo de los Apóstoles, pegado al camino en un bajío de
tierra húmeda, cerca del agua estancada de la lluvia, había cantidad
de ella y su Reverencia 284 me dijo: aquí tienes mi hermano la yerba
del la víbora de Tarij a a lo que respondí: ciertamente; en compañía

283
Reptil pequeño o insecto, especialmente de los asquerosos y molestos.
284
Textualmente dice: R."
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 469
470 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

de Usted 2 85 espero descubrir cuanto bueno tiene el cielo y la Tierra.


Hallé que era la misma, sin faltar señal alguna y así di a su Magestad
las debidas gracias, y después a mi Padre Tomás, a quien siempre
veneré como a un ángel en la tierra por la gran santidad de vida y
apostólico misionero con un celo insaciable de salvación de las al­
mas, el cual le hizo tanta fuerza que no reparando en la poca salud
que tenía se arrojaba a temples 286 y trabajos muy superiores a sus
fuerzas cuales son los de las misiones de los Lipez, Perú y sus
asperezas en donde contraj o el penoso y dilatado mal de reumas, que
por espacio de cinco años elaboró y labró a su Reina 287 la esmaltada
corona de muy ricos diamantes de paciencia, rubíes de tolerancia,
esmeraldas finas de conformidad y resignación en las manos del
Todopoderoso con tales ejemplos de humildad y caridad que mostró
claro el gran caudal que llevó al cielo. Justo premio de sus virtudes,
que ciertamente era digna de su vida de que alguna mejor elocuencia
y pluma la escribiera para animar a los tibios y amantes de sus
conveniencias propias a sacar los pies de las alforj as cual soy yo.
Tiene de ordinario una sola raíz. Su altura, de una tercia y más. Sus
hojas y semillas muy parecidas al mercurial masculino pero como va
creciendo en altura y espigando son las hoj as más menudas y los
vástagos muy poblados de semillas. Sus flores algo purpúreas blan­
[245] quecinas, sus vástagos duros y leñosos y muy poblados de hojas / y
semillas. Nace en puestos frescos, entre piedras, cerca del agua o en
tierras húmedas por las campiñas y tornerías, por donde corren las
aguas de las lluvias.

Sus virtudes

Tomada una onza de sus ramas con sus semillas machacadas y


cocidas en vino, tomando medio vaso de dicho cocimiento y aplica­
das las sobras del cocimiento con su yerba a modo de emplasto sobre
la herida, a la media hora está libre el paciente. Cocida en agua, en
[246 ] · el modo dicho y / o mascada aplicada a la herida al mismo tiempo,
hace lo mismo pero es menester repetir el remedio pasadas cuatro
horas. El que no hallare forma de cocerla por hallarse en desierto con
sólo mascarla y tragar el zumo, aplicando parte de la mascada a la

2 85 Textualmente pone "V."'. Ms. bon. pone: S. S. ª


286 Temple: fig. Arrojo, valor.
2 87 Textualmente dice: "laborio y labro a su R."'.
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 47 1

herida, se libra si le mordiere luego la víbora, es probado remedio


como se ve por la experiencia en Tarija.
Cierto español que la conocía y no la quería descubrir por el interés
que le corría, pero estando éste un día con ciertos indios en su labor
fue mordido de una víbora y al instante echó mano a la faltriquera y
por haberse aquella mañana mudado los calzones, se le quedó la
yerba en la faltriquera de los que dej ó en casa. Al punto arrancó a
correr a un vallecito de un arroyuelo y un indio tras él vio que cogió
esta yerba, l á masticó y aplicó a la herida y masticando tragó el
zumo. Dicho indio actuó 288 más como cristiano y comunicó el secreto
a un compañero suyo y desde ahí se conoció su virtud y secreto. Esto
me lo contó el dicho D. Thomás Moreno.
Bebido el vino en el que haya estado la yerba en remojo, o mezclado
con su zumo, es contra todas las mordeduras de las sabandijas y
serpientes venenosas. Provoca la orina y expele las arenas y piedras
de los riñones y resiste a la malicia de cualquier veneno y socorre
contra la pestilencia, lo mismo hace tomando una dragma de su polvo
en vino bueno generoso y mayormente el polvo de la corteza de su
raíz tomado en la forma dicha. Cocida en agua y tomando su coci­
miento, abre las vías, resiste a los accidentes de las fiebres malignas
y de venenos intrusos en los humores. El agua destilada de sus ramas
aclara la vista y refuerza el corazón en mayor virtud que la pimpinela
menor. Es caliente y seca en el principio del grado tercero o fin del
segundo.

288 Textualmente dice . . . "dicho indio andubo más Christiano" ...


472 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[246] YERBA DE LA VÍ BORA DEL CHARRUA

La lámina que aquí vemos dibujada está localizada en Ms. bonae­


rense con el número XLII.
Las diferencias entre una y otra son las que siguen:

-El de suelo o tierra que aquí vemos no está recogida en Ms. bon.
-La raíz está mutilada en Ms. bon. apareciendo solamente la parte
superior de ella.

La disposición de las ramas es semejante aunque la parte apical está


mutilada no apareciendo las flores en terna como aquí las vemos.
El detalle de la hoja es de mayores dimensiones y semeja más un
boceto que un dibujo.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerva de la bivora del charrua Cast.º
Guarani: Yacare Caá Guarani Yacará caá

El nombre en castellano no aparece en Ms. bonaerense. En guaraní


es igual en ambos aunque con la acentuación que se recoge en Ms. bon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 473
474 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[247] CALAMINTA MENOR

Esta lámina está recogida en Ms. bon. con el número XLIII y


respecto a la que aquí vemos está totalmente mutilada: de raíz que sólo
recoge un inicio de ramificación, de tallos, y sobre todo de hojas. Son
sólo 3 7 hojas las que se recogen en el total de las ramas. El dibujo es
muy reducido quedando centrado en el recuadro del que ocupa solamen­
te una ínfima parte.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Calaminta menor Cast.º Calaminta menor. Orégano
Guarani. Caáeaqua miri

En Ms. bonaerense no aparece ninguna denominación en guaraní.

[ 248 ] El yacaré caá se halla en las lomerías de cascaj ales o entre piedras
de ordinario aunque también se suele hallar en las campañas y serra­
nías. Hace sus hoj as bellosas y delgadas las cuales van saliendo
acompañando el tallo opuestas en disminución vistiéndole todo alre­
dedor como de flequezuelos a modo de encajes. En lo alto de él echa
unas espigas blanquecinas y en ellas sus florecillas acaneladas de
muy grato olor debido a que se forma cierta semilleja amarilla a
modo de aquella de los alelíes amarillos algún tanto amarga y aguda,
y de cierto olor como de asafétida aunque no (a) tan ingrato al gusto
y olfato. La buscan los indios con toda ansia cuando sospechan
haberles dado algunas hierbas frias o cosas venenosas y para mordeduras
de víboras o animalej os venenosos. Así me la dio a conocer cierto
indio viejo, el más experto 289 que he hallado en estas Misiones en el
conocimiento de las yerbas y su aplicación. Me dijo llamarse así por
tener el olor del yacaré.

Sus virtudes

A la corteza de su raíz, como media onza cocida en un cuartillo de

(a) Ms. bon. no trae "no" con lo cual la frase es afirmativa.


289 Textualmente dice "expedito".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 475
476 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

agua, hasta mermar la tercera parte y colada, añadirle onza y media


de miel de abejas, bebida caliente es antídoto contra toda ponzoña
fría y mordeduras de animales que arrojan de sí venenos fríos mayor­
mente si se continúa tomando en bebida. Echando sus hojas en la
comida a cocer y en los casos de haberse comido mandioca brava e
imperfecta antes de sazón, es única lanzando (a) con ella cuanto antes
pudieren después de haberla comido, pero en las mordeduras de
víboras no es bueno 290 lanzarla antes, sí de tenerla y tomarla a
menudo y así mismo aplicar sus hojas o raíz machacada a la morde­
dura.
También su cocimiento en ayunas de la yerba o de su raíz, tomado
con dicha cantidad de miel, es antídoto y muy ordinario remedio de
estos pobres indios en las fiebres de contagio de calor y humedad y
de las que por malos mantenimientos se engendran porque abriendo
las vías y los poros saca por aspiración los humores corrompidos y
corrige la putrefacción purificando la sangre del suero 29 1 viscoso o
reuma. Mixta con ella arropando después de haberlo tomado, hace
sudar con eficacia, mayormente si se le añade algo de culantrillo,
borraja, tarope o piedra bezoar, cualquiera de ellos. La tengo por
caliente en el segundo grado y seca en el primero o principio del
segundo 2 92 •
La calaminta menor se halla de ordinario sobre canteras de piedra que
el indio llama ytara oata 293. Es muy hermosa a la vista. Crece de
ordinario de tercia y la que más, de media bara de alto. Su flor a
modo de la de la salvia de un color blanquecino tirante a morado, de
olor aromático grave tirando un poco al del corrillo sin ser ofensivo
[249] / al cerebro, como el de tal animalejo.
Sus hojas así mismo aromáticas muy espesas y juntas suaves al tacto,
algún tanto vellosas del tamaño de su dibujo como así mismo la flor
pequeña metida en un cestil a modo de barquito que es el dibujo de
abajo y la flor la de encima. Huyen mucho las víboras de su olor y
con él se atolondran y exasperan pero no mueren. Echándose encima,
como algunos me han dicho lo que es esto, y ciertamente que el que
la tuviese pegada a la piel o en la mano no será mordido de tal
sabandija porque totalmente las aturde 294 y todo se resuelve en librar-

(a) Ms. bon. pone /aneando.


290 Textualmente dice: "no es bien".
29 1Textualmente dice: "sero". ·

2 92Ahí comienza la descripción de la Calaminta aunque no pone título. Ms. bon.


sí pone título.
293 El subrayado es del texto. Ms. bon. pone ltá ratá.
294 Textualmente dice "las ataranta". Atarantar = aturdir.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 47 7

se de su olor y tufo. Hace esta planta una o dos semillitas en su cestil


o barquillo, de olor suave y de color castaño reluciente como aquellas
del nabo.

Sus virtudes

Tiene virtud de calentar, penetrar y deshacer los humores fríos y


viscosos, de desopilar las obstrucciones causadas por dichos humores,
tomada en bebida o su vaho o sudor que lo provoca con grandeza,
como la calaminta mayor es amiga del estómago, hígado y bazo por
lo cual es única en las bebidas con que se pretende calentar y así
mismo en los baños con que se quiere fortalecer y desecar nervios y
contusiones, o deshacer tumores crudos y fríos o haciendo composi­
ciones de unturas o lavatorios para lo cual la uso.
Hállase en gran copia por San Luis, San Lorenzo, San Miguel y San
Juan, en las campiñas sobre dichas minas de piedra.
La yerba mascada y aplicada a las mordeduras de las víboras y así
mismo cocida y bebido su cocimiento es cosa admirable y súbito
remedio y lavando todo el medio con su cocimiento bien caliente y
al mismo tiempo bebiendo medio vaso de él, hace salir por los poros
por sudor todo el veneno frío que estuviere ya intruso en las venas
y entrañas bien 295 sea de serpiente, bien de bebidas y comidas así
como el aguarandio miri. La tengo por caliente en el fin del tercer
grado y seca en el fin del segundo (a).

295 Textualmente dice " ... ora sea de serpiente, ora de bebidas. . . ". Ms. bon. dice
ahora sea de serpiente. . .
(a) Ms. bon. continúa e l párrafo siguiente: Aquí me persuado podía haber
colocado su autor la receta que se puede ver en la página 86 de esta otra. Remitién­
donos a la página 86 del Ms. bon. hallamos las virtudes del esquinanto o paj a vomeca.
Es de destacar el párrafo antes aludido donde el copista corrige al autor primero de estos
manuscritos; con razón Arata sostiene que es una copia.
478 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[250] YERBA DE COLMILLO DE VÍBORA

Con esta denominación y semejante dibujo está recogido en Ms. bon.


en la lámina XLIV En ésta respecto a la que aquí vemos, las raíces están
mutiladas no recogiendo todo el conjunto que aquí vemos. Las hojas
semejantes en posición están más lisas de bordes que en éste, el tamaño
algo mayor. Los dos ramilletes del ápice son mucho más reducidos.
Los detalles de las hojas aparecen también en Ms. bon. aunque
difiere la forma de la hoja de la parte izquierda y la posición de la hoja
de la parte derecha (a).

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerva de colmillo de bivora Cast.0 Yerba de colmillo de víbora
Guaraní. Mboi caá Guarano Mboy caá

La ortografia es lo que cambia de uno a otro Ms.

(a) La leyenda que aquí vemos en la lámina: soliman de la tierra Masculino no


la recoge Ms. bon. ni en lámina ni en el pie.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 479
480 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

(25 1 ] YERBA DE LA VÍ BORA O DE SUS COLMILLOS

Este dibujo que aquí vemos no se halla en Ms. bon. El pie de lámina
se corresponde (aunque no completamente) con el de la lámina ex del
Ms. bon. que en castellano lo denomina Yerba de la víbora, en guaraní
Mboy caá. La leyenda que recoge en la lámina Soliman de la tierra
femenino no es recogida por Ms. bon.

[ 252 ] El Soliman de la tierra o colmillos de víbora se halla de ordinario por


las campiñas donde hay tierra negra en la superficie, en las caídas y
faldas de las lomas. Toda la mata echa de sí leche al cortarla y la raíz
echa como Y sica 296 o resina pegajosa y muy viscosa. Sus flores son
blanquecinas, crece una cuarta de alto la hembra y una tercia el
macho, las dos tienen igual virtud y fortaleza con cierta mordacidad
caliente al gusto y así mismo agudeza (a) mediana. Dicen la mostró
el urón peleando con la víbora, pero además de esta bella gracia tiene
otras no inferiores según personas fidedignas me han informado,
testigos de vista de los casos que a la verdad no la he experimentado
yo, por no ofrecerse la ocasión.
Sí vi el uso suyo en cierto melancólico que la usaba en hallándose
afligido de las molestas ventosidades que causa tal accidente como
adelante diré el modo con que la usaba. Es caliente en el fin del tercer
grado y seca en el medio del segundo (b ) .

Sus virtudes

Si después de picar o morder la víbora se aplica a las heridas o


dando ( c) toda la leche o resina de esta yerba, apaga el veneno, de
suerte que no corre ni hace daño alguno y sus hojas machacadas y
puestas sobre la herida o heridas, en 24 297 horas la cierra dejando
libre a la persona mordida. Si tan presto no se tiene a mano, es
necesario tomar su cocimiento en esta forma: en un cuartillo de agua
se pone a cocer media onza de las hoj as de la yerba hasta mermar la

296 Textualmente "ysica" Ms. bon. pone isuá. Ysica es el nombre de una planta
resinosa.
(a) Ms. bon. dice... "y así mismo con mediana agudeza ".
(b) Ms. bon. lo pone en ordinal 2.
º

(c) Ms. bon. dice dentadas la leche.


297 El guarismo y subrayado es del texto. Ms. bon. lo da en letras.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 48 1
482 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

tercera parte y con una onza de miel se bebe caliente aplicando a las
heridas otras hojas machacadas, y este remedio se repite dos o tres
veces según la necesidad. Algunos van cortando de dicha yerba las
puntas por la mañana y a la tarde vuelven a recoger su resina y la
guardan para dichos casos y cierto que es lo más seguro y eficaz.
Cocida la yerba en la cantidad dicha y bebida dos o tres veces, es
único remedio a los que han dado batacazos (a) de cocidas o rodadas
de lo alto, a los estrujados y contusos de haber cocido sobre ellos
algún peso como tierra o minas o palos o haberles pasado carreta
cargada sobre el pecho. Porque además de deshacer la sangre grumosa,
conforta y cierra las aperciones 298 y roturas internas mayormente si
por fuera la ayudan con emplastos confortativos y abrigo.
A cierto indio en el Colegio de Córdoba a media noche le pasó por
medio del pecho una rueda de la carreta que venía picando y le hizo
pedazos cuantos huesos tiene el pecho por traer más de 1 60 (b) de
peso el eje 299, el cual al atravesar el carril al espanto de los bueyes
por la caída del carretero, lo hizo pedazos y con dicho cocimiento
desengrumé la sangre, soldando los huesos y quedó al cabo de un mes
sano y bueno. Vi usarlo así mismo para la ypocondria merárquica,
decía el tal, que era todo su alivio. É ste, tomaba su cocimiento con
azúcar o con la yerba del Paraguay (c).

(a) Ms. bon. dice bataco de caida.


298 Aperciones aperturas.
=

(b) Ms. bon. pone ciento sesenta.


299 Textualmente dice "exe".
(c) Ms. bon. trae a continuación un párrafo que no aparece en Ms. B. N.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 483

[253] D Í CTAMO CRETENSE

Esta lámina que aquí representamos se corresponde con la CXII en


el Ms. bon. Ambas presentan notables diferencias. Destaco las de este
último respecto al que aquí vemos:

- Raíz con menos prolongaciones.


- Rama inferior izquierda no existe, queda reducida a una hoja.
- Rama inferior derecha con sólo 7 hojas.
- Rama superior izquierda con inflorescencia.

El detalle de la hoja existe en Ms. bon. con las celdillas internas más
pronunciadas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Díctamo cretense Cast.º Díctamo blanco alto
Guarani Caabera mirí Caa cupechí Guaraní Caá cupechi guazú
Caáberá míri

Las diferencias en el pie de lámina son también notables, como bien


puede apreciarse.
CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
484

-'-'---'�- - ������--!

(a¡t., 'j)itlwL) Cutaa �ttvii· . Cdua. mü,· . Ca ét1-¡u1Z-\J. _


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 485

[254] DICTAMO NEGRO

Se corresponde esta lámina con la CXIII del Ms. bon. aunque existen
grandes diferencias sobre todo en las proporciones que guardan las
inflorescencias con el resto de la planta, son tales que el conjunto del
dibujo parece a primera vista muy diferente. En Ms. bon. se presentan
trazos más largos de ramas quedando las inflorescencias muy reducidas,
apenas esbozadas, en comparación con la que aquí vemos.
La raíz es más simple, abocetada y con menos ramificaciones lo que
es ya una tónica general respecto a las raíces más cuidadas del Ms. B. N.
El detalle de la hoja es de forma más acorazonada que la que vemos
aquí casi redonda.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Dictamo negro Cast.º Dictamo
Gua. Caabera Ubae, cacupechi Guarani - Caábera miri

Son diferentes tanto en una como en otra denominación.

[255] Cuatro distintas especies de dictamo se hallan en estas tierras de la


América y en estas Misiones a cada paso así en las tierras húmedas
como en las secas. Dos son blancas y dos negras. La que aquí dibuj o
s e halla de ordinario en partes húmedas y en las que cuando llueve
recogen humedad. É sta es olorosa, de más de una vara de alto. Sus
tallos cuadrados desde su nacimiento sus hoj as vellosas por el envés
y blanquecinas sus flores, tirando a morado. Toda la yerba es aromá­
tica y su flor como aquella del espliego salvaje en una especie 300 de
espiga la cual conforme se va alargando, va echando sus flores cada
dos lunas 301 .
Florece en estas partes en octubre y noviembre y aun en diciembre
en partes algo frías. La segunda es la que se halla por lomas y tierras
de campiña. Hay también otras dos especies de dictamo por las
campiñas muy parecidas al blanco pero oscuras de hojas, muy astersivas
sus raíces, tanto que no me atrevo a usar de ellas en bebidas. Sólo

300 Textualmente dice: "en una como espiga". Igual recoge Ms. bon.
301 Textualmente dice: " ... por espacio de dos lunas". Igual recoge Ms. bon.
486 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 487

para lavatorios de pies y manos hinchados y contusos por ser entonces


única tanto y aún más que las dos arriba dichas, cierto que en
arrancar cosas incadas en la carne no hay quien a ella se compare 302 •
[255] Machacadas las cortezas de sus raíces con sus hoj as y puestas a
cocer, muy cocidas hechas emplasto con unto sin sal o aceite viej o
aplicado sobre l a parte clavada o con palo o espina, o c o n otra
cualquier materia como me lo enseña la experiencia. Por bebida la
tengo por sospechosa porque su sequedad es del cuarto grado y puede
matar comprimiendo los órganos de la respiración, opilando 303 y
volviendo estériles a los que la usaren. Esto lo digo por lo que veo
en su uso, en las edemas hinchazones del escroto de agua o crudeza
que las deseca con tal fuerza que las hace desaparecer a la primera
o segunda emulsión que con ella se hace.

Sus virtudes

El díctamo blanco odorífero que el indio llama caabera miri guasu


pucucaá porque ven que los ciervos caminan a las partes a donde ella
nace y se regocijan con su olor, como nosotros con el bálsamo,
tomando una porción pequeña de sus cogollos o de sus más tiernas
hoj as a modo de medicina, o para quitar el mal olor de otras yerbas
o para adquirir virtud digestiva y fortificar el estómago con su astric­
ción.
Cosa digna de reparo, que los brutos y animales enseñen al hombre
cómo debe vivir sano y que éste a título de racional sea peor que
muchos brutos. Digo esto por muchos que desechando los manteni­
mientos ásperos y astringentes, que confortan los miembros de la
coucción, los fortalecen y establecen, restaurando el apetito perdido
y destragado con comidas blandas y muy suaves al gusto cuales son
las dulces y blandas conservas y carnes imperfectas a veces antes de
ser nacidas son comidas, de aquellos que aman más el gusto que el /
[256] vivir, lo cual tienen por el mayor regalo, como sucede a los come­
dores de birela mongana que comen las crías de las vacas muertas
antes de nacer y cierto es que un pastelero de poca conciencia dicen
daba enmascarados 304 todos los abortos de vacas, yeguas y burras
podía localizar hasta que fue cogido en la maula 305 .

302 Textualmente dice ... "no rinde parias a ninguna de ellas". Ms. bon. pone
igual.
303 Opilación: obstrucción (de los conductos fisiológicos).
304 Textualmente pone: ... "dicen dava debajo de este nombre" . . .
305 Maula: cosa inútil y despreciable. Engaño.
488 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VAL VERDE

Volviendo a nuestro intento, digo que no me espanto que el ciervo


viva tan sano y tantos años pues come el díctamo y semejantes yerbas
y que todas sus partes sean tan medicinales al hombre y su piel tan
fuerte y al así mismo adorno y amparo de valientes.
El cocimiento del díctamo bebido acelera el parto, y saca la criatura
muerta tanto bebido como dado por perfume, su zumo aplicado a la
boca de la matriz deshace las durezas del bazo y lo purga bebido
como aplicado con polenta 306. A modo de emplasto. Quita las espinas
y cosas hincadas en la carne resolviendo la inflamación, el zumo de
su raíz bebido socorre a los mordidos de las más venenosas serpientes
y juntamente, aplicado a las heridas, el emplasto de sus hoj as o
cortezas de su raíz sin más medicina las sana y lo mismo hace con
las que se hacen con instrumentos de hierro envenenadas. Es tal su
vigor que dicen que tomando la yerba y aplicándola a las serpientes
ponzoñosas con sólo su tacto las deja muertas y así mismo usada en
perfume o extendida por la casa expele de ella toda sabandija vene­
nosa y el mal olor de cuerpos apestados de fiebres malignas y
pútridas.
Se dice también que en Candia las cabras monteses (que son los
gamos) y lo mismo los ciervos heridos de los ballesteros, y con las
saetas o arpones hincados que, comiendo el díctamo las arrojan de sí
y presto sanan. La verdad la sabe Dios, lo cierto es que aplicado a
las heridas tanto el blanco como el negro, las cura y evita la corrup­
ción sacando fuera toda cosa extraña a las 24 horas 307 •

306 Polenta: gachas de harina de maiz.


307 El guarismo y subrayado es del texto. Ms. bon. lo da en letras.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 489

[257] TABACO

Esta preciosa lámina se halla en Ms. bon. localizada como CXVIII.


Ambos dibujos son muy semejantes aunque la raíz en el Ms. comparado
está menos ramificada y más corta. Las flores apicales se salen del
recuadro así como los extremos de las hojas laterales por ser las
dimensiones algo mayores que las que aquí contemplamos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Tabaco o nicociana Cast.º Tabaco
Guarani: Peti Guarani: Peti

El sinónimo que da Ms. B. N. en la denominación castellana (nicociana)


no es recogido en el Ms. bon.

[258] Se hallan en estas Misiones dos diversas especies de tabaco, uno


blanco y otro negro. Uno y otro crecen y florecen de un mismo modo
y así mismo producen el curroncillo de su semilla aunque la del negro
es algo menor y más oscura, las hojas algo más largas y anchas, de
ordinario se hallan muchas de a media vara de largo. Es más fuerte
y más eficaz para el uso de medicinas que piden o requieren movi­
miento violento como es el sacar las criaturas muertas del vientre de
sus madres, las pare y saca la sangre retenida. Hay una segunda, o
por mej or decir tercera especie de tabaco silvestre al cual llaman coro
en lengua del cuzco, y aquí entre los indios Petisaete o caay iuy el
cual es más eficaz en los casos de violencia y calentar y resolver que
el grande negro. Sus hoj as y tallos menores y así mismo sus flores y
semillas.

Sus virtudes

La yerba del tabaco es tan alabada de los antiguos que llegaron a


llamarla yerba sagrada, otros yerba Santa y dejando aparte muchas de
las virtudes que de ella escriben pondré aquí algunas muy eficaces
que yo he hallado entre los españoles e indios muy necesarias a la
pobreza de estas tierras tan faltas de medicinas y médicos y mayor­
mente de ciruj anos peritos.
490 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V A LVERDE

C¡t. � , Om�aDza. .
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 49 1

[258] La raíz del coro mascando de ella un pedacito, como una pulgada de
ancho, la muj er que no puede echar la criatura muerta o viva la pare,
tragando el zumo de ella echa luego todo lo retenido si no es que está
tan atravesada la criatura que no puede salir sin que la vuelvan 308 y
esto lo hace con mayor eficacia y presteza si la partera masca otro
pedazo de raíz y con aquella saliva da unción a hijares y cuadriles 309
a la paciente al mismo tiempo que traga la saliva de la raíz que mascó
poniéndola en pie para que salga la criatura.
También la misma raíz mascada a su falta de tabaco negro, seca la
sangre retenida tanto del parto como la menstrua, y provoca las vías
a cámaras y orinas, mata las lombrices y gusanos chatos y otras
cualesquiera sabandij as que se crían en los cuerpos por malos enten­
dimientos.
También las hojas del tabaco, como seis de ellas en un cuartillo de
agua, y con su cocimiento se hace j arabe con seis onzas de azúcar;
tomando dos onzas de este j arabe, por la mañana en ayunas, mata la
lombrices chatas y largas y las saca por la cámara y a veces por
vómito. Yo no he hallado cosa más eficaz ni mejor ni más segura, y
si a la primera vez no mueren todas, se repiten las dos onzas de j arabe
al segundo o tercer día.
[259] También el cocimiento de cuatro de sus hojas cocidas levemente, y
tomando vómito con su cocimiento una o dos veces a la semana, es
único remedio a los que padecen obstrucciones de vías -a los
hidrópicos que comienzan a hincharse o abotargarse-, a los que
padecen ansiedades por humores gruesos y viscosos y a todos aque­
llos que no hacen bien la coucción del estómago porque con su agu­
deza y calor deshace los humores fríos y crudos del estómago (a) e
hígado aunque él tiene enemistad con el estómago y gran amistad con
el cerebro, mayormente cuando hay pestes o vientos corrompidos.
Sus hoj as secas mascadas muy bien y aplicadas a las heridas o llagas
sórdidas y pútridas o a aquellas que ya hacen materia, las mundifica
y cura y lo mismo hace en las muy viej as y sucias.
En las heridas recientes, que no se teme flujo de sangre y sí pasmo,
si se aplica al segundo día, preserva de él y poco a poco las cura,
tapando la parte con una o dos de sus hoj as porque agregan el calor
natural a la parte y la defiende del viento mej or que los paños.
Su semilla, machacada en mortero de palo (b) muy bien y mixta con

3 08Textualmente: "revuelvan".
309 Cuadriles: caderas.
(a) Esta frase no aparece en Ms. bon. está omitida.
(b) Omite "de palo" Ms. bon.
492 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

enjundia de tigre o avestruz, hecho ungüento de fuego, aplicado a la


ciática y dolores de las coyunturas antiguas y penosas, los cura,
teniendo por algunos días dicha untura abrigada con un pañito. La
cantidad de semilla será dos onzas y de enj undia seis 3 1 0. Suelo hechar
a este ungüento dos onzas de vino hirviendo hasta que se consume,
hallo ser eficacísimo en tales dolores.

3 1 0 Textualmente dice "seis onzas yole". Yole = Yola embarcación estrecha ligera
y de poco calado. Ms. bon. carece del vocablo Yole. Lo omito por no ver la relación
de la significación que da el diccionario con la del texto.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 493

[260] VERBENA O YERBA SAGRADA

Aparece esta lámina en Ms. bon. con el número CVI/J. Las diferen­
cias entre ambas no son fundamentales aunque el que aquí vemos es un
dibujo más completo, más perfeccionado y conseguido que el de Ms. bon.
que semeja más un boceto.
El número de hojas e inflorescencias son aquí mayores que en el Ms.
comparado.
El detalle de la hoja aparece también, observándose las mismas
características diferenciales dichas para la planta general.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Vervena o yerva sagrada. Japiypo Verbena verdadera
Guarani Taperiba miri Verbena verdadera

Ms. bon. no especifica si el nombre que da es en castellano o


guaraní.

[26 1 ] Aunque mi intento cuando comencé esta obra, no fue el escribir ni


dibujar ninguna de las plantas que traen dibuj adas los demás herbarios,
por el bien de estos pobres indios, sin médicos, ni medicinas me veo
obligado a darles a conocer las mejores, más útiles y necesarias a sus
dolencias que con tanta abundancia producen sus tierras, como son la
verbena, birga aurea, calaminta, díctamo, poleo, aristoloquia, palo
Santo o guayacan, y así mismo porque hallo que toman unas yerbas
por otras. Para librar de algunas dudas que hay acerca de las figuras
y grandor, pues por razón de ser estas tierras muy húmedas, producen
hoj as, flores y ramos de mayor tamaño, algo cambiadas las flores, por
ello dibujo las hoj as de cada planta del tamaño que es.
Tiene la verbena sus tallos cuadrados encima de los cuales hace sus
semillas en unas espigas a modo de canelones de disciplinas delgadas
en las cuales va poco a poco echando su flor, conforme ellos van
creciendo, como las del llantén, moradas y muy amargas, la semilla
pequeña y parduzca clara (a). La llaman yerba sagrada palomera,
Peristereon en griego por lo mucho que las palomas se regocijan y
alegran con ella y procuran revolcarse y habitar donde ella nace. Se

(a) Ms. bon. dice "parduzca o lava ".


494 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 495

hallan cuatro especies distintas e n estas Doctrinas: l a que aquí dejo


pintada, otra más delgada, más abundante de ramas, de flores y
semillas. Las hoj as más pequeñas, los tallos muy sutiles, que es la
hembra, y la que dejo estampada es el macho, según Plinio y otros
herbarios. Las otras dos especies, se halla una por los campos, la cual
hace un solo tallo muy ralo, sus hojas ásperas y poca flor o canelones
muy parecidos a la verbena la cual de ordinario se halla muy sola y
en desierto, ésta es la que los valencianos cogen por yerba de la
sangre la cual deshace el bazo y saca la sangre y agua contenida en
él por los poros. La cuarta especie nace en los pantanos y creo es el
macho de esta dicha sanguinaria: tiene su tallo de dos varas de alto,
sus hojas muy grandes y así mismo gran copia de canelones con su
flor morada en lo alto del tallo, éste es muy áspero y grueso como
sus hoj as. Las tengo las dos por una misma generación aunque una
se halla en partes secas y la otra en el agua.

Sus virtudes

La verbena o yerba sagrada común son dos: macho y hembra las


cuales poseen una misma virtud. Cocidas en aceite o fritas sus hojas
después de machacadas, y untándose por espacio de tres días la
cabeza con él tibio, quita los antiguos dolores de cabeza, restaura los
cabellos perdidos y restablece los caducos que se quieren caer cuando
los dolores proceden de causa fría. Sus hoj as y raíz cocidas con vino
bebidas y aplicadas como emplastos atajan las llagas que van cun­
diendo y el fuego de San Antón.
Se da a beber contra las fiebres tercianas, el tercer nudo con todas sus
hoj as comenzando a contar desde la raíz. Contra las cuartanas el
cuarto, esto es más eficaz cogiéndola el primer día de luna como lo
muestra la experiencia.
Tomando su cocimiento en ayunas con unas gotas de vinagre de buen
vino y una onza de miel o azúcar por un espacio de tiempo, es
admirable remedio contra las fiebres malignas y pútridas. Contra la
ictericia: tomando de su polvo dos dragmas en vino, su cocimiento en
gárgaras reprime y cura las llagas de la garganta y boca. Cocidas sus
hojas y aplicadas en forma de emplasto mitiga la hinchazón e
inflamaciones antiguas y las llagas que van cundiendo, y mundifican
las muy sucias.
Su cocimiento bebido por espacio de tres días suelda las venas rotas
en lo interno y saca por sudor los cuajarones de grumos de sangre,
por cámara o por orina, por donde mejor conviene.
496 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[263] É NULA CAMPANA MASCULINA

Esta lámina que aquí vemos la recoge Ms. bon. como CXIV La
diferencia fundamental entre ambas es que los dos tallos que aquí vemos
escondidos detrás del detalle de la hoja, en Ms. bon. forman una rama
común quedando perfectamente visible. El detalle de la hoja es recogido
aunque en posición más a la izquierda.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Enula Campana Mase. Cast. Enula Campana
Guaraní Nambui guasu ypegua Guar. Caapé

Como fácilmente se aprecia Ms. B. N. da ambas denominaciones


más completas que Ms. bon.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 497
498 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[264] É NULA CAMPANA FEMENINA

Ms. bon. recoge este dibujo en la lámina CX


Ambos son muy semejantes aunque con las diferencias que ya pode­
mos llamar normales entre los dos manuscritos. Ms. bon. da dimensiones
mucho mayores que Ms. B. N. de tal forma que la planta y también el
detalle de la hoja rebasan el recuadro.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Henula Campana femen. Cast.º Henula campana
Guarani. Ca apeguazu Guarani: Caa ilpé guazu

Es llamativo que recogiendo anteriormente descripción de la énula,


ambos Ms. la escribieran sin h y aquí en la planta femenina, ambos la
escriben con h.
En el nombre en guaraní hay diferencia en cuanto a la ortografia no
de la fonética.

[265] La verdadera Hénula Campana es la que el indio llama caá ñambui


guasu (a) así como el pelitre caá ñambui miri porque los dos son casi
iguales en su agudeza y hervor, con él mascado hacen desflemar
aunque la énula se muestra más aguda y amarga recién arrancada de
la tierra y al mes de cogida se muestra más benigna y menos picante
que el pelitre y esto es por ser criada en el agua, o a las orillas de
los pantanos. Sus hoj as son de a tercia y otras de a cuarta de largo
y de ancho lo que muestra la estampa. Sus raíces son varias en figura
así como las de la caña pero más delgadas y nudosas a trechos, hace
un tallo de alto como vara y media el que más y en lo alto se abre
en varios ramitos para echar la flor, la cual es amarilla como estas
flores de muerto de la campaña, algo menores, muy cortas las hoj itas
del cerco de la flor, así mismo amarillas. Se halla otra énula campes­
tre por las campiñas pero no tan aguda y algo astringente por lo cual
no me atrevo a usarla por énula por hacer las hojas como aquellas del
alelí morado y la flor casi como la de la verdadera énula, pero el tallo
es copudo y a modo de matorral alto de una vara.

(a) Ms. bon. pone "cacá cambi guazú ''.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 499
500 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

Las énulas cogidas sus raíces cuando ella tiene sus tallos secos
después de haber dado su flor y semilla, y en menguante de luna, dura
4 años para el uso de medicina; sus hojas y raíz cocidas en vino bien
machacadas a modo de emplasto aplicado sobre la ciática, quita su
molesto y penoso dolor. Su raíz recién cogida y bien limpia de la
tierra, puesta a secar al sol por espacio de 4 días, al cabo de ellos se
cuece y después de cocida se lava muy bien con agua fría y se pone
arrope o miel o almíbar y así se guarda para el uso medicinal como
es para el asma y tos antigua y para aquellos que padecen de crudezas
y frialdad del estómago, hígado y pecho que es único remedio en
arrancar las materias gruesas y viscosas que causan obstrucciones y
molestas ventosidades.
De esta raíz así preparada, se toman dos dragmas, hecho lamedor o
cocimiento según el enfermo mejor gustare.
Provoca la orina y las partes detenidas después del parto y así mismo
el menstruo. Quita la tristeza y melancolía mayormente en las fiebres
malignas y pestilentes. Socorre a los mordidos de animales ponzoño­
sos y venenosos confortando el corazón y estómago. Abre las vías de
todo el cuerpo y socorre a las punturas 3 1 1 y espasmos de nervios.
Conserva Ja hermosura y rubor de todo el cuerpo, despierta la virtud
genital y es veneno de los ratones. Sus hoj as cocidas y aplicadas
sobre los resfriados miembros a modo de emplasto, Jos sana y vuelve
a su temperamento ordinario. Untadas con su zumo las flechas y
[266] arpones, según opinión de algunos, mata los / animales que con ellos
fueren heridos, es de notable amargor. Su semilla, restregando alguna
parte del cuerpo con ella, la enciende con gran comezón y ardor. La
tengo por caliente en el fin del tercer grado o principio del cuarto
aunque algunos la ponen en el segundo y seca en el segundo aunque
la ponen en el primero, como es Crátevas, Juan de Vigo (a) y otros.
Después de haber escrito lo atrás referido, de la segunda énula que
se halla por las campañas, hallé no ser la verdadera y así hallándola
la hice dibuj ar muy a lo natural. Es su tallo del altor de una vara o
tres cuartas el que menos. Muy distinta en las flores y modo de
echarlas porque las echa a modo de espiga y con cierta flor muy
menuda y blanca la cual es casi imperceptible, sus hojas muy pare­
cidas a las de la énula de Matiolo con un amargor agudo pero no

31 1Puntura: herida hecha con objeto o instrumento punzante.


(a) Ms. bon. pone: lude Bigo notándose que la abreviatura no se ha tomado como
tal. Textualmente pone Jn.ª de bigo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 50 l

picante, como aquellas de la primera estampa, como tampoco sus


raíces. Es dorada, de un verde claro, con un vello, casi imperceptible
en las hojas por la parte de abajo, pero en el tallo es manifiesto. Es
más templada de calor y más benigna en su operación.
Téngola por caliente en el principio del segundo grado y seca en el
primero. Curan, sus hoj as machacadas y aplicadas a las llagas, viej as,
de las piernas y muslos, ingles y brazos y también las heridas y llagas
compuestas con brevedad y seguridad; he sabido que muchos pobres
en el puerto de Buenos Aires, se curaron con ella bebida a la larga
con miel de abej as y pasas de uvas cocidas con dicha énula que allí
llaman yusio 3 1 2 de la pasión gálica, de resfriado o moj aduras compli­
cados los dos.

312 El subrayado es del texto. Ms. bon. recoge yuyo.


5 02 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[267] MENTA SALVAJE

Este dibujo aparece en Ms. bon. con el número CXI. Son semejantes
en disposición, número de hojas y frutos aunque con las diferencias de
tamaño que tanto hemos comentado antes. Esto hace que en Ms. bon.
algunos ápices de ramas queden mutilados saliéndose de los márgenes.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Menta salvaje o yerba de arias Cast.º Menta salvaje o yerba de Arias
Guarani. Cabara caá Guarani : Cabará caá
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5 Ü3
5 04 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[268] YERBA DE ARIAS O MENTA SALVAJE

En Ms. bon. se recoge esta lámina con el número CXVIJ. En ella el


dibujo es más abocetado y de mayores dimensiones. El detalle de la hoja
también lo recoge Ms. bon. aunque con algunas diferencias en el tallo y
en los bordes.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Yerba de Arias. Menta salvaje Cast.º Menta
Guarani. Cabara caa mini Guar. Cabaní caá moroti

La denominación castellana es más completa en Ms. B. N. La guaraní


es algo diferente en la del manuscrito comparado.

[269] La Menta o yerba buena montés que en Cuzco llaman Yerba de Arias
y el indio llama cabará caá, es muy copiosa por las campiñas mayor­
mente donde hay piedras y cerrillos de serranías. Es muy olorosa y
poblada de hojas antes de florecer. Hay de ella dos especies que es
blanca y negra, la blanca es más suave y más ancha y menos largas
sus hojas. La negra las hace más ásperas, verdosas y más angostas y
no tan espesas y saca uno de sus vástagos. La blanca salen de su raíz
cinco o seis muy pobladas de hojas, su olor es entre salvia y mejorana (a)
sus florecillas azules claras muy aromáticas, crece de ordinario al
florecer una vara en alto aunque en tierras pingües se hallan de a vara
y media y aun de más altura (b) .
Hay de este género de yerba dos especies que nacen por arroyos y
alrededor de los bosques, más bellosas y no tan aromáticas a modo
de matorrales leñosos, el tronco a modo de glodolobo, no es tan
medicinal y tan grato al cerebro su olor. Sus tallos son cuadrados.

Sus virtudes

La menta sativa hecha polvo y tomada en ayunas dos dragmas en


agua caliente, quita el dolor de estómago por ventosidad y frialdad.

(a) Ms. bon. pone "mayorana ".


(b) Ms. bon. pone ahí: "su tallo es cuadrado ".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 505
506 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Es contra las lombrices y gusanos, mayormente si se toma una onza


de su zumo o el cocimiento de una onza de sus hoj as cocidas en agua,
echándole un poco de azúcar o miel, tres o cuatro días continuos por
la mañana y la tarde.
También, los polvos de sus hojas soasadas, y después puestas a secar
en un perupé sobre el fuego, tomando peso de un real o dragma que
es lo mismo hecha gachuelas (a) con miel de abej as, cura el aíto de
los niños si tras ello le dan sorbos de agua caliente deshaciendo la
leche del estómago, la echan por vómito o por cámaras y juntamente
conforta los delicados estómagos, les salva de lombrices, de la co­
rrupción que dejó la leche y de las puches 3 1 3 retenidas.
También la misma yerba cocida y dado baño de su cocimiento a
cualquier miembro o coyunturas resfriadas las cura, tomando el baño
algo caliente mayormente la cabeza que proveyera de resfrío.
Sus hoj as machacadas puestas a las heridas recientes, las cura mayor­
mente si se mezclan dos partes de yerba machacada y una de harina
de trigo. Es remedio probado.

(a) Ms. bon. dice gachuala.


313 Puches gachas.
=
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 507

[270] AJENJO PÓ NTICO

La lámina cuyo pie se corresponde con esta denominación en el


manuscrito comparado es la CXI!! aunque el dibujo está reducido al
mínimo. Sólo aparece una hoja en el ángulo izquierdo como detalle en
un primer plano, y el conjunto de la planta queda reducido a un tallito
con tres hojas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Ajenxo Pontico Cast.º Ajenjos poncticos
Cast.º Artemisa
Guarani. Sandiabo guasu Guarani Sandía rogüe miri
Guarani Sandia rogüe guazu

El pie de lámina del Ms. comparado es doble en ambas denomina­


ciones, dos en castellano, dos en guaraní. Es explicado esto en que la
lámina que a continuación recoge el Ms. B. N. y nosotros presentamos,
no es recogida en Ms. bon.
508 CARMEN MARTÍ MARTÍ Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 509

[27 1 ] ARTEMISA

Ms. bonaerense no recoge este dibujo bastándose con el anterior del


Ajenjo donde da las dos denominaciones.

[272] Hallándose dos plantas tan parecidas en las hoj as por estas Doctrinas
que sólo por el color, olor y figura de la flor. Se distinguen porque
el aj enjo póntico hace su flor a trechos del tallo, de color dorado y
suave olor. Se halla cerca de las aguas, en partes de tierras pingües
y a veces cerca de los sembrados, a sus orillas. La verdadera artemisa
es muy frecuente y cercana a los pueblos, por los sembrados y
huertas, es más oscura de color y verdosa su espiga de la flor, que
la hace seguida, en la punta de los tallos aunque al sazonar amarilla
algún tanto.
Cierto que le falta muy poco para alcanzar en virtudes al absintio
póntico dado que no es tan confortativa del estómago ni de tanto
calor como dicho absintio y cierto que a falta de éste, me he valido
de aquélla varias veces con buen suceso poniendo un tercio más a la
dosis. Crece el absintio de más de una vara en altura y la artemisa
poco más de media vara.

Sus virtudes

El ajenj o póntico es único remedio en todas las pasiones de flaqueza


y relajación del estómago, mayormente en las que provienen de
crudezas y frialdad y humedad y así mismo socorre las pasiones y
enfermedades del hígado con notable confortación y con su amargor
mata las lombrices y gusanos. Provocan y purga los humores coléri­
cos por cámara y orina empero no aprovecha nada a la flema conte­
nida en el vientre porque con su notable estipticidad 3 1 4 la detiene y
lo mismo cuando hay flemas en el pecho o pulmones mayormente
cuando es flema gruesa y pegajosa y así en tales casos no conducen
nada a tales pasiones por la razón arriba dicha. Son muy amigos del
hígado y gratísimos al estómago por donde despiertan el apetito
perdido y confortan la digestión. Majados con yerba buena, y leva­
dura y vinagre rosado, aplicados sobre el estómago en forma de
emplasto, restituye notablemente la gana de comer perdida de mu-

3 14 Estipticidad: calidad de estíptico. Estíptico: con sabor metálico astringente.


510 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 51 1

chos días. Sirve a este efecto también el vino de ajenjos. De su


preparación trata Dioscórides en el quinto libro. Es el absintio póntico
caliente en el primer grado y en el segundo deseca en el fin de él o
en el principio del tercero aunque Laguna lo pone por desecativo en
el fin del tercero. En Córdoba se halla el absintio santónico por
maleza a modo del decir vulgar y romano arriba del socavón de la
loma a las orillas del río cerca de los sauces 3 1 5, no he visto por estas
tierras el vulgar y ordinario ajenj o de España el cual con ser muy
amargo y de ingrato olor, es astringente y poco amigo del estómago
y así poca falta o ninguna hace a donde está el Póntico o romano que
todo es uno en virtud y fuerzas según Andrés Laguna y Matiolo
Senense.
[273] Se hallan dos especies de artemisa en estas tierras, una que es la más
ordinaria y vulgar que casi se nos quiere meter en nuestros aposentos
y corredores según es de casera, la segunda especie es más silvestre
y cautelosa pues sólo se halla en desiertos y lugares despoblados, por
las campiñas y cerca de los arroyos o ríos. Es más pequeña que la
artemisa vulgar que es la que doy por estampa. Así mismo, son más
blanquecinas sus hoj as y menores pero la semilla es más abundante
y su flor más olorosa e igual toda la yerba por lo cual la tengo por
mej or y más eficaz en medicina por ser más amarga y aguda algún
tanto más que la doméstica y amiga de poblados. La silvestre es más
eficaz y más pronta en sus operaciones y virtudes. Crece la doméstica
a veces de vara de alto, con uno o más pies 3 1 6, de sólo una raíz. Pero
la silvestre crece una tercia cuando más y con sólo un tallo muy
delgado y sutil. Las dos hacen algún tanto vellosas sus hoj as y tallo
el cual es a veces algo esquinado tirante a redondo 3 1 7 .

Sus virtudes

Su cocimiento es útil a las mujeres para atraer el menstruo, las pare.


Si se sientan sobre él sirve también para desopilar la madre 3 1 8 y
relajar sus inflamaciones. Además de esto deshace la piedra y provo­
ca la orina retenida, aplicada sobre la vej iga, la misma yerba provoca
el menstruo. Su zumo incorporado con mirra y puesto dentro de la
vagina 3 1 9 traen de la matriz las mismas cosas que el cocimiento ya

315 Textualmente dice cerca de los "suabes".


316 Se refiere a tallos.
317 Textualmente dice rotundo.
3 l8 Desobstruye la matriz.
319 Textualmente dice: "la natura".
512 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

dicho. Se beben también tres dracmas de su zumo para los mismos


efectos. Es caliente en el segundo grado y en el fin del primero. Con
esta facultad consta de partes sutiles y tiene cada una de ellas potentísima
virtud de desopilar la matriz y todos los miembros interiores, y en
especial la flor de la menor llamada atanacia (a) por algunos, dando,
de sus flores, machacadas con miel a los niños, les mata las lombrices
y gusanos del vientre y cabeza.
Algunos llamaron a la matricaria artemisia y ciertamente se engañan
poco pues hallo en ella la misma virtud que en la artemisa dado que
su flor y hoja es muy distinta, porque su flor es como la de la
manzanilla y sus hojas como las del apio aserradas y compartidas.
Nace sólo esta yerba por los huertos y j amás la he podido hallar por
desierto ni despoblados y así la llama el vulgo yerba de Santa María
y cierto que le cuadra el nombre porque en su olor y fragancia, desde
lejos da a entender a donde está. (Virtud propia de las vírgenes y
verdaderas religiosas) (b).

(a) Ms. bon. pone Ajanacia.


(b) Ms. bon. pone esa frase entre interjecciones.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5 13

[274] LINO SALVAJE

Está recogido este dibujo en la lámina CXIX del Ms. bonaerense.


Son semejantes aunque los tamaños varían y en el Ms. comparado
la parte superior de la planta queda fuera del recuadro. El detalle de la
hoja es recogido en ambos dibujos, aunque la forma es algo diferente
más abocetada en el Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Lino salvaje Cast.º Lino salvaje
Guarani Mbocayizaete Guarani Mbocayi hesaete
514 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5)5

[275] CHILCA BLANCA

Se recoge esta lámina en Ms. bon. con el número CXX Son seme­
jantes aunque la que aquí vemos es más proporcionado el dibujo en sus
dimensiones. La raíz aquí es mayor. La hoja detallada a la izquierda no
aparece en Ms. bon. completa como aquí la vemos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Chilca blanca Cast.º Chilca blanca
Guarani Caabo yuqui Guarani Caá boqui

El nombre guaraní, como vemos varía.

[276 ) El Bocayi (a) guazú, que dice el indio, que los españoles de estas
tierras llaman lino salvaje, nace de ordinario en tierras baj as, cercano
a arroyos aunque también se halla sobre canteras de piedra donde hay
frescor y tierra gruesa y pingüe. El de los baj os crece de altura de tres
cuartas y más, el de los altos y lomerías crece una tercia el que más
alto, su flor es a modo de alberj as redonda (b) de un color claro y
resplandeciente y en cada una de ellas tres semillas con alguna
viscosidad en la superficie de suerte que cogidas secas y puestas en
agua caliente hacen mucílago como el de la zaragatona pero algo
amargo al paladar, a falta de linaza puede ser quid-pro-quo en los
casos de ablandar, resolver y madurar como lo tengo experimentado,
pero reconozco es más resolutivo que madurativo porque puesto en
los encordios y apostemas en el principio y aumento de su elevación.
Es caliente en el grado segundo y seca en el primero toda la planta
menos la semilla que es húmeda templadamente.

Sus virtudes

La raíz del Bocayi hecha cocimiento una onza de ella o media de sus
cortezas en tres cuartillos de agua y que cueza hasta mermar uno,

(a) Ms. bon. pone: " Ubocayi guazú ".


(b) Ms. bon. pone: "su flor es de color blanquecino tirante al azul, hecha en su
extremo dos y tres cabezuelas a modo de alberjas redonda ".
CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
516
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 517

tiene virtud especial contra las fiebres malignas tomando de su coci­


miento en ayunas ocho onzas con dos de miel de abej as o jarabe de
limón o cidra, asimismo es remedio a las fiebre pútridas y a las
mordeduras de víboras y animalej os que arrojan de su ponzoña a los
que han tomado comidas venenosas o muy frías, a los de temblores
y opilaciones de nervios por obstrucciones frías, a los de frialdad y
crudeza del cerebro y partes de la coucción, a los que padecen
opilaciones antiguas, tomándola con miel de abejas todos éstos de
crudezas, pero en las fiebres es mej or con los j arabes ya dichos
excepto si el enfermo padece algunas crudezas de estómago hígado
o vientre que en tal caso conviene la miel en el principio del morbo.
A falta de la raíz sirven sus hojas y tallo. Tomado su cocimiento,
mixto a partes iguales sus hojas y de verbena con un poco de miel,
poderosamente mata las lombrices y gusanos y las dos adjuntas a una
raíz de tarope en el cocimiento, atajan todo veneno que corre al
corazón como yo he visto en uno mordido de víbora 12 horas después
de haberle mordido, en estado de muerte y con todos los sacramentos,
sin socorrerle otros remedios y triacas.
El caabo yuqui que en la provincia llaman chilca blanca, nace de
ordinario por tierras altas y pedregosas, su raíz a modo de cepa, de
ordinario echa como tres o cuatro pies de ella, de altura de vara poco
[ 277 ] más. Sus hojas son tersas por la faz / de color verde claro y por el
envés un vello muy sutil a modo de afelpado muy blanco. No sé el
de la flor ni semilla sólo se contenta con su lozanía, el nombre de
Chilca blanca nada le cuadra porque en lengua del cuzco, chilca es
la verdadera j ara (a) de España de donde se saca el láudano, esta
blanca, no tiene olor ni resina alguna ni olor de jara, sólo a la vista
es algo parecida aunque en sus virtudes hallo tener algunas de la
chilca o jara y así averígüelo quien pudiere mejor que yo porque a
la verdad no es jara ni especie suya por faltarle todas las señales, a
mi parecer le cuadra mejor el nombre guaraní que quiere decir ramas
que tienen sal y es así que quemando sus ramas y haciendo lej ía sale
de ella cantidad 320 de sal tan confortante al estómago como aquella
de los aj enjos.
Cogidas las hojas y cogollos de esta planta y cocidas en tacho, muy
bien lavándose con su cocimiento las partes magulladas y contusas,
puestas sus hojas a medio machacar a modo de emplasto, notable­
mente fortifica las contusiones y quebraduras de los huesos mayor-

(a) Ms. bon. dice: xara.


32º Textualmente dice "copia".
518 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

mente si se pone en el cocimiento las hojas del aguaraybai miri a


partes iguales.
Así mismo fortifican los miembros relaj ados y cansados del trabaj o o
caminos. Además cura las heridas recién dadas con gran brevedad. Su
cocimiento, aplicando sus hojas machacadas sobre las heridas, las
suele unir por la primera intención. Bebido su cocimiento fortifica el
estómago y detiene el flujo de vientre provenido de relaj ación de
calor y humedad. Es caliente en el grado primero y seco en el
segundo con cierta estipticidad no muy manifiesta.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5J9

[278] EUPATORIO O AGRIMONIA

Aparece esta lámina en Ms. bon. con el número LX Ambos dibujos


son muy semejantes aunque en Ms. bon. están recogidos menor número
de flores, la mitad, que en Ms. B. N.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Eupatorio sua Agrimonia Cast.0 Agrimonia. Eupatorio
G. Bu y Guazu Guarani: Ub'ú guazú
52Ü CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS V AL VERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 52 1

[279] AGRIMONIA DE AVI CENA

Es recogida en Ms. bon. en la lámina LXI. Ambos muy parecidos


aunque con las diferencias de tamaño que ya hemos apuntado en otros
casos. En Ms. bon. los trazos son mayores de forma que la parte apical
sobresale del recuadro.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Agrimonia de Avi cena Cast.º Eupatorio Avicena
Gua. Buy mini Guarani Mbui miri

[280) Se hallan a cada paso por las campañas y tierras de lomerías o sus
faldas el eupatorio de Mesué o agrimonia que el indio dice mbui
guazu 321 al grande y miri al pequeño que es el que nos dibuja Mesué.
El grande se conoce como verdadero eupatorio que no debe nada al
que nos dice Dioscórides el cual hasta hoy no he podido descubrir.
Se llama también eupatorio de Mesué alto agerato y en algunas partes
agrimonia. Crece de alto como dos varas, el tronco a pie del grosor
del dedo pulgar del cual sale c ierta goma muy odorífica aguda algún
tanto y amarga al gusto muy blanca y reluciente de la cual he usado
sin temor en provocar la orina y abrir las obstrucciones más ciegas
y crudas dándola en cocimiento de grama o de raíces de espárragos
con un poco de azúcar. El segundo es pequeño como de media vara,
sus hoj as sentadas y pequeñas, las del grande son del tamaño de las
del coqueri 322 anchas de abaj o y puntiagudas con un vello sutilísimo
a modo de felpadas blanquecinas y sin aserradura o dentada.
Florece por febrero y marzo. Su flor es morada y antes de reventar
un poco amarilla y mucho más después de seca. Hace un copa de
espesas cabezuelas como se dej a ver en la primera estampa, muy
suave y grato olor al cerebro y estómago pero muy amargo al gusto.

Sus virtudes

Muy poco conocida es esta planta en las Indias siendo así que se halla

321
El subrayado es del texto.
322
Textualmente pone "comeri".
522 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 523

tan familiarmente en estas tierras de l a América en todo l o que yo he


andado pero la mej or es la que se halla en partes de serranías como
son las del Tucumán, Salta, Córdoba y en estas Misiones en las del
Paraná y en la otra banda del Uruguay. En los pueblos de San Luis
hasta el de San Ángel. Tiene virtud el eupatorio de abrir univer­
salmente todas las vías del cuerpo humano, provocar la orina y
quebrar la piedra de riñones, y vej iga, resolver por orina el agua de
los hidrópicos, matar las lombrices y gusanos, curar todos los males
del hígado por lo que se llama eupator que en griego epar 323 es el
hígado y por haberla descubierto la primera vez el Rey Eupar y así
conocidamente tiene su mayor eficacia en curar los afectos del híga­
do, mayormente los que provienen de humores crudos que por formar
obstrucciones y éstas corromperse y algunas veces envenenarse, cau­
san enfermedades muy peligrosas.
También el cocimiento de su flor, semilla, hojas y raíces cocidas en
vino y dado de él a beber como cuatro onzas, socorre notablemente
a los mordidos de serpientes y a los heridos con instrumentos enve­
nenados como son flechas y dardos, de ordinario preparados con
venenos muy fríos de animales ponzoñosos corrompidos o dejados
pudrir aunque también los suelen hacer con yerbas.
Asimismo mata las lombrices y gusanos del hígado, estómago y
[2 8 1 ] vientre y s i se absorbe 324 por las / narices su zumo con vino mata los
de la cabeza y huesos cribosos y su eficacia es probada 325 en las
gusaneras de los animales y hombres. Sus hoj as machacadas con unto
de puerco a modo de ungüento, curan las llagas viej as dificiles de
encorar y asimismo las heridas malignas de animales venenosos como
son las de los tigres y perros muy irritados o rabiosos, de los leones
de por acá (a) y de los cuernos de toros viejos. No dudo socorrerá
soberanamente a los atosigados.
La goma del mayor es único remedio en quebrar la piedra de los
riñones y vej iga dando de ella media dracma en cuatro onzas de agua
del cocimiento de su flor o cabezuelas que es lo más electo de toda
la planta. La cantidad de su dosis es varia en los diferentes autores
porque unos le dan una onza y media y dejan cocer por tiempo de un
miserere o hasta que merme de ocho partes una; a estos últimos me
atengo, mandan tomar de su cocimiento cuatro onzas y los primeros
seis, pero yo tomo de los dos, de los segundos cojo el medio de

3 23El subrayado es del texto.


3 24Textualmente dice "sorbe".
3 25Textualmente dice "se conoce" . . .
(a) Esta frase, hasta e l punto, n o aparece e n Ms. bonaerense.
524 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

coc1m1ento, de los primeros la dosis que son seis onzas, esto, se


entiende, cuando no pongo otros adjuntos como suele hacerse de
ordinario que entonces sólo pongo cuatro onzas de su cocimiento
como por ejemplo 326 si pongo media drama de una goma una de
saturea o saxifraga o anís o semilla de hinojo según lo piden los
casos.
La pócima que sigue es probado remedio para cuantos casos se
suelen ofrecer de abrir vías y provocar humores por las dos vías y
mayormente para los cálculos y males de hígado y bazo:

Flor de Euporio con sus ramos y semillas: una dragma; cortezas de


raíz de achicoria, de borraj a, de espárragos, de hinoj os, de perej il y
de apio: de cada una una dragma y media.
Hoj as tiernas de tuya (a), cuatro onzas.
Hoj as de sen, una dragma.

Todo esto bien limpio se pone en una ollita limpia, que sea usada de
hacer comida, con un pollo mediano que sea gordo a cocer en cuatro
cuartillos de agua, de noche, bien tapada y cociendo a fuego manso
hasta mermar más de tres cuartillos. A la madrugada se echa en
escudilla algo grande: una dracma de cremor tártaro bien caliente. Se
pone todo el caldo en la escudilla deshaciendo con cuchara el tártaro.
Estando templada para poderse tomar, no muy caliente se toma y no
se duerme y se repite esta medicina por espacio de siete o nueve días
según la necesidad. Aseguro que he visto buenos sucesos en casos
muy dificiles de curar como son principios de hidropesías, timpanites
y ascitis, ictericia, hipocondría, piedra, obstrucciones muy ciegas y
graves, vahídos y vértigos (b) y principio de manías.

326 Textualmente pone "v. g.".


(a) Ms. bon. pone "tayá''. La tuya es una especie de conífera muy parecida al
ciprés.
(b) Ms. bon. pone "vertigios ".
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 525

[282] VIRGA Á UREA

Aparece esta lámina en Ms. bon. con el número LXII.


Los dibujos son diferentes en cuanto que el que aquí vemos está más
completo.
En Ms. bon. sólo aparece la inflorescencia del centro, carece tam­
bién del detalle de la hoja.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Virga Aurea Cast.º Virga aurea
Guarani: Mbu 'í ybor 'í yu Guar. Mbu'í miri. Ibot'í yú

Como vemos hay concordancia en el nombre en castellano pero el


guaraní presenta alguna diferencia ortográfica y de concepto en cuanto
que Ms. bon. señala miri y no así Ms. B. N.

[283] Crió la Divina Providencia en estas tierras de la América tanta copia


de Virga-áurea, que por donde quiera que (a) se camina se halla, gran
copia de ella, hermoseando los valles y campañas con su pomo
dorado, y hermosa vista, no sin gran providencia de los vivientes, así
animales como hombres, y aves, pues todos se valen de ella como
medicina, unos tomando su flor, otros sus hojas y raíces, como lo he
observado; pero en poca cantidad y no dudo que es con particular
instinto, porque los bueyes, caballos y mulas la toman en corta dosis (b)
uno o dos bocados a lo más: los páj aros y palomas torcaces la toman
su flor, poca: sólo unos páj aros de pecho amarillo o colorado he visto
que la toman con abundancia, como por comida, son a modo de
zorzales, que de ordinario andan metidos entre cortaderas, o a coro
también cojiendo la semilla de aquel que es más diurética que la virga­
áurea, y más violento en provocar la orina y la piedra; los tales
zorzales muy parecidos al pájaro que en España llamamos Cardenal,
aunque mayores, yo los he muerto con el intento de reconocer la virtud
de su carne, la cual comi y es muy densa y amarga, tira a parda como la
de la paloma torcaz, con alguna agudeza en su amargor, la cual no dudo
ser única para los que padecen piedra de riñones y vejiga, así su caldo

(a) Ms. bon. dice textualmente: "que sea mina ".


(b) Ms. bon. dice textualmente: "como dos bocados a lo más ".
526 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 527

como su carne, como la película interna de su estómago, y la misma carne


del estómago tomada en poca cantidad, porque conozco excede en forta­
leza y vigor de quebrar la piedra a la túnica del estómago del avestruz,
porque altera y desabre más que aquélla, y su carne comida o hecha
polvo tomada en vino, o aguardiente, yo he probado la una y la otra,
viéndome apurado de mal de arenas de riñones y vej iga, y cierto hallo
ser más eficaz la de dicho zorzal.

Sus virtudes

La virga áurea tomando de su flor recién cogida toda la flor de una,


se lavará y puéstola a cocer en un cuartillo de agua como dos Credos,
tomando su cocimiento con una onza de azúcar por la mañana en
ayunas, abre las vías de la orina, y saca los humores viscosos, y
gruesos de que se hace la p iedra de riñones y vej iga: conforta el
estómago, y de paso mata las lombrices con natural amargura, y si se
toma a la larga mixta con raíz de borraja o sus hoj as, o con culan­
trillo, libra de todas obstrucciones de vías, por antiguas que sean, y
de muchas ansias 327 que de ellas se originan.
La flor de dos de sus varas después de seca o añej a, puesto a cocer
con un pollo algo grande, añadiéndole unas raíces de peregil, de
borraj a, achicoria, de espárragos, e hinojo: las cortezas de dichas
raíces bien limpias y puesto todo junto a cocer, hasta que esté cocido
el pollo, una escudilla de este caldo con poca o ninguna sal, y si
tuviere en lugar de sal cremortártaro es mucho mejor, y tomado muy
de mañana caliente es único remedio en quebrar la piedra de riñones
y vej iga, y mover a un tiempo las dos vías, apartando la causa formal
de la piedra, y templándola eficientemente este caldo, o pócima, se
toma por espacio de siete (a) a ocho o nueve días seguidos, o interpo­
lados, y si es muy robusto puede mezclarse una dragma de flor de
agrimonia, que no dudo se verá libre de los accidentes de la piedra.
Tales medicinas se deja a la discreción del médico, su dosis, y modo
de tomarlas, según la enfermedad del paciente, o seguidas, o interpo­
ladas, (b) o más cantidad o menos.
Sus raíces hallo que los Indios las cojen para ayudas de cámaras de
sangre, que juzgan ser de gusano o lombrices, y los mismos infieles
la usan para lo mismo, según me dij o un médico de los Guanosas. No
lo he usado, ni sé sus buenos o malos efectos.

3 27 Ms. B. N. dice textualmente: ancias.


(a) Ms. bon. dice textualmente: "siete a ocho dias seguidos ".
(b) Ms. bon. dice textualmente: "o más o menos cantidad ".
528 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[285] CARQUEJA

Se corresponde esta lámina con la L V del Ms. bon. Diferencias entre


ambas:
En Ms. B. N. el dibujo aparece muy ennegrecido. Son algo superior
en número las ramas en Ms. B. N. Las prolongaciones de las ramas son
también algo mayores.

Pie de lámina:

Ms B. N. Ms. bon.
Cast. Carqueja Cast.º Carqueja
Guaraní Yaguarete Caá; caa va pu 'í apui Guaraní Yaguáreté caá

[286] Cuatro especies de carqueja hallo en estas Misiones, la primera es la


que aquí dejo estampada, que es de hoj as tan anchas como un dedo
index, la cual nace a las orillas de montes, y entre matorrales, la
segunda así mismo se halla entre tamanduaí, que son ciertas especies
de j aras; la tercera nace en partes húmedas, y a orillas del agua, la
cual tiene sus vástagos más altos, las hojas más angostas más largas,
y más recias: la cual carga de ciertas florecitas blancas, a modo de
botoncitos. Las otras dos especies arriba dichas no (a) florecen; pero
j amás he podido hallarles semilla, y así juzgo, que son producidas del
aparato de la tierra, y astros, o rocío. La cuarta especie se halla por
serranías, muy pequeña, y muy menuda de hoj as; pero muy aguda y
ardiente, la cual no dudo tiene partes muy corrosivas, y que para el
uso de llagas que requieren comer y extirpar carne fungosa es única,
y aun para ataj ar corrupciones de hueso.

Sus virtudes

La mej or carquej a para el uso de medicina hallo ser la mayor, y a su


falta la segunda de hojas más angostas, y más poblada de ramas, por
ser menos aguda y no tan ardientes. Las cuales cogidas en el mes de
Julio, y secas hecha manoj os, y guardadas para el año ahorra muchos
ungtos (b) inventados para limpiar y curar heridas.

(a) Ms. bon. pone: las otras dos especies arriba dichas florecen.
(b) Ms. bon. pone textualmente "ungüentos ".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 529
530 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

El modo de usar la Carqueja es como sigue: Se coje un manojo de


Carquej a medio machacada, y se pone a cocer en tres cuartillos de
agua, y se cuece hasta mermar la mitad, y dejándola enfriar se cuela,
se exprime muy bien, y con su cocimiento tibio en tiempo de frío se
lava muy bien la herida, o úlcera, y si dicha herida es pútrida, o
corrosiva se le añade un poco de miel de abejas al cocimiento, así en
las úlceras cavernosas, como en las cacoetes {a), con propiedad ocul­
ta, y en las cancerosas echado con jeringuilla, y para encarnarse las
llagas y encorar, se ha de poner a secar la Carqueja que se coció, y
bien molida sutilmente se ha de pulverizar la llaga después de haberla
lavado con el cocimiento, la cura aunque sea muy vieja y callosa, y
para tales llagas callosas es mejor la pequeña, o cuarta especie, y a
su falta la tercera especie, por ser más corrosiva.
(287 ] También 32 8 La Carqueja verde sin machacar, media onza de sus
hojas, y puestas a cocer en un cuartillo de agua, y que dé dos
hervores, dej ada enfriar y colada, y volviéndolo a calentar su coci­
miento, infundiendo cuatro hojas de borraja, y medio puño de Amanbaí
miri, volviendo a colar esta segunda infusión, y poniéndole seis onzas
de azúcar blanca, o almíbar clarificado, y sacar la materia por la boca
b ien, sean las c ausas externas de golpes, o por empiema, o
perineumonía (b ), o por haber quedado de alguna penetrante herida
sangre extravasa, o por llaga del pulmón, porque tengo reconocido en
esta yerba lo que dicen del escordio, que preserva la corrupción, de
suerte, que la carne muerta que se envolviere entre la carqueja no se
corrompe, ni agusana.
Tengo de ella hechas las especies que dicen del escordio, y pasado
más adelante con mejores sucesos que con el escordio, porque es más
encarnativa, y menos acre, y más amiga de la naturaleza humana.
Téngola por caliente en el segundo grado, y seca al fin del tercero,
o a principios del cuarto, por lo cual no se puede dar por bebida, si
no es templando su sequedad, como dejo dicho.
Advierto que lo mejor es no cocerla (e) en cosas de azófar 329 o cobre,
mayormente cuando se ha de usar por bebida, porque con su agudeza
saca el sabor y cualidad corrosiva del cobre.
Sus hojas verdes machacadas, y puestas en las llagas con gusanos los
mata, y cura la llaga, y lo mismo hace con animales, que con hom-

(a) Ms. bon. pone textualmente "cacohetes ".


328 Ms. B. N. pone textualmente "Ytt". Ms. bon. pone "!ten ".
(b) Ms. bon. pone textualmente "pericumonia ". Es análogo a pulmonía.
(e) Ms. bon. pone "Advierto que lo mejor es cocerla ".
329 Azófar latón.
=
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 531

bres, como perros, caballos, bueyes, y ovejas, como lo muestra la


experiencia.
No pretenda matar los gusanos internos con ella, dándola alguno por
bebida, porque con la preparación pierde las partes corrosivas, y no
se puede dar sin prepararla en el modo dicho, porque es tan seca, que
mata a la larga, en dos meses o menos con fiebre hética (a).

(a) Ms. bon. pone "Ética". Fiebre ética = tisis.


532 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[288] SALVIA SILVESTRE

Se corresponde este dibujo con el LXXI! del Ms. bon. En el que aquí
vemos está dibujado el suelo, no así en el comparado. La raíz con los
nódulos y formas más pronunciadas se nos muestra aquí mucho más real
que en Ms. bon. Las hojas son recogidas, en Ms. comparado, en mucho
menor número así como las inflorescencias.

Pie de lámina:

Ms. bon. Ms. B. N.


Casi.º Salvia si lvestre índica Casi. Salvia Silvestre
Guarani y Tupi Caa 'unbé moroti Guarani Caaimbemiri heaquabae Mboi Caá

[289] Cacaimbe moroti he iiqua (a) que dicen los Indios, es cierta especie de
Salvia silvestre, aunque más caliente, y cepuda de raíz, y así mismo
más aguda, y penetrativa, es amarga y con ardor, con alguna estipicidad (b)
mayormente su flor, su raíz por lo contrario es más dulce que amarga:
hay algunas de cuatro y seis onzas 330 muy densas en sustancias, como
aquellas de Ja raíz de China, con sólo una diferencia, y es que la raíz
de la China, o yuápeca (c) es tirante al sabor amargo, y la del
Caaímbé tira al dulce después de seca, y es templada en calor y
sequedad, no dudo cura el efecto gálico, y enfermedades frías, como
la misma raíz de China, aunque no la he puesto en uso, por lo poco
que hay de este mal entre los pobres Indios, que aunque tengan sus
tropiezos de torpezas, no los aflige el Todo-Poderoso con tal cruel
azote; ahora sea por ser más abiertos de poros, y gran calor del Sol,
que sudando se vuelven a recobrar las partes vitales de su natural
calor, o por ser muy ardientes de complesión, de suerte, que con
facilidad se recobran del perdimiento de sustancia, y frialdad del
hígado, y cerebro, siendo así, que sus mantenimientos son muy tenues
y de poco calor, y de ordinario más fríos que calientes, y muy
ventosos. Hace el Caaymbe (d) su flor muy semejante a la de la
Salvia, y asimismo su cestil y simiente pero menor, muy aromático,

(a) Ms. bon. dice textualmente "El Caáimbé moroti ihacuá ··.
(b) Ms. bon. dice textualmente "estipiadad ".
330 Textualmente pone "4 y seis honzas".
(c) Ms. bon. dice "yuá-pecá ".
(d) Ms. bon. dice "Caáimbé ".
LA FARMACIA EN Li\ AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 533

- - -- ------ -------
534 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

de un olor agudo y grave, algo penoso al cerebro, es blanquecina algo


tirante al azul su flor.

Sus virtudes

Es el Caaímbé blanco, o morotí uno de los remedios mayores, y más


eficaces que hasta hoy tengo visto y experimentado, para con su baho
o lavatorio quitar los impedimentos fríos y húmedos de los nervios,
músculos y artejos, que causan baldamientos y manqueras, repitiendo
por baho y baño el sudor que causa su baho, y la confortación que
causa su lavatorio; pero soy de parecer, que si la manquera es viej a
o antigua, como de año, s e prepare primero con j arabes y purge del
humor flemático, y después reciba los sudores hasta tres, y tras ellos
el baño. o baños necesarios, hasta quedar del todo libre de las jun­
turas y nervios; pero si éstos se encoj ieron, o retrayeron, ya es
necesario hacerles unturas resolutivas, emolientes y confortantes, en
esta forma:
33 1 Enjundia de puerco sin sal una libra, cebo de toro l ibra y media,
tuétanos de las cañas o manos de las vacas 4 onzas, flor de Caaímbé
y de manzanilla de cada uno 3 onzas; malvas manzanilla, eneldo y
ruda, de cada uno dos onzas. Toro caá 4 onzas, romero una onza,
todo esto quebrantado, y bien frito en las enjundias a fuego lento, se
[290] dej a estar las enjundias con las yerbas 24 horas, al cabo de ellas / se
vuelve a calentar y se cuela, y se guarda para el uso, el cual caliente,
y a fuerza de fricción de manos se embebe en las partes lesas, y se
arropan y abrigan.
El modo de dar el baho del Caaímbé es como se sigue: se toman las
ramas del Caaímbé, y si es posible con sus flores como cuatro libras,
pon a cocer con 24 cuartillos de agua en olla grande, hasta que
mengüe la cuarta parte, bien tapada, al cabo sácase del fuego, y se
pone al punto en un tacho, que con un palo atravesado por las dos
asas, ha de estar puesto a los pies del enfermo, el cual muy tapado
todo en redondo con frezadas, casi desnudo, puestas las plantas de los
pies sobre el palo ha de recibir el baho con el cual sudará furiosamente,
procurando tener caliente la cama y camisa para mudar el sudor, y
tenderse en la cama, después bien arropado, y si el sudor es muy
grande que enflaquece, se le da algún confortativo, o confortante,
como es sopa en vino, o mistela o aguardiente, y si vuelve a sudar
se le remuda por segunda y tercera vez.

33 1 Ms. B. N. pone textualmente "ynjundia''. Ms. bon. "injundia ''.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 535

A los que son de complexión muy fríos y secos, constipados de poros,


se pone fogón dentro del aposento, con unas piedras de pedernal muy
encendidas, y de cuando en cuando se va echando una en el tacho del
cocimiento para que levante el baho: tras los sudores se siguen los
baños, a los cuales añade un poco de Salvia, y un poco de Romero,
partes iguales de Caaímbé, Romero, y Salvia, cocidos en proporcio­
nada agua y vino a partes iguales, muy tapado, y a fuego lento Jo
cuezo, y así caliente con un paño le voy lavando, o con un mate
echando el cocimiento en las partes lesas, y este cocimiento se
guarda, volviéndolo a tapar con sus yerbas dentro en dicha cura, y no
sólo cura la manquera y baldamientos sino también la gota y artrítides 332
no muy inveterada, de causas frías y húmedas. Socorre soberanamente
a los hidrópicos de viento y agua, y a los opilados por mucho comer,
y poco ejercicio, o vida ociosa 333 y sedentaria, y a los ahogos del
asma en tiempos de vientos fríos y de reumas frías; requiere dieta, y
mantenimiento desecativos, y buen vino, si está acostumbrado, y si no
agua del palo Santo del Guaycuní, o de zarza, o raíz de China simple.
[ 290] Es el Caaimbé caliente en el grado tercero en el medio de él, y seco
en el fin de él, o principio del 4.0 Su raíz es caliente en el primero,
y seca al fin de él (a).

332 Textualmente dice "atritide".


333 Textualmente dice "hidria osiosa".
(a) Ms. bon. termina con el siguiente párrafo: El baho y untura arriba dicho, es
muy eficaz en los espasmos de frío, aunque la causa sea replesión, untando las partes
que se contrahen aliciadas, y la nuca, quijadas, pecho, y espinazo.
536 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALYERDE

[29 1 ) ISOPO MAYOR O NEGRO

Aparece esta lámina en Ms. bon. con el número LXXI, son muy
semejantes ambas aunque con las diferencias que vienen dándose en la
mayoría de las láminas: más perfección técnica en los dibujos que aquí
vemos y figuras más reducidas sin salirse de los límites que marca el
recuadro.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Ysopo maior o negro Cast.º !sopo mayor negro
Guarani Caaimbe h ubae Guar. Caáibe uha bae

[ 292] El Caaímbé negro, que dice el Indio, es cierta especie de !sopo, dado
que es muy distinto, hállanse en esta especie de plantas dos distintos:
uno es negricante, y con un verde muy oscuro, muy ásperas, gruesas
y duras sus hoj as, con cepa por raíz así mismo negricante, que al
cojerla es muy pesada y densa, con algún amargor y estipticidad (a),
de peso de tres o cuatro onzas. La segunda es de hoj as suaves
vellosas, algún tanto más anchas al principio, y más agudas hacia la
punta, con aserraduras mayores, y sin cepa de raíz, en su lugar tiene
raíz larga y gruesa, muy leñosa y dura, es más poblada de hoj as, que
la que aquí doy por estampa, pero en todo lo demás muy parecida a
la negra en el modo de semilla y flor, la cual es morada, y de la
misma eficacia y olor, que de la que aquí doy estampada, y sólo se
distinguen la una de la otra, en ser la una más oscura de color334 en
sus hoj as, y sus flores más encendidas de azul oscuro, en la virtud son
muy iguales. Nace por las campañas en donde hay piedras debajo, y
por las tornerías, es toda la planta de un olor fuerte aromático a modo
de cantueso muy amarga, y algo astringente con agudeza, y algún
fogosidad y agudo al gusto, de suerte, que hace desflemar traída en
la boca, casi como la énula (b ).

(a) Ms. bon. dice textualmente "astipicidad ".


(b) Ms. bon. dice "así como la énu/a ".
334 Textualmente pone "hervor".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 537
538 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

Sus virtudes

El cocimiento del caaymbe (a) negro sive ysopo (b) Americano, toma­
do cuatro onzas de su cocimiento con una de miel de abej as o de
azúcar, mata las lombrices del estómago, hígado y vientre, y las hace
purgar por la cámara. Tomado su cocimiento con agua-miel tiene
virtud de calentar, y adelgazar los gruesos humores del pecho y
vientre. Es contra las inflamaciones de los pulmones y del bazo
tomado a modo de lamedor con azúcar o miel. Ayuda, y socorre
soberanamente a los asmáticos, y tísicos y a los que padecen catarros, y
crudezas del tragadero, o escoriaciones de reumas y en la traquearteria
o canal del pulmón. Tomada la yerba machacada como una dracma
y media con pulpa de higos y oximiel (c) dándole punto a modo de
conserva y tomada al acostarse, abre las ciegas obstrucciones y purga
por abajo la flema y la cólera. Extermina las lombrices y pone buen
color a los rostros, corrigiendo el anhélito corrompido, y es único
remedio a los de vahídos de cabeza, y vértigo, y a todos aquellos que
padecen intemperie fría del cerebro, de adonde se originan varios
[293] accidentes, mayormente / en tiempo de fríos y vientos destemplados.
Aplícase cocida en higos y sal nitro en forma de emplasto contra la
hidropesía puesta sobre el vientre, y contra la inflamación y creci­
miento del bazo, con admirables efectos; pero contra las inflamaciones
cocidas con vino. Su cocimiento bien caliente es contra los cardena­
les de los ojos, aplicado bien caliente, y cocida la yerba con higos y
unas gotas de vinagre, es excelente gargarismo, y esquinencia 335 •
Cocido con sólo vinagre y enjuagándose con él quita el dolor de los
dientes, por reumas y corrimientos. Cocido en agua, y tomando su
vapor hace lo mismo, y quita el dolor de ventosidades de los oídos.
Su polvo molido sutil ( d) y echado sobre las heridas frescas presto las
cura y cierra.
Es caliente y seco en el tercer grado.

(a) Ms. bon. dice "caaimbé .


"

(b) Ms. bon. dice "Ysopo ··.


(c) Ms. bon. dice "ojimiel".
335 Ms. B. N. dice Esquinencia = Angina.
( d) Ms. bon. pone "sutilmente ".
LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 539

[293] 336 NARDO DE LIEBRES O C É LTICO

Se corresponde esta lámina con la CXXJJ del Ms. bon. donde es


denominada Caáfmbé guazú.
Ambos dibujos son muy semejantes aunque éste que aquí vemos tiene
más perfección de detalles siendo también más reducido en dimensiones.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Casi. Nardo de liebres o céltico
Guarani Caaymbe miri hapo guasu bae Guarani Caáimbe guazú

Como vemos, Ms. bon. no da la denominación castellana y la guaraní


discrepa algo.

[294] El Caaymbe miri (a) que de ordinario nace en lomerías, entre cascajales
y piedras, hace su raíz a modo de la de la nuez blanca, de varias
figuras y tolondrones, al modo de la de la China, o yuápecá, y aunque
se distingue mucho en el sabor, y color, porque es dulce al gusto,
aunque es dulce muy escaso. Hay de esta especie blanco y negro,
difieren en el color, y en que el negro tiene a cuatro y a cinco hojas
juntas, en los primeros trechos hacia la tierra o raíz: su flor es
blanquecina, tirante al color de rosa pálido de un olor muy aromáHco
grave, que sólo de olerlo enciende dolor de cabeza con estornudos,
sus hoj as son gruesas densas, y muy ásperas: de suerte, que así verdes
como secas cepillan y alisan el palo más duro (b) y denso, así los
hechos a torno, como las estatuas, de a donde tomó su nombre en
guaraní caaymbe (c) que quiere decir: yerba que afila alisando; aun­
que en este idioma Guaraní se halla que generalmente llaman Caáimbe,
a todos aquellos árboles y plantas que tienen muy ásperas sus hoj as,
y son muchas y muy diversas en figura, y cualidades, porque unos
son calientes y secos, otros fríos y secos, otros calientes y húmedos,
y otros mixtos con astringentes, calientes y fríos templadamente, y así
trataré de sólo tres caaímbés, dejando otros a los que no hallo uso

336 Error del Ms. B. N. Hay dos páginas con la misma numeración.
(a) Ms. bon. pone "Caaímbé miri ".
(b) Ms. bon. pone "el palo muy duro ".
(c) Ms. bon. pone "Caáimbé ".
540 CARMEN MARTiN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

1
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 54 1

medicinal. Hace su raíz muy gruesa, a modo de cepas o batatas


densas, tirante al color amarillo y algunas leonado: su semilla es
como la de las coles, metida en unos como cartuchitos, menores que
aquellos de la salvia.

Sus virtudes

La flor del Caaímbé y sus ramas hallo tener la misma virtud que el
cantueso, aunque algún tanto más caliente, y más desecativo su raíz
es más templada en calor, y más propósito para el uso de medicina,
en cuerpos delicados hecho xarabe de la flor, y espiga del Caáimbé,
y tomado de él dos onzas cada mañana, por espacio de siete días, es
único preservativo para aquellos que padecen humores gruesos, flemáti­
cos y crudos, y para los baldados de frialdad y humedad, lavándose
juntamente con su cocimiento, socorre soberanamente, a los de in­
temperie frías del cerebro, lavándose como digo dichos miembros, o
recibiendo el baño de dicho cocimiento.
El cocimiento de su raíz tomado a modo de lamedor, arrancándolas
por escarro más potentemente que el orozús, por tener partes muy
sutiles y menos viscosas. Su cocimiento simple usado por bebida a la
larga, abre generalmente todas las vías, deshaciendo las más rebeldes
[ 295 ] obstrucciones. / Cura la retención de los menstruos. Purga la matriz
de la muj er. La ictericia, los temblores paroximales, las crudezas del
estómago, y el mal de ojos, que de ellos se origina. Es admirable en
las pasiones de los huesos y nervios, frita su flor en enjundia, o
aceite, y untándose a la larga con él. Lo mismo hace en los dolores
de cabeza antiguos, originados de intemperie fría o húmeda. Es
caliente su flor en el tercer grado, y seca en el segundo. Su raíz es
caliente en el segundo al principio de él y templadamente seca, que
dudo pase de medio grado de sequedad.
5 42 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[296] ALMIZCLE DE TIERRA

Es recogido este dibujo en el Ms. comparado con el número CXXIV.


Ambos dibujos son parecidos aunque no idénticos. El que aquí
vemos recoge mayor número de hojas que Ms. bon. aunque éste las
presenta de mayor tamaño. Los frutos son más visibles aquí que en el
comparado. Recoge Ms. bon. una flor que no se presenta en el que
nosotros estudiamos. El detalle delfruto es igualmente recogido por Ms.
bon. aunque al lado derecho.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Almiscle de la tierra Cast.º Almiscle
Guarani Mand'íyu reiiqua raiyngue Guarani Mand'íyú r"1acuá

[2 97 ] El Almizcle de la tierra es planta muy parecida a la del algodón,


aunque sus hoj as son algo mayores, y más vellosas, con color más
blanquecino, a causa del vello ser largo : echa así como el algodón de
una raíz o cepa varias ramas muy compartidas y hermosas, de altor
de a vara y cuarta, o de vara y media, sus flores son amarillas mismo
como las del algodón, de las cuales se forman como una pirámide
ochavada, ancha de en medio, y puntiaguda en los extremos, compar­
tidas en cinco o seis cuarterones, con ciertas túnicas que los dividen
interiormente con suma perfección al centro, en medio de las cuales
hace cierta semilla como aquellas de las alhobas de color castaño
oscuro, la cual semilla en llegando a perfección huele al olor del
almizcle de los Caimanes que en Guaraní llama Yacaré, que es el
almizcle de esta América: dicen ser los testículos del Yacaré macho,
yo lo he tenido, y cierto, que es mozco, que para medicina no es
inferior al que nos venden a veces adulterado, y así, volviendo a
nuestro intento digo, que esta planta es almizclada su semilla, de
suerte, que toman su olor las cosas en que se guarda, y así mismo el
tabaco hecho polvo y nada dañoso su olor encendido, de suerte, que
es más cómodo a los encendidos de complesión, y así no corre riesgo
el dar bahídos el cerebro (a). Conserva el olor dicha semilla por
espacio de cuatro años, y aún más, hay algunos de los cartuchos, o

(a) Ms. bon. pone textualmente: "dar bidos al celebro ".


LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 543
5 44 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

perillas, que echan de sus entrañas cien granos, y a veces más, y otras
menos.

Sus virtudes

Su semilla machacada en unto sin sal, y como una dragma y media


de levadura, es único madurativo de los diviesos y forúnculos, que
con grave pena meten su raigones hasta los huesos, con calentura y
grave dolor; lo mismo hacen sus hoj as cocidas y pisadas con lo dicho.
Las hojas tiernas suyas, o sus cogollos son muy refrigerantes, puestos
en los clísteres, en las fiebres e inflamaciones internas, así aplicadas
por de fuera, como tomado por de dentro, y así mismo en los baños
con que se pretende humedecer y refrigerar. Es único remedio toman­
do de la mata sus hoj as y cortezas por ser muy templadas, muy
anodinas sus cualidades, como se ve en los emplastos madurativos
para las grandes y reumáticas apostemas y abcesos, que vienen en
grave dolor y ardor, que templando los dos con suavidad los supura
y llega a su perfección, porque con ser templada en su frialdad tiene
partes calientes y viscosas, mixtas en la superficie, así como la malva.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 545

[298] BLEDO BLANCO MENOR

En Ms. bon. aparece este dibujo con el número LIX. A unque bási­
camente es el mismo dibujo está muy reducido en número de hojas en
Ms. comparado con sólo siete ramas y en cada una de ellas 4 ó 5 hojas
solamente.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Bledo blanco menor Cast.º Bledos blancos pequeños
Guaraní Caárurú miri moroti Guaraní Caárurú moroti

Como puede verse, las diferencias en las denominaciones son nimias


aunque manifiestas.

[299] El bledo menor que el indio llama Caárurú miri, es de dos maneras,
uno blanco de hojas, y así mismo de espiga, de semillas con algunas
manchas j aspeadas en las hoj as, las cuales hacen del tamaño que aquí
pinto: su raíz es de ordinario una sola muy larga, y metida a las
entrañas de la tierra, tiende sus ramas en contorno de su raíz pegados
a la tierra, así como la grama, que es el que aquí dejo estampado;
hállanse algunos que levantan de tierra sus ramas, las cuales son poco
manchadas sus hoj as, y más claras las manchas, el cual tengo por el
macho, y la que aquí dibujo por hembra, que es más eficaz, y más
aperitiva así en el purgar el vientre, como en provocar la orina.
Hállase otro muy semejante en la figura, y artificio de sus hoj as y
semillas, pero muy menor de hoj as, y sin mancha, los vástagos, más
delgados, y las espigas en mayor abundancia, y bien pobladas de
semillas; las hoj as de un verde oscuro, el cual es mucho más eficaz
que el blanco, pues con la mitad de cantidad que de él se tome se ve
más pronta y violenta evacuación, así tomado por bebida como en los
clísteres.

Sus virtudes

Todas las especies de Bledos comidas sus hoj as cocidas con caldo de
carne, son lubricantes del estómago y vientre para comer son mej ores
aquellos que no han echado flor ni semillas, mayormente estas dos
especies menores, que se hallan muy de ordinario en las huertas,
546 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS YALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 547

alrededor de los sembrados, en medio de ellos, y por los parajes


abatidos, alrededor de las casas por donde pisan, y caminan de
ordinario; en tierras estercoladas cerca de viviendas, que parece se
nos quiere (a) dar a conocer y meter por nuestras puertas a socorrer
nuestras necesidades.
Una onza del bledo negro, que es el más pequeño y achaparrado a
tierra, cocido en un cuartillo de agua, hasta mermar la tercera parte,
tomado su cocimiento caliente con poca azúcar, suelta la retención de
la orina sin peligro alguno, y libra de los dolores y congojas, que
causó dicha retención; mueve el vientre si al día siguiente se vuelve
a tomar la mitad de la cantidad dicha, y j untamente las arenas de los
riñones y vej iga, y el blanco hace lo mismo pero dado en doble
cantidad sus hoj as o cogollos con sus tallos, o a lo menos onza y
media. Tomando sus hoj as y tallos por yerbas en los guisados abre las
vías, y ablanda el vientre astrito (b) y seco, y es admirable remedio
a los que padecen de mal de piedra, tomadas un día sí y otro no.
Una onza de cualquiera de los dos puesta en cocimiento en los
clísteres, o ayudas los aguza, de suerte, que hace hacer cinco o seis
cámaras muy copiosas como de purga, famosa ayuda para replexiones
de humores gruesos, que causan convulsiones, y estupores, o perle­
[300] sías. / Yo la confecciono ( c) en el modo siguiente, para tales casos,
y aseguro que con muy buenos efectos.
Malvas, manzanillas, eneldo, y parietaria de cada uno media onza.
Bledos una onza, afrecho lavado un puñado, cuécese todo en tres
cuartillos de agua, hasta mermar la mitad, y colado se le añade cuatro
onzas de miel de abejas. Sal media onza o una, aceite dos onzas, todo
bien batido. Se echa de este cocimiento dos ayudas cada día, por la
mañana, o por la tarde, que son únicas en las retenciones y durezas
de vientre; en los que padecen de piedra, y mayormente en los que
de mucho comer están repletos, o se ahítan 33 7 a causa de espasmos,
perlesías, atontamientos, vahídos de cabeza, y de varios accidentes.
El Bledo blanco cogido tierno y puesto en la olla con su poco de
perej il y coles, relaja suavemente el vientre y estómago, no requiere
ser de ordinario porque provoca tan fuertemente la orina, que debilita
las fuerzas, causa que me valgo de él para los que padecen de
hidropesía, e ictericia, opilaciones de crudezas, replexiones de humo-

(a) Ms. bon. pone: . . . "que parece se nos quiere dar a conocer y meter por
nuestras necesidades ".
(b) Ms. bon. pone "estricto ". Astricción: acción y efecto de astringir.
(c) Ms. bon. dice: "doy la confesión ".
337 Ahitarse : ser flaco de estómago. Cuando la comida se pega al estómago y allí
se fija. Indigestarse.
548 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

res crudos, y reumáticos 338 , ahogos de corazón, con falta de respira­


ción.
La corteza de sus raíces (a) es en todos estos casos más eficaz, como
así mismo los pomos, o espigas de su flor y semilla. Cogida una de
sus raíces y, raspada de la tierra, untada en aceite y metida por cala,
descarga el vientre de los excrementos, y lo mismo la matriz de las
mujeres.
Los polvos de la corteza de su raíz, después de bien seca al sol, y
metida sutilmente por las narices, descarga la cabeza de los pesados
catarros y romadizos, y de los antiguos y molestos dolores de cabeza,
lo mismo hace el cocimiento de toda la yerba sorbido por las narices
dos veces al día, con más eficacia que la raíz de acelga, y semilla de
fienogreco, o alobas.
Estas dos especies de bledos pequeños no los vio Dioscórides, ni
Andrés de Laguna, ni yo tampoco en España, a donde todos los de
allá crecen en alto, y hay blancos, colorados y negros, y si yo no los
viera usar con buen suceso no repararía j amás en cosa tan abatida y
ratera.
Téngolos por calientes en el primer grado, y húmedos en el segundo.

338 Reumatismo: se refiere al corrimiento de humores.


(a) Ms. bon. dice: "de su raíz ''.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPA RAR MEDICAMENTOS 549

[30 1 ] VERDOLAGA PALUSTRE

Se recoge este dibujo en la lámina CXXIII del Ms. bonaerense. No


aparece el claroscuro que aquí vemos en hojas y raíz estando las hojas
en blanco y la raíz en blanco y negro. Las proporciones de raíz a tallo
son diferentes mostrando el Ms. bon. la parte aérea de la planta noto­
riamente mayor que la raíz.
El número de ramas es el mismo pero el de hojas contenidas en éstas
es menor así como el de inflorescencias apicales.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Berdolaga palustre Cast.º Verdolaga palustre
Guarani Caá hay Guarani y Tupi Caá ahy

[302] El Ca ahái (a) es una planta muy agradable a la vista, y muy hermosa
en su nacer y crecer; sus vástagos son de una tercia de alto recostados
en tierra, aunque sus puntas con su flor se levantan en alto, hace sus
florecitas como las de las lentej as, y asimismo su fruto. Sus hojas son
de verdor claro, como las de las verdolagas, algo menos gruesas y
más densas: los vástagos son correosos y recios. Su raíz larga y en
medio leñosa, como la de la achicoria. Sus flores tiran a morado muy
claro. Hallo ser esta planta muy medicinal así para bebidas, como
para ayudas y comidas: sus cogollos en guisados para fiebres ardien­
tes, y personas de complexión colérica. Estoy por decir, que iguala
a la escorzonera en el uso de medicina, y es muy grata al estómago
y corazón, accidentados de calor putridinoso, y fiebres ardientes:
nacen por las tierras aradas y pingües campiñas, donde hay tierra
negra.

Sus virtudes

La corteza de su raíz limpia, y quitado lo leñoso, bien cocida con


caldo de ave, tomando éste por sustancia, es un admirable remedio en
las cámaras de sangre, que provienen de pestilencia, tomando al
mismo tiempo el agua cocida con sus hoj as y asimismo ayudas,

(a) Ms. bon. dice: "Caá ahái ''.


550 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AM ÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 55i

lavativas hechas con un puñado de sus hoj as muy cocidas, con otro
de hojas de arasa miri (a) de hoj a ancha, o de añangapirí, o guabiyu (b ),
colado se le añade dos claras de huevo, todo bien batido, y un poquito
de azúcar, o miel de cañas, y se usará a menudo muy tibias, y media
ayuda a cada vez.
Así mismo usada en el mismo modo arriba dicho socorre con admi­
ración a los de fiebres pútridas, y tabardillos, y en las fiebre malignas
y pestilentes, que por la corrupción del viento son muy ordinarias en
estas tierras de las Misiones, y Paraguay, por la gran demasiada calor
y humedad; pero se ha de advertir, que en estas fiebres cuando se use
en ayudas se ha de mezclar con las ayudas purgantes, o emolientes,
según la necesidad del enfermo.
También 339 el agua de sus hojas cocida y dejada enfriar tomada por
ordinaria bebida, es único remedio en deshacer y liquidar los humores
gruesos y salados de que se engendran lombrices, piedra de riñones
de causa caliente y seca, o caliente y húmeda, porque junto con su
suave acritud tiene partes muy sutiles y emolientes. Yo lo mezclo con
el culantrillo de pozo para tales casos, dos partes de sus hoj as y una
de culantrillo, que el indio llama amanbái miri.
Un manojo o puñado de sus hojas, cocidas con otro puñado de cebada
en dos cuartillos de agua, dejado hasta mermar la mitad, colado el
[303] cocimiento y / puesto con una onza de azúcar, puesto al sereno parte
de la noche en verano, y tomado en ayunas, es único remedio en los
males de encendimientos de riñones y ardores de orina, purgaciones
que llaman de garabatillo, por el grave dolor y ardor, que causan al
pasar las materias por las carúnculas 340, o llagas de la vía de la orina,
por ser las tales materias muy acres, o saladas. Yo en estos casos de
purgaciones añado a las dos arriba dichas, la doradilla, o el culantrillo
de pozo y lo dejo en infusión hasta que se enfríe dicho cocimiento,
y a falta de éstos pongo cuatro hoj as de borraja, para que así corran
más presto las materias y se libre más presto el enfermo de pena.
Hállanse de esta yerba otras dos especies mayores de hoja: la una la
hace vellosa, peluda, y no florece, como éstas; posee partes más
viscosas como la malva, y sirve en su lugar a falta de la malva, así
para ayudas, como para ablandar y sedar dolores.
La tercera hace las hojas mayores que esta segunda, lisas como
aquellas de la verdolaga grande o mayor, y asimismo sus vástagos

(a) Ms. bon. dice textualmente "Arazai miri ."

(b) Ms. bon. dice textualmente "guabiyui ".


339 Ms. B. N. pone textualmente "ytt". Ms. bon. "!ten''.
34° Carúnculas: carnosidad eréctil.
552 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

largos y derechos hacia arriba. Es así mismo emoliente fría como


dicha verdolaga silvestre, que nace por los sembrados y campañas. Es
más segura en medicinas que la verdolaga hortense, que el indio
llama Caárurúquirá miri. Es admirable remedio en los casos de calor
y sequedad, así puesta en los guisados o comida, como por bebida y
ayudas (como su primera especie que aquí dejo dibuj ada), aunque
hallo es más fría y húmeda, menos emoliente, y no tan cordial en las
fiebres en que se pide desecar, como en las pútridas y pestilentes.
La primera es fría en el primer grado, y seca en el segundo. La
segunda es húmeda en el segundo grado, o primero, aunque demues­
tra tener en la superficie algunas partes calientes. La tercera es fría
en el principio del grado tercero, y húmeda en el fin del segundo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M ED ICAMENTOS 553

[ 3 04] CAMALEA O ACHICORIA DE BURRO

Aparece este dibujo en Ms. comparado en la lámina XXVII.


Ambos se nos muestran muy parecidos aunque el que aquí vemos
tiene mayor número de hojas y éstas son más prolongadas que en Ms.
bonaerense. La flor del lado izquierdo es bastante mayor en esta lámina
que aquí vemos. El detalle de la hoja horizontal también lo recoge Ms.
bon. aunque da más idea de realidad y perspectiva el que aquí se
muestra.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Camalea Ve! achicoria de burro Cast.º Camalea
Guarani. Caa Uguai guasu pitabae Guarani. Achicoria Caá uguai guazu

[306] El caáguay guasú, que quiere decir achicoria grande, se halla por las
campiñas y lomerías de los pueblos de San Ángel, San Juan, y San
Miguel, y en el de la Concepción; sus hoj as son de a cuarta de largo
sin dientes ni aserraduras por el envés, algo vellosas; echa cada una
su tallo de a tercia de alto, y en la cumbre una especie de alcachofa,
lo interno de la dicha alcachofa blanco, y que se resuelve a lo último
en flecos, con su semilla algo larga y gruesa como las de las lechu­
gas, blanquecinas; su flor es colorada, y su raíz de a tercia de largo,
del grosor que demuestra la estampa algunas, y otras menos, según
la tierra sea de fértil y blanda. La comen los indios en tiempo de
hambres, y así mismo se valen de ellas para medicina, como se dirá
adelante.
Consta de partes amargas y agudas su raíz, mayormente la corteza,
no tiene parte leñosa en lo interno, como las demás achicorias de
estas Misiones, que son tres diversas en la figura de sus hoj as, y por
ser tan conocidas de todos no las dibujo, por ser las otras tres muy
semej antes a las de la Europa, así en figura como en virtudes; esta
cuarta me pareció conveniente el dar su dibujo, como cosa especial.
Téngola por caliente en el grado primero, y seca en el segundo, al fin
de él. Consta de partes frías su interior, pero su corteza es caliente
como digo.
CARMEN MARTÍN MARTÍN y JOSÉ LUIS VALVERDE
554
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 555

Sus virtudes

Además de ser mantemm1ento muy bueno echada a cocer con la


carne, y asada debajo del rescoldo, su raíz, tiene virtud desopilativa
y aperitiva de vías; corrige la putrefacción de los humores dada a
comer en el sustento de los enfermos por comida, o por bebida.
Deshace la piedra de la vej iga su cocimiento en ayunas, según me
han asegurado, y asimismo provoca las arenas de los riñones, y abre
las obstrucciones de las uretras y vías de la orina.
Su raíz asada en el rescoldo y comida con sal, me asegura cierto indio
práctico, ser remedio a las cámaras originadas de gusanos, y a los
vómitos, y relaj ación de estómago. Lo que puedo decir es, que asada
y dado a comer con vinagre y sal, a modo de ensalada de cardo,
reprime los fluj os de vientre y los disentéricos; a los celíacos hace
bien echar vinagre y miel de abej as a partes iguales: para los cuales
es también único remedio los perotillos negros, o judijuelos 34 1 muy
cocidos, hasta que todos revienten. Poniendo sobrada sal y miel de
abej as, para la diarrea, y para la disentería. Para flujo epático con
vinagre bastante y poca miel, que es aprobado remedio dado por
sustento.

34 1 Se refiere a judía o fruto.


556 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

[305] LLANTÉ N SILVESTRE PELUDO

Se recoge en Ms. bon. en la lámina XXVI.


Siendo las dos láminas muy parecidas, resalta que Ms. comparado
sólo recoge seis espigas mientras aquí vemos siete. Las hojas se hallan
dispuestas en igual posición, las raíces son, en el que aquí vemos, más
numerosas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Llanten silvestre peludo Castellano Llanten silvestre peludo
Gua. Caayuqui Guaraní Caá yuqu 1

La concordancia en ambas denominaciones es total.

[3 06] Del Caá yuqui, o Llantén silvestre de estas Misiones se hallan dos
especies en todo muy parecidas, es a saber, mayor o menor: el mayor,
[307] y más eficaz es el que aquí doy por / estampa, el cual hace sus hoj as
largas de a cuarta, y a veces de a tercia no muy anchas, y puntiagu­
das, sale de una raíz siete u ocho varillas con espigas, y a veces más
altor de media vara, se hallan por las orillas de los ríos y arroyos, y
por lugares húmedos, pero no sombríos. El menor se halla por las
campiñas, y caminos a cada paso (como suelen decir), los dos son
vellosos, mayormente por el envés; otras dos especies se hallan del
acuático, que no desdicen en nada de la estampa de Mathiolo, y
Dioscórides, los cuales constan de las virtudes que ellos dicen; pero
estas dos terrestres que se hallan por estas tierras, hallo, que desdicen
del original, en ser más delgadas y angostas sus hojas, y ser peludo,
y la espiga del mayor más larga, y no tan gruesa como la del
ordinario llantén; y también la hallo ser más astersiva, menos fría, y
más seca, por donde juzgo ser frío en el grado primero, y seco en el
principio, o medio del tercero.

Sus virtudes

El zumo de este Llantén después de bien machacado, exprimido, y


dado de él a beber onza y media con una dracma de bol de aquí es
único remedio para retener cualquier flujo de sangre que sale de lo
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 557
558 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

interno, o sea del pecho, hígado, bazo, o estómago, y para el flujo de


narices haciendo mechas de hilas, o de trapo, y meterlas mojadas en
él, por los caños de dichas narices, cuatro o cinco veces continuadas.
Asimismo restaña la sangre menstrua inmódica de los meses, y lluvia,
y metiendo mechas por aquella parte donde sale hasta que se estan­
que, es eficaz remedio.
Hallándome una vez en cierto aprieto de una pobre india, que del
pulmón arrojaba gran copia de sangre, sin poder recibir el Viático, le
di onza y media de zumo con ocho granos de caparrosa, y súbito
restañaron la sangre, y no volvió a salir más en más de un año, que
por curiosidad le pregunté, y esto le había sucedido ya varias veces,
que pareciendo imposible por la sospecha de la llaga del pulmón me
certifiqué, y fue así, que j amás le volvió y cobró salud.
A dos de los de casa, Padres de estas Doctrinas retuve dos flujos del
pecho copioso con sólo el zumo; hacen lo mismo los polvos de la raíz
y hojas, dados en el cocimiento del llantén con tres granos de alca­
parrosa, o en vino algo tinto.
Cura las llagas y heridas con destemplanza caliente; su cocimiento y
sus hojas estancan el flujo de venas y arterias menores cortadas,
amasando el polvo de la alcaparrosa, quemada con la yerba, y raíces
muy bien machacadas, sirve también a los flujos de sangre de las dos
vías, bebiendo su cocimiento con claras de huevo, echado con jerin­
guilla.
LA FARMACIA EN LA A MÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS 559

[308] ACETOSA MAYOR O CONSUELDA MAYOR

La lámina CXXV del Ms. bonaerense recoge este dibujo, son ambos
muy semejantes con igual disposición de flores, ramas y raíces.
Las dimensiones son mayores en el manuscrito comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Acetosa maior sive consuelda maior Cast.º Acetosa mayor sivi Consuelda menor
Guarani . fbiaguasu y nambu yeti Guar. Ibia guazu saete pitá

Varia la nomenclatura de uno a otro manuscrito.


En el nombre en castellano consuelda menor la llama Ms. bon.
En el nombre en guaraní también varia la segunda parte del nombre.

[ 3 1 O] El ichia pita ynambuietr (a) que dicen Jos Indios, es cierta especie de
acetosa silvestre, que nace por las campiñas donde hay minas de
piedra debajo, y a veces adonde no la hay. Sus ramas se extienden
por encima de tierra con su flor amarilla de color muy subido y
resplandeciente, sus raíces no guardan orden, así como las de la
batatilla de D. Antonio, saliendo a trechos a modo de nueces de su
raíz dos, tres, o cuatro; cuando se hallan sobre piedras no tienen más
que una batata del tamaño de un huevo, de peso de cuatro onzas y
más, es de sustancia densa, algo filamentosa cuando verde, y seca
pasa a tal densidad y dureza, cual si vuese palo de box (b) es ácida
y astersiva al gusto, algún tanto agria, y a un mismo tiempo amarga,
y es por su corteza, que es amarga y astersiva en extremo al acabarse
de coger, por donde se hace templada la frialdad, que muestra en su
ácido tirante a agrio.

Sus virtudes

La raíz del yb'í.a (c) cocida, y bebido su coc1m1ento, y as1m1smo


cocidas en las viandas y comida, es único remedio en la disentería

(a) Ms. bon. dice textualmente "lbia guazú o pita ".


(b) Ms. bon. dice textualmente "palo de bos ".
(c) Ms. bon. dice textualmente "lbía ".
CARMEN MARTiN MARTiN y JOSÉ LUIS VALVERDE
560
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLON IAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 56 1

originada de cólera y sangre, asimismo cocidas sus raíces, quebranta­


das un puñado, mixto con otro de rosa seca, y medio de afrecho, con
poca sal, puesto por ayuda o lavativa, cura las úlceras de los intestinos
gruesos, que de ordinario se hacen en el recto, por la detención del
humor, y excrementos acres y ardientes echada por mañana y tarde;
y no sólo es remedio en la disentería todo lo dicho asimismo y con
admirables sucesos lo es en las fiebres malignas y pestilentes, que
prorrumpen en cámaras de humores bi-Iiosos con fluj os epácticos y
disentéricos, enfermedad muy ordinaria en los Indios, y habitadores
de estas tierras, a causa de las muchas lluvias e inundaciones de estas
tierras tan bajas a donde viene el conjunto y congregado de las aguas
de las tierras altas y serranías más lejanas a parar en estos ríos tan
caudalosos, como es el río Paraná, Paraguay, Uruguay, Yyuí guasú (a),
Ybícuí (b), Piratini, Uruguaí pitá, Aguapey, Taquarí, Atingi, Miriñai,
Ouarey (c), y otros muchísimos arroyones grandes y caudalosos, que
por unas y otras bandas del Uruguay y Paraná entran a tomar madre
en estos dos.
El lbiá guazú recién sacado de la tierra y mascado, hace desflemar por
saliva todos los corrimientos de calor, que vienen a los dientes y
muelas, y los conforta y arraiga, con notable prontitud quitan de él
el dolor.
Es frío en el primer grado, y seco en el tercero.

(a) Ms. bon. dice textualmente "Jyui guazú ".


(b) Ms. bon. dice textualmente "/bicui ".
(c) Ms. bon. dice textualmente " Tacuari, Cuarei ". Omite Atingi.
5 62 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[309] CONSUELDA MAYOR AMERICANA

Como consuelda mayor índica es recogido este dibujo en la lámina


CXXVI del Ms. bon. Ambos dibujos son muy semejantes aunque con las
diferencias de tamaño y perfección técnica que viene siendo la tónica
general en estas comparaciones.
El párrafo que aquí observamos en el recuadro no aparece en Ms. bon.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Consuelda mayor Americana Cast.º Consuelda mayor indica
Guarani Caá'íta Guasu Guaraní Caáp'íta guazu

[3 1 O] 342 El Caá pitá guasú, es muy semejante al Salsifrago mayor de Dioscórides


y Laguna; pero no en Ja flor, y parte de su raíz, que es a modo de
batata larga de una cuarta, y algunas del grosor de Ja muñeca de
muchachos de ocho a diez años, en disminución su grosor hasta Ja
punta, con ciertas raicejas que salen a trechos en contorno de la dicha
principal, su flor es pequeña y blanquecina cenicienta, su simiente es
larga y se disuelve en flecos al estar sazonada, el color de lo interno
de la raíz es encamado, tirante al color cetrino, amarga, y muy
astersiva, de una sustancia tierna fistulosa con algunas hebras, o
filamentos muy sutiles, los cuales después de mascada se conocen; es
poderosísima consuelda, en todo excede a Ja de Europa; pero cuando
se da por bebida se debe dar con gran cautela, así por infusión como
en sustancia, porque comprime y cierra las vías con gran presteza, y
puede ser de suerte que mate: y además de éstos tiene no sé qué
especial enemistad con el estómago, como la nicociana, o tabaco,
como lo muestra de sólo mascarla. La usan Jos indios en sólo ayudas,
y no por bebida; pero conozco en ella tales partes, que mixta con
otros, que le templen la cualidad antipática al ventrículo, se puede
usar de ella per imptus sumtioner 343 para los flujos de sangre que
vienen por la boca, y para Jos que escupen sangre, o baj a en flujo por
las vías inferiores si procede de los miembros principales superiores.
Es fría (a) en el grado segundo, y seca en el fin del tercero.

342 Hay repetición en la numeración. Las páginas aparecen con el número 3 1 O.


343 Estas dos palabras latinas las remite Ms. bon.
(a) Ms. bon. pone textualmente: "es caliente".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5 63
564 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

Tomada la cantidad de media dragma, hecha polvo sutil, con una


dragma de polvos de arrayán en un huevo sorbible fresco, es admi­
rable remedio para los atravesados por el pecho de lanzadas o flechazos.
Faltándome el arrayán la he dado con otra media dragma de polvos
de romero, y un poco de sal, y ataj é al flujo en breve, y pudo respirar
el que no podía. Aplicada por de fuera hecha polvo, en breve suelda
las heridas, y las preserva de corrupción. Mascada arraiga y limpia
la dentadura y cura las llagas de la boca, y resquebraj aduras del sieso
y manos. Lavándose con su cocimiento, asimismo cura las llagas
viej as y sucias, y mayormente las cancerosas. Pero su gran virtud es
soldar los huesos quebrados en breve, haciendo crecer, y llamando
dentro de nueve días el poro, o peliostro, con mayor firmeza que el
emplasto de Juan de Vigo, haciendo emplasto en la forma siguiente:
Raíz de la Consuelda dos onzas; Arrayán, Rosa seca, Romero y
cogollos de Aguaraíbai negro, de cada uno una onza, se pone a cocer
a medio moler en un azumbre de agua, hasta que merme las tres
partes, entonces se le añade un cuartillo de vino tinto, y se dej a a
fuego manso cocer en un cuartillo, apártese, y cuélese por expresión
fuerte, a paño ralo, y en su coladura se disuelve: pez almáciga, Isica
del Paraguay, a partes iguales dos onzas, y vuelto al fuego se depura
el cocimiento, y se hace emplasto, y se aplica en todos los casos
como el de Juan de Vigo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 565

[3 1 1 ] YERBA DE SANTA LUC ÍA

Se recoge el dibujo de esta planta en la lámina XXXI V del Ms. bon.


En éste no está tan completo como el que aquí vemos recogiendo sola­
mente un indicio de raíz y cuatro ramas que salen de ella.
El detalle de la hoja también queda recogido en Ms. bon. aunque de
menor tamaño y la forma no de flecha tan manifiesta como el que aquí
vemos.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast.0 Yerva de Sta. Lucia Cast.º Yerba de Sta. Lucia
Guarani M baguero Miri Guarani Baguero miri

[3 1 3] El Baguero miri (a) que dice el Indio, es la que vulgarmente llama­


mos yerba de Sta. Lucía, llámanla así por la semejanza que tiene con
el verdadero Mbaguero, que es aquella paja que da las cuentas de
rosarios llamados lágrimas, nace en las huertas y alrededor de los
sembrados en las tierras labradas, su flor es azul resplandeciente, la
cual sale de una bolsita, a modo de cartucho l leno de un humor
cristalino, tan viscoso como la clara de huevo fresco, y asimismo
transparente; en cada uno de los curroncillos se hallan dos semillas,
y cada una de ellas echa su flor: de suerte, que cada curroncillo tiene
dos flores, y cada flor forma su semilla a modo de cuentencillas
pequeñas, y llegando a sazón son blancas, y resplandecientes, así
como las del Baguero guazú, sus ramos se entremeten por entre las
demás yerbas (b), son nudosos a trechos, y delgados, de suerte, que
a modo de enredadera (c) se entremeten por entre las demás yerbas,
que algunos de sus sarmientos tienen dos varas, o vara y media. Es
toda la yerba fría en el segundo grado, y húmeda en el primero, esto
es cuando verde; pero seca es fría muy templadamente, y seca en el
2.0 grado, por no sé qué género de humor viscoso que le da gran
sequedad.

(a) Ms. bon. pone textualmente "Baguero miri ".


(b) De este párrafo carece el Ms. bon.
(c) Ms. bon. intercala la frase: "sus ramos son nudosos a trechos y delgados de
suerte que a modo de enredadera " . . .
CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
5 66

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LA FARMACIA EN LA A MÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 567

[3 1 3] Sus virtudes

Cogida la yerba verde y cocida, bebiendo su agua, es único remedio


en templar todos los ardores del hígado, estómago, y de los intestinos,
mayormente si se pone partes iguales de estas dos compañeras, es a
saber: Celidonia y Siempreviva, y a falta de la Siempreviva se puede
poner la verdolaga, que el Indio llama caárurú quira guasú (a).
Ytt (b). Ella sola cocida, y tomado su cocimiento por bebida ataja el
escupir sangre, cierra y conglutina las erupciones, y dislaceraciones
de los miembros internos, como son el hígado, estómago e intestinos.
Asimismo cura las llagas de dichos miembros por antiguas que sean,
si se toma de ella seca, o en polvo una dragma, o su decocción
(poniendo una onza de yerba a un cuartillo y medio de agua, y que
cueza como tres credos, de éstas se toma con azúcar candé, o miel
de abej as cuatro onzas en ayunas, calentándola un poco). Asimismo
cura todas las llagas, y cierra todas las antiguas fistulas, poniendo su
polvo encima después de haberlas lavado con su cocimiento y, esto
es tan probado, que por vieja y antigua que sea la llaga, o la fistula
es indefectible el cerrarla, ahora sea en tres vías o junturas, o artejos
de hijadas y demás miembros en el espacio de veinte y cinco días.
El humor cristalino que encierra en su cartuchillo, es único remedio
en las úlceras y llagas de los ojos, y en sus corrimientos de calor, o
humor acre y mordaz.

(a) Ms. bon. pone: "Caárurú quirá miri ".


(b) Ms. bon. pone: "/tem ".
568 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VA LVERDE

[3 1 2] SIEMPREVIVA ACUÁTICA

Se recoge este dibujo en Ms. bon. en la lámina XXXIII. A diferencia


del que aquí vemos, no aparece dibujada la raíz. La disposición de
ramas, hojas, flores y frutos es similar en ambos aunque el bonaerense
omite la flor apical de la rama central así como dos hojas y algunas
ramitas.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Siempreviva aquatica Cast.º Siempre viva mayor Americana
G. Caaruquira )ípe Guar. Caáruni quvrrii guazú Ipegüa

Como vemos hay diferencias tanto en una como en otra denomina­


ción.

[3 1 3) La siempre viva mayor americana, es la que el Indio llama Caarurú


guasú ypeguá (a), que quiere decir Verdolaga del agua grande, es de
altor de tres cuartas, o media vara, sus hoj as muy gruesas y tiernas,
[3 1 4) sus tallos asimismo tiernos, que al que / brarlos saltan, como aquellos
de las verdolagas; es en extremo hermosa a la vista, y agradable al
gusto, con un agrio ácido muy grato al estómago. Su flor es de un
color blanquecino tirante a encamado y muy cordiales en extremo sus
flores, como daré a entender en adelante. Nace siempre a las orillas
de las aguas, y a veces dentro de ellas, en las lagunas y arroyos, es
menos fría que la Siempreviva mayor de Europa; atendiendo el Autor
de la Naturaleza a la flaqueza de calor natural del hombre en estas
tierras tan ardientes dándole sólo lo que puede tolerar de frialdad.

Sus virtudes

Cocidas dos onzas de sus hoj as en cuatro cuartillos de agua, y que


merme la tercera parte, tomado por bebida es único remedio en todas
las fiebres ardientes, y mayormente en las malignas y pestilentes,
porque además de templar los ardores insoportables, y síntomas de­
pravados, corrige la putrefacción suya, y mitiga la intolerable sed,

(a) Ms. bon. pone "Caarurú guazú ipeguá ".


LA FARMACIA EN LA A MÉRICA COLONIAL: EL A RTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS 5 69
570 CARM EN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[3 1 4) con sólo tener una de sus hojas en la boca sobre la lengua, y medio
mascarla; impide asimismo el que no se resquebraj e y seque la
lengua, mucho mej or que la zaragatona (a) y pepitas del membrillo,
al que tira su gran virtud; se conoce en estos casos, ser tan superior
a toda otra medicina, así simple como compuesta, que no hallo cosa
tan eficaz. Si al enfermo de fiebre ardiente y maligna le dieren
cámaras de sangre como de ordinario sucede, por no haber en el
principio de la fiebre hecho las evacuaciones universales de purga y
sangría, tengo experiencia, que echando de sus hoj as media docena
con dos raíces del ybiá guasú (b) en la comida al enfermo, y echán­
dole de las dos juntas, y bien cocidas con una onza de hoj as de
añangapiri miri, o del ybahu (c) por ayuda, con poca sal, y unas
claras de huevos batidas, echándole lavativas, les es único remedio;
pero yo he usado de ella en esta forma:

Siempreviva una onza, rosa seca, y cebada quebrantada, de cada una


una onza y media, hojas de guaviyú negro el menor una onza, todo
muy cocido en azumbre y medio de agua, cuece hasta mermar más
de la mitad; de este cocimiento, se va sacando a medio cuartillo para
lavativas, y con un huevo con un poco de azúcar se echan lavativas,
cuatro cada día.
Su flor cogida después de perdido el rocío, y machacada con azúcar,
una parte de flor y tres de azúcar blanca, puesto por algunos días al
sol, removiéndolo cada día, es único remedio tomada una onza de
madrugada, y otra por la tarde, disuelta en agua fresca, o caliente,
según mejor convenga al enfermo.

(a) Textualmente dice caragatona tanto Ms. B. N. como Ms. bonaerense.


(b) Ms. bon. pone: "lbi a guasu ".
(c) Ms. bon. pone: "lbáuh ".
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 57 1

[3 1 5] NINFEA

Se recoge este dibujo en Ms. bon. en la lámina XIT: Las hojas en


él están pintadas a rayas verticales, fondo blanco y las rayas negras en
medio de las cuales media un gran retiro. La hoja que aquí vemos en el
suelo, lado izquierdo no la recoge Ms. bon. La inflorescencia tan hermo­
sa que aquí contemplamos aparece menos lucida en Ms. bon. y menor en
comparación a las hojas.
La parte sinuosa de la raíz que aquí vemos tampoco está dibujada
en Ms. comparado.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Ninfea Castellano: Ninfea
Guarani Aguapé guazú Guarani: Aguapé guazú

[3 1 7] Del Aguapé o Ninfea, y según el vocablo castellano propio suyo se


dice Nenúfar, se halla a cada paso por los arroyos y lagunas de estas
Misiones y Paraguay, dos especies tan opulentas y fecundas, que
preocupan el paso a los navegantes, con sus largos y esparcidos
ramos o sarmientos, que por ser huecos todos ellos nadan en el haz
de las aguas, es diversa en hojas, flor y vástagos de la de España o
Europa: hace su flor morada, como aquella de la borraja, tirante al
color azul, en una como espiga del largor de una cuarta poco menos,
sus hojas son dotadas de un verde claro, y tersas sin venas ni aserraduras
gruesas y densas al tacto. No he visto su semilla hasta hoy, y juzgo
que raro año la logra, a causa de las continuas crecientes, o avenidas
que las llevan, o pierden antes de sazonar, tengo de ellas experiencias
hartas en lo que diré.

Sus virtudes

Las dos especies de Aguapé son tan parecidas en la flor, que apenas
se distinguen la una de la otra; pero sí lo son en las hoj as, porque la
una son casi redondas y de un j eme de ancho, y las otras son
puntianchas y hacia el pie (a) angostas; las anchas tienen unas como

(a) Ms. bon. dice textualmente: "puntiagudas y casi al pie angostas ".
5 72 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

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LA FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR M EDICAMENTOS 573

vej igas del tamaño de un huevo pequeño cerca de la raíz, y las a modo
de pera no (a), pero en cualidad son iguales, y sin diferencia en todas
sus partes de graduación, y así he usado de las dos.
La flor del Aguapé cogida fresca y machacada con una parte de flor,
y dos y media de azúcar, y puesta al Sol, a modo de azúcar rosado,
por espacio de quince días, removiéndolo dos veces al día, y guarda­
da para el año, es cordialísima en todos los efectos del calor y
sequedad, como asimismo en las pasiones hipocondríacas, que pro­
vienen de calor de los miembros principales, como es la Menarquía.
Lo mismo hace en las pasiones de inflamación, o intemperies cálidas
de todos los interiores miembros, principalmente de los riñones, to­
mada onza y media de dicha conserva. También la he hecho a fuego
lento con baño de María.
Tomada el agua cocida de sus hoj as, flor, o raíces por largo tiempo
hace bajar la cabeza del instrumento de la deshonestidad, y mitiga sus
pasiones; aplicadas sus hoj as a las intemperies cálidas de los miem­
bros, que amenazan con abcesos, las reprime y quita y lo mismo los
flemones del rostro, y llagas de los miembros con rubor y humor
colérico y sanguíneo, porque sin mordicación alguna la desecan y
mundifican. Bebido el cocimiento de sus raíces después de secas, o
de sus hoj as, restriñen el vientre de los largos y molestos cursos
celíacos, y disentéricos, mayormente si se cuecen con vino, reprime
la gonorrea, y flujos de las hembras, y sus furores uterinos; pero si
la usan a la larga les es dañosa a la matriz.
[3 1 8] Se hace de sus flores un aceite llamado de nenúfar, utilísi.mo / sobre­
manera a los febricitantes, puesto en los clísteres; y asimismo del
zumo de sus hojas defensivas, aplicados a menudo a la frente y
sienes (b), para provocarles el sueño y mitigar el dolor de cabeza,
mayormente si untan con su aceite el espinazo, pecho, hipocondrías,
riñones, y las plantas de los pies, causa dulce sueño, y refucila todo
febricitante.
Es fría en el cuarto grado, y seca en el segundo.

(a) Ms. bon. dice: "y a modo de pera ".


(b) Ms. bon. omite a la frente y sienes y pone . . . "y así es . . . .
"
5 74 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[3 1 6] SIEMPREVIVA AMERICANA

En Ms. bon. este dibujo aparece en la lámina XXXI y hay notables


diferencias entre ambos:

La raíz no la recoge pintada; el tallo es totalmente liso con pilosidades


en la superficie. La hoja se presenta más redondeada que la que aquí
vemos, con la superficie algo ondulada.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Siempreviva Americana Castellano. Quirocilla
Cusco quirocilla Guarani Aguapé

La diferencia en ambas nomenclaturas es notable. La leyenda que


vemos en el dibujo es parte de la descripción de la planta; en Ms. bon.
estos párrafos vienen en su lugar correspondiente no en el recuadro.

[3 1 8] La Quirocilla 344 se halla en valles de serranías, como es el de Salta,


y Tarij a, a la orilla de los arroyos y pantanos entre los árboles, según
me han informado, que yo no lo he visto, y doy su estampa sólo por
relación de persona fidedigna, y religioso, hijo de aquella patria, que
dice haber cogido, y comido; es según dicen de sólo una hoja grande
en su tronco, el cual es el que se come, o crudo, o en conserva, o en
las viandas; su raíz es gruesa a modo de cepa, no sé si tiene flor ni
semilla; es su hoja de vara de ancho, y algún tanto más larga, su
tronco cerca de una vara, el que más, y de grueso hacia la raíz como
la muñeca de un niño de tres años: todo su caule, o tronco macizo,
es tierno y vidrioso, que se deja quebrar con facilidad: el cual está
vestido de ciertas espinillas blandas, que no llegan a hincar en el
cuero, o carne; sus hoj as vellosas y ásperas al tacto, como la de la
borraja o zapallo 345 ; dicen ser tan ancha que cogido su tronco en la
mano sirve de quitasol su hoja, la cual es gruesa, y con ciertos
nervios, o venas, fuerte como las del tayá de la tierra, que es el Aro
dulce, que dice Dioscórides.

344 Ms. B. N. dice en el título textualmente: "de la quirusilla". Al comenzar la


descripción de "quirocilla" lo pone correctamente.
345 zapallo: árbol calabacero; cierta calabaza comestible.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5 75
576 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Sus virtudes

Por apuntamiento de un práctico, y muy acertado médico, que curó


en Salta algunos años (de nación italiano), hallo que curó con dicha
Quirocilla muy acertadamente en todas las pasiones de calor y seque­
dad, como él dice ser cosa milagrosa en los incendios de cólera y
sangre, así su raíz como su tronco, o dando su cocimiento por bebida
o su sustancia por comida. Dice: que provoca la orina, que deshace
la piedra, que mitiga el incendio del corazón, hígado, estómago,
intestinos, riñones, vej iga y matriz templando los ardores de la orina;
mitiga la sed a los febricitantes, y les provoca sueño suave; restaura
el apetito perdido, y las fuerzas disipadas por demasiado ardor, y así
mismo el color perdido. Corrije el anhélito corrompido, y así mismo
a los humores que se pudren con el calor febril, los prohíbe de
putrefacción, y saca por la orina. Hacen de ella cierto j arabe que les
enseñó dicho autor, único en las más de estas pasiones, que lo he oído
alabar más que al de cidra, y limón. No lo he visto ni usado, hablo
por relaciones, me pareció ponerla en esta obra por ser planta tan
señalada de la mano de su Autor, que jamás deja de dar espinas a los
que han de poseer grandes virtudes. Téngola por fría en el tercer
grado, y húmeda en el segundo, o fin del primero.
Es de sabor agridulce, que turba algún tanto la dentadura (a).

(a) Ms. bon. pone textualmente: ... "la dentera''. ..


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 577

[3 1 9] LLANTÉ N PALUSTRE

Con figura parecida se recoge en Ms. bon. la lámina XXXII con el


nombre castellano de llantén índico.
El dibujo como otros ya comentados está hecho según el mismo
modelo, tiene las diferencias propias de ser de diferente autor y algunas
omisiones como la parte apical de la rama derecha, parte de las
inflorescencias de la rama central, ramificaciones de la raíz y lo que
creo más importante: en la rama del lado izquierdo se recogen las flores
pero éstas no están agrupadas como aquí se nos muestran; van en
parejas las que aquí vemos en trío y la que aquí vemos en pareja, en Ms.
bon aparece sola.
El detalle de la hoja también es recogido aunque más simplificado
que éste de Ms. B. N.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Llanten palustre Cast.0 Llanten indico
Guarani repoti ata Guarani Repoti atá

El nombre en guaraní sí es el mismo, no así el castellano.

(320] El repotiatá otros lo llaman Caá yuqui gua9u rapo-yeti (a) que quiere
decir llantén grande con raíz de batata; pero lo más común es llamarle
repoti-atá, que quiere decir cagajón duro, y es por ciertas resquebra­
ja-duras ásperas que tiene en su corteza. É sta es gruesa y densa con
notable sequedad; sus hojas son del tamaño que ahí está dibuj ada, y
con las mismas venas algo obscura de color, y algún tanto vellosa y
densa, algo más gruesa que la del llantén, sus espigas son de a cuarta
de largo, y en ellas su simiente, como aquella del llantén algún tanto
chata, y de color parduzco, su yetí 346 es del tamaño de un limón real
de los pequeños o medianos: el cual toda su sustancia aunque blanda
y muy jugosa es entreverada de ciertas hebras sutiles, que le dan
cierta fortaleza, que no se deja cortar de los dientes con facilidad (b).

(a) Ms. bon. pone: "Caá yuqui guazú hapó yeti . "

346 yeti: raíz en guaraní.


(b) Ms. bon. añade la frase: "Es fría y seca en el 2.0 grado o principio del 3.0",
que nuestro manuscrito añade al final de describir las virtudes.
CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALYERDE
578
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 5 79

Sus virtudes

Su raíz bien lavada de la tierra, cociéndola muy bien en tres cuartillos


de agua, y que merme uno, tomada por bebida, es único remedio a
los que padecen fiebres malignas, y pútridas, con cámaras de sangre;
se puede también echar a cocer con la comida en la olla, o en guisado
de pollo por ser muy cordial, y contra corrupción, y preservar de ella,
así como lo es la corzonera y achicoria.
Sus cortezas muy cocidas en agua, y al fin echándole la tercera parte
de vinagre, echado por lavativas ataja las cámaras de sangre, que
proviene de causa pestilente, cura las llagas de los intestinos, y a falta
de vinagre yo le mezclo con algunas raíces del Ybia guazú (a),
machacadas todas ellas a iguales partes, con un poco de rosa, todo
junto y bien cocido con sólo agua; si hay llagas, aconsejo se le eche
un puñado de afrecho sin lavar a dichas raíces y rosa, y al colarlo
media cuchara de sal, porque encoran las llagas, y encaman.
Sus hoj as sirven a falta de llantén, aunque no son tan frías, ni
astringentes como las del llantén, cura las recientes heridas y llagas
con destemplanza caliente, machacadas y aplicadas a las heridas. Su
raíz así cruda comida o mascada, ataja los corrimientos que vienen
a los dientes y muelas, y las inflamaciones de las agallas, y tragadero:
reprime la inflamación del hígado, y estómago, y los conforta cuando
padecen de calor; pero no se use a lo largo, porque comprime mucho
las vías.
Es fría y seca en el segundo grado o principio del tercero.

(a) Ms. bon. pone rbiá guazú. Ms. B. N. "ybia guaú".


5 80 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

[32 1 ] ANACARDO FALSO

Con el nombre de Anacardo de Plinio recoge Ms. bon. este dibujo


en la lámina CXXVII.
Todo el conjunto de la lámina tiene la misma disposición que la que
aquí contemplamos aunque al tener mayor tamaño omite uno de los
frutos por quedar fuera del recuadro.
La parte apical también es algo diferente, presenta, en igual dispo­
sición que aquí vemos, cuatro flores apicales reunidas en pareja, tres
flores y un fruto. Esa rama se prolonga recogiendo en su extremo una
cuarta flor.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Anacardo falso Cast.º Anacardo de Plinio
Guaraní Pino miri Guaraní Pino miri

[323] El Pino miri, que dice e l Indio e s una segunda especie d e Anacardo,
que usan algunos boticarios por no alcanzar el verdadero anacardo no
sin grave daño nuestro, o de aquellos que por aumentar la memoria
se privan de alguno de los sentidos, y a veces de la vida, y otros han
llegado a perder la razón, y se han vuelto locos, como yo lo he visto
y tratado a uno de ellos, que siendo colegial en Alcalá de Henares
tomó la Anacardina 347 , y quedó sordo de haberla tomado; pero vivió
después como 19 años prosiguiendo en sus estudios, con no sé qué
género de manía, tal, que no se apartaba de los libros, inmutado todo
el natural que antes tenía: llegó a la Corte de Madrid a ser Predicador
del Rey, con mucho aplauso, y a lo mejor de su edad, que era a los
44 se volvió loco de atar, sin poder dormir de noche ni de día, y así,
viendo cuáles efectos causó en dicho Predicador, procuré saber qué
maldita semilla fuese el Anacardo, y hallándolos en poder, o mano de
cierto herbolario los coj í y traje a casa, registrando todas sus señales,
que no desdicen en nada del Pino. Además de esto, en la Doctrina de
la Concepción hallé envuelto en un papel las cabezuelas enteras de
los anacardos, cual las del Pino, rotulado con letra del hermano
Domingo de Torres, traídos de España, y eran sin quitar pinta los que

347 Anacardina: Confección que se hacía con anacardos.


Li\ FARMACIA EN LA AMERICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 58 )

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582 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSE LUIS VALVERDE

me vendió dicho herbolario, por lo cual los arroj é, viéndolos por las
campiñas 348 de estas Misiones, después de haberlos cotejado.
El verdadero anacardo, según Plinio, Pablo Egineta y Mathiolo es
fruto de cierto árbol, según las señales suyas muy semejante al ambay
guazú, que dicen Piñones del Paraguay, que es el resino mayor, o
higuera del Infierno, según el vulgo, y cierto, me arrimo más a esta
opinión que a la de los ignorantes simplicistas, que toman el pino por
el anacardo, porque el ambay o piñones del Paraguay como dejo
dicho, purgan la flema de todo el cuerpo, mayormente de la cabeza,
y dado que son venenosos, no son ni la mitad que el Pino, porque es
veneno corrosivo y muy desecante, tal, que de no acudir luego con
lo contrario que es la leche, bebida con aceite en cantidad, en breve
mata según estoy informado, y lanzada a menudo, tomando después
de ella cosa viscosa que embote, como miel de caña con mucílagos
de cebolla de nardos, o de lino.

Sus virtudes

La leche del Pino miri dejada secar, y hecha pelotillas, metida en el


agujero de las muelas corrompidas, quita el dolor y las hace pedazos
y polvo. No se trague la saliva, que a buen librar dará congojas de
[324] corazón. Además, untando las verrugas con la / leche de su raíz las
extirpa, y quema, mayormente las pendientes como pezón, y las que
hace poco han salido y van saliendo. Cocidas sus raíces con vinagre
fuerte y lavándose con él tibio quita las manchas y albarazos del
cuerpo; machacada con sal, y aplicada a las llagas corrosivas y
pútridas ataja toda la corrupción. Es caliente en el 3 .C' grado, y seco
en el 4.0

348 Textualmente pone "campañas".


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 583

[322] RAÍ Z COMESTIBLE

Se recoge éste en Ms. bon. con el nombre de Bacucú en la lámina


CXXVIII.
Ambos dibujos están hechos ciertamente según el mismo modelo,
presenta diferencias Ms. bon. con el que aquí nos ocupa derivadas de las
dimensiones superiores que en Ms. bon. tienen los trazos, con lo cual
queda con menos elementos que el que aquí vemos. Ejemplo de ello es
la vaina que aparece en primer plano en posición horizontal que frente
a los once granos que aquí contemplamos Ms. bon. sólo recoge siete.
El pájaro que aparece en la parte superior derecha lo recoge Ms.
bon. en posición de levantar el vuelo y vuelto hacia el lado izquierdo.
Fuera del recuadro picoteando en una hoja pinta un segundo pájaro que
en este Ms. B. N. no está recogido.

Pie de lámina:

Ms. B. N. Ms. bon.


Cast. Raíz comestible Bacucú, raíz comestible
Guaraní Mbacucú

Ms. bon. no especifica qué denominación es la castellana y cuál la


guaraní.

[324] 349 El Bacucú es raíz comestible, y estimada de los Indios, por lo cual
la siembran todos los años, como cosa de cosecha, hacen de ella una
muy suave conserva y se los comen crudos con naranj a y sal; hállanse
dos especies de Bacucú unos blancos y otros morados (a); echan
ciertas flores azules, y sus hojas del tamaño de las del Aguarandio,
de tres en tres en rama. Su semilla es grande del tamaño de las
habas 3 50 carga son suma abundancia, encaramándose su enredadera
por cuantas plantas y varillas le ponen, a ocho y nueve granos en cada
vaina 35 1 , que de ser sustento, como lo es la raíz, no dudo fuera a esta

349 Esta descripción viene en el original a continuación de la del Pino miri sin
ninguna indicación o título.
(a) Ms. bon. dice: "hállanse dos especies de Bacucú: uno blanco y el otro negro,
quiero decir morado ".
350 Textualmente dice: "de las abas ". Ms. bon. pone "ahbas ".
3 5 1 Textualmente dice: "baina".
5 84 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 585

pobre gente gran socorro; pero es venenosa, con propiedad fría tan
oculta, que apenas hay modo de penetrar sus cualidades, por lo cual,
aún la raíz la tengo por sospechosa de engendrar alguna frialdad al
estómago, o hígado. Sus raíces de un año suelen ser de seis y ocho
libras, de dos años las he visto de 1 9 libras y media, pero las de dos
años son muy duras, y algo leñosas, o llenas, por decir mejor, de
hebras y filamentos leñosos y recios. Consta de partes frías y térreas,
con algunas agudas en su corteza; no hallo que pueda ser cordial,
como algunos dicen, y si lo es, lo será para aquellos de gran calor de
hígado, y estómago, por el zumo de la naranja y pimienta con que se
come. Lo tengo por frío en el segundo grado, y seco en el primero.
El Bacucú asado muy bien al fuego entre rescoldo, y después pisado
y mixto con un poco de mantequilla fresca, o tuétanos de ternera,
bien lavados, y aplicado, a las heridas y llagas del fuego, las cura en
breve. Aplicado a modo de ungüento todos los días en paño, o en
hilas, asimismo cura las costras y granos que salen al cuerpo de
aquellos que han pasado por muchas insolaciones o se les encendió
la sangre, y la cólera. Comido crudo tiempla los incendios internos
del estómago, hígado y corazón.
ABREVIATURAS UTILIZADAS:

Ms. B. N. : Manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, es el 1 0.3 1 4 estudiado por


Martín Martín y Valverde.
Ms. bon. : Manuscrito bonaerense. Es el hallado en Biblioteca Nacional de Buenos
Aires (Argentina) estudiado por Raúl Quintana.
IX. INDICES

IX. l . Simples citados en el Manuscrito de Madrid

Nombre Página 1 Página 2


Acetosa mayor (o consuelda mayor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308 559
Acetosa menor . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219 435
Achiote ..................................................................................... 1 22 295
Agrimonia d e Avi cena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279 521
Aguaran dio (véase pseudo asaro)
Ajenj o póntico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270 507
Algarrobo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 24 1
Almáciga verde de Plinio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 94 398
Almizcle de la tierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296 542
Altócigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 247
Anacardo falso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321 580
Anguai (véase árbol del estoraque)
Árbol del ánime . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 1 90
Árbol aromo alelí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 255
Árbol del cacao . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 117
Árbol de la canela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 1 27
Árbol del bálsamo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 101 267
Árbol del clavo d e especie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 132
Árbol del clavo espigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 1 34
1 La página corresponde al manuscrito estudiado por nosotros 1 0.3 14 de la
Biblioteca Nacional de Madrid.
2 Corresponde a la del texto "La Farmacia en la América Colonial: El arte de
preparar medicamentos' ' .
590 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSE LUIS VALVERDE

(Continuación)
Nombre Página Página
Árbol del estoraque anguai y menjui ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 1 76
Árbol d e la goma elemi . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............. ................ ......... 42 1 80
Árbol del incienso laurel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................... 52 1 94
Árbol de la nuez moscada . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 1 22
Árbol ricino o higuera del infierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 244
Árbol de la yerba caamini . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 1 72
Aristoloquia rotunda femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 77 373
Aristologuia rotunda masculina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 76 371
Aro-dulce o dragontea menor . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 222 439
Arrayán blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... 65 21 1
Arrayán negro menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 206
Arrayán negro silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... 59 203
Arrayán silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 39 317
Artemisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 1 509
Assaro menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 344
Azucena silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 393
Batatilla de don Antonio (mayor) . . . . . . . . . . ............................... 201 408
Batatilla d e don Antonio (menor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....................... 200 406
Bejuco o ipecacuana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138 315
Bledo blanco menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 298 545
Calaminta menor (tamandua miri) . . . . . . . . . . . . . . . . ...................... ... 1 07 272
Calaminta menor (caacaqua miri) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247 474
Camalea o achicoria de burro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......... ............ 304 553
Canchelagua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239 462
Canela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 1 27
Cañafjstola silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ 30 1 63
Cañafistola solutiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 161
Carquej a . ............................................... . . . . . . . . . . . . . . .......... . . . . . . . . . .. 285 528
Ceibo o chopo . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 92 252
Coniza mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................... ...... ................ .... 1 98 403
Consuelda mayor (véase acetosa mayor)
Consuelda mayor americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309 562
Contrayerba del Perú (femenina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233 454
Contrayerba del Perú (masculina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232 452
Copaiba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 1 68
Corregüela . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .................................. ..................... 1 67 359
Criadillas de tierra dulces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226 445
Chilca blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275 515
Dictamo cretense . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253 483
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 591

(Continuación)
Nombre Página Página
Dictamo negro .................................. ...................................... . 254 485
Duraznillo . . . ............................................................................ . 1 10 277
Enu la campana masculina ..................................................... . 263 496
Enula campana femenina ....................................................... . 264 498
Escabiosa blanca .................................................................... . 215 429
Escabiosa negra .................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214 427
Eupatorio o agrimonia ....................... ...... ......... ..................... . 278 519
Falso eupatorio ................................ ....................................... . 1 13 28 1
Falso jengibre ......................................................................... . 1 83 381
Flor de la pasión odorífera .................................................... . 145 325
Granadilla de la pasión ............ . . . . . . ........................................ . 142 32 1
Guayaba campesina ............................ .................................... . 73 222
Guayabo .................... .............................................................. . 77 228
Guayacán o palo santo negro ................................................ . 25 1 54
Güembé ....................................... . . . . ........................................ . 1 34 310
Hiedra yndica ......................................................................... . 158 346
lsopo mayor o negro .............................................................. . 29 1 536
Jalapa . ........................................ . . . . . . . . ...................................... . 1 64 354
Jengibre ............................ ...... ...................... ........................... . 1 86 385
Jengibre masculino o galanga ............................. .................. . 1 87 387
Lapacho o palo santo del Guaycurú .................................... . 1 19 290
Lentisco blanco o molle ........................................................ . 80 233
Lentisco negro o molle negro . . . . . . . . . . . . . .................................. . 83 237
Lepidio o mastuerzo salvaj e .............. ........ ........................... . 208 418
Lino salvaj e . . . . . . . . . . . . . . . . . ...... ..................................................... . 274 513
Llantén palustre .............. .................. ...................................... . 319 577
Llantén silvestre peludo ......................................................... . 305 556
Mamones ...................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 99 263
Maní ........................................................................................ . 218 433
Mastuerzo salvaje . . . . . . . . ..................... . . . . . ............................ . . . .. . 1 50 333
Mechoacán blanco .................................................................. . 161 350
Meliloto (véase sextufa mayor)
Menjuí (véase árbol del estoraque)
Menta salvaje (véase yerba de Arias)
Mercuriales (femenino) ........................................................... 1 73 367
Mercuriales (masculino) ........................ . .. ......... ...... .... ... . . . .. . . . 1 72 365
Mburucuyá amarillo ................................................................ 146 327
Menta salvaj e ........ ........ ................... ........................................ 267 502
Molle (véase lentisco)
592 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

(Continuación)
Nombre Página Página
Molle negro (véase lentisco negro)
Molle negro de bálsamo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 225
Nardo (véase vara de Jessé)
Nardo de liebres o céltico ..................................................... . 293 539
Ninfea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 315 571
Nuez índica (véase papaya)
Orozú o regalisia . . . . . . . . . . . . ........................ ................................ . 229 448
Palo de culebras ..................................................................... . 1 49 331
Pan de puerco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......................... . 1 80 337
Papaya o nuez índica ............................................................. . 1 04 270
Pelitre arborescens . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 337
Pimienta blanca de Brasil ...................................................... . 17 138
Pimienta negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 141
Piña ........................................................................................... 213 423
Piña de la India de la América . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ . 56 1 99
Plátano de Santa Catalina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 259
Poleo . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 1 69 362
Pseudo assaro o aguarandi o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 54 339
Raíz comestible . . . . . . . . .............................................................. . 322 583
Raíz de la China blanca . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 27 300
Raíz de la China negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 28 302
Regalisia (véase orozú)
Ricino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 87 244
Rosa mosqueta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 306
Salvia silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288 532
Sándalo colorado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 214
Sangre de drago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 218
Sasafrás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 1 84
Sextufa mayor o meliloto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 412
Siempreviva acuática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 312 568
Siempreviva americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316 574
Tabaco . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257 489
Tamarindos bastardos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................... . 22 149
Tamarindos reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 146
Trementina del Paraguay o Y si ca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 42 1 80
Turmas de tierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223 44 1
Vara de Jessé. Nardo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 90 391
Verbena o yerba sagrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260 493
Verdolaga palustre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301 549
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 593

(Continuación)
Nombre Página Página
Virga áurea .......... .... ................................. .............. .... ....
......... 282 525
Virreina hortense .......................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 16 285
Virreina salvaje .. . .. .. . ..... .. ....... .. ...............
.............. ... .. .. . .. . . . ..... 1 15 284
Yerba de Arias o menta salvaje . .. .. . . .... .............. ......... .... .... . . 268 502
Yerba del colmillo de víbora . . . .... . . . . . . ........... ........ ...... .. ..... .. .. 250 478
Yerba del Charua . ..... ............ ............... . .
. . . . . .. .......................... 236 458
Yerba de murta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
. 240 464
Yerba sagrada (véase verbena)
Yerba santa para pasmos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 416
Yerba de Santa Lucía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 311 565
Yerba de la víbora o de sus colmillos .................................. 25 1 480
Yerba de la víbora del Charua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246 472
Yerba de la víbora de Tarij a .................................................. 243 468
Ysica (véase trementina del Paraguay)
594 CARMEN MARTiN MARTiN Y JOSÉ LUIS V AL VERDE

IX.2. Simples americanos citados en el Ms. de Madrid. Identificación


botánica

Nombre castellano guaraní científico


• acetosa mayor americana
(véase consuelda mayor)
• achiote urucú Bixa orellana, L.
• asaro (véase jaborandi) aguarandio Ottonia anisum. Spreng
• algarrobo de las Antillas yatayba Himenae courbaril (d)
(véase árbol del ánime) Himenae stilbocarpa
• árbol del ánime yatayba Himenae courbaril (d)
Himenae stilbocarpa
• árbol del Paraíso caá-pari-mirí Euphorbia papillón
(véase aromo alelí)
• aristoloquia rotunda tupacy-yetí Aristoloquia brasilensis
• aromo alelí caá-pari-miri Euforbia papillon
(o árbol del Paraíso)
• asaro, o pseudo asaro aguarandio Ottonia anisum. Spreng
(véase jaborandi)
• azucena americana yboty-guazú Berberís vulgaris
tupandipi guazú
• bálsamo negro caaroba caroba Microxilon peruiferum (L.)
paraguay-guazú Fam. Bignoniáceas 1
• batatilla de don Antonio caapan lpomoea (L.) batata
• bejuco (véase ipecacuana)
• cacao cacahuete Teobroma cacao (L.)
• canchalagua o yerba de capii ropitá Erythrola chilensis (Pers.)
Murta Gentiana peruviana
(Lamar)
• canela caliacha Canella wniterana (L.)
Dicypellium
caryophyllatum (Neé)
• ceibo o chopo ayuiñandy Erythrina cristagalli 2

1 Ref. PARODI, D., "Notas sobre algunas plantas usuales en Paraguay". Anales
Soc. Científ , 1 877, Argentina.
2
Ref. PARODI, D., ibidem.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 595

(Continuación)
Nombre castellano guaraní científico
• consuelda mayor americana ybyrá guazú Oxalis tuberosa
o consuelda mayor índica
• contrayerba de Perú caápiá Dorstenia brasiliensis 3
o tarope (Lám.)
• copaiba copayba topay Copaifera guayanensis
• chilea blanca capsico,
pimiento, chile caabo yuqui Capsicum frutescens (L.)
• drago (véase sangre de drago)
• estoraque, anguay, ybira paye Liquidambar styraciflera
menjui o copa! (L.)
• eupatorio americano caa taperiba Cassia occidentalis
• flor de la Pasión mburucuia Passiflora incamata (L.)
yyubae
• gengibre americano mangaratia Gen. Zingiber. Fam.
Amomáceas 4
• guayaba araza guazú Psidium pomiferum (L.)
araza guirá
• guayacán
(véase palo santo negro)
• guembé guembé Philodendron imbé (Mart.) 5
Taccarum hassleria-
num (Ch.) 6
• ipecacuana o bejuco ysipomoroti Cephoelis ipecacuanha
• j aborandi aguarandio Ottonia anisum (Spreng)
yaguarandio
pseudo asaro

3 Ref. PARODI, D.: Refiriéndose a las virtudes de esta planta, Parodi confunde
al padre Segismundo Asperger con Pedro de Montenegro, error muy frecuente en la
bibliografia de nuestro tema
4 GATTI, C., ROJAS, T. y BERTONI, A. de W., "Vocabulario guaraní-español
para uso médico". Anales Facultad Ciencias Médicas. 1 945, Asunción (222): 1 63-3 1 2 .
E s especie introducida o aclimatada.
5 FURLONG, G., Naturalistas argentinos durante la dominación hispánica. 1 947,
Buenos Aires.
6 lbidem.
596 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

(Continuación)
Nombre castellano guaraní científico
• jalapa o xalapa caa cambi Fam. Euforbiáceas 7
• jalapa blanca (véase
mechoacán)
• lapacho, guayacán (véase
palo santo negro)
• lapacho (véase palo santo
negro del Guaycurú)
• mamones pino guaraní Carica papaya (L.)
• mastuerzo índico o caapetai heebae Coronopus diddymus
mastuerzo salvaje (Smith)
• mate (véase yerba del
Paraguay)
• mechoacán o j alapa blanca yetira miri lpomoea alata
Convolvulus mechoacan
• molle o lentisco blanco aguaray guazú Lithraea molleoides (Engl.)
• molle negro del bálsamo paraguay Schinus molle
• palo santo negro, guayacán, ybira-atay Guayacum officinalis
quebracho o lapacho ybira-ucay
tayi he aqua
• papaya o nuez índica mangífera Papaya vulgaris (Lám.)
• pasionaria o flor de la pasión mburucuya Passiflora cerúlea
amarillo
• piña caraguata Ananás sativus (L.)
• pseudo asaro (véase jaborandi)
• quirocilla o nenúfar del aguapé Pontederia rotundifolia (L.)
Paraguay Pontederia cordata (L.)
• raíz de China blanca yuápeca nguasú Smilax pseudo China (L. )
raíz de China negra
• sangre de drago tipa Machaerium fertile 8
Ptero carpus drago (L.)

7 FURLONG, G. ( 1 947).
8 lbidem.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 597

(Continuación)
Nombre castellano guaraní científico
• sasafrás o guaraní Sassafrás officinalis (Nees)
tuhuiba
• siempreviva mayor americana caaruruqu1ra Amaranthus chlorostachys
o siempreviva acuática ype (Willd)
Amarantus viridis (L.)
• tabaco peti Nicotiana tabacum (L.)
• tamarindos bastardos yutay guazú Tamarindus occidentalis
(Gaertn)
• trementina del Paraguay arurú Protium heptaphyllum
o árbol de la goma elemi ysicariva (March)
ybirayzi
• yerba del Paraguay yerba caamini Ilex paraguensis (St. Hil)
caa-mirim 9 Ilex paraguayensis
o ca'á (Lamb)
• yaguarandio (véase
jaborandi)

9 IMBESI, A., lndex plantarum. 1 964, Messina.


598 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

IX.3 . Preparaciones farmacéuticas citadas en e l manuscrito

Aceites Pági,na 1
- de incienso .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . ... . .. . . . . ... . .. . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . 54
- de lentisco negro .. .. ... .. .. ... .... ... ... .. . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. . . .. .. . 84
- de maní .................. .......................................... .................................. 220
- de nenúfar . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . ...................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 318
- nuez moscada . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . .. . . .. . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . .. . .. . . . . . . .. . . . .. . 7
- ricino .......... . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
- sándalo . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . 68

Aguas

- destilada de escabiosa .. .. .... .. .. .. ... .. . .. . .. .. .. .. .. .. .... ... .... .. .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 217


- de la Reina de Hungría o alcohol de romero ................................ 203

Bálsamos

- de azucena silvestre ........... . ..................................................... .. . . . . . . . 191


- del ceibo o chopo . . . . . . .... . . .. . . .. . . . . .. . . . .. . .... . . . . ..... .... . . . . . . . . . .... . . . .. . . . . . . .. .. . . 93
- de copaiba . ... . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . .. .. . . . . . . .. . .. . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . 34
- de estoraque . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . 40
- de molle negro .... .............................................................................. 76
- de piña ........... . . . . . . . . . . . . ....................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

Cocimientos

- de acetosa mayor o consuelda mayor .. .... .. .. .. . .. .. ... .... .. .. .. .... .. .. . .. . .. . 3 1O


- de achicoria ...... . . . . . . ................... ................. ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ 306
- de agrimonia .. . . . . . . . . .. . . . .. . .. . .. ... . . . .. . .. . .. . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . .. . . .. . . . .. . . . . . . .. . .. . . . . . . . . 280
- de almáciga de lentisco .. .... .... .. .. .. ... ... .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. .. .... .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . 82
- de altócigo . . . . .. . . . . . . . . . . .. . .. .. . . . . . ... . .. . . . . . .. . . . . . .. .. . . . . . . .. . . . . . . .. . . . .. . . . .. . .. . .. . .. . .. . 91
- de anacardo falso . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ......................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324
- del árbol del Paraíso . . . . . ............................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
- aristoloquia rotunda femenina . . . . . ...... ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 1 77

1
Se refiere al Ms. 1 03 1 4 de la B. N.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 599

Página

- del aromo alelí (véase árbol del Paraíso) . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . ............. 95


- de arrayán negro menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
- de arrayán negro silvestre ·························· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·· · · · : ··· 61
- de arrayán silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... 141
- de bálsamo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............. 1 02
- de batatilla de don Antonio mayor . . . . . . . . . .. . .. . . .. . . . . .. . . . .. . . . . . . .. . . . . .. . . . . .. 202
- de bledo negro menor . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . 299
- de la calaminta menor . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . ... . .. . . . . . . . .. . . .. . . 248
- de canela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
- de carquej a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . .............................. 286
- del ceibo o chopo . . . .. . . . . . .. . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . .. .. . .. . . .. . .. . . . . .. .. . .. .. . . . . .. . . . . .. . .. . . 93
- de clavos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
- de consuelda mayor americana . . . . .......................................... .......... 31 O
- de contrayerba del Perú o Tarope ......................................... .......... 234
- de criadillas de tierra dulces o mangara . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. 226
- de corregüela . . .. . . . . . . .. . .. . . .. . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . .. 1 68
- de chilca blanca ............................................ ....... ............... . . . . . ......... 276
- de díctamo ....................................................... .................................. 256
- de énula campana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . .. . . . . . . ... . .. . . .. . . . .. . .. . . . 265
- del estoraque (anguay, menjuí o copa! calaminta) ........................ 41
- de eupatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 14
- de guayaba campesina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................ 74
- de guayacán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................... .......... 27
- de incienso (estomaticón) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ............................. 54
- de lentisco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . .. .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . . ........ .. . . . . . . .. . ... 82
- de lepidio o mastuerzo salvaje . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... ........... 21 O
- de llantén .. . .. . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . .. .. . ... . . . . . . . . . . . .. . .. . .. 307
- de llantén índico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......................... . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
- de la menta salvaj e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . ........... 269
- de mercurial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 74
- de molle negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 76
- d e ninfea o nenúfar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......................................... 3 16
- del palo santo de Guaycurú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . 1 20
- del pan de puerco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . . . 1 84
- de piña (estomaticón) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . . . . . . .. . . . . . . . . 57
- d e poleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........... 1 70
- de raíz de China . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........... ............. . . . . . . . . . . ......... 130
- de salvia silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... . . . . . . . . . . . . . ..... 290
- de sasafrás . . .. . .. . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . .. . . . .. . . .. . . . . . ..... .. . . .. . . . .. . . . ... . 48
- de sextufa mayor o meliloto ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
600 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS V ALVERDE

Página

- de siempreviva acuática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . ....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 14


- de siempreviva americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 318
- de verbena o yerba sagrada .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .... . 26 1
- de verdolaga .......... ...................... ,................... ............... ................... 302
- de virga áurea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
- de l a virreina hortense .. .. . . . . . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. . . . . .. .. .. .... .. .. .... .. .. .. . . 1 16
- de yaguarandio .. .................. ........ ...................................................... 159
- de l a yerba del colmillo de víbora ........ .......................................... 252
- de la yerba de Charua .......... ............................................................ 237
- de la yerba de murta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 1
- de la yerba de Santa Lucía .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. 313
- de la yerba de Ysica (estomaticón) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
- de la yerba de Ysi ca o trementina del Paraguay .. .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... 1 96
- de la yerba de Y sopo mayor o negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292

Confecciones

- anacardina (confección de anacardo) .............................................. 323

Conservas

- de arrayán blanco ............ . ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............. 66


- de arrayán negro silvestre .......................... ... ................................... 61
- de bacucú o raíz comestible .............. .... .......................................... 324
- de bálsamo negro .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. l 03
- de guayabo . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
- de mamones .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . 99
- de mechoacán . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. . . .. .. .. .... .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .... 1 63
- de nenúfar .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. . . .. 317
- de ysopo mayor o negro ...................... . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 292

Diaquilones

- de azucena americana .................................... ................................... 1 93


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 60 )

Página

Electuarios

- Triaca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . 203

Emplastos

- de ajenjo póntico ............................................................................... 272


- de algarrobo .. .. .. ...... .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. . .. .... .. . .. . .. .. . .. .. . .. .. 86
- de almizcle de tierra ............. ....... ..... . ............. ................................
. . 297
- de azucena silvestre .......................................... ... ............................. 1 93
- de bálsamo negro .. .. . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. . .. .... .. . .. .... .. . .. .. .. . .. .. 1 02
- de calaminta menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................... 1 08
- de consuelda mayor americana .... .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .... .. .. .. .. . .. . .. .. . .. .. .. 3 1O
- de chilca blanca . . . . .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . ................................ 277
- de díctamo . . . . . . . . . . .. ... .......................................................................... 256
- de duraznillo ......... ................................................ .......................... ... 111
- de énula campana .. . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .. .... .. .... .. . .. .. . .. .. .... 266
- de escabiosa blanca ........................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................ 216
- de incienso ................................................................ ......................... 53
- de lentisco . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . .. . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . . . . . . . .. . . .. . .. . .. . . . . . .. . . . 82
- de lentisco negro o molle ............ ............................... ...................... 84
- de mercurial femenino ................. ..................................................... 1 74
- de poleo .......... ..... .............................................................................. 1 70
- de ricino .......... ..... ...................................................... ........................ 88
- de verbena o yerba sagrada .. . .. .. . .. .. . .. .. .. .. . .. . .. .. .. .. . .. .... .. .. .. .... .. .. .. . .. .. 261
- yerba de murta .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. . .... .. .. .. .. .. .. . .. .. 241
- yerba de víbora de Tarija .......................... ............. .......................... 245
- ysica ................................................................................................... 44
- ysopo mayor o negro ............................................. ........................... 293

Infusiones

- de consuelda mayor americana .. ..... ................................................. 3 1O


- de rosa mosqueta .................................................. ............................. 1 32
- de tamarindos . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . .. . . . . . . . 24

Jarabes

- de piña doméstica .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .... .. .. . .. .. . .. .. .. .. .. .... .. .. .. . . .. .. .. .. 213


602 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

- de criadillas de tierra (lamedor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226


- de énula campana (lamedor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
- de nardo de liebres (lamedor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
- de orozú (lamedor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 1

Lamedores. Véase j arabes

Lavativas o enemas

- de verdolaga palustre . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................................................... 302

Magistrales

- de granadilla de la pasión ....................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 43

Mucílagos

- de azucena silvestre . . . . ................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 93


- pastillas de ánime . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

Píldoras

- de almáciga verde de Plinio ........................................ .................... 1 95


- de ysica ...... ........................................... ............................................. 43

Polvos

- de almáciga verde de Plinio ..................... ........................... ............ 195


- de aristoloquia rotunda femenina . . .. . . .. . . . . . .. . . . . .. . ... . .. .. . . . . . .. . . . . .. . .. . . . . . . 1 77
- de bledo blanco menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..................................... 300
- de consuelda mayor americana ..................................... ................... 31O
- de j alapa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................................. 1 65
- de mechoacán .. . ... . .. . .. . . . .. . . .. . ... . .. . .. . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . ... . .. .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . 1 63
- de poleo .............................................. ...... ......................................... 1 70
- de la yerba de Santa Lucía ... . .. . .. . .. .. . . . . . . . .. .. . . . . . . . .. .. .. . . . . . . . .. . . . ... . .. . . . . . . 313
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 603

Página

Pulpas

- de corregüela . . .. . .. . . . . . .. . . .. . .. . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . .. . . . .. . .. . . . . .. . . . .. .. . .. . . .. 1 68

Tinturas

- de achiote . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. .. . . . . .. . . . . .. .. . . .. . . . . . . . .. . . . . .. . .. . .. . .. .. . . . .. . . . . 1 23

Tríaca. Véase electuario

Trociscos

- de achiote . . .. . . . . . .. . .. . .. . . ... . . . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . .. . . . .. . .. . . . . .. . .. . .. . . . . . . . . . . 1 23

Ungüentos

- amarillo . . . . . . .. . . .. . .. . . . . . . . . ... . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . .. .. .. . . . .. . .. . .. . .. . .. . .. .. . . . . . .. 44
- de aristoloquia rotunda femenina . . . . . . . . . . . ............... ............... . . . . . . . . . . . 1 77
- de artánita .......................................................................................... 1 82
- de azucena americana (véase diaquilón) . . . . . . . . . . . . . ............................ 1 93
- de duraznillo . . . .. . .. . .. . . .. . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . .. .. . .. .. . . .. . .. . . .. . . . .. . .. . .. . .. . .. . . . .. .. .. . . 111
- de gumi elemi ............... ........................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... ................
. 44
- de pan de puerco ............................................................................... 1 84
- de raíz comestible ............................................................................. 324
- de tabaco (semilla) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................................... 259
- de sextufa mayor o meliloto . . . . . . . . . . .................................................. 205

Vapores

- de salvia silvestre . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. ...................... 290

Vinos

- de la nuez moscada . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ ............... . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ............ 8


604 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Zumos

- de llantén ......................................... .................................................. 307


- de nenúfar ... . . . . . . ... .. . ... .. .. .. .. .. .. ... ... .. . ... ... .. ... . .. . .. . . .. .. ... .. . ... .... . .. . .. . . . .. . .
.. 318
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 605

IX.4. Sustituciones de simples citados en el Manuscrito 1

Simples "Quid-Pro-Quo " Página 2 Página 3


Agallas Guayaba campesina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 224
Artemisia verdadera Ajenj o póntico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272 509
Azafrán Achiote . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 296
Carne d e avestruz Carne de zorzal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283 525
Cohombrillos amargos Yezgo . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 82 379
Euforbia Pimienta negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 82 380
Lentisco verdadero Almáciga verde de Plinio . . . . . . . . . . . 1 95 400
Linaza Chilca blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276 515
Lúpulo Granadilla de la pasión (flor) . . . . . 1 43 321
Llantén Llantén índico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320 579
Tabaco negro Coro (raíz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258 49 1
Vino, agallas, Yerba caamini (corteza)
cacao, arrayán o yerba del Paraguay . . . . . . . . . . . . . . . 37 1 74
Yedra Pseudo asaro o aguarandio miri .... 1 56 343
Zaragatona Siempreviva acuática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 14 570
Zarzaparrilla Granadilla de la pasión (raíz) . . . . . 1 43 321

1 Respecto a este tema puede consultarse: MARTÍN MARTÍN, C. y V ALVERDE,


J. L., "Las sustituciones de simples en la Farmacia misionera". Libro Homenaje al prof.
Folch Jou. Madrid.
2 Se refiere a la página del Ms. 1 0. 3 1 4 de la B. N.
3 Se refiere a " La Farmacia en la América Colonia: El arte de preparar medica­
mentos" .
606 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

IX.5. Sustituciones de compuestos citados en el Manuscrito 1

Compuestos "Quid-Pro-Quo " Página Página


Aceite de almendras Aceite de maní ............................. 220 435
dulces
Aceite de arrayán Aceite de sándalo colorado ......... 68 217
Cocimiento de celidonia Caldo o cocimiento de corregüela. 1 68 361
Conserva de membrillo Conserva de guayabo . ................. 77 23 1
Diaquilón y emplasto Diaquilón y emplasto de azu-
de cebolla de alba- cena silvestre americana . ......... 1 93 396
rrana
Emplasto de incienso Emplasto de Yatayba o ánime . . . . 51 1 93
y almáciga
Emplasto de Juan de Emplasto de consuelda mayor . . . . 3 1 0 56 1
Vigo
Jarabe de cidra y limón Jarabe de siempreviva americana . . 3 1 8 576
Lamedor de Orozú Lamedor de criadillas de tierra ..... 227 447
Polvos y p íldoras de Polvos y píldoras de almáciga
verdadero lentisco verde de Plinio . . . . ..................... 1 95 400
Triaca Bayas de incienso en polvo
disueltas en vino ...................... 54 1 97
Ungüento de gumi Composición de consuelda .......... 44 1 83
elerni

1 Respecto a este tema puede consultarse: MARTÍN MARTÍN, C. y V ALVERDE,


J. L., "Las sustituciones de medicamentos compuestos en la Farmacia misionera". 1 987.
Comunicación presentada al Congreso Internacional de Historia de la Farmacia. Oslo.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 607

IX.6. Glosario de términos en desuso aplicados a Medicina y Farma­


cia que aparecen en el Manuscrito
Pági,na 1
Acerbo.-Ácido, acre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............................................. 205
Ahíto.-Ahitarse, indigestarse .................. . . . . . ........................................ 135
Albarazos.-Enfermedad de l a piel, especie de lepra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 09
Alfeñique.-Pasta de azúcar cocida y estirada en barras retorcidas . . . . . . 1 96
Aji.-Pimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . ............................... 90
Ajilimoje.-Salsa de ajo y moj e típica de Cuba. Moje: ajo machaca-
do, cebolla, aceite y zumo de limón . . . . ........................................ 141
Aloja.-Bebida de agua, miel y especias ......... .................................. . 86
Anhélitos.-Respiración fatigosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... ................................. . . 8
Aperciones.-Aperturas . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............. . . . . . . . . . . . . . . .
.. . 252
Areo.-Altemo . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .................... ........................................ 209
Arnés.-Conjunto de armas defensivas, de acero, que se acomodan
al cuerpo. Guarniciones de las caballerías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Artejos.-Nudillos de los dedos .................. . . . . . . . . . . . ..................... . . . . . . . . . 1 44
Artéticos.-Referente a dolores de las articulaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 66
Astricción.-Acción y efecto de astringir ............................................ 299
Ayuelas.-Ayudas o lavativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . ................................ 64
Azabaladuras.-Puede interpretarse como hendiduras ....................... 8
Azófar.-Latón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......................................... 57
Azumbre.-Medida de capacidad para líquidos equivalente a cuatro
cuartillos . .. . .. . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . .. . . . .. .. . ... . .. . .. . . . . . . . . . .. .. . . . . .. . . . .. .. . .. . . . . .. .. . . . .. . . 44
Bilques.-Lebrillo o barro vidriado ................ . . . . . . ................................ 1 63
Buembé; guembé.-Droga vegetal americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Cacoquímico.-Persona que padece aflicción y está pálida y melan-
cólica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......................... ........ . . . . . ... 129
Carcavuezales.-Hoyo profundo en la tierra ...................................... 148
Carúnculas.-Camosidad eréctil ..... ............ .... .................... ... . . . . . . . . . . . . . . . 303
Cermeñas.-Especie de peral de fruto muy aromático y sabroso lla-
mado cermeña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Cípero.-Juncia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................................... 1 88
Chácara.-Alquería o granja en América . . ......................................... 143
Chicha o aloja de algarroba.-Bebida de agua, miel, especias y alga-
rroba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..................................................... 86
Chuño.-Fécula de patata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Coución.-Cocción, digestión. Se admitían cuatro digestiones: en el
estómago, en el hígado, en las venas y en los miembros . . . . . . . . . . 1 33

1 Referido Ms. 1 0.3 14 B.N.


608 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Curuzurará.-Enfermeros que hacían funciones de médicos y botica-


rios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Desopilar.-Quitar la obstrucción de conductos fisiológicos, abrir,
ablandar. Semejante a mundificar, deshacer hinchazones, provo-
car menstruo, deshacer piedras . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . .. . .. . .. . .. .. . .. . . . . . 12
Diviesos. -Tumor inflamatorio puntiagudo y duro que se forma en
el espesor de la piel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 93
Éctico.-Tisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................................... 1 89
Encorar.-Hacer que las llagas críen cuero, carne ............................ 1 85
Encordios.-Tumor en la ingle, procede generalmente del humor
gálico. Viene de cuerdas. (Tendones o nervios que concurren en
la parte donde se forman) . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . ............................. 1 66
Endrina.-Ciruelo silvestre con espinas en las ramas y el fruto
pequeño, negro azulado y áspero al gusto ............ .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Enxebe.-Enxebar: terminología del obraj e de paños. Empapar, de-
tener alguna cosa en cierto género de lejía . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .......... 69
Equimosis.-Mancha o lesión de la piel que resulta de la sufusión de la
sangre a consecuencia de un golpe, de una presión o de otras causas. 16
Escarro.-Vaso para comer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 20
Escirros.-Especie de cáncer que consiste en un tumor duro que se
produce principalmente en las mamas de mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
Escrófula. -Ganglios l infáticos ...................... ....................................... 13 5
Espermático.-Relativo al logo. En la escuela estoica se hablaba del
logos como la razón de ser inmanente e intrínseca de todas las
cosas. Aquí se usa como sinónimo del principal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 43
Esquinencia.-Angina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
Estado.-Medida longitudinal equivalente a la estatura regular del
hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 14
Espuria. -Espúrea bastarda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 47
Estangurria.-Emisión dolorosa de la orina gota a gota con pujo de
la vegija ..................................... . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Estilicidio.-Acto d e estar emanando o destilando gota a gota un
licor. Destilación que así mana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 99
Estíptico.-Estipticidad. Calidad de estíptico: que tiene sabor metá-
lico astringente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . 4
Ético.-Tisis ...... ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........... 1 89
Falangios.-Arácnidos . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . ................................... 203
Fornalla.-Homilla ................................................................................ 16
Gota cora/.-Epilepsia .................................... ...................................... 1 99
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 609

Página

Fluxión.-Acumulación morbosa de humores en cualquier parte del


cuerpo . . ................... ................. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Geme o Jeme.-Medida de longitud equivalente a la distancia que
hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del dedo índice
separado el uno del otro todo lo posible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Guedeja. -Torcía larga . . . . . . . ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Héctico.-Véase ético
Hollejos.-Piel delgada que cubre algunas frutas y legumbres . . . . . . . . 59, 1 4 1 .

Jeme.-Véase geme . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209


Judihuelos frisoles.-Judías ................................................................. . 86
Juntura.-Articulación de dos huesos entrando el uno en el otro a
manera de clavo. Ahí suelen producirse los nódulos gotosos .. . 51
Lamparones.-Inflamación de ganglios en el cuello del ganado . . . . . . 135
Landres.-Tumor del tamaño de una bellota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
Lechino.-Mezcla de algodón o de hilas que se coloca en el interior
de las úlceras para facilitar la supuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 78
Lientería.-Diarrea de alimentos no digeridos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54, 242 .

Ligustro, alheña.-Arbusto de las oleáceas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 05


Lúbrico.-Resbaladizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Lucia.-Tersa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 32
Macia o macis.-Corteza de la nuez moscada . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Mangual.-Arma ofensiva a manera de látigo compuesta por unas
cadenitas de hierro terminadas por un extremo con bolas del
mismo metal y suj etas por el otro a un mango de madera . . . . . . . 81
Mate.-Calabaza vacía y seca que a modo de vasija sirve para usos
domésticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 38
Maula.-Cosa inútil y despreciable. Engaño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256
Melcocha.-Miel preparada en forma de pasta muy correosa . . . . . . . . . . 8 1 , 133 .

Menarquía.-Relativo a la menstruación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Mojarra.-Moharra, en punta de lanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Mola.-Masa carnosa que anormalmente se produce en la matriz .. . 238
Morfea.-Esclerodermia, enfermedad de la piel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Napelo.-Anapelo, acónito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 88
Opilación.-Obstrucción. Los órganos pueden obstruirse por un ex-
ceso de humores . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
Opilar.-Obstruir los orificios fisiológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 93
Oximiel.-Composición que se prepara cociendo dos partes de miel
y una de vinagre ................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
Pacobá.-Plátano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Periostio. -Membrana fibrosa adherida a los huesos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
610 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Perlesía.-Parálisis. Especialmente acompañada de temblor . . . . . . . . . . . . . 1 30


Polenta.-Gachas de harina de maíz .......... ....................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88, 256
Postemero.-Bisturí o lanceta para abrir apostemas ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
Quiririos.-Víbora grande de las regiones del Norte de la cuenca del
Plata ................................................ .......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 56
Redaño, mesenterio.-Prolongación del peritoneo que cubre por delante
los intestinos ................................................................................... 238
Regir.-Evacuar el vientre . . . . . . ......... . .................................................... 1 33
Rep/eción.-Henchimiento de humores . . . . . . .......................................... 1 74
Restañar.-Detener el derrame de sangre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Retobar.-Forrar o cubrir c o n cueros .................................................. 1 92
Reuma.-Corrimiento de humores ........................................................ 155
Rodela.-Escudo redondo y delgado ................................................... 93
Romadizo.-Catarro de la membrana de la nariz ............................... 58
Ruán.-Tela de algodón estampada en colores, usada para colar los
j arabes y otras formas farmacéuticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 32
Ruginosa. -Ruginosa o eruginosa: mohosa que tiene herrumbre u orín. 1 33
Poro sarco.-Poro de la carne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................ 84
Salpresar.-Aderezar con sal una cosa apretándola para que se con-
serve. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 66
Sestil, lecho.-Emplea este término para referirse a la zona cercana
a los lovanillos y ganglios linfáticos ............................................ 1 35, 168
Sieso.-Parte inferior del intestino recto en la cual se comprende el
ano ......... ......................................................... ................................. 181
Socotrino o sucutrino.-Acíbar socotrino, procedente de l a isla de
Socotra ............................................................................................. 81
Tacho.-Vasij a de metal, de fondo redondeado con una o dos asas
que se usa en América como utensilio de cocina . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . 48
Tabes, Consunción.-Enflaquecimiento ............................................... 220
Tenesmos.-Ganas de obrar y no poder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
Timpanitis.-Hinchazón de alguna cavidad del cuerpo producida por
gases o ventosidades y en especial abultamientos del vientre por
esta causa (Meteorismos) .............................................................. 23
Tofo.-Nodo o tumor .............. ............. ....... .......................... ................. 86
Tona.-Nata de la leche; en sentido figurado se refiere a capa
superficial .......................... ....... ....................................................... 1 66
Torniños.-Retorcimiento de tripas ...................................................... 8
Tósigos.-Venenos, ponzoña ......................................... ........................ 237
Tuna.-Chumbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................... 97
Unto.-Grasa interior del cuerpo de cualquier animal ....................... 1 74
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 61 1

Yeti.-Batata en guaraní . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 84
Yole.-Yola, embarcación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 259
Zapa/lo.---Cierta calabaza comestible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 318
Zanquilla.-Relativo a la hoja; pie con el que se une al tronco . . . . . . 34
612 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

IX.7. Índice alfabético de plantas por su nombre castellano *

Página 1
Absintio (o ajenjo póntico) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
Acetosa mayor (o consuelda mayor) . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 559
Acetosa menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435
Achicoria de burro (o camalea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 553
Achiote ( o urucú) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
Agrimonia * . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... ........ ... ....... ............................... 521
Agrimonia de Avicena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 1
Aguarandio (véase pseudo asáro, j aborandi) *
Ajenjo póntico (o absintio) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
Algarrobo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 1
Algarrobo de las Antillas (véase árbol del ánime)
Almáciga verde de Plinio ...................................................................... 398
Almizcle de la tierra . . . . . . . . ..... . . . ......................... ................ ..... ................
. 542
Altócigo ....................................... . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Anacardo falso (o pino menor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 580
Anguai * .................................................................................................. 1 76
Ánime, árbol del (o algarrobo de las Antillas) .................... ............... 1 90
Aristoloquia rotunda femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373
Aristoloquia rotunda masculina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 371
Arodulce ( o dragontea menor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439
Aromo alelí, árbol del (o árbol del paraíso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
Arrayán blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
Arrayán negro menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
Arrayán negro silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Arrayán silvestre .................................................................................... 317
Artánita (o pan de puerco) . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . ... . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . 3 77
Artemisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 509
Asaro*, pseudo (o aguarandio) ............................................................. 339
Assaro menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
Azucena silvestre o americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
Bacucú (véase raíz comestible)
Bálsamo negro, árbol del . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................................
. 266
Batatilla* de don Antonio mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 408
Batatilla de don Antonio menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......................... ......... ...... 406

* Se han señalado con asterisco las plantas americanas.


1 Se refiere a la página en que aparece en "La Farmacia en la América Colonial:
El arte de preparar medicamentos ' '.
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 613

Página

Bejuco (véase ipecuana)


Bledo blanco menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................... ......... 545
Cacao*, árbol del .... .............................................. ...... ........................... 118
Calaminta mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272
Calaminta menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474
Camalea (véase achicoria de burro)
Canchelagua (véase yerba de Murta) .............................. ............. ...... .. 462
Canela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 27
Cañafistola silvestre ....................... .......................... . . . ....... ........... ..... .... 1 63
Cañafistola solutiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................... .......... ... . . . .. ... ...... 161
Carquej a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... 528
Ceibo o chopo ............................................................................... ......... 252
Clavo espigado, árbol del . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 34
Clavo de especia, árbol del . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... 1 32
Coniza mayor .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 403
Consuelda mayor (véase acetosa mayor)
Consuelda mayor americana (o consuelda mayor índica) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 562
Contrayerba del Perú femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454
Contrayerba del Perú masculina (o tarope) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Copaiba* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 68
Copa!* (véanse estoraque, anguai o menjuí)
Corregüela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359
Criadillas d e tierra dulce . . ............................................... ...... ...... .......... 445
Chilca blanca .................................................................... ... ......... ..... ... .. 515
Chopo (o ceibo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Díctamo cretense ... ............................................................................... .. 483
Díctamo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................... 485
Dragontea menor (véase Aro dulce)
Duraznillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
É nula campana femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 498
Énula campana masculina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............ ...... ........... ..... 496
Escabiosa blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......................... ..... 429
Escabiosa negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Estoraque, árbol del* (véanse anguai, menjuí y copal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 76
Eupatorio (o agrimonia) . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 519
Eupatorio* americano o falso eupatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 281
Flor de la pasión odorífera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325
Galanga* (véase gengibre)
Gengibre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......... 385
Gengibre falso . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... ........................................ ...... 38 1
614 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Gengibre masculino* (o galanga) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 387


Goma elemi, árbol d e la . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 80
Granadilla de la pasión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321
Guabira . . . . . . . .. . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . ... . .. . . .. . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . 317
Guayaba* campesina . . . . . .. . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . .. . . 222
Guayabo .................................................................................................. 228
Guayacan* (o palo santo negro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... 1 54
Guembé* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................................................................. 31O
H iedra yndica* . . . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . . . . . .. . .. . .. . . . . .. . . . . .. . .. . . . .. .. . 346
Incienso laurel . .. . .. . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . .. . . .. . ... . .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . . .. . .. . .. . . . .. 1 94
Ipecacuana* . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . .. . . . . . . . .. . .. . . . .. . . . . . 315
!sopo mayor o negro . ............ ................ . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................... 536
Jaborandi * (véase aguarandio)
Jalapa* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 354
Jalapa blanca* (véase mechoacan)
Lapacho* (o palo santo del guaycurú) ................................................. 290
Lentisco blanco (o molle) ..................................................................... 233
Lentisco negro (o molle negro) ............................................................ 237
Lepidio (o mastuerzo salvaje) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................. 418
Lino salvaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................................................... 513
L lantén palustre ...................................................................................... 577
Llantén silvestre peludo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 556
Mamones . . . . . . . . . . . . . ... . .. . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . . .. . .. . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . .. . .. . .. . 263
Mangara (véase criadillas de tierra dulce)
Maní ............. ........................................................................................... 433
Mastuerzo* salvaje o índico . . . . . . . .... ....................................................... 333
Mate (véase yerba del Paraguay)
Mburucuyá* amarillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
Mechoacán* blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 350
Meliloto (véase sextufa mayor)
Menjuí (véase árbol del estoraque)
Menta salvaje (o yerba de Arias) ................... .............. ........................ 502
Mercuriales femeninos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
Mercuriales masculinos . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 365
Menta salvaj e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................................. ..... 502
Molle* (véase lentisto)
Molle negro* (véase lentisco negro)
Molle negro* de bálsamo . . . . . . . . . . . . . ..................... .................................... 225
Nardo (véase vara de Jessé)
Nardo de l iebres o céltico ..................................................................... 539
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 615

Página

Nenúfar (véase ninfea)


Ninfea (o nenúfar) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 571
Nuez índica (véase papaya)
Nuez moscada, árbol de la . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................ 1 22
Orozú (o regalisia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 448
Palo de culebras* . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
Palo santo negro (véase guayacán)
Pan de puerco (véase artánita)
Papaya* o nuez índica . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... 270
Paraíso, árbol del (véase artánita) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 377
P elitre arborescens . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 7
Pimienta blanca* de Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
Pimienta negra* femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Pino menor (véase anacardo falso)
Piña ..................................................................................................... .... 423
Piña* de la India de la América .......................................................... 1 99
Plátano de Santa Catalina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 259
Poleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................................................ 362
Pseudo asaro (o aguarandio) . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . ....... 339
Raíz comestible* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 583
Raíz de la China* blanca ...................................................................... 300
Raíz de la China* negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................................................... 302
Regalisia (véase orozú)
Ricino, árbol del (véase higuera del infierno) .................................... 244
Rosa mosqueta* . . . . .. . .. . . . . . .. . .. . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 306
Salvia silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 532
Sándalo colorado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
Sangre de drago* ......... .................................................. ........................ 218
Sasafrás* ................................................................................................. 1 84
Sextufa mayor (o meliloto) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 412
Siempreviva acuática ...................... .............................................. ......... 568
Siempreviva* americana ........................................................................ 574
Tabaco* ................................................................................. .................. 489
Tamarindos bastardos* ........................................................................... 149
Tamarindos reales . . . . .................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Tarope* (véase contrayerba del Perú masculina)
Tipa* (véase sangre de Drago) .................. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
Trementina* del Paraguay . . . .... ... . . . ... ... ... .... ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 80
Turmas de Tierra . . . . . . .. . .. . . . . . . . . ... . . . . .. . . . . .. . ... ... . ... . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . . . . .. . . .. 44 1
Urucú* (véase achiote)
616 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Vara de Jessé (o Nardo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391


Verbena ( o yerba sagrada) .................................................................... 493
Verdolaga palustre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . 549
Virga áurea ............................................................................................. 525
Virreina hortense* . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......................................... 285
Virreina salvaje* . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............
. . . 284
Yaguarandio* (véase j aborandi)
Yerba de Arias (o menta salvaje) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 502
Yerba del colmillo de víbora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................................... 478
Yerba de caamini, árbol de la . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 72
Yerba de Charua* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 458
Yerba del Paraguay* (o mate) ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 482
Yerba de murta (o canchelagua) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . 462
Yerba sagrada (véase verbena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 493
Yerba santa para pasmos . . . . . . . . . .. . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 416
Yerba de Santa Lucía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . 565
Yerba de la víbora o de sus colmillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 480
Yerba de la víbora de Charua* ............. ... . . . . . . .. . .............. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . 472
Yerba de la víbora de Tarija* ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .
. . . 468
Ysopo (véase isopo)
Ysica (véase árbol de la goma elemi)
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 617

IX.8. Índice alfabético de plantas por su nombre guaraní o tupí

Página
Aguape guazú 1 , G. (3 1 5 ) (ninfea) ............................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 571
Aguaray bay guazu, G . ( 80) lentisco blanco ........................ . . . . . . . . . . . . . . . 233
Aguarabay miri, G. ( 83 ) lentisco negro o molle negro . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 7
Ambay guasu, G. ( 87 ) (ricino) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
Añangapiri (arrayán blanco) G. ( 65 ) ................................... .............. ... 211
Apiterebi, G. (45) (sasafrás) ....................................................... . . . . . . . . . . . 1 84
Araca miri, G. (73) (guayaba campesina) ................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Ayui ñandi, G. ( 52 ) (árbol del incienso laurel) ............ . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . 1 94
Bachay miri, T. ( 1 77) (aristoloquia rotunda femenina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373
Buy guazu, G. (278) (eupatorio) . . . . . . . . . ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . 519
Büy mini, G . (279) (agrimonia de Avicena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 521
Caa atti moroti, G . ( 2 1 5 ) (scabiosa blanca M . ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 429
Caá atti vubae, G. ( 2 1 4) (escabiosa negra) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . 427
Caabera miri caa cupechi, G. (253 ) (díctamo cretense) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 483
Caabera ubae, cacupechi, G. ( 253 ) (díctamo negro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485
Caabo yuqui, G. (275 ) (chilca blanca) ................................................. 515
Caa cambi, G. ( 1 64 ) (leche tresna o xalapa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 354
Caá curuzu, G. ( 207) (yerba santa para pasmos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 416
Caálaqua miri, G . ( 247 ) (calaminta menor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .............. 474
Caalaqua; tungay caa, G. ( 1 69) (poleo) ............................................... 362
Caá hay, G. (30 1 ) (verdolaga palustre) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . ..... 549
Caaimbe hubae, G. (29 1 ) (ysopo mayor o negro) . . . . . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 536
Caaimbé moroti, G. (288) (salvia silvestre índica) . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 532
Caapari guazú, G. ( 20 1 ) (batatilla d e don Antonio mayor) . . . . . . . . . . . . . . . 408
Caápari miri, G. (200) (batatilla de don Antonio) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 406
Caápeba ysipo moroti ( 1 49) (palo de culebras) . . . . . ............................. 331
Caaruquira yvupe, G. (3 1 2) (siempreviva acuática) . .......................... 568
Caapeguazu, G. (264) (énula campana) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 498
Caapetai heebaer, G. ( l 50) (mastuerzo salvaje) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333
Caápita guasu, G. (309) (consuelda mayor americana) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 562
Caárimiri cusco payco, G. (208) (lepidio mastuerzo salvaj e) . . . . . . . . . . . . 418
Caaroba, G . ( 1 0 1 ) (árbol del bálsamo negro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
Caárurú miri moroti, G. (298) (bledo blanco menor) ....................... .. 545
Caarurú moha, G. ( l 72) (mercuriales masculinos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 365
Caa taperiba, G. ( 1 1 3 ) (falso eupatorio) .............................................. 280
Caa uguai guasu pitabae, G. (304) (camalea) ..................................... 553

1 G = Nombre en guaraní; T = Nombre en tupí.


618 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página
Caaymbe miri hapo guasu bae, G. (293) 1 (nardo de liebres céltico) ... 539
Caaysu guasu, G. ( 1 98) (coniza mayor) .............................................. 403
Caayssi, G. ( 1 94) (almáciga verde de Plinio) ..................................... 398
Caayuqui, G. ( 305 ) (llantén silvestre peludo) ..................................... 556
Cabara caá, G. (267) (menta salvaj e o yerba de Arias) ..................... 502
Capiyropita ñachiuna miri, G. (239) (canchelagua) ............................ 462
Carachi, G. ( 1 80) (pan de puerco) ............. .............................. . . . ......... 377
Carachi miri, G. ( 1 83) (falso gengibre) ............................................... 38 1
Caraguata, G. (2 1 1 ) (piña) ......................... ........................................... 423
Copay, I. (33) (copaiba) ........ ........... ....... . . . . . ......................................... 1 69
Coqueri, G. ( 1 1 0 ) (durasnillo) ....................................... ....................... 276
Curiy, G. ( 59) (piña de Ja India de América) . . . . . . .. ........................ ..... 1 99
Cusco quirocilla ( 3 1 6) (siempreviva americana) . ................................ 574
Ey Reboray, G. ( 1 1 5 ) (virreina salvaje) .............................................. 283
Guabiramiri, G. ( 1 39) (arrayán silvestre pequeño) ............... ......... ..... 317
Guabiyú, G. (59) (arrayán negro silvestre) .......................... ................ 203
Huhuiba, T. o G. (46) (sasafrás) . .................. ............ ........................... 1 86
lbiaguasu y nambu yeti, G. ( 308 ) (acetosa mayor) . . . . . . . . . . . ................. 559
Iñachiuna moroto, G. (240) (yerba de murta) .......... ....... . . . ................. 464
lsipomoroti, G. ( 1 38) (bejuco) .................................... .............. ............ 315
Lada molanga, T. ( 1 8) (pimienta negra) .............................................. 1 42
Macagua Caá, G. ( 236) (yerba de Charua) ........... . ............................. 458
Macaguacaá ysipo, G. ( 1 49) (palo de culebra) .................. ................. 331
Mandiyu reaqua raiyugue, G. (296) (almizcle de tierra) . . . . .. .............. 542
Mandubi, G. ( 2 1 8 ) (maní sive alfonsigos) ........................................... 433
Mangara ezaetebae, G. (226) (criadillas de tierra dulce) ................... 445
Mangaraete, G. (223) (turmas de tierra) ...... . ....................................... 44 1
Mangaratia, T. ( 1 86) (gengibre) .................................... . .... . ........ . ........ 385
Mangífera, T. ( 1 04) (papaya) ........... ...................... ............................... 269
Mbacucú, G. ( 322 ) (raíz comestible) ................................................... 583
Mbaguero miri, G. (3 1 1 ) (yerba de Santa Lucía) ............................... 565
Mbocayizaete, G. (274) (lino salvaje) .............. .................................... 513
Mbui yboril yu, G. (282) (virga áurea) .... ........................................... 525
Mboi caá, G. ( 243 ) (yerba de Ja víbora de Tarij a) .............. .............. 468
Mboi caá, G. (250) (yerba de colmillo de víbora) .......... ................... 478
Mburucuya, G. ( 142) (granadilla de la pasión) ................................... 32 1
Mburucuia yyubae, G. ( 145 ) (flor de Ja pasión odorífera) ................ 325
Molanga, G. o T. ( 1 7) (pimienta blanca del Brasil, H.) .................... 140

1 Error del Ms. B. N. Hay dos páginas numeradas con el 293.


LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 619

Página

Nambui guasu ypegua, G. (263) (énula campana) . . . . . ......................... 496


Pacoba, G. (96) (plátanos de Santa Catalina) . . . . . . . . . . ......................... . . 259
Paraparay .............................................................................. ................... 226
Peti, G. (256) (tabaco o nicotiana) . . . . . . . . . . . . . ........................................
. . 489
Pimpilin, T. ( 1 8) (pimienta larga) . . . . . . . . .. . . . . . . . ....................................... 1 44
Pino miri (32 1 ) anacardo falso) . . . . . . .. . . . ................................................. 580
Repoti ata, G. (3 19) (llantén palustre) . . . .............................................
. 577
Sandiabo guasu, G. (270) (ajenj o póntico) . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . ..................... 507
Tamaendua miri, G. ( 1 07) (calaminta menor) ..................................... 272
Taperiba miri, G. (260) (verbena o yerba sagrada) . ........................... 493
Tarope, G. (232) (contrayerba del Perú) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ 452
Tarope guazú G. (233) (contrayerba del Perú femenina) ................... 454
Tayao, G. (222) (dragontea menor) . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... 439
Teyi he aqua, G. ( 1 1 9) (lapacho) . . . . .. . .. . . . . . .. . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . .. . .. . . .. . . .. . .. . .. . 289
Toro caá malba cimarona, G. (204) (sextufa mayor o meliloto) ...... 412
Tshinka, T . ( 1 3) (clavo de especia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....................... 1 33
Tshinka popova, T. ( 1 4) (árbol del clavo espigado) . . . . .. . . . . ................ 1 35
Tupaci yeti bachay, G. ( 1 76) (aristoloquia rotunda) .......................... 371
Tupaci yeti mbrucuia miri, G . (1 77) (aristoloquia rotunda femenina) .... 373
Tupandípl guazú, G. ( 1 9 1 ) (azucena silvestre) .................................... 393
Tupandipi mini, G. ( 1 90 ) (vara de Jessé o nardo) . . . . ......................... 391
Urucu, G. ( 1 22) (achiote) .................................................................... .. 294
Yacaré Caá, G. (246) (yerba de la víbora de Charua) ..... ..... . . . . . . ..... . . 472
Yaguarandio, G. ( 1 53) (pelitre arboresce) . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 337
Yaguarandio guasu, G. ( 1 5 8) (hiedra yndica) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 346
Yaguarandio mini, G. ( 1 57) (assaro menor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
Yaguarandio mini, G. ( 1 54) (pseudo asaro) ........... ............................ . 339
Yaguarete caá, G. (285) (carqueja) . . . . . ........................................... ...... 528
Yatayba, G. (49) (árbol del ánime) .................................................. .... 1 90
Ybahu, guabiyu miri, G. (62) (arrayán negro menor) ... .. . . . . . . . . . . . .. .. . . .. 206
Ybia guasu, G. (2 1 9) (acetosa mayor) .. . . .. . . . . .. . . . . . .. . .. ........................... 435
Ybira ara9ay, G. (77) (guayabo) ........................................................... 229
Ybira atay, G. (25) (palo santo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 15
Ybira caábera, G. (70) (sangre de drago) ............................................ 219
Ybira caamini, G. (36) (árbol de l a yerba caamini) ........ . .. . . . . . . . . . . . .. . . . 1 72
Ybira yapacaray, G. (89) (altócigo) ....... . ..... . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . 248
Ybira miri caaymbe, G. (94) (árbol aromo alelí) ........ . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . 256
Ybirapayé, G. (39) (árbol de estoraque) ....... ....................................... 1 76
Ybiraryee, G. (229) (regalisia) ........... . . . ................................. ..... ......... . 448
Ybira yuntay mini, T. (2 1 ) (tamarindos reales) . ................................. 147
620 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

Página

Ybirayzi, G. (42) (árbol de la goma elemi) ........................................ 1 80


Ybope, G. (85) (algarroba) .................................................................... 24 1
Ybope catupiri he ebae, G. (29) (cañafistola) .................. ................... 1 62
Ybope guasu he ebae, G. (29) (cañafistola silvestre) ......................... 1 64
Yboti moroti rosa yaba, G. ( 1 3 1 ) (rosa mosqueta) ............................. 306
Yetirabai, G. ( 1 67) (corregüela) ........................................................... 359
Yetira miri, G. ( 1 6 1 ) (mechoacán) .......... . . . . . ........................................ 350
Ypecacuhana, T. ( 13 8) (bejuco) .. .. .. . . .. . . .. .. . . .. .. . . .. .. . . .. .. .. .. . . . . .. . . .. .. . . .. .. .. . 315
Ysica riva, T. ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 80
Yuápeca guasú, G. ( 1 27) (raíz de la China blanca) ........................... 300
Yuapeca miri, G. ( 1 28) (raíz de la China negra) ............................... 302
Yuquiripey, G. (67) (sándalo colorado) .......................................... . . . . . 214
Yutay guazu, T . (22) (tamarindos bastardos femeninos) .................... 1 50
Zuinandi, G. (92) (ceibo o chopo) ....................................................... 252
LA FARMACIA EN LA AMÉRICA COLONIAL: EL ARTE DE PREPARAR MEDICAMENTOS 62 1

IX.9. Índice onomástico

Página 1

Acosta, Cristóbal . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . l 06
Alcázar, Andrés . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Aschencio o Ascencio . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Avicena . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . .. . . . . .. . . .. . .. . .. . . . .. . .. . . . .. . .. . . . .. . . . .. . . 1 99
Bah uin, Gaspar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . .. .. . ... .. . .. . . .. ... . .. . .. . .. .. . .. . .. . . . .. . .. . . . .. .. . .. . . 1 9l
Bon ti, Jacobo . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . .. . .. . . . . . . .. . .. . . . .. . . . .. . . 15
Crátevas . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . .. . . . . .. . .. . . . .. . .. . . . .. . .. . .. .. . .. .. . .. . . 266
Demócrates . . . . . .. . .. . .. . .. . . . . . . .. . . . . . . . .. . .. . . . .. . .. . .. . .. . .. . . . . . .. . .. . . . .. . .. . .. . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . 21O
Dioscórides . . .. . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . . . . . . . . . . .. . .. . . . .. . .. . .. . . . . ... . .. . .. . .. .. . .. . . . .. . .. . .. .. . . . . . . .. . . 63
Eguina o Eguineta, Pablo ...................................................................... 15
Fuchete, Madame . . . .. . .. . . . ... . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . .. .. . .. . .. . . . .. . . . .. . . 16
Galeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
García D' Orta (véase Huertas)
Herrera .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................... . . . . . . . . . . . . ................. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Huertas . . .................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............................. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 4
Laguna, Andrés . . . . . . . . . .. . . . . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . . . . .. . .. . .. . ... . . . .. . .. . . . . . . .. . .. . .. . . . .. . . . .. . . . . 12
Mattioli . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . .. . .. . .. . . . .. . . . . .. . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ll
Monardes ............................................. . . . .. . . . . . ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Montoya, Padre ...................................................................................... 237
Moreno, Padre Tomás . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
Nasau, príncipe . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Ortiz, Isidro . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..................... 217
Pisón, Guillermo . . . .. . .. . . . .. . ... . . . . .. . . . .. . . . .. . .. . ... .. . . .. . .. . .. . .. .. . .. . .. . .. . .. .. . . . . .. . . . .. . .. 4
Plinio . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................................................ 1 95
Riveiro ..................................................................................................... 27
Ruiz, Padre Diego . . . .. . . . .. . . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . .. . . . . .. . .. .. . .. . . . .. 244
Santo Tomé . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . 38
Telles, Manuel Baltasar . . ...... . . . . . . . . . . . .. .......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................ 15
Teofrasto ................................................................................................. 1 99
Torres, Domingo de . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
Vigo, Juan d e ......................................................................................... 1 96
Zacchia, Pablo ........................................................................................ 3

1 Corresponde a la página del Ms. 1 0.3 1 4 B . N.


622 CARMEN MARTÍN MARTÍN Y JOSÉ LUIS VALVERDE

IX. 1 0. Índice toponímico

Página
África ...................... ................................................................................. 34
América . . ........................ .................. ....................................................... 34
Anta ......................................................................................................... 34
Apóstoles ............. .... .... .............. . . . . . ......................... ............... . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Ceilán ................................ .................................. . . . ............ ............ ......... 7
Concepción . . . . . . . . . . . ................ ......................... . . . ....................................... 209
Córdoba .... ............................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........................... 27
Chaco ....................................................................................................... 27
Charua ................ ................ ....................................... . . ............ . . . . . . . . . . ...... 246
Chile .............................. ...................... ... . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . ............................ 31
Egipto .................................................. . . . . . . . . ............................................ 224
El Callao ................................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Europa . . ...................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Francia ........ ............................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Grecia ................................... . . . . . . . . . . . ............ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
Guamaní ....................... . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297
ltapúa ............................................................ . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Japón ............................................. .................... ...................................... 34
Lima .............................. ........................ ..................... ............................. 31
Madrid ................................. .............................. . . . . .................................. 216
Mojos ................................ .......................................................... ............. 11
Murcia .................................................. ....................... . . . . . . . . . . . . . . . ............. 216
Paraguay ................. .......................... ....................................................... 27
Paraná ..... ................................... . . . . . . . . . ................... . . . . . . . . . . . . . . .................... 34
Perú ............................................ . . . . . . . ...................................................... 31
San Ángel . . . .. . .. . .. . . . . . ... . . . . .. . .. . .. . . . . .. . . . . . .. . . . . ... . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . .. . .. . . 209
San Carlos . . . .. . . . . . . . . . . . ..... .. . . . . . . .. . .. . .. . . .. . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . .. . .. .. . . . . . . . . . . . .. . . 209
San Gabriel . . .. . .. . .. . .. . .. . . . .. . . . . . . . . . .. . . .. . ... . .. . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . .. . .. . . . . .. . . .. . 23 1
San Juan .. . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . .. . .. . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . .. . .. . . . . .. . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . 209
San Lorenzo . .. . . .. . .. . . . . . . . . . .. . .. .. . . . . .. . . .. . .. . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . ... . .. . . . . . . . . . .. . .. . . .. . . . . 209
San Luis . .. . .. . . .. . .. . .. . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . ... . .. . .. . . . . . . . .. . . . .. . . . . . .. . .. . . . . .. . . . . . . ... . .. . . .. 209
San Miguel .. . . .. . .. . .. . .. . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . .. . .. . .. . .. . . .. 209
San Salvador . . . . . . . . .. .. . .. . .. . .. . . . .. . .. . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . .. . . . . .. . . . . . . .. . ... . . . . . . 297
Santiago de Estero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .................................................. 27
Santo Tomé ............................. . . . .. . . . . . . . . . . . ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 237
Tarij a ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . ......................................... ............ 244
Tucumán . . . ............................................................................................... 27
X. BIBLIOGRAFÍA

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