El ordenamiento jurídico colombiano se refiere a cuatro tipos de hábeas corpus: i) hábeas

Corpus clásico (es decir, reparador); ii) hábeas corpus preventivo, encaminado a conjurar una
amenaza cierta de privación irregular de la libertad personal que, sin embargo, aún no se ha
concretado (aunque esta forma no tiene cabida en el sistema jurídico colombiano puesto que
sólo se consagra para cuando efectivamente se ha hecho una privación previa y objetiva de
la libertad); iii) hábeas Corpus correctivo, que funciona para corregir las condiciones legales;
iiii) hábeas corpus restringido, que se aplica cuando hay perturbación de la locomoción, sin
llegar a la privación de la libertad.
Así pues, dentro de las garantías constitucionales, que deben ser respetadas e
implementadas a los largo y ancho del sistema jurídico, aparece el hábeas corpus junto con
el debido proceso, la acción de tutela y la garantía de no ser condenado dos veces por lo
mismo, como derechos intangibles (garantías judiciales indispensables) aún en estados de
excepción. Esto resalta la importancia del hábeas corpus como un derecho en conexidad
directa con la dignidad humana. El hábeas corpus es a la vez un derecho fundamental y un
mecanismo de protección de la libertad personal, como la Corte Constitucional lo ha
reiterado.
En al artículo 30 de la Constitución política, aparece el hábeas corpus, mecanismo que se
puede interponer “en todo tiempo” por la persona que estuviese privada de su libertad, o un
tercero que conoce su situación, de manera ilegal o con violación de las garantías
constitucionales. Este mismo debe ser resuelto por cualquier juez de la república, o, en su
defecto, por algún funcionario estatal (de no haber en determinado lugar un despacho
judicial), en el término de treinta y seis horas. Además de ser un derecho fundamental
consagrado en la constitución, el bloque de constitucional también ha reconocido al hábeas
corpus, siendo tales instrumentos internacionales: la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre. Se le reconoce a tal magnitud porque se le considera uno de los muchos bienes
imprescindibles para la dignidad de la persona humana, una de las más grandes conquistas
históricas de las democracias.
En conclusión, el hábeas corpus es un derecho intangible, una acción constitucional para
tutelar la libertad personal y de aplicación inmediata, es la garantía más importante para la
protección del derecho a la libertad (en conformidad con el artículo 28 de la constitución), y
es, igualmente, una garantía fundamental de otros derechos fundamentales de la persona
privada de la libertad como los de la vida y la integridad personal. Este debe ser interpretado
no sólo conforme a lo consagrado en el ordenamiento jurídico, sino también conforme a los
instrumentos internacionales.