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¿DEBE SUSBSISTIR O DESAPARECER EL

AUTO DE VINCULACIÒN A PROCESO?

Con la implementación erga omnes de la reforma constitucional en materia


procesa penal del 2008, se le dio vida a nuevas conceptos procesales que
vinieron a suplir deficiencias del antiguo sistema acusatorio que insta en
dar un cambio paradigmático del sistema de justicia penal en México.
Estos cambios se dividen en distintos ejes de mejora del procedimiento,
dado que se necesita un análisis sistemático, analítico y literal del antiguo
y del nuevo procedimiento además de distintos conceptos, me limitare a
explayar en el tema que me atañe acerca del debate doctrinal y pragmático
del auto de vinculación a proceso.
Como ya mencionaba antes, el auto de vinculación a proceso forma parte
de esta cambio de paradigma en el nuevo modelo inquisitivo, el cual se
equipara con el auto de formal prisión del antiguo proceso penal; para
entender la analogía de estos preceptos me permito citar los siguiente
conceptos y tesis:

AUTO DE FORMAL PRISIÒN.


ARTICULO 19 CONSTITUCIONAL EXIGE, PARA EL PRONUNCIAMIENTO
DE TODO AUTO DE FORMAL PRISION, CIERTOS REQUISITOS DE FONDO
Y FORMA, ENCONTRANDOSE ENTRE LOS PRIMEROS EL QUE LOS DATOS
ARROJADOS POR LA AVERIGUACION PREVIA SEAN BASTANTES PARA LA
COMPROBACION PLENA DEL CUERPO DEL DELITO Y PARA HACER
PROBABLE LA RESPONSABILIDAD DEL INCULPADO EN SU COMISION;
EN TANTO QUE LOS REQUISITOS DE FORMA CONSISTEN EN QUE, SE
EXPRESE EN EL AUTO DE FORMAL PRISION EL DELITO QUE SE IMPUTA
AL ACUSADO Y SUS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS, ASI COMO LAS
CIRCUNSTANCIAS DE EJECUCION, DE TIEMPO Y DE LUGAR. SENTADO LO
ANTERIOR, DEBE DECIRSE QUE SE DEBEN ESTUDIAR EN PRIMER LUGAR
LOS REQUISITOS DE FONDO Y DESPUES LOS DE FORMA, PORQUE PARA
ANALIZAR LAS DEFICIENCIAS DE FORMA DE QUE ADOLEZCAN EL AUTO
DE FORMAL PRISION, PRIMERO TENDRIA QUE ESTAR PLENAMENTE
COMPROBADO EL CUERPO DEL DELITO Y QUE EXISTAN DATOS QUE
HAGAN PROBABLE LA RESPONSABILIDAD DEL INCULPADO EN SU
COMISION, YA QUE SI FALTAN LOS REQUISITOS DE FONDO, ESO BASTA
PARA LA CONCESION ABSOLUTA DEL AMPARO, PERO SI SOLO FALTAN
LOS DE FORMA, LA PROTECCION DEBE OTORGARSE PARA QUE SE
SUBSANEN LAS DEFICIENCIAS.

AUTO DE VINCULACIÒN A PROCESO.


La figura del auto de vinculación a proceso tiene por objeto someter a un
imputado a la segunda fase de la etapa preliminar del proceso penal, es
decir, a la investigación formalizada. El autor expone cómo, con la
implementación del sistema acusatorio, existen criterios
jurisprudenciales contradictorios en cuanto a si es necesario o no analizar
los elementos del tipo penal (objetivos, normativos y subjetivos) en el
auto de vinculación a proceso.

De la lectura a las citas previas, se deduce que estos conceptos lo que


buscan es generar punibilidad al imputado respecto de conductas que
pudieran ser constitutivas de delito, y de esta manera coartar la libertad
del mismo.
Con el auto de formal prisión en el sistema tradicional como se le conoce
comúnmente los efectos prácticos daban lugar a que el sujeto activo
dependiendo del tipo penal, se sujetara durante el procedimiento privado
de su libertad o bien garantizar su libertad mediante la caución u otras
medidas cautelares, lo que resulta a todas luces contradictorio a preceptos
constitucionales y convencionales, toda vez que la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y el pacto de San José garantizan el principio
de presunción de inocencia que se transgrede por ser contradictorio a
estos preceptos primarios, por el hecho de evadir el análisis y
enjuiciamiento que agote toda culpabilidad del imputado.

Ante esta premisa el sistema jurídico mexicano se veía un tanto obsoleto,


en su eficiencia, su legalidad, justicia y demás disyuntivas que de ninguna
manera podrían estarse vulnerando dentro de un estado de derecho,
además esto traía como consecuencia que personas que se aparentemente
eran culpables y que tenían todos los elementos para privarles de su
libertad, por tan indignantes y atroces actos quedaran libres por estas y
otras deficiencias que acarreaba el modelo tradicional, lo que como
consecuencia del debate y la critica constructiva dio lugar a que se creara
un nuevo sistema acusatorio el cual se equipara a sistemas jurídicos
penales de otros países, lo que hace mas fácil de empatar y cumplir con
convenios internacionales que de los que México forma parte.

Ahora bien, aun y con el nuevo sistema acusatorio, el debate no ha cesado


puesto que la figura jurídica objeto de presente trabajo es decir el AUTO
DE VINCULACIÓN A PROCESO, resulta nuevamente un tanto controvertido
en virtud de que vulnera el mismo principio que he mencionado, es decir
el principio de presunción de inocencia, para mayor entendimiento de este
principio me permito citar los numerales que lo tutelan:

CONSTITUCIÓN POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.


De los derechos de toda persona imputada: I.-
A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad
mediante sentencia emitida por el juez de la causa;
.
PACTO DE SAN JOSÉ.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.

Es así como lo disponen las normas de mayor orden jerárquico en nuestro


sistema jurídico; ahora bien ¿de que manera transgrede el auto de
vinculación a proceso el principio de presunción de inocencia?, la
respuesta a esta pregunta estriba en que el auto de vinculación a proceso
es el sometimiento del imputado al procedimiento para que se enjuiciado
por el tribunal quien decidirá aun si es culpable o no, por lo que desde antes
de que sea juzgado por quienes tienen la potestad de hacerlo, se le esta
prejuiciando y por ende vulnerando su inocencia, toda vez que en primer
lugar se le están atribuyendo cargos que no han sido estudiados
exhaustivamente y en segundo lugar porque coarta la libertad del
imputado ya sea por alguna medida cautelar o bien que no por ser
considerado como delito que amerita la prisión preventiva, sea privado de
su libertad sin haber sido vencido y oído por el tribunal de enjuiciamiento.
Sirve de apoyo la siguiente tesis:
AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO EN EL NUEVO SISTEMA PENAL
ACUSATORIO. LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL, AL ANALIZAR DICHA
DETERMINACIÓN, PUEDE REITERAR LOS CRITERIOS DE AFECTACIÓN A LA
LIBERTAD PERSONAL EMITIDOS POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE
LA NACIÓN ANTES DE LAS REFORMAS Y ADICIONES A LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADAS EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008. Como lo
refirió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, antes de las reformas y
adiciones de diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el
dieciocho de junio de dos mil ocho, la diferencia entre el auto de formal
prisión y el entonces llamado auto de sujeción a proceso radicaba
entre otras en que este último no restringía la libertad del todo, sino
sólo la perturbaba al obligar al procesado a comparecer
periódicamente ante el Juez instructor y a no salir de su jurisdicción
territorial si no era con su autorización; luego en atención a las citadas
reformas constitucionales, donde existe un nuevo proceso penal de tipo
acusatorio, adversarial y oral, aparece la figura del auto de vinculación a
proceso que igualmente tiene por objeto someter al imputado a la
segunda fase de la etapa preliminar del proceso penal, esto es, a la
investigación formalizada, la que concluye cuando el Ministerio Público
declara cerrada la investigación y formula la acusación, entre otras
determinaciones posibles, continuando así dicho proceso que puede
terminar con el dictado de una sentencia privativa de su libertad
personal. Ahora bien, el hecho de que a una persona se le vincule a un
proceso penal implica que su libertad se afecte, al menos
parcialmente, en la medida en que lo somete a un proceso penal con
pretensión punitiva, cuya prosecución requiere de su ineludible presencia
como presupuesto de continuidad, por lo que lo obliga a comparecer en los
plazos o las fechas indicadas por el Juez que conozca del asunto cuantas
veces resulte necesario con miras a garantizar, precisamente, la finalidad
potencialmente punitiva de la sentencia con la que culmine, pues la
libertad personal de los individuos no sólo se afecta a través de actos
de autoridad que tengan como consecuencia material privar al
gobernado de su libertad personal y deambulatoria en sentido
estricto, sino que tal afectación también puede darse en el ámbito
jurídico por el hecho de estar vinculado, precisamente, a un proceso de
tal naturaleza donde, actualmente, con base en las potenciales audiencias
subsecuentes que prevé el nuevo sistema procesal, así como las eventuales
solicitudes de las partes (particularmente del Ministerio Público y a
instancia de víctimas u ofendidos), la autoridad judicial competente puede,
incluso, decretar otras medidas para garantizar el seguimiento del proceso
penal; por lo que, aun cuando dicha determinación no lo priva, en sí misma,
en forma directa de su libertad personal (pues es independiente de las
posibles medidas cautelares adicionales), sí puede considerarse como un
acto que la limita indirectamente, en tanto constituye una condición sine
qua non para someterlo formal y materialmente a proceso, para la
apertura y determinación del periodo de investigación subsecuente, para la
continuidad del cauce procesal y para la posible imposición de alguna
medida de coerción relacionada con las obligaciones derivadas de esa
vinculación, lo cual sin duda repercute en la esfera jurídica del quejoso, al
ubicar su condición como la de una persona sujeta a un proceso penal con
todas las implicaciones jurídicas o sociológicas que ello conlleva. Y es que
del mismo modo en que lo advirtió en su momento el Máximo Tribunal del
País, al examinar el auto de "sujeción a proceso" del sistema procesal
tradicional, el actual auto de vinculación a proceso genera igualmente
una perturbación que, aunque indirecta, incide en la libertad
personal. De no aceptarse que existe una afectación, al menos indirecta o
en grado de perturbación de la libertad del imputado, como consecuencia
del auto de vinculación, se llegaría al absurdo de hacer nugatoria o
pretender ignorar la importantísima finalidad que como garantía ejerce la
Constitución Mexicana, es decir, la función garantista del tipo penal, que
consiste también en evitar que a cualquier gobernado se le someta a un
proceso penal (que por naturaleza tiene fines de pretensión punitiva
estatal), sin justificarse previamente la satisfacción de los requisitos
mínimos para ello, que exigen un estándar suficiente de acreditamiento de
un hecho delictivo (no cualquier clase de acto o hecho ajeno a la materia
penal) y de razonable probabilidad de intervención en la comisión de ese
hecho. Por tal razón se estima que la emisión de un auto de vinculación
a proceso, aun sin existir medidas cautelares complementarias, sí
perturba o afecta, al menos indirectamente, la libertad personal; de
ahí que, en atención a esa especial naturaleza, debe estimarse como
supuesto adecuado para la procedencia del amparo y del otorgamiento de
la suspensión en lo conducente a esa misma naturaleza excepcionalmente
especial. En ese sentido, es claro que la jurisprudencia superada por la
legislación reformada no resulta aplicable ni exigible en sentido estricto,
pero ello no quiere decir que la autoridad jurisdiccional esté impedida para
reiterar el criterio que emana de ella si resulta igualmente aplicable en lo
conducente a las nuevas hipótesis normativas, sobre todo cuando éstas son
esencialmente idénticas en razones y circunstancias de potencial afectación
a la misma garantía o derecho fundamental que la Constitución del País
protege, toda vez que donde hay la misma razón no cabe desconocer la
misma aplicabilidad de un criterio racional y sustancialmente depurado por
la Suprema Corte, que en este caso, este Tribunal Colegiado, dentro del
ámbito de su competencia, lo asume y reitera como propio. En efecto, este
tribunal comparte tal consideración y reitera, en lo conducente, el aludido
criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que aunque si bien se
refiera al "acto de sujeción a proceso", resulta esencial y racionalmente
análogo en defensa de la misma garantía de libertad personal, la cual con la
creación del sistema penal acusatorio no sólo subsiste sino incluso se ve
mayormente tutelada frente a ataques al debido proceso penal, entendido
como derecho humano fundamental y reconocido como presupuesto válido
de toda pretensión punitiva posible; aspecto que sigue siendo materia de
control de constitucionalidad ineludible, independientemente del sistema
procesal que se adopte. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Como podemos observar la amplia interpretación del tribunal colegiado,


no explica concatenadamente que la vinculación a proceso indirectamente
transgrede la libertad del imputado antes de agotar todos los medios para
esclarecer su culpabilidad.

Al examinar el auto de sujeción a proceso del sistema procesal tradicional,


el actual auto de vinculación a proceso genera igualmente una
perturbación que, aunque indirecta, incide en la libertad personal. De no
aceptarse que existe una afectación, al menos indirecta o en grado de
perturbación de la libertad del imputado, como consecuencia del auto de
vinculación, se llegaría al absurdo de hacer nugatoria o pretender ignorar
la importantísima finalidad que como garantía ejerce la Constitución
Mexicana, es decir, la función garantista del tipo penal, que consiste
también en evitar que a cualquier gobernado se le someta a un proceso
pena; además que sin justificarse previamente la satisfacción de los
requisitos mínimos para ello, que exigen un estándar suficiente de
acreditamiento de un hecho delictivo y de razonable probabilidad de
intervención en la comisión de ese hecho. Por tal razón se estima que la
emisión de un auto de vinculación a proceso, aun sin existir medidas
cautelares complementarias, sí perturba o afecta, al menos indirectamente,
la libertad personal; de ahí que, en atención a esa especial naturaleza, debe
estimarse como supuesto adecuado para la procedencia del amparo y del
otorgamiento de la suspensión en lo conducente a esa misma naturaleza
excepcionalmente especial.

Desde mi punto de vista el auto de vinculación a proceso debe desaparecer


y se debe dar lugar a un mecanismo que embone con las normas
constitucionales y convencionales de México, de no ser así, el debate se
prolongara por el tiempo de transición en el cual aun nos encontramos con
el nuevo sistema acusatorio y que no dejaría de ser inconstitucional, desde
mi percepción las normas generales no deben violar las carta magna y es
por eso que la norma general debe adecuarse de la constitución para crear
certeza jurídica en el proceso penal para todo imputado.

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