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Higiene oral: Jardines y su responsabilidad en la

salud bucal de los niños

Inculcar en la primera infancia los hábitos de higiene oral es una tarea


ardua que exige vigilancia, atención, paciencia, esfuerzo y dedicación
de los padres, odontólogos, cuidadores, pero también de parte de los
educadores. Es así que la doctora Diana Roa, odontopediatra conocida en el
gremio por tratar a los más pequeños (incluso recién nacidos), explica que es muy
importante brindarles información a los profesores de pre escolar en promoción de
salud oral.

La prioridad debe ser, mientras más temprano se asista al odontólogo es


mejor para la salud oral. No obstante, cuando los niños inician su vida escolar
pocos están atentos a que sus rutinas de higiene oral se apliquen también en las
jornadas académicas.

“La boca es el medio por donde se recibe alimento, por ello, la salud
oral de los más pequeños es tan importante porque es un factor
determinante para el desarrollo facial dental y corporal de los
niños” afirma la doctora Roa, docente de pre y post grado en odontología de la
Universidad del Bosque. Además añade que “debería ser política pública que en los
jardines infantiles se cuidará adecuadamente la salud bucal de los infantes como
sucede en otros países”.

La doctora Diana Roa, comparte unas recomendaciones para cuidadores y


educadores en pre escolares sobre el tema:

1. Cumplir con los cuidados de higiene bucal en los horarios


pertinentes: lavar la boca después de consumir cualquier alimento.
2. Incentivar las rutinas de higiene oral: hacer del lavado dental algo
divertido. Se pueden recurrir a juegos como organizar a las niñas y niños en rondas
para protagonizar papeles de dientes y caries o implementar canciones especiales.
En el caso de los bebés es válido que los cuidadores de párvulos usen juguetes. Una
buena técnica es lavarle la boca a un osito u otro muñeco y mostrarle al bebé.
3. Vigilar los alimentos que consumen los niños: desde la infancia se debe
manejar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras sin abusar de los azúcares
y las harinas refinadas. Si los niños consumen dulces o bebidas lácteas deben
cepillarse inmediatamente después.
4. Capacitarse para poder brindar conocimiento y comprensión en
los aspectos básicos de salud oral: características de la boca, estimulación de
los maxilares, higiene bucal, dieta, lactancia, proceso de caries, detección de
hábitos como la succión digital entre otros.
5. Estar alertas de la caries del biberón: hay unas señas claras que se deben
atender como las manchas amarillas alrededor de los dientecitos del pequeño para
evitar esta enfermedad que es bastante delicada en los menores.
6. Incentivar la visita con el odontopediatra:

• De 0 a 3 meses para recibir indicaciones de limpieza, estimulación de los


maxilares, lactancia materna, estimulación temprana, uso de chupo, biberón.
• A los 6 meses para educar a los padres sobre el uso adecuado de la crema
dental, cepillo dental, dieta etc
• Y regresar cada tres meses para hacer seguimiento según el riesgo de caries o
compromiso maxilar que presente el niño.

Mientras más temprano se comiencen las visitas con el odontólogo pediatra, se


adaptará el niño más fácilmente a la consulta odontológica, se reforzarán hábitos
de higiene y salud oral, se detectarán tempranamente procesos infecciosos como la
caries dental y se podrá diagnosticar oportunamente alguna alteración en el
crecimiento de los maxilares, por ello la tarea debe ser conjunta entre padres,
educadores y odontólogos pediatras. Este es un propósito de la Doctora Diana Roa
para que los educadores de pre escolar se comprometan con la higiene bucal de los
pequeños.

Mientras antes se realicen intervenciones de promoción y prevención de la salud bucal en


nuestros niños y niñas, los resultados serán mejores. Es fundamental mantener estos
conceptos en el tiempo y reforzarlos constantemente con el fin de evitar que enfermen,
mejorando así su calidad de vida…. contamos con ustedes para llevar a cabo esta
maravillosa tarea.

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