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contemporaneos.
En este trabajo analizaré el rol del autor contemporáneo desde la mirada de Foucault y Roland
además por formatos llamados “multiplataformas” -audio, video, redes sociales, internet etc.-.
Intentaré deconstruir la idea de “autor” como creador divino a partir de la nada. Por mi oficio de
dramaturgo creo que los dramaturgos y teatristas contemporáneos están atravesados por múltiples
En su conocida conferencia “¿Qué es un autor?” Michel Foucault trata por un lado un análisis socio
histórico del autor como individuo social y por el otro, la construcción misma de lo que llama la
“función-autor”. Foucault considera al autor como “una función del discurso”, donde la asignación
de las obras a un nombre propio es discriminadora: “la función- autor es característica del modo de
1983:47).
Podríamos afirmar que en la antigüedad la obra era más importante que su autor, es decir que era
más importante lo producido antes que un individuo al que adjudicaban la autoría. Incluso todavía
se discute la autenticidad de adjudicaciones de obras a nombres propios. Por ejemplo no se sabe
mucho de Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, ya que algunos niegan su existencia como
persona, incluso hay una teoría que sostiene que el nombre proviene de una sociedad de poetas
llamada Homeridai que significa “hijos de rehenes”. Como otro ejemplo posible todavía se discute
En la actualidad algunas corrientes de la crítica literaria, lingüistas, filósofos entre otros ponen en
crisis el rol del autor, pensando con cierto consenso que la obra no pertenece a su autor sino más
bien a la cultura general y al lector. Como dice Samuel Beckett en su novela “El innombrable”:
“Qué importa quién habla, dijo alguien, qué importa quién habla”.
no deja de desaparecer.
Foucault establece una relación entre escritura y muerte, por ejemplo en las “Mil y una noches” se
escribe o se narra para no morir. Esta relación entre escritura y muerte se manifiesta también en la
desaparición de los caracteres individuales del sujeto escritor. Este desvía todos los signos de su
decir “la muerte del autor”, tema que desarrollaremos con Roland Barthes.
Foucault se preguntó además qué es una obra, sosteniendo que no hay una teoría que se dedique a
investigar esto, y afirmando que estudiar una obra sin autor es problemático como definición de
Foucault, desarrolla cuatro puntos sobre la figura del autor para plantear la tesis “autor-función”.
1) El nombre de autor: imposibilidad de tratarlo como una descripción definida; pero imposibilidad
La relación de atribución- El autor es sin duda aquél al que se le puede atribuir lo que ha sido dicho
operaciones críticas complejas y raramente justificadas. 4) La posición del autor. Posición del autor
en el libro (utilización de las conexiones; función de los prefacios simulacros del escritor, del
solista, del confidente, del memoralista). Posición del autor en los diferentes tipos de discurso (en el
discurso filosófico, por ejemplo). Posición del autor en un campo discursivo (¿Qué es el fundador
de una disciplina? ¿Qué puede significar el "regreso a..." como momento decisivo en la
el S.XIX como Freud o Marx. Ellos posibilitaron nuevas analogías y nuevas diferencias. A partir de
estos autores se originaron nuevos discursos, pero no solo en aquellos autores que continuaron
imitándolos sino también generaron en otros que trataron de diferenciarse de ellos. Foucault se
pregunta entonces si estos autores en realidad son los “verdaderos autores” por ser instauradores de
nuevos discursos.
Se podría concluir que para Foucault el autor es aquel que inaugura un discurso y no el que lo
En las grandes narrativas como la de Balzac se pregunta Roland Barthes. ¿Quién habla? ¿El autor
Balzac? ¿El individuo Balzac? Pone por ejemplo: “Era la mujer, con sus miedos repentinos, sus
caprichos irracionales, sus instintivas turbaciones, sus audacias sin causa, sus bravatas y su
se sabe quién narra, no se sabe si es un personaje, si es Balzac autor con sus principios morales o
simplemente un narrador anónimo. Barthes propone la escritura como un lugar neutro donde se
pierde la identidad del propio cuerpo que escribe. La voz pierde su origen, cuando el autor entra en
su propia muerte comienza la escritura. “Siempre ha sido así, sin duda: en cuanto un hecho pasa a
ser relatado, con fines intransitivos y no con la finalidad de actuar directamente sobre lo real, es
decir, en definitiva, sin más función que el propio ejercicio del símbolo, se produce esa ruptura, la
voz pierde su origen, el autor entra en su propia muerte, comienza la escritura”. (Barthes 1968:3)
Tanto Barthes como Foucault sostienen que el autor es un invento de la modernidad que luego de la
edad media, gracias al empirismo inglés y al racionalismo Francés, descubre el prestigio del
individuo.
Aunque todavía es muy poderoso el imperio del autor desde finales del S XIX muchos escritores y
pensadores empezaron a desarrollar la idea de que existía “la escritura” antes que el autor. Barthes
sostiene que Mallarmé fue el primero en ver que no era él el que hablaba sino el lenguaje. Otros
movimientos y prácticas artísticas también contribuyeron a desacralizar la imagen del autor, tales
como el surrealismo con su escritura automática. La lingüística dio un instrumento analítico para la
destrucción del autor afirmando que la enunciación en su totalidad es un proceso vacío que funciona
a la perfección sin que sea necesario rellenarlo con personas como interlocutores. Emisores y
sujeto cuyo predicado es el libro. No existe otro tiempo que el de la enunciación y todo texto está
acto performático, pura forma verbal en el que la enunciación no tiene más contenido que el acto
Hoy en día sabemos que un texto no está constituido por una fila de palabras de las cuales se
desprende un único sentido teológico, un mensaje de un “autor-Dios”, sino por múltiples escrituras,
ninguna original. El texto es un tejido de citas provenientes de los mis focos de la cultura.
Según esta postura un texto está formado por escrituras múltiples procedentes de varias culturas que
establecen un diálogo, o una parodia, o un cuestionamiento, entre otras posibilidades. Pero existe un
lugar en el que se recoge toda esa multiplicidad. Ese lugar no es el autor, como se dijo hasta hoy,
sino el lector. La unidad del texto no está en su origen sino en su destino, o como dice Barthes: el
1.2 Intertextualidad
La palabra Intertextualidad la introduce Julia Kristeva en su artículo sobre Bajtin, donde sostiene
que todo texto se construye como “mosaico de citas”, que todo texto es absorción y transformación
de otros textos. Esta relación entre los textos deviene en una relación de los signos entre sí, es decir
que ya no importa tanto la relación de los significantes con los significados, sino la relación entre un
En una línea similar Gerard Genette (1989) habla de transtextualidad para anunciar todo lo que
pone a un texto en relación manifiesta o secreta con otro. Reconoce cinco tipos:
préstamos declarado. De apariencia menos explícita y literal (con comillas, con o sin
explícita y menos canónica. c) Alusión: Aún menos explícita y menos literal. Un enunciado
3) Metatextualidad: Comentario que une un texto a otro del que él habla, sin citarlo
4) Architextualidad: Relación muda, que sólo es articulada, a lo sumo, por una mención
taxonómica.
5) Hipertextualidad: Toda relación que una un texto B (hipertexto) con un texto A (hipotexto)
en el cual él se injerta de una manera que no es la del comentario, como un texto derivado de
otro texto preexistente. Un ejemplo es “La Eneida” y “Ulises” de Joyce son de manera
diversas un hipertextos de un mismo hipotexto “La Odisea de Homero” por una operación
indirecta o imitación: “La Eneida” de Virgilio. Mientras Joyce cuenta la historia de Ulises
de otra manera que Homero, Virgilio cuenta la historia de Eneas a la manera de Homero.
Por otro lado Pavao Pavličić estable dos tipos de intertextualidades, la Modernista y la
Postmoderna.
Existen muchos otros autores que podría investigar que abordan la intertextualidad, aunque sería
filosofía sobre la relación de los textos entre sí. Julia Kristeva fue la primera en llevar a Europa
teorizando sobre el tema. Genette estudió más en profundidad los procedimientos en la literatura, lo
que él llama “plagio” es decir una apropiación de otros textos de forma no declarada. El plagio no
declarado es el ámbito literario siempre existió y lo discutible éticamente quizás tenga relación con
lo legitimado o no que esté el plagiador y claro también cuanto y a quien plagia. Borges en su
conferencia sobre La divina Comedia cuenta como Melville en la novela “Moby Dick” copia una
escena de “La Divina Comedia” de Dante, pero plantea que no fue plagio porque simplemente
quizás Melville olvidó la escena de Dante para reescribirla. Borges desarrolla mucho más esta tesis
en el cuento “Pierre Menard el autor del Quijote”, en el cuento Menard se propone la quijotesca
idea de copiar palabra por palabra la obra de Cervantes tres siglos después y en castellano siendo él
francés. Nadie duda que Borges citó y plagió otros textos de su biblioteca infinita. Quién se
atrevería a juzgar los procedimientos borgianos. Distinta suerte corrió Pablo Katschajian, quien con
su “Aleph engordado” reescribió “El Aleph” de Borges pero con más palabras. Donde “El Aleph”
dice: “La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa
agonía…”, Katchadjian escribió: “La candente y húmeda mañana de febrero en que Beatriz Viterbo
finalmente murió, después de una imperiosa y extensa agonía…” Como resultado el cuento tiene
más palabras y es más extenso. María Kodama lo denunció y fue declarado culpable y sentenciado a
pagar una multa por plagio.
creo que acierta Pavličić al plantear que la intertextualidad posmoderna se toman textos anteriores
desprejuiciadamente para dialogar con ellos, ya no para dar un nuevo mensaje sino para establecer
una relación con una época, una estética o un género. Pero no para modificarla sino como materia
donde las marcas del texto anterior se pierden en el nuevo texto, citando o plagiando en términos de
Genette pero no una obra para hacer un palimpsesto, sino a un conjunto de obras, trozos, ideas o
fábulas como material de una nueva obra. Eso sería la intertextualidad posmoderna que se refiere
Pavličić. Quizás los términos más cercanos para los procedimientos intertextuales de este trabajo no
1.2.2 Collage
Para Arthur Danto el collage es el paradigma del arte contemporáneo, diferenciándolo del arte
moderno. Según el autor el arte contemporáneo ya no reniega del pasado del arte, sino que más bien
Esta relación del collage con el arte del pasado según Danto coincide con la postura de Pavličić, las
obras del pasado no es algo de lo que haya que liberarse, a diferencia del arte modernista que quería
distanciarse de lo anterior. Este paradigma que es el collage dio un impulso muy importante a todo
Por un lado, un collage es una composición realizada sobre un soporte a partir de diversos
materiales (o de un solo material, como es el caso de los papiers collées) y, por otro lado siguiendo
visuales y mentales diversos, pero Marx Ernst entendía el collage como un proceso de asociación
mental antes que como un simple proceso técnico. Estos procedimientos dieron origen a nuevas
1.2.3 MashUp
composición. Estas nuevas formas de acceder, copiar y compartir contenidos como audios, videos y
Por motivo de estas nuevas prácticas se originaron debates legales como el de la propiedad
intelectual y el derecho de copia “copyright”. En el mundo digital actual ¿qué es más importante?
¿La accesibilidad de contenidos e información o los derechos de autor? Estos derechos, en realidad,
nuevas prácticas artísticas se establecen otras aperturas en el registro legal de obras tales como el
“Creative Commons” o el “Copyleft”, y sobre esas licencias se desarrolla el Software libre y las
texto. Se tratan de tomar textualmente, es decir “plagiar”, como si fueran objetos encontrados,
trozos de textos, o de audios o de videos para crear un collage, o lo que se denomina actualmente un
MashUp, donde el sentido de la obra anterior se resignifica. Esta nueva obra partir de trozos de
obras anteriores tiene partes originales pero entretejidos de tal manera que a veces no se distinguen
El MashUp podría resumirse, dado que las definiciones no están trazadas, como la
recolección de fuentes o materiales para unirlas en una bastardía creativa que puede
contener desde audiovisuales hasta basura encontrada por puro azar— viene a ser en
arte el equivalente al pop basado en el remix y el fair use, el uso legítimo de piezas
ajenas para transformarlas y convertirlas en algo distinto y no punible por las leyes de
propiedad intelectual. (González, 2016)
Tomo esta idea de “bastardía creativa” que plantea González como principio estético de mi trabajo
como dramaturgo, para tomar las piezas ajenas como material creativo. Después de todo no existe
más el autor-dios, somos mortales que creamos a partir de nuestro acervo personal, de imágenes,
transforma por el trabajo de artistas en todo el mundo que en definitiva intuyen que la obra, se lo
que sea que es una obra, se conforma por la mirada del espectador.
Como conclusión de este capítulo sobre el rol del autor y la intertextualidad puedo afirmar que la
figura del autor está en un proceso de cambio vertiginoso. El acceso a la información y a los bienes
rol como autor. Escribo teatro desde hace unos 17 años, antes había hecho teatro desde distintos
roles. Pero a partir del 2001 escribo obras, de la cuales varias dirigí, desarrollé la dramaturgia de los
teatristas. También desde hace 12 años doy clases de dramaturgia. Mi investigación continúa, me
interesa aprender mucho más, pero sobre todo como autor siento que no soy tanto lo que escribí
otras veces de manera no tan consciente, quizás retomando la idea de Borges del olvido de lo que se
Considero a título personal que el debate ético sobre el plagio está plagado de intereses hipócritas.
El límite ético del plagio es materia de discusión, está mal plagiar… ¿una obra? ¿una parte? ¿una
escena? ¿una frase? Los grandes autores plagiaron, imitaron, citaron o robaron, muchos lo
admitieron siempre y otros no tanto. Pero los grandes defensores de los derechos de autor fueron
siempre los editores y distribuidores, que son los que más lucran con la creatividad de otros. Una
obra de Banksy lo resume: toma una frase de Picasso que dice “El mal artista imita, el gran artista
Bibliografía:
DANTO, Arthur (2010) “Después del fin del arte”. Madrid. Paidos Ibérica.
Revistas:
PAVLIČIĆ, Pavao (1993) “Revista Criterios” México. Sexto Encuentro Internacional M. Bajtín.
Sitios web
http://www.cubaliteraria.cu/revista/laletradelescriba/n51/articulo-4.html
GONZÁLEZ, José Ángel (2016) “El arte bastardo de la mezcla y la copia: 150 años de 'MashUp'”
Recuperado de:http://www.20minutos.es/noticia/2679176/0/arte-mashup/siglo-y-medio/exposicion-
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