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Leyes de la alimentación
Cualquier plan de alimentación saludable debe incluir las cuatro “leyes de la
alimentación”: cantidad, calidad, armonía y adecuación. Estas “leyes”, como
requerimientos que debe cumplir una buena alimentación, se relacionan y se
complementan entre sí.
• Ley de la cantidad. La cantidad de alimentos debe ser suficiente para cubrir las
exigencias calóricas del organismo y mantener el equilibrio de su balance.
• Ley de la calidad. La alimentación debe ser completa en su composición, para
ofrecer al organismo todos los nutrientes que requiere.
• Ley de la armonía. Las cantidades de los nutrientes que integran la
alimentación deben guardar una correcta relación de proporciones entre sí.
• Ley de la adecuación. La alimentación se debe adaptar al individuo que la
ingiere. En aquellos casos en que un individuo presente patologías, se debe
adecuar la alimentación a las necesidades particulares.
A su vez, el tipo de alimentación va variando de acuerdo con las edades de las
personas. Es decir, cada persona tiene necesidades alimentarias diferentes según la
etapa de la vida en que se halle; por ello, es preciso tenerlas en cuenta.
Grupos de alimentos
Una alimentación saludable debe estar compuesta por agua potable y por seis
grupos de alimentos, que se ordenan teniendo en cuenta su aporte de nutrientes.
1. Cereales y legumbres secas Fuente de hidratos de carbono, fibras y proteínas.
2. Hortalizas y frutas Fuente de hidratos de carbono, fibras, vitaminas: A y C, ácido
fólico, potasio y magnesio.
3. Leche, yogur y quesos Proteínas de alto valor biológico, calcio, vitaminas A y D
4. Carnes y huevos Proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc, vitaminas del
complejo B.
5. Aceites y grasas Energía, ácidos grasos esenciales, vitamina E.
6. Azúcares y dulces Energía, hidratos de carbono simples.
Las comidas diarias necesarias para alcanzar un adecuado nivel nutricional son:
• Desayuno. Esta comida es esencial, en especial si el alumno se levanta muy
temprano, tiene que caminar un trayecto largo hasta la escuela o no come
demasiado al mediodía.
• Almuerzo. Los niños deberían ingerir en el almuerzo alimentos variados y
saludables, en cantidades moderadas pero suficientes.
• Merienda. Debe incluir alimentos variados, ricos en nutrientes.
• Cena. Es importante que sea saludable y balanceada, y que se realice en una
franja horaria estable, no demasiado tarde.
Almuerzo
El almuerzo debe contener el 30-35% de las necesidades energéticas diarias.
Debe estar compuesta por una variedad de alimentos, entre ellos fuentes de
proteínas como la carne, huevos o algunas legumbres y una fuente de
carbohidratos como la pasta o el arroz. Además, puede contener lácteos y frutas.
Cena
La cena deber ser más ligera que el almuerzo y debe contener entre el 25 y el 30%
de la cantidad de energía diaria necesaria.
Deber ser rica en verduras crudas o cocidas, pescados, huevos y otras fuentes de
proteínas y puede contener frutas y lácteos. No debe contener demasiados
carbohidratos.
Merienda
Se puede consumir en una sola comida o en dos (media mañana y merienda).
Debe contener entre el 20 y 25% del valor energético total diario.
Idealmente deben ser ricos en frutas, lácteos y fuentes proteicas como el jamón.
Alimentación diaria:
La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. Para evitar un
aumento malsano de peso, las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta
calórica total.
La ingesta de grasas saturadas debería representar menos del 10% de la ingesta
calórica total, y la ingesta de grasas trans, menos del 1%; para ello, el consumo
de grasas se debería modificar a fin de reducir las grasas saturadas y trans, en
favor de grasas no saturadas, con el objetivo final de suprimir las grasas trans
producidas industrialmente.
Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de la ingesta calórica total
forma parte de una dieta saludable. Para obtener mayores beneficios se
recomienda reducir su consumo a menos del 5% de la ingesta calórica total.
Mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (equivalentes a
menos de 2 g de sodio por día) ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el
riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta.
Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto
papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
Actividad física: Una persona que hace deporte de manera habitual no tiene el
mismo gasto energético que una persona sedentaria. Por tanto, para saber cuántas
calorías necesitamos, aparte del metabolismo basal también hay que tener en cuenta
el ejercicio que realizamos durante nuestra jornada. Multiplica tu MB con la cifra que
te corresponda:
Sedentario (sin ejercicio): 1,2 x MB
- Actividad ligera (caminar, deportes con poco gasto energético): 1,375 x MB
- Actividad moderada (actividades como correr, bailar... 3-4 días por semana): 1,55 x
MB
- Actividad intensa (natación, ciclismo... 5-6 días por semana): 1,725 x MB
- Actividad muy intensa (ejercicio intenso todos los días de la semana): 1,9 x MB
Según la OMS, entre un 50% y un 55% de nuestro aporte calórico diario tiene que
provenir de los hidratos de carbono. El consumo de grasa debe de ser entre un 30% y
35% (solamente un 7% de grasas saturadas) y el de proteínas de hasta un 10%. De esta
forma, además de obtener la energía necesaria para realizar todas nuestras
actividades, estaremos dando a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita.