Sie sind auf Seite 1von 3

LEY 6 DE 1975

(enero 10)

Por la cual se dictan normas sobre contratos de aparcería y otras formas de


explotación de la tierra.

Considerando que las obligaciones laborales suponen un gran costo económico que
la gran mayoría de campesinos difícilmente pueden asumir, existe una figura legal
que de alguna forma puede hacerles el quite a estas obligaciones.

Se trata del contrato de aparecería, contrato mediante el cual el propietario de la


finca puede ceder a una persona parte de su terreno para que desarrolle allí la
actividad agrícola convenida en el contrato.

Supongamos un fincario que desea cultivar hortalizas. Contratar trabajadores por


su cuenta implica que tenga que asumir todas las obligaciones laborales propias de
un contrato de trabajo, así que, en lugar de contratarlos, firma un contrato de
aparecería con una o más personas para que en su finca cultiven hortalizas bajo
esta modalidad contractual.

Este tipo de contrato no genera ninguna obligación laboral, por cuanto se trata de
un contrato civil.

Al respecto, el Ministerio de la protección social (hoy ministerio del trabajo) mediante


concepto 005320 de 2009, expuso lo siguiente:
«En cuanto al; contrato de aparcería, dispuso el artículo 1° de la Ley 6ª de 1975:

"La aparcería es un contrato mediante el cual una parte que se denomina propietario
acuerde con otra que se llama aparcero, explotar en mutua colaboración un fundo
rural o una porción de éste con el fin de repartirse entre sí los frutos o utilidades que
resulten de la explotación. Estos contratos quedaron sometidos a las siguientes
normas:
1°. Son obligaciones del propietario:

a) Aportar en los plazos acordados las sumas de dinero necesarias para atender los
gastos que demande la explotación, tales como compra de semillas, siembras y
renovación de plantaciones, abonos, insecticidas, fungicidas, herramientas,
utensilios de labranza, beneficio y transporte de los productos y contratación de
mano de obra de terceros cuando sea indispensable. El suministro podrá también
ser en especie cuando así lo convengan los contratantes.
b) Suministrar al aparcero en calidad de anticipo, imputable a la parte que a éste le
corresponda en el reparto de utilidades, sumas no inferiores al salario mínimo legal
por cada día de trabajo en el cultivo y recolección de la cosecha. Si en ésta no se
produjeren utilidades por causas no imputables al aparcero, el anticipo recibido por
éste, no estará sujeto a devolución. En ningún caso dicha remuneración configurará
contrato de trabajo entre las partes.
2°. Son obligaciones del aparcero:
a) Adelantar personalmente las labores de cultivo del fundo, además de las propias
de dirección, administración, conservación y manejo de las plantaciones y
productos.

b) Observar en la explotación las normas y prácticas sobre conservación de los


recursos naturales renovables".;
Por su parte, el artículo 3° del Decreto 2815 de 1975, dispuso:

"Los contratos a que se refiere el artículo 1° deberán constar por escrito y


autenticarse ante un juez del respectivo municipio o ante el alcalde de ubicación del
inmueble. Cuando no sé de cumplimiento a cualquiera de estas formalidades, el
contrato se regirá por lo dispuesto en la ley que se reglamenta y en el presente
Decreto, sin perjuicio de que se pruebe la existencia de otras cláusulas que mejoren
la situación de quien explota el predio en calidad de aparcero, o que de acuerdo con
la Ley que se reglamenta y el presente Decreto, pueden ser libremente estipuladas
por las partes".
Por lo anterior, inicialmente podríamos considerar que el contrato de
aparcería resulta ser un trabajo en compañía, donde una parte suministra
unos medios de trabajo y la otra su esfuerzo físico, por lo que no podría ser
considerado como un trabajo subordinado, al no existir un nexo laboral entre
el socio propietario del terreno y el socio gestor (aparcero), sino que podría
tratarse de una sociedad regulada por la normatividad civil o comercial según
corresponda, pero en todo caso, no laboral.

Así las cosas, siempre y cuando el contrato de aparecería haya sido suscrito con
las solemnidades señaladas por la norma y el desarrollo del mismo haya sido el
acordado, pues este tipo de contrato conservará sus características propias y
generará para las partes, las recíprocas obligaciones en él contenidas.

De otra parte, si durante el desarrollo de la relación contractual, el contrato mutó en


uno diferente al inicialmente acordado, necesariamente deberá ser el Señor Juez
del Trabajo, quien determine con exactitud, cuál fue el vínculo jurídico que ató a las
partes, previo trámite de un proceso ordinario, donde cada una podrá hacer uso del
material probatorio que considere necesario y conveniente, en la búsqueda de sus
objetivos.

No obstante, lo anterior, bien podrían las partes en litigio, acudir ante el Señor
Inspector de Trabajo en la búsqueda de una solución que satisfaga de la mejor
manera posible, las pretensiones de las partes, bajo la mediación y posibles
fórmulas de acuerdo, que este funcionario está en capacidad de sugerir.

Das könnte Ihnen auch gefallen