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DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR

Integrantes:
Liliana Santander
Aurelia Torres
Liz Centurión
María Diana Portillo
María Mercedes Servín
Profesor:
Abg. Juan Ruiz Díaz
FUENTE DEL DERECHO DIPLOMÁTICO

La expresión fuentes del derecho se encuentra limitada a los métodos de creación de las
normas jurídicas, que son reglas generales y permanentes capaces de ser aplicadas,
repetidamente, sin límite alguno. Este criterio da lugar a conflictos especiales en relación con
el sistema jurídico internacional, pues el DI también contiene reglas de carácter general y
permanente que, sin embargo, tienen validez sólo en relación con determinados Estados. Esto
ocurre con las normas establecidas por los tratados y con las que constituyen una costumbre.
Por lo que hay que determinar la existencia y aplicabilidad de las normas internacionales
tomando en cuenta el carácter cambiante del DI. Deben de existir pruebas sobre la
aplicabilidad de normas que hayan sido determinadas en el pasado, y el órgano que decide
no puede aplicar automáticamente una regla propuesta unilateralmente por un Estado, tiene
que examinar las fuentes establecidas por el DI.

 Tratados
Los tratados son una de las más antiguas instituciones del DI, el estudio de los mismos
comienza con la negociación y aprobación en 1969 de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, de este esfuerzo codificador se pasó a desarrollar progresivamente
el derecho al introducir conceptos como el ius congens, que es una aportación fundamental
al DI convencional contemporáneo.
Definición.
El artículo 2° (1) de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados define al
tratado internacional como:
“Un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho
Internacional y conste en un instrumento único, o en dos o más instrumentos conexos y
cualquiera que sea su denominación particular.”
Una definición más convencional es la siguiente: “El tratado es cualquier acuerdo
internacional que celebran dos o más Estados u otras personas internacionales, y que está
regido por el Derecho Internacional”. Esta definición es derivada de la sugerida por la
Comisión de Derecho Internacional.16 Además se puede decir que esta definición es integral
pues incluye los acuerdos entre dos o más sujetos del Derecho Internacional, que también
tienen capacidad de celebrar tratados. Ya que establece en primer lugar, que aquello que se
califique de tratado debe de ser un acuerdo internacional. Es decir, que se debe basar en la
coincidencia de las diferentes voluntades de las partes. Generalmente la voluntad de cada
parte se manifiesta por el procedimiento de ratificación o de la aceptación.
Elementos de los Tratados.
Los elementos esenciales de un tratado son:
I) La expresión de una voluntad única.
Las manifestaciones de voluntad de los Estados no necesariamente deben de ser simultáneas.
Un tratado puede resultar de una declaración unilateral de una de las partes seguida de la
aceptación de la otra parte; o de la continuación de actos unilaterales como el intercambio de
notas diplomáticas.
Los sujetos de DI pueden expresar su voluntad inclusive a través de una declaración oral. La
conducta por sí misma no es evidencia suficiente para confirmar la voluntad del Estado de
Obligarse, sin embargo, en el caso de Groenlandia Oriental (1933), la CPJI reconoció que
existía un acuerdo tácito entre, Noruega y Dinamarca en base a declaraciones orales de su
Ministro de Estado.
II) La concurrencia de voluntad de por lo menos dos partes.
Las declaraciones unilaterales de un Estado sólo son obligatorias para el Estado que las emite,
no importando si lo realiza por vías oral o escrita. Por otra parte, en los tratados multilaterales
no se exige de un número definido de Estados partes.
III) Las Partes de un tratado deben de ser sujetos del Derecho Internacional.
Sólo los Estados y las Organizaciones Internacionales que gozan de personalidad jurídica
internacional pueden ser partes de un tratado. Cuando ciertas entidades que tienen la
categoría de Estado pese a estar en vía de construcción final como es el caso de la Autoridad
Nacional Palestina (ANP), la comunidad internacional no rehúsa reconocerle capacidad para
suscribir tratados. (Tratado de Camp David y Acuerdos de Oslo). En otros casos, como los
concluidos por la Santa Sede con diversos Estados, solamente se les cambia de
denominación, llamándolos concordatos.
IV) La intención de producir efectos legales.
Es la que permite distinguir al tratado en sentido estricto, de otros actos que los Estados
realizan que no tienen como propósito producir efectos legales, y que comprometen a sus
dirigentes políticos pero no necesariamente a los Estados.
V) Regido por el Derecho Internacional.
Es un elemento esencial. Si bien existen acuerdos entre Estados que se refieren a
transacciones comerciales que son regidos por el derecho interno, sólo aquellos que están
regidos por el DI serán considerados como tratados. Así lo considero la CIJ en el caso Anglo-
Iraní (1952) en que examinó el acuerdo que habían celebrado la compañía petrolera Anglo-
Iraní y el gobierno de Irán en 1933, considerándola sólo como un acuerdo entre un gobierno
y una empresa extranjera. Este elemento no previene en nada que los Estados tengan que
recurrir a su orden jurídico interno para promulgar la entrada en vigor del tratado. Es
necesario mencionar que el título con que se denominen los tratados: Convención, Acuerdo,
Acta, Carta, Estatuto, Protocolo, etc., sólo es relevante en cuanto a que puede indicar la
naturaleza del contenido del tratado o la formalidad que se le quiere conferir al instrumento.
4. LA COSTUMBRE.
Hasta principios del siglo XX, se considero a la costumbre, como la máxima fuente de DI,
pero después de la Segunda Guerra Mundial, fue perdiendo cierta fuerza, debido al
movimiento de codificación del DI, a cargo de los países más desarrollados, pero aun así,
sigue siendo de gran importancia pues ocupa un lugar primordial en los procesos de creación
de normas consuetudinarias. Esto se debe al dinamismo que aporta a la materia,
principalmente por su adaptabilidad a las situaciones cambiantes de la comunidad
internacional, impidiendo que las normas se queden estáticas y puedan variar según los actos
de los sujetos de DI.
Además se puede distinguir el carácter democrático de la costumbre, que sirve de ayuda a la
adaptabilidad, en la formación de la costumbre internacional general que no sólo afecta la
conducta o abstenciones de determinados Estados, si no que debe incluir el consentimiento
expreso o tácito de toda comunidad internacional. Y finalmente podemos distinguir la
naturaleza nunca impuesta, ya que se atiene a la conducta independiente de los Estados en el
escenario internacional.
4.1 Concepto.
La costumbre internacional puede definirse como un reconocimiento general de los sujetos
internacionales a ciertas prácticas, que los Estados consideran como obligatorias.22La única
definición existente en un instrumento internacional, se encuentra en el Estatuto de la CIJ,
cuyo artículo ya ha sido citado anteriormente.
Es necesario mencionar que la costumbre se distingue de los usos y las normas de cortesía, y
que mientras aquélla es considerada como obligatoria por los sujetos de DI, los segundos son
cumplidos por los Estados, sin concederles el carácter imperativo. Así se pueden encontrar
ejemplos de actos estatales que no constituyen normas consuetudinarias, como el acudir a la
toma de posesión del jefe de Estado de un país, etc.23
4.2 Elementos de la costumbre.
La costumbre se compone de dos elementos: la reiterato consuetuda, consistente en la
práctica reiterada de los Estados, y la opinio iuris sive necessitatis, que es la convicción de
los sujetos de que esas conductas son jurídicamente obligatorias.

Principios generales del derecho: definición y origen.


Son verdades jurídicas de validez universal elaboradas por la Filosofía jurídica que sirven de
fundamento y límite a toda legislación positiva.
El origen data de la primera mitad del siglo XIX. Fue usada por vez primera en el Art. 15 del
Código civil sardo de 1837 llamado también Código Albertino por el entonces Carlos
Alberto, rey de Cerdeña. La redacción de dicho código se hizo bajo la influencia de la escuela
clásica de Derecho natural, que establecía a la naturaleza humana como fundamento de las
instituciones jurídicas.

Su aplicación en el Paraguay como fuentes del derecho.


La fórmula de los principios generales del Derecho rige en nuestro país, desde la adopción
del Nuevo Código de fecha 1 de enero de 1987. El anterior Código Civil de Vélez Saerfield
perduró por 110 años en nuestro país. El Art. 65 de dicho código preceptúa lo que sigue: "Si
una cuestión civil no puede resolverse ni por las palabras, ni por el espíritu de la ley, se
atenderá a los principios de leyes análogas, y si aún la cuestión fuere, dudosa, se resolverá
por los principios generales del derecho, tomando en consideración las circunstancias del
caso". Esta norma, ordena recurrir a los principios más elevados, que no han sido
estructurados en forma expresa por la legislación positiva, para integrar el derecho vigente.
Tal opción resulta lógico, pues, el Derecho busca en sus propios fundamentos, la solución de
los casos que no ha previsto.
Con la inclusión de los principios generales del Derecho en el sistema de las fuentes, el
legislador denota su propósito de procurar la plenitud del ordenamiento jurídico, no dejando
espacios vacíos o lagunas sin rellenar.
Ahora bien, colocándonos, en el plano de la dogmática jurídica, conviene destacar que tales
principios deben estar incorporados a la legislación positiva. La fórmula se aplica ahora en
todas las ramas jurídicas, excepto la penal y aquellas materias en que no procede la analogía.
En el consenso general de los autores, la excepción ha sido impugnada por inexacta, pues, la
fórmula tiene vigencia a través de un principio general, el de liberación en caso de duda que
se aplica combinado con la equidad.
También tienen suma importancia los principios generales del Derecho, como fuentes del
Derecho internacional. El Estatuto del Tribunal Permanente de justicia Internacional de La
Haya, establece que a falta de convenios internacionales y de costumbre internacional,
subsidiariamente entrarán a regir, los principios generales del Derecho reconocidos por las
naciones civilizadas.

Método para determinarlos.


El estudio de los principios generales del Derecho, puede hacerse desde dos puntos de vista:
1°) en su naturaleza; 2º) como medio de integración de la ley.
Los procedimientos intelectuales seguidos en la búsqueda de los principios estudiados son
dos:
Los filósofos racionalistas parten de la razón y por vía deductiva, elaboran los principios
generales de que hacen derivar los principios particulares, ajenos todos a la realidad a que
habrá de aplicarse el sistema así constituido.
Los filósofos positivistas parten de los principios particulares y llegan por inducción a los
principios generales.
De los métodos indicados, ninguno es exclusivo. La elaboración de los principios generales
del Derecho, no puede hacerse, por vía deductiva o inductiva únicamente. El Derecho no es
mera especulación, sino también realidad viviente. En la indagación de los principios
generales caben todos los métodos idóneos para conocer la verdad jurídica: inducción,
deducción e intuición.

Su naturaleza: concepciones fundamentales:


Sobre esta materia, dos concepciones fundamentales han dividido a la doctrina científica: la
legalista y la filosófica.
a) El sistema Legalista: Consiste en afirmar que los principios generales del Derecho, ins-
piran una determinada legislación positiva. Por tanto, no deben rebasar, el marco del derecho
estructurado.
b) El sistema filosófico: Sostiene que los principios generales, son los del Derecho natural,
superior al legislado. Se trata de verdades jurídicas universales que expresan el elemento
constante y permanente del Derecho, el fundamento de toda legislación positiva.

El problema de la codificación de estos principios; enumeración de los principales.


En el estado actual de la Filosofía jurídica, resulta difícil estructurar los principios generales
del Derecho en un cuerpo orgánico.
Por ello, es preferible reducir su enumeración a los principales:
a) El respeto a la personalidad humana.
b) La libertad
c) La igualdad- Desigualdad subjetiva e igualdad objetiva, del Derecho. -
d) La desigualdad subjetiva en el Derecho.
e) La igualdad del derecho objetivo.

Principios generales del derecho consagrados en la Constitución nacional.


Artículo 9 - De la libertad y de la seguridad de las personas
Toda persona tiene el derecho a ser protegida en su libertad y en su seguridad.
Nadie está obligado a hacer lo que la ley no ordena ni privado de lo que ella no prohíbe.

Artículo 25 - De la expresión de la personalidad.


Toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a la creatividad y a la
formación de su propia identidad e imagen.
Se garantiza el pluralismo ideológico.

Artículo 46 - De la igualdad de las personas


Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten
discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las
mantengan o las propicien.
Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas como
factores discriminatorios sino igualitarios.
Artículo 47 - De las garantías de la igualdad.
El Estado garantizará a todos los habitantes de la República:
1. la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los obstáculos que la
impidiesen;
2. la igualdad ante las leyes;
3. la igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas, sin más requisitos que la
idoneidad, y
4. la igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de la naturaleza, de los
bienes materiales y de la cultura.

Artículo 48 - De la igualdad de derechos del hombre y de la mujer.


El hombre y la mujer tienen iguales derechos civiles, políticos, sociales, económicos y
culturales. El Estado promoverá las condiciones y creará los mecanismos adecuados para que
la igualdad sea real y efectiva, allanando los obstáculos que impidan o dificulten su ejercicio
y facilitando la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida nacional.

Medidas de seguridad del ordenamiento jurídico: concepto y diferencia de los


principios generales del derecho.
Dichas medidas difieren de los principios generales ya estudiados, pues, las primeras se
refieren al derecho estructurado y los principios al Derecho en general. Por ello, ambos
conceptos no deben ser confundidos.

Noción de las principales.


a) La cosa juzgada. (Art. 17 inc. 4° C.N.)
Artículo 17 - De los derechos procesales
En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena o sanción, toda
persona tiene derecho a: Que no se le juzgue más de una vez por el mismo hecho. No se
pueden reabrir procesos fenecidos, salvo la revisión favorable de sentencias penales
establecidas en los casos previstos por la ley procesal;
Es un efecto de la sentencia que impide un nuevo pronunciamiento entre las mismas partes y
por la misma causa, sobre lo que ya ha sido objeto de discusión judicial en un proceso ya
finiquitado.
b) La irretroactividad de la ley. (Art. 14 C.N.)

Artículo 14 - De la irretroactividad de la ley.


“Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo las leyes penales que sean más favorables al
encausado o condenado" (Art. 14 C N)
'Las leyes disponen para lo futuro, no tiene efecto retroactivo ni pueden alterar los derechos
ya adquiridos" (Art. 2 C.C.).
f) La división de los poderes del Estado. (Art. 3 C.N.).

Artículo 3- .Del Poder Público.


El gobierno es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema
de independencia, equilibrio, coordinación y recíproco control. Ninguno de estos poderes
puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna individual o colectiva, facultades
extraordinarias o la suma del Poder Público.
g) Supremacía de la Constitución nacional.
(Art. 137 inc. 4° C.N.).

Artículo 137 - De la supremacía de la Constitución.


La ley suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos
internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras
disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en su consecuencia, integran el
derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado.
Quienquiera que intente cambiar dicho orden, al margen de los procedimientos previstos en
esta Constitución, incurrirá en los delitos que se tipificarán y penarán en la ley.-
Carecen de validez todas las disposiciones y los actos de autoridad opuestos a lo establecido
en esta Constitución.

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