Comprensiones de la película: “Una visita

ao pasado”.

Después de haber tenido una lesión que “le cortó” la carrera profesional como jugador de
football al protagonista, este recibe la oportunidad de “viajar en el tiempo” y poder cambiar
su historia, luego de llevar su vida con gran frustración.
Me doy cuenta que a pesar de que el protagonista Scott, vivía aparentemente de una vida
que hubiera preferido cambiar, siguió viviendo después de su accidente, pudo construir una
familia, ayudar a a personas con problemas de alcohol, en realidad creo que él se rescataba
así mismo a través de los otros, sin embargo sacó adelante la tierra que le dejó su madre,
aunque en el fondo la frustración de no ser un aclamado jugador de football, seguía
presente. Él no se daba cuenta que ese “accidente”, sería un campo fértil para
oportunidades, muy diferentes a las que él se imaginaba.
El filme me ayudó a comprender la gran importancia que tiene vivir el presente que a veces
no aprovechamos, ni disfrutamos. Dice Bert Hellinger, que si permanecemos en el presenta
entonces damos un paso y luego de este paso, estamos en otro presente, “y luego esperas
que del presente venga sugerido el próximo paso”, así estamos presentes, todo el tiempo y
ganamos fuerza, y fue justo en el momento en el que el protagonista piensa en su presente,
que decide no cambiar su historia, aceptándola tal y como es, ganando así fuerza para vivirla
sin importar como haya sido.
La vida siempre encuentra maneras de darnos segundas oportunidades, y un aparente
sueño puede ser la causa de un cambio de perspectiva sobre alguna situación. Compruebo,
que “el ojo del observador, modifica lo observado”. Si a Scott no le hubiera pasado ese
accidente, no habría tenido una relación con Macy, tampoco habría tenido a sus hijas. Con
el “viaje al pasado”, que fue más un sueño, tuvo la oportunidad en su interior de ir hacía su
madre, de relacionarse de manera diferente con sus compañeros de escuela, de darle la
oportunidad a su compañero Gigi de jugar y demostrarse a sí mismo que si podía. Estas
escenas me hacen ver que no necesitamos viajes en el tiempo para hacer cambios en
nuestra historia, necesitamos solo un viaje a nuestro interior para así modificar la historia
que nos hemos contado.

Lo que creemos que es una adversidad a veces es lo mejor que nos puede pasar, así no lo
comprendamos, y lo verdaderamente importante y que si puede hacer un cambio en
nuestra historia es la manera como actuamos ante esas situaciones llamadas adversidades.
En la mayoría de las ocasiones nos quedamos estancados en lo difícil que ha sido un
momento, quedándonos solo viendo el árbol y dejando de ver el paisaje. Los momentos
difíciles, como la lesión del protagonista, que no deja de ser una situación triste y compleja,
es algo que pasa, no es algo eterno, y como el, nosotros quedamos viviendo esos momentos
como si fueran eternos, reconstruyéndolos una y otra vez, y por más que pensemos desde
el ego y la cabeza no las podemos cambiar. Sin embargo, si logramos ver más allá del
“empaque”, esas situaciones se convierten en regalos. Scott tenía mucho, pero no se daba
cuenta por tener su mirada en el pasado.
Resalto también en la película dos momentos importantes: 1. la importancia de no
cargarnos todo nosotros, como en el momento en el que el coach le dice a Scott que se
apoye en los demás; 2. El instante en el que el protagonista tiene la opción de cambiar el
curso del juego y su entrenador le dice: “la decisión es tuya”, solo un cambio de jugada
tendría como consecuencia un cambio en toda su historia de vida, asumiendo con fuerza lo
que vendría con esta.

Esta película me hizo reflexionar sobre el momento en el que estoy viviendo, pues este fue
un año muy difícil para mí, en varios aspectos de mi vida. En muchas ocasiones me he
quedado con lo que “me contaron”, “lo que vi”, “lo que escuché” ,haciéndolo mi historia, y
dejándome de escuchar a mí misma, renegando de mi historia, de las situaciones que he
atravesado, pero que me doy cuenta se pueden convertir en un gran recurso para mí.
Subiendo una montaña hace poco me di cuenta que las piedras con las que “tropezaba” se
convertían en un apoyo para mis pies y poder seguir subiendo, en vez de verlas como
obstáculos que me impedían subir. Hoy, me quedo con la compresión de que un cambio de
perspectiva es vital para cambiar la manera de ver nuestra historia, las situaciones, y a los
demás, no es necesario un viaje en el tiempo.