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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS

DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

DEPARTAMENTO DE TOXICOLOGÍA

DISEÑO EXPERIMENTAL Y MÉTODOS ANALÍTICOS EN TOXICOLOGÍA

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN

¿La disminución de óxido nítrico en el plasma de individuos


hipertensos se debe a la disminución de la producción del óxido
nítrico ó a su mayor consumo?

ALUMNOS:

BERNAL HERNÁNDEZ YAEL YVETTE


GUERRERO PALOMO GABRIELA
PATRICIO GÓMEZ JOSÉ MARTÍN
RENDON ROJAS MARÍA CRUZ JUANA

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Páginas

1. Introducción……………………………………………………………………………3

1.1. Óxido nítrico………………………………………………………………………3

1.2. Efectos biológicos del óxido nítrico………………………………………….3

1.3. Hipertensión arterial…………………………………………………………….4

1.4. Óxido nítrico y su efecto en la hipertensión………………………………..5

1.5. Estrés oxidativo en la hipertensión…………………………………………..6

1.5.1. Especies reactivas de oxígeno y la pared vascular……………………6

1.5.2. Monitoreo de la formación de radicales libres de oxígeno…………..7

1.5.3. Papel del estrés oxidativo en la hipertensión…………………………..8

1.6. Lipoproteínas…………………………………………………………………….9

2. Planteamiento del problema………………………………………………………10

3. Justificación………………………………………………………………………….10

4. Hipótesis…………………………………………..………………………………….10

5. OBJETIVOS…………………………………………………………………………...11

5.1. Objetivo General………………………………………………………………..11

5.2. Objetivos Particulares…………………………………………………………11

6. Metodología…………………………………………………………………………..12

6.1. Análisis estadístico……………………………………………………………..13

7. Referencias…………………………………………………………………………...13

2
1. Introducción

1.1. Óxido nítrico


El óxido nítrico (NO) es una molécula que pertenece a la familia de los óxidos de
nitrógeno, es un gas incoloro, poco soluble en agua, con una densidad relativa a la
del aire de 1.04 kg/m3, un punto de ebullición de –151.6 ºC y es extremadamente
lipofílica. El NO es un radical libre que puede reaccionar con el oxígeno (O2)
molecular para formar NO2 dicha reacción es lenta y por ello puede considerarse
al NO como una molécula relativamente estable en disolución acuosa (Wink y
Mitchell, 1998).

La biosíntesis del NO (Fig. 1) está catalizada por la oxidación enzimática del


aminoácido L-arginina a L-citrulina, siendo el NO un subproducto, la cual es
catalizada principalmente por la óxido nítrico sintetasa (NOS), se han identificado
tres isoformas de NOS; tipo I algunas neuronas (NOSn), tipo II en células del
músculo liso y macrófagos (NOSi) y tipo III en células endoteliales (NOSe)
(Moncada y Higgs, 1993; Tenorio et al., 2008).

Fig. 1 Biosíntesis del NO (Tenorio et al., 2008).

1.2. Efectos biológicos del óxido nítrico


La fisiología del NO es extremadamente compleja ya que incluye numerosas
reacciones potenciales fisiológicas según el lugar donde se produce y puede
actuar como mensajero, antioxidante o citotóxico (Liaudet et al., 2000). La vida

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media del NO en la circulación es de 130 milisegundos, puesto que es
rápidamente inactivado por su unión a las moléculas diana. La vía principal de
eliminación es la unión a la hemoglobina (Hb), convirtiéndose en
nitrosilhemoglobina (NOHb). En presencia de O2 en el grupo hemo de la
nitrosilhemoglobina es oxidado dando lugar a metahemoglobina (MetaHb), nitratos
(NO3) y nitritos (NO2) residuales. Del 90% de NO inhalado el 70% se excreta por
la orina en forma de NO3, el 30% restante se excreta en forma de NO2 por la saliva
o se convierte en Nitrógeno gas (N2) en el intestino desde donde se reabsorbe y
se convierte en urea (Moncada y Higgs, 1991). El NO controla una variedad de
procesos biológicos entre los que se incluyen la vasodilatación, neurotransmisión,
crecimiento celular, apoptosis e inflamación. Los efectos tóxicos potenciales del
NO pueden ser directos o derivados de las especies reactivas del NO y de la
MetaHb. La Administración Americana para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
(OSHA) recomienda límites de exposición ambiental de 25 ppm para el NO y de 5
ppm para el NO2 durante 8 horas al día (Carey et al., 2000).

1.3. Hipertensión arterial


La hipertensión arterial (HTA) es cuando el corazón bombea con mayor presión la
sangre a través de una red de arterias, venas y capilares, la sangre en movimiento
empuja contra las paredes de las arterias y esta fuerza es medida como presión
arterial. Y se diagnostica al presentar cifras mayores o iguales a 140 mmHg en la
presión sistólica mayores o iguales a 90 mmHg en la presión diastólica. Se
considera que el 30% de la población mundial padece hipertensión, la incidencia
de hipertensión es similar en hombres y mujeres. Las enfermedades más
relacionadas con la hipertensión son la obesidad y la diabetes mellitus, así como
factores genéticos. De acuerdo con la FDA se reconoció que los problemas
cardiovasculares y metabólicos han ido en aumento, entre los cuales la HTA es el
principal factor de riesgo asociado a mortalidad (Velásquez-Monroy et al., 2002).
En México existe cercas de 15 millones de pacientes con hipertensión de los
cuales el 75% de los pacientes hipertensos tienen una edad menor a 54 años, sólo
el 19% de los pacientes diagnosticados tiene la hipertensión controlada. Las

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complicaciones más frecuentes por HTA son: hemorragia retiniana, construcción
arteriolar, infarto agudo al miocardio, insuficiencia cardiaca crónica, hipertrofia
ventricular, infarto cerebral, ataque isquémico transitorio, encefalopatía
hipertensiva, aneurisma, enfermedad arterial oclusiva, proteinuria y falla renal
(ENEC, 1993; ENSA, 2000). Según la OMS, la HTA se puede clasificar en
hipertensión primaria que no tiene causa conocida y representa el 90% de la
población afectada con la enfermedad y la secundaria obedece a una causa
conocida (Kaplan, 1997). En la fisiopatología de la HTA están involucrados tres
aspectos principales: el tono vascular anormal, anormalidades en la regulación del
volumen sanguíneo y de la excreción de sal y la remodelación de la pared
vascular (Kohan, 1997). La HTA altera el papel del endotelio sobre la regulación
de la función vascular, esta disfunción se manifiesta por un deterioro de la
vasodilatación dependiente del endotelio y también por la disminución de la
producción de NO (Lahera et al., 2000). Se ha identificado en individuos con
hipertensión, los cuales presentan una alteración en la relajación dependiente del
endotelio, esto atribuido a un bloqueo de la síntesis del NO (Adam y Raij, 2000).

1.4. Óxido nítrico y su efecto en la hipertensión


El NO tiene un efecto vasodilatador estimulado por diferentes factores entre los
que se encuentran: la hipoxia, el flujo sanguíneo, la tensión de estiramiento, la
histamina, la noradrenalina, la bradiquinina, la trombina, ácidos grasos insaturados
y la prostaciclina (PGI) es inhibido a su vez por las endotelinas (Furchgott y
Zawadzki, 1980; Yamasigawa y Kurihara, 1988; Levesque et al., 1994; Alfonso,
1997). El NO es liberado continuamente en condiciones basales, pero el endotelio
incrementa su liberación en respuesta al estímulo de sustancias como acetilcolina,
bradiquinina, difosfato de adenosina, histamina, angiotensina II, 5 hidroxitriptamina
y serotonina; sin embargo, el estímulo más importante para su liberación lo
constituye la tensión tangencial.

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1.5. Estrés oxidativo en la hipertensión
Las especies reactivas de oxígeno (ROS) son moléculas altamente reactivas que
pueden dar lugar a daño celular, tienen funciones fisiológicas bien definidas
(Halliwell et al., 1990). Estas especies se forman de manera natural como
subproducto del metabolismo normal del oxígeno y tienen un importante papel en
la señalización celular. Sin embargo, en épocas de estrés ambiental sus niveles
pueden aumentar en gran manera, lo cual puede resultar en daños significativos a
las estructuras celulares, situación conocida como estrés oxidativo. Los ROS
inorgánicos más importantes son el oxígeno molécular (O2), el radical anión
superóxido (O2–), el radical hidroxilo (HO–) y su precursor inmediato el peróxido de
hidrógeno (H2O2) y dentro de los orgánicos, el radical peroxilo (ROO–), el
hidroperóxido orgánico (ROOH) y los lípidos peroxidados (Halliwell et al., 1990;
Ballester, 1996). Asimismo, si el equilibrio entre los radicales libres y los sistemas
antioxidantes se rompe a favor de los primeros también se produce estrés
oxidativo. El estrés oxidativo desempeña un importante papel en numerosos
procesos degenerativos como el envejecimiento, la arteriosclerosis, cáncer, así
como vasculopatías, entre ellas la hipertensión y la reestenosis postangioplastia
(Halliwell et al., 1990; Ballester, 1996; aGriendling et al., 2003). Muchos ROS se
producen en la pared arterial y contribuyen a diferentes anormalidades asociadas
con la enfermedad vascular (bGriendling et al., 2003; Channon et al; 2002).

1.5.1. Especies reactivas de oxígeno y la pared vascular


Existen diversos ROS que desempeñan un papel importante en la fisiología y
fisiopatología vasculares. Los más importantes son el óxido nítrico (NO), el O2 –, el
H2O2 y el peroxinitrito (ONOO–) (bGriendling et al., 2003). Los ROS están
implicados en algunas funciones fundamentales de la pared arterial. El NO es un
mediador crucial de la vasodilatación dependiente del endotelio, mientras que el
O2– y H2O2 intervienen en el crecimiento, diferenciación y apoptosis de las células
musculares lisas (Umans et al., 1995; Irani K, 2000). Por otra parte, la
peroxidación lipídica y nitración proteíca inducidas por el ONOO– son
acontecimientos aterogénicos tempranos (Heinecke, 2003).Todas las células

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vasculares producen O2– y H2O2, cuando el O2– se produce en conjunto con NO,
ambos reaccionan rápidamente para dar lugar a la molécula altamente reactiva
ONOO–. El ONOO– es un importante mediador de la oxidación lipídica, como la
oxidación de lipoproteínas de baja densidad (LDL), con importantes efectos
proaterogénicos. En ausencia de NO, el O2– es rápidamente dismutado hacia un
ROS más estable, el H2O2, por la superóxido dismutasa, para luego ser convertido
en H2O por la catalasa o glutatión peroxidasa (bGriendling et al., 2003; Channon et
al; 2002).

1.5.2. Monitoreo de la formación de radicales libres de oxígeno


En relación con el estrés oxidativo y la función endotelial, se realizan estudios
específicos que consisten en la detección de alteraciones, tanto en la síntesis,
degradación y biodisponibildad del NO, como en los mecanismos antioxidantes
normales del endotelio, con el fin de detectar fenómenos de estrés oxidativo,
disfunción endotelial y/o clarificar su etiología. Por otro lado, se estudian
marcadores de lipoperoxidación, uno de los responsables de producir falla en la
función endotelial (Jialal et al., 1996). Dentro de las técnicas disponibles para la
determinación de la oxidación lipidia existen métodos directos e indirectos que nos
ayudan a monitorear la formación de las ROS y determinar el estrés oxidativo para
evaluar la patología vascular (Vassale et al., 2003).

Los índices utilizados tradicionalmente, como la medida de la susceptibilidad de la


LDL a la oxidación, han dado paso al desarrollo de diversos biomarcadores de
estrés oxidativo (Barcelóa et al., 2005). Se trata de identificar compuestos estables
derivados de la acción de ROS como productos de la peroxidación lipídica,
proteínas modificadas o índices de ADN modificado (Davi et al., 1997; Reilly et al.,
1998; Lawson et al., 1999; Lorch et al., 2000; Tsimikas et al., 2001; Roberts et al.,
2002). También se han desarrollado anticuerpos dirigidos contra epítopos
presentes en las LDL oxidadas que pueden utilizarse para medir la peroxidación
lipídica (Davi et al., 1997; Reilly et al., 1998; Lawson et al., 1999; Lorch et al.,
2000; Tsimikas et al., 2001; Roberts et al., 2002). La liberación excesiva de ROS

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también puede evaluarse a partir de diversos marcadores indirectos, como son la
detección de una activación de genes sensibles a ROS, la reducción de la
liberación de NO, la elevación de las concentraciones de homocisteína o la
reducción de los valores de antioxidantes como enzimas y/o vitaminas. Estos
métodos continúan perfeccionándose y probablemente surjan nuevos marcadores
que permitirán medir la acción de los ROS de una manera más exacta y precisa
(Davi et al., 1997; Reilly et al., 1998; Lawson et al., 1999; Lorch et al., 2000;
Tsimikas et al., 2001; Roberts et al., 2002).

1.5.3. Papel del estrés oxidativo en la hipertensión


El estrés oxidativo puede contribuir a la generación y mantenimiento de la
hipertensión a través de la inactivación de NO (Vaziri et al., 1997, Vaziri et al.,
1999, Vaziri et al., 1998, Schnackenberg et al., 1998). Según Chen et al en el
2001, las ROS pueden actuar a través de diferentes mecanismos para intervenir
en cambios vasculares en la HTA. Los mecanismos son: por acción directa sobre
las células endoteliales y células del músculo liso vascular, por eliminación del NO,
por producción de peroxinitrato un potente vasoconstrictor y radical que produce
peroxidación lipídica, así como, por efecto sobre el metabolismo eicosanoide en
las células endoteliales y por la modificación oxidativa de las lipoproteínas de baja
densidad (LDL). Los daños inducidos por las ROS se deben a un incremento en la
producción de (O2-) y sus metabolitos y/o por una reducida disponibilidad de la
defensa antioxidante. Este desbalance entre los antioxidantes trae consigo un
aumento del estrés oxidativo celular, el cual juega un papel importante en la
patogénesis de la HTA (Chen et al., 2001, Vaziri et al., 2000, Touyz, 2003).
Estudios clínicos muestran que en pacientes con HTA esencial ocurre un
incremento de la producción de ROS y una reducción de las defensas
antioxidantes (Keshi et al., 2004, Redon et al., 2003). Asimismo, se han
demostrado que la actividad de ROS aumenta en pacientes hipertensos (Vaziri et
al., 1997, Ding et al., 1998, Gonick et al., 1997, Vaziri et al., 1999). Además,
existen estudios que muestran que el estado redox alterado en ratas tratadas con
plomo y causa hipertensión al aumentar la actividad de ROS (Vaziri et al., 1998).

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Por otro lado, se ha demostrado estrés oxidativo en ratas con hipertensión
inducida con ciclosporina (Navarro-Antolin et al., 1998, Lopez-Ongil et al., 1998),
en ratas espontáneamente hipertensas (SHR) (Schnackenberg et al., 1998,
Tschudi et al., 1996, Schnackenberg et al., 1999), así como, en ratas sensibles a
la sal (Dah1) (Atarashi et al., 1997, Swei et al., 1997).

1.6. Lipoproteínas
Las lipoproteínas (LP) son macromoléculas que estructuralmente están formadas
por una parte lipídica y una proteica. Se clasifican de acuerdo a su densidad en
quilomicrones, VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad), IDL (lipoproteínas de
densidad intermedia), LDL (lipoproteínas de baja densidad), HDL (lipoproteínas de
alta densidad). Se ha observado que el nivel anormal de las lipoproteínas se
asocia con un aumento del riesgo cardiovascular. En los últimos años se ha
incrementado el número de observaciones que indican que el NO disminuye la
formación de lesiones ateroescleróticas, no solo por su acción vasodilatadora sino
también mediante un rol protector en la oxidación de la partícula de LDL (Cooke y
Tsao, 1994; Hogg, 1993). Este rol protector del NO incluye mecanismos de
cooperatividad con otros antioxidantes lipofílicos presentes en la partícula de LDL
(carotenoides, vitamina E, ubiquinoles), los que a su vez son protegidos por el NO
de la degradación oxidativa, sin embargo, en condiciones de estrés oxidativo y
aumento de la producción de ROS, el NO es capaz de reaccionar con el (O2-)
formando el (ONOO¯ ), una especie reactiva del nitrógeno fuertemente nitrante y
oxidante capaz de promover la oxidación de la LDL (Trostchansky et al., 2001;
Radi et al., 2000). Se ha demostrado que la LDL oxidada tiene un efecto negativo
sobre la relajación mediada por NO de las células arteriales lisas musculares.
Otros estudios han demostrado que la LDL oxidada y no la nativa es un potente
inhibidor de la vasodilatación mediada por NO. Asimismo, se ha observado que la
presencia de la LDL oxidada aumenta la sensibilidad del musculo liso arterial ante
los agentes vasoconstrictores (Trostchansky et al., 2001).

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2. Planteamiento del problema
La HTA es una enfermedad cardiovascular asociada con diversos factores, entre
ellos los niveles de NO. Existen evidencias indirectas acerca del defecto en la
producción de NO como causa de alteraciones en la función vascular que
caracteriza a muchas enfermedades vasculares incluyendo la hipertensión
experimental en animales y en humanos (Forte et al., 1997; Vallance et al., 1989;
Calver et al., 1992) lo que permite plantear que en algunos casos de HTA
esencial, el problema radica en una insuficiente vasodilatación más que en una
excesiva vasoconstricción (Moncada, 1997).

3. Justificación
En México, los problemas cardiovasculares han ido en aumento, en este sentido la
HTA es el principal factor de riesgo asociado a mortalidad. Una grave
consecuencia de este aumento en la prevalencia de HTA, es el incremento
exponencial en la tasa de sus complicaciones. En la república mexicana es la
primera causa de morbilidad y mortalidad del adulto entre 20 y 69 años. En el
sistema cardiovascular el NO producido por el endotelio es el responsable de la
respuesta vasodilatadora esencial para la regulación de la presión arterial, en este
sentido, se han realizado varias investigaciones en las que se ha comprobado su
participación en la HTA. Este hecho ha abierto grandes expectativas para el
tratamiento de diversas enfermedades cuya etiología esta o no relacionada con el
NO. Debido al aumento en la incidencia de HTA en México, en este estudio se
pretende evaluar si el desarrollo de la HTA se debe al consumo o a la producción
de NO en un modelo in vivo.

4. Hipótesis
La HTA está asociada a los niveles de NO, al medir el NO en plasma de ratas
hipertensas, se encontrará que se debe a la disminución de la producción o a un
mayor consumo de NO.

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5. Objetivos

5.1. Objetivo general


Determinar que la hipertensión se asocia a la disminución de la producción o a
un mayor consumo del NO en plasma en un modelo in vivo.

5.2. Objetivos específicos


• Medir parámetros hemodinámicos de presión arterial sistólica y diastólica
(PAS y PAD), así como la frecuencia cardiaca (FC) en los animales de
estudio de grupos hipertensos y grupos control.
• Determinar la producción de NO en plasma de animales de grupos
hipertensos y grupos control mediante la evaluación de la concentración de
NO2 y NO3 por el método de Griess.
• Cuantificación de nitrotirosina y de la NOS en plasma de animales de
grupos hipertensos y grupos control mediante el método de Wester Blot.
• Determinar el consumo de NO en plasma de animales de grupos
hipertensos y grupos control mediante la evaluación de las ROS por el
método de Enzimo Inmuno Análisis (EIA)
• Determinar la concentración de LDL oxidasa en plasma de animales de
grupos hipertensos y grupos control mediante el método de
Ultracentrifugación Secuencial.

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6. Metodología

Ratas de la cepa SHR y


Wistar Kyoto.

•45 a 65 días de edad


•Condiciones ambientales
controladas

•Tiempos de evaluación
Día 0
Semana 1
Semana 2
Semana 3
Semana 4

•Tomas de •Monitoreo de la presión arterial y frecuencia cardiaca •Método de Griess para la determinación de NO3 y NO2 en
muestra (esfigmomanómetro (Ni et al.,1998)) plasma (Granger et al., 1996).

•Método de Western Blot para la determinación de


nitrotirosina en plasma (Yaoxian et al., 2001).
•Evaluaciones •Producción de NO

•Método de Western Blot para la determinación de NOS en


plasma (Ni et al., 1998)

•Consumo de NO

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6.1. Análisis estadístico
Una vez obtenidos los datos, se realizarán pruebas paramétricas o no
paramétricas según corresponda. Sin embargo se puede sugerir que los
resultados obtenidos de la cuantificación de producción y consumo de NO en los
animales de estudio, se presentaran como la media ± desviación estándar. Serán
comparadas mediante un análisis de varianza de una sola vía (ANOVA), seguida
de una prueba de Tukey. Se considerara un nivel de significancia de p<0.05.

7. Referencias
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