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La virtud de la penitencia:
- Penitencia interior:
2) Consiste en:
- "dolor del alma.
- y detestación del pecado cometido.
- con el firme propósito de no volver a pecar".
a. La atrición: La tercera parte del capítulo IV del decreto del sacramento de la penitencia
trata de la atrición o contrición imperfecta (Dz 898):
1) Inspirada por la fealdad del pecado y el temor de la condenación u otras penas
que el pecado implica.
- Oral, es decir, a través de palabras, o signos comprensibles para el ministro, y/o a través
de un intérprete si hay diferencias de lenguas entre el confesor y el penitente. El concilio
de Trento aclara en qué consiste (899-901):
c. La satisfacción: es un signo del compromiso personal de seguir por el camino del Señor
(cambio de vida). El concilio de Trento lo trata en los capítulos VIII y IX del Decreto sobre
la penitencia (Dz 904-906):
iv. Cristo da a la Iglesia el poder de perdonar los pecados, distinto del poder bautismal,
instituyendo un nuevo sacramento:
- El papa.
- Los cardenales.
- Los Obispos, salvo que el Obispo diocesano en un caso
concreto se oponga. Si otro Obispo la transgrede confiesa
válida aunque ilícitamente (CIC 967,1).
1) Absolución:
Acto del ministro del sacramento de la Penitencia, a través del cual, Dios da el
perdón del pecado a quien se ha arrepentido, lo reconcilia con Él y con la Iglesia. No es
una simple declaración del perdón del pecado (Lutero), sino que es además, una palabra
eficaz de perdón. Su fórmula ha tenido una evolución en el tiempo, los testimonios más
antiguos muestran oraciones más bien de corte deprecativo (no por éso, no eficaces);
pasando a formulaciones más indicativas. Hoy se ha hecho una síntesis, se comienza con
una parte deprecativa para terminar con la fórmula indicativa: "Yo te absuelvo en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Sin embargo, en caso de necesidad,
basta sólo la parte indicativa para la validez del sacramento.
Es efecto inmediato del signo externo y a la vez signo interno, que causa el efecto
último de la gracia propia del sacramento. Es "res" o efecto y "sacramentum" o signo
causativo (Ver Tesis 55). Santo Tomás enseña que la "res et sacramentum" de la
Confesión es la penitencia interior (contrición interior), la cual reclama el perdón de Dios,
el cual es la "res tantum" o sólo efecto. Muchos teólogos hoy sostienen que el "res et
sacramentum" es la reconciliación con la Iglesia, en virtud de la cual recibimos
nuevamente la gracia del Espíritu Santo, lo que nos justifica ante Dios, que es la "res
tantum".
1) Reconciliación con Dios: Es sin duda el primer efecto y la primera gracia del
sacramento. El Concilio de Trento sólo mencionaba este efecto, que consiste en
la restitución de la gracia perdida por el pecado, lo que tiene como contrapartida
su perdón.