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En el contexto actual, el discurso del consumo de cannabis se proyecta desde dos posturas:
el uso lúdico y el uso medicinal de la planta, ambos factores esperando la resolución respecto
a la despenalización del psicoactivo, debate que en este ensayo no será considerado como
un eje de ejecución.
El consumo de cannabis puede generar una distorsión en las formas a priori de la sensibilidad
espacio-tiempo, creando así en el sujeto del consumo la perspectiva de que existe una
realidad o realidades externas a la que conoce habitualmente y en ocasiones a esta puede
asociarse un proceso de nivel espiritual. Esta creencia en una fuerza mística de conexión, es
creada con el objetivo de dar al hombre la posibilidad de conocer el mundo fuera de lo que
ve o ha visto anteriormente y acercarse así a su conciencia.
Debido al imaginario colectivo2 del cannabis su uso sigue vigente y es que, su carácter
popular de dilatador mental le ha dado un estatus medianamente positivo entre un grupo
específico de personas que la han consumido o desean consumir puesto que, es atractiva la
idea de poder encontrarse en un estado de felicidad y relajación total o en su defecto, el poder
conectar con la propia conciencia. De esta manera el hombre hace uso de mecanismos como
lo son los rituales y simultáneamente los mitos para así dar respuesta a problemáticas que le
aquejan acerca de su vida.
1
María Molina, “El cannabis en la historia: pasado y presente”, Revista Cultura y droga 13, n.°15 (2008): 99, URL:
http://www.biblioteca.cij.gob.mx/Archivos/Materiales_de_consulta/Drogas_de_Abuso/Articulos/Historia7.pdf
2
Cornelius Castoriadis. La Institución Imaginaria de la Sociedad. El imaginario social y la institución (Buenos
Aires: Tusquets Editores, 2002), 257.
A manera de introducción en la teoría de Immanuel Kant, me permito citar una serie de
términos que harán posible el abordaje teórico empleado en el presente ensayo:
Es preciso recordar que para Kant el término “Estética Trascendental” está relacionado con
la validez de nuestra capacidad sensible, es decir, lo que respecta a nuestras sensaciones:
sentir, tocar, ver, oler y la manera en la que estas son organizadas categóricamente por
nuestra razón:
3
Immanuel Kant. La crítica de la razón pura, ed. Mario Caimi (Buenos Aires: Colihue, 2007), 88.
4
Kant, La crítica, 89.
embargo, cuando es externa hacemos referencia a los eventos de nuestro día a día
desarrollados en un espacio concreto:
Destacando el sentido del idealismo de Kant, él afirma que el mundo externo, el de las cosas
y donde habita el hombre se construye con base en ideas: todo lo conocido es producido por
el sujeto del conocimiento. Siguiendo el mismo orden de ideas expongo los conceptos
noúmeno y fenómeno.
Entonces, esclareciendo esto, según Kant existe un mundo fenoménico que es el mundo que
nosotros conocemos y también un mundo nouménico que es imposible de conocer y por esto
5
Kant, La crítica, 90-91.
6
<<A priori>> hace referencia a que no se necesita de la experiencia para saber que son verdaderos, estas son
formas que se encuentran “de fábrica” en nuestras cabezas por llamarle de manera coloquial. Cursivas y nota
son nuestras.
7
Kant, La crítica, 341.
mismo es que de él no puede saberse nada ya que está fuera de los alcances del
conocimiento que posee un humano.
En un mismo orden de ideas, el papel que desempeña el ritual dentro de la formación de una
realidad alterna durante el uso de cannabis, tiene una relevancia esencial debido a que "Cada
tipo de ritual es un proceso pautado en el tiempo, cuyas unidades son objetos simbólicos y
aspectos serializados de la conducta simbólica.”8
Los rituales operan para mantener el orden cósmico que, por supuesto supera cualquier otra
situación mundana, siendo la creencia en una fuerza superior un elemento necesario en este
proceso.
En lo que respecta al mito este es un elemento que opera paralelo al ritual dado que:
La existencia del mito se justifica porque contribuye a explicar de alguna manera la existencia
de los grupos humanos y a su vez, los valores y creencias de estos. El mito también ayuda a
la formación de identidad de los integrantes del grupo y de esta manera implementa normas
morales que regula su comportamiento, siempre desde la interpretación desde el mismo
contexto ritual.
Por último, el símbolo es quizá el elemento que articula tanto al ritual como al mito ya que “El
símbolo es un elemento básico del rito que opera metafóricamente poniendo en conexión el
mundo conocido de los fenómenos sensorialmente perceptibles con el reino desconocido e
invisible de las sombras; hace que resulte inteligible lo que es misterioso y también
peligroso.”10
8
Víctor Turner, La selva de los símbolos (Madrid: Siglo XXI, 1999), 50-51.
9
David Lorente, “Una discusión sobre el estudio del ritual como “espejo” privilegiado de la cultura”, Revista de
Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana 3, n.°6 (2008): 4, URL:
http://www.redalyc.org/pdf/2110/211015582003.pdf
10
Víctor Turner, El proceso ritual. La estructura y antiestructura (Madrid: Taurus, 1988), 27.
Entonces podemos concluir que los símbolos actúan como asociaciones de hecho o
pensamiento, estos fungen como recipientes de información acerca de la cosmovisión cultural
de los sujetos en cuestión, no hablamos de si estos son “correctos” o “incorrectos”, hablamos
de la funcionalidad con la que articulan todo un sistema de códigos.
Las posturas que he citado anteriormente me exhortan ahora a plantear la manera en la que
encuentro un eje de proximidad entre dichas teorías:
El ritual de consumo de cannabis es una experiencia de tipo individual o colectiva según sea
el caso, cada persona configura el ritual de una manera particular, algunos ejemplos de esto
son el decidir hacerlo en un espacio abierto o cerrado, en pipa, porro o por medio de la ingesta
de alimentos cannábicos, la hora y personas con las cuales se efectúa el ritual.
El mito, por su parte, es aquel que hace alusión a poder pausar la realidad cotidiana del sujeto
para así poder conocer otra distinta a través de una nueva percepción, conocer una realidad
alterna para conectar de otra manera con su conciencia y mirar su vida de una manera
distinta.
Finalmente, el símbolo que articula el ritual y el mito es el cannabis, este permite la conexión
entre lo conocido y lo incognoscible; de esta manera, las formas a priori de la sensibilidad
afirman que la categoría tiempo se encuentra dentro del sujeto y la categoría espacio refiere
al sitio donde transcurre el tiempo, ambas formas son subjetivas en cuanto se vive una
experiencia, entonces, podemos inferir que cuando un individuo hace uso del cannabis tiene
cierto control sobre lo que percibe (tiempo y espacio, elementos que encuadran la experiencia
sensible) ya que lo ha manipulado.
Kant afirma que el mundo lo conocemos a través de la experiencia por medio de nuestros 5
sentidos, pero, cuando se hace uso de algún psicoactivo la manera en la que trabaja el
cerebro humano es totalmente distinta a su funcionamiento habitual y por ende estos se ven
transformados.
Con la convicción de mirar los acontecimientos que pasan en su día desde otra perspectiva,
el sujeto modifica el espacio donde transcurren y el cómo transcurren los eventos con la
intención de conocer una realidad alterna que posiblemente resignifique su vida y que,
operando desde lo místico (su creencia espiritual de que ha conectado con su más profundo
sentido de conciencia) pueda develar verdades que no notaría en un estado normal, esto es,
fuera de los efectos de la planta.
Con el deseo de emprender un viaje al mundo tal como es, su objetivo es salir de lo
“fenoménico” para así tener una oportunidad por pequeña que sea de entrar al mundo
“nouménico” y lograr transgredir las formas a priori de la sensibilidad, aspirando así a la
posibilidad de tener dominio absoluto de ellas, partiendo desde su ferviente necesidad por
encontrar sentido a su experiencia como ente humano.
El hombre tomará todo camino que le proponga conocer, transformar o resignificar la realidad
que le ha tocado vivir, todo aquello que le permita abrir su universo de significación.
Kant, Immanuel. La crítica de la razón pura. Editado por Mario Caimi. Buenos Aires: Colihue,
2007.
Lorente, David. “Una discusión sobre el estudio del ritual como “espejo” privilegiado de la
cultura”. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana 3, n.°6 (2008): 1-15.
URL:
http://www.redalyc.org/pdf/2110/211015582003.pdf
Molina, María. “El cannabis en la historia: pasado y presente”. Revista Cultura y droga 13,
n.°15 (2008): 95-110. URL:
http://www.biblioteca.cij.gob.mx/Archivos/Materiales_de_consulta/Drogas_de_Abuso/Articul
os/Historia7.pdf
http://www.scielo.org.mx/pdf/facmed/v55n5/v55n5a9.pdf