Sie sind auf Seite 1von 11

1

EL MONITOREO

La tarea más ardua del docente comienza, cuando los equipos de aprendizaje
cooperativo se ponen en funcionamiento. Mientras los alumnos trabajan juntos, el
docente debe circular entre los equipos para supervisar sistemáticamente la
interacción entre los miembros de éstos, y así evaluar el progreso escolar de los
alumnos y el empleo de las habilidades interpersonales y de equipo. El docente
debe escuchar lo que se habla en cada equipo y recoger datos sobre la
interacción entre sus miembros. También puede pedirles a algunos estudiantes
que trabajen con él como observadores. Sobre la base de estas observaciones, el
docente debe intervenir para mejorar el aprendizaje de los alumnos en cuanto a la
materia estudiada y al trabajo de equipo.

El monitoreo tiene cuatro etapas

1. Prepararse para la observación de los equipos de aprendizaje y decidir si algún


alumno ayudará a observar, además debe elegirse qué formas de observación se
van a emplear.

2. Observar para evaluar el grado de cooperación que se da en los equipos de


aprendizaje.

3. Intervenir cuando sea necesario para mejorar la ejecución de la tarea o el


trabajo de equipo.

4. Hacer que los alumnos evalúen la calidad de su propia participación en los


equipos de aprendizaje para fomentar la autosupervisión.

Los alumnos observadores y los planes de muestreo.

A medida que los alumnos adquieren experiencia en el trabajo en equipos de


aprendizaje cooperativo, hay que capacitarlos para que sean observadores. La
observación está dirigida a registrar y describir la conducta de los miembros de un
equipo, para recoger datos concretos sobre la interacción entre ellos. La finalidad
es dar a los alumnos retroalimentación sobre su participación en el equipo, y
ayudarlos a analizar la eficacia del trabajo desarrollado en éstos. Los estudiantes
pueden actuar como observadores, circulando por el aula para supervisar a todos
los equipos, o pueden observar a su propio equipo. Los que observan a su propio
equipo, deberán ubicarse lo bastante cerca para ver y oír las interacciones entre
los miembros, pero no participarán en la tarea que se realiza. Los alumnos
observadores no deben hacer comentarios ni intervenir hasta el momento
preestablecido, al final de la hora de clase, para que los equipos de aprendizaje
revisen su trabajo. El rol de observador debe ser rotativo, con el fin de que todos
los alumnos hagan observaciones durante la misma cantidad de tiempo.
2

El docente y los alumnos observadores móviles, necesitan contar con un plan de


muestreo para asegurarse de que todos los equipos sean observados durante
aproximadamente el mismo tiempo. Basta con decidir, antes de que comience la
clase, cuánto tiempo se destinará a observar a cada equipo; esto es un plan de
muestreo. El docente puede observar a un solo equipo durante toda la hora de
clase, y recoger información sobre cada miembro, o bien observar a cada equipo
durante la misma fracción de la hora de clase. También podría optar por observar
a cada equipo durante dos minutos, y pasar así a todos los demás durante la hora
de clase. La consecución de los objetivos conceptuales y los actitudinales,
requieren forzosamente una evaluación basada en el desempeño escolar y el
trabajo en equipo de los alumnos.

Los procedimientos del monitoreo

Los procedimientos de monitoreo pueden ser estructurados bajo un programa de


observación en el que se anotan frecuencias, y no estructurados en donde solo se
hacen descripciones informales de lo que dicen y hacen los estudiantes. En
ambos casos, es importante no confundir la observación con la inferencia y la
interpretación. La observación es descriptiva; las inferencias son interpretativas.
La observación implica registrar qué hacen los alumnos mientras trabajan juntos
para realizar una tarea. Las inferencias e interpretaciones acerca de la eficacia
con la que los alumnos están cooperando, se hacen sobre la base de los datos
recogidos mediante la observación.

Para hacer observaciones estructuradas, el docente debe:

1.Decidir qué prácticas de trabajo en equipo y de ejecución de tareas va a


observar.

2. Elaborar un formulario de observación para registrar las frecuencias de las


acciones a observar.

3. Observar a cada equipo y registrar con qué frecuencia cada alumno manifiesta
las conductas establecidas.

4. Resumir las observaciones de un modo claro y útil, y presentarlas a los equipos.

5. Ayudar a los miembros de los equipos a analizar los datos resultantes de la


observación, y a inferir con qué eficacia está funcionando el equipo y en qué
grado cada miembro del equipo, está empleando las prácticas en cuestión.
3

Los formularios de monitoreo

Observación estructurada

Existen varios tipos de formularios de observación que se pueden emplear. Estos


son instrumentos útiles para recoger y transmitir datos concretos sobre la manera
en que los miembros del equipo trabajan juntos mientras realizan una tarea
asignada. En la siguiente figura se muestra un ejemplo de formulario de
observación simple que puede usar el docente:

Observador_____________________________________Fecha ___________
Actos Juan Carlos Lupe Martha
Aporta ideas
Estimula la
participación
Verifica la
comprensión
Orienta al
grupo
Otros
Total

En el uso de este formulario es importante tener presentes las siguientes


consideraciones:

1. Utilizar un formulario por cada equipo.

2. Anotar cada práctica en una línea independiente, en la primera columna.

3.- Marcar en la columna correspondiente cuando un alumno emplea una práctica.

4. No hay que preocuparse por registrar todo lo que ocurra, sino observar con la
mayor precisión y rapidez posibles.

5. Anotar los aportes positivos concretos de cada miembro del equipo para que
todos puedan recibir una retroalimentación positiva.

6. Buscar patrones de conducta en el equipo.

7. Al terminar la sesión de trabajo, calcular las cifras totales de las columnas.

8. Mostar el formulario de observación al equipo. Preguntar a los miembros qué


conclusiones obtienen con respecto a:
4

a). Su participación en el equipo.


b). El funcionamiento del equipo.

9. Después del análisis de las conclusiones, ayudar al grupo a fijar un objetivo de


crecimiento, una meta. Preguntar: ¿”Qué podrían hacer para funcionar
mañana, mejor que hoy”?

10. Trasladar las cifras totales a una hoja de registro de largo plazo, y a los
cuadros o gráficos según corresponda.

Observación no estructurada

Las observaciones no estructuradas o anecdóticas, se pueden efectuar


escuchando “inadvertidamente” a cada equipo. Se hacen observaciones
específicas que:

a). Son breves para poder registrarlas rápidamente.


b). Captan un aspecto importante de la conducta de uno o más de los
alumnos.
c). Ayudan a responder preguntas acerca de la eficacia con que se ha
implementado el aprendizaje cooperativo.

El docente debe anotar los incidentes positivos en fichas, y sumarlas al conjunto


personal del estudiante después de haberle transmitido los comentarios. Las
fichas se pueden utilizar durante las reuniones con los padres de familia, para
brindar ejemplos de la capacidad y cualidades positivas del alumno.

¿Monitorear?

Al observar a los equipos de aprendizaje cooperativo, el docente debe tener


presentes seis aspectos importantes que son:

Primero

El docente siempre debe supervisar a los equipos mientras están trabajando.


Siempre que sea posible debe utilizar un formulario de observación. Cuanto más
concretos sean los datos, más útiles serán para el docente y los alumnos.

Segundo

El docente no debe tratar de registrar muchas conductas distintas en un solo


momento. En las primeras observaciones que haga de los equipos, le conviene
elegir y registrar de dos a cuatro conductas que crea que son convenientes para el
buen funcionamiento de su grupo. Este mismo formulario lo puede usar en
5

repetidas ocasiones hasta llenarlo en su totalidad y tener así un registro completo


de todas las conductas del equipo.

Tercero

Algunas veces, el docente puede usar una lista de verificación además de un


formulario de observación sistemática. En la siguiente figura se muestra un
ejemplo de este tipo de lista:

Conducta SÍ No Comentarios
¿Los alumnos entienden la tarea?
¿Los alumnos han aceptado la
interdependencia positiva y la
responsabilidad individual?
¿Los alumnos están trabajando en
función de los criterios apropiados?
¿Los alumnos están practicando las
conductas esperadas?

Cuarto

El docente debe centrar su atención en las conductas positivas; éstas deben ser
festejadas cuando estén presentes y mencionarlas en caso de que estén
ausentes.

Quinto

Los datos sobre las frecuencias deben complementarse y ampliarse con notas
referentes a las acciones concretas de los alumnos. Es útil registrar los
intercambios adecuados que el docente observe, y que pueda comunicar más
adelante a los alumnos como causas objetivas de elogio.

Sexto

Una vez que los alumnos entienden el aprendizaje cooperativo y la conducta que
deben manifestar para ayudarse mutuamente a aprender, el docente puede
capacitarlos para actuar como observadores. Los alumnos observadores pueden
obtener datos más completos sobre el funcionamiento de cada equipo. En el caso
de alumnos de corta edad, la observación tiene que ser muy simple, limitándose
por ejemplo, a determinar “¿Quién habla?”

En el siguiente cuadro se muestra una técnica divertida para realizar y comentar


una observación y a la vez, para llamar la atención del grupo:
6

“El alumno misterioso”

1. El docente le informa al grupo que centrará su atención en un alumno cuyo


nombre mantendrá en secreto toda la clase.

2. El docente observa la clase sin demostrar a quién está observando.

3. El docente le cuenta a todo el grupo lo que hace académicamente en clase sin


nombrarlo. Estos datos los puede dar como cápsulas informativas a lo largo de
la clase.

4. Al final de la clase los alumnos tratarán de adivinar la identidad del alumno


misterioso.

El monitoreo y la intervención del docente para ayudar en la ejecución de la


tarea académica

La observación sistemática de los equipos de aprendizaje cooperativo le


brinda al docente una “ventana abierta” a las mentes de los alumnos.
Escuchar a los estudiantes cuando explican cómo resolver un problema o
cómo realizar una tarea a sus compañeros de equipo, le proporciona al
docente más información sobre lo que saben o no entienden, que las
respuestas que dan en los exámenes o las tareas domiciliarias.

Al trabajar cooperativamente, los alumnos revelan su pensamiento y lo exponen a


la observación y los comentarios, permitiéndole al docente observar cómo
elaboran su comprensión del material asignado, e intervenir cuando sea necesario
para ayudarlos a corregir errores de concepto.

En algunas ocasiones el docente debe intervenir para aclarar conceptos, repasar


los procedimientos y estrategias adecuados para realizar la tarea académica,
responder preguntas y enseñar técnicas. Al hablar el docente de los conceptos y
la información que deben aprender los alumnos, debe emplear términos referidos
al aprendizaje. En lugar de decir “si está bien”, debe decir algo más
pertinente a la tarea, como “sí, ésa es una de las maneras de encontrar la
idea principal de un párrafo”. El empleo de un lenguaje más específico,
refuerza el aprendizaje y ayuda a los alumnos a asociar los términos con lo
que están aprendiendo.

Una forma de intervenir, consiste en plantear a los miembros del equipo un


conjunto de preguntas que los obliguen a analizar su plan de acción en un nivel
metacognitivo, y a explicárselo al docente. Tres preguntas posibles podrían ser:
7

1. “Para qué lo están haciendo”


2. “Cómo lo están haciendo”
3. “Para que les va a servir”

El monitoreo y la intervención del docente para enseñar prácticas sociales.

Los equipos de aprendizaje cooperativo le suministran al docente un panorama de


las habilidades sociales de los alumnos. Al supervisar a los equipos, el docente
puede advertir que algunos alumnos no tienen la capacidad de integración
necesaria para ser miembros competentes en el equipo. En estos casos, debe
intervenir a fin de proponerle al equipo procedimientos más eficaces para trabajar
juntos y aplicar prácticas sociales más concretas. También debe intervenir para
manifestar su aprobación cuando observe conductas especialmente eficaces y
competentes, en el uso de prácticas sociales que ayuden al equipo a ser más
productivo.

Una anécdota de una buena intervención del docente.

No hay que intervenir más de lo estrictamente necesario. Muchos docentes


se apresuran a entrometerse y resolverles los problemas a los alumnos. Con
un poco de paciencia razonable, los equipos cooperativos generalmente
resuelven sus problemas ellos solos; en algunas ocasiones sólo es
necesario orientar su trabajo. Elegir cuándo intervenir y cuándo no, es parte
del arte de enseñar. Cuando el docente decide intervenir, debe regresar el
problema al equipo pero con otro enfoque para que el equipo termine por
resolverlo. Para tal efecto algunos docentes hacen que los miembros del equipo
suspendan la tarea y les señalan de manera más clara el mismo problema;
además, les pide que elaboren tres soluciones posibles y elijan cuál van a ensayar
primero.

En el siguiente cuadro se muestra una anécdota interesante de la intervención de


un docente que conduce una clase con alumnos muy especiales.

Una maestra de tercer grado de educación secundaria advirtió que mientras


repartía hojas a los alumnos, un jovencito estaba sentado lejos de los otros tres
integrantes de su equipo. Un rato después se dio cuenta que en el mismo equipo
sólo estaban tres alumnos donde debería haber cuatro. En ese momento, los tres
alumnos fueron hacia la maestra para quejarse de que Juanito, estaba debajo de
la mesa y no quería salir.

“¡Hágalo salir!”, le pidieron a la maestra (papel de policía asignado por los alumnos
a la maestra).
8

La maestra les dijo que Juanito era un miembro de su equipo y les preguntó qué
intentos habían hecho para resolver el problema.

“¿Intentos?”, repitieron los jovencitos, desconcertados.


“Sí, ¿le pidieron que saliera debajo de la mesa?”, sugirió la maestra.

Los jovencitos regresaron a su lugar y la maestra siguió repartiendo las hojas.


Poco después, miró hacia la mesa y no vio a ninguno de los miembros del equipo
de Juanito (lo cual es una manera de resolver un problema). Unos minutos más
tarde, aparecieron cuatro cabezas debajo de la mesa y el equipo (incluyendo a
Juanito) se puso a trabajar con gran energía.

No se sabe qué pasó debajo de la mesa, pero sea lo que sea, dio buen resultado.
Lo que hace muy interesante esta anécdota es que el equipo obtuvo una
puntuación muy alta en el trabajo escrito y más tarde, al pasar la maestra por la
mesa de

Juanito, vio que éste sostenía el escrito en su mano. El equipo se lo había dado a
él, para que se lo llevara a su casa. Juanito le confió a la maestra que ésa era la
primera vez que alcanzaba la nota más alta de clase en una tarea escolar.

Valió la pena meterse debajo de la mesa.

El siguiente cuadro es un ejemplo con sugerencias para supervisar e intervenir en


las labores de los equipos de aprendizaje cooperativo:

Verificar Se cumple No se cumple.


Acción:
Los miembros del equipo Bien sentados Acerquen más las
están sentados de manera sillas.
cercana
El equipo tiene los Bien, ya están listos Vayan a buscar lo que
materiales correctos en la necesitan. Yo los
página indicada espero.
Los alumnos cumplen con Muy bien. Cumplen ¿Quién debe hacer qué
sus roles Bien. cosa?
Los equipos han iniciado la Bien, ya empezaron Quiero verlos empezar.
tarea ¿Necesitan ayuda?
Se están empleando Buen grupo ¿Qué técnicas se
técnicas cooperativas en Bien, sigan así. necesitarían aquí?
general ¿Qué tendrían que
estar haciendo
ustedes?
Se está empleando una Bien, entienden ¿Quién puede explicar
9

técnica cooperativa claramente lo que la técnica para


específica. hacen. Qué bien. comprenderla y como
se hace?
El trabajo escolar se está Están siguiendo el Las respuestas deben
haciendo bien. procedimiento ser más amplias.
adecuado para esta Volveré a explicarles
tarea. Buen trabajo. cómo hacer esto.

Los miembros propician la Se están asegurandoJuanito, muéstrame


responsabilidad individual de que todos cómo haces el primer
entienden la ejercicio. David,
información. Muy explícame por qué el
bien hecho. Perfecto.
equipo eligió esa
respuesta.
Los alumnos renuentes Me alegra ver que Elena explícame el
están participando todos están ejercicio No 4.
participando. Ayúdenla, luego
regreso.
Los miembros se explican ¡Qué bien explican! Quiero que cada uno
unos a otros lo que están Sigan así. tome un problema y me
aprendiendo y sus procesos explique, paso a paso,
de razonamiento. cómo resolverlo.
El equipo está dispuesto a Me alegra que se Cada uno de ustedes
cooperar con otros equipos ayuden entre sus vaya a otro equipo y
equipos. Que bueno compare su respuesta.
que son solidarios.
Todos participan en igual Que bueno que Juanito, tu eres el
medida todos participan. primero en contestar
Bien. siempre. ¿Podrías
ayudar a supervisar el
trabajo de tus demás
compañeros?
Los equipos terminaron de Su trabajo parece Están trabajando bien
trabajar que está bien. pero ya casi no queda
Evalúen su trabajo tiempo. Apresúrense.
de equipo y
continúen con la
siguiente actividad.
Los equipos trabajan con Este equipo trabajó Explíquenme qué es lo
eficacia. bien. Expliquen por que anda mal en su
qué trabajan bien. equipo. Cómo creen
que pueden resolverlo.
10

En el monitoreo es importante fomentar la autoevaluación.

Para alentar a los alumnos a supervisarse a sí mismos, el docente puede indicarle


a cada alumno que evalúe la frecuencia y la eficacia con la que él mismo puso de
manifiesto las habilidades y las conductas deseadas. Un modo de efectuarlo
consiste en darle a cada miembro una lista de verificación o un cuestionario de
evaluación. En estos formularios, el alumno:

a). Se evalúa así mismo según la frecuencia y la eficacia con que utilizó las
prácticas sociales y otras conductas buscadas.

b). Evalúa las acciones de otros miembros del equipo según las haya percibido
como benéficas o perjudiciales.

c). Formula afirmaciones en primera persona del plural que posibilitan a los
miembros del equipo, llegar a un consenso acerca de qué acciones favorecieron o
entorpecieron el trabajo del equipo. Los miembros del equipo pueden también
intercambiar sus formularios para analizar cómo trabajaron juntos.
11

BIBLIOGRAFÍA

Gómez, P. J., y Jiménez, M. N. (2008). Compiladores e Instructores, Manual del 6º


Diplomado en Estrategias de Aprendizaje Colaborativo. Centro Nacional de
Educación Química. UNAM. México.

Johnson, D. W., Johnson, R. T. y Holubec, E. J. (2004). El Aprendizaje


Cooperativo en el Aula. Ed. Paidos Educador. Buenos Aires.

Das könnte Ihnen auch gefallen