De lasociedad

IC> 1992, GUILLERMO CAREY BUSTAMANTE

Inscripción Nº 84.079, Santiago de Chile
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anónima y la
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de los directores
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ISBN 956-11-0835-6
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PRIMERA EDICIÓN
en los talleres de Editorial Universitaria GUILLERMO CAREY B.
San Francisco 454, Santiago de Chile
en el mes de noviembre de 1992
Ex profesor de Economía de- la
Facultad de Derecho de la
CUBIERTA Universidad Católica de Chile
Fotografía de Marco Antonio Readi

El autor agradece a su colega Domingo Valdés P.

su ayuda en la _revisión del texto de este libro.

IMPRESO EN 0111.E / PRINTED IN OIILE

 ÍNDICE

Prólogo
de Juuo CHANÁ
15

Nota Preliminar
19

Introducción
23

Capítulo I
RESPONSABILIDAD, PRESUNCIONES,
SOLIDARIDAD Y EMPRESAS RELACIONADAS
35

1. Responsabilidad 35 b) Presunciones de derecho 43

a} Generalidades 35 c} Presunciones legales 45
b) Responsabilidad contractual 3. Solidaridad 47
y extracontractual 39 4. Empresas relacionadas 49
2. Presunciones 42 5. Sociedades matrices,
a} Generalidades 42 coligantes, filial o coligada 51

Capítulo II
LAS JUNTAS DE ACCIONISTAS
55
1. Generalidades 55 ,4-.--., Facultades administrativas
2. Características de ,:J que pueden reservarse
las juntas de accionistas 55 las juntas 59
(3( Facultades de administración 5. Funciones de las juntas 61
de las juntas 58 6. Convocatoria a las juntas 64
 Capítulo III Capítuló VII
CELEBRACIÓN DE LAS JUNTAS INCAPACIDADES E INHABILIDADES PARA SER DIRECTOR
69 105

l . Formalidades en la celebración 2. Calificación de l. Generalidades 105 5. Consecuencias por

de las juntas, asistencia y los poderes 71. @.Incapacidad para ser director I 06 infracciones a las normas
i:epresentación 69 3. Actas de las juntas 73 Qjinhabilidades para ser director precedentes 112
,..-4e las S.A. en gral. 107 6. Los acuerdos del directorio
(4. Jhhabilidades para ser director frente a incapacidades
Capítulo IV Japlicables sólo a las sociedades o inhabilidades de sus
ACCIONISTAS MAYORITARIOS abi_ertas y a sus filiales 111 miembros 113
Y MINORITARIOS
75 Capítulo VIII
INEXISTENCIA Y NULIDAD DE LAS SOCIEDADES
l. Influencia de los 2. Protección de los �.ccionistas ANÓNIMAS
accionistas 75 minoritarios 75 117

l . Incumplimiento de inexistencia de la
Capítulo V formalidades para su sociedad 119
DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES Y constitución: inexistencia 3. Responsabilidad de los
y nulidad 117 directores en casos de
DE LOS CONTROLADORES 2. Efectos de la inexistencia o nulidad 120
81
Capítulo IX
1. Generalidades 81 a) generalidades 86 FORMALIDADES APLICABLES AL DIRECTORIO
·2·"' Acuerdos de actuación conjunta 83 b) la toma de control en
123
3. Los controladores y grupos nuestro derecho 88
empresariales 84 5. Responsabilidad de los
.,._ 4. Toma de control 86 directores y sanciones l . Funcionamiento del 3. Incumplimiento de
88
directorio 123 formalidades 128
2. Formalidades para sesionar 126 4. Actas de sesiones 131
Capítulo VI
EL DIRECTORIO Capítulo X
91 REMUNERACIONES DE LOS DIRECTORES
133
.1, Los directores como entre los directores y
mandatarios 91 la sociedad 97 Capítulo XI
2./Representación 91 5,Ji?s directores están ligados
J; Teoría del órgano 93 a la sociedad por un contrato DEBERES FIDUCIARIOS
4. Vínculo jurídico innominado 100 '."'.'131,.
.,
 Capítulo XII Capítulo XVII
DEBER DE DIUGENCIA O CUIDADO OBLIGACIONES DE INFORM� Y DE GUARDAR RESERVA
/ \l
,:f4IJ
,., V 18�'
,, t
'\-•.. l

1. Características 141 medio y de

2. Obligaciones de resultado 143 l. OBLIGACIÓN
1· . DE INFORMAR 181 informar de las sociedades
anónimas de oferta pública 191
181 6. Deberes recurrentes de
2. Deberes de informar informar de las sociedades
Capítulo XIII pennanentes de las sociedades· anónimas de
DEBER DE LEALTAD anónimas en general 185 oferta pública 193

:�9 3. Deberes de informar

recurrentes de las sociedades
anónimas en general 186
7. Deberes puntuales de informar
de las sociedades inscritas en
el Registro de Valores 195
l. Generalidades 145 3. La sociedad frente al
deber de lealtad de 4. Deberes puntuales de infor:rnar 8. Sanciones 197
2. Nonnativas de la ley chilena
los directores 152 de las sociedades anónimas
sobre el deber de lealtad 147
en general 191 11. OBLIGACIÓN DE RE5ERVA 198
5. Deberes permanentes de
Capítulo XIV
OBJETO SOCIAL Capítulo XVIII
157 ACCIONES PARA PERSEGUIR LA RESPONSABILIDAD
DE LOS DIRECTORES EN LA
1. Ultra Vires 157 Objeto social en nuestro LEGISLACIÓN EXTRANJERA
2. derecho 160
203
Capítulo XV · 1 . Generalidades 203 acción de clase 204
ACCIONES 2. Nonnas en los Estados Unidos ' acción derivativa 205
163 de Norteamérica 203 3. onnas de la legislación
(]} acción individual y española y argentina 207
1. Capital y pago de acciones 163 3. Cesión de acciones 167 acción social 204
2. Suscripción de acciones 4. Pactos relativos a la cesión
y pago 165 de acciones 170 Capítulo XIX
ACCIONES PARA.PERSEGUIR LA RESPONSABILIDAD
Capítulo XVI DE LOS DIRECTORES EN LA
DIVIDENDOS LEY CHILENA

eeJ
173 209

l . Generalidades 173 4. Opción de recibir dividendos Generalidades 209 6) Acción derivativa y acción
2. Dividendos mínimos 174 en accionés l78 Acción de clase y acción oblicua o subrogatoria 210
_
3. Pago de dividendos 176 conjunta 210 a) Generalidades 210
 PRÓLOGO
�La acción oblicua o /"4':')Acci�n social y acción
\L,1 subrogatoria frente a lY individual 215-
j la legislación societaria 212

Capítulo XX
DISOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS
217 La sociedad anónima es una institución jurídica de funct�merrtaj im­
portancia en el campo económico social del mundo moderno. Su
Capítulo XXI presencia actual no tiene, no obstante, raíces muy antiguas. Nació con
FISCALIZACIÓN DE LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS el capitalismo industrial, que fue uno de los pilares básicos de su
221 estructura.
Al iniciarse el siglo x1x, en forma visionaria y certera, Napoleón
1. Generalidades 22) ¿()inspectores de cuentas 225
2. Funciones de la �uditores.extemos 227 pronosticaba ya el rol decisivo que la sociedad anónima cumpliría en
Superintendencia 221 �Algunas disposiciones generar la riqueza de las naciones. Decía, en apoyo de su vaticinio,
3. Recursos para impugnar comunes a los
228 que si bien "en el Antiguo Régimen la Iglesia y las órdenes religiosas
las resoluciones de la fiscalizadores
Superintendencia 224 fueron dueños de gran parte de la riqueza, en el .futuro Jo serían las
sociedades anónimas".
Capítulo XXII Es una feliz iniciativa de Guillermo Carey haberse abocado a
SANCIONES escribir este libro, en el que comenta con riqueza conceptual la enorme
231 importancia que hoy por hoy exhiben esas sociedades, que emergen
como instrumentos decisivos en la habilitación de capitales.
Índice temático Es motivo de encomio que el autor haya dirigido con éxito su
235 inquietud jurídica y su vocación al propósito de difundir asp�to..s
legales que atañen a la responsabilidad que asumen los directores de
las sociedades anónimas, de quienes fundamentalmente depende su
conducción.
Tiene el autor a su haber, no sólo el sólido bagaje de conocimientos
jurídicos enriquecidos en un activo. desempeño como abogado y ca­
tedrático, sino también su experiencia por haber participado desde
muy joven como director en la administración de empresas bancarias,
industriales, mineras, navieras y comerciales, tanto en Chile como en
el extranjero.

15
 Capítulo VI

EL DIRECTORIO

1. Los directores como mandatarios

129. Antes de la dictación de la Ley Nº 18.046 no cabía duda de

que los directores de la sociedad tenían el carácter de mandatarios de
los accionistas. Lo prescribía expresamente el Código de Comercio
(C. de C.) en su Art. 424 -hoy derogado por el Art. 145 de la Ley
N" 18.046-, al señalar en su definición de sociedad anónima que
ésta era administrada por "mandatarios revocables". Confirmaba este
concepto el Art. 458, también derogado, del mismo Código, que
establecía que los administradores no son responsables sino de la
ejecución del mandato que recibieron.
130. La calidad de los directores como simples mandatarios de
los accionistas ha dejado de tener lugar después de la dictación de la
Ley Nº 18.046.
131. Lo anterior nos lleva a recorrer otras concepciones, que no
descansan en la idea contractual del mandato, sino en doctrinas diver­
sas, a las cuales pasaremos a referimos.

2. Representación

132. Conceptualmente, más bien que aceptar la normativa del

mandato prevalente en el pasado, se ha teorizado por muchos alrededor
del concepto de representación.

91
 133. Los seres humanos, actuando y decidiendo a nombre de la
persona jurídica y no obligándose personalmente, sino obligand(? a
aquélla, serían los representantes a quienes la ley les conferiría, con
los requisitos legales, el poder de expresar la voluntad del ente, que
de otra manera sería incapaz de hacerlo36 •
134. El Código Civil consagra el concepto de representación en
su Art. 144S al decir que "lo que una persona ejecuta a nombre de
otra, estando facultada para ello por la ley para representarla, produce
;J respecto del representado iguale� efectos que si hubiere contratado él
mismo". En la representación, pues, una persona actúa a nombre de
otra, en tanto que en el-mandato actúa por cuenta de otra, sea a nombre
propio o a nombre del mandante, de manera que los efectos de los
actos celebrados por el mandatario se radiquen en el mandante.
Para adquirir la calidad de representante, en el contexto que nos
·J ocupa y conforme al artículo referido, es necesario que el representante
esté facultado para actuar en tal carácter, sea por la ley, en cuyo caso
se trata de representación legal, o por voluntad del representado, que
es el caso de la representación voluntaria.
135. Como antecedente de la teoría de la representación, diremos
que, en lo que concierne al mandato, ha evolucionado en términos de
que hoy mayoritariamente se estima que la representación no es un
elemento esencial del mandato. Puede, por lo tanto, faltar en éste sin
que por ello degenere en otro contrato diferente o no produzca efecto
alguno37• Lo que verdaderamente ocurre es que la ley presume que
por el solo hecho de celebrar el contrato de mandato, queda autorizado
el mandatario para desempeñar su cometido en representación del
mandante. La representación resulta ser un elemento de la naturaleza
36 Manuel Daniel Argandoña, la Organización Administrativa en Chile, Ecl.
Jurídica de Chile, 1982, pág. 37.
37
Revista de Dereého~y Jurisprudencia, tomo xun, sección 1, pág. 256, cita
de David Stichkin, El Mandato Civil, pág. 41.
92
de1 mandato, es decir, algo que, no siendo esencial en él, se entiende
pertenecerle sirr necesidad de una declaración especial pero que, ·por
lo mismo, puede suprimirse mediante una estipulación en contra­
rio3s.
136. Dice don Luis Ciaro Solar, citando entre otros a Savigny, d
que desde que existe la persona jurídica tiene que existir la represen­
tación de ella como condición ineludible e inseparable. La aptitud de
la persona juríd_ica para. ser representada como sujeto de derecho,
activo o pasivo, es la manifestación mayor que pueda darse de su
personalidad. Si no la tuviera, no habría sino un caso ordinario de
mandato, en que el representante obraría a nombre de los individuos
interesados como propietarios indivisos de bienes o derechos a que se
refieren los actos en que dicho representante interviniera39.
3. · Teoría del órgano
137. Según Claro Solar, algunos jurisconsultos consideran que la
doctrina., de la representación legal, en el caso de una sociedad, no
satisface, lo que ha dado cauce a la teoría llamada del órgano. ·Entre
la noción de órgano y la de representante legal -dice- habría una
diferencia específica: la cualidad de representante puede emanar de la
ley o de un acto jurídico; la calidad de órgano emana al contrario de
la constitución misma de la persona jurídica40• '�
138. La teoría del órgano tuvo su desarrollo inicial en el derecho
administrativo. Así, en ese ámbito, Jellinek afirma que el Estado "sólo
puede existir mediante sus órganos. Si se eliminan éstos no queda el
38 Stichkin, David. El Mandato Civil, Ecl. Jurídica de Chile, 1989, págs. 22
y 23.
39
Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, Vol. 11, Ecl. Jurídica
de Chile, 1479, pág. 522.
40
Ver nota anterior, pág. 523.
93
 Estado como titular de ellos, sino que sólo nos resta, jurídicamente,
, se explica, entre muchas causas, por el hecho de que, sin mucho
la nada' 4 1•
139. El directorio como órgano es el que permite que la sociedad
actúe, no como un elemento extrínseco, como lo sería un mandatario '
sino como parte integrante de la existencia misma de la sociedad
íÍ1 anónima. No cabe duda que nuestra ley ha adoptado el concepto de
que el directorio es un órgano. La decidida intención en tal sentido
·del legislador chileno se evidencia en el informe del Ministro de
Hacienda de la época al proyecto de la Ley Nº 18.046, en que dice
que éste "perfecciona la definición de sociedad anónima, realzándose
que su administración compete al directorio, como órgano de gestión,
y no a simples ·mandatarios de los accionistas".
140. Sobre esta posición, la Superintendencia ha refrendado que
"el directorio es el órgano encargado de la administración social,
abandonándose, en consecuencia, la doctrina del mandato de la legis­
lación anterior" 42• En otro dictamen ha sostenido que la actual legis­
lación de sociedades anónimas, a pesar de haber adoptado como forma
de administración lo que se denomina en doctrina el órgano legal de
administración que recae en el directorio como cuerpo, en materia de
resP,Onsabilidad ha establecido que cada director es individualmente
responsable43 •
141. En el campo del derecho comparado la "teoría del órgano"
es la que cuenta con mayor aceptación entre los autores, y son varios
los países que le han otorgado consagración legislativa44 •
41 Véase H. Frugone Schiavone, Introducción al Estudio de la Organización
Administrativa. Bases para una teor(a del órgano. Homenaje a la Contraloría General
de !a República, 50 años de vida institucional, Facultad de Derecho (Depto. de
Derecho Público), Universidad de Chile, Santiago, 1977, pág. 61, nota 32. Citando
a Gorge Jellinek, Teoría General del Estado, Ed. Albatros, BA, 1954, pág. 409.
Oficio 124, 15.01.88, de la Superintendencia.
Oficio Nº 1.425, de 12.04.85 de la Superintendencia.
Tal es el caso de España, que en su Ley de Sociedades Anónimas impone la
94
142. La evolución del concepto del mandato hacia la teoría orgánica
campo de volición, la sociedad -obligada de hecho y de derechó a
designar sus administradores-- no tiene la facultad de todo mandante
de fijar las atribuciones de aquellos. Es la ley -y en medida limitada
los estatutos- la que otorga a los directores un grado de autonomía
tal que les permite oponerse a la voluntad de las juntas de quienes
procede su designación como. tales, si estiman que éstas están en
·conflicto con las leyes, con los estatutos o con el mejor interés de la
sociedad.
143. En el mandato se supone que hay siempre dos sujetos jurí­
dicos: el mandante, por una parte, y el mandatario, por la otra. Según
la concepción orgánica, en cambio, es uno solo el sujeto de derecho:
la persona jurídica integrada por un órgano, que es el directorio45 • La
sociedad cuenta, por lo tanto, con ese órgano llamado a administrarla,
el cual además la representa a través de actuaciones atribuibles a la
sociedad misma. Como es evid_ente que tal órgano, como ente abs­
tracto, no puede funcionar sino a través de individuos, reclama como
requisito esencial no derivado del mandato la participación de éstos
como elementos constitutivos46•
144. Recogiendo estas concepciones, la L.SA establece en forma 1'
concluyente que el directorio administra la sociedad, lleva a cabo sus
necesidad de designar el órgano u órganos que habrán de administrar la sociedad,
en su escritura constitutiva (Art. 11); y también el caso del Brasil -una de las
regulaciones más modernas- cuya ley de 1976 directamente previene que "las
atribuciones y poderes conferidos por la ley a los órganos de administración, no
pueden ser otorgados a otros órganos creados por la ley o los estatutos" (Art. 139,
Ley N• 6.404). Ernesto Eduardo Martorell, Los Directores de Sociedades Anónimas,
Derechos, Obligaciones, Responsabilidades, Ed. Depalma, BA. 1990, �ág. 99.
45
Manuel Daniel Argandoña, pág. 37, ob. cit. en nota N• 36.
46 Además de las teorfas del mandato, la representación y del órgano comentadas,
han surgido de los tratadistas elaboraciones adicionales sobre las cuales enunciaremos
95
 negocios y actúa en su representación. Al efecto dispone en su.Art.
40, que el directorio "la representa judicial y extrajudicialmente y,
para el cumplimiento del objeto social, lo que no será necesario acre­
ditar a terceros, está investido de todas las facultades de administración
y disposición que la ley o los estatutos no establezcan como privativas
de la junta general de accionistas, sin que sea necesario otorgarle poder
rt, especial alguno, inclusive para aquellos actos o contratos respecto a
los cuales las leyes exijan esa circunstancia". Lo mismo ocurre con
la representación judicial. En efecto, dispone la ley en su Art. 49 que
ella corresponde al gerente o al gerente general, en sus casos, con las
facultades establecidas en ambos incisos del 'Art. 7 del Código de
Procedimiento Civil. Tiene derecho a voz en las reuniones de direct9rio
y debe responder con los miembros de aquél de todos los acuerdos
perjudiciales para la sociedad y los accionistas cuando no constare su
opinión contraria en el acta.
145. Debe tenerse presente que las funciones de director no son
delegables. Con todo, el directorio mismo podrá delegar parte de sus
facultades en los gerentes, subgerentes o abogados de la sociedad, en
un director o e_n una comisión de directores y, par.a objetos especial­
mente determinados, en otras personas (Art. 40, último inc.).
146. Sin perjuicio de las dis�siciones lícitas contractuales y es­
tatutarias, las facultades del directorio no emanan hoy, de un mandato
--- - - - - � ��- --- ----
muy esquemáticamente algunos aspectos de su contenido esencial. Esas teorías cuyo
análisis encara con meritorio detalle en págs. 74 y ss. el profesor Martorell (ver nota
N" 44), se conocen generalmente con )as denominaciones de trust o fideicomiso,
servicio público bajo relación fiduciaria y contrato de trabajo. No explicitaremos
estas teorías debido a que la primera de ellas descansa fundamentalmente en con­
cepciones del derecho anglosajón, con pocas posibilidades de adaptación práctica a
nuestras nonnas societarias; a que la segunda no ha logrado, no obstante su interés,
mantener vigencia doctrinaria; y a que la tercera tiene una connotación de subordi­
nación y dependencia que no se compadece en nuestro derecho con la conceptuali­
zación de la naturaleza de las funciones de los directores.
96
sino de ese Art. 40 aludido, todo lo cual hace innecesaria la exhaustiva
y tediosa especificación de atribuciones que se incluía en los estatutos
antes de la dictación de la Ley Nº 18.046.
4. Vínculo jurídico entre los directores y la sociedad
147. Cualquier ériterio que implique que la contractualidad en las
relaciones recíprocas de los directores con la sociedad no existe, re­
movería la posibilidad de aplicar las reglas que rigen la responsabilidad
contractual y allanarta el camino a las normas de la responsabilidad
extracontractual.
.,
En nuestro concepto ello no es así, porque aun cuando sea aceptada
en su integridad la teoría organicista, las reglas de la responsabilidad
contractual continúan siendo aplicables.
Antes de ahondar en este tema es, sin embargo, conveniente re­
ferimos a aspectos que atañen al carácter jurídico que reviste la relación
entre la sociedad y sus directores.
148. Como trasfondo ilustrativo de esa relación jurídica parece
oportuno hacer mención a lo que en derecho público la doctrina francesa
denomina "acto-condición".
El acto-condición en el derecho administrativo, no constituye por
sí solo un negocio jurídico perfecto, sea porque no crea un derecho
subjetivo, sea porque le falta la otra manifestación de voluntad nece­
saria para dar concreción jurídica propia al acto47 .
La institución de dicho acto-condición no 'ha sido aceptada por el
derecho privado, no porque el concepto sea inexacto, sino porque es
poco útil en ese campo48•
Rafael Bielsa, Principios de Derecho Administrativo, Ed. Depalma, BA, 1963
pág. 123.
48
Georges Ripert y lean Boulanger, Tratado de Derecho Civil, tomo IV, pág 51.
97
 149. En el derecho privado existe una categoría que se ha dado
en llamar "ante-actos" o "ante-contratos" que presentan para algunos
cierta similitud con los actos-condición. Se trata de manifestaciones
sucesivas de voluntad, que constituyen actuaciones dirigidas a formar
el acto contractual perfecto. Sin constituir cada uno de esos actos un
contrato, sino un pacto in contrahendo, generan sin embargo respon­
sabilidad en los casos de incumplimiento49 .
150. En este contexto cabe reiterar que la administración de la
sociedad no la desempeñan los directores, _sino el directorio como
órgano de aquel ente jurídico. Los directores componen ese órgano,
el cual sólo puede funcionar en sala a través de su� componentes
humanos. Son estos últimos quienes lo integran y a quienes las juntas
designan para tal fin. Esa designación es el resultado de un acto
unilateral que tiene lugar cuando el director es elegido por la junta de
accionistas (Art. 31, inc. 1º). No hay, hasta ese momento, ninguna
relación contractual que vincule a la sociedad o a la junta con el
director designado. El nombramiento se consuma mediante ese acto
unilateral que es, en sí, inobjetable y legalmente eficaz, si cumple
con las prescripciones legales y con los estatutos de la sociedad.
151. Sólo cuando el director acepta el cargo (Art. 37), sea expresa
o tácitamente, se crea la viriculación jurídica entre la sociedad y los
directores. El designado hace suya la obligación de desempeñar sus
funciones en sala como miembro del directorio -que constituye el
órgano- y asume las responsabilidades que, por imperativo de la ley
y los estatutos, son propias del cargo. El órgano constituido por el
directorio como ente y no-insistimos- por sus miembros, reclama
la existencia de un vínculo jurídico entre la sociedad y le>¡5 componentes
del directorio. En virtud de este vínculo --del que n�s ocuparemos
en la sección siguiente- los últimos asumen frente a la sociedad
responsabilidades personales, incluyendo, por supuesto, la de indem-
49 Ver Demogue, Traité des Obligations en général, París, 1923, tomo u, págs.
463 y ss., citado por Bielsa, pág. 124.
98
nizar perjuicios. Es este vínculo el que atrae la atención preferente en
un estudio como éste que concierne, no a la responsabilidad del di­
rectorio como órgano, sino a la de los directores que lo componen.
152. Como antecedente de esta materia señalaremos que, según
expresa Martorell5º "la falta de encuentro de dos voluntades, condición
sine qua non para el perfeccionamiento de cualquier contrato, tampoco
se percibe en la elección de un director. En rigor de verdad, se trata
de un.acto unilateral de la asamb_lea, frente al cual el eventual interesado
puede optar por aceptar o rechazar el cargo. Si lo rechaza, obviamente,
el nombramiento deviene ineficaz; en cambio, si lo acepta, no esta­
remos ante una conformidad prestada a una oferta efectuada con miras
a la celebración de un contrato, sino ante un nuevo acto unilateral o
requisito previo, al cual se subordina la eficacia del acto unilateral del
nombramiento. Por ello se dice que en estos casos lo que se produce
es·un 'concurso' de voluntades, y no un 'enc.uentro' de ellas".
153. A este propósito sostienen Garrigues-Uria, que la teoría "or­
gánica", en su formulación extrema, no considera posible la existencia
de un vínculo jurídico entre la sociedad y sus administr�dores, tal
como no procede .ese tipo de relación entre un ser humano y sus
órganos. Pero una analogía llevada a tal exceso -agrega- ha sido
abandonada y hoy se reconoce que siendo la sociedad y sus directores
personas diferentes, se da entre ellas un vínculo jurídico, pero no
contractual. Y añade Garrigues que, de acuerdo con esa teoría, los
directores, en sus calidades de órgano portador de la representación
de la sociedad, reciben sus facultades directamente de la ley y no de
un sujeto dotado de· voluntad propia51 • Con el enorme respeto que
50 Ob. citada en no1a N• 44, págs. 77 y 78, Ponferrada, La dirección de las
sociedades anónimas, Depalma, BA, 1951, pág. 1, con cita de la obra de R. Fischer,
Las sociedades anónimas, Madrid, 1934, pág. 282.
51 Garrigues-Uria. Comentario a la Ley de Sociedades Anónimas, Madrid, 1953,
tomo 11, pág. 20, citado por Raúl Varela Morgan en interesante trabajo sobre el
tema, presentado a jornadas de análisis celebradas en Santiago los días 4 y 5. l2.90.
99
 merece la opinión referida� nos permitimos disentir de ella en cuanto
, este c�ncepto fuere aplicable a 1· a ley chilena.
154. Desde luego, reiteramos que los directores individualqiente
considerados no son en forma alguna órganos de la sociedad, calidad
que sólo compete al directorio. Por otra parte, no resulta congruente
con nuestra legislación sostener que el directorio queda investic!o de
sus facultades directamente por la ley, puesto que el Art. 40 permite
que los estatutos establezcan facultades d� administración que sean
privativas de las juntas, las que no se determinan siempre po,r Ia ley,
_ _
sino por acuerdos de los accionistas, adoptados sea al constituir la
sociedad como socios originarios, o en juntas, como ya lo hemos
comentado.
155. No se trata, por lo tanto, de un conjunto de reglas invariables
ni de una estructura jurídica inmutable, que rige el desempeño de los
directores, sino de normas en las cuales cabe a los accionistas un poder
de decisión.
1S6. Postulamos, al respecto, que la relación jurídica entre la so­
ciedad y )os directores es contractual52 • En nuestra opinión, una de­
signación de director efectuada por la junta mediante un acto unilateral
de por sí válido, guarda analogía con la descripción recién enunciada
de los "an te-contratos", que desembocan --como se ha dicho-- en
una relación contractual perfecta una vez que media la aceptación.
5. Los directores están ligados a la sociedad por
un contrato innominado
157. Sabemos que nuestro Código Civil -por cierto no en forma
taxativa- describe y especifica características de diversos contratos.
52 Entrado en prensa el presente libro es interesante destacar que el Prof. Varela
Morgan, en Seminario sobre "Responsabilidades Legales de Directores de Bancos
100
Precisar la naturaleza jurídica del vínculo es lo mismo que decidir
cuál es la normativa jurídica que se le aplica. Así, si decimos que un
acuerdo de voluntades es compraventa o arrendamiento, lo que hace­
mos es, de un modo sintético, expresar cµáles son las reglas que lo
rigen53.
158. La diferencia entre los contratos expresamente denominados,
con otros, como el que se perfecciona entre la sociedad y el director,
es que los segundos no tienen ·nombre especificado, es decir, son
innominados.
1S9. Respecto de los directores, por tanto, la ley y en algunos
aspectos los estatutos, proporcionan los elementos que estructuran el
contrato: el nombramiento y la aceptación de los cargos; la manera
cómo éstos deben desempeñarse; la duración o término anticipado de
los mismos; su renovación; la forma de determinar las remuneraciones
correspondientes; sus obligaciones, como las de estar informado de
los negocios sociales, administrarlos con lealtad y buena fe, etc. Estas
condiciones quedan expresa o tácitamente consagradas por la acepta­
ción del cargo por cada director.
160. Las estipulaciones· del acuerdo no se discuten, pues, entre
las partes: la ley y los estatutos determinan las obligaciones y derechos
que competen a la sociedad y al director. La oferta de contrato va
implícita en la elección del director por la asamblea y es el fundamento
de la relación contractual que se crea cu ando éste acepta el cargo.
161. Sabemos que la jurisprudencia en nuestro país ha aceptado
la existencia y validez de los contratos innominados. Al hacerlo, la
y Soc. Anónimas" celebrado desde el 14 al 16 de julio de 1992, se pronuncia
decididamente en el mismo sentido, con sólidas razones, que comparten en cierta
medida las que a continuación se formulan en el presente texto. Dichas razones se
consignan en resumen entregado al finalizar el Seminario.
53 Varela Morgan, ver nota N• 19.
101
 Corte de Apelaciones de Santiago54 ha dado normas cuya adaptación
a la relación jurídica del director con la sociedad resulta apropiada.
La sentencia aludida específicamente sienta Ja doctrina de. que "no
siendo el contrato ninguno de los definidos en el Código Civil, debe
calificarse como innominado y regirse por la ley del propio contrato
y por las disposiciones legales que, por analogía, pueden avenirse a
§!IS peculiares modalidades para los efectos de su cumplimiento". Al
comentar esa jurisprudencia, Manuel Somarriva55 expresa que los con­
tratos innominados son "atípicos", porque se separan de las figuras
·de los nominados. Los contratos de esta especie son numerosos --di­
ce-- particularmente. cuando los nominados están en códigos de mu­
chos años de vigencia. Y agrega: "para reglar sus efectos los autores
estiman que deben aplicarse _en primer lugar las reglas generales de
los contratos, después las estipulaciones de las partes y finalmente las
reglas de los contratos afines".
162. No podrá hablarse en el caso de las relaciones jurídicas entre
la sociedad y el director, de falta de concurrencia de voluntad de éste
por no haberse concertado con él los términos del contrato, puesto
que ello equivaldría al desconocimiento de la viabilidad de los contratos
llamados "de adhesión", tan utilizados en la vida moderna en el co­
mercio de seguros, en el transporte y en innumerables otras actividades.
163. Por lo demás, los directores han tenido vínculos contractuales
indudables cuando actuaban en calidad de mandatarios antes de la
dictación de la Ley Nº 18.046. Sus funciones son hoy las mismas y
su actual estructura no está reñida, sino que, por el contrario, se
concilian con la existencia de un vínculo jurídico de naturaleza con­
tractual. Este vínculo es análogo al que existe también hoy entre la
sociedad y sus directores, conforme hemos postulado en este estudio.
164. Al aceptar la contractualidad en el vínculo de la sociedad con
54
24.5.30 Rev. D. y J., lomo xxv11, 2• parte, sec. 2', pág. 44.
ss Las Obligaciones y los Contratos ante la Jurisprudencia, segunda ed. actua­
lizada por Ramón Domínguez Benavente, 1984, pág. 180.
102
sus directores, se abre la tarea de establecer cuáles son las reglas·
supletorias a las disposiciones específicas de la ley o de los estatutos
aplicables al respecto. Entre las alternativas que ofrecen esas normas
supletorias, nos inclinamos con preferencia hacia los preceptos que
gobiernan el mandato, a cuya reglamentación se puede recurrir sub­
sidiariámente en armonización con las funciones que desempeñan los
directores.
165. El aspecto contractual que nos ha ocupado, dice relación con
el vínculo jurídico entre la sociedad y los directores individualmente
considerados.
En c:uanto a otros aspectos de la responsabilidad, sea contractual
o extracontractual nos remitimos a nuestros comentarios formulados
en el acápite "responsabilidad " del Capítulo I.
Como observación final en relación con esta materia, cabe señalar
que, aun cuando el directorio como órgano no pueda responder frente
a la sociedad, ésta podrá exigir la reearación correspondiente de los
directores individualmente considérados. El inconveniente, sin em­
bargo, de esa posición es que puede ser improbable que los presuntos
culpables en el ejercicio de sus cargos· entablen acciones en contra de
sf mismos. Tales acciones son más concebibles si esos miembros
presuntamente culpables hubieren renunciado o sido removidos o ce­
sado en sus funciones po� cualquier causa, y hubiere mayoría para
accionar en contra de los presuntos culpables constituida por nuevos
directores o por algunos que se hubieren opuesto a las actuaciones
impugnadas.
166. Las contingencias comentadas en el acápite anterior no son,
en nuestra opinión, óbice para la contractualidad del vínculo que une
a los directores individualmente con la sociedad. Los mismos incon­
venientes de hecho se presentarían si la relación referida fuera extra­
contractual, ya que las dificultades para que los directores culpables
puedan dirigir contra sí mismos las acciones pertinentes serán c;omunes
a uno y otro caso.
103
 Capítulo VII
167. Abundaremos sobre _aspectos adjetivos de esta materia al
tratar de las acciones para perseguir la responsabilidad de los directores. INCAPACIDADES E INHABILIDADES PARA SER
DIRECTOR

1 . Generalidades

168. La LSA ha establecido incapacidades e inhabilidades para ser

director de sociedades anónimas. Se trata, como veremos, no de una
enunciación taxativa, que pretenda sustituir reglas generales de derecho
que impiden aceptar y desempeñar ese cargo, sino que complementar­
las con disposiciones aplicables específicamente a dichas sociedades.
169. Como es obvio, el deber de obediencia impone al director la
necesidad de identificar cumplidamente tales impedimentos, tanto para
desempeñar el cargo o para desecharlo cuando ello le esté vedado,
evitando en esta forma incurrir en las sanciones previstas para los
eventos de infracción de los preceptos legales pertinentes.
170. Se ocupa la ley de esta materia en sus Arts. 35 y 36, concebidos
en forma de prohibiciones.
La LSA contempla un solo caso de incapacidad, en el artículo 35
N 1, y en los demás números de los artículos 35 y 36 especifica casos
°

de inhabilidad para aceptar y desempeñar el cargo de director. Estas

inhabilidades las trata la ley separadamente en esas disposiciones, sin
otro propósito que indicar cuáles son los impedimentos aplicables a
los directores de las sociedades en general (Art. 35) y para especificar
cuáles de esos impedimentos afectan solamente a las sociedades abier­
tas y a sus filiales (Art. 36).
171. Esta clasificación no es plenamente exacta, como haremos
notar más adelante.

105
 Capítulo XI

DEBERES FIDUCIARIOS

246. En forma general, podemos clasificar lo�_ deberes de los

directores en tres categorías principales:
Deber de dJligencia y cuidado-,
Deber de lealtad;
Deber de of?f!Jiiencia.
247. No es fácil una clasificación que logre asignar deslindes
precisos a tales deberes. En diversas áreas éstos se complementan y
comparten su esfera de acción. Así, el deber de diligencia o cuidado
no excluye sino que exige observar lealtad hacia la sociedad y los
accionistas.
Algunos señalan que los dos primeros deben encuad.rarse en el
ámbito del deber de obediencia, que obliga a los directores a acatar
y a conformar sus actuaciones a la ley, a los reglamentos, a los estatutos
y a los dictámenes de la Superintendencia en la órbita de las facultades
de ésta. Se incluye a veces bajo el amparo de este deber de obediencia,
la obligación de los directores de cuid� que las sociedades anónin;ias
estén debidamente constituidas; que acaten las causales de incapacidad
o inhabilidad para aceptar o desempeñar los cargos de director; y que
cumplan con la obligación de informar y guardar reserva. Dada, sin
embargo, la importanci� de estos rubros, los trataremos separadamente
y no bajo el titular del deber de obediencia.
248. La materia relativa a los deberes fiduciarios ha sido explorada
con profundidad por la jurisprudencia anglosajona, de cuyas normas,
como sabemos, nuestra actual legislación sobre sociedades anónimas

137
ha recibido sustanciales aportes y lineamientos. Ello nos mueve a
allegar antecedentes sobre la orientación que en ese derecho se ha
dado a los deberes fiduciarios (fiduciary duties) 74.
249. La doctrina elaborada en·Estados Unidos por el common law
respecto a los deberes fiduciarios, ha servido de base a la dictación
de preceptos legales (statutes) en la mayor parte de los Estados de ese
p�ís 75• Más de treinta de ellos siguen la orientación que consigna el
"Modelo de Ley sobre Sociedades Comerciales" (Model Business Cor­
poration Act). Este modelo no es una ley sino que corresponde a una
elaboración del American Law Institute, el que se revisa periódica­
mente.
El modelo ha servido de base y recoge preceptos de los statutes
referidos y guarda también en frecuentes instancias similitud con dis­
posiciones acogidas por nuestra ley de socie9ades anónimas.
74
El concepto que envuelve la palabrajiduciario no debe asociarse con lo que
es el fideicomiso, el cual genera una propiedad llamada fiduciaria. En el derecho
anglosajón, la palabra fiduciario en la acepción aplicable a los deberes mencionados,
se vincula a lo que el diccionario señala como dependiente de la voz confianzCl, que
corresponde en inglés a la palabra trust, la cual se utiliza para designar a ente; que
administran bienes en mérito de una relación fiduciaria aplicable, conforme a la
jurisprudencia anglosajona, a los directores de las sociedades anónimas.
75
En el derecho anglosajón el common law se basa en las sentencias judiciales,
las cuales conforman la doctrina y las normas a las cuales deben atenerse los tribunales
de igual o menor jerarquía de una misma jurisdicción.
El common law es the law o/the land (la ley del país). Sólo cuando el legislador
quiere derogar, modificar o corregir esas normas o doctrinas recurre a la dictación
de una ley, de un statute. Los trib�nales son sumamente estrictos en la interpretación
del statute cuando entra en conflicto con el common law. Con mucha frecuencia y
a menos que el ánimo modificatorio o derogatorio sea patente, existe la tendencia
de los jueces anglosajones que obliga a sostener que un determinado statute sólo ha
tenido por objeto recopilar o codificar el common law y, por consiguiente, debe
interpretarse en el sentido en que éste se había entendido con anterioridad a la
codificación (Manuel Vargas V. La sociedad anónima en el derecho anglonortea­
mericano, Ed. Jurídica de Chile, 1964, pág. 19).
138
250. Como regla fundamental se señala que un cfüectRr deberá
a�_!!l� d� b_uena fe, con el cuidado con que una persona ordinariamente
prudente se desempeñaría en una función análoga en circunstancias
similares y de una manera como razonablemente estime que protege
el mejor interés de la sociedad.
La sección 8.30 del Modelo contiene preceptos, no contemplados
expresamente en nuestra legislación, que pef1!1ite_n e!_ los c!ire.(,':_tores
salvarre.spons_al:>ili<!ªdes, descansando respecto de sus. actuaciones en
.datos, opiniones, informes, estados financieros y de otro carácter,
siem��_que e_manen de:
a) U_no_o más funcionarios o empleados de la sociedad que los
directores consideren dignos de confian� y competentes en los
ramos respectivos;
b) Con��!º§ l�gales, contadores públicos u otras personas a quie­
nes el director razonablemente reconozca la calidad de profe­
sionales o expertos; o de
c) Comités designados por el directorio, de los cuales el director
no forme parte, si él estima razonablemente que merecen tal
confianza.
Agrega dicho modelo que no se considerará que el director actúa
de buena fe, si tiene un conocimiento tal de la materia pertinente que
_evidencie que depositar esa confianza --0e otra manera permisible­
no se justifica.
Por último dispone el modelo que un director que actúa atenido a
las reglas referidas no será responsable por ser o haber sido director
de la sociedad (Nº 35).
251. Aun cuando, como hemos dicho, la LS_f\ c:llilena no ha cubierto
específicamente estas modalidades, tal silencio no-�b;a, e��uestra
opinión, a que un director pu_�da sa!vw _su_re§pQn�alJilidad invocando
el v._rincipio de la buen� fe, que constituye un postulado general de
nuestro derecho y deposite razonable confianza en personas u orga­
nismos como los aludidos. En efecto, no sería realista ni equitativo
139
 Capítulo XII
exigir a los directores pericia o versación en d}sciplinas tan diversas
como las que pueden imponer esos cargos, muchos de cuyos aspectos
DEBER DE DILIGENCIA O CUIDADO
justificadamente pueden escapar a la experiencia o conocimiento de
aun los directores más avezados.

1. Características

252. 'Este deber que pesa sobre los directores está consagrado en
el Art..1.Ldelª-..!,.SA, que prescribe que los directores deberán dedicar
al. ejercicio de sus funciones el cuidadQ y diligencia que los hombres ·1

d.ª
deben emplear ordinariamente en sus propios negocios. Como puede
apreciarse, la falta de aquella diligencia o cuidado lugar a lo que
el Art. 44 del Código Civil califica de ..c·ulpa !�.V�, descuido leve o
descuioo ligero.
253. La violación del deber de diligencia o cuidado por parte de
los directores puede ser consecuencia de .SJL inactiviqad o de un de­
semEeño negligente. El profesor Clark ilustra esta materia acotando
que en el derecho anglosajón los directores no cumplen con sus deberes
cuando no asisten a las sesiones, no toman conocimiento de los hechos
fundamentales del negocio, no leen una cantidad adecuada de informes,
no recurren a un auxilio razonable en casos difíciles o cuando han
dejado de cumplir actuaciones propias de un desempeño diligente76•

76
Por vía de ilustración, el profesor Clark recurre a un símil pintoresco aduciendo
que esa inactividad o negligencia puede compararse con tres niveles de mala actuación
teatral: subir al escenario sin recitar sus parlamentos porque no trató de memorizarlos;
. subir al escenario y estropear sus parlamentos por falta de un aprendizaje insuficiente;
y subir al escenario y enunciar correctamente sus intervenciones, pero actuando y
accionando pobremente por falta de talento o por un entrenamiento deficiente. Como
noción general -señala-, la mayor parte de las impugnaciones a la actuación de

141
 254. Vir.tyalmente todos los tribunales de Estados Uni<:f�� :stán
contestes en que los directores no deben r��pqq<!er wr eIJ.Q.í�_s de
criterio adoptados de buemt fe, llamados errores honestos (honest
mistakes)11; pero sí de una ac�u<!cJó.!! Q�g!jg_�nte. Trazar el límite ei:ure
el error de buena f� Y. la negligeq_s�� es .Q![ícil. Para conciliar ambas
si.tuaciones se postula que un criterio comercial aplicado no es impug­
nable, salvo cuando es fruto de negligencia o se alcanza con conno­
taciones de fraude, conflicto de intereses o ilegalidad 78•
255. La jurisprudencia anglosajona ha establecido qu� t.a les deberes
gozan de una presunción c;nocida en doctrina �on el nombre de
� "razon·abie ]uicfo comercial" (sound business judgment), la cual des­
cansa-en el principio de que para que una sociedad anónima pueda
ser administrada adecuada y eficientemente, sus directores deben gozar
de amplia latitud en el desempeño de sus funciones. Ello, dadas las
consideraciones de diverso orden que deben ponderar los directores
al adoptar sus decisiones, las cuales envuelven aspectos técnicos,
mercantiles, de estadística, de anticipación del devenir comercial, etc.,
todas las que exigen de la latitud referida.
256. A este propósito señala Detlev F. Vagts, profesor de la Uni­
versidad de Harvard, que es frecuente que �e formule la pregunta:
¿cómo se compatibiliza ese "razonable juicio comercial" con el con­
cepto de negligencia? En respuesta afirma que no hay tal conflicto.
Cuando las cortes deciden que no intervendrán en materias en que el
juicio comercial está envuelto, es porque reconocen implícitamente
que la debida y razonable diligencia ha sido aplicada. Un director,
por su parte, no puede cerrar sus ojos en la conducción de los ne.gocios
los directores se asemejan al primer nivel, o sea simplemente a una deficiencia al
encarar actividades básicas que el rol exige (Robert Charles Clark, Corporate Law,
Little, Brown and Company, USA, 1986, pág. 125).
77 Ver Knepper, ob. cit. en nota N• 32, págs. 179 y ss.
78
Clark, ob. cit. en nota Nº 46, págs. 124 y 125.
142
sociales y excusarse en que está aplicando un criterio que emana de
ese concepto·de "razonable juicio comercia1"79.
257. Si bien esta concepción jurídica no ha sido incorporada con
una denominación• equivalente en nuestro derecho, las postulaciones
enunciadas encuentran cabida en las normas generales que secundan
los.preceptos de la LSA.
258. Resumiendo diremos que, la,,<:Ioctrina- referida requiere que, "
al adoptar el director una decisión comercial, exista buena fe; desin­
ter� es decir: ausencia de interés personal o de trato consigo mismo;
debido cuidado, o sea, decisiones infonnadas que sean consecuencia
de un esfuerzo plausible para familiarizarse con los hechos relevantes;
y una falta de discreción abusiva, lo que exige, que exista una razonable
convicciQn de que los mejores intereses de la sociedad y de sus ac­
cionistas están siendo cautelados.
259. El deber de diligencia y cuidado que deben despleg ar los
directores se refleja fundamentalmente en la regla general del Art. 41
de 1� LSA, que hemos comentado. Como fluye de su lectura, ese
precepto, con· el auxilio de normas de equidad y de principios generales
de; derecho, es plenamente compatibl� con las que se desprenden de
los principios esbozados precedentemente, en debida conciliación con
los deberes de lealtad y obediencia.
2. Obligaciones de medio y de resultado
260. El deber de diligencia o cuidado,. dada su naturaleza y en el
contexto de los deberes fiduciarios de los directores, constituye lo que
en doctrina se conoce como obligación de medio y no de resultado.
La obligación de medio es aquella en que el deudor se compromete
_!9 Vagts, Detlev_F. Basic Corporation law, 1989, The Foundation Press, Inc.
Tercera edición, USA, pág 210.
143
a una conducta prudente y diligente para tratar de obtener el resultado Capítulo XIII
que persigue el acreedor; pero no asume la responsabilidaq. de que tal
resultado se logre efectivamente. En cambio, la obligación de resultado DEBER DE LEALTAD
es aquella en que el obligado se compromete a procurar la plena
realización del fin que el acreedor ha tenido en vista al contratar8ü.
Como ejemplo de la obligación de medio, la doctrina menciona fre­
cuentemente la que asumen los médicos .Y los abogados.
261. Es ampliamente justificado que los directores de sociedades
anónimas nq estén sujetos a obligaciones de resultado, sino a obliga­
1. Generalidades
ciones de medio. Que estuvieran sujetos a aquéllas importaría ser poco 1. 263. El deber de lealtad en general se traduce en una escru
realista, en perjuicio del interés público. Restaría espíritu de empresa l obse:':ancia de la norma de pulosa
1
proteger los intereses de la s9ctedad y de �'
a los directores si paso a paso hubieran de someter a revisión sus 1 abstenerse de tgda.acci�n que pueda perjµdicarla.
1

actuaciones en función del acierto final del negocio y quedar even­

tualmente expuestos a graves sanciones por la falta de éxito.
¡.) . �
2 . Los �(.1,1::c�pr ${ los �nciona o \ , en algun s aspec
.
\
� .
/

� 8)Y
s�tuac1ones, Io(acc1omsta,s estan-sometldos a una 1_ rrestn�cta
tos y
En nuestra opinión, la falta de precepto expreso de nuestra ley no observan­
cia de ese deber·para éon la sociedad. La abrumadora
impide que el director pueda exonerarse de responsabil!�d si incurre mayoría de
normas particulares, doctrinas y juicios en el derecho anglo
de buena fe en los errores honestos comentados, así como en el caso sajón sobre
sociedades anónimas, son simplemente una aplicación de
que no obtenga de su gestión un resultado favorable. este deber
o constituyen reglas procesales o disposiciones institucionales
262. Como.bien acota Garreta Such81 , sería difícil tomar decisiones relacio-
nadas con su cumplimiento82. of, ' 1•
comerciales respecto de las cuales pueda conocerse sólo. con posterio­
265. Una sentencia de la Corte Sup�ema de Estaqos_ Unid
ridad si· han sido provechosas o perjudiciales. Una prudente ge�tión os ha
precisado que un director "debe lealtad a la sociedad y una
comercial puede ocasionar daños y pérdidas, aun sin culpa del ·em­ fidelidad
no influenciada por actuaciones ajenas al bien de la empresa.
presario que ha gestionado sus operaciones con diligencia y cuidado. C:ualquier
conflicto de intereses de un director debe quedar sujeto
No existe decisión comercial con resultados exactamente previsibles a ese rígido
sino aleatorios, y también puede ac�mtecer que la más descabellada ,I e independiente escrutinio. El director no puede beneficiarse a expensas
:t, de la compañía y en pugna con los derechos de ésta; y •
para beneficiarse
¡

gestión dé como resultado un beneficio imprevisto.

![\li\ no debe desvia"h•r acia sí· mismo las oportunidades que equitativamente
'\Y en justicia pertenecen a la empresa"83.
80 Informe en Derecho Sobre Responsabilidades por Actos de Gestión y Repre­
sentación y a quienes corresponde perseguirlas o soportarlas. Santiago, 23.07.84., 82 Ob. cit. en nota Nº
págs. 26 y 29, de Fernando Fueyo, citado por Juan F. Guzmán, memoria de prueba, 76, pág. 34.
83 Henn, Harry G. La.w of Corporations
pág. 62. , West Publishing Co. USA, 1961,
pág. 368.
81
Ob ..cit. en nota Nº 61, pág. 45.

144 145

266. Si tienen(�\ en u,na transacción e� la cual ésta se halla
envuelta, Ja naturaleza de su interés debe ser informada a los otros
directores y a la junta, aun cuando ello parezca una mera forma-
lidad . \ ���-
���w
267. La regla general es que los directores pueden encarar negocios
de la so­
independientes, pero si ellos compiten con las actividades
ivas84
. Así,. los
ciedad, deben quedar sujetos a limitaciones equitat
directores no deben usar los bienes de la compañía -incluyendo los
conocimientos adquiridos por su intermedio- para beneficiarse per­
sonalmente. No cabría, por ejemplo, el uso de bienes de la empresa
0 la explotación de las patentes de ésta para beneficio propio, o pro­
piciar la venta de bienes de la compañía a una empresa control_ada por
ellos O la recomendación del pago de dividendos que pudiera ser
ventajoso para accionistas importantes, pero ir en perjuicio de la com­
pañía, cuando los fondos debieran haberse retenido para el desarrollo
· 85
de futuros negocios .
268. A este respecto cabe citar un juicio famoso "Dodge vs. Ford
Motor Co.", en que una corte de Michigan, Estados Unidos, calificó
de "mala fe" y de un quebrantamiento de un deber fiduciario el uso
que Mr. Henry Ford hizo �e su poder para retener dividen�os -a
pesar de la objeción de los accionistas- para poder ve��er mas au�os
baratos en beneficio del público y a expensas de las utlhdades socie­
tarias. La corte resolvió que la compañía no era una institución de
caridad y que, aun cuando su objetivo era laudable, no debería ser
· 86
generoso con el d.mero aJeno .
84
Henn, ob. cit. en nota N 83, pág. 370.
º
ss Souster, Peter, Directors' responsibilities and liabilities, Ed. Charta C. Books,
London, 1990, pág. 23.
86 Cl
ark, ob. cit. en nota N 76, pág. 679.
º
146
2. Normativas de la ley chilena sobre
el deber de lealtad
269. Nos referiremos a la normativa de la ley chilena en relación
con el deber de lealtad. Como sabemos, el Art. 40 de nuestra LSA
confiere al directorio amplías facultades de administración y disposi­
ción en la medida en que ella o los estatutos no las establezcan como
0
privativas de las juntas. Por otra parte, el Art. 41 exige a sus miembros
desplegar cuidado y diligencia en el ejercicio de sus funciones.
Luego el Art:_ 42 especifica cánones de conducta a los directores,
y el Art. 44 establece requisitos imperativos apHcables a la sociedad,
que los directores tienen la obligación de cautelar. Mientras el Art.
42 concierne a actuaciones personales de los directores, el Art. 44 se
ocupa de las actuaciones de la sociedad misma.
270. El Art. 42 describe diversas actuaciones de los directores
precediéndolas de la frase ;•los directores no po9rán". Ello nos con­
fronta al Art. 10 del C.C., que dispone que "los actos que prohíbe la
ley son nulos y de ningún valor, salvo en cuanto désignen expresamente
otro efecto que el de nulidad para el caso de contravención"; � con
el Art. 1466 del C.C. que prescribe que hay objeto ilícito en todo
contrato prohibido por las leyes.
271. Las actuaciones prohibidas descritas en el Art. 42 compren­
den, entre otros,_actos, delitos o cuasidelitos civiles y hechos que no
producen daño. Como es sabido, los delitos y cuasidelitos civiles son
hechos jurídicos que causan daño, pero no son actos jurídicos. Si bien
los delitos y cuasidelitos civiles son realizados voluntariamente por el
hombre, no es con la intención-de crear, modificar o extinguir derechos,
la cual es uno de los elementos de los actos jurídicos antes aludidos.
Se incluyen entre éstos los actos jurídicos Unilaterales, que sólo ne­
cesitan de la voluntad de una persona o de varias que tienen un mismo
interés; y bilaterales, que requieren el acuerdo de voluntades de dos
o más partes, cuando cada una de ellas sean centros de sus correspon­
dientes intereses. Las actuaciones referidas, por ser contrarias a la ley
147
que las prohíbe, lesionando e! derecho de otros o ejecutándose en
�tra del expreso mandato del legislado r, reciben el nombre de ilícitas
y producen para su autor la obligación de reparar el dañ o causado , .
ITT
Con estos antecedentes entraremos a 1 ·ana'l"1s1s
. de Ios d"1versos nu-
meros del Art. 42.
272. El Nº 1 del Art. 42, segmentado en la transcripción que sigue
bajo Jas letras a), b) y c), prohíbe a los directores:
a) Proponer modificaciones de estatutos;
b) Acordar emisiones de val ores mobiliarios; y
c) Adoptar políticas o decisiones
"cuando todas estas actuaciones no tef!gan po r fin el interés social,
sino sus propios intereses o los de terceros relacionados".
273. Trataremos separadamente estas actuaciones:
a) Proponer mo dificaciones de los estatutos cuya finalida� no sea
el interés social sino el interés de los directo res y terceros relacionados.
El hecho prohibido en este caso es susceptible de realización uni­
personal o pluripersonal y consiste en meramente "proponer" modifi­
caciones de los estatutos con la finalidad antedicha, aun cuando tales
modificaciones no se lleven a cabo . La circunstancia de que la ley
rohíba la mera proposición aludida y no la ejecución de las modifi­
�aciones referidas constituye una modalidad legislativa" inusual. Es de
presumir que ella tiene el propósito de evi� que, valiéndose �os
directores de la persuasión que normalmente eJercen so bre los accio ­
nistas en las juntas, puedan sentirse inclinados a formular tal propo­
sición con la expectativa de traspasar sus responsabilidades consi­
guientes a los accionistas que las aprueben.
Como se trata en este caso de un hecho que, por ser prohibido,
es ilícito, genera para su autor la obligación de reparar cualquier daño
causado. Ese hecho, por no ser acto jurídico, no es susceptible de
87 Alessandri R., Arturo, y Somarriva U., Manuel, Curso de Derecho Civil,
Ed. Nascimento, Chile, 1961, pág. 496.
148
nulidad, lo que encuentra su confirmación en el tenor del Art. 10 del
Código Civil.
b) Acordar emisiones de valores mobiliarios que no tengan po� fin
el interés social sino el de los directores o terceros relacionados.
274. Cabe observar que el director no puede "acordar" por sí solo
t�les emisiones, ya que se necesita para que exista acuerdo de la
concurrencia de otras personas. A pesar de la pluralidad referida, el- - -·
acuerdo puede constituir un acto jurídico unilateral.
Los acuerdos para la emisión de valores mobiliarios pueden o no
ser de la competencia del directorio. Ello depende de la ley y de lo
que dispongan los estatutos.
275. Si éstos guardan silencio, la emisión corresponderá al direc­
t rio, salvo respecto de la emisión de debentures convertibles en ac­
o
ciones. Esta última emisión es materia de junta general extraordinaria
de accionistas, por disponerlo así expresamente el N" 3 del Art. 57.
En este último caso no podrían los directores, sin el acuerdo de la
junta, proceder a tal emisión. Cabe advertir que, cuando la conversión
deba tener lugar en un plazo superior a tres años -que es el máximo
que contempla la ley para la emisión, suscripción y pago de las acciones
respectiv.as--. deberá permanecer vigente un margen no suscrito del
aumento del capital pof la cantidad de acciones que sea necesaria para
cumplir con la opción de convertir dichos bonos o debentures.
276. Cualquiera que sea la suerte de la emisión de valores mo bi­
liarios mencionada, si se trata de un hecho ilícito, dadas las finalidades
prohibidas que lo impulsan, ello daría lugar a la obligación por parte
de los directores de indemnizar los perjuicios que ocasionaren.
c) Adoptar políticas o decisiones con las mismas finalidades que
las indicadas en las letras a) y b) precedentes.
277. N ormalmente la adopción de estas políticas o decisiones
corresponderá a actos unilaterales adoptados por el directorio a través
de sus miembros, o a hechos jurídicos que revestirán el carácter _de
delitos o cuasidelitos, si causaren daño .
149
 278. En cuanto a los N 2, 3 y 4 del Art. 42, meramente describen
05
actuaciones vedadas por la ley que constituyen delitos o cuasidelitos
(Art. 2314 del C.C.}. Así su lectura evidencia que, aun en el silen�io
de esos números, los directores atenidos a otros preceptos de la legis-
lación general no podrían: . 283. El precepto a que se refiere la letra i) precedente obliga a un
_ Impedir u obstaculizar las investigaciones destmadas a esta-
blecer su propia responsabilidad o la de los ejecutivos en la
gestión de la empresa (Nº 2); . precepto referido es heteróclito, ya que equivale a decir que es ilegal
_ Inducir a los gerentes, ejecutivos y dependientes o a los ms-
pectores de cuentas o auditores, a rendi� cuentas .i:1egu�ares,
presentar informaciones falsas y ocultar mform�cmn (N. 3);
_ Presentar a los accionistas cuentas irregulares, mformac1ones
º
falsas y ocultarles informaciones esenciales (N 4).
Los casos contemplados en los números 2, 3 y 4 precedentes darán
lugar a las indemnizaciones que procedan, las cuales deberán satisfacer
los directores que incurran en tales actuaciones ilícitas.
279. El Nº 5 prohíbe tomar en préstamo dinero o bienes de la
sociedad O usar en provecho propio, de sus parientes, representados
0 sociedades a que se refiere el inciso 2 del Art. 44, los bienes,
°
servicios O créditos de la sociedad, sin previa autorización del directorio
otorgada en conformidad a la ley.
280. La especie de autocontratación aquí consultada, que no se
conforme a las formalidades referidas, ·dará lugar a la nulidad de la
transacción correspondiente y a la indemnización de perjuicios que
fuere del caso, lo cual no obsta a las otras consecuencias que comen-
taremos· al tratar el Nº 7.
281. El Nº 6 del Art. 42 prohíbe usar en beneficio .propio o de
terceros relacionados, con perjuicio para la sociedad, las oportunidades
comerciales de que tuvieren conocimiento en razón de sus cargos·.
Las consecuencias de la infracción se desprenden de los comen­
tarios que se formulan en el acápite siguiente.
282. El número 7 prohíbe en fonna general a los directores:
150
j) practicar actos iM!'gales; o
ii) contrarios a los estatutos o al interés social; y
iii} usar su cargo para obtener ventajas indebidas para sí o para
terceros relacionados, en perjuicio del interés social.
examen exhaustivo de toda la normativa societaria chilena vigente,
labor propia de un tratado sobre sociedades anónimas en general. El
infringir la ley. Más amplio aún es el campo que abarca el Art. 133 O­
que, a su turno, señala como regla general que la persona que infrinja
Ia Ley Nº 18.046, su reglamento o, en su caso, los estatutos sociales
o las normas que imparta la Superintendencia, está obligada a la
indemnización de perjuicios.
284. Dicho Nº 7 acentúa este deber al declarar que los beneficios
percibidos por los infractores pertenecen a la sociedad y no a los direc­
tores, todo lo cual no obsta a que la sociedad deba ser indemnizada por
cualquier otro perjuicio y quedar incursa en las sanciones que la Super­
intendencia pueda aplicar en caso de sociedades sometidas a su control.
285. Hemos señalado que las actuaciones referidas, por constituir
actos ilícitos. al estar prohibidos por la ley, dan lugar a indemnización
de perjuicios por los afectados. Muchas de las actuaciones descritas
en el Art. 42 constituyen actos complejos que en una o más de sus
etapas pueden incidir en actuaciones afectas a nulidad, como, por
ejemplo, en contratos simulados o realizados por interpósita persona.
La nulidad opera sólo en alguna de las instancias aludidas y no así en
todos los casos comprendidos en el Art. 42. El estudio de éstas y de
todos los casos en que la nulidad proceda o no, es una materia que
reclam� de un tratamiento casuístico y muy vasto que excede los
propósitos y límites de este trabajo88 .
88 Sin perjuicio de la
reserva formulada, cabe destacar que pueden surgir muchos
inconvenientes si han de considerarse nulas todas las actuaciones que caen bajo la
151
 3. La sociedad frente al deber de lealtad
de los directores
286. En tanto que el Art. 42 regla actuaciones de los directores,
el artículo 44, del cual nos ocuparemos, se preocupa de actuaciones
de la sociedad. Si bien ambas disposiciones conciernen a actuaciones
de los directores cuando tienen interés por sí o por terceros relacio­
nados, el patrón ·determinante de la licitud de esas actuaciones no está
especificado en términos similares para ambos preceptos. El primero
recurre, como hemos dicho, a la forma prohibitiva, mientras el segundo
se vale de la forma imperativa de requisitos.
287. En efecto, el Art. 44 dispone que una sociedad anónima sólo
podrá celebrar actos o contratos en los que uno o más directores tengan
interés por sí o como representantes de otra persona, cuando dichas
operaciones sean conocidas y aprobadas por el directorio y se ajusten
a condiciones de equidad similares a las que habitualmente prevalecen
frase prohibitiva que encabeza al Art. 42 de la LSA. Así, por ejemplo, si pudiera
invocarse la nulidad absoluta de ventas de acciones de una sociedad anónima, ar­
guyendo que el precio obtenido es menor que el que presuntamente pudiera haberse
obtenido de la venta y que, por lo tanto, es contrario al interés social, se introduciría
un factor de gran inestabilidad en transacciones de esta naturaleza. Ese predicamento
dejaría afectas a gran vulnerabilidad a dichas transacciones y retraería a los interesados
de realizarlas con sociedades anónimas. Más aún, en casos de litigio, sería el poder
judicial el verdadero administrador llamado a resolver sobre la validez o nulidad de
los contratos pertinentes, si se estimara que el precio recibido no cautela ese "interés
social".
De ahí la importancia de los preceptos de nuestro Código Civil, el cual utiliza
una tenninología perentoria cuando desea establecer casos de nulidad absolut�, como
ocurre en los Arts. 1001, 1480, 1554, 1701, 1814, 1892, 2030 y 2031 del C.C.; o
usa expresiones como "no hay contrato" de los Arts. 1809, 2025 y 2055; o "no tiene
valor alguno", como lo hace el Art. 2410.
(Consultar Alessandri Besa, La nulidad y la rescisión en el Derecho Civil
chileno, pág. 110).
152
en el mercado. También requiere que los acuerdos que al respecto
adopte el directorio sean dados a conocer ·en la próxima junta de
accionistas por el que presida, debiendo hacerse mención de esta
materia en su citación.
288. La primera exigencia referida de que las operaciones sean
conocidas y aprobadas por el directorio y comunicadas a las juntas,
permite a terceros no personalmente interesados tomar conciencia clara
de las posibles implicancias, antes de que el directorio considere esas
operaciones. Por otra parte, al ponerlas en conocimiento de las juntas
se logra dar publicidad al acuerdo, para que los interesados o eventuales
impugnadores tengan conocimiento de los hechos para hacer valer sus
derechos89 •
289. La segunda exigencia de que las operaciones se ajusten a
condiciones de equidad similares a las que habitualmente prevalecen
en el mercado tiene una justificación obvia, cual es evitar que un
director pueda asegurar para sí condiciones más favorables que las
que la sociedad pueda concertar con terceros. El Art. 136 aclara a
este respecto que las condiciones imperantes en el mercado debe
entenderse que son las existentes en la misma época de la ocurrencia
de la operación.
290. El concepto de condiciones imperantes en el mercado lo
encontramos también en el Art. 89, al tratar de las operaciones entre
sociedades coligadas90, entre la matriz y sus filiales, como asimismo
89 Antes de la dictación de la Ley Nº 18.046, los directores que tenían interés
en una operación detenninada debían, junto con darlo a conocer a los demás direc­
tores, abstenerse de toda deliberación sobre ella. Los acuerdos respectivos debían
tomarse con prescindencia del director o directores implicados y ser dados a conocer
en la primera junta ordinaria de accionistas (Art. 104 del DFL 251). Hoy los directores
no tienen obligación de abstenerse y pueden participar, por lo tanto, en el debate y
en la aprobación de la operación misma. En la práctica, la actitud más frecuente en
estos casos es la abstención, junto con la prescindencia en el debate y la aprobación.
La ley define a la sociedad coligada como una sociedad anónima en la que
153
entre estas últimas; y las que efectúe una sociedad anónima abierta,
ya sea directamente o a través de otras entidades pertenecientes a su
grupo empresarial, con sus personas relacionadas definidas en la Ley
N° 18.045.
Prescribe, además, que los administradores de esas sociedades
serán responsables de las pérdidas o perjuicios que pudieren causar a
la sociedad que administren por operaciones hechas con infracción de
este precepto. Dicho Art. 89 se aplicará aun cuando la matriz o la
coligante, en su caso, no fuere una sociedad anónima.
291. Las severas sanciones que por la infracción a las normas
referidas impone la ley, subrayan la importancia del concepto "con­
diciones del mercado", ya que éstas pueden dar ocasión a apreciaciones
de buena fe que conduzcan a puntos de vista diferentes, difíciles de
conciliar entre las partes.
292. No ha querido el legislador dejar sujetas a nulidad las infrac­
ciones al Art. 44. Por el contrario, dispone expresamente que tales
infracciones no afectarán la validez de la operación, pero que, además
de las sanciones administrativas y penales que correspondan, otorgará
a la sociedad, a los accionistas o a terceros interesados el derecho de
exigir indemnización por los perjuicios ocasionados y pedir el reem­
bolso de la sociedad por el director interesado, de una suma equivalente
a los beneficios que a él, a stJs parientes o a sus representados les
hubieren reportado dichas negociaciones. Ello no obsta a las sanciones
administrativas y penales que corresponda.
293. Al reconocer la validez de las actuaciones que cumplen con
los requisitos enunciados, la ley ha resuelto en forma práctica los
inconvenientes que se derivarían de la nulidad a que las infracciones
pertinentes pudieran conducir, en perjuicio del desarrollo de los ne­
gocios sociales. En efecto, es necesario conceder que no es fácil
precisar con exactitud los límites entre materias que pueden suscitar
conflictos de intereses entre la sociedad y los directores, así como
ponderar las circunstancias particulares que inciden en cada instancia.
Por lo demás los hechos pertinentes pueden variar entre el momento
de la actuación respectiva y el de la época subsiguiente en que deben
dilucidarse y resolverse las d,iferencias suscitadas.
294. Las operaciones de una sociedad filial en que algún director
de la matriz u otras de las personas relacionadas referidas en el Art.
44 tuvieran interés, según lo dispuesto en ese mismo precepto, sólo
podrán celebrarse en la forma y condiciones y sujetas a las sanciones
según el Art. 44 señalado. Las acciones que se adopten deberán también
darse a conocer en la próxima junta ordinaria de ambas sociedades,
por quienes las presidan (Art. 93).

ésta, que se denomina coligante, sin controlarla, posee directamente o a través de

otra persona natural o jurídica el 10% o más de su capital con derecho a voto, o del
capital, si no se trata de una _sociedad por acciones o que pueda elegir o designar
por lo menos un miembro del directorio o de la administración de la misma (Art.
87, inc. I º). La sociedad en comandita será también coligada de una anónima cuando
ésta pueda participar en la designación del gestor o en la orientación de la gestión
de la empresa que ésta ejerza.

154
 Capítulo XIV

OBJETO SOCIAL

1. Ultra vires
295. �s directores, dentro del deber de obediencia, deben cuidar
que _sus actuaciones queden comprendidas en el o los objetos sociales
determinados en los estatutos. De ahí la necesidad de que éstos esta­
blezcan con claridad y la debida amplitud el objeto de la sociedad, de
cuya infracción pueden derivarse responsabilidades que afectan a los
directores.
La actuación fuera de esos límites es lo que comúnmente se de­
nomina ultra vires (más allá de las facultades), como contrapartida de
intra vires (dentro de las facultades).
296. Conforme a la doctrina de ultra vires, llamada también de la
especialidad, los actos o contratos que la sociedad anónima ejecuta o
celebra fuera de su objeto social, eran nulos y no la obligaban por
haber carecido la sociedad de capacidad para ejecutarlos.
297. La institución del ultra vires ha evolucionado en el derecho
moderno desde un criterio de gran estrictez hacia uno más amplio,
que le resta mucha de la importancia que inicialmente se le concedía.
La materia ha sido tratada en Inglaterra y en Estados Unidos con tra­
yectorias distintas que acusan la mayor severidad en el trato que se le
otorga en aquel país. La regla general en el derecho inglés es que el
director responde de todo daño que pueda sufrir la compañía, irrespec­
tivamente de cualquier ratificación subsecuente por los accio_nistas91 •

91 Como una acertada ilustración de este: criterio, no nos resistimos a reproducir

una sentencia que tuvo repercusión en su época (1875), de la Cámara de los Lores

157
 En el derecho de Estados Unidos, con el sustento de una minoría
de sentencias de los tribunales, inicialmente un contrato ultra vires
era nulo. Posteriormente, el derecho a impugnar un contrato se negaba
por razones de equidad y para obviar injusticias a quien pretendiera
impugnar la capacidad de una sociedad fundado en consideraciones
formales, cuando ese interesado hubiese contratado con ella sobre la
base de su existencia.
298. Este concepto se refleja en la institución conocida en algunos
países con el nombre de estoppel, la cual impide impugnar actuaciones
fuera del objeto social a terceros ipvolucrados en un acto. o contrato
y que han tratado con la sociedad aceptando su capacidad para ejecu­
tarlos o celebrarlos. Se ha estimado que, por razones de equidad, a
la contraparte de quien emana ese reconocimiento le está vedada la
acción para perseguir la responsabilidad correspondiente.
en juicio de Ashbury Railway Carriage. Esta compañía tenía por objeto fabricar
equipos ferroviarios, para lo cual se asoció en Bélgica con otro interesado. Este
contrato fue ratificado por todos los accionistas de la compañía Ashbury. Ésta lo
repudió posteriormente y se negó a cumplirlo invocando ultra vires. Este carácter
del contrato fue confirmado, pero se produjo un empate en cuanto al efecto de la
ratificación unánime referida. Tres jueces sostuvieron que ella validaba el contrato
y tres sostuvieron lo contrario. La decisión redactada por el Lord Canciller de la
Cámara mencionada, al resolver ese empate señaló entre otras consideraciones:
"Ahora bien, soy definidamente de opinión que este contrato estaba claramente fuera
de los objetos señalados en el acta de asociación (memorandum of association).
Siendo así, mis Lores, nada importa si este contrato fue o no ratificado. Si era un
contrato nulo desde su inicio, lo era porque la compañía no podía celebrarlo. Si cada
accionista de la compañía hubiera estado presente y hubiese dicho 'éste es el contrato
que decidimos celebrar.. .', éste no sería en _absoluto diferente de lo que es. Los
accionistas habrían tratado de hacer, por su unánime consentimiento, lo que por ley
del Parlamento están impedidos de hacer. Si los accionistas de esta compañía no
·podían ab ante haber autorizado un contrato de esta especie ¿cómo podrían haberlo
sancionado subsiguientemente?" (Transcrita por Manuel Vargas V., La sociedad
anónima en el derecho anglonorteamericanr¿, Ed. Jurídica de Chile, 1964. pág. 83).
158
299. Hay jurisprudencia en Estados Unidos que ha resuelto que
si un funcionario, en representación de la sociedad, celebra un contrato
ultra vires que no obliga a ésta, puede incurrir en responsabilidad si
la contraparte no hubiere tenido conocimiento del carácter de ultra
vires de la transacción. La doctrina en ese país favorece la posibilidad
de dejar incursos en responsabilidad por sus actuaciones ultra vires a
los directores que actúen con negligencia en el desempeño de sus
cargos y de que la acción por daños pueda ser ejercitada por la sociedad
o por los accionistas en un juicio derivativo.
No obstante, en sustento de la regla general de irresponsabilidad
en tales instancias, se ha invocado el hecho de que la contraparte tiene
la misma oportunidad que dicho funcionario para verificar las facul­
tades del caso y, por lo tanto, le es imputable el conocimiento de tal
limitación92 •
300. Con todo, la tendencia moderna en ese país es que un contrato
ultra vires que no sea ilegal por otros conceptos, no acarrea la ilegalidad
del contrato y puede ratificarse. A falta de ratificación, la parte que
lo ha cumplido totalmente puede exigir el cumplimiento de la contra­
parte; y si no ha sjdo cumplido por ninguna de las partes, ninguna
puede exigir su cumplimiento.
301. Puede afirmarse que el ultra vires es hoy en Estados Unidos
una institución de interés mayormente histórico. En efecto, la legis­
lación moderna ha hecho que el problema se esfume al otorgar a las
sociedades anónimas facultades semejantes a las de las personas na­
turales, permitiéndoles emprender cualquier línea o líneas lícitas de
negocios93 . A pesar de que en es� país los directores han sido absueltos
por permitir que la sociedad realice actuaciones que caen en el terreno
de ultra vires, el deber de obef:iiencia que nos ocupa señala que esas
situaciones deben tratar de· evitarse94•
92 Knepper, ob. cit. en nota N° 32, pág. 128.
93
Clark, ob. cit. en nota N• 76, pág. 675.
94 Knepper, ob. cit. en nota N• 32, pág. 9.
159
 302. La menor severidad con que se encara el problema de ultra
vires en el derecho anglosajón 'se refleja hoy en legislaciones de di­
versos países, que han recogido la teoría alemana que ha proclamado
esa tendencia a la liberalidad •
95
2. Objeto social en nuestro derecho
303. En cuanto a nuestro derecho, el deber de obediencia impone
a los ,dir�ctores la obligación de actuar dentro del marco del objeto
social. LaJey contempla la posibilidad de que la sociedad tenga uno
o más objetos, que puedan recaer en cualquier actividad lucrativa que
no sea contraria a ella, a la moral, al orden público o a la seguridad
del Estado (Art. 9º). El hecho de que la ley .autorice que la sociedad
pueda tener objetos múltiples no significa que pueda establecer al
respecto generalidades y no objetos específicos, puesto que el Art. 4°
exige que la escritm::a social contenga "la enunciació·n. del Q ge los
objetos específicos de la sociedad". Esta es, por lo demás, una mención
necesaria, ya que su omisión en el extracto produce la nulidad absoluta
del pacto social (Art. 6°). Por otra parte, el Art. 40 otorga poderes
amplios al directorio, sólo para el cumplimiento def obj�to S?cial,
c��o lo previene esa disposición, c�n lo cual la �jecuci�n de actos
no comprendidos en la órbita de ese obito social no obliga a la
compañía.
95 Como ilustración de esa liberalización señalaremos que la Ley Nº 1.989, de
25. 7 .89, sobre Sociedades Anónimas en Argentina, preceptúa que la representación
de ellas se extenderá a todos los actos comprendidos en el objeto social. Cualquier
limitación de las facultades de representación de los administradores, aunque se halle
inscrita en el Registro Mercantil, será ineficaz frente a terceros que hayan obrado
de buena fe y sin culpa grave, aun cuando se desprenda de los estatutos que el acto
no está comprendido en el objeto social (Art. 129).
160
304. Una sociedad anónima modificó su objeto para ampliarlo a
la realización de otros objetivos afines, complementarios Y.sustitutivos
de los mismos y la realización de toda clase de actividades. La Supe­
rintendencia exigió su modificación, la que debería ser aprobada en
una junta extraordinaria de accionistas a fin de que esa modificación
res;ayera sobre un objeto, según expresó, si bien múltiple, también
específico.
305. Conviene examinar las consecuencias legales que se generan
por el hecho de que el directorio actúe en representación de la sociedad
fuera de la órbita del objeto social. La norma general al respecto está
consagrada en el Art. -�O_Z9 9el C. C. , que previene que en todo lo que
el administrador -en el caso de la sociedad anónima, el directori<r­
obre dentro de los límites legales, obligará a la sociedad; obrando de
otra manera sólo él será respónsable.
306. Como antecedente, cabe observar que existen disposiciones
que gobiernan el mandato, las cuales por analogía pueden invocarse
en la consideración de esta materia. Así, el artículo 2131 del mismo
código exige que el mandatario se ciña rigurosamente a los términos
del mandato, fuera de los casos en que las leyes autoricen para obrar
de otro modo. Sobre este punto acota el profesor David Stitchkin96,
refiriéndose a la naturaleza de la responsabilidad del mandatario, que
prevalece el concepto de que cuando éste contrata a nombre de su
mandante, no entiende obligarse personalmente y que los terceros que
contratan con él saben que entre ellos no media relación contractual
alguna. Por consiguiente, la responsabilidad que en tal caso impone
la ley al mandatario no emana de la infracción del contrato celebrado
--compraventa., permuta, etc.-, de donde se sigue que los perjuicios
que puedan sufrir los terceros, derivados del contrato, no suponen una
violación del mismo sino una responsabilidad de carácter extracon­
tractual. Ésta tiene su origen en la culpa o dolo en que pueda haber
96 Stitchkin, ob. cit. en nota Nº 38, pág. 483.
161
incurrido el mandatario al indicar a terceros la condición jurídica en
que comparece. Es decir, el mandatario es responsable en los términos
del delito o cuasidelito que infiere daño a otro.
307. Como hemos dicho, el Art. 9• de la ley señala que la sociedad
podrá tener por objeto u objetos cualquier actividad lucrativa que no
sea contraria a la ley, a la moral, al orden ·público o a la seguridad
del Estado. Por otra parte, hemos recién indicado los preceptos que
ilustran la seriedad que la ley concede a la· indicación del objeto
específico de la sociedad. Las sanciones establecidas en contra de
quienes, .ocasionando daño a otro, infrinjan la Ley N° 18.046, su
reglamento, o en su caso los estatutos sociales o las normas que imparta
la Superintendencia, se traducen en la indemnización de perjuicios
contemplada en el Art. 133 de esa ley, a que nos hemos ya referido,
lo que no obsta a las demás sanciones civiles, penales y administrativas
que corresponda. No establece, pues, la ley la sanción de nulidad para
el caso de contravención, ni-procedería ésta ya que el Art. 133 antes
mencionado establece otro efecto que el de nulidad para el caso de
contravención (Art. 10 del C.C.). El ultra vires en que incurrirían los
directores los dejaría afectos, por tanto, a las sanciones antedichas.
308. Por lo tanto, p_qr actuaciones ajena,!i al objeto-��cial, los
directores deberán responder frente a la .sociedad, a los accionistas y
a terceros de los perjuicios que causen por la infracción legal que les
sea imputable.
Capítulo XV
ACCIONES
1. Capital y pago de acciones
309. La LSA contiene disposiciones precisas y estrictas en relación
con el capital y pago de las acciones, así como otras que conciernen
a la cesión de acciones. Estos preceptos son susceptibles de afectar la
responsabilidad de los directores en el evento de iqfracción al orde­
namiento legal correspondiente. Ello hace necesario destacar las nor­
mas fundamentales que rigen al respecto.
310. Hemos indicado que la especificación del capital social es
una enunciación esencial para la validez de la constitución de la so­
ciedad y paraJas modificaciones de los estatutos.
311. El capital estará representado por acciones nóminativas de
igual valor y si estuviere dividido en acciones de distintas series, las
acciones de una misma serie deberán tener igual walor (Art. 11).
Además debe ser fijado de una manera precisa en los estatutos y sólo
podrá ser aumentado o disminuido por la reforma de los mismos. No
obstante, como excepción, el capital o el valor de las acciones se
entenderá modificado de pleno derecho cada vez que la junta ordinaria
de accionistas apruebe el balance del ejercicio. Éste deberá expresar
el nuevo capital y el valor de las acciones resultantes de la distribución
de la revalorización del capital propio. Para estos efectos el directorio,
al someter el balance del ejercicio a la junta, deberá previamente
distribuir en forma proporcional .la revalorización del capital propio
entre las cuentas del capital pagado, las de utilidades retenidas y otras
cuentas representativas del patrimonio (Art. 10).
163
 Capítulo XVII
Bolsa en los dos meses anteriores al quinto día que antecede a
la fecha de la publicación del anuncio de la opción; o a un OBLIGACIONES DE INFORMAR
precio que no sea inferior al valor de libros a la fecha del último
Y DE GUARDAR RESERVA
balance de la sociedad, si no hubiere habido transacción bursátil
de las acciones. Igual regla se aplicará cuando una sociedad
enajene acciones de su propia emisión que hubiere adquirido en
conformidad a la ley (Art. 93 del Regl.).
I. OBLIGACIÓN DE INFORMAR

1. Generalidades

356. La obligación de las sociedades anónimas de proporcionar

amplias informaciones a sus accionistas y al público en general, ha
alcanzado, tanto en Chile como en el extranjero, una amplitud tal que,
en muchos casos, trae agobio a los administradores de empresas de
gran entidad, especialmente si tienen muchas filiales y personas rela­
cionadas.
En efecto, deben ellos estar atentos a que se cumplan no sólo las
nutridas disposiciones legales y reglamentarias vigentes, sino también
los dictámenes y resoluciones de la Superintendencia io8• Éstas sol\
objeto de frecuentes derogaciones, modifica<;ion�s, ampliaciones e
innovaciones que pueden imponer requisitos, exigencias y prohibicio­
nes adicionales, de efectos permanentes, recurrentes o puntuales.
Ello exige a los administradores uná preocupación constante y
minuciosa para mantener actualtzaoas dichas· normativas, cuya infrac­
ción está sujeta a severas sanciones impuestas ¡,pr la ley o, en su caso,
por dicha repartición.
357. Estas exigencias de informar-en la mayor parte de los casos

!08 Ver Circ. N• 614 de 29.4.86.

181
indispensables y deseables- están en �ínea con la tendencia reflejada
en la legislación de muchos países.
Como antecedente histórico recordaremos que cuando el Congreso
de Estados Unidos· ventilaba en el año 1933 la leyJlamada Acta de
Valores (Securities Act), el Presidente Roosevelt formuló la recomen­
dación de suplementar Ía conocida prevención caveat emptor (cuidado
comprador) con la de el vendedor también debe. tener cuidado. En
esa forma, la obligación de reflejar con fidelidad las transaccio�es
pertinentes pasó a gravitar en forma importante sobre el vendedor.
Señalaba ese Presidente que así se daría ímpetu a la honesta transacción
de estos valores y con ello el público recobraría la confianza perdida
a raíz de la crisis mundial.
En línea con esta recomendac;ión, dicha Acta abrazó la filosofía
de la transparencia en las transacciones, como resultado de las infor­
maciones oportunas suministradas por las sociedades. El respeto a esa
filosofía quedó reforzado con la imposición de las severas sanciones
109
establecidas por la ley en contra de los infractores •
Dio ímpetu a la orientación comentada el propósito de evitar de-
masías, inequidades y ventajas indebidas. En esta línea se dictaron
norrrias para impedir o regular los conflictos de intereses entre los
administradores y las sociedades, accionistas y terceros, así como para
poner coto a actuaciones objetables, motivadas por el conocimiento
antelado de hechos relevantes o por la falta de información veraz Y
oportuna.
358. El derecho de los accionistas a conocer la forma en que los
negocios sociales se conducen, aunque indiscutible, no siempre ha
encontrado receptividad de parte de las sociedades. Es explicable que
la proliferación de solicitudes para obtener informaciones pueda en­
trabar la expedita y adecuada administración de la empresa. Un derecho
indiscriminado y amplio de los accionistas para informarse puede dar
109Knepper, ob. cit. en nota N• 32, págs. 511 y ss.
182
lugar a abusos que redundan en un perjuicio social, como cuando se
utiliza ese medio para divulgar operaciones confidenciales en beneficio
de competidores o de otros interesados.
359. En Estados Unidos existe jurisprudencia que, si bien reconoce
el derecho del accionista a la información, admite que la sociedad
arguya en su defensa que el solicitante actúa con motivos injustificados.
Al acceder al derecho de inspección, se ha reconocido que las auto- �
rizaciones correspondientes deben cautelar con resguardos apropiados
la protección de los intereses de las partes involucradas y que fal
derecho de inspección no debe cubrir propósitos especulativos o la
satisfacción de una curiosidad ociosa, sino sólo el logro de objetivos
legítimos1 lO.
360. Nuestra ley se ha hecho eco de esa tendencia, que ha proli­
ferado en el mundo, contemplando norm.as que propugnan que las (;
transacciones de las sociedades tengan _la mayor propiedad y transpa­
rencia. En apoyo de tal propósito resulta decisivo el deber de informar
que nos ocupa.
361. Atendida la diversidad y cantidad de informaciones que hoy
se exige que las empresas proporcionen y las sanciones que contempla
la ley, como ya hemos comentado, el cabal conocimiento de esas
normas reclama que las- sociedades se organicen para que puedan
aplicar ordenada y oportunamente todos los preceptos legales, regla­
mentarios y estatutarios, así como las resoluciones emanadas de la
Superintendencia111• La tarea de cuidar de la fidelidad, oportunidad e
y vigencia de esas informaciones se dificulta, ep Jl)Uchas instancias,
no sólo por la frecuente evolución, modificación y derogación de las
normas pertinentes, sino también por el devenir constante de hechos
societarios relevantes.
362. Daremos preferencia a la consideración de textos pertinentes
11º Ballantine,
ob. cit. en nota Nº 25, pág. 378.
111 Circular Super. N• 347 de 22.10.83.
183
de la ley misma y su reglamento, sobre la nutrida y meticulosa nor­
mativa de la Superintendencia. Esa preferencia obedece al hecho,
también comentado, de que esa normativa está sujeta a frecuentes
modificaciones, lo cual puede redundar en una efímera actualidad
respecto de los comentarios sobre dictámenes y regulaciones de la
Superintendencia, por una parte; y por la qtra, inducir al lector a
atribuir equivocadamente vigencia a normas administrativas, cuya fre­
cuente modificación no podrá reflejarse en este texto.
363. ·Nuestras leyes societarias consag·ran el deber fundamental
del directorio de proporcionar a los accionistas y al público ias infor­
maciones suficientes, fidedignas y oportunas que la ley y, en su caso,
la Superintendencia, determinen respecto de la situación legal, eco-
nómica y financiera de la empresa. La ley agrega que si la infracción ; ·
a esta obligación causa perjuicios a la sociedad o a terceros, los di- . '
rectores infractores serán solidariamente responsables de tales perjui­
cios, lo cual no obsta a las sanciones administrativas que pueda aplicar,
en su caso, la Superintendencia y a las demás penas que establezca
la ley (Art. 46).
Para que los directores estén en situación de cumplir tal deber, la
ley expresamente les reconoce el derecho a ser informados plena y "
documentadamente y en cualquier tiempo por el gerente, o por el que
haga sus veces, de todo lo relacionado con la marcha de la empresa,
siempre que este derecho sea ejercitado por los directores de manera
que no afecte la gestión social (Art. 39, i{lc. 2°).
364. Examinaremos por separado las principales obligaciones de
informar que, de acuerdo con la ley, pesan sobre las sociedades anó­
nimas en general, por una parte, y sobre las empresas que hacen oferta
pública de valores, por la otra. Dentro de cada una de estas categorías,
abordaremos aquellas obligaciones que tienen el carácter de: Deberes
Permanentes; Deberes Recurrentes y Deberes Puntuales de las So­
ciedades, incluyendo, en sus casos, los deberes de informar que pesan
directamente sobre los directores.
184
2. Deberes de in.formar permanentes de las sociedades ·
anónimas en general
365. a) Deberán mantener en la sede principal y en la de sus
agencias o sucursales a disposición de los accionistas:
i) Ejemplares actualizados de los estatutos, firmados por el gerente,
con indicación de la fecha y notaría en que se otorgó la escritura
de constitución de la sociedad y la de sus modificaciones, en
su caso, y de los datos referentes a sus legalizaciones (Art. 7º);
ii) Lista actualizada de los accionistas, con indicación del domicilio
y número de acciones de cada cual. Para tal efecto, las sociedades
anónimas deberán llevar un Registro de Accionistas, en el que
se anotarán, a lo menos, el nombre, domicilio y cédula de
identidad de cada accionista, el número de acciones de que sea
titular, las fechas-en que éstas se hayan inscrito a su nombre y,
tratándose de acciones suscritas y no pagadas, la forma y opor­
tunidades de pago de ellas. Igualmente en el registro deberá
inscribirse la constitución de gravámenes y de derechos reales
d.istintos al de dominio. En caso de que algún accionista transfiera
el todo o parte de sus acciones, deberá anotarse en el registro
esa circunstancia.
La apertura del registro deberá efectuarse el día del otorgamiepto
de la escritura de constitución. Si el registro se llevare por inedlos
que no permitan dejar inmediata constancia de la constitución de
gravámenes o de los derechos reales distintos al de dominio, la sociedad
estará obligada a llevar un libro anexo para tal fin. Sin ·perjuicio de
lo anterior, el gerente, dentro de las 24 horas siguientes a la inscripción
del derecho o gravamen en dicho libro, deberá incorporar la informa­
ción al sistema por el cual se lleva el registro (Arts. 7°, 13 y 14 del
Regl.)112 •
112
Ver circular de Super. N- 351 del 21.10.83.
185
 b) Llevar un registro público indicativo de sus presidentes, direc­
tores, gerentes o liquidadores, con especificación de las fechas de
iniciación y término de sus funciones. En el registro deberán consig­
narse a lo menos los nombres y apellidos, nacionalidad, cédula de
identidad, profesión, domicilios y fechas de iniciación y término de
sus funciones. Iguales indicaciones deberán hacerse xespecto de la o
las personas que en ausencia del gerente representen válidamente a la
sociedad en todas las notificaciones que se le practiquen (Art. 106
Regl.).
Esta obligación no exige sólo fidelidad en las informaciónes, sino
también una vigencia continuada, lo que impone a los directores la
necesidad de cuidar que los registros se mantengan al día. Subraya la
importancia de este mandáto el hecho de que las designaciones y
anotaciones que consten en dicho registro hacen plena fe en contra de
la sociedad, sea en favor de accionistas o de terceros.
Los directores, gerentes y I_iquidadores, en sus casos, serán soli­
dariamente responsables de los perjuicios que causaren a accionistas
y a terceros con ocasión de la falta de fidelidad o vigencia de las
infonnaciones contenidas en el registro. Lo anterior es sin perjuicio
de las sanciones administrativas que pueda aplicar la Superintendencia
a las sociedades anónimas abiertas.
c) Mantener permanentemente disponibles para su examen por la
Superintendencia, todos los Übros, archivos y documentos de las en­
tidades o personas fiscalizadas, salvo las excepciones autorizadas por
esa oficina (Art. 4°, último inciso letra d), DL N• 3.538)
3. Deberes de informar recurrentes de las sociedades
anónimas en general
366. a) Las sociedades abiertas deberán comunicar a la Superin­
tendencia la celebración de toda junta de accionistas, con una antici­
pación no inferior a 15 días..
186
La Superintendencia tiene facultad para suspender por resolución
fundada la citación a junta y la junta misma, cuando fuere contraria
a la ley, a los reglamentos o a los estatutos de la sociedad mísma.
También tiene la facultad de hacerse representar en toda junta
sometida a su control, con derecho a voz. Allí su representante resol­
verá administrativamente sobre cualquier cuestión que se suscite, sea
con relación a la calificación de poderes o a cualquier otra que pueda
afectar la legitimidad de la junta o la validez de los acuerdosadoptados
(Art. 63).
b) En toda infonnación que envíe el directorio de las sociedades
abiertas a los accionistas en general con motivo de la citación a junta,
solicitudes de poder, fundamentación de sus decisiones u otras materias
similares, deberá incluirse una síntesis fiel de los comentarios y pro­
posiciones presentadas por escrito por los accionistas referidos a la
sociedad, con 1O días a lo menos de anticipación a la fecha del despacho
de la información del directorio113 •
Las observaciones podrán ser formuladas separadamente por cada
accionista que posea el 10% o más de las acciones emitidas con derecho
a voto o por accionistas que en conjunto alcancen dicho porcentaje,
los que deberán actuar de consuno (Arts. 73 y 74, inc. 4º LSA y Arts .
82 a 84 del Regl.).
367. a) La sociedad confeccionará anualmente su balance general
al 31 de diciembre o a la fecha que detenninan los estatutos. Los
directores, por su parte, deberán presentar a la considera¿ión de la
junta ordinaria una memoria razonada acerca de la situación de la
sociedad en el último ejercicio, acompañada del balance general, del
estado de ganancias y pérdidas y del informe de los auditores externos
o inspectores de cuentas, en su caso. Estos documentos deberán reflejar
con claridad la situación patrimonial de la sociedad al cierr€: del ejer-
113
Ver circular Super. Nº 573, de 27.12.85.
187
cicio y-·los beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas durante el
mismo (Art. 74) 114•
b) El Art. 82 dispone que el ó los accionistas de sociedades abiertas
que posean o representen el l 0% o más de las acciones emitidas con
derecho a voto o que, actuando en conjunto y de consuno, alcancen
dicho porcentaje, podrán requerir que el directorio incluya en la me­
moria, como anexo, una síntesis fiel de los comentarios y proposiciones
que ellos formulen en forma sucinta, responsable y respetuosa, y se
presenten, como lo prescribe el Art. 82 del reglamento, durante el
ejercicio o dentro de los 30 días siguientes al término de éste y se
reciban en la sociedad con 30 días de anticipación a lo menos a la
fecha de la junta que deba pronunciarse sobre ese ejercicio.
c) En cuanto a los balan�es generales, la ley exige que los estatutos
señalen la fecha en que debe cerrarse· el ejercicio y confeccionarse
dichos balances (Art. 4•, N• 7). Hay diversas normativas en la ley
societaria y en las circulares de la Superintendencia115 sobre balances
e informaciones financieras, de las cuales no nos ocuparemos a pesar
de la responsabilidad que sú.infracción puede hacer recaer sobre los
directores, por tratarse de temas técnico-contables y tributarios, que
las sociedades abiertas xentilan por lo general con sus auditores. Éstos
también pueden quedar afectos a severas sanciones, de las cuales nos
ocuparemos al tratar de estos fiscalizadores116•
114
Ver circulares Nº5 !01, de 11.11.81; 239, de 29.9.82; 346, de 10.10.83;
478, de 1.2.85; 573, de 27.12.85; Oficio Circular 216, de 15. 1.85 y NCG N• 30, de
10.11.89.
115 Ver circulares N"" 101 de 11.11.81; 239 de 29.01.82 complementada y
modificada portas N°' 268, de 1982; 572, de 1985; 656, de 1986; 792, 1988 y 922
de 1990 (Véase también Of. Cir. N• 1.549, de 1987); 346, de 20.10.83; 351 del
21.I0.83; 478, de 1.2.85; 573, de 27.12.85; 216, de 15.1.85.
116
Además de las citas hechas en nota anterior, nos remitimos al Art. 16 del
Código Tributario y a la Ley de la Renta, especialmente a Arts. 2º, Nos 8, 30, 31;
N°5 3 a 5, 33; N05 3, 4, 54.
188
d) Con referencia al balance el Ait. 4•, letras d) y e) del DL
º
N 3.538 faculta a la Superintendencia para pedir la ejecución y pre­
sentación de balances, en las fechas que estime convenientes, para
comprobar-la exactitud e inversión de los capitales y fondos. Igual­
mente, -podrá solicitar la entrega de cualquier documento, libro o
antecedente que sea necesario para fines de fiscalización, sin alterar
el desenvolvimiento normal de las actividades correspondientes.
368. a) En la memoria anual, el directorio deberá señalar las
inversiones de la compañía en sociedades coligadas o filiales y las
modificaciones ocurridas durante el ejercicio, debiendo dar a conocer
a los accionistas los balances de dichas empresas y una memoria
explicativa de sus negocios.
En todo caso, la existencia de inversiones en sociedades filiales
obliga a la sociedad matriz a confeccionar un balance anual en forma
consolidada y el dividendo legal mínimo deberá calcularse sobre las
utilidades líquidas también consolidadas (Art. 90, incs. 1• y 2•).
Las notas explicativas de las inversio_nes deberán contener infor­
mación precisa sobre las sociedades coligadas y filiales.
b) Pondrá hr memoria, balance, inventario, actas, libros y los
informes de los auditores externos y, en su caso, de los inspectores
de cuentas, a disposición de los accionistas para su examen en la
oficina de la administración de la sociedad, durante los quince días
anteriores a la fecha señalada para cualquier junta de accionistas. Éstos
sólo podrán examinar dichos documentos en el término indicado.
Durante ese lapso los accionistas aludidos tendrán el derecho de exa­
minar antecedentes análogos de las sociedades filiales, las cuales, en
el mismo período ! deberán mantener en su oficina principal a dispo­
sición de los accionistas de la matriz tales documentos y demás ante­
cedentes contables. Los accionistas podrán examinarlos en el mismo
plazo y de manera que no se entorpezca la marcha de los negocios de
la filial (Arts. 54, incs. l• y 2º y 61, inc. lº del Regl.).
c) Dejará testimonio en la memoria anual que presenten las socie-
189
dades anónimas abiertas de toda remuneración que los directores hayan
percibido de la sociedad, materia sobre la cual nos ocuparemos más
adelante.
d) Enviará a cada uno de los accionistas inscritos en los respectivos
registros de una sociedad abierta, en una fecha no posterior a la del
primer aviso de convocatoria para la junta ordinaria, una copia del
balance y de la memoria de la sociedad, incluyendo el dictamen de
los auditores y sus notas respectivas. La �uperintendencia podrá au­
torizar a aquellas sociedades que tengan un gran número de accionistas
para limitar ese envío a quienes tengan un número de acciones superior
a un mínimo determinado y, en todo caso, a aquellos que lo hubieren
solicitado previamente a la sociedad. Si el balance general y el estado
de ganancias y pérdidas fueren modificados por la junta, las modifi­
caciones, en lo pertinente, se enviarán a los accionistas dentro de los
15 días siguientes al de la celebración de la junta. En las sociedades
anónimas cerradas, los envíos se efectuarán sólo a los accionistas que
así lo soliciten (Art. 75).
369. Informará sobre política de distribución de dividendos y fechas
en que se efectuará el pago.
370. Publicará las observaciones que determine la Superintendencia
respecto de las sociedades anónimas abiertas sobre balances y estados
de ganancias y pérdidas, debidamente auditados, en un diario de amplia
circulación en el lugar del domicilio social, con no menos de 10 días,
ni más de 20 días de anticipación a la fecha en que se celebre la junta
que debe pronunciarse sobre esos documentos. Éstos deberán presen­
tarse dentro del mismo plazo a la Superintendencia en el número de
ejemplares-que determine. Cualquier alteración en esta documentación
deberá publicarse en el mismo diario dentro de los quince días si­
guientes a la fecha de !ajunta. Si la Superintendencia así lo dispone,
también deberán publicarse las observaciones que formule esta repar­
tición (Art. 76).
371. Deberá comunicar a la Superintendencia la celebración por
190
sociedades anónimas abiertas de toda junta de accionistas, con una
anticipación no inferior a 15 días. La Superintendencia podrá suspen­
der, por resolución fundada, la citaciórr y la junta misma cuando fuere
contraria a la ley, a los reglamentos o a los estatutos.
4. Deberes puntuales de informar de las sociedades
anónimas en general
372. Deberán informar amplía y razonadamente a los accionistas,
en -las juntas que deban decidir respecto al precio de colocación de
acciones de pago, acerca de los elementos de valoración de esas ac­
ciones. En todo caso deberán indicar, a lo menos, el valor de libros
actualizadq de la acción y el precio promedio ponderado de las
transacciones que se hubieren registrado en las bolsas de valores en
los dos meses anteriores al día de la junta 117•
En las sociedades anónimas abiertas, la junta correspondiente podrá
delegar en el directorio la fijación final del precio de colocación de
las acciones, siempre que esa colocación se efectúe dentro de los 120
días siguientes a la fecha de su celebración (Art. 28 del Regl.).
5. Deberes permanentes de informar de las sociedades
anónimas de oferta pública
373. Las entidades inscritas en el Registro de Valores estarán
sujetas a la obligación permanente de proporcionar a la Superinten­
dencia y al público en general la misma información a que están
obligadas las sociedades anónimas abiertas, con la periodicidad, pu­
blicidad y en la forma en que se exige a éstas (Art. 10, inc. Iº Lvs).
117 Neo N° 30 de JO. 11 .89 y Circular de la Super. Nº 931
de 14.2.90.
191
 Por su parte, la Superintendencia debe mantener a disposición del
público un Registro de Valores, en el que se inscribirán los emisores
de valores de oferta pública; los valores mismos; las acciones emitidas
por sociedades anónimas y sociedades en comandita, en las que a lo
menos el 10% de su capital suscrito pertenezca a un mínimo de l 00
accionistas o que tengan 500 acciones o más; y las acciones emitidas
por sociedades que voluntariamente así lo soliciten (Arts. 1° y 5° Lvs).
La Superintendencia deberá efectuar la inscripción en el Registro de
Valores, una vez que el emisor le haya proporcionado la información
que ésta requiera sobre su situación jurídica, económica y financiera.
Esta inscripción deberá conformarse a normas de carácter general
dictadas en consideración a las características del emisor, de los valores
y de la oferta en su caso. Para proceder a la inscripción la Superin­
tendencia dispondrá de una plazo de 30 días contados desde la fecha
de la solicitud. Este plazo podrá suspenderse si la Superintendencia,
mediante comunicación escrita, pide información adicional al peticio­
nario o le solicita que modifique la petición o que rectifique sus
antecedentes por no ajustarse éstos a las normas establecidas, reanu­
dándose tan sólo cuando se haya cumplido con dicho trámite. Subsa­
nados los defectos o atendidas las observaciones formuladas en su
caso, y vencido el plazo referido, la Superintendencia deberá efectuar
la inscripción dentro del tercero día hábil (Art. 8° Lvs}118 •
Con referencia al registro público a que se refiere la letra b) del
N• 2 más arriba, las sociedades sujetas a la vigilancia de la Superin­
tendencia, deberán, dentro del plazo de tercero día hábil de ocurrido
el hecho pertinente, comunicar a esa repartición todo nombramiento,
vacancia o reemplazo que se produzca de presidentes, directores, ge­
rentes, administradores y liquidadores. Las designaciones que consten
de dichos registros se considerarán vigentes para todos los efectos
judiciales y extrajudiciales concernientes a simples accionistas o ter­
ceros de buena fe (Art. 68, Ley Lvs).
llS Ver Circ. Nº 307 de 25.3.83.
192
6. Deberes recurrentes de informar de las sociedades
anónimas de oferta pública
374. 1. Informar a la Superintendencia y a cada una de las Bolsas
de Valores nacionales en que una sociedad tenga valores de ella misma
registrados para su cotización, de toda adquisición o enajenación de
esas acciones que ella efectúe. Esta obligación deberá ser cumplida
dentro de los cinco díás siguientes al de la transacción o transacciones
respectivas, por las personas que directamente o a través de otras
personas naturales o jurídicas posean el 10% o más del capital suscrito
de dichas soc�edades o que a causa de una adquisición de acciones
lleguen a tener dicho porcentaje, y por los directores, gerente general
y gerentes de dichas sociedades cualquiera que sea el número de
acciones que posea. Informar a la Superintendencia y a cada una de
las Bolsas de Valores nacionales en que la sociedad tenga valores
registrados para su cotización, de toda adquisición o enajenación de
acciones que efectúen de esa sociedad (Art. 12 LVS).
2. Presentar a la Superintendencia estados financieros trimestrales
dentro de los 30 días siguientes a la fecha de ·cierre de éstos, plazo
que se amplía a 40 días para aquellas sociedades que deben presentar
trimestralmente estados financieros consolidados 119• Los estados anua­
les deberán presentarse dentro de los 60 días siguientes a la fecha del
cierre.
3. Las sociedades inscritas en el Registro de Valores deberán
divulgar en fonna veraz, suficiente y oportuna todo hecho esencial
respecto de ellas mismas, de los valores ofrecidos y de la ·oferta. Se
entiende por infonnación esencial según la ley aquella que un hombre
juicioso consideraría importante para sus decisiones sobre inversión
(Art. 9° LVS).
En relación a sí constituyen un hecho esencial los cambios de
directores y funcionarios de las sociedades anónimas a que nos hemos
119
Ver. Circ. N ° 239 de 29.9.82.
193
referido, la Ley Nº 18.046 derogó las disposiciones que establecían
la obligación de publicar dichos cambios. Consultada la Su¡,erinten­
dencia si después de tal derogación es n�cesario publicar como,hecho
esencial tales cambios, esa oficina respondió que, puesto que ella lleva
un registro público dé las personas que ocupan esos cargos, corresponde
a cada entidad inscrita en el Registro de Valores determinar si ellos
constituyen una infonnación esencial y si se debe informarse al público
al respecto-rnediante--1.ma...publicación en la prensa (Oficio Nº 6.841,
de 30.11.82) En el hecho, las sociedades importantes publican por lo
general, ·dichos cambios.
375. Por Oficio Nº 705, de 18.05.87, la Superintendencia pres­
cribió que toda la información de carácter legal, económico y financiero
que se refiera a aspectos relevantes de la marcha de los negocios
sociales, o que pueda tener repercusión significativa sobre los mismos,
no podrá ser puesta �n conocimiento, en forma aislada, de ninguna
persona, grupo o segmento particular del público, a no ser que en la
misma oportunidad y con la misma extensión y profundidad sea puesta
en conocimiento de la Superintendencia y de las Bolsas de Valores,
conforme a los procedimientos formales establecidos para la difusión
de información de las entidades fiscalizadas.
No están comprendidas en esa obligación la entrega de información
que debe realizar la sociedad en el desarrollo de negociaciones directas
con clientes o proveedores y, en general, toda aquella divulgación de
información que, en forma absolutamente restringida, sea necesario
realizar para lograr una correcta gestión o administración de la sociedad
y sus negocios.
Así, .a modo de ,ejemplo, no podrá entregarse. a la prensa ningún
tipo de información sobre antecedentes de estados financieros, resul­
tados obtenidos, etc., que no haya sido entregada previamente o en
la misma oportunidad al conocimiento dél mercad.o por medios for- ·
males establecidos para la difusión de la información financiera. Igual­
mente, en la preparación de bases y antecedentes de una licitación,
194
no puede la sociedad entregar a los interesados información que qo
haya sido dada a conocer públicamente por los canales y procedimien­
tos normales que establece la ley.
Concluye la Superintendencia que lo anterior es s!n perjuicio de
la obligación de reserva establecido en el Art. 14 de la Ley Nº 18.045,
que comentaremos más adelante.
4. Informar al público-en general y a la Superintendencia cuando
una o más personas, directamente o a través de una sociedad sometiera-­
a la fiscalización de esa repartición, pretendan obtener el control de
una sociedad, materia que ha sido tratada separadamente.
7. Deberes puntuales de informar de sociedades
inscritas en el Registro de Valores
376. 1. La Superintendencia ha:establecido que los directorios de
las sociedades anónimas abiertas deben informar a sus accionistas cada
vez que ellas o sus filiales contemplen o realicen operaciones o se
encuentren en alguna de las situaciones que la circular respectiva
detalla120• Para estos fines ha dispuesto que deberán citar a junta de
accionistas a celebrarse en forma previa o en una fecha no posterior
a 30 días de materializadas las operaciones o situaciones referidas. En
esas juntas deberá informarse ampliamente sobre las operaciones que
origina la convocatoria.
Estas operaciones se refieren a inversiones directas o a través de
filiales en acciones, derechos en sociedades y otro tipo de activos; en
títulos de deuda, emitidos por bancos e instituciones financieras rela­
cionadas a la sociedad; o títulos de deuda emitidos por sociedades
relacionadas; préstamos y créditos a la sociedad o filiales relacionados
con aquella; enajenaciones de activos consolidados o cuando sobre-
º Circular Nº 601 de I 2.3.86 .
12
195
 pasen un nivel de endeudamiento consolidado superior dos veces el
patrimonio de la entidad.
Los porcentajes o límites establecidos en la circular podrán ser
modificados ei:i junta expresamente citada para ello. Por las razones
indicadas en la Nota Preliminar, nos remitimos a dicha circular sin
entrar al detalle de las excepciones, márgenes o limitaciones en ella
establecida, las cuales están sujetas a modificaciones por la Superin­
tendencia.
2. Informar a la Superintendencia mediante un aviso el día siguiente
hábil en que una sociedad anónima abierta cese en el pago de u�a o
más de sus obligaciones. Este aviso deberá ser dado por el gerente o
por el directorio, en su ausencía.
Igual comunicación deberá enviarse si algún acreedor de la sociedad
solicitare la quiebra de ella, sin perjuicio de que el juzgado ante el
cual se entablare la acción deba poner este hecho en conocimient9 de
la Superintendencia, como asimismo comunicarle la declaratoria pos-·
terior de la quiebra (Art. 101).
3. En los casos de quiebra, la obligación de informar referida tiene
un doble carácter: uno, que depende de actuaciones que debe adoptar
la sociedad en el caso de producirse hechos respecto de los cuales ella
está en una mejor posición pa� informar; y el otro, que surge cuando
algún acreedor de la sociedad solicita la quiebra.
a) En el primer caso, la ley exige que la sociedad que ha cesado
en el pago de una o más de sus obligaciones o que ha sido
declarada en quiebra por resolución ejecutoriada, deberá citar a
junta de accionistas, la que debe celebrarse dentro de los 30
días siguientes de acaecidos estos hechos, con el objeto de
informar ampliamente sobre la situación legal, económica y
financiera de la sociedad. Esta obligación pesa tanto sobre las
sociedades cerradas como sobre las abiertas.
Respecto a estas últimas, recae sobre el gerente y, en su ausencia,
sobre el directorio, la obligación de dar aviso a la Superinten­
dencia cuando la sociedad cesare en el pago de una o más de
196
sus obligaciones. El hecho debe ser comunicado a esa repartición
el día hábil siguiente de ocurrido. .
b) En el segundo caso, .igual comunicación deberá enviar la socie­
dad a la Superintendencia si algún acreedor solicitare la quiebra
de ella, sin perjuicio de que el juzgado ante el cual se entablare
la acción deba poner este hecho en conocimiento de la Supe­
rintendencia, como asimismo, comunicar la declaratoria poste­
rior de la quiebra. Aun cuando no con meridiana claridad, la
redacción de la ley indicaría que esta última obligación se aplica
sólo a las sociedades abiertas.
4. Informar a la Superintendencia para solicitarle el visto bueno
necesario para inscribir la transferencia o transmisión de acciones que
ocasione la disolución de la compañía, por el hecho de pasar todas
las acciones de la sociedad al dominio de una sola persona. La Supe­
rintendencia no otorgará su autorización sino cuando se hayan tomado
las medidas conducentes a resguardar los derechos de los terceros que
hubieren contratado con la sociedad (Art. 107).
5. Informar a la Superintendencia de todas aquellas personas,
naturales o jurídicas que, de acuerdo a lo definido en los Arts. 96,
97, 98 y 99 de lá Lvs, tengan acuerdo de actuación conjunta," controlen
la sociedad y sean accionist� en forma directa de ésta 121 •
6. Informar a la Superintendencia y al público en general acerca
de las operaciones con personas relacionadas (Art. 100) 122 •
8. Sanciones
377. En el curso de la obra nos hemos referido a distintas sanciones
que contempla la ley por infracción a sus preceptos. Aquí nos parece
121
Of. 4.067 de 30.11.87 de la Superintendencia.
122
Ver Of. nota anterior.
197
útil señalar que los Arts. de _los cuales ya nos hemos ocupado, que
tratan específicamente de las sanciones aplicables a los directores en
relación con las obligaciones de informar, son los siguientes: 135 de
la LSA, relativo a la falta de fidelidad; y al Art. Nº 10 de la Lvs,
referente a informaciones públicas y reservadas. Por otra parte, el
Art. 55 se ocupa- de normas generales que rigen las sancioñes de
infracción de disposiciones de la LVS. En cada uno de estos preceptos
se dispone que los directores responderán solidariamente de los per­
juicios que causaren, lo que en sus casos no obsta a las sanciones
administrativas que pueda aplicar la Superintendencia.
II. OBLIGACIÓN DE RESERVA
378. Al tratar de la obligación de informar señalamos que los
documentos a que se refiere el Art. 54 de la LSA, referente a las
sociedades en general, y el Art. 61 del Regl., que trata de las filiales,
deberían quedar a disposición de los accionistas en las condiciones
ahí señaladas.
379. Por otra parte, el Art. 1O de la Lvs acentúa que las entidades
inscritas en el Registro de Valores deberán proporcionar a la Superin­
tendencia y al público en general las mismas informaciones a que
están obligadas las sociedades anónimas abiertas, con igual peri­
odicidad, publicidad y forma.
380. Con respecto a los documentos referidos, tanto el Art. 54
como el Art. 1 O citados establecen, prácticamente en los mismos
términos, que con lá aprobación de las tres cuartas partes de los
directores en ejercicio, en sus respectivos casos, podrán dar. el carácter
de reservados a ciertos hechos o antecedentes que conciernan a nego­
ciaciones aún pendientes, los cuales, al conocerse, puedan perjudicar
198
el interés social. Agrega ese artículo 10 que las decisiones y acuerdos
correspondientes deberán ser comunicados a la Superintendencia al
día siguiente hábil a su adopción.
381. A este propósito dichos artículos 54 y 10 previenen que el
director que dolosa o culpablemente concurra con su voto favorable
a· la declaración de reserva de los documentos referidos, responderá
solidariamente de los perjuicios que ocasionare.
382. Cabe advertir que, mientras el Art. 54 se refiere a los
directores que concurran con su voto al acuerdo, el Art. 10 men­
dona no sólo a quienes concurran, sino también a quienes califiquen
como reservado el hecho o antecedente del caso, diferencia de
expresión que, a nuestro juicio, no tiene alcance práctico que llame
a comentario especial.
383. En cuanto a los negocios de la sociedad y de la información
[social a que los directores tengan acceso en razón de sus cargos, el
·,Art. 43 establece la norma general de que los directores están obligados
1a guardar reserva al respecto, siempre que se trate de materias que no
:hayan sido divulgadas oficialmente por la compañía. Esta obligación
!no rige cuando la reserva lesione el interés social o se refiera a hechos
� omisiones constitutivas de infracción de los estatutos sociales, de la
legislación aplicable a las sociedades anónimas, o de sus nonnas com­
plementarias.
384. La LVS, en su Art. 13, a su tumo, señala que deben guardar
estricta reserva los directores que en razón de su cargo o posición
tengan acceso a información de la sociedad y de sus negocios, que
aún no haya sido divulgada oficialmente al mercado en cumplimiento
de lo dispuesto en la Lvs y que sea capaz de influir en la cotización
de los valores de la misma.
385. Prohíbe también dicho precepto que esas personas y las que
aquí se señalan se valgan de una información reservada para obtener
ventajas para sí o para otros, mediante la compra o venta de valores.
199
Ellas deberán velar para que esto tampoco ocurra a través de subor­ concurran con su voto favorable al acuerdo o a la actuación corres­
dinados o terceros de su confianza 123• Las personas referidas que hayan pondiente, pueden instar a algunos de ellos a eludir tal actuación, no
actuado en contravención a esas normas deberán devolver a la caja obstante ser la reserva beneficiosa para la sociedad.
social toda utilidad que hubieren obtenido a través de transacciones
de valores de la sociedad. La persona perjudicada por infracción a
estos preceptos tendrá derecho a demandar indemnización de las per­
sonas indicadas, excepto si estaba en conocimiento de la información
reservada. Quienes infrinjan estas. normas pueden, además, quedar
incursos a las sanciones contempladas en el Art. 28 del DL N° 3.538,
aplicables a las' sociedades, gerentes y administradores.
386. Corno puede apreciarse, dar o no, según el caso, carácter
reservado a documentos, hechos o antecedentes, implica asumir serias
responsabilidades.
387. La facultad de declarar la reserva en las instancias referidas,
entraña un dilema para los directores. En efecto, es posible que una
decisión sobre la conveniencia o inconveniencia de guardar reserva
no sea clara ni fácil de dilucidar o decidir, ya que el perjuicio del
interés social en instancias diversas puede producirse tanto si se esta­
blece o no la reserva. Estas circunstancias, agregadas a las sanciones
solidarias que impone la ley a los directores que dolosa o culpablemente

123 Ver Circ. Nº J.003 de la Superiotendencia, de 21.03.91, que establece que

se entenderá por ejecutivos de la persona o entidad fiscalizada a todos los directores,
administradores de ella, gerentes generales, gerentes y subgerentes y, en general,
toda persona que a juicio de la entidad fiscalizada, en razón de su cargo o posición,
tenga acceso a foformación relevante de la sociedad y/o de sus negocios. También
exige esa circular que la información debe actualizarse al 15 de enero de cada año.
La circular 2.506, de 10.7.87, incluye entre las personas afectadas por la reserva a
aquellas que, sin ocupar cargos en las sociedades mismas, se encuentran por alguna
razón o circunstancia, vinculadas o relacionadas con ellas, o con cualquiera de sus
trabajadores o funcionarios (consultores, intermediarios de valores, parientes, audi­
tores externos, clasificadores de riesgo, etc.) Es obligación de los directores impedir
el mal uso o aprovechamiento de esas informaciones por las personas referidas.

200
 ÍNDICE
(Se hace referencia a N• de Artículos)
ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
EN LA LEY CHILENA
Acción conjunta,404.
Acción de clase, 404.
Acción individual,18,165 a 167,345,
398,417,419.
( Ver acción de responsabilidad en
legislación extranjera).
(Ver acción social).
Acción oblicua o subrogatoria, finali­
dad,405.
discusión si es regla general o no,
406 a 408,412 a 416.
falta de normativa de aplicación ge­
neral,402.
Acción social, 18, 165 a 167,391.
(Ver acción individual).
aplicación,417,418.
no cabe política "de resultados",
418.
(Ver deberes fiduciarios, deber
de diligencia y obligación de
resultado).
Actos y contratos de la sociedad en que
el director tenga interés,Art. 44 LSA,
410 a 416.
Arbitraje, 403.
Justicia Ordinaria,403.
Sanciones, 411.
ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
EN LEGISLACIÓN EXTRANJERA
Acción de clase en.EE.UU., 392, 393.
Acción derivativa en EE.UU., 394 a 398.
235
TEMÁTICO
Acción directa, 398, 399.
En legislación argentina,401.
En legislación EE.UU., 390, 391, 393.
En legislación española, 400.
Preemptive rights
(Ver accionistas).
ACCIONES
Cesión.
inscripción,327,332, 333,424.
fonnalidades, 326.
no puede limitarse, 326.
pactos, 335,336.
Deben tener igual valor, 311.
Delegación por junta en directorio para
fijar precio y colocarlas,316.
División capital en acciones, 311.
Especificación del capital social, 3 IO.
Impagas, 320.
Modificación del capital, 311, 314,
315, 321.
Pago en dinero efectivo o en bienes,
312, 313.
Precio de colocación, 324, 372.
Reajuste en UF saldos insolutos precio,
319.
Resolución por Superintendencia, difi­
cultades en tramitación e inscrip­
ción, 328.
Responsabilidad cedént� en trasferen­
cia acciones impagas, 325.
Suscripción,formalidades,322.
Suscripción y pago de aumentos capi­
tal, 318,323.
Suscripción y pago por accionistas fun­ Condu�tas prohibidas por ley o estatu­
dadores, 317. tos en LSA, 271 a 285.
Traspasos consecuencias,273, 276, 280 a 285.
calificación y jurisprudencia, 329, Deber actuar dentro objeto social, 303.
330, 332. (Ver objeto social).'
inscripción en la sociedad,332,333. Deber de diligencia y cuidado, 250,
Valores expresados en moneda extran� 251.
jera� 319. características, 252, 259.
obligación de medio, 260 a 262.
obligación de resultado, 249, 260 a
ACCIONISTAS 262.
Acuerdos de actuación conjunta, 110, (Ver acción de responsabilidad
en ley chilena, acción social).
113 a l l 7, l 28.
Deber de lealtad, 263.
responsabilidad de los directores,
en los Estados Unidos 264, 265,
128.
268.
Igualdad supuesta de accionistas en la
en LSA, 269.
sociedad, 101, !02.
Delitos y cuasidelitos civiles,271,277,
Mayoritarios, 103, 104.
278.
Minoritarios, 103.
Emisión de debentures convertibles en
Nonnas de protección en proyecto de
acciones 275.
LSA, 107.
Errores honestos, 254, 261, 262.
Protección l 05, 106.
Modelo ley sobre sociedades comercia­
Preemptive rights, 105, 399.
les (model business corpor.ttions
ael) EE.UU., 249, 250.
CONTROLADORES Operaciones en que director tenga in­
terés por sí o en representación, 287
Concepto, 117, 128. a 289.
Toma de control sociedad, operaciones, condiciones imperan­
concepto, 120, 12 l. tes en el mercado, 287 a 290.
conflicto de intereses, 122, 123. infracciones, 291 a 293.
formas, 124. infracciones al Art. 44 LSA, 286 a
norrn1:1s legales, 125 a 127.
289, 291 a 294.
responsabilidad directores. 128. Reforma de estatutos, proposición,
273.
Tomar préstamos en dinero o bienes,
DEBERES FIDUCIARIOS
279, 280.
Acuerdos emisión de valores, 274,275. Uso en provecho del director
Actuación de buena fe del director, 250 de oportunidades comerciales, 281.
y 251. Violación del deber-de diligencia en
Clasificación en legislación anglosajo­ EE.UU, 253, 254.
na, 248, 249, 253. errores honestos, 254.
Clasificación deberes directores, razonable juicio comercial en el de­
246, 247. recho, 255 a 258.
236
DIRECTORES
Aceptación o rechazo del cargo, 152,
159.
Aptitud para desempeñar el cargo p. 31
y p. 32.
Conductas prohibidas.
(Ver deberes fiduciarios, conductas
prohibidas), 246.
Deber de diligencia y obligación de re­
sultado, 252.
(Ver deberes fiducia_rios, deber de
diligencia y obligación de resul­
tado).
Deber de lealtad, 263.
(Ver deberes fiduciarios).
Delegación funciones, 145.
Discre�ionalídad en desempeño de sus
funciones, p. 33.
(Ver deberes fiduciarios).
Exoneración de responsabilidad, 235,
236,250.
Incapacidades e inhabilidades para ser
director.
consecuencias de infracciones, 183,
184.
efectos sobre acuerdos directorio,
185 a l90.
generalidades, 168 a 171.
incapacidad, 172 a 174.
inhabilidad en sociedades abiertas y
sus filiales, 182.
inhabilidad en sociedades en gene­
ral, 175 a 181.
legislación extranjera 191, 192.
Mandatarios de los accionistas, 130.
Mandatarios de la sociedad, 129.
No representan individualmente a la so­
ciedad, 210.
Número, 211.
Obligación de medio y de resultado.
(Ver deberes fiduciarios).
Protección frente a responsabilidades y
demandas, p. 32 y 33.
237
Relación con la junta, 48 a 53.
Remuneración.
concepto, 237.
detenninada por estatutos o junta,
36, 238 a 242.
devolución solidaria en caso trans­
gresión, 244.
infonnación sobre remuneraciones,
243.
(Ver obligación de ínforrnaT·>-.--­
normas que rigen filiales, 245.
Renuencia para desempeñar el cargo,
p. 32 y 33.
Responsabilidades adicionales.
ausencia al adoptar un acuerdo, 29.
beneficios indebidos, 30.
disolución sociedad por sentencia,
30, 36.
por reparto dividendos, 28.
quiebra de la sociedad, 31.
Titulares y suplentes, 211, 212, 214.
Vínculo jurídico. con sociedad, 150.
151, 153, 154, 157, 165.
acto-condición, 148, 149.
ante-actos o ante-contratos. 149,
156.
contrato de adhesión, 162.
contrato innominado, 161 .
relación contractual con la socie!,iad,
10, 18, 156, 158,160, 163, 164,
166.
DIRECTORIO
Actas de sesiones, 233.
ausencia del director, 236.
constancia de oposición, 28 a 30,
234, 235.
formalidades, 233.
sustitución del aeta por otro docu­
mento, 234.
Administración de la sociedad, 144,
146, 154, 155.
delegación, facultades, 145.
representación, 144.
Ausencia,236.
Citación sesión extraordinaria, 222 a
225.
Co.mo ótgano de la sociedad,137 a 143,
153, 165.
Designación de presidente, 219.
Facultades frente a junta y viceversa,
(Ver junta).
Forma de ejercer sus funciones, 2 W,
211,219.
Funciones del presidente,219, 220.
Número de directores,211.
Quórum 215 a 218.
Ratificación, 230, 231.
Renovación por vacancia,213,214.
Representación.
concepto,132 a 135.
en el caso de personas jurídicas,
136.
Sanciones por falta citación,226 a 230.
Sesiones ordinarias y extraordinarias,
221.
citación a sesiones extraordinarias,
221 a 225.
citación a sesiones ordinarias,221.
consecuencia de citación defectuo­
sa,226 a 230
naturaleza de citación, 227.
saneamiento a acuerdos adoptados,
230 a 232.
Sesiones ordinarias y extraordinarias,
221.
Teorías sobre su naturaleza.
teoría del órgano, 137 a 143,150.
otras teorías, 131 a 136,143.
Titulares y suplentes,212 a 214.
Vínculo contractual con sociedad,147,
148.
DISOLUCIÓN DE
LA SOCIEDAD ANÓNIMA
Causales, 423 a 427.
Formalidades,426.
238
Generalidades,420. nombramiento, 443. Inexistencia.
Subsistencia de personalidad jurídica, obligaciones,452, 453. en doctrina, 195.
421. sanciones 453,454. en la L'iA, 196,199, 202,203.
Término funciones de directores, 421, Sistema dual:' inspectores de cuentas o Nulidad,197,198,206 a 208.
422. auditores externos, 430. Nulidad de sociedad por omitir objeto
Superintendencia. social,303.
DIVIDENDOS apremios,438. Responsabilidad de los directores, 203
creación 431. a 205,209.
interpretación y dictación de nor­ Sociedades de hecho,199 a 202,207,
Deben emanar de las utilidades, 351,
mas, instrucciones y órdenes 209.
352.
433. prescripción,205,208.
Dividendos mínimos, 341 a 343,347.
principales atribuciones para fiscali­
Distribúción,348.
zar 432 a 439.
No repartÓ,344, 345. JUNTA DE ACCIONISTAS
Opcionales,355.
GRUPOS EMPRESARIALES Actas,97 a 100,233.
Pago.
Actas y responsabilidad de directores,
fecha, 349,350. Actuación conjunta, concepto, 113 a
97.
forma,346. 116.
Asistencia,90 a 93.
formalidades 349,350. Actuación conjunta y grupos de con­
Calificación poderes para asistir, 94 a
Pago en acciones, 354,355. trol,110.
96.
Política distribución amplia o restricti­ Calificación legal de grupos de control,
Cierre registro accionistas,87, 88.
va, 337,338,340,369. 111,112.
Convocatoria y citación a junta ordina­
constancia en acta,338. Controladores y grupos empresariales.
ria y extraordinaria, 71 a 77.
vigilancia por la Superintendencia, (Ver controladores).
Facultades administrativas,55,56.
338,339. Evolución opinión pública sobre grupos
Facultades administrativas que puede
Provisorios,353. financieros,108.
reservarse,56 a 59.
Responsabilidad del directorio, 353. Facultad Superintendencia para califi­
Facultad Superintendencia para suspen­
car si existe o no actuación conjunta,
derla,83,84.
FISCALIZACIÓN 114.
Facultades frente al directorio y vice­
DE SOCIEDADES ANÓNIMAS Grupo empresarial, concepto, 118,
versa,52,53,56, 59,62.
119.
(Ver directorio).
Auditores externos. Impuestos discriminatorios·· honorarios
Formalidades en celebración, 86, 89,
asesoría,450. de los directores, 109.
90,93.
atribuciones y obligaciones, 447, Pactos actuación conjunta con personas
Impugnación acuerdos junta por accio­
449,451,452. jurídicas extranjeras,116.
nistas,59 a 63.
designación,447,448. Incumplimiento de formalidades para
JNEXISTENCIA Y NULIDAD
responsabilidad y sanciones, 453, citación y convocatoria,78 a 82.
DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA
454,460. Materias de junta extraordinaria,67 a
Impugnación,resoluciones de Superin­ Consecuencia de falta de citación, 227 70.
tendencia,440,441. a 229. Materias de junta ordinaria,64 a 66.
Inspectores de cuentas. Ejercicio de acción de nulidad, 204 a Obligación de comunicar a Superinten­
atribuciones,442, 446,451. 207. dencia,83,84.
designación,442,445. Incumplimiento, formalidades, 193, Órgano expresión voluntad colectiva,
incompatibilidades,444. 194, 197. 47.
239
Participación Superintendencia,9 3.
Poderes para representación en juntas,
94 a 96.
Presidente de la junta, 91.
Relación entre junta y directores,49 a
SI, 58,65.
(Ver directores).
Responsabilidad director por falta cita­
ción,80.
MEMORIA 'f BALANCE
Balance gen�ral del ejercicio,349,351,
368.
aprobación,6,180,311,314.
entrega,367.
rechazo por junta,180.
Memoria anual,42,243, 351, 368.
aprobación,6, 66.
derecho accionistas incluir proposi­
ciones, 367.
OBJETO SOCIAL
Actuación fuera objeto social, 303,
305.
Deber actuar dentro del objeto social,
303.
sanción, 305 a 308.
Doctrina de ultra vires,295 a 297, 300.
en derecho anglosajón, 297, 299,
301, 302.
sanción del ultra vires,307.
Especificación del objeto social, 307.
púede tener múltiples objetos espe-
cíficos,303,304.
Estoppel,298.
Importancia objeto social,295.
OBLIGACIÓN DE INFORMAR
Deberes de informar, 363, 379.
permanentes de sociedades de oferta
pública, 373.
permanentes de sociedades en gene­
ral, 365.
puntuales de sociedades inscritas en
registro de valores,376.
puntÚales de sociedades en general,
372.
recurrentes de sociedades en gene­
ral,366 a 371
recurrentes de sociedades de oferta
pública, 374,375.
sanciones,'363,377.
Deberes de infonnar en legislación
EE.UU.
acta de valores (securities act) 357.
jurisprudencia,359.
transparencia,357,360.
Obligación de reserva, 378,379.
declaración de reserva de documen­
tos, hechos y antecedentes, 380
a 383.
dilemas de los directores,387.
directores con acceso a información
reservada 383, 384.
inspectores de cuentas,453.
(Ver inspectores de cu�ntas).
para obtener ventajas, 385.
responsabilidad solidaria por decla­
ración o calificación de reserva,
381,382.
Organización sociedades para infor­
mar, 361, 362.
Preceptos legales,reglamentarios,dic­
támenes y resoluciones Superinten­
dencia,356,362,363.
PERSONAS RELACIONADAS
Calificación por Superintendencia, 38.
Condiciones de equidad en operaciones
entre empresas relacionadas, 45,
290 y 294.
(Ver sociedades coligadas y so­
ciedades filiales).
Empresas relacionadas en legislación
societaria, 37.
Facultad Superintendencia requerir in­
formación,39.
(Ver deber de informar).
ObligacióJl infonnar a Superintenden­
cia,3?.
PRESUNCIONES
Concepto de presunción,19.
Peso de la prueba,20,21.
Presunciones de derecho,19,20,22 a
26.
(Ver directores, responsabili­
dad).
Presunciones en Código Civil,20.
Presunciones legales,21,22,27 a 3 l .
(Ver directores, responsabili­
dad).
RESPONSABILIDAD
Concepto de responsabilidad penal,4.
Concepto de responsabilidad civil, 3,
4.
Dolo o culpa como elemento de res­
ponsabilidad,5,34.
Duración de la responsabilidad de los
directores,6,7.
Exoneración responsabilidad director,
250,251, 261,262.
legislación anglosajona,253 a 256.
Limitación o exoneración de responsa­
bilidad de los directores, 6.
Presunción de responsabilidaq de direc­
tores.
(Ver presunciones).
Responsabilidad civil directores, I,9.
Responsabilidad de las personas jurídi­
cas, 9.
Responsabilidad en el derecho penal
económico,4.
Solidaridad en la responsabilidad de los
directores.
(Ver solidaridad).
RESPONSABILIDAD
CONTRACTUAL Y
EXTRACONTRACTUAL
Constituye regla general,11 a 14.
Diferencia entre una y otra y ili"'"
hc"='"u""'lt,-a---­
des para la clasificación I O,14 a 18.
Solidaridad en obligación extracontrac­
tual, 34.
(Ver solidaridad).
SANCIONES
Civiles,penales y administrativas, 458
a 460.
Nonnas generales, 455 a 457, 466,
467.
Por las personas jurídicas,465.
Por Superintendencia,461 a 464.
SOCIEDADES ABIERTAS
Y CERRADAS
Concepto de clase corporation, p. 27.
Definición, p. 26 y p. 27.
Mensaje del ejecutivo,p. 27.
SOCIEDAD ANÓNIMA
Autorización gubernativa,25 a 27
Capitalización,p. 29 y p. 31.
Críticas, p. 30 y 31.
Despérsonalización,p. 24,y p. 25, 29
y 30.
Economía social de mercado,p. 31.
Facilita capitalismo popular, p. 31.
Importancia,p. 23 y p. 24.
Instrumento fundamental de inversión
de personas, p. 24 y 25.
No requiere affectio societatis, p. 24,
25, 29,30,31,202.

240 241
Unipersonales. p. 30 y 31. condiciones de equidad en mercado
de personas, p. 24 y 25. entre matriz y filiales, 45, 290,
Sociedad de capitales, p. 25. 294.

SOCIEDADES COLIGADAS Y SOLIDARIDAD

FILIALES
Casos de solidaridad en LSA, 36,
Participación recíproca de capital. 466.
ejemplo, 43. Concepto legal de solidaridad, 33.
personas y entidades afectadas, 41, Presunciones de solidaridad, 27.
42, 44, 45, 290, 294. (Ver presunciones legales).
Sociedad coligada. Regla general en CSA, 32.
concepto, 40, 41. Responsa6ilidad solidaria directores, 2,
Sociedad filial. 35, 36.
concepto, 40, 41, 245.

El autor agradece a su colega Santiago Ortúzar D. su participación en la corifección

del índice temático.

242