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LA GENTRIFICACIÓN Y LA RENOVACIÓN A PARTIR DEL ARTE.

EL GIRO SOCIAL DEL ARTE EN EL

MACRO MURAL DE HIDALGO

Telpalo Jiménez Saúl Jair1

Introducción

En el año 2014 durante las acciones del programa “Nos mueve la paz” implementado por la
Secretaria de Gobernación del Estado de Hidalgo se aprobó la creación de un Macro Mural
en una de las zonas vulnerables de la capital, tal acción formaría parte de otras actividades
culturales guiadas a la prevención de la violencia y delincuencia en el lugar, que incluiría una
serie de conciertos, pinturas y todo tipo de labor artístico. La primera etapa de la obra sería
inaugurada el 31 de agosto del 2015, seguido por otras dos etapas complementarias el 13 de
noviembre de 2017 y el 23 de marzo del 2018 respectivamente. El mural consiste en una
superficie pintada de 40,000 m2 repartida en alrededor de 659 casas. Lo interesante del mural,
sin embargo, más allá de la gran cantidad de pintura y lo que se podría decir acerca de su
tamaño será la defensa que acerca de él se enuncian en los distintos medios. Aquellos
artículos periodísticos en donde se señala la importancia del mismo a partir del impacto social
que éste puede llegar a tener: “Government-funded muralists have turned the hillside into a
giant work of art, while helping locals to find employment opportunities and develop a sense
of community. ´The neighborhood changed completely. The colors gave it life, ´ says Doña
Chela, a local pastry chef.”2

Las menciones acerca de este aspecto de la obra abundan más que de los comentarios
acerca de su constitución. El mural defendido como un ejemplo más de actividades de
gentrificación y regeneración de un determinado sector, parece no tener importancia más allá
de estos desarrollos, cayendo en aquello que enunciaba Claire Bishop (2006), es decir, en

1
Estudiante de la Licenciatura en Filosofía en la BUAP
2
Duncan Tucker, “Mexican muralists transform violent neighborhoods” en BBC NEWS Online.

1
una concentración mayor en el aspecto social de un fenómeno cultural y un olvido total de
los fundamentos y aspectos estéticos del mismo. Y es que está podríamos mencionarla como
una característica esencial de todo el arte basado en estos conceptos de gentrificación y
regeneración, los cuales no podrían ser clasificados sino bajo la luz de lo que se menciona
como arte social. Pero ¿es acaso este el verdadero límite de la obra? ¿No hay algo que
sobresalga de ella más allá de la causa de su creación?

Gentrificación y Renovación. El giro social del arte

Primero hay que comenzar señalando lo que entendemos como gentrificación y arte
regenerativo. Para esto los estudios acerca de los movimientos de arte urbano nos son útiles,
y así en sus trabajos Luca Palermo (2014) nos brinda una clara definición de lo que podemos
comprender como regeneración:

Regeneration can be defined as the transformation of a place (residential, commercial or open


space) that has displayed the symptoms of environmental (physical), social and/or economic
decline. Regeneration can have the effect of breathing new life and vitality into an ailing
community, industry and area [bringing] sustainable, long term improvements to local quality
of life, including economic, social and environmental needs.3

En este caso y siguiendo lo mencionado comprenderíamos al arte de regeneración


como aquellas prácticas en las cuales, mediante una determinada labor artística, se brinda
una labor de mantenimiento y restauración, a un sector vulnerable de la sociedad en la cual
se pretende su inserción a un estado de mayor estabilidad en cuanto a aspectos de calidad de
vida. El mural de Hidalgo, por ejemplo, es una clara muestra de este tipo de practicas al éste
desarrollarse desde sus bases como una actividad de campaña en contra de la violencia.
Buscando por lo mismo el crear un sentido de colaboración y de buen actuar social no ya
sólo como consecuencia de la obra sino implementando tales ideas desde su proceso de
elaboración. Ideas que se ven en entrevistas con el gran organizador del mural, el artista

3
Luca Palermo, “The role of art in urban gentrification and regeneration: aesthetic, social and economic
developments” en Il Capitale Culturale, Vol. 10, p.522

2
urbano Enrique Gómez: “By persuading members of feuding clans to paint together he aim
to reduce tensions and engender a sense of brotherhood and community spirit. Aside from
brightening the area with his brushstrokes, Mr. Gómez has given talks, held art workshops
and employed locals to help out.”4

Aunado a estas declaraciones también podemos destacar las acciones en las que se ha
enfocado el grupo encargado del Mural, los llamados Germen Colaboradores, sus apoyos
que se emplearon por parte de las personas de la localidad para la realización del mural,
parecerían apuntar al cumplimiento de aquello que Claire Bishop nos mostraba como
característica en estas actividades del arte social, pues bien lo que nos señala es que la
importancia parece ahora estar en el hecho del proceso de la obra como un punto canalizador
de múltiples fuerzas donde lo importante no es la planeación ni la idea abstracta de un
determinado autor sino que muchas personas trabajen en colectivo para la realización de la
misma. El énfasis está dado en el hecho de cómo tal mural fue realizado, el propósito social
y político que tal persigue y no en el mural en sí mismo.

The social turn in contemporary art has prompted an ethical turn in art criticism. Artist are
increasingly judged by their working process-the degree to wich they supply Good or bad
models of collaboration-and criticized any hint of potential exploitation […] This emphasis
on process over product is justified as oppositional to capitalism´s predilection for the
contrary.5

Ahora bien, no cabe duda que todos los movimientos de arte en la restauración y en
las prácticas de gentrificación tienen su base en un modelo de crítica sin embargo denotamos
en la misma una búsqueda distinta, podemos por ejemplo el notar aquellas declaraciones
acerca de los planes que la presidencia municipal ve en el mural:

Mayor Tellería hopes the exposure will draw foreign tourists. Her government intends to run
guided tours of the murals, creating opportunities for locals to sell snacks and souvenirs to

4
Duncan Tucker, “Mexican muralists transform violent neighborhoods” en BBC NEWS Online.
5
Claire Bishop, “The social Turn: Collaboration and its Discontents.” en Artforum, Vol. 44, p. 180.

3
visitors. ´We want people to visit this place, ´ Ms. Tellería says. ´We need to bring tourism
and generate revenue within these neighborhoods for the benefit of our youth.6 ´

La búsqueda de este tipo de beneficios detrás de la fachada de una buena causa parece
ser un caso recurrente en obras de este tipo que no tienen ninguna otra concentración más
allá de su alcance político y económico. Siendo este tipo de cuestiones ya analizados por
varios críticos del arte como bien lo menciona Loretta Lees (2008), cuando nos advierte la
poca verdad de estos movimientos al concluir: “Social mixing is a one-sided strategy that is
seldom advocated in wealthier neighbor-hoods that may be just as socially homo-geneus—
for example, por people are not being moved/attracted to middle-income suburbs.”7

¿Más allá de lo político?

Entonces nos queda preguntar ¿Hay algo más en ella a parte de toda esta carga política y
económica? La respuesta tendría que venir del análisis de las palabras de su creador y de
aquello en lo que consiste la pintura. Si bien el plan original siempre fue el ver el mural como
una acción en contra de la violencia también podemos denotar el hecho de que había un
significado impreso en la obra que se buscaba transmitir y dar a entender más allá del proceso
de elaboración del mismo. Tal idea bien podría reducirse a una palabra solamente: Identidad.

Las líneas de colores, sin aparente significado a la mirada simulan en realidad olas de
viento, como característica destacada de la localidad en la que se encuentran, una ciudad que
debido a su composición geográfica es caracterizada por las grandes olas de viento que azotan
la región en cualquier temporada del año. Además de esto, dentro del laberinto de calles de
aquella colonia se pueden encontrar múltiples retratos de los habitantes de la zona, como una
especie de memoria pictórica de los dueños de aquellas casas y el desarrollo propio de un
carácter en relación con aquella zona que son sus hogares; su colonia o su ciudad misma.

6
Duncan Tucker, “Mexican muralists transform violent neighborhoods” en BBC NEWS Online.
7
Loretta Lees, “Gentrification and Social Mixing: Towards an Inclusive Urban Renaissance?” en Urban
Studies Journal Limited, Vol 12, p. 2460

4
Sin embargo, ambos aspectos no salen del umbral de lo social e impiden su valoración
más allá de esos criterios, es decir, parece que fuera de los aspectos sociales el Mural de
Hidalgo se queda vacío al eliminar tales puntos. Pues alejándonos del debate acerca de la
efectividad de sus prácticas lo que no podemos pasar de largo es la falta que se presenta en
esta obra ante cuestiones estéticas que le podrían brindar un poco de autonomía y en
consecuencia de esta falta lo que tenemos en realidad es un objeto que se encuentra atado a
su encausamiento político y que fuera de él se puede vislumbrar como vacío. Una muestra
clara de las consecuencias y peligros del arte social.

Conclusiones

Hacer una lectura de una obra de arte o de un evento artístico no es sencillo. El peso del
entorno, la educación de uno mismo y el como tales aspectos afectan la mirada son grandes
factores a tomar en consideración o que al menos no deberían ignorarse. Tener un curso de
Historia de Arte contemporáneo para comprender un poco más de estos despliegues y
repliegues de la significación es necesario ya que entonces se nos da la capacidad de mirar
obras como esta y ver más allá de su colorido, más allá de lo turístico y mediático del asunto
para preguntarnos acerca de algo más, acerca de aquello que pareciera ser ignorado por
aquellos que desarrollaron la obra, su dimensión estética. Previamente hubiera observado el
mural como muchos otros como un movimiento entre muchos otros, como una actividad que
al ser concluida señalaría como simplemente bonita y atractiva a la mirada, siendo incapaz
de ver en él lo que Bishop nos señala, aquel giro social que la constituye y dentro del cual
este tipo de obras son comprendidas. Al final, lo que se puede ver aquí es una búsqueda
política disfrazada con pintura, un propósito tal vez más noble de lo que se ve pero que sin
duda no va más allá que su mismo propósito, y entonces llega a mí la respuesta a aquellas
preguntas dadas al comienzo, y la respuesta es no, no hay más en este mural de lo que se ve,
en lo político y social halla su origen y es en esos campos donde también halla su final. No
más que una actividad social y política.

5
Bibliografía citada

Bishop, Claire, “The Social Turn: Collaboration and Discontents.” en Artforum, núm. 6,
Estados Unidos, Artforum, 2006, pp. 178-183.

Lees, Loretta, “Gentrification and Social Mixing: Towards an inclusive Urban Renaissance?”
en Urban Studies, núm. 12, Inglaterra, Sage, 2008, pp. 2449-2465.

Palermo, Luca, “The role of art in urban gentrification and regeneration: aesthetic, social and
economic developments”, en Il Capitale Culturale, núm. 10, Italia, eum, 2014, pp.
521-545.

Tucker, Duncan, “Mexican Muralists transform violent neighborhoods” en:


https://www.bbc.com/news/world-latin-america-40959839 (ultima consulta: 23de
abril del 2019).

that
Social
vvvv is mixing is a one-sided

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