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LA ADORACIÓN

Quiero contarte que tú y yo fuimos creados para vivir en La Presencia de Dios.

«Les he dado a ellos la misma gloria que tú me has dado para que sean uno, así
como tú y yo somos uno.»
Juan 17:22 PDT

La Presencia de Dios no es solo un concepto teológico, es una realidad que puede ser
experimentada.

«El SEÑOR Dios formó al hombre tomando polvo de la tierra, sopló en su nariz
aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente.»
Génesis 2:7 PDT

Hay una clase de vida que viene solo cuando estamos conectados a la Presencia De
Dios, el inhalar su aliento de vida, su Presencia. En su Presencia manifiesta toda
necesidad humana puede ser suplida, encontrar sentido en la vida, propósito, amor,
sanidad, liberación, Milagros, transformación.

Dios esta en todas parte, es omnipresente, pero no se manifiesta, no se muestra en todos


lados. Él se manifiesta donde es bienvenido y donde es adorado en espíritu y en verdad.
La adoración hace que Dios se revele o muestre su presencia.

Adorar significa besar inclinándose con reverencia. Viene de la palabra hebrea “shajah”
que significa postrarse.Transmite la idea de caer de rodillas para rendir homenaje a Dios,
es un acto de reverencia y humillación. 


En el NT aparece la palabra “proskuneo” que viene de pros- que significa hacia adelante y
-kuneo que significa besar. Significa besar la mano de un rey con una inclinación hacia
adelante; es postrarse con respeto y reverencia; es un beso que expresa un alto grado de
sumisión y profunda reverencia, para humildemente suplicar a alguien hacer algo; solo se
compara al perro que lame la mano de su amo en muestra de efecto. 


La adoración es una actitud sincera de humildad, reverencia, respeto y temor del Señor.
No se trata tanto de lo que decimos sino de la actitud con que lo hacemos. Va más allá
porque no implica sólo una postura física, es una actitud del espíritu, el alma y el cuerpo.
Tiene que ver con el derramar interno de nuestros corazones delante de Dios, pidiéndole
que Su Presencia soberana se manifieste. Una vez que hemos dado gracias, que hemos
alabado y adorado, la Gloria De Dios desciende. 


Alabar es como construir una casa para Dios. Adoración es Dios mudándose a vivir a esa
casa. En la adoración somos conscientes de Su santidad. En nuestra adoración Jesús
debe ser coronado. Él debe ocupar el trono de nuestras vidas. Adoramos a Dios por quien
el es. Adoramos la naturaleza de Su santidad.

1. La verdadera adoración provoca que Dios se revele, que Dios se muestre.

«Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se
estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.»
Isaías 6:3-4 RVR1960
Si adoramos con todo el corazón podemos hacer que Dios se revele. En este pasaje
vemos que cuando adoramos Su santidad Él revela Su Gloria.

«Tocaban las trompetas y cantaban al unísono alabando y dando gracias al


SEÑOR. Hacían sonar las trompetas, los platillos y los otros instrumentos
musicales mientras cantaban y alababan al SEÑOR diciendo: «Porque él es
bueno y su fiel amor es para siempre». En ese momento se llenó el templo del
SEÑOR con una nube. Debido a la nube, los sacerdotes no pudieron seguir
celebrando el culto porque el templo de Dios estaba lleno de la gloria del
SEÑOR.»
2 Crónicas 5.13-14PDT

Quiero hablarte de lo que sucede cuando adoras.


Adorar a Dios provoca que su Gloria se muestre como en este pasaje. Dios en respuesta
de la adoración estaba mostrando su Gloria. El clamor lleno la casa y Dios comenzó a
llenar esa casa con Su Gloria.
Y que es este humo del que habla el pasaje.
Hablar de realidades espirituales no es fácil entonces voy a usar este ejemplo para que
puedas entender.

ESPÍRITU, HÁLITO
rûaj (7307 ,ַ‫)רוח‬, «aliento; hálito, aire; viento; brisa; espíritu; coraje; temperamento;
Espíritu».
Primero, el vocablo significa «hálito» o «aliento», el «aire» que se respira.
Rûaj también puede referirse a hablar o al «hálito» de la boca: «Por la palabra del Señor
fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca» (Sal 33.6;
«soplo» RVA; «espíritu» RV; cf. Éx 15.8; Job 4.9; 19.17).

La Biblia habla a menudo acerca del «Espíritu» de Dios. Este es el significado de rûaj la
primera vez que aparece el término: «Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de
las aguas» (Gn 1.2 RVR). Isaías 63.10–11 y Sal 51.12 hablan específicamente del
«Espíritu Santo o libre».

Una atmósfera es la capa de aire que rodea la tierra, o la capa gaseosa que rodea un
cuerpo. Una atmósfera espiritual es la nube de la presencia De Dios que nos rodea(Exodo
16.10-11, Mt17.1-5. Por ejemplo en invierno cuando hace mucho frió respiras y puedes
ver el aliento de tu boca como sale, puedes ver la atmósfera que produce tu aliento. La
alabanza y la adoración producen el aliento de Dios en medio nuestro, el aliento de Dios
es vida. Eso provoca que el cielo invada la tierra. Por ejemplo cuando Jesús sanó al ciego
lo sacó del pueblo en el que vivía porque ahí había incredulidad y pudo sanarlo. En ciertas
áreas no podremos ver la Gloria de Dios a no ser que haya un cambio en la atmósfera y
traigamos el Cielo con Adoración.

2. La adoración en espíritu y en verdad sólo sucede cuando ya no estamos conscientes


de nosotros mismos. No vas a poder adorar si estás cantando y estás pensando en
la comida. No podrás adorar si no lo sueltas todo.
3. La verdadera adoración trae la Presencia de Dios. 

El propósito principal es tener experiencias continuas con su presencia para ser
transformados a la imagen de Jesús y mostrar el poder de Dios al mundo. En la
presencia de Dios hay sanidad, liberación, transformación, sueños, visiones…
Podemos oír su voz. Es donde nos convertimos en Portadores de Su Poder y su
Amor al mundo. En Su presencia recibimos denuedo para hablar de Jesús, sanar al
enfermo, liberar al cautivo y hacer milagros.

4. La verdadera adoración transforma al adorador


Ejemplo de María que se humilló ante Jesús y Él la perdonó y cambió su identidad.

«Había en el pueblo una mujer de mala vida. Cuando se enteró de que Jesús estaba
comiendo en la casa del fariseo, le llevó un frasco de alabastro con perfume en aceite. Se
colocó detrás de Jesús, llorando a sus pies y empezó a mojarle los pies con sus lágrimas.
Los secó con su cabello, los besó y los ungió con el perfume en aceite.
Entonces Jesús le dijo a la mujer: —Tus pecados son perdonados. Los que estaban
comiendo con ellos se dijeron a sí mismos: —¿Quién es este hombre que se atreve a
perdonar pecados? Pero Jesús le dijo a la mujer: —Tu fe te has salvado, vete en paz.»
Lucas 7:37-38, 48-50 PDT

Nos convertimos en lo que adoramos. Cuando adoramos al Dios vivo recibimos nueva
vida en Jesus. Nadie puede permanecer en la Presencia de Dios sin cambiar o ser
transformado. Su luz expone nuestra verdadera condición y su fuego nos purifica.

5. La verdadera adoración es intimidad con Dios. 



Nos volvemos uno con su corazón, con sus planes, su visión, su lucha y su victoria.
Por eso nuestra adoración no puede ser mecánica.

Cuando tú adoras a Dios estás respondiendo a tu principal llamado del cielo a tu vida.
Cuando adoras estás atrayendo la Presencia de Dios a tu vida. En la Presencia de Dios
nada es imposible porque él toma el control. En su Presencia eres perdonado, eres
amado, eres cambiado, eres sanado. Pero es importante que te acerques a su Presencia
con una actitud de tu corazón de humildad.
Si necesitas ser perdonado humíllate arrepiéntete, quedarte callado ante Dios solo hará
que te endurezcas aún más. El esta aquí en esta noche y quiere encontrarse contigo.

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