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INTRODUCCIÓN

Abraham Valdelomar es un caso excepcional dentro de la literatura peruana,


elogiado y atacado en vida como ningún otro escritor de su país, estuvo decidido a triunfar
en su medio para lo cual no dudó en adoptar posturas desafiantes y escandalosas a la
manera de Oscar Wilde, a quien seguramente quiso imitar. Sin embargo, detrás del
decadentismo que solía mostrar en público y su apego a las frases brillantes e irónicas, se
descubre un auténtico temperamento artístico, lleno de sentimiento y nostalgia, que se
manifiesta en sus mejores poemas y en los cuentos criollos.

Está considerado una figura muy influyente en el medio intelectual y artístico del
siglo XIX, esa atmósfera (o ilusión) de era refinada y decadente que el crítico Luis Alberto
Sánchez ha llamado "la belle époque peruana". En poco tiempo, Valdelomar hizo de todo:
periodismo, poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, crítica. Como lo hizo con elegancia y
entusiasmo, esa energía se comunicó a gente de su edad y aun menores, que lo vieron
como un maestro capaz de guiar sus gustos e inquietudes; entre ellos, alguien de la talla de
Vallejo.

Aunque adoptó la pose de dandy y snob, supo reflejar también el entorno de la


aldea pobre y sus callados ritos de una manera que anuncia las búsquedas del criollismo.
Este hombre que usó el aristocrático seudónimo de El Conde de Lemos y que gustaba
firmar Val-del-omar, era en realidad un provinciano, nacido en Ica y criado en Paracas, en
la costa sur del Perú. Sus contactos con el mar y el mundo campesino son experiencias que
dejaron huellas en su obra aduró literariamente.

Allí escribió su cuento más famoso El Caballero Carmelo que aparecería después
(Lima, 1918) en el volumen de cuentos homónimo y por el cual se le considera un
innovador del género. De regreso a Perú, prosiguió su labor periodística y en 1916 fundó la
revista Colónida, considerada la mejor de su época en Lima, pese a durar sólo cuatro
números.

Ese mismo año algunas composiciones poéticas suyas aparecieron en una antología
colectiva titulada Las voces múltiples (Lima, 1916); el resto de su poesía sólo se conoció
póstumamente. Publicó también Belmonte el trágico (Lima, 1918), ensayo de una estética
futura, a través de un arte nuevo, que él mismo advierte poco tiene que ver con la crítica
taurina.

Su poesía también es notable por su evolución singular del modernismo al


postmodernismo, teniendo incluso atisbos geniales de vanguardismo. Aquella es de una
sensibilidad lírica extraordinaria que tiene como máxima expresión la de ser un vuelco
hacia su interioridad. Pero esta interioridad debe entenderse como una expresión directa e
íntima (por tanto, creativa) de la realidad.

Esta poesía tiene como ejemplos fulgurantes a Tristitia y El hermano ausente en


la cena de Pascua, los cuales presentan a su autor como un poeta dulce, tierno y profundo,
saturado de paisaje, de hogar y de tristeza. Es imposible no relacionar su poesía con la de
su compatriota César Vallejo, sobre todo con el primer poemario de éste, Los Heraldos
Negros, y en especial la sección "Las canciones del hogar", en que el tema familiar,
asumido con amorosa filiación a la vez de hijo y hermano, emparentan estrechamente sus
poéticas. De hecho Vallejo admiraba vivamente a Valdelomar, que era mayor que él, al
punto de que lo entrevistó cuando llegó a Lima e incluso le pidió que prologara Los
Heraldos Negros, lo que nunca llegó a concretarse.

Pedro Abraham Valdelomar Pinto


(Ica, 27 abril de 1888 - Ayacucho, 3 noviembre de 1919)

1. BIOGRAFIA
Nació en Ica, como el sexto hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de
la Asuncion Pinto Bardales. Hasta los cuatro años de edad vivió en una pequeña casa en la
Calle Arequipa # 286 de su ciudad natal, Ica. Hasta el año 2007 podía apreciarse una placa
recordatoria en dicha casa señalando el hecho; lamentablemente, el terremoto de aquel año
provocó el derrumbe completo de esta primera casa de Valdelomar.

En 1892 se trasladó con su familia al puerto de Pisco, donde su padre encontró trabajo
como empleado de la aduana. Allí empezó sus estudios primarios. Las experiencias de su
infancia, vinculada al mar y al campo, influyeron decisivamente en su obra. En 1899 se
trasladó a Chincha donde concluyó su educación primaria.
En 1900 viajó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe; allí fundó y
dirigió un periódico escolar: La Idea Guadalupana (1903). En 1904 concluyó sus estudios
secundarios y durante unos meses desempeñó el puesto de archivero en la Inspección
Municipal de Educación de Chincha.

En 1905 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin embargo,


dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas como Aplausos y
silbidos, Monos y Monadas, Fray KBzón, Actualidades, Cinema y Gil Blas. Luego
desplegó su talento literario que fue acogido por diarios y revistas. Sus primeros versos, de
estilo modernista, los publicó la revista Contemporáneos (1909); sus primeros cuentos
aparecieron en 1910 en Variedades y Balnearios.
En 1910 reanudó sus estudios en la Facultad de Letras de la
Universidad Mayor de San Marcos; ese mismo año se
incorporó al ejército cuando hubo el peligro de una
conflagración con el Ecuador. A raíz de ello empezó a
escribir crónicas para El Diario de Lima, que envió desde
la Escuela Militar de Chorrillos bajo el título de Con la
argelina al viento.
En septiembre de 1910 viajó a Arequipa, Cuzco y Puno.
Su fama literaria se consolidó al año siguiente con dos
novelas cortas que salieron a la luz: La ciudad muerta (1911) y
La ciudad de los tísicos (1911), publicada por entregas en
Ilustración Peruana y en Variedades, respectivamente.

Esta obra temprana (poemas, crónicas periodísticas y cuentos) está marcada por la
influencia del modernismo y de don Manuel González Prada; en sus novelas cortas es más
patente su devoción por Gabriele D'Annunzio.

2. VALORACIÓN E IMPORTANCIA
En 1912 participó fervorosamente en la campaña presidencial de Guillermo Billinghurst.
Tras la victoria electoral de éste, los estudiantes billinghuristas lanzaron la candidatura de
Valdelomar a la presidencia del Centro Universitario de San Marcos. Pero la elección la
ganó otro estudiante, adversario de Billinghurst. En respuesta, Valdelomar fundó el Centro
Universitario Billinghurista.

El gobierno de Billinghurst le otorgó la dirección del diario oficial El Peruano (que ejerció
del 1º de octubre de 1912 al 30 de mayo de 1913), y por R.S. Nº 484 del 12 de mayo de
1913, un puesto diplomático, como Secretario de Segunda Clase de la Legación peruana en
Italia. Antes de partir hacia Europa, Valdelomar se batió a duelo de espada con Alberto
Ulloa Sotomayor, representante de los estudiantes limeños que se oponían a la politización
de la Universidad y que había publicado un artículo de protesta en La Prensa, que
Valdelomar consideró difamatorio. El duelo finalizó sin mayores consecuencias y sin que
ambos rivales lograran reconciliarse (tiempo después Ulloa se amistó con Valdelomar y
prologó su libro de cuentos El caballero Carmelo).

3. VIAJES FUERA DEL PERÚ


En mayo de 1913 salió del puerto del Callao con dirección a Panama, viajó luego a Estados
Unidos, para llegar finalmente a Europa, desde donde escribe para La Naciónde Lima sus
“Crónicas de Roma”. En Italia escribe también “El caballero Carmelo”, cuento con el que
ganó el premio de La Nación, en el mismo año de 1913, tan significativo para su vida. Se
matriculó en la Universidad de Roma, pero ante el golpe de estado del coronel Óscar R.
Benavides (que depuso a Billinghurst el 4 de febrero de 1914), Valdelomar optó por
renunciar a su cargo diplomático. No obstante, antes de volver a Lima, recorrió Florencia,
Milán, Marsella y París.

Valdelomar se embarcó el 1º de julio de 1913 en el vapor Ucayali, con destino a Roma.


Una vez más debió truncar sus estudios universitarios pero viajó con la intención de
retomarlos en Italia (lo que no se concretaría). Desde Roma escribió para el diario La
Nación de Lima sus Crónicas de Roma. Allí también escribe su obra más importante, El
caballero Carmelo, cuento con el que ganó un concurso literario convocado por el diario
La Nación (27 de diciembre de 1913).

4. REGRESO AL PERÚ DE VALDELOMAR


En 1914, tras el derrocamiento de Billinghurst por el
coronel Oscar R. Benavides, renunció a su empleo
diplomático y retornó al Perú. De nuevo en la capital
peruana, sufrió una fugaz detención acusado de
conspirar contra el nuevo gobierno (junio de 1914).

Trabajó luego como secretario personal del polígrafo


peruano José de la Riva-Agüero y Osma, bajo cuya
influencia escribió La mariscala, biografía novelada
de Francisca Zubiaga y Bernales (1803-1835), esposa
del presidente Agustín Gamarra y figura destacada de
la política del Perú de inicios de la República. De
dicha obra hizo luego una versión teatral, con el
mismo nombre, y en colaboración con José Carlos
Mariátegui (1916).

Planeó también editar un libro de Cuentos criollos bajo el título de La aldea encantada,
pero no llegó a concretarlo. Dos de dichos cuentos criollos aparecieron publicados en La
Opinión Nacional: El vuelo de los cóndores y Los ojos de Judas (en julio y octubre de
1914, respectivamente).

En 1915 empezó a trabajar como secretario del Presidente del


Consejo de Ministros del gobierno de José Pardo y Barreda. Se
dedicó de lleno al periodismo y la literatura. Se erigió como un
influyente líder de opinión y un portavoz de la modernidad
intelectual.

Colaboró sobre todo con el diario La Prensa, donde tuvo a cargo


la sección Palabras, dedicada a la política, desde julio de 1915
hasta su alejamiento del diario en 1918. Se hizo popular por sus
burlas hacia los políticos (entre parlamentarios y ministros) de
entonces. También publicó en La Prensa sus Crónicas frágiles,
donde hizo conocido su seudónimo de "El Conde de Lemos";4 y los Diálogos máximos,
que transmitía conversaciones líricas entre él y su amigo José Carlos Mariátegui
representados bajo los nombres de Manlio y Aristipo. También publicó en el mismo diario
sus crónicas tituladas Impresiones; la columna Fuegos fatuos, donde desplegó todo su
humorismo e ironía; y finalmente sus comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en
1917 bajo el rótulo de Al margen del cable.5 Compuso también sus Cuentos chinos una
suerte de crítica hacia la dictadura de Óscar R. Benavides en forma de apólogos
ambientados en China, que fueron publicados igualmente en La Prensa (1915).

Ya por entonces llamaba la atención de la gente con su atildada indumentaria,6 sus


públicas improvisaciones poéticas y sus galanterías en confiterías y salones de té, como en
el famoso Palais Concert, situado en el jirón de la Unión, cerca a Palacio de Gobierno,
lugar que cobijó a la juventud intelectual de la época. Por lo general formaba dúo con su
gran amigo José Carlos Mariátegui, seis años menor que él. Algunos le negaron
originalidad y lo acusaron de ser imitador del británico Óscar Wilde y del italiano
D’annunzio, pero lo que nadie podía hacer era ignorarlo.

Pese a esas poses petulantes y escandalosas, Valdelomar seguía siendo en el fondo un


hombre humilde, que miraba al mundo con dulzura y gran capacidad de emoción, tal como
se denota en varias de sus creaciones literarias. La razón de su actitud arrogante y
provocadora, según el mismo lo explicaba, era para que todos, en especial la encopetada
alta sociedad limeña, prestaran atención a un escritor provinciano como él, en una época en
que hasta entonces los escritores (y menos aun los provincianos) no habían tenido espacio
propio ni un lugar de respeto en la sociedad.

En 1916 fundó la efímera pero influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el


movimiento intelectual del mismo nombre, Movimiento Colónida, que cohesionó a una
generación de artistas y escritores en torno a la ruptura con el academicismo hispano y la
libre renovación de temas y estilos, convocando a las juventudes provincianas a compartir
su empeño y atisbando con simpatía las nuevas tendencias literarias italianas y francesas.
Ese mismo año se publicó Las voces múltiples, libro que reunió poemas suyos y de otros
autores del movimiento: Pablo Abril de Vivero, Federico More, Alfredo González Prada,
Alberto Ulloa Sotomayor, Félix del Valle, Antonio Garland y Hernán Bellido. En él
aparecieron los poemas más conocidos de Valdelomar: "Tristitia" y "El hermano ausente
en la cena pascual".

En 1917 empezó a publicar en la revista Mundo Limeño la serie de artículos Decoraciones


de ánfora. Obtuvo el premio del concurso de Círculo de Periodistas con su ensayo La
psicología de gallinazo. En Mundo Limeño apareció en dos entregas su novela corta o
cuento largo: Yerba santa, así como el cuento: Hebaristo, el sauce que murió de amor.
Escribió también su tragedia Verdolaga, de la que solo conservamos fragmentos.

En enero de 1918 renunció a La Prensa tras un conato de duelo con su director, Glicerio
Tassara, a raíz de una suplantación que hicieron en su columna de Palabras. Ese mismo
año salió a la luz su colección de cuentos El caballero Carmelo (encabezada por el cuento
del mismo nombre con que ganó el concurso de 1913) y su ensayo sobre estética con
meditaciones taurinas: Belmonte, el trágico.
Luego realizó giras y dictó conferencias a lo largo y ancho del país. Viajó a las provincias
del norte del país (Trujillo, Cajamarca, Chiclayo, Piura y otras ciudades) y se dirige luego
al sur, recorriendo los departamentos de Arequipa, Puno, Cuzco y Moquegua.
De regreso a su tierra natal fue aclamado unánimemente por la población iqueña. Por ello,
el 24 de septiembre de 1919, resultó electo diputado por Ica ante el Congreso Regional del
Centro. En una reunión de dicho Congreso realizada en la ciudad de Ayacucho, en los altos
de una casona, cuando Abraham se disponía de noche y a oscuras a bajar por una empinada
escalera de piedra, resbaló (o perdió el equilibrio), cayendo desde una altura de seis metros
hasta dar de espalda sobre un montículo de piedras. Como consecuencia de ello sufrió una
fractura de la espina dorsal, cerca de las vértebras lumbares, la cual, luego de dos días de
penosa agonía, le causaron la muerte el 3 de noviembre de 1919, a las dos y media de la
tarde. Apenas contaba con 31 años de edad.
Su ataúd conteniendo su cadáver fue trasladado desde Ayacucho hasta Huancayo sobre los
hombros de 16 cargadores indígenas ayacuchanos. De Huancayo los restos del escritor
fueron llevados en tren hasta Lima, donde fueron inhumados en el Cementerio Presbítero
Matías Maestro, no en un nicho, sino en la tierra misma, tal como había sido su deseo.
Ilustres personalidades, familiares, amigos y discípulos del escritor le despidieron
dedicándole discursos y composiciones (16 de diciembre del mismo año).

5. FALLECIMIENTO DEL ESCRITOR ABRAHAM VALDELOMAR

El 24 de setiembre de 1919 fue elegido diputado por Ica, en una reunión de dicho
Congreso en Ayacucho, Valdelomar se disponía a bajar por una empinada escalera de
piedra, resbaló (o perdió el equilibrio), cayendo desde una altura de seis metros hasta dar
de espalda sobre un montículo de piedras. Como consecuencia de ello sufrió una fractura
de la espina dorsal, cerca de las vértebras lumbares, la cual, luego de dos días de penosa
agonía, le causaron la muerte el 3 de noviembre de 1919, a las dos y media de la tarde.
Apenas contaba con 31 años de edad.

Una versión escandalosa sobre la muerte de Valdelomar circuló poco después, asegurando
que el escritor había fallecido al caer dentro de un profundo silo u hoyo de excrementos
humanos. Tal patraña, cuyo origen no se ha podido precisar, posiblemente fue difundida
por los enemigos del escritor, los mismos que habían sido víctimas de sus críticas.

Dicha versión tuvo tanta acogida que hasta un escritor del nivel de Alberto Hidalgo lo
asumió como verdadera. Hasta hoy día muchos educadores difunden dicha versión en el
Perú, lo cual es un error grave, pues diversos testimonios de personas que estuvieron cerca
del fatídico suceso concuerdan unánimemente que el escritor cayó desde una altura de unos
seis metros sobre un montículo de piedras que se elevaba a un metro de altura cerca de la
escalera, lo que le produjo la fatal rotura de la columna vertebral.
Asimismo, se sabe que la razón por la que Valdelomar bajó apresuradamente por la
escalera en medio de la oscuridad, fue su deseo urgente de aplicarse una inyección de
morfina, según los testimonios recogidos por Luis Alberto Sánchez.

6. PRODUCCIÓN LITERARIA

Novelas destacadas
1911 — La ciudad muerta
1911 — La ciudad de los tísicos
1911 — Yerba Santa

Cuentos
Valdelomar reunió sus cuentos criollos en un libro titulado La aldea encantada (1914) el
cual no llegó a publicarse. Luego dichos cuentos formaron parte de su libro antológico El
caballero Carmelo (Lima, 1918). Un segundo libro suyo de cuentos, Los hijos del Sol,
inspirado en el pasado incaico, fue publicado después de su muerte (Lima, 1921).

Todos los cuentos reunidos en dichos libros, sumados a otros recopilados de periódicos y
revistas, se pueden organizar, siguiendo las denominaciones dadas por el mismo autor, de
la siguiente manera:

Cuentos criollos: Cuentos humorísticos:


 El caballero Carmelo (primer premio  La tragedia en una redoma
del concurso literario del diario "La  La historia de una vida documentada y
Nación" de Lima (1913)). trunca
 Los ojos de Judas  La ciudad sentimental. Un cuento, un
 El vuelo de los cóndores perro y un salto
 El buque negro  Breve historia veraz de un pericote
 Yerba santa  Mi amigo tenía frío y yo tenía un abrigo
 La paraca cáscara de nuez
 Hebaristo, el sauce que murió de amor  Almas prestadas. Heliodoro, el reloj, mi
nuevo amigo.
Cuentos exóticos:
 El palacio de hielo Cuentos incaicos:
 La virgen de cera  Los hermanos Ayar
 El alma de la quena
Cuento cinematográfico:  El alfarero (Sañu-Camayok)
 El beso de Evans  El camino hacia el Sol
 El pastor y el rebaño de nieve
Cuentos yanquis:  Los ojos de los reyes, cuya primera
 El círculo de la muerte (cuya primera versión se titulaba Chaymanta Huayñuy
versión se titulaba El suicidio de (Más allá de la muerte).
Richard Tennyson)  Chaymanta Huayñuy, cuya primera
 Tres senas, dos ases versión se titulaba El hombre maldito
 El cantor errante
Cuentos chinos: Cuentos fantásticos:
 Las vísceras del superior o sea La  Finis desolatrix veritae
historia de la poca vergüenza  El hipocampo de oro
 El hediondo pozo siniestro o sea La
historia del Gran Consejo de Siké”
 El peligro sentimental o La causa de la
ruina de Siké
 Los Chin-Fu-Ton o sea La historia de
los hambrientos desalmados
 Whong-Fau-Sang o sea La torva
enfermedad tenebrosa

Poesía
Su poesía, diseminada entre su prosa publicada en diarios y revistas, ha sido recogida en
recopilaciones hechas después de su fallecimiento. En vida el autor publicó diez de sus
composiciones poéticas en el libro antológico Las voces múltiples(Lima, 1916).

Lista de sus composiciones poéticas en orden cronológico:


 1909 — Ha vivido mi alma...  1916 — Crepúsculo
 1909 — Los pensadores  1916 — Tristitia
vencidos…  1916 — Fugaz
 1910 — La ofrenda de Odhar…  1916 — Confiteor
 1910 — Los violines húngaros  ¿1916? — Abre el pozo…
 1910 — La tribu de Korsabad  1916 — La casa familiar
 1910 — Brindis  1916 — Ritornello
 1910 — La gran hora  ¿1916? — Cobardía
 1910 — Las últimas tardes  ¿1916? — En la Quinta del virrey Amat
 1911 — La torre de marfil  ¿1916? — ¡Vosotros sois felices!...
 1911 — Tríptico:  1916 — [Tu cuerpo en once módulos…]
 La evocación de las abuelas  1916 — Loa máxima a Andrés Dalmau
 Evocación de la ciudad muerta  1916 — A Tórtola Valencia (en
 Evocación de las granadas colaboración con José Carlos Mariátegui y
 ¿1913? — Íntima Alberto Hidalgo)
 1913 — In memoriam (a Rosa  1917 — Epistolae Liricae ad electum
Gamarra Hernández) poetam juvenem
 ¿1913? — Diario íntimo  1917 — Ofertorio
 1913 — La viajera desconocida  1917 — La ciudad de los tísicos
 1913 — El hermano ausente en la  1917 — Ofrenda
cena de pascua  1918 — L’enfant
 ¿1913? — El conjuro  1918 — Yo, pecador
 1913 — Luna Park  ¿1918? — Con inseguro paso
 ¿1914? — Corazón…  1918 — Ángelus
 1914 — Desolatrix (La cruz abre  1918 — Angustia
sus brazos sobre el pecho del  1918 — [Mientras tanto, caminemos por la
muerto…) escapada senda…]
 ¿1915? — El árbol del cementerio  1918 — [Vengo hacia ti…]
 1915 — De regreso  1918 — La danza de las horas
 1915 — El Ministro de  1919 — Blanca la novia
Gobernación  ¿1919? — Vamos al campo…
 1915 — Liquidación nacional  1919 — En mi dolor pusisteis
 1915 — El de Huaraz  1919 — Elegía
 1915 — Desolatrix (Un álbum…
Una dama que entre los folios
tersos…)
 1916 — Nocturno
 ¿1916? — Optimismo

Prosa poética
 1918 — Tríptico heroico:
Oración a la bandera
Invocación a la patria
Oración a San Martín

Teatro
 1911 — El vuelo (drama en dos actos inspirado en el vuelo fatídico de Carlos
Tenaud, pionero de la aviación peruana. Se conservan solo fragmentos)
 1916 — La mariscala (drama en verso, en 6 jornadas, escrita en colaboración
con José Carlos Mariátegui)
 1917 — Verdolaga (tragedia pastoril en 3 actos de la que solo se conservan
fragmentos)
 ¿? — Palabras (tragedia modernista y alegórica en 1 acto)

Ensayos
 1915 — La psicología de las tortugas
 1916 — Ensayo sobre la caricatura
 1916 — El estómago de la Ciudad de los Reyes
 1916 — Psicología del cerdo agonizante
 1917 — Literatura de manicomio
 1917 — Valores fundamentales de la danza. Primer Premio del Ateneo de
Lima — Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.
 1917 — Ensayo sobre la psicología del gallinazo. Primer Premio, Presidente
de la República — Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.
 1918 — Belmonte, el trágico. Ensayo de una estética futura a través del arte
nuevo (libro de ensayos).

Crónicas y reportajes
 1910 — Hacia el trono del sol
 1910 — Con la argelina al viento (Medalla de la Municipalidad de Lima, 1911).
 1913 — Crónicas de Roma
 1915 — Reportaje al Señor de los Milagros

Narraciones y crónicas históricas


 1917 — El sueño de San Martín
 1918 — Los amores de Pizarro

Biografía
 1915 — La mariscala (biografía de Francisca Zubiaga de Gamarra)
A todas ellas habría que agregar otras obras que Valdelomar anunció publicar
pero que no salieron a la luz o quedaron inconclusas:
 Neuronas, un libro de aforismos filosóficos, del cual solo se ha rescatado una
parte.
 Decoraciones de ánfora, libro de crónicas.
 Fuegos fatuos, libro de ensayos de humor.
 El extraño caso del señor Huamán, novela corta o cuento largo, inconclusa.

CONCLUSIONES

 Abraham Valdelomar tuvo una vida muy interesante, ya que realizó muchos
viajes, desde que fue un niño hasta cuando era un literato ya consolidado, ya sea
por estudios, trabajo, etc. Gracias a sus estudios ingreso a las Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) pero la dejo para dedicarse a otras
actividades después de eso se forma como un ilustre autor nacional fundando
luego la importante Revista Literaria Colónida, movimiento que encabeza él
mismo.

 Valdelomar también tuvo grandes obras conocidas porque tiene un


lenguaje familiar que es claro, expresivo y breve, trasladando al lector al mundo
narrado. Particularmente creo que su obra más conocida y representativa es “El
Caballero Carmelo”.
 Este autor fue muy importante en la historia del Perú, apoyo en la campaña
del ex presidente Guillermo Billinghurst, quien le otorgo luego la dirección del
diario oficial El Peruano. Tuvo después muchos puestos políticos importante para
el país.

BIBLIOGRAFIA

 https://www.google.com.pe/search?q=monografia+de+abraham+valdeloma
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 https://es.wikipedia.org/wiki/Abraham_Valdelomar
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