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Pobreza intelectual: La enfermedad social del siglo XXI Por Nuri

Bendersky

En atención al texto propio de la autora Nuri Bendersky, le doy contexto desde mi


óptica, iniciaremos con conocer que es la pobreza intelectual y como está afectando
la sociedad naciente de esta nueva época “La pobreza intelectual llegó. Se siente y
se nota como nunca antes. Las universidades están en mal estado económico. La
desaparición de medios de comunicación, la falta de centros de pensamientos
plurales y los escasos estímulos para los interesados en investigar temas
humanistas son cuestiones fáciles de constatar. Ganarse la vida está cada vez más
difícil para los que escriben y para los que se dedican al arte. También los que
emprenden estudios en campos ajenos a las ingenierías padecen dificultades para
su financiamiento. ¿Qué pasa cuando las ideas pasan a un plano secundario? La
historia lo dice una y otra vez: reinan los extremos, lo primitivo, la violencia. Cuando
no hay discusión ganan los que tienen más fuerza. Dominan los que confían en su
razón como única medida y sospechan del resto. Son personas afectadas de
narcisismo, con precarios conocimientos y odio hacia los que saben más, pero
tienen menos. Creen que el éxito comercial es una medida que se aplica a todas las
esferas. Desprecian a los intelectuales, dicen que son inútiles, ociosos, que
buscaban la quinta pata al gato y practican la reflexión inconducente. Son los
mismos que niegan la historia cuando no les conviene, sin tener el talento para
escribir una alternativa.”.

Realizando una contextualización a nivel general quiero llegar a un nivel particular


y entender cómo ha afectado, actualmente la juventud y me incluyo nos gusta
estudiar de una manera más gráfica, ya que leer nos da pereza y evitamos en lo
posible realizar actividades que fortalezcan nuestras funciones superiores
cerebrales tales como la atención, memoria, comunicación, aprendizaje y lenguaje
lo que nos convierte en personas pobres intelectualmente, como no leemos, no
aprendemos y por ende no contamos con suficiente léxico para desarrollar una
actividad de carácter investigativo importante, eso por una parte pero por otra es la
falta de oportunidades y presupuesto para que un joven estudie y salga adelante,
no hay empleo en este y en muchos países, muchos profesionales realizando
actividades diferentes a la que estudio con un trabajo no formal y con una vida de
muy mala calidad. La peor pobreza es la intelectual. No solo existe déficit
presupuestario. Está permanente un problema más grave: el déficit de pensamiento.
Las ideas, el razonamiento lógico matemático, el abstracto, el lingüístico, el
desarrollo de 14 inteligencias que tiene el ser humano se aprende en la escuela.
Sigue su progreso en el colegio y el perfeccionamiento en la universidad. pero si
después desarrollar todas esas inteligencias no hay como alimentarlas se obstruye
todo el proceso de aprendizaje que llevo durante toda su vida.

La pobreza intelectual es el resumen de muchos factores sociales, políticos,


económicos y tecnológicos que confluyen en una misma época creando el caos que
actualmente estamos viviendo, la falta de recursos para la educación por parte del
gobierno, por ejemplo: La educación y el conocimiento, se hacen ciertos con la
lectura y la escritura, actividades intelectuales básicas de las personas. Si el
Gobierno no da los recursos suficientes para la educación, está promoviendo a que
el país tenga generaciones de jóvenes sin oportunidades.

Vayamos ahora a otro factor “la tecnología” Como una ráfaga, el mundo ha
cambiado en las últimas décadas de manera impactante. Las nuevas tecnologías
nos permiten la comunicación instantánea, un acceso inusitado a la información, la
simplificación de muchas tareas que antes nos llevaban muchísimo esfuerzo, la
posibilidad de vivir más y mejor. Sobre esta realidad y estos favores no existen
reparos sino más bien elogios y aprovechamientos. Lo que debemos decir también
es que esta posibilidad de vida nos puede generar, a su vez, cierto impacto
disfuncional, impulsado por la exigencia a realizar diversas acciones al mismo
tiempo. Es habitual, hoy, estar trabajando en la computadora mientras miramos
televisión o escuchamos música, y estamos pendientes de las redes sociales, los
mensajes de texto, correos electrónicos o alertas de noticia en el celular. ¿pero si
estamos aprovechando intelectualmente toda esa tecnología que nuestros padres
no tenía y aun así eran más productivos intelectualmente que nosotros? pienso que
no, La mala administración de la atención no solo genera improductividad,
ansiedad y estrés, sino que puede traer también riesgos letales.

La tecnología no es muy buena, la mala administración de estos recursos son


los que nos convierte en seres improductivos para la sociedad.

Ya para concluir y hacer alusión a la autora del texto “Nuri Bendersky”, desde
nuestra humanidad podemos hacer un cambio, que ese mismo cambio se
proyecte a una sociedad productiva y progresiva, que podamos Vivir en un
medio ambiente favorable. Estas circunstancias implican: el acceso a una
buena educación, ocupar puestos de trabajos complejos y poco rutinarios,
altos ingresos económicos. Como sería el caso de las personas de clase
social media/ alta, como también La posibilidad de participar de actividades
intelectuales que estimulen el proceso de aprendizaje. Como por ejemplo
formar parte de asociaciones profesionales, asistir a eventos culturales,
escuchar música compleja, mantener hábitos de lectura, continuar
estudiando.

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