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(Investigación Jurídica)
Autora:
Génesis Celina Núñez Pérez
C.I.: 26.315.900
DEDICATORIA
iii
AGRADECIMIENTO
iv
ÍNDICE GENERAL
vi
AUTORA:
Génesis C. Núñez P.
Fecha: Julio de 2019
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
EL PROBLEMA
una vez celebrada y homologada ante dicho juez adquiere carácter y autoridad de
cosa juzgada.
No obstante, la transacción al ser homologada por el juez y al adquirir carácter
de sentencia, todos los puntos versados en ella, no podrán volver a proponerse en otra
oportunidad, es decir, es inmutable e irrevocable. Sin embargo, puede ser de cierta
manera peligrosa para el trabajador, quien no estando bien asesorado o bajo una
presión a causa de la necesidad de cobrar ya sean sus prestaciones sociales o
cualquier otro concepto reclamado de una forma más rápida, aunado a la suspicacia y
presión del empleador, puede verse perjudicado y vulnerado aceptando unos términos
nada favorables para él, corriendo el riesgo de no poder volver a accionar sobre esos
puntos transados.
Ahora bien, deben conocerse los límites que permite la legislación laboral
venezolana para celebrar una transacción judicial, sobre cuales derechos puede versar
y el alcance que tiene sobre este modo de autocomposición procesal, puesto que en
principio es la sentencia definitivamente firme la que causa cosa juzgada por regla
general, aunque le es dado a la transacción dicho carácter por el Código de
Procedimiento Civil en su artículo 255 donde establece que, “La transacción tiene
entre las partes la misma fuerza que la cosa juzgada” y el artículo 133 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo señala, “…Si la mediación es positiva, el juez dará por
concluido el proceso mediante sentencia…que dictará de inmediato, homologando el
acuerdo de las partes, la cual resumirá en un acta y tendrá efecto de cosa juzgada”.
Por consiguiente, es importante destacar que la transacción como figura jurídica
se remonta al Derecho Civil, y surge como una solución a los conflictos que pudieran
ventilarse por ante los órganos judiciales por las personas que pretenden dar certeza a
una posición jurídica determinada donde se pueda dar solución a un conflicto de
intereses. El Código Civil Venezolano en el Artículo 1713 define a la transacción
como “un contrato por el cual las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan
un litigio pendiente o precaven un litigio eventual”.
Asimismo, la CRBV establece en el numeral 2do, del Artículo 89 que “sólo es
posible la transacción y el convenimiento, (1) al término de la relación laboral y (2)
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de conformidad con los requisitos que establezca la ley”. De igual forma, la Ley
Orgánica del Trabajo las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT) (2012), en cuanto
a la posibilidad de una transacción en materia laboral enuncia en su artículo 19 lo
siguiente: “En ningún caso serán renunciables los derechos contenidos en las normas
y disposiciones de cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los trabajadores
y las trabajadoras”.
De modo que, la transacción pensada desde el ámbito laboral, es objeto de
múltiples discusiones debido al carácter social del derecho del trabajo, puesto que los
trabajadores han estado resguardados a lo largo del tiempo por la legislación especial
del trabajo, pues como se mencionó anteriormente, el objetivo principal del Estado es
la tutela de los derechos de los trabajadores, quienes de cierta manera son los débiles
jurídicos dentro de una relación laboral.
En Venezuela, las normas del derecho del trabajo son de orden público y tienen
carácter imperativo, y como se hizo referencia en el artículo 89, ordinal 2do de la
CRBV, los derechos laborales son irrenunciables, y aun así, toda renuncia sobre ellos
hecha por el trabajador es nula, no tiene efecto alguno, puesto que el legislador en
relación a la tutela de los derechos de los trabajadores estableció el trabajo como un
hecho social, donde el trabajador gozará de la protección del Estado, resaltando el
carácter personal y humano de éste.
Por otro lado, las normas laborales no son relajables, ni pueden modificarse, ni
muchos menos pueden renunciarse por pacto entre empleador y trabajador, a pesar de
la libertad que tiene el trabajador de hacer o no uso de sus derechos. Sin embargo, el
carácter de orden público de estas normas no es del todo absoluto, pues pueden
pactarse transacciones o conciliaciones donde, tanto el trabajador como el patrono,
tienen la obligación de ceder parcialmente en sus pretensiones.
No obstante, la irrenunciabilidad de los derechos laborales que favorecen a los
trabajadores, establecido en la CRBV, es tenida como uno de los principios
fundamentales del derecho del trabajo, por su carácter de norma de orden público.
Ahora bien, siempre se podrán resolver los conflictos entre el trabajador y el
empleador una vez culminada la relación laboral mediante un acuerdo transaccional,
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cosa juzgada, por lo cual la controversia o reclamo ha terminado y las partes nada
más podrán reclamar respecto a los puntos en que fue basada esa transacción.
Así pues, al estar los derechos laborales revestido de imperiosidad e
irrenunciabilidad, significa que el trabajador no puede renunciar a derechos que han
sido protegidos por el Estado. De manera que, de comprobarse este tipo de conductas
por parte del empleador, pueden ser sancionada por el ordenamiento jurídico
venezolano, tanto en el Código de Procedimiento Civil en sus artículos 17 y 170 y en
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en sus artículos 48 y 122, que responden a falta
de lealtad y probidad en el proceso, a la obstrucción de la justicia o cualquiera que
pueda resultar engañosa o fraudulenta, en todo caso, el juez en materia laboral como
rector del proceso tiene la potestad de aplicar sanciones e incluso notificar al
Ministerio Público si la gravedad del asunto lo amerita durante el proceso.
Así pues, se puede observar que la celebración de una transacción en el ámbito
laboral, se encuentra en una línea frágil, entre lo que se puede negociar o ceder por el
trabajador al tratarse de derechos irrenunciables y aquellos conceptos que puedan ser
relajados parcialmente por él y sean de alguna manera permitidos por la ley.
De allí que, en caso de que por alguna circunstancia, manipulación o presión por
parte del empleador, sea vean vulnerados los derechos laborales del trabajador en lo
que por derecho le corresponde, aun a través de la firma de un acta transaccional
homologada, al probarse la existencia de dolo de una de las partes en perjuicio de la
otra, puede ser impugnada dicha transacción en la cual se escuda el patrono para no
volver a ser accionado por el trabajador respecto a los derechos versados y cedidos en
la transacción.
MARCO REFERENCIAL
teniendo como norte el bien común, con el fin de legitimar principios normativos para
satisfacer la necesidad de justicia.
Los principios generales del derecho del trabajo se pueden definir como normas
permanentes que constituyen las bases del ordenamiento jurídico laboral y sirven de
guía al juez o a los intérpretes de esas disposiciones para llegar a la justicia, puesto
que al examinar esos principios deben tomarse en cuenta que el Derecho del Trabajo
tiene como finalidad la tutela de los derechos de los trabajadores en todas las
manifestaciones de su ser, partiendo de la idea de que el trabajo es un hecho social,
expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), que
gozará de la protección del Estado y la Ley dispondrá lo necesario para mejorar las
condiciones materiales, morales e intelectuales de los trabajadores.
Es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una
alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había
comenzado. Según la doctrina Parra Quijano “la transacción es un contrato por el cual
las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio pendiente o precaven
un litigio eventual”.
De estas definiciones se desprende que existen cuatro tipos de transacción, a
saber:
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Indivisibilidad de la transacción
Uno de los principios fundamentales de la transacción, es el carácter indivisible
que le es intrínseco. Los contratantes establecen las cláusulas que la componen y si
alguna resultare anulada, la totalidad de la transacción sería nula. Esto se explica por
cuanto las partes han escogido libremente su propia decisión que tendrá autoridad de
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partes solicita la nulidad por considerar que atenta contra el orden público, las buenas
costumbres o la Ley y le es acordado tal pedimento, el Juez no podrá hacer
distinciones sobre la validez de una de las cláusulas y la nulidad de otras. Distinto
sería el caso en que la parte impugnante convalide alguna de las cláusulas de la
transacción mediante su declaración expresa, pues rige el principio de la autonomía
de la voluntad de los contratantes.
Interpretación restrictiva
El artículo 1160 del Código Civil Venezolano dispone que “los contratos deben
ejecutarse de buena fe y obligan no solamente a cumplir lo expresado en ellos, sino a
todas las consecuencias que se derivan de los mismos contratos, según la equidad, el
uso o la Ley.” Es éste el principio general aplicable a todos los contratos; pero el
artículo 1717 eiusdem, establece: “Las transacciones no ponen fin sino a las
diferencias que se han designado, sea que las partes hayan manifestado su intención
por expresiones especiales o generales, sea que ésta intención aparezca como una
consecuencia necesaria de lo que se haya expresado.”
Se desprende de ésta disposición el carácter restrictivo de la transacción, pues
solamente se terminarán aquellas controversias que las partes hayan determinado, sin
que puedan extenderse las consecuencias a otras cuestiones. Por consecuencia de la
transacción, las partes renuncian a ciertas cosas que les competen y por ello no puede
haber interpretación amplia de esa voluntad, sino circunscrita a lo que han designado
como parte de esa transacción. Es una especie de reconocimiento de una situación
jurídica incierta en la cual los intervinientes imponen su voluntad, mediante la
modificación o aceptación de la relación.
Sin embargo, éste principio restrictivo tiene su excepción cuando se trata de
transacciones en las que se envuelve la traslación de la propiedad en cualquier forma,
por cuando allí hay otras secuelas derivadas del título adquisitivo. Pero fuera de estos
casos, la transacción no puede extenderse a otras obligaciones, derechos o cosas sino
a lo que constituye su objeto y así lo señala el artículo 1716 del Código Civil, el cual
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título oneroso cuando cada uno de las partes trata de procurarse una ventaja
mediante una equivalente”.
Así para que se configure la transacción es necesario la concurrencia de dos
elementos: uno de carácter subjetivo (animo transigendi), esto es, el ánimo de transar
y otro objetivo, representado por las concesiones recíprocas de ambas partes, para las
cuales es menester tener la capacidad de disponer del objeto litigioso.
Pone fin a la controversia o litigio pendiente. De otra parte, Rengel (1995),
señala que la transacción constituye una especie del negocio de declaración de
certeza (negocio de acertamiento), que es una convención celebrada por las
partes con el objeto de establecer la certeza de sus propias relaciones jurídicas,
o regular relaciones procedentes, eliminando ciertas faltas de certeza, en
aquellas zonas del derecho en que las partes pueden disponer del objeto que
desean regular.
La transacción laboral es novativa, porque el deudor primitivo (patrono)
contrae para su acreedor (trabajador) una pretensión que tiene por título el
nuevo contrato. El título de ejecución en caso incumplimiento es la
transacción celebrada y no el documento o hecho fundamental que genero la
demanda. Se diferencia con la novación en materia civil por el hecho de
extinguir una obligación anterior, mientras que el carácter en el contrato
transaccional es la sustitución por una pretensión del trabajador. Como
característica fundamental de la novación en el ámbito civil es el modo
voluntario de extinción de las obligaciones el cual una obligación se extingue
suplantándose por una nueva; de allí la definición de transformación de una
obligación por otra. Requiere además, un cambio sustancial en la obligación;
cuando no cumple con estos postulados, establece Maduro (1995) “estaremos
en presencia de cualquier otra figura jurídica mas no de una novación”.
De allí que la transacción es un contrato en el que las partes disponen de sus
legítimos derechos e intereses en el proceso, dado que se producen reciprocas
concesiones para los cuales, es necesario poseer la facultad de disponer de los
derechos que se traten.
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La importancia, cada vez más trascendente y progresiva, del trabajo como hecho
social, económico y jurídico llevó a nuestro Constituyente a conferirle la jerarquía de
incluirlo en el Texto Constitucional.
Con el rango constitucional se pretendió colocar al Derecho del Trabajo en una
situación legislativamente estable, categorizarlo constitucionalmente para evitar que
el legislador común intentara luego desconocerlo o desvirtuarlo, lesionarle sus
principios y desviarle su carácter de fuente formal laboral al máximo nivel.
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Tiene que ver con la autonomía de la voluntad y sus limitaciones para con la
relación de trabajo. La renuncia a los derechos laborales afecta a terceros (los demás
trabajadores) y, también, al orden público (por trascender el interés individual y ser
inseparable de otro interés: el de la sociedad).
Por lo demás, la irrenunciabilidad de los derechos laborales no se refiere
solamente a los de cada trabajador o trabajadora como individualidades, sino que
igualmente se extiende a los beneficios derivados de la contratación colectiva,
incluyendo, desde luego, a quienes ingresan a la empresa con posterioridad a esa
convención.
Esta irrenunciabilidad no es más que la necesidad de proteger jurídicamente
ciertas situaciones de los sujetos más débiles en la relación de trabajo, tomando en
cuenta la desigualdad económica y social de los trabajadores frente al empleador. Es
por eso, que tanto la Constitución como la ley y su Reglamento garantizan todo el
amparo contra los abusos del económicamente más fuerte, así como también las
engañifas contra quienes llegan a la renuncia de sus derechos laborales por ignorancia
o por incapacidad.
Las normas del trabajo venezolanas son, por lo tanto, imperativas y, aún en
aquellos casos referidos a intereses individuales o particulares, tienen carácter
obligatorio y no cabe el desconocimiento de las mismas. Son de estricto orden
público y no pueden ser derogadas ni renunciados su cumplimiento por los
particulares.
Ellas constituyen un cuerpo normativo que el Estado juzga imprescindible y
esencial para el bien común, para la utilidad de todos y para la sobrevivencia de la
sociedad considerada como colectivo. Para los autores, la renuncia hace nulo el acto
jurídico que la contiene y sin valor las estipulaciones que menoscaban los derechos
dejados de lado por el trabajador.
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Por otra parte, esa nulidad puede declararse de oficio, sin que ni siquiera el
interesado la requiera. Se entiende que nos referimos a los casos en los cuales directa
o indirectamente conoce el órgano jurisdiccional o administrativo de la o las
renuncias a derechos laborales expresos, toda vez que un acto de esa naturaleza
lesiona el orden público, el interés social y, eventualmente, intereses de terceros. Se
considera, sin embargo, que a pesar de entender el acto de nulidad referido con el
carácter de “una nulidad absoluta”, es necesaria la prueba del vicio que dio origen.
produce efecto jurídico alguno. Para ellos, la transacción violenta la letra y el espíritu
de la normativa laboral porque en el fondo de ella misma admite la irrenunciabilidad.
Se considera, en consecuencia, que la admisión de la transacción en el Derecho
Laboral hace recaer en el trabajador una cápitis diminutio; una situación de
inferioridad jurídica que “vaya contrasentido” es lo que la irrenunciabilidad se
propone evitar. En efecto, el trabajador se enfrenta con un patrono, cuya resistencia
en los litigios es mayor que la suya y cuya posición es absolutamente preponderante
frente a él.
Tanto la LOTTT y la LOPT, mencionan que los derechos contenidos en las normas
y disposiciones de cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los trabajadores
y trabajadoras, son irrenunciables, y el uso de los medios de autocomposición
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MARCO METODOLÓGICO
En toda investigación es necesario que los hechos que han sido estudiados, así
como la relación que hay entre ellos sean claros, fiables y que tengan validez. Por
mucho tiempo, las investigaciones se han constituido en actividades precisas y
fundamentales que buscan dar respuestas a problemas del conocimiento. Para ello, se
necesita delimitar cada uno de los procedimientos metodológicos aplicados y con los
cuales se pretende dar respuestas a los objetivos planteados.
(2014), “los estudios descriptivos son útiles para mostrar con precisión los ángulos o
dimensiones de un fenómeno, suceso, comunidad, contexto o situación” (p. 80).
Se escogió este tipo de investigación por la naturaleza del tema el cual es objeto
de estudio. En esta investigación se busca analizar la efectividad de la transacción
como medio de autocomposición procesal y su relación con principio de
irrenunciabilidad de acuerdo al ordenamiento jurídico laboral venezolano y para ello
se hace necesario describir cada una de las partes que son objetos de estudio.
Este estudio está enmarcado bajo un diseño documental puesto que es llevado a
través de una revisión bibliográfica, mediante el uso de libros, documentos, códigos,
leyes, diccionarios jurídicos e información obtenida a través de páginas web. Para
Arias (2012), la investigación documental es un proceso basado en la búsqueda,
análisis crítico e interpretación de datos primarios o secundarios, obtenidos y
registrados en documentales.
El Manual de Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis
Doctorales de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2016), hace la
siguiente definición: “Se entiende por Investigación Documental, el estudio de
problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su
naturaleza, con apoyo, principalmente, en trabajos previos, información y datos
divulgados por medios impresos, audiovisuales o electrónicos” p. 20.
Para la realización de esta investigación se tomaron como fuentes primarias de
información:
1) Trabajos de Grado en relación al uso de la transacción como medio de
autocomposición procesal.
2) Textos relacionados en materia laboral.
3) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
4) Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y de las Trabajadoras.
5) Ley Orgánica Procesal del Trabajo
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