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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA


“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
NÚCLEO BARCELONA – ESTADO ANZOÁTEGUI

Análisis de la eficacia de la transacción como medio de autocomposición


procesal ante al Principio de Irrenunciabilidad de los derechos
Laborales en el Ordenamiento Jurídico Venezolano

(Investigación Jurídica)

Autora:
Génesis Celina Núñez Pérez
C.I.: 26.315.900

Barcelona, Julio de 2019


ii

DEDICATORIA
iii

AGRADECIMIENTO
iv

ÍNDICE GENERAL
vi

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA
“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
NÚCLEO BARCELONA – EDO. ANZOÁTEGUI

Análisis de la eficacia de la transacción como medio de autocomposición


procesal ante al Principio de Irrenunciabilidad de los derechos
Laborales en el Ordenamiento Jurídico Venezolano

AUTORA:
Génesis C. Núñez P.
Fecha: Julio de 2019

RESUMEN

La presente investigación tiene como objetivo principal analizar la eficacia de la


transacción como medio de autocomposición procesal ante al Principio de
Irrenunciabilidad de los derechos laborales en ordenamiento jurídico en Venezuela.
Se acepta la transacción laboral como un medio de disposición relativa de los
derechos del trabajador sin coartar la facultad de buscar a través de la justicia y
equidad el resarcimiento de daños cuando se sienta vulnerado y violado sus derechos
laborales. Se trata de una investigación de carácter documental y bibliográfico, con la
intensión de crear conocimientos directos e inmediatos dirigidos a la solución de los
problemas específicos. La recolección de la información para el logro de los objetivos
específicos se realizó a través de la técnica de la observación documental, es decir,
que el logro de los objetivos propuestos permitieron mejorar la comprensión de la
transacción laboral como medio de resolución de conflictos con respecto a sus
alcances y limitaciones, obteniendo conocimientos que sirven de apoyo para crear
una visión actualizada del tema. Los resultados obtenidos del análisis e interpretación
de los datos, permitieron concluir que el trabajador como débil jurídico de la relación
laboral siempre se le ha procurado proteger de los abusos patronales.

Palabras Claves: Transacción Laboral, Irrenunciabilidad, Derechos del Trabajador.


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INTRODUCCIÓN

El recargo excesivo de expedientes en la Administración Judicial genera


presiones diversas. Por un lado, se requiere de un mayor presupuesto para su mejor
funcionamiento y, por el otro, muchas veces, por no poder aumentarse el número de
funcionarios judiciales al mismo ritmo que el incremento de la actos litigiosos, tantos
los jueces como el personal existente tienen cada vez menos tiempo para dedicar a
cada petición de las partes en un proceso judicial.
Sin embargo, la creación de nuevos juzgados y el aumento de personal
capacitado en las distintas ramas judiciales ha sido una política de impulso para
enfrentar el crecimiento del número de procesos ante los Tribunales. No obstante, esta
medida como estrategia única ha tenido sus diferencias, puesto que aun pareciera que
no son suficientes los órganos jurisdiccionales que se creen para enfrentar cada día la
demanda para la atención de diversos procesos judiciales.
En el derecho moderno, la tendencia actual es el uso de métodos o medios
procesales para la resolución de conflictos que le ponen fin a un determinado juicio,
de un modo diferente al tradicional, como lo es la sentencia, bien sea porque así lo
han decidido las partes, o una de ellas, o simplemente porque con el transcurso del
tiempo tiene el mismo efecto que una sentencia. Estos medios por los cuales las
partes pueden poner fin a un proceso se conocen como “modos de autocomposición
procesal” y los mismos deben ser ejecutados por los propios sujetos que intervienen
dentro del proceso, ya sea el demandante o el demandado, bien sea de forma bilateral
o unilateral.
La transacción laboral o “acuerdo transaccional” constituye uno de los diversos
medio de autocomposición procesal y es utilizada muy a menudo para la resolución
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de conflictos en las relaciones laborales patrón y trabajador, a pesar que la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo
y el Código de Procedimiento Civil Venezolano no la definen como tal; solo el
Código Civil Venezolano, en su artículo 1713, establece que “la transacción es un
contrato por el cual las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio
pendiente o precaven un litigio eventual”. De allí que, este modo procesal, tiene por
finalidad que las partes solventen una contienda en un proceso dirigido por un
tercero, garantizando que el proceso se desarrolle en igualdad de condiciones, y
posterior a ello proceder a la homologación de este acto para otorgar la respectiva
validez del mismo.
Para Rodríguez (2005), la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, confiere validez a la transacción únicamente al término de la relación
laboral entre el patrono y el trabajador y, de hecho, ésta sólo se perfecciona al
concluir la relación de trabajo. Igualmente, y con la misma finalidad, atribuyó a la
transacción solemnidades y requisitos que delegan en las leyes orgánicas
correspondientes.
La Ley Orgánica Procesal del Trabajo (LOPT, 2010), establece diferentes fases
procesales que conforman el proceso laboral venezolano, con el solo fin que los
modos de autocomposición procesal sean adaptados a los instrumentos normativos,
como lo son el principio de Tutela Judicial Efectiva y de justicia expedita previsto en
el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV,
1999).
De acuerdo a la LOPT, el proceso de terminación laboral lo conforman dos fases:
la primera que es la fase preliminar, que tiene como objeto la solución en armonía de
los conflictos en materia laboral planteados entre los sujetos de una relación de
trabajo, a través de un acuerdo, y una segunda fase que es la fase de juicio, pues si no
es posible lograr que ambas partes concilien, éstas iniciarán un proceso judicial,
interponiendo alegatos y pruebas que culminará en una decisión judicial que resuelva
la controversia planteada.
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En la primera fase, el juez, tiene la facultad de emplear los modos alternativos de


autocomposición procesal para la resolución de conflictos reconocidos dentro del
ordenamiento jurídico laboral, a los fines de lograr la solución pacífica del asunto
planteado, cuyo objetivo es lograr que las partes lleguen a un acuerdo, con el objeto
de dilucidar la causa por algunos de los medios de autocomposición procesal que el
ordenamiento jurídico establece para tales fines, en este caso la transacción, en
relación con de los procesos judiciales laborales.
En estos casos, el juez o el funcionario competente, debe, previo cumplimiento
de los requisitos legales, homologar el acuerdo celebrado por las partes, que consiste
en una aprobación del convenio, para dar al mismo un efecto de sentencia, de acuerdo
al artículo 133 de la LOPT, y de esta forma, poner fin a la controversia planteada.
Este acuerdo celebrado por las partes y homologado por el juez o funcionario
competente, debe estar sometido a los requisitos y a las limitaciones establecidas en
la ley. Es por ello que es importante hacer mención a lo establecido en el artículo 89,
ordinal 2, de la CBRV, conjuntamente con el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Trabajo, Las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT, 2012) vigente en cuanto al
principio de irrenunciabilidad de los derechos que se derivan de la relación de trabajo
entre el patrono y el trabajador o la trabajadora. Todo ello, trae como consecuencia,
“la nulidad de cualquier acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o
menoscabo de esos derechos”.
Alfonzo (2004), sostiene que el principio de irrenunciabilidad “consiste en una
prohibición al trabajador de desistir de la titularidad de un derecho mediante pacto,
expreso o tácito con el patrono” (p. 59). Dicha prohibición no exime la posibilidad de
que las partes, ante una mediación y conciliación, celebren un acuerdo voluntario que
permita solucionar un conflicto en una relación de trabajo, previo cumplimiento de
unos requisitos esenciales que garantizarán la validez del mismo y que pueda
producir pleno efecto jurídico.
El principal cuestionamiento que se le ha hecho a la transacción en el ámbito
laboral deriva de este principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales por
parte del trabajador. Sin embargo, la transacción como una medio alternativo para la
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resolución de conflictos laborales, es admitida por la doctrina tradicional del derecho


del trabajo. En algunos países, las normas laborales hacen referencia directa a la
transacción, estableciendo su alcance, límites y requisitos, pero, en otros países, los
requisitos de la transacción se desprenden tomando en cuenta el alcance que la ley le
da al principio de irrenunciabilidad.
Estos medios alternativos para la resolución de conflictos permiten a los
ciudadanos resolver sus diferencias sin necesidad de poner en funcionamiento el
aparato judicial, o que simplemente resuelvan sus diferencias con la mayor celeridad
y transparencia ante el juez o funcionario competente. El presente estudio tiene como
objetivo general analizar la eficacia de la transacción como medio de
autocomposición procesal ante al Principio de Irrenunciabilidad de los derechos
Laborales en el Ordenamiento Jurídico Venezolano
Esta investigación comprende cinco capítulos, estructurados de esta forma:
Capítulo I: El Problema. Se hace el planteamiento preciso y la formulación del
problema de la investigación, determinando las interrogantes que apuntan al tema
general de estudio, así como también los objetivos, tanto general como específicos; y
las razones que justifican y dan importancia a la realización del mismo.
Capítulo II: Marco Teórico. En este capítulo se presentan los antecedentes que
sirvieron de guía para la elaboración de esta investigación, así como las bases legales
donde se encuentra sustentado. De igual manera se hace un esbozo de las posiciones
teóricas relacionadas al tema objeto de estudio, que fundamentan y explican aspectos
significativos del tema y dan una mejor comprensión del mismo.
Capítulo III: Marco Metodológico. Se expone la forma metodológica asumida
para abordar el problema objeto de estudio describiendo el tipo y diseño de la
investigación y técnicas e instrumentos usados para la recolección de datos, así como
el análisis y tratamiento de la información.
Capítulo IV. Análisis y Presentación de los Resultados: En este capítulo se
detallan los pasos que se realizaron para dar respuesta los objetivos planteados el
trabajo desarrollado.
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Capítulo V. Se señalan las conclusiones a la que se llegaron al terminar esta


investigación, para luego dar así las recomendaciones.
Finalmente, se presentan las referencias bibliográficas.
CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

1.1 Planteamiento del Problema

Los seres humanos no son necesariamente conflictivos. Sin embargo, siendo


seres de interrelaciones dentro de una sociedad, muchas veces tiende a entrar en
controversias con los que los rodean, originando conflictos los cuales generan mucha
discrepancia. Cuando esto se sucede, el hombre se ha visto en la necesidad de buscar
formas o medios de solución de conflictos, todas encaminadas hacia el sistema
judicial. Tradicionalmente se ha concebido al proceso judicial como el medio que
deben acudir las personas cuando enfrentan controversias.
No obstante, estos procesos han ido perdiendo eficacia en relación a dar
respuestas a las necesidades y expectativas que exige la sociedad, entre otras causas,
por el aumento de la población a un ritmo mayor que el experimentado por el mismo
Poder Judicial, que todos los días enfrenta mayores limitaciones frente a una demanda
cada vez más acelerada, con casos de diversas naturaleza y variada complejidad.
Toda esta situación, que por muchos es catalogada como compleja y lenta ha
conllevado a las personas a la búsqueda de otros medios de la solución de
controversias entre particulares. En la búsqueda de un mejor acceso a la justicia,
mucho se ha insistido en la necesidad de implementar el uso de formas alternativas de
solución de conflictos como ayuda a los mecanismos jurisdiccionales, a los fines de
disminuir el número de pleitos que llegan día a día las instituciones encargadas de
administrar justicia.
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Indudablemente, el ordenamiento jurídico venezolano ha dado importantes


avances direccionados a implementar nuevas formas para la solución de conflictos.
De acuerdo a Pérez (2010), Venezuela ha vuelto su mirada hacia la resolución alterna
de conflictos en “un intento por mejorar el acceso a la justicia y controlar los costos
de administración del sistema judicial, insertándose de esta manera dentro de la
tendencia de los procesos de reforma judicial que vienen desarrollándose en el
mundo” en las últimas décadas.
Esta concepción del sistema de justicia tiene como obligación dar celeridad o y
derogar el modelo clásico judicial donde sentencia un juez detrás de un expediente,
en donde el demandante y el demandado incorporan escritos concernientes a sus
intereses en conflicto, añaden las pruebas y donde funcionarios realizan las labores
más trascendentales del proceso, y una vez vencidos todos los lapsos o términos
procesales, dicta la sentencia en base a lo alegado y probado.
Esto obliga al Estado venezolano a una reformulación del Sistema Judicial tanto
en los procesos civiles y laborales, buscando el establecimiento de nuevos
mecanismos para el tratamiento de los litigios. A través del uso de los medios
alternativos de resolución de conflictos, las partes en un proceso, pueden resolver de
manera idónea, imparcial, transparente y sin muchos formalismos s cualquier
controversia en un lapso breve permitiendo una solución más rápida.
Por ello, se hace referencia a los medios de autocomposición procesal con igual
efectividad que una sentencia, pero originada ya sea por voluntad propia de las partes
o bien por declaración unilateral de una de ellas. La doctrina los cataloga como
“medios equivalentes jurisdiccionales”, y que se usan para dar fin a un proceso
judicial.
La Carta Magna establece disposiciones para promover el uso de medios
alternativos de resolución de conflictos y aclarar aquéllos de relevancia jurídica,
surgida entre los sujetos de derecho, por ante las instituciones administrativas e
instituciones jurisdiccionales competentes y que se pueden materializar por medio de
los denominados “acuerdos transaccionales”. Así lo dispone la CRBV en su Artículo
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258, estableciendo que “…La Ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la


mediación y cualesquiera otros medios alternativos para la solución de conflictos”.
Ahora bien, en Venezuela, las leyes que regulan en materia laboral son
expresamente de carácter tutelar, tomando en consideración que el trabajador es
conocido como el “débil jurídico” dentro de una relación de trabajo. De manera que,
el Estado debe establecer mediante el marco jurídico, una posición cercana a la
igualdad entre las partes, es decir, el empleador investido del poder económico y de
todos los medios que puedan constituirse ventajas sobre el trabajador quien muchas
veces se encuentra presionado y acorralado a consentir en tratos que le perjudiquen
económicamente.
De esta forma, se consagra dentro del ordenamiento jurídico y en la
jurisprudencia venezolana una inclinación a favorecer y proteger a los trabajadores de
los abusos del patrono y es mediante el proceso judicial laboral donde se equilibra esa
balanza para hacer de la contienda judicial un recinto que se rija bajo las mismas
reglas y las partes se equiparen en una posición igualitaria en pro de la justicia y en
virtud de la misma naturaleza del derecho y de los principios constitucionalmente
tutelados como lo son el derecho a la defensa y el debido proceso.
Según a Kuiper (2012), la doctrina ha dividido los medios de terminación de los
procesos en dos clases: los de heterocomposición, indican que la decisión que pone
fin a la controversia es dictada por un tercero, entre ellos se encuentra la sentencia
dictada por el juez de la causa o las decisiones tomadas por una junta arbitral también
conocidas como laudos arbitrales y; los de autocomposición, donde las partes
intervinientes en el proceso son quienes ponen fin al mismo y es el juez de la causa
quien homologue, es decir, ratifique y otorgue valor de sentencia definitiva a ese
medio de autocomposición procesal.
Así que, la transacción es, en el derecho laboral, el modo de autocomposición
procesal más usado en la práctica judicial, dado a la rapidez para la solución de
controversias en la etapa de mediación de una exigencia laboral, y dicha transacción
entre las partes, quienes han estado de acuerdo en ella o por el contrario haya sido
producto de la actividad mediadora del juez de sustanciación, mediación y ejecución,
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una vez celebrada y homologada ante dicho juez adquiere carácter y autoridad de
cosa juzgada.
No obstante, la transacción al ser homologada por el juez y al adquirir carácter
de sentencia, todos los puntos versados en ella, no podrán volver a proponerse en otra
oportunidad, es decir, es inmutable e irrevocable. Sin embargo, puede ser de cierta
manera peligrosa para el trabajador, quien no estando bien asesorado o bajo una
presión a causa de la necesidad de cobrar ya sean sus prestaciones sociales o
cualquier otro concepto reclamado de una forma más rápida, aunado a la suspicacia y
presión del empleador, puede verse perjudicado y vulnerado aceptando unos términos
nada favorables para él, corriendo el riesgo de no poder volver a accionar sobre esos
puntos transados.
Ahora bien, deben conocerse los límites que permite la legislación laboral
venezolana para celebrar una transacción judicial, sobre cuales derechos puede versar
y el alcance que tiene sobre este modo de autocomposición procesal, puesto que en
principio es la sentencia definitivamente firme la que causa cosa juzgada por regla
general, aunque le es dado a la transacción dicho carácter por el Código de
Procedimiento Civil en su artículo 255 donde establece que, “La transacción tiene
entre las partes la misma fuerza que la cosa juzgada” y el artículo 133 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo señala, “…Si la mediación es positiva, el juez dará por
concluido el proceso mediante sentencia…que dictará de inmediato, homologando el
acuerdo de las partes, la cual resumirá en un acta y tendrá efecto de cosa juzgada”.
Por consiguiente, es importante destacar que la transacción como figura jurídica
se remonta al Derecho Civil, y surge como una solución a los conflictos que pudieran
ventilarse por ante los órganos judiciales por las personas que pretenden dar certeza a
una posición jurídica determinada donde se pueda dar solución a un conflicto de
intereses. El Código Civil Venezolano en el Artículo 1713 define a la transacción
como “un contrato por el cual las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan
un litigio pendiente o precaven un litigio eventual”.
Asimismo, la CRBV establece en el numeral 2do, del Artículo 89 que “sólo es
posible la transacción y el convenimiento, (1) al término de la relación laboral y (2)
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de conformidad con los requisitos que establezca la ley”. De igual forma, la Ley
Orgánica del Trabajo las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT) (2012), en cuanto
a la posibilidad de una transacción en materia laboral enuncia en su artículo 19 lo
siguiente: “En ningún caso serán renunciables los derechos contenidos en las normas
y disposiciones de cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los trabajadores
y las trabajadoras”.
De modo que, la transacción pensada desde el ámbito laboral, es objeto de
múltiples discusiones debido al carácter social del derecho del trabajo, puesto que los
trabajadores han estado resguardados a lo largo del tiempo por la legislación especial
del trabajo, pues como se mencionó anteriormente, el objetivo principal del Estado es
la tutela de los derechos de los trabajadores, quienes de cierta manera son los débiles
jurídicos dentro de una relación laboral.
En Venezuela, las normas del derecho del trabajo son de orden público y tienen
carácter imperativo, y como se hizo referencia en el artículo 89, ordinal 2do de la
CRBV, los derechos laborales son irrenunciables, y aun así, toda renuncia sobre ellos
hecha por el trabajador es nula, no tiene efecto alguno, puesto que el legislador en
relación a la tutela de los derechos de los trabajadores estableció el trabajo como un
hecho social, donde el trabajador gozará de la protección del Estado, resaltando el
carácter personal y humano de éste.
Por otro lado, las normas laborales no son relajables, ni pueden modificarse, ni
muchos menos pueden renunciarse por pacto entre empleador y trabajador, a pesar de
la libertad que tiene el trabajador de hacer o no uso de sus derechos. Sin embargo, el
carácter de orden público de estas normas no es del todo absoluto, pues pueden
pactarse transacciones o conciliaciones donde, tanto el trabajador como el patrono,
tienen la obligación de ceder parcialmente en sus pretensiones.
No obstante, la irrenunciabilidad de los derechos laborales que favorecen a los
trabajadores, establecido en la CRBV, es tenida como uno de los principios
fundamentales del derecho del trabajo, por su carácter de norma de orden público.
Ahora bien, siempre se podrán resolver los conflictos entre el trabajador y el
empleador una vez culminada la relación laboral mediante un acuerdo transaccional,
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en la cual el trabajador podrá ceder parcialmente en sus pretensiones pero nunca


renunciar a ellos.
Se establece que el principio de irrenunciabilidad de los derechos que favorezcan
a los trabajadores o trabajadoras ante su empleador, no impedirá la celebración de
transacciones en el ámbito, tanto civil como laboral, siempre y cuando versen sobre
derechos que sean litigiosos o discutidos, consten por escrito y contengan una
relación circunstanciada de los hechos que las motiven y de los derechos en ellas
comprendidos”.
El hecho es que, la irrenunciabilidad está relacionada con la autonomía de la
voluntad de las partes y sus limitaciones para con la relación de trabajo. La
irrenunciabilidad de los derechos laborales no se refiere solamente a los de cada
trabajador, sino que igualmente se extiende a los beneficios derivados de la
contratación colectiva, incluyendo, a quienes se incorporan a la empresa después de
esa convención. Esta irrenunciabilidad es la necesidad de proteger jurídicamente
ciertas situaciones de las personas más débiles en la relación de trabajo
Para analizar el principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales,
establecido en el régimen normativo laboral venezolano, es muy importante, revisar
algunos antecedentes del mismo, para conocer los efectos que ha tenido sobre la
transacción, que como se señaló, es uno de los medios de autocomposición procesal
más utilizado en el ordenamiento jurídico laboral venezolano y son los puntos
esenciales a estudiar dentro de esta investigación.
Según Zapata (1993), el principio de irrenunciabilidad fue acogido por la
jurisprudencia y doctrina laboral venezolana, puesto que está considerado que la
mayoría de las normas de derecho del trabajo son de orden público. De acuerdo a este
autor, este principio es una versión del artículo 6 del Código Civil Venezolano el cual
establece que “No pueden renunciarse por convenio entre las partes, las leyes en cuya
disciplina están interesados el orden público y las buenas costumbres”.
En consecuencia, al llegar a un acuerdo el trabajador con el empleador mediante
la firma de la transacción ante el inspector del trabajo o el Juez de Sustanciación,
Mediación y Ejecución, una vez que ésta ha sido homologada adquiere carácter de
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cosa juzgada, por lo cual la controversia o reclamo ha terminado y las partes nada
más podrán reclamar respecto a los puntos en que fue basada esa transacción.
Así pues, al estar los derechos laborales revestido de imperiosidad e
irrenunciabilidad, significa que el trabajador no puede renunciar a derechos que han
sido protegidos por el Estado. De manera que, de comprobarse este tipo de conductas
por parte del empleador, pueden ser sancionada por el ordenamiento jurídico
venezolano, tanto en el Código de Procedimiento Civil en sus artículos 17 y 170 y en
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en sus artículos 48 y 122, que responden a falta
de lealtad y probidad en el proceso, a la obstrucción de la justicia o cualquiera que
pueda resultar engañosa o fraudulenta, en todo caso, el juez en materia laboral como
rector del proceso tiene la potestad de aplicar sanciones e incluso notificar al
Ministerio Público si la gravedad del asunto lo amerita durante el proceso.
Así pues, se puede observar que la celebración de una transacción en el ámbito
laboral, se encuentra en una línea frágil, entre lo que se puede negociar o ceder por el
trabajador al tratarse de derechos irrenunciables y aquellos conceptos que puedan ser
relajados parcialmente por él y sean de alguna manera permitidos por la ley.
De allí que, en caso de que por alguna circunstancia, manipulación o presión por
parte del empleador, sea vean vulnerados los derechos laborales del trabajador en lo
que por derecho le corresponde, aun a través de la firma de un acta transaccional
homologada, al probarse la existencia de dolo de una de las partes en perjuicio de la
otra, puede ser impugnada dicha transacción en la cual se escuda el patrono para no
volver a ser accionado por el trabajador respecto a los derechos versados y cedidos en
la transacción.

Con esta investigación se quiere hacer un análisis de la eficacia de la transacción


como medio de autocomposición procesal ante al principio de irrenunciabilidad de los
derechos laborales en el ordenamiento jurídico venezolano. De igual forma, pretende
establecer los elementos principales en una transacción como medio de
autocomposición procesal. Asimismo, intenta contrastar el principio de
irrenunciabilidad de los derechos laborales y la transacción como medio de auto
composición procesal en el régimen jurídico venezolano.
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1.2 Formulación del Problema

Tomando en cuenta la problemática planteada, para el desarrollo de esta


investigación de tipo documental, se han planteado las siguientes preguntas de
investigación:
1) ¿Qué es la transacción y cuáles son sus características principales como
medio de autocomposición procesal en el ordenamiento jurídico laboral
venezolano?
2) ¿Qué importancia tiene el Principio de Irrenunciabilidad frente a la
transacción en el ordenamiento jurídico laboral venezolano??
3) ¿Cuál es la relación entre el Principio de irrenunciabilidad de los derechos
laborales y la transacción como medio de autocomposición procesal en el
ordenamiento jurídico laboral venezolano?

1.3 Objetivos de la Investigación

1.3.1 Objetivo General

Analizar la eficacia de la transacción como medio de autocomposición procesal


ante al principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales en el ordenamiento
jurídico venezolano.

1.3.2 Objetivos Específicos

1.3.2.1 Describir los elementos característicos de la transacción como modo de


autocomposición procesal en el ordenamiento jurídico venezolano.
1.3.2.2 Examinar el Principio de Irrenunciabilidad frente a la transacción en el
ordenamiento jurídico venezolano.
1.3.2.3 Contrastar el Principio de Irrenunciabilidad de los derechos laborales
con la transacción como medio de autocomposición procesal en el ordenamiento
jurídico venezolano.
1.4 Justificación de la Investigación
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En el presente trabajo es muy importante analizar la efectividad de la transacción


como medio de autocomposición procesal ante el principio de irrenunciabilidad de los
derechos laborales en el ordenamiento jurídico venezolano, puesto que se puede con
ello disipar cualquier tipo de confusión o imprecisión que atacan a muchos
especialistas del Derecho a la hora de aplicarla en cuanto al mérito, validez y
legitimidad, frente a la imperiosa fuerza que impone el patrono ante el débil jurídico,
que es el trabajador.
Muchas son las razones que justifican el tema planteado en este estudio, entre las
que se destaca principalmente la clarificación del papel que cumple la figura de la
transacción como medio de autocomposición procesal en los procedimientos
laborales, según el ordenamiento jurídico venezolano. La transacción en la
jurisdicción laboral tiene sus aspectos altamente positivos para la efectividad y
celeridad del sistema judicial laboral.
Sin embargo, se pueden prever situaciones en las que esta figura jurídica pueda
ser utilizada como un instrumento que pueda vulnerar los derechos laborales del
trabajador en su buena fe o por falta de conocimiento en relación al significado real
de la transacción. Todo ello pudiera originar un perjuicio irreparable en el trabajador,
y peor aún, amparándose esta acción con efectos de sentencia y que en vez de crear
seguridad jurídica lo que produzca violaciones flagrantes a los derechos tutelados
constitucionalmente, generando también un clima de desconfianza por parte del
principal destinatario de la tutela de las normas laborales en el sistema judicial
laboral, el cual no es otro que el trabajador.
Esta investigación presenta características propias de la figura jurídica de la
transacción, destacándose la economía, la eficacia y la celeridad procesal; toda vez
que ésta resulta un extremo conveniente tanto a jueces y demás administradores de
justicia, puesto que constituye un subrogado que le brinda la perfecta adecuación del
principio de celeridad procesal a la resolución de las controversias entre el trabajador
y el empleador. Esta característica de celeridad y de economía brinda a su vez grandes
21

repercusiones tanto para la sociedad en general como para la administración de la


justicia.
Asimismo, se sustenta su relevancia, en virtud de la diversidad de decisiones de
los Tribunales en relación a la interpretación dada a los modos de terminar un
proceso, distintos a la sentencia, pero como la misma validez. Igualmente, se
considera conveniente distinguir la figura de la transacción, como una medio de
autocomposición procesal alternativo que pone fin al procedimiento de manera
expedita y con plena eficacia jurídica.
Es importante destacar que la implementación de la transacción en los procesos
laborales como modo alternativo de solución de un conflicto procura dar solución al
problema que conforman las partes, siendo que la cultura del litigio, está muy
arraigada en la sociedad venezolana. Este estudio se justifica, ya que se considera la
transacción laboral como un camino más rápido a transitar ante los largos y costosos
procesos judiciales. Ésta, a su vez, constituye un mecanismo alentador al reducir a
niveles tolerantes la carga procesal del Estado venezolano y la insatisfacción que el
servicio tradicional que muchas veces acarrea a los ciudadanos.
Del mismo modo, las implicaciones teóricas que puedan surgir con el desarrollo
de esta investigación permitirán hacer una contribución, de forma positiva, en el
conocimiento de todos aquellos interesados en este tema y puede servir como
antecedente para el desarrollo de posteriores estudios de investigación sobre los la
transacción como uno de los modos de autocomposición procesal.
CAPÍTULO II

MARCO REFERENCIAL

2.1. Antecedentes de la investigación

Una vez realizado y definido el planteamiento del problema y sentado sus


objetivos, general y específicos, que determinan los fines por los cuales se realiza esta
investigación, es necesario establecer los aspectos teóricos que sirvieron de apoyo o
sustento al tema central de estudio. Como marco referencial de esta investigación se
revisaron varios trabajos relacionados con ésta. Tenemos las siguientes:
Mujica (2013), de la Universidad Católica Andrés Bello, realizó un Trabajo de
Grado titulado, “La Transacción desde la perspectiva del principio de
irrenunciabilidad de los derechos laborales en el régimen jurídico laboral
venezolano”. Su objetivo general fue analizar la transacción, en el régimen jurídico
laboral. Expone un conjunto de situaciones generadas por las incongruencias
normativas que regulan dicho mecanismo, puesto que existen normativas vigentes,
que al ser aplicadas, generan contradicciones en el sistema jurídico laboral
venezolano, ocasionando un grave perjuicio a los sujetos de derecho.
El fin esta investigación, cuya metodología fue de tipo documental monográfico
y de nivel descriptivo fue analizar, en base a las técnicas de análisis de contenido de
las fuentes documentales, las contradicciones normativas que existen en Venezuela en
materia de transacción laboral, a los fines de aportar soluciones y estrategias que
permitan dar por terminados, a través de convenios, los conflictos derivados de dichas
relaciones. Con los resultados obtenidos, se pretendió aportar, a la comunidad
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interesada en la materia, un conjunto de ideas que permitan elaborar futuras


modificaciones normativas para corregir tales contradicciones.
Kuiper (2012), de la Universidad Rafael Urdaneta, realizó un Trabajo de Grado
que lleva por título “La relatividad de la cosa juzgada derivada de la transacción
judicial en la jurisdicción laboral venezolana”. Kuiper persiguió demostrar la
relatividad de la cosa juzgada derivada de la transacción judicial en la jurisdicción
laboral venezolana. Partió de un estudio integral de los fundamentos teóricos
relacionados con la cosa juzgada y su posible invalidación en transacciones
homologadas en sede judicial laboral sobre conductas que lesionen derechos
irrenunciables del trabajador y normas de orden público; así como normas
constitucionales tuitivas del derecho del trabajo. De igual forma, tomó como base la
doctrina nacional y extranjera, así como el marco jurídico nacional y jurisprudencia
del Tribunal Supremo de Justicia.
El diseño de este trabajo fue bibliográfico y se aplicó para la recolección de
datos la técnica de observación directa documental. Se concluyó, que en el
ordenamiento jurídico procesal venezolano es posible declarar la ineficacia de la cosa
juzgada derivada de una transacción judicial en sede laboral, así como la existencia
de múltiples vías para su impugnación tanto en la norma procesal laboral, como en la
jurisprudencia venezolana, todo esto en orden de demostrar la cosa juzgada aparente
por existencia de fraude por violación de derechos irrenunciables y de orden público
que tutelan al trabajador
En otro estudio realizado por Chávez (2011), en su trabajo denominado
“Alcance de la transacción laboral como medio de autocomposición procesal”, de
la Universidad del Zulia, permitió determinar el alcance de la transacción laboral
como medio de autocomposición procesal, de conformidad con los requisitos que
establece la legislación venezolana, como mecanismo tendiente a terminar un litigio,
en el cual se encuentran inmersos los derechos laborales.
Una vez finalizado el la relación laboral, el acuerdo de transacción debe estar
orientado a cesar el conflicto judicial de modo extraordinario, es decir, cumplir el
principio fundamental en la que el fin del proceso es la realización de la justicia,
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teniendo como norte el bien común, con el fin de legitimar principios normativos para
satisfacer la necesidad de justicia.

2.2. Bases Teóricas

2.2.1. Principios Generales del Derecho del Trabajo

Los principios generales del derecho del trabajo se pueden definir como normas
permanentes que constituyen las bases del ordenamiento jurídico laboral y sirven de
guía al juez o a los intérpretes de esas disposiciones para llegar a la justicia, puesto
que al examinar esos principios deben tomarse en cuenta que el Derecho del Trabajo
tiene como finalidad la tutela de los derechos de los trabajadores en todas las
manifestaciones de su ser, partiendo de la idea de que el trabajo es un hecho social,
expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), que
gozará de la protección del Estado y la Ley dispondrá lo necesario para mejorar las
condiciones materiales, morales e intelectuales de los trabajadores.

2.2.2. Definición de Transacción

Es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una
alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había
comenzado. Según la doctrina Parra Quijano “la transacción es un contrato por el cual
las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio pendiente o precaven
un litigio eventual”.
De estas definiciones se desprende que existen cuatro tipos de transacción, a
saber:
25

a) Transacción Extrajudicial: transacción mediante la cual las partes llegan a


un de acuerdo con el fin de evitar un litigio.
b) Transacción Judicial: objeto del presente análisis, en la cual las partes
manifiestan su mutuo consenso para poner fin a un juicio ya iniciado.
c) Transacción Pura: comprende cosas que son motivo de la controversia
d) Transacción Compleja: comprende cosas que no son motivo de la
controversia surgida entre las partes.
La distinción entre cada una de ellas tiene importancia, entre otras cosas, para lo
relativo a la naturaleza jurídica y los efectos de la transacción, como en su
oportunidad se verá. Sin embargo, esta clasificación no es aceptada por un sector de
la doctrina, que no admite la llamada transacción compleja.
Con la transacción lo que se busca es solventar, mediante recíprocas
concesiones, las causas que dieron o darán origen a la relación procesal entre las
partes. De lo expresado por la doctrina puede deducirse que la transacción tiene las
siguientes características:
 Es un contrato bilateral, que se conforma con la manifestación de voluntad del
actor y del demandado de poner fin al juicio.
 Para que se configure es necesaria la concurrencia de dos elementos: a) no de
carácter subjetivo (animus transigendi), esto es, el ánimo de transar, b) otro
objetivo, representado por las concesiones recíprocas de ambas partes, para
las cuales es menester tener la capacidad de disponer del objeto litigioso.
 Pone fin a la controversia o litigio pendiente.

2.2.2 Principios fundamentales de la Transacción

Indivisibilidad de la transacción
Uno de los principios fundamentales de la transacción, es el carácter indivisible
que le es intrínseco. Los contratantes establecen las cláusulas que la componen y si
alguna resultare anulada, la totalidad de la transacción sería nula. Esto se explica por
cuanto las partes han escogido libremente su propia decisión que tendrá autoridad de
26

cosa juzgada, y si se ha realizado con el ánimo de imponer obligaciones o


cumplimiento de requerimientos, tales características deben ser lícitas y enmarcadas
dentro de la legalidad. Si la transacción se anulara por falta de capacidad o por vicios
del consentimiento o por las causas determinadas en la Ley, la consecuencia sería la
extinción de la obligación.
De la misma manera, si una de las cláusulas estipuladas en la transacción por las
partes adolece de nulidad, decreta la misma, todas las otras cláusulas serán nulas,
debido a que el principio de la indivisibilidad de la transacción es fundamental para
su existencia. En este sentido, ésta se ha efectuado como un todo y cualquier
elemento que la vicie determina que las partes no habrían celebrado el contrato de
transacción.
El doctrinario Planiol (1986, Pág. 957-958) estima que la transacción no puede
ser dividida y su nulidad, en cuanto a ciertas partes, la suprime en su totalidad (…)
esa indivisibilidad no tiene, por otra parte, otro carácter que el de regla de
interpretación de la voluntad de las partes. Éstas pueden libremente desconectar unas
cláusulas de otras, o las diversas cláusulas asociadas, de sus transacciones, o con los
efectos de éstas en relación con los distintos interesados.
Corresponde al Tribunal de Instancia, apreciar y reconocer esa intención, a
condición de fundar su decisión, recordando que el principio fundamental de fundar
su decisión, sea la indivisibilidad, conforme a la voluntad de las partes, no sólo entre
las diferentes cláusulas de una misma transacción, sino entre las transacciones
celebradas separadamente, quedando evocadas todas ellas tan pronto como una queda
anulada. La misma indivisibilidad suprime también en su totalidad la transacción,
cuando una de las cláusulas se hace imposible de ejecutar.
Según el tratadista citado, existe la indivisibilidad de la transacción, pero las
partes pueden condicionar tal principio de acuerdo a su voluntad, lo cual debe ser
expreso, porque de no existir el reconocimiento de la separación entre las cláusulas,
siempre será nula la transacción, cuando unas de sus partes lo sea.
El documento o acto constitutivo de la transacción es unitario en el sentido de
que no admite interpretaciones sobre la validez parcial de éste contrato. Si una de las
27

partes solicita la nulidad por considerar que atenta contra el orden público, las buenas
costumbres o la Ley y le es acordado tal pedimento, el Juez no podrá hacer
distinciones sobre la validez de una de las cláusulas y la nulidad de otras. Distinto
sería el caso en que la parte impugnante convalide alguna de las cláusulas de la
transacción mediante su declaración expresa, pues rige el principio de la autonomía
de la voluntad de los contratantes.

Interpretación restrictiva

El artículo 1160 del Código Civil Venezolano dispone que “los contratos deben
ejecutarse de buena fe y obligan no solamente a cumplir lo expresado en ellos, sino a
todas las consecuencias que se derivan de los mismos contratos, según la equidad, el
uso o la Ley.” Es éste el principio general aplicable a todos los contratos; pero el
artículo 1717 eiusdem, establece: “Las transacciones no ponen fin sino a las
diferencias que se han designado, sea que las partes hayan manifestado su intención
por expresiones especiales o generales, sea que ésta intención aparezca como una
consecuencia necesaria de lo que se haya expresado.”
Se desprende de ésta disposición el carácter restrictivo de la transacción, pues
solamente se terminarán aquellas controversias que las partes hayan determinado, sin
que puedan extenderse las consecuencias a otras cuestiones. Por consecuencia de la
transacción, las partes renuncian a ciertas cosas que les competen y por ello no puede
haber interpretación amplia de esa voluntad, sino circunscrita a lo que han designado
como parte de esa transacción. Es una especie de reconocimiento de una situación
jurídica incierta en la cual los intervinientes imponen su voluntad, mediante la
modificación o aceptación de la relación.
Sin embargo, éste principio restrictivo tiene su excepción cuando se trata de
transacciones en las que se envuelve la traslación de la propiedad en cualquier forma,
por cuando allí hay otras secuelas derivadas del título adquisitivo. Pero fuera de estos
casos, la transacción no puede extenderse a otras obligaciones, derechos o cosas sino
a lo que constituye su objeto y así lo señala el artículo 1716 del Código Civil, el cual
28

agrega que la renuncia a todos los derechos y acciones comprende únicamente lo


relativo a las cuestiones que han dado lugar a la transacción, con lo que se está
haciendo reconocimiento expreso de la interpretación restrictiva de este contrato.

2.2.3. Importancia de la transacción

Tratar de mantener la paz social en sacrificio la justicia. Sostiene también que la


parte económicamente más poderosa le impone a la más débil, a la que carece de
recursos suficientes para costear los gastos que demanda un largo proceso, las
condiciones de la transacción.
Además, porque mediante este contrato se arreglan asuntos de interés particular,
que no afectan el orden público. Además, es evidente que en virtud de ella las partes
evitan las molestias, las preocupaciones, los disgustos y los gastos que los juicios,
generalmente largos y costosos, suelen ocasionar. Asimismo, se evita o se le pone
término a una controversia, que ninguna de las partes tiene la seguridad de que será
fallada a su favor, mediante concesiones recíprocas, elemento que es de la esencia de
la transacción.

2.2.4 Características de la transacción laboral

Según Parilli (2000), puede deducirse que la transacción como acuerdo de


voluntades entre las partes para terminar las diferencias entre ellos, evita un juicio o
pone fin al proceso ya comenzado y que tiene las siguientes características:
 Como medio de terminación anómala del proceso, la transacción es un
contrato bilateral que se conforma con la manifestación de voluntad del actor
y del demandado de poner fin al juicio.
 La transacción es un contrato oneroso, por el fin perseguido por las partes,
donde cada una de ellas procura tener una ventaja, mediante un equivalente o
contraprestación: El artículo 1135 del Código Civil lo define “El contrato es a
29

título oneroso cuando cada uno de las partes trata de procurarse una ventaja
mediante una equivalente”.
Así para que se configure la transacción es necesario la concurrencia de dos
elementos: uno de carácter subjetivo (animo transigendi), esto es, el ánimo de transar
y otro objetivo, representado por las concesiones recíprocas de ambas partes, para las
cuales es menester tener la capacidad de disponer del objeto litigioso.
 Pone fin a la controversia o litigio pendiente. De otra parte, Rengel (1995),
señala que la transacción constituye una especie del negocio de declaración de
certeza (negocio de acertamiento), que es una convención celebrada por las
partes con el objeto de establecer la certeza de sus propias relaciones jurídicas,
o regular relaciones procedentes, eliminando ciertas faltas de certeza, en
aquellas zonas del derecho en que las partes pueden disponer del objeto que
desean regular.
 La transacción laboral es novativa, porque el deudor primitivo (patrono)
contrae para su acreedor (trabajador) una pretensión que tiene por título el
nuevo contrato. El título de ejecución en caso incumplimiento es la
transacción celebrada y no el documento o hecho fundamental que genero la
demanda. Se diferencia con la novación en materia civil por el hecho de
extinguir una obligación anterior, mientras que el carácter en el contrato
transaccional es la sustitución por una pretensión del trabajador. Como
característica fundamental de la novación en el ámbito civil es el modo
voluntario de extinción de las obligaciones el cual una obligación se extingue
suplantándose por una nueva; de allí la definición de transformación de una
obligación por otra. Requiere además, un cambio sustancial en la obligación;
cuando no cumple con estos postulados, establece Maduro (1995) “estaremos
en presencia de cualquier otra figura jurídica mas no de una novación”.
 De allí que la transacción es un contrato en el que las partes disponen de sus
legítimos derechos e intereses en el proceso, dado que se producen reciprocas
concesiones para los cuales, es necesario poseer la facultad de disponer de los
derechos que se traten.
30

 Debe ser escrito.


 Con la relación circunstanciada de los hechos que lo motivan y los derechos
que en ella se comprenden. Al respecto, la doctrina y la jurisprudencia lo ha
señalado como requisito para su validez.
 Controversia existente, basada en derechos litigiosos discutidos.
 Debe ser homologada para que surta efecto de cosa juzgada.
 La firma deberá ser presenciada por un funcionario del trabajo o en su defecto
un juez. Se dejará constar el consentimiento, por ser un contrato consensual.
Verificados todos los extremos de la Ley se procederá a la homologación.
 La transacción laboral puede ser declarativa, traslativa o constitutiva de
derechos, tratándose de uno de los asuntos sumamente debatido por Franco
(1999), Alfonso (2000), Mille (2001).

2.2.5 La Transacción desde la perspectiva de un Contrato

La transacción es un contrato por el cual las partes convienen en resolver un


litigio de común acuerdo y en forma definitiva, antes o después de iniciado el proceso
civil, laboral o contencioso administrativo. Como todo contrato, solo puede celebrarlo
la persona que sea capaz y que además pueda disponer de los objetos comprendidos
en la transacción. El mandatario o apoderado extrajudicial no puede transigir sin
autorización especial en la cual se especifiquen los bienes, derechos y acciones sobre
los cuales se requiera transigir.
Igualmente, la transacción produce el efecto de una sentencia ejecutoriada, con
valor de cosa juzgada. Por lo tanto, cuando ha sido anterior a la demanda, puede
oponerse como excepción previa o como perentoria; debe ponérsele término al
proceso, una vez se haga saber al juez, mediante auto en el cual éste ordena estarse a
lo estipulado en ella.
Por otra parte, al referirse a la transacción laboral como un contrato, debe
examinarse aspectos trascendentes que la conforma y su importancia está dada al
hecho de solución de los conflictos dentro de la relación laboral. Pues bien, el hecho
31

de que la transacción se encuentre colocada en el límite de Derecho Civil, y del


Derecho Procesal, ha dado lugar a que surjan en ocasiones serios problemas al
analizar algunos ángulos de la misma.
Así, no faltan autores como Montoya (1995), citando a Carnelutti, que le niega el
carácter de contrato, alegando que en ella hay dos negocios colindantes, pero no
fundidos, que son heterogéneos. Existen, dice, actos jurídicos unilaterales: uno de
renuncia y otro de reconocimiento de derechos. Por su parte, De la Villa (1970),
estima que constituye una convención liberatoria, no un contrato, que extingue
obligaciones, en vez de hacerlas contraer que es, hasta en la palabra, lo propio de un
contrato.
No obstante, lo cierto es que la legislación venezolana, al igual que la
generalidad de las civiles, incluyendo la francesa, la alemana y la italiana, la califica
de manera de contrato, en el Art. 1713 del código Civil venezolano “La transacción es
un contrato por el cual las partes, mediante reciprocas concesiones, terminan un
litigio pendiente o precaven un litigio eventual”.
Además, se deduce entonces, el carácter de contrato bilateral porque le impone
obligaciones reciprocas a las partes, que pueden ser dos o más, observándose que
cada una de las partes se obliga no a emprender o a no seguir un procedimiento, o sea,
contrae una obligación de no hacer.

2.2.6 Jerarquía Constitucional del Derecho Laboral en Venezuela

La importancia, cada vez más trascendente y progresiva, del trabajo como hecho
social, económico y jurídico llevó a nuestro Constituyente a conferirle la jerarquía de
incluirlo en el Texto Constitucional.
Con el rango constitucional se pretendió colocar al Derecho del Trabajo en una
situación legislativamente estable, categorizarlo constitucionalmente para evitar que
el legislador común intentara luego desconocerlo o desvirtuarlo, lesionarle sus
principios y desviarle su carácter de fuente formal laboral al máximo nivel.
32

Vivíamos, además, el fundamentalismo del mercado, las amenazas tecnocráticas


de los expertos y la furia de los conversos para reducir, a cualquier precio y de
cualquier manera los costos empresariales. Fue por ello que nos propusimos
establecer para los trabajadores algo más que el derecho a tener derechos.
Nació así, entre otros, el artículo 89 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que otorga al trabajo el carácter de “hecho social” y le
confiere la absoluta protección del Estado.
Igualmente, se consagró, para hacer eficaz esa protección del Estado, la
irrenunciabilidad de los derechos laborales y, en consecuencia, “la nulidad de
cualquier acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de esos
derechos”.

2.2.7 La Transacción en la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela

En cuanto a la transacción, el Texto Constitucional, la sometió a rigurosos


requisitos con el propósito de garantizar la irrenunciabilidad a los derechos laborales.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ajustándose al
criterio de la doctrina y jurisprudencia francesa, confirió validez a la transacción sólo
al término de la relación laboral y, en efecto, ésta sólo puede perfeccionarse al
concluir la relación de trabajo. Asimismo, y con la misma finalidad, asignó a la
transacción solemnidades y requisitos que delegó en la ley especial correspondiente.
Cambió, de esa manera, el Constituyente la legislación y jurisprudencia
venezolana que reconocían plena validez a la transacción realizada antes y durante la
vigencia de la relación de trabajo. Para algunos es una tesis rígida y restrictiva que
nosotros compartimos porque creemos, con el Maestro Mario de la Cueva, que se
debe diferenciar el patrimonio humano del obrero, del otro patrimonio: el económico
del empleador que, en toda transacción, define los alcances de los derechos que se
cede al trabajador.
33

2.2.8 La irrenunciabilidad laboral

Tiene que ver con la autonomía de la voluntad y sus limitaciones para con la
relación de trabajo. La renuncia a los derechos laborales afecta a terceros (los demás
trabajadores) y, también, al orden público (por trascender el interés individual y ser
inseparable de otro interés: el de la sociedad).
Por lo demás, la irrenunciabilidad de los derechos laborales no se refiere
solamente a los de cada trabajador o trabajadora como individualidades, sino que
igualmente se extiende a los beneficios derivados de la contratación colectiva,
incluyendo, desde luego, a quienes ingresan a la empresa con posterioridad a esa
convención.
Esta irrenunciabilidad no es más que la necesidad de proteger jurídicamente
ciertas situaciones de los sujetos más débiles en la relación de trabajo, tomando en
cuenta la desigualdad económica y social de los trabajadores frente al empleador. Es
por eso, que tanto la Constitución como la ley y su Reglamento garantizan todo el
amparo contra los abusos del económicamente más fuerte, así como también las
engañifas contra quienes llegan a la renuncia de sus derechos laborales por ignorancia
o por incapacidad.
Las normas del trabajo venezolanas son, por lo tanto, imperativas y, aún en
aquellos casos referidos a intereses individuales o particulares, tienen carácter
obligatorio y no cabe el desconocimiento de las mismas. Son de estricto orden
público y no pueden ser derogadas ni renunciados su cumplimiento por los
particulares.
Ellas constituyen un cuerpo normativo que el Estado juzga imprescindible y
esencial para el bien común, para la utilidad de todos y para la sobrevivencia de la
sociedad considerada como colectivo. Para los autores, la renuncia hace nulo el acto
jurídico que la contiene y sin valor las estipulaciones que menoscaban los derechos
dejados de lado por el trabajador.
34

Por otra parte, esa nulidad puede declararse de oficio, sin que ni siquiera el
interesado la requiera. Se entiende que nos referimos a los casos en los cuales directa
o indirectamente conoce el órgano jurisdiccional o administrativo de la o las
renuncias a derechos laborales expresos, toda vez que un acto de esa naturaleza
lesiona el orden público, el interés social y, eventualmente, intereses de terceros. Se
considera, sin embargo, que a pesar de entender el acto de nulidad referido con el
carácter de “una nulidad absoluta”, es necesaria la prueba del vicio que dio origen.

2.2.9 La irrenunciabilidad de los derechos laborales

El principio de la irrenunciabilidad no es absoluto. No todos los derechos son


irrenunciables, tal como ocurre en nuestro país con el derecho a darse por despedido
indirectamente o como sucede en Colombia donde los trabajadores pueden renunciar
a los derechos del seguro de vida obligatorio.
El trabajador puede, en efecto, renunciar lícitamente al ejercicio de determinados
derechos. Solo que esta renuncia se encuentra sujeta a disposiciones propias y
especiales que se configurarán en cada caso. La regla general es, sin embargo, que
por el carácter tutelar del Derecho del Trabajo, el laborante no puede rechazar ni
hacer dejación de aquellos beneficios que la ley le ha conferido. Única y
exclusivamente en los casos que la propia ley laboral, conforme a los requisitos
establecidos en ella, autorice o acepte la renuncia de dichos derechos podrá
asignársele validez a la misma.
La jurisprudencia venezolana vacila al momento de determinar los linderos
legítimos entre la renuncia y la transacción. Esta, ciertamente, equivale a una dejación
de derechos. “Recíprocas concesiones” no quiere decir otra cosa que ceder derechos.
Cede el empleador y cede el trabajador para ponerle fin a un conflicto o para evitar un
litigio futuro, y esas flaquezas para apurar resultados, por parte del obrero, no tiene
otro nombre que entrega y desistimiento de algunos derechos reales o presuntos.
Eminentes laboralistas, europeos y americanos, resienten la transacción laboral y
no le asignan validez alguna. La niegan de pleno derecho. Para ellos, es nula y no
35

produce efecto jurídico alguno. Para ellos, la transacción violenta la letra y el espíritu
de la normativa laboral porque en el fondo de ella misma admite la irrenunciabilidad.
Se considera, en consecuencia, que la admisión de la transacción en el Derecho
Laboral hace recaer en el trabajador una cápitis diminutio; una situación de
inferioridad jurídica que “vaya contrasentido” es lo que la irrenunciabilidad se
propone evitar. En efecto, el trabajador se enfrenta con un patrono, cuya resistencia
en los litigios es mayor que la suya y cuya posición es absolutamente preponderante
frente a él.

2.2.10 Principio de Irrenunciabilidad

Surgimiento del Principio de la Irrenunciabilidad de Derechos en la Legislación


Laboral, tomado del Proyecto final elaborado por LUIS RODRIGO CAMPOS
GAMBOA, para obtener el grado de Maestría en Derecho Laboral y Seguridad
Social, cuyo tema es “Las transacciones en materia laboral y el principio de
irrenunciabilidad”: La concepción individualista y liberal de la economía y del
derecho, dejaba a las partes en libertad de determinar la formación y los límites de lo
pactado o contratado. La injusticia de este sistema provocó las luchas sociales de los
siglos XIX y XX. Pero además trajo como resultado una legislación con carácter
imperativo, es decir que se le impone a las partes, como una forma de disminuir la
explotación de los trabajadores. De forma tal que los trabajadores no pueden
renunciar a sus derechos, beneficios y prerrogativas consagrados por la ley.
El régimen individualista, del dejar-hacer y dejar-pasar fue superado en sus
concepciones a través del derecho social que trajo como consecuencia la intervención
activa y permanente del Estado para proteger a los más débiles, a la mayoría. Es
precisamente a consecuencia de la necesidad de intervención del Estado, para
garantizar el derecho de los trabajadores entre otros fines y propósitos, que surgen
normas y reglas que le imponen a las partes derechos y prerrogativas que no pueden
ser objeto de renuncia por parte del trabajador, quien es considerado la parte más
débil en la relación laboral, dada su situación económica y material.
36

El objetivo del principio de la irrenunciabilidad de derechos consagrados en la


Ley Laboral, es el de garantizar los derechos mínimos establecidos por la ley en favor
de los trabajadores, para evitar que el empleador, aprovechando su superioridad
económica, le imponga al trabajador condiciones morales, económicas y de
dependencia que pudieren ser consideradas como vejatorias o humillantes o
contrarias a los fines del Derecho del Trabajo, que son las de proteger y velar porque
las normas del Derecho del Trabajo sean acordes con los fines del estado, que son el
bienestar humano y la justicia social.
Con este principio se busca evitar que el trabajador por su situación de
necesidad, se vea en la circunstancia de tener que renunciar a derechos que les son
otorgados por la ley y que lo pondría en estado de desigualdad total, lo que le impedía
ejercer y disfrutar de sus prerrogativas, consagradas por las normas del derecho
laboral.

2.2.11 Requisitos Constitucionales, Legales y Reglamentarios para tener como


válida la transacción
1) La transacción sólo es posible al término de la relación de trabajo.
2) La transacción debe contener una relación circunstanciada de los hechos que
la motiven. Se debe especificar de manera inequívoca los hechos que la
motivan, para que el trabajador pueda apreciar las ventajas y desventajas que
ella le produce y valorar, de esa forma, que los beneficios obtenidos justifican
el sacrificio de algunas de las prestaciones que ha dejado de recibir.
3) La transacción debe contener, igualmente, una relación circunstanciada de los
derechos en ella comprendidos. De la misma manera como se circunstancian
los hechos deben discriminarse los derechos para que el trabajador evalúe y
valore cuales de esos derechos deja de lado.
4) La transacción laboral de acuerdo a la ley debe versar sobre derechos
litigiosos o discutidos y establece el no reconocimiento de la transacción
cuando ella verse sobre derechos no litigiosos ni que puedan ser discutidos.
37

5) La transacción debe hacerse constar por escrito. Este es un requisito formal,


de absoluta solemnidad, que tiene por objeto fundar con prueba documental lo
que las partes han convenido.
6) La transacción debe estar debidamente homologada por el Juez o el Inspector
del Trabajo competente para que tenga efectos de cosa juzgada.
La homologación, como ya lo advertimos anteriormente, es la confirmación que
da el Juez o el Inspector del Trabajo al contrato de transacción, para asegurar su
firmeza, su certeza jurídica y el carácter de cosa juzgada de dicho acto. Es,
igualmente, un requisito de solemnidad.
Esta confirmación debe realizarla un funcionario competente. En principio, debe
ser un juez con competencia laboral; sin embargo, debe tenerse en cuenta que, en las
relaciones de trabajo de adolescentes, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 177,
Parágrafo segundo, literal “b”, de la Ley Orgánica de Protección del Niño y del
Adolescente, el juez designado por el Presidente de la Sala de Juicio es quien debe
conocer de estos conflictos laborales.
En cuanto al Inspector del Trabajo que autoriza la transacción, puede ser
cualquiera. La sala de Casación Social se ha pronunciado en este sentido respecto de
una transacción realizada por ante una Notaría del estado Miranda, homologada por
un Inspector del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, quien confirió a la
misma eficacia jurídica conforme al Parágrafo Único del artículo 3 de la Ley
Orgánica del Trabajo. (Sentencia 91 del 27 de febrero de 2003).
No hay necesidad, por lo demás, que en la homologación se deje constancia
expresa de que el trabajador actuó libre de constreñimiento. No hay formalidad
especial establecida para que el auto de homologación contenga la indicación de
haberse cumplido con el referido requisito. (Sentencia 130 del 13 de julio de 2004).
Una vez homologada la transacción, aún por el Inspector del Trabajo, la misma
se equipara, por disposición del artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo, a una
sentencia firme y, de inmediato, procede la ejecución sin necesidad de recurrir a
procedimiento ordinario alguno para hacerla valer. (Sentencia 193 del 17 de marzo
del 2005).
38

2.3 Bases Legales

En la Legislación Venezolana, se utilizan para el análisis e interpretación de lo


establecido en este trabajo relacionado con la transacción laboral como medio de
autocomposición procesal, unas bases legales, donde el objeto de las mismas son los
derechos de los trabajadores, entre las cuales podemos mencionar:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, vigente, publicada en


Gaceta Oficial 5.908 Extraordinario del 19 de Febrero de 2009, con la Enmienda
N° 1 de 15 de Febrero de 2009
Se expone algunos aspectos fundamentales que sirven de soporte para lo
relacionado a la transacción laboral y el principio de irrenunciabilidad en materia
laboral. El título III referente a los deberes, derechos humanos y garantías; capítulo V
consagrados los derechos sociales y de las familias, articulo 89 en su encabezado,
numeral 1, 2 y 4.

Artículo 89. (Protección oficial al trabajo). El trabajo es un hecho social y


gozará de la protección de Estado. La ley dispondrá lo necesario para
mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los
trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento de esta obligación del
estado se establecen los siguientes principios:

1. Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y


progresividad de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones
laborales prevalece la realidad sobre las formas o apariencias.

2. Los Derechos Laborales son irrenunciables. Es nula toda acción, acuerdos


o convenios que impliquen renuncia o menoscabo de estos derechos. Solo es
posible la Transacción y Convenimiento al término de la relación laboral, de
conformidad con los requisitos que establezca la ley.

3. Cuando hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de


varias normas, o en la interpretación de una determinada norma, se aplicará
la más favorable al trabajador o trabajadora. La norma adoptada se
aplicará en su integridad.
39

4. Toda medida o acto del patrono o patrona contrario a esta


Constitución es nulo y no genera efecto alguno.

5. Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza,


sexo o credo o por cualquier otra condición.

6. Se prohíbe el trabajo de adolescentes en labores que puedan afectar su


desarrollo integral. El Estado los o las protegerá contra cualquier
explotación económica y social.

Este artículo, nos refiere que la transacción sólo es válida al término de la


relación laboral y, en efecto, ésta sólo puede perfeccionarse al concluir la relación de
trabajo. De igual manera, establece unos requisitos para que la misma sea válida. Esto
implica el resguardo que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece para los trabajadores y trabajadoras con miras de fortalecer jurídicamente su
desempeño en el campo laboral.

Código Civil Venezolano, publicado en Gaceta Oficial Nº 2.990


Extraordinaria del 26 de Julio de 1982
Establece en su título XII referente a la transacción, artículos 1713 y siguientes.

Artículo 1713. (De la transacción). La transacción es un contrato por la


cual las partes, mediante reciprocas concesiones, terminan un litigio
permanente o precaven un litigio eventual.

Artículo 1714. (Capacidad para disponer). Para transigir se necesita tener


capacidad para disponer de las cosas comprendidas en la transacción.

Artículo 1716. (Alcance restringido). La transacción no se extiende a más


de los que constituye su objeto. La renuncia a todos los derechos y acciones
comprende únicamente lo relativo a las cuestiones a las que han dado lugar
a la transacción.

Artículo 1717. (Alcance restringido). Las Transacciones no ponen fin sino


a las diferencias que se han designado, sea que las partes hayan manifestado
su intención por expresiones especiales o generales, sea que esta intención
aparezca como una consecuencia necesaria de lo que se haya expresado.
40

Artículo 1718. (Fuerza de cosa juzgada). La transacción tiene entre las


partes la misma fuerza que la cosa juzgada.
Estos artículos contemplados en el Código Civil Venezolano hacen
referencia de forma general del concepto de transacción, que tipo de capacidad
debe ser necesaria para realizar algún tipo de transacción el alcance que ocupa la
transacción y el carácter jurídico que le da ley una vez ejecutada.

Código de Procedimiento Civil publicado en Gaceta Oficial número 4.209


Extraordinaria de fecha 18 de Septiembre de 1990.

En su título V, referente a la terminación del proceso; capitulo II en materia de


transacción y de conciliación, artículos 255 y siguiente:

Artículo 255. (De la transacción). La transacción tiene entre las partes la


misma fuerza que la cosa juzgada.

Artículo 256. (De la transacción y de la Conciliación). Las partes pueden


terminar el proceso pendiente, mediante la transacción celebrada conforme a
las disposiciones del Código Civil. Celebrada la transacción en el juicio, el
juez la homologará si versare sobre materia en las cuales no esté prohibida
las transacciones, si lo cual no podrá procederse a su ejecución.

De acuerdo al Código de Procedimiento Civil (CPC), la transacción pone fin a


un litigio permanente entre las partes o previenen o busca solución a uno eventual y
manifiesta tener la misma fuerza que la cosa juzgada, ya no existen medios de
impugnación que permitan modificarla.

Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT).


Publicada en Gaceta Oficial número 6.076 – Extraordinaria - de fecha 07 de
Mayo de 2.012

En su título I, referente normas y principios constitucionales; capitulo II en


materia de Principios Rectores, artículos 19, referente a la irrenunciabilidad de los
derechos laborales.
41

Artículo 19. (Irrenunciabilidad de los derechos laborales). En ningún


caso serán renunciables los derechos contenidos en las normas y
disposiciones de cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los
trabajadores y a las trabajadoras.

Las transacciones y convenimientos solo podrán realizarse al término de la


relación laboral y siempre que versen sobre derechos litigiosos, dudosos o
discutidos, consten por escrito y contengan una relación circunstanciada de
los hechos que la motiven y de los derechos en ella comprendidos.

En consecuencia, no será estimada como transacción la simple relación de


derechos, aun cuando el trabajador o trabajadora hubiese declarado su
conformidad con lo pactado. Los funcionarios y las funcionarias del trabajo
en sede administrativa o judicial garantizarán que la transacción no violente
de forma alguna el principio constitucional de irrenunciabilidad de los
derechos laborales.

Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Publicada en Gaceta Oficial número


39.346 del 14 de Enero de 2010 N° 6.076 Extraordinario
del 07 de Mayo de 2.012

En su título VII, referido al procedimiento ante los tribunales del trabajo,


capítulo II de la audiencia preliminar, en referencia al uso de los medios de
autocomposición procesal:

Artículo 133. En la audiencia preliminar el Juez de Sustanciación,


Mediación y Ejecución deberá, personalmente, mediar y conciliar las
posiciones de las partes, tratando con la mayor diligencia que éstas
pongan fin a la controversia, a través de los medios de autocomposición
procesal. Si esta mediación es positiva, el juez dará por concluido el
proceso, mediante sentencia en forma oral, que dictará de inmediato,
homologando el acuerdo de las partes, la cual reducirá en acta y tendrá
efecto de cosa juzgada.

Tanto la LOTTT y la LOPT, mencionan que los derechos contenidos en las normas
y disposiciones de cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los trabajadores
y trabajadoras, son irrenunciables, y el uso de los medios de autocomposición
42

procesal, por lo tanto las transacciones y convenimientos solo podrán realizarse al


término de la relación laboral y siempre que versen sobre derechos litigiosos, consten
por escrito y contengan una relación circunstanciada de los hechos que la motiven y
de los derechos en ella comprendidos.
43

2.4 Definición de Términos Básicos

Arbitraje. La acción o facultad de arbitrar y el juicio arbitral. Toda decisión dictada


por un tercero, con autoridad para ello, en una cuestión o un asunto. (Cabanellas,
1998).
Autocomposición Procesal. Es una forma de solución de conflictos de relevancia
jurídica, que proviene de la voluntad de las propias partes involucradas en la
controversia. Mediante un acuerdo o transacción, también puede ser que la solución
provenga de una sola de las partes pero sin imponerse sobre la otra. (Bermúdez,
2009).
Conciliación. Avenencia de las partes en un acto judicial, previo a la iniciación de un
pleito. El acto de conciliación, que también se denomina juicio de conciliación (v.),
procura la transigencia de las partes, con objeto de evitar el pleito que una de ellas
quiere entablar. (Cabanellas, 1998).
Consensual. Aplica al contrato que se perfecciona por el solo consentimiento. (V.
CONTRATO CONSENSUAL.) (Cabanellas, 1998).
Cosa Juzgada. (Del latín «res iudicata») Se da este nombre a toda cuestión que ha
sido resuelta en un juicio contradictorio por sentencia firme de los tribunales de la
justicia, y por consiguiente no se puede discutir de nuevo ya que es vinculante para
todas las salas y tribunales del país. (Manresa, 2005).
Derecho del Trabajador: Principio constitucional por el cual el trabajo en sus
diversas formas gozan de la protección de las leyes, las que deben asegurar al
trabajador condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada, descansos y
vacaciones pagados, retribución justa, salario mínimo, vital móvil, igual
remuneración por igual tarea, participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección, protección contra el despido
arbitrario; estabilidad del empleado público. (Goldstein, 2010).
Empleador: Patrón, Empresario. (Goldstein, 2010).
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Empresas: Organización de un conjunto de elementos humanos y materiales de


producción o distribución de riquezas. (Goldstein, 2010).
Irrenunciable. De renuncia imposible o prohibida. La renuncia de los derechos
constituye principio jurídico general; excepción lo constituyen los irrenunciables
(Cabanellas, 1998).
La mediación. Participación secundaria en un negocio ajeno, a fin de prestar algún
servicio a las partes o interesados. Apaciguamiento, real o intentado, en una
controversia, conflicto o lucha. Facilitación de un contrato, presentando a las partes u
opinando acerca de alguno de sus aspectos. Intervención. Intercesión. (Cabanellas,
1998).
Obligación: Vínculo jurídico por el cual una o varias personas determinadas están
obligadas a dar, hacer o no hacer algo respecto de otra u otras personas, en virtud de
un contrato, cuasicontrato, hecho ilícito o la ley. (Goldstein, 2010).
Patrono: Se entiende por patrono toda persona natural o jurídica que tenga bajo su
dependencia a uno o más trabajadores en virtud de una relación laboral en el proceso
social de trabajo. (Art. 40 LOTTT, 2012).
Protección Laboral: es el cuidado preventivo ante un eventual riesgo o problema en
el área laboral. (El Pequeño Larousse, 1997).
Régimen Jurídico: Conjunto de normas que rigen una situación, relación o negocio.
(El Pequeño Larousse, 1997).
Trabajador: Persona física que se obliga o presta servicio en favor de otra, física o
jurídica, durante un período determinado o indeterminado de tiempo, mediante el
pago de una remuneración, cualesquiera que sean las modalidades de la prestación.
(Goldstein, 2010).
Transacción. Es un contrato en que las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada
una alguna cosa, terminan un litigio pendiente, o precaven uno eventual. La
transacción por sí misma es un título declarativo de derechos, es un contrato
consensual, bilateral, a título oneroso en que las partes se obligan al cumplimiento de
las obligaciones. (Sanojo y Dominici, 1991)
CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

En toda investigación es necesario que los hechos que han sido estudiados, así
como la relación que hay entre ellos sean claros, fiables y que tengan validez. Por
mucho tiempo, las investigaciones se han constituido en actividades precisas y
fundamentales que buscan dar respuestas a problemas del conocimiento. Para ello, se
necesita delimitar cada uno de los procedimientos metodológicos aplicados y con los
cuales se pretende dar respuestas a los objetivos planteados.

3.1 Tipo de Investigación

Con respecto al tipo de investigación, este estudio es de tipo descriptivo puesto


que busca describir los hechos y busca especificar el perfil, las características de
objetos, grupos o comunidades, o un fenómeno que es sometido a un análisis con el
único fin de cumplir con los objetivos trazados, y orientados a conocer más sobre la
problemática objeto de estudio.
De acuerdo a Sabino (2002), “las investigaciones descriptivas utilizan criterios
sistemáticos que permiten poner de manifiesto la estructura o el comportamiento de
los fenómenos en estudio, proporcionando de ese modo información sistemática y
comparable con la de otras fuentes”. (p. 47). De allí que esta investigación, busca
describir el hecho o fenómeno, objeto de estudio, haciendo un análisis general sobre
un conjunto de individuos en particular. Para Hernández, Fernández y Baptista
46

(2014), “los estudios descriptivos son útiles para mostrar con precisión los ángulos o
dimensiones de un fenómeno, suceso, comunidad, contexto o situación” (p. 80).
Se escogió este tipo de investigación por la naturaleza del tema el cual es objeto
de estudio. En esta investigación se busca analizar la efectividad de la transacción
como medio de autocomposición procesal y su relación con principio de
irrenunciabilidad de acuerdo al ordenamiento jurídico laboral venezolano y para ello
se hace necesario describir cada una de las partes que son objetos de estudio.

3.2 Diseño de la Investigación

Este estudio está enmarcado bajo un diseño documental puesto que es llevado a
través de una revisión bibliográfica, mediante el uso de libros, documentos, códigos,
leyes, diccionarios jurídicos e información obtenida a través de páginas web. Para
Arias (2012), la investigación documental es un proceso basado en la búsqueda,
análisis crítico e interpretación de datos primarios o secundarios, obtenidos y
registrados en documentales.
El Manual de Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis
Doctorales de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2016), hace la
siguiente definición: “Se entiende por Investigación Documental, el estudio de
problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su
naturaleza, con apoyo, principalmente, en trabajos previos, información y datos
divulgados por medios impresos, audiovisuales o electrónicos” p. 20.
Para la realización de esta investigación se tomaron como fuentes primarias de
información:
1) Trabajos de Grado en relación al uso de la transacción como medio de
autocomposición procesal.
2) Textos relacionados en materia laboral.
3) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
4) Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y de las Trabajadoras.
5) Ley Orgánica Procesal del Trabajo
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6) Código de Procedimiento Civil Venezolano.


7) Código Civil Venezolano.
Entre las fuentes secundarias de información usadas en esta investigación se
destacan:
1) Artículos de Revistas Jurídicas en relación a los temas de transacción laboral
2) Diccionario Jurídico.
3) Websites especializadas en derecho laboral sobre los diversos medios de
autocomposición procesal.

3.3 Técnicas e Instrumentos de investigación

Para Hurtado (2000), para seleccionar las técnicas e instrumentos “implica


determinar por cuales medios o procedimientos el investigador obtendrá la
información necesaria para alcanzar los objetivos de la investigación” (p. 167).
Asimismo, Hurtado (2012), las técnicas de investigación tienen que ver con los
procedimientos utilizados para la recolección de los datos, es decir, el cómo. Estas
pueden ser de revisión documental, encuestas, entre otras. Del mismo modo, sostiene
que los instrumentos representan la herramienta con la cual se va a recoger, filtrar y
codificar la información, es decir, el con qué, pudiéndose encontrar los instrumentos
ya elaborados e incluso normalizados.
En la presente investigación se usaron las siguientes técnicas:
 Revisión Documental: Antecedentes bibliográficos, bibliografías de textos y
leyes.
 Observación Indirecta: Se observó de forma indirecta el contenido de algunas
sentencias relacionadas a transacciones laborales. De acuerdo a Palella y
Martins (op. cit.), es indirecta “cuando el investigador entra en conocimiento
del hecho o fenómeno a través de las observaciones realizadas por otra
persona. Esto último ocurre cuando se utilizan revistas, informes…,
relacionadas con lo que se está investigando” (p. 129).
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Para Arias (op. cit.), un instrumento de recolección de investigación “es


cualquier recurso, dispositivo o formato (en papel o digital), que se utiliza para
obtener, registrar o almacenar información (p. 68). Ahora bien, los instrumentos de
Investigación usados para esta investigación son:
 Técnicas de revisión documental.
 Laptop para el almacenaje de la información y memorias portátiles
(pendrive).
 Informes documentales: registros escritos.
 Cuadernos de notas y bolígrafos.

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