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FIGURAS RETÓRICAS

Para que el lector consiga algún tanto esta familiaridad, expondremos a continuación una serie de
figuras y hebraísmos, con sus correspondientes ejemplos, que precisa estudiar detenidamente y
repetidas veces. Como veremos, las figuras retóricas del lenguaje bíblico son las mismas que en
otros idiomas; y no es tanto a sus nombres, algo extraño, cuanto a los ejemplos que les siguen, que
llamamos la atención.

LA METÁFORA
Esta figura tiene por base alguna semejanza entre dos objetos o hechos, caracterizándose el uno
con lo que es propio del otro.
Ejemplos: Al decir Jesús: "Yo soy la vid verdadera," se caracteriza Jesús con lo que es propio y
esencial de la vid; Y al decir a los discípulos: "Vosotros sois los pámpanos," les caracteriza a ellos con
lo que es propio de los pámpanos. Para la correcta interpretación de esta figura nos preguntamos,
pues: ¿qué caracteriza a la vid?, o ¿para qué sirve principalmente? En la contestación de tales
preguntas está la explicación de la figura. ¿Para qué sirve una vid? Para comunicar savia y vida a los
pámpanos, a fin de que lleven uvas. Pues esto es lo que, en sentido espiritual, caracteriza a Cristo:
cual una vid o cepa verdadera, comunica vida y fuerza a los creyentes, para que, como los
pámpanos llevan uvas, ellos lleven los frutos del cristianismo. Procédase del mismo modo en la
interpretación de otras figuras de la misma clase, como por ejemplo: "yo soy la puerta, yo soy el
camino, yo soy el pan vivo; vosotros sois la luz, la sal; edificio de Dios; id, decid a aquella zorra; la
lámpara del cuerpo es el ojo; cachorro de león es Judá; tú eres mi roca y mi fortaleza: sol y escudo
nos es Jehová: la casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa,"
etc. Juan 15:1: 10:9; 14:6: 6:51; Mat. 5:13, 14; la Coro 3:9; Lc. 13:32; Mat. 6:22: Gén. 49:9: Sal. 71:3;
84:11; Abdías 1:18).

LA SINÉCDOQUE
Hágase uso de esta figura cuando la parte se pone por el todo o el todo por la parte.
Ejemplos: Pone la parte por el todo el Salmista al decir: "Mi carne posara segura," en lugar de decir:
mi cuerpo o mi ser, que sería el todo, siendo la carne sólo parte de su ser. (Sal. 16:9). Pone el todo
por la parte el Apóstol cuando dice de la Cena del Señor: "Todas las veces que bebiereis esta copa,"
en lugar de decir bebiereis de esta copa, es decir, parte de lo que hay en la copa. (1a Cor. 11:26).
Ponen asimismo el todo por la parte los acusadores de Pablo al decir: "Este hombre es pestilencial y
levantador de sediciones ante los judíos por todo el mundo;" es decir, por aquella parte del mundo
o del Imperio Romano que había alcanzado con su predicación el Apóstol. Úsase la misma figura
cuando se dice que "salió edicto de parte de Augusto César que toda la tierra fuese empadronada,"
queriendo decir, por supuesto, la parte de la tierra que gobernaba Augusto César. (Hech. 24:5;
Luc.2:1).

LA METONIMIA
Emplease esta figura cuando se pone la causa por el efecto, o la señal o símbolo por la realidad que
indica el símbolo.
Ejemplos: Bálese Jesús de esta figura poniendo la causa por el efecto al decir: "Tienen a Moisés y a
los profetas; óiganlos," en lugar de decir que tienen los escritos de Moisés y de los profetas, o sea el
Antiguo Testamento. (Lc. 16:29). Pone asimismo la señal o símbolo por la realidad que indica la
señal cuando dice a Pedro: "Si no te lavare, no tendrás parte conmigo." Emplea Jesús aquí la señal
de lavar los pies por la realidad de purificar el alma, porque hace saber él mismo que el tener parte
con él no depende del lavamiento de los pies, sino de la purificación del alma." (Juan 13:8). Del
mismo modo, Juan hace uso de esta figura poniendo la señal por la realidad que indica la señal al
decir: "La sangre de Jesucristo su hijo nos limpia de todo pecado," pues es evidente que, aquí la
palabra sangre indica toda la pasión y muerte expiatoria de Jesús, única cosa eficaz para satisfacer
por el pecado y purificar al hombre del mismo. (Juan 1:7).

LA PROSOPOPEYA
Usase esta figura cuando se personifican las cosas inanimadas, atribuyéndoseles los hechos o
acciones de las personas.
Ejemplos: El Apóstol habla de la muerte como de persona que puede ganar victoria o sufrir derrota
al preguntar: "¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu aguijón?" (la Cor. 15:55). Emplea el apóstol Pedro la
misma figura, hablando del amor, y refiriéndose a la persona que ama, cuando dice: "La caridad (el
amor) cubre multitud de pecados." (1 a Pedro 4:8). Como es natural, ocurren Con frecuencia estas
figuras en el lenguaje poético del Antiguo Testamento, dándosele así una hermosura, vivacidad y
animación extraordinarias, como por ejemplo al prorrumpir el Profeta: "Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso."
Convendría observar que en casos como éstos no se trata solamente de una mera personificación
de las cosas inanimadas, sino de una simbolización por las mismas, representando en este pasaje los
montes y collados personas eminentes y los árboles personas humildes, alabando de regocijo los
unos y a los otros al Redentor ante sus mensajeros. (Isaías 55:12) Otro caso de personificación
grandiosa ocurre en el Salmo 85: 1 0, 11, donde se hace referencia a la abundancia de bendiciones
propias del reinado del Mesías en estos términos: "La misericordia y la verdad se encontraron: la
justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde los cielos."

LA IRONÍA
Hágase uso de esta figura cuando se expresa lo contrario a lo que se quiere decir, pero siempre de
tal modo que se hace resaltar el sentido verdadero.
Ejemplos: Emplea esta figura Pablo cuando llama a los falsos maestros grandes apóstoles y sumos
apóstoles, dando a comprender al mismo tiempo que de ningún modo son tales apóstoles (2a Coro
11:5; 12:11, véase 11:13). Bálese de la misma figura el profeta Elías cuando en el Carmelo dice a los
sacerdotes del falso dios Baal: "Gritad, que acaso duerme (vuestro dios) y despertará," dándoles a
comprender a la vez que es del todo inútil que griten. (1a Reyes 18:27). También Job hace uso de
esta figura al decir a sus amigos: "Vosotros sois el pueblo y con vosotros morirá la sabiduría"
haciéndoles saber a la par que estaban muy lejos de ser tales sabios. (Job 12:2). LA HIPÉRBOLE Es la
figura por la cual se representa una cosa como mucho más grande o más pequeña que en realidad
es, para presentada viva a la imaginación. Tanto la ironía como la hipérbole se usan muy poco en las
Escrituras, pero alguna que otra vez ocurren. Ejemplos: Hacen uso de la hipérbole los exploradores
de la tierra de Canaán cuando vuelven a contar lo que allí habían visto, diciendo: "Vimos allí
gigantes... y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas... las ciudades (son) grandes y
muradas hasta el cielo." (Núm. 13:34; Dt. 1:28). De lo que se ve que esos exploradores hablaban
como se acostumbra entre nosotros al decir una persona u otra, por ejemplo: "Va le he avisado mil
veces," queriendo decir tal sólo: "Va le he avisado muchas veces." También Juan hace uso de esta
figura al decir: "Hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen cada una por
sí, ni aun en el mundo pienso que cabrían los libros que se habrían de escribir." (Juan 21:25).

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