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Gary Smalley
Ted Cunningham
Cómo experimentar
la belleza de la
intimidad sexual
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. A MENOS QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO, EL TEXTO BÍBLICO
SE TOMÓ DE LA SANTA BIBLIA NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL. © 1999 POR LA SOCIEDAD
BÍBLICA INTERNACIONAL.
ISBN: 978-0-8297-5609-8
09 10 11 12 ❖ 6 5 4 3 2 1
–¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué está él haciendo mal? ¿Qué estamos
ambos haciendo mal? –dijo Ellen, mientras se limpiaba las cálidas gotas de
sus mejillas con el dorso de la mano.
El pastor miró a Ellen. Vio su dolor. Incluso pudo sentir un poco de
este dolor dentro de sí mismo. Sin embargo, no supo qué responder. En
el seminario le habían enseñado mucha teología, pero esta pregunta nunca
surgió en clase. Una cadena de pensamientos bombardeó su mente: ¿Cómo
es posible que el esposo de esta mujer haya tenido relaciones con ella en-
tre trescientas y cuatrocientas veces y no haya obtenido una respuesta de
su parte? ¿Cuán confundida e incluso culpable se debe sentir ella después
de tener relaciones sexuales? ¿Acaso sus padres se olvidaron de enseñarles
algo? ¿Debería llevar al joven aparte y mostrarle algunos dibujos? ¿Es esta
una pregunta apropiada para hacerle a un pastor? ¿Es esta una pregunta
adecuada que un pastor debe responder? ¿Será que debo remitirlos a otra
persona? ¿Debo abrir la puerta de mi oficina para que otros puedan vernos
aquí? ¿Cada cuánto tiempo mi esposa experimenta un orgasmo? ¿Acaso mi
esposa se siente como esta joven?
Con gotas de sudor en su frente, el pastor respondió: –Tú eres una
persona muy querida para mí y deseo que recibas el mejor consejo. Tengo un
buen amigo que es miembro de esta iglesia, es médico y trata con este tipo
de preguntas. Voy a concertarte una cita. Mientras tanto, puedo darles una
consejería de pareja y puedo tener unas citas a solas con tu esposo.
* * *
Sexo. Para algunos el tema es un tabú. Para otros es repulsivo. Los que
quie-ren comercializarlo y explotarlo hacen millones. ¿Sabía usted que para
la mayoría de las parejas hablar de sexo es tan difícil como hablar sobre su
propio funeral? Esa podría ser la razón por la que la iglesia cristiana se ha
quedado callada sobre este asunto durante tanto tiempo.
Algunos se han creído el mito de que solo los esposos deben hablar de
sexo. Sin embargo aunque el sexo es sagrado y el lecho matrimonial debe ser
guardado, debe hablarse del tema para honrar y proteger verdaderamente
esta área. A Dios no le da miedo hablar de sexo. ¿Sabía usted que Dios nos
ha dado más instrucciones sobre el sexo que acerca de cómo criar a los
hijos? ¡La Biblia da más instrucciones y orientación sobre cómo hacer un
bebé que sobre cómo cuidarlo! Dios nos ha dado el sexo como un regalo
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Es por eso que el libro que tiene en sus manos es tan valioso. Está
dise-ñado no solo para fortalecer su matrimonio y su relación con su cón-
yuge, sino también para equiparlo para tener el mejor sexo de su vida. Va a
aprender lo que se necesita para elevar la temperatura de su relación y crear
un buen ambiente para el sexo. Luego vamos a enseñarle cómo apreciar las
diferencias entre usted y su cónyuge. Vamos a descubrir la esencia del sexo,
a explorar la estimulación, la relación sexual, y a aprender cómo cultivar la
creatividad en su matrimonio. Usted va a descubrir las dimensiones espiri-
tuales del sexo, algo en lo que quizás nunca haya pensado antes. Finalmente,
le daremos las claves para resolver conflictos y cuidar su relación a fin de
que pueda disfrutar del mejor sexo de su vida a partir de este día.
En el camino, descubrirá herramientas que le ayudarán a mejorar sus
habilidades de comunicación y encontrará respuestas a algunas de las pre-
guntas más difíciles sobre el sexo, el romance y la intimidad.
La mayoría de los problemas sexuales en el matrimonio están asociados
con problemas relacionales. Este libro no está diseñado para resolver pro-
blemas médicos o psicológicos relacionados con el sexo. No somos médi-
cos ni psicólogos. Queremos ayudarle con los aspectos relacionales del sexo.
No solo vamos a compartir información general que puede ser apli-
cable para el esposo y la esposa; también daremos métodos muy específicos
que han sido demostrados para cada uno de los cónyuges.
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¿Qué tiene que ver esta ecuación con tener el mejor sexo de su vida?
En los siguientes capítulos descubrirá cómo la honra genera seguridad. La
seguridad genera intimidad. Y la intimidad crea el ambiente para un sexo
estupendo. La verdad es que no puede haber buen sexo sin honra y sin un
espíritu abierto.
El camino al mejor sexo de su vida, el tipo de sexo que Dios diseñó para
usted y su cónyuge, empieza en el camino a su corazón. Usted empieza a
honrar a su amado cuando comienza a trabajar en su propio corazón. Es
fácil caer en la trampa de pensar que su cónyuge es la fuente del conflicto
en el matrimonio, pero la verdad es que nuestros propios corazones con
frecuencia determinan el resultado de una relación. El mejor sexo de su vida
empieza en su corazón, no en su cabeza ni entre sus piernas.
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como hacer dinero: Si usted simplemente se esfuerza cada día por aumentar
sus ingresos, descubrirá que el dinero realmente puede ser muy escurridizo,
como la olla llena de oro al final del arco iris. No persiga el oro; aprenda
a servir a la gente en amor con un buen producto que en verdad necesite.
Ofrézcale un estupendo servicio al cliente y observe cómo el dinero simple-
mente parece llegar todo el tiempo. Con el sexo sucede lo mismo. Genere
más honra y seguridad, y la satisfacción sexual aumentará de forma natural.
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nunca jamás.
En el próximo capítulo vamos a mostrarle el conocimiento y las habili-
dades que necesitará para desarrollar las mejores bases posibles para el sexo.
De Gar ySmalley.com
Todas las semanas recibimos correos electrónicos en nuestro sitio en la In-
ternet GarySmalley.com. Las personas hacen preguntas sobre las luchas que
tienen en sus matrimonios. Hacemos lo mejor que podemos para contestar
esas preguntas con verdades bíblicas y enseñanzas prácticas. Esta pregunta
típica de una mujer que no entiende cómo el sexo está relacionado con la
intimidad sexual puede sonarle familiar.
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También ayuda que las parejas hagan un acuerdo para no decirse pal-
abras venenosas. Este voto puede ser intercambiado en el altar. Norma y yo
nos prometimos que nunca utilizaríamos la palabra «odio», o que nunca
diríamos cosas como «Me voy a divorciar de ti» o «No te soporto». Algunas
palabras están tan llenas de veneno que cuando uno pide perdón, es difícil
sacarlas de la mente.
Si decir las cosas reiterativamente no funciona, pruebe algo nuevo. In-
tente la consejería. Pruebe decirle que lo ama profundamente y quiere pasar
el resto de su vida con él, y que esta es un área en la que usted espera que
trabajen juntos. Pregúntele si desea ayudar a encontrar una solución con la
que ambos ganen.
La intimidad no empieza en la alcoba; la intimidad culmina en la al-
coba. Los problemas sexuales indican que hay problemas mayores. Concén-
trese en la responsabilidad personal, y de esta manera pavimentará el camino
para la seguridad, una buena comunicación... ¡y probablemente el mejor sexo
de su vida!
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