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LA IMPUGNACIÓN Y NULIDAD DE ACUERDOS DE LA JUNTA GENERAL

DE ACCIONISTAS EN EL PERÚ

THE CHALLENGE AND NULLITY OF AGREEMENTS OF THE GENERAL MEETING


OF SHAREHOLDERS IN PERU

Luis Fernando Vargas Delgado1

SUMARIO

I.- Introducción. II.- Antecedentes y evolución. III.- Marco normativo.


IV.- Naturaleza jurídica. V.- Prescripción de la impugnación. VI.- Acción
de impugnación a través del proceso sumarísimo. VII. Conclusiones.
VIII.- Lista de referencias.

RESUMEN

El tema materia de estudio, se basa en los dispuesto normativamente en los


artículos 38°, 139° y 150° de la Ley General de Sociedades, que tratan los supuestos de
nulidad e impugnación de acuerdos societarios. Dichos artículos han generado una serie
de jurisprudencias controvertidos y contradictorios en nuestro sistema judicial en materia
de impugnación y nulidad de acuerdos, desarrolladas ampliamente en la dogmática civil,
Así mismo el plazo de prescripción de impugnación de acuerdos dispuesto en el artículo
142° de la misma ley, que presupone regulación más equilibrada y coherente.

Palabras clave: Ley, sociedades, impugnación, anulabilidad, prescripción.

ABSTRACT

The subject matter of the study is based on those normatively established in articles
38, 139 and 150 of the General Corporations Law, which deal with the nullity and
impugnation of corporate agreements. These articles have generated a series of
controversial and contradictory jurisprudence in our judicial system in the matter of
objection and nullity of agreements, developed widely in the civil dogmatics, Likewise
the term of limitation of challenge of agreements provided in Article 142 of the same law,
which presupposes more balanced and coherent regulation.

1
Estudiante de IV ciclo de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de
Cajamarca, Perú. Correo: luis24vardel14@gmail.com.
Keywords: law, corporation, challenge, nullity, prescription.

I. INTRODUCCIÓN

En la normativa actual, estructuralmente podemos decir que hay dos problemas graves.
El primero es concerniente a que la ley no es clara en la distinción propiamente legal de
lo que es una impugnación y una nulidad. En segundo lugar, se trata de manera específica
y detallada lo que es la impugnación y nulidad. Un problema adicional es que en el
artículo 139° hay una regulación general para todas las sociedades, pero cuando nos
referimos al artículo 38° está presenta una regulación específica para la sociedad anónima
y una regulación general para los otros tipos societarios.

Por otra parte hay otro problema, si te vas a sociedad anónima, que es la regulación que
desarrolla con más detalle en la ley está regulada, la impugnación y la nulidad están
reguladas solo en la parte de junta de accionistas, y si te vas al directorio, no tienes una
regulación específica. Se puede decir que no hay problema porque el articulo 38° regula
de manera general el problema de la nulidad, pero no de impugnación, con lo cual queda
también el aire la posibilidad o no de impugnar acuerdos de directorio y te genera un
grado de indefinición.

El derecho de impugnación de los acuerdos sociales adoptados por los órganos de las
sociedades mercantiles es uno de los temas más transcendentes en este campo, tanto desde
el punto de vista dogmático como desde el práctico, por ello ha sido objeto de una
atención destacada por la doctrina. El tratamiento jurídico que se dé a la impugnación de
los acuerdos sociales es clave para hacer efectivo el derecho de los socios de evitar la
adopción de decisiones ilegales, contrarias a los estatutos o lesivas para los intereses de
la sociedad, y con ello lograr también impedir su perjuicio.

Una característica a resaltar de la “acción de nulidad” es la posibilidad de ser incoada por


cualquier persona que tenga legítimo interés: administradores, terceros ajenos a la
sociedad, incluso los mismos accionistas. Al respecto, esta acción también puede ser
utilizada por los directores de la sociedad o por los terceros con legítimo interés a efectos
de impugnar los acuerdos contrarios a la ley ya que carecen de legitimación activa para
la “acción de impugnación” regulada por el artículo 139° y siguientes de la LGS, y
también podrá ser interpuesta por cualquier accionista, una vez vencidos los plazos de
caducidad establecidos en el artículo 142°.
II. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y EVOLUCIÓN

A diferencia del Código de Comercio de 1902 que no contenía ninguna norma sobre el
particular, la Ley de Sociedades Mercantiles N°. 16123 de 1966 estableció un mecanismo
para que los accionistas puedan impugnar los acuerdos de las Juntas Generales que
consideren contrarios a la ley o a sus estatutos y, en general, lesivos a los intereses de la
sociedad. (MONTOYA MANFREDI, 1967)

El hecho de que dentro del Código de Comercio no se hubiere contemplado el derecho de


impugnación de acuerdos de las Juntas Generales, no impidió que en la práctica, entre
1902 y 1966, se demande judicialmente la impugnación a través del procedimiento
ordinario, pero por diferentes razones, el accionista se desalentaba de iniciarlo, o tan sólo
lograba ver los resultados cuando la decisión judicial resultaba ineficaz siendo por tanto
un derecho ilusorio.

La Ley de Sociedades Mercantiles N°. 16123 desarrolló por primera vez en nuestro país
un sistema tendiente a impedir que las mayorías excedan los límites de sus facultades,
obligándolas a que desenvuelvan su acción dentro del marco de la ley y del estatuto social.
No obstante que dicho órgano social funciona por la fuerza de la mayoría, la misma que
debe ser acatada, no se puede admitir que la voluntad de ésta infrinja los mandatos de la
ley, del estatuto o que lesione los intereses de la sociedad. (MONTOYA MANFREDI,
1967)

Tampoco puede admitirse el hecho que por querer protegerse al accionista minoritario se
llegue al extremo, más arbitrario aun, de convertir a la minoría en una fuerza decisoria
que dirija la marcha de la sociedad contra las decisiones de la mayoría.

De aquí la necesidad de equilibrarse los poderes, manteniendo siempre el derecho de la


mayoría de dirigir la marcha de la sociedad, pero asignándole a la minoría un rol de
control de la vida societaria.

Como se sabe, la Ley General de Sociedades actualmente vigente prácticamente


transcribe literalmente el articulado de la Ley No. 16123, manteniendo inclusive en forma
parcial la misma numeración, pero, como ya se adelantó, ha sido el Código Procesal Civil
el que a través de su Segunda Disposición Modificatoria ha sustituido el texto de los
artículos 143 y 152 introduciendo significativas modificaciones.

III. MARCO NORMATIVO

Si bien el artículo 95 de la nueva Ley General de Sociedades al enumerar los derechos


mínimos del titular de acciones con derecho a voto, no incluye el derecho a la
impugnación de acuerdos societarios, es la propia ley la que en su artículo 139° identifica
puntualmente los acuerdos de juntas de accionistas susceptibles de impugnación,
reconociendo y precisando en su artículo 140° que son los accionistas quienes en
determinadas circunstancias pueden impugnar los acuerdos de la junta general de
accionistas. Es, pues, un derecho potestativo ya que el accionista tiene la facultad o no de
ejercitarlo. (Correa, 1999)

El texto del artículo 139 de la Ley General de Sociedades establece que pueden ser
impugnados judicialmente los acuerdos de la junta general cuyo contenido sea contrario
a esta ley, se opongan al estatuto o al pacto social; o que lesionen en beneficio directo o
indirecto de uno o varios accionistas los intereses de la sociedad, señalando además que
los acuerdos que incurran en causal de anulabilidad prevista en la ley o en el Código Civil
también serán impugnables en los plazos y formas que señale la ley.

En lo referente a los plazos el artículo 142° la ley general de sociedades establece el


tiempo a trascurrir para perder dicho derecho, estableciendo noventa días cuando el
accionistas no asistió a la asamblea y de a ver asistido el plazo es de sesenta días. En el
caso que los acuerdos estén inscriptos en registros públicos el plazo establecido es de
treinta días. Así mismo en el artículo 92° del Código Civil se reconoce el derecho de
impugnación y también establece el plazo que guarda estrecha relación con el artículo
antes mencionado. (Mora, 2004)

En lo concerniente al proceso judicial de impugnación la Ley General de Sociedades


establece entre sus artículos 140° al 149° reglas especiales para las acciones judiciales de
impugnación, la cual en su artículo 141° dispone que solamente los socios pueden
acceder al derecho de impugnación ,con lo cual pretende lograr una mayor efectividad y
celeridad en esta clase de procesos, para de esa manera cautelar los intereses de la
sociedad y de sus accionistas, garantizando con ello un eficiente ejercicio del derecho de
impugnación. (Mora, 2004)
La figura de la anulabilidad se encuentra en el artículo 150° “Procede la acción de
nulidad para invalidar los acuerdos de la junta contrarios a normas imperativas o que
incurran en causales de nulidad previstas en esta ley o en el Código Civil".

IV. NATURALEZA JURIDICA

Respecto a la naturaleza del derecho de impugnación, la doctrina


especializada señala que existen diversas teorías que pretenden explicarla y
que a continuación se analizan:

 Se afirma que al impugnar los acuerdos de la junta general el


accionista actúa como órgano de defensa social para remediar la
deficiente actuación de la junta general, pero además lo emplea para
la defensa de sus derechos individuales incorporados en la acción y
que es protegido por la ley. (Exebio, 2006)
 Se dice que el derecho de impugnar los acuerdos de la Junta General
es un derecho potestativo ya que el socio tiene la facultad o no de
ejercitarlo pero el carácter potestativo se deduce al calificarlo de
derecho subjetivo. (Exebio, 2006)
 Es un derecho personal porque es inherente a la condición de
accionista; condición que no solamente debe sostenerse al momento
de tomarse el acuerdo materia de la impugnación sino que debe
mantenerse durante todo el proceso.
 Se manifiesta que el socio impugnante ejercita un derecho subjetivo,
porque en el fondo de toda impugnación se encuentra siempre un
interés del socio, que es el constante propulsor de su acción,
independientemente de que satisfaga al propio tiempo el interés de los
demás socios o el de la sociedad. HUNDSKOPF entiende que esta
facultad, para formular su pretensión sobre la base de su apreciación
personal, debe compatibilizarse con el interés social, no obstante, se
debe destacar que, si es un derecho subjetivo material o derecho
subjetivo público dirigido contra el estado para obtener la tutela
jurisdiccional.
 Algunos especialistas afirman, que el derecho de impugnación es un
derecho complementario al derecho de voto y también con el derecho
a la previa información, que sirve para resguardar la correcta
formación de la voluntad social, la cual, es distinta e independiente de
la voluntad de los accionistas que forman la Junta General y que se
pueden ejercitar en defensa de la ley, del estatuto y del interés social;
pero el derecho a impugnar los acuerdos será también apto para
tutelar, además de los derechos de voto e información, a los otros
derechos del socio si éstos vienen desconocidos, o reciben
configuración distinta a la que la ley permite, por decisión de la junta.
V. CADUCIDAD Y SUSPENCION DE LA IMPUGNACIÓN

El derecho de impugnación que tienen los accionistas para invalidar los


acuerdos contrarios a ley, a los estatutos o al interés social, caduca, de
acuerdo con el artículo 142° de la ley:

 A los dos meses de la fecha de adopción del acuerdo si el accionista


concurrió a la junta;
 A los tres meses si no concurrió; y
 Tratándose de acuerdos inscribibles, dentro del mes siguiente a la
inscripción.

De acuerdo al artículo 150° de la Ley, la acción de nulidad para invalidar los


acuerdos de la junta contrarios a normas imperativas o incurran en causales
de nulidad previstas en ley de sociedades o en el Código Civil y que cualquier
persona que tenga legítimo interés puede interponerla, caduca al año de la
adopción del acuerdo respectivo. (Exebio, Prevalencia del plazo de
caducidad de la acción de nulidad previsto en el artículo 150 de la Ley
General de Sociedades, 2009)
En lo referente a la suspensión de acuerdos el demandante busca es dejar sin
efecto el acuerdo impugnado y la mencionada pretensión puede ser
concedida temporalmente como medida cautelar. El Artículo 145 de la ley
societaria dispone que el juez, a pedido de accionistas que representen más
del veinte por ciento del capital suscrito, pueda dictar medida cautelar de
suspensión del acuerdo impugnado. En este caso, el dispositivo legal
comentado, impone otro requisito de legitimidad, sustentado en la gravedad
de la medida, que sea solicitada por accionistas que representen por lo menos
la quinta parte del capital social.

VI. ACCIÓN DE IMPUGNACIÓN A TRAVÉS DEL PROCESO SUMARÍSIMO

La acción especial de impugnación se sujeta a los trámites del procedimiento abreviado,


ya que así los dispone el artículo 143° de la Ley General de Sociedades.

La entrada en vigencia del Decreto legislativo N°.768 con el cual se aprobó el Código
Procesal Civil; la anterior Ley General de Sociedades, Ley N°.16123, modificada por el
Decreto Legislativo N°.311, establecía únicamente dos vías procesales para el trámite de
la pretensión cuyo objeto era la impugnación de un acuerdo de junta general,
dependiendo de la naturaleza del procedimiento problema jurídico invocado en la
demanda. (Gregorio, 1950)

En los casos en que la impugnación se sustentaba en vicios o defectos de carácter


mercantil, el tramite era el proceso de menor cuantía, hoy proceso abreviado con las
modificaciones adicionales contenidas en la ley, orientadas a evitar que esta acción se
dilate y hacer más rápida y expeditiva su tramitación.

En cambio, si la impugnación se amparaba en un vicio o defecto de nulidad sustentado


en el Código Civil, la demanda debía tramitarse en la vía ordinaria, hoy proceso de
conocimiento, pues la naturaleza de la pretensión exige plazos mayores para su probanza.
(Gregorio, 1950)

La ley señala en su artículo 143, segundo párrafo, que es competente para conocer las
acciones de impugnación el juez del domicilio de la sociedad.

VII. CONCLUSIONES
 La nulidad de los acuerdos societarios aplicable a todo tipo societario está
regulado en el artículo 38. Mientras que la impugnación de acuerdos societarios y
la nulidad de acuerdos societarios de sociedades anónimas están reguladas en los
artículos 139 a 149 y en el artículo 150, respectivamente.
 El derecho de impugnación, es uno de los principales mecanismos de control que
la ley societaria reconoce en favor de todos los socios, con el fin de que cualquiera
de ellos pueda cuestionar la validez de los acuerdos adoptados en la junta general
de una sociedad, haya asistido o no a aquella, y se ejerce ante los órganos
jurisdiccionales del Estado a fin de que el Juez declare la nulidad del acuerdo que
contraviene la ley, los estatutos o el interés social.
 Las causales de nulidad se encuentran previstas en el art. 150° de la LGS, mientras
que las causales de impugnación están previstas en el art. 139° de dicho cuerpo
normativo, siendo que estas últimas, a diferencias de las primeras, tienen una
marcada orientación societaria.

VIII. LISTA DE REFERENCIAS

Correa, A. (1999). Impugnación de los acuerdos societarios y nulidad. Lima: Revista Actualidad
Jurídica.

Exebio, H. (2006). Pacto Social y Acuerdos Societarios. Diálogo con la jurisprudencia.

Exebio, H. (2009). Prevalencia del plazo de caducidad de la acción de nulidad previsto en el


artículo 150 de la Ley General de Sociedades. Diálogo con la jurisprudencia.

Gregorio, D. (1950). De las Sociedades y de las Asociaciones. Buenos aires: Editores.

MONTOYA MANFREDI, U. (1967). Comentarios a la Ley de Sociedades Mercantiles. Lima: IUS ET


VE RITAS .

Mora, C. (2004). Impugnación de acuerdos. Buenos aires: Dialogo con la Jurisprudencia.

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