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AMIGDALITIS

La amigdalitis consiste en la inflamación del tejido linfoepitelial situado a ambos lados de la


garganta (amígdalas palatinas). Las amígdalas palatinas forman parte del conocido como
anillo linfático de Waldeyer. Este constituye una primera barrera defensiva frente a las
infecciones situada estratégicamente en la puerta de entrada de los microorganismos que se
transmiten por la vía aérea. Más concretamente este tejido linfático reconoce como extraños
los componentes de los microorganismos y pone en marcha mecanismos defensivos, entre
los que se encuentran la producción de linfocitos T y B (células de defensa frente a la
infección) y de anticuerpos específicos frente al microorganismo invasor.
Otro término empleado en ocasiones es el de angina debido a la constricción dolorosa,
angustiosa que en ocasiones produce la amigdalitis a nivel de la garganta. Se habla de
faringoamigdalitis o faringitis cuando la inflamación difusa de la garganta predomina sobre
la inflamación local. Por lo general, una amigdalitis suele ser más importante que una
faringitis.
Se trata de un cuadro muy frecuente, particularmente en los niños y en los meses de invierno
y primavera.

Causas.
Muchas infecciones agudas comienzan por una amigdalitis. Entre los virus que pueden
producir una faringoamigdalitis están los adenovirus, rinovirus, coronavirus, enterovirus,
virus parainfluenza, los virus de la gripe, virus Herpes simple 1 y 2, citomegalovirus, virus
Epstein- Barr (estos dos últimos implicados en la mononucleosis infecciosa), el virus del
sarampión, de la rubéola, de la parotiditis, etc. De las producidas por bacterias destaca de
forma característica la faringoamigdalitis porStreptococcus pyogenes que afecta a los niños
en edad escolar y adolescentes, disminuyendo su frecuencia a partir de los 18- 20 años. Las
faringoamigdalitis producidas por esta bacteria además de ser importantes por su frecuencia
lo son por las complicaciones que pueden producir como la fiebre reumática y cuadros de
glomerulonefritis. Otras bacterias que pueden producir este cuadro son los estreptococos de
los grupos C y G, bacterias anaerobias de la cavidad bucal,Arcanobacterium haemolyticum,
Corynebacterium diphtheriae (responsable de la difteria), Neisseria gonorrhoeae.
En la boca y en la faringe siempre hay microorganismos. Así se describen formando parte de
la flora normal de la cavidad bucal bacterias como estreptococos, neiserias, estafilococos,
levaduras, etc. Por alteraciones del medio estas bacterias pueden convertirse en patógenos
(productores de enfermedad) para el mismo huésped. Una infección vírica puede determinar
alteraciones que favorezcan la infección bacteriana secundaria de la amígdala.

Manifestaciones clínicas
El curso clínico habitual de la enfermedad es: comienzo agudo brusco, con fiebre elevada,
dolor de garganta intenso y dificultar para tragar. El dolor se puede irradiar a los oídos y
dificultar la apertura de la boca. Puede aparecer dolor de cabeza, y el enfermo tiene sensación
de enfermedad grave.
La gravedad de la sintomatología y la aparición de síntomas a otros niveles dependerá de si
se trata de una enfermedad general con manifestaciones locales a este nivel o bien de un
proceso localizado en las amígdalas.
Diagnóstico.

El cuadro clínico anteriormente descrito junto con la inspección de la boca y garganta en la


que se observarán unas amígdalas visibles, agrandadas, por lo general enrojecidas (con o sin
manchas) y la posible presencia de ganglios linfáticos de la zona aumentados de tamaño
permite establecer el diagnóstico de amigdalitis. Es más complicado averiguar el agente
responsable. Tradicionalmente se distinguen distintas formas clínicas: eritomatosas o
catarrales (la amígdala de color rojo uniforme), lagunares, foliculares o pultaceas (las
amígdalas rojas con manchas blancuzcas punteadas correspondientes al exudado
inflamatorio), seudomembranosas (la amígdala recubierta por una película blancogrisacéa,
como en la amigdalitis diftérica), herpética (con vesículas), ulcerosas, gangrenosas o
flegmonosa (cuando ya se forma un absceso). De todas formas el valor de estas divisiones es
meramente descriptivo y no permite conocer la etiología. Por hacer referencia a la forma más
clásica una amigdalitis estreptocócica (tradicionalmente descrita como púltacea o con
"placas" blancas sobre la amígdala) puede ser eritematosa, transformarse en pultacea o
flemonosa; y lo mismo podría decirse de las demás.
Desde el punto de vista de su frecuencia, de la gravedad del cuadro y la posibilidad de evitar
sus complicaciones y necesidad de tratamiento antibiótico lo más interesante es distinguir
los cuadros catarrales producidos por virus, de las amigdalitis producidas por la bacteria
Streptococcus pyogenes. El resto de los cuadros si bien pueden ser graves son más raros.
Distinguir ambos cuadros sobre la base de las manifestaciones clínicas es muchas veces
difícil o imposible. En general, la presencia de conjuntivitis, rinitis, tos, ronquera y diarrea
orienta a una etiología vírica. Entre los signos con más valor que apuntan a la forma
estreptocócica están la presencia de ganglios linfáticos dolorosos, el exudado faríngeo, el
enantema en el paladar, el edema de la úvula (vulgarmente campanilla) y el exantema
escarlatiniforme. Para los países subdesarrollados con dificultad para realizar
cultivos microbiológicos, la OMS ha propuesto la combinación de ganglios linfáticos del
cuello aumentados de tamaño y dolorosos y exudado faríngeo para identificar a las personas
que deben recibir tratamiento antimicrobiano. Esto dejaría sin tratamiento a muchos
pacientes (88%) con faringoamigdalitis estreptocócica. En definitiva, las manifestaciones
clínicas no predicen de manera fidedigna la etiología estreptocócica, por lo que se
recomienda cuando sea posible realizar cultivos microbiológicos o tests de diagnóstico
rápido.
El cultivo microbiológico de un frotis faríngeo constituye la prueba de más valor diagnóstico.
Sin embargo, los resultados tardan de uno a dos días en estar disponibles y hay que recordar
la abundante flora de la zona que dificulta la interpretación del cultivo. También es posible
que haya individuos en los cuales Streptococcus pyogenes sea un colonizador y a pesar de
estar presente no esté implicado en la infección. El cultivo microbiológico de un frotis
faríngeo también permite descartar otras amigdalitis como la diftérica.
Actualmente se encuentran disponibles en el mercado los conocidos como test rápidos de
detección antigénica que permiten realizar el diagnóstico de faringoamigdalitis por
Estreptococus pyogenes en una hora. Estos test detectan la presencia de un componente de
la bacteria. Cuando son positivos permiten establecer el diagnóstico, sin embargo, cuando
son negativos no se puede descartar la presencia de la enfermedad. Por otra parte, no son
útiles para detectar la presencia de otras bacterias que también pueden producir un cuadro
similar (por ejemplo, estreptococos de los grupos C y G).

Otras pruebas Análisis de orina para descartar una nefritis.


 Hemograma, para descartar una mononucleosis.
 Tratamiento. ¿Cómo se soluciona?
 Las medidas habituales son:
 Reposo en cama.
 Analgésicos.
 Comida blanda o pastosa.
 Higiene bucal y dentaria.
 Consumo de líquidos, sobre todo tibios (no calientes), templados y muy fríos para
aliviar el dolor de garganta.
 Las gárgaras con agua tibia con sal o las pastillas para el dolor de garganta pueden
reducir el dolor.
Si la causa de la amigdalitis es una bacteria, como el estreptococo, la infección se puede curar
con antibióticos. En el caso de las producidas por Estreptococos pyogenes se pueden
administrar como una inyección única intramuscular (penicilina) o con antibióticos
administrados por vía oral (amoxicilina) tres veces al día durante 10 días. Es importante que
la administración de los antibióticos siempre se realice por prescripción médica (con la
sospecha de etiología bacteriana y descartando posibles alergias) y a pesar de que el cuadro
mejore tras los dos o tres primeros días se cumpla el tratamiento hasta el final.

Pronóstico y complicaciones.
Los síntomas de la amigdalitis tienden a mejorar a los dos o tres días de iniciado el
tratamiento, curándose, por regla general, en una semana.
Pueden aparecer enfermedades acompañantes y/o secundarias como son: dificultad para
respirar por edema laríngeo, otitis media, rinosinusitis, etc.

Complicaciones postanginosas
Fiebre reumática aguda (poliartritis reumática aguda; a menudo con un intervalo
asintomático de 4 a 6 semanas); pericarditis, endocarditis, miocarditis; glomerulonefritis
aguda y nefritis focal (que pueden aconsejar realizar controles de orina tras la curación de la
angina). Todas estas pueden ser enfermedades secundarias a una infección por Streptococcus
pyogenes.

Complicaciones locales
Absceso periamigdalino. Tras un intervalo de varios días sin síntomas, aparecen dificultad
para tragar y dolor de garganta crecientes con dolor de oídos reflejo y dificultad para abrir la
boca. Se desarrrolla fiebre elevada (39- 40ºC) y de forma rápida un cuadro de enfermedad
grave. El tratamiento en la mayoría de las ocasiones es quirúrgico.
NEUMONIA

La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Se


transmite generalmente por contacto directo con personas infectadas.

La neumonía es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo. La


neumonía afecta a niños —y a sus familias— de todo el mundo, pero su prevalencia es
mayor en el África subsahariana y Asia meridional. Pueden estar protegidos mediante
intervenciones sencillas y tratados con medicación y cuidados de costo bajo y tecnología
sencilla.

DIAGNÓSTICO
neumonía se basa en los síntomas cardinales ya citados (tos, fiebre y dolor pleurítico) junto
con una radiografía de tórax donde se aprecie la infección pulmonar. Con la radiografía se
podrá poner de manifiesto la localización, la extensión y las complicaciones añadidas como
la presencia de derrame pleural.

La curación radiológica, es decir, la desaparición de la lesión en la radiografía, es casi


siempre posterior a la remisión de los síntomas. Es por esto por lo que para constatar dicha
curación ha de realizarse un control radiológico aproximadamente a las seis semanas del
diagnóstico e inicio del tratamiento. Esto es especialmente importante en los pacientes con
factores de riesgo para el desarrollo de cáncer, o en aquellos con persistencia de síntomas, o
ante la sospecha de otras enfermedades. En casos complicados o con dudas sobre la
posibilidad de tumor, se procede a realizar un TAC torácico.

Para apoyar el diagnóstico de neumonía y para identificar el microorganismo causal


disponemos de las siguientes pruebas médicas:

 Pruebas de laboratorio: análisis de sangre y orina, niveles de oxígeno en sangre, para


valorar la gravedad o la necesidad de ingreso hospitalario. Estas pruebas han de
realizarse a los pacientes tratados en el ámbito hospitalario; no serían necesarias en
pacientes con neumonías de bajo riesgo con tratamiento ambulatorio.
 Otras técnicas no invasivas: en el caso de los pacientes con ingreso hospitalario, se
recomienda la recogida de muestras de sangre, orina y esputo (moco que aparece con
la tos), con el objeto de realizar cultivos que permitan identificar el germen causal
antes de iniciar el tratamiento antibiótico. Actualmente se dispone de un test en orina
para detectar antígeno de legionella y neumococo, pudiendo obtener resultados en
pocas horas y persistiendo positivos al cabo de varios meses.
 Técnicas invasivas, solo en casos de neumonías graves o que no respondan al
tratamiento inicial.
o Toracocentesis: punción a través de la pared torácica para extraer muestras de
líquido o liberar líquido acumulado en el pulmón a causa de la infección.
o Broncoscopia: introducción de un tubo por la vía aérea para llegar al bronquio y
recoger muestras de mucosidad, para realizar un cultivo que permita averiguar el
germen causante de la neumonía, en casos de mala evolución o que no respondan al
tratamiento.

EN QUE PERSONAS SON MAS FRECUENTES

se encuentran los pacientes con enfermedades renales, con enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC), los mayores de 65 años , y las personas consumidoras habituales de alcohol.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la neumonía se realiza con antibióticos. Los antibióticos son sustancias


químicas producidas por bacterias y hongos que tienen la capacidad de inhibir el desarrollo
o destruir a otros microorganismos.

El tratamiento se iniciará de manera empírica, valorando los gérmenes más habituales y


probablemente implicados, la situación o no de gravedad, y la respuesta a los tratamientos
en la comunidad donde se localice el paciente afecto. Es decir, se inicia el tratamiento,
aunque no se haya determinado el germen que ha originado la neumonía, basándose en los
criterios citados previamente para establecer el germen más frecuente y el tratamiento
adecuado para combatirlo.

La antibioterapia ha de iniciarse lo más precozmente posible: antes de las cuatro horas tras
el diagnóstico, pues se ha demostrado que el inicio precoz del tratamiento reduce la
mortalidad, las complicaciones y la estancia hospitalaria.

Los antibióticos más comúnmente utilizados para la neumonía son: penicilinas y


betalactámicos (amoxicilina y amoxicilina/clavulánico, ambos a dosis altas),
quinolonas (levofloxacino, moxifloxacino) y macrólidos (azitromicina, claritromicina). Se
realizará la elección del tratamiento antibiótico en función de las Guías Clínicas de
Tratamiento, de la gravedad del cuadro, y de la existencia o no de factores de riesgo
concomitantes.

Hay que considerar además las resistencias que presentan ciertos gérmenes en el ámbito
donde se traten. Por ejemplo, el neumococo en España presenta una resistencia a
penicilinas considerable (en torno a un 20%), por lo que no se recomienda este tratamiento,
al menos como único antibiótico, salvo que se complemente con otro de otra categoría.

De elección inicial en pacientes para tratamiento ambulatorio de la neumonía será la vía


oral (antibiótico tomado por boca). En aquellos pacientes que hayan precisado ingreso
hospitalario, el tratamiento inicial se realizará vía parenteral (intravenoso), que se cambiará
a vía oral tras conseguir la estabilización clínica.

La duración inicial del tratamiento de la neumonía variará en función de los distintos


cuadros.

 Neumonía adquirida en la comunidad que no requiera ingreso: 7-10 días.


 Neumonía adquirida en la comunidad que requiera ingreso: 10-14 días.

 Casos especiales: gérmenes no habituales (Legionella, Staphylococcus


aureus, Pseudomonas) no inferior a 14 días. Casos de cavitación pulmonar y
abscesos: un mes o más. En neumonías nosocomiales (hospitalarias), variará en
función de la gravedad y el germen productor.

Otras medidas generales para curar la neumonía aparte del tratamiento antibiótico:

 Hidratación.

 Reposo.

 Analgésicos y antitérmicos.

 Oxigenoterapia según los niveles de oxígeno arterial que presente el paciente.

 En pacientes con neumonía grave puede precisarse ventilación mecánica.


ABSCESO

Es una acumulación de pus en cualquier parte del cuerpo. En la mayoría de los casos, el área
alrededor del absceso está hinchada e inflamada.

CAUSAS
Los abscesos ocurren cuando se infecta un área de tejido y el sistema inmunitario del
cuerpo trata de combatirlo. Los glóbulos blancos se mueven a través de las paredes de los
vasos sanguíneos hasta el área de la infección y se acumulan dentro del tejido dañado.
Durante este proceso, se forma el pus. Esto es una acumulación de líquidos, glóbulos
blancos vivos y muertos, tejido muerto, al igual que bacterias u otras sustancias extrañas.

Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del cuerpo. La piel, el área
subcutánea y los dientes son los sitios más comunes. Los abscesos pueden ser causados por
bacterias, parásitos y sustancias extrañas.

Los abscesos en la piel son fáciles de ver. Son de color rojo, elevados y dolorosos. Los
abscesos que se forman en otras áreas del cuerpo puede que no se vean, pero pueden causar
daño a órganos

DIAGNOSTICO

 Examen

 Cultivo para identificar MRSA

El diagnóstico suele ser obvio en el examen físico. Se recomienda el cultivo, sobre todo
para identificar el MRSA.

Los cuadros similares a abscesos cutáneos simples incluyen hidradenitis supurada y


quistes epidérmicos rotos. Los quistes epidérmicos (a menudo mal llamados quistes
sebáceos) raras veces se infectan; no obstante, la rotura provoca la liberación de queratina
hacia la dermis, lo que causa una reacción inflamatoria exagerada que en ocasiones
recuerda a un cuadro infeccioso. El cultivo de estos quistes rotos raras veces revela la
presencia de algunos patógenos. Los abscesos perineales pueden representar la
manifestación cutánea de un absceso perirrectal más profundo o el drenaje de
la enfermedad de Crohn a través de un trayecto fistuloso. Estos otros cuadros suelen ser
reconocibles por la anamnesis y el examen rectal.

TRATAMIENTO

 Incisión y drenaje

 A veces antibióticos

Algunos abscesos pequeños resuelven sin tratamiento, llegan a ser un punto y drenan. Las
compresas tibias aceleran el proceso. La incisión y el drenaje están indicados cuando hay
mucho dolor, sensibilidad a la palpación y edema; no es necesario esperar hasta que la
lesión se vuelva fluctuante. Se administra anestesia local, previas medidas de asepsia, con
lidocaína inyectable o aerosoles fríos.

Los pacientes con abscesos grandes y muy dolorosos pueden beneficiarse con sedación
IV y analgesia durante el drenaje. Un solo corte pequeño con la punta del escalpelo suele
ser suficiente para abrir el absceso. Luego de drenar el pus, debe presionarse en toda la
cavidad con el dedo enguantado o una cureta para eliminar las tabicaciones. La irrigación
con solución fisiológica normal es opcional. Colocación de compresas en la cavidad de
manera holgada con un fragmento de gasa hacia afuera reduce el espacio muerto y evita
la formación de un seroma. El fragmento de gasa generalmente se extrae de 24 a 48 h más
tarde. Sin embargo, los datos recientes no han demostrado la efectividad de la irrigación o
el vendaje de rutina (1,2). El calor local y la elevación pueden acelerar la resolución de la
inflamación.
Los antibióticos se han considerado en forma tradicional como innecesarios (3), a menos
que los pacientes tengan signos de infección sistémica, celulitis, abscesos múltiples,
inmunocompromiso o un absceso facial en el área drenada por los senos cavernosos. En
estos casos, debe comenzarse el tratamiento empírico con un fármaco activo contra
MRSA (p. ej., trimetoprim/sulfametoxazol, clindamicina; para las infecciones graves,
vancomicina), a la espera de los resultados del cultivo bacteriano. Sin embargo, estudios
recientes han sugerido resultados marginalmente mejores cuando se agregan antibióticos
al tratamiento habitual incluso de abscesos sin complicaciones
MEDICAMENTOS
DEXAMETASONA

* PRESENTACIONES DISPONIBLES

compr. 1 mg

c�ps. 4 mg (Servicio de Farmacia)

amp. 4 mg / 1 ml

vial 40 mg

jeringa 4 mg, 12 mg, 16 mg, 20 mg (Servicio de Farmacia)

1- INDICACIONES

- Alteraciones alérgicas agudas autolimitantes.

- Exacerbación de alteraciones alérgicas crónicas.

- Edema cerebral.

- Shock séptico.

- Test de supresión para diagnosticar síndrome de Cushing.

- Como antiemético con quimioterapia anticancerosa.

2- POSOLOGIA

En adultos:

- Alteraciones alérgicas agudas autolimitantes o exacerbación de

alteraciones alérgicas crónicas:

0,75-10 mg/día vía oral en 2-4 dosis fraccionadas inicialmente,

reduciendo gradualmente durante 7 días y suspenderlo.

- Edema cerebral:
10 mg IV (como fosfato sódico) inicialmente, seguidos por 4 mg IM

o IV cada 6 horas durante 2-4 días, luego reducir gradualmente la

dosis durante 5-7 días y suspenderlo.

- Shock séptico:

No se recomienda debido a la falta de eficacia y posible aumento

de mortalidad.

- Como test de supresión de dexametasona para diagnosticar el síndrome

de Cushing:

1 mg vía oral a las 11 de la noche; medir el cortisol sérico a

las 8 de la mañana del día siguiente. Una concentración de cortisol

por encima de 5 mcg/dl no es normal. Alternativamente, 0,5 mg vía

oral cada 6 horas durante 48 horas, con orina de 24 horas recogida

para determinar 17-hidroxicorticosteroides durante el segundo

período de 24 horas. Una respuesta normal para el segundo período

de 24 horas es menor de 3 mg de 17-hidroxocorticosteroides.

- Como antiemético con quimioterapia anticancerosa (normalmente en

combinación con otros antieméticos):

10-30 mg antes de la terapia; opcionalmente, se pueden

administrar hasta 40 mg después de la quimioterapia.

En niños:

- 0,024-0,34 mg/Kg/día vía oral, IM o IV en 4 dosis divididas.

3- CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

No debe administrarse cuando existen infecciones fúngicas sistémicas.


Está contraindicada la administración de vacunas víricas vivas a

pacientes que reciben dosis inmunosupresoras de dexametasona.

Dexametasona debe utilizarse con precaución en estos casos:

- Embarazo.

- Diabetes mellitus.

- Osteoporosis.

- Ulcera péptica.

- Esofagitis.

- Tuberculosis y otras infecciones bacterianas, víricas y fúngicas

agudas y crónicas.

- Hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares.

- Hipoalbuminemia.

- Psicosis.

- Supresión de las reacciones de la prueba de tuberculina.

Cuando se administra junto con anfotericina B se produce un aumento de

deplección de potasio inducido por anfotericina; deben vigilarse los

niveles séricos de potasio regularmente y administrar sales de potasio

si es necesario.

Con diuréticos tiazídicos, ácido etacrínico, y furosemida se produce un

aumento de la deplección de potasio; vigilar los niveles séricos de

potasio regularmente y administrar cloruro potásico si es necesario.

Cuando dexametasona se administra junto con fenitoína hay un incremento

del metabolismo de dexametasona.


Con rifampicina también se produce incremento en el metabolismo de

corticosteroides; puede requerir un aumento de dosis de estos

medicamentos.

Los corticosteroides pueden incrementar los niveles circulantes de

glucosa y puede ser necesario un ajuste de dosis de antidiabéticos.

Fenobarbital se ha visto que incrementa el metabolismo de

corticosteroides; los pacientes pueden requerir aumento de dosis de

estos medicamentos.

Los resultados de la prueba de supresión de dexametasona pueden

alterarse en ancianos. Vigilar por si se producen efectos

anticolinérgicos excesivos como retención urinaria y estreñimiento.

Mantener una hidratación adecuada.

4- EFECTOS ADVERSOS

Puede ocurrir prurito perianal después de la administración IV.

La terapia prolongada puede conducir a supresión de la función

pituitario-adrenal. Una retirada demasiado rápida de la terapia a largo

plazo puede producir insuficiencia adrenal aguda (Ej: fiebre, mialgia,

artralgia y malestar).

Dependiendo de la dosis y duración del tratamiento pueden ocurrir

alteraciones de líquido y electrolitos, hiperglucemia, osteoporosis,

alteraciones del comportamiento, síndrome de Cushing (cara de luna

llena, jiba de búfalo, obesidad central, facilidad para contusiones,

acné, hirsutismo y estrías).


OXACILINA

PRESENTACIONES DISPONIBLES

Envase de 8 ó 12 cápsulas

1-INDICACIONES

La oxacilina se indica para el tratamiento de la neumonía estafilocócica; septicemia


bacteriana; sinusitis; infecciones de la piel y tejidos blandos. También está indicada en
infecciones en heridas por quemaduras; endocarditis bacteriana; meningitis estafilocócica e
infecciones bacterianas menores de la piel. Se utiliza en el tratamiento de infecciones
debidas a S. aureus resistentes a la penicilina G. Su uso indiscriminado motiva la aparición
de cepas resistentes

2- POSOLOGIA

Adultos: En infecciones benignas o moderadas 500 mg cada 4 ó 6 horas. En infecciones


graves 1 g cada 4 ó 6 horas. El tratamiento debe prolongarse por 5 ó 6 días. Prescripción
límite para adultos: Hasta 6 gramos (base) diarios. Niños: Niños de menos de 40 kg de peso
corporal: En infecciones benignas o moderadas 50 mg por kg de peso en 24 horas. En
infecciones graves 100 mg por kg de peso en 24 horas. Estas dosis se administran
fraccionadamente a intervalos de 4 ó 6 horas por períodos de 5 ó 6 días. Niños de más de 40
kg de peso corporal: Ver dosis para adultos. La dosis diaria máxima es de 4 a 6 gramos
(base). Sobredosificación: No existe un antídoto específico. El tratamiento de la sobredosis
debe ser sintomático y de mantenimiento. La hemodiálisis puede ayudar a eliminar las
penicilinas de la sangre.

3- CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

Contraindicaciones: Historia de hipersensibilidad conocida a las penicilinas,


cefalosporinas, cefamicinas o penicilamina.

Precauciones: Sensibilidad cruzada: Los pacientes con alergia a una


penicilina pueden ser también alérgicos a otras penicilinas. Los
pacientes alérgicos a las cefalosporinas, cefamicinas,
griseofulvina o penicilamina pueden ser alérgicos a las
penicilinas. Reproducción/Embarazo: Las penicilinas
atraviesan la placenta, sin embargo, no se han descrito
problemas en humanos. Lactancia: Las penicilinas se excretan
en la leche materna, algunas a bajas concentraciones. Aunque
no se han descrito problemas significativos en humanos, el uso
de penicilinas en madres lactantes puede dar lugar a
sensibilización, diarrea, candidiasis y rash cutáneo en el
lactante. Pediatría: Aunque no se han realizado estudios
adecuados y bien controlados en la población pediátrica, el uso
de penicilinas en niños y lactantes puede dar lugar a
sensibilización. Debe administrarse con precaución en
pacientes con disfunción hepática. Deberá emplearse con
cuidado cuando existen los siguientes problemas médicos:
alergia como asma, eczema, fiebre del heno, urticaria; historia
de enfermedad gastrointestinal especialmente colitis ulcerosa,
enteritis regional o colitis asociada a antibióticos.

4- EFECTOS ADVERSOS

Las reacciones tóxicas producidas por las penicilinas semisintéticas en pacientes


hipersensibles son semejantes a la que en estos pacientes produce la penicilina G. Son
menos frecuentes sangre en orina, eliminación de grandes cantidades de orina de color muy
claro, hinchazón de la cara y lóbulos, respiración dificultosa, cansancio o debilidad no
habituales. Diarrea leve. Náuseas o vómitos. Superinfección.

CLINDAMICINA

PRESENTACIONES DISPONIBLES

cáps. 150 mg, 300 mg

amp. 300 mg, 600 mg

bolsa 600 mg / 100 ml sol. ClNa 0,9%

1- INDICACIONES

- Infecciones producidas por bacterias G+ excepto Enterococos y

Clostridium difficile.

- Infecciones producidas por bacterias G- anaerobios.

2- POSOLOGIA

En el adulto:

- 150-450 mg vía oral cada 6 horas.

- 600 mg-2,7 g/día vía IM o IV en 2-4 dosis divididas, hasta una


dosis máxima de 4,8 g/día. Dosis IM únicas mayores de 600 mg no se

recomiendan; la infusión IV no debe ser más rápida de 30 mg/min.

- Vía tópica para acné: aplicar 2 veces al día.

En el niño:

- Menos de 10 Kg:

Administrar no menos de 37,5 mg/8h vía oral.

- Más de 10 Kg:

8-25 mg/Kg/día vía oral en 3-4 dosis divididas.

- Menores de 1 mes:

15-20 mg/Kg/día IM o IV en 3-4 dosis divididas; las dosis más

bajas pueden ser adecuadas para lactantes prematuros.

- Mayores de 1 mes:

15-40 mg/Kg/día en 3-4 dosis divididas (no menos de 300 mg/día en

infección severa, sin tener en cuenta el peso).

3- CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

Clindamicina debe utilizarse con precaución durante el embarazo.

Se excreta en pequeñas cantidades en la leche materna. Se sabe qué

efectos pueden tener estos niveles sobre la flora gastrointestinal de

los lactantes (Ej: inducción de colitis pseudomembranosa), así que es

mejor no utilizarlo durante la lactancia si es posible.

Usar con precaución en neonatos menores de 4 semanas de edad, y en

pacientes con enfermedad hepática. Suspenderlo inmediatamente si ocurre

diarrea significativa. La acumulación del medicamento puede ocurrir en


pacientes con disfunción renal y hepática concomitante, sin embargo,

faltan datos.

4- EFECTOS ADVERSOS

Después de la administración oral anorexia, nauseas, vómitos, calambres

y diarrea ocurren frecuentemente. La clindamicina oral y rara vez vía

parenteral puede producir colitis pseudomembranosa severa y a veces

fatal que puede ser clínicamente indistinguible en su comienzo de

diarrea no debida a colitis pseudomembranosa. Los síntomas suelen

aparecer 2-9 días después del inicio de la terapia. Colitis

pseudomembranosa se ha comunicado después de la administración tópica.

Clindamicina asociada a colitis pseudomembranosa es secundaria al

crecimiento de Clostridium difficile productor de toxina. Colitis

pseudomembranosa remite en muchos pacientes cuando se suspende la

clindamicina de forma inmediata; sin embargo, si la diarrea es severa o

no mejora pronto después de la suspensión, se requiere un tratamiento

con vancomicina o metronidazol. El valor de corticosteroides,

colestiramina y antiespasmódicos en el manejo de diarrea y colitis

pseudomembranosa asociadas a clindamicina no se ha establecido. Los

antidiarreicos como difenoxilato pueden empeorar la colitis

pseudomembranosa y no deberían utilizarse.

METAMIZOL
Presentación
Ampollas de 5 ml conteniendo 2 g y 2,5 g
Cápsulas de 500 mg y 575 mg
Comprimidos de 500 mg
Supositorios de 500 mg y 1g

Indicaciones

Dolor agudo post-operatorio o post-traumático. Dolor de tipo cólico.


Dolor de origen tumoral.
Fiebre alta que no responda a otros antitérmicos.

Efectos Secundarios
Reacciones anafilácticas y agranulocitosis (no muestran relación con
la dosis administrada).
Alteraciones dérmicas.
Hipotensión sin signos de hipersensibilidad (dependiente de la
dosis).
Alteraciones renales con inflamación, disminución de la cantidad de
orina y aumento de la excreción de proteínas con la orina,
principalmente en pacientes con depleción de volumen, historia
previa de insuficiencia renal o en casos de sobredosis. Coloración
roja de la orina sobretodo tras la administración de dosis muy altas.

Recomendaciones
Evitar su uso prolongado.
Evitar en lactantes.
Es conveniente disminuir las dosis en casos de insuficiencia renal,
aunque no hay recomendaciones específicas.
Contraindicaciones
Antecedentes de hipersensibilidad (por ejemplo, anafilaxis o
agranulocitosis) al metamizol u otros derivados pirazolónicos.
Neutropenia.
Porfiria aguda intermitente y deficiencia congénita de glucosa-6-
fosfato- deshidrogenasa.
No administrar el preparado durante el primer y último trimestre de
embarazo. En el segundo trimestre sólo se utilizará una vez
valorado el balance beneficio/riesgo.

OMEPRAZOL

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada CÁPSULA contiene:

Omeprazol......................................................................... 20 mg

Cada frasco ámpula contiene:

Omeprazol......................................................................... 40 mg

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: Esofagitis por reflujo gastroesofágico.

Úlcera duodenal, úlcera gástrica benigna (incluyendo las producidas por


AINEs).

Síndrome de Zollinger-Ellison.

Tratamiento de úlcera gástrica y duodenal asociada a Helicobacter pylori.

CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a los componentes de la


fórmula.

Úlcera gástrica maligna.

PRECAUCIONES GENERALES:
El tratamiento con OMEPRAZOL, al igual que otros fármacos antiulcerosos,
puede aliviar la sintomatología de una úlcera gástrica maligna y dificultar su
diagnóstico a tiempo, por lo que debe tenerse en cuenta este diagnóstico en
pacientes de mediana edad o mayores con sintomatología gástrica de reciente
aparición o con cambios importantes (vómito recurrente, hematemesis o
melena, disfagia y pérdida de peso).

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA


LACTANCIA:

OMEPRAZOL no se debe administrar durante el embarazo y la lactancia, a


menos que el médico tratante evalué los riesgos y beneficios para la madre y
el producto.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

En general, OMEPRAZOL es bien tolerado.

Entre 1.5 y 3% de los pacientes tratados con OMEPRAZOL experimentan


efectos gastrointestinales, entre ellos, náusea, diarrea y cólico; se han
informado con menor frecuencia efectos en el SNC (cefalalgia, mareos,
somnolencia). En ocasiones se observan erupciones cutáneas e incremento de
la actividad plasmática de las aminotransferasas hepáticas.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO


GÉNERO: Como ocurre con algunos medicamentos inhibidores de las
secreciones ácidas o con el uso de antiácidos, su efecto se manifiesta alterando
la absorción de algunos medicamentos como el ketoconazol el cual disminuye
su absorción. OMEPRAZOL puede retrasar la eliminación del diacepam,
fenilhidantoína y la warfarina.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Inyectable:

En el caso de pacientes con úlcera duodenal gástrica o esofagitis por reflujo, la


dosis es de 40 mg diarios.

En el síndrome de Zollinger-Ellison la dosis de inicio es de 60 mg.

Oral:
Agruras e indigestión ácida: 1 cápsula de 20 mg al día.

Úlcera gástrica y duodenal: 1 cápsula de 20 mg al día, durante 2 ó 3


semanas consecutivas.

En pacientes con úlceras refractarias a otros regímenes de tratamientos, se


obtiene la cicatrización en la mayoría de los casos con una dosis de 40 mg una
vez al día.

Esofagitis por reflujo: 1 cápsula de 20 mg. Una vez al día, durante 4


semanas. En los pacientes cuyas mucosas no hayan cicatrizado totalmente tras
este periodo inicial, generalmente lo harán durante el transcurso de uno
adicional de cuatro semanas de tratamiento.

Síndrome de Zollinger-Ellison: La dosis inicial es de 60 mg una vez al


día; ésta se debe ajustar de manera individual y continuarse el tratamiento
mientras esté indicado clínicamente.

La mayoría de los pacientes se controlan con dosis de 20 a 120 mg diarios. Si


la dosis sobrepasa los 80 mg diarios, ésta debe dividirse y administrarse en
dos tomas al día.

En pacientes geriátricos o en pacientes con deterioro de la función renal o de


la función hepática, no son necesarios ajustes en la posología.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O


INGESTA ACCIDENTAL:

Hasta el momento no se han reportado casos de sobredosificación


con OMEPRAZOL.
CEFTRIAXAZONA
Cada frasco ámpula contiene:

Ceftriaxona disódica estéril equivalente a 0.5 g 1g


de ceftriaxona

Cada ampolleta con diluyente contiene:

Agua inyectable, c.b.p. 2, 3.5, 5 ó 10 ml.

CONTRAINDICACIONES:

CEFTRIAXONA está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad


conocida a las cefalosporinas; en pacientes sensibles a la penicilina se deberá
considerar la posibilidad de reacciones alérgicas cruzadas.

Cuando existe enfermedad hepática y renal combinada se debe disminuir la


dosis. En los recién nacidos con ictericia existe el riesgo de que ocurra
encefalopatía secundaria debida a un exceso de bilirrubina, ya que CEFTRIA-
XONA compite con ésta, en relación con su unión a la albúmina sérica.

PRECAUCIONES GENERALES:

Cuando existe enfermedad hepática o renal combinada se debe disminuir la


dosis. En los recién nacidos con ictericia existe el riesgo de que ocurra ence-
falopatía secundaria, debida a reacciones alérgicas cruzadas.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA


LACTANCIA:

Categoría de riesgo B: El uso de CEFTRIAXONA durante el embarazo


no ha sido documentado en cuanto a su seguridad, por lo que se sugiere
utilizar-
la únicamente en casos necesarios y, por supuesto, nunca durante el primer tri-
mestre.
Durante el periodo de lactancia se deberá utilizar con mucha precaución, ya
que se alcanzan concentraciones entre 3% a 4% en leche materna.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

En términos generales, CEFTRIAXONA es un medicamento bien tolerado;


los efectos secundarios que se han observado durante su administración son
reversibles, y se pueden realizar en forma espontánea, o después de haber
descontinuado su uso.

Dentro de estas reacciones se pueden observar efectos sistémicos como:


molestias gastrointestinales en 2% de los casos; deposiciones blandas o
diarrea; náusea; vómito; estomatitis y glositis. Los cambios hematológicos se
observan en 2% de los casos y consisten en eosinofilia, leucopenia,
granulocitopenia, anemia hemolítica, trombocitopenia.

Se han reportado casos aislados de agranulocitosis (en el orden de menos de


500 mm3), lo que ocurre en la mayoría de los casos después de aplicar una
dosis total de 20 g o más.

También se han reportado reacciones cutáneas en 1% de los casos, con-


sistiendo en exantemas, dermatitis alérgica, prurito, urticaria, edema y eritema
multiforme. Otros efectos colaterales que pocas veces se observan son:
palpitaciones, cefalea y mareo; aumento de enzimas hepáticas; precipitación
sintomática de sales de calcio de CEFTRIAXONA en la vesícula biliar;
oliguria; aumento de la creatinina sérica; micosis de las vías genitales; fiebre;
escalofrío y reacciones anafilácticas, o anafilactoides.

Como efectos raros se han reportado presencia de enterocolitis seudomem-


branosa y trastornos a nivel de la coagulación. Dentro de los efectos locales, y
en casos raros, se pueden observar reacciones inflamatorias a nivel de la pared
venosa después de la administración I.V. (flebitis), estas reacciones se reducen
a un mínimo, inyectando la solución en forma lenta (2-4 minutos).

La inyección intramuscular sin lidocaína es dolorosa.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Adultos: La dosis usual para el tratamiento de infecciones causadas por


organismos susceptibles es de 1-2 g en una sola administración o dividida en 2
dosis diarias, dependiendo del tipo y severidad de la infección.
En algunas infecciones del SNC se han sugerido dosis hasta de 4 g diarios,
siendo la dosis máxima recomendada.

Para el tratamiento de infecciones gonocócicas diseminadas se administra 1 g


por vía I.M. o I.V. diariamente y por 7 días.

En caso de enfermedades inflamatorias agudas pélvicas, y cuando el paciente


no se encuentra hospitalizado, se puede dar una dosis única de 250 mg/I.M.,
seguida de una dosis oral de doxiciclina a razón de 100 mg 2 veces al día
por 10 a 14 días.

Para el tratamiento de manifestaciones cardiacas, neurológicas y/o artríticas de


la enfermedad de Lyme se recomienda penicilina G I.V. y CEFTRIAXONA
I.V.

En dosis de 2 g/día por 10-21 días (cuando se trata de niños la dosis es de 50-
100 mg/kg/día por 10-21 días).

En la profilaxis preoperatoria se administrará 1 g por vía I.M. o I.V., 30 min a


2 horas antes de la cirugía.

Dosis pediátrica: Niños mayores de 12 años deben recibir las dosis usuales
para el adulto.

Para el tratamiento de infecciones serias y otras infecciones del SNC causadas


por organismos susceptibles la dosis usual para neonatos y niños menores de
12 años es de 50-75 mg/kg, no excediendo de 2 g diarios en dosis iguales
divididas cada 12 horas.

En neonatos menores de una semana la dosis es de 50 mg/kg/día; cuando son


mayores a una semana, pero pesan menos de 2 kg, la dosis es de 50
mg/kg/día; y cuando son mayores a una semana, pero pesan más de 2 kg, la
dosis es de 50 a 75 mg/kg/día.

Cuando se utilice en forma profiláctica en caso de infecciones secundarias


a N. gonorroheae, en madres que presenten la infección posparto, se
recomienda utilizar en el neonato de 25 a 50 mg/kg, sin exceder 125 mg por
vía I.M. o I.V.; cuando el neonato presente oftalmía gonocócica, o infecciones
genocócicas diseminadas, la dosis será de 25 a 50 mg/kg diarios vía I.M. o
I.V. durante 7 días.
Duración de la terapia: La duración de la terapia con CEFTRIAXONA
depende del tipo y severidad de la infección, y debe determinarla el
especialista a cargo del paciente; a excepción de la gonorrea, se deberá
continuar con el antibiótico hasta después de 48 horas posteriores a la
desaparición de la sintomatología.

En caso de infecciones invasivas, por lo general, se continúa la terapia


durante 5 a 7 días después de que los cultivos bacteriológicos se negativicen.

En tratamientos habituales la duración de la terapia con CEFTRIAXONA es


de 4 a 14 días, pero cuando existen infecciones complicadas se pueden
requerir de más días de tratamiento.

LACTULOSA

* PRESENTACIONES DISPONIBLES

Duphalac

sobre 10 g / 15 ml

frasco 533 g / 800 ml

1- INDICACIONES

- Estreñimiento crónico.

- Encefalopatía hepática.

2. POSOLOGIA

En adultos:

Como catártico:

15-30 ml (10-20 g) vía oral, hasta un máximo de 60 ml.


- Encefalopatía hepática:

30-45 ml (20-30 g) vía oral cada hora hasta producir efecto

laxante, luego 30-45 ml 3-4 veces al día, valorando la dosis para

producir aproximadamente 2-3 deposiciones por día.

Se puede administrar también por vía rectal como enema a dosis de

300 ml con 700 ml de agua o salino normal retenido durante 30-60

minutos, puede repetirse cada 4-6 horas.

En niños:

Encefalopatía hepática:

Lactantes:

2,5-10 ml/día en dosis divididas.

Niños de más edad y adolescentes:

40-90 ml/día en dosis divididas, y valorar la dosis para producir

2-3 deposiciones suaves al día. Si la dosis inicial produce

diarrea, debe reducirse la dosis immediatamente; si la diarrea

persiste, suspender el medicamento.


3- CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

Lactulosa está contraindicada en pacientes que requieren una dosis bajade galactosa.

Debe utilizarse con precaución en diabéticos debido a pequeñas

cantidades de lactosa y galactosa libres en el medicamento. No deben

utilizarse otros laxantes de forma concomitante, porque su inducción de

deposiciones puede confundir la dosis apropiada de lactulosa.

4- EFECTOS ADVERSOS

Flatulencia, eructos, y malestar abdominal son frecuentes inicialmente.

La excesiva diarrea y pérdida de agua fecal pueden dar lugar a hipernatremia.

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