Sie sind auf Seite 1von 58

ANTHONY GIDDENS

UN MUNDO DESBOCADO
LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN
EN NUESTRAS VIDAS

Traducción de Pedro Cifuentes

TAURUS

PENSAMIENTO
UN MUNDO DESBOCADO
Título original: Runaway World
D. R.© Anthony Giddens, 1999
Publicado por Profile Books Lrd. en 1999 ,.

T
De la edición española:
l NDICE

D.R. © Santillana Ediciones Generales, S.L., 2002


Torrelaguna, 60. 28043 Madrid
Teléfono 9 1 744 90 60
Fax 91 744 92 24
www.raurus.santiUana.es

De esra edición:
D.R. © Santillana Ediciones Generales, S.A. de C.V., 2002
Av. Universidad 767, Col. del Valle
México, 03100, D.F. Teléfono 54 20 75 30
www.editorialtaurus.corn.nuc

Distribuidora y Editora Aguilar, Ntea,Taurus, Alfaguara, S.A.


Calle 80 No. 10-23. Santafé de Bogotá, Colombia
Tel: 6 35 12 00 Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Santillana S.A.
Torrelaguna, 60-28043. Madrid
Santillana S.A., Av. San Felipe 731. Lima, Perú. Introducción . . ... . 13
Editorial Santillana S.A.
Av. Rómulo Gallegos, Edif. Zulia ler. piso
Boleita Ntc. 1071. Caracas, Venezuela. l. GLOBALIZACIÓN . . . .. . . . . . .. . .. . . . . .. . . . . .. .. . 19
Editorial Sanrillana Jnc.
P.O. BolC 5462 Hato Rey, Puerro Rico, 00919. II. RIESGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Santillana Publishing Company lnc.
2105 N.W. 86rhAvenuc, 33 122, Miarni, Fl., E.U.A. 111. TRADICIÓN . . . . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . . . . 49
Ediciones Saruillana S.A. (ROU)
Javier de Yiana 2350, Montevideo 11200, U ruguay. IV. FAMILIA .. . ... . .. . . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . 65
Aguilar, Nrea, Taurus, Alfaguara, S.A.
Beazley 3860, 1437. Buenos Aires. V. D EMOCRACIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Aguilar Chilena de Ediciones Leda.
Dr. Aníbal Ariztía 1444.
Providencia, Santiago de Chile. Tel. 600 731 lO 03
LECfURAS SELECCIONADAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Santillana de Costa Rica, S.A.
La Uraca, 1OOrn Oeste de Migración y Extranjerla, San José, Costa Rica. ÍNDICE ANALÍTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 1
Primera edición en MélCico: diciembre de 2000
Decimoquinta reimpresión: junio de 2010

ISBN: 978-968- 19-0794-5

D . R. © Diseño de cubierta: Pep Carrió y Son ia Sánchez

Impreso en M éxico

Todos los derechos reservados. Esra publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en
parte, ni registrada en o transmitida por ur¡ sistema de recuperación de información, en nin-
guna f?rma ni por nin~Ú11 medio•. sea med~ico, foro9uímico~ electrónic<;>, magnérico, elcc-
rroópttco, por forocopra o cualqurer otro, srn el permrso prevro, por escnro, de la ed itonal.
A M.ichele y Katy
PREFACIO

E ste breve libro nació como las Conferencias Reith de


la BBC para e l año 1999, emitidas en la Radio 4 de la
BBC y en el Servicio Mundial. H ay una cierta distinción
en el h echo de ser el último conferenciante Re ith del
siglo XX. Dada la coyuntura, me pareció apropiado abor-
d ar un ambicioso conjunto de cuestiones relativas al es-
tado del mundo en este fin de siglo. Confiaba en que las
conferencias fomentaran la controversia y así fue. Fue-
ron rebatidas, de manera gratificante, en p eriódicos y
revistas de todo el mundo. Mortunadamente, también
captaron numerosos d efensores.
Denominé a estas conferen cias y a este libro Un mun-
do desbocado, porque la frase encierra sentimientos que
muchos tene mos al vivir en un tiempo de cambios rápi-
dos. Pero n o soy la primera persona en haber utilizado
el término "mundo desbocado". Ni siquiera soy e l pri-
mer conferen ciante Reith en emplearlo . Era el título de
las Conferencias Reith pronunciadas por el célebre an-
tropólogo Edmund Leach hace un cuarto de siglo . Él
puso, sin embargo, un signo de interrogación después
d e su título. Ya no creo que sea necesario .

9
U N MUNDO DE.SnOC~IDO A NHIO:-.IY CIDD~:NS

Leach grabó sus conferencias en algún estudio de las Mar k Damaze t~ Sheila Cook y el resto del equipo de pro-
profundidades de la Broadcasting House, en Londres, ducción de la BBC; los presentadores de la BBC, que hi-
como hacía todo colaborador hasta hace poco. El con- cieron un trabajo tan competente -Melvyn Bragg,
ferenciante de 1998, el his~oriador de guerraJohn Kee- Matt Frei, Mark Tully y Bridget Kendall-; Anna Ford,
gan, se desvió de la regla convencional y habló frente a que ayudó de muchas maneras; de la London School of
un público invitado. Después de cada disertación había Economics, Anne de Sayrah, Denise Annett, Miriam
una sesión de preguntas y respuestas. Las mías también Clarke -que hizo un trabajo de ley pasando a máquina
siguieron este formato, pero marcaron una innovación, una y otra vez el manuscrito-, Aman da Goodall, Alisan
al set las primeras internacionales. La conferencia ini- Cheevers, Chris Fuller, Fiona Hodgson, Boris Holzer y
cial y la de clausura -sobre globalización y democra- Reggie Simpson. Estoy especialmente agradecido a AJe-
cia- fueron pronunciadas en Londres. Las que anali- na Ledeneva, por su consejo y apoyo. David Held leyó
zan el riesgo, la tradición y la fami lia se grabaron en varias versiones diferentes del manuscrito e hizo muchos
Hong Kong, Nueva Delhi y Washington, respectivamen- agudos comentarios.
te. Todas provocaron una vigorosa respuesta de los asis-
tentes, y me gustaría dar las gracias a todos Jos partici- ANTHONY GIDDENS,
pantes. junio de 1999.
También quiero d ar las gracias a aquellos que inter-
vinieron e n e l debate que tuvo Jugar en Internet. Lo
que intentamos fue iniciar una conversación electrónica
mundial sobre la globalización. Muchas personas de to-
dos los rincones del mundo enviaron sus comentarios
y críticas. Espero que me perdonen por no poder res-
ponder individualmente a los argumentos y dudas plan-
teados.
Otras se involucraron de manera mucho más conti-
nua en el desarrollo de las conferencias y tengo una gran
deuda con ellas por el éxito, cualquiera que sea, que és-
tas alcanzaran. Quisiera destacar especialmente a J ames
Boyle, técnico de Radio 4; sir Christopher Bland, presi-
d ente de la BBC; Gwyneth Williams, productora; Char-
les Sigler, Smita Patel, Gary Wisby, Mark Byford, Mark
Smith, Marion Greenwood,J enny Abramsky, Sue Lynas,

10 11
- _ __ _ _ __ _ _ _ _ __ _ _.J
INTRODUCCIÓN

"E1mundo tiene prisa, y se acerca a su fin"; lo dijo un


arzobispo llamado Wulfstan en un sermón pronuncia-
do en York en el año 1014. Es fácil imaginar los mismos
presagios expresados hoy. ¿Son las esperanzas e inquie-
tudes de un periodo simplemente copias de épocas an-
teriores? ¿Tiene realmente el mundo en el que vivimos,
a punto de acabar el siglo XX, alguna diferencia con el de
tiempos anteriores?
Sí. Hay buenas y objetivas razones para pensar que vivi-
mos un periodo crucial de transición histórica. Además,
los cambios que nos afectan no se reducen a una zona
concreta del globo, sino que se extienden prácticamente
a todas partes.
Nuestra época surgió bajo e l impacto de la ciencia,
la tecnología y el pensamiento racional; sus orígenes
están en la Europa de los siglos XVII y xvm. La_cultura
industri'!l occidental fue forjada por la Ilustración
-por los libros de pe nsadores que luchaban contra
la influencia de la religión y el dogma, que querían
reemplazar por un enfoque más razonado de la vida
práctica.

13
1
,1
lJN MUNDO D ESBOCt\00 A NTBONY GIDI>ENS

Los filósofos ilustrados trabajaban con una máxima el medio ambiente. No son fenómenos naturales. Cien-
simple pero aparentemente muy poderosa. Cuanto más cia y tecnología están inevitablemente implicadas en
capaces seamos de comprender racionalmente el mun- nuestros intentos por ~ontrarrestar_tales riesgos, pero
do y a nosotros mismos, mejor podremos manejar la hiñ contribuido también, y en p-';"imer lugar, a crearlos.
historia para nuestros propósitos. Debernos librarnos Nos enfrentamos a situaciones d e riesgo que nadie
de los hábitos y prejuicios del pasado para controlar el en la-historürha tenido que afrontar-el calentamiento
futuro. global sólo es una de ellas-. Muchos de los riesgos e in-
Karl ~arx, cuyas ideas deben mucho al pensamiento certidumbres nuevos nos afectan independientemente
de la Ilustración, expresó el concepto con mucha senci- de donde vivamos y de lo privilegiados o marginados
llez. Hemos de entender la historia, explicaba, para po- que seamos. Están ligados a la globalización, ese paque-
der hacer historia. Marx y el marxismo, guiados por este te de cambios que constituye el objeto de este libro. Tam-
principio, tuvieron un enorme infl~o en el siglo xx. bién la ciencia y la tecnología se han globalizado. Se ha
Según este pensamiento, con el desarrollo ulterior calculado que son más los científicos que trabajan hoy
de la ciencia y la tecnología el mundo llegaría a ser más en el mundo que los que han intervenido en la historia
estable y ordenado. Incluso muchos pensadores con- de la ciencia anteriormente. La globalización tiene, sin
trarios a Marx aceptaban la idea. El novelista George embargo, diversas dimensiones. Introduce otras formas
Orwell, por ejemplo, anticipó una sociedad con dema- de riesgo e incertidumbre, especialmente las relativas a
siada estabilidad y predictibilidad -en la cual todos la economía electrónica globalizada -ella misma una
nos convertiríamos en pequeñas piezas de una enor- novedad reciente-. Como en el caso de la ciencia, aquí
me máquina social y económica- . Al igual que otros el riesgo tiene doble filo . Está estrechamente ligado a la
muchos pensadores sociales, corno el famoso sociólo- innovación. No debe ser siempre minimizado; la adop-
go alemán Max ~eber. ción activa de riesgos económicos y empresariales es la
El mundo en el que nos encontramos hoy, sin embar- fuerza motriz de la economía globalizada.
go, no se parece mucho al que pronosticaron. Tampoco Qué es la globalización, y si es nueva en algún senti-
lo sentimos de la misma manera. En lugar de estar cada do, son focos de un debate intenso. Abordo este debate
vez más baJo nuestro control, parece fuera de él -un en el capítulo 1, ya que gran parte del resto depende de
mundo·desbocado-. Es más, algunas de las tendencias ello. Los hechos, no obstante, son, en realidad, bastante
que se suponía harían la vida más segura y predecible claros. La globalización está reestructurando nuestros
para nosotros, incluido el progreso de la ciencia y la tec- modos de vivir, y de forma muy profunda.:...Está d_irigida
nología, tienen a menudo el efecto contrario. Por ejem- por Occidente, lleva la fuerte impronta del poder polít\-
plo, el cambio climático global y sus riesgos inherentes co y económico estadounidense y es altamente desig ual
resultan probablemente de nuestra intervención sobre en sus consecuencias. Pero la globalización no es sólo el

14 15
A NTI-IONY GIDDE 'S

dominio de Occide nte sobre el resto; afecta a Estados tural y la democracia están estrechamente ligadas, y la
Unidos igual que a otros países. democracia se está extendiendo por el mundo. La glo-
La globalización influye en la vida diaria tanto como balización está detrás de la expansión d e la democracia.
en los a~ontecimientos quese suceden a escala mun- Al m ismo tiempo, paradójicamente, expone los límites
dial. Por eso este libro incluye una extensa reflexión so- de las estructuras democráticas habituales, es decir, de
bre la sexualidad, el matrimonio y la familia. En muchas las estructuras de la d emocracia parlamentaria. Tene-
zonas del mundo las mujeres están reclamando una au- mos qu~ seguir democratizando las instituciones exis-
tonomía mayor que la que han gozado hasta ah ora y es- tentes y hacerlo de forma que respondan a las d eman-
tán entrando en el me rcado laboral masivamente. Estos das de la era global. Nunca seremos capaces d e ser los
aspectos de la globalización son al menos tan importan- amos de nuestra historia, pero podemos y debemos
tes como los que se producen en el mercado globa l. encontrar maneras de' controlar las riendas de nuestro
Contribuyen a las presiones y tensiones que están afec- mundo desbocado.
tando a los modos tradicionales de vida en la mayoría
de las region es mundiales. La familia tradicional está
amenazada, está cambiando,.y lo hará mucho más. Otras
tradiciones, como las vinculadas a la religión, también
experimentan grandes transformaciones ..El fundamen-
talismo nace en un mundo de tradiciones en derrumbe.
El campo de batalla del siglo XXl enfrentará al funda-
mentalismo con la tolerancia cosmopolita. En un mundo
globalizado, donde se transmiten r utinariamente infor-
mación e imágenes a lo largo del planeta, todos estamos
en contacto regular con otros que piensan diferente y
viven de forma distinta que nosotros. Los cosmopolitas
aceptan y abrazan esta complejidad cultural. Los fun-
damentalistas la encuentran perturbadora y peligro-
sa. Yya sea en los ámbitos de la religión, la iden ti dad ét-
nica o e l nacionalismo, se refugian en una tradición
renovada y purificada -y, con bastante frecuencia, en
la violencia.
Podemos confiar legítimamente en que triunfe un a
actitud cosmopolita. La tolerancia de la diversidad cul-

16 17
l.
GLOBALIZACIÓN

U n a amiga mía estudia la vida rural de África central.


Hace unos años hizo su p rimera visita a un a zona remo-
ta do nde iba a efectuar su trabajo de campo . El día que
llegó la invitaron a una casa local p ara pasar la velada .
Esperaba averigu ar algo sobre los entretenimientos tra-
dicionales de esta comun idad aislad a. En vez d e ello, se
encontró con un pase d e Instin to básico e n vídeo. La pelí-
cula, e n aquel mome n to, no había ni llegado a los cines
d e Londres.
Anécdotas como ésta revelan algo sobre nuestro mun-
d o. Y n o son triviales. No es sólo cuestión d e que la gen-
te añ ada parafe rnali a mod erna - vídeos, a paratos de
televisión , ordenado res personales, etc.- a sus vidas.
Vivimos en un mundo de transform acio nes que afectan
casi a cualquier aspecto de lo que hacemos. Para bien o
para mal nos vemos propulsados a un orden global que
nadie comprende del todo, pero que hace que todos sin-
tamos sus efectos.
Puede que globalización no sea una palabra particu-
larmente atractiva o elegante. Pe ro absolu tamente na-
die que quiera entender nuestras p erspectivas en este

19
A.NTHON Y CIDDENS

fin de siglo puede ignorarla. Viajo mucho para hablar en nómico se da entre regiones, en lugar de ser verdadera-
el extranjero. No hay un solo país en el que la globaliza- mente mundial. Los países de la Unión Europea, por
ción no esté siendo exhaustivamente discutida. En Fran- ejemplo, comercian principalmente entre ellos. Lo mis-
cia la palabra es mondialisation. En España y América Lati- mo se puede decir de los otros grandes bloques comer-
na, globalización. Los alemanes dicen Globalisierung. ciales, como la costa pacífica de Asia o Norteamérica.
La difusión global del término testimonia las mismas Otros toman una postura muy diferente. Los deno-
tendencias a las que se refiere. Todo gurú de los nego- minaré radicales. Los radicales afirman que no sólo la
cios habla de ello. Ningún discurso político está comple- globalización es muy real, sino que sus consecuencias
to sin una referencia a él. A finales de los años ochenta, pueden verse en todas partes. El mercado global, dicen,
sin embargo, la palabra apenas se utilizaba, ni en la lite- está mucho más desarrollado incluso que en los años se-
ratura académica ni en ellengu~e cotidiano. Ha pasado senta y setenta, y es ajeno a las fronteras nacionales. Los
de ningún lugar a estar casi en todas partes. Estados han perdido gran parte de la soberanía que tu-
Dada su repentina popularidad, no debería sorpren- vieron, y los políticos mucha de su capacidad para in-
dernos que el significado del concepto no esté siempre fluir en los acontecimientos. No es sorprendente que
claro o que se haya desencadenado una reacción in te- nadie respete ya a los líderes políticos, o que nadie ten-
lectual contra él. La globalización tiene algo que ver ga mucho interés en lo que tienen que decir. La era del
con la tesis de que todos vivimos ahora en un mismo Estado-nación h a terminado. Los Estados, como dice el
mundo -pero ¿de qué formas exactamente? ¿Es la idea escritor financiero japonés Kenichi Ohmae, se han con-
realmente válida?-. Diferentes pensadores han adop- vertido en meras "ficciones". Autores como Ohmae ven
tado posturas completamente opuestas sobre la globali- las dificultades económicas de la crisis asiática de 1998
zación en los debates surgidos en los últimos años. Algu- como ejemplo de la realidad de la globalización, aun-
nos se resisten a ella en bloque. Los llamo los escépticos. que vista desde su lado destructivo.
Según los escépticos, toda la palabrería sobre la glo- Los escépticos tienden a situarse en la izquierda polí-
balización se queda e n eso, en mera palabrería. Sean tica, especialmente en la vieja izquierda. Pues si todo esto
cuales sean sus beneficios, sus desafios y tormentos, la es, esencialmente, un mito, los gobiernos pueden con-
economía globalizada no es especialmente diferente de trolar todavía la vida económica y el Estado del bienes-
la que exisúa en periodos anteriores. El mundo funcio- tar permanecer intacto. La idea de globalización, según
na de forma bastante parecida a como lo ha hecho du- los escépticos, es una ideología propagada por librecam-
rante muchos años. bistas que quieren desmantelar los sistemas de bienes-
La mayoría de los países, afirman los escépticos, ga- tar y recortar los gastos estatales. Lo ,ocurrido es, como
nan sólo una pequeña parte de su renta ton el comer- mucho, una vuelta a lo que el mundo era hace un siglo.
cio exterior. Además, buena parte d el intercambio eco- A finales del siglo XIX había ya una economía mundial

zo Zl
i\N11 10NY GJDl>ENS

abierta, con un gran volumen de comercio, incluido el Por tanto, no vacilaría en decir que la globalización,
tráfico de capitales. tal como la experimentamos, es en muchos aspectos no
Y bien, ¿quién tiene razón en este debate? Creo que sólo nueva, sino revolucionaria. Pero no creo que ni los
Jos radicales. El nivel de comercio mundial es hoy mucho escépticos ni los radicales hayan comprendido adecua-
mayor d e lo que h a sido jamás y abarca un espectro mu- damente qué es o cuáles son sus implicaciones para no-
cho más amplio de bienes y servicios. Pero la mayor dife- sotros. Ambos grupos consideran el fenómeno casi ex-
rencia está en el nivel de flujos financieros y de capitales. clusivamente en términos económicos. Es un error. La
Ajustada como está al dinero electrónico -dinero que globalización es política, tecnológica y cultural, además
existe sólo como dígitos en ordenadores-, la economía de económica. Se ha visto influida, sobre todo, por cam-
mundial de hoy no tiene paralelo en épocas anteriores. bios en los sistemas de comunicación, que datan única-
En la nueva economía electrónica global gestores de mente de finales d e los años sesenta.
fondos, bancos, e mpresas, al igual que millones d e in- A mediados -d el siglo XIX un retratista de Massachusetts,
versores individuales, pueden transferir cantidades enor- Samuel Morse, transmitió el primer mensaje -"¿qué ha
mes de capital de un lado del mundo a otro con el bo- fraguado Dios?"- por telégrafo eléctrico. Al hacerlo
tón de un ratón . AJ hacerlo pueden desestabilizar lo que inició una nueva fase en la historia del mundo. Nunca
podían parecer economías sólidas y a prueba de bom- antes se había enviado un mensaje sin que alguien fuera
ba, como sucedió en Asia. a algún sitio a llevarlo. Y, con todo, la llegada de las co-
El volumen de transacciones económicas mundiales municaciones por satélite marca una ruptura igual de
se mide normalmente en dólares estadounidenses. Para dramática con el pasado. Hasta 1969 no se lanzó el pri-
la mayoría de la gente un millón d e dólares es mucho mer satélite comercial. Hoy hay más de doscientos saté-
dinero. Medido como fajo de billetes de cien dólares, lites parecidos sobrevolando la Tierra y cada uno porta
abultaría 50 centímetros. Cien millones de dólares lle- una inmensa cantidad de información. Por primera vez
garían más alto que la catedral de San Pablo de Lon- en la historia es posible la comunicación instantánea
dres. Mil millones de dólares medirían casi 200 kilóme- de una esquina del mundo a otra. Otros tipos de comu-
tros, 20 veces más que el monte Everest. nicación electrónica, cada vez más incorporados a la
Sin embargo, se maneja mucho más de mil millones transmisión por satélite, también se han acelerado en los
de dólares cada día en los mercados mundiales de capi- últimos años. H asta finales de los años cincuenta no exis-
tales. Significa un aumento masivo desde sólo finales de tían cables específicamente transatlánticos o transpací-
los años ochenta, por no referirnos a un pasado más le- ficos. Los primeros contenían menos de cien canales de
jano. El valor del dinero que podamos tener en nues- voz. Los actuales recogen más de un millón.
tros bolsillos o nuestras cuentas ban carias cambia por El 1 d e febrero d e 1999, unos ciento cincuenta años
momentos según las fluctuaciones de estos mercados. después de que Morse inventara su sistema de puntos y

22 23
A NT H ON\' GIDDENS

rayas, su código desapareció finalmente de la escena bién un fenómeno de "aquí dentro", que influye en los
mundial. Dejó de utilizarse como medio de comunica- aspectos íntimos y personales d e nuestras vidas. El deba-
ción marítima. En su lugar ha aparecido un sistema que te sobre valores fam iliares q ue se desarro lla en much os
utiliza tecnología satélite, mediante el que cualquier bar- países puede parecer muy apartado de las influencias
co en apuros puede ser localizado inmediatamente. La globalizadoras. No lo está. Los sistemas familiares tradi-
mayoría d e los países se prepararon para la transició n cionales están transformándose, o en tensión, en mu-
con tiempo. Los franceses, por ejemplo, abandonaron chas zonas del mundo, sobre todo al exigir las mtueres
el código Morse en sus aguas territoriales en 1997; se una mayor igualdad. Nunca ha h abido una sociedad, al
dieron de baja con un adorno galo: "A todos. Éste es menos entre las registrad as e n la historia, en la cual las
nuestro último grito antes del silencio eterno". mujeres h ayan sido ni siquiera aproximadam ente igua-
La comunicación electrónica instantán ea no es sólo les a los hombres. Ésta es una revolución verdaderamen-
una forma d e transmitir noticias o información más rá- te global en la vida diaria, cuyas consecuen cias se están
pidamente. Su existencia altera la textura misma de nues- sintiendo en todo el mundo, en ámbitos que van desde
tras vidas, seamos ricos o pobres. Algo ha cambiado e n el trabaj o a la política.
la esencia de nuestra experiencia cotidiana cuando pue- La globalizació n es, pues, una serie compleja d e pro-
de sernos más conocida la imagen de Nelson Mandela cesos, y no uno sólo. Operan, además, d e manera con-
que la cara de nuestro vecino de enfrente. tradictoria o antitética. La mayoría de la gente cree que
Nelson Mandela es una celebridad mundial, y la cele- la globalización simplemente "traspasa" poder o influe n-
bridad en sí misma es, en gran medida, producto de nue- cia de las comunidades locales y países a la arena mun-
vas tecnologías de la comunicación. El alcance de las tec- dial. Y ésta es, desde luego, una de sus consecue n cias.
nologías mediáticas crece con cada ola de innovació n. Le Las naciones pie rden algo del poder económico que
costó cuarenta años a la radio conseguir una audiencia llegaron a tener. Pero también tien e el efecto contrario.
d e 50 millones en Estados Unidos. La misma cantidad de La globalización n o sólo presiona h acia arriba, sino
gente utilizaba ordenadores personales sólo quince años tambié n h acia abajo, creando nuevas presiones para la
después de que aparecierá el ordenador personal. Hicie- autonomía local. El sociólogo norteame ricano Daniel
ron falta sólo cuatro años, desde que se hizo accesible, Belllo describe muy bien cuando dice que la nación se
para que 50 millon es de estadounidenses usaran Inter- hace no sólo demasiado pequeña para solucion ar los
net con regularidad. grandes problemas, sino también demasiado grande para
Es un error pensar que la globalización sólo concier- arreglar los pequeños.
ne a los grandes sistemas, como el orden financiero mun- La globalización es la razón de l resu rgimiento de
dial. La globalización no tiene que ver sólo con lo que identidades culturales locales en diferentes partes del
hay "ahí fuera", remoto y alejado del individuo. Es tam- mundo. Si uno se pregunta, por ejemplo, por qué los es-

______________________
.....
24
-- --
25
ANHIONY G 1DDENS

coceses quieren más autonomía en el Reino Unido, o p esada, no podía competir en la economía e lectrónica
por qué hay un fuerte movimiento separatista en Que~ mundial. El control ideológico y cultural en el que se
bec, la respuesta no se va a encontrar sólo en su historia basaba la autoridad política comunista no podía sobre-
cultural. Los nacionalismos locales brotan como res~ vivir en una era de medios de comunicación globales.
puesta a tendencias globalizadoras, a medida que el peso Los regímenes soviético y de Europa del Este eran in-
de los Estados-nación más antiguos disminuye. capaces de evitar la recepción de emisiones de radio y
- La globalización también presiona lateralmente. Crea televisión occidentales. La televisión jugó un papel di-
nuevas zonas económicas y culturales dentro y a través recto en las revoluciones de 1989, que se han llamado,
d e países. Ejemplos son Hong Kong, el norte de Italia y con razón, las primeras "revoluciones televisivas". Las
Silicon Valley, en California. O la región de Barcelona. protestas callejeras que tenían lugar en un país eran o~
El área que rodea Barcelona en el norte de España se servadas por audiencias televisivas de otros, y mucho
adentra en Francia. Cataluña, donde está Barcelona, está público se lanzaba entonces a las calles.
sólidamente integrada en la Unión Europea. Es parte La globalización, por supuesto, no está evolucionan-
de España, pero también mira hacia fuera. do equitativamente, y de ninguna manera es totalmente
Estos cambios se ven impulsados por una serie de fac- benigna en sus consecuencias. Muchas personas que vi~
tores, algunos estructurales, otros más específicos e his- ven fuera de Europa y Norteamérica la consideran, y les
tóricos. Los flujos económicos están, ciertamente, entre desagrada, una occidentalización -o incluso america-
las fuerzas motrices -especialmente el sistema financie~ nización, ya que Estados Unidos es ahora la única super-
ro mundial-. No son, sin embargo, fuerzas de la natura~ potencia, con una posición económica, cultural y militar
leza. Han sido modeladas por la tecnología y la difusión dominante en el orden mundial-. Muchas de las ex-
cultural, así como por las decisiones de los gobiernos de presiones culturales más visibles de la globalización son
liberalizar y desregular sus economías nacionales. estadounidenses: Coca~Cola, McDonald's, la CNN.
El colapso del comunismo soviético ha consolidado La mayoría de las empresas multinacionales gigantes
esta evolución, pues ningún grupo significativo de paí~ están también instaladas en EE UU. Ylas que no, vienen
ses queda ya fuera. No fue un colapso casual. Laglobali~ de los países ricos, no de las zonas más pobres del mun-
zación explica por qué y cómo encontró su fin el comu~ do. Una visión pesimista de la globalización la tendría
nismo soviético. La antigua Unión Soviética y los países m ayormente por un asunto del norte industrial, en el
de Europa del Este eran comparables a Occidente en que las sociedades en desarrollo del sur tienen poco o
cuanto a niveles de crecimiento hasta, más o menos, co- ningún peso. La vería destrozando culturas locales, am-
mienzos de los años setenta. Después de ese momento pliando las desigualdades mundiales y empeorando la
se quedaron atrás rápidamente. El comunismo soviéti~ suerte de los marginados. La globalización, razonan al-
co, con su énfasis en la empresa -estatal y la industria gunos, crea un mundo de ganadores y perdedores, unos

26 27
fu'-"f"HON Y GIOOENS

pocos en el camino rápido hacia la prosperidad, la ma- Lo que podría llamarse colonización inversa es cada vez
yoría condenada a una vida de miseria y desesperación. más común y significa que países no occidentales influ-
En efecto, las estadísticas son angustiosas. La porción yen en pautas de Occidente. Los ejemplos abundan:
de renta global de la quinta parte más pobre de lapo- la latinización de Los Ángeles, la emergencia d e un
blación mundial se ha reducido del 2,3 por 100 al 1,4 sector globalmente orientado d e alta tecnología en In-
por 100 entre 1989 y 1998. La proporción que se lleva la dia o la venta de programas de televisión brasileños a
quinta parte más rica, en cambio, ha aumentado. En el Portugal.
África subsahariana 20 países tienen menor renta per cá- ¿Es la globalización una fuerza que promueve el bien
pita en términos reales que a finales de los años setenta. común? La pregunta no puede contestarse de manera
En muchos países poco desarrollados las normas de se- simple, dada la complejidad del fenómeno. La gen te
guridad y medio ambiente son escasas o prácticamente que lo pregunta, y que culpa a la globalización de agra-
inexistentes. Algunas empresas transnacionales venden var las desigualdades mundiales, suele tener en mente
mercancías que son restringidas o prohibidas en los paí- la globalización económica y, dentro de ella, el libre co-
ses industriales -medicinas de poca calidad, pesticidas mercio. Bien, es seguramente obvio que el libre comer-
destructivos o cigarrillos con un alto contenido en nico- cio no es una ganan cia absoluta. Especialmente en lo
tina y alquitrán-. En lugar de una aldea global, alguien que concierne a los países menos desarrollados. Abrir
podría decir, esto parece más el saqueo global. un país, o regiones dentro de él, al libre comercio pue-
Junto al riesgo ecológico, con el que está relaciona- de minar una economía local de subsistencia. Un área
do, la creciente desigualdad es el mayor problema que que se h ace dependiente de unos pocos productos ven-
afronta la sociedad mundial. No valdrá, sin embargo, didos en mercados mundiales es muy vulnerable a las al-
culpar simplemente a los ricos. Es fundamental para mi teraciones de Jos precios y al cambio tecnológico.
razonamiento el hecho de que la globalización hoy es El comercio necesita siempre un marco de institu-
sólo en parte occidentalización. Por supuesto que las na- ciones, al igual que otras formas de desarrollo económi-
ciones occidentales, y en g~neral los países industriales, co. Los mercados no pueden ser creados con medios
tienen todavía mucha mayor influencia sobre los nego- puramente económicos, y el grado en que una econo-
cios mundiales que los Estados más pobres. Pero la glo- mía cualquiera debiera ser expuesta al mercado mundial
balización se está descentrando cada vez más -no se debe depender de un conjunto de criterios. Oponerse,
encuentra bajo el control de un grupo de naciones, y me- sin embargo, a la globalización económica y optar por
nos aún de las grandes empresas-. Sus efectos se sien- el proteccionismo económico sería una táctica igua l-
ten en los países occidentales tanto como en el resto. mente errónea para naciones ricas y pobres. El protec-
Esto es cierto del sistema financiero mundial y de los cionismo puede ser una estrategia necesaria en algunos
cambios que afectan a la naturaleza misma del poder. momentos y países. En mi opinión, por ejemplo, Malai-

28 29
U N MUI\DO OESUOCADO A N TIION Y GIODENS

sia hizo bien en introducir controles en 1998 para con- trab~o, la tradición, la naturaleza, como si todos fueran
tener el chorro de capitales que salía del país. Pero for- iguales que en el pasado. No lo son. La concha exterior
mas más continuadas de proteccionismo no ayudarán permanece, pero por dentro han cambiado -y esto
al desarrollo de los países pobres, y entre los ricos con- está ocurriendo no sólo en Estados U nidos, Gran Bre-
duciría a bloques comerciales enfrentados. taña o Francia, sino prácticamente en todas partes-.
Los debates sobre la globalización que mencioné al Son lo que llamo instituciones concha. Son instituciones
comienzo se han concentrado principalmente en sus que se han vuelto inadecuadas para las tareas que están
implicaciones para el Estado-nación. ¿Son los Estados- llamadas a cumplir.
nación, y por ende los líderes políticos nacionales, toda- A medida que los cambios que he descrito en este ca-
vía poderosos o son cada vez más irrelevantes para las pítulo toman cuerpo, crean algo que no ha existido an-
fuerzas que modelan el mundo? Los Estados-nación son, tes: una sociedad cosmopolita mundial. Somos la prime-
desde luego, aún poderosos, y los líderes políticos tie- ra generación que vive en esta sociedad, cuyos contornos
nen un gran papel que jugar en el mundo. Pero al mis- sólo podemos ahora adivinar. Está trastornando nues-
. mo tiempo el Estado-nación se está transformando ante tros modos de vida, independientemente de dónde nos
nuestros ojos. La política económica nacional no puede encontremos. No es -al menos por el momento- un
ser tan eficaz como antes. Más importante es que las na- orden mundial dirigido por una voluntad humana colec-
ciones han de repensar sus identidades ahora que las tiva. Más bien está emergiendo de una manera anárqui-
formas más antiguas de geopolítica se vuelven obsole- ca, casual, estimulado por una mezcla de influencias.
tas. Aunque éste es un punto conflictivo, yo diría que No está asentada ni asegurada, sino llena de inquie-
tras el fin de la guerra fría muchas naciones no tienen tudes, además de marcada por divisiones profundas.
enemigos. ¿Quiénes son los enemigos de Gran Bretaña, Muchos de nosotros nos sentimos atenazados por fuer-
Francia o Brasil? La guerra en Kosovo no enfrentó a zas sobre las que no tenemos pode r alguno. ¿Podemos
una nación con otra. Fue un conflicto entre un naciona- volver a imponer nuestra voluntad sobre ellas? Creo que
lismo territorial anticuado y un intervencionismo nue- sí. La impotencia que experimentamos no es sell.al de
vo, movido por razones éticas. deficiencias personales sino que refleja las deficien cias
Las naciones afrontan hoy riesgos y peligros en lugar de nuestras instituciones. Necesitamos reconstruir las
de enem igos, un cambio enorme en su propia naturale- que tenemos o crear otras nuevas. Pues la globalización
za. Sólo de la nación se pueden hacer estos comentarios. hoy no es accesoria en nuestras vidas. Es un giro en las
Dondequiera que miremos vernos instituciones que propias circunstancias de nuestra vida. Es la manera en
parecen iguales que siempre desde fuera, y llevan los la que vivimos ahora.
mismos nombres, pero que por dentro son bastante di-
ferentes. Seguimos hablando de la nación, la familia, el

30 31
Il.
RIESGO

Julio d e 1998 fue posiblemente el mes más caluroso de


la historia, y puede que 1998, e n conjunto, h aya sido
también el año más caluroso. Las olas de calor causaron
estragos en muchas zonas del hemisferio norte. En Eilat
(Israel), por ejemplo, la temperatura subió hasta casi 46
grados centígrados, mientras que el consumo d e agua
en el país aumentó un 40 por 100. Texas, en Estados Uni-
dos, sufrió temperaturas cercanas. Durante los prime-
ros ocho meses del año cada mes re basaba e l récord de
ese mes. Poco tiempo d espués, sin embargo, en algunas
de las áreas afectadas por las olas de calor cayó nieve en
lugares que nunca la habían visto antes.
¿Son cambios de temperatura como éstos el resulta-
do de la interferencia humana en el clima mundial?
No podemos estar seguros, pero tenemos que admitir
la posibilidad de que puedan serlo, al igual que el ma-
yor número de huracanes, tifones y tormentas que se
h a registrado en años recie ntes. Como consecue ncia
del desarrollo industrial mundial, puede que h ayamos
alterado el clima mundial y dañado, además, una parte
mucho mayor d e nuestro h ábitat n atural. No sabemos

33
I.JN .II UNDO DEsllOCi\00 A NTHOt\'Y GIDDENS

qué cambios futuros acaecerán ni los peligros de sus Debo destacar que la noción de riesgo es inseparable
secuelas. de las ideas de probabilidad e incertidumbre. No puede
Podemos entender algo de estas cuestiones diciendo decirse que una persona corre un riesgo cuando un re-
que están todas vinculadas al riesgo. Espero persuadiros sultado es seguro al lOO por 100.
de que esta idea, aparentemente sencilla, descubre al~ Hay un viejo chiste que explica esto claramente. Un
gunas de las características básicas del mundo en el que h ombre salta desde la azotea de un rascacielos de cien
vivimos hoy. pisos. Al pasar por cada ventana, mientras baja, la gente
A primera vista, puede parecer que el concepto de que hay dentro le oye decir: "Por ahora va bien, por
riesgo no tiene relevancia específica en nuestra época, ahora va bien, por ahora va bien... ". Actúa como si estu-
comparada con periodos anteriores. Después de todo, viera h aciendo una estimación de riesgo, pero el resul-
¿no ha tenido la gente que afrontar siempre una serie tado, en verdad, está determinado.
razonable de riesgos? Para la mayoría, la vida en la Edad Las culturas tradicionales no tenían un concepto del
Medía europea era desagradable, tosca y corta, igual que riesgo porque no lo necesitaban. Riesgo no es igual a
para muchas personas en las zonas más pobres del mun- amenaza o peligro. El riesgo se refiere a peligros que se
do de hoy en día. analizan activamente en relación a posibilidades futu-
Pero aquí nos encontramos con algo realmente inte- ras. Sólo alcanza un uso extendido en una sociedad
resante. Salvo en algunos contextos marginales, el con- orientada hacia el futuro --que ve el futuro precisamen-
cepto de riesgo no exisúa en la Edad Media. Tampoco, al te como un territorio a conquistar o colonizar-. La idea
menos que yo sepa, existía en las demás culturas tradi- de riesgo supone una sociedad que trata activamente de
cionales. La idea de riesgo parece haber tomado cuer- romper con su pasado - la característica fundamental,
po en los siglos XVI y XVII, y fue acuñada por primera vez en efecto, de la civilización industrial moderna.
por exploradores occidentales cuando realizaban sus Todas las culturas anteriores, incluidas las grandes ci-
vi~ es por el mundo. La palabra riesgo parece haber llega- vilizaciones antiguas del mundo, como Roma o la China
do al inglés a través del español o del portugués, donde tradicional, han vivido principalmente en e l pasado.
se usaba para referirse a navegar en aguas desconocidas. Han utilizado las ideas de destino, suerte o voluntad de
En otras palabras, .originariamente estaba orientada al los dioses donde ahora tendemos a colocar el riesgo. En
espacio. Más tarde se trasladó al tiempo, utilizado como las culturas tradicionales, si alguien tiene un accidente
~anca y la inversión, para indicar el cálculo de las o, por e l contrario, prospera, bueno, son cosas quepa-
consecuencias probables de las decisiones inversoras san, o es lo que los dioses y espíritus querían. Algunas
par:t'presfañústas y prestatanos. ego postenormen te a culturas han negado de plano la posibilidad de sucesos
referirse a una amplia gama de diferentes situaciones de fortuitos. Los azandes, una tribu africana, creen que
incertidumbre. ·- cuando una desgracia cae sobre alguien es cosa de bru-

---
34 35
ANTHO NY Gmot:Ns

jería. Si un individuo se pone enfermo, por ejemplo, es sistema económico por sus actitudes h acia el futuro.
porque un enemigo ha estado haciendo magia negra. Los tipos anteriores de actividad de mercado eran irre-
Tales actitudes, por supuesto, no desaparecen com- gulares o parciales. Los negocios de mercaderes y comer-
pletamente con la modernización. Las ideas mágicas y ciantes, por ej emplo, nunca habían hecho mucha mella
los conceptos d e destino y cosmología todavía tiene n en la estructura básica de las civilizaciones tradiciona-
adeptos. Pero con frecuencia siguen síénao supersticio- les; todas permanecieron fundame ntalmente agrícolas
nes, en las que la gente sólo cree a medias y practica de y rurales.
manera un poco avergonzada. Las utilizan para respal- El capitalismo mod erno se planta en el futuro al cal-
dar decisiones d e naturaleza más deductiva. Los juga- cular el ben eficio y la pérdida, y, por tanto, el riesgo,
dores, incluidos los de la bolsa, tienen sobre todo ritua- como un proceso continuo. Esto no pudo h acerse hasta
les que re ducen psicológicame nte las incertidumbres la invención de la contabilidad, con el libro de doble
a las que tienen que hacer frente. Lo mismo puede d ecir- entrada, en el siglo xv en Europa, que hizo posible ana-
se de los muchos riesgos que no podemos evitar correr, lizar con precisión las posibilidades de invertir dinero
ya que estar vivo es, por definición, un asunto arriesga- para ganar más dinero. Muchos riesgos, por s~puest~,
do. De ninguna manera sorprende que la gente todavía como los concernientes a la salud, los queremos reduCir
consulte a astrólogos, especialmente e n momentos cru- tanto como podamos. Por ello, desd_~ orígenes, la
ciales de su vida. idea de riesgo_ya acompaií.ada d el snrgimiento dcl.s~
La aceptación del riesgo, con todo, es también con- ro. No debemos considerar sólo aquí el seguro privado
dición d e excitación y aventura -pensemos en el pla- 0 mercantil. El Estado del bienestar, cuyo d esarrollo
cer que mucha gen te extrae de los riesgos del juego, de ~astrearsenasta las leyes isabelinas de po?:es en
conducir deprisa, de los devaneos sexuales o de las p i- Inglaterra, es esencialmente un sistema d e gestlon del
ruetas de una montaña rusa en un parque de atraccio- riesgo. Está diseñado para proteger conu·a pel~gros que
nes-. Además, una aceptación positiva del riesgo es la antes eran considerados disposiciones de los d1oses: en-
fuente misma de la energía que crea riqueza en una fermedad, incapacidad, pérdida del empleo y vejez.
economía moderna. El segu ro es la línea de base con la que la gen te está
Los dos aspectos del r iesgo -su lado negativo y el po- dispuesta a asumir r iesgos. Es el fundamento de la segu-
sitivo- aparecen en los primeros días de la sociedad in- ridad allí donde el destino ha sido suplantado por un
dustrial moderna. El riesgo es la dinámica movilizadora compromiso activo con el futuro. Al igual que la idea de
de una sociedad volcada en el cambio que quiere d eter- riesgo, las formas modernas de seguro empezaron con
minar su propio futuro en lugar de dejarlo a la religión, el tráfico marítimo. Los primeros seguros marítimos se
la tradición o los caprichos de la n aturaleza. El capitalis- suscribieron en el siglo XVI. Una empresa londinense
mo moderno difiere de todas las formas anteriores de aseguró por primera vez un riesgo de ultramar en 1782.

36 37
Ü N ~t UN[)() OESBOC.. \00 J\NTIIONV GtODENS

Lloyd's, en Londres, asumió poco después una posición miento creciente sobre el mundo. El riesgo manufactu-
líder en la industria aseguradora emergente, lugar que rado se refiere a situaciones que tenemos muy poca ex-
ha mantenido duran te dos siglos. periencia histórica en afrontar. La mayoría de los riesgos
1 El seguro sólo es concebible donde creemos en un medioambientales, como los vinculados al calentamien-

~
futuro. diseñado por los hombres. ~s uno de los medios to global, entran en esta categoría. Están d irectamente
1 para eJecutar ese proyecto: proporCiona seguridad, pero influidos por la globalización galopante que abordé en
en realidad es parasitario del riesgo y de las actitudes de el capítulo l.
~ la gente hacia él. Aquellos que ofrecen seguros, ya sea en La mejor manera en la que puedo clarificar la distin-
forma privada o sistemas estatales de bienestar, están, ción entre ambas clases de riesgo es la siguiente: puede
1 ~,
] simplemente, redistribuyendo riesgos. Si alguien suscri- decirse que en toda cultura tradicional, y en la socie-
{ be un seguro de incendios para el caso de que su casa se dad industrial hasta el umbral d el día de hoy, los seres
<;) queme, el riesgo no desa~arece. El dueño tr~spasa el ríes- humanos estaban preocupados por los riesgos que ve-
~ go al asegurador a cambio de un pago. El 10 tercambio nían de la naturaleza externa -malas cosechas, inun-
1
~ y transferencia de riesgos no es un rasgo accidental en daciones, plagas o hambrunas- . En un momento dado,
~ una economía capitalista. El capitalismo es impensable sin embargo -y muy recienteme nte en términos his-
e inviable sin ellos.
~ tóricos-, empezamos a preocuparnos m enos sobre lo
~ Por estas razones, la idea de riesgo siempre ha estado que la naturaleza puede hacernos y más sobre lo que
~ relacionada con la modernidad; pero quiero defender hemos hecho a la naturaleza. Esto marca la transición
. " que en e l periodo actual este concepto asume una nue- del predominio del riesgo externo al d el riesgo manu-
~ va y peculiar importancia. Se suponía que el riesgo era facturado.
~ \}na forma de re u! --- e norma 1za r- ¿Quiénes somos aquí los nosotms que nos preocupa-
't - ......"'Y>~I.I.<Ll...>J..I..>...t-I...I.U.I.uJJ• .JJ·L1J . Las cosas no an resu tado así. mos? Bien, pienso ahora en todos nosotros, indepen-
Nuestros mismos intentos por controlar el futuro tien- dientemente de que estemos en zonas más ricas o más
den a volver hacia nosotros, forzándonos a buscar for- pobres del mundo. Al mismo tiempo, es obvio que hay
mas diferentes de ligarlo a la incertidumbre. una división que, de manera general, separa a las regio-
La mejor manera de explicar lo que está pasando es nes prósperas del resto. Todavía existen muchos más
hacer una distinción entre dos tipos de riesgo. A uno lo riesgos tradicionales del tipo m encionado -como el ries-
llamaré riesgo externo. ~sgo externo es el riesgo que go d e una hambruna cuando la cosecha es mala- en
se experimenta como viniendo del exterior, de las suje- los países pobres que se solapan con los riesgos nuevos.
ciones de la tradición o de la naturaleza. Quiero distin- Nuestra sociedad vive tras el fin de la naturaleza. El
guir éste de ries o manufacturado, con lo que aludo al fin de la naturaleza no significa, obviamente, que el mun-
riesgo creado por el impac o · o de nuestro conocí- do físico o los procesos físicos dejen de existir. Se refiere

38 39
lJN MUNDO OF.s60CAOO ANTHONY G IOOENS

al hecho de que hay pocos aspectos del ambiente mate- tar futuros personales mucho más abiertos que antes,
rial que nos rodea que no se hayan visto influidos de con todas las oportunidades y los peligros que esto con-
algún modo por la intervención humana. Muchas co- lleva.
sas que eran naturales ya no Jo son completamente, aun- Al expandirse el riesgo manufacturado, éste adquie-
que no podemos estar siempre seguros de dónde acaba re una nueva inseguridad. El surgimiento de la idea d e
lo uno y empieza lo otro. En 1998 hubo grandes inunda- riesgo, como indiqué anteriormente, estuvo estrecha-
ciones en China; mucha gente perdió la vida. El desbor- mente ligado a la posibilidad de cálculo. La mayoría de
damiento de los grandes ríos ha sido parte recurrente de las formas de seguro se basan directamente en esta co-
la historia china. ¿Eran estas inundaciones, en particu- nexión. Por ejemplo, cada vez que alguien se mete en
lar, más de lo mismo o estaban influidas por el cambio un coche, uno puede medir la probabilidad de que esa
climático mundial? Nadie lo sabe, pero hay algunos ras- persona se vea envuelta en un accidente. Ésta es una
gos inusuales de las inundaciones que sugieren que sus predicción actuarial-hay una larga serie temporal por
causas no fueron completamente naturales. detrás-.. Las situaciones de riesgo manufacturado no
El riesgo manufacturado no concierne sólo a la na- son así. No sabemos, sencillamente, cuál es el nivel de
turaleza -o a lo que solía ser la naturaleza-. Penetra riesgo, y en muchos casos no lo sabremos hasta que sea
también en otras áreas de la vida. Tomemos, por.ejem- demasiado tarde.
plo, el matrimonio y la familia, que experimentan aho- No hace mucho (1996) fue el décimo aniversario del
ra cambios profundos en los países industriales -y hasta accidente en la estación nuclear de Chernóbil, en Ucra-
cierto punto en todo el mundo-. H ace dos o tres ge- nia. Nadie sabe cuáles serán sus consecuencias durade-
neraciones, cuando la gente se casaba sabía lo que esta- ras. Puede que haya, o no, un desastre reservado para la
ba haciendo. El matrimonio, ampliamente f~ ado por salud en un futuro cercano. Exactamente lo mismo su-
tradición y costumbre, estaba vinculado a un estado de cede con el e pisodio del BSE* en el Re ino U nido - el
la naturaleza -como lo sigue estando, por supuesto, brote del llamado mal de las vacas locas- en cuanto a
en muchos países-. Sin e mbargo, allí donde las mane- sus implicaciones para los humanos. Por ahora, no po-
.. ---...._~~
ras tradicionales de hacer las cosas se disuelven, cuan- demos estar seguros de que en algún momento n o vaya a
do la gente se casa o forma relaciones hay uñ sentido caer enferma mucha más gente que hasta el presente.
Importante en el que no saben lo que están haciendo, O considérese dónde estamos en relación con el
porque las instituciones del ma trimonio y la familia han cambio climático mundial. La mayoría de los científicos
cambiado muchísimo. Aquí los individuos están toman- instruidos en la materia creen que el calentamiento glo-
do un impulso fresco, como pioneros. En tales situacio-
n es es inevitable, lo sepan o no, _gue empiecen a pensar * En castellano, EEB (encefalopatía espongiforme bovina) ; hemos mante-
cada vez más en términos de riesgo. Tienen que afron- nido las siglas inglesas debido a su difusión generalizada. (N. del T.)

--40 41
ANTH ONY GIDDENS

bal está ocurriendo y que deberían tomarse medidas Las cosas son aún más complejas de lo que sugieren
contra él. Pero sólo a mediados de los años setenta la estos ejemplos. Paradójicamente, el alarmismo puede
opinión científica ortodoxa era que el mundo estaba en ser necesario para reducir los riesgos que afrontamos
una fase de enfriamiento global. Una evidencia muy si- -pero si tiene éxito, parece sólo eso, alarmismo-. El
milar a la que se desplegó para sostener la hipótesis del caso del sida es un ejemplo. Gobiernos y expertos hicie-
enfriamiento mundial se presenta ahora para reforzar ron una gran representación pública de los riesgos aso-
la del calentamiento global -olas de calor, rachas de ciados al sexo no seguro para conseguir que la gente
frío, tipos raros de clima-. ¿Está ocurriendo el calenta- cambiase sus comportamientos sexuales. En parte como
miento global y tiene orígenes humanos? Probablemen- consecuencia, en los países desarrollados el sida no se
te, pero no estaremos ni podemos estar completamen te extendió tanto como se había predicho en un principio.
seguros hasta que sea demasiado tarde. Entonces la respuesta fue: ¿por qué asustabais así a todo
En estas circunstancias hay un nuevo ambiente mo- el mundo? Pero como sabemos de su propagación con-
ral en la política, marcado por un tira y afloja entre las tinuada en el mundo, hicieron -y hacen- muy bien en
acusaciones de alarmismo, por un lado, y de encubri- actuar así.
miento, por otro. Si alguien -un miembro del gobier- Este tipo de paradoja se vuelve rutina en la sociedad
no, un científico experto o un investigador- se toma contemporánea, pero no hay manera fácil de resolverlo.
un determinado riesgo en serio, debe proclamarlo. Debe Pues, como mencioné antes, en la mayoría de situacio-
ser ampliamente difundido porque h ay que convencer nes de riesgo manufacturado incluso la propia existencia
a la gente de que el riesgo es real-hay que montar un de los riesgos es una cuestión a debatir. No podemos sa-
escándalo-. Pero si en verdad se crea un escándalo y el ber de antemano cuándo estamos realmente alarman-
riesgo resulta ser mínimo, los implicados serán acusados do y cuándo no.
de alarmismo. Nuestra relación con la ciencia y la tecnología es hoy
Supongamos, no obstante , que. las autoridades deci- diferente de la que era habitual en tiempos anteriores.
den inicialmente que el desga no es muy grande, como En la sociedad occidental, durante dos siglos, la ciencia
hizo el gobierno británico en el caso de la carne de vaca funcionó como una especie de tradición. Se suponía que
contaminada. En este ejemplo el gobierno dijo antes de el conocimiento científico superaría la tradición pero,
nada: tenernos el respaldo de científicos; no existe un en realidad, acabó convirtiéndose él mismo e n otra. Era
riesgo significativo, y quien lo desee puede seguir co- algo que la mayoría de la gente respetaba, pero que era
miendo vacuno sin preocupación alguna. En tales situa- externo a sus actividades. La gente lega asumía opiniones
ciones, si los acontecimientos suceden de otra manera de los expertos.
(como de hecho ocurrió), las autoridades serán acusa- Cuanto más se implican la ciencia y la tecnología e n
das de encubrirlos, y lo fueron. nuestras vidas, y además a nivel mundial, menos se sos-

42 43
A NTI IONY GIODENS

tiene esta perspectiva. La mayoría de nosotros -inclui- inferencia, otras formas de riesgo), aunque no haya evi-
das las autoridades gubernamentales y los políticos- dencia científica definitiva sobre ellas. Así, en los años
tenemos una relación mucho más activa o comprome- ochenta, varios países e uropeos iniciaron programas
tida con la ciencia y la tecnología de lo que solíamos para combatir la lluvia ácida, mientras que en Gran Bre-
tener en el pasado. taña la falta de evidencia concluyente se utilizó para jus-
Sencillamente, no podemos acepta1·los hallazgos que tificar la inactividad sobre éstos y otros problemas de
los científicos presentan, aunque sólo sea porque los contaminación.
científicos están en desacuerdo entre sí con mucha fre- El principio precautorio, sin embargo, no sirve siem-
cuencia, particularmente en situaciones de riesgo ma- pre, ni siquiera puede aplicarse como modo de manejar
nufacturado. Y todo el mundo reconoce ahora el carác- los problemas del riesgo y de la responsabilidad. La regla
ter esencialmente variable de la ciencia. Siempre que de estar cerca de la naturaleza, o de limitar la innovación en
alguien decide qué comer, qué desayunar, si tomar café lugar de entregarse a ella, no puede aplicarse siempre.
descafeinado o normal, esa persona adopta una deci- La razón es que el balance de beneficios y peligros deri-
sión en el contexto de información científica y tecnoló- vados del avance científico y tecnológico, y también de
gica incompatible y cambiante. otras formas de cambio social, es imponderable. Tómese
Pensemos en el vino tinto. Como sucede con otras como ejemplo la controversia sobre los alimentos modi-
bebidas alcohólicas, antes se pensaba que el vino tinto ficados genéticamente. Ya crecen cultivos modificados
era dañino para la salud. Algunos investigadores indica- genéticamente en 35 millones de hectáreas de tierra en
ron después que beberlo en cantidades razonables pro- el mundo -un área 1,5 veces mayor que Gran Breta-
tege contra las enfermedades coronarias. Posteriormen- ña-. La mayoría se siembra en Norteamérica y China.
te se descubrió que cualquier forma de alcohol vale, Los cultivos incluyen soja, maíz, algodón y patatas.
pero que protege sólo a personas mayores de cuarenta No podría encontrarse una situación más obvia en la
años. ¿Quién sabe qué nos deparará la próxima serie de que la naturaleza ya no es naturaleza. Los riesgos inclu-
descubrimientos? yen una serie de incógnitas --o, si se puede decir así, in-
Algunas personas dicen que la manera más eficaz de cógnitas conocidas, porque el mundo tiene una pro-
manejar el aumento del riesgo manufacturado es limi- nunciada tendencia a sorprendernos- . Puede haber
tar la responsabilidad adoptando el llamado frlincipio otras consecuencias que nadie haya anticipado todavía.
pr~caulorio. La idea del principio precautorio surgió por Un tipo d e riesgo es que los cultivos contengan peligros
pnmera vez en Alemania a comienzos de los años ochen- para la salud a medio o largo plazo. Después de todo,
ta, en el contexto de los debates ecológicos que allí te- gran parte de la tecnología genética es esencialmente
nían lugar. En su esquema más simple, propone que nueva, diferente de los métodos más antiguos de hibri-
d ebe actuarse en cuestiones medioambientales (y, por dación.

44 45
--------------- - -

l}N ~t UNDo O[ShOC.~PO A NTIION\' GtoOENS

Otra posibilidad es que los genes incorporados a los Inten taré acercarme a algunas conclusiones y al mis-
cultivos para aumentar la resistencia a las plagas puedan mo tiempo tratar de asegurar que mis razonamientos son
propagarse a otras plantas --creando superhierbas--. Esto, claros. Nuestra era no es más peligrosa -ni más arries-
a su vez, podría plantear una amenaza a la biodiversidad gada- que las de generaciones anteriores, pero el ba-
en el me dio ambiente. lance de riesgos y peligros ha cambiado. Vivimos en un
Ya que la presión para sembrar y consumir cultivos mundo donde los peligros creados por nosotros mismos
modificados genéticamente está en parte impulsada por son tan amen azadores, o más, que los que procede n del
intereses puramente comerciales, ¿no sería sensato im- exterior. Algunos de ellos son verdaderamente catastró-
poner una prohibición global sobre ellos? Incluso su- ficos, como el riesgo ecológico mundial, la proliferación
poniendo que tal prohibició n fuera factible , las cosas nuclear o el colapso de la economía mundial. Otros nos
- como siempre- no son tan sencillas. La agricultura afectan como individuos mucho más directamente: por
intensiva ex.tendida hoy día n o es indefinidamente sos- ejemplo, los relacionados con la dieta, la medicina o in-
tenible. Utiliza grandes cantidades de fertilizantes e in- cluso e l matrimonio.
secticidas químicos, destructivos para el medio ambien- Unos tiempos como los nuestros engendrarán inevita-
te. No podemos volver a los modos más tradicionales blemente movimientos religiosos renovadores y diversas
de cultivar la tierra y esperar todavía alimentar a la po- filosofías New Age, que se oponen a la actitud científica.
blación mundial. Los cultivos biomodificados podrían Algunos pensadores ecologistas se han vuelto hostiles a
reducir el uso de contaminantes químicos y ayudar así la ciencia, e incluso al pensamiento racional en general,
a resolver estos problemas. debido a los riesgos ecológicos. Esta actitud n o tiene
Se mire como se mire, estamos atrapados en la ges- mucho sentido. Sin el análisis científico ni siquiera co-
tión d el riesgo . Con la extensión del riesgo manufactu- noceríamos estos riesgos. Nuestra relación con la cien-
rado, los gobiern os no pueden pretender que esta ges- cia, sin embargo, por las razones ya dadas, no será -no
tión no es su problema. Y necesitan colaborar, ya que puede ser- la misma que en épocas anteriores.
muy pocos riesgos novedosos respetan las fronteras No tenemos actualmente las instituciones que nos
de las naciones. permitan controlar el cambio tecnológico, a nivel nacio-
Pero tampoco como individuos corrientes podemos nal o mundial. La debacle del BSE en Gran Bretaña y
ignorar estos nuevos riesgos -ni esperar a que llegu e otros lugares podría haberse evitado si se hubiera estable-
evidencia cienúfica d efinitiva-. Como consumidores, cido un diálogo público sobre el cambio tecnológico y sus
cada uno de nosotros tiene que d ecidir si intentar evitar consecuencias problemáticas. Más medios públicos para
los productos modificados genéticamente o n o. Estos abordar la ciencia y la tecnología no acabarían con el di-
riesgos, y los dilemas que los rodean, han penetrado pro- lema entre alarmismo y encubrimien to, pero nos permi-
fundamente en nuestra vida cotidiana. tirían reducir algunos de sus efectos más perniciosos.

--46 47
UN MUNDO DESnoC\00

Finalmente, no puede ni considerarse la posibilidad III.


de tomar una actitud meramente negativa hacia el ries- TRADICIÓN
go: éste tiene que ser siempre dominado, pero la adop-
ción activa de riesgos es elemento esencial de una eco-
nomía dinámica y de una sociedad innovadora. Vivir
en una era global significa manejar una variedad de
nuevas situaciones de esta índole. Puede que muchas
veces tengamos que ser más audaces que cautelosos en
apoyar la innovación científica u otras formas de cam-
bio. Después de todo, una raíz de la palabra riesgo en el
original portugués significa atreverse.
Cuando los escoceses se reúnen para celebrar su iden-
tidad nacional lo hacen impregnados d e tradición. Los
hombres visten el hilt*, cada clan con su propio dibujo a
cuadros, y los ceremoniales van acompañados del cla-
mor de las gaitas. Mediante estos símbolos muestran su
lealtad a los rituales arcaicos, cuyos orígenes se remon-
tan hasta la Antigüedad.
Lo que ocurre es que no es así. Como la mayoría de
los demás símbolos de lo escocés, todas éstas son crea-
ciones bastante recientes. El kiltcorto parece haber sido
inventado por un industrial inglés d e Lancashire, Tho-
mas Rawlinson, a comienzos del siglo XV1II. Cambió el
u·aje que vestían los habitantes de las Highlands** para
acomodarlo a los trabajadores.
Los hilts fueron un producto de la revolución indus-
trial. La meta no era preservar costumbres inveteradas,

* Falda que cubre hasta la rodilla, nom1almente a cuadros, que visten los
hombres escoceses en las Highlands. (N. del T .)
**Lite ralme nte Tierras Altas, es el nombre de la región montañosa de Es·
cocía, al norte de la depresión de Strathmore. (N. del T.)

----
48 49
U N MUNDO DtsBOCAI)O A NTIION\' GIDDENS

sino lo contrario -sacar a los habitantes de las High- Tradición y costumbre, éstas han sido la materia de
lands de los brezos y meterlos en la fábrica-. Los pobla- las vidas de la mayoría de la gente durante gran parte
dores de las Lowlands*, que eran gran mayoría en Esco- de la historia. Es extraordinario, sin embargo, el poco in-
cia, veían el traj e de las Highlands como una forma terés que suelen mostrar los académicos y pensadores
bárbara d e vestirnen ta, y la mayoría lo miraba con cierto en ellas. Hay discusiones interminables sobre la moder-
d esprecio. También muchos de los diseños que los cla- nización y qué significa ser moderno, pero muy pocas
nes ostentan ahora fueron creados durante la era victo- sobre la tradición. Cuando estaba leyendo bibliografía
riana por sastres emprendedores que, acertadamente, para este capítulo me encontré con docenas de libros
vieron un mercado en ello. académicos ingleses que tenían modernidad en el título.
Muchas cosas que creemos tradicionales y enterra- De h echo, yo mismo h e escrito unos pocos, pero sólo
das en la bruma de los tiempos son en verdad producto, pude descubrir un par de libros específicamente sobre
como mucho, de los dos últimos siglos, y con frecuencia la tradición.
aún mucho más recientes. El caso del kilt escocés se re- Fue la Ilustración del siglo XVIII, en Europa, la que
coge en un célebre libro de los historiadores Eric Hobs- dio mala fama a la tradición. U na de sus grandes figu-
bawrn y Terence Rangeflla~ado The lnvention ofTradi- ras, el barón de Holbach, se expresaba así:
tion. Exponen ejemplos de tradiciones inventadas en
una variedad de países, incluida la India colonial. Los maestros han f!iado durante suficiente tiempo los ojos de
Los británicos acometieron un estudio arqueológico los hombres en el cielo; dejémosles ahora volverlos a la tierra.
en la década de 1860 para identificar los grandes monu- Cansados de una teología incomprensible, fábulas r idículas,
mentos de India y preservar su herencia. Creyendo que misterios impenetrables, ceremonias pueriles, dejen a la mente
las artes locales estaban en declive, recolectaron piezas humana aplicarse al estudio de la naturaleza, de objetos inteli-
para enseñar en museos. Antes de 1860, por ejemplo, los gibles, verdades perceptibles y conocimiento útil. Dejen que las
soldados indios y británicos vestían los mismos unifor- quimeras vanas de los hombres desaparezcan, y las opiniones
mes de esúlo occidental. Pero, a los ojos de los ingleses, razonables entrarán pronto en sus c~bezas, que parecían desti-
los indios tenían que parecer indios. Los uniformes nadas para siempre al error.
fueron modificados para incluir turbantes, f~as y túni-
cas consideradas auténticas. Algunas de las tradiciones Está claro que Holbach nunca buscó un compromiso
que inventaron, o medio inventaron, continúan hoy en serio con la tradición y su papel en la sociedad. La tradi-
el país, aunque otras, por supuesto, fueron rechazadas ció n aquí es meramente la sombra de la modernidad,
después. una elaboración poco plausible que puede desecharse
fácilmente. Si d e verdad nos vamos a esforzar por enten-
*Tierras Bajas de Escocia, al sur y al este de las Bighlands. (N. del T) der la tradición, no podemos tratarla simplemente como

50 51
UN MUNDO u ESHOC;\00 A NTHOI\'Y C!DDENS

una tontería. Las raíces lingüísticas de la palabra tradi- me nte; son utilizadas para ejercer el poder, y no han
ción son antiguas. La palabra inglesa tiene sus o rígen es existido desde tiempo inmemorial. Cualquier continui-
en e l término latino tradere, que significaba transmitir o dad que impliquen con el pasado remoto es esencial-
dar algo a alguien para que lo guarde. T-radere se usaba mente falsa.
originariamente en el contexto del Derecho romano, Yo daría la vuelta a su tesis. Todas las tradiciones, d i-
donde se refería a las leyes de la herencia. La propiedad ría, son tradiciones inventadas. Ninguna sociedad tra-
que pasaba de una generación a otra se daba e n admi- dicional fue totalmente tradicional, y las tradiciones y
nistración - el here dero tenía obligación d e protegerla costumbres h an sido inve ntadas por varias razones. No
y conservarla. debe mos pensar que la construcción conscie nte d e
Puede par ecer que la ide a de tradición, a diferen cia una tradición se d a sólo en la era moderna. Es más, las
de los kilts y las gaitas, ha existido durante muchos si- tradiciones siempre llevan incorporadas pode r, esté n o
glos. Una vez más, las apariencias engañan. El término no construidas de manera deliberada. Reyes, empera-
tradición, como se usa hoy, es en realidad un produ cto dores, sacerdotes y otros las h an inve ntado desde hace
de los últimos doscientos años en Europa. Al igu al que mucho tiempo en su beneficio y para legitimar su do-
el con cepto d e riesgo, sobre el que hablé en e l capítulo mmto.
an terior, e n la época medieval no había n oción genéri- Es un mito pe nsar que las tradiciones son impermea-
ca d e tradición. No había necesidad para tal palabra, bles al cambio: se d esarrollan en el tiempo, pero tam-
precisamente porque tradició n y costumbre estaban en bién pueden ser repentinamente alteradas o transfor-
todas partes. madas. Diría que~~ inv~~das y r~inv~ntadas.
La idea de tradición, entonces, es en sí misma una Algunas tradicio nes, por supuesto, como las asociadas
creación de la modernidad. Eso no significa que uno no a las grandes religiones, h an durado cientos de años. Hay
d eba usarla e n reláción a sociedades premod ernas o preceptos esenciales del islam, por ej emplo, que casi to-
no occidentales, pero sí implica que de beríamos en- dos los creyentes musulmanes cumplen y que h an per-
focar el debate sobre la ~radición con alguna pruden- manecido recon ociblemente iguales durante un perio-
cia. Al ide ntificar tradición con dogma e ignorancia los do muy largo de tiempo. Cualquier continuidad que haya
pensadores d e la Ilustración buscaban justificar su ob- en tales doctrinas, sin embargo, coexiste con much os
sesión con lo nuevo. cambios, incluso revolucionarios, en su interpretación y
Desembarazándonos de los prejuicios d e la Ilustra- puesta en práctica. No existe una tradición completa-
ción, ¿cómo debemos e ntender la tradición? Un buen mente pura. Como todas las demás religiones mundia-
comienzo será volver a las tradiciones y costumbres in- les' el islam bebió de una asombrosa
.
variedad d e fuen-
ventadas. Éstas, sugieren Hobsbawm y Ranger, no son tes culturales - esto es, otras tradiciones-. Lo mismo
genuinas, sino artificiales, en lugar de crecer espontánea- ocurrió con el Imperio o tomano, que durante años in-

--
52 53
VN ~tUNDO DFS IIOCADO

corporó influencias árabes, persas, griegas, romanas, be- firmemente ancladas en el resto d el mundo. Muchas tra-
reberes, turcas e indias, entre otras. diciones fueron reinventadas y se instituyeron otras nue-
Pero es sencillamente erróneo suponer que para que vas. Hubo un intento coordinado de algunos sectores
un conjunto determinado de símbolos o prácticas sea de la sociedad para proteger o adaptar las viejas tradi-
tradicional ha de haber existido durante siglos. El dis- ciones. En definitiva, de esto trataban, y tratan, básica-
curso navideño del monarca, que se emite todos los años mente todas las filosofías conservadoras. La tradición es
en Gran Bretaña, se ha convertido en una tradición. quizá el concepto más importante del conservadurismo,
Y existe sólo desde 1932. La persistencia en el tiempo no ya que los conservadores creen que contiene sabiduría
es el rasgo clave para definir la tradición o su pariente acumulada.
más difusa, la costumbre. Las características definitorias Un motivo más de la persistencia de la tradición en
de la tradición son el ritual y la repetición. Las tradicio- los países industriales fue que los cambios instituciona-
nes son siempre propiedades de grupos, comunidades les alumbrados por la modernidad se limitaron en gran
o colectividades. Los individuos pueden seguir tradicio- medida a las instituciones públicas -especialmente el
nes o costumbres, pero las tradiciones no son una cuali- gobierno y la economía-. Las maneras tradicionales
dad del comportamiento individual en el sentido en el de hacer las cosas tendían a subsistir o a restablecerse
que lo son los hábitos. en muchos ámbitos de la vida, incluida la vida diaria.
Lo distintivo de la tradición es que define una especie Uno podría incluso decir que había una suerte de sim-
de verdad. Para alguien que cumple una práctica tradi- biosis entre modernidad y tradición. En la mayoría d e
cional no hay que hacer preguntas sobre posibles alter- los países, por ejemplo, la familia, la sexualidad y las di-
nativas. Por mucho que cambie, una tradición ofrece un visiones entre los sexos continuaron saturadas de tradi-
marco para la acción que permanece prácticamente in- ción y costumbre.
cuestionable. Normalmente, las tradiciones tienen guar- Dos cambios básicos se están produciendo hoy bajo el
dianes --eruditos, sacerdotes, sabios- . Guardián no es impacto de la globalización. En los países occidentales
igual a experto. Toman su posición y poder del' hecho de no sólo las instituciones públicas, sino también la vida
que sólo ellos son capaces de interpretar la verdad del ri- cotidiana, se están desprendiendo de estas influencias.
tual de la tradición. Sólo ellos pueden descifrar los signi- Y otras sociedades del mundo, que mantenían un estilo
ficados verdaderos de los textos sagrados o de los otros de vida más tradicional, lo están perdiendo. Deduzco
símbolos incluidos en los rituales comunales. que esto está en el núcleo de la sociedad global cosmo-
La Ilustración trató de destrozar la autoridad de la polita emergente de la que he hablado anteriormente.
tradición. Sólo lo logró parcialmente. Las tradiciones Esta sociedad vive tras el fin de la naturaleza. Pocos
siguieron siendo fuertes durante mucho tiempo en la aspectos del mundo físico , en otras palabras, son ya
mayor parte de la Europa moderna, y están aún más sólo naturales -no se han visto afectados por la ínter-

54 55
ANTHONY GmDENS

vención humana-. Es también una sociedad que vive La tradición en un ejemplo como éste no está sólo
después del fin de la tradición. Éste no significa que la viva: resurge. Pero las tradiciones también sucumben
tradición desaparezca, como querían los pensadores con frecuencia a la modernidad, y lo están haciendo, en
de la Ilustración. Al contrario, sigue floreciendo en to- algunas situaciones, por todo el mundo. La tradición
das partes en versiones diferentes. Pero cada vez me- que se vacía de contenido y se comercializa se convierte
nos -si puedo decirlo así- se vive la tradición como en folclorismo o kitsch-las baratijas que se venden en los
antes: la manera tradicional significa defender este aeropuertos- . Tal y como se canaliza por la industria,
tipo de actividades a través de su propio ritual y simbo- el folclorismo es tradición presentada como espectácu-
lismo -defenderlas a través de sus pretensiones inter- lo. Los edificios restaurados en zonas turísticas pueden
nas de verdad. ser espléndidos, y la renovación incluso ser auténtica
Un mundo donde la modernización no se restringe hasta el último detalle. Pero el folclorismo que así se pro-
a un área geográfica, sino que se manifiesta mundial- tege pierde el alma de la tradición, que es su conexión
mente, tiene una serie de consecuencias para la tradi- con la experiencia de la vida cotidiana.
ción. Tradición y ciencia se entremezclan a veces de for- En mi opinión, es absolutamente razonable recono-
mas extrañas e interesantes. Pensemos, por ejemplo, cer que las tradiciones son necesarias en una sociedad.
en el tan comentado episodio que ocurrió en India en No debemos aceptar la idea ilustrada de que el mundo
1995, cuando las deidades de algunos santuarios hin- debería librarse de todas las tradiciones. Éstas son nece-
dúes parecieron beber leche. El mismo día muchos mi- sarias, y perdurarán siempre, porque dan continuidad y
llones de personas, no sólo en Indi a, sino en todo el forma a la vida. Consideremos el caso de la vida académi-
mundo, trataron de ofrecer leche a una imagen divina. ca, por ejemplo: todo aquí funciona dentro de tradicio-
Denis Vidal, un antropólogo que ha escrito sobre este nes, incluyendo las disciplinas académicas en su conjun-
fenómeno, comenta: to, como la economía, la sociología o la filosofia, etc. La
razón es que nadie podría trabajar de manera totalmen-
Al manifestarse simul!áneamente en todos los países del te ecléctica. Sin tradiciones intelectuales, las ideas no
mundo habitados por hindúes, puede que sus deidades hayan tendrían foco ni dirección.
conseguido realizar el plimer milagro de la historia, en armo- Sin embargo, es parte de la vida académica explorar
nía con una era obsesionada por el lerna de la globalización. continuamente los límites de tales tradiciones y fomen-
tar un intercambio activo entre ellas. La tradición pue-
Igualmente interesante es que mucha gente -tanto de defenderse perfectamente de manera no tradicional
creyentes como no creyentes- sintiera que se necesita- -y ése debería ser su futuro-. El ritual, el ceremonial y
ban experimentos científicos para autentificar el mila- la repetición tienen un importante papel social, algo
gro. La ciencia se alistó al servicio de la fe. comprendido y respetado por la mayoría de las organi-

--
56 57
UN MUNDO DESilQCAIJO i\NTIIONY GmOENS

zaciones, incluidos los gobiernos. Las tradicion es segui- desarrollados, pero tambié n comie n za a verse entre
rán sustentándose en la medida en que puedán justifi- sectores prósperos en otros lugares. Me refiero a la d i-
carse efectivamente, no en términos d e sus propios ri- fusión de la idea y la realidad de la adicción. La noción
tuales internos, sino en relación con otros usos o formas de adicción se aplicaba originariamente sólo al alcoho-
d e h acer las cosas. lismo y al consumo de drogas. Pero ahora cualquier área
Sucede así incluso con las tradicion es relig iosas. La de actividad puede ser invadida por ella. Uno puede ser
religión se asocia normalmente a la idea de fe, una es- adicto al trabajo, al ejercicio, a la comida, al sexo -in-
pecie de salto emocional hacia la creencia. Pero, e n un cluso al amor-. La razó n es que estas actividades, y tam-
mundo cosmopolita, nunca h a habido más gente en bién otras partes de la vida, están mucho menos estruc-
contacto regular con otros que piensan de manera dis- turadas por la tradición y la costumbre que antes.
tinta. Se les pide que justifiquen sus creen cias, implícita- Como la tradición , la adicción tien e que ver con la
meo te al menos, frente a sí mismos y los d emás. No pue- influe ncia del pasado sobre el presente; y, como en el
de sino haber una gran mezcla de racionalidad en la caso de la tradición, la repetición tien e un papel cru-
subsistencia de prácticas y rituales religiosos en una so- cial. El pasado en cuestió n es más bien individual que
ciedad destradicion alizada. Y así exactamente es como colectivo, y la repe tición está impulsada por la ansiedad.
debe ser. Veo la adicción como autonomía congelada. Todo con-
Sin embargo, al cambiar la tradició n su papel se in- texto de destradicionalización ofrece la posibilidad d e
troducen nuevas dinámicas en nuestras vidas. Pued en una mayor libertad d e acción de la que existía antes.
resumirse como un tira y afloja entre autonomía de la Hablamos aquí de emancipación humana de las atadu-
acción y compulsividad, por un lado, y entre cosmopoli- ras del pasado. La adicción entra en juego cuando la
tismo y fundamentalismo, por otro. Donde la tradición elección, que debiera estar impulsada por la autono-
se ha replegado nos vemos forzados a vivir de una ma- mía, es trastocada por la ansiedad. En la tradición el pa-
nera más abierta y reflexiva. Autonomía y libertad pue- sado estructura el presente a través de creencias y senti-
den sustituir su poder oculto por más discusión abierta mientos colectivos compartidos. El adicto también es
y diálogo. Pe ro estas libertades traen consigo otros pro- siervo del pasado, pero porque no puede romper con
blemas. Una sociedad que vive al otro lado de la natura- lo que al principio eran hábitos de vida libremente
leza y de la tradición -como h acen casi todos los países escogidos.
occidentales ahora- exige tomar decision es, tanto en A medida que la influencia de la tradición y la costum-
la vida cotidiana como en el resto de esferas. El lado bre mengua a escala mundial, la base misma d e nuestra
oscuro d e esto es el aumento de adicciones y compul- identidad personal-nuestra percepció n del yo- cam-
siones. Aquí ocurre algo realmente intrigante y pertur- bia. En otras situaciones, la percepción d el yo se sus-
bador. De momento, se limita básicamente a los países tenta sobre todo en la estabilidad de las posiciones so-

--58 59
UN ~llJNDO DESBOCADO ANTII ONY GIDDENS

ciales de los individuos en la comunidad . Cuando la tra- la década de los cincuenta, no existía entrada para el tér-
dición se d e teriora, y prevalece la elección de estilo d e mino Jundamentalisrrw en el Oxfmd EnglishDictionary. Has-
vida, el yo no es inmune. La identidad person al ti en e ta los años sesenta no se acuñó como palabra corriente.
que ser creada y recreada más activamente que antes. Fundamentalismo no es igual a fanatismo ni a autori-
Esto explica po r qué son tan populares las terapias y tarismo. Los fundamentalistas pide n una vuelta a las es-
asesoramientos de todo tipo en los países occidentales. crituras o textos básicos, que deben ser leídos de mane-
Cuando ini ció el psicoanálisis moderno, Freud pensa- ra literal, y proponen que las doctrinas derivad as de
ba que estaba instituyendo un tratamiento científico tales lecturas sean aplicadas a la vida social, económica
para la n eurosis. Lo que en realidad estaba h aciendo o política. El fundamentalismo da nueva vitalidad e im-
era construir un mé todo para renovar la identidad pe r- portancia a los guardianes de la tradición. Sólo ellos tie-
sonal en los primeros pasos d.e una cultura destradicio- nen acceso al significado exacto d e los textos. El clero u
nalizadora. otros intérpretes privilegiados adquieren poder secular
Y es que lo que ocurre en el psicoanálisis es que el in- y religioso. Pueden aspirar a tomar directamente las rien-
dividuo revive su pasado para crear una mayor autono- das del gobierno - como ocurrió en Irán- o trabajar
mía para el futuro . Algo muy semejante a lo que ocurre conjuntamente con partidos políticos.
en los grupos d e autoayuda, que se han vuelto tan fre- Fundamentalismo es una palabra controvertida, por-
cuentes en las sociedades occidentales. En las reunio- que muchos d e los llamados fundamen talistas no acep-
nes de Alcohólicos Anónimos, por ejemplo, los indivi- tarían que el térm ino se pueda aplicar a ellos. ¿Puede dár-
duos cuentan sus historias vitales y reciben apoyo de los sele un significado objetivo? Creo que sí, y lo d efini ría
de más presentes cuando manifiestan su deseo de cam- de la siguiente forma: es tradición acorralada, tradición de-
biar. Se recuperan d e su adicción, esencialme nte, rees- fendida a la antigua usanza-por referencia a su verdad
cribiendo el guión de sus vidas. ritual- en un mundo globalizado que pregunta los mo-
El conflicto entre adicción y autonomía constituye un tivos. El fundamentalismo, por tanto, no tien e n ada que
extremo de la globalización. En el otro está el choque en- ver con el ámbito de las creen cias, religiosas o de otra cla-
tre una actitud cosmopolita y el fundamentalismo. Uno se. Lo que importa es cómo se defiende o sostiene la ver-
pued e pensar que el fundamentalismo siempre ha existi- dad de las creencias.
do. No es así: h a surgido en respuesta a las influencias El fundamentalismo no d epende de lo que la gente
globalizadoras que vemos a nuestro alrededor. El mismo cree sino, como la tradición en general, de por qu é lo
término data de comienzos del siglo XX, cuando se em- creen y cómo lo justifican. No se restringe a la religión.
pleaba para referirse a las creencias de algunas sectas Los guardias roj os chinos, con su devoción al Libro Rojo
protestantes en Estados Unidos, particularmente aque- de Mao eran, sin duda, fundamentalistas. Tampoco es
llas que rechazaban a Darwin. Pero, incluso a finales de esencialmente el fundamentalismo una resistencia de

60 61
i\.'\'TIIONY GIDDENS

las culturas más tradicionales a la occidentalización d efensa activa de estos valores allí donde estén poco de-
-un rechazo de la decadencia occidental-. El funda- sarrollados o en peligro. La moralidad cosmopolita tiene
mentalismo puede crecer en todo tipo de tradiciones. que estar guiada por la pasión. Ninguno de nosotros ten-
No tiene tiempo para la ambigüedad ni para la multipli- dría algo por lo que vivir si no tuviéramos algo por lo que
cidad de interpretaciones o identidades -es una nega- merece la pena morir.
ción del diálogo en un mundo cuya paz y continuidad
dependen d e él.
El fundarnentalismo es hijo de la globalización, a la
que contesta y a la vez utiliza. Los grupos fundamenta-
listas, en casi todas partes, han utilizado ampliamente
las nuevas tecnologías de la comunicación. Antes d e
que accediera al poder en Irán, el ayatolá Jomeini di-
fundía cintas de vídeo y casetes con sus enseñanzas. Los
militantes hindut-wa se han apoyado continuamente en
Internet y el correo electrónico para crear un "senti-
miento de identidad hindú".
Adopte la forma que adopte - religiosa, étnica, na-
cionalista o directamente política-, creo adecuado con-
siderar el fundamentalismo como un problema. Con-
templa la posibilidad d e la violencia y es enemigo de Jos
valores cosmopolitas.
Sin embargo, el fundamen talismo no es solamente la
antítesis de la modernidad globalizadora, sino que le
plantea interrogantes. El más importante es éste: ¿po-
demos vivir en un mundo en el que nada es sagrado?
Debo decir, en definitiva, que no creo que sea posibl€.
Los cosmopolitas, entre los que me cuento, deben dejar
claro que la tolerancia y el diálogo pued en estar guia-
dos por valores de alcance universal.
Todos necesitamos compromisos morales que tras-
ciendan las preocupaciones y riñas triviales de nuestra
vida diaria. Deberíamos estar dispuestos a hacer u na

----
62 63
IV.
FAMILIA

De todos los cambios que ocurren en el mundo, nin-


guno supera en importancia a los que tienen lugar en
nuestra vida privada - en la sexualidad, las relaciones,
el matrimonio y la familia-. Hay en marcha una revo-
lución mundial sobre cómo nos concebimos a nosotros
mismos y cómo formamos lazos y relaciones con los de-
más. Es una revolución que avanza desigualmente en
diferentes regiones y culturas, con muchas resistencias.
Como en otros aspectos de este mundo desbocado,
no sabemos bien cuáles serán los términos relativos de
ventajas y desventajas. En algunos sentidos, son las trans-
formaciones más complicadas e inquietantes de todas.
La mayoría de nosotros puede aislarse de problemas
mayores durante bastante tiempo -una de las razones
por las que es dificil trabajar en común para resolver-
los-. No podemos abstraernos, sin embargo, del torbe-
llino de cambios que llegan hasta el corazón mismo de
nuestra vida emocional.
Hay pocos países en el mundo donde no haya un de-
bate intenso sobre la igualdad sexual, la regulación de
la sexualidad y el futuro de la familia. Y donde no hay

65
UN MUNDO Dl:SOOCAOO J\NTHONY GIDDENS

discusión abierta es, sobre todo, porque es reprimida tradicionales - a pesar de la política oficial de limitar
activamente por gobiernos autoritarios o grupos funda~ los nacimientos con una mezcla d e incentivos y casti-
mentalistas. En muchos casos, estas controversias son gos- . El matrimonio es un acuerdo en tre dos familias,
nacionales o locales - igual que las reacciones sociales y ftiado por los padres en lugar de por los individuos afec-
políticas a ellas- . Políticos y grupos de presión sugerirán tados. Un estudio reciente en la provincia de Gansu, de
que si la política familiar fuera modificada, con sólo que bajo nivel de d esarrollo económico, descubrió que un
el divorcio fuera dificultado o facilitado en un país de~ 60 por 100 de los matrimonios eran todavía concerta-
terminado, podrían encontrarse rápidamente las solu~ dos por los padres. Como dice un refrán chino: 'T e la
ciones a nuestros problemas. presentan, saludas y te casas". Hay situaciones paradóji-
Pero las transformaciones que afectan a la esfera per~ cas en la China que se moderniza. Muchos d e los que se
sonal y emocional van mucho rnás allá de las fro nteras divorcian ahora en los centros urbanos se h abían casa-
de cualquier país, incluso de uno tan grande corno Esta~ do a la manera tradicional en el campo.
dos Unidos. Encontramos pautas similares casi en cual~ En China se habla mucho de proteger la familia. En
quier lugar: varía sólo el grado y el contexto cultural en muchos países occidentales el debate es aún más ruido-
el que se desarrollan. so, pues esta institución conforma un ámbito para los
En China, por ejemplo, el Estado estudia poner tra~ conflictos entre tradición y modernidad, pero también
basal divorcio. Como consecuencia de la revolución es una metáfora de ellos. Hay quizá más nostalgia del re-
cultural, se aprobaron leyes matrimoniales muy libera~ fugio perdido de la familia que de ninguna otra institu-
les. Según estas normas, el matrimonio se considera un ción que hunda sus raíces en el pasado. Políticos y acti-
contrato que puede disolverse "cuando el marido y la vistas diagnostican continuame nte la crisis d e la vida
mujer lo deseen". Incluso si un cónyuge se opone, pue~ familiar y piden un retorno a la tradición.
de concederse el divorcio cuando el "afecto mutuo" La familia tradicional se parece mucho a un cajón de
h aya desaparecido. Sólo se requiere una espera de dos sastre. Ha h abido muchos tipos difere ntes de familia y
semanas, después de la cual los esposos pagan cuatro sistema de parentesco en diferentes socied ades y cultu-
d ólares y son, en ade lante, independientes. La tasa chi~ ras. La familia china, por ejemplo, siempre fue distinta
na de divorcio es todavía baja comparada con la de los de las formas occidentales. El matrimonio concertado
países occidentales, pero está creciendo rápidamente nunca fue tan común en los países europeos como en
-al igual que en las demás socied ad es asiáticas en de~ China o India. Pero la familia en culturas no modernas
sarrollo-. En las ciudades chinas es cada vez más fre- tenía, y tiene, algunos rasgos que se en cuentran más
cuente no sólo el divorcio, sino también la cohabita- o menos en todas partes.
ción. En cambio, e n el inmenso campo chino, todo es La familia tradicional era, sobre todo, una unidad
diferente. El matrimonio y la familia son much o más económica. La producción agrícola involucraba nor-

--
66 67
UN MUNDO DESBOCADO ANTHONY GIDDENS

malmente a todo el grupo familiar, mientras que entre quisieran a sus hijos, pero se preocupaban más por la
las clases acomodadas y la aristocracia la transmisión contribución que hacían a la actividad económica e~
de la propiedad era la base principal del matrimonio. mún que por ellos mismos. Además, la tasa de mortali-
En la Europa medieval el matrimonio no se contraía dad infantil era aterradora. En el siglo XVII en Europa
sobre la base del amor sexual, ni se consideraba como y América casi uno de cada cuatro bebés moría en su
un espacio donde el amor debía florecer. Como dice el primer año de vida. Casi el 50 por 100 no llegaba a cum~
historiador francés Georges Duby, el matrimonio en la plir diez.
Edad Media no debía incluir "frivolidad, pasión o fan~ Excepto en ciertos grupos elegantes o de élite, la se-
tasía". xualidad en la familia tradicional estaba dominada por
La desigualdad de hombres y mujeres era intrínseca la reproducción. Era una cuestión de tradición y natu-
a la familia tradicional. No se debe pasar por alto la im~ raleza combinadas. La ausencia de contracepción eficaz
portancia de este fenómeno. En Europa las mujeres eran significaba que para la mayoría de las mujeres la sexuali-
propiedad de sus maridos o padres -vasallos, como re~ dad estaba, inevitablemente, vinculada estrechamente al
cogía la ley-. La desigualdad entre hombres y mujeres parto. En muchas culturas tradicionales, incluida Euro~
se extendía, por supuesto, a la vida sexual. El doble rase~ pa occidental hasta el umbral del siglo xx, una mujer po-
ro sexual estaba directamente vinculado a la n ecesidad día tener diez o más embarazos durante su vida.
de asegurar la continuidad del linaje y la herencia. Du~ Por las razones ya expuestas, la sexualidad estaba do-
rante gran parte de la historia los hombres se han valido minada por la idea d e la virtud femenina. El doble rase-
amplia, y a veces conspicuamente, de amantes, cortesa~ ro sexual se suele considerar una creación de la Ingla~
nas y prostitutas. Los más ricos tenían aventuras amoro~ terra victoriana. En realidad, en una u otra versión, era
sas con sus sirvientas. Pero los hombres tenían que ase~ básica en todas las sociedades no modernas. Implicaba
gurarse de que sus mujeres fueran las madres de sus una visión dual de la sexualidad femenina -una divi-
hijos. Lo que se ensalzaba en las chicas respetables era la sión inequívoca entre la mujer virtuosa, por un lado, y la
virginidad y, en las esposas, la constancia y la fidelidad. libertina, por otro-. En muchas culturas la aventura se-
En la familia tradicional no eran sólo las mujeres las xual se ha tomado como un rasgo definitorio positivo
que no tenían derechos: tampoco los niños. La idea de d e la masculinidad. James Bond es, o era, admirado por
consagrar los derechos infantiles en la ley es, en térmi~ su heroísmo sexual, además del físico. Las mujeres se-
nos históricos, relativamente reciente. En periodos pre~ xualmente aventureras, por contraste, han sido casi
modernos, al igual que en culturas tradicionales hoy siempre rechazadas, por mucha influencia que las aman-
día, no se criaba a los niños por su bien o para la satisfac~ tes d e alguna figura prominente llegaran a ten er.
ción de los padres. Uno podría casi decir que no se les Las actitudes hacia la homosexualidad también esta-
reconocía como individuos. No era que los padres no ban regidas por una mezcla de tradición y cultura. Estu-

---
68 69
UN MUNDO nt:SBOCADO ANT~IONY GIOOENS

dios antropológicos muestran que la homosexualidad dad, una fase tardía, transicional, en el desarrollo fami-
-al menos la masculina- ha sido tolerada, o abierta- liar durante la década de los años cincuenta. Era un
mente aceptada, en más culturas de las que ha sido tiempo en el que la proporción de mujeres con empleo
proscrita. En algunas sociedades, por ejemplo, se ani- era todavía relativamente baja y en el que aún era difí-
maba a los chicos jóvenes a establecer relaciones homo- cil, especialmente para ellas, obtener el divorcio sin
sexuales con hombres mayores como forma de tutela se- estigma. Sin embargo, los hombres y mujeres de este
xual. Se esperaba que estas actividades cesaran cuando tiempo eran más iguales de lo que habían sido con ante-
los jóvenes se comprometieran o casaran. Las socieda- rioridad, tanto de hecho como ante la ley. La familia ha-
des que han sido hostiles a la homosexualidad la han bía dejado de ser una entidad económica, y la idea de
condenado normalmente por considerarla intrínseca- amor romántico como base del matrimonio había reem-
mente antinatural. Las actitudes occidentales han sido plazado al matrimonio como contrato económico. Des-
de las más extremas; hace menos de medio siglo la ho- de entonces la familia ha cambiado aún mucho más.
mosexualidad era considerada, en general, una perver- Los detalles varían de sociedad a sociedad, pero las
sión, y así venía descrita en manuales de psiquiatría. pautas son visibles casi en cualquier parte del mundo in-
Por supuesto, el antagonismo hacia la homosexuali- dustrializado. Sólo una minoría de gente vive ahora en
dad todavía es generalizado, y mucha gente mantiene la lo que podríamos llamar la familia estándar de los años
visión dual de las mujeres -hombres y mujeres por cincuenta - ambos padres viviendo juntos con sus hijos
igual-. En las últimas décadas, no obstante, los elemen- matrimoniales, la madre ama de casa de tiempo com-
tos esenciales de la vida sexual en Occidente han cam- pleto y el padre ganando el pan-. En algunos países
biado decisivamente de forma absoluta. La separación más de una tercera parte de todos los nacimientos tie-
entre sexualidad y reproducción es, en principio, total. nen lugar fuera del matrimonio, mientras que la pro-
La sexualidad, por primera vez, es algo a ser descubier- porción de gente que vive sola h a crecido exorbitante-
to, moldeado, transformado. La sexualidad, que solía mente y parece probable que lo haga aún más. En
definirse tan estrictamente en relación al matrimonio y muchas sociedades, como Estados Unidos o Gran Bre-
a la legitimidad, tiene ahora poca conexión con ello. No taña, el matrimonio sigue siendo muy popular -se han
debemos ver la aceptación creciente de la homosexua- calificado, adecuadamente, como sociedades de mucho
lidad sólo como ofrenda a la tolerancia liberal. Es un divorcio y mucho matrimonio-. En Escandinavia, por
resultado lógico de la ruptura entre sexualidad y repro- el contrario, una proporción alta de la gente que vive
ducción. La sexualidad sin objeto ya no está, por defini- junta, incluida la que tiene hijos, no está casada. Una
ción, dominada por la heterosexualidad. cuarta parte de las mujeres entre 18 y 35 años en Esta-
Lo que en la mayoría d e los países occidentales sus dos Unidos y Europa afirma que no quiere tener niños,
defensores llaman la familia tradicional fue, en reali- y parecen decirlo en serio.

---
70 71
lJN MUNDO t>f- SUO<::ADO ANTHONY GIODENS

En todos los países se mantiene una diversidad d e monio y la familia. Es más importante para nosotros la pre-
formas familiares. En EE UU mucha gente, inmigrantes gu nta "¿tien es una relación?" que "¿estás casado?" La
recientes especialmente, vive todavía conforme a los va- idea de una relación es también sorprendentemente re-
lores tradicionales. Gran parte d e la vida familiar, sin ciente. En la década d e los sesenta n adie h ablaba de re-
embargo, se h a transformado por el desarrollo de lapa- laciones. No lo n ecesitaban, ni tampoco hablar en térmi-
reja. El matrimonio y la familia se h an convertido en lo nos de intimidad y compromiso. El matrimonio en ese
que d enominé en el capítulo 1 instituciones concha: se tiempo era el compromiso, como atestiguaba la existen-
llaman igual, pero han cambiado en sus características cia de matrimonios a la fuerza.
básicas. En la familia tradicional la pareja casad a era En la familia tradicional el matrimonio era un poco
sólo una parte, y con frecuencia no la principal, del sis- como un estado de la naturaleza. Tanto para hombres
tema familiar. Los lazos con los niños y con otros parien- como para mujeres estaba d efinido como una etapa d e
tes solían ser igual de importantes, o más, en e l discurrir la vida que la gran mayoría tenía que vivir. A los que
diario d e la vida social. Hoy la pareja, casada o n o, está permanecían fuera se les miraba con cierto me nospre-
en el núcleo de la familia. La pareja vino al centro de la cio o condescenden cia, especialmen te a la solterona,
vidá familiar al menguar e l papel económico de la fami- pero también al soltero si lo era durante demasiado
lia y convertirse el amor, o el amor más la atracción se- tiempo.
xual, en la base de los lazos matrimoniales. Mientras que estadísticame nte el matrimonio toda-
Una vez constituida, una pareja tie n e su propia y ex- vía es la condición normal para la mayoría de la gente,
clusiva historia, su propia biografía. Es una unidad ba- su significado h a cambiado totalmente. El matrimonio
sada en la comunicación emocional o intimidad. La idea significa que una pareja está en una relación estable y
de intimidad, como tantas otras ideas familiares que h e pued e, en efecto, promover esa estabilidad, pues hace
abordado en este libro, suena viej a, p ero es, en reali- una declaración pública de compromiso. Sin embargo,
d ad , muy nueva. El matrimonio nunca antes se había el matrimonio ya no es el principal elemento definito-
basado en la intimidad- . comunicació n emocion al-. rio de la pareja.
Por supuesto, esto era importante para un bue n matri- La posición de los niños en todo esto es interesante y
monio, pero no su fundamento. Para la parej a sí lo es. algo paradójica. Nuestras actitud es hacia ellos y su pro-
La comunicación es, en primer lugar, la forma d e esta- tección h an cambiado radicalmente en las últimas gen e-
blecer el vínculo, y también el motivo principal d e su raciones. En parte, apreciamos tanto a los niños porque
continuación. se han vuelto mucho más escasos, y porque la decisión
Hemos de reconocer la gran transición que supone de tener un hijo es muy distinta de lo que era para gene-
esto . Emparejarse y desparejane son ahora una mejor d es- raciones anteriores. En la familia tradicion al los niños
cripción de la situación d e la vida personal que el matri- eran un beneficio económico. H oy, por el contrario, en

72 73
1 1

1
UN M UNDO DF..SBOCAPO M 'TIIONY GmDENS

los países occidentales un niño supone una gran carga mas leí mucha literatura terapéutica y de autoayuda so-
económica para los padres. Tener un hijo es una deci- bre el tema. Me llamó la atención algo que creo no se
sión más concreta y específica que antes, y está impulsa- ha subrayado debidamente. Si uno observa cómo ve un
da por necesidades psicológicas y emocionales. La preo- terapeuta una buena relación -en cualquiera de las
cupación sobre los efectos del divorcio en los niños y la tres esferas mencionadas-, es impresionante el parale-
existencia de muchas familias sin padre han de enten- lismo directo que hay con la democracia pública.
derse en el marco de nuestras expectativas, muy supe- Una buena relación, no hace falta decirlo, es un ideal
riores, sobre cómo han de criarse y protegerse los niños. -la mayoría de las relaciones corrientes tan siquiera
Hay tres áreas principales en las que la comunicación se acercan a él-. No estoy sugiriendo que nuestras r e-
emocional, y, por tanto, la intimidad, están reemplazan- laciones con cónyuges, amantes, niños o amigos no sean,
do los viejos lazos que solían unir las vidas privadas de la muchas veces, liosas, conflictivas e insatisfactorias. Pero
gente - las relaciones sexuales y amorosas, las relacio- los principios d e la democracia también son ideales
nes padre-hijo y la amistad. que, a menudo, se encuentran bastante alejados de la
Para analizarlas quiero utilizar la idea de la relación realidad.
pura. Me refiero a una relación basada en la comunica- Una buena relación es una de iguales en la que cada
ción emocional, en la que las recompensas derivadas de parte tiene los mismos derechos y obligaciones, en la
la misma son la base primordial para que la misma con- que cada persona tiene respeto y quiere lo mejor para el
tinúe. No me refiero a una relación sexualmente pura. otro. La relación pura se basa en la comunicación, de
Tampoco a nada que exista en realidad. Estoy hablando manera que entender el punto de vista de la otra perso-
de una idea abstracta que nos ayude a entender los cam- na es esencial. Hablar, o dialogar, es la base para que la
bios que se están produciendo en el mundo. Cada una relación funcion e. Las relaciones funcionan mejor si
de las tres áreas mencionadas -relaciones sexuales y la gente no se esconde demasiado d e los otros -tie-
amorosas, relaciones padre-hijo y amistad- tiende a n e que haber confianza mutua-. Y la confianza ha de
aproximarse a este mod elo. La comunicación emocio- construirse, no se puede dar por sentada. Finalmente,
nal o intimidad se convierte en ~a clave de lo que todas una buena relación está libre de poder arbitrario, coer-
ellas significan. ción o violencia.
La relación pura tiene dinámicas bastante diferen- Todas estas cualidades se amoldan a los valores de
tes de los tipos más tradicionales d e vínculos sociales. la política democrática. En una democracia todos son,
Depende de procesos de confianza activa -abrirse al en principio, iguales, y con la igualdad de derechos y res-
otro-. Mostrarse es la condición básica de la intimidad. ponsabilidades -como principio, por lo menos- viene
La relación pura es implícitamente democrática. Cuan- el respe to mutuo. El diálogo abierto es una propiedad
do empecé a trab~ ar en el estudio de las relaciones ínti- esencial de la democracia. Los sistemas democráticos

74 75
UN MUNDO m :SIJ()CADO A NTHONY GJDDENS

sustituyen al poder autoritario, o al poder sedimenta- Una democracia de las emociones no haría d istincio-
do de la tradición, por la discusión abierta de problemas nes, por principio, entre relaciones h eterosexuales y h o-
-un espacio público de diálogo-. Ninguna democra- mosexuales. Los gays, más que los heterosexuales, han
cia puede funcionar sin confianza. Y la democracia se sido pioneros en el descubrimiento del nuevo mundo
resquebr~a si da paso al autoritarismo o a la violencia. de las relaciones y en explorar sus posibilidades. Han te-
Cuando aplicamos estos principios -como idea- nido que serlo, porque cuando la homosexualidad salió
les- a las relaciones estamos hablando de algo muy im- del armario los gays no podían depender d e los apoyos
portante: la posible emergencia de lo que llamaré una corrientes del matrimonio tradicional.
democracia de las emociones en la vida diaria. Una de- Hablar de fomentar una democracia emocional no
mocracia de las emociones, estimo, es tan importante implica d ebilidad respecto a los deberes familiares, ni
como la democracia pública para mejorar la calidad de sobre las políticas públicas hacia la familia. Democracia
nuestras vidas. significa aceptación de obligaciones, además de dere-
Esto vale para las relaciones padre-hijo igual que chos protegidos e n la ley. La protección d e los niños tie-
para otros á mbitos. Éstos no pueden, ni d ebe n, ser ma- ne que ser e l rasgo primario de la legislación y la acción
terialmente iguales. Los padres d eben tener autoridad pública. Debería obligarse legalmente a los padres a
sobre los niños, en interés de todos. Pero deberían pre- mantener a sus hijos hasta la edad adulta, independien-
sumir una igualdad como principio. En una familia de- temente de cómo decidan vivir. El matrimonio ya no es
mocrática la autoridad de Jos padres debería estar basa- una institución económica, pero como compromiso ri-
da en un contrato implícito. El padre, e n efecto, dice al tual puede ayudar a estabilizar relaciones por otra parte
hijo: "Si fueras un adulto y supieras lo que yo sé, estarías frágiles. Si esto se acepta para las relaciones heterose-
de acuerdo en que lo que te pido es bue no para ti". Los xuales d ebe valer también para las homosexuales.
niños de las familias tradicionales debían -y d eben- Hay muchas preguntas que h acer sobre todo esto
ser vistos, pero no oídos. A muchos padres, quizá deses- -de masiadas para responder en un capítulo corto-.
pe rados por la rebeldía ~e sus hijos, les gustaría profun- La más obvia es que me he centrado principalmente en
damente resucitar esa regla. Pero no h ay marcha atrás, y las tendencias que afectan a la familia e n los países occi-
no d ebería h aberla. En una democracia de las emocio- dentales. ¿Qué pasa con las zonas donde la familia tradi-
nes los niños pueden, y d eben ser capaces de, replica r. cional permanece casi intacta, como en el ejemplo de
Una democracia de las emociones no implica falta China con el que comencé? ¿Se volverán los cambios
de disciplina o ausencia de respeto. Busca, sencillamen- observados en Occidente más y más globales?
te, darles una nueva dimensión. Ocurrió algo muy simi- Creo que sí -de h echo, ya mismo-. No es cuestión
lar en la esfera pública cuando la d emocracia empezó a de si las formas existen tes de familia tradicional se mo-
sustituir el mando arbitrario y e l poder de la fuerza. dificarán, sino d e cuándo y cómo. Me aventuraría aún

76 77
ANTI·I ONY GmoENS

más. Lo que he descrito corno una incipiente democra- pués de todo, la mejor, me acuerdo de lo que mi tía
cia de las emociones está en primera línea del conflicto abuela me dijo una vez. Debió de tener uno de los matri-
entre cosmopolitismo y fundamentalismo que expliqué monios más largos conocidos: estuvo con su marido
anteriormente. La igualdad de los sexos y la libertad más de sesenta años. Una vez me confesó que había sido
sexual de las m~eres, que son incompatibles con la fa- profundamente infeliz con él la mayoría del tiempo. En
milia tradicional, son un anatema para los grupos fun- su época no había escapatoria.
damentalistas. La oposición a ello, de hecho, es uno d e
los rasgos definitorios del fundamentalismo religioso
mundial.
Hay muchas cosas preocupantes en el estado actual
de la familia, en Occidente y fuera de él. Es igual de erró-
neo decir que toda forma familiar es tan buena como
cualquier otra como mantener que la decadencia de la
familia tradicional es un desastre. Daría la vuelta com-
pletamente al argumento de la derecha política y fun-
damentalista. La subsistencia de la familia tradicional
- o de aspectos de ella- en muchas partes del mundo
es más inquietante que su declive. Pues ¿cuáles son las
fuerzas más importantes que promueven la democracia
y el desarrollo económico en los países pobres? Precisa-
mente la igualdad y educación de la mujer. ¿Y qué debe
cambiar para que esto sea posible? Sobre todo, la fami-
lia tradicional.
La igualdad sexual no es sólo un principio nuclear
de la democracia. Es también relevante para la felicidad
y la realización personal. Muchos de los cambios que
está experimentando la familia son problemáticos y di-
fíciles. Pero hay estudios en Estados Unidos y Europa
que demuestran que poca gente quiere regresar a los
papeles tradicionales del macho y de la hembra o a la
d esigualdad sancionada legalmente. Si alguna vez me
tienta pensar que la familia tradicional puede ser, des-

78 79
V.
DEMOCRACIA

E1 9 de noviembre de 1989 yo estaba en Berlín, en lo


que entonces era Alemania occidental. En la reunión a
la que había ido a participar algunos asistentes eran de
Berlín este. Uno de ellos, que estuvo fuera esa tarde, re-
gresó después algo inquieto. Había estado en el este y le
habían dicho que el muro de Berlín estaba a punto de
ser abierto.
Un pequeño grupo de nosotros se acercó allí a toda
prisa. Se estaban poniendo escaleras y las empezamos a
subir. Pero fuimos deten idos por equipos de televisión
que acababan de llegar al lugar. Tenían que subir pri-
mero, decían, para poder filmarnos trepando por las
escaleras y llegando a la cima. Incluso convencieron a
alguna gente para que se bajara y subiera dos veces, y
asegurarse así de que tenían buen material televisivo.
Así se hace la historia en los años finales del siglo xx.
La televisión no sólo llega primero, sino que monta e l
espectáculo. De alguna manera, como seguiré argumen-
tando, los equipos de televisión tenían derecho a po-
nerse al frente. Pues la televisión tuvo un papel impor-
tante en hacer que el muro se abriera al igual que, en

81

- - - - - _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ ___l.
UN MUNDO PI::S!lOCt\ 00 A NTIIONY GmOI:-:NS

definitiva, en las transformaciones ocurridas en Europa ñero estadounidense: "¿Cómo podéis aguantar ser go-
del Este en 1989. La fuerza impulsora de las revolucio- bernados por gente que no osaríais invitar a cenar?", a lo
nes de 1989 fue la democracia o el autogobierno. Y tra- que el estadounidense respondió: "¿Cómo podéis aguan-
taré d e mostrar que la difusión de la democracia ha es- tar ser gobernados por gente que jamás os invitaría a
tado muy influida en los últimos tiempos por el avance cenar.;>".
de las comunicaciones globales. Hoy todo el mundo es demócrata pero, ciertamente,
La democracia es, quizá, el principio activo más po- no ha sido siempre así. En el siglo XIX las ideas democrá-
deroso del siglo xx. Hay pocos Estados en el mundo de ticas eran combatidas ferozmente por las élites estable-
hoy que no se den ominen a sí mismos democráticos. La cidas y grupos dirigentes, siendo con frecuencia objeto
antigua Unión Soviética y sus colonias de Europa del de burla. La democracia fue el ideal inspirador de las re-
Este se calificaban a sí mismas como democracias popula- voluciones americana y francesa, pero durante mucho
res, igual que hoy la China comunista. Prácticamente, tiempo su implantación fue limitada. Sólo una minoría
los únicos países e"plícitamente no democráticos son de la población tenía derecho a voto. Incluso algunos de
las últimas monarquías semifeudales que quedan, como los defensores más fervientes del régimen democrático,
Arabia Saudí, e incluso éstos no son inmunes a las co- como el filósofo político J ohn Stuart Mill, mantenían
rrientes democráticas. que debía imponérsele restricciones. Mill recomenda-
¿Qué es la democracia? La cuestión es espinosa, y se ba que parte del electorado tuviera más votos que otros,
h an ofrecido muchas interpretaciones diferentes. Por para que, en sus propios términos, los "más sabios y com-
ello me referiré a lo siguiente: la democracia es un siste- petentes" ejercieran más influencia que los "ignorantes
ma que implica competencia efectiva entre partidos po- y menos preparados".
líticos que buscan puestos de poder. En una democra- La democracia en Occidente no se desarrolló total-
cia hay elecciones regulares y limpias, en las que toman mente h asta el siglo xx. Antes de la I Guerra Mundial
parte todos los miembros de la población. Estos dere- las mujeres sólo podían votar en cuatro países -Fin-
chos de participación .democrática van acompañados landia, Noruega, A~stralia y Nueva Zelanda-. En Sui-
de libertades civiles: libertad de expresión y discusión, za las mujeres no obtuvieron el voto hasta 1974. Ade-
junto con la libertad de formar y afiliarse a grupos o aso- más, algunos países que llegaron a ser completamente
ciaciones políticas. democráticos sufrieron después regresiones. Alemania,
La democracia no es cuestión de todo o nada. Pue- Italia, Austria, España y Portugal tuvieron ciclos de régi-
de h aber formas distintas y niveles diferentes de demo- men autoritario o dictadura militar durante el periodo
cratización. La democracia ·en Gran Bretaña y Estados que va de la década de 1930 a la de 1970. Fuera de Euro-
Unidos, por ejemplo, tiene cualidades dispares. Un via- pa, Norteamérica y Oceanía, ha habido pocas democra-
jero británico en EE UU p reguntó una vez a un compa- cias duraderas, como Costa Rica en América Latina.

---82 83
Al'nl i ONY GIDDENS

En las últimas décadas, sin embargo, muchas cosas do derrocados, no podemos estar seguros de la solidez
han cambiado, y de manera extraordinaria. Desde me- de estas transiciones democráticas. Pero la democracia
diados de los años setenta la cantidad de regímenes de- ha experimentado un avance casi igual de grande desde
mocráticos en el mundo se ha doblado con creces. La 1960 que durante más de un siglo antes de esa fecha.
democracia ha llegado a más de treinta países, y todos ¿Porqué?
los Estados demo~ráticos e}{istentes han mantenido Una respuesta posible es la que ofrecen los que tie-
este tipo de instituciones en pie. Estos cambios comen- nen una visión triunfalista de la combinación occiden-
zaron en la Europa mediterránea, con la caída de los re- tal de democracia y libre mercado. Esto es, que los demás
gímenes militares en Grecia, España y Portugal. El se- sistemas se han ensayado y fracasado. La democracia ha
gundo grupo de países donde apareció la democracia, vencido porque es lo mejor. A la mayoría de los países
esta vez principalmente en los años ochenta, fue en aj enos al ámbito occidental, simplemente, les llevó algún
América del Sur y Central. Doce países establecieron o tiempo darse cuenta.
restablecieron un régimen democrático, incluidos Bra- No cuestiono parte del razonamiento. La democra-
sil y Argentina. cia es lo mejor. Pero como explicación de las olas re-
La historia continúa en todos los continentes. La tran- cientes de democratización no es muy adecuado. No
sición a la democracia después de 1989 en Europa del justifica por qué estos cambios debían ocurrir en esta
Este y en partes de la antigua Unión Soviética fue segui- coyuntura histórica.
da en algunos países africanos. En Asia, con algunos Para tener una explicación mejor tenemos que resol-
problemas y reveses, la democratización está en marcha ver lo que llamaría la paradoja de la democracia: ésta se
desde comienzos de los años setenta -en países como expande por el mundo, como acabo de describir, mien-
Corea del Sur, Taiwan, Filipinas, Bangladesh, Tailandia tras que en las democracias maduras que el resto d el
y Mongolia-. India es un Estado democrático desde su mundo debe -en teoría- copiar, existe una desilusión
independencia, en 1947. generalizada con los procesos democráticos. En la ma-
Por supuesto, algunos. Estados que dari el paso a la yoría de los países occidentales los niveles de confianza
democracia no llegan a la democratización total, o dan en los políticos han caído en los últimos años. Vota me-
la impresión de haberse atascado en el camino. Rusia es nos gente que antes, particularmente en Estados Uni-
sólo uno de los muchos ejemplos. Otros están, sencilla- dos. Cada vez son más quienes dicen no tener interés e n
mente, restaurando lo que existía antes. Argentina y la política parlamentaria, especialmente entre las gene-
algunos otros países latinoamericanos habían tenido raciones jóvenes. ¿Por qué los ciudadanos de los países
gobiernos democráticos en el pasado, al igual que en democráticos están aparentemente desilusionados con
Europa del Este, la República Checa o Polonia. Dado el régimen democrático, al tiempo que éste se expande
que muchos gobiernos democráticos han acabado sien- por el resto del mundo?

----
84 85
UN ~IUNDO DESBOG.\DO ANTIION\' CIDDENS

Los cambios que he estado analizando en este libro Son estas mismas tendencias las que, al mismo tiempo,
explican por qué. Cada vez para más personas en el mun- producen d esafección en las democracias maduras. En
do la vida ya no es vivida como un destino -relativamen- un mundo destradicionalizado los políticos no pueden
te fijada y determinada-. Los regímenes autoritarios no acudir a las formas antiguas de pompa y circunstancia
concuerdan con otras experiencias vitales, como la fle- para justificar lo que hacen. La política parlamen taria
xibilidad y el dinamismo necesarios para competir en la ortodoxa se aleja remotamente del torre nte de cambios
economía electrónica mundial. El poder político basa- que inunda las vidas de la gente.
do en el mando autoritario no puede apoyarse en las re- ¿Qué lugar deja todo ello a la democracia? ¿Debe-
servas de acatamiento o respeto tradicionales. mos aceptar que las instituciones democráticas se vuel-
En un mundo basado en la comun icación activa el van marginales justo en el momento en que aparecen
poder puro -poder que sólo va de arriba a abajo- pier- en la cresta de la o la?
de arraigo. Las condiciones económicas que la econo- Encuestas de opinión realizadas en distintos países oc-
mía estatal izada soviética u otros regímenes autoritarios cidentales revelan datos muy interesantes sobre la con-
no pudieron manejar -la necesidad de descentraliza- fianza en el gobierno. La gente ha perdido, en efecto,
ción y flexibilidad- se reflejaban en la política. El mo- mucha de la confianza que solía tener en los políticos y
nopolio de la información, en el que se basaba el sistema los procedimientos democráticos ortodoxos. No ha per-
político, no tenía futuro en un espacio intrínsecamente dido la fe, sin embargo, en los procesos democráticos.
abierto de comunicaciones mundiales. En un estudio reciente en EE UU y los principales países
Durante los acontecimientos ocurridos en 1989 en occidentales más del 90 por 100 d e la población dijo
Europa del Este mucha gente se lanzó a la calle. Es de que daba por bueno el régimen democrático. Más aún,
destacar, sin embargo, que a diferencia de casi todas las y en contra d e lo que mucha gente supone, la mayoría
revoluciones de la historia, hubo muy poca violencia. no está perdiendo interés en la política como tal. Los da-
Lo que parecía un sistema de poder implacable -el to- tos demuestran, en realid ad, lo contrario. La gente se
talitarismo comunista- s.e desvaneció como si apenas muestra más interesada en ella que antes, incluidas las
hubiese existido. Poca gente pensaba que el apartheid generaciones más jóvenes, que no son, como se ha dicho
de Suráfrica podría d esaparecer sin una revuelta violen- tantas veces, una generación X, desafecta y alienada.
ta. Pero lo hizo. Sí son, por lo menos muchos, más cínicos respecto
Los únicos episodios de violencia ocurridos en 1989 a las reivindicaciones de los políticos, y les preocupan
están relacionados con la toma de emisoras de tele- -esto es crucial- cuestiones en las que sienten que
visión. Los que las invadieron tenían las prioridades éstos tienen poco que decir. Muchos consideran la polí-
correctas. La revolución de las comunicaciones ha pro- tica como un n egocio corrupto en el que sus líderes se
ducido ciudadanos más activos y reflexivos que nunca. preocupan por sí mismos en lugar de tener siempre pre-

86 87
V N MUNDO Df.SilOCADO A NTI-IONY GIDDENS

sente el bien de sus ciudadanos. La gente joven ve como también han engendrado redes clientelares, tráfico de
cuestiones más importantes las ecológicas, los derechos influencias y arreglos secretos. Con frecuencia hacen
humanos, la política familiar y la libertad sexual. A nivel uso de símbolos y formas tradicionales de poder que no
económico, no creen que los políticos sean capaces de son ni mucho menos democráticos. La Cámara de los
controlar las fuerzas que mueven el mundo. Como to- Lores en el Reino Unido es sólo uno de los ejemplos
dos sabemos, muchas de éstas sobrepasan el ámbito del más obvios. A medida que las tradiciones pierden
Estado-nación. No sorprende que los activistas elijan fuerza, lo que antes parecía venerable y digno de respe-
poner sus energías en grupos de interés, ya que éstos to puede parecer, de la noche a la mañana, pintoresco
prometen lo que la política ortodoxa parece incapaz de o incluso ridículo.
conseguir. No es casual que h aya h abido en el mundo tantos es-
¿Cómo pueden mantenerse activos la democracia y · cándalos de corrupción en los últimos años. De Japón a
el gobierno cuando parecen haber perdido su posición Alemania, de Francia y Estados Unidos al Reino Unido,
privilegiada? Creo que hay una respuesta. Lo que se ne- estos casos h an llenado los periódicos. Dudo de que la
cesita en los países democráticos es una profundización corrupción sea más común en los países democráticos
de la propia democracia. Lo llamaré democratizm· la de- que antes. Más bien creo que en una sociedad abierta
mocracia. Pero ésta, en la actualidad, debe volverse trans- a la información son más visibles, y los límites de lo que
nacional. Tenemos que democratizar por encima -y se considera corrupción han cambiado. En Gran Breta-
también por deb~o- del nivel de la nación. Una era ña, por ejemplo, el clientelismo era antes, sencillamen-
globalizadora requiere respuestas globales, y esto se apli- te, la manera de hacer las cosas, incluso cuando había
ca a la política tanto como a cualquier otra área. partidos de izquierda en el poder. Estas redes no han
Se requiere una profundización de la democracia desaparecido, pero gran parte de lo que ocurría en
porque los viejos mecanismos del poder no funcionan ellas, y era ampliamente aceptado, se considera ahora
en una sociedad en la que los ciudadanos viven en el ilegítimo.
mismo entorno informativo que aquellos que los go- La democratización de la democracia tendrá aspecto
biernan. Los gobiernos democráticos occidentales, por distinto en países diferentes, según el contexto. Pero no
supuesto, nunca han sido tan reservados como los Esta- hay país tan avanzado que esté exento de ella. Democra-
dos comunistas u otros tipos de régimen autoritario. tizar la democracia significa una devolución efectiva del
Pero reservados en algunos contextos sí que lo han sido. poder allí donde -como en Gran Bretaña- está fuer-
Piénsese, por ejemplo, en todo lo que ocultaron los temente concentrado a nivel nacional. Significa tener
gobiernos estadounidense y británico sobre las pruebas medidas anticorrupción en todos los ámbitos.
nucleares y el desarrollo armamentístico durante la También implica, con frecuencia, una reforma consti-
guerra fría. Los sistemas democráticos· occidentales tucional y buscar una mayor transparencia en los asuntos

--88 89
A NTJ-ION V CIDOENS

políticos. Deberíamos estar dispuestos también a experi- tuciones no económicas. Construir una democracia de
mentar con procedimientos democráticos alternativos, las emociones es parte de una cultura cívica progre-
especialmente cuando éstos pueden ayudar a acercar la sista. La sociedad civil es el terre n o en el que han de
adopción de decisiones políticas a las preocupaciones d esarrollarse las actitudes democráticas, incluida la to-
cotidianas de los ciudadanos. Los jurados populares, por lerancia. La esfera cívica puede ser fome ntada por el
ejemplo, o los referendos electrónicos no sustituirán a la sistema pero es, a su vez, su base cultural.
democracia representativa, pero pueden ser un comple- La d emocratización de la democracia no es relevante
mento útil. sólo para las democracias maduras. Puede ayudar a crear
Los partidos políticos tendrán que acostumbrarse a instituciones d e este tipo d onde éstas sean d ébiles y
colaborar más con los movimientos sociales, como los estén d esguarnecidas. En Rusia, por ej emplo, donde
grupos d e presión ecologistas, que en el pasado. Algu- domina el capitalismo gansteril y subsisten fuertes res-
nas personas ven a las sociedades contemporáneas frag- quicios autoritarios del pasado, n o puede construirse
mentadas y desorganizadas, pero, en realidad, su cede lo una sociedad más abierta y democrática de arriba a aba-
contrario. La gente se involucra más que antes en grupos jo. Ha de crearse desde abajo, a través del resurgimiento
y asociaciones. En Gran Bretaña hay un porcentaje vein- de la cultura cívica. Sustituir el control estatal por mer-
te veces mayor de gente participando en grupos d e vo- cados, incluso si fueran más estables de lo que son, no
luntarios o de autoayuda que afiliada a partidos políti- conseguiría este fin. Se ha comparado, atinad amen te,
cos, y lo mismo ocurre en otros países. una democracia que funciona bien con un taburete de
Los movimientos sociales están muchas veces a la van- tres patas. El gobierno, la economía y la sociedad civil
guardia suscitando problemas y preguntas que pueden h an de estar equilibrados. Si una domina sobre las otras,
ser ignorados en los círculos políticos ortodoxos hasta las consecuencias son n efastas. En la antigua Unión So-
que es d emasiado tarde. Así, much o antes de la crisis viética el Estado dominaba gran parte de la vida. Por
del BSE en el Reino Unido algunos grupos y movimien- ello, no había una economía vigorosa y la sociedad civil
tos habían alertado sobrel os peligros de la contamina- estaba prácticamente exterminada.
ción en la cadena alimenticia. No podemos d ejar a los me dios d e comuni cación
La democratización de la d emocracia depende tam- fuera de esta ecuación, ya que tienen, particularmen te
bién del fomento de una cultura cívica sólida. Los mer- la televisión, una doble relación con la democracia. Por
cados no pueden crear esa cultura. Y tampoco un plura- un lado, como he destacado, la emergencia de una so-
lismo de grupos de interés. No debemos pensar que sólo ciedad global de la información es una potente fuerza
h ay dos sectores en la sociedad -el Estado y el merca- democratizadora. Por otro, la televisión y los otros me-
do, o lo público y lo privado-. En medio está la esfera dios tienden a destruir el propio espacio de diálogo que
de la sociedad civil, que incluye a la familia y otras insti- abren, a través de una trivialización y personalización

--
90 91
UN MUNDO DESBOCADO A NTHON Y GlllD~NS

inexorables de las cuestiones políticas. Además, el creci- mucho más interdependiente que hace un siglo, y el ca-
miento de empresas multinacionales gigantes de comu- rácter de la sociedad mundial ha cambiado. La otra
nicación significa que magnates financieros no elegidos cara de la moneda es que los problemas comunes que
pueden ejercer un enorme poder. afrontamos hoy -como los riesgos ecológicos mundia-
Contrarrestar ese poder no puede ser una cuestión les- también son mucho mayores.
de política nacional solamente. Es crucial que la demo- ¿Cómo puede promoverse la democracia por encima
cratización de la democracia no se detenga en el nivel del nivel del Estado-nación? Me centraría en las organi-
del Estado-nación. Hasta ahora la política democrática zaciones transnacionales tanto como en las internacio-
ha implicado a una comunidad nacional que se auto- nales. Naciones Unidas, como su nombre indica, es una
gobierna, capaz de moldear la mayoría de las políticas asociación de Estados-nación. Por el momento, al me-
que le afectan. Ha implicado a la nación soberana. Pero nos, compromete escasamente la soberanía nacional y,
bajo el impacto de la globalización, la soberanía se ha de hecho, su carta constitucional establece que no debe
vuelto borrosa. Las naciones y Estados-nación siguen hacerlo. La Unión Europea es diferente. La veo marcan-
siendo poderosos, pero se están abriendo -como se- do un camino que podría ser, y seguramente será, seguido
i1ala el científico político David Held- grandes déficit en otras zonas. Lo importante de la UE no es que esté lo-
democráticos entre ellas y las fuerzas globales que afec- calizada en Europa, sino que está explorando una forma
tan a las vidas de sus ciudadanos. Los riesgos ecológicos, de gobierno transnacional. Contrariamente a lo que di-
las fluctuaciones en la economía mundial o el cambio cen algunos de sus defensores y detractores, no es ni un
tecnológico global no respetan las fronteras naciona- Estado federal ni un súper Estado-nación. Pero tampoco
les. Escapan a los procesos democráticos, una de las es simplemente una asociación de naciones. Los países
razones principales, como dije anteriormente, del men- que han entrado en la UE han renunciado voluntaria-
guante encanto de la democracia donde está más arrai- mente a parte de su soberanía.
gada. Actualmente, la Unión Europea no es especialmente
Hablar de democracia. por encima del nivel de la na- democrática. Es famosa la frase de que si la UE solicitara
ción puede parecer poco realista. Estas ideas, después adherirse a ella misma, no lo lograría. La UE no cumple
de todo, fueron ampliamente debatidas hace cien años. los criterios democráticos que exige a sus miembros.
En lugar de una era de armonía mundial, llegaron dos Nada hay en principio, sin embargo, que evite su futura
conflictos mundiales y más de cien millones de perso- democratización, y debemos presionar con fuerza por
nas han muerto a causa de la guerra en el siglo XX. este cambio.
¿Son diferentes ahora las circunstancias? Obviamen- La existenCia de la UE introduce un principio funda-
te, nadie puede asegurar nada, pero creo que sí. He ex- mental de la democracia, vista contra el telón de fondo
plicado las razones en capítulos anteriores. El mundo es del orden global. Y es que el sistema transnacional pue-

92 93
U N MUN DO OESBOC,\00 ANTHONY CIODENS

de contribuir acúvamente a la democracia dentro de los les d e la sociedad mundial. Nada se consigue sin esfuer-
Estados, y no sólo entre ellos. Los tribunales europeos, zo. Pero por la promoción de la democracia, a todos los
por ejemplo, han llegado a una serie de d ecisiones, en- niveles, merece la pena luchar. Puede conseguirse. Nues-
tre ellas medidas protectoras de los derechos individua- tro mundo desbocado no necesita menos autoridad
les, que rigen dentro de los países miembros. '
sino más, y esto sólo pueden proveerlo las instituciones
Si miramos el mundo a finales del siglo XX podemos democráticas.
ver motivos para el optimismo y el pesimismo en igual
medida. La expansión de la democracia es un ejemplo
apropiado. A pesar de ello, la democracia parece una
flor frágil. Pese a su difusión, abundan los regímenes
opresores, y los derechos humanos se desprecian a dia-
rio en todo el mundo. En Kosovo cientos de miles de
personas fueron ex.pulsadas de sus hogares y se abando-
nó toda pretensión de imperio de la ley. Quisiera citar
aquí las palabras de un periodista que observó los he-
chos: "Casi medio millón de refugiados", escribió, "es-
tán en Macedonia. Cómo serán alimentados, nadie lo
sabe... ¡Vengan a Macedonia y ayúdennos! ".Esto fue pu-
blicado en el Toronto Daily Star. El reportero era Ernest
Hemingway; la fecha, el 20 de octubre de 1922.
Podría disculparse que alguien pensara que algunos
problemas son sencillamente inabarcables, sin esperan-
za de resolución. La democracia parece florecer sólo en
úerra particularmente f~rúl, que ha sido cultivada a lar-
go plazo. En sociedades o regiones con poco historial
de gobiernos democráticos parece tener raíces débiles y
derrumbarse con facilidad. Pero quizá esté cambiando
todo. En lugar de pensar en la democracia como una
flor frágil, que se pisotea fácilmente, quizá deberíamos
verla como una p lanta robusta, capaz de crecer incluso
en terreno baldío. Si mi tesis es correcta, la expansión
de la democracia está ligada a Jos cambios estructura-

---
94 95
--,~, ..

LECTURAS SELECCIONADAS

GLOBALIZACIÓN

ALBROW, Martín, The Global Age: State and Society Beyond Mo-
dernity, Cambridge, Polity Press, 1996.
El autor afirma que estamos entrando en la primera
era global. En lugar de h ablar de globalización, debería-
mos estar analizando las maneras en que vivir en la era
global nos implica a todos en nuevas formas de interde-
pendencia.

BELL, Daniel, 'The World and the United States in 2013",


en Daedalus, 116 (3), 1987, pp. 1-31.
Este artículo es un intento de predecir los grandes cam-
bios estructurales del futuro. Llega a la conclusión de que
hay un desajuste de proporciones entre las fuerzas globaliza-
doras y las instituciones del Estado-nación moderno.

CAsTELLS, Manuel, The Rise of the Netwmk Society ( The Infor-


mationAge, vol. 1), Cambridge, MA, Blackwell, 1996. (Hay trad.
española: La sociedad red [La era de la información, vol. 1], Ma- I/
drid, Alianza, 1997).

97
UN MUNDO Dl'SBOCf\00 A NTHONY GJDDENS

El primero de los tres volúmenes de un estudio sobre el Hirst y Thompson adoptan una actitud escéptica ante la
crecimiento de la "sociedad de redes" -un orden global for- globalización y sostienen que se ha sobreestimado el grado de
mado por la emergencia del papel de la información en la integración económica en los mercados mundiales.
nueva economía mundial.
KORTEN, David C., When Cmporations Rule the World, West
DICI(EN, Peter, Global Shijt: Transforming the WorldEconomy, Hartford, CN, y San Francisco, CA, Kumarian Press y Berrett-
3~ ed., Londres, Chapman, 1998. Koehler, 1995.
U na descripción revisada y actualizada de los patrones Un análisis del desarrollo del poder económico globaliza-
cambiantes de la actividad económica mundial. Presenta do que se concentra en el papel jugado por las empresas gi-
datos de diferentes sectores industriales y aborda la cues- gantes. El autor defiende que es necesaria una serie de cam-
tión de cómo afecta la globalización económica a la sobera- bios para limitar este poder.
nía nacional.
McLUHAN, Marshall, The Gutenberg Galaxy: The Mahing of
GRAY, John, False Darvn: The Delusions of Global Capitalism, Typographic Man, Toronto, University ofToronto Press, 1962.
Londres, Granta Books, 1998. (Hay trad. española: La galaxia Gutenberg: génesis del lwmo typo-
Una obra muy vigorosa que defiende que la expansión grajJhicus, Madrid, Círculo de Lectores, 1998).
del mercado global está causando numerosos problemas so- Inu·odujo el muy citado término de "aldea global" para
ciales en el mundo. El autor dice que no puede haber un mo- captar el impacto de las nuevas tecnologías de la informa-
delo de desarrollo capitalista aplicable a todos los países y re- ción en nuestras vidas.
giones.
ÜHMAE, Kenichi, The End of the Nation State: The Rise ofRe-
HELD, David; McGREw, Anthony; GoLDBLKIT, David, y PE- gionalEconornies, Londres, HarperCollins, 1995. (Hay trad.
RRATON,Jonathan, Global Tmnsformations: Politics, Economics española: El desfJegue de las economías Tegionales, Bilbao , De us-
and Cultun:, Cambridge, Polity Press, 1999. to, 1997).
La introducción más completa hasta la fecha a la cuestión Ohmae adopta una postura opuesta a la de Hirst y Thomp-
de la globalización, con un análisis muy equilibrado de pos- son: sugiere que el avance de la globalización ha sido tan po-
turas diferentes. Introdujo la división entre "escépticos de la deroso que los Estados-nación han perdido gran parte de su
globalización" y otros que utilicé en el capítulo inicial. poder para conu·olar sus propios asuntos.

Hmsr, Paul Q., yTHOMPSON, Grahame, Globalization in Ques- SOROS, George, The Crisis of Global Capitalisrn: OfJen Society
tion: The International Economy ánd the Possibilities of Governance, Endangered, Nueva York, BBS/ Public Mfairs, 1998. (Hay trad.
Cambridge, Polity Press, 1996. española: La crisis del cajJitalismo globa~ Madrid, Debate, 1999).

----
98 99
ANTiiONY CIDDENS

George Soros es uno de los h ombres de n egocios más BECK, Ulrich, Ecological Politics in an Age of Risk, Cambrid-
prósperos de los últimos años. H a amasado una fortuna en ge, Polity Press, 1995. (Hay trad. española: Políticas ecológicas
los mercados financieros, pero cree que necesitan más regu- en la edad del1iesgo, Barcelona, El Ro uve Editorial, 1998) .
lación de la que hay ahora. De lo contrario, h abrá más crisis Relaciona e l aumento de la política ecologista con la trans-
como la que afectó a las economías asiáticas en 1998. formación de la naturaleza por la tecnología moderna. Em-
pezamos a preocuparnos por la natumleza en un mundo en
STRANGE, Susan, The Reb-eat ojthe Sta/e: the Di!fusion ojPrnuer in e l que muy pocas cosas siguen siendo natumles.
the WurldEconomy, Cambridge, Cambridge University Press, 1996.
Escrito por la autora de Casino Capitalism (Oxford, Black- BERNSTEIN, Peter L., Against the Gods: The Remarkable Stm·y
well, 1986), este libro defiende que la aparición d e organiza- oJRisk, Nueva York,John Wiley & Sons, 1996.
ciones económicas y políticas transnacionales ha llevado a La mejor exposición sobre el riesgo con re lación a la histo-
un importante cambio de poder en la economía política in- ria de la teoría de la probabilidad y e l desarrollo de los merca-
ternacional. dos financieros. Bernstein d e muestra cómo se han desarro-
llado formas cada vez más sofisticadas de cálculo del riesgo a
u·avés de los siglos.
RIESGO
DOUGlAS, Mary, y WILDAVSKY, Aaron, Risk and Cultu1-e: an
AoAMs,j ohn, Risk, Londres, UCL Press, 1994. Essay on the Selection of Technical and Envimnmental Dangers,
Una ex.posición interesante sobre la naturaleza y la ges- Berkeley, CA, University ofCalifornia Press, 1982.
tión del riesgo. Adams sostiene que el análisis de éste debe te- Los autores sostienen que el riesgo no puede definirse ob-
ner en cuenta cómo responde la gente selectivamente al ries- jetivamente. Lo que cuenta como "riesgo" depende de Jos va-
go que se origina en su propio comportamiento. lores asumidos por individuos o grupos.

BECK, U!rich, Risk Society: Towa1ds a New Modernity, Lon- FRANKLIN,Jane (ed.), The Politics oJRisk Society, Cambridge,
dres, Sage, 1992. (Hay trad.' española: La sociedad del1iesgo: ha- Polity Press, 1998.
cia una nueva modernidad, Barcelona, Paidós, 1998). Una colección de artícu los que abordan diferentes aspec-
Una obra clásica que mantiene qu e nos estamos d espla- tos del riesgo en las sociedades contemporáneas.
zando de una "sociedad industrial" a una "sociedad del ries-
go". Una sociedad de este tipo está marcada por nuevas in- KNIGHT, Frank Hyneman, Risk, Uncertainty and Profit, Bos-
certidumbres, por un individualismo crecie nte y por cambios ton, MA, Houghton Mifflin, 1921.
básicos en instituciones sociales esenciales. En este texto clásico el auto r aplica e l concepto d e riesgo
a la actividad económica y elabora una distinción entre riesgo

100 10 l
i\NT IIONY GIDDENS
UN MUNDO DE.Sil()CADO

e incertidumbre. Mucha gente se ha visto irúluida por esta dis-


GROSS, David, The Past in Ruins: Tradition and the Critique of
tinción: el riesgo puede calcularse, la incertidumbre no.
Modernity, Amherst, MA, University ofMassachusetts Press, 1992.
RAPHAEL, Adam, Vlti?nate Risk, Londres, Ban tam Press, Una interpretación del carácter cambiante de la tradición
en el trasfondo de la teoría cultural.
1994.
Una descripción interesante de los diversos problemas
HEELAS, Paul; LASH, Scott, y MoRRIS, Paul ( eds.), Delmdi-
afrontados por la compañía de seguros Lloyd's. El autor man-
tionalizalion: C7itical Rejlections on Authority and Identity, Ox-
tiene que los problemas de Lloyd's en Londres nacieron de
ford, Blackwell, 1996.
grandes deficiencias en la gestión del riesgo.
Una colección de artículos sobre el declive de la tradición
en las sociedades contemporáneas. Se expresan puntos de
RoYAL SoCIETY, Rish: Analysis, Perception, Managemenl, Lon-
vista diferentes sobre el alcance real del mismo y sus posibles
dres, Royal Society, 1992.
implicaciones.
Un informe oficial elaborado por la institución científica más
respetable del Reino Unido. Generó una considerable contro-
HOBSBAWM, Ericj., y RANGER, Terence 0 ., The lnvention of
versia por su diferenciación entre el riesgo objetivo y el suf?jetivo.
Tradition, Cambridge, Cambridge University Pt·ess, 1983.
Una obra clásica que muestra cómo muchas formas de
comportamiento que consideramos inmemoriales en reali-
TRADICIÓN
dad se han creado recientemente.
AHMED, Akbar S., y DoNNAt'l, Hastings (eds.), Islam, Globaliu¿-
HUNTINGTON, Samuel P., The Clash of Civilizations and the
tion, arul Postmodemity, Londres y Nueva York, Routledge, 1994.
Remaking oJWm-úl Order, Nueva York, Simon & Schuster, 1996.
Muestra los vínculos entre el aumento del fundamentalis-
(Hay trad. española: El choque de civilizaciones y la 1"Cconfigum-
mo y la expansión de Jos medios de comunicación de masas.
ción del orden mundial, Barcelona, Paidós, 1997).
El fundamentalismo no es un fenómeno nacional, sino trans-
Un estudio ya famoso de las nuevas divisiones que surgen
nacional.
en la comunidad mundial en la época posterior a 1989. Hun-
tington sostiene que las nuevas fuentes de conflicto en el
GELLNER, Ernest, Poslrnodernism, Reason and Religion, Nue-
mundo se centran en las antiguas líneas de fricción entre las
va York, Routledge, 1992. (Hay trad. española: Posmodernis-
diferentes civilizaciones religiosas.
mo, razón y 1·eligión, Barcelona, Paidós, 1994).
Una reflexión provocativa sobre el resurgimiento y la signifi-
KEPEL, Gilles, The Revenge of God: The Resurgence of Islam,
cación de la religión en la actualidad. Las tradiciones religiosas
Christianity and judaism in the Modern World, Cambridge, Po-
no sólo no mueren, sino que se ven continuamente reavivadas.

103
102
ANfHONY GIDDENS

lity Press, 1994. (Hay trad. española: La revancha de Dios, Ma- Un estudio sobre el extraordinario suceso que ocurrió en
drid,Anaya&MarioMuchnik, 1991). India en 1995, cuando las imágenes de un dios con cabeza de
Un estudio excelente e interesante del resurgimiento del elefante, Ganesh, y otras deidades 1-ealmenteparecieron beber
fundamentalismo. El libro se centra especialmente en las com- la leche que les había sido ofrecida.
plicaciones de aplicar la idea de jundamentalismo al islam.

KRAMNICK, Isaac ( ed.), The Portable Enlightenment Reader, FAMILIA


Nueva York, Penguin, 1995.
Una selección de obras de los principales pensadores de la BURGESS, Adrienne, Fatherhood Reclaimed: The Mailing of the
Ilustración en el siglo XVIII. Incluye textos del barón de Holbach. ModernFather, Londres, Vermilion, 1997.
Ofrece un análisis del carácter cambiante de la paterni-
MARTY, Martín E., y APPLEBY, R. Scott (eds.), Fundamenta- dad en las sociedades modernas. La autora sostiene que de-
lism Observed (TheFundamentalism Project, vol.l), Chicago, Uni- bería prestarse mayor atención a los derechos de los padres.
versity ofChicago Press, 1991.
El primer volumen de un estudio sobre la naturaleza del CooNTZ, Stephanie, The Way We Never Were: AmericanFami-
fundamentalismo en el mundo contemporáneo. lies and the Nostalgia Tmp, Nueva York, Basic Books, 1992.
Una crítica magistral de la nostalgia de formas pasadas de
SAJo, Edward W., Orientalism, Londres, Routledge & Ke- vida familiar. Coontz demuestra que nunca hubo una edad
gan Paul, 1979. dorada de la familia.
En esta influyente obra el autor arremete contra nuestra
imagen de otras culturas y tradiciones. En lugar de ser des- Dusv, Georges, Love and Man·iage in the Middle Ages, Cam-
cripciones precisas, reflejan con frecuencia una elevada au- bridge, Polity Press, 1994. (Hay trad. española: A1·te y sociedad
toimagen de la cultura occidental. en la Edad Media, Madrid, Taurus, 1998) .
Un estudio clásico sobre el matrimonio, el amor y la se-
SHILS, Edward A., Tradition, Londres, Faber & Faber, 1981. xualidad en la Edad Media que muestra qué diferentes a aho-
Una exposición general sobre la naturaleza de la tradi- ra eran muchas actitudes claves.
ción en sociedades y culturas diferentes. El autor cree esen-
cial una visión positiva de la tradición para la continuidad y FOUCAULT, Michel, The History ofSexua!ity, vol. 1, Harmonds-
cohesión de las sociedades. worth, Penguin, 1981 (publicado por primera vez en 1976).
(Hay trad. española: Historia de la sexualidad, Madrid, Siglo XXI).
VIDAL, Denis, "When the gods drink mil k: empiricism and be-- Una célebre explicación del aumento de la atención a la
liefin contemporary Hinduism", en SouthAsiaResearch, 18, 1998. sexualidad en Occidente. Foucault mantiene que en la era

--
104 105
ANTHONY GIDDENS

victoriana la sexualidad no fue simplemente re primida. Más


bien, los victoria nos ayudaron a desencadenar nuestra fasci- PHOENIX, Ann, Young Mothers?, Oxford, Polity Press, 1990.
nación por el sexo. Una exposición de los problemas de las madres adoles-
cen tes en la sociedad moderna.
COooE, WilliamJ., WorldReuolutionandFamilyPattems, Nue-
va York y Londres, Free Press and Collier-Macmillan, 1963. WEEKS, Jeffrey, Sexuality, Chichester, Ellis Horwood, 1986.
Un estudio clásico de los cambios que están ocurriendo Una intro ducción entre tenida y minuciosa al estudio de
en la familia a escala mundial. El autor sostie ne que hay pau- la sexualidad. El autor ofrece un análisis equilibrado de las
tas comunes d e cambio e n muchos países y reg iones diferen- diferentes divergencias sobre la naturaleza d e ésta.
tes del mundo.

j AMIESON, Lynn, Intimacy: Personal Relationships in Modern DEMOCRACIA


Societies, Cambridge, Polity Press, 1998.
El autor aborda la cuestión d e cómo han cambiado las re- BARBER, Be njamín R., A Placefor Us: How to MakeSociety Ci-
laciones íntimas e n la sociedad mo d erna, basándose en la vil and Democracy Strong, Nueva York, Hill and Wa ng, 1998.
evidencia empírica d e una serie de países occidentales. Una reflexión sobre la relación entre democracia, socie-
dad civil y poder corporativo. El autor sostiene que una d e-
l.AsLETf, Pe ter, The World We Have Lost, Londres, Methuen, mocracia real necesita regulación del gobierno y del sistema
1965. financiero, además d e una base sólida en la esfera civil.
Un estudio clásico de la vida familiar en las generaciones
pasadas que cuestiona muchos mitos sobre la familia. CZEMPIEL, Ernst 0., y Rosenau,James N. (eds.), Governan-
ce Without Govern'ITII!!lt: Order and Change in World Politics, Cam-
McLANAHAN, Sara S., y SANDEFUR, Gary D., Growing Up with bridge, Cambridge University Press, 1992.
a Single Parent: What Hurts, What Helps, Cambridge, MA, H ar- Aborda el surgimiento de nuevas formas de gobierno en
vard University Press, 1994. respuesta a la globalización .
El mejor estudio sobre el impacto social y educativo de las
familias monoparentales en Estados Unidos. DUNN, J ohn, Democracy: The Unfinished journey, 508 BC to
AD 1993, Oxford, Oxford University Press, 1992. (Hay trad.
PHILUPS, Roderick, Untying the Knot: A Shm·t History of Di- española: Democracia: el viaje inacabado (508 a.C. - 1993 d.C.),
vo'rce, Cambridge, Cambridge UniversityPress, 1991. Barcelona, Tusquets, 1995).
Un estudio ameno d e la historia del divorcio en Europa y Una colecció n de artículos que abordan el desarrollo de
Estados Unidos. la democracia e n diferentes partes d el mundo. Como su títu-

106 107
VN M UNDO OF-SBOC.\00 J\Nn IONY G1 l>Ot:NS

lo indica, el libro sugiere que todavia hay mucho camino que Un análisis de cómo pueden conseguirse formas apropia-
recorrer para hacer de la democracia una forma más univer- das de gobierno para problemas comunes que trascienden al
sal y satisfactoria de gobierno. Estado-nación.

FuKUYAMA, Francis, The End of History and the Last Man, PAOLINI, Albert].; JARVIS, Anthony P., y Rws-SMIT, Chris-
Londres, Hamish Hamilton, 1992. (Hay trad. española: Elfin tian (eds.), Between Sovereignity and Global Govemance: The Uni-
de la Historia y el último hombre, Barcelona, Planeta, 1992). ted Nations, the State, and Civil Society, Londres, Macmillan
El autor defiende que hemos llegado al fin de la historia Press, 1998.
porque no hay alternativas al capitalismo y a la democracia li- Una serie de reflexiones sobre el desarrollo del gobierno
beral. Sin embargo, plantea la posibilidad de que este nuevo global que sigue a los cambios que afectan a la soberanía de
mundo traiga consigo nuevos motivos de descontento. los Estados.

HELD, David, Models ofDemocracy, 2aed., Cambridge, Polity RüSENAU, James N., TudJUlence in World Politics: A Theory of
Press, 1996. (Hay trad. española: Modelos de democracia, Ma- Change and Continuity, Londres, Harvester Wheatsheaf, 1990.
drid, Alianza, 1996) . El autor busca explicar la persistente confusión de la polí-
Una reflexión sofisticada, pero amena, sobre diferentes tica mundial examinando los cambios políticos, sociales y
concepciones de la democracia. El autor concluye con un económicos producidos desde la II Guerra Mundial. Sostie-
conjunto de propuestas para el desarrollo de mocrático fu- ne que vivimos en un "mundo bifurcado" en el que el viejo
turo. sistema centrado en el Estado está siendo desafiado por un
nuevo mundo multicénu·ico de organizaciones no guberna-
HUNTINGTON, Samuel P., The Third Wave: Dernocratization in mentales y otros grupos.
the Late Twentieth Centu1y, Nor man, OK, University ofOklaho-
ma Press, 1991. (Hay trad. española: La tercera ola: la democra-
tización a finales del siglo XX, Barcelona, Paidós, 1994) .
Una reflexión sobre la emergencia de instituciones de-
mocráticas en países que carecían de ellas, con una mirada
crítica a algunas tesis explicativas sobre cómo y por qué ha
ocurrido.

ÜSTROM, Elinor, Governing the Commons: the Evolution oflns-


titutions for Collective Action, Cambridge, Cambridge Univer-
sity Press, 1990.

---
108 109
-------------------~--- - ---
"'
I NDICE ANALÍTICO

adicción, 58, 59, 60 Berlín, 81


África ce ntral, 19 biodiversidad, 46
África subsahariana, 28 Brasil, 30, 84
Alcohólicos Anónimos, 60 BSE, 41 , 47, 91
Alema nia, 20, 44, 81, 83, 89
América Central, 84 Cámara de los Lores, 89
América Latina, 20, 83 cambio climático, 14, 40, 41
América d el Sur, 84 capitalismo, 36-38
amistad, 74 capitalismo gansteril, 91
apartheid, 86 Chernóbil, accidente nuclear, 41
Arabia Saudí, 82 China, 35,40,45,66,67, 77,82
Argenti na, 84 cultivos modificados genéti-
Asia, 21, 22, 84 camente, 45, 46
Australia, 83 guardias rojos, 61
Austria, 83 inundacion es, 39, 40
autori tarismo, 61, 76 leyes mau·imo niales, 66
azandes, 35 cie n cia y tecnología
d esconfia nza ante, 14
Ba ngladesh, 84 comunicacion es por satélite, 23
Barcelo na, 26 contabilidad, libro d e d oble
Bell, Daniel, 25 enu·ada, 37

11 1
UN MUNDO llESnOC\IJO A NT I·IONY GIOD ENS

contaminación, 45, 90 derecho de voto, 83 España, 20,26,83,84 Filipinas, 84


contracepción, 69 derechos humanos, 88, 94 español, idioma, 34 filosofías New Age, 47
Corea del Sur, 84 derechos infantiles, 68 Estado del bienestar, 21, 37 fin de la naturaleza, 37, 75
corrupció n, 89 descenu·alización, 86 Estados comunistas, 26, 88 Finlandia, 83
cosmopolitismo, 58, 78 desigualdad, 28, 68, 78 Estado-nación, 21, 30, 88, 92, 93 Francia, 20, 24, 26, 30, 31,89
sociedad global, 55, 91 destino, 35-37, 86 Estados Unidos, 15, 24, 27, 31, Freud, Sigmund, 60
Costa Rica, 83 destradicionalización, 59 33,60,66, 71, 72, 78,82,85, fundamentalismo, 16, 58, 60,
,,, costumbre, 40, 49, 51-55, 59 dictaduras militares, 83 87,89 61,62, 78, 103, 104 '
1'
véase también tradició n dinero electrónico, 22 cambio climático, 14, 40, 41
1

culturas tradicionales, 34, 35, divorcio, 66, 71 , 74, 106 cultivos modificados genéti- Gansu, China, 67
68, 69 Duby, Georges, 68, 105 camente, 45, 46 gays, 77
guerra fría, 30, 88 geopolítica, 30
Darwin, Charles, 60 ecológico, 28, 44, 47, 92, 93 mortalidad infantil (premo- global, 14-22, 25, 28, 39, 41, 42,
democracia, 10, 16, 17, 75-78, véase también biodiversidad derna) , 69 46, 48, 55, 91-93
81-95, 108 cuestio nes, 9, 34, 44, 87, 88, radio, crecimiento de, 24, 27 calentamiento, 15, 39, 41, 42
burla, 83 91 Europa, 13, 27,37,51,52,54, véase también cambio
emociones, 76-78, 91 grupos de presión, 66, 90 68,69, 71,78,83,93 climático
expansión de, 16, 94 ri esgos, 14, 15, 30, 34, 36-39, del Este, 26, 27, 82, 84, 86 desigualdad, 28, 68, 78
global, 14-22,25, 28, 39, 41, 43, 45-48, 92, 93 mediterránea, 84 mercado, 16, 20, 22, 29, 37,
42, 46, 48, 55, 91-93 economía electrón ica, 15, 22, occidental, 69 50,85,90,91
lecturas seleccionadas, 97 27,86 véase también Unión pobreza, 24, 27-30, 34, 37,
libre mercado, 85 Edad Media (europea), 34, 68, ' Soviética 39, 78
paradoja de, 85 105 exploradores, occidentales, 34 sistema financiero, 26, 28
política, 21, 23, 25, 27, 30, Eilat, Israel, 33 sociedad de la información,
42,6 1,62,66,67,75, 77,78, elecciones, 82 fa milia, 10, 16, 30, 40, 55, 65, 16, 23,44,86,89,91
! 82, 85-92 encefalopatía espongiforme 6~73, 7~78,9 0, 105, 106 globalización, 10, 15, 16, 19-21,
televisión, 19, 27, 29, 81, bovina (BSE), 41, 47,90 véase también igualdad sexual 23-3 1,39,55,56,60,62,92
86,91 entorno informativo, 88 crisis, 21, 67, 90 cosmopolita, 16, 31, 55, 58,
variaciones de forma, 57 Escandinavia, 71 efectos sobre la mujer, 78 60,62,63
democratización de la democra- escépticos, 20, 21, 23 lecturas seleccionadas, 97 definición, 36, 70
cia, 89-92 escoceses, 25, 26, 49 tradicional, 16, 35, 39, 53, 54, democracia, 75-78
Derecho romano, 52 Escocia, 50 56, 57, 67-70, 72-74, 77, 78, 86 expresiones culturales, 27

---
112 1 13

-
UN MUNDO DESBQC.\.00 ANTH ONY GIDDENS

lecturas seleccionadas, 9 7 Inte rn et, 10., 24, 62 matrimonio, 16, 40, 47, 65-73, Nacio nes Unidas, 93
mercad os de capitales, 22, inte rvencio nismo, 30 77, 79 natalidad, 67, 71
29,37 intimidad, 72-74 v éase también familia niños, 68, 71-77
valores fa miliares, 25 Irán, 61 , 62 concertado, 67 Norteamérica, 21, 27, 45, 83
Gran Bretaña, 30, 31, 45, 47, islam, 53, 103 leyes, 66 véase también Estad os Unidos
54,69, 71,82, 89, 9 0 Italia, 26, 83 mlyer, efectos sobre, 78 Noruega, 83
encefalopatía espongifo rme significado cambiante de, 73 Nueva Delhi, 10
bovina en, 41 , 47, 9 0 J apón,89 tradicional, 16, 25 Nueva Zelanda, 83
Grecia, 84 Jo meini, 62 medioambien tales,
g rupos de inter és, 88, 90 cuestiones, 44 O ceanía, 83
guerra fría, 30, 88 Keegan,J ohn , 10 medios de comun icació n, véase Ohmae, Kenichi, 21, 99
Kosovo, 30, 94 televisió n ordenadores personales, 21, 23
Held, David, Il , 92, 98, 108 Mili,Jo hn Stuart, 83 organizaciones transnacio nales,
Hemingway, Ernest, 94 Lancashire, 49 modificación genética, 46 93
Highlands, 49, 50 Leach, Edmund, 9, 10 monarquías, semifeudales, 82 Onvell, George, 14
Hindutwa, 62 lecturas seleccionadas, 97 Mongolia, 84 otoman o, Imperio, 53
Hobsbawm, Eri c, 50, 52, 103 leyes matrimo niales, 66 monopolio de la información, 86 Oxfmd English Dictionmy, 61
Holbach , barón de, 51, 104 leyes de pobres, isabelinas, 37 Morse, Samuel (código Mo rse) ,
homosexualidad, 69, 70, 77 libertad sexual, 78, 88 23, 24 pareja, 72, 73
Hong Kong, 10, 26 libre m ercado, 85 movimientos religiosos percepción del yo, 59
Lloyd's, en Londres, 38, 102 renovado res, 47 política, 21 , 23, 25, 27, 30, 42,
igualdad de gé nero, véase ig ual- lluvia ácida, 45 movimientos sociales, 90 61, 62, 66,67, 75, 77, 78, 82,
dad sexual Londres, 22 véase tmnbién grupos 85-88, 90-92
igualdad sexual, 65, 77 Los Ángeles, 29 de interés política familiar, 66, 88
Ilustración, 13, 14, 51, 52, 54, Lowlands, 50 mujeres, 16, 24, 68-71,73, política parlamentaria, 85, 87
56, 103 78,83 Po lonia, 84
incertidumbre, 15, 34-38 Maced onia, 94 véase también ig ualdad sexual Portugal, 29, 83, 84
India, 29,50,56,67,84 Malaisia, 29-30 derecho de voto, 83 po rtug ués, idioma, 34, 48
industria folclórica, 57 Mandela, Nelson, 24 igualdad ele, 25, 68, 75, 76, 78 predicción actuaria!, 41
ingeniería bio lógica, véase Marx, Karl, 14 virtud de, 69 1 Guer.r a Mundial, 83
modificació n genética marxismo, 14 multinacionales, empresas, 27, 92 fJiincipio jJrecaulorio, 44, 45
instituciones concita, 31, 72 Massachusetts, 22 muro de Berlín , caída del, 81 probabilidad, 35, 41

114 11 5
UN MUNDO DF.S80CAOO A NTI IONY GIDDENS

procedimientos Revolución Francesa, 83 T ailand ia, 84 inteleclUal, 57


democráticos, 87, 90 Revolución industrial, 49 Taiwan, 84 invención de, 50
procesos democráticos, 85, urool1tciones televisivas, 27 tecnología lecturas seleccionadas, 97
87,92 riesgo véase ciencia y tecnología política y, 49
proteccionismo, 29, 30 aspectos del, 36 tecnología genética, 45 transnacionalización, 93
proteccionismo económico, 29 capitalismo, 37 tecnología por cable tribunales europeos, 94
pruebas nucleares, 88 con cepto de, 34, 35, 52 (submarina), 23
psicoanálisis, 60 culturas tradicion ales, televisión Unión Europea, 21, 26, 93
34-40 y d emocracia, 27, 9 1 Unión Soviética, 26, 82,
Quebec, 26 externo, 38, 39 y el curso d e la historia, 23, 84,91
gestió n del, 37, 46 81
racionalidad, 58 interno, 58 emisoras, 27, 86 Vidal, Denis, 56, 104
hostilidad a, 47 lecturas seleccionadas, 97 política, 27, 91 vino tinto, 44
orígenes, 13 manufacturado, 38-46 Texas, 33 virtud femenina, 69
radicales, 21-23 origen del concepto, 33-35 Toronto Daily Stm~ 94
radio, 24, 26 política y, 87 tradición Washington, 10
Ranger, Terence O., 50, 52, 103 Roma, 35 ciencia y, 56 Weber, Max, 14
Rawlinson, Tho mas, 49 Rusia, 84, 9 1 fin de, 31, 49, 51, 56 Wulfstan, arzobispo, 13
redes clientelares, 89 guardianes de, 54, 61
reforma constitucional, 89 sectas protestan tes, 60 idea de, 52 Zedong, Mao, 61
Reino Unido JI Guerra Mundial, 109
véase Gran Bretaña seguros, 37, 38, 40
relaciones, 40, 65, 70, 72-77 sexualidad, 16, 55, 65, 69, 70,
democracia de, 65-70 105, 106
e igualdad , 66-70 redefinición d e, 70
?t!laciones puras, concepto, 74 y reproducción , 69, 70
religión, 13, 16, 36, 58,61 sida, 43
reproducción, 69, 70 Silicon Valley, California, 26
República Checa, 84 sociedad civil, 90, 91
Revolución americana, 83 Suiza, 83
revolución de las superhierbas, 46
comunicaciones, 86 Suráfrica, 86

116 11 7

Das könnte Ihnen auch gefallen