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Como una respuesta al problema del transporte que utiliza combustibles fósiles con bajas
eficiencias energéticas y graves problemas medioambientales, existe la alternativa de los
vehículos eléctricos. Estos tienen una mayor eficiencia, lo que permite producir ahorros en
energéticos primarios y además no producen emisiones de CO2 y otros gases
contaminantes. Puede decirse que estas emisiones se trasladan a las centrales térmicas
que producen electricidad, sin embargo, esto no es exactamente así, ya que las emisiones
de las centrales de generación están concentradas en un sitio y pueden ser controladas y
reguladas más fácilmente que las emisiones de los vehículos por separado. Los vehículos
eléctricos se han venido desarrollando con mayor fuerza desde hace algún tiempo, pero
realmente su historia data de muchos años atrás, sin embargo es hasta ahora que se han
logrado desarrollar modelos capaces de cubrir las necesidad de sus consumidores,
trabajando diariamente en su mejoramiento continuo y en la posibilidad de llegar a
muchas más personas con costos razonables y beneficios no solo personales sino a nivel
global, ayudando al medio ambiente en un porcentaje considerable.
INDICE
Capitulo 1
1 FUNDAMENTACION TEORICA ………………………………………………………………………………………………… 1
CAPITULO 2
2.1 DEFINICION DEL VEHICULO ELECTRICO ………………………………………………………………….
CAPITULO 3
CAPITULO 1
1. FUNDAMENTACION TEORICA
Toyota es uno de los mayores fabricantes de vehículos y una de las compañías más
conocidas hoy día en el mundo. Fue fundada en 1937 por Kiichiro Toyoda, uno de
cuyos grandes legados fue la puesta en marcha de la filosofía just in time como
sistema de producción, que no tardó en extenderse por la industria automovilística de
todo el mundo.
Muy pronto la japonesa Toyota lanza el primer híbrido, Prius, del que se llegaron a
vender 18.000 unidades el primer año de su comercialización. El sector continúa en
expansión en el siglo XXI con inmensas inversiones, siendo la crisis económica de
2008 unida al alza del precio del petróleo uno de los factores determinantes del
interés actual por este tipo de vehículos. Prueba de ello es que la International
Energy Agency estima en 50.000 en número total de vehículos eléctricos en 2011,
cifra que superó en 2012 las 180.000 unidades1 . La evolución del mercado del
vehículo eléctrico sigue una tendencia común a la introducción de las nuevas
tecnologías, con altibajos al principio pero con una clara tendencia ascendente a
largo plazo como demuestran los estudios realizados por la empresa especializada
en este sector Gartner2 . En su evolución inicial, las expectativas de futuro van
creciendo para el vehículo eléctrico hasta alcanzar su máximo hacia el año 2011.
Disminuyen después a medida que aparecen las dificultades de mercado,
tecnológicas o de financiación3 . Actualmente nos encontramos en esta fase
descendente, con la esperanza de que, una vez superado el bache del proceso,
como sucede en otras innovaciones tecnológicas, el vehículo eléctrico acabe por
implantarse con firmeza en nuestras sociedades.
Son aquellos que utilizan la energía química contenida en los combustibles fósiles
y transforman el calor en energía mecánica a través de la combustión. Se
distinguen los motores de explosión de gasolina y los de compresión diésel,
predominando estos últimos en el mercado europeo.
-Vehículos híbridos.
Son aquellos que disponen de un motor de combustión y otro eléctrico. Este último posee
poca potencia y las baterías tan solo le permiten una autonomía de pocos kilómetros.
Entre los más populares cabe citar al Toyota Prius y Honda Civic. Existen varias clases.
Algunos de ellos recuperan energía aprovechando la frenada (para recargar la batería)
mientras que otros modelos recargan la batería a partir del motor de combustión (los
llamados “Range Extender”
Un vehículo eléctrico es aquel que utiliza la energía química guardada en una o varias
baterías recargables. Usa motores eléctricos que se pueden enchufar a la red para
recargar las baterías mientras está aparcado, siempre que la infraestructura eléctrica lo
permita.
Los coches eléctricos son, por lo general, muy simples y su motor se compone de pocas piezas. Son
muy eficientes, transformando en movimiento más del 90% de la energía que consumen. El 10%
de energía restante se pierde debido al calor que desprenden las baterías, el transporte, las ruedas
del vehículo y la transformación de la electricidad. Aun así, la eficiencia es mayor a la de cualquier
coche convencional o híbrido.
Este tipo de vehículo no solo es más eficiente, sino que además, es mucho menos contaminante.
Al utilizar energías renovables las emisiones de contaminación son nulas. Aunque a la hora de
fabricar las baterías existe cierto impacto medioambiental, la posibilidad de reciclado de las
mismas es muy alto, ya que se puede recuperar el 100% de los materiales. De hecho, la normativa
de la Unión Europea exige que así sea, y que se reciclen todas estas piezas en lugares específicos.
Aunque sería estupendo que la energía proviniese directamente del sol mediante paneles, esto es
aún muy difícil de conseguir, ya que este tipo de vehículos son prototipos demasiado incómodos
para su uso. Por esto, las energía de las baterías de los coches eléctricos, por ahora solo puede
provenir de enchufes de la red eléctrica
Varios motivos son que estos coches no generan el calor suficiente como para
necesitar un sistema convencional de refrigeración, lubricación para las piezas
móviles ni una caja de cambios con embrague tradicional que necesite fluido
específico que garantice su integridad y control de temperatura.
A pesar de los beneficios que ofrecen, como el ahorro de combustible, la recarga en casa o
en el trabajo, la eficiencia energética, la conducción sin ruido, el motor instantáneo y
emisiones reducidas, cuando no inexistentes, los vehículos eléctricos no han captado por
completo las preferencias de los conductores estadounidenses. Una encuesta realizada
por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) en 2015 reveló que 52% de los
encuestados no supo nombrar un modelo y fabricante de un vehículo eléctrico enchufable,
mientras que solo 20% declaró que “se plantea o espera” optar por un vehículo eléctrico
puro en su próxima compra o leasing de un coche.
La “preocupación sobre la autonomía”, o el temor a quedarse tirado en la carretera por
agotamiento de la electricidad, es uno de los factores disuasorios más habituales a la hora
de comprar un EV. En la actualidad existe consenso en que una autonomía de 200 millas
por recarga es suficiente para superar este miedo, a pesar de que, según la Administración
Federal de Carreteras.